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La Ciudad de Los Umbrales - Satanas - Mundo Desclasado - MARIO MENDOZA
La Ciudad de Los Umbrales - Satanas - Mundo Desclasado - MARIO MENDOZA
Capítulo I
Circe y el italiano eufórico
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[Entonces; el primer recuerdo] Las tumbas de Ulises y su hermano, Jorge Zalamea; “Minerva
en la rueca” y “El sueño de las escalinatas”; la numerología de “Cuatro años a bordo
de mí mismo”; el destino; la tierra de los cuatro planos…
[El deseo]: Mostrar la imaginación de la ciudad, sus múltiples dimensiones; sus siete
(¿siete?) puertas de entrada y de salida…
[un sueño]
Una inundación está a punto de ahogarlo; el Cristo-mujer de caoba estalla en una
carcajada salvaje
[una tarde, Martín encarga que entreguen el manuscrito a sus amigos; y viaja hasta
la Plaza de Bolívar]
Entonces reconoce que ha llegado a la última puerta, donde la esperanza se
desvanece…
[Suicidio]
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[Simón recuerda] que “el italiano eufórico” que buscaba un nuevo clima mental, Guillermo
Lejbán, sentenció que la escritura de Martín sería aniquilada y destruida por la
desesperación, cuando este le dijo que un día escribiría las ideas que le había
escuchado
La estratagema de Ulises
no fue taparles los oídos a la tripulación, sino la mentira: las sirenas no
cantaron; las sirenas solo cantan para aquellos que van a ningún lado
Es un problema de trayecto y velocidad
Si Rimbaud es el hombre de las suelas de viento, será que evoca el Hermes
griego: dios del lenguaje y los viajeros, por juventud, astucia y elocuencia;
nuestro siglo es el siglo de Hermes; el siglo de la velocidad
No tenemos cuerpo, somos cuerpo
No tenemos velocidad, somos velocidad
La velocidad sería idea causante; idea anterior a la idea
Si bien Rimbaud usó camellos para traficar armas en Abisinia;
si bien Dostoyevsky sentía la felicidad al partir de sus ataques de epilepsia,
ahora ya no es la estética de la introspección; ahora es la estética de la
desaparición: de una estética de las formas a una estética de las fuerzas.
Pensar la pasión presupone una relación de orden ético
El adolescente propone una relación biológico-cinética
La pasión como parte de un ecosistema en movimiento;
un ecosistema interior que es vector, desplazamiento: puro estudio de la
fugacidad afectiva
Un ecosistema espiritual que es imagen-movimiento
o imagen-instante
como en el cine
Lo que importa es el desplazamiento de la pasión a través de la flora y fauna
internas: la velocidad de la pasión vs. la velocidad de la bestia interna.
Discutiendo del Andrés Hurtado de “El árbol de la ciencia” de Pío Baroja, y de Stephen
Dedalus; de la confusión y el caos quedó la opinión “Intelectualismo vacuo contra
vitalismo”
A Andrés Hurtado, atrapado en el pensamiento lógico, se le debe condenar por su
ignorancia. Incapaz, tímido, sin humor, asexuado…debe morir…Baroja lo sabe.
Baroja intuye que se acerca la plaga de los Hurtado. Ha llegado el momento de
proteger a los fuertes de los débiles
Stephen es constructor de un laberinto…la opción por el arte y la literatura hacen de
Stephen el portador de una buena nueva. Stephen el eufórico; Stephen el
metafórico. Stephanoumenos, el que se entrega a lo inteligible
Las cartas de Lejbán constituían un llamado, una señal, un aviso. Perder esa
correspondencia equivalía a perder el contacto con la parte más lúcida de la ciudad.
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En 1985 me escribió a Bogotá desde Ginebra. En 1988 me escribió desde Bogotá a
Hof Ashkelon, Israel…
…A mí hay algo que me produce fascinación y es que ‘Travesti’ viene de ‘travel’, el que
viaja a través del sexo, el aventurero del deseo y la genitalidad, el encargado de la
mutación y el cambio, el maestro del camuflaje… el travesti cotidiano, este que
tenemos ante nosotros, debe ser respetado y adorado como la última imagen que
nos queda de la divinidad… tanto el travesti como la prostituta nos evocan a Circe,
la diosa de las transformaciones…
Lejbán partió para Jerusalem hace ya casi un año… Desde entonces Bogotá padece una
orfandad particular… la última carta suya acostumbro leerla y releerla en el
cementerio de Usaquén los días de nostalgia
Estimado Simón,
tarde se me iba haciendo en escribirte, tarde para tantas cosas… El naufragio
ontológico, querido Simón, es un hecho irremediable… quiero, en fin, saber si estás
vivo, tan vivo como yo cuando escribo esta carta, vivo yo como tú cuando la lees.
Capítulo II
Diario de un letrado perverso [Aurelio]
ABRIL 17: Detesto el amor. Hoy es viernes santo. He comenzado este diario por aburrimiento…
me aburre el cristianismo
ABRIL 20: En la noche hablé con Sofía por teléfono. Es la única mujer por la que he sentido
un amor sincero. Por eso la odio, la aborrezco
ABRIL 21: Bogotá es una amante ideal por lo mentirosa, por lo lúbrica y porque no pierde la
oportunidad de abandonarse a la traición
ABRIL 23:
…la arquitectura poética del libro exige de nosotros una especie de embriaguez en
la que cada palabra no posee ningún significado por fuera del discurso… el
significado de una palabra no es el objeto que nombra o que designa, sino el papel
que desempeña en el lenguaje
ABRIL24: Hoy he recibido carta de Lejbán. Una frase me condujo hasta las lágrimas: “Aurelio
¿por qué será que la literatura y el mar están siempre tan unidos?”
ABRIL 27: He hablado con Martín. Me contó con detalles el argumento: Una novela de
aventuras típica del SXIX, pero con el aparataje y las complicaciones técnicas de
una novela contemporánea
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Me agrada más la novela hipotética de Lejbán: una novela
cuyo tema sea Bogotá, y que los personajes sean solo un
pretexto para el viaje hacia el objetivo verdadero de sus
afectos. Los personajes aparecen y desaparecen sin que el
lector sea testigo de los hechos que ocurren entre una
aparición y otra. Cada personaje es un intermitente viajero en
busca de su destino; y para hallarlo debe padecer la ciudad
MAYO 30: Ser mujer no tiene ningún mérito. Pero hacerse mujer es un arte. Escultura de
músculos, artesanía del propio cuerpo. Viaje “in situ”
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Capítulo III
Ella y el jardín
[umbrales]
La saga bogotana
continúa con SCORPIO
CITY, LADY MASACRE y
AKELARRE, ya en el nivel
de oscuridad criminal de la
novela negra. Que
también conforman un
orbe donde gravitan los
brujos, clarividentes,
hechiceros y astrólogos:
El Apóstol, Kalimán,
Madame La Luz y Leticia
Almanza, en ese orden,
que completan la faceta
agnóstica de Mendoza,
seguramente convertido
en el periodista fracasado,
detective privado y
tumbalocas1 de la
Javeriana2, Frank
‘Francito’ Molina. El
mismo Molina destripador
del Santa Fe, Usme (?) y
Chapinero bajo.
Fernando de Szyszlo
Regreso a Mendieta,
2016
1
https://www.asale.org/damer/tumbalocas#:~:text=sust%2Fadj.,de%20conquistar%20a%20cualquier%20mujer.
2
Apelativo de la Universidad Javerina
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En esta trilogía, Mendoza somete a la aprobación del público las dos caras de su
token narrativo: la lógica del poder y el poder de la lógica. Cada parte del discurso
se lee como engranaje del gran final; y el propósito final es subyugar al lector y
dominarlo. Pero el lector no puede darse cuenta de que lo están llevando a la
trampa: así, por ejemplo, en SCORPIO CITY, el fascinante asesino de casi dos
metros de altura, ¿o más?, llamado El Apóstol, portador también del saber
astrológico, es Escorpión: signo del descenso; de los viajes por caminos prohibidos;
de los mundos subterráneos; de los elegidos, y esta es la única referencia del título:
Mendoza se reserva el control del diagrama maldito y su revelación; y dicho control
es la única fuente de legitimidad de su discurso: el lector está atrapado y debe
creerle al autor: es la única forma de seguir adelante y llegar al final.
3
Al imitar el estudio de caso dentro de una novela gótica, Stevenson pone al descubierto las limitaciones de
la prosa científica, particularmente su inadecuación a la luz de realidades morales y sociales complejas
imposibles de relacionar en términos puramente empíricos.
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Lo que Mario Mendoza no
podía decir es que Bogotá
en los años ochenta era la
cabeza del dragón
paramilitar, hambriento de
carne humana y sediento de
sangre joven. Poco o nada
importaba que el país
tuviera la imagen del paraíso
de Pablito y El Mexicano: los
policías y militares se
respetaban. Y obviamente
hacían y deshacían contra
quien fuera.
Mario Mendoza sigue en deuda con tanto muerto de ese día, ya que se atrevió a
volverlo tema de estudio en todo el aparato escolar del cambio de siglo. Ojalá algún
día pague lo que debe.
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