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Consecuencias del cambio climático en los tiburones de arrecife del Caribe

Sebastián Daguer Torres


Monografía de grado
Colegio Campoalegre
Sopó, Colombia
Tutor: Gabriela de Luna
2023
Tabla de contenidos:

I. Introducción………………………………………………………………………………. 2

II. Marco teórico……………………………………………………………………………… 3


A. Tiburón de Arrecife
1. Taxonomía y morfología..………………………………………………………. 3
2. Dieta y comportamiento alimenticio…………………………………………… 4
3. Hábitat y movimiento…………………………………………………………… 5
4. Migración y distribución geográfica…………………………………………… 6
5. Reproducción y segregación sexual…………………………………………….. 7
B. Cambio Climático………………………………………………………………………. 7
1. Impacto en la temperatura terrestre y los océanos……………………………. 8
C. Las consecuencias del cambio climático en la especie Sphyrna Lewini……………….. 13
D. Nicho ecológico
1. ¿Qué es?.............................................................................................................. 16
2. Modelos de Nicho…………………………………………………………….. 16
III . Metodología………………………………………………………………………………. 17

IV. Resultados y Análisis……………………………………………………………………… 20

V. Conclusiones………………………………………………………………………………... 29

VI. Bibliografía………………………………………………………………………………. . 30

VII. Cronograma de trabajo de campo………………………………………………………. 35

VIII. Anexos……………………………………………………………………………………. 36
Programa de R Completo

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I. Introducción:
El cambio climático es uno de los problemas más apremiantes que enfrenta la humanidad
en este momento. Es un asunto global que afecta a todas las criaturas vivientes de este planeta. El
cambio climático es causado por el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera,
principalmente dióxido de carbono. Estos gases atrapan el calor del sol, haciendo que se
aumenten las temperaturas y que cambien los patrones del clima (Climate Consulting, 2022).
Esto resulta en eventos climáticos más extremos como huracanes, sequías e inundaciones y
pueden tener efectos a largo plazo para la humanidad en general. Las consecuencias de estas
alteraciones del clima en los animales pueden ser muy variadas, pero según la literatura, la
proporción de efectos negativos que estos cambios traen a las diferentes especies es mucho
mayor que la de los positivos. Especies como los mosquitos y los escarabajos de corteza son tan
solo un par de especies que se han visto o se estima que se vean beneficiadas por el cambio
climático (Bell, 2019). El número de especies beneficiadas es diminuto comparado a la cantidad
de especies que se verían afectadas por el aumento de la temperatura terrestre. Según la ONU,
“se estima que un millón de especies están amenazadas de extinción a nivel mundial, muchas de
las cuales tendrán lugar durante las próximas décadas” (WWF, 2021). Al aumentar las
temperaturas de una manera mucho más acelerada que el orden natural, el destino y la existencia
misma de muchas especies en un futuro ya no tan lejano, dependerá de su habilidad para
adaptarse y migrar a climas más benignos antes de que sea demasiado tarde (WWF, 2021). Esto
sin contar con otras acciones humanas que afecten su supervivencia, como la disminución del
hábitat disponible a manos del hombre. Un ejemplo de esto es la disminución de arrecifes de
coral alrededor del mundo a causa de actividad humana como la emisión de gases de efecto
invernadero, que aumentan la temperatura de los océanos, poniendo en peligro ecosistemas tan
delicados como los corales. Asimismo, la pesca y el turismo indiscriminado afectan la salud y la
supervivencia de los arrecifes de coral (Quiñones, 2019).
Muchos científicos han estimado que incluso hoy ya está en riesgo la supervivencia de
muchas especies ya que se ha alterado el ciclo de apareamiento y reproducción, así como los
lugares en donde ellos se refugian para que sus crías se desarrollen más seguras. Un estudio
realizado por investigadores españoles encontró que la reproducción de las vacas es afectada por
la temperatura del ambiente. De hecho, en este estudio se confirmó que el ganado Europeo que
está gestando en el verano tropical dan a luz subdesarrolladas y miniatura (Córdova-Izquierdo, A

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et al, 2010, pp.1-12). Este es sin duda, uno de los muchos problemas que está generando el
cambio climático alrededor del mundo. Algo así está siendo documentado en el caso de los osos
polares que se están viendo diezmados por el efecto invernadero que se siente más claramente en
los polos. Los osos polares se están enfrentando a la reducción de su hábitat así como de sus
fuentes de alimento principales. Están siendo desplazados a zonas con mayor contacto con los
humanos, lo que pone en riesgo tanto a los osos como a nosotros (WWF, S.F). Los tiburones del
caribe son un grupo de especies a los que les puede suceder algo similar. Cada vez están siendo
obligados a moverse más lejos de su hábitat natural y estos encuentros peligrosos se pueden estar
dando en lugares que antes se podían considerar seguros.
Depredadores como los tiburones son fundamentales para el balance de los ecosistemas
en donde viven. Ellos cumplen un papel clave en el control de poblaciones de otras especies,
tanto animales como vegetales. Los tiburones en particular, son un indicador de la salud del
ecosistema marino (Oceana, S.F). Ayudan a evitar la propagación de enfermedades e incluso
contribuyen a combatir el fenómeno de calentamiento global, regulando la población de especies
que se alimentan de pastos marinos, los cuales son 35 veces más eficientes que las selvas
tropicales en la captura del carbono de la atmósfera (ONU, 2019).
Con este trabajo pretendo evidenciar, mediante un modelo de nicho, si el cambio
climático puede afectar el movimiento y la localización de las poblaciones de los tiburones de
arrecife en el caribe. Mi hipótesis es que efectivamente sí han habido cambios de esta naturaleza
en la especie en cuestión, dado que las especies hermanas muestran movimientos erráticos y
presencia en lugares donde antes no se veían (Alcalde, 12/07/2022). En las siguientes páginas se
analizará y se pronosticará cuáles serán los cambios más probables que el tiburón de arrecife del
caribe experimentaría con el aumento de la temperatura global a causa del cambio climático.

II. Marco Teórico:


1. Taxonomía y Morfología
El Carcharhinus perezi también conocido comúnmente como el tiburón de arrecife del
Caribe es una especie de tiburón que pertenece al reino Animalia y al Phylum Chordata,
pertenece a la clase de los Chondricthytes y al orden de los Carcharhiniformes. Está dentro de la
familia de los Carcharhinidae y está dentro del género de los famosos Carcharhinus como los
tiburones limón, tiburón de punta blanca y los tiburones de punta negra. Se caracteriza por

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presentar 2 aletas dorsales sin espinas, aleta anal, 5 pares de branquias, membrana nictitante y
diversidad de formas de reproducción: ovíparos, ovovivíparos o vivíparos. El C. perezi tiene una
coloración “gris oscuro a pardo grisáceo en el dorso y en los laterales, y de coloración blanca en
el vientre.” Fisiológicamente, esta especie presenta un cuerpo robusto, de hocico corto, con 12
hileras de dientes tanto en la mandíbula superior como en la inferior y alcanza una longitud de 3
metros de largo. Sus aletas pectorales son estrechas, largas y con una punta redondeada o aguda.
Su primera aleta dorsal es alta con punta redondeada mientras que su segunda aleta dorsal es
pequeña y nace sobre la aleta anal. (Ramirez Palma, S, 2020, pp 5-6).

Figura 1: Ilustración del Carcharhinus perezi. Crédito de la imagen: Pablo Emilio Realpe Sanabria.
2. Dieta y comportamiento alimenticio
La dieta del C. perezi es principalmente carnívora, aunque no esté perfectamente
identificada, esta está compuesta principalmente de peces óseos, cefalópodos (calamares y
pulpos), rayas, y crustáceos. Su dieta está basada principalmente en peces pequeños que habitan
por los corales, estos peces llegan a componer alrededor del 95% de su alimentación. Una
investigación sobre el contenido estomacal hecha por Ochoa (2003) identificó 4 categorías de
alimentos en su dieta: “restos de peces no identificados (40,7%), restos de moluscos (10,8%),
pastos marinos de la especie Syringodium filiforme (17,8%) y material no diferenciable (30,5%).“
(Ramirez Palma, S, 2020, pp 8-10).

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Al día de hoy no hay estudios publicados acerca del comportamiento alimenticio
particular de esta especie. De lo poco que se sabe, se habla de que el tiburón Carcharhinus perezi
cabe perfectamente dentro de la descripción de los mesopredadores. Un mesopredador es un
animal que es consumido por los depredadores principales. “Esto es debido a que presentan una
dieta parecida a otros mesopredadores, es decir, que se alimentan de crustáceos y peces pequeños
principalmente. Además, estos tiburones arrecifales son susceptibles a ser atacados por otros
tiburones más grandes” (Frisch et al, 2016, pp.459-472). También, a través de un análisis de
isótopos realizado por Bond y colaboradores (2018) se dio a conocer que los C. perezi no actúan
como el depredador principal de sus ecosistemas (Ramirez Palma, S, 2020, pg 11).

3. Hábitat y movimiento
Como su nombre lo indica, el hábitat principal del C. perezi son principalmente los
arrecifes de coral del Caribe. Este es un tiburón con hábitos pelágicos, lo que quiere decir que
vive cerca de la superficie o en profundidades medias. Se encuentran generalmente en las costas
y dentro de la plataforma continental oceánica. Varios estudios han señalado que estos tiburones
habitan profundidades desde 1 metro hasta los 65 metros de profundidad (Navia et al., 2011;
Garla, Chapman, Shivji, Wetherbee & Amorim, 2006) y otros estudios muestran que la
profundidad máxima es de 355 metros de profundidad (Chapman et al., 2007). C. perezi habita
desde las costas de la Florida hasta el sur del Brasil. En otra investigación hecha por Pikitch et al,
(2005) y Shipley et al, (2018) se encontró que estos tiburones evitan las planicies de pasto marino
poco profundas (Ramirez Palma, S, 2020, pg 5).
Al ser generalmente tiburones que habitan en arrecifes de coral, su movimiento es
limitado. Viajes de más de 10 kilómetros son considerados largos para el C. perezi (Schlaff,
Heupel, Udyawer, Simpfendorfer, 2020). Pero, sí viajan mucho verticalmente. En las noches
cuando salen por alimento, se ha registrado que hacen viajes de hasta 400 metros de profundidad.
Un estudio mostró que los tiburones de un tamaño pequeño, más específicamente alrededor de
los 110 cm, suben de noche a una profundidad menor a las 18 metros de profundidad como una
respuesta antidepredatoria (Chapman et al, 2007). Estos tiburones muestran patrones cíclicos en
el uso del hábitat. Cuando son jóvenes, generalmente se encuentran en zonas costeras con
profundidades menores a los 30 metros. Por el contrario, los tiburones adultos, en su mayoría,
tienden a viajar más distancia horizontal y verticalmente. Sin embargo, los tiburones de las

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Bahamas mostraron más patrones de movimientos y migraciones que tiburones de otras regiones
del mundo (Brooks et al. 2013: Maljković & Côté. 2011). No son especialmente migratorios. “El
rango de temperatura del C. perezi es muy amplio debido al amplio movimiento vertical”. Un
estudio realizado por (Chapman et al., 2007) mostró que el rango de temperatura de estos
tiburones va desde los 12.4°C hasta los 31°C. Similarmente, un estudio realizado por Shipley
(2017) registró que el rango de temperatura de estos tiburones osciló entre los 17.78 hasta los 31.
26°C. Y otro estudio realizado en las Bahamas hecho por Brooks et al., (2013) nos indicó que el
C. perezi habita dentro del rango de 22.4°C grados hasta los 30°C. Estos estudios señalan que la
temperatura del agua afecta mucho la presencia y la ausencia del C. perezi. Se determinó que en
temperaturas superiores a 27°C la probabilidad de identificar esta especie es alrededor del 50%.
(Ramirez Palma, S, 2020, pp 11-16).

4. Migración y Distribución geográfica


En la actualidad no hay mucha información sobre este tema para la especie que nos
interesa pero en el caso general de los tiburones de arrecife, se conoce que sus migraciones son
muy limitadas ya que habitan sobre todo en los relativamente pequeños arrecifes de coral. En
este caso se puede decir que se mantienen en un rango de movimiento de menos de 10 km
horizontales. Con esta información limitada, se podría decir que estos tiburones no son
considerados una especie migratoria pero definitivamente falta mucho estudio para poder
concluir esta afirmación. (Ramirez Palma, S, 2020, pg 12).
El tiburón principalmente se encuentra en aguas tropicales como las del caribe debido a
los arrecifes de coral, los cuales son su hábitat natural. Su rango de hogar es bastante extenso,
yendo desde la parte sur del estado de Georgia, viviendo alrededor de toda la costa de la Florida
y extendiéndose hasta la costa sur del Brasil (Carlson et al, 2021).

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Figura 2: Rango geográfico de Carcharhinus perezi (IUCN Red List of Threatened
Species, 2006)

5. Reproducción y Segregación sexual


El C. perezi, como se mencionó anteriormente, posee una diversidad de formas de
reproducción: ovíparos, ovovivíparos o vivíparos. Tienen un ciclo reproductivo bianual con un
periodo de gestación de alrededor de 1 año, por lo que presentan una baja productividad
reproductiva. Las camadas pueden ser entre 4 a 6 tiburones y con un tamaño alrededor de 73
centímetros. Estos tiburones alcanzan una longitud máxima de 295 cm, con los machos
madurando sexualmente entre los 150 cm y los 170 cm y las hembras entre los 180 cm y los 190
cm (Ramirez Palma, S, 2020, pp 8-9).
En cuanto a la segregación sexual del C. perezi, muchos estudios mostraron que en
promedio había una hembra por cada macho 1:1, pero en estudios recientes realizados por
Brooks y colaboradores, (2013) se pudo observar que las hembras eran 1.6 veces más abundantes
que los machos. Otro estudio realizado por (Maljković & Côté, 2011) mostraba un resultado
similar, había 1 macho por cada 6.5 hembras 1:6.5. Este patrón puede estar sucediendo por varias
teorías. La primera teoría propone que las hembras se encuentran en grandes densidades en una
zona mientras que los machos en zonas con baja densidad de individuos como la zona de las crías

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y donde dan a luz. La segunda teoría es que los machos realizan grandes migraciones y por eso
escasamente se identifican. Y la última posibilidad es que las hembras hayan migrado para
alcanzar su madurez sexual y aumentar su tamaño. Aún no se sabe muy bien por qué hubo un
cambio tan drástico en las investigaciones de la segregación sexual del C. perezi pero esas son las
teorías por las que pudo haber sucedido. (Ramirez Palma, S, 2020, pp 8-10)

B. Cambio Climático
¿Qué es el cambio climático? El cambio climático es la alteración a largo plazo del clima
de un lugar en específico. Al hablar sobre el cambio climático se puede referir sobre un lugar en
específico del planeta tierra o del planeta entero. El cambio climático causa que el clima se
vuelva cada vez más impredecible. Otros estudios también muestran que el aumento de la
temperatura del planeta ha causado que los fenómenos meteorológicos sean cada vez más
intensos y duraderos. La causa principal del cambio climático es principalmente debido a la
actividad humana, la quema de combustibles fósiles, gas natural y carbón son algunos de los
causantes principales de este fenómeno. La quema de estas sustancias crean una serie de gases
llamados gases de invernadero que se quedan atrapados en la atmósfera de la tierra. Estos gases
atrapan los rayos solares dentro de la atmósfera terrestre, aumentando así, la temperatura global
en la tierra. Esto es lo que conocemos como calentamiento global. Cabe recalcar que durante la
historia de la tierra la temperatura global ha variado durante los años. En su ritmo natural, es un
proceso lento pero la actividad humana ha acelerado este proceso a un ritmo descabellado, al cual
miles de especies no han sido capaces de adaptarse (National Geographic Society, 2022).

1. Impacto del cambio climático en la temperatura terrestre y oceánica


Dada la gigantesca área que los océanos cubren en el planeta, se necesita una enorme
cantidad de energía para poder aumentar la temperatura superficial en la tierra. Pero, debido al
cambio climático y a la era industrial, más energía solar se está quedando atrapada dentro de
nuestra atmósfera, algo conocido como el efecto invernadero, aumentando así la temperatura del
planeta de forma nunca antes vista. Desde el año 1880, cada década se aumentaba la temperatura
de la superficie terrestre alrededor de 0.08 grados centígrados, pero desde 1981 en adelante se ha
duplicado esa tasa de aumento de temperatura y hoy en día esa tasa está en los 0.18 grados
centígrados cada década, algo un tanto preocupante para el futuro del planeta. Entre 2013 y 2021,

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se reportaron los años más calurosos de la historia del planeta desde que se tiene registro. El
promedio de temperaturas de la superficie en el año 2021, señaló que el planeta aumentó cerca de
0.84 centígrados con respecto al pasado siglo XX, lo cual sitúa este año como el sexto año más
caliente de la historia hasta el día de hoy. El aumento exponencial de la temperatura ha causado
que muchos fenómenos naturales sean mucho más fuertes que en los siglos pasados, tales como
los huracanes, fenómenos climáticos como El Niño y La Niña, y también las sequías. De igual
manera, muchos hábitats han perdido su tamaño o lo han aumentado, afectando a cientos de
miles de especies alrededor del mundo. (Lindsey, R y Dahlman, L, 28/06/2022)

Figura 3: Los cambios de temperatura alrededor del planeta durante las décadas (NOAA, 2023)

Los científicos para poder calcular esta variación de temperatura tuvieron que crear un
índice del promedio de la temperatura global. Entonces, lo que hicieron fue establecer puntos
fijos de lectura a lo largo y ancho del planeta que registraron constantemente las temperaturas y
durante los años observaron los cambios que se presentaron. Toda esa información es recolectada
con sus respectivas etiquetas de fecha y lugar para poder analizar el comportamiento de la
temperatura de la superficie. Estos análisis fueron realizados por muchos grupos de
investigadores y todos coinciden en que muestran un aumento importante de la temperatura de la
superficie de la tierra. Pero estos cambios no son tan uniformes como se pensaría. En algunas
partes del mundo se han enfriado los hábitats y en otras partes no se han sentido tanto los
cambios como en otras. En este momento, el aumento de la temperatura global depende de
nosotros. Si seguimos por el mismo camino, los expertos predicen que la temperatura de la

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superficie aumentará 5 grados centígrados a finales del siglo, algo extremadamente peligroso
para el futuro de nuestro planeta. En estas dos gráficas que se presentan a continuación, se
muestra una simulación de las posibles maneras en la que las emisiones de carbono podrían
aumentar y cómo, a partir de estas, podría aumentarse la temperatura global del planeta (Lindsey,
R y Dahlman, L, 2022).

Figura 4: Proyección de las emisiones de carbono durante los años y proyección de la temperatura global
durante los años (NOAA, 2023)

Nuestros océanos absorben alrededor del 93% del calor del sol que entra a la tierra. La
gran cantidad de gases invernaderos atrapados dentro de nuestra atmósfera, ha causado un
desbalance en la energía de la tierra. Cada vez está saliendo menos energía de la que está
entrando a nuestro sistema climático. Desde 1971 hasta el 2010, alrededor del 93% de la energía
en exceso del planeta se fue al aumento de la temperatura de nuestros océanos, 3% de la energía
se fue al derretimiento de nuestros glaciares, el otro 3% fue el causante del aumento de la
temperatura de la superficie terrestre y el 1% restante aumentó la temperatura de la atmósfera.
Estudios han comprobado que el aumento de la temperatura de los océanos está vinculado al
aumento del nivel del agua de nuestro planeta. La expansión del agua derivada del aumento de

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temperatura del planeta cuenta por un 42% de la subida de los niveles del mar desde 1993. Por lo
tanto, el aumento del nivel de los océanos está directamente vinculado al incremento de la
concentración de gases de efecto invernadero. (Johnson, G.C y Lyman, J.M, 2020)

Figura 5: El cambio del volumen del agua según su temperatura (Business Insider, 2015)

La gráfica anterior muestra la variación del volumen de agua con respecto a la


temperatura, lo que ilustra cómo con el aumento de la temperatura de los océanos, aumenta
también su volumen. La IPCC (grupo intergubernamental sobre el cambio climático) en su
quinta evaluación sobre el desbalance de energía del 2005-2010, encontró que el desbalance es
de energía que golpea toda la superficie de la tierra es de 0.6 +-(0.4) Wm-2. Pero, en otros
estudios realizados estimaron que este desbalance desde el 2005-2016 es de 0.7 +-(0.1) Wm-2.
Este desbalance energético demuestra que durante ese periodo de tiempo ha entrado más energía
a la atmósfera de la que ha salido. Determinar la cantidad de energía que reciben los océanos no
es algo sencillo. Las pruebas se hacen con distintos instrumentos, a diferentes profundidades y en
momentos diferentes. Las temperaturas superficiales del océano son muy propensas a fenómenos
climáticos como el Niño, las oscilaciones del Atlántico norte y las oscilaciones del Pacífico. Esto
complica y afecta mucho los registros de temperatura, por lo tanto es difícil dar con un resultado
exacto. En el informe se formula una pregunta muy interesante con respecto a ¿qué fracción de la
variabilidad de la temperatura de la superficie oceánica corresponde a factores naturales o a

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factores antropogénicos? Para responder esta pregunta, los investigadores generaron mapas de
calor desde 1993-2019 combinando la información de los niveles del agua y la de la temperatura
de los océanos. Cada una de estas gráficas está basada en información tomada por diferentes
asociaciones medioambientales pero todas muestran una tendencia similar al calentamiento
general de los océanos con una preocupante elevación en el sur de los océanos Pacifico y
Atlántico. Otro cambio notorio en las gráficas es que la región del Atlántico Norte y la corriente
del Golfo muestran un leve crecimiento de temperatura. En el hemisferio sur, se puede observar
el aumento de la temperatura de los océanos. Este patrón es reflejado tanto en la gráfica de
1993-2019 como en la de 1968-2019. Al final, nunca responden la pregunta que propusieron
(Johnson, G.C y Lyman, J.M, 13/07/2020).

Figura 6: Mapa de calor desde 1993-2019 (Johnson, G.C y Lyman, J.M, 13/07/2020)

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Figura 7: Mapa de calor desde 1968-2019 (Johnson, G.C y Lyman, J.M, 13/07/2020)

C. Las consecuencias del cambio climático en la especie Sphyrna Lewini


El cambio climático ha sido devastador para miles de especies alrededor del mundo,
dentro de estas especies se incluyen los tiburones. Para poder entender más a profundidad qué le
podría estar sucediendo al Carcharhinus perezi, es importante compararlo con otras especies de
tiburones que han sido afectados por el cambio climático y que hayan sido estudiados. Este es el
caso de la especie Sphyrna lewini conocido comúnmente como el tiburón martillo. Los tiburones
martillo son una especie vital para la conservación de los ecosistemas marinos. Son los
encargados de mantener en línea la población de sus presas y también la cantidad de recursos
disponibles en sus ecosistemas. Esta es una especie de tiburón que habita principalmente en el
océano pacífico, desde las costas de California hasta las costas del Perú con una preferencia alta
en los trópicos y en los subtrópicos. Debido a la topografía y a las condiciones oceánicas de estas
costas, es el perfecto hábitat para que estos tiburones se alimenten, se reproduzcan y descansen.
Estas condiciones perfectas para esta especie se están viendo afectadas debido a la variabilidad
climática que el planeta ha enfrentado durante el último siglo. Se cree que el cambio de
temperatura, salinidad y de oxigenación están afectando a la vida marina de estos ecosistemas,

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poniendo en riesgo la supervivencia de miles de especies marinas. El aumento de la salinidad es
especialmente grave para los tiburones ya que son especies estenohalinas, lo que quiere decir que
solo son capaces de sobrevivir en un estrecho rango de concentración de sal en el agua. Al igual
que la salinidad, otra variable importante para esta especie de tiburones es la temperatura del
agua. Los tiburones son animales ectotérmicos o más comúnmente conocidos como animales de
sangre fría. Esto hace que dependan mucho de la temperatura del ambiente en el que habitan. Si
su temperatura corporal es alta, estos animales se vuelven más activos y son más eficientes para
cazar y recorrer grandes distancias. Si, por el contrario, su temperatura corporal es baja, sus
procesos metabólicos tales como el crecimiento y la reproducción se desaceleran
(Burgo-Rodriguez, M, A et al, 2022).
El cambio climático es un grave problema para estas especies porque al afectar las
condiciones climáticas, todas estas variables se ven perjudicadas de manera negativa. En el
estudio citado anteriormente se busca encontrar los efectos del cambio climático en el Sphyrna
lewini. Los investigadores utilizaron una técnica de modelaje que consiste en usar la distribución
de las especies basada en las condiciones climáticas (SDM) para así poder analizar las
consecuencias de cambios en estas condiciones en el futuro de esta especie. Básicamente, lo que
hacen en este estudio es construir un modelo que muestra la sostenibilidad del medio ambiente
para una especie en un área determinada. Luego, a partir de eso se crean múltiples escenarios
variando las condiciones climáticas para pronosticar cuáles serían los cambios que podrían sufrir
los tiburones de esta especie en el futuro. El estudio se llevó a cabo en el océano pacífico tropical
oriental también conocido como CMAR (Corredor marino de conservación del pacífico), una
iniciativa regional formada por varios países para la conservación del océano. Para la
investigación se crearon 3 tipos de escenarios, uno para modelar el presente y otros dos para el
futuro. El modelo del presente empezaba en el 2000 y terminaba en el 2020. Para los escenarios
del futuro las condiciones fueron modeladas usando el año 2050 como base. A partir de esto se
desarrollaron dos escenarios, uno optimista (RCP 2.6), en donde la temperatura global del
planeta subía 1.6 °C en promedio, y otro pesimista (RCP 8.5), en el cual la temperatura global del
planeta subía 4.3 °C. Para los tres escenarios se usaron en total 8 variables que afectaban la
ecología de esta especie de tiburón tales como temperatura máxima, temperatura mínima,
temperatura media, límite de temperatura máxima, límite de temperatura mínima, rango de
temperatura, salinidad media y la velocidad de corriente media. Existen otras variables que

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afectan la ecología de esta especie pero en el caso de este experimento, los investigadores no
pudieron incluirlos. Alrededor de 4,433 coordenadas fueron obtenidas a través de las bases de
datos utilizadas, pero luego de una rigurosa limpieza, cerca de 952 coordenadas fueron escogidas
porque cabían dentro de los parámetros de la investigación. 129 de esas coordenadas fueron
consideradas significativas para la investigación. Para el modelaje de la investigación, se
consideró que las variables más importantes eran la media de la velocidad de la corriente, la
salinidad media y la temperatura máxima.
En la gráfica que veremos a continuación, se pueden observar los diferentes escenarios
que se formularon para esta investigación para determinar los posibles hábitats de la especie en
cuestión.

Figura 8: Representación de los tres modelos diferentes que muestran la idoneidad ambiental de las costas pacíficas
según el escenario (Burgo-Rodriguez, M, A et al, 2022)
Los colores más cálidos indican un mayor porcentaje de idoneidad ambiental y los colores fríos
indican un menor porcentaje de idoneidad ambiental.
Esta serie de modelos nos muestran los sitios con mayor idoneidad ambiental para el
S.lewini. Tras haber hecho un análisis, los investigadores notaron que: primero, el área adecuada
para la sostenibilidad de estos tiburones sería cada vez más reducida por el cambio climático.
Segundo, también se puede ver una tendencia en las gráficas RCP 2.6 y en la RCP 8.5 que
muestra que las zonas con mayor idoneidad ambiental están bajando cada vez más hacia las

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costas de Chile. Y tercero, se puede ver que las zonas que hoy en día tienen una mayor idoneidad
ambiental, en el futuro se ven afectadas y se vuelven cada vez menos habitables, mientras que
por otro lado, las zonas que hoy en día no tienen buena idoneidad ambiental, en el futuro
probablemente sí la tendrán. Las conclusiones a las que llegan este grupo de investigadores, son
que se espera que en el futuro el área con mayor idoneidad ambiental empiece a bajar en
dirección sur hacia las costas chilenas y también que tendría un impacto negativo en el
ecosistema marino de esta especie (Burgo-Rodriguez, M, A et al, 2022).
D. Nicho Ecológico
1. ¿Qué es?
Un nicho ecológico se refiere a la función y posición de una especie dentro de un
ecosistema, que incluye los recursos que utiliza, cómo los utiliza y cómo interactúa con otros
organismos de su entorno (García, 2007, pp. 9-10). Según el reconocido ecólogo G. Evelyn
Hutchinson, un nicho ecológico se define como “un hipervolumen en un espacio n-dimensional
de condiciones ambientales y recursos que permite que una especie mantenga una población
viable” (Hutchinson, 1979, pp. 415-427). Esto quiere decir que un nicho abarca múltiples
dimensiones, tanto en los factores abióticos como temperatura, humedad y ph, como en los
factores bióticos como las presas, la competencia y el hábitat. En otras palabras, un nicho es el
conjunto de características y variables ambientales que contiene un espacio para que un
organismo pueda sobrevivir en él (García, 2007,pp. 9-10).
2. Modelos de Nicho
Un modelo de nicho, también conocido como modelo de distribución potencial, es una
herramienta comúnmente usada por biólogos y ecólogos para estimar/predecir la distribución de
un organismo dentro de un espacio determinado a través de una representación matemática en
función de las variables abióticas dentro de su rango de distribución. Al analizar la relación entre
la presencia de una especie y las condiciones abióticas del espacio en donde se conoce su
distribución actual, es posible inferir patrones y correlaciones que permiten analizar la relación
entre la especie y su nicho ecológico, con el fin de crear un modelo. En la actualidad, gracias a
los avances tecnológicos del mundo, existen lenguajes de programación que mediante el uso de
técnicas de estadística y algoritmos, fácilmente logran calcular la correlación entre los registros
de presencia y otras variables (Modelos de nicho y distribución de especie, S.F).

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III. Metodología:
Mi investigación consistió en encontrar los posibles efectos del cambio climático en la
distribución geográfica del Carcharhinus perezi. Los siguientes fueron los pasos que se siguieron
para encontrar empíricamente la respuesta a la pregunta en cuestión.
Área de estudio:
El estudio se centró en el mar Caribe, considerado como una zona con gran importancia
para el mundo marino, ya que contiene una de las reservas de biósfera más grandes del mundo
(Seaflower) que está conformada por 3 islas mayores, que son San Andrés, Providencia y Santa
Catalina y por 7 cayos, que son Serrana, Serranilla, Albuquerque, Roncador, Quitasueño, Bajo
Nuevo y Cayo del Este y Sudeste (Seaflower foundation, S.F). Este mar posee también la tercera
barrera de coral más grande del mundo (Semana, 2017) y es usado como refugio por numerosas
especies de tiburones, siendo los tiburones de arrecife del caribe como el Carcharhinus perezi los
tiburones más abundantes en la zona (El Espectador, 2022).

Recolección de datos:
A pesar de que el estudio se enfocó en el Carcharhinus perezi en el mar Caribe, se usó
una serie de bases de datos globales para extraer las coordenadas de avistamiento del tiburón.
Siguiendo la metodología de (Burgo-Rodriguez, M, A et al, 2022), las bases de datos utilizadas
fueron Global Biodiversity Information Facility (GBIF, https://www.gbif.org/), Ocean
Biodiversity Information System (OBIS, https://obis.org/) y iNaturalist . Estas bases de datos son
públicas y hacen parte de diferentes instituciones alrededor del mundo que registran las
coordenadas de avistamiento de la especie. El criterio de la búsqueda de estos datos consistió en
que tuvieran unas coordenadas geográficas completas con un espacio temporal entre el año
2000-2023.

Filtración de datos:
Luego, se hizo un proceso riguroso de filtración y limpieza de datos, dejando únicamente
los datos relevantes para la investigación y guardándolos en el formato compatible con Arc-Gis y
con R.
“R” es un lenguaje de programación matemático, utilizado principalmente en estadística,
análisis de datos y en la ciencia de datos. Es un software de código abierto y gratuito que cuenta

17
con una amplia cantidad de paquetes y librerías que facilitan el análisis y la visualización de
datos (Máximaformación, S.F). Proporciona una amplía variedad de herramientas que facilitan la
construcción de modelos y gráficas. Debido a su gran versatilidad, R es usado en muchos campos
científicos como la biología y la ecología. Su gran flexibilidad y amplia variedad de herramientas
lo convierten en la primera opción de muchos investigadores para el análisis y el modelado de
datos (Datamedia, 2022).

Importación de los datos a Arcgis:


Luego de abrir la cuenta de Arc-Gis, se creó un nuevo mapa. Para añadir las capas de
temperatura, se importó la información obtenida de la base de datos Bio-Oracle y se descargó en
el formato compatible con Arc-Gis. Después, se oprimió el símbolo para añadir capas y se subió
la información obtenida. Para subir las coordenadas de los tiburones, se oprimió la casilla que
dice Import en el panel de conversión de coordenadas. Enseguida, se abrió el archivo de tipo .csv
(comma separated values) que contiene las coordenadas y luego apareció un diálogo que dice
Select Fields. En el recuadro en donde aparece la fila X (longitud) se escogió el archivo .csv que
contenía las coordenadas deseadas. Posteriormente, se hizo lo mismo con la fila Y (latitud). Y
para terminar, se oprimió el ícono que dice OK y las coordenadas aparecieron en el mapa.

Selección de los predictores ambientales:


En el contexto de la investigación sobre el cambio climático, un predictor ambiental se
refiere a una variable o factor que se utiliza para predecir o modelar cambios en los patrones
climáticos. Estas variables pueden ser factores físicos, químicos o biológicos que influyen en las
condiciones atmosféricas del planeta (Burgo-Rodriguez, M, A et al, 2022).
Se hizo un análisis ambiental para el modelo. El modelo fue basado en un escenario
actual, que sirvió como base de referencia para los análisis que se llevaron a cabo. Este escenario
usó las lecturas de predictores ambientales más actualizadas disponibles al público. Los
predictores ambientales fueron descargados de la base de datos conocida como Bio-Oracle, una
base de datos que contiene capas de una gran variedad de predictores ambientales
(Burgo-Rodriguez, M, A et al, 2022). Para este escenario se trabajó con 10 covariables que
afectaban directamente a la ecología de la especie de tiburón escogida. Estas variables fueron:
temperatura máxima, temperatura promedio, la media de salinidad, la máxima de salinidad, el ph,

18
el nitrato, el oxígeno disuelto, la clorofila, cantidad de fitoplancton en el océano y la producción
primaria. Se consideró que las variables más importantes eran las de temperatura y de salinidad.
Modelo de nicho ecológico.
Usando los paquetes dismo, ENmeval, maxnet, raster, rworldextra, sf, tidyverse,
rgdal, cmaptools y rgeos de la versión 4.30 del software R, se construyó el modelo. Estos
paquetes ayudan a la construcción de los modelos de nicho de acuerdo a los parámetros
escogidos por los investigadores. Estos modelos se pudieron crear ya que el paquete de maxent le
ofrece la libertad a los usuarios de poder escoger cualquier tipo de parámetro como los
predictores ambientales. El paquete de maxent en R es una herramienta extremadamente útil para
realizar modelos de distribución y de nicho de especies (Liras, E, 2008). El algoritmo de maxent
básicamente asume que la distribución de una especie es determinada por la máxima entropía
posible dentro de los parámetros naturales que limitan la capacidad de supervivencia de una
especie. Utilizando lo que es conocido como las pseudopresencias, al igual que los datos de
presencia, el modelo es capaz de predecir distribuciones pasadas y futuras de manera muy exacta
(Burgo-Rodriguez, M, A et al, 2022).

Selección de variables:
Para la selección de variables se tuvieron en cuenta dos factores: el primero, que
las variables escogidas deben afectar directamente a la especie de tiburón, y segundo, que las
variables no deberán tener una autocorrelación (Burgo-Rodriguez, M, A et al, 2022). La
autocorrelación evalúa si existe una relación sistemática o patrón entre los valores sucesivos de
las variables (Consultores, 2021). Esto con el fin de evitar que no exista una relación circular
entre las variables en cuestión. Cada una de las variables debe aportar información independiente
de la otra.

Verificación y creación del modelo:


Luego de verificar que todas las líneas del código estuvieran en funcionamiento y que
todas las covariables estuvieran asignadas, se corrió el programa para así generar el modelo. El
mapa creado por el modelo es una especie de mapa de calor en donde los colores más cálidos
significan una mayor probabilidad de presencia de esta especie en esa área determinada. En

19
contraste, el color azul más oscuro representa una menor probabilidad de encontrar a esta especie
en esta área. Para ver el código completo vaya a los anexos visuales.

Para finalizar, se analizaron los resultados de los diferentes escenarios para poder llegar a
una conclusión sobre los posibles efectos del cambio climático sobre la distribución geográfica
del Carcharhinus perezi.

IV. Resultados y Análisis:


Cómo se mencionó anteriormente, estos resultados corresponden al modelo de nicho que
se construyó con la información de avistamientos entre 2000 y 2023. Antes de este, no existía un
modelo de nicho del C. perezi en la literatura científica con los datos actuales que mostrara la
probabilidad de presencia de esta especie en el mar Caribe. A partir de las 240 coordenadas
inicialmente recolectadas de las bases de datos, se llevó a cabo un dispendioso proceso de
filtración que encontró que sólo 219 de ellas eran válidas para ser utilizadas en este estudio. Las
coordenadas elegidas fueron alimentadas al modelo de nicho que se construyó para esta
investigación. Este modelo y todo su código base tuvieron que ser previamente verificados para
lograr resultados coherentes. Luego de esto, se corrió el programa y se obtuvo el siguiente
modelo de nicho del C. perezi.

20
En esta gráfica se puede observar por primera vez la superposición de las coordenadas de
los tiburones sobre el mapa de calor que representa las probabilidades de presencia de esta
especie en el Caribe. Esto es interesante porque es posible examinar los avistamientos pasados
con respecto a la idoneidad del ecosistema actual para albergar esta especie. Más adelante se
entrará en más detalle sobre esto.
Para la creación de un modelo de nicho es primordial tener en cuenta los factores que
afectan directamente a la especie. Tanto los factores bióticos como abióticos son variables
importantes a tener en cuenta en este tipo de modelos. En el caso de esta investigación, los
factores abióticos como la temperatura, salinidad y el pH son variables claves que hay que
considerar para entender el movimiento de estos animales. Al analizar los puntos de presencia de
los tiburones con el modelo de nicho, es posible ver que varias de las zonas en donde alguna vez
hubo un registro de avistamiento de la especie, actualmente tienen una probabilidad casi nula de
presencia de esta especie en la zona. Lugares como Puerto Rico y la isla de Bermuda, zonas en
las que en algún momento hubo presencia de esta especie de tiburón, según el modelo de nicho

21
realizado, aparecen como lugares con muy poca idoneidad para estos tiburones. Esto es algo un
tanto preocupante ya que las coordenadas escogidas fueron de avistamientos desde el año 2000
hasta la actualidad, con el propósito de escoger los datos más actualizados posibles. Esto es
alarmante ya que los avistamientos son máximo de hace sólo dos décadas y el hecho de que ya se
empiecen a ver unos cambios tan notorios en su distribución es algo desconcertante. Por otro
lado, un hallazgo que resalta dentro los resultados anteriores es que la zona de la península de la
Florida muestra muchos avistamientos de la especie siendo en teoría un área con muy poca
probabilidad de presencia. Esto nos lleva a preguntarnos si es que realmente habrán perdido ese
territorio o si estamos dejando de considerar alguna otra variable de importancia para la
definición de los hábitats de esta especie.
En los siguientes párrafos, se van a comparar los resultados obtenidos del modelo de
nicho con los resultados de la investigación de (Diaz-Carballido,. Mendoza,. Yañez-Arenas,.
Chiappa,. 2022). Su investigación consistió en crear una serie de modelos de nichos ecológicos
que mostraban la pérdida y la ganancia del área habitable de una gran variedad de especies de
tiburón que dentro de ellas está C. perezi. Esta serie de modelos de niche estaban en función de
diferentes proyecciones climáticas del futuro. Los modelos climáticos utilizados son conocidos
como RCP (Representative Concentration Pathways), los cuales son unas proyecciones utilizadas
en la investigación del cambio climático para representar diferentes trayectorias a futuro de la
concentración de gases de efecto invernadero y de aerosol en la atmósfera del planeta. Estos
modelos fueron desarrollados por el panel intergubernamental sobre el cambio climático (IPCC)
tomando en cuenta factores económicos, sociales y cambios físicos en el ambiente que influyen
en el cambio climático. Los RCPs utilizan un amplio rango de suposiciones diferentes acerca del
crecimiento de la población del planeta, crecimiento económico y el desarrollo tecnológico (Van
Vuuren, D.P., Edmonds, J., Kainuma, M. et al, 2011). Los dos modelos usados por estos
investigadores, RCP 2.6 y 8.5, representan unas proyecciones contrastantes sobre el
calentamiento global a futuro. En el escenario RCP 2.6, se asume que la humanidad logró mitigar
los efectos del calentamiento global de manera estricta y representa un futuro en donde la
concentración de gases de efecto invernadero es reducida de manera significativa en el planeta
(NOAA, 2013), por lo tanto es considerado un escenario optimista en donde la temperatura del
planeta sube entre 0.9°C y 2.3°C, con un promedio de 1.6°C para los años 2080-2100. Por el
contrario, el modelo RCP 8.5 supone que a futuro las emisiones de gases de efecto invernadero

22
aumentan rápidamente sin ningún tipo de política significativa para disminuir su concentración.
Este modelo es conocido como el escenario pesimista y es utilizado para mostrar el peor caso de
daño que podría llegar a sufrir el planeta si no se crean regulaciones ambientales más estrictas y
si no se cumplen las que actualmente existen (NOAA, 2013). En este escenario la temperatura
del planeta sube entre 3.2°C y 5.4°C, con un promedio de 4.3°C para los años 2080-2100 (Met
Office UK, 2018). Los resultados de la investigación de Diaz-Carballido et al., (2022) fue una
serie de modelos de las pérdidas y ganancias del espacio habitable para numerosas especies de
tiburones, pero en el caso de esta investigación, solo se va a comparar los resultados del C.
perezi.

Figura 9: Estos dos modelos muestran el área ganada y perdida del C. perezi en el RCP 2.6 y RCP 8.5. Fuente:
Diaz-Carballido et al (2022)
Con el propósito de hacer esta comparación más manejable, se dividió el área de estudio en 5
zonas más pequeñas, tal como se muestra a continuación:

23
En primer lugar, se empezará comparando la zona del Golfo de México. En el modelo creado a
partir de esta investigación, se puede observar que toda la parte costera de Texas y de Luisiana
tiene una probabilidad media de encontrar a la especie en ese área. Lo cual tiene sentido ya que
no hay una barrera de coral significante para que la especie pueda subsistir en esa zona. A
medida que la placa continental se va acabando, la profundidad aumenta, causando la
disminución en la probabilidad de encontrar a esta especie. Cómo se mencionó anteriormente, el
hábitat principal de esta especie son los arrecifes de coral del Caribe. Es un tiburón con hábitos
pelágicos, lo que quiere decir que vive cerca de la superficie o en profundidades medias y se
encuentran generalmente en las costas y dentro de la plataforma continental oceánica (Ramirez
Palma, S, 2020, pp 8-9). Al comparar los resultados de esta investigación con el modelo RCP 2.6
de Diaz-Carballido et al, (2022), lo más notorio es que esta especie termina perdiendo un espacio
muy significativo de área habitable en la zona del Golfo de México. Usando la herramienta de
medir áreas en google maps, el área estimada que podría perder C. perezi sólo en Golfo de
México sería alrededor de 769,801km². Para poner esto en proporción, esa es un área casi igual
de grande al área superficial del país de Turquía. Por otro lado, comparando los resultados de esta
investigación con el modelo RCP 8.5 de la otra investigación, es posible observar que la pérdida
de área habitable es aún mayor que la del otro modelo, como era de esperarse. El Golfo de

24
México se tornaría en un lugar inhabitable para el C. perezi. Miles de individuos de esta especie
podrían morir debido a que esta especie no es considerada migratoria. Por lo que se conoce, sus
movimientos horizontales son muy limitados porque habitan en su mayoría en los relativamente
pequeños arrecifes de coral (Ramirez Palma, S, 2020, pp 8-9). Es decir que se mantienen en un
rango de movimiento de menos de 10 km horizontales, por lo que recorrer los más de 660 km de
distancia entre su hábitat original en el Golfo de México y su más próximo posible hábitat al sur
del Golfo, les resulta prácticamente imposible.
En segundo lugar, se discutirá la zona de la Florida. Tal como se puede observar en el
modelo de Nicho creado en esta investigación, el área de la Florida es de resaltar ya que hay un
gran número de avistamientos en la zona pero el modelo indica que hay una baja idoneidad
ambiental para este tipo de tiburones allí. Como se mencionó anteriormente, quizás podría ser
alguna variable que no se tuvo en cuenta en el modelo. Al comparar la zona de la Florida del
modelo creado en esta investigación con el modelo RCP 2.6 de la otra investigación, es posible
observar que la zona occidental de la Florida es la más afectada por el cambio climático. Toda la
costa occidental de la Florida sería perjudicada por el cambio en el clima, incluso dañando gran
parte de la costa de Cuba. Esto sería un grave problema para el ecosistema marino de la Florida y
más específicamente para las barreras coralinas del sur de la Florida. Estos ecosistemas son de
gran importancia no solo para el planeta, sino que también son una gran fuente de ingreso para
los habitantes de la Florida que viven de la industria de pesca y del turismo. El C. perezi tiene un
rol sumamente importante en el ecosistema marino, manteniendo el balance en las poblaciones
de peces óseos y de muchas otras especies que habitan en los arrecifes de coral (Ramírez Palma,
S, 2020, pp 8-9). Con la pérdida de área habitable para el C. perezi en esta región, es probable
que las poblaciones de peces y de otras especies en la región se disparen debido a la falta de
presencia de este tiburón. También es posible analizar que del lado oriental de la Florida, gran
parte de su hábitat se mantiene sin cambio, por lo que las poblaciones de este tiburón que allí se
alojan no deberían sufrir mayor cambio. Con respecto al modelo RCP 8.5 se pueden elaborar
análisis similares al comparar esas investigaciones con el modelo de nicho desarrollado en este
estudio. Los resultados de ese modelo 8.5 revelan variaciones angustiantes en la disponibilidad
de área apta para la especie en cuestión. La mayoría del área habitable para el C. perezi alrededor
de las costas occidentales, sur y sur-orientales de la Florida desaparece, llegando a envolver las
costas de Cuba. Esto afectaría gravemente la barrera de coral más grande de Cuba, llamada Santa

25
Lucía. El daño que implicaría la ausencia del C. perezi en toda esta región es inimaginable. Sin
embargo, el lado nor-oriental de la Florida se vería beneficiado ligeramente por este cambio. Una
pequeña parte del área que no era habitable para esta especie, se tornaría habitable debido al
cambio de temperaturas globales. Se pudo estimar a grandes rasgos con la herramienta de Google
Earth que el área ganada de hábitat para este tiburón por el lado nor-oriental de la Florida es de
45 mil km2, en contraste con un estimado de área perdida por el resto de las costas de 290 mil
km2. Este escenario no es para nada alentador para la supervivencia de nuestra especie en esta
zona.
En tercer lugar, se analizó la zona de Puerto Rico, que ya de por sí es interesante puesto
que sucede lo mismo que en la zona de la Florida. Hay una gran cantidad de avistamientos pero
hay poca probabilidad de encontrarlos según el modelo de nicho realizado. De manera similar a
lo concluido anteriormente, quizás no se tuvo en cuenta un factor ambiental importante o los
avistamientos eran relativamente viejos y de pronto ya se había disminuido la población de
acuerdo con el modelo. Al momento de comparar el modelo de nicho de esta investigación con el
modelo RCP 2.6 de la otra para Puerto Rico, es posible afirmar que esta zona es la más
beneficiada por el cambio de temperatura global, al menos en lo que a surgimientos de hábitat
para este tiburón se refiere. Tal como se observa en la proyección, la zona de Puerto Rico no sólo
mantiene la cantidad de espacio apto para el C. perezi, sino que también se aumenta,
extendiéndose por todas las islas cercanas como las islas Vírgenes Británicas llegando hasta
Barbados. Incluso, al comparar el modelo realizado con la proyección RCP 8.5, gran parte de la
zona continúa siendo apta para esta especie. El área ganada se mantiene igual que en el RCP 2.6,
la única diferencia siendo que en la zona sur de Puerto Rico hay un área que se torna pérdida para
la especie. Un factor que puede contribuir a explicar estos resultados es que con los cambios de
temperatura parecen afectarse menos las regiones tropicales que las latitudes más alejadas del
trópico.
En cuarto lugar, se analizó la zona de Venezuela y de Guyana. En el modelo de nicho
realizado, esta área fue la segunda zona con mayor probabilidad de encontrar a los C. perezi,
detrás de San Andrés y Nicaragua. Lo que más resalta de esta zona en el modelo de nicho es que
al contrario de Florida y Puerto Rico, el modelo de nicho indica que hay una probabilidad
extremadamente alta de encontrar a estos individuos en la zona. Sin embargo, no hay ningún
registro de presencia para poder comprobarlo. Esto se puede deber a que existe mucha menos

26
investigación en esta zona que en el resto del Caribe, seguramente debido a factores políticos y
económicos de los países involucrados. A comparación del modelo base de este estudio, el
modelo de la proyección RCP 2.6 muestra una ganancia importante en cuanto a área habitable
del C. perezi. Se puede estar hablando de un área de alrededor de 50 mil km2 de ganancia, versus
una pérdida insignificante a comparación. En este sentido, el aumento de temperaturas favorece
de alguna manera la supervivencia de la especie en cuestión. En contraste, al analizar el modelo
RCP 8.5 el cuadro no es tan alentador como el anterior. Se observa una pérdida masiva de
territorio habitable para este tiburón. Se estaría hablando de un estimado de 190 mil km2 de
pérdida versus un área muy insignificante de ganancia en comparación. Claramente este
escenario no es óptimo para la conservación de esta especie en esta zona. El área habitable más
cercana a esta zona sería la de Puerto Rico que se encuentra alrededor de 800 km de distancia,
haciendo esta posibilidad de migración de poblaciones muy remota.
En quinto y último lugar, se estudió la zona de San Andrés y Nicaragua dentro de la que
se encuentra la reserva de biósfera marina (Seaflower) más grande del Caribe, y dentro de las
más grandes del mundo, con una extensión de más de 300 mil km2 (Seaflower foundation, S.F).
Este mar posee también la tercera barrera de coral más grande del mundo (Semana, 2017) y es
usado como refugio por numerosas especies de tiburones, especialmente los Carcharhinus perezi
de nuestro interés (El Espectador, 2022). A diferencia de la proyección RCP 2.6, el modelo de
nicho desarrollado en esta investigación demuestra que el área habitable de esta especie con una
alta probabilidad es casi del doble de lo que en ella se ilustra. Esto puede deberse a que en el
modelo desarrollado en este estudio se utilizaron algunas variables adicionales que no fueron
tomadas en cuenta en el otro estudio. Esto puede hacer que aparezcan áreas habitables más
grandes en esta investigación. De hecho los avistamientos en esas zonas en donde el otro estudio
considera no habitables, confirman la teoría de que la inclusión de las variables adicionales fue
útil para predecir con mayor certeza la ubicación de esta especie. Esta diferencia también se
puede explicar en parte por la utilización de datos más recientes en el modelo desarrollado en
esta investigación. Tomando el estudio del RCP 2.6 independientemente, se puede ver que el
territorio ganado representa un poco más del 100% de lo que antes se consideraba habitable en
esta zona. Por su parte, aunque el modelo del RCP 8.5 ya muestra unas ganancias significativas
de área habitable en la zona, todavía no alcanza la cantidad de territorio que abarca el modelo
desarrollado en este estudio. En esta zona en particular, el pronunciado aumento de temperaturas

27
del modelo RCP 8.5 no tendría efectos negativos aparentes para la conservación de esta especie.
De hecho, le estaría añadiendo área a la zona habitable del C. perezi. Sin embargo, no hay que
saltar a conclusiones optimistas sin antes evaluar el efecto de ese aumento de temperatura en las
demás especies del ecosistema y, por lo tanto, en la fuente de alimentación de estos tiburones.
Después de haber análizado con detenimiento el impacto de cada una de las proyecciones
climáticas en las diferentes zonas, es posible notar unas tendencias generales en los dos modelos.
En el RCP 2.6, hubo un aumento del área habitable en todas las zonas a excepción de la zona de
Florida y la del Golfo de México. Por otro lado, en el RCP 8.5, la mayoría de zonas perdieron un
área muy considerable a excepción de Puerto Rico y la de San Andrés y Nicaragua. El patrón que
se logra observar en las dos proyecciones es que las latitudes más extremas hacia al norte y hacia
el sur del centro del Caribe son las más afectadas negativamente. Por ejemplo, las zonas de
Florida y la del Golfo de México como también la de Venezuela y Guyana son las que más
territorio habitable pierden para esta especie. Por otro lado, las zonas más centrales del Caribe
como San Andrés y Nicaragua y Puerto Rico, son las zonas que experimentan una menor pérdida
en los dos escenarios. Incluso, en los dos modelos, estas zonas experimentan unas ganancias de
área importantes. De manera general, se podría inferir de estos resultados, que esta especie es
mayormente adaptable al incremento moderado de temperatura como lo sugiere el modelo RCP
2.6, sin embargo, frente a una elevación de temperatura más alta como la sugería el modelo RCP
8.5, estos tiburones perderían mucho de su hábitat y su supervivencia en muchas de las zonas se
vería gravemente en peligro.
Con el ánimo de contrastar estos resultados con investigaciones similares en otras
especies de tiburón, se usó la investigación de Burgo-Rodriguez, M, A et al, (2022) quienes
estudiaron la especie Sphyrna lewini por las costas pacíficas de Sudamérica. Tanto en esta
investigación como en la nuestra, se encontró que el área adecuada para la sostenibilidad de los
tiburones de las dos especies, se vería reducida y se desplazaría hacia zonas más profundas y
previamente más frías en ambas proyecciones climáticas. El hecho de que tanto C. perezi como el
Sphyrna lewini sean animales ectotérmicos (American Oceans, 2022), los hacen más vulnerables
a los cambios de la temperatura de su medio ambiente. Los individuos más resilientes, tendrán la
posibilidad de moverse a zonas más idóneas, pero es muy probable que muchos no logren esta
adaptación. Por otra parte, si se comparan los resultados de nuestro estudio con los del estudio de
Diaz-Carballido et al, (2022) sobre el Carcharhinus porosus en el caribe, es posible afirmar que

28
este último, se ve más afectado por pérdida de hábitat que su especie hermana C. perezi. De
hecho, en ese mismo estudio se afirma que la especie C. perezi, es la menos afectada de todos los
tiburones evaluados en esa zona (Diaz-Carballido et al, 2022). Esto nos demuestra que el
Carcharhinus perezi muestra la mayor resiliencia entre todas las especies hermanas en el mar
Caribe.

V. Conclusiones:
Al inicio de esta investigación se cuestionaba el efecto del cambio climático en la
supervivencia de la especie Carcharhinus perezi en el Caribe, a lo que, a pesar de todo el estudio
realizado, todavía no podemos responder con certeza. Sin embargo, es posible trazar unas
conclusiones vagas en el sentido de que, dado un incremento de 1.6°C que supone la proyección
RCP 2.6, estos tiburones no se verán mayormente afectados en general, excepto por áreas
específicas como la Florida. En contraste, si llega a suceder la proyección representada en el
modelo RCP 8.5, en la que la temperatura promedio del planeta incrementará en 4.3°C, estos
tiburones perderán mucho territorio habitable y muy seguramente sus números se verán
reducidos drásticamente y su localización geográfica también cambiará de manera significativa.
En realidad, hacen falta muchos estudios para poder entender con un grado mayor de certeza los
efectos del cambio climático en la supervivencia de este importante actor en el valioso
ecosistema del mar Caribe. Es crucial que se investigue más sobre estos tiburones y sobre el resto
de especies marinas que se verán afectadas por el calentamiento global. Los océanos en general
son los verdaderos pulmones del planeta, más aún que las selvas tropicales, pues son los
productores de entre el 50% y el 85% del oxígeno que respiramos (Rodriguez, 3/01/ 2023).
Esta investigación fue un abrir de ojos en cuanto a la lección que nos dan los tiburones
sobre el cuidado que debemos tener con este planeta que es el único que tenemos. La
supervivencia de esta especie depende tanto de la resiliencia de ellos mismos, como la de sus
fuentes de alimento y, por último, de nosotros mismos, ya que por más que una especie sea
adaptable, será muy difícil sobrevivir en un mundo notoriamente más caliente al que estamos
acostumbrados, y esto es obra fundamental de los humanos. Si queremos conservar el mundo
marino es importante que actuemos ya, antes de que sea demasiado tarde. Somos más
responsables del destino del planeta de lo que creemos.

29
El mensaje que nos envían estos tiburones entre líneas es que ellos también son una
especie por la que vale la pena luchar y conservar. Son cruciales para el balance de sus
respectivos hábitats y del mundo marino en general. Para esto habrá que luchar también contra el
estigma de los tiburones, pues no son una especie querida y apreciada lo suficiente por los
humanos como para prestarle la debida atención. Es necesario dejar de tenerles miedo y empezar
a quererlos y a cuidarlos como la joya que son para mantener unos océanos y un planeta
sostenible y saludable para las nuevas generaciones.

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Cronograma del trabajo de campo:


7 de Mayo: Empezar y terminar la recolección de las coordenadas de los avistamientos de los
tiburones
8 de Mayo: Empezar y acabar el proceso de filtración de los datos.
9 de Mayo: Comenzar con el mapa de Arc-gis
10 de Mayo: Finalizar el mapa de Arc-gis
11-13 de Mayo:Investigar funciones en el software R
14 de Mayo: Primera reunión con experto para trabajar en el modelo de nicho
15 de Mayo: Terminar el modelo de nicho en el software R
16 de Mayo: Revisión del modelo y análisis y resultados
17 de Mayo: Análisis y resultados
18 de Mayo: Día de entrega.

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Anexos:

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