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La confidencialidad es un deber para el conciliador y las partes involucradas en el proceso de conciliación según la normativa europea. La confidencialidad protege la información revelada durante la conciliación para que las partes no puedan usarla en procesos judiciales posteriores. Las leyes autonómicas españolas definen de forma diferente la confidencialidad, refiriéndose a la información obtenida verbal o documentalmente durante el proceso de conciliación, incluyendo los resultados o hechos conocidos en las sesiones. La confid
La confidencialidad es un deber para el conciliador y las partes involucradas en el proceso de conciliación según la normativa europea. La confidencialidad protege la información revelada durante la conciliación para que las partes no puedan usarla en procesos judiciales posteriores. Las leyes autonómicas españolas definen de forma diferente la confidencialidad, refiriéndose a la información obtenida verbal o documentalmente durante el proceso de conciliación, incluyendo los resultados o hechos conocidos en las sesiones. La confid
La confidencialidad es un deber para el conciliador y las partes involucradas en el proceso de conciliación según la normativa europea. La confidencialidad protege la información revelada durante la conciliación para que las partes no puedan usarla en procesos judiciales posteriores. Las leyes autonómicas españolas definen de forma diferente la confidencialidad, refiriéndose a la información obtenida verbal o documentalmente durante el proceso de conciliación, incluyendo los resultados o hechos conocidos en las sesiones. La confid
La importancia de la confidencialidad, es que, unánimemente, el conciliador y, en algunas
legislaciones, las partes y otras personas intervinientes en la conciliación, esto es, todos los participantes en el procedimiento de conciliacion. En esta última línea se pronuncia la normativa europea: la confidencialidad es un deber del conciliador, las partes y terceros. También la doctrina considera que el deber de confidencialidad consiste en algo más que la protección de las partes frente a la posible indiscreción del conciliador, que pudiera llegar a difundir la información obtenida en mediación, sino que ésta también alcanza a las partes, concretamente, para que no puedan utilizar en un proceso judicial posterior los datos que fueron revelados durante un procedimiento de conciliacion. la confidencialidad se expresa de un modo muy distinto en la legislación autonómica sobre conciliacion: así, se dice que es confidencial la información que se trate, que conozcan como consecuencia de la Conciliación, la obtenida verbal o documentalmente en el transcurso del proceso de conciliación, incluido el resultado o los hechos que hayan conocido en las sesiones de mediación familiar, así como las entrevistas y los datos y documentos producidos en el procedimiento de mediación. Desde un punto de vista material o documental, se entiende que la confidencialidad hace referencia al carácter reservado de las audiencias, sesiones y actas o de sólo una de ellas, también, el expediente y los documentos relativos al procedimiento incorporados con ellos. En particular, se declara igualmente confidencial la conversación individual (caucus) mantenida por el conciliador con cualquiera de las partes sobre las materias que son objeto de conciliación, que no deberá ser comunicada a la otra parte, excepto si ha sido expresamente autorizado por la persona que ha proporcionado la información. Esta afirmación enlaza con el siguiente aspecto que hay que tratar: las excepciones al principio de confidencialidad.