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EI gaüo con boüas

Hace mucho tiempo, en un país muy lejano,


un molhero vivía en un molino. Era tan pobre, pensando que nada le costaba probar suerte, con-
que, cuando murió, dejó a sus tres hijos sólo el siguió para el animal lo que le había pedido. No
molino, el burro de labranza y un flaco gato. bien estuvo vestido, el gato tomó una bolsa y una
Los muchachos repartieron 1a herencia según soga y se escondió cerca del
molino, donde solí-
el orden de su importancia, de acuerdo con la an reunirse a comer los conejos. El gato dispuso
edad: el mayor se quedó con el molino, el segun- la bolsa como una trampa y colocó denüo una
do con el burro, y al menor le tocó el gato. sabrosa zanahoria.
No tardó en caer engañado un conejo. Cerró
-No creo que me puedas servir para mucho
-dijo el muchacho mi¡ando al gato-. Mis her- entonces el gato la bolsa, y colgiíndosela al hom-
manos podriín trabajar utilizando el molino y el bro, volvió a la casa en busca del amo.
burro, pero ¿qué haré con este gato, sino gastar
-No te muevas -le dijo-. Yo empiezo
en su alimentación? ahora a hacer tu fortuna.
Pero eI gato, que 1o escuchaba, se paró frente Con la bolsa al hombro partió hacia el pala-
a é1, y con gran sorpresa del joven, le dijo: cio del rey. Un gran centinela cuidaba las puer-
te voy a ayudar a hacer fortuna. Todo tas, pero el gato no se asustó por eso. Con reso-
-Yo
cuanto necesito es que me compres un sombrero, lución explicó que tenía que hablar con Su
una casaca y un par de botas. Majestad. Se asombró el guardia al ver a un gato
Pese al asombro, el muchacho se repuso, y, así vestido que le hablaba y 1o dejó entrar. El rey
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estaba sentado en el trono, y junto a é1, su hija, pidiendo ayuda para el Marqués de Carabas, que
la bella princesa. El gato, cortés, dijo: se ahogaba.

-Señor: mi amo, el Marqués de Carabas, les Al ver aI gato con botas, comprendió el rey de
envía esfa pieza cazada en sus dominios. quién se trataba, y ordenó a sus criados que 1o
El rey quedó encantado con la fineza y con el socorrieran con rapidez.
emisario. Y así volvió el gato al palacio, hoy con Mientras, el gato se acercó a la carroza y
una liebre, mañana con una perdiz, diciendo comeró a lamentarse:
siempre que 1o mandaba su amo, el Marqués de señor, qué desgracia! ¡Si supiera!...
-¡Ah,
Carabas. Imagine que mientras mi amo se bañaba en el
Toda la corte no hacía otra cosa que hablar del affoyo, unos ladrones le han llevado sus lujosas
magnífico Marqués, y todos ansiaban conocerlo. ropas y no tiene ahora qué ponerse para presen-
Pero la más interesada era la hija del rey. tarse ante Vuestra Majestad.
Un día, el gato supo que el monarca y la prin- Apenas oyó esto, el rey hizo traer del palacio
cesa darían un paseo por esos lugares y corrió a un traje completo para que el joven se vistiera.
prevenir a su amo. El muchacho quedó muy apuesto con aque-
El gato le ordenó que fuera a bañarse en un llas ropas, y cuando se acercó ala caroza real,
affoyo cercano, y le dijo que él se encargaría de parecía verdaderamente un marqués.
todo lo demás. El rey lo invitó a acompañarlos en su paseo, y
El muchacho obedeció, y cuando el gato vio el joven aceptó.
aproximarse la carroza del rey, empezó a gritar El gato, entretanto, corrió y previno a los
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campesinos que habajaban junto al camino: real que se aproximaba.
pasaná por aquí el rey. Cuando les Cuando el camraje estuvo frente a la puerta,
-Ahora
pregunte de quién son estas tierras, digan que apareció el gato, quien quitándose el sombrero
pertenecen al Marqués de Carabas. Si no 1o con plumas y haciendo una profunda reverencia,
hacen, los haré picadillo. saludó así al rey:
Asustados por la amenaza, todos obedecieron.
-Bienvenido sea, al castillo del Marqués.
El rey se sorprendió al saber que tantas tierras, El más sorprendido era, sin dudas, el dueño
viñas y bosques, eran de su compañero de viaje. del gato, pero ya empezaba a comprender que el
Siempre adelantado, el gato corrió hasta lle- gato con botas haría su fortuna tal como se 1o
gar a un castillo donde vivía un ogro malvado, el habla prometido.
dueño de todas las tierras por donde habían pasa- El rey dio las gracias al Marqués por su gen-
do el rey y su camraje. til hospitalidad, y junto con la princesa entró al
El gato pensó que ese era el momento más castillo. Estaba realmente feliz por haber conoci-
difícil de su plan,juntó coraje y pidió hablar con do a aquel joven tan agradable, y no digamos
el dueño del castillo. nada de la princesa. El gato con botas hacía las
El ogro esperaba a unos amigos para quienes debidas ceremonias.
había preparado un apetitoso banquete, y salió al
-Pasen tomar algo -invitó.
a
vestlbulo para atender al gato. Y los llevó al comedor, donde el o$o tenía
Gran señor, se dice que eres muy poderoso preparado el banquete para sus amigos.
-
y por eso quise saludarlo. Comentan por ahí que duda esperaban gente el rey.
-Sin -dijo
eres capaz de ffansformarte en cualquier animal El joven vaciló, pero el gato intervino:
de gran tamaño, tal como un elefante o un león. que nos halas el honor de
-Suponíamos
verdad asintió el ogro complacido. pasar por el castillo, y preparamos una simple
-Es -
-Pues me
gustaría verlo
-dijo el gato- . De merienda, señor.
otro modo, no 1o voy a creer. El rey quedó satisfecho con la explicación.
Se enfureció el ogro, y con rapidez se trans- Después de comer, recorrieron las posesiones
formó en un león rugiente. que rodeaban el castillo, y el soberano, no
Mucho se asustó el gato, que oculto tras una sabiendo cómo demostrar a aquel atento joven
columna gritó que lo que no creía era que pudie- cuánto 1o estimaba, le ofreció la mano de su hija.
ra ftansformarse en un animal pequeño. El ogro Como la princesa era muy hermosa, el hijo del
se enfureció más arin: molinero se había enamorado de ella a primera
vista. Lo mismo le había ocurrido a la joven con
-¿Cómo te aüeves a suponer que yo no sea
capaz de eso? ¡ Mira ! el guapo Marqués de Carabas.
Inmediatamenúe se convifió en un ratón que De manera que los dos recibieron con alegría
corrió por el lugar. la proposición del rey.
El gato había conseguido lo que queía. No Poco tiempo después se celebró la boda y
perdió un segundo; se arrojó sobre el ratón, y en vivieron felices muchos años.
menos de lo que canta un gallo, lo devoró. El muchacho no olvidó nunca 1o que le debía al
Terminó así con el ogro malvado. A tiempo, gato con botas, de forma tal que el animal no pasó
pues sobre el camino de arena se ola la carroza ninguna clase de privaciones por el resto de su vida.
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