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OLIMPIA PÉREZ CI: 6422801

Reflexiones sobre la identidad del patrimonio edificado venezolano


frente a la globalización uniforme
Olimpia Bertha Pérez Echenique
Universidad Latinoamericana y del Caribe, ULAC
mscberthaperez@gmail.com
Caracas, Venezuela
Registro de ORCID (https://orcid.org/0000-0001-7388-8328)
Resumen
La arquitectura como producto cultural constituido en Patrimonio Cultural
Edificado (PCE), determina lo distintivo de un pueblo, plasmando su ideología
y cosmovisión en cuerpos tangibles para una comunidad de usuarios. En otras
palabras, refleja el pensamiento y experiencias del ser humano ligándolo,
además, a hechos históricos y a un proceso de identidad en constante
construcción relacionado con el contexto inmediato a las condiciones físicas y
psicológicas, su historia, costumbres, intereses particulares y necesidades
especificas que germinan en cada sociedad. Edificando ciudades, historias y
dinámicas diversas en diferentes lugares. De ahí, la influencia del fenómeno
actual de la globalización, la cual rápidamente va transformando ciudades, su
cultura y su arquitectura, constituyéndose en un debate permanente como
fenómeno homogeneizador de la complejidad identitaria del individuo dentro de
la sociedad y sus producciones. En este marco de referencia epistémico se
ubica el presente ensayo científico, cuyo objetivo central es, concebir algunas
reflexiones respecto a la globalización uniforme y sus posibles alcances en la
identidad del Patrimonio Cultural Edificado (PCE) venezolano. Para ello, se
acudió a un proceso reflexivo basado en la interpretación y análisis del discurso
textual.
Palabras clave: Patrimonio cultural edificado, globalización uniforme
identidad.

Reflections on the identity of the Venezuelan built heritage in the face


of uniform globalization
ABSTRACT
Architecture as Cultural product constituted in Built Cultural Heritage
(PCE), determines the distinctiveness of a town, shaping its ideology and
worldview in tangible bodies for a community of users. In other words, it reflects
the thinking and experiences of the human being, linking it, in addition, to
historical facts and to an identity process in constant construction related to the
immediate context of the physical and psychological conditions, its history,
customs, particular interests and specific needs that they germinate in every
society. Building cities, stories and diverse dynamics in different places. Hence,
the influence of the current phenomenon of globalization that is rapidly
transforming cities, their culture and their architecture, becoming a permanent
debate as a homogenizing phenomenon of the identity complexity of the
individual within society and its productions. In this epistemic frame of reference
the present scientific essay is located, whose central objective is to conceive
some reflections regarding uniform globalization and its possible scope in the
identity of the Venezuelan Built Cultural Heritage (PCE). For this, a reflective
process based on the interpretation and analysis of textual discourse was used.
Keywords: Built cultural heritage, uniform globalization, identity.

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1. Introducción
Cuando se trata del PCE propio de un grupo humano, se refiere al cúmulo
de elementos culturales tangibles que una sociedad determinada asume como
propios y utiliza para afrontar cualquier problema suscitado, ya sean para
preservación, representación o para desarrollar cada uno de los aspectos de su
vida y hasta los más habituales, siendo parte preponderante de su existencia y
relaciones, resultando necesaria su preservación en el tiempo y espacio. Por
tanto los monumentos, tradiciones, las edificaciones, ciudades, entre otros, que
subsisten en el devenir del tiempo, integran en sí elementos, aspectos físicos y/o
históricos significativos que los hacen únicos y especiales.
No obstante, en la actualidad el PCE como expresión tangible del ser
humano, ha sufrido el impacto de la globalización, tanto en lo contextual como
en su razón de ser. Lo cual se evidencia en las ciudades actuales donde se
están produciendo transformaciones en tiempos inconcebibles en los procesos y
dinámicas socio- culturales en ellas, como consecuencia de la rapidez,
accesibilidad y facilidad de abordar cualquier información, las noticias, los datos,
el día a día del mundo; direccionan su conformación, transformación y sus
dinámicas, pues las fronteras ahora no existen.
En tal sentido, la globalización como fenómeno complejo trasciende la
economía e impacta claramente aspectos fundamentales de la existencia de las
naciones, como la cultura, la educación, la política y, en general, las
perspectivas del mundo contemporáneo, acentuando las interrelaciones de todo
orden, propiciando espacios para nuevos conocimientos y generando una
tendencia hacia la homogeneización de la cultura y los valores, donde el
contexto, el lugar y la identidad parecen haber perdido, o cambiado el rumbo de
su significado. En consecuencia, todo ello produce inseguridad respecto a la
aparición de una sociedad mundializada, donde se considera el estar en riesgo,
tanto la diversidad cultural como el arraigo a la conciencia local y regional.
En tal sentido, son múltiples los fenómenos que desenlazó la globalidad,
limitante de la capacidad para explicar situaciones especificas, la gran cantidad
de aspectos vinculados a ella le constituyen en el tema dominante de la década
y más aún las grandes consecuencias que influyen día a día en la arquitectura y
su manera de proceder.
El objetivo entonces del presente ensayo es analizar algunas concepciones
de la globalización enfrentadas a una historia cultural vigente, al acervo cultural y
una mirada reflexiva hacia el devenir de la identidad PCE venezolano.
2. Patrimonio Cultural Edificado de Venezuela
Considerando al patrimonio como un sistema de representación cultural, el
cual se inserta en los ámbitos económico, social y medioambiental, se extiende
hasta ciertos límites históricos dentro del ámbito de la cultura, cuestión que se da
por sobrentendida en el tratamiento, tanto teórico como práctico, de los
problemas relativos a la herencia y acervo cultural, su preservación y
conservación.
Partiendo de lo antes expuesto, el patrimonio cultural viene a ser un
elemento que alude la conformación del presente con el trascurrir del tiempo,
partiendo de las decisiones, a través del mismo, han ido tomando las personas
integrantes de una comunidad. Atendiendo con ello, el sentido multidireccional
del patrimonio cultural, el cual apunta a todos bienes tangibles e intangibles
valorado como puntos de referencia en el espacio y tiempo, sobre los que actúa

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el carácter regresivo y progresivo. Entonces, se puede concebir al patrimonio


cultural como un conjunto de manifestaciones diversas recibidas del pasado,
constituidas en testimonios insustituibles representado en el desarrollo de una
sociedad y deben trasmitirlo a las generaciones futuras.
En este respecto, Venezuela es un país con gran riqueza patrimonial
cultural tangible e intangible, como lo nombra la Carta Magna de esta Nación. En
lo que refiere al PCE, contextualizados dentro del patrimonio tangible, el cual se
puede vislumbrar desde las primeras sociedades las cuales habitaron el territorio
venezolano desde tiempos remotos conformadas por las etnias aborígenes
hasta la actualidad, que encierran valoraciones de distintas naturaleza como la
histórica, arqueológica, artística, identitaria, entre otras.
En tal sentido, el PCE está constituido por los bienes materiales
inmuebles, los cuales por su uso, tamaño y significación no pueden ser
transportados sin perder sus valores o cualidades, por tanto estos bienes
patrimoniales no deben moverse del lugar donde pertenecen, ya por causas
físicas o por su relación con el entorno. De igual manera es importante destacar
que cada sociedad le atribuye y reconoce un valor cultural, constituyéndose
entonces en un concepto dinámico y en construcción, en la medida que cambian
los valores culturales definitorios.
En cuanto, al PCE como concepto integrador de realidades diversas se
pueden reunir como restos arqueológicos, edificios de valor, monumentos
históricos, paisajes culturales, itinerarios culturales: reservas naturales y áreas
arqueológicas, conjuntos residenciales e industriales, entre otros.
En lo referente a los períodos históricos que dieron origen al PCE
venezolano, el Comité venezolano del Consejo Internacional de Monumentos Y
Sitios [Icomos] (2017) señala están divididos en cinco etapas, iniciando con el
Período Prehispánico, protagonizado por cuatro grandes culturas prehispánicas:
la Chibcha y la Quechua, asentadas en lo conocido como la América andina; la
Arawak, oriunda de los Llanos y del centro-occidente venezolano; y la Caribe,
constituida en Mesoamérica, islas del Mar Caribe, noreste y noroeste del vigente
territorio venezolano” (Hernández y Santos, 2004).
Donde el testimonio de lo construido de esta etapa lo representan las
trochas y picas o trillas indígenas, delineadas en el territorio nacional por las
familias de las diferentes etnias para comunicar entre sí sus comunidades, pues,
aunque algunos comúnmente asumieron una cultura nómada ocasionando el
carácter perecedero de su arquitectura, donde lo importante no era permanecer,
sino avanzar a través del territorio, conociendo y conquistando nuevos parajes y
pueblos, otras etnias establecieron caseríos y otras zonas de residencia con las
fuentes abastecedoras de alimentación y materias primas; entrelazando casas o
edificaciones con fines domésticos tale como palafitos, los shabonos, las
churuatas y los caneyes; el conucos; lagunas y ríos, pues el objetivo estaría
relacionado con la subsistencia y dominio de las familias o grupos étnicos que
los constituían.
El siguiente periodo histórico, cuyo antecedente se remonta a los tiempos
de la conquista, se denominó Periodo Hispano-Colonial, cuando en los inicios
del siglo XVIII la monarquía española establece la necesidad de registrar los
bienes culturales, descritos para el momento como antigüedades, por la visión
arqueológica del movimiento artístico reinante para el momento. No obstante,
esta categorización solo se refiere a los bienes culturales que proceden de los

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patrimonios públicos o privados españoles, además sirven para identificarlos


como nación.
Consecuentemente, los bienes que ingresan a la nación europea como
pertenencias poseídas a través de las Colonias no se mencionan en ninguna de
las fuentes con miras a la conservación. Al respecto Quirosa (2006) sostiene que
este hecho es constante en investigaciones realizadas en otros países del Viejo
Continente, por tanto, estos bienes se constituyeron en escuetas referencias de
curiosidades o como exotismo, conocidos como tal desde mediados del siglo
XVIII.
En cuanto al PCE en este periodo, con el afianzamiento el proceso de
exploración y conquista, surgió la fundación de pueblos y ciudades a lo largo de
los caminos trazados hacia el interior del país, se inician por iniciativas de índole
privada, la construcción de edificaciones de corte doméstico para albergar a
forasteros, viajeros y comerciantes, las cuales con el tiempo se fueron haciendo
indispensables.
No obstante, el elemento fundamental que constituye este legado
construido lo representan las viviendas, iglesias, cantinas, hostales y posadas,
algunas actualmente conocidas por ser utilizadas durante los sucesos de la
gesta independentista, asimismo las rutas trazadas y los caminos para
interconectar pueblos y ciudades, entre el interior con los puertos y las alcabalas
de paso.
En tal sentido, la reutilización de estas rutas prehispánicas, conocidos
como “Caminos de los Españoles” entre Caracas y la Guaira o de Valencia del
Rey a Puerto Cabello, entre Santa Ana de Coro y La Vela, el camino y Puente de
Los Españoles entre Barcelona y la costa, o los que se establecieron entre los
estados andinos y el sur del lago de Maracaibo (Hernández y Santos, 2004), los
cuales componen el legado edificado del acontecer en ambas direcciones por
razones principalmente económicas, configurándose desde ese tiempo las zonas
de influencia de los puertos, que en algunos casos han permanecido activos
hasta el presente.
En este orden de ideas, Periodo Republicano- Castrogomencista, va desde
la ruptura de la Gran Colombia hasta el gobierno de Juan Vicente Gómez, se
puede destacar los albores del siglo XIX en Venezuela el cual vienen a constituir
uno de los períodos de mayores cambios en la estructura sociocultural,
fundamentalmente en el contexto político. Por cuanto surge una nueva
propuesta de Estado con el rompimiento del orden colonial y la visión de las
repúblicas alcanzada a través del proceso de Independencia. Esta naciente idea
de país, trajo consigo la apreciación de los bienes culturales como herencias
filogenéticas, así como el desconocimiento de otros bienes que constituyen parte
de esa herencia. (Vilda, 1999)
En este período se incrementa notablemente la actividad turística por
factores de diversos ámbitos; uno de los más específicos continua siendo la
actividad comercial relacionada a negocios de diversa índole, aunados a los
intereses del ocio, el objetivo religioso, además del diplomático, artístico,
científico, cultural y deportivo. Donde la gran cantidad de viajeros provocada por
el ideario del romanticismo impone la necesidad de atender una demanda
progresiva de instalaciones acordes para albergar a los viajeros foráneos.
Adicionalmente, el advenimiento de la economía extractiva del petróleo se
potencia significativamente la actividad turística por motivo de negocios. Por
tanto, durante el periodo gomecista, el Estado emprende, por vez primera, una

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política en materia de infraestructura hotelera asumiendo la debilidad existente,


dirigiendo hacia localidades donde se visualizan potencialidades comerciales y
recreacionales. Por su parte, la iniciativa privada también empieza nuevos
proyectos al concebir la magnitud de las debilidades existentes en este contexto.
En lo referente al Período Moderno, se da continuidad a las iniciativas
gomecista concretados en las siguientes décadas con acciones de carácter
privado en edificios de líneas modernas, con equipamientos técnicos y servicios
de avanzada dispuestos generalmente en conjuntos volumétricos que conjugan
torres de diversas alas, de pasillos sencillos o doble, con cuerpos bajos y
composición de líneas estereométricas que en algunos casos forman contraste
con formas curvas o serpenteantes.
Asimismo, durante los regímenes que cierran el mencionado siglo, Antonio
Guzmán Blanco constituyó un patrimonio en construcción para la cultura
venezolana, a través de reglamentaciones legales puesta en práctica por él y
por sus partidarios durante los mandatos en este período. Además, se constituyó
en una etapa propulsora de una gran cantidad de proyectos en torno al culto a
los héroes, con lo cual se construye el imaginario republicano; no obstante,
también un patrimonio en destrucción a través de sus políticas, porque lleva a
cabo la destrucción de un sinfín de bienes que se habían construido como
patrimonio filogenético del venezolano, además de magnificar la vergüenza
étnica hacia lo indígena y tradicional, por los imaginarios de modernidad y
europeización. (Rodríguez, 2019).
Respecto al Periodo Contemporáneo (1958-2021) en los tiempos de la
democracia hasta los más recientes han aportado edificaciones igualmente
significativas, tanto por la gran escala y la diversidad de servicios en los que se
constituyen instalaciones para grandes funciones tales como salones de fiesta,
de conferencias, convenciones, exposiciones, cines, teatros y auditorios,
instalaciones deportivas como gimnasios, canchas de tenis, piscinas, campos de
golf, igualmente restaurantes de gastronomía diversa y locales comerciales,
entre otros. Lo cual denota demandas de los modos de vida contemporáneos.
De igual manera, la arquitectura asociada a los aspectos de índole
funcional, tiende a posesionarse un carácter cada vez más monumental,
efectuando formas audaces y desafiantes a través de escalonamientos,
fragmentaciones y superposiciones, recurriendo a sistemas constructivos que
conjugan aporticados de concreto armado con materiales lujosos en los
acabados.
En cuanto al auge económico mediados de las décadas de 1960 y 1970 y
las políticas derivadas del proceso de sustitución de importaciones actúan como
aliciente para el establecimiento de nuevos hoteles por parte de cadenas
hoteleras internacionales, en algunos casos se alían con el Estado venezolano o
en otros con empresarios privados nativos. No obstante, la etapa más fecunda
desde un punto de vista cuantitativo, los resultados desde un punto de vista
arquitectónico no siempre cualitativamente han sido valiosos. (Icomos, 2017)
Sin embargo, en la postrimería de la primera mitad del siglo XX, se crea la
Ley de Protección y Conservación de Antigüedades y Obras Artísticas de la
Nación, publicada en 1945, constituyendo el primer documento oficial para el
patrimonio cultural venezolano, centrado en bienes materiales y se encuentra
estrechamente relacionado con la Carta de Atenas para la restauración de los
monumentos históricos (1931). Posteriormente, 15 años después siendo Estado
parte de la UNESCO, se crea la Constitución de Venezuela de 1960, donde

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aparece el término de patrimonio seis veces. No obstante, es al final del


preámbulo donde plantea la conservación y acrecentamiento del patrimonio
moral e histórico de la Nación, haciendo énfasis en el patrimonio cultural como
parte de la gesta libertadora.
Como se pudo observar, a través del tiempo el patrimonio cultural ha
conllevado procesos continuos de transmisión de elementos culturales de una
generación a otra, donde unos elementos se han conservado, mientras otros se
transformaron. En consecuencia, Bonfil (1989) plantea que el patrimonio
heredado no es inmutable, sino se modifica ampliándose o restringiéndose por
la adopción o abandono de elementos culturales. (p. 17).
De igual manera, pudiera resultar sometido a las dinámicas de crecimiento
urbano, a los nuevos hábitos de consumo, de ocio y de entretenimiento de la
comunidad. Dichas transformaciones pueden devenir de una gestión
improcedente; usos no adecuados de edificaciones y sitios históricos; pérdida de
valores ambientales, culturales y/o sociales; transformaciones no controladas;
inclusive la destrucción del patrimonio cultural.
Consecuentemente, las transformaciones mencionadas indistintamente de
su origen, acción de la naturaleza, intervención del ser humano o por
intercambio global, originan un efecto significativo que exige tomar medidas para
la preservación y conservación no solo del PCE sino también de bienes muebles
culturales. Por ello en las últimas décadas, a nivel nacional e internacional se ha
incrementado la preocupación por el patrimonio cultural, evidenciado en el
esfuerzo por conceptualizar, normar y reglamentar su protección y salvaguarda;
acciones que se plasman en específicos convenios internacionales, cartas
culturales, declaraciones y principios.
3. Influencia de la globalización en la identidad del PCE venezolano
Las identidades se van constituyendo con el devenir del tiempo, donde
algunos elementos desaparecen, otros se transforman y otros se incorporan. En
primer lugar, el ser humano inserta en la arquitectura símbolos de su propia
ideología, su imaginario, además de pensamientos ajenos adquiridos a través de
múltiples medios, incluso estas ideologías pueden ser introducidas por individuos
que emigran, trasladando consigo sus propios símbolos y elementos identitarios,
su realidad de origen.
En el caso específico de Venezuela, su identidad ha sido forjada por una
serie de eventos que han modificado trascendental y drásticamente su forma de
vida, constituyendo como es actualmente. Al revisar distintos periodos en su
historia, se puede evidenciaren el momento de la conquista, los conquistadores
trataron por todos los medios de arrancar la idiosincrasia y cosmogonía de los
indígenas, destruyendo todo lo que les daba identidad, entre otras cosas.
De igual manera, en los tiempos modernos, de forma pasiva, pero
devastadora, han traído tras de sí, transformaciones en múltiples
particularidades en función del “progreso”, el cual pretende rescindir de todo lo
que resulte remoto, con el fin de cambiar a la propia sociedad en una nueva
cultura localizado a la vanguardia en la usanza de nuevos materiales y
tecnologías. De allí, empiezan a desvanecerse los testimonios edificados, lo cual
va quebrantando parte de la identidad.
Por consiguiente, es pertinente comprender la identidad como resultado de
un proceso edificado y reconstruido a través del tiempo, con una relación precisa
con las peculiaridades culturales propias de cada región geográfica y con
características identitarias de los pueblos en un momento histórico determinado.

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Todo en relación con la historia, para descifrar y comprender el pasado de un


pueblo en concordancia con los elementos espaciales, sociales, económicos,
políticos y culturales que se han modificado a través del tiempo.
De lo anterior, se puede justificar la identidad nacional como un tema que
se debe analizar desde diferentes dimensiones y por tanto desde diversas
tendencias ideológicas, por cuanto una de sus características es la diversidad.
No obstante existe un punto de convergencia en el contexto, de tal proceso
guarda relación directa con la globalización. Este aspecto es fundamental para
comprender la dinámica de cambio social que se vive en la actualidad, donde lo
foráneo viene a convertirse en un factor concluyente para diferenciar, compartir o
afirmar una forma de identidad.
Asimismo, es una construcción social reconocida en el interior de cada
sociedad, donde la globalización emerge como una serie de movimientos
humanos de una región a otra del globo; como una sucesión de intercambios
simbólicos, ideológicos y axiológicos a través de los cuales la cultura ingresa a
participar de una condición global con la utilización de medios comunicacionales
masivos, redes sociales, tecnologías de la información y comunicación
empiezan a establecer un principio de atracción hacia lo foráneo, Pero
igualmente la globalización impone la necesidad de establecer principios
educativos más depurados y ajustados para un mundo cada vez más complejo.
De ahí, que en el presente todas las sociedades del mundo están
experimentando una globalización cultural, originada primordialmente por los
avances de los medios de comunicación. En este particular García (2000)
plantea que:
Está emergiendo una sociedad civil global conectada a través
de la tecnología comunicativa… estos adelantos en las tecnologías
de las comunicaciones, alientan un modo de vida global que se
expresa en la moda, las costumbres, la música y la gastronomía.
(p.19).
Esto refiere primordialmente lo que se comunica por televisión, por cuanto
tiende a la uniformización y a la colonización cultural, prescindiendo de las
costumbres y las culturas originarias. Sin embargo, además los medios de
comunicación masivos existen otros, por ejemplo, en América Latina, como
agentes transnacionales, así como la progresiva penetración de los territorios
indígenas por terratenientes, empresas transnacionales, las iglesias locales
relacionadas con redes transnacionales, organizaciones ambientalistas y de
defensa de los derechos de los pueblos indígenas, entre otros.
Las circunstancias expuestas, intervienen en la construcción de las
identidades nacionales de otros países. Para Cadena (1998), la globalización se
sitúa a derribar las culturas, esencialmente las más frágiles, la cuales se ajustan
a los ensayos de una lengua global y patrones de consumo, representaciones y
valores propios de otras sociedades de cultura dominante de países más
poderosos en lo que refiere a economía y tecnología.
Desde el punto de vista cultural García (1999) sostiene que la globalización
es el período actual de la modernidad, entendida como un intento de unificar los
imaginarios culturales mundiales a partir del efecto de la razón vista como
herencia grecolatina. La cual se diferencia de épocas anteriores, por la
coexistencia de multiplicidad de actores, quienes inciden en que la expansión de
este modelo encuentre una resistencia fortalecida, ayudadas por los avances y
descubrimientos alcanzados en los campo de la cultura y académico en el último

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siglo, acelerados de la validez y vialidad de la cultura de los países periféricos.


(Pp.6-7)
En el contexto de tal idea, se puede destacar, que la globalización cultural
es un proceso por el se van construyendo cada vez más áreas de relaciones
internacionales y transnacionales entre una amplia gama de agentes sociales,
relaciones multidimensionales que resultan entre actores sociales concretos,
aunque concurren diferencias significativas de poder entre estos agentes.
Visto de esta manera, la globalización simboliza históricamente la
ampliación y profundización de los intentos de mundialización capitalista
originados en el siglo XV y antropológicamente, constituye el manejo de los
impulsos de las sociedades humanas por establecer contactos físicos,
audiovisuales o simbólicos, en los albores del presente siglo
En lo que refiere a los efectos de la globalización en la Identidad del PCE
de Venezuela, se puede destacar la influencia en cuanto a la construcción de
Urbanizaciones cerradas como modelo a seguir, el cual quebranta de forma
negativa la interacción urbana. Asimismo, la utilización de tecnologías
construcción importadas que no se justan al clima del país. Interviniendo con la
destrucción Paulatina de las fisonomías de una arquitectura coherente a las
condiciones del ambiente y atributos culturales del lugar, agrupando formas,
materiales y estilos a una cultura distinta a la Original, muchas veces en nombre
del progreso.
Por otra parte, las personas no se quieren relacionar con lo propio o lo
tradicional al relacionarlo con un estado negativo y decadencia de la Identidad.
Otra situación que se presenta con el PCE venezolano, por ejemplo en el caso
de viviendas con valores Patrimoniales remodeladas por sus dueños
desconociendo el valor arquitectónico de la misma, sólo por la búsqueda de
aprobación social y reconocimiento del otro, lo cual soporta la destrucción de
rasgos culturales en los bienes edificados que van desapareciendo de a poco.
(Medina, 2021)
Otros factores intervinientes en la situación descrita anteriormente, son la
obsolescencia técnica de los servicios, instalaciones y la prescripción del
lenguaje arquitectónico, sumados a la escasa valoración en casos se otorga a
algunos de estos edificios, en particular los que se han seguido activos por
décadas, son factores amenazantes con el olvido y total abandono; en muchos
casos en miras a ser sustituidos por nuevas edificaciones o a transformar en tal
grado su arquitectura, las cuales pudieran suprimir precisamente parte de los
valores por los cuales se les reconoce en su gran mayoría como Bienes de
Interés Cultural, o como Monumentos Históricos Nacionales.
Considerando que Cada uno de ellos aisladamente y en conjunto, son
dignos testigos del acontecer de la actividad turística a través del tiempo, y
aunque en el presente, nuevos edificios o adiciones puedan prevalecer aspectos
como la capacidad operante o los servicios ofrecidos, estas soluciones, al no ser
concebidas desde el criterio conservativo de la herencia cultural, generalmente
sacrifican los valores históricos, estético arquitectónicos y simbólicos
acumulados por dichos inmuebles.
En este particular Medina (2021) resalta como ejemplo de esta situación, la
transformación expuesta en la urbanización de Las Mercedes, Caracas, donde
los patrimonios construidos son sometidos a fuerzas de destrucción con las
inundaciones que acontecen con la lluvias, por cuanto pavimentaron los suelos
frente de las viviendas, para ostentar diseños diferente de los originales,

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ocasionando con ello que el agua de lluvia tarda en permearse produciendo


deterioro en las infraestructura de mucho edificaciones patrimoniales.
De igual manera, se agrega la expansión de construcciones de edificios no
patrimoniales, que someten a una presión social a los patrimonios aún en pie,
para satisfacer pretensiones estéticas, de altura, técnicas constructivas
modernas y rendimiento económico, al disponerle en un entorno que los objeta
desde una cultura globalizada evitando la integración con los mismos.
En cuanto al PCE compuesto monumentos, presenta el desmontaje de
ellos para ser sustituidos por estatuas del idearios foráneos de moda, o por ideas
impuestas por la televisión, así como el cambio de nombre de obras urbanas,
plaza, avenidas, edificios, entre otros.
No obstante, como cierre es necesario destacar que el PCE, tiene la
capacidad de practicar una evocación a la conciencia, una alerta a permanecer
despiertos y activos en el presente, mediante el estudio de la fusión de un
pasado resurgido de un edificio con un presente en continuo cambio (Medina,
2021)
4. Conclusiones
La identidad nacional como proceso histórico y geográfico en constante
transformación por estar sujeta al cambio, es constituida por personas y grupos
sociales de un determinado espacio, mediante el discurso ideológico unificador y
reproductor del imaginario nacional y, por otra parte, la influencia cultural
expresada por las interrelaciones con otros países, la cual se ha acelerado por
medio del fenómeno de la globalización.
Este último aspecto tiene una repercusión profunda en la dimensión de lo
económico, además del intercambio de información, idearios, valores y
comportamientos que asimilan las personas por medio de gestiones, símbolos y
significados, los cuales tienen que ver con la imitación de modelos culturales
foráneos. Sin embargo, es vital comprender que se vive un proceso evolutivo,
dinámico y complejo formando parte de los procesos de socialización vinculados
las prácticas habituales de los individuos, mediante la diversidad y el intercambio
cultural.
El PCE venezolano vinculado al uso domestico, religioso, artístico con la
actividad turística, envuelve una compleja red de tipos edificaciones se fueron
proyectando y construyendo a través del tiempo y en la actualidad integran las
listas del patrimonio edificado nacional. Muchas han desaparecido, otras se
conservan y la mayoría, con serias deficiencias conservativas, generalmente
más por la escasa valoración otorgada, la cual resulta en la desatención y
abandono presupuestario para su conservación y puesta en valor. De ahí, los
Edificios de los diferentes siglos, como iglesias, las sedes de las casas
domésticas y comerciales, los originarios hoteles decimonónicos, a los que se
suman los hoteles del periodo gomecista y los de las etapas modernas e incluso
la contemporánea, gimen en buena parte por atención.
Este aspecto es esencial para entender la dinámica de cambio social que
vivimos en el actual momento, donde lo foráneo viene a convertirse en un factor
concluyente para distinguir, compartir o afirmar una forma de identidad. Donde el
intento homogeneizador se constituye en una característica la cual pretende
cohesionar el fenómeno de las identidades en tiempos de globalización. De ahí,
que se pretenda restar valor a lo añejo, en la búsqueda por erradicar la identidad
nacional.

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5. Referencias Bibliográficas
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la cultura en Venezuela. ISBN, 980250002X. Publisher, Caracas,
Venezuela: Universidad Católica Andrés Bello.

Olimpia Bertha Pérez Echenique


mscberthaperez@gmail.com
Caracas, Venezuela

Doctorante en Patrimonio Cultural de Universidad Latinoamericana y del


Caribe (ULAC), Magister Scientiarum en Tecnología Educativa, Licenciada en
educación mención Desarrollo Cultural Docente especialista de cultura en Danza
Tradicional y Nacionalista, Integrante de la Línea de investigación Sociocultural
Gestcultuy (UNESR). Facilitadora del PNFA Pedagogía Cultural. Coordinadora

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de Procesos de la Biblioteca Pública Cristóbal Rojas. Coordinadora de la


Secretaría Social de Cultura Eje I Valles del Tuy.

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