La cirugía maxilofacial es la especialidad médico-quirúrgica que se centra en el
estudio, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades congénitas o adquiridas de la cavidad oral, el esqueleto facial y las estructuras cervicales relacionadas.
El cirujano maxilofacial cuenta con amplios conocimientos en cirugía oral y
maxilofacial que le permiten realizar extracciones complicadas, injertos óseos e implantes dentales, entre muchos otros tratamientos.
Problemas más comunes
¿Qué patologías se tratan con cirugía?
La cirugía maxilofacial trata todas aquellas enfermedades que ocurren en la
boca, la mandíbula, la cabeza y el cuello y requieren de una intervención quirúrgica. Pueden ser patologías adquiridas de origen tumoral, traumático, por degeneración o envejecimiento. Entre las más comunes destacamos:
Falta de hueso del maxilar o la mandíbula: La pérdida ósea suele ser
difícil de identificar en su etapa inicial y, si no se acude al dentista de forma regular, se puede detectar la pérdida de hueso cuando ya esté en un estado avanzado. El hueso alveolar comienza a reabsorberse poco a poco perdiendo altura y grosor a un ritmo de un 40-60% en los primeros 3 años. Eso hace posible que una persona pueda llegar a perder uno o varios dientes en poco tiempo.
Problemas en las glándulas salivares y la mucosa oral: Debido al
gran número de enfermedades sistémicas que tienen manifestaciones en la mucosa oral, a veces se involucran en su diagnóstico y tratamiento a un gran número de especialistas clínicos, por ejemplo, los reumatólogos, alergólogos, inmunólogos y, por supuesto, los cirujanos maxilofaciales.
Las lesiones de la mucosa oral tienen una importancia trascendental para
evitar aquellas con potencial maligno. Las lesiones tumorales de la mucosa oral se asocian principalmente con el consumo de tabaco y alcohol. Los tumores de las glándulas salivales se encuentran en mayor medida en las glándulas parótidas y son frecuentemente benignos. Aun así, su crecimiento provoca deformidad facial, molestias y dolor, pudiendo llegar a afectar al nervio facial, el responsable de la expresividad facial.
Patologías de articulación temporomandibular (ATM): Presentan una
elevada prevalencia: 20-40% de la población. Estas patologías engloban un gran número de trastornos, no sólo de origen traumático, neoplásico, autoinmunitario e infeccioso, sino también los derivados de las alteraciones disfuncionales de su estructura de la mandíbula que permiten masticar y hablar.
Traumatismos faciales: Cuando un diente recibe un golpe o se rompe,
su estructura se debilita haciendo que la estimulación que transmite al hueso se detenga. Esto puede dar lugar al comienzo de una reabsorción ósea dental (pérdida de hueso).
Tumores de cabeza y cuello: El cáncer en la región maxilofacial es uno
de los 10 más comunes tipos de cáncer que se manifiestan en el cuerpo humano. Éste puede presentar forma de tumor y suele aparecer en la cara, el cuello y la boca.
Osteoporosis: Los bifosfonatos, uno de los medicamentos recetados
para combatir la osteoporosis, a largo plazo pueden producir osteoquimionecrosis de los maxilares. Este efecto secundario crea exposiciones óseas en la cavidad oral y retrasos en la cicatrización de ciertos procesos debido a la necrosis de los maxilares.
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