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Valor Probatorio de Las Fotografias
Valor Probatorio de Las Fotografias
I. SENTENCIA APELADA
Pretensiones
1
Folios 285 a 295 del cuaderno principal.
2
Folios 29 y 68 del cuaderno 1.
1
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
Hechos
5. Señalaron que con ocasión del siniestro, el señor Orozco Ortega fue trasladado
en ambulancia a la clínica Madre Bernarda de Cartagena falleciendo días después.
Fundamentos de derecho
La defensa
3
Pidió $159’760.456 en favor de la cónyuge de la víctima directa, $21’703.767en favor de Cristián Camilo
Orozco Martelo; $25’840.815 en favor de Yudy Vanessa Orozco Martelo y, finalmente, $28’550.321 en favor
de Julieth Paola Orozco Martelo.
4
Folios 16 a 28 del cuaderno 1.
5
No especificó en qué año ocurrió el accidente.
6
Demanda obrante a folios 1 a 29 del cuaderno 1.
2
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
8. Por otra parte, en relación con las pretensiones de la demanda, propuso las
excepciones de: (i) “falta de prueba del nexo causal”, dado que no había manera
de establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que sucedió el
siniestro, en tanto no se levantó croquis, no había ningún informe de tránsito ni
testigos que hubiesen presenciado los hechos, por manera que la entidad territorial
no estaba llamada a responder por el daño cuya indemnización se solicitaba, y (ii)
“falta de prueba del daño emergente”, en la medida en que no se allegó documento
alguno que acreditara los supuestos gastos en los que incurrió la esposa del
fallecido, como consecuencia del accidente9.
7
Folios 75 a 79 del cuaderno 1.
8
El Tribunal Administrativo de Bolívar admitió el referido llamamiento en auto del 31 de mayo de 2011 (folios
131 a 133 del cuaderno 1).
9
Folios 135 a 142 del cuaderno 1.
10
Folio 128 del cuaderno 1.
3
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
10. Surtido el debate probatorio11, la parte actora presentó sus alegaciones finales
de manera extemporánea12.
11. CONFIANZA S.A. sostuvo que no se demostró que el hecho generador del
daño hubieran sido los materiales que reposaban en la vía por cuanto ningún
policía de tránsito arribó al lugar de los hechos y, por tanto, no había informe
alguno que diera cuenta de las circunstancias del accidente, mucho menos de
montículos de tierra u obstáculos en la vía, falta de iluminación o de señalización
de la misma; por manera que al no probarse las causas del siniestro debían
negarse las súplicas de la demanda13.
14. En suma, concluyó que la parte actora faltó a su deber principal de acreditar
los supuestos de hecho en que soportó la demanda, pues sobre el particular
únicamente allegó unas fotografías, a las cuales no se podía otorgar valor
probatorio, en la medida en que no se informó quién era su autor, ni la época en
que fueron obtenidas y si correspondían específicamente al lugar de los hechos;
además, la única declarante que rindió testimonio en favor de la parte actora no
presenció el siniestro y su versión obedeció a lo escuchado de una vecina, razón
11
Mediante auto del 26 de agosto de 2011 (folios 167 a 169 del cuaderno 1), el Tribunal a quo decretó las
siguientes pruebas: Documentales: (i) Registro civil de defunción de la víctima directa, de nacimiento de los
demandantes y de matrimonio de los señores Arnaldo Orozco Ortega y Judith Margoth Martelo Luna junto con
la certificación de matrimonio eclesiástico; (ii) copia de la epicrisis del señor Arnaldo Orozco Ortega; (iii)
certificación expedida por la Fiscalía General de la Nación donde indica la causa de muerte de la víctima
directa y la manera como aconteció; (iv) certificación de estudio de los hijos del señor Orozco Ortega y de
gastos por concepto de matrícula y mensualidad del colegio; (v) certificación de la vinculación laboral del señor
Arnaldo Orozco Ortega en SURTIGAS S.A. E.S.P.; (vi) informe de la Policía de Alcalá, patrulla 24-3, sobre los
hechos acaecidos el 30 de diciembre de 2006; (vii) fotografías del lugar donde ocurrió el accidente;
(viii) certificación de la Federación Colombiana de Ciclismo; (ix) certificado de existencia y representación legal
de COOMULFER; (x) contrato de obra No. OP 007-2006, pólizas de garantías y acta de inicio de obra (xi)
tablas oficiales de supervivencia probable, expedida por la Superbancaria; (xii) copia auténtica de la póliza de
seguro No. 02 RO002453 del 1 de noviembre de 2006; (xiii) copia auténtica de la póliza de seguro No. 02
GUOO7980 del 31 de octubre de 2010; (xv) certificado de existencia y representación legal de Compañía
Aseguradora de Finanzas – CONFIANZA. Oficios: (i) a las clínicas Laura Carolina y Madre Bernarda y a la
Fiscalía General de la Nación, para que con destino a este proceso remitan los resultados de la prueba de
alcoholemia que se le práctico al señor Orozco Ortega, con ocasión del accidente del 30 de diciembre de
2006;(ii) al jefe de archivo del Instituto Nacional de Medicina Legal de la Fiscalía Delegada 30-USFDC, para
que remita copia autentica del protocolo de necropsia practicado al fallecido. Testimoniales: (i) Estela Amaris
Mora; (ii) Wennys Torcoroma Benjumea Cano; (iii) Jacqueline Marrugo de la Ossa, y (iv) Omar Martínez
Blanco.
12
Folios 279 a 283 del cuaderno 2.
13
Folios 270 a 274 del cuaderno 2.
14
Folio 276 del cuaderno 2.
4
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
por la cual no se probó la causa determinante del siniestro, hecho que impedía
adelantar un juicio de imputación respecto de la administración pública
demandada15.
16. De otro lado, insistió en que el análisis conjunto de los medios de convicción
allegados, especialmente, el testimonio de la señora Wennys Torcoroma
Benjumea, permitían inferir razonablemente que el daño le resultaba imputable a
las demandadas, dado que las obras que estaban realizando estaban a su cargo
y responsabilidad, las cuales no contaban con la debida señalización
reglamentaria, circunstancia que ocasionó el accidente que produjo la muerte del
señor Orozco Ortega.
17. Agregó que las demandadas no acreditaron que el sitio intervenido donde se
produjo el siniestro hubiera contado con la debida iluminación y señalización, pues,
únicamente, obraba el testimonio del Jefe de Obras Públicas del municipio de
Turbaco, quien afirmó que la obra se encontraba debidamente señalizada; sin
embargo, su relato resultaba sospechoso, toda vez que su patrimonio podría verse
afectado en caso de una eventual condena a las demandadas por el ejercicio
posterior de una acción de repetición y, además, su dicho no encontraba soporte
en ningún otro medio de prueba16.
18. CONFIANZA S.A. manifestó que únicamente estaba acreditado que para la
fecha en que ocurrió el accidente objeto de litis se estaban ejecutando unas obras
en el sector donde colisionó el señor Orozco Ortega; sin embargo, no se logró
demostrar que tal accidente tuviera como causa la ejecución de tales obras y
mucho menos la falta de iluminación y señalización, motivo por el cual pidió
confirmar la decisión de primera instancia17.
15
Folios 285 a 295 del cuaderno principal.
16
Folios 297 a 302 del cuaderno principal.
17
Folios 313 a 317 del cuaderno 1.
5
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
III. CONSIDERACIONES
20. Surtido el trámite procesal sin que se observe causal de nulidad o vicio que
impida dictar sentencia, procede la Sala a resolver el recurso de apelación.
Hechos probados
“A la hora y fecha se deja constancia que siendo las 00:10 horas del día de hoy
30/12/06 la central de comunicaciones nos reporta un caso de alto volumen de un
equipo de sonido en el barrio el Rodeo. Nos dirigíamos al seguimiento cuando al
pasar a la altura de la estación de servicio SAVE, nos abordaron varios
ciudadanos que nos manifestaron que había una persona tendida… ya que
momentos antes había sufrido un accidente en motocicleta, dada esta situación
procedimos a informar a la central de comunicaciones de la ponal sobre este suceso
y a la vez le sugerimos de forma urgente que nos mandará una ambulancia para
trasladarlo a un centro asistencial más cercano, ya que se encontraba [ilegible] y
golpeado en diferentes partes del cuerpo. Al presentarse la demora de la
ambulancia y la desesperación de la ciudadanía decidimos parar un taxi y lo
embarcamos y lo seguimos hasta la clínica Madre Bernarda… fue atendido en
forma inmediata. Se le informó a la central los hechos ocurridos y a su vez le
informamos al tránsito la situación para que se apersone del caso.
“La central nos informa que el tránsito Distrital de Cartagena le manifestó que no
era jurisdicción de ellos sino del tránsito de Turbaco y Turbaco que tampoco le
pertenecía a ellos. Al notar esta situación de omisiones continuamos con el caso y
procedimos a identificar al accidentado el cual responde al nombre de
18
Folio 324 del cuaderno 1.
6
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
24. El mismo día del accidente, el señor Arnaldo Orozco Ortega fue trasladado a
la clínica Madre Bernarda de Cartagena, cuya epicrisis fue del siguiente tenor
literal:
26. Ahora bien, en cuanto a las circunstancias que rodearon el accidente, debe
señalarse que únicamente se allegó al proceso el mencionado libro de anotaciones
de la Policía del municipio de Turbaco, donde el A.G. Díaz Rojas Francisco y el Pt.
Alcalá Torres Carlos registraron los hechos sucedidos, en los siguientes términos
(se transcribe literalmente):
19
Folios 47 a 49 del cuaderno 1.
20
Folio 204 del cuaderno 2.
21
Folio 204 del cuaderno 2.
22
Según se plasmó en la historia clínica del paciente (folios 33 y 34 del cuaderno 1) y en el registro civil de
defunción visible a folios 37 del cuaderno 1.
23
Folio 32 del cuaderno 1.
24
Folios 47 a 49 del cuaderno 1.
7
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
además, hizo énfasis en los perjuicios morales que padecieron la esposa del
fallecido y sus hijos; así lo indicó (se transcribe conforme obra):
28. Por su parte, el señor Omar Enrique Martínez Blanco, jefe de obras públicas
de la Alcaldía de Turbaco, en su testimonio rendido ante el Tribunal, respecto del
siniestro y del estado de la vía, manifestó (se transcribe de manera literal):
“Directamente sobre el conocimiento que tengo sobre los hechos, han sido las
noticias que leí en los diarios, y lógicamente llegue a la oficina al día hábil siguiente
y escuché los comentarios del accidente en la alcaldía, el día de los hechos estaría
seguramente en mi casa… PREGUNTADO: Manifieste el testigo que obras se
estaban realizando en el lugar donde ocurrió el accidente ya citado. CONTESTO:
En el sitio se estaba llevando a cabo la construcción de un boxcoulvert y la limpieza
del arroyo Caño Gordo. Obra contratada por el Municipio de Turbaco.
PREGUNTADO: Diga el testigo que medidas de protección, seguridad o
señalización había alrededor de la obra. CONTESTO: Se colocaron vallas
informativas, cintas reflectivas y en las noches se colocaban cubos de arena con
petróleo encendido, para demarcar el área de los trabajos. PREGUNTADO:
Manifieste el testigo si en horas de la noche y de acuerdo a lo anteriormente dicho
por usted era fácilmente percibida obra para los conductores que transitaban por a
obra en mención. CONTESTO: Con los elementos anteriormente mencionados
cualquier vehículo que transitara en horas de la noche podía ver claramente que en
25
Folios 246 y 247 del cuaderno 2.
8
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
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Referencia: Reparación directa
30. Al lado de los anteriores medios de prueba, ambas partes aportaron imágenes
impresas de fotografías de la obra que se estaba ejecutando supuestamente en el
lugar donde ocurrió el siniestro28. Sin embargo, éstas sólo dan cuenta del registro
de varias imágenes, sobre las cuales no es posible determinar su origen ni la época
en que fueron tomadas. Si bien en las aportadas en la contestación de la demanda
por el municipio de Turbaco se adujo que eran “fiel copia de la original del archivo
de la Alcaldía”, lo cierto es que en el mismo escrito se señaló que correspondían
al lugar donde se estaban realizando los trabajos de obra pública “en diferentes
momentos”, sin que ofrezcan certeza acerca de cuáles eran las condiciones reales
en las que se encontraba la obra el 30 de diciembre de 2006, día en que
sucedieron los hechos.
31. Al respecto, resulta necesario precisar que las fotografías son un medio
probatorio de carácter representativo, por lo que esa representación debe ser
inmediata para que tenga suficiencia probatoria, pero si muestra una variedad de
hechos posibles, formará parte de la prueba indiciaria29. Por tratarse de un
documento (art. 251 del CPC -aplicable al sub examine- y 243 del CGP), debe
verificarse su autenticidad conforme a la normatividad correspondiente 30;
superado este examen, las fotografías por si solas no acreditan que la imagen
capturada corresponda a los hechos que pretenden probarse a través de ellas,
26
Folios 217 a 219 del cuaderno 2.
27
Folio 32 del cuaderno 1.
28
La parte demandante allegó 2 tomadas de día y 2 de noche (folios 51 a 54 del cuaderno 1) y el municipio
de Turbaco 3 fotografías capturadas de día (folios 82 a 84 del cuaderno 1).
29
Corte Constitucional, sentencia T-269 de 2012, M. P. Luis Ernesto Vargas.
30
Art. 252 CPC. - Modificado. Decreto 2282 de 1989, Art. 1. Num. 115. “Documento auténtico. Es auténtico un
documento cuando existe certeza sobre la persona que lo ha elaborado, manuscrito o firmado. El documento
público se presume auténtico, mientras no se compruebe lo contrario mediante tacha de falsedad”. Artículo
244 del CGP. “Documento auténtico. Es auténtico un documento cuando existe certeza sobre la persona que
lo ha elaborado, manuscrito firmado, o cuando exista certeza respecto de la persona a quien se atribuya el
documento”. Si no hay certeza de ello, el interesado debe pedir su reconocimiento en el proceso, con el fin de
determinar la autoría, el alcance y el contenido del mismo.
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Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
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Referencia: Reparación directa
sino que debe tenerse certeza de la fecha en la que se capturaron las imágenes
y, para ello, corresponde al juez efectuar un cotejo de las fotografías con
testimonios, documentos u otros medios probatorios31.
31
Al respecto, ver Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 13 de junio de 2013, radicado interno:
27.353, C.P. Enrique Gil Botero. Aplicable tanto
32
En ambos estatutos procesales CPC y CGP el reconocimiento de un documento es una solicitud potestativa.
El art. 272 del CPC, dispone: “El que presente un documento privado en original o reproducción mecánica,
podrá pedir su reconocimiento por el autor, sus herederos, un mandatario con facultades para obligar
al mandante en actos de la misma índole, o el representante de la persona jurídica a quien se atribuye
(…)” (negrilla fuera del texto). Por su parte, el art. 185 del CGP, prevé: “Artículo 185. Declaración sobre
documentos. Quien pretenda reconocer un documento privado deberá presentarlo e identificarse ante la
autoridad respectiva. Sin perjuicio de la presunción de autenticidad, cualquier interesado podrá pedir que
se cite al autor de un documento privado, al mandatario con facultades para obligar al mandante, o al
representante de la persona jurídica a quien se atribuye, para que rinda declaración sobre la autoría,
alcance y contenido del documento (…)” (se destaca). Sin embargo, dicho reconocimiento es la herramienta
procesal idónea para poner en evidencia del juez quien es el autor de un documento y si lo allí plasmado o
capturado corresponde realmente a los hechos que se pretenden probar.
10
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
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Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
35. Acreditada la muerte del señor Arnaldo Orozco Ortega -hecho que no fue
materia de debate en esta instancia-, procede la Sala a realizar el análisis de las
probanzas referenciadas en el recurso de alzada, con el fin de verificar si acreditan
o no la imputabilidad del daño al extremo pasivo de la litis.
37. En este contexto, como las vías públicas terrestres son bienes que están
afectos a la prestación de un servicio público, a la Nación y los entes territoriales
les corresponde la construcción, mantenimiento y reparación de las mismas
conforme conciernan a su territorio. Asimismo, por ley34, tales entidades tienen la
obligación atinente a la debida y adecuada señalización cuando adelantan obras
públicas o cuando exista un riesgo para quienes transitan por una vía 35.
38. Así, esta Corporación ha sostenido que el Estado es responsable bajo el título
de imputación de falla en la prestación del servicio, por los daños causados cuando
incurra en la omisión de esas tareas de conservación y mantenimiento habitual de
la infraestructura vial36; en igual sentido, ha señalado que del “Principio de
señalización", se deriva que cuando las entidades que tienen a su cargo el deber
de señalizar las vías públicas, omiten su cumplimiento o lo hacen de manera
33
Folios 61 a 64 del cuaderno 1.
34
Ley 105 de 1993.
35
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de abril 14 de 2005, exp: 15.630. C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
36
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de enero de 2014, exp. 30.356. C.P. Carlos Alberto
Zambrano.
11
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
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Referencia: Reparación directa
40. Ahora, cuando se trata de daños vinculados con una obra que la
Administración contrató –como sucede en el sub examine–, la jurisprudencia de
esta Corporación le ha otorgado la calidad de propia ejecutora, en tanto a ella
corresponde la titularidad o dominio del proyecto, de tal manera que, la
responsabilidad que pueda surgir de su ejecución, será atribuible a la entidad
contratante, aun cuando esté a cargo de un colaborador del Estado38, en tanto se
analiza la responsabilidad con fundamento en el principio ubi emolumentum ibi
onus esse debet (donde está la utilidad debe estar la carga), para indicar las
consecuencias en cabeza de quien se beneficia de la obra39 y, por ello, autorizada
doctrina considera que “los contratistas son solidariamente responsables con la
administración y la víctima puede demandar la indemnización del daño a uno u
otro, o a los dos”40.
37
Sobre el principio de señalización, en la sentencia del 22 de julio de 2009, Consejo de Estado, Sección
Tercera. Radicado 76001-23-31-000-1995-01182-01. C.P. Enrique Gil Botero, se señaló: “Se ve en este
principio, que fuera de construir carreteras seguras y adecuadas a los requerimientos del tráfico y mantenerlas
en buen estado, la administración tiene el deber primario de ejercer el control, en cuanto al cumplimiento de
las disposiciones legales y reglamentarias que ordenan su señalización y advierten los peligros. Si por falta o
falla de la administración no se advierte a tiempo de los peligros; o advertida de ellos no los remedia; o deja
pasar la oportunidad para hacerlo; en todos estos casos y otros similares, el Estado deberá la reparación de
la totalidad de los daños y perjuicios que su falla en la prestación del servicio ocasione por la ausencia de
señalización en las carreteras, lo que hace que no sean adecuadas y seguras”.
38
Ver, por ejemplo, Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, sentencia del 24 de septiembre de
2020, exp. 49860, ponencia del suscrito magistrado.
39
“Al respecto resulta ilustrativo señalar que la ley y la jurisprudencia han sido claras en señalar que es
procedente imputar al Estado el daño padecido por los ejecutores de la obra o por terceros ajenos a ella, en
consideración a su condición de dueña de la misma. Así lo explicó la Sala, con fundamento en que “el régimen
de responsabilidad que se aplica frente a los daños derivados de la ejecución de una obra pública debe
definirse con fundamento en el principio ubi emolumentum ibi onus esse debet (donde está la utilidad debe
estar la carga) que hace responsable de los perjuicios a quien crea la situación de peligro, toda vez que
cuando la administración contrata la ejecución de una obra pública es como si la ejecutara directamente.” Se
advierte además que la entidad puede obtener de su contratista o asegurador el reembolso de lo pagado por
concepto de la indemnización a terceros, en consideración a que el primero asume esa obligación al contratar
con el Estado, como también la de garantizar las indemnizaciones por daños causados al personal utilizado
para la ejecución del contrato o a los terceros, conforme lo prevé la ley 80 de 1993, arts. 25 numeral 19 y 60
de la Ley 80 de 1993), en el entendido de que “dicha circunstancia, por sí sola no exime de responsabilidad
a la entidad propietaria de la obra pública, sin perjuicio de que pueda obtener el reembolso de las sumas
pagadas del contratista o de la compañía de seguros”. Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 3
de mayo de 2007, exp. 19420 C.P. Ramiro Saavedra Becerra. Criterio reiterado en: Consejo de Estado,
Sección Tercera, Subsección B, sentencia del 11 de mayo de 2017, proceso No. 25000-23-26-000-2003-
01208-01(39901), M. P. Ramiro Pazos Guerrero; Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A,
sentencia del 26 de febrero de 2015, proceso No. 44001-23-31-000-2001-00706-01(25640), M. P. Hernán
Andrade Rincón (E).
40
BENAVIDEZ, José Luis. El Contrato Estatal; 2ª Edición Universidad Externado, pág. 232.
12
Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
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Referencia: Reparación directa
41. Ahora bien, a partir del exiguo material probatorio allegado al sub júdice, se
tiene acreditado con base en el informe de policía antes referido que, el 30 de
noviembre de 2006, el señor Arnaldo Orozco Ortega, se accidentó en su
motocicleta a la altura de una estación de gasolina denominada SAVE, ubicada en
el municipio de Turbaco – Bolívar –ver párrafo 23–, vía que, según lo afirmó el
señor Omar Enrique Martínez Blanco, jefe de obras de ese municipio, el–ver
párrafo 28– estaba siendo intervenida por el contratista COOMULFER, con
ocasión de la ejecución del contrato de obra Pública No OP-007-2006 –ver párrafo
32– y, posteriormente, el 9 de enero de 2007 aquél falleció por un trauma cráneo
encefálico severo debido al golpe que recibió en el accidente.
43. Sobre la situación antes referida, la Sala no encuentra sustento probatorio, tal
como pasa a analizarlo a continuación.
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Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
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45. La parte actora en el recurso de alzada señaló que a partir de las pruebas
obrantes en el plenario, especialmente, la declaración rendida por la señora
Wennys Torcoroma Benjumea se encontraba acreditado que el sitio donde se
accidentó el señor Orozco Ortega no contaba con la señalización reglamentaria de
una obra y, que ello constituyó la causa determinante del siniestro que ocasionó
su muerte. Sobre este aspecto la Sala encuentra, por un lado, que el dicho de la
referida señora corresponde a un testimonio indirecto que no ofrece credibilidad a
la Sala, en tanto la versión que dio de los hechos llegó a su conocimiento por la
transmisión que de la misma le realizó otra persona, respecto de quien no se
mencionó su nombre ni las razones por las cuales tuvo conocimiento del hecho.
46. Así, aunque en línea con la postura jurisprudencial que se adoptó en los fallos
que profirió esta Corporación en los años de 200141, 200342, 200443 y 200944, así
como en la dirección que refleja la Jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia45, el testimonio de oídas constituye un medio de prueba cuya valoración
no puede desecharse o desestimarse por el sólo hecho de que la versión que rinda
el declarante haya llegado a su conocimiento por la transmisión que de la misma
le hubiere realizado otra persona y no por la percepción directa de los hechos
respectivos, lo cierto es que como ocurre con cualquier otro medio de prueba
admitido por la ley, la valoración del testimonio de oídas deberá realizarla el juez
de manera conjunta con los demás elementos probatorios que hubieren sido
oportuna y regularmente acopiados en el proceso, con el agregado de que en
estos casos debe tenerse especial cuidado para efectos de someter la versión del
declarante a un tamiz particularmente riguroso con el fin de evitar que los hechos
a los cuales se les otorgue credibilidad resulten finalmente distorsionados por el
proceso de comunicación a que se encuentra sometida una declaración de tal
naturaleza, puesto que es evidente que el relato de los hechos que realizará el
41
Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Tercera. Sentencia de febrero 16 de
2001. Expediente No. 12.703. M. Ponente. Dra. María Elena Giraldo Gómez.
42
Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Tercera. Sentencias de septiembre 4
de 2003. Expediente No. 11.615 (R- 5880). Consejero Ponente: Dr. Alier Eduardo Hernández Enríquez.
43
Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Tercera. Sentencia de marzo 11 de
2004. Expediente No. 14.135 (R-9259). Consejero Ponente: Dr. Alier Eduardo Hernández Enríquez.
44
Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Tercera. Sentencia de 7 de octubre de
2009. Expediente No. 17.629. M.P. Mauricio Fajardo Gómez.
45
Al respecto ver, entre otras, Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencia del 29 de julio
de 1999, M.P. Jorge Aníbal Gómez Gallego, Radicación 10.615. Sentencia 15286 de octubre 2 de 2001.
Magistrados Ponentes, Dr. Alvaro Orlando Pérez Pinzón y Dr. Fernando E. Arboleda Ripio. Sentencia de
febrero 21 de 2007. radicación 25920. M.P. Javier Zapata Ortiz.
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Radicación número: 13001-23-31-000-2008-00070-01 (59.726)
Actor: Judith Margoth Martelo Luna y otros
Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
testigo de oídas no dirá relación con aquellos que él hubiere percibido de manera
directa sino que se referirá a hechos respecto de los cuales tuvo conocimiento de
manera indirecta, por la referencia o transmisión que sobre los mismos le hubiere
efectuado otra persona.
48. Pero al margen de que dicho testimonio no cuente con la suficiencia probatoria
requerida, lo cierto es que la versión rendida por la señora Wennys Torcoroma
Benjumea Cano no coincide con los supuestos fácticos narrados en la demanda,
dado que ella afirmó que el señor Orozco Ortega se accidentó el 30 de diciembre
de “2007”, entre la entrada de la cervecería y la bomba de gasolina, debido a que
“había un hueco sin señalización ni nada, y unas pilas de arena, él seguramente
no los vio y se fue en el hueco” (se destaca); al paso que en el escrito inicial se
aseguró que el fallecido había chocado con un montículo de arena y unos
materiales, pero nada se dijo de la existencia de un hueco, y menos que el
conductor hubiese caído en él, argumento adicional para desatender la declaración
rendida por aquella testigo, quien además incorporó en su análisis un criterio
personal como el de considerar que el accidente, cree ella, se dio, porque el
conductor de la motocicleta no vio el hueco.
49. Ya en lo que atañe a la declaración ofrecida por el jefe de obras del ente
territorial demandado, Omar Enrique Martínez, se advierte que tampoco fue testigo
presencial de los hechos acaecidos el 30 de diciembre de 2006, por lo que no
ofreció detalle alguno acerca de las circunstancias temporales o modales en que
se produjo el accidente. En este sentido su declaración apuntó a reconocer que se
enteró del siniestro por las noticias que leyó en los diarios y porque al día hábil
siguiente del mismo, cuando llegó a su oficina en la Alcaldía, escuchó los
comentarios sobre el accidente ocurrido en la referida obra.
50. Ahora, si bien el mencionado testigo hizo alusión a que en el sitio donde ocurrió
el accidente se estaba llevando a cabo la obra de construcción de un box culvert
y la limpieza del arroyo Caño Gordo y que como medidas de protección, seguridad
y señalización se colocaron vallas informativas, cintas reflectivas y en las noches
se encendían unos cubos de arena con petróleo para demarcar el área de los
trabajos, lo cierto es que estos pormenores resultan irrelevantes para el caso, por
cuanto ni siquiera se lograron establecer las circunstancias en que se produjo el
accidente objeto de litigio y, en todo caso, en los términos del artículo 217 del
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Demandado: Municipio de Turbaco y otro
Referencia: Reparación directa
51. De otro lado, en lo atinente a la historia clínica del señor Orozco Ortega y el
informe técnico de necropsia de medicina legal y ciencias forenses –pruebas
relacionadas en la alzada–, la Sala advierte que no son pruebas conducentes para
acreditar los hechos que la parte apelante pretende demostrar en relación con el
nexo causal entre el daño y la omisión de la Administración, pues dichos
documentos prueban el daño –muerte del señor Arnaldo Orozco Ortega– y que el
mismo se produjo como consecuencia de un accidente de tránsito, hechos que no
fueron objeto de discusión en la impugnación, pero no acreditan las
particularidades o circunstancias que rodearon la contingencia y, por ende,
contrario a lo afirmado por la parte recurrente, no hay prueba alguna que acredite
que las demandadas intervinieran el proceso causal que llevó a la materialización
del daño, o que alguna omisión suya –como se alega en el recurso– constituyera
el factor determinante, para que se produjera la muerte del señor Arnaldo Orozco
Ortega.
53. Asimismo, la Sala recuerda que conforme a lo dispuesto en el artículo 177 del
Código de Procedimiento Civil, según el cual «Incumbe a las partes probar el
supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico que ellas
persiguen», constituía una carga procesal de la parte actora demostrar los hechos
en que fundó sus pretensiones; sin embargo, no cumplió con dicha carga y la
consecuencia de su falencia no puede ser otra que la negación de las
pretensiones48.
46 “Art. 217.- Testigos sospechosos. Son sospechosas para declarar las personas que en concepto del juez,
se encuentren en circunstancias que afecten su credibilidad o imparcialidad, en razón de parentesco,
dependencias, sentimientos o interés con relación a las partes o a sus apoderados, antecedentes personales
u otras causas”.
47 De conformidad con lo dispuesto en el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, “Incumbe a las partes
probar el supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico que ellas persiguen”.
48
Sobre el particular, conviene recordar de manera más detallada lo expuesto por el tratadista Devis Echandía
respecto de dicho concepto: “Para saber con claridad qué debe entenderse por carga de la prueba, es
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54. Por consiguiente, resulta forzoso concluir que no existe criterio de causalidad
que permita vincular la conducta de las entidades demandadas para con los
hechos que concretaron el daño, por lo que en el caso concreto se torna estéril de
cualquier examen de los fundamentos o sistemas de responsabilidad, pues se está
en presencia de una falta absoluta de causalidad del hecho dañoso que pudiere
ser imputable al Estado y aquéllos encuentran fundamento y razón de ser sólo
cuando el daño antijurídico le es imputable a la Administración, cuestión que no se
configuró en el evento sub examine y, por ello, se releva al juzgador de ese tipo
de análisis49.
55. Como consecuencia, por no haberse acreditado las circunstancias en las que
se produjo el accidente ni mucho menos los hechos que permitan imputar el daño
al municipio de Turbaco y a COOMULFER, hay lugar a concluir que no concurren
los elementos estructurantes exigidos para comprometer la responsabilidad
patrimonial de los demandados y, por tanto, la Sala confirmará el fallo de primera
instancia.
Condena en costas
RESUELVE
indispensable distinguir los dos aspectos de la noción: 1°) por una parte, es una regla para el juzgador o regla
del juicio, porque le indica cómo debe fallar cuando no encuentre la prueba de los hechos sobre los cuales
debe basar su decisión, permitiéndole hacerlo en el fondo y evitándole el proferir un non liquet, esto es, una
sentencia inhibitoria por falta de pruebas, de suerte que viene a ser un sucedáneo de la prueba de tales
hechos; 2°) por otro aspecto, es una regla de conducta para las partes, porque indirectamente les señala
cuáles son los hechos que a cada una le interesa probar (a falta de prueba aducida oficiosamente o por la
parte contraria; cfr., núms. 43 y 126, punto c), para que sean considerados como ciertos por el juez y sirvan
de fundamento a sus pretensiones o excepciones”. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Teoría general de la prueba
judicial. Bogotá: Editorial Temis. 2002., pág. 405. De lo anterior, este último autor afirma: “De las anteriores
consideraciones, deducimos la siguiente definición: ‘carga de la prueba es una noción procesal que contiene
una regla de juicio, por medio de la cual se le indica al juez cómo debe fallar cuando no encuentre en el
proceso pruebas que le den certeza sobre los hechos que deben fundamentar su decisión, e indirectamente
establece a cuál de las partes le interesa la prueba de tales hechos, para evitarse las consecuencias
desfavorables” Ídem. pág. 406.
49
En ese mismo sentido consultar, por ejemplo, Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencias del 13 de
agosto de 2008, Exp. 165.16 y del 4 de junio del 2008, Exp. 16.643. MP. Enrique Gil Botero.
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NOTIFÍQUESE y CÚMPLASE,
FIRMADO ELECTRÓNICAMENTE
MARTA NUBIA VELÁSQUEZ RICO
Nota: se deja constancia de que esta providencia fue aprobada por la Sala en la fecha de su
encabezado y que se suscribe de forma electrónica mediante el aplicativo SAMAI, de manera que el
certificado digital que arroja el sistema permite validar la integridad y autenticidad del presente
documento en el
enlace https://relatoria.consejodeestado.gov.co:8080/Vistas/documentos/evalidador. Igualmente
puede acceder al aplicativo de validación escaneando con su teléfono celular el código QR que
aparece a la derecha.
VF
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