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Jacques-Alain Miller

y otros

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Paidós
Habría que esclarecer una cosa. En absoluto es lo mismo
tratar la oposición manía/melancolía a partir de dos identi-
ficaciones contrarias, que hacerlo a partir de la
alienación/separación. La problemática de la identificación
condujo a Freud en 1922, en su "Psicología de las masas ...",
a esta constatación: "El fundamento de estas oscil
espontáneas del [humor] es [ .. .] desconocido". [.. .
intenta atrapar eso a partir de la identificación.
Alienación y separación es un binario completamen
rente al de las dos identificaciones: la manía está del
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la alienación y la melancolía del lado de la separación. La
alienación, cuando funciona normalmente, es un momento
de la identificación. Eso no ocurre en el caso de la manía, en
la que no tenemos tiempo. Tampoco estamos anclados a la
identificación con un S1, eso resbala en un deslizamiento
metonímico infernal. [ .. .] Sin duda es lo que justifica a
Binswanger cuando habla de disolución del ego. También
tenemos la disolución del superyó que, como decía Lacan,
en su fase más profunda, es el objeto a. Estamos aliviados
de lo que el objeto a representa como condensación de goce,
y en cambio, tenemos la excitación maníaca.
La separación a partir de la cual se puede leer la melancolía
es la separación del sujeto de la cadena significante, y se
separa en cuanto objeto a por el recubrimiento de dos
faltas; es la pequeña complicación del esquema de
Lacan. Vemos que es un abuso hablar de identifica-
ción con el objeto en la melancolía. Es más
cómodo hablar así, pero [ ...] no responde en
absoluto al criterio freudiano de la identifica-
ción. Es una identidad con el objeto. El bina-
rio alienación/separación forjado por Lacan
con otros fines es más potente para ordenar
los fenómenos de la manía y la melancolía
que la tesis de las dos identificaciones,
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que puede no obstante ser convincente
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la base fundamental está en el binario
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COLECCIÓN DEL INSTITUTO CLÍNICO DE BUENOS AIRES
Directora de la colección Variaciones del humor
Silvia Geller

Colaboración:
Nelson Feldman

Jacques-Alain Miller
y otros

Directora del Instituto


Clínico de Buenos Aires
Graciela Brodsky

El Instituto Clínico de Buenos Aires es miembro de la Red Internacional del


Instituto del Campo Freudiano y tiene su sede en la Escuela de la Orien-
tación Lacaniana. Institut o Clínico de Buenos Aires / Paidós
Título original: Variétés de /'humeur, Bibliolhéque Lacanienne, Navarin, París, 2008. Índice
Dirección: Jacques-Alain Miller
Textos reunidos por Christiane Alberti con la colaboración de Pascale Fari y Hervé Damase

Diseno de cubierta: Gustavo Macri


Diseno original de tapa de la colección: Daniel Iglesias y asociados

Traducido por: Nelson Feldman y Silvia Geller


Traducción del capítulo de Rodrigo Madalon Fraga: Silvia Geller
Revisión de la traducción: Silvia Geller

Variaciones del humor I Jacques-Alain Miller... [et al.). -1 1 ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Paidós,
2015.
216 pp.; 22x15 cm.

Traducido por: Nelson Feldman y Silvia Geller


ISBN 978-950-12-0291-5
Nota a la edición castellana
Silvia Geller ......................................................................... . 9
1. Psicología. 2. Psicoanálisis. l. Jacques-Alain Miller 11. Feldman, Nelson, trad. 111. Silvia Geller, trad.
Prefacio
CDD 150.195
Christiane Alberti ................................................................. . 13
1• edición, julio de 2015

Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares
1. Los casos .............................................................................. . 15
del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por
cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático.
1. Vértigo, un bucle melancólico
© 2015, Fundación Casa del Campo Freudiano Sonin Chiriaco ...................................................................... . 17
© 2015, Silvia Geller y Nelson Feldman (por la traducción) 2. La aversión del objeto en los estados mixtos
© 2015, de esta edición: Serge Cottet .......................................................................... . 25
Editorial Paidós SAICF ~. Una cuestión de disciplina
Publicado bajo su sello PAIDÓS® Lucía D'Angelo...................................................................... 35
Independencia 1682/1686,
Buenos Aires -Argentina L De la angustia a la depresión
E-mail: difusion@areapaidos.com.ar Philippe La Sagna ................................................................ . 45
www.paidosargentina.com.ar
~. El apoyo en el doble
Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723 Laure Naveau ...................................................................... . 55
Impreso en la Argentina - Printed in Argentina
r,_ Un joven ingenioso
Atw1and Zaloszyc .................................................................. . 63

11. La conversación................................................................... 69

l . 1ntroducción. .. .. ... ....... .. .. .. .. ..... .... .. ....... .. ....... ...... .. ............. . 71


1
Angustia y humor................................................................ 73
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VARIACIONES DEL HUMOR

6. Una melancolía esquivada por la ingeniosidad .................. . 109 Nota a la edición castellana
7. La diosa Depresión............................................................. . 127
8. Manías y melancolías en Binswanger................................. . 141 Silvia Geller
9. Un trastorno del otro ......................................................... . 157

111. Senderos............................................................................. 167

l. Ironía
Rodrigo Madalon Fraga........................... .............................. 169
2. Protocolos
Pablo Fridman ....................................................................... 177
3. Diversión Siempre me gustó la reflexión de Sigmund Freud sobre el pro-
Mario Goldenberg ................................................................. . 183 greso. Él captaba la ficción que estaba incluida en la idea de los
4. Vacíos avances científicos y técnicos de nuestro mundo como un ideal
Kuky Mildiner ....................................................................... 187 de perfectibilidad del sujeto. En este argumento toman un lugar
destacado los nuevos programas clasificatorios que ofrece la psi-
IV. Horizontes .......................................................................... . 193 quiatría biológica de la mano de su partenaire principal, la neu-
rociencia. Esas clasificaciones no conforman a nuestra comuni-
l. Felicidad dad psicoanalítica. Incluso estamos en condiciones de probar las
Graciela Brodsky ................................................................... . 195 temibles consecuencias de suscribir tales cuadros gnoseológicos.
El punto en el que se basa tal afirmación responde a que nada de
estas clasificaciones actuales, como las del DSM, contemplan la
variable sujeto.
Un sujeto que habla, un parlét:re, como lo define Jacques Lacan,
es alguien inserto en un discurso que como tal siempre tiene con-
'>ecuencias.
Variaciones del humor, título de este volumen -el número diez
de esta colección-, propone tratar de un modo distinto los lla-
mados trastornos del humor. En los últimos años han adquirido
mucha notoriedad a través de la entidad que pretende sustituir la
de psicosis maníaco depresiva por la de trastorno bipolar, modo
muy impreciso de abordar la cuestión, a tal punto que a veces se lo
usa como un adjetivo calificativo: "¡Esa persona es una bipolar!".
1lemos llegado al cenit de la banalización en el campo de las psi-
rnsis. Estas clasificaciones que han dejado de lado las bases de la
psiquiatría clásica están al servicio de la industria farmacéutica.
Este volumen revisa las consecuencias de las referidas clasi-
l1caciones diagnósticas. Jacques-Alain Miller introduce el tema

8 9
VARIACIONES DEL HUMOR NOTA A LA EDICIÓN CASTELLANA

Variaciones del humor para estudiar in extenso, a lo largo de seis En esta época, cuando el Uno todo solo implementa las polí-
casos, la psicosis maníaco depresiva, la manía y la melancolía. ticas más aberrantes, debe incluirse la revisión de esas políticas a
Hay preguntas que recorren todo el volumen. ¿Cómo se rea- modo de objeción. Un sujeto fuera del lenguaje, alguien que no
liza un diagnóstico de melancolía? La melancolía, ¿es un estado pertenece a ningún discurso, no es más que un objeto resto, dese-
o una posición? ¿Qué resonancia tiene en el cuerpo? Distinga- cho del Otro. Si continuamos en esta línea de combinar diagnós-
mos el afecto del humor y reubiquemos la angustia que, como ticos estancos que se tratan con puros protocolos y medicación,
sabemos a partir de Lacan, es el único afecto que no engaña. nos veremos empujados a las peores consecuencias de la pulsión
Consideremos la idea de que hay afectos continuos y afectos de muerte.
discontinuos. La melancolía no es idéntica a la psicosis maníaco Este libro pretende sumergirnos en una brisa fresca, un aire
depresiva. ¿Cómo se realiza el diagnóstico diferencial? ¿Cómo renovador en un campo muy difícil de abordar. La propuesta de
interviene la pulsión de muerte en la manía y en la melancolía? Variaciones del humor, precisamente con este nombre, consiste en
El libro está colmado de detalles clínicos preciosos e ilustra reubicar lo que hasta ahora conocimos como manía y melancolía.
sobre un tema muy controvertido en nuestro ámbito, dada la difi- Esperamos las consecuencias de su lectura.
cultad diagnóstica que conllevan este tipo de casos. El "diagnóstico
moderno", en palabras deJacques-Alain Miller, quizás sea "un con-
flicto de interpretaciones". Razón por la cual-continúa- se ponen a
prueba las categorías de la psiquiatría clásica, dado que aún "no te-
nemos categorías de sustitución". Estas palabras revelan algo de lo
que puede enseñar esta conversación en el estudio y la investigación
de las psicosis en el psicoanálisis. ¿De qué modo? Transformando
su misterio en enigmas que nos proponemos dilucidar.
El libro se completa con otros artículos. El apartado "Sende-
ros" comprende dos casos de psicosis que acompañan muy bien
la conversación. Uno, el que presenta Rodrigo Madalon Fraga,
muestra cómo se dirige una cura con la clínica irónica desarrollada
por Jacques-Alain Miller. El otro, presentado por Pablo Fridman,
desarrolla la desorientación de la que puede quedar preso un su-
jeto cuando se lo diagnostica con el DSM. Kuky Mildiner realiza
una articulación entre el cuerpo del analista y el vacío a través de
un caso de fin de análisis. Mario Goldenberg examina las conse-
cuencias del discurso capitalista, al que solo le interesa la cultura
de la diversión, el entertainment. Asunto que interesa especial-
mente a los que administran las nuevas pastillas de la felicidad. De
este tema se ocupa por último, y precisamente, Graciela Brodsky
en "Horizontes", con un trabajo que se articula muy bien con la
propuesta de este libro. Tomando prestado su título podríamos
hablar de las utopías contemporáneas en el campo del diagnóstico
moderno, que promete felicidad ilimitada.

10 11
Prefacio

Christiane Alberti

Desde 1996, cada año el Instituto del Campo Freudiano organiza


conversaciones clínicas en las que se trabaja sobre una misma dis-
ciplina. Cada uno de los participantes es invitado a leer con un
mes de anticipación textos cuidadosamente seleccionados. Este
material da lugar, durante toda una jornada, a una discusión vivaz
con los autores que resulta tan fecunda que, a su vez, suscita un
nuevo desciframiento. Año tras año, estas conversaciones como
momentos intensos de investigación, constituyen una cita espe-
rada con impaciencia. Varias fueron publicadas y son una referen-
cia para los clínicos.
La conversación de junio de 2007, Variétés de l'humeur, 1 es el
punto de partida de este libro. El volumen presenta, en primer
lugar, una serie de seis casos, y luego, la conversación en sí misma,
que aborda lo particular de cada uno de ellos con comentarios y
preguntas.
¿La interrogación del término humor, poco utilizado en la
orientación lacaniana, trata de reavivar los restos de una clínica
pasada, quizás obsoleta, o de ponerse a tono con la moda de los
mood disorders?
Más bien intenta dar una nueva interpretación al fenómeno
del humor a partir de cuestiones sensibles que suscita la práctica
clínica. Situado "en la juntura más íntima del sentimiento de la

l. La conversación Vnriétés de l'hu111em· (Vnriacio11es del humor, 2007) fue or-


ganizada por Jean-Pierre Deffieux y Carole Dewambrechies-Lasagna. [N. de E.]

13
VARIACIONES DEL HUMOR

vida"2 para cada uno, como propone aquí Jacques-Alain Miller,


quien retoma la expresión de Lacan, el humor demuestra ser có- Los casos
modamente descifrable para el corpus psicoanalítico. La tonalidad
continua de la Stimmung, sus oscilaciones, las transformaciones en
su contrario, se ocupan de dar las razones, de decir el fundamento
singular. En un contexto donde las formas imprecisas del tras-
torno -depresivo, bipolar- son preferidas al concepto más estricto
de síntoma, esta conversación aporta herramientas valiosas, armas
indispensables para orientarse en la estructura y arreglárselas con
los fenómenos del humor. Esta obra también enseña sobre el buen
uso de los clásicos -Kraepelin, De Clérambault, Binswanger, Kurt
Schneider... pero también Freud-, propicios a un despliegue clí-
nico más sutil.
Al hacer vibrar la riqueza de elementos discretos, recogiendo
hasta el detalle más ínfimo, esta conversación testimonia de la vo-
luntad incesante de construir un sistema.
Ahora invitamos al lector a entrar por su propia iniciativa.
Podrá percibir la fluidez de la escritura, la elegancia del estilo, que
con constancia se destacaron en los desarrollos de cada caso. A la
vez apreciará la atmósfera amena y de estudio al leer estas páginas.

2. Lacan,]., "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de las


psicosis", en &critos 2, México, Siglo XXI, 1987, p. 540.

14
1. Vértigo, un bucle melancólico

Sonia Chiriaco

La melancolía generalmente se presenta bajo una modalidad que


casi no deja dudas en cuanto al diagnóstico. Agobiados por el su-
frimiento y el dolor, inmóviles, con la mirada fija en el piso, silen-
ciosos o rumiando sobre el pasado, es así como, aun los alienistas
más célebres, 1 describieron a aquellos pacientes en la expresión de
cuyo rostro puede leerse el dolor.
La joven mujer de la que hablaremos no mostraba esos signos
espectaculares. En ella, todo era discreto e insidioso. Su discurso
podía revelar sin embargo un bucle melancólico que circulaba sin
fin de la indignación al vértigo y retorno a la indignación. Tras un
síntoma de apariencia anodina, se alojaba una espiral infernal.
Desde hacía tiempo, Madeleine tenía vértigo. No sabía hablar
más que de eso o repetía sin cesar las palabras hirientes que había
escuchado durante su infancia: sus padres siempre la habían deni-
grado y convencido de que su vida no valía nada. Había encontrado
una sola manera de soportar la existencia y de obtener un poco de
dignidad: pasear por los senderos escarpados de la montaña, trepar
a la cima de los monumentos para descubrir panoramas grandiosos,
admirar las catedrales más altas y los paisajes más vertiginosos. Hu-
biera querido hacer parapente y saltar en paracaídas. Le gustaban
los deportes de riesgo. La altitud la elevaba; el vértigo la alcanzaba
nuevamente y la humillaba de manera irremediable.
No podía mirar el vacío pero, al mismo tiempo, era incapaz de
detenerlo. Para todos los que lo sufren, eso es el vértigo. Lo que

1. Destaquemos a Philippe Chaslin, Emil Kraepelin y más tarde Henry Ey.

17
VARIACIONES DEL HUMOR V~RTIGO, UN BUCLE MELANCÓLICO

el análisis descubrió fue aún más singular: más allá de su propio Ella no contaba. Humillada, mortificada por palabras impresas
paso, inseguro, Madeleine tenía sobre todo miedo de la fragilidad como huellas imborrables, Madeleine siempre había preferido
de los edificios porque le parecían pender de un hilo delgado. No borrarse. De adolescente, se aislaba días enteros cuando se sen-
tenía confianza en la mano del hombre. La naturaleza -montañas, tía herida, encamando el "no existo para nadie". Esta contabilidad
cornisas, acantilados- la hacía vacilar menos. acerca de la "nada" continuaba desplegándose: "no soy nada", "no
Por otras razones, se impresionaba con los monumentos anti- llegaré a nada'', "podría suprimirme, ahorcarme". Borrarse, desa-
guos: ¡era tan poca cosa comparada con tanta grandeza y belleza! parecer, no era más que la declinación de la relación dolorosa con
Cuando podía contemplar una vista panorámica, era la inmensi- el Otro. En las conversaciones como en los momentos de vértigo,
dad del paisaje y la del universo lo que le provocaba vértigo, y se la joven tenía la sensación de estar flotando. Al no estar segura de
preguntaba por qué vivía. La angustia y la desesperación la sumer- nada, prefería callarse, luego lo lamentaba, humillada por su pro-
gían. pio silencio.
El vértigo es un fenómeno del cuerpo y a esta joven mujer Sus ideas suicidas regresaban en círculo sin que el análisis pu-
podía llevarla hasta el desvanecimiento. Así, en lugares elevados diera disminuir su intensidad.
tenía miedo de perder el conocimiento y de caer al vacío. Pese a su juventud, el tiempo de arrepentimiento era como el
Desde su infancia, Madeleine se desvanecía por toda suerte de testigo permanente de su melancolía.
razones. Ser testigo del sufrimiento del otro, escuchar el nom- "Carcomida por el pasado'', no podía disfrutar el momento
bre de ciertas enfermedades, alcanzaba para producir el malestar. presente ni apostar por el futuro. Sus remordimientos se lo impe-
Sobre todo la vergüenza la hacía desfallecer. Cuando no se sentía dían, recordándole a cada instante que era demasiado tarde. Pen-
en su lugar, se sentía rebajada, "empujada hacia abajo". Tomando saba que al envejecer solo podría mirar su vida con remordimien-
los significantes a la letra, ella caía, inerte. tos. Desde su adolescencia tenía siempre la sensación de estar al
El desvanecimiento le hacía sentir que el cuerpo y el alma esta- final de su vida y trataba su futuro como si fuese el pasado. Breve-
ban separados y que la vida no era más que una ilusión. Un pensa- mente, el vértigo revelaba la posición subjetiva de la joven mujer:
miento se imponía entonces: no somos "uno" sino "una multitud su vida entera era un vertiginoso abismo.
de átomos aglutinados". Luego, precisaba que durante su adoles- Madeleine estaba aplastada por el peso de identificaciones ima-
cencia tenía a veces la sensación de que su espíritu se separaba de ginarias que se reflejaban al infinito en las desgracias de quienes la
su cuerpo. Se preguntaba entonces cómo hacía su mano para es- habían precedido.
cribir y por qué milagro sus órganos, sus miembros y sus huesos Su padre decía de sí mismo que había sido un niño rechazado,
podían mantenerse unidos. Una angustia inefable la oprimía. despreciado por sus padres. Su madre, exiliada de un país lejano,
Su cuerpo, fragmentado en una multitud de átomos, no le per- gravemente deprimida, se denigraba constantemente. Madeleine
tenecía, se partía, se le escapaba, se iba. De ser poca cosa ante el la había escuchado decir con frecuencia que quería suicidarse tal
infinito, pasaba a ser menos que nada, "empujada hacia abajo". El como se lo había escuchado decir a su propio padre. Pero fue
significante mordía el cuerpo, que no podía sostenerse. "Soy una sobre todo su abuela quien la empujó a la desorientación. Made-
incapaz, no valgo nada", decía con frecuencia. Había que tomar leine había pasado largas jornadas escuchando las quejas de esta
la expresión literalmente. Madeleine era la que no sabía hacerse anciana mujer, de quien era la única confidente y para quien re-
respetar, de la que se burlaban o se olvidaban. ¿No era mejor en- presentaba el único lazo con el resto de la familia, con la que se
tonces desaparecer? había enojado. Todas sus vacaciones de verano de niña, y también
La joven tenía la hipótesis de que sus padres habían anclado en luego de adolescente, habían estado dedicadas a romper la soledad
ella el juicio de indignidad. Y finalmente su vida les daba razón. y el aburrimiento profundo de esta abuela.

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VARIACIONES DEL HUMOR WRTIGO, UN BUCLE MELANCÓLICO

Madeleine no había olvidado el oráculo de quien fue la primera curiosa. Nunca había sentido eso con hombres de color, que con-
en "empujar hacia abajo" con la predicción de que nunca tendría taban con su preferencia. Reflexionando sobre las causas oscuras
un marido que la amase. de este fenómeno, emergió un recuerdo perturbador: cuando
Hoy se pregunta si su gusto por la soledad no viene de esas tenía seis años un vecino amigo de sus padres la invitó a su casa.
horas en que dejaba pasar el tiempo en la residencia siniestra de Solo recordaba que, al salir, él le acomodó la bombacha y acom-
sus abuelos. pañó el gesto con un comentario banal: "Tu mamá no va a estar
Su propia casa no había sido más vital. Madeleine salía para lu- contenta si ve que estás mal vestida". Salió con un regalito. Esa
char contra el letargo del ambiente: corría, andaba en bicicleta, noche, durante el sueño, la niña tuvo la impresión de haber co-
hacía natación, seguía corriendo. Necesitaba acción. Fue así como metido una falta y se ocultó bajo las mantas. No recordaba nada
nació su gusto por las proezas deportivas, por la aventura, por más. La falta estaba allí y lo indigno era precoz. Un hombre la
"una manera extrema de vivir", como ella la llamaba. Molesta y había rebajado al rango de objeto indigno. Reducida a la cosa,
audaz, angustiada y amante del peligro, queriendo rozar la muerte no se recuperaría más. Ninguna palabra, ningún guión, ninguna
para sentirse viva, Madeleine era una joven de contrastes. "Em- simbolización permitirían tratar esta irrupción inasimilable de la
pujada hacia abajo", amaba las alturas. La atraían lo insólito, lo sexualidad. Quedaba un resto vago teñido de malestar que había
extranjero y las desgracias. contaminado su vida de adulta. Madeleine siempre había tenido
Había tenido relaciones amorosas solo con hombres que pre- la intuición de que su desconfianza hacia los hombres se vinculaba
sentaban ese tipo de rasgos: desesperados, de otras culturas, que la con este episodio, sin poder precisar exactamente la razón: tenía
"empujaban hacia abajo". tan pocos recuerdos de su infancia que sentía "como un agujero,
Venía de romper con un hombre que no había superado la un blanco, un vacío" doloroso.
muerte de su mujer. No podía rivalizar porque el lugar estaba Bien nombrado, aquí el vacío es de estructura. Sin el velo fá-
tomado por la muerta. El análisis la ayudó a salir de esta espiral lico, despojada de semblantes, Madeleine era solo esta "multitud
mortífera al permitirle localizar sus identificaciones para luego se- de átomos aglutinados" de la que se preguntaba, desde adoles-
pararse a minima. cente, cómo podían mantenerse unidos. Sigmund Freud destaca
Las personas "desesperadas" eran para ella como un espejo la "claridad" 2 de la verdad del sujeto melancólico. Al no profundi-
en el cual temía abandonarse. Por eso le fascinaban los vagabun- zar en la hiancia, el análisis permite remover los bordes, revelando
dos, porque consideraba que sus vidas habían volcado estrepito- una construcción que, a falta de metáfora paterna, tiene que pasar
samente. No podía evitar contemplarlos, imaginando que podría por un camino más sinuoso, pleno de obstáculos, de identificacio-
alcanzarlos con facilidad. nes imaginarias y mortíferas, pero también, de algunos puntos de
La angustiaban más aquellos a los que les iba bien, pues tenía apoyo primordiales.
miedo de que "descubrieran su mediocridad" y de no estar "a la al- La cura era uno de ellos. La joven se atrevía a hablar ahí sin
tura". Tal como con el vértigo, era siempre una cuestión de altura. la angustia de sentirse humillada. Hacía tiempo había aprendido
"En mi familia", decía incluso, "necesitamos gente que esté por a evitar las miradas que la inquietaban. Recordaba sus trastornos
debajo de nosotros". escolares cuando debía afrontar esas miradas. Un día que debía
Se sentía en peligro si se aproximaban hombres de su propio responder preguntas delante del pizarrón, se desvaneció cuando se
medio. No soportaba sus actitudes seductoras explícitas en razón
de su belleza. En esa situación inmediatamente se sofocaba y le
daban náuseas. "La náusea ante el hombre blanco'', me dijo un 2. Freud, S., "Duelo y melancolía", en Oln-ns co'fllpletns, t . XIV, Buenos Aires,
día. Tratándose de una joven blanca la formulación era más que Amorrortu, 1996, p. 244.

20 21
VARIACIONES DEL HUMOR W .RTIGO, UN BUCLE MELANCÓLICO

sintió penetrada por los ojos de los otros niños. Después, de la es- tura y los deportes extremos, que combaten contra el inmovilismo
cuela a la universidad, se ubicaba siempre en las últimas filas para mortífero y la fascinación por el vacío, se nutre de la alta peligro-
no sentir las miradas de los otros detrás de ella. Esta era una de las sidad. El imperativo de goce mortífero es inmenso. ¿Querer sal-
razones por las que también en el cine se sentaba en el fondo de la tar desde un paracaídas cuando se tiene vértigo no ofrece por sí
sala. Aun en la oscuridad, no podía soportar la presión de miradas mismo una medida?
anónimas de espectadores detrás de ella. Por ahora intentó el salto en el análisis. Encuentra una protec-
La sensación de persecución era discreta. Madeleine supo ma- ción insospechada frente a la caída cuando pide al analista que la
nejarla arreglándoselas para mirar en lugar de ser mirada. Puesto libere del vértigo.
que había elegido trabajar en fotografía, miraba detrás del aparato. La causa del vértigo era la vergüenza de sí misma y el desprecio
El ojo era ella. subjetivo. Sentirse rebajada hasta dejarse abandonar y perder el
Esos pequeños hallazgos que sostenían la vida de la joven, ob- conocimiento demuestra cómo el cortocircuito significante pasaba
tenidos durante el trabajo del análisis, se presentaban como herra- por lo real del cuerpo, donde no se había producido la metáfora.
mientas que solidificaban la estructura. En el apres-coup del fenómeno del cuerpo, el vértigo se trasformó
Madeleine ya no se desvanece ni se cae. El análisis dio una di- para esta joven en una significación atribuida a esta experiencia
rección, una base, a su existencia vacilante. Su vértigo no está cu- dolorosa de su indignidad. Pero esta significación no la aliviaba,
rado, pero al perder su fuerza de aspiración hacia el abismo cam- pues arrastraba la existencia completa del sujeto, fijándolo en un
bió de lugar. Era la réplica exacta del sentimiento de ser rebajada, movimiento de vacilación perpetua. La vergüenza producía el vér-
"empujada hacia abajo" en lo real. No había allí ningún tipo de tigo, que provocaba el desvanecimiento, y sobre el final se desen-
metáfora. Nada más que un deslizamiento significante que tocaría cadenaba nuevamente la vergüenza de haber fracasado y de haber
directamente el cuerpo, haciéndola desplomar mientras el sujeto estado por el suelo.
se eclipsaba. Ese poder no existe más. Inversamente, las proezas deportivas, de preferencia en los
Al tomar la función de barrera contra el vértigo, el análisis per- picos montañosos, la "empujaban hacia arriba", y le restituían una
mitió introducir un punto de inflexión en la posición melancólica parte de dignidad. Sin embargo ninguna proeza era válida si no
de la joven. Este trabajo, a contracorriente del movimiento que la la obligaba a mirar el abismo, si no podía hacer de ella un todo
precipitaba en el abismo de sus lamentos, es una red de protec- o nada. Este gusto por lo extremo, siempre retomado en el vér-
ción contra ella misma y contra su atracción horrorizante por el tigo, ¿no será la vertiente maníaca, la otra cara del bucle melan-
vacío. Había que detener este goce. La transferencia la sostiene, cólico que la arrastraba? Aquí era constante el equilibrio entre el
la retiene, la asegura como "la cuerda del alpinista", según sus pa- derecho y el revés del "mismo complejo al que el yo sucumbe", 3
labras. Esta cuerda que ella hubiera querido tener para los otros, como Freud lo describe en "Duelo y melancolía". Para Madeleine
pues hubiera amado ser guía de alta montaña por sobre todas las el riesgo de eyectarse de la escena estaba presente en las dos ver-
cosas. Es uno de sus últimos lamentos. Hoy la cuerda está tejida siones. Tratar el vértigo con situaciones que lo pusiesen en juego
con significantes. era una solución precaria.
El análisis le impide ser "empujada hacia abajo", pese a que Al dividir los pares significantes, vértigo/empujada hacia abajo,
sigue fascinada por el objeto perdido, como lo muestran algunas rebajarse/desvanecerse, el análisis detuvo el deslizamiento metoní-
de sus realizaciones cinematográficas. Sin embargo, su valor poé- mico infernal y deshizo la significación mortífera. Todos esos ele-
tico abre otra dimensión más vital, donde habita el deseo.
Todo surgimiento del deseo es algo a considerar, a retomar.
No es una tarea fácil. Porque en Madeleine el gusto por la aven- 3. Ibíd., p. 251.

22 23
VARIACIONES DEL HUMOR

mentas, separados y divididos, perdieron su potencia. El vértigo 2. La aversión del objeto en los estados mixtos
aislado se transformó en un síntoma menos temido. El equilibrio
permanece precario. Cuando se siente mejor, Madeleine espera el Serge Cottet
momento en el cual se sentirá nuevamente desesperada, atrapada
por esa zona de sombras que quisiera olvidar pero que no puede
borrar. Conoce muy bien esa alternancia entre las fases de excita-
ción, donde son posibles las aventuras más peligrosas, y los perío-
dos de gran desamparo.
No obstante, apostando por el futuro, se compró un pequeño
departamento que se convirtió en algo muy preciado, signo de su
nueva dignidad. Durante mucho tiempo, permanecía en la tenta-
ción de "soltar todos sus lazos para perderse en el anonimato de ¿Qué interpretación lacaniana podemos dar a las locuras de
las personas desaparecidas". De ahora en adelante este guión es el doble forma? Este tipo clínico que retuvo la atención de Emil
de un cortometraje. El personaje cuyos hilos Madeleine acciona es Kraepelin y, antes que él, de clínicos franceses como Jules Bai-
su doble. Vagabundo errante en una ciudad anónima y cruel, re- llarger, Jules Falret y más tarde Gaetan Gatian de Clérambault,
nuncia a todo; cambia radicalmente su destino, pasando del lugar no se destacan en el DSM-IV. ' Y con razón: la psicosis maníaco
de desecho a una vida de luces y colores. Su transformación re- depresiva de ahora en adelante deja su lugar al trastorno bipo-
sulta de la mutación subjetiva de su autor. lar, entidad comportamental, paradigmática de la orientación
Ahora bien, si el guión se terminó hace tiempo, la realización biológica de la psiquiatría. Se constatan oscilaciones del humor,
se perpetúa. El personaje de Madeleine queda pendiente de un una alternancia entre depresión y euforia, por fuera de toda
film inacabado. A tal punto que hoy me pregunto si ese estar en causalidad psíquica, a semejanza de los virajes de las estaciones
suspenso no sería una solución. Eternamente postergado, el film climáticas.
conserva el lugar de un proyecto que mira hacia el futuro. ¿Este Esta alternancia sin motivos psicológicos lleva a concluir en es-
horizonte inaccesible sostendría la existencia de la joven perpe- quizofrenia o en un trastorno esquizoafectivo, y en todos los casos
tuando su deseo? en un estado deficitario. Este tipo clínico merece nuestra mayor
atención con la mirada de la tradición freudiana.

UN CASO DE BINSWANGER

Un caso clínico nos permitirá clarificar un problema que Freud


dejó sin resolver: la alternancia de estados del humor considera-
dos opuestos. El mecanismo de inversión, digamos, de la "defensa
maníaca" que popularizó Melanie Klein, no daba cuenta de la pe-

1. DSM-IV Manual de diagnóstico y estadístico de los trastomos mentales, Buenos


Aires, Masson, 1995.

24 25
VARIACIONES DEL HUMOR LA AVERSIÓN DEL OBJETO EN LOS ESTADOS MIXTOS

riodicidad. Freud admite en 1921 que "El fundamento de estas os- No obstante, el texto es precioso, porque su ejemplo es fá-
cilaciones espontáneas del [humor] es, pues, desconocido". 2 cilmente descifrable por el corpus psicoanalítico. Binswanger,
El caso límite del "estado mixto" en el que los momentos de- especialista en la fuga de ideas en la manía, constata numerosos
presivos coexisten con la logorrea -mientras que en la fase ma- trastornos de lenguaje y creaciones neológicas. Destaca las carac-
níaca el sujeto expresa sus ideas más mórbidas- contribuye a la in- terísticas de lo vivido temporal, el tiempo eternizado del sujeto.
terpretación de esas locuras de doble forma. También es sensible a los signos de delirio presentes en la alter-
Partiremos de un caso propuesto en los años treinta por Lud- nancia de fases maníacas y melancólicas del sujeto.
wig Binswanger, amigo e interlocutor de Freud, veinticinco años En efecto, la unidad estructural de las dos formas capta mucho
más joven que él y orientado hacia la fenomenología. En 1960 más nuestra atención ya que estas tienden a mezclarse, o en todo
publica su compilación Melancholie und Manie, 3 donde relata una caso a reducir el lapso temporal. El pasaje casi continuo de un es-
gran experiencia clínica a través de un vocabulario filosófico neo- tado al otro evoca una estructura de banda de Moebius: la Stim-
husserliano y heideggeriano bastante hermético. La melancolía mung se revierte en su contrario, grandeza y culpabilidad coexis-
fue un tema específico de interés para los psiquiatras inspirados en ten, pero los mismos significantes se reencuentran. La inversión
la fenomenología. Binswanger es el iniciador de ese movimiento, de los signos caracteriza la alternancia de los afectos, mientras que
y justifica su distanciamiento de la orientación psicoanalítica de la queja del sujeto insiste y permanece constante.
esta manera: La señora Oiga Blum ve su vida estructurada por la alternan-
cia de períodos eufóricos y melancólicos. La cristalización de los
1. Critica la teoría de las pulsiones, incluida la pulsión de muerte, pensamientos sobre su padre hace pivotar sus estados de humor
en razón del fenómeno masivo de la angustia. Para él esta se en función del rechazo del cual es objeto. Cuando llega a estar en
origina exclusivamente en el objeto pulsional y en la represión. total oposición a su padre, el mundo le parece milagroso, o mi-
La experiencia que atraviesa el melancólico es transpsicológica. lagrosamente transparente: es el domingo de la vida. La euforia
Influenciado por Heidegger, considera que la angustia no tiene que la domina coincide con un saber sobre el mundo sin opacidad.
objeto. Es una experiencia de la nada. Atento al dolor de exis- Todo el sinsentido se anula. Cuando está identificada con él, no
tir, promoverá la corriente existencialista del Daseinanalyse. tiene el derecho de vivir, ni de estar en relación con los otros.
2. Al mismo tiempo que se opone a la interpretación biológica de Sabemos poco sobre la historia de la enferma, pero Binswanger
la psicosis, la sustituye por conceptos filosóficos más puros, en dice lo esencial en lo que concierne al lugar de los padres en el
su opinión, para captar el sentido de la experiencia del sujeto. delirio: en la fase maníaca, la paciente está claramente identificada
El resultado es el mismo, ya que vuelve a una concepción defi- con la madre, y se alegra de haber superado a su padre, objeto de
citaria de la relación del melancólico con el mundo, a la inter- una verdadera aversión. En la fase depresiva se identifica con el
subjetividad, al Mitsein [estar con] por una falla en la intencio- padre. En esta situación, se extenúa en insultos contra ella misma,
nalidad. Es "la falla en la estructura constitutiva del ego".-f pues no se siente más digna de existir que él.
En razón de su desconfianza de la novela familiar, Binswanger
provee bastantes detalles biográficos que encontrarán lugar en el
delirio. Vemos operar una construcción lubrida entre Heidegger y
2. Freud, S., "Psicología de las masas y análisis del yo", en Obras completas, t. el complejo de Edipo.
XVIII, Buenos Aires, Amorrorn1, 197 6, p. 12 5. La modificación de la frase nos La paciente tiene veintiséis años cuando es hospitalizada en la
pertenece [N. de T.]
3. Binswanger, L., Mé/ancolie etmanie, París, PUF, col. Psychiatrie ouverte, 1987.
clínica de Binswanger. Está divorciada, tiene un hijo. A los ocho
4. Ibíd., p. 72. años habla cuatro idiomas. A los dieciséis su padre tiene una cri-

26 27
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VARIACIONES DEL HUMOR LA AVERSIÓN DEL OBJETO EN LOS ESTADOS MIXTOS

sis epiléptica y ella se dice a sí misma que "la vida no merece ser ción9 del ego, término que promete un rico porvenir. En conse-
vivida". 5 cuencia, el Mitsein sufre la misma disolución: "Es esta disolución
Olga Blum se casa sin entusiasmo a los veintidós años. La luna la que libera el maníaco en dirección a su despreocupación, su
de miel es seguida de una depresión grave. Unas semanas después falta de consideración, su hiperactividad, su excitación, todo como
todo es nuevamente maravilloso. Tres semanas más tarde, la pa- con una visión rosa de las cosas, sin perturbaciones, ni cargada por
ciente queda ensombrecida por la tristeza mientras está embara- ninguna otra problemática".
zada. Se divorcia poco después. Las referencias de Jacques Lacan al significante en la manía se
Binswanger califica de "estado mixto caracterizado" 6 la oscila- aplican muy justamente a la logorrea de la paciente: "El sujeto no
ción permanente entre fases depresivas y maníacas, a veces en el tiene el lastre de ningún a, lo cual lo libra, sin posibilidad de libertad,
mismo día o en el espacio de algunos de pocos días. Por la mañana a la pura metonimia, infinita y lúdica, de la cadena significante". 10
está deprimida y logorreica; por la tarde, maníaca y con una queja En lugar de una clínica del objeto, Binswanger intenta dar
reivindicadora. Esta queja se presenta como un grito estremece- cuenta de esta excitación mediante "la falencia en la estructura in-
dor contra el abandono, las economías injustificadas, el personal tencional de la objetividad temporal" .11
mal educado, las puertas que chirrían y sobre todo la "enorme im-
becilidad de su entorno en el más alto grado". 7
La fase maníaca está caracterizada por una hiperlucidez resul- LJNA DOBLE IDENTIFICACIÓN
tante de un milagro: "las escamas cayeron de sus ojos y rompieron
sus anteojos grises". 8 La relación con ambos padres merece varias observaciones. El
Esta transparencia del mundo repercute en un éxtasis en el cambio de humor está en relación con una doble identificación.
cuerpo: permanece tensa como un arco. No se trata de un fenó- En la manía, como ya dijimos, Olga Blum está identificada con la
meno histérico, no es una puesta en escena, sino una sensación madre idealizada. En la melancolía está identificada con un padre
de despersonalización, una metamorfosis corporal que le impone indigno que no merece vivir. El padre egoísta es el significante de
otros hábitos. Ve la vida color de rosa; los días son más largos, las esta aversión.
noches más cortas. Escribe su autoanálisis y siente gran necesidad Lo indigno del padre suscita su protesta. Su queja contra él
de hablar, por cuanto su primer análisis fue "fallido". está completamente presente en la fase maníaca. Ella quiere ser
Por sobre todo tiene una filiación delirante con Goethe, ideal "lo contrario de su padre", es decir, "no ser egoísta".12 Se siente en
desdoblado de ella misma. Considera que el escritor la dispensa de sintonía con el género humano, supera las fronteras de la huma-
escribir Fausto, pues ya lo escribió él. Se dice aliviada; de alguna nidad, se comunica con los animales y las plantas. Es "ciudadana
manera él sería su esclavo. del mundo", sintagma que encontramos en la pluma de Heidegger
En ausencia de alguna referencia al goce de la lengua, Bins- en "De la esencia del fundamento" 13 y que fue lo que seguramente
wanger explica la despreocupación maníaca mediante la disolu-

9. Ibíd., p. 101.
1O. Lacan,]., El seminario, libro 1O, La angustia, Buenos Aires, Paidós, 2006,
p. 363.
5. Ibíd., p. 98. 11. Binswanger, L., ob. cit., p. 102.
6. Ibíd., p. 99. 12. Ibíd., p. 108.
7. Ibíd., p. 108. 13. Heidegger, M., "De la esencia del fundamento", en Ser, verdad y fttnda-
8. Ibíd., pp. 126- 12 7. 111ento, Venezuela, Monte Ávila 1968.

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VARIACIONES DEL HUMOR LA AVERSIÓN DEL OBJETO EN LOS ESTADOS MIXTOS

despertó la atención de Binswanger para relativizar su adhesión al cielo abierto. El lazo funesto es transparente tanto para ella como
Mitsein. para el resto del mundo. La hija hereda los pecados del padre:
Somos sensibles al hecho de que en Olga la exclusión del padre "Tal como antes sentía a mi padre como un ser inferior, es así
abre el campo del Otro. Caen todas las barreras: ella toma como como deben percibirme los otros en mi propia depresión". 19
modelo las proezas de la familia materna, todos acelerados, vi- Lo indigno del padre está presente en los dos estados: ella es
viendo a cien kilómetros por hora. como él en la melancolía y lo contrario en la manía.
En la depresión, por el contrario, la paciente se injuria a sí Retomando a Karl Abraham, Binswanger observa que "las
misma, se aborrece en su identificación con el padre. Es lo que dos fases están bajo la dominación de complejos idénticos y no
Freud describió como "desagrado moral". 14 opuestos". 2º En efecto, "la antinomia maníaco depresiva no se
Ella es la hija de un padre que no tiene derecho a existir, ahí sitúa únicamente entre la manía y la depresión, sino que se revela
está su falta de existir. Ella no tiene derecho a la existencia. 15 Sos- entre cada una de las dos distimias". 2 1 En la manía, "la enferma
tiene que su padre debería haberse suicidado: "Si no puede dar se orienta hacia el padre en el sentido de una toma de posición
nada y solo se dispone a recibir, entonces debería tirarse un balazo opuesta"22 -supera tanto al padre como a todos los obstáculos-.
en la cabeza". Esa es la falta moral del padre. De lo que resulta Y también lo hace en la melancolía, donde la abyección del padre
que: "Si alguien es como mi padre, entonces no debe tener hijos". 16 constituye su queja.
Sus ideas de muerte son relativas a la cobardía moral del padre. La referencia a Abraham está presente en el desciframiento de
Se trata de un "suicidio del objeto", 17 retomando la expresión de Binswanger y testimonia de la ambivalencia con respecto al psi-
Lacan al final del seminario La transferencia. coanálisis. Él afirma que en el suicidio melancólico, el enfermo no
El estado mixto se caracteriza aquí por la coexistencia del aba- se destruye a sí mismo sino que "destruye al miembro detestado
timiento y la excitación. En la fase melancólica, ella queda en el de la pareja parental que fue introyectado". 23
espectáculo del mundo: una noche vivió algo aterrador y bello a Binswanger cita "Esbozo de una historia del desarrollo de la
la vez. 18 Luego se despertó atormentada "con el único deseo de libido ... ",24 donde Abraham, a continuación de Freud, señala que
morir, de tener por fin la paz, de no vivir ningún desacuerdo, "los autorreproches del melancólico se dirigen esencialmente
ningún estremecimiento, de no ser más una cineasta". El agota- hacia el objeto de amor perdido". 25
miento físico provocado por la excitación es evidente, es como Sin embargo, esta hipótesis está lejos de ser confirmada por la
una película permanente. Pese a estar fuertemente deprimida, observación, en cuanto el padre está descalificado en su pretensión
"presenta la misma logorrea, sin hacer pausas". de transmitir sea lo que fuere de una filiación, ni amor ni deseo.
La unión de las dos fases es definitivamente la pulsión de
muerte, concepto ausente en Freud en 1921 a propósito de la
manía, considerada como simétricamente opuesta a la melancolía.
El filo mortal de la identificación con el padre está como a 19. Ibíd., p. 109.
20. Íd.; véase también Abraham, K., "Notas sobre la investigación y trata-
miento psicoanalíticos de la locura maníaco depresiva y condiciones asociadas",
en Obrascompletas, Barcelona, RBA, [1911) 2004.
14. Freud, S., "Duelo y melancolía", en Obras completas, t. XIV, ob. cit., p. 245. 21. Binswanger, L., ob. cit., p. 128.
15. Binswanger, L., ob. cit., p. 109. 22. Ibíd., p. 108.
16. Ibíd., p. 110. 23. Citado en ibíd., p. 109, n. 75.
17. Lacan, J., El seminario, libro 8, La transferencia, Buenos Aires, Paidós, 24. Abraham, K., "Esbozo de una historia del desarrollo de la libido basada en
2003, p. 439. el psicoanálisis de los trastornos mentales", en Obras co111pletas, ob. cit., [1924) 2004.
18. Binswanger, L., ob. cit., p. 107. 2 5. Ibíd., n. 24 y Binswanger, L., ob. cit., p. 110.

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V ARIACIONES DEL HUMOR LA AVERSIÓN DEL OBJETO EN LOS ESTADOS MIXTOS

Binswanger llama a esto "el hundimiento del padre en la nada". 26 en cambio que el goce incestuoso forcluyó el inconsciente. El re-
Esta referencia heideggeriana a la nadificación está más próxima torno en lo real es el padre egoísta, y no la pere-version ... Único
de la forclusión que de la ambivalencia afectiva. Pero nada dice de don del padre: los besos en la boca. Esta imputación de parte de la
"la cosa" a extraer: este objeto indigno desprovisto de todo atri- paciente sobredetermina el síntoma logorreico precoz y, tal como
buto fálico, la cosa mala que ella no quiere ser. ya vimos, no cede en la fase melancólica.
Respecto a este extremismo, el significante egoísta tiene valor de Ningún comentario se hace a partir de este goce ilegítimo.
lítotes, es la versión neológica de la forclusión. Condensa la doble Esta boca cosida por el padre podría estar en el origen de la lo-
significación de ser extranjero a su propia criatura tanto como ser gorrea y del aprendizaje de lenguas como suplencia: la tradición
una excepción a la solidaridad universal. Me atrevo a decir que el abrahamiana de ligar la identificación melancólica al objeto oral se
Mitsein funciona sin el mito del padre. Sin él, es el mundo de la esclarece. El origen de la relación especular con el padre encuen-
transparencia de todos con todos, con él es la opacidad de la noche. tra su punto de acomodación en este goce. El objeto oral alimenta
La relación filial es mortal. El padre queda desposeído de su de- la identificación con el padre.
recho a dar vida, y Oiga Blum es el producto de esta privación: no Encontramos un rasgo particular de la paciente, que consiste
se trata de la duda que concierne a un padre muy ideal tal como en dar al significante "canibalístico" una significación muy per-
Lacan lo articula a propósito de Hamlet; 27 lo que aquí está en juego sonal: cuando las escamas caen de sus ojos, la enferma manifiesta
no es más que una desidealización por decepción amorosa. "un bienestar canibalístico". La transparencia de un saber sobre
El fracaso del duelo es el fracaso de una identificación narci- el mundo se le presenta como devoración: "destroza al padre con
sista que solo permite el ideal del objeto. Sin este ideal, H amlet bellos dientes". 19 Recordemos los efectos de una pulsión oral "pri-
no puede hacer su duelo por el objeto como "duelo por el falo". 28 mordialmente reforzada"; es de lo que se trata a propósito del
Hamlet hace el duelo por Ofelia a partir de una identificación con hombre de los sesos frescos de Ernst Kris.3º
su deseo y reconoce que era su falta. En cambio, para Olga Blum Ella induce esa relación con el mundo dictada por la gula del
falta la pieza fálica en su guión; el padre egoísta es un padre del superyó. La variante delirante del síntoma es el reverso de la in-
cual ella no sería la falta. La culpa del padre sería su única certeza. hibición. Aquí la pulsión oral encuentra una vía hacia un saber sin
límites.
Por el resto, el filo mortal del estadio del espejo no explica
BESOS ROBADOS todo. La alternancia de la identificación y del rechazo surge de
una escansión específica. La identificación bruta con el objeto a
Sabemos poco de la relación de la hija con su padre, por fuera sin esta vestidura imaginaria del ego [a-i(a)] la libra a la pulsación
del hecho de que la paciente sostiene que su padre la besó siem- del goce. Es inútil introducir la defensa maníaca. El término es
pre en la boca. No podemos contentarnos con la explicación que inadecuado para captar el efecto forclusivo, la eyección del objeto,
Binswanger imputa a un cliché psicoanalítico según el cual el odio su extracción salvaje.
al padre fue precedido de una actitud amorosa. Podr íamos decir En nuestro caso, la legitimidad simbólica de la relación padre-
hija es rechazada. El goce del padre refuta la transmisión del falo.

26. Binswan ger, L., ob. cit., p. 128.


27. Ibíd., n. 10, pp. 361-363. 29. Binswanger, L., ob. cit., pp. 104 y 128.
28. Lacan, J. El seminario, libro 6, El deseo y su interpntación, ·Buenos Aires, 30. Lacan, ]., "Respuesta al comentario de Jean Hyppolite sobre la Ver11ei-
111111g de Freud", en Escritos 1, México, Siglo XXI, 1975.
Paidós, 2014.

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VARIACIONES DEL HUMOR

El desagrado por el objeto libera el goce logorreico, que a la vez 3. Una cuestión de disciplina
se libera de toda significación. Simultáneamente, "lo que es recha-
zado del lcnguaje"31 en nuestro caso retorna en lo real del cuerpo Lucía D'Angelo
sin imagen, un cuerpo elástico tendido sobre el mundo, "como la
cuerda de un arco". 31
Esta pulsación de goce, entre identificación y expulsión, es des-
conocida por el fenomenólogo como por el biólogo. Esta pulsa-
ción no tiene necesidad de ser cronológica. La alternancia entre
dos estados no es esencial; el mismo delirio justifica tanto uno
como otro. Siempre fracasa la misma tentativa de extracción. Si
el nombre de Goethe da lugar a una suplencia, la paciente puede
desarrollar su actividad frenética de escritura. Pero con el agota- 1NTRODUCCIÓN
miento mortífero que resulta, ella se encuentra en la abyección:
provoca vergüenza a la humanidad entera. Es un hecho que abordar la clínica psicoanalítica desde nuevas
El inconsciente es pulsación temporal. ¿Qué retorno tene- perspectivas nos confronta a nuevos interrogantes. La actualiza-
mos nosotros en la psicosis maníaco depresiva con su rechazo del ción de la doctrina, a la luz de la última enseñanza de Lacan dilu-
inconsciente? 33 La identificación y la separación de a se ofrecen c.idada po~ Jacq~es-Alain Miller, tiene efectos sobre nuestra' prác-
aquí a la observación en estado puro. tica. Al rrusmo tiempo, nos permite abordar los casos, a veces en el
Lacan evocaba en los Escritos esta intermitencia a propósito del r1~es-co~tp, abriendo un abanico de posibilidades más amplio para
deseo: un ida y vuelta entre permanencia del deseo y "un yo inter- hilar mas fino sobre nuestra episteme, a partir de la clínica.
mitente" que se encarna en el síntoma neurótico.H En el marco de la clínica borromea las variaciones del humor
En la psicosis, particularmente en la Memorias del presidente son ya una interpretación destinada, en efecto, al intento de hacer
Schreber, tenemos el testimonio de esta pulsación entre la atrac- que la clínica responda con nuevos instrumentos.
ción de a por el yo divino y su abandono. 35 No es un ciclo. Dos cuestiones han suscitado mi interés y han orientado mi
Hay que aplicar al goce esta pulsación en "eclipse"36 propia de contribución a esta conversación: 1) ¿Cómo apreciar las variacio-
la lógica del significante: ida y vuelta entre el efecto de enloque- nes del ~umor en la perspectiva de una clínica de modos de goce
cimiento de lo real de la lengua y la extenuación del cuerpo. El en las diferentes estructuras clínicas?; 2) ¿Cómo se transforma el
estilo teatral de Oiga Blum anima esta estructura. afecto en humor en las psicosis? 1

En función de estas preguntas, mi intención es abordar un caso


31. Lacan,J., "Televisión", en Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 552.
clí~ic~ en el que se puede apreciar el uso que hace el sujeto de sus
32. Binswanger, L., ob. cit., p. 99. v~n~ctones del humor, y su toque de real, en la clínica del objeto,
33. Lacan,]., "Respuesta al comentario de Jean Hyppolite sobre la Ve1?1ei- distinta de la clínica de la angustia.
111111g de Freud", en &critos 1, ob. cit.
34. Lacan, J., "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente
freudiano", en &critos 2, ob. cit.
35. Schreber, D. P., Memorias de un ne1wópata, Buenos Aires, Pretel, 1978.
36. Miller, J.-A., "La sutura", en JVlatemas ll, Buenos Aires, Manantial, 1988, l. Laurent, É., "Afecto, signo, certidumbre", en Estnbilizacioues en /ns psicosis
p. 64. Buenos Aires, Manantial, 1989. '

34 35
VARIACIONES DEL HUMOR UNA CUESTIÓN DE DISCIPLINA

EL MOTIVO DE LA CONSULTA Sin embargo, y casi desde el inicio del tratamiento, acude regu-
larmente a unas sesiones de técnicas orientales que le sirven para
Hace más de diez años, Julia llega a la consulta porque quiere descargar las tensiones de su cuerpo. La técnica es la digitopun-
resolver los malestares que la aquejan: tiene dificultades para man- tura, que se aplica en lugares neurálgicos.
tener la disciplina en el grupo que está a su cargo en el trabajo. En el inicio del tratamiento, la primera dificultad que tuve con
La falta de disciplina de los demás -que hablan todo el tiempo, el caso fue no poder establecer con claridad el diagnóstico es-
se distraen, no la escuchan- pone en cuestión su autoridad. Esta tructural, dado que las coordenadas no respondían del todo a una
situación, que se repite intermitentemente, produce una tensión neurosis histérica o a una psicosis clásica. La discontinuidad entre
generalizada en su cuerpo, que se va cargando de una energía ~e ambas estructuras no estaba lo suficientemente marcada. Si bien
la que no puede liberarse y cuyo efecto es, algunas veces, el abati- el síntoma, vehículo del goce a la deriva, estaba suficientemente
miento físico, y otras, la irritabilidad y un mal humor persistentes elaborado, el caso no presentaba un franco desencadenamiento de
que tiñen todos los aspectos de su vida cotidiana. Julia piensa que psicosis.
sus compañeros de trabajo se dan cuenta de su dificultad y se lo Actualmente, con el nuevo recurso de las psicosis ordinarias,
hacen a propósito. Le preocupa que piensen que no hace bien su puedo afirmar que no es una neurosis y que la paciente me orien-
trabajo y que la critiquen a sus espaldas. La tensión corporal no la taba a abordar el tratamiento de sus síntomas de una forma par-
deja pensar con claridad, se siente abotargada y lentificada en sus ticular. Por aquel entonces la analista, sin saberlo, consintió en
pensamientos. hacerse partenaire/síntoma de la paciente quien orientó en la
Por otra parte, y es lo que más le preocupa, atribuye sus tensio- práctica de una modalidad de tratamiento, que era acompañarla
nes en el cuerpo -en un principio, no localizadas- y su mal humor en su funcionamiento, antes de que me hiciera con los instrumen-
como lo que no le permite disfrutar con tranquilidad de los paisa- tos de una clínica actualizada, a partir de la última enseñanza de
jes, del olor de las flores, de los sabores de las comidas. Le gusta La can.
pasear, beber y comer alimentos exquisitos, que adquiere en lu- La analista consintió también, no sin reservas en los inicios, en
gares especializados. Es una gourmet. Debo decir que en un pri- compartir la terapéutica con el técnico japonés. Con una precisión
mer momento, y sin salir de mi asombro, solo pude detectar que casi quirúrgica, Julia separa lo que es del orden de la psique de lo
la particularidad de estos objetos era que estaban asociados a los que es del orden del cuerpo. Tiene muy claro que el psicoanálisis
cinco sentidos. y la técnica japonesa le han enseñado cómo funciona su cuerpo
y su relación con la psique, que han hecho posible su mejoría y
le han permitido arreglárselas con sus síntomas. Por otra parte,
EL CASO CLÍNICO nunca ha tenido la curiosidad de saber cómo funcionan estas prác-
ticas. Solamente constata sus efectos.
Se trata de un caso muy complejo y de un trabajo que dura más En apariencia, el sujeto, hace un uso normal del lenguaje, en
de diez años, cuyo tratamiento ha pasado por diversas fases o ci- el que no se verifican trastornos por la vía del significante: no
clos, de una progresiva y laboriosa producción; con momentos de hay presencia de neologismos. Por el contrario, el trastorno pa-
caídas subjetivas delicados, pero, también, con ciertos efectos tera- rece consistir en que el sujeto aspira a hacer un uso perfecto de la
péuticos, desde entonces hasta la actualidad. lengua, que la obliga a rectificar constantemente su discurso para
La paciente nunca ha presentado indicio alguno sobre el afecto encontrar la palabra precisa. Su discurso, por otra parte, es pura-
de angustia. No ha consentido en tratarse con ningún psiquiatra y mente descriptivo, y la cadena metonímica, aunque se desliza con
no ha tomado medicación, ni siquiera aspirinas. coherencia semántica, no parece remitir a ninguna significación.

37
VARIACIONES DEL HUMOR U NA CUESTIÓN DE DISCIPLINA

En cuanto al afecto y el humor, la particularidad del caso me a la deriva, se produjo una interrupción, una desconexión del
llevó a plantearme la pertinencia de vislumbrar en ~st~ ~aciente sujeto y el cuerpo que puso en juego el intento de localización
un uso muy particular de esta dupla conceptual. La diale~nca sub- del goce.
jetiva separaba los fenómenos del cuerpo en dos secuencias: la se- La progresiva desconexión con el Otro provoca que los vínculos
cuencia afecto/desafecto y la secuencia mal humor/buen humor. sociales -con sus compañeros de trabajo y con su partenaire- se
Quedaba por dilucidar cuál era la articulación, el funcionamiento reduzcan a un plano estrictamente imaginario, con tintes perse-
que estas secuencias tenían para ella. , cutorios. En este caso, la interpretación delirante toma otro sesgo
De entrada, también, el sujeto pone en escena el fenomeno de que aquel de la imagen. Los otros podían detectar las tensiones
la caída subjetiva que se produce cuando no puede extrae.r el plus que le iban "cargando" el cuerpo y hacer uso de ello para denun-
de goce de los objetos tan particulares que intenta producir. ciar al Otro, que no sabe mantener la disciplina en el grupo, y
separarla de su función. Cabe subrayar que esta etapa del trata-
miento tiene resonancias afines a un posible desencadenamiento
Los CICLOS DEL TRATAMIENTO de la psicosis y su correlato, el riesgo de producir una regresión
tópica al estadio del espejo, que en este caso no se produjo.
En el primer ciclo del tratamiento, la tensión en el cuerpo era Si bien esta fue la etapa más dura del tratamiento, porque re-
generalizada. Solo más tarde se produjo la locali~ció~ del goce. :n quirió de un enorme esfuerzo por parte del sujeto, el goce a la
una parte del cuerpo, que se asentaba en una antigua mtei:~nc~o:11 deriva -la tensión generalizada del cuerpo- permite una localiza-
quirúrgica en la cadera y que había dejado una secuela casi mvis1- ción que sólo afecta a una parte, la cadera, herida en lo real, que se
ble e indolora. Sin embargo, en los inicios, la paciente tenía una asienta en la antigua intervención quirúrgica, que no se significa
interpretación delirante al respecto: suponía que los ~tros ~~<lían ahora por el lado de lo imaginario, sino en lo real. Es decir, en la
detectar ese defecto en su imagen corporal y que pod1an cnncarla carne, el cuerpo del goce, sin forma, que aloja la sustancia gozante
por eso, con el agravante de que ella no podía ver ese lado de su del cuerpo, para dar testimonio de lo que queda de incorporal en
cuerpo en el espejo. lo simbólico.
El primer ciclo del tratamiento consis~ió e~ to~ar en c~enta Podemos decir que se produce una verdadera conversión so-
el fenómeno del cuerpo por la vertiente 1magmana, es decir, el mática de lo imaginario en lo real. Al mismo tiempo, la sustancia
cuerpo como imaginario, y restablecer un ~so de la i~~gen del gozante del cuerpo, antes afectado por el lenguaje y que deja la
cuerpo que la alivió desde entonces de la mterpretac10n para- libido a la deriva, una vez localizada, permite otra forma de ma-
noide. Nunca más se volvió a preocupar del asunto por este sesgo. niobrar en el tratamiento.
La paciente parecía responder al tratamiento simbólico sobre lo Sin dudas, en este ciclo, podemos apreciar la clínica más de-
real y de la pertinencia del efecto del si~~ficante s.obre. el c~erp?, purada que puede desplegar el sujeto sobre el goce, el cuerpo y la
produciendo una verdadera transformac10n de lo 1magmano. Sm transformación del afecto en humor. Fue la etapa más difícil del
embargo, y a pesar de esta transformació~, el .c~rso del trata- tratamiento, la más productiva, y requirió de un enorme esfuerzo
miento nos daría la señal de la dificultad de mscnbir el cuerpo en de invención. La técnica japonesa, que precisamente se ocupa del
lo simbólico. cuerpo regulado y que propone que este se autorregula, no alivió
Cerrado este primer ciclo del tratamiento, se abre un se- en nada todo este período.
gundo en el que Julia nos enseña que restablecer la imagen ?,el En este ciclo del tratamiento, se depura también el uso que
cuerpo imaginario no era suficiente para mantener una relac10n el sujeto hace de la dupla afecto/humor y nos da las coordenadas
normal con el cuerpo como tal. Por la vía del síntoma, antes para plantear que, en efecto, cuanto más aislado está el fenómeno

39
VARIACIONES DEL HUMOR UNA CUESTIÓN DE DISCIPLINA

del afecto en la dialéctica del sujeto, más tiende a objetivarse como La acompaño en esa decisión, alentándola en la firmeza de que
humor, que aparece, en el límite, como exteriorizado. manteniéndose a distancia de la escena laboral por un tiempo,
La relación con otros le produce una acumulación de tensión podrá recuperar las fuerzas vitales.
en el cuerpo y los encuentros con el grupo se le van haciendo El médico laboral, poco interesado por las temidas razones de
progresivamente insoportables. La tensión acumulada la lleva al su solicitud, le otorga, sin demasiadas preguntas, una licencia por
abatimiento y la fragiliza emocionalmente. La "psique" se em- nueve meses.
bota y no puede pensar. La vida no tiene sentido y se produce Alejada de la escena laboral Julia recupera poco a poco su vi-
la caída del sujeto. No puede extraer el plus de goce de los ob- talidad. Aunque temerosa de que la institución la controle, aun
jetos; no puede disfrutar del mar, de la bebida, de la comida, de en su ausencia, poco a poco planifica al detalle sus paseos, elige
la lectura. cuidadosamente sus lecturas y películas y, sobre todo, recupera el
Al mismo tiempo, interpreta que a través de las directivas o gusto y el placer de adquirir e ingerir sus alimentos exquisitos, que
nuevas reglamentaciones que surgen en su trabajo, el Otro de la siempre están cuidadosamente medidos y programados para los
institución le pide más y más y Julia no puede cumplir con esos distintos momentos del día.
requerimientos. Después de nueve meses de ausencia, vuelve a su trabajo con
No se siente con fuerzas físicas para afrontar su trabajo ni para renovadas energías vitales. De la experiencia vivida, ha movilizado
cumplir con los mandatos que considera insensatos de_los regla- todo un saber sobre la relación entre el cuerpo y la psique, que
mentos laborales. Esta situación produce una progresiva desvita- espera poder aplicar en su vida laboral y en relación con su parte-
lización del cuerpo; casi se arrastra para caminar, apenas se oyen naire. No está dispuesta a llegar otra vez a aquella situación límite.
sus palabras cuando habla, baja de peso y solo quiere meterse en la Elabora un verdadero programa de reincorporación al trabajo y
cama y dormir. su encuentro con los otros. Eso abre el tercer y último ciclo del
Se reinstaura la interpretación delirante de que sus colegas la tratamiento, que dura hasta la actualidad.
critican a sus espaldas y que seguramente la denuncian ante la au- El tercer ciclo se caracteriza por un verdadero saber arreglár-
toridad de la institución diciendo que ella no sabe mantener la dis- selas con su síntoma. Está dispuesta a preservar que ella es como
ciplina ni cumplir con su función. Tiene la certeza de que dichas es y que los demás pueden pensar lo que quieran. En cuanto a sus
autoridades han tomado cartas en el asunto y la idea del moving colegas, ha podido detectar, no sin humor, que los otros tampoco
laboral planea por su cabeza. pueden conservar la disciplina, a pesar de respetar los reglamen-
A medida que la solución delirante progresa en su elaboración, tos. Por su parte, hará uso de esos reglamentos, tal corno consi-
la elación tiende a quedar regulada por efecto de la interpretación. dera que deben ser aplicados.
La intervención del analista consistió en intentar obtener el difícil Julia no descarta que los efectos de tensión puedan volver a re-
equilibrio entre acompañar la elaboración del sujeto y al mismo petirse, dado que son los efectos que le produce su trabajo, pero
tiempo preservar una distancia operatoria con las ideas delirantes. ahora sabe, cuáles son sus recursos para que puedan ser tratados y
El mal humor y la irritabilidad fueron el telón de fondo de todo hasta anticipados, con el saber que ella ha obtenido, en sus meses
este período. Estaba francamente rabiosa. de alejamiento del trabajo. Los otros intentan sacarla de quicio y
Por otra parte, Julia, teme la entrevista con el médico laboral, hay días en que la tensión localizada en su cuerpo es casi insopor-
donde por primera vez pide una baja laboral. No quiere hablar table. En esos casos, el sujeto despliega todo el aparato operatorio
de sus cosas con él y teme una confabulación entre el médico y que ha inventado para tratar su malestar. No sin el analista.
la institución, que muestre aspectos de su vida que ella no quiere Así, en cada sesión, Julia, me pasa el parte diario de sus varia-
revelar, ni tampoco las razones de su malestar. ciones del humor. Me describe minuciosamente en la sesión los

40 41
VARIACIONES DEL HUMOR UNA CUESTIÓN DE DISCIPLINA

avatares del día laboral, o los del fin de semana con su partenaire: :\'o, en realidad, eran las 12:40". Al mismo tiempo, es incapaz de
"Hoy ha sido un día bueno, los otros me han dejado trabajar tran- reproducir un diálogo con el otro. No recuerda ni lo que ella dijo
quila", o también, "Hoy me han hartado y siento que me estoy ni lo que el otro respondió. Si la interrumpo para hacerle una pre-
cargando de tensión". Al mismo tiempo, me comunica cuál ha gunta o si intento puntuar su discurso, apenas parece escucharme
sido la solución o cuál será la solución para descargar la tensión ~· tiene que recuperar el tiempo de mi intervención, apurando aún
acumulada durante el día, antes de volver a casa. Ahora, los días más la continuación de su relato. Cuando el relato es interrum-
que no tiene sesión, los fines de semana y los períodos vacaciona- pido, lo retoma en el punto en el que se suspendió. Las historias
les también apela al recurso a medida para resolver sus tensiones. tienen que ser completas.
Julia espera que yo confirme sus soluciones. Unas veces, la so- La paciente me ha enseñado que debo intervenir al final de
lución elegida es una cita con el técnico japonés. Otras veces, es ir la sesión; ella me escucha, se levanta del diván y acepta discipli-
a beber determinado vino o licor acompañado de cierto alimento. nadamente que es el fin de la sesión. La sesión puede durar diez
En otras ocasiones, es ir a w1a librería para comprar una novela, y minutos o veinte, ella acepta la separación dócilmente, y deja de
otras es ir al cine a ver una película, cuidadosamente elegida, más mi lado el uso del tiempo. Es por esta vía, el manejo del tiempo,
que por su contenido, por la estética de sus imágenes. Esta situa- donde parece sostenerse la interpretación, para mantener la rela-
ción dura ya dos años. ción entre significante y el goce. La introducción de esta modali-
La paciente nunca ha manifestado la posibilidad de concluir dad de corte produce hasta ahora la estabilización del sujeto.
con su tratamiento hasta el día de hoy. El síntoma del sujeto, la El diálogo entre la paciente y el analista continúa.
elaboración de saber desabonado del inconsciente, parece incluir,
hasta ahora, al analista como partenaire.
PARA CONCLUIR

SOBRE LA INTERPRETACIÓN El abordaje del caso desde la perspectiva de la clínica de las


modalidades de goce nos permite plantear el caso clínico con nue-
Antes de concluir, querría decir unas palabras sobre el analista vos recursos, que pueden despejar una serie de fenómenos de los
y la interpretación en este caso. que no disponíamos si nos limitábamos solamente a los recursos
Julia acude a mi consulta dos veces por semana, los mismos de la clínica estructural, los que, por supuesto, hemos de tener en
días de la semana y a la misma hora. Nunca ha faltado a una sesión cuenta.
y es muy puntual; se inquieta si la hago esperar, pero no se queja. El caso nos enseña que en las psicosis puede producirse un des-
Si ella llega unos minutos tarde, pide disculpas y me explica atro- plazamiento del afecto al humor. El segundo ciclo del tratamiento
pelladamente el incidente en el metro o las dificultades del cajero pone en evidencia que, a medida que el afecto se convierte en cer-
automático del banco. Se acuesta en el diván y habla muy de prisa tidumbre para el sujeto, se transforma en humor. En este caso, y
y sin interrupciones, hasta que la despido hasta la próxima sesión. para ser más precisos, en mal humor. En la producción delirante
Sin interrupciones quiere decir que a veces se le atropellan las pa- del sujeto, podemos apreciar que el q111111ttn11 de afecto remite, en
labras porque quiere decir todo y hacer un buen uso del lenguaje efecto, al r¡ua11tu111 de certidumbre, en la medida en que aparece
y del tiempo del que dispone, con el trabajo añadido de que debe como un signo del goce del Otro. En ese sentido, la particularidad
corregir su discurso para hablar con precisión. Sus relatos de la del caso es el uso que hace el sujeto del humor como forma de
vida cotidiana son extremadamente minuciosos y cultiva la preci- defensa, como barrera al goce del Otro, lo que permite su estabi-
sión de los detalles; tiene que ser impecable: "¿Dije 12:30 horas? lización.

42 43
4. De la angustia a la depresión

Philip pe La Sagna

Angustia y depresión constituyen, tanto en la doctrina como en


la clínica, una pareja compleja colonizada y desviada por el trata-
miento farmacológico. En 1895, Freud observaba que la melanco-
lía se combinaba típicamente con una angustia grave. 1 Al mismo
tiempo, separaba neurosis de angustia de neurosis de transfe-
rencia, pues no encontraba en la primera la elaboración psíquica
perteneciente a estas últimas, sino lo que se designa hoy como un
efecto del cuerpo. Así, fundaba su primera teoría de la angustia
como transformación de la libido.

INH IBICIÓN, ANGUSTIA Y DEPRESIÓN

Sabemos que treinta años más tarde, en su trabajo "Inhibición,


síntoma y angustia", Freud renuncia solo en parte a su primera
teoría de la angustia. Pone el acento en la inhibición como meca-
nismo de evitación de la angustia por renuncia a la función; hoy la
inhibición es considerada como el centro del afecto depresivo.
Pero, sobre todo, mantiene una puerta abierta sobre su pri-
mera intuición de una alquimia íntima y singular entre libido
y angustia que existiría paralelamente a la angustia señal. Más
allá de su nueva teoría de la angustia, Freud sostiene siempre la

1. Freucl, S., "Sobre la justificación ele separar de Ja neurastenia un clctcr-


minado síndrome en calidad ele neurosis de angustia'', en Obrns completns, t. III,
Bu nos Aires, Amorrortu, 1979.

45
VARIACIONES DEL HUMOR DE LA ANGUSTIA A LA DEPRESIÓN

posibilidad de que "se forme angustia desde [.. .] las mociones delo de la angustia como señal de lo real. 5 Angustia y culpabilidad
pulsionales".2 'ie oponen pero pueden alternarse. Las formas de deslizamiento de
En la inhibición, esta angustia -que se sostiene de lo repri- la angustia a la depresión y su retorno son particularmente intere-
mido- no está necesariamente ligada al retorno de lo reprimido S<mtes para la clínica y la doctrina. Es lo que demuestra el caso de
que supone el síntoma. Frente al ello la angustia se separa de lo Claire.
que viene del inconsciente.
Asimismo, en la conclusión de este texto, Freud opone la an-
gustia al temor de la pérdida del objeto, al dolor como conse- SABER HACER CON LA ANGUSTIA
cuencia de esta pérdida. En este caso el dolor, en cuanto dolor
psíquico, supone un mínimo de elaboración: investir un objeto C laire vine al análisis porque se siente agobiada por un estado de
perdido se elabora en la depresión como objeto exterior. 3 angustia crónica interrumpida por crisis muy violentas. Este estado
Se puede destacar que este efecto de litoral entre angustia y y las crisis duran desde hace años con períodos de remisión y otras
dolor psíquico esclarece las angustias dolorosas observadas en la fases muy agudas y paralizantes. En general, las crisis preceden pe-
clínica. Lo que plantea la pregunta acerca de la frontera entre ríodos más o menos largos de angustia invalidante en los cuales tra-
neurosis de angustia y la melancolía ansiosa clásica. Incluso, esos bajar, desplazarse o simplemente vivir resulta muy difícil. En lo más
"trastornos del afecto" se entrecruzan con los "trastornos del agudo de la crisis, esta angustia se trasforma en dolor. Claire está
humor" para dar una base a la tríada freudiana de neurosis, psico- atonnentada por la doble necesidad de querer escapar de su angus-
sis y neurosis narcisistas. tia y la de quedar fijada en una inmovilidad próxima al estupor.
Esta joven y valiente mujer teme más que nada que los otros
descubran esta angustia, lo que le provocaría una extrema ver-
LA IDENTIFICACIÓN CON EL OBJETO güenza. Por esta razón, con un talento a prueba de todo, Claire
luce una máscara sonriente detrás de la cual se ocultan su angustia
Lacan revirtió la perspectiva al mostrar que la angustia, en su y su dolor. Para los demás, ella es el ejemplo de la mujer fuerte:
relación con lo real, supone el retorno sobre el sujeto de un ob- los momentos difíciles en los que desaparece encajan en su perso-
jeto perdido. Ese retorno puede alterar el yo, que queda fijado en nalidad de artista. Se burla de los que hablan del miedo al miedo,
una identificación singular. Hay un efecto depresivo que consti- o de los médicos que le aseguraron que la angustia no puede durar
tuye la base donde se elabora un objeto "psíquico" en el sentido más que cuarenta y cinco minutos.
de Freud. Este objeto, y ahí está la novedad, será no obstante del Claire ya hizo una psicoterapia. En el transcurso de ese trabajo
"orden de lo irreductible de lo real"-t y será tomado por el su- anterior, observó que su angustia comenzó durante la separación
jeto, en la culpabilidad, como un defecto o como una falta. Pero y el divorcio de sus padres, cuando tenía diez años. En la conti-
cuando la asimilación del objeto al yo permanece inestable, ese re- nuación del trabajo, el punto de origen de esta angustia retrocede
torno puede ser señalado por una angustia extrema, que es el mo- cada vez más en el tiempo hacia su infancia. Pese a ello, Claire
siempre consideró el pasado como mejor, nostálgica de una edad
de oro que aparece como una vida de ensueño.

2. Freud, S., "Inhibición, síntoma y angustia", en Obras co111pletns, t. XX, Bue-


nos Aires, Amorrortu, 1979, p. 105.
3. Ibícl., "Acldenda. Angustia, dolor y duelo", pp. 158-160.
-l. Lacan, J., El seminnrio, libro 10, Ln nngustin, ob. cit., p. 174. 5. Ibíd.

47
VARIACIONES DEL HUMOR DE LA ANGUSTIA A LA DEPRESIÓN

LA INFANCIA CIEGA de ese encuentro, ella era el centro de atención de la familia, como
una niña. Luego de devenir la novia de un muchacho, perdió la
Durante la separación de la pareja parental, estuvo muy pre- posición de excepción. ¿Claire cae en la angustia porque deja de
ocupada por su padre. La madre de Claire, herida por las malas ser la heredera del padre o porque se volvió hija de su madre?
conductas de él, se fue a vivir con una amiga llevando a sus tres
hijos, de los cuales Claire era la mayor. Su padre, muy abatido, la
invitaba cada fin de semana a la gran casona familiar, donde ella El SÍNTOMA Y EL DESEO
temía sobre todo el encuentro con objetos acumulados que refor-
zaban el vacío del lugar y el de su padre. Esos objetos extraños Sin embargo, tiene una conducta muy diferente de la de su
alimentaban sus insomnios. madre. En su vida no hay más que un solo hombre. Presenta tam-
Pero de lo que Claire quiere hablarme es de cuánto la hacía bién un síntoma banal, una marcada dispareunia. Este dolor in-
sufrir su madre que no le ocultaba nada de su vida amorosa des- móvil y poco fluctuante que perturba su sexualidad la conecta con
bordante. Ninguna preocupación por el pudor parecía atravesarla. la agitada vida de su madre. Ella lo asocia con lo que escuchaba
La ausencia de pudor maternal es aquí causa y consecuencia de la desde su cama y que la hacía dudar entre el goce y el dolor su-
ineficacia de la función del falo en la madre, pero también en la puesto del Otro materno, que se anuda al suyo propio. Ese sín-
hija, aunque de un modo muy diferente. El falo opera a través de toma le obstruye la posibilidad de una radiante vida sexual y un
un velo y su función, precisamente, está en relación con el hecho embarazo.
de estar velado. En efecto, Claire no ignoraba nada de la se:xuali- Tiene a la vez ganas y mucho miedo de quedar embarazada.
dad, conocía la realidad y el correspondiente vocabulario. Por otra No son los cambios de la imagen corporal lo que más teme del
parte, cultiva fácilmente un estilo canalla y una manera de hablar embarazo. Tampoco teme la vergüenza de hacer visible para los
que podría sonrojar a un hombre atrevido, lo cual contrasta con otros las consecuencias de su deseo sexual. En realidad, para esta
su aire frágil y su perfecta educación. No teme nada, ni de lo que joven, el embarazo comparte con la angustia la realidad de la
dice, ni de los hombres, ni del trabajo. Pero cuando esa nada le re- irrupción de algo en la vida del cuerpo a lo que no se puede sus-
torna, con el puño contraído de angustia, tiene miedo de todo por traer ni escapar.
un largo período de tiempo. Delante del espectáculo ofrecido por
su madre, Claire se hace mirada. No olvida nada, registra todas las
calaveradas maternas, incluso aquellas que los otros no advierten: ALGO MÁS EN EL CUERPO
el desamparo evidente de su madre.
No le saca los ojos de encima, cualidad que comparte con su Ella relaciona eso con otro recuerdo. Cuando nma, tenía
padre. Él tiene el blink, el arte de poder decir en unos segundos miedo de volverse ciega durante el sueño, sin saberlo. Lo más ho-
lo esencial sobre un objeto. Claire sabe perfectamente que está rrible es no poder saber si era o no ciega. Pasaba la noche verifi-
identificada con ese padre o con su mirada. Por otra parte, sabe cando su visión con un juguete que hacía reflejos luminosos. Ella
también que la primera crisis de angustia, la más importante en me d~cía: "Ser ciega era perder algo esencial sin saberlo". El em-
su recuerdo, sobrevino en su adolescencia, mientras camina del barazo es lo opuesto y lo mismo. Es algo más que acontece en el
brazo de su novio se crnza con su madre y piensa que ambas son cuerpo sin sa her verdaderamente lo que es. Claire testimonia de
muJeres. una captura exacta de la función del objeto a en la angustia, donde
Esa relación amorosa, que dura todavía, pues este hombre es la falta viene a faltar. Eso significa también que le falta el apoyo de
su actual compañero, separó a la joven de la familia paterna. Antes la función del falo que introduce una medida de la pérdida como

49
VARIACIONES DEL HUMOR DE LA ANGUSTIA A LA DEPRESIÓN

de la ganancia del goce del cuerpo. El falo da una medida estable, Pensaba con frecuencia que su vida era soportable, y en parti-
un símbolo imaginario, a esos movimientos del goce del cuerpo. cular sus crisis de angustia, con la condición de poder salir en todo
momento. Sabía de qué hablaba, pues tmo de sus antepasados se
había suicidado por defenestración hacía un tiempo. Aquí, por el
EL INCONSCIENTE CONTRA LA ANGUSTIA DEPRESIVA hecho de cargar con otra vida, esta posibilidad le estaba vedada.
Ella, que soportaba la vida gracias a la existencia de esta puerta
El trabajo en la cura permite levantar rápidamente el síntoma de salida, no la soportaría más una vez que esta puerta de salida
de Claire, reduciendo así la angustia a su función de señal soporta- le fuese retirada. Su vida era también la de otro, un niño, y no le
ble. Claire sobresale en el trabajo de enmarcar su angustia, locali- pertenecería únicamente a ella.
zando las coordenadas simbólicas de su llegada.
Asimismo, sabe producir los sueños que detienen la angustia
por la producción de la sorpresa, de la tyché, propia del incons- EL TIEMPO DE LOS RELOJES Y EL TIEMPO DEL OBJETO
ciente. El objeto causa del deseo, en juego en el inconsciente, se
opone a la presencia invasiva del objeto de angustia, operando una Existe un nudo extrafío entre el viviente y la categoría del
nueva alianza de ese objeto con el saber inconsciente. Así, dentro tiempo. Este lazo entre el viviente y el tiempo ha hecho reflexio-
de poco, podrá encarar la vida de otra manera. Piensa que tiene un nar a los fenomenólogos clínicos. En efecto, está el tiempo de los
futuro suficiente para poder compartirlo con un niño. Su temor relojes, el tiempo de la historia que se despliega en el éxtasis del
era estar demasiado angustiada para poder ocuparse de un niño, tiempo, a saber, presente, pasado y futuro. Está también el tiempo
o de no poder estar presente para él. Decide dejar su tratamiento indebidamente llamado vivido y que es ese tiempo del viviente, o
con antidepresivos para poder quedar embarazada. de un ser que se las tiene que ver con el goce del cuerpo. En su
artículo "Depresión y tiempo vivido ... ", Erwin Strauss distingue el
tiempo trascendente y el tiempo inmanente de lo vivido. En este
LAS VÍAS DE LA SEPARACIÓN DEL OBJETO sentido citamos esta frase célebre: "El tiempo trascendente pasa,
mientras que el tiempo del yo aumenta".6 Strauss cree en el sen-
En un primer momento, el embarazo la tiene a sus anchas. tido del crecimiento y del desarrollo pero nosotros diríamos que
Nunca se había sentido tan bien, hasta el momento en que anun- cree en el sentido de que quiere vivir. Al revés de ese querer vivir,
cia a todo el mundo el futuro nacimiento. Por supuesto, este ni11o hay quizás una demanda de muerte, estrictamente ligada a la vida
la aproxima a la familia del padre. humana. Es decir, al ser que, sabiéndose vivo, se piensa probable-
Pero ver la imagen del niño en la pantalla del ecógrafo inau- mente muerto. Este autor ve una improbable capacidad de la per-
gura lo insoportable. Su angustia crece hasta tal grado que necesi- sona de prosperar,7 pero para nosotros, se trata de la captura del
tará un tratamiento neuroléptico y un período de hospitalización. sujeto de lo que es una vida, el tiempo de una vida, tal como Lacan
Me dirá más tarde que el marco hospitalario le aportó una pro-
tección contra la que parecía desbordar. En el apres-coup de esta
secuencia, y luego del nacimiento de su hija, podrá revelar la ló-
gica de ese momento. En realidad, lo que sobre todo provocaba 6. Strauss, E., "Das Zciterlebnis in dcr cndogenen Dcpression und in der
p~ychopathischen Verstimmung", en Psycbologie der 111e11schlicbe11 Welt, Berlí~,
el miedo del embarazo era que la vida que llevaba en su vientre Springer Vcrlag, 1960, p. 129, cit. en Maldiney, H., Pense1· l'bo111me et In folie,
le retirase un plus secreto que guardaba en silencio desde hacía Grenoble,J. Million, 1997, pp. 103-104.
mucho tiempo. 7. Ibícl.

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VARIACIONES DEL HUMOR DE LA ANGUSTIA A LA DEPRESIÓN

lo evoca en su Seminario 16. 8 Pensar en la muerte servía a Claire El VALOR DE LA VIDA


como un medio para soportar esta vida desbordante de su cuerpo.
Si la muerte es imposible, la vida deviene una necesidad de la cual A partir de la crisis del embarazo Claire desplazó completa-
no se puede escapar, por lo que se reduce a una pura angustia. mente su relación con el futuro y el objeto: "A partir del naci-
miento de mi hija, supe que de ahora en más necesitaría vivir una
vida entera, pero tuve la suerte de que ella me tomase de la mano
LAs EXIGENCIAS DEL "sE" para mostrarme el camino de lo que hacía falta para vivir. Hubiese
querido que me saquen esta niña para no tener que soportar vivir
Desde el momento en que los demás se enteran de que está em- con angustia, y ahora es ella la que hace que vivir sea posible".
barazada, los otros pasan a representar un "se" que le suscita un Esto fue dicho evidentemente varios meses después del parto.
deber vivir y un deber hacer vivir tan impiadoso como anónimo. Claire agrega: "Me alegra escuchar a personas que estuvieron al
Claire explica muy bien cómo toda su vida estaba orientada hacia borde de la muerte, pues nos permiten captar el valor de la vida".
el pasado y la nostalgia. Toma fotografías como una manera de re- Esta expresión puede escucharse inversamente: ¡captar el que se
cuperar algo del pasado y de conservarlo. "Para estar en el presente traga la vida! 10 "Con mi hija tengo un lazo muy fuerte, tuve difi-
hay que tener un futuro y yo siempre rechacé pensar en él. Solo en cultades para investirla, pero me gustó desde el principio el amor
la angustia vivo en el presente, pero es un presente sin pasado ni fu- que nos une aún hoy. El amor que fabriqué con ella me permite
turo." Esto tiene relación con el hecho de que la temporalidad del investirla completamente." En Claire se verifica la hipótesis freu-
parletre se capta mejor en la gramática, en el aspecto del verbo. Cier- diana de "Duelo y melancolía'', según la cual la debilidad del inves-
tos psiquiatras clínicos hablaron del presente de la depresión como timiento objetal de la libido coexiste con un lazo amoroso fuerte. 11
sin arrivance9 donde todo ya sucedió, lo que por lo tanto excluye el Allí donde puede parecer que al deseo le falta apoyo y símbolo,
acontecimiento. Se puede señalar que esos modos gramaticales per- es el amor el que los proporciona.
miten captar mejor el objeto como inseparable de una relación con
el tiempo. Por ejemplo, la cosa que está delante de nosotros se nos
presenta siempre como un porvenir, porvenir que incluye el suyo y EL DESEO DEL ÜTRO
el nuestro. Así, el pasado vacila y la estabilidad del mundo delante de
nosotros se apoya en el porvenir. En principio este porvenir se fija A partir de ese momento Claire, que siempre había vivido
en un análisis, mucho más que el pasado. Definiendo por el deseo lo para los otros, puede rever su relación con su entorno. Instituye
que está por ser, se fija el apoyo de lo que ya fue en el pasado. un nuevo diálogo con su madre. Puede hacerla participar de lo
Claire ignora lo que es el aburrimiento. Ama más que nada el que fue su división subjetiva en relación con la maternidad. Esta
orden, en particular aquel que viene de una regla exterior, pues madre le confía cómo, cuando ella misma estuvo embarazada, no
determina lo que va a suceder, lo que va a ser porque necesaria- podía tragar nada sin vomitar. Ella misma cuenta a Claire en un
mente debe ser. Pero este deber ser está más regido por las cosas lapsus: "Tú no puedes imaginarte cuánto te vomité". Claire capta
que por la vida, y es contrario al deseo que vendrá.

10. Se trata de un juego de homofonías entre snisir la valeur de la vie ("captar


8. La can, J., El seminario, libro 16, De 1111 Otro ni otro, Buenos Aires, Paidós, el valor de la vida") y Sflisir l'avaleur de vie ("captar al que se traga la vida"). [N.
2008. de T.J
9. Maldiney, II., Pense1· l'ho111111e et In folie, ob. cit., p. 105. 1l. Freud, S., "Duelo y melancolía", en Obms co111pletas, t. XIV, ob. cit., p. 247.

52 53
VARIACIONES DEL HUMOR

de esta manera qué tipo de objeto oral había sido para el Otro. 5. El apoyo en el doble
Recuerda que al comenzar sus estudios de arte, había creado un
objeto tan grande y voluminoso que se volvía cada vez más in- Laure Naveau
forme e invasivo.

ELARTE DE (LAIRE Y LA MIRADA

¡El tema principal de sus fotos y de sus comentarios -pues


agrega textos a sus fotos- es precisamente el alimento! Este ob-
jeto oral oscuro es también el que surgió delante de sus ojos en la
pantalla del ecógrafo. Gracias a su arte, Claire puede descolgar el LUCES Y SOMBRAS
objeto que tenía pegado a su piel, para depositarlo en la superfi-
cie sensible de la película. Fue primero un objeto extraño para su Conocí a Sofía hace un año, poco antes de las vacaciones de ve-
madre, un doble de ella misma, familiaridad narcisista que permi- rano, mientras ella estaba por segunda vez embarazada. Desde un
tía ignorar el pudor de una y de la otra. Hoy, gracias a las pruebas primer momento lo más impactante fue la discordancia entre su
atravesadas, madre e hija están mucho más próximas porque pue- estado moral, próximo al derrumbe, impregnado de una especie
den estar más separadas. de pánico audible en su enunciación, y su apariencia física ele-
Este caso demuestra el modo en que el trabajo analítico per- gante, resplandeciente, mientras aparecía una furtiva alegría. Esta
mite al sujeto constituir un nuevo objeto, manejando a la vez los discordancia me impresionaría posteriormente como la ventaja
efectos de corte propios del inconsciente, y utilizando las suplen- narcisista mayor en la cual Sofía se sostiene desde siempre.
cias allí donde el lenguaje y el símbolo rechazan al sujeto. Un ob- Sofía tiene treinta y cinco años, está casada con un hombre que
jeto separador que le permite no quedar más confundido con el la adora y tiene una hija pequeña de cinco años, vital y cariñosa.
Otro y acoger la vida. El rechazo de este objeto es constitutivo El cuadro idílico de su situación social y familiar contrasta con su
de la inhibición. El amor que se inventa entre la madre, Claire humor profundamente depresivo, en el cual parece estar irreme-
como madre, y la niña se anuda a la capacidad del sujeto de crear diablemente instalada. Se autoacusa de estar tan mal mientras está
imágenes que pueden fijar y desinflar el objeto oral invasivo. Esta rodeada de seres queridos tan perfectos.
actividad de creación nació de una lógica del sinthome, según la Viene a consultar por indicación de su madrina, que tiene una
expresión de Lacan, a través de la conexión del arte y del síntoma formación médica y con la cual mantiene un vínculo de adoración
que permite un anudamiento original del amor. Es un mixto de desde su nacimiento. Está embarazada pero se siente incapaz de
imaginario y real, y del inconsciente que reúne simbólico y real estarlo, de traer al mundo un nuevo hijo y cuidar de él. Mientras
con la angustia real. Esta creación permite justamente que se que su marido y los familiares más cercanos están persuadidos de
agreguen semblantes, símbolos construidos a partir de Ja imagen, la pertinencia de este segundo embarazo, al que incluso ven como
que forman un puente por encima del vacío, permitiendo levantar una "solución terapéutica" a su depresión.
la inhibición y, con ella, limitar la angustia. Sofía está desgarrada por sentimientos contradictorios. ¿Con-
servar este nuevo bebé?, pero ¿sabrá ella ocuparse correctamente?
¿O bien abortar?, pero, en ese caso, ¿podrá soportar este acto? En
varias ocasiones dejó a su primera hija por no poder enfrentar su

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VARIACIONES DEL HUMOR EL APOYO EN EL DOBLE

condición de madre, llegando incluso a ser internada en una clí- ceso maníaco. Hace proyectos, multiplica las invitaciones, reanuda
nica, un año antes de venir a verme. Además se reprocha mucho, contactos con amigos que la sostuvieron durante su depresión.
entre llantos, ese episodio de abandono. Quiere compartir con ellos los buenos momentos, mostrarles la
Le propongo que nos tomemos el tiempo de volver a hablar casa renovada y casi terminada luego de una obra que duró casi
de todo esto antes de actuar, pero también que vea a un colega diez años. En esta ocasión, y por primera vez, durante una sesión
psiquiatra que podrá evaluar si el tratamiento medicamentoso en se queja de las condiciones de compra de esta casa, que su marido
curso es el apropiado, si hay que cambiarlo, o incluso dejarlo, si financió completamente y que puso únicamente a su nombre. Es
decide conservar su bebé. la primera aparición en Sofía de una expresión firme y dura en su
Las entrevistas conmigo se alternan con visitas regulares al psi- rostro, en la que aflora un leve reproche.
quiatra y este doble seguimiento parece calmarla y asegurarla. Si Parece mucho más dispuesta que antes a responder a mis pre-
bien toma la decisión de conservar el bebé, se considera incapaz guntas y se interesa en la reconstrucción de su historia, tal como
de dar vida y ocuparse de un pequeño ser tan frágil y completa- se presenta para ella desde su nacimiento.
mente dependiente de ella. Esta primera secuencia de nuestras Cuando nace, diecisiete meses más tarde que su hermana
entrevistas se interrumpe a unas semanas del parto. Cuando re- mayor y adorada por esta durante toda su vida, su muy joven
torna, dos meses después del nacimiento de su pequeña hija, llora madre tiene una muy severa depresión. Sintiéndose incapaz de
sin cesar y se presenta en un estado similar a la primera vez que ocuparse de sus dos hijas pequeñas, rechaza a su segunda hija, a
la vi. Da mi nombre a su hija, pero aclara que ya era un proyecto quien apenas consigue alimentar, mientras su marido, investiga-
para su primera hija. Esta nueva hija tiene problemas de salud, en dor científico, está muy ausente de la casa. Traumatismo del naci-
particular un reflujo gástrico. Esto exige una vigilancia extrema y miento, en efecto, duplicado por un abandono. Además, la madre
una atención muy especial para alimentarla, a veces "atiborrarla" de Sofía es la más joven de su fratría y su propia madre, la abuela
de comida, lo que pone a Sofía en posición de ser brutal con su de la joven, había sido depresiva: habiendo tenido su última hija
bebé, de lo que se queja. Al respecto, recuerda impulsos violentos veinte años después que a los otros hijos y sin haber podido hacer
que ella misma teme. un duelo por un hijo muerto, no logró transmitir otra cosa más
Mientras parece ser víctima de algo que Kraepelin llama "tris- que tristeza. La madre de Sofía pierde muy joven, entre sus quince
teza sombría y apenada", me trae unos escritos, poemas dirigidos y diecisiete años, a sus dos padres, de edad muy avanzada.
a su marido y a su primera hija, y me lee un cuento donde relata el Cuando Sofía tiene nueve meses, al no poder salir la madre de
encuentro con su analista, a quien llama "acompañante", mencio- su estado depresivo sú madrina acude en su ayuda. Así comienza
nando que ese encuentro cambió su vida. el primer apego, un verdadero idilio, un amor y una ternura recí-
Después de varias sesiones de este segundo momento, Sofía pa- procos muy intensos entre Sofía y quien deviene su primer apoyo.
rece metamorfoseada. Comenzamos a retomar ciertas cosas en de- Puesto que de su lado esta joven madrina que solo tiene vein-
talle, a historizar los acontecimientos de su vida como dice nunca tiún años, la considera "su primer bebé". Siguen años que Sofía
haber hecho, pese a los numerosos encuentros con psiquiatras. describe como felices; su madre sale de la depresión y se ocupa
bien de sus dos hijas. Estas se entienden muy bien y juegan jun-
tas durante horas. Cuando Sofía tiene alrededor de nueve años,
TOMAR LA PALABRA su hermana mayor parte a un viaje escolar durante tres semanas y
sobreviene entonces su primer derrumbe: no quiere comer más,
Esta metamorfosis, tan sorpresiva para su entono como para no duerme más, no sale más y vuelve a tener enuresis. El entorno
quien la escucha, toma sin embargo el aspecto de un discreto ac- familiar, inquieto, dice: "Es porque su hermana se fue".

56 57
VARIACIONES DEL HUMOR EL APOYO EN EL DOBLE

Sofía describe también el profundo malestar que su padre una depresión igualmente muy grave. "Puede ser que mi madre
siempre le inspiró. Dice que es un hombre imprevisible y que haya logrado salir de la depresión porque la dos, mi hermana y yo,
al volver por la noche rompía el encanto de la jornada entre la encontramos hombres con los que pudimos comprometernos, y
madre y las dos hermanas. Era colérico, ciclotímico, pero tam- de esa manera ya no debía responsabilizarse por nosotras."
bién como muy enamorado de su mujer y sexualmente muy de- Sobre el final de sus estudios Sofía comienza a andar mal, en el
mostrativo con ella -por ejemplo, queriendo mamar sus pechos momento el joven al que frecuenta desde hace cinco años le pro-
durante la comida cuando estaban sentados a la mesa-. Lo exiguo pone casamiento. Esto la ahoga, no le permite respirar ni dormir,
?e .la ~ivienda familiar obligaba a las hijas a compartir en parte la ve todo negro y se encierra. Tiene una regresión, habla con una
mt1m1dad sexual de los padres. Aterrorizada por el forzamiento voz menuda y apagada, y es tratada por un psiquiatra que le pres-
a escuchar, Sofía se encerraba en su pieza y se escondía entre las cribe medicamentos de forma masiva. "Mi madre quería mucho a
sábanas. Su padre, que no tenía ningún pudor, deambulaba libre- ese joven. Él representaba a mi madre. Dejarlo era como dejarla a
mente vestido de Adán delante de sus hijas y, cuando estas lle- ella, misión imposible y, sin embargo, esencial."
garon a la pubertad, no dudaba en tocar, al pasar, sus nacientes Sofía se trataba, sin mucho éxito, con el mismo psiquiatra que
formas femeninas. había tratado a su madre durante su larga depresión. También ella
Sin embargo, Sofía no se pregunta en absoluto si habría una fue acogida por su madrina en una casa de campo.
relación entre estos gestos parentales desplazados y su actitud ul- Más tarde Sofía conoce a quien sería su marido y, cuando se
terior hacia los jóvenes. Luego del relato sobre su padre, evoca están casando, en ese preciso momento, se da cuenta de que no
una actitud muy seductora y provocadora de su parte hacia los es el candidato correcto, porque descubre al mejor amigo de su
hombres, pero que se detenía siempre en el intercambio de mira- marido, que había pasado inadvertido para ella hasta entonces. No
das, pues no se dejaba tocar. solo tarda mucho tiempo en aceptar su matrimonio sino que se
Durante la adolescencia de las hijas, cuando comienzan a fre- vuelve claustrofóbica. Está capturada por numerosas angustias, de
cuentar muchachos de su edad - tienen quince y diecisiete años las cuales el culmen se produce durante su embarazo: no se siente
respectivamente-, la madre cae en una nueva depresión, aún más capaz de estar embarazada, la antigua casa está en obra y el marido
grave que la precedente. Padece múltiples síntomas obsesivos, de trabaja a brazo partido con amigos y los responsables de la obra
verificación y de conjuración, con un fondo de terror a los acci- para su conclusión. El confort mínimo no está asegurado: "Es él
dentes en la ruta y de todo lo que se relacione con eso, la sangre, quien se ocupa de todo", incluso de su pequeña hija.
la carne, etc. Al menos en dos ocasiones, su madre intenta suici- Hace tres años, durante las vacaciones de verano, Sofía se ena-
darse tomando todos sus medicamentos ante la mirada de Sofía mora de otro hombre, fascinada por el modo en que la miraba.
que la obliga a vomitarlos. Sofía cuenta que un día su madre s~ Se escriben mensajes de texto, se siente cautivada; él está con va-
acusa de haber matado a su propia madre. Invoca el hecho de rias mujeres al mismo tiempo: "Es un manipulador", me dice. Con
haber continuado con su vida normal de adolescente, cuando a gran alivio de su parte esta relación se interrumpe. Sofía recae en
su madre, viuda desde hacía poco, le detectan un tumor cerebral una grave depresión de la que no había salido aún en el momento
y, según decían, necesitaba vivir en un ambiente calmo: "Era el en que la conocí. Se siente indigna de su marido y de su hija, ya no
infierno y recuerdo haber deseado su muerte". En ese contexto, puede mirarlos de frente, no puede levantarse: el sol está negro,
su padre, que no soporta el estado de su mujer, se vuelve alco- queda sumergida en las tinieblas. Ninguna medicación cambia
hólico y les grita continuamente. La depresión de la madre dura nada y pide ser hospitalizada. En la clínica, recibe una perfusión
aproximadamente diez años y Sofía me dice que, curiosamente, de Anafranil durante un mes sin que se le proponga ningún diá-
cuando la madre logra salir de la depresión es ella quien entra en logo ni entrevista. Al salir de la clínica, está en el mismo estado

58 59
VARIACIONES DEL HUMOR fa APOYO EN EL DOBLE

que antes de ingresar pero su marido y su hija insisten en su salida, P•lnl que se pueda extraer del estado mórbido en el que estuvo su-
pues ella les hace falta. Al salir retoma su trabajo en contacto con 1111.: rgida durante tanto tiempo. Mantengo mi preocupación por la
padres y directoras de las guarderías -función en la que siempre rnntinuidad de nuestros intercambios, por el establecimiento y la
fue valorada-, pero toma muchos medicamentos. Conoce a otro 1111plementación de un discurso que pueda resistir a las variaciones
hombre con el que parece sostener solo una relación platónica, dt:I humor y a la fuga de su gusto por la vida.
epistolar y telefónica, que prosigue, pues "él quiere lo mejor para Un discurso que pueda introducir una posibilidad inédita de
mí", dice. .mudamiento con lo simbólico, en un fondo de real, de una impo-
En este momento queda embarazada por segunda vez: su ma- -;ihilidad de encontrar su lugar, si no es en un perpetuo desdobla-
rido piensa que esto la ayudará. Nuevamente Sofía se siente in- miento imaginario de sí misma y de su partenaire.
digna y pide ser hospitalizada. Piensa en abortar hasta el momento Sofía ama hablar, es capaz de hacerlo durante un tiempo pro-
en que su madrina interviene. Esta recibe mis datos de un profe- longado, en un ritmo a veces difícil de sostener. Pero, pese a su
sor especialista en psiquiatría infantil de su entorno y recomienda t:locuencia y fluidez, y a pesar de sus escritos, lo simbólico está au-
a Sofía consultar. Fue así como la encuentro por primera vez. -;cnte, lo que deshace el nudo sin cesar. Recientemente descubrió
las virtudes del bien decir que le permite encontrarse mejor en la
estructura, y es en lo que yo la sostengo.
PASAR A LA ACCIÓN SIN CAER EN LA EMBRIAGUEZ Del mismo modo, en el plano imaginario, la escena inaugural
de un doble seguimiento podría permitir una estabilización del
Sofía está hoy en mucho mejores condiciones que nunca. Se desdoblamiento imaginario que ella se condena a repetir para ima-
encuentra con varias amigas con las que intercambia experiencias ginarizar su complemento, para paliar la falla indeleble de su ser
como joven madre, ya que se las tiene que arreglar con un bebé de en el mundo.
salud frágil y con trastornos invalidantes, pero no mortales, que Es posible que lleve cierto tiempo, pero en una sesión reciente
deben ser vigilados de cerca. Los momentos de impulsión violenta Sofía me contaba sobre su descubrimiento inédito de la experien-
son muy poco frecuentes, y dejan lugar a un sentimiento de ter- cia del lazo, con los otros, que ella aprecia.
nura y de amor casi oceánico hacia esa criatura completamente Poco tiempo antes, y en un período en el que conversábamos
dependiente de los cuidados de sus próximos. Ahí donde la de- con levedad de la dificultad de las jóvenes madres para intercam-
pendencia de un recién nacido le era completamente insostenible, biar con otras sus experiencias, le propuse que reflexionase en or-
Sofía se dedica plenamente a una misión salvadora con la preocu- ganizar un espacio de acogida para madres y sus bebés como com-
pación de llevarla a cabo de la mejor manera posible. plemento del trabajo que quería recomenzar a tiempo parcial.
De la misma manera, está feliz de rescatar en los viejos baúles Una especie de Casa Verde, 1 un nuevo espacio para su mal; de
los tesoros que ella y su marido habían amontonado durante años cierto modo, un lugar donde pueda ejercer una relación diferente
sin poder aprovecharlos, sus flechazos, dice ella, con el placer de con la pulsión, en lugar de la pura cultura de la pulsión de muerte,
exhumarlos de sus cajas para embellecer su propio interior. y que pueda favorecer el lazo.
Sucede incluso que las sesiones con su acompañante, que eran
indispensables en el período negro, son a veces fuente de contrarie-
dad en su ritmo de actividades, como cuando debe recibir invitados.
Yo la invito siempre, con la flexibilidad que me atribuye en sus
textos, a intentar encontrar un momento para venir a hablarme, l. La Casa Verde fue un centro de socialización y educación para niños y sus
apostando por la apropiación que pudo efectuar <le su historia y padres fundado por Fran1;oise Dolto. [N. de E.]

60 61
6. Un joven ingenioso

Armand Zaloszyc

Vi al jovencito en cinco ocasiones.


1. La primera vez que nos vemos declara: "Yo soy inteligente,
tengo cierta fineza, no soporto la formación profesional de bajo
nivel en la cual estoy comprometido. Estoy desbordado de có-
lera". Y luego de haber hablado seriamente con algún toque de
exaltación, afirma: "A veces me expreso con palabras más vulgares.
Yo hablo así. Espero que no le moleste".
Veamos lo que nos muestra su biografía. Siendo el menor de
tres hermanos, se expatrió desde hace varios años. Su padre falle-
ció hace diez años como consecuencia de su alcoholismo. Vuelve
regularmente a su país fronterizo para ver a su madre y a su fami-
lia. Fuera de ellos, vive sin otras relaciones. ¡Ama demasiado su
independencia! A veces sale solo y se alcoholiza. Me confía que
conserva varios textos escritos sobre sí mismo.
2. Lo veo un mes más tarde. Me dice: "Quisiera decirle algo
sobre la primera vez que nos vimos, algo ligado a la vergüenza, y
que me molesta desde hace diecinueve años -actualmente tiene
treinta y dos- . Me quedé muy sorprendido de que usted no
tose". Yo muestro mi sorpresa. "Pues generalmente, en mi pre-
sencia, la gente tose." Muestro una vez más mi sorpresa. "Por-
que yo desprendo mal olor." Discutimos inmediatamente ese
punto: ¿Es el hecho de que la gente tosa lo que lo conduce a una
deducción, es decir, una suposición? "El hecho es que la gente
tose", replica.
Llego al final de esa segunda entrevista con un malestar. Hace
poco leí en una revista de psiquiatría que el clínico llega normal-
mente a un diagnóstico en menos de cinco minutos de entrevista.
VARIACIONES DEL HUMOR UN JOVEN INGENIOSO

No estoy en desacuerdo por completo, aunque, por otro lado, veo Se sintió tocado a partir de esto, pese a que en ese momento no
que los diagnósticos a veces se realizan con demasiada rapidez. llevaba zapatillas.
Recuerdo unas páginas del manual de Psychopathologie clinique A decir verdad, hay algo borroso sobre la fecha de aparición del
que me habían marcado tan profundamente, que se trasformaron mal olor. Pero hay también una relación con otro recuerdo. Unos
en mi memoria en un libro entero. Se trata del manual de Kurt años después en esa misma clase de bachillerato, con la misma
Schneider, profesor de Psiquiatría en Múnich, quien durante el profesora, propuso uno de sus sueños para que sea analizado en
período nazi no se comportó indignamente como su homónimo, grupo: "Cajas negras vacías", y un hombre dice: "¡No, esa no!".
Carl Schneider, profesor de Psiquiatría en Heidelberg. Kurt Sch- En sus asociaciones, habló de un aborto de su madre, que era un
neider intenta establecer una jerarquía de síntomas para la elabo- cuarto embarazo, el de un hermano que debería haber nacido
ración de un diagnóstico. Está entre los pioneros de la distinción 1uego de él, que era el último.
entre síntomas de primer grado y síntomas de segundo grado. Detengámonos un momento en el tema del olor. En una nota
Considera raro que pueda establecerse un diagnóstico a partir de célebre del capítulo IV de "El malestar en la cultura", 5 Freud se
los síntomas de segundo rango y "no se puede establecer nunca si ocupa de la relación de las percepciones olfativas con la vida se-
solo disponemos de descripciones consignadas en la historia clí- xual y las funciones excrementicias. Reflexiona sobre lo que él
nica por un observador exterior". 1 La interrogación sobre lo que llama "represión orgánica" del olfato en el hombre en beneficio
es transmisible puede ir lejos. Equivocadamente o no, planteo esta de lo visual y sobre el pasaje a la marcha vertical, lo cual abre el
cuestión en relación con las reflexiones de Jacques-Alain Miller en camino al proceso de cultura. Esta especulación teórica, tal como
la conversación clínica de Arcachon2 sobre la díada de la clasifica- la llama Freud, es conocida y no es el único lugar en donde Freud
ción y la clase de los inclasificables, y sobre la incidencia de una la presenta.
perspectiva continuista en la clínica de la psicosis. 3 Me parece que ¿Podemos arriesgarnos a que este paciente nos ayude a com-
este paciente aporta sobre este punto una contribución original, prender de otra manera esta significación? Está claro que lo que
porque de una ocasión a la siguiente presenta un cambio que va él llama un tabú, que lo obliga a cierto repliegue en el lazo social,
de lo que denominará luego un "sentimiento de superioridad" a y que emana de su ser, es también una tentativa de inscribir en el
un "sentimiento de inferioridad" construido de autodepreciación. Otro lo que es innombrable, lo que hay en él de refractario y anti-
3. Retomemos el tema del mal olor que vuelve a surgir en pático. Esta imposibilidad para conectarse indexa la vergüenza, ese
nuestra tercera entrevista. ¿Cómo apareció? Recuerda que afecto que en principio asoció al hecho de desprender mal olor. El
cuando tenía trece años, en la escuela secundaria, en cuarto año,-1 lazo con el Otro se efectúa entonces en una especie de reconoci-
volvió a clase sin haberse cambiado luego de jugar al básquet. miento que es la tos, según un esquema de comunicación que se
Años más tarde, cuando estaba por concluir el bachillerato, una parece mucho al esquema L de Lacan: el emisor recibe del recep-
profesora le dijo: "Aquí se huele a zapatillas", y abre la ventana. tor su propio mensaje de forma invertida. No logré saber por qué
la función del receptor se encontraba, para este paciente, señalada
por la tos.
l. Schneider, K., Psychopathologie cli11ir¡11e, Louvain, E. Nauwelaerts/Paris, Sea como fuere, percibimos en la especulación de Freud la fun-
Béatrice-Nauwelaerts, 1957, pp. 139-142. ción de objeto a que pretende el objeto del olfato, eso, si hubiese
2. Miller, J.-A., Los inclasificables de la clínica psicom1alítica, vol. 1, Buenos Aires,
Paidós-ICdeBA, 1999.
3. Ibíd.
4. Q11atrie111e, literalmente "cuarto" en la organización de la escolaridad 5. Freud, S., "El malestar en la cultura'', en Obras completas, t. XXI, Buenos
francesa del secundario. "Cuarto" tiene una función en el relato. ,\ ircs, Amorrorm, 1976.

65
VARIACIONES DEL HUMOR U N JOVEN INGENIOSO

uno -en el caso del paciente del que hablo, es él mismo quien en- Él "cogita" desde la última ocasión y escribe un número de re-
carna esta función-. Así me explico los sucesos que a continuación flexiones que presenta como una tentativa de construcción del
me sorprendieron. problema a resolver: tiene una relación de fusión con la madre; su
4. En la entrevista siguiente investigo nuevamente la cuestión padre ausente no separó a su madre de él. Tiene la idea de que él
del mal olor. Dice que hay mucha menos gente que tose, por lo cspera que su madre muera para poder transferir su amor a otro ob-
cual ya no cree que desprenda mal olor. jcto. Hay en él, como él mismo dice, algo que no está aún realizado.
¿Puedo entender este cambio con el algoritmo de la transfe- Frente a esta elaboración de un saber -donde el léxico y la
rencia? En este caso la suposición de la transferencia sustituye, ... intaxis están tomados del Otro del saber- la lógica nos conduce
creencia por creencia, la suposición de oler mal. A diferencia de a que se sitúe un índice de lo que no podría inscribirse en nin-
los hechos explicados por Lacan en su "Proposición del 9 de oc- g·ún caso, del objeto no saber, un significante del Otro barrado.
tubre de 1967",6 la cuestión del saber que vendría al lugar del ob- En efecto, esto es lo que sobreviene hoy, en las Einfalle del joven.
jeto a deviene, a partir de esto, latente. Si tal es el caso, podemos Tiene la intención de hacerse tatuar. Ese tatuaje podría dibujar
arriesgar que este progreso es homólogo a aquel que en esta oca- cxactamente todos los elementos, comprendidas varias figuras
sión señala Lacan: ¿de la aspiración a una intersubjetividad -aun- si mbólicas tomadas de diversas mitologías correspondientes a
que el término pueda sonar curioso- a una interrogación sobre los nuestra cultura clásica, asociadas entre ellas por trazos signifi-
bordes entre saber y goce? cantes o figurativos, que entran en relación con su identidad y la
5. "Yo cedí al activismo. Vivo a cien kilómetros por hora, coyuntura astrológica de su nacimiento. Esas figuras se refieren
duermo poco, me acuesto tarde, me levanto temprano, me gra- csencialmente al nombre que lleva -con una conexión metonímica
tifico y me voy a emborrachar, siempre solo. Y paradójicamente a un símbolo ligado al padre- o al hecho de que se describe a sí
tengo la sensación de estar vivo." Es con esta descripción de su mismo como un "genio pragmático".
humor como abre el último de nuestros encuentros. Un detalle notable que no lo es tanto: el joven posee todas las
Le pregunto por las relaciones sexuales que pudo haber tenido. figuras que constituyen ese tatuaje, pero no es capaz aún de ima-
Es el segundo tabú por el cual vino a consultar -el primero fue ginar el todo que adoptaría su espalda de manera conforme a su
el tema del olor- . Nunca tuvo relaciones sexuales, incluso tiene intención significativa. Por esta razón, no se hará el tatuaje inme-
miedo de las mujeres. Recuerda que en cuarto año,7 un compa- diatamente.
ñero salió por primera vez con una chica. Pero él, con el olor que ¿Es una razón de estructura interna la que hace que suspenda
desprendía, tenía un sentimiento de indignidad y de autodepre- ese proyecto? ¿Ese tatuaje no se presenta como un nombre pro-
ciación. Así, observamos la sobredeterminación del significante pio que él se hace inscribir, grabar en su cuerpo, para añadirle lo
cuarto, 8 relativo al tema de la sexualidad, relacionado con el olor que tiene de más singular - de acuerdo con qué necesidad- mien-
y conectado con el lugar que ocupa entre los hermanos como úl- tras que lo más singular de él mismo no es nombrable e inhibe
timo, lugar que no habría ocupado si la madre no hubiese abor- la totalización de su propósito, en la medida en que su nombre
tado, lugar último que no hubiera tenido de no haber existido esa propio debe contener algo radicalmente innombrable? De ahí la
contingencia. pregunta: ¿e!> deseable que logre la realización de su propósito?
¿Es preferible que separe la función de la objeción infinita que se
le propone? ¿Puede ser que para resolver ese dilema él haya pre-
visto que el tatuaje sea inscripto en la espalda, donde elude su pro-
6. Lacan,J., "Proposición del 9 de octubre de 1967", en Otros escritos, ob. cit.
7. Véase la n. 4. pia visión? Es en torno a esta cuestión de la localización que nos
8. lbíd. dijimos adiós.

66 67
VARIACIONES DEL HUMOR

El joven vincula la realización de ese tatuaje a una reflexión


lógica sobre las modalidades. En efecto, la reunión admirable de
11
figuras que se haría tatuar las asocia al hecho de pensar que las La conversación
cosas son como son, y que suceden como deben suceder, y que así
están determinadas, que no hay azar. Frente a tales declaraciones,
¿cómo no soñar con el sofisma de futuros contingentes que insis-
tieron en los siglos posteriores a Aristóteles y al que Jacques-Alain
Miller propuso una elegante solución en sus conferencias sobre
la erótica del tiempo, 9 al mostrar que la ilusión de necesidad de
los acontecimientos que tuvieron lugar está constituida por la in-
cidencia de la significación del sujeto supuesto saber? Se trata en
este joven, por una parte, de sostenerse entre la idea de necesidad
de lo que es -que debe defenderlo de la eventualidad de haber po-
dido no ser- y, por otra parte, de mantener la huella viva de lo im-
posible donde puedan producirse acontecimientos contingentes.
A propósito del hecho de que se califica como "genio pragmá-
tico" -él, para quien siempre en el trabajo las cosas se dan tan bien
y es conducido a la idea de que se desarrollan como debe ser- ,
piensa que es algo de la magia.
En esta determinación, se ve la victoria del mismo esfuerzo al
cual sucumbía en el objeto que desprende mal olor. Por un lado
la magia de la relación, lazo con el significante integral; por otro,
la objeción infinita a la integración en esa relación. De lo cual re-
sulta el estado mixto de sentimiento de superioridad y de inferio-
ridad.
Dejé en suspenso la cuestión del diagnóstico. ¿No se trata de
una melancolía esquivada, por lo menos hasta hoy, por la misma
ingeniosidad del joven?

9. Miller, J.-A., Ln erótico del tiempo y otros textos, Buenos Aires, Tres Haches,
2003.

68
1. Introducción

Jncques A /nin Miller. -Una sola moción de orden para esta jor-
nada agradable de trabajo, el buen humor. Nuestra colega y amiga
Lucía D' Angelo, que viene de Barcelona, observó en su texto que
el título de esta conversación, Variaciones del humor, que ella es-
cribe ya con un espíritu optimista, es de por sí una interpretación,
una tentativa de abordar la clínica con nuevos instrumentos. Que
Dios la escuche. Es cierto, me parece, que no utilizamos corrien-
temente en las secciones clínicas el término humor. Supongo que
lo empleamos sin tematizarlo. Nos las vemos entonces con un
significante que no es nuevo en sí mismo, pero sí es novedoso el
empleo que intentamos hacer de él y por el contexto donde se en-
cuentra actualmente inmerso. He aquí el humor rodeado del oh- .'.l·t>~
jeto a, de S, rodeado de nuestro vocabulario técnico y de nuestros
maternas. Este hecho de por sí renueva el término humor, que co-
mienza desde este momento a cambiar de lugar. Veremos si hoy
podemos darle nacimiento, o en los tiempos que siguen; es decir,
volverlo un término que forme parte de nuestra técnica y de nues-
tra matemología.
Humor no es en sí un término clínico. El buen humor o el
mal humor es conocido desde siempre y designa algo que se sitúa
- retomo la expresión de Lacan en su "De una cuestión prelimi-
nar. .. "1- "en la juntura más íntima del sentimiento de la vida"
para cada uno. Es la base continua de la existencia subjetiva.

l. Lacan, J., "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la


psicosis", en &critos 1, ob. cit.

71
VARIACIONES DEL HUMOR

Aquellos que están ligados a la descripción fenomenológica de 2. Angustia y humor


la existencia acumulan cierto número de metáforas para intentar
circunscribir esta continuidad. En los textos que hemos podido
leer, la oposición o la relación entre el afecto y el humor están
tematizadas en varias ocasiones.
A primera vista suponemos que los afectos son discontinuos:
se habla de un afecto de esto o de aquello. Se los trata como si
fueran susceptibles de discreción, como se dice en lingüística. Se
trata de elementos discretos, considerados como elementos sig-
nificantes, mientras que el humor presenta, por el contrario, una
tonalidad continua. Esto torna más estremecedores los momentos
en los que el humor es susceptible de cambios y en los que se ob- Jean-Daniel Matet. -La complejidad del caso presentado por
serva, en particular en los casos que tenemos aquí, una estridencia. Philippe La Sagna retoma los interrogantes más delicados de la
Aparte de lo que acabo de nombrar como línea de base continua práctica clínica. De manera muy adecuada, los psicoanalistas se
del humor, están los fenómenos de estridencia del humor, donde muestran prudentes a la hora de recibir a un sujeto melancólico,
se aísla y se invierte, y nos envían, para decirlo de manera aproxi- pero no es infrecuente sin embargo que la angustia que domina el
mativa, a un defecto de regulación. Pero ¿regulación de qué? ¡No cuadro clínico confunda las interrogaciones diagnósticas. El pro-
quiere decir nada decir que eso remite a un defecto de regulación yecto de embarazo en el caso de esta joven mujer -que se ve ame-
del goce! Aquí, al menos, haremos una diferencia con la angustia, nazado- tiene un desenlace positivo, a pesar de la crisis mayor a
que no inscribimos en el registro del humor. En realidad, Lacan la cual la expone la trasmisión de la vida. Veremos cómo el objeto
caracteriza la angustia por el hecho de que, para el sujeto, ella no arústico permite una salida favorable en esta cura.
engaña. Él establece una relación estrecha entre angustia y verdad, Aunque muestra una buena apariencia merced a una máscara
mientras que no lo hace entre humor y verdad. En todo caso, se de joven sonriente, Claire se enfrenta desde siempre con angus-
trata de establecer una relación entre humor y goce. tias invalidantes. Sobre la base de esta angustia crónica, las crisis
Pasemos enseguida al detalle de los casos. Philippe La Sagna de estupor se manifiestan allí donde se menciona el dolor moral,
abre la primera secuencia. Su contribución, "De la angustia a la siguiendo la terminología clásica. Pero Claire no es el sujeto co-
depresión", va a ser presentada y comentada por Jean-Daniel barde de la depresión; es valiente, y se verifica que sabe arreglár-
Mate t. selas con su angustia. También su coraje le permite movilizar sin
cesar lo simbólico para prevenir los efectos de encuentro con lo
real que producen la angustia. Remonta el origen de sus trastor-
nos a la separación de sus padres, cuando tenía diez años, y luego
ese límite será cada vez diferido. Muy preocupada, con un padre
muy abatido por la depresión, se siente atormentada por los ob-
jetos acumulados en la casa familiar. El estrago materno toma la
forma de un verdadero abuso a raíz de que su madre deja expuesta
una sexualidad desbordante. Philippe La Sagna señala justamente
que la ausencia de pudor materno es causa y consecuencia de la
ineficacia de la función fálica en estas dos mujeres, lo cual per-

72 73
VARIACIONES DEL HUMOR ANGUSTIA Y HUMOR

mite entender que Claire no tenga miedo de nada y a la vez tenga un cambio en las relaciones familiares y a un apaciguamiento de
miedo de todo. la relación con su propia madre, con la confesión del objeto oral
Ella se vuelve mirada ante el espectáculo de los desbordes ma- monstruoso que fue Claire para ella.
ternos, pero toma prestado el blink del padre: tiene el ojo, el arte La producción artística acompaña el trabajo analítico de Claire.
de decir lo esencial sobre un objeto en algunos segundos. El enorme objeto imposible elaborado durante sus estudios cede
Una crisis mayor sobreviene cuando, ya adolescente, se cruza paso a la fotografía, pasaje de un universo de tres a dos dimensio-
con su madre mientras camina del brazo de su novio, y piensa que nes, fotografías de alimentos que le permiten descolgar el objeto
ambas son mujeres. Este encuentro, que la transforma en la mujer que se le pegaba a la piel para depositarlo en el film. Un sinthome
de un hombre, le hace perder el lugar de excepción en la familia pa- a partir de la imagen, un puente por encima del vacío, que permite
terna y da consistencia a su filiación materna. Pese a sus dificultades levantar la inhibición con la limitación de la angustia, como con-
sintomáticas en las relaciones sexuales -que vincula a los desbordes cluye Philippc La Sagna.
maternos-, desea estar embarazada. Sin embargo, teme la irrupción La presentación clínica puntúa algunas consideraciones teóri-
de la vida como algo, tal como en la angustia, de lo que no se pueda cas: el lugar de la angustia, del dolor y de la inhibición en Freud,
escapar. Este miedo de la irrupción de ese algo agregado al cuerpo así como la relación entre la angustia, el objeto y lo real en Lacan.
que es el embarazo la aproxima a un recuerdo de su infancia: el Por otra parte, la referencia feliz al fenomenólogo Erwin Strauss,
temor de quedar ciega sin saberlo mientras donnía. que aproxima el tiempo cronológico al tiempo de la vida, el del
El trabajo de la cura permite contornear el borde simbólico de cuerpo, el de los objetos del cuerpo. Philippe La Sagna, tu tra-
la angustia para restablecer la función de señal. Claire moviliza bajo despierta nuestra curiosidad. ¿Cuánto duró esta cura? ¿Acep-
algo del objeto en juego en el inconsciente, opuesto a la presencia tas el diagnóstico de melanco.lía y piensas que esta paciente logró
invasiva del objeto de la angustia, lo que opera una nueva alianza una solución estable? ¿Puedes darnos precisiones sobre la relación
de este objeto con el saber inconsciente. Es lo que abre una ven- entre el objeto mirada que ella fue para el Otro, el ojo del que se
tana al porvenir para poder ocuparse de un niño. Mientras que apropia y su producción artística, que la hace renunciar al objeto
el comienzo del embarazo tiene efectos positivos sobre el lazo fa- oral monstruoso que fue para su madre? ¿Tenía el objeto a en el
miliar, la irrupción de la imagen del feto en la ecografía suscita bolsillo?
una angustia insoportable que la lleva a una hospitalización y a un
tratamiento con neurolépticos. La fuerza de Claire y la potencia Philippe La Sag;na. -Respecto a la duración de la cura, nos
del lazo transferencia} le permiten ir más allá. En el final de esta acercamos a los diez años actualmente. Hubo toda una fase antes
crisis reconoce cómo este embarazo la privaba de una salida de la del embarazo que duró cuatro o cinco años, y ahora estamos en un
angustia, la muerte en la imagen del antepasado defenestrado. A trabajo de terminación. La pregunta acerca del objeto es lo que
ese precio soportaba la vida. me interesó particularmente. El seminario La angustia deJacques
La temporalidad específica de este caso está particularmente Lacan tiene los afectos como tema, pero resalta también una clí-
bien descripta por Philippe La Sagna, que muestra cómo la vida nica del objeto. Jacques-Alain Miller evocaba lo que es discon-
de este sujeto era solo nostalgia orientada hacia el pasado. Solo la tinuo y lo que es continuo. Los anglos:ijones, .por ejemplo, dife-
angustia, sin pasado ni futuro, le asegura un presente. La exigencia rencian bien las modalidades agudas de la angustia -bajo la fonna
de vida -deber de vivir, deber hacer vivir- que aparece como un de crisis, ataques- y el pánico permanente, lo que ellos designan
imperativo impiadoso y anónimo, encuentra en el amor al niño como panic disorders, los trastornos de pánico continuo. Cuando
una salida favorable: un amor fabricado con su hija, como lo dice esta joven consultó inicialmente, presentaba una forma de angus-
ella misma. Esta nueva relación con la niña abrirá las puertas a tia aguda casi continua, que se manifestaba por crisis que duraban

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VARIACIONES DEL HUMOR ANGUSTIA Y HUMOR

varios meses. Esta modalidad pertenecía, en otras épocas, a la me- que él mismo deviene el objeto. Ese es justamente el drama de la
lancolía ansiosa de Kraepelin de la psiquiatría clásica. Comprendía melancolía. El sujeto está en el corazón de la angustia, aguda, y el
también otras formas agudas y formas subcrónicas. Esto en lo que objeto es más que nada, en su caso, un objeto oral.
concierne el diagnóstico.
En lo que respecta al objeto, hay en ella una prevalencia del Jacques-Alain Miller. -Dos colegas prepararon una discusión,
objeto mirada, pero podríamos decir que hay varias posiciones o Jacques Borie y Véronique Mariage.
varias maneras de este objeto. Está el objeto del que se apropia
para constituir un yo positivo; podemos decir que es el ojo de su Véronique Mariage. -El trabajo de Philippe La Sagna distin-
padre: ella tiene el ojo y eso la pone orgullosa. Sabe reconocer y gue y subraya una serie de cruces entre dos polos, el de la angustia
hacer con las cosas bellas. Pero ese mismo objeto se vuelve tam- y el de la depresión. La angustia es trastorno del afecto mientras
bién un objeto de angustia, a través de lo que la madre le da a que la depresión es un trastorno del humor. El pasaje de uno a
mirar, haciendo de ella una mirada. Ella es también la mirada del otro se hace mediante la relación del sujeto con el objeto, por el
padre, pero del padre ausente. De algún modo, está allí para ver lo retorno del objeto perdido. El retorno del objeto perdido sobre el
que la madre quiere mostrar al padre, en una especie de venganza sujeto produce el afecto de angustia. Cuando el retorno altera el
femenina: "¿Me has traicionado?; pues bien, en ese caso, ¡mira!". yo por identificación, produce una inhibición, un afecto depresivo
Claire es aquí testigo del padre, un testigo extremadamente an- o un trastorno del humor. La pérdida del objeto produce dolor
gustiado. La madre eligió terminar su vida de manera muy santa, y supone un mínimo de investidura que se elabora en la depre-
lo que no es para nada inocente. Ella hizo una sublimación del sión. Así, esos dos polos, angustia y depresión, se cruzan y crean
objeto mirada, ya que básicamente su arte y su trabajo son una un borde, litoral. El caso de Claire muestra cómo se opera ese
manera de hacer algo con la mirada, a saber, hacer fotografía, es deslizamiento de la angustia a la depresión, y su retorno. El tra-
decir, fijar miradas u objetos. Es lo primero. bajo analítico permite atenuar los extremos entre crisis de angustia
Pero la cura presenta este objeto mirada, central durante aguda, inhibición y depresión -que a veces llega al estado de estu-
mucho tiempo, en un segundo plano en el momento siguiente de por- mediante la consideración de dos objetos, el objeto oral y la
la cura, luego del embarazo. Sobre todo se revela el peso y la fun- mirada.
ción del objeto oral en particular en el deseo del Otro. Ella des- Claire decía en principio que las primeras crisis de angustia
cifra que, para la madre, lo esencial no es lo que da a ver sino lo surgieron durante la separación de sus padres, cuando ella tenía
que se aloja entre el objeto oral y la nada. ¿Ella misma no había diez años. La preocupaba mucho su padre abandonado, incluso
representado eso para su madre? cuando estaba aún más enfrentada a su madre, que abusó siempre
Entonces, ¿tenía el objeto en su bolsillo? Yo creo que es un de ella sin velar nada de su vida sexual, como si la considerara su
caso que se refiere en especial a la clínica de la separación y no a la doble. Entonces, ella se hizo mirada, hasta el día en que, adoles-
clínica de la alienación. Se trata de considerar los medios por los cente, es la madre quien fija su mirada en la vida sexual de su hija.
cuales el sujeto encuentra la manera de separarse de su objeto, con De este encuentro surge una crisis de angustia mayor. ¿Podríamos
el fin de producir un objeto separado, que restituye un deseo que decir que ella es repentinamente mirada, reducida a ser el objeto
reemplaza la angustia. Que el objeto retorne sobre ella, como en mirada de la madre, objeto sexual o, diríamos, objeto del goce de
un mecanismo melancólico, es una manera de tener el objeto en la madre? Empujada a encarnar el objeto, se precipita en un es-
el bolsillo. Cuando se dice "tener el objeto en el bolsillo", está la tado de estupor. El sujeto desaparece muerto o ciego. ¿Trastornos
idea de algo que se logra manejar, y de lo que se dispone. Pero en del afecto y del humor no se reúnen en un momento de crisis?
la melancolía, el sujeto está reducido a encarnar el objeto, es decir

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VARIACIONES DEL HUMOR ANGUSTIA Y HUMOR

EL PLUS SECRETO presentaba una máscara sonriente, que es el ejemplo de la mujer


fuerte. ¿Eso se mantuvo durante mucho tiempo?
Ph. La Sagna . -Durante el comienzo de la cura, la joven insis-
tía explicando su sorpresa ante el hecho de que, en su madre, todo Ph. La Sagna. ·-Absolutamente.
se mostraba y nada se velaba. No se trataba de una actitud per-
versa sino de una ausencia total de pudor. Su padre, él, mostraba. J.-A. Miller. -¿Eso se mantenía durante las crisis de angustia
Su oficio consistía en mostrar objetos, razón por la cual tenía que extrema?
tener buen ojo. Así, ella misma quedaba situada en relación con
la mirada, pero lo que la angustiaba sobremanera era el carácter La Sagna. -Ella me decía que brillaba en el arte de ocultar
ilimitado de lo que podía mostrar su madre. ~us angust-jas -por el hecho que debía continuar trabajando- de-
Otro punto interesante. Durante años, jamás habló de su ten- rrás de una máscara sonriente. Además, esa máscara era real, tenía
dencia suicida. Ella, que era una excelente analizante y que, de al- una sonrisa fija permanente, desafectada. Era una sonrisa trágica.
guna manera, mostraba todo -no tenía ninguna reticencia en lo
que traía al análisis- , se cuidó bien de señalar que saldría bien pa- ].-A. Miller. -Dicho de otra manera, en lo que atañe a la rela-
rada en cualquier circunstancia, pues podría muy bien desapare- ción con la verdad, vemos que la angustia no engaña, pero que se
cer, suicidarse, según sus propias palabras. Era el secreto. puede engañar sobre la angustia. En todo caso, ella especialmente
se esmeraba en engañar sobre su angustia y lo conseguía. Usted
J. -A. Miller. -Es lo que usted llamó el plus secreto. Es decir, analizó durante años a una mujer fuerte ocupada por una angustia
la posibilidad del suicidio, la muerte como liberación. permanente y acompañada por la muerte.

Ph. La Sagna. -Exacto, era su plus secreto. La muerte como Ph. La Sagna. -Acompañada por la muerte y también por la
liberación de la angustia. mirada. Comprendí que su partenaire estaba entre la muerte y el
objeto oral, pero esto apareció en la segunda parte de la cura. La
J.-A. Miller. - Ella le ocultó durante mucho tiempo que estaba crisis del embarazo cambio el paisaje.
acompañada por la muerte. En realidad era su partenaire, su sos-
tén, su salida. J.-A. Miller. -Y la mirada está del lado mujer fuerte.

Ph. La Sagna. - Exactamente. Incluso correspondía a la ma- Ph. La Sagna. -Esa es su fuerza, pues incluso se gana la vida
nera en que ella organizaba su vida, pues de algún modo no tenía con eso y con lo cual es por fin reconocida. Es alguien que tiene
futuro . Tenía la psicología de alguien que tiene una enfermedad algún talento y se la reconoce socialmente por lo que hace; úni-
grave. No hacía más que pensar en el pasado pese a que era joven camente por el sesgo de la mirada, es decir, por sus fotos, por su
y, justamente, con un futuro por delante. A partir del momento en gusto por el arte, que adquirió de su padre.
que su tendencia al suicidio fue traída al análisis pudo comenzar a
constituir un futuro . Su relación con el tiempo se modificó.
LA MANIPULACIÓN DE LA MIRADA

J.-A . Miller. -Muy clásicamente puede decirse que fue


una confesión. La confesión del goce de ser acompañada por la J. -A. Miller. -La mirada, así como su apariencia, se sitúan del
muerte. Lo ocultó durante mucho tiempo. Usted menciona que lado de lo que ella sabe manipular.

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VARIACIONES DEL HUMOR ANGUSTIA Y HUMOR

Ph. La Sagna. -Exactamente, ella sabe usarlo. ].-A. Miller. -Ya que hablamos del amor, se puede observar
que su marido no aparece demasiado presente en el caso. Sabemos
].-A. Miller. -Disimular, seducir, etc. Y luego tenemos la ver- únicamente que solo hubo un hombre en su vida. ¿Cuáles eran los
tiente contraria, lo que no la engaña, la angustia y la muerte. rasgos del marido que hicieron que fuera el hombre? ¿La inicia-
tiva del amor vino de él tal como fue con su hija?
Jacques Borie. -Hay que agradecer a Philippe La Sagna por
haber resaltado un punto crucial. Me parece que la angustia está Ph. La Sagna. -Es un hombre que la se,dujo cuando tenía
ligada a un exceso de vida y no a la muerte. Muy por el contrario, quince o dieciséis años. Era su primer amor. El tenía unos pocos
la muerte parece una solución al impasse del exceso de vida. Mi años más que ella pero eran los dos muy jóvenes, casi de la misma
pregunta apunta a la cuestión del tiempo. Por un lado está lo que edad. Ella solo tuvo una aventura en su vida, de la cual habla de
Philippe La Sagna llama el anudamiento entre el objeto de angus- manera muy enigmática. Es un amor que es un poco más abs-
tia y el objeto del inconsciente: que el objeto a se anude con 5 2, tracto o afectivo que una pasión con deseo.
o sea, una inscripción en lo simbólico. Por otra parte, está la di-
mensión de la foto y del dominio del objeto. Pero quisiera un es- J. -A . Miller. -Es muy vital y luego termina muy mal para el
clarecimiento sobre el nacimiento del amor por su hija. Me gustó señor.
mucho esta expresión que utiliza: "El amor que fabriqué con ella".
¿Se pueden obtener más precisiones sobre esta fabricación de Ph. La Sagna. - Sí, hay algo de eso.
amor? Se entiende bien que no se trata del amor flechazo. Se trata
de un amor construido poco a poco, al revés del tiempo de la ur- J.-A. Miller. -Ella piensa que es la única para él. Es una rela-
gencia o del suicidio como solución. De algún modo tenemos la ción que se establece de solitario a solitario. El goce sexual no está
construcción de una homeostasis. La relación con el tiempo del en el primer plano del lazo. Ella tiene un acceso un poco precario
goce la protege del pasaje al acto. al otro sexo.

Ph. La Sagna. -Cuando nació su hija, experimentó un rechazo Ph. La Sagna. -En las comunidades masculinas en las que
hacia ella, lo cual es algo bastante poco frecuente. Tenía miedo se mueve no tiene miedo alguno pues no le molesta el deseo del
de ocuparse del bebé porque sentía que no le interesaba. Su hija otro. Es una bella mujer, pero ese deseo le resbala pues no es lo
no era un objeto a para ella. Explicó entonces como se las arre- que le interesa. Lo que le interesa es la belleza, lo bello, y también
gló. Se ocupaba de ella más por deber que por deseo. Pero en un su hija, que representa algo, pues es ella quien le enseñó a amar de
momento, sintió que su hija la amaba y este amor desencadenó su otra manera. Para responder la pregunta de Jacques Borie sobre la
amor. El amor de su hija permitió a Claire amarla. Juntas constru- relación con el tiempo, ese interés fuerte por su hija se construyó
yeron un amor. Esta construcción resuena de manera muy intere- muy progresivamente. Lo que la confirmó en su amor fue la idea
sante con su propio nacimiento. Su madre le había explicado más de que ella era todo para su hija. Actualmente espera un segundo
tarde que sintió por ella el mismo desinterés. Encontramos con hijo, pero este embarazo no le causa ningún problema. No apare-
frecuencia en la historia de los depresivos un lado desconectado cen ni la angustia ni los problemas ligados al primer embarazo.
del deseo del Otro. La pregunta que se impone es si eso corres-
ponde a una realidad o si se trata de una reconstrucción a partir V Mariage. -Quisiera hacer una pregunta sobre el momento
de la estructura. ¿Verdaderamente el Otro no lo deseó, o es lo que de su fuerte angustia ante la visión del feto en la ecografía. Con el
aparece del Otro en la estmctura melancólica, por ejemplo? viviente que hay en el cuerpo, ella tiene la responsabilidad de una

80 81
VARIACIONES DEL HUMOR ANGUSTIA Y HUMOR

vida y entonces ya no tiene más salida por la muerte. Me quedé oral con anal. .. Habría que retomar esas tendencias -actualmente
muy sorprendida al leer sobre el final de su texto que, a fin de hay muchas que son nuevas- y conceptualizarlas a nuestra manera,
cuentas, lo que surge en la pantalla de la ecografía es el objeto oral a partir de objetos pulsionales.
que ella representaba para la madre. Me pregunté también si su
hija aparece en las fotos. En resumen, ¿el objeto que aparece en la Ph. La Sagna . -Ese trabajo atraviesa también el trabajo de la
ecografía vuelve en su trabajo de tratamiento a través de las fotos? cura, porque ella fotografía el objeto y realiza comentarios agre-
._gando sus textos .
Ph. La Sagna. -Es una buena manera de ver las cosas. En defi-
nitiva había que encontrar un límite al exceso de vida del cual ha- ].-A. Miller. -Como usted bien señala, hay una identificación
blaba Jacques Borie, porque no había un límite fálico. Este límite con el padre, y a partir de esta identificación está todo el arte y
lo encuentra en su primer embarazo, en lo real, mientras estaba la manipulación de la mirada. Me parece que también hay una
hospitalizada. Cuando me habló de su primer impacto frente a la contraidentificación con la madre: el rechazo; sobre todo, no ser
ecografía, pensé que estaba confrontada a una mirada. El material como ella. Usted describe a una madre cuya vida sexual es bas-
sobre la oralidad vino más tarde, ligado al cambio en su relación tante desbordante y desprovista de pudor. Por el contrario, ella
con su hija. Trajo entonces todo un material que yo ignoraba, y sufre pero no se queja demasiado de sus contracciones vaginales.
que concernía, por ejemplo, al hecho de que su madre había pade-
cido una anorexia grave. En un segundo tiempo, se centra mucho Ph. La Sagna. -Desaparecieron.
en cuestiones ligadas a la oralidad y particularmente capta que en
la imagen fetal había visto una especie de objeto tragado. Ahora J.-A. Miller. - Encarnaron durante mucho tiempo un rechazo
bien, ¿su hija aparece en las fotos? Puede ser que haga fotos de h· la penetración. En su caso hay una identificación masculina que
familia, pero en el arte de la mesa. <<l muy lejos. Hay un aspecto de usurpación de lo masculino que
es un eco de la frase: al cruzarse con su madre piensa que ahora
].-A. Mille1·. -Fotografía de alimentos. El arte de la mesa y de <lmbas son mujeres. No es seguro que el hecho de sentirse mujer
la cocina. sea demasiado excitante para ella.

Ph. La Sagna. -Es todo un movimiento. Ph. La Sagna. -En la vida tiene horror de lo que ocurrió con
su madre. Quizás su madre tenía simplemente un trastorno del
].-A. Miller. -Ella encontró algo que hace compatibles al humor con fases hipomaníacas. Actualmente su madre devino al-
padre y a la madre. Con la mirada del padre, fotografía el objeto guien bastante razonable. En cambio, la dispareunia desencade-
de la madre. Es una tesis extraordinaria. Y lo que es más extraor- naba en Claire un dolor que rápidamente asociaba al hecho de que
dinario aún es que se trata de una práctica hoy codificada, un arte, el goce ofrecido de su madre disimulaba un sufrimiento. Cuando
una tendencia ... era niña se preguntaba siempre respecto de los partenaires de la
madre: ¿le hacen mal o le hacen bien?
Ph. La Sagna. -Es una tendencia que ella encontró, que perte-
nece a los años sesenta. J.-A. Miller. -Eso es la superficie.
].-A. lvlil/er. -Esas tendencias en el arte son a veces muy sor- Ph. La Sagna. -Podríamos decir que ella tiene ese aire angelical.
prendentes. Están confeccionadas a partir de mezclas de objetos,

82
3. lPosición o estado?

]acques Borie. -Creo que conviene interrogar la máscara sonriente


de esta paciente. Tanto Freud como Lacan insistieron en el defecto
de la máscara propia de los melancólicos, o sea, la presentación del
sujeto como equivalente al objeto desecho. Pero en este caso, pa-
rece que ella siempre tuvo esa máscara sonriente. Hay un redobla-
miento de la capacidad en sostener una dimensión imaginaria que
viene a velar el objeto. ¿Cómo explicarlo? ¿Desde su infancia tenía
ella la idea de que había que suplir ese agujero real con esta tenden-
cia a sonreír, o más bien es algo que se construyó más tarde?

Jacques-Alain Miller. -En principio hay que distinguir la po-


sición melancólica del estado melancólico. Tanto Philippe La
Sagna como Jean-Daniel Matet diagnostican una posición me-
lancólica, que es distinta del estado melancólico abundantemente
descripto en la literatura clásica. Esto, fuera del caso mismo.

Caro/e Dewambrechies-La Sagna. -El engaño melancólico tam-


bién es algo clásico, es decir que debemos temer más que nada
cuando un melancólico nos dice: "Usted no puede saber lo bien
que estoy", con esa máscara sonriente y la cuerda en la espalda
lista para colgarse.

Philippe La Sagna. -Hay que reconocer que ella encontró su


sinthome, si lo podemos llamar así, en el uso del arte para crear
imágenes, incluida la propia. En principio es lo que le da una apa-
riencia engañosa. Si en algún momento determinado se la pudo
creer histérica, es porque sabe manejarse muy bien con su imagen

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VARIACIONES DEL HUMOR ¿POSICIÓN O E~TADO?

y _manipularla. Pero su imagen apenas vela su posición de objeto. problemas y que retomará quizás más tarde. Sahe que puede re-
Simplemente no lo muestra porque aprendió de su madre el ho- caer en el vacío pero tiene puentes por encima de ese vacío que
rror que eso puede implicar y aprendió de su padre la manera de puede localizar. Es importante que el sujeto sepa -sin creer que se
ocult~rlo: creó así una forma especial de depresión. La imagen le domina a la estructura- dónde está parado.
permite tornar más discreto el goce de la vida y su arte de la ima-
gen le permite constituir pedazos de vida, digamos, soportables, Jean-Pierre Deffieux. -En este punto de la discusión me permito
mientras que de otra manera estaría completamente invadida por hacer una pregunta teórica que me intrigó mucho en este caso.
algo sin medida. Lo dice constantemente. Philippe La Sagna escribe: "El trabajo analítico permite al sujeto
constituir un nuevo objeto, manejando a la vez los efectos de corte
].-A. Miller. -De todas maneras, si comprendí bien, ella solo propios del inconsci.;nte". Y también: "El objeto causa del deseo, en
fotografía naturalezas muertas. juego en el incon~ci entc, se opone a la presencia invasiva del objeto
de angustia, operando una nueva alianza de ese objeto con el saber
Ph. La Sagna. -Ella es perfectamente consciente de eso, por- inconsciente". Desde el punto de vista clínico es muy convincente
que lo que le interesa en el arte no es para nada un arte de la vida. y muy preciso. En realidad, el sujeto está suscripto al inconsciente.
Aun así, comer forma parte de la vida. ¿Cómo se puede comprender a la vez la dimensión de rechazo del
inconsciente, típico de la melancolía, y el hecho de que el sujeto
J.-A. Miller. - Un punto muy impactante es sin embargo su esté suscripto al inconsciente? ¿Se puede articular esto?
confesión de compañerismo con la muerte, que se muestra en su
tendencia suicida. Ph. La Sagmt. -Lacan evoca la noción de rechazo del incons-
ciente a propósito de la manía, nunca a partir de la melancolía.
Ph. La Sagna. -Esta tendencia no fue relevada solamente por Es cierto que en el estado melancólico hay un rechazo de incons-
la co~fesión sino también por la realización que comporta tener ciente - lo que observaba Abraham-, pero no es el caso en la po-
un htJO y por el desplazamiento del objeto en juego, de la mirada sición melancólica. Al contrario, con frecuencia observé que suje-
al objeto oral. A partir de allí se revela otro goce que tiene mucho tos en posición melancólica pueden ser analizantes sin par, y que
que ver con esta tendencia suicida. En ella la vida, la oralidad y la notablemente saben manejar muy bien sus sueños. Son sujetos
pulsión de muerte están anudadas. Queda por interrogar la puesta que no están agobiados por el falo y, en particular, tienen la po-
en juego de la voz, por ejemplo, en la dispareunia, ligada a cosas sibilidad de que el inconsciente como tyché funcione, a veces, por
escuchadas a nivel del fantasma y no de cosas vistas. Por supuesto fuera de las crisis. Esto es lo que permite al sujeto arrancarse de la
que en ~so hay otro goce, pero preferí no tocarlo, pues lo mejor angustia produciendo efectos de tyché, cuya función es restaurar
es enerrngo de lo bueno. Por el momento, es alguien que está bas- otro tipo de objeto. En el caso de esta paciente, luego de fines de
tante bien en su vida. semana horribles, era posible localizar la emergencia de un afecto,
la incidencia de un sueño, o reconstruir momentos de angustia, de
J.:A. Miller. -Para seguir en la dirección de Jacques Borie, manera tal que salía desangustiada.
¿curo usted una melancolía?
].-A. Mil/er. -La reconstrucción minuciosa del fin de semana
Ph. La Sagna. - Esta paciente piensa, y considero que tiene no es exactamente el trabajo del inconsciente. Esto recuerda el
razón, que no está a salvo de una recaída. Tiene un tratamiento caso de Lucía D'Angelo, donde regularmente, dos veces por se-
antidepresivo liviano que interrumpió durante el embarazo sin mana, se reconstituye todo lo que sucedió.

86 87
VARIACIONES DEL HUMOR lPOSICIÓN O ESTADO?

Ph. La Sagna. -No exactamente; ella tenía un recurso posible lugar de la sublimación en el tratamiento que ella hace de su ob-
a la sorpresa del inconsciente. No era un trabajo como aquel que ¡eto, parecería, si he comprendido bien, que una interpenetración
se efectúa en ciertas psicosis, donde se puede contornear la angustia entre el trabajo de la cura y su elaboración a través de la fotografía
reconstituyendo todos los detalles de lo sucedido. Todo lo que pudo le permite distanciarse del objeto oral que ella es para el Otro.
elaborar del objeto oral apareció con una dimensión de sorpresa. La segunda pregunta se dirige a este objeto oral que ella es para
d Otro. T al como lo subrayaba Philippe La Sagna, no sabemos
J.-A. Miller. -Lo que subraya Jean-Pierre Deffieux, y que -;icmpre si lo que el sujeto dice de su falla en la conexión con el
usted confirma, vuelve aún más porosa la oposición entre posi- deseo del Otro es algo seguro, o si eso sale de una reconstrucción
ción y estado melancólico. Una primera oposición consistiría en debida a su estructura. Tenemos ahí una indicación que son las
" . ,,,
proponer que la posición está velada, retenida, y que puede, dado pa1abras de 1a ma dre, te vomite .
el caso, desarrollarse en el sentido clásico. Pero si la posición se
caracteriza por rasgos directamente opuestos al estado, será ne- Ph. La Sagna. -¡Además, es un lapsus!
cesario encontrar otra cosa para calificarla. ¿Se puede hacer del
rechazo al inconsciente una diferencia secundaria? Ph. De Georges. -En muchos casos de melancolía que estudia-
mos, encontramos ese fantasma de canibalismo recíproco. Esto
Ph. La Sagna. -Es una pregunta. En la tradición clínica, se plantea en cada caso la cuestión del diagnóstico diferencial, en la
hace una unidad del maníaco depresivo. Ahora bien, todas las in- medida en que está presente una dimensión potencialmente perse-
vestigaciones serias de la fenomenología, tanto como las de la psi- cutoria del Otro devorador. Este Otro caníbal es potencialmente
quiatría contemporánea, tienden a afirmar: "¡Atención, a no con- persecutorio. ¿No hay en ciertos casos una inversión de tipo
fundir dos cosas diferentes!". Se trata de demostrar que la relación moebiano que hace que cuanto más persecutorio es el Otro, más
con el inconsciente no es quizás del mismo tipo. se ve dominar esta identificación masiva con el objeto que es para
el Otro, en este caso el objeto vomitado?
].-A. Miller. -Sin duda. ¿Abandonado a su propio movi-
miento, ese sujeto habría deslizado hacia el estado melancólico Pierre Stréliski. -En un momento dado, esta paciente recuerda
clásico? que tenía miedo de quedar ciega mientras dormía. ¿No se podría
decir que hay en este prolongado psicoanálisis una dimensión de
Ph. La Sagna. -Pienso que podría suceder. Y ella lo piensa psicoterapia, en la medida en que el sujeto trata su dificultad por
también. el sentido inconsciente?

J.-A. Miller. - Ella siente una relación con eso. C. Dewamln·echies-La Sagna. -Esta paciente me invita a compa-
rarla con Diane Arbus, que planteaba la vida devorada por la angus-
Ph. La Sagna. -Exactamente. Ella piensa que puede volver a tia. Era una gran fotógrafa estadounidense que se suicidó. Realizó
caer en el corazón de .. . una gran obra en la que fotografiaba imágenes mundialmente co-
nocidas de una América monstruosa, con, por ejemplo, muchos va-
].-A. Miller. - Esa anticipación es importante. gabundos. No se cruzó con el psicoanálisis en su camino, pero tam-
bién fue muy osada. Cuando leemos su biografía, lamentamos que
Philippe De Georges. -Dos breves preguntas sobre este bello no haya habido un poco de psicoanálisis deslizándose por ahí para
caso. La primera concierne a la dirección de la cura. Respecto al poder pacificar algo. En fin, probablemente sea mi optimismo...

88
VARIACIONES DEL HUMOR

J.-A. Miller. -Sí, pero quizás no tendríamos una gran obra ... 4. Melancolía ordinaria
C. Dewambrechies-La Sagna. -¿No tendríamos una gran obra?
El monstrno que ella_ fotografiaba era de todos modos una parte
de su ser, que ella rrusma buscaba y que sin duda le fue útil du-
rante varios decenios.

].-A. Mille1·. -No habría hecho nada de eso si hubiera encon-


trado a Philippe La Sagna.

C. Dewambrechies-La Sagna. -Hay una proposición que en-


~uentro muy .~ella, _la de que "~1 valor de la vida" es tragado por ]acques-Alain Miller. -Comenzamos la discusión sobre la contri-
el que traga la vida, y que tiene eco con este enunciado· "Te bución de Sonia Chiriaco, que tiene un título hitchcockiano, "Vér-
von:iité.". Si tuviera tiempo de hacer una pregunta teórica ,.sería tigo", y un subtítulo que no lo es, "Un bucle melancólico'', aunque
la siguiente: ¿Cómo evitar el escollo de la culpabilidad en casos la cuestión se puede plantear en relación con el vértigo. Guy Briole
como este?
presentará el caso, y Pierre Stréliski y Claude Viret lo discutirán.

.Ph. La Sagna. -En lo que concierne a la dirección de la cura Guy Briole. -Madeleine tiene vértigo hasta el desvaneci-
pnmero tomé la posición de dejarla ser el sujeto supuesto sabe; miento. "Vértigo" es el título que Sonia Chiriaco dio a su trabajo.
en el te~reno ~e la creación. Por otra parte, me puse a sostener "Vean el vértigo que la aqueja", diría el señor de Pourceaugnac 1
un tr~ba10 del inconsciente pero no en el nivel del sentido. Es un para señalar caprichos o fantasías, o sea, un síntoma histérico. Con
traba10 .sobre el inconsciente como tyché. Todo lo que ella pudo Madelaine se trata completamente de otra cosa. Ninguna aparien-
constrmr como leyenda familiar fue desmontado. Por otro lado cia engañosa; su vida es un abismo vertiginoso. Ella está continua-
cuando hablé de la vida, de la muerte y de la pulsión de muerte' mente bajo la amenaza de una caída vertiginosa que la dejaría por
no desarrollé la cuestión del canibalismo freudiano. Para Freud' el suelo, como estallada en una multitud de átomos aglutinados,
la ide.ntificación fundamental está muy próxima al canibalismo~ dispersos, que componen el edificio de su cuerpo. No entiende
Identificarse no es simplemente imitar al otro, sino que es intro- cómo se sostiene todo en conjunto. El mundo que la rodea, los
yectarlo. Confonne a la versión edípica de Freud, el que devora es edificios, sobre todo los modernos, están hechos a la imagen de
el padre. Pero para esta paciente, el caníbal era la vida misma. Lo ese cuerpo. No hay simbólico para anudar el conjunto. Su vida
que la hace vivir es ta~bién lo que la devora. Dar a esto la figura parece una lucha permanente para oponerse a ese vértigo, en el
del _pa~re es una elecc1on. Tal como dice Lacan, lo que devora es que precipitarse siempre es una posibilidad, sin que se sepa quién
el s1gruficante.
o qué la empujó. ¡Vértigo!
Apoyándose en sus propios esfuerzos encontró cómo resistir a
lo que, irresistiblemente, la "empuja hacia abajo". Con el trabajo

1. Personaje de la farsa-ballet del mismo nombre creada por Moliere en 1669.


l. Véase la nota 10 de la p. 53 de este volumen. [N. de T.) [N. de T.]

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VARIACIONES DEL HUMOR M ELANCOLÍA ORDINARIA

en la transferencia, encontró un apoyo que le permite un poco extrema de vivir, en los confines de la muerte misma. Dicho esto,
más de libertad. Volveremos sobre este punto. todo estado melancólico es un estado mixto, y la mencionada nos-
Un "recuerdo perturbador'', a la edad de seis años, parece mar- talgia del maníaco, la de su estado de elación, es algo para consi-
car el comienzo del vértigo. El encuentro traumático con el ve- derar también en el melancólico.
cino no abre a la constitución de un síntoma, pero en el apres- En este, sea cual fuere su sufrimiento, también existe una fas-
coup, y vuestra clínica es muy precisa, ella se organiza bajo el modo cinación por ese momento en el que trata de abandonarse, de des-
de la contaminación del conjunto de su vida. La culpabilidad, li- lizarse hacia la identificación con el objeto de desecho fijado en el
gada a la falta, se disuelve en la indignidad. Es la caída, rebajada al goce. Por el lado del viraje maníaco, el riesgo se presenta cuando
rango de objeto indigno, sin ningún velo. Sonia Chiriaco precisa ella toma "altura". La altitud la eleva, es cierto, pero se puede
que, "reducida a la cosa, no se recuperaría más". El vacío, el de plantear la hipótesis de que el vértigo es a la vez lo que la atrae
la atracción vertiginosa, está en relación con el vacío que es de del vacío y lo que es salvador. En los momentos de elevación, "el
estructura. Por más banal que parezca el comentario de su vecino vértigo la atrapa". El vértigo es como un capitón ante el riesgo
-"Tu mamá no va a estar contenta si ve que estás mal vestida"- extremo.
anuda la indignidad y el ver, ¡eso se ve! A través de la mirada, re~ En Madeleine existe un "balanceo constante entre los dos extre-
cibe un juicio de indignidad. La mirada se torna persecutoria -es mos". Del mismo modo que la cuerda no fue la del colgado, sino
un recuerdo escolar- un poder que la perfora. la del alpinista, ¿podemos plantearnos la hipótesis de que el vértigo
Logra encontrar soluciones a esta persecución -no tener a fue el límite nunca franqueado de las situaciones extremas? Esta
nadie por detrás- para llegar a la siguiente inversión: mirar en cuerda que la retiene de la caída en el vacío y que hoy, tal como
lugar de ser mirada, volverse el ojo que mira detrás de la cámara. indica Sonia Chiriaco, está trenzada con significantes. La expre-
No es seguro que alcance para pacificar esa mirada, aun si la loca- sión es preciosa para nombrar la transferencia. "El análisis permi-
liza. El desvanecimiento puede ser una forma de escapar a la mi- tió introducir un punto de inflexión en la posición melancólica de
rada persecutoria del Otro, borrarse delante de él. la joven", escribió usted. ¿Cuál es la particularidad de lo que usted
La relación dolorosa con el Otro parece ser una de las solu- llama el salto en el análisis? En efecto, el vértigo no le impidió dar
ciones a esta persecución, una posición del sujeto por la vía de la ese salto. ¿Cómo llegó a usted y qué fue lo que determinó ese en-
~d~~tificac~ón con el objeto, en este caso, indigno. Su hipótesis ganche en la transferencia en las primeras entrevistas? Quisiéramos
~m~ial,. se~,n la c_ual "sus padre~ h~?ían anclado en ella el juicio de también saber acerca de este elemento que usted subraya, que en
md1gn1dad , deviene una convtcc10n en el transcurso de su vida. el análisis ella puede hablar sin la angustia de sentirse humillada.
La indignidad viene como alternativa al ser sin valor. Ella es em- Por último, usted menciona que su inclinación hacia personas
pujada hacia abajo, sumergida en la corriente de identificaciones dadas por desaparecidas puede invertirse en la creación artística. El
imaginarias que le vienen de todas partes, del padre rechazado, de guión de su cortometraje cuenta el pasaje del estado de desecho a
la madre que vive en la intimidad del suicidio de su propio padre, una vida iluminada. Todo o nada bajo otra forma. La alternativa de
del.a abuela con los oráculos devastadores. Todo la empuja hacia todo o nada sería suspender el film, nunca acabado. ¿Sería al precio
abaJo. En este universo siniestro donde ronda la muerte Sonia de suspender, como atenuante de sus oscilaciones, que su vida sería
Chiriaco muestra cómo Madeleine encuentra una salida ~ través posible? ¿Suspender la realización y suspender un fin posible en el
de una manera extrema de vivir, poniendo en escena la relación trabajo de la transferencia? Probablemente en lo inacabado de lo
con la muerte para lograr tocar la vida. La fórmula que usted da uno como de lo otro se encuentra para ella la posibilidad sostener
es explícita, "rozar la muerte para sentirse viva". Se podría decir su proyecto de vida, amarrada a la transferencia.
que esta frecuentación permanente de la muerte es una manera

92 93
VARIACIONES DEL HUMOR MELANCOÚA ORDINARIA

].-A. Nliller. -Gracias por esta presentación. Como se dice en , una dificultad de la que todo el mundo puede quejarse: "Tengo
la televisión, quizás usted reaccione inmediatamente. :i1ros y bajos, tengo vértigo". El vértigo no es un síntoma que per-
tenezca tradicionalmente a la categoría de la psicosis. ¿No hay una
Sonirt Chirir1co. -Voy a comenzar por responder la última pre- calificación especial del vértigo como lo que se opone a un bucle?
gunta. En efecto, me parece que esta suspensión de la realización Para esta persona no hay nada que se cierre,2 el film nunca será
del film cuyo guión está hoy acabado - lo que por otra parte no le concluido. Conviene que eso se eternice, porque el vértigo es en
impide realizar otras cosas al mismo tiempo, sobre todo en su tra- realidad lo que permite mantener un suspenso para que ella no
bajo- le permite proseguir la cura. En la escritura de sus guiones caiga. Ella tiene vértigo para no caer.
hay algo que la representa muy bien, pero no solamente a ella, es
a ella más el análisis. El comienzo de la cura fue muy extraño, por- S. Chiriaco. -El vértigo es el velo que la protege y, por otro
que su presentación en un principio fue totalmente banal. Vino lado, se presenta con un exceso que la empuja a ir hacia lo al:o.
decidida a querer curarse de un vértigo que le molestaba para ·riene conductas realmente peligrosas. Cuando va a la montana,
hacer parapente. Luego pasó al paracaídas, y este dice todo de su por ejemplo, toma riesgos y se inclina sobre un parapeto. El vér-
posición en la vida. Ella quiere parar la caída, esto se debe tomar tigo la retiene y, al mismo tiempo, le muestra algo del horror. Lo
a la letra. Se podría haber pensado que alguien tan determinado que me impacta es la banalidad con la que se presenta en el co-
a tratar un síntoma tan preciso como el vértigo debería haberse mienzo. Contrariamente a la paciente de Philippe La Sagna, no es
orientado hacia las terapias comportamentales para conseguir alguien dotado para el análisis y el trabajo del inconsciente. Pese a
practicar parapente. Y esa fue mi primera sorpresa, ella se engan- que trae mucho material, la mayonesa del análisi~ no coagu~a. Eso
chó rápidamente en la transferencia. Inicialmente, había varios ya indica la ausencia de neurosis. Hay una especie de banalidad, Y
temas y no hice el diagnóstico de inmediato. Su queja concernía percibimos que detrás de esta banalidad el vértigo está tomado a la
al vértigo, luego a sus padres, que habían anclado en ella ese jui- letra. Debe enfrentarse a esta certeza monstruosa.
cio de indignidad, y también a la relación que tenía con un hom- Con mucha facilidad dice que puede ahorcarse en cualquier
bre muy loco para quien ella era la mujer maldita. Este hombre momento, o saltar al vacío, o incluso encontrase como un vaga-
solo había encontrado mujeres que se morían, mujeres malditas de bundo. El tema del vagabundo, por fuera del cortometraje, está
cierta manera, de ahí mi título hitchcockiano, ya que ella se des- presente desde muy temprano. Sin embargo, es una joven mujer
lizaba al lugar de la muerta. Todos estos temas no tenían ningún muy bonita y cuidadosa en su aspecto -esto la acerca al caso de
nexo entre ellos. El análisis los hizo entrecruzar y permitió hacer Philippe La Sagna-. No se presenta en absoluto como una vaga-
el diagnóstico de melancolía, de bucle melancólico. En principio, bunda. Pero no sonríe o lo hace muy poco.
es uno de los significantes que usa regularmente cuando vuelve en
bucle sobre ese pasado del que no puede deshacerse. J.-A. Miller. -Ella está en el mismo r~gistr~ ,que el ~ue des-
taca Philippe La Sagna en su texto, la mampulac1on de la imagen.
Pierre Stréliski. -Quisiera hacer una primera pregunta a El vértigo, que usted elige como título, es en realidad la carta de
Sonia Chiriaco, porque vértigo evoca evidentemente el film presentación que ella utiliza para venir a verla.
de Hitchcock, aunque esta paciente es muy diferente de la Kim
Novak de Hitchcock que manipula al otro, al pobre policía que no S. Chiriaco. -Exactamente.
alcanza a arreglarse con el sentido sexual. Madeleine es lo contra-
rio, está manipulada por el Otro. Encuentro interesante el título
porque aproxima el problema de esta paciente relativo a la psicosis 2. Seboucle.

94 95
VARIACIONES DEL HUMOR MELANCOLÍA ORDINARIA

SUBLIMACIÓN Y HUMOR MELANCÓLICO S. Chi·riaco. -Hay un humor melancólico que está allí todo el
tiempo. Ella es alguien extremadamente triste.
].-A. Miller. -No se trata forzosamente de la fase más pro-
funda del fenómeno, es más bien lo que fue la motivación explícita J.-A. Miller. -Ella es triste. Tenía casi la tendencia a ver una
de su recorrido. Usted cita una frase de Guy Briole en la que la melancolía banal, para utilizar un adjetivo que usted empleó, una
paciente describe unos fenómenos más sustanciales: "una multi- melancolía _ordinaria, que se inscribe en nuestro registro de la psi-
tud de átomos aglutinados". Cuando alguien viene explicarle que cosis ordinaria. Llama la atención que en los dos casos se trata de
mantuvo durante mucho tiempo esta idea, o que la mantiene aún, artistas, una fotógrafa y una realizadora de cortometrajes. Vemos
o que no quiere deshacerse de ella, prestamos mucha atención la relación entre melancolía y sublimación. Ese lazo tiene algo clá-
aunque eso no diga nada en sí mismo. sico, si se sueña con el tema saturniano. Erwin Panofsky y otros
En la adolescencia, tenía a veces la impresión de que su espí- escribieron todo un libro, Saturno y la melancolía, para subrayar la ·
ritu se separaba de su cuerpo, allí también, eso no dice nada en sí estrecha relación entre la actividad artística y el temperamento o
mismo. Pero agregado a la frase anterior, impresiona. Ella queda el humor melancólico. No es de hoy, fue muy tematizado en la
capturada por una angustia inefable cuando se pregunta verdade- Antigüedad, en el Renacimiento. Una estrecha relación con palea
ramente por qué milagro sus órganos, sus miembros, los huesos, - me inspiro en Armand Zaloszyc, porque es el título de su re-
los fluidos, pueden mantenerse unidos. Aquí no se trata de vér- vista-, con el objeto de desecho, rechaza al sujeto hacia el ágalma.
tigo. En efecto, son muchos los que pueden compartir el vértigo, Dicho de otro modo, una relación bien experimentada con el ho-
pero en este caso tenemos enunciados que son de peso, que empu- rror favorece la relación con lo bello para velar el horror. Tradi-
jan hacia abajo. cionalmente, el artista fue interpretado como un melancólico. Se
¿En qué sentido podemos inscribir esto en las variaciones del le suponía una tristeza fundamental y una relación con el horror,
humor? Ante todo por el diagnóstico de melancolía que usted justamente al ser el artesano de lo bello para su salvaguarda subje-
ha hecho, pues en realidad, en el caso de Philippe La Sagna, co- tiva. Se ve aquí a la dama identificada con el vagabundo o enamo-
menzamos por un conjunto de angustias crónicas -que por el mo- rada de él, y se presenta deslumbrante, impecable. Por supuesto,
mento no clasificamos forzosamente en el capítulo de variaciones se puede ver también el "abandonarse a sí misma". Pero en los dos
del humor, o que en todo caso habría que precisar cómo-. casos aquí citados, tenemos esta corrección y este llamado de lo
¿Alcanza que la angustia sea crónica y que las crisis sean repeti- bello que una regulación más asegurada con el goce no lo vuelve
tivas para ordenarlo dentro del fenómeno del humor? Partimos de tan imperativo, mientras que para esos sujetos es vital.
la idea de distinguir entre angustia y humor, y fue por el diagnós-
tico de melancolía como entramos en el tema. Usted interpreta Claude Viret. -Quisiera algunas precisiones. Usted dice que el
como manía su elación en el extremo y en la altura. trabajo de la cura conducía a un trenzado del significante, pero
sobre todo a una separación de los significantes mortíferos que la
S. Chiriaco. -Y cierta exaltación también. empujan hacia abajo. ¿Qué construcción hizo ella? ¿Tiene la idea
de un primer vértigo? Sorprende que no haya hecho nunca una
].-A. Miller. - Exaltación, euforia, pero en realidad, si habla- tentativa de suicidio y que a la vez hable de suicidios posibles. ¿En
mos con propiedad, usted no destaca el humor melancólico en qué momento esta idea le vino a la mente?
este sujeto.
S. Chiriaco. -Varias cuestiones entonces. Ella no sitúa verda-
deramente un primer vértigo, pero sin embargo evoca un aconte-

97
VARIACIONES DEL HUMOR MELANCOLÍA ORDINARIA

cimiento como precipitación de algo. Debía atravesar un puente Pierre Sid<m. -Guy Briole señalo dos cosas a propósito de ese
sobre el mar y no lo podía hacer. Quedó detenida durante horas caso: que tenemos a la vez una dimensión paranoica y una apa-
y fue terrible. Se sintió presa de la vergüenza y tuvo que cruzar riencia engañosa. Digamos que su vida era un abismo vertigi-
ese puente casi en cuatro patas; se sintió un desecho. Ubica esto noso. Quisiera llamar la atención sobre algunos significantes cla-
en su adolescencia, pero finalmente podemos imaginar que está ramente identificados. Ella se siente humillada por la mirada, no
presa de la vergüenza desde siempre. El vértigo es un significante logra hacerse respetar, se burlan de ella. Adhiero completamente
que cuenta y que bordea algo. Efectivamente, es para tomarlo a la al significante de paranoia tal como lo presentó Guy Briole. En
letra, tal como ella lo hace. esta perspectiva, la indignidad conferida por el juicio parental es
un enunciado persecutorio, que hace recaer la responsabilidad
J.-A. Miller. -Esto señala que no puede subir muy alto. en ellos. Ella no está ahí por nada. Desde este punto de vista, me
parce que estamos frente a un diagnóstico diferencial de Ernest
S. Chiriaco. -Pero adora eso, subir demasiado alto. Kretschmer. Se sabe que los sujetos kretschmerianos presentan
cuadros depresivos. Aquí hay elementos megalomaníacos. Pienso
].-A. Miller. -Sí, así es. Esto limita ese goce. que hay también lugar para interrogar su posición subjetiva a par-
tir de su inhibición para terminar, ella no realiza su film. Podemos
S. Chi1·iaco. -El límite que se fijó actualmente, y que según encararlo desde dos ángulos, el de la cobardía y el de ocultarse de
ella probaría que está curada del vértigo es el de hacer paracai- la mirada del otro.
dismo, porque ahí se lanza realmente en el vacío. Al mismo También tiene su preferencia por los "hombres de color", y su
tiempo, en el paracaídas, está parar la caída. Es una caída pero "náusea ante del hombre blanco". No me quedó claro si hay un
suave. Dicho esto, ella se cuida bien de hacerlo, lo que le permite lazo entre la elección de sus partenaires. También está el síntoma
continuar el tratamiento. en el que solo se siente bien con hombres de condición inferior a
En lo que concierne al manejo de la transferencia, frente a su ella.
tristeza y sus juicios de indignidad, intenté poner un poco de vida. ¿Fue interpretada esta posición de superioridad que yo per-
Me vino así, a través del humor. Una vez le dije: "A usted le gusta cibo en el conjunto del caso? Me parece que esta paciente no tiene
ir hacia las alturas y es empujada hacia abajo". Este enunciado los pies sobre tierra. Planea. No está en el fondo del abismo, ni
ponía en conexión los dos planos. A partir de ese momento esta sube hasta el infinito. Desde esta perspectiva el vértigo toma una
persona se puso a contar una historia. Es un poco como una fuga dimensión irónica, como un inconsciente forcluido, tal como en
musical. Al principio, los temas son distintos unos de otros, y en la expresión "torcedor de ojos" 3 de la paciente de Tausk, con un
un determinado momento, todo se pone en marcha. efecto de cortocircuito en el organismo.

J.-A. Miller. -Como su cuerpo, no se sostenía en un conjunto, J.-A. Miller. -Hay más preguntas: Philippe De Georges,
y de algún modo usted intentó darle un cuerpo simbólico. Francesca Biagi-Chai, Carole Dewambrechies-La Sagna.

S. Chiriaco. -Eso mismo, con los significantes que ella traía, Philippe De Georges: Del comentario de Guy Briole, subrayo
"empujada hacia abajo", "vértigo". El sentido a la letra que ponía la fórmula según la cual la relación dolorosa con el Otro la pro-
se relajó y pasamos a otra cosa. Es cierto que está mejor. Sostuve
mucho el trabajo ligado al cine.
3. Freud, S., "Lo inconsciente", en Obms armpletns, t. XIV, ob. cit., p. 195.

99
VARIACIONES DEL HUMOR MELANCOLÍA ORDINARIA

tege contra la relación persecutoria. Y en su comentario, Jacques- goce podría tratarse de una maníaco depresiva, sabiendo que un
Alain Miller destacó otros puntos que surgen de la amenaza de significante produce un efecto correspondiente en el cuerpo, sea
fragmentación. Mi pregunta no es acerca del diagnóstico diferen- de felicidad o de tristeza.
cial. Lo que me interesa es el diagnóstico de melancolía entendido
como posición y no como entidad, ya sea una defensa contra una J.-A. Miller. -Su diagnóstico, Sonia Chiriaco, está evidente-
posición paranoica, o contra una posición que surge de la frag- mente cuestionado.
mentación. ¿Cuál es la solución menos mala para ella? Lo cual re-
mite a otra pregunta, ¿continuidad o discontinuidad? Caro/e Dewambrechies-La Sagn,a . -No intervengo en la discu-
sión para agregar otra proposición sino para señalar que estarnos
J. -A. Miller. - ¿Continuidad o discontinuidad de qué? en la tercera generación. Es muy importante. Usted lo subraya en
su texto con una fórmula muy bonita, donde menciona que Made-
Ph. De Georges. -Como por ejemplo la oposición entre posi- leine reflexiona sobre la desgracia de las generaciones anteriores.
ción y estado. Esta idea de transmisión en espejo es muy interesante. Recuerdo
que en su temprana infancia, su madre fue criada por una mujer
Francesca Biagi-Chai. -Para continuar en la serie de pregun- melancólica, y que por años ella misma fue melancólica, mien-
tas sobre diagnóstico diferencial de psicosis, yo diría que se puede tras que durante su adolescencia Madeleine hablaba a menudo de
plantear para esta joven la cuestión de la esquizofrenia. ahorcarse.
Se podría abordar por la relación del significante amo con el
goce. Así, Madeleine espera el momento en que estará nueva- J.-A. Miller. - Tenemos, en efecto, todo un párrafo de la fami-
mente desesperada, o bien sube a las cimas, escala montañas. lia: el padre, niño rechazado; la madre, gravemente deprimida; el
Escuchamos que se trata de una manera de recuperar el cuerpo. abuelo paterno que se suicidó.
Cuando la sensación la invade tiene un cuerpo, en ese momento
preciso. ¿Se puede decir que está momentáneamente curada? Asi- C. Dewambrechies-La Sagna. - Estamos en la tercera genera-
mismo, cuando no está en las cimas y cae precipitadamente, el ción con un sujeto que oscila entre la posición melancólica y una
humor, el sufrimiento que resulta le confiere un cuerpo. En ese hazaña para atrapar algo del sentimiento de la vida.
momento tenernos un sujeto del inconsciente. Es coherente con
la interpretación que le fue hecha. El vértigo designa un momento J.-A. Miller. -La hazaña es una solución. Para salir de la es-
límite, podría ser un nombre del sujeto. Se trata de un significante cena, vale más la pena ser un as del paracaidismo que tirarse por la
del que el sujeto se apropió y que le permite ser no solamente ventana sin paracaídas.
toda sensación o puro menosprecio. La conexión entre vértigo y
altura se revela en la definición de psicosis esquizofrénica: "Aquí C. Dewambrechies-La Sagn,a. - Salvo que saltar en paracaídas es
se encuentran dos significantes que se oponen y que no pueden una manera de arriesgarse a un accidente mucho mayor que cru-
reunirse. Sé que hay personas para las cuales dos significantes no zando la calle.
pueden estar reunidos". Por ese saber, el analista los reúne me-
diando él como la función del vértigo, es decir, la función de en- J.-A. Miller. -De acuerdo. Es tornar riesgos.
ganche de dos significantes que, sino, serían independientes. Con
esto podemos preguntarnos si no es la independencia de cada sig- S . Chiriaco. -La excita mucho más que cruzar la calle, en
nificante lo que hace su esquizofrenia. Por las modulaciones del efecto.

100 101
VARIACIONES DEL HUMOR MELANCOLÍA ORDINARIA

C. Dewambrechies-La Sagna. -Encontré este texto muy bien y compañía, pero cuando se presenta un esqueleto, es menos atra-
escrito. Usted logra darle a su escritura la sensación de la tem- yente que cuando se lo envuelve con un estampado tornasolado.
poralidad de esta historia. Logra atraparnos como lectores en la Incluso si se continúa discutiendo sobre el diagnóstico, como dice
espiral que describe. Es un éxito. Carole Dewambrechies-La Sagna, definitivamente podremos ver
cómo se hace.
S. Chiriaco. -En esta discusión, unos y otros han respondido
parcialmente a las preguntas que se plantean. Para volver al debate P. Stréliski. -Mi pregunta se inscribe en la de Philippe De
precedente sobre la posición y el estado, tendríamos una posición Georges acerca de cuál sería la mejor salida para ella. Hay dos
melancólica en un caso de psicosis demostrada por los significan- puntos de partida: "La actitud la elevaba. El vértigo [... ] la humi-
tes aportados por la paciente, pero no probada por los hechos por- llaba". Tenemos un punto de partida más para ordenar del lado de
que nunca se desencadenó. Estamos siempre al borde del vértigo. la paranoia. El otro concierne a su aspecto Arcimboldo, el cuerpo
Su posición melancólica la protege de los átomos que parten en que no se sostiene, en suma. ¿Lo que la orienta mejor está del lado
todos los sentidos. Así es como se sostiene. de la metáfora o del lado de la metonimia?
Pierre Sidon me pedía una precisión sobre el vecino. Es un
hombre de raza blanca, y a partir esto ella hizo toda una ,cons- S. Chiriaco. -Veremos.
trucción sobre los hombres blancos. Se interesa mucho por Africa.
También tenemos un detalle más, su guión, donde se incluye en la J.-A. Miller. -Aquí usted termina con el guión concluido y el
escena de una historia de vagabundos, guión escrito hace mucho film inacabado. Aparte de eso, ¿ella consigue terminar otros traba-
tiempo y que nunca terminó. jos? Todo no está definitivamente aplazado.

J.-A. Miller. -Antes de dar la palabra a Pierre Stréliski, haré S. Chi1·iaco. -En efecto, es alguien que trabaja y pudo termi-
un señalamiento a lo que dijo Carole Dewambrechies-La Sagna. nar otros trabajos cinematográficos, pero respecto de este guión,
En efecto, hay que subrayar la calidad del estilo. De manera gene- la realización queda en suspenso. De la misma manera, la historia
ral, noté en los textos de la conversación una fluidez de escritura, de su departamento duró años y yo pensaba que nunca llegaría a
especialmente notable en el suyo, pero también en los otros tex- comprarlo, por la fascinación de ser una vagabunda, de romper
tos. Si se estudia la redacción del caso, se puede encontrar, en su todos los lazos y de perderse en el anonimato. Un día, sin em-
texto, un encanto literario. Y el encanto literario no se imita ni se bargo, vino a decirme, "Listo, firmé la compra". Y está mucho
adquiere fácilmente. Otro punto para señalar es que su texto con- mejor desde que es propietaria de su pequeña casa.
tiene pocos lugares comunes, muy pocos clichés, esas repeticio-
nes cerradas tan económicas que conocemos como moneda de uso P. Sidon. - Un comentario. El guión es mucho más autobio-
corriente entre nosotros. Por supuesto, usted tampoco se priva. gráfico que los otros, usted lo señala en el texto. Se trata de deca-
Al sintagma fijo "deslizamiento metonímico" le agrega "infernal" dencia, de vagabundos, y ella en un lugar central.
y, gracias a ese agregado, el deslizamiento metonímico desliza
mucho mejor. Luego usted dice que todos esos elementos perdie- J. -A. Miller. - ¿Usted está de acuerdo Pierre Sidon en que
ron su potencia, que se vuelve un síntoma menos temible. Los ad- Sonia Chiriaco tuvo razón al terminar en ese guión infilmable?
jetivos que utiliza no son los más típicos. Tenemos la impresión
de que todo está hecho a la medida. En realidad es una lección, P. Sidon. -Yo habría interpretado la posición elevada del su-
porque por supuesto hay que tener el armazón de los pequeños a jeto.

102 103
VARIACIONES DEL HUMOR

].-A. Miller. -¿Es decir? 5. Mesa redonda sobre el diagnóstico

P. Sidon. -Me parce que su depresión está a la medida de su


megalomanía.

J.-A. Miller. -No es así como usted ve la cosa.

S. Chiriaco. -En efecto, para nada. La posición melancólica


la protege del estallido que traduce su breve guión, que quizás
no realice, pero que no le impide hacer toda una serie de otras
cosas. Es una paciente que cada vez está más vital. Por otro lado,
ya no se desvanece. Tiene siempre el vértigo pero se queja mucho Jean-Pierre Deffieux. -Quisiera volver sobre la cuestión del diag-
menos, porque forma parte de los significantes bien implantados nóstico, tan debatida acerca de este caso. Habrán visto que evoca-
que cumplen una función de borde. mos todos los diagnósticos de psicosis. Si nos atenemos a una clí-
nica de denominaciones psiquiátricas, tendremos dificultades para
P. Sidon. -Es una dirección de la cura suave. ubicarnos. En ese sentido, aquí, la clínica continuista tiene todo
su valor y creo que lo veremos durante toda esta jornada. En este
caso, tenemos a la vez un elemento discretamente persecutorio y
el vértigo, que personalmente considero como un fenómeno del
cuerpo y no como un síntoma sexual. La paciente lo llama vér-
tigo, pero es un fenómeno del cuerpo que puede llegar a la caída,
como vemos frecuentemente en la psicosis. Y luego tenemos el
trastorno del humor. El humor en la psicosis es una modalidad del
goce cuando no está simbolizado por el falo. Cuando el goce está
en el Otro, se lo ubica del lado persecutorio, como Jacques Lacan
lo indicó y como J acques-Alain Miller lo retomó, y cuando está
en el cuerpo hay que colocarlo del lado de la esquizofrenia. En la
mayoría de los casos, tenemos una movilidad tal del goce que es
difícil afirmar tajantemente si es esto, o es lo otro.

Jean-Claude Maleval. -Yo voy a ir en el sentido de la última


intervención a propósito de la cuestión del diagnóstico. Tengo
una posición bastante radical en este punto. Considero que pre-
guntarse si un sujeto es melancólico, esquizofrénico, paranoico,
delirante sensitivo o si está aquejado por un síndrome de Cotard
no tiene gran interés en sí. No es la pregunta esencial. Es la cues-
tión de la conducción de la cura lo que es esencial. Saber si un
sujeto es melancólico, paranoico, esquizofrénico o maníaco dcpre-

104 105
VARIACIONES DEL HUMOR M ESA REDONDA SOBRE EL DIAGNÓSTICO

sivo puede tener interés en el sentido de localizar dónde está el mento en el que se pone a fabricar una historia, pero al inicio de
goce invasivo. Se trata de determinar qué tipo de goce se debe la cura esta persona no se inscribía en una historia. Los ternas no
contrarrestar. Y sabemos que en la mayoría de los casos encontra- estaban articulados entre ellos y el vértigo era difícil de situar. El
mos estados mixtos. Hay sujetos, por ejemplo, que son melancó- hecho de orientarme a partir de la melancolía fue un instrumento
licos perseguidos. Las formas persecutorias de la melancolía son precioso para mí, porque yo tenía Ja certeza de que su vértigo no
una categoría psiquiátrica. Sabemos que Schreber es melancólico era neurótico. La interrogué suavemente, a través del humor, y
al principio de sus trastornos, paranoide luego, y más tarde para- fue así como ella trajo la noción de átomos y la historia del vecino.
noico y parafrénico. La observación muestra que ciertos sujetos Esta cura continúa desde hace más de tres años y esta persona
son en ciertos momentos paranoicos, tres años más tarde maníaco se presenta hoy mucho más viva, activa en una variedad de cosas,
depresivos y diez años después esquizofrénicos. Se designan de aun si lo hace con lentitud absoluta .
esta manera posiciones en el interior de una estructura. No es lo
mismo que hacer de ello una entidad.

Jacques-Alain Miller. -Son estados en el interior de una es-


tructura, porque posición refiere a la estructura. Decimos enton-
ces posición estructural admitiendo que los fenómenos pueden no
revelar inmediatamente la estructura.

Pierre Sidon. -Vemos frecuentemente posiciones melancólicas


en sujetos que presentan una psicosis ordinaria.

].-A. Miller. -En ese momento hablaríamos de estado.

P. Sidon. -Sí, habría que precisar. ¿Qué diferencia vamos a es-


tablecer entre posición y estado?

].-A. Miller. -Habría que organizar un breve diccionario para


ponerse de acuerdo. Sonia Chiriaco, la última palabra le perte-
nece. Termine el cortometraje.

Sonia Chiriaco. -En realidad, más que terminar el cortome-


traje pienso que retomaré esta discusión con muchas preguntas.
He querido mostrar en este caso la manera en que la paciente se
presentó ante mí. Su posición -retomo el término- melancólica
apareció progresivamente en la cura, mientras que la presentación
inicial fue banal. Durante la cura, conozco muchas cosas que no
muestra inicialmente. No evoca fácilmente la vertiente de "la mul-
titud de átomos". Me llevó mucho tiempo saberlo. Hay un mo-

106 107
6. Una melancolía esquivada por la ingeniosidad

Jncques-Alain Mi//er. -Abordamos ahora el tercer trabajo de esta


mañana, "Un joven ingenioso", de Armand Zaloszyc, presentado
por Éric Laurent.

Éric Laurent. - El caso presentado por Armand Zaloszyc es a la


vez un cuento malicioso, un tratado de diagnóstico, una cadena de
misterios y una mina de proposiciones teóricas. Termina con una
invitación a reconocer una categoría clínica inédita, la melancolía
esquiva.
Presenta cinco encuentros con un hombre joven que no dice
todo y toma todo su tiempo para hacerlo. Las dos primeras sesio-
nes, separadas por un mes, provocan la incomodidad del analista.
El sujeto habla y escribe sin cesar de sí mismo. Los rasgos narci-
sistas exaltados, la certeza, la ausencia de división del sujeto, son
indiscutibles. Sin embargo, el analista considera urgente no pre-
cipitarse, y evoca los manes de Kurt Schneider, tan estimado por
Armand Zaloszyc como por los promotores del DSM-IV.
Lo que incomoda al analista es la continuidad del humor, que
oscila entre la exaltación y la autodepreciación melancólica, coe-
xistiendo con una certeza que surge de la paranoia.
En la segunda sesión, el sujeto enuncia: "'Quisiera decirle algo
sobre la primera vez que nos vimos, algo ligado a la vergüenza,
y que me molesta desde hace diecinueve años -actualmente tiene
treinta y dos-. Me quedé muy sorprendido de que usted no tose.'
Yo muestro mi sorpresa. 'Pues generalmente, en mi presencia, la
gente tose.' Muestro una vez más mi sorpresa. 'Porque yo des-
prendo mal olor.' Discutimos inmediatamente ese punto: ¿Es el

109
VARIACIONES DEL HUMOR UNA MELANCOLIA ESQUIVADA POR LA INGENIOSIDAD

hecho de que la gente tosa lo que lo conduce a una deducción, es figuras se refieren esencialmente al nombre que lleva -con una co-
decir, a una suposición? 'El hecho es que la gente tose', replica". A nexión metonímica a un símbolo ligado al padre-." No imagina
este sujeto no le gusta que lo interroguen. aún el todo que adoptaría la forma en su espalda. El analista ve en
El surgimiento del mal olor es difícil de situar. Está ligado a ese tatuaje un nombre propio que viene a cubrir el significante del
una serie de recuerdos que pueden remontarse hasta circunstan- Otro barrado. El sujeto insiste en la necesidad del tatuaje, que es-
cias tales como el nacimiento del sujeto. Armand Zaloszyc pre- tará por fuera de su visión. El analista interrumpe la sesión en este
fiere ubicar la noción de síntoma; se trata de una "tentativa de punto, en un intento por descompletar la construcción del sujeto.
inscribir en el Otro lo que es innombrable, lo que hay en él de La maniobra terapéutica del analista consiste en demorar la
refractario [... ]. Esta imposibilidad para conectarse indexa la ver- realización del tatuaje, y proyectarlo a un futuro lo más lejano po-
güenza [... ]. El lazo con el Otro se efectúa entonces en una es- sible. De manera muy original, Armand Zaloszyc enlaza la eter-
pecie de reconocimiento que es la tos". ¿Por qué la tos? Es un nización de la nominación del sujeto por sí mismo a la cuestión
misterio. de futuros contingentes tal como la presenta Jacques-Alain Miller
El sujeto psicótico es el amo de las palabras. Este joven testi- en su "Introducción a la erótica del tiempo", como efecto de la
monia esto en la entrevista siguiente, cuando declara que "ya no función del sujeto supuesto saber. En esta perspectiva, la necesi-
cree que desprenda mal olor". El analista toma esta declaración dad del porvenir es la palanca sobre la que se apoya la posibili-
como un signo de la transferencia: "La cuestión del saber que ven- dad terapéutica. La exaltación del humor lo arrastra a calificarse
dría al lugar del objeto a deviene, a partir de esto, latente". genio pragmático. Hace las cosas tan bien que va más allá de sí
mismo, como por arte de magia. El analista localiza allí el reverso
del fenómeno del olor. La magia es la "relación [... ] significante
integral", el "olor" es la "objeción infinita a la integración en
{/
esa relación". La fluctuación también es la del humor. De allí el
diagnóstico original que propone Armand Zaloszyc: "melancolía
Tendremos que discutir esta metáfora. Podríamos decir que el esquivada [... ] por la misma ingeniosidad del joven". Nosotros
sujeto está dispuesto a compartir el saber construido de hace años, tendremos que discutir la otra posibilidad, un estado paranoide
o bien a tomar como testigo al analista, a condición de ser el que atípico por trastornos del humor, y apreciar los usos posibles.
sabe lo que le sucede. También nosotros tratamos de ser genios pragmáticos, como
La última entrevista comienza con una tonalidad afectiva hipo- esta mañana, que discutimos particularmente cada uno de los
maníaca: "Yo cedí al activismo. Vivo a cien kilómetros por hora casos. Para cada uno de ellos, sus creaciones, a partir de mate-
, '
duermo poco". El escribe mucho sobre su caso, sus reflexiones riales proporcionados por el inconsciente, van más allá del velo
son a cielo abierto. Él sabe que "tiene una relación de fusión con de lo bello. Como en la creación contemporánea, solo podemos
la madre; su padre ausente no separó a su madre de él. [... ] él es- hablar de la intención del acto creativo de transformar o despla-
pera que su madre muera para poder transferir su amor a otro ob- zar las líneas de lo bello. ¿Se puede hablar de estar suscripto al
jeto". inconsciente en estas relaciones entre melancolía y sublimación,
Aún más importante que sus construcciones, él tiene un pro- tal como fueron presentadas aquí? Esto hace pensar sobre todo
yecto para su cuerpo, quiere hacerse tatuar. "Ese tatuaje podría en las instalaciones de mujeres artistas contemporáneas como
dibujar exactamente todos los elementos, comprendidas varias fi- Louise Bourgeois, Annette Messager o Sophie Calle. Pensemos
guras simbólicas tomadas de diversas mitologías [... ] en relación en Sophie Calle, que actualmente ocupa el Pabellón Francés de
con su identidad y la coyuntura astrológica de su nacimiento. Esas la Bienal de Venecia, mientras que Annette Messager expone en

110 111
VARIACIONES DEL HUMOR Ü NA MELANCOLÍA ESQUIVADA POR LA INGENIOSIDAD

el centro Georges Pompidou. Sophie Calle construyó una obra É. Laurent. -Esta perspectiva revela que incluso un cuadro de
en la que hace saber a todos que incluye los elementos más pri- Rembrandt es una instalación en el sentido de una separación de
vados de su propia biografía. Hija de uno de los más importan- algo.
tes coleccionistas del arte moderno francés, Bob Calle, deja la
casa familiar a los diecisiete años para entrar en un período de ].-A. Miller. -Sin duda, la instalación pone más que nada el
errancia por el mundo durante nueve años. Vuelve a los vein- acento en la separación -tal como lo subrayas- respecto del valor
tiséis años, después de encontrar una solución. Ella, que nunca de lo bello, de la belleza clásica, ya que es al menos recuperado
sabía qué hacer de sí misma, ni "subjetivar un deseo'', hace de como objeto de arte. El horror se trasluce, y los melancólicos pue-
ello el principio de una obra de arte. Sigue a los hombres por la den presentarse no tanto como jóvenes mujeres deslumbrantes
calle, al azar, los fotografía, escribe, describe sus pasos. Un crí- sino como desechos. En verdad, la belleza clásica despareció hace
tico de arte la descubre y es el comienzo de una carrera artística mucho tiempo, por lo menos desde el arte romántico. Este joven,
fulgurante. Respecto a Annette Messager, es hija de un linaje de por más ingenioso que sea, es sin embargo el menos artista. No
artistas -los Messager vienen de lejos- y la mujer de Christian es injuriarlo decir que es el menos artista de los pequeños artistas.
Boltanski, uno de los artistas franceses más reconocidos interna-
cionalmente. En una ocasión decide crear a partir de un número É. Laurent. -Pero no el menos tatuado.
de fragmentos, los reúne y yuxtapone a su inconsciente como fe-
menino. La una y la otra, Sophie Calle y Annette Messager, no ].-A. Miller. -¿Continúa la cura?
tienen ninguna relación con estar suscriptas al inconsciente. Sin
embargo, todo nace de elementos autobiográficos, de sus afec- Armand Zaloszyc. -Cuando escribí este texto, lo había visto
tos, de sus humores, de sus experiencias. En realidad, los creado- cinco· veces. Después lo volví a ver dos veces. La vez siguiei;te,
res que frecuentamos esta mañana crean algu pero, sin embargo, recordó algunas dificultades justamente con lo bello, como Eric
no parecen suscriptos al inconsciente. Aprendamos una lección Laurent acaba de articular. No encontré la Gestalt del famoso ta-
de este estilo de artistas contemporáneos. Son instalaciones pro- tuaje. Él quisiera realmente poder hacerse un tatuaje bello que lo
ducidas gracias al dispositivo analítico, instalaciones con la ayuda singularice y que lo distinga completamente de otra persona.
de sus inconscientes.
En ese sentido, aquí la melancolía en su relación con la subli- J.-A. Miller. - Como un número de la seguridad social.
mación es ejemplar. La sublimación como instalación.
A . Zaloszyc. -Objeté su nombre y esto lo incomodó un poco.
].-A. Miller. -La creación artística está del lado del objeto. Pero su apellido y su nombre no alcanzan para singularizarlo. Esa
Reposa sobre una separación del significante. Más aún, ya que no vez me dijo: "Conocí a alguien formidable. Es alguien como yo
se trata de creaciones de lenguaje sino de creaciones pictóricas o quisiera ser. Tiene un tatuaje en el hombro. Hace años que pienso
representaciones. Siempre está la separación del inconsciente y de en la idea de tatuarme". Pero ahí se precipita en la perspectiva de
lo que hay de significante en el inconsciente. Desde esta perspec- la realización por esta persona.
tiva, todos los objetos artísticos son instalaciones. La instalación
revela la naturaleza del objeto de arte, a saber, se separa, y es uno É. Laurent. -Estará menos solitario.
de los factores de alivio que puede aportar el trabajo del incons-
ciente o del significante. José Luis García Castel~ano. -Quisiera abordar la cuestión del
diagnóstico que recordó Eric Laurent y la proposición "melanco-

112 113
VARIACIONES DEL HUMOR UNA MELANCOLÍA ESQUIVADA POR LA INGENIOSIDAD

lía esquivada por la ingeniosidad". Es un enfoque del diagnóstico tuaje se presenta como un paso más que intenta realizar, después
que resalta la nota singular, en el sentido de sobrepasar la antino- de haber construido su teoría de la forclusión: yo estoy pegado a
mia nominalismo/realismo desarrollada por Jacques-Alain Miller mi madre, mi padre no nos separó, ella tiene que morir para que
en Los inclasificables de la clínica psicoanalítica. 1 me pueda separar. Intenta contrarrestar la falla del Nombre del
Padre inscribiendo en su piel un mixto de imaginario y simbólico,
A. Zaloszyc. -Evidentemente hay que discutir el diagnóstico. que toma prestado de todas las mitologías posibles e imaginables.
La importancia que di al diagnóstico original parece responder a ¿Qué falta, finalmente, para que sea una suplencia?
la necesidad de no precipitar el diagnóstico. Estoy impresionado,
leí en una publicación que los diagnósticos suelen hacerse en mi- A. Zaloszyc. -Retomaré las dos preguntas en el mismo orden.
nutos y que los clínicos no se preocupan. Por mi parte, cuando vi Si tuviera que hacer un diagnóstico propiamente psiquiátrico lo
a este joven por primera vez consideré la megalomanía, la exalta- fundamentaría, por un lado, en su identidad con el objeto de de-
ción, y me dije: "Se trata de un paranoico". Mi segundo encuen- secho que él enuncia y en la temática de la indignidad y de la au-
tro con él me hizo vacilar un poco. En efecto, había un fenómeno todepreciación, que son sus propios temas; y por otro, en los ele-
de tipo paranoico, pero lo que dominaba la situación, como Éric mentos de exaltación, de excitación, que aparecen de manera neta
Laurent afirma, era sobre todo la tentativa de inscribir en una re- en la tercera o cuarta entrevista, pero que están ya presentes en la
lación de comunicación lo que de él es innombrable. Me pareció primera. Esos primeros elementos marcan la primera entrevista
que era lo esencial de su éxito, y que por esto podía llamarse genio con una impresión de Stimmungsoptimisnius, como lo llamaba
pragmático. Lo que retuvo mi atención hasta el fin de nuestras en-
0
Dinswanger, una especie de optimismo generalizado del humor
trevistas fue la marca imposible de realizar, el tatuaje que lo carac- que otorga al conjunto una nota maníaca, hipomaníaca. Fui a
teriza. Tiene todos los elementos, podría reunirlos, pero hay algo char una ojeada al capítulo que Kraepelin dedica a los estados
que no puede precisar y que le impide realizar esta Gestalt que sin mixtos en un libro de lecciones clínicas publicado por Navarin
embargo imagina. ediciones. Encontré unos caracteres disímiles de este, pero tam-
bién otros que Kraepelin clasifica como estados maníaco depre-
Philippe De Geo1-ges. -Luego de la lectura de ese texto mara- sivos, y que tomaríamos por paranoicos con elementos delirantes
villoso de Armand Zaloszyc y el comentario fulgurante de Éric del mismo tipo. Con esto me sumo a la posición que Jean-Pierre
Laurent, vuelvo sobre algo más terrenal y escolar. ¿Sobre qué Deffieux desarrolló hace un momento; es muy difícil recortar
elementos positivos se puede sostener el diagnóstico de melanco- exactamente los diagnósticos de la psiquiatría clásica, al menos en
lía? Esbozo un principio de respuesta. El elemento predominante un caso como este.
concierne a la realización, la identificación realizada con el objeto
a, la vergüenza, la indignidad, la autodepreciación y la culpabili- J.-A. Miller. -Usted olvida aJean-Claude Maleval.
dad inconsciente; la culpabilidad, aun si se manifiesta a veces a tra-
vés del tema del aborto, del niño menor. Quisiera también saber A. Zaloszyc. - Mi referencia a Kurt Schneider iba en esa direc-
si puedes precisar lo que entiendes por "esquivada" en tu fórmula ción. Recordaba, a partir de la intervención de Jean-Claude Male-
final, "la melancolía esquivada". ¿Su invención de la idea del ta- val, todas las ocasiones en las que encontraba en las historias clí-
tuaje evita el desencadenamiento? En la serie de entrevistas, el ta- nicas de pacientes internados, con años o con meses de intervalo,
los diagnósticos más incompatibles con la psiquiatría, pero que no
tenían ningún razón de haber sido infundados en el momento en
l. Ob. cit. que habían sido propuestos.

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VARIACIONES DEL HUMOR UNA MELANCOLfA ESQUIVADA POR LA INGENIOSIDAD

P. De Georges. -Es lo que habríamos hecho por Schreber hoy vino de la relación. Y usted lo recibe. ¿Siempre tuvieron lugar las
en día. entrevistas con un mes de distancia?

A . Zaloszyc. -Ahora, la segunda pregunta. Me pregunté A. Zaloszyc. -No, es variable. Yo lo dejo fijar el ritmo.
sobre ese tatuaje porque, en una vertiente, el sujeto asocia al
tatuaje su reflexión sobre las modalidades. Todo lo que le su- J.-A. Miller. -La primera, con un mes de distancia, como ob-
cede de algún modo fue inscripto como necesidad de lo que iba servó Éric Laurent, ¿usted lo decidió?
a suceder. Me interrogaba sobre la función de la contingencia
en un caso tal, y más aún, pensaba que el conjunto de nuestras A. Zaloszyc. -No, fue él.
entrevistas estuvo marcado por la contingencia primordial de
ese hecho, que yo no tosía cuando lo recibí. Ahí hay algo ex- J.-A. Miller. -Él dirige una parte del juego.
traordinario.
A. Zaloszyc.-Le dejo la total disponibilidad del ritmo, aunque
].-A. Miller. -Todo su relato está marcado por una extraor- también le propongo alguna fecha, en la cual él consiente o no.
dinaria bondad, por un fantástico buen humor, y contrasta con
el de Sonia Chiriaco, que nos explica todo lo que tuvo que hacer
para poner en relación los términos que estaban separados. Aquí (ONVERSACIÓN SOBRE EL OLOR
todo fluye como en una fuente. A partir de cómo usted lo recibe,
él revela las cosas, evoluciona y usted no pone un obstáculo a su J.-A. Miller. -Quiero destacar la precisión de las anotaciones
ingeniosidad. Hay una especie de facilidad bastante diferente del sobre sus primeras palabras: "Yo soy inteligente, tengo cierta fi-
carácter difícil, arduo, áspero, de los dos casos precedentes. neza", "Estoy desbordado de cólera", "Yo hablo así. Espero que
no le moleste", "A veces me expreso con palabras más vulgares".
A . Zaloszyc. -Hasta hoy me beneficio de lo que él llama un Pienso que esto no evoca la paranoia, sino que tiene de entrada un
buen enganche de su parte. aspecto más bien maníaco.
¿Qué lugar damos al mal olor? Había dicho precedentemente
].-A. Miller. -Este joven de treinta y dos años que nunca tuvo que el enunciado "Siento mi cuerpo como átomos desmembra-
relaciones sexuales, que vive con su mamá, encontró el camino de dos" no prueba nada en sí mismo. Ahora, cuando el sujeto en el
su consultorio. ¿Sabe cómo fue? consultorio dice "tengo mal olor", "desprendo un mal olor que
hace toser al otro", aísla un problema específico.
A. Zaloszyc. -Él vive solo, pero visita a los suyos. Le aconseja-
ron consultar, nunca antes lo había hecho. A. Zaloszyc. -Es un delirio.

J.-A. Miller. -No sentía la necesidad. J.-A. Miller. -Exacto. Deben existir especialidades médicas
ante las cuales se puede decir eso, pero delante de un terapeuta
A. Zaloszyc. -Fue necesario que confiara suficientemente en es un enunciado que no perdona. ¿Qué lugar damos al mal olor?
esta tercera persona para aceptar que le aconsejara ver a alguien. Designa lo que hay de innombrable del sujeto en el Otro, como
subraya Éric Laurent.
].-A. Miller. -Sin embargo no hay una demanda explícita. Eso

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VARIACIONES DEL HUMOR UNA MELANCOLÍA ESQUIVADA POR LA INGENIOSIDAD

A. Zaloszyc. -Philippe La Sagna me murmuraba al oído que en A. Zaloszyc. -En todo caso es en una coyuntura cercana a esta,
el caso de este joven había elementos del síndrome de Cotard. Se en la misma clase, con la misma profesora. El hecho de que sea
puede poner el mal olor en un registro de este tipo. A partir de los profesora de filosofía orientada manifiestamente hacia la psicolo-
hechos señalados se puede afirmar que el objeto desecho se mani- gía o el psicoanálisis, y proponiendo ejercicios de este género, ha
fiesta por este olor. -;ido sin duda determinante.

J.-A. Miller. -El olor no es en sí mismo un objeto, o entonces es Philippe La Sagna. -El olor designa la huella inmediata del
un objeto realmente especial. A propósito de los cinco objetos laca- goce del cuerpo, indiscreto, continuo. Mientras que el objeto es
nianos o freudolacanianos, los cuatro objetos más uno, Lacan enun- una huella del goce del cuerpo discontinuo. De lo cual se eviden-
cia que cada uno de esos objetos conlleva la castración, es decir, un cia el lazo entre el olor y lo sexual. Este sujeto descubre su olor
elemento vacío. El olor no puede dar lugar a un vacío topológico. y se fabrica un tatuaje, o sea una marca que recibe del Otro pero
que es completamente real. Lo que recibe se lo atribuye, él está
A. Zaloszyc. -El olor no tiene el carácter de corte que tienen designado por su olor. Piensa que los otros lo reconocen por su
los otros objetos. olor. Se fabrica entonces un tatuaje en la piel que estará en lugar
del olor. El olor está a medio camino entre lo imaginario y lo
J.-A.. Mi/ter. -Es algo que no se separa. Es continuo. real; el tatuaje, a medio camino entre lo simbólico y lo real. Es así
como la civilización progresa.
A . Zaloszyc. - Pensé que el que se encuentra separado como
objeto odorífero es él mismo. No es el olor el que deviene el ob- J.-A. Mi/ter. -En lugar de la tos, él se hace tatuar [tatouer].
jeto, sino que es objeto él mismo en su totalidad. "Tú tos eres" [1 a-toux-est]. Es difícil decirlo mejor, "Tú eres tu
tos" [Tu est ta toux].2 Solo falta poner adentro a Brisset.
J.-A. Mi/ter. - Como el olor de la rosa de Condillac, "Yo soy
el olor a rosa". A. Zaloszyc. -Me parece sin embargo que el olor no parece
despertar por el tatuaje, sino que es transmitido por la imposibi-
Daniel Roy. -Una pregunta sobre el momento del desencade- lidad de hacerlo. En efecto, si el olor es un signo del goce que
namiento. ¿Da este paciente coordenadas particulares de su en- surge de manera continua, lo propio de este hombre es tratar de
cuentro con la profesora? Porque en ese momento es cuando el integrar ese continuo en el interior del conjunto discreto de signi-
fenómeno parece producirse por primera vez. ficantes, y por ese medio, los fenómenos de comunicación por los
cuales hace entrar la tos. Esta, por necesidad discreta, discontinua,
A. Zaloszyc. -Sería lógico que el olor aparezca a partir de ese le permite a él mismo, como objeto aún no constituido, como la
momento; sin embargo, en sus descripciones da una fecha bien cosa que trata de constituir como objeto, tome lugar en el interior
anterior. Pienso que hay una retroacción interpretativa, y el des- de la comunicación. Por esta razón hablé de esquivar. Suponiendo
encadenamiento tiene lugar en el momento de la finalización del que no lograse esquivar esta identidad de objeto de desecho, esto
secundario.

Jean-Pierre Defjieux: De todos modos hay un índice bien pre- 2. En francés tatouer ("tatuar"), es homófono ele ta toux est ("tu tos eres") y tu
ciso, porque el desencadenamiento sucede en el momento en que est ta toux ("tú eres tu tos"), casi homófono de tu est tatouage (tú eres tatuaje). lN.
sueña con un análisis de grupo. de T.]

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UNA MELANCOLIA ESQUIVADA POR LA INGENIOSIDAD
VARIACIONES DEL HUMOR

no le habría permitido sostener la posición que lo autoriza en esta J.-A. Miller. -La cuarta vez.
tentativa de inscripción de lo continuo del goce en lo discontinuo
de la comunicación. J.-P. Deffieux. -Yo no creo un solo segund~ que él _diga
que no cree más. Es un gran clásico. Muchos su¡etos deliran-
Pierre Sidon. -Este inicio de la cura me recuerda lo que relata tes están completamente dispuestos a hacer creer que ellos no
Gerard Haddad de su cura con Lacan, cuando este le dice: "Cu- creen más.
riosamente usted comienza su análisis en el punto en el cual, en el
mejor ~e los casos, se termina". El paciente de Armand Zaloszyc A. 'Zaioszyc. -Yo me interrogué y lo interrogué, no había la
se considera como un desecho maloliente para el Otro y llega al menor amenaza en mis interrogaciones ...
análisis con la voluntad de separase de eso, ya que se queja de no
tener un rango social ligado a su verdadero valor. Él esperaba en- J.-P. Deffieux. -Pero pudo sentirse amenazado y dar un paso
contrar a alguien que tosiera, y usted lo desmiente. Viene para ser hacia atrás.
separado de ese objeto que él es. A partir de entonces, parece que-
rer ser vestido, fabricarse un ego. La pregunta que me planteo es A. Zaioszyc. -Es posible, aunque no es seguro.
pragmática y concierne al tatuaje. ¿Debe tatuarse completamente?
¿Debe ser un palimpsesto? ¿Debe recomenzar? ¿Debe borrarlo? J.-A. Miiier. -Ya que usted está más próximo a su texto, pode-
¿Servirá el tatuaje para revestir este objeto hediondo? mos preguntarnos si dijo: "Ya no creo más que ... ".

A . 'Zaloszyc. -Como para el diagnóstico, postergué la pregunta A. Zaloszyc. -Sí.


en mi texto porque no lo sé. Para responder a una broma sobre
la tos, yo no era pas tou.t3 en el momento en que lo vi, que sería la J.-A. Miller. -¿Es impensable considerar que. haya hecho
~osición recomendable. Respecto al olor, por supuesto que quiere
pasar este olor del registro de lo real al de la creencia? Entonces,
librarse de él, es la primera razón por la que viene; la segunda son se lo puso en el bolsillo. ¿Piensa que está disponible para volver?
las relaciones sexuales, lo cual me dirá un poco más tarde. Pero no
estoy seguro de que quiera librarse como si eso fuese un elemento J.-P. Deffieux. -Yo pensaba que él no quería hablar más. Es
negativo. Se quiere librar de la imposibilidad de librarse. A pesar una posibilidad.
de que las cosas se le presentan como necesidad, hay en todo el
caso una marca de lo imposible. J. -A. Miller. -¿Están de acuerdo Jean-Daniel Matet y Phi-
lippe La Sagna?
J.-P. Deffieux. -¿No es la segunda vez que él ya no tenía más
olor? Ph. La Sagna: Yo no estoy completamente de acuerdo. Me
evoca un caso de duelo patológico melancólico. El sujeto estaba
A. Zaloszyc. -Debo reconocer que no podía creerlo. La se- persuadido de que todo el mundo sentía en él el olor del cadá-
gunda o tercera vez él dijo que no creía más. ver de su hermano, recientemente fallecido. Luego, ese fenómeno
despareció. En la melancolía, se observan fenómenos que desapa-
recen sorpresivamente en el trabajo de duelo.

3. En francés, pos tout ("no todo") es homófono de pos toux ("no tos"). [N. de T.]
J. -A. Miller. -Pero Carole Dewambrechies-La Sagna piensa

121
120
VARIACIONES DEL HUMOR
UNA MELANCOLÍA ESQUIVADA POR LA INGENIOSIDAD

que no es muy melancólico. Demos la palabra a Fran~ois Sauvag- evocaba respecto a la búsqueda de este paciente de un objeto que
nat para restablecer la paz.
pueda nominar.
Franfois Sauvagnat. - La paz universal. A. Zaloszyc. -Solo una palabra a propósito de Kurt Schneider,
ya que Éric Laurent se burló un poco de él diciendo que los parti-
J.-A. Miller. -No, no, está muy bien que discutamos. darios del DSM-!Vlo adoran. Schneider es uno de sus precursores
debido a que centró su atención en el aspecto semiológico y no
F. Sauvagna~. -Quisiera ante todo expresar mi admiración por en la estructura patogénica para hacer el diagnóstico. Lo que él
estas presentac10nes de casos. Se trata de casos de melancólicos designa como síntoma primario se refiere principalmente al auto-
o, digamos, de maníaco depresivos no desencadenados. Pienso matismo mental de la esquizofrenia. En el caso de los ciclotímicos,
q~e es muy i~portante ya que la particularidad de la psicosis ma- él dice que no hay síntoma primario, por lo cual es difícil hacer
niaco depresiva es por definición ser no desencadenada durante diagnósticos certeros.
la mayor parte de la existencia. Algunas breves precisiones. Los
fenómenos primarios descriptos por Kurt Schneider conciernen F. Sauvagnat. -Un último punto en relación con Cotard. Pienso
esencial~e~te a lo que él designa como esquizofrenia. A propósito que descuidamos en este autor lo que él llama la actitud negativa del
de la ps1cos1s maníaco depresiva, él siempre explicaba que estaba melancólico, que designa de algún modo la posición irónica de un
confundido y que avanzaba poco sobre este tema. Segundo punto: sujeto para quien ningún objeto podrá jamás existir. Habrá que fa-
e? lo que respecta a Kraepelin, señala una paradoja de la psico- bricarlo artificialmente para dar consistencia al mundo.
sis maníaco depresiva. Explica que hay una continuidad· entre lo
~ue e~ maníaco y l? ~ue es mela.nc~lico, esa es su tesis. Lo que Jean-Jacques Poumet. -Quisiera decir algo sobre Cotard a pro-
el designa como a_tip1co, y que s1gmfica de hecho más o menos pósito de este caso apasionante de Armand Zaloszyc. En cuanto
la esquizofrenia. Ultimo punto: me interrogué bastante sobre la a la melancolía, Cotard describe no solo el famoso delirio de ne-
existencia de fenómenos elementales maníaco depresivos. Lo que gación de órganos sino también un estado delirante en el cual el
usted_ ~lan.tea con este caso es algo que podría parecerse a la per- sujeto exhala olores sui generis, los malos olores de los cadáveres.
secuc10n sm serlo, ya que él no se siente designado en ningún mo- El sujeto se queja de alucinaciones olfativas y tiene la certeza de
mento, ¿no es cierto?
estar muerto. En algunos casos, esta certeza se acompaña de otra
certeza, muy interesante, la de que solo él lo sabe.
A. Zaloszyc. -Es un delirio de relación.
F. Sauvagnat. - Para concluir sobre el delirio clásico de Co-
F. Sauvagnat. -Un delirio de relación no es ni una cosa ni la tard, había pensado en las ideas de inmortalidad que recuerdan el
otra. Pero aquí ~s -~no y lo otro. Hay que recordar que en lo que punto de vista de la necesidad, de la omnitemporalidad presente
llamamos la trad1c10n fenomenológica, la fuga de ideas es el fenó- en el caso de este joven.
meno central de la manía, es decir, la imposibilidad de cortar de
limi~r I~ _:adena significante. Una particularidad del objeto d~ la Ph. De Georges. - Quisiera recordar mi pregunta sobre la cul-
nommac10n que falta. Se describe frecuentemente al melancólico pabilidad.
com~ identificad? _con el objeto. Aunque lo más frecuente sea que
el su1eto melancohco no está verdaderamente identificado. Antes A. Zaloszyc. -Me pregunté sobre la culpabilidad, ya que es el
que nada le faltan objetos separadores. Es lo que Armand Zaloszyc término central en el diagnóstico de melancolía. Sin embargo, no
122
123
LJNA MELANCOL!A ESQUIVADA POR LA INGENIOSIDAD
VARIACIONES DEL HUMOR

cánones de la belleza clásica, pero que nos sirven de vehículo para


hay nada de ella en este caso. Me impactó el libro de Binswanger
hacer lo que tenemos que hacer. Después de todo, los ~asos que
-del cual habla Serge Cottet- en el que clasifica las melancolías en
fueron presentados hasta aquí so~ casos m~s o meno_s .exitosos -el
dos categorías. Por un lado, las que tienen un intenso sentimiento
de Armand Zaloszyc comienza baJO los meJores ausp1c10~-, lo cual
de culpabilidad, y por otro, las que tienen ideas de indignidad del
indica que estos vehículos de bricolajes nos sirven muy bien.
cuerpo y de hipocondría, registro en el que entra mi caso.

J.-A . Miller. -Éric Laurent va a concluir esta mañana de


casos.

É. Laurent. -Hicimos un largo sobrevuelo en el que especial-


mente percibimos, como deseaba Jean-Claude Maleval, que las
cuestiones diagnósticas nunca estuvieron separadas de las que se
refieren a la dirección de la cura. Unas y otras están articuladas, y
guían las intervenciones de cada uno de los analistas.

J.-A. Miller. -Nos reencontraremos para una tarde de con-


versación, luego de una mañana que dio amplio testimonio de las
variaciones del humor. Para decirlo francamente, la mañana testi-
monió variaciones del humor de practicantes y de clínicos. Hemos
visto que tienen impresiones no siempre convergentes sobre los
casos, que preferimos dejar en ese punto. No tratamos aquí de ce-
rrar el debate, por el contrario, dejamos las puertas abiertas. Es
probable que el diagnóstico moderno sea también un conflicto de
interpretaciones, un campo donde algo puede ser una cosa o la
otra según la perspectiva. Vemos que se ponen a prueba las ca-
tegorías de la clínica psiquiátrica clásica, que padecen el tipo de
escucha, el tipo de acercamiento y el tipo de dirección del trata-
miento que practicamos. Cuando miramos esas categorías a par-
tir de lo que hacemos, las hacemos padecer. Observamos que hay
un padecimiento de la clínica psiquiátrica clásica que moviliza
mucho a nuestros colegas, a los que también son psiquiatras, y a
los otros, que ensayan con menos conocimientos de base. Sea lo
que fuere, por el momento y sin duda alguna es lo que podemos
hacer mejor. No tenemos categorías de sustitución; entonces ha-
cemos un bricolaje con las categorías antiguas, de manera más o
menos inventiva, agregando cañerías y tubos de ensayo. Hacemos,
de alguna manera -parodiando la proposición de esta mañana de
Éric Laurent- instalaciones conceptuales que no responden a los
125
124
7. La diosa Depresión

Jacques-Alain Miller. -Comenzamos esta tarde con la ponencia de


Laure Naveau, cuyo título es "El apoyo en el doble". Será presen-
tado y resumido por Jean-Robert Rabanel antes de ser comentado
por Marc Lévy y Alexandre Stevens.

Jean-Robert Rabanel. -En su texto Laure Naveau informa del


tratamiento de Soña, una joven de treinta y cinco años. El trata-
nuento lleva alrededor de un año y continúa en la actualidad. Se
trata de un reciente comienzo de tratamiento, con efectos tera-
péuticos rápidos.
Sofía está embarazada por segunda vez cuando consulta con un
psicoanalista, aconsejada por su madrina -psiquiatra infantil-, a
raíz de un nuevo episodio depresivo en el cual los sentimientos de
incapacidad toman la delantera de la escena en el deseo de abor-
tar. Ante esta crisis moral, con este deseo averiado, Laure Naveau
queda capturada por dos imágenes opuestas de esta mujer: una
elegancia física que contrasta con un desmoronamiento moral.
Laure Naveau propone agregar al tratamiento medicamentoso
psiquiátrico existente el de la palabra, que tiene por efecto un
apaciguamiento rápido y que permite a la paciente decidir conti-
nuar con su embarazo. No obstante, las ideas de incapacidad con-
tinúan presentes en ella. El tratamiento empieza verdaderamente
dos meses después del nacimiento de la niña. La autora nos indica
igualmente que en lo más profundo de la depresión, Soña escribe
poemas a su marido y a su hija mayor que tratan del encuentro
con su acompañante como algo que le ha cambiado la vida.
¿De qué u·atamiento hablamos? Laure Naveau lo dice: se trata
de historizar los acontecimientos de su vida. La autora observa el

127
VARIACIONES DEL HUMOR LA DIOSA DEPRESIÓN

olvido de los psiquiatras actuales de ese simple tratamiento. En depresión, Sofía entra por segunda vez, cuando el joven al que fre-
su tesis, Lacan subrayaba la importancia de una investigación de- cuentaba desde hacía cinco años le propone matrimonio. Imposi-
tallada para los casos de psicosis. En "Los complejos familiares", ble separación de la madre identificada con el joven, a la que Sofía
Lacan plantea otra manera de abordar la cuestión de la psicosis no puede sobreponerse sin el apoyo de su madrina. El matrimonio
en relación con el tema familiar, sin confundir tema y causa, e in- no hace más que mostrar, detrás del doble aspecto del partenaire,
troduciendo la diferencia entre determinación y causalidad: "Los que nunca es el bastante bueno. Las angustias, la claustrofobia,
complejos familiares cumplen en las psicosis una función formal: están en su punto máximo durante el primer embarazo.
temas familiares que prevalecen en los delirios por su conformi- Siguen a continuación dos relaciones extramatrimoniales. Del
dad con la detención que constituyen las psicosis en el yo y en la primer partenaire, del que dice que es un mujeriego, un manipu-
realidad". 1 La metamorfosis que el tratamiento ocasiona en lapa- lador, Sofía se separa al precio de una tercera depresión. La se-
ciente suscita una prudencia por parte del terapeuta, quien cons- gunda relación es platónica y la conduce a su segundo embarazo y
tata un toque discretamente maníaco. ¿Se trata de una basculación a encontrar a un psicoanalista a partir de la recomendación de su
del humor? ¿Se trata de una estabilización durable? Laure Naveau madrina. Cuando la madre tiene su gran fase depresiva, el padre
se plantea todas estas preguntas. cae en el alcoholismo. Él no será un recurso para Sofía.
Exploraré las duplicaciones de cifrados ínter o intragenera- En este historial, lo que me impacta son las fechas que, como
cionales. Sofía tiene una hermana diecisiete meses mayor a quien un eco, aparecen duplicadas de una generación a la otra. La madre
adora. En el momento del nacimiento de Sofía la madre se de- tiene su primera hija a los veinte años. Veinte es el número de
prime. No puede ocuparse de su hija y la rechaza. Trauma del años que separa a Sofía del hermano que la precede. Tam-
nacimiento y abandono. Esta figura se encuentra del lado ma- bién están los veinte años de la madrina a quien la madre confió
terno en dos generaciones precedentes. La abuela materna trajo a Sofía. A los nueve meses Sofía es abandonada por su madre y
al mundo a la madre de Sofía veinte años después que a sus pri- adoptada por su madrina . A los nueve años se producen el aban-
meros hijos y luego de un duelo imposible por un hijo muerto en dono de su hermana y su primera depresión. Tenemos la depre-
el intervalo. No podía transmitir más que tristeza. La madre de sión grave y muy larga de la madre cuando sus hijas tienen la
Sofía perdió a ambos padres, muy ancianos, entre sus quince y edad que tenía ella en el momento del fallecimiento de sus pa-
sus diecisiete años. Cuando tenía nueve meses, la madre llama a dres -quince y diecisiete años-. Tantas duplicaciones marcan, ja-
la madrina, de veintiún años, que la adopta como su primer bebé. lonan, esta historia de tres generaciones de mujeres. La estructura
Sigue un largo período muy feliz en el que la madre se ocupa de de base de la que la autora extrae su título, "El apoyo en el doble",
sus hijas. Están siempre juntas. A los nueve años, luego de un viaje constituye el modo de defensa frente a lo real que escogió este su-
escolar de su hermana, Sofía tiene su primer estado depresivo. jeto para sostenerse. A falta de lo simbólico, apoyarse en un ima-
Cuando Sofía tiene quince años y su hermana diecisiete -es decir, ginario pero con un recurso a la escritura. La madrina es ese doble
las edades en que su madre perdió a sus padres-, la madre tiene materno que hace la suplencia de la madre rechazante, tal como la
una grave depresión.que durará diez años. analista es ese doble en el que Sofía se apoya hoy en día.
De su padre, Sofía dice que es un personaje imprevisible. No Me gustaría pedirle a Laure Naveau cuál es su impresión sobre
muestra ningún pudor ante sus hijas. Ese rasgo marca la relación la evolución y la continuación del caso. ¿Se confirmó la mejoría?
que Sofía tiene con los hombres. Cuando la madre sale de su larga ¿Volvió la depresión? ¿Se confirmó el pasaje a una fase de tipo
maníaco? El objetivo que establece Laure Naveau a su paciente
es pasar a la acción sin caer en la embriaguez. Ella la acompaña en
l. Lacan, J., "Los complejos familiares'', en Otros em·itos, ob. cit., p. 72. ese camino. ¿Cómo construirá un lazo el sujeto? Sofía da signos

128 129
VARIACIONES DEL HUMOR
LA DIOSA DEPRESIÓN

de una invención que Laure Naveau sostiene. ¿Sofía reinvistió su <ladera profesión, un verdadero trabajo. Se tiene la impresión, a
trabajo? través de cómo se la describe, de que es una mujer ociosa, cuando
ese no es el caso. ¿Desde cuándo tiene esta profesión?
J. -A. Miller. -Gracias, Jean-Robert Rabanel. Laure Naveau,
¿quiere responder algo ahora, o corregir o completar? L. Naveau. -Desde hace diez años. Y se sostiene. Es un poco
como si fuese una misión.
Laure Naveau. -En efecto, el tratamiento continúa hoy. Me
viene a ver regularmente, dos veces por semana. Sigo estando pre- J.-A. Miller. -Como lo dice al comienzo, tenemos el mismo
ocupada por algunos momentos en que podría entrar en una ac- fenómeno que vimos en los dos primeros casos esta mañana: el
tividad desbordante. Tengo el cuidado de hacerle contar paso a desmoronamiento interior y la apariencia física, una imagen bri-
paso los proyectos que elabora. En un primer tiempo, era más que llante, resplandeciente. Tenemos la indicación de la abuela de-
nada una suerte de activismo caracterizaba la salida de esta grave presiva, de la madre depresiva en el nacimiento de su hija Sofía y
depresión. Ella me contaba diversas acciones que ponía en marcha luego una segunda depresión durante diez años. Intenté contabi-
para paliar el desorden del mundo que la rodeaba, como alarmarse lizar los períodos tal como usted los presentó, pero hay al menos
por no prestar atención a algunos detalles y reprocharse haber cuatro períodos depresivos sucesivos hasta que la madrina com-
descuidado a su primera hija. Una serie de pequeños desbordes prende que está muy grave.
de actividad que se calman y dan lugar a su preocupación por con-
tinuar elaborando lo que le pasa. Está muy preocupada en cómo Marc Lévy. -El texto de Laure Naveau nos alienta a prolongar
pudo haber escrito al comparar textos breves que me había dado y la intervención de Jean-Claude Maleval con una suerte de canti-
que había producido durante su embarazo, con otros del período nela: "El diagnóstico importa, poco importa el diagnóstico". En
en que no me venía a ver, en el momento del parto. efecto, desde la segunda línea de su texto Laure Naveau mues-
Los dos primeros meses de vida de su bebé fueron muy difíciles tra sus cartas. Es casi una introducción conclusiva, la discordan-
para ella. Tuvo dificultades médicas. La niña tenía un reflujo que cia encarada como el plus narcisista mayor sobre el que Sofía se
la hacía sufrir y que requería un tiempo especial para alimentarla. apoya desde siempre. Eso interroga el lugar de dicha discordan-
Sofía me hace saber que hubo momentos difíciles en los que tuvo cia, después de la cual Laure Naveau construye el caso. Es muy
impulsos violentos hacia su bebé y en los cuales apenas se contuvo. interesante ver esta arquitectura, que descansa sucesivamente en
Todo esto desapareció por completo. Gracias a su segunda mater- tres registros. La cronología que sigue el texto es la siguiente: la
nidad, está abocada sobre todo al descubrimiento de su pequeña madre, la hija, y luego la relación con la femineidad. Como madre
bebé, que la mira con amor y que le da la idea de un lazo vital entre o futura madre, se deprime. Como hija, se torna claustrofóbica
una madre y su hija. En este momento se está ocupando de explicar por el matrimonio. El marido elegido no es el bueno, era mejor
el uso que hace de la que era, y es, su profesión, que finalmente el amigo al que no había prestado atención. Se desmorona por la
retomará, en la que esencialmente se trata de servir de relevo entre ruptura con el manipulador. También está el joven que era corno
los padres y las guarderías o las personas que reciben a los bebés. su madre, agregando que dejarlo le era imposible y por lo tanto
Está en una posición en la que vela para que un bebé sea bien aco- vital. Me pregunté si no había precisamente eso en este imposible,
gido en el mundo. En cierta forma su misión es un poco eso. una confesión de goce. Se la describe generalmente como seduc-
tora, provocadora, pero se detiene al pie de la cama. No se deja
J.-A. Miller. -Es un dato que faltaba. Me preguntaba cuál es tocar, de manera tal que no alcanza ninguno de sus tres registros.
exactamente su profesión. En realidad, usted responde, es una ver- El eje alrededor del cual pivotea todo esto es la madre, y ella es

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VARIACIONES DEL HUMOR LA DIOSA DEPRESIÓN

muy explícita sobre este punto. Puntualiza que cuando una sale de porque este hombre era como su madre. Es decir, rompe con él
la depresión es la otra la que entra. Abuela, madre e hija se pasan cuando le habla de matrimonio. Con el segundo hombre, cuando
la tristeza como si fuese una misión. La observación de Laure Na- se está celebrando su casamiento, ella se dice, mirando a otro:
veau muestra perfectamente las tres líneas de fuerza que el padre "Fíjate, ese estaría mejor". Esto conduce a un empeoramiento, y
ausente, ciclotímico e impúdico, revela ser incapaz de organizar. el culmen llega cuando tiene un hijo. Me pregunto si para ella el
A partir de estos elementos, quisiera interrogar a Laure Naveau compromiso con el matrimonio no es un signo del compromiso
sobre tres puntos. El primero se refiere a lo que dice Sofía de la di- con la maternidad, lo que constituye el punto más crucial e impo-
ficultad de acoger a su segunda hija, la que ocupa su mismo rango sible de afrontar.
en la fratría. El segundo punto concierne al motivo del último en- Siempre, en lo que atañe a la cuestión de ser madre, está lo que
cuentro, que tuve un poco de dificultad en localizar. En las pri- se llama la historia de las tres generaciones, la abuela, la madre y
meras páginas de su texto da la impresión de que el embarazo se ella.misma.
articula con esa elección terrible. ¿Debe o no conservar ese niño? Quisiera insistir sobre otro efecto, el desdoblamiento de
¿Será capaz de criarlo? El primer punto que me capturó es la frase la madre. Se puede decir que tiene dos: la madre del deber y la
sobre la que le pediré un comentario: "Un discurso que pueda in- madre del deseo, que es la madrina. Cuando la madrina inter-
troducir una posibilidad inédita de anudamiento [...],en un fondo viene, todo va bien. Han sido los momentos más felices de su vida
de real, de una imposibilidad de encontrar su lugar, si no es en un durante muchos años. Me inclino por el hecho de que muy rápi-
perpetuo desdoblamiento[ ... ] de sí misma y de su partenaire". damente en la cura, las cosas mejoraron, incluso antes del parto.
Luego, interrumpe la cura por el parto, y cuando vuelve está en el
Alexandre Stevens. -Este texto tiene un atractivo para la dis- mismo estado que en la primera sesión. Sin embargo, enseguida se
cusión en la medida en que está escrito con una gran claridad clí- la ve mejor nuevamente. Es un signo de que la acompañante como
nica y contamos con todos los elementos presentados con mucha fenómeno transferencia! tiene un lugar muy importante para
simplicidad para discutirlo. Me preguntaba por lo que llamaría la ella. En cierta medida, la analista ocupa el lugar de esta madrina,
causa de la tristeza melancólica. En este caso me parece que esta- es decir, la acompañante que sostiene el deseo y hace posible el
mos en el marco de la melancolía, quizás por momentos, con una hecho de ser madre. Es formidable la elección de su oficio, hacer
leve tendencia maníaca. Tristeza que oscila entre dos tipos de sen- posible el hecho de ser madre para todas las madres del mundo,
timientos: la vergüenza, cuando es autoacusadora, y el sentimiento cuando para ella es imposible. En realidad es imposible salvo con
de incapacidad, ampliamente dominante. Desde este punto de una acompañante. Por otra parte, vemos también que su hermana
vista, es casi una melancolía orientada hacia un tema único. "Soy sirvió de acompañante y que el primer gran desmoronamiento
incapaz de tener un niño." Me impacta porque todo gira alrede- depresivo sobreviene cuando su hermana parte por tres semanas,
dor de ese punto. No estoy completamente de acuerdo con el re- momento en que queda completamente abandonada.
ciente comentario, porque del lado de la mujer todo es menos di- Dicho esto, el asunto que se plantea es el del pronóstico, si
fícil. Puede ser seductora, en un momento tiene un amante, tiene queremos hablar en términos clásicos, una cuestión que no es
otra relación más platónica. En realidad, esas relaciones pueden simple en una situación de tipo melancólico. ¿Es el analista como
ser más o menos invasivas, pero la colocan en un estado en el que acompañante el primer punto de anclaje que encuentra para ta-
parece sentirse bien. Es después de la relación cuando llega a los ponar lo que le sucede? El analista no hace eso, estamos de
autorreproches frente a sus hijas y su marido. Diré aún más. La acuerdo, y observamos cuán formidable es la primera intervención
primera historia amorosa que tuvo con un hombre es una histo- de Laure Naveau cuando dice: "Vamos a hacer un doble trata-
ria que duró mucho tiempo y que finalmente debe interrumpir miento". Esto es útil del lado de la seguridad, porque hace falta

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VARIACIONES DEL HUMOR
lA DIOSA D EPRESIÓN

un psiquiatra comprometido en este tratamiento, pero más allá de o de su propia madre, más allá de la historia de su madre con su
esto, es útil en el sentido de un desdoblamiento que la calma. Me propia abuela. Es algo que la paraliza, al punto de ser la causa de
gustaría saber si este doble tratamiento continúa hasta hoy. El bri- los últimos tres desmoronamientos, cada vez que se pone en juego
colaje que se fabrica este sujeto y que se nombra como misión sal- la maternidad.
vadora se sostiene, no obstante, gracias a la acompañante. He aquí El primer desmoronamiento corresponde al primer hombre
la cuestión: me pregunto si un análisis como este es terminable que le pide matrimonio. Es un desmoronamiento grave que dura
en la medida en que es la transferencia como acompañante la que mucho tiempo y del que se recupera cuando encuentra asuma-
sirve también de estabilización. rido. Se desmorona nuevamente cuando se casa, pero no a causa
de esto, sino por lo que se perfilaba. Cuando sucede el tercer
J. -A. Miller. -¿Es un análisis? desmoronamiento, justo antes de venir a verme, pide irse de este
mundo: que la encierren durante un mes; no podía ver a nadie, no
Éric Laurent. -En efecto, la cuestión se puede plantear así. podía ser nunca más madre, no podía ser nunca más la mujer de su
marido.
L. Naveau. -¿Es un análisis? Más que nada es un apoyo para En ningún momento me hizo saber de cuestiones sobre la fe-
ella. Un apoyo por cuya continuación ella apuesta. Frecuentemente mineidad. No creo que eso haya sido una preocupación. Incluso
sucede que la sesión concluye sobre un punto bien delimitado. Ella cuando evoca momentos de su adolescencia en los que comienzan
dice: "Eso será para después, la necesitaré a usted para eso". Siem- los encuentros con varones, lo que contaba para ella era la mirada.
pre hay un: "Luego, la necesitaré a usted para tratar eso". Toda seducción es para ella una seducción por la mirada -existir
en la mirada del Otro-, pero no se trata de ir más lejos. La cues-
J .-A . Miller. -Es el psicoanálisis aplicado a la terapéutica que tión de la Otra mujer, de La mujer, no le interesa. Está rodeada de
toma el aspecto de acompañamiento. mujeres que están cada una en su lugar, acompañantes para lo que
tiene que hacer con su vida. Tiene a su mejor amiga, que tiene
L. Naveau. -Es la palabra que ella eligió, "acompañamiento". dos o tres hijos, con la que puede pasar sus vacaciones. Tiene a su
Escribió un cuento breve donde relata la historia de su desmoro- madrina, segunda madre, la madre del deseo, la madre del amor,
namiento y del momento en que se recupera diciendo: "Justo, el la que la tomó en sus brazos. En la historia de esta joven, su madre
acompañamiento llega y será un psicoanalista poco común para prácticamente no la tuvo jamás en brazos como consecuencia de
mí; ella hará conmigo lo que no hace con nadie, me acompañará, su depresión. Apenas la alimentaba. Sorprende verla hoy radiante
me devolverá mi dignidad de ser responsable". Escribe esto en la en los momentos en que las cosas van bien: no tiene nada de au-
época en que no me viene a ver. Historiza un poco lo que pasó en tista. Está muy presente y habla muy bien. Lo que la engancha en
ese breve período, antes del parto, pero habiéndome ya dado la la transferencia concierne sin duda al encuentro con un lugar tal
misión de no ser común con ella, para acompañarla en sus dificul- como el que busca en sus diferentes personajes femeninos. Pero
tades. en la cura, es el retorno a un lugar donde es esperada, con el que
¿Es terminable desde ese punto de vista? Efectivamente ella me está segura de contar, lo que entonces tendrá un efecto durable.
anuncia algo que puede eternizarse. En algún momento se abrirá La imposibilidad de encontrar su lugar fue su destino hasta sus
la posibilidad de inventar algo para que ella pueda construir, diri- treinta y cinco años. En cada situación en que sin embargo otro
girse al mundo para acompañar los primeros instantes de vida de le daba un lugar, esencialmente un hombre, ella igual no lo tenía,
bebés y madres. Para responder a Alexandre Stevens, la cuestión sobre la base de esa ausencia de lugar primordial.
de la madre como concepto, más allá de ella misma como madre,

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VARIACIONES DEL HUMOR LA DIOSA DEPRESIÓN

Rose-Paule Vinciguen-a. -Me gustaría plantear una cuestión Claude Viret. -Me interesó especialmente en su caso el lugar
sobre el marido. Durante el casamiento ella piensa que no es el que ocupa la historización en la cura. Ella informa de cuatro de-
bueno y luego le reprocha haber puesto la totalidad de la casa a su presiones, dando una explicación y dejando atrás cada vez una so-
nombre. Por el contrario, se apunta en el final del texto que está lución. A los nueve años, se deprime gravemente y en su entorno
mucho mejor en el momento de exhumar de sus cajas los flecha- el otro le da una explicación, a saber, la separación de su hermana.
zos de amor comprados con el marido para embellecer su interior. Al final de sus estudios de psicología, cuando le piden matrimonio
¿Cómo leer este reproche paranoico dirigido al marido? aparece una nueva depresión; encuentra nuevamente una explica-
ción que pone en juego la separación de la madre. En esta histo-
L. Naveau. -Noté eso mismo, así como los momentos de ac- rización aporta cada vez soluciones que pudo encontrar y orienta-
tivismo en los que se pone a ubicar las disfunciones del mundo, ciones en las que se siente comprometida. ¿Puede usted decirnos
que pertenecen a la misma serie. Es su manera de salir de su au- algo sobre esta historización y sobre la posición de la mirada?
sencia total del mundo. Ese instante paranoide frente a su ma-
rido cede rápidamente. Me parece que, cuando tuvieron que L. Naveau. -Podríamos decir que hasta que viene a hablar es-
hablar, la ausencia de lugar se redobló por el hecho de que la taba bajo la influencia de la mirada del Otro. Además, me dice que
inversión inmobiliaria se hizo a nombre de su marido. Ese ma- los hombres por los que se siente atraída son muy sombríos y que
rido, que forma parte de esos hombres muy impresionantes por sus miradas la remiten a la imagen sombría de sí misma. Para ella,
su constancia para sostener a alguien que está muy mal. Es decir la historización consiste en poder separarse de la mirada que la
que, después de que la encontró, no tuvo ningún momento de fascina . Una historización basada en el lastre, en relación con el
vacilación en relación con ella. Tiene una especie de constancia vacío central de su historia. Relataba hace poco que su padre fue
inmutable en la que ella puede apoyarse, pero que, sin embargo, un niño abandonado por su madre. Encontramos una vez más ese
la socava. abandono del niño lejos en el tiempo.

Bernard Poche1·et. - En un momento usted habla de la dificul- J.-A . Miller. -Tenemos también lo que subrayó Marc Lévy
tad de las madres jóvenes para intercambiar experiencias, y pro- a propósito del joven que representaba a su madre: "Dejarlo era
pone como contrapunto a su trabajo de psicóloga de guardería como dejarla a ella, misión imposible y, sin embargo, esencial". Si
algo como así como una Casa Verde para favorecer el lazo. me dejo llevar por mis asociaciones libres, esto me hace pensar en
la depresión, término discutido en su momento, pero que poco a
L. Naveau. -Sí, fue mi idea proponer algo que sea un contra- poco se nos impuso en razón del discurso común. La depresión,
punto, que sea a la vez liviano, pero no se enganchó con esta idea. en este caso, me recuerda a una diosa antigua. Se tiene la impre-
En todo caso, se vio animada a retomar su trabajo en las guar- sión de que es el personaje central, la Depresión, como tenemos a
derías, diciéndome que era muy esperada por las directoras, que Eris, la Discordia, con "d" mayúscula. La diosa Depresión vuela
están listas para modificar sus horarios para que le sean conve- en torno de dos o tres personajes, la abuela, la madre, la hija.
nientes -contrariamente a lo que sucedía antes, cuando ella estaba Usted señala que la madre, que estuvo en una depresión grave por
más bien atrapada por su trabajo-. Lo que cuenta es que antes se un decenio, sale en el momento en que sus hijas comienzan a fre-
tomaba su trabajo tan a pecho que se sentía atropellada. Actual- cuentar jóvenes, y en ese momento es la hija quien se hunde.
mente no es ella quien recibe a los otros, en todo caso ella ofrece Tenemos la impresión de una depresión, relevo que introduce
su saber sobre cómo acoger a los niños. un personaje suplementario con un aspecto mucho más real que
los personajes que están ahí; los personajes de la diosa Depresión,

137
VARIACIONES DEL HUMOR LA DIOSA DEPRESIÓN

atravesando las generaciones, se heredan. Después, está la manera del goce no simbolizable del padre que resurge en lo real en oca-
en que se construyen para cada uno. Sin embargo hay una perti- sión de esa pesadilla.
nencia en este caso en hipostasiar un poco la depresión. Tenemos
la impresión de que la historia no está terminada. Yo no digo que R. P. Vinciguerra. -En relación con la hipótesis evocada por
usted verá llegar un día a la pequeña Laure, que lleva su nombre, Jacques-Alain Miller de la diosa Depresión que constituye una
pero en todo caso hay un fatum familiar que impone su presencia. continuidad, ¿podemos decir que en la cura se establece una dis-
continuidad en relación con una continuidad que ronda siempre?
L. Naveau. -Sí, es la diosa Depresión, como un hada madrina
que se inclina sobre su cuna. Será, quizás, en su caso, el leve matiz L. Naveau. -Claro, yo estoy completamente de acuerdo con el
que podrá ayudarla a encontrar el punto de apoyo que falta, un hecho de que esta continuidad, en sus entrevistas, puede represen-
. . .
apoyo 1magmano. tar una discontinuidad en lo que ella conoció en su vida.

Caro/e Dewambrechies-La Sagna. -Leí una primera vez el texto


ÜOBLES Y DESDOBLAMIENTOS de Laure Naveau y me pregunté, ¿por qué habla de apoyo en el
doble? Es el único texto que valoriza la cuestión del doble. ¿Cuál
Jean-Pie'rre Deffieux. - Me parece que podríamos entretener- es el doble del que habla Laure? El doble es la hermana. El perso-
nos estructurando el caso a partir de tres registros: imaginario, naje fundamental sin el cual ella no podría vivir, el personaje del
simbólico y real. El apoyo en el doble designa sus apoyos ima- primer desmoronamiento, cuando ella se aleja, es la hermana. Los
ginarios, desdoblamientos sucesivos. Pero constatamos que los otros dobles a los que apela en la observación en primer lugar son
desencadenamientos depresivos surgen en varias ocasiones cuando dobles del desdoblamiento. Ella no puede tender la mano hacia
se trata de sellar una unión, es decir, cuando se trata de un com- un objeto sin que se desdoble. Me pareció muy linda la escena del
promiso simbólico. Debemos evocar el goce muy particular del casamiento. Se aproxima a su marido y hay una imagen que se se-
padre, un goce sexual espantoso, tal como ella lo describe. Es algo para, que le hace decir: "¡Pero en verdad es esta la imagen envi-
que fue para ella absolutamente no simbolizable. Y me pregunto si diable!". Tenemos así toda una sucesión de desdoblamientos. Me
no se desmorona cada vez que encuentra ese goce del padre. Eso pregunto si este primer grado de la disolución imaginaria no fue
permitiría comprender la cuestión de la claustrofobia, que todavía la primera etapa del desanudamiento del círculo de lo imaginario
existe. No es una sintomatología neurótica. Supongo que se encie- que levanta campamento. 2
rra en ella, o se corta del Otro.
J.-A. Miller. -Es curioso, tuve la misma impresión. Había
L. Naveau. -Es verdad que en los textos que trae hay solo un notado un perpetuo desdoblamiento de sí, con un punto de in-
sueño y una única pesadilla que concierne a la sexualidad. La pe- terrogación, y fui a releer. Encontré que era muy poderoso como
sadilla comienza como un sueño lindo. Ella está con su marido, clave, pero que en efecto eso pasaba por las dos madres, las dos
tienen un deseo sexual, incluso quieren proteger a sus hijos para hermanas, los dos hombres, los dos terapeutas. Incluso si esos des-
encontrarse los dos a solas. El deseo crece y de pronto aparece doblamientos son heterogéneos, eso se desdobla un poco, como
para ella el horror bajo la forma de lo que habría en su cuerpo,
un detalle monstruoso que la llevaría a una terrible enfermedad.
Ella detiene a su marido en su inspiración diciéndole: "¿No ves el 2. Lacan, J., El seminario, libro 23, El sinthome, Buenos Aires, Paidós, 2006,
horror sobre mi cuerpo?". Y él no ve nada. Se despierta. Hay algo pp. 64 y 141 -143, entre otras.

139
VARIACIONES DEL HUMOR

Lacan recordaba en "Poesía y verdad", 3 esta vez para el neurótico; 8. Manías y melancolías en Binswanger
él tiende la mano pero son siempre dos.

L. Naveau. -Finalmente, con esta clave de lectura vernos una


disolución imaginaria, tal corno dice Carole Dewambrechies-La
Sagna, que durante todo el tiempo implica la búsqueda de un
complemento. Algo está condenado a repetirse hasta que ella en-
cuentre apoyos imaginarios que sirvan para redoblar lo que ya en-
contró, para completarla.

Jacques-Alain Miller. -Volvamos al texto de Serge Cottet, "La


aversión del objeto en los estados mixtos", a partir de un caso to-
mado de Binswanger y que será presentado por Hervé Castanet, y
luego discutido por Jean-Michel Dutilloy y Marcel Eydoux.

Hervé Castanet. -Serge Cottet parte de la siguiente pregunta


en su texto: "¿Qué interpretación lacaniana podemos dar a las
locuras de doble forma?". Esta cuestión no tiene su lugar en la
psiquiatría ordenada por el DSM-IV, 1 donde el trastorno bipolar,
entidad comportamentalista, sustituye a la psicosis maníaco depre-
siva. Las oscilaciones del humor son allí planteadas fuera de toda
causalidad psíquica, la alternancia inmotivada conduce a concluir
en la esquizofrenia. Este tipo clínico merece sin embargo otra
aproximación; particularmente, aplicar una clínica del objeto.
La demostración de Serge Cottet se articula alrededor de un
caso de Binswanger, amigo e interlocutor de Freud. Se trata ex-
plícitamente de esclarecer un problema no resuelto en la doctrina
freudiana, la alternancia de estados de humor considerados opues-
tos. La señora Oiga Blum -es el caso de Binswanger- vive en la
alternancia de períodos eufóricos y melancólicos. ¿Cómo expli-
carlo? He aquí la respuesta: "La cristalización de los pensamientos
sobre su padre hace pivotar sus estados de humor en función del
rechazo del cual es objeto". Subjetivamente, si ella consigue ser lo

l. DSM IV. Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos 111mtales, Buenos


3. Lacan, J., PJ 111ito i11divid11al del 11e1wótico, Buenos Aires, Paidós, 2009. Aires, Masson, 1995.

140
VARIACIONES DEL HUMOR MANTAS Y MELANCOLfAS EN B INSWANGER

contrario de su padre, su mundo se toma milagroso, es la euforia. identificación y la separación de a desconectada de la vestidura
Si por el contrario se identifica con él, pierde el derecho de vivir y acomoda i(a) ofreciéndose a la observación en estado puro.
de estar en relación con los otros. Seguramente es el concepto de Precisamente, cito: "Hay que aplicar al goce esta pulsación en
identificación el que da cuenta en un primer tiempo de la alter- 'eclipse' propia de la lógica del significante". Finalmente él da la
nancia de los estados de humor. razón a la alternancia misma, la que se observa en Oiga Blum, por
Primero, en la manía, Olga Blum está identificada con su un lado, en el enloquecimiento del real de la lengua y, por el otro,
madre idealizada; se regocija de sobrepasar a su padre, objeto de en la extenuación del propio cuerpo.
su aversión. Segundo, en la melancolía está identificada con un Dos cuestiones sobre unos puntos clínicos. Primero observas
padre indigno que no merece vivir. El padre egoísta es el signifi- que "en ausencia de alguna referencia al goce de la lengua, Bins-
cante de la aversión. Ahora bien, realizando esta doble identifica- wanger explica la despreocupación maníaca mediante la disolución
ción, ¿cuál es la instancia clínica que puede dar cuenta de esto? En del ego". Indicas que disolución del ego es un "término que pro-
resumen, ¿cómo construir la alternancia -de la que Serge Cottet mete un rico porvenir". ¿Podrías explicar la encrucijada clínica?
recuerda que fue el impasse freudiano- y no solo la especificidad Segundo, subrayas que Olga construye una filiación delirante con
de dos estados del humor separados? el poeta Goethe, ideal desdoblado de ella misma. Con esta identi-
Serge Cottet afirma que la unidad de las dos fases es la pulsión ficación, lo que se despliega es la cuestión de la escritura. Ella es-
de muerte. Lo cito: cribe su autoanálisis. Esta identificación con un padre idealizado,
"El filo mortal de la identificación con el padre está como a cielo Goethe, y no con un padre egoísta, ¿tuvo una función de apaci-
abierto. El lazo funesto es transparente tanto para ella como para guamiento subjetivo, así como una función de límite a la pulsión
el resto del mundo. La hija hereda los pecados del padre [... ]. Lo de muerte a través del escrito?
indigno del padre está presente en los dos estados: ella es como él
en la melancolía y lo contrario en la manía. [... ] para Oiga Blum Serge Cottet. -Agradezco a Hervé Castanet por haber resu-
falta la pieza fálica en su guión; el padre egoísta es un padre del cual mido tan bien mis ideas. En lo que concierne a la disolución del
ella no sería la falta. La culpa del padre sería su única certeza" ego, es necesario pasar por toda la r etórica de la fenomenología
¿Qué sabemos de la relación de Oiga con este padre? Res- de la época para explicar de qué se trata. Lo que promete para un
ponder a esta pregunta sería dar una explicación nueva a una futuro es el término disolución en la clínica. Pienso en Eugene
instancia nueva en el asunto de la alternancia. A partir del caso Minkowski, en el uso que da al término disolución, y en un nom-
de Binswanger, al menos sabemos esto: que su padre siempre la bre de la psicopatología francesa, Jean Delay, que escribió Les dis-
besó en la boca. Evitemos la interpretación edípica con el bino- solutions de la ntbnoire. 2 Tenemos aquí una especie de compromiso
mio amor/odio y retengamos lo siguiente: "El goce incestuoso entre una concepción biológica deficitaria y la evitación de la bio-
forcluyó el inconsciente. El retorno en lo real es el padre egoísta, logía, en beneficio del préstamo a la filosofía del término disolu-
y no la pere-versión. [... ] la legitimidad simbólica de la relación ción, pero aun así es deficitario. Es un accidente de la aprehensión
padre-hija es rechazada. El goce del padre refuta la transmisión del mundo de la intencionalidad.
del falo". La filiación de Goethe es una suplencia, un tutor. Él escribe
¿Cuál es la conclusión que aporta Serge Cottet? Una que toca los textos en su lugar o es ella quien escribe Fausto, intercambian
la estructura del inconsciente, el inconsciente es pulsación tempo- los roles. Un excelente compañerismo, y es finalmente Goethe el
ral --encontramos las fórmulas de Lacan en su seminario de 1964-.
¿~uál es la vuelta que podemos dar en la psicosis maníaco depre-
siva con su rechazo del inconsciente? ¿Cómo conciliar los dos? La 2. Delay, ]., l es dissolutio11s de la mémoire, París, PUF, 1950.

142 143
VARIACIONES DEL HUMOR M ANÍAS Y MELANCOÚAS EN B INSWANGER

q_ue toma el lugar, y eso la alivia. Pero es una suplencia insufi- La persona está próxima de una enunciación clínica de esta for-
ciente porque la paciente escribe un diario privado absolutamente clusión. Ella afirma que cuando se es egoísta como su padre, no se
indescifrable para Binswanger, del que lamentablemente no se ha tiene el derecho de traer niños al mundo, por lo que sería mejor
podi~o con~en:-ar una buena copia. Esta identificación, el rol pro- suicidarse. Efectivamente, la tendencia suicida de la paciente es
moVIdo al s1gruficante Goethe, no le impide su actividad de escri- relativa a esta enunciación respecto al padre. Porque se trataba de
bir, donde se inviste la excitación maníaca. construir la alternancia sobre otras bases que las de Freud o Me-
lanie Klein sobre la defensa maníaca, y busqué, al contrario, los
. Jean-Michel Dutilloy. -El texto de Serge Cottet es muy ori- rasgos comunes a los dos tipos de afectos. Por esto hablé .de p~lsa­
gmal, porque presenta una clínica de la forclusión y una clínica ción, para retomar una antigua expresión de Jacques-Alam Miller.
del objeto. La cuestión de la pulsión de muerte permite a Serge Es intuitivo, lo de la pulsación en eclipses del goce. Esto merece
Cottet hacer una articulación entre estas dos vertientes. Mi pri- ser desarrollado.
mera pregunta es la siguiente: ¿Qué podemos decir de la pulsión
de muerte tanto en Oiga Blum como en Binswanger, sabiendo la Marce/ Eydoux. -Me pregunté por qué Serge Cottet eligió
poca consideración que tuvo de Freud en este asunto? Binswanger.
Mi segunda pregunta: ¿Por qué usted considera el momento
de esta famosa crisis de epilepsia, en la que Oiga Blum se dice a sí J.-A. Miller. -Porque no debe tener un buen caso como ese
misma que la vida no merece la pena de ser vivida, como un punto en su práctica.
de inflexión decisivo?
S. Cottet. -Exactamente.

PULSACIÓN EN ECLIPSES M. Eydoux. -Binswanger es un autor que recha_zó toda. idea


de causalidad por el humor. Dice claramente en vanas ocas10nes
S. Cottet. -En los dos casos, tanto en la fase melancólica como que la melancolía no se puede comprender a p~rtir -~el humor.
en la maníaca, lo que puede producirse en un tiempo extremada- Tenemos un punto en común con nuestra aproximac1on. La otra
mente corto, durante el mismo día, son muchos detalles sobre esta razón importante de la elección de este caso concierne a los esta-
mixtura, sobre la contemporaneidad de los dos afectos. Tenemos dos mixtos, que para Binswanger constituyen no tanto una forma
siempre un punto en común, la queja, la insurrección por vía de la de transición entre manía y melancolía, sino una entidad clínica de
pala,bra. Esta relación con el insulto, con el casi neologismo -sucio pleno derecho. Mi pregunta se refiere a l~s id~ntifi~~ci~nes. _En ~l
e~01sta- que no fue verdaderamente tomado en consideración por primer caso, tenemos más que nada una 1dent1ficac1on 1,mag~nana
Bmswanger como amante de goce que asegura una continuidad que se acompaña de una invasión de goce, que llega al extas1s. En
una especie de permanencia entre los dos estados, pero con lo~ la segunda identificación, con el objeto indigno, estamos más del
signos invertidos del humor. De todos modos, en ambos casos, lado de la relación con lo real del objeto. ¿Podemos volver sobre
se apun~. siempre al objeto, sea el padre, o ella misma -pero en las dos modalidades de identificación?
cuanto h11a del padre-. El padre está siempre en la brecha, siem-
pre en el punto de mira. Sea porque él no merece vivir, o porque S. Cottet. -Es cierto que las dos identificaciones no tienen la
es ella la que no merece vivir. Son siempre los mismos significan- misma estructura. Si Binswanger emplea ese término sin discri-
tes, pero siempre y cuando ninguna transmisión simbólica haya minar identificación con el padre de identificación con la madre,
operado entre padre e hija. es para sacrificar cierto reconocimiento del Edipo freudiano. Por

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VARIACIONES DEL HUMOR MANÍAS Y MELANCOLÍAS EN BINSWANGER

esta razón en mi texto intenté mostrar el carácter híbrido de la esplendor de la verdad en los Escritos de Laca.n. Son r,ecuerdos. Es
construcción, porque hay rernembrances de Heidegger, de la in- formidable que Serge Cottet fuese a pesca~ JU~to ahí un caso ~e­
tencionalidad en Husserl, y también vemos llegar el complejo mostrativo. Ha hecho un esfuerzo extraordmano para h_a~er com-
de Edipo. Es bastante curioso como montaje, y dice algo sobre cidir el sentimiento de la vida del maníaco y del melancolico.
la ambivalencia de Binswanger con respecto a sus ilustres maes-
tros. Pero en definitiva nos ocupamos aquí de la clínica del caso de s. Cottet. -Es verdad de que hay pocos elementos verdadera-
Olga Blum y no de Binswanger. mente clínicos. La escasez fija el valor y, especialmente.' hay al-
gunos datos sobre la lengua y sobre la historia de la paciente. Es
].-A. Miller. -En el conjunto es asimismo una clínica en el que escaso pero hay dos: tenemos el padr.e epilé~tico y .el ?eso en la
reina un gran desorden. Melancholie und Manie es el único libro de boca. Voy a sacar tajada entonces. N1 la paciente m Bmswanger
Binswanger que me fascinó. Se entra en un palacio de ideas ab- están aquí para corregirme. Igualmente, el tercer elemento es la
solutamente increíbles, con el esfuerzo de coincidir fenomenoló- identificación con el padre y la identificación con la madre.
gicamente con la vida, Einfiihlung del maníaco, del melancólico. Por supuesto, los términos requieren ser adapt~dos adecu_ada-
Traducido del alemán al francés, es de una pesadez absolutamente mente a lo que estamos tratando. En la ~~se mamaca, por, eJem-
inverosímil. Como no se llega a traducir, hay palabras entre parén- plo, ella se inscribe en el linaje de la farmha materna, los nos, las
tesis y, repentinamente, uno se siente verdaderamente perdido. En tías los primos, todos nerviosos del lado de la madre. En este mo-
efecto, tenemos allí todos los ecos de Heidegger, pero torcidos, y me~ to ella pone en marcha la excitación maníaca, porque todos
encuentro que en pocas líneas Serge Cottet nos entrega los funda- ·
vtven a' cien
· kilómetros por hora. Esto es lo "que Binswanger
.. ,,llama,
mentos. Nunca había visto con esta claridad la experiencia trans- identificación con la madre: el significante familia materna esta
psicológica que atraviesa el melancólico. Es la nada lo que se ex- presente en su enunciación cuando está en esos estados. Ella co-
perimenta en la angustia. Parece incluso que Heidegger se hubiese noce tanto más este estado de elación y goza de reconocer que n.o
interesado en Binswanger. Leí en una biografía de Heidegger que está completamente determinada por su padre, que ell~ puede ~1-
tenía algún interés clínico que no aparece en su obra publicada; brarse de él. Realmente lo escupió, mediante lo cual creo un vac10,
pero habría escrito sobre estados clínicos. Michel Foucault tenía una fosa en los significantes maternos. . .
su gusto por Binswanger. Fue él quien supervisó y realizó las ano- En cambio en la fase depresiva, siempre está la rmsma msu-
taciones a la traducción de "Traum und Existenz"3 de Binswanger, rrección. Ob~ervamos la identificación clásica, digamos freu-
uno de sus primeros trabajos de joven filósofo. doabrahamiana, con el objeto de aversión, es decir que todos los
nombres de pájaros atribuidos al padr~ le ret?rnan. Se abor.re~~ a
S. Cottet. -Lo conoció personalmente. Se encontraron. sí misma. Esto plantea una pequeña diferencia con la descnpc1on
clásica freudoabrahamiana. Freud dice que en el retorno me.lan-
J.-A. Miller. -Recuerdo que leí eso cuando leía también a cólico, en la vuelta sobre sí mismo, en lugar de ,ª?untar al ?~Jeto,
Lacan. No comprendía absolutamente nada, ni del "Prefacio" de es el sujeto el que queda abatido. Es la autocnuca, el delmo d~
Foucault, ni del texto de Binswanger, mientras que encontraba el insignificancia, pero que concierne al sujeto. Todo suce~e como s1
este no supiese que sus quejas se dirigen al Otr~. Y aq?i es perfec-
tamente transparente. Ella pueda tratarse al mismo uempo como
3. Binswanger, L., "Traum und Existenz", en Ausgewiihlte Werke, 4 vols.,
objeto de aversión y tratar al padre de la misma ~at~er~ por la
editados por M . Herzog, H.-]. Braun y A. Holzhey Kunz, Heidelberg, Roland razón que decía, que él solo le transmitió eso, esa md1gm.dad. ~l
Asanger, 1992-1994. del padre epiléptico es un dato antiguo completamente d1scontl-

147
VARIACIONES DEL HUMOR
M ANÍAS Y MELANCOLÍAS EN BINSWANGER

nuo: Ella asiste ~ una crisis de epilepsia de su padre y concibe a y pulsión de muerte. Entonces, ¿por qué Freud no habla más a
partir de esto la idea de que la vida no merece ser vivida. No sa- continuación de la pulsión de muerte? Sin duda que para él en
b~m.º:.qu~ había ant~~· pero esta es una escena que sucede a sus las psicosis se trata más bien de desintrincación de las pulsiones;
d1ec1se1s anos. Tambien hay una anotación sobre sus ocho años manía y melancolía son un buen ejemplo. Una manera de captarla
cuando .Yª hablaba cuatro lenguas. Me sentí atraído por el síntom; sería imaginar las dos partes del discurso del Amo separadas:
logorre1co precoz de la paciente, que puede estar relacionado con
ese tercer elemento clínico que es el oprobio que ella siente ante
la práctica del padre de besarla en la boca. Estaba más cerrado
para mí que para Binswanger.

M. Eydoux. -Usted muestra una melancolía lacaniana. Tendríamos de un lado S 1 sobre S, donde g equivale al objeto
a como falta, como desecho, y del otro lado S2 sobre a, a como
S. Cottet. -La que es muy lacaniana es también la manía. plus de gozar. Me parece que eso emerge en distintas ocasiones
Debo decir que Binswanger pone el acento mucho más sobre la en el volumen de esta conversación, y en particular en el texto de
n:1ª~fa que sobre la m.clancolía. No es nada simétrico. Es un espe- Armand Zaloszyc.
cialista ~n la fuga de ideas, en la excitación maníaca, en este goce El segundo punto fuerte de la ponencia que llamó mi atención
logorre1co que se correlaciona a la extracción del objeto. Pero lo es la unidad estructural de dos formas, manía y melancolía, y la
que es notable del caso es que esos dos elementos son casi simul- idea de que el pasaje de un estado al otro evoca una estructura
táneos.
de banda de Moebius, con los mismos elementos, goce y signifi-
cante, del cual solo cambia el signo. Hay menos o hay más. Es una
Agnes Aflato. -Serge Cottet intenta logificar los estados mix- hipótesis sorprendente para una psicosis. Ella permite alojar .una
tos, manía y melancolía, y es verdaderamente precioso. Dos pun- serie de fenómenos, y esta hipótesis funcionaría bien con la idea
tos me llamaron la atención. El primero, es una tesis fuerte lo de ciclos.
cito: "La unión de las dos fases es definitivamente la pulsión' de En la parte del Sentinario 1O citada por Serge Cottet, Lacan
mue:te, co~cepto ausente en Freud en 1921 a propósito de la habla varias veces de ciclos de manía/melancolía. Sin embargo, esta
marna, considerada como simétricamente opuesta a la melanco- idea de ciclos es puesta en tela de juicio por el autor cuando habla
lía". Podemos modular esta afirmación por lo que Freud describe de palpitaciones en eclipse propias de la lógica del significante, e
en 1915 en su metapsicologfa: "El cuadro de este delirio de in- incluso de un ida y vuelta entre el "efecto de enloquecimiento del
si~nificancia (...] se completa con el insomnio, la repulsa del real de la lengua y la extenuación del cuerpo". Me pregunto si no
a~i~ento y un desfallecimiento, en extremo asombroso psico- deberíamos preferir la idea de ciclos. Las palpitaciones del signi-
log1camente, de la pulsión que compele a todos los seres vivos a ficante en dos tiempos, ida y vuelta; pero aquí, ¿se trata del signi-
aferrarse a la. vida":~ Esta derrota de la pulsión de vida, es algo ficante? ¿No se trata de un destino del objeto a? Cuando Freud
como la puls1ón de muerte, podríamos decir. La observación de lo formaliza como objeto de la pulsión, distingue no dos sino tres
Freud precede a su nueva conceptualización, en el momento de la tiempos: ida y vuelta y luego el tercer tiempo que es la aparición de
segunda tópica, que comprende la distinción entre pulsión de vida un sujeto. Así, el objeto a de Lacan comporta un vacío, luego un
plus, el plus de gozar, y finalmente un efecto sujeto.
Para concluir, me gustaría presentar una hipótesis de trabajo
4. Freud, S., "Duelo y melancolía", Obras armpletns, t. XlV, ob. cit., p. 244. sobre las variaciones del humor. En realidad, el sujeto debe resol-

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VARIACIONES DEL HUMOR MANÍAS Y MELANCOÚAS EN BINSWANGER

ver el problema de la reacción sexual con la ayuda de una metáfora aún no cuenta con el concepto de pulsión de muerte. Habla de
delirante, solo con las lógicas del goce. La hipótesis es que, tanto intrincación de pulsiones más allá del principio del placer. En "El
en la melancoüa como en la manía, el lugar del objeto a concierne yo y el ello", en 1923, ni una palabra de la pulsión de muerte en
a todo el ser del sujeto y es la razón por la cual debe ceder un la manía; todavía es el medio vital de defensa contra la melancoüa.
goce; es todo el ser el que se ve amenazado. Uno de los modos de La referencia en "Televisión" de Lacan favorece la formalización
estabiliz~ción consiste en ofrecer al sujeto la posibilidad de una del caso de Binswanger con la herramienta de la presencia de la
nueva alianza con la pulsión, de tal suerte que concierna no más al muerte en la excitación maniaca.
ser ~ue al tener. Sis~ trata de tener, entonces el sujeto puede con- Tenemos también la mixtura de estados que fue evocada esta
sentir en separarse sm que su ser se sienta inmediatamente tocado. mañana; en particular, la proximidad de la aversión y de la per-
Tuvimos ejemp~os ?: esta nu~va rel.ación con el goce pulsional, secución. También hay datos muy paranoicos en este caso. Ella
c?mo en la sustituc10n del ob1eto mirada por el objeto oral. Por fue la cosa del padre, fue devorada canibalísticamente. A partir de
eJe~plo, en el caso de la paciente de Lucía D'Angelo, el plato ex- esto hay toda una elucubración sobre el canibalismo, cuyo acento
quisito. Puede ser el mismo objeto pero con otra modalidad de algunas veces es persecutorio, y otras veces sobre la felicidad o,
retorno de la pulsión, como para la paciente de Sonia Chiriaco más que nada, una elación. Ella se siente "canibálicamente", crea
no ser mirada pero mirar. O la paciente de Philippe La Sagna, qu: neologismos de este estilo.
pasa del lugar de ser el objeto oral a un Otro devorador, a tener Encontramos lo mismo en la clínica de Gaeran de Clérambault
o no tener el objeto mirada que pueda consentir en ceder en sus a propósito de la melancolía. En "Locura de doble forma",5 toma
fotos. ~aure Naveau evoca una nueva alianza con lo pulsional para como ejemplo el suicidio altruista de una madre que grita a los
su paci~nte. En cada caso hay un nuevo lugar del sujeto, y es el cuatro vientos que es una madre admirable y que quiere salvar a su
tercer tiempo de la pulsión localizado por Freud. hija de los vecinos que quieren violarla y martirizarla. Asimismo
dice a todo el mundo que quiere morir. Primero ella es neuras-
S. Cottet. -No soy muy sensible a la idea de ciclo temporal. ténica, tenemos ahí una lítotes, es neologísitico: "Yo soy neuras-
No es lo que me impactó en la lectura de este caso. Por el contra- ténica", lo que quiere decir: "Desaparezco por los aires, me voy a
rio, lo digo una vez más, es la simultaneidad de dos estados. Esto matar, pero soy una madre admirable al mismo tiempo". ¿Y qué es
me remite a la célebre construcción de Lacan sobre el rechazo del lo que quiere decir? "Quiere decir que como quiero arrancar a mi
inconsciente en la manía, que fue el asunto tratado esta mañana. hija de las garras de los vecinos, entonces la voy a matar". De Clé-
Cuand?, la excitación se torna mortal, tenemos una presencia de rambault muestra bien la mixtura entre persecución y melancolía.
la pulsion de muerte, es decir, comprendida en la fase maníaca, Esto es lo que entiendo por estados mixtos.
Y no solamente donde es evidente, o sea en la fase melancólica.
s.ostengo la idea de que Freud opone manía y melancolía como Francesca Biagi-Chai. -¿Tiene Olga Blum un pequeño delirio
vida Y muerte. Es un binario que se ilustra perfectamente en esta que toma la función del fantasma? Se puede entender ese delirio
estructura cünica y no pone en juego la intrincación pulsional. Allí como una mezcla de imaginario y de identidad; sería ser ese ob-
donde debería haber ~ixtura, allí donde la mixtura es paradójica jeto ahí, ser la hija del padre egoísta. Se lo puede escuchar como
-y se puede ver muy bien en este caso-; Freud no tiene en cuenta un sintagma holofraseado, un significante amo, único, que la ca-
~sto ..Con~i?era que ~I .fundamento, el real de la patología es la
1dentificac10n melancolica, la muerte, la mortificación del sujeto.
Con lo que le queda de vitalidad, se defiende por la manía. Esto
5. De C lérambault, G. G., "Locura de doble forma", en Oeuvres psycbintrir¡ues,
es la defensa maníaca en Melanie Klein. Lo dice en 1915, cuando París, Frenesie, col. Insania, pp. 668-682.

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VARIACIONES DEL HUMOR MANÍAS Y MElANCOLIAS EN BINSWANGER

racteriza y conlleva la transmisión. Está siempre bajo ese mismo la falta moral es siempre del padre. Por esta razón, la estructurn
significante, egoísta, frente al cual o está en rebelión a partir del forclusiva se inscribe en la persona en su propia enunciación. Ella
momento en que está identificada con ese padre, o en estado de apunta a lo que no se transmite de la relación. Cada vez que pro-
elación o de manía, y tenemos el filo mortal de la libertad del su- clama su indignidad, le imputa la responsabilidad al padre.
jeto psicótico. Siempre dependerá de esta única fórmula: ser toda
ella la hija de un padre egoísta, fórmula que tiene el lugar de un Jean-Pierre Deffieux. -Esa pulsación entre la manía y la me-
significante amo persecutorio. lancolía se articula al caso de Laure Naveau. En los dos casos se
trata de una identificación melancólica con el padre gozador. Es
S. Cottet. -Estoy de acuerdo. el padre como objeto a, no es el Nombre del Padre del ~dipo. Es
importante hacer esta diferencia para comprender de que se trata.
Rose-Paule Vinciguerra. -Solo una palabra alrededor del objeto Usted hizo una verdadera demostración a partir de Binswanger
oral por identificación con el padre. Presentaste la articulación que es muy interesante y que deberíamos estudiar y ~onserv_ar, Y
entre logorrea y carácter políglota. Me parece que dijiste, a título delimita la cuestión de la operación alienación/separación aplicada
hipotético, que ese carácter políglota podría ser una suplencia. de las psicosis a los trastornos del humor. ¿Estaría de ~:uerdo .en
¿Podrías desarrollar esta hipótesis? considerar que se trata de una pulsación entre la puls10n de ~ida
y la pulsión de muerte? Esto nos introduce en ~na temporahda~
S. Cottet. -Podemos tener la idea de que la persona se encon- diferente de la de la neurosis. Es una temporalidad que no esta
tró fijada a un goce oral supuesto del padre. Fue acentuado por el regulada por lo simbólico. Tenemos que arreglárnoslas con una
hecho de que en general es el que domina en la literatura psicoa- contemporaneidad, lo que justifica el estado mixto.
nalítica, el canibalismo, la introyección. Hay efectivamente toda
una mitología de la oralidad que se inscribe en este caso: boca co- S. Cottet. -Es lo que los fenomenólogos extraen de la expe-
sida, goce moral que impone el mutismo. Una de las modalida- riencia de la melancolía, esencialmente un trastorno en la apre-
des de esta aversión es hacer otro uso de la lengua, porque está hensión del tiempo. Con los medios de la filosofía, aprehenden
la logorrea. La idea es no considerar la logorrea como el reverso sin embargo algo de una estructura simbólica que no se estableció.
de la melancolía, es decir, el paradigma de la excitación maníaca, Por esta razón el caso toma aquí todo su valor, no porque haya
sino referirse a esta excitación como un avatar de lo que es pri- una alternancia de series de síntomas que pertenecen a un estado Y
mordialmente sustraído. Me parece haber utilizado este término luego, en oposición, unos meses después, un camb~o brusco, sino
de Lacan a propósito de su interpretación de los sesos frescos de que hay series que se manifiestan en esta copresenc1a.
Ernest Kris.
Alexander Stevens. -No se trata de una alternancia pulsión de
Claude Viret. -Hablamos mucho esta mañana de la culpabilidad vida/pulsión de muerte, porque en ambos casos lo qu~ se pone en
a partir de la angustia y la depresión. También hablamos de la in- juego es la pulsión de muerte. Pienso que es lo esencial de lo que
dignidad. Me parece que un punto importante de su texto es el lla- Serge Cottet señala en esta clínica de la manía y de la mela,n~o­
mado de la falta moral en el movimiento que ella puede inducir. ¿Es lía. Clásicamente la depresión o, mejor dicho, la fase melancohca,
una herramienta que usted consideraría antigua o de actualidad? se liga a la pulsión de muerte, pero la fas~ maníaca frecu~~te e
intuitivamente -incluso en los textos- se vmcula a la puls10n de
S. Cottet. -El hecho impactante es que no contamos con el vida del lado de la reacción. Lo que aquí trae Serge Cottet es que
significante clásico de la falta moral o de la identificación porque ambas tienen que ver con la pulsión de muerte, con una pulsación

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M ANÍAS Y MELANCOLÍAS EN BINSWANGER
VARIACIONES DEL HUMOR
eso resbala en un deslizamiento metonímico infernal, como decía
que conduce a la modalidad de la puesta en marcha de la pulsión Sonia Chiriaco esta mañana. Sin duda es lo que justifica a Bins-
de muerte. En los dos casos se trata de suicidar el objeto. Sea por- wanger cuando habla de disolución del ego. También tenemos
q~e el pad_r_: no estaba allí, debe suicidarse y debería no haber te- la disolución del superyó que, como decía Lacan, en su fase más
m?o un mno, sea que tendría que suicidarse, pero sería por ella profunda, es el objeto a. Estamos aliviados de lo que el objeto a
misma, como identificada con el padre que debería suicidarse. representa como condensación de goce, y en cambio, tenemos la
excitación maníaca.
S. ~ottet. -La pulsación es la de la presencia y de la eyección Para comprender cuán mortal puede ser, se puede mencionar
d.e! obJeto. Me gustaría perfeccionar la construcción de esa pulsa- el ejemplo del mono o de la rata de laboratorio, al que se le pone
c10n. Tenemos .este modelo y luego yo utilizo la topología de la un pequeño electrodo bien ubicado y golpeando sobre un pedal
banda de Moebms. Es más intuitivo. Pero aunque se trate de una se le envía una pequeña descarga agradable y, luego, se continúa
estructura topológica o de una estructura de alternancia lógica en pisando ese pedal hasta hacerlo estallar. De algún modo es~~ ex-
los do~ c~sos, l.o que se pone en marcha es otra temporalidad, ~ue citación maníaca experimental. Aquí tenemos dos estados d1stmtos
no esta simbolizada, tal como lo mencionó Jean-Pierre Deffieux. del goce, el estado líquido de esa marea de goce que producimos,
y luego el estado condensado que está ausente. Sin embargo, la
separación a partir de la cual se puede leer la melancolía es la se-
1DENTIFICACIONES, ALIENACIÓN/ SEPARACIÓN paración del sujeto de la cadena significante, y se separa en cuanto
objeto a por el recubrimiento de dos faltas; es la pequeña com-
J.-A. Miller. -Si tomamos este texto como referencia, de plicación del esquema de Lacan. Vemos que es un abuso hablar
acuerdo con lo que propone Jean-Pierre Deffieux, habría que de identificación con el objeto en la melancolía. Es más cómodo
escla,recer una c?sa. En ~bsoluto es lo mismo tratar la oposición hablar así, pero en efecto no se trata de una identificación, no res-
mama/melan~oha a pa~r d~, dos identificaciones contrarias, que ponde en absoluto al criterio freudiano de la identificación. Es
?acer~o a ~a,rttr de la ahenac1on/separación. La problemática de la una identidad con el objeto. Sin embargo, el binario alienación/
identific:c10n condujo a F_r~ud en 1922, en su "Psicología de las separación forjado por Lacan con otros fines es más potente para
masas
. .... , a esta constatac1on que citas·. "El fund amento de estas ordenar los fenómenos de la manía y la melancolía que la tesis de
oscdac10nes espontáneas del [humor] es, pues, desconocido".6 las dos identificaciones, que puede sin embargo ser convincente
No recuer~o.cuál es el término alemán que se traduce por funda- solo para algunos casos. Me parece que la base fundamental está
ment?, ser~a mt~~esante saberlo. Freud intenta atrapar eso a partir en el binario alienación/separación. En principio, fue una discu-
de la identificac1on. sión que tuvimos en una época, si mal no recuerdo, en el semi-
Alienación y separación es un binario completamente dife- nario del DEN en el que tratábamos de orientarnos. En efecto,
re.nte ª.I, de las dos identificaciones: la manía está del lado de la las indicaciones de Lacan a propósito de la manía y la melanco-
ahenac1on y la melancolía del lado de la separación. La alienación lía en el seminario La angustia8 van claramente en esta dirección:
c~,ando funciona normalmente, es un momento de la identifica~ la defenestración representa, puesta en imágenes, en escena, la
c~on. Eso no ocurre en el caso de la manía, en la que no tenemos identificación real con el objeto de desecho, y de una manera más
tiempo. Tampoco estamos anclados a la identificación con un S 1'

7. Diplome d'études approfondies.


6. Freud., S., "Psicología de las masas y análisis del yo" en Oln· l 8. Lacan, J., El se111i11nrio, libro 10, La angustia, ob. cit.
XVIII, oh. cit., p. 125. ' 'OS co111p etas, t.

155
154
VARIACIONES DEL HUMOR

c~mpleja, la manía recuerda esta identificación a través de ciclos. 9. Un trastorno del otro
~tenso que hay que tomar de tu construcción las dos identifica-
c10nes como un rellano y detenerse, como propuso Jean-Pierre
Deffie~ en el momento de hacer referencia a la alienación y la
separac1on.

S. Cottet. -Alienación/separación, sí, por supuesto.

].-A. Miller. -Eso podría dar el fundamento de las oscilacio-


nes del humor espontáneas que permanecen desconocidas para
Freud. Pero habría que ver lo que él decía exactamente con "fun-
damentos", porque resta, por razones que subrayó Jean-Pierre Jacques-Alain Miller. -Llegamos a la última secuencia. Nuestra
De~eux, el lado espontáneo que a la vez parece arbitrario 0 in- amiga Lucía D'Angelo, que felizmente escribe y habla un exce-
m?ttvado. No es evidente que haya conjeturas de desencadena- lente francés, será objeto de nuestras preguntas. Su trabajo, "Una
miento del.a aversión. En todo caso, cuando ellas no son aparen- cuestión de disciplina", será presentado por Christiane Alberti. Yo
tes, eso deviene muy misterioso. digo que Lucía D'Angelo viene de Barcelona pero hay que recor-
dar que es argentina de nacimiento.

Christiane Alberti. -El caso que presenta Lucía D' Angelo se


centra en dos cuestiones principales. Por un lado, el uso que hace
un sujeto bajo transferencia de las variaciones del humor, un uso
que no responde a la bipolaridad contemporánea, sino que im-
plica una variación aún más sutil del humor considerado aquí en
la perspectiva de una clínica de los modos de goce. Por otra parte,
la particularidad de este caso descansa sobre la relación singular
entre la ausencia de afecto del humor con un desplazamiento del
afecto hacia el humor.
Los datos del caso. El malestar de este sujeto, llamado Julia,
está principalmente centrado sobre un fenómeno del cuerpo.
Julia consulta cuando encuentra una dificultad para mantener
la disciplina de un grupo del que ella es responsable, donde con-
sidera que su autoridad está cuestionada. El efecto producido por
los otros se traduce inmediatamente, sin mediación, en el cuerpo,
que se carga de energía. Luego sobreviene sea un abatimiento, un
agotamiento físico, sea una irritabilidad y un mal humor persis-
tente. Esta tensión corporal no localizada al comienzo no la deja
pensar con claridad. El acontecimiento de goce atenta contra la
cadena significante, hay un efecto de dislocación en la cadena de

157
VARIACIONES DEL HUMOR LJN TRASTORNO DEL OTRO

pensamientos. El cuerpo parece separado, desligado de la subje- tratamiento, a medida que la interpretación delirante progresa,
tividad. Hay un no anudamiento entre el cuerpo y el significante donde no hay significación del afecto, el mal humor tiende a obje-
que lo afecta. El cuerpo en su relación con el otro, de repente tivarse, en el límite, como un fenómeno externo.
flojo, parece no obedecer más al sujeto que lo soporta. Hay una es- El tercer ciclo, luego de nueve meses de interrupción de su ac-
pecie de conexión directa con el otro y sus signos de goce. El otro tividad profesional, Julia recupera algo de su vitalidad. Describe
se presenta como benevolente: la critican a sus espaldas, lo hacen y ordena sus humores, así como las soluciones que inventa para
a propósito. Se trata de una modalidad de separación, digamos de tratar los momentos de tensión. Es una manera de agarrarse a ese
disociación, que obliga al sujeto a un trabajo constante, el de sos- real en las sesiones con el analista, mediante lo cual puede alo-
tener el cuerpo, testimoniando de una imposibilidad de gozarlo jarse entre los otros, en quienes también constata dificultades con
como suyo. La práctica de la digitopuntura - masaje de puntos de la disciplina.
acupuntura tradicional china, llevado adelante conjuntamente con En la cura, el analista es un partenaire cuyas interpretaciones
el psicoanálisis- se inscribe en el sentido de contener el cuerpo, de acompañan la elaboración del sujeto, manteniendo una reserva
localizar el goce tocándolo. Los momentos de tensión corporal y con respecto a las ideas delirantes.
de mal humor no le permiten entregarse al placer de algunas acti- Para abrir la discusión, plantearé una pregunta sobre los signi-
vidades cotidianas: pasear, beber, comer platos exquisitos, comprar ficantes que determinan el pasaje de un humor al otro. ¿Se trata
en lugares especializados. No puede sustituir el goce por el pla- simplemente de nombrar los humores que quedan principalmente
cer y el refinamiento de estas actividades. Esta serie de actividades como exteriores al sujeto -estoy de buen humor, estoy de mal
pone en evidencia un deslizamiento del sujeto en una metonimia humor- donde no hay significación del afecto?
de relleno que la sostiene y limita la inflación del goce: ver, beber,
comer, sentir. Esta metonimia es homogénea a la estructura del Lucía D'Angelo. -Usted introdujo el afecto en los niveles sim-
significante en esta paciente, donde una condensación de la cadena bólico, real e imaginario. Quisiera, en primer lugar, recordar dos
significante se presenta en un discurso puramente descriptivo, que referencias que figuran en mi introducción, relativas a la transfor-
testimonia de un acorralamiento de la subjetividad. mación del afecto en humor. En la primera, Jacques-Alain Miller
Lucía D'Angelo propone a continuación un recorte de la his- sitúa la distinción entre afecto y humor en términos filosóficos.
toria del tratamiento en tres ciclos. En el primer ciclo aparece una En la segunda, Éric Laurent propone una tesis sobre la transfor-
localización del goce en una parte del cuerpo, la cadera, aprove- mación del afecto en humor, tesis que podemos encontrar en las
chando una intervención quirúrgica, allí donde antes la tensión conversaciones de Arcachon y Antibes. 1
era generalizada. El cuerpo se presenta más que nada en su di- Intentaré ahora responder a la pregunta. Mi proposición de
mensión imaginaria, un imaginario que se muestra más complejo avanzar con uno solo de los cinco sentidos es ingenua. Pensé que
en el segundo ciclo. En efecto, el fenómeno del cuerpo se presenta los objetos a estaban en relación con los cinco sentidos. No es una
en su dimensión real, el goce aparece como allanando el cuerpo, argumentación clínica. La mirada no es persecutoria para esta pa-
principalmente extranjero. Las relaciones en su trabajo se toman ciente, en el sentido de que el Otro la mira. No. Lo que mira es
más problemáticas. Crece la intrusión del Otro. El Otro detecta un detalle de su cuerpo.
las tensiones que cargan su cuerpo y busca utilizar esto para de- ·Cuál es la diferencia que se debe considerar entre el analista
nunciar su incapacidad para mantener la disdplina. La invasión co~o partenaire y las técnicas japonesas? Julia me pide que la es-
del otro es inminente, como si la piel fuese porosa. Cuando se
retira la mediación del Otro simbólico, la vida no tiene sentido,
el cuerpo se afloja y el otro se hace perseguidor. En esta fase del l. Miller,J.-A. , Los inclnsificables de In clínica psicomwlíticn, ob. cit.

159
VARIACIONES DEL HUMOR UN TRASTORNO DEL OTRO

cuche. Para ella una conversación es: el otro habla y ella escucha, pleta. Los significantes que ella se da devienen incorporables y
después ella habla y el otro escucha. No quiere ni interrupciones de golpe temperan o detienen la pendiente hacia la desvitaliza-
ni improvisaciones. Ese es el secreto de la transferencia, de la se- ción, permiten un goce del cuerpo y una regul ación del humor.
sión bajo transferencia que descubrí con ella. Debo escuchar sin Me parece que se puede leer muy bien el caso con esta grilla
interrumpir, debo hablar cuando me toca mi turno, pero jamás de lectura. ¿Podría precisarnos Lucía D'Angelo la razón de la
podemos tener un diálogo. ¿Cómo nombrar lo que pasa en la se- localización en el cuerpo y lo que entiende por tratamiento ima-
sión? Con las técnicas japonesas ella no habla, ella toca el cuerpo. ginario en la primera secuencia? ¿Cuáles eran los tipos de inter-
Yo no toco el cuerpo pero escucho. Este es el punto fundamen- pretación?
tal para Julia, que la escuche. La oscilación entre el mal humor y
el buen humor no es una oscilación frecuente. El mal humor fue L. D'Angelo. -Debo decir que tuve dudas diagnósticas. ¿En
descripto en todo lo que retomé como el segundo ciclo. relación con qué? Con la histeria. Tuve prudencia al interpretar,
porque no sabía. La recomposición del cuerpo imaginario es una
Pierre-Gil/es Guéguen. -Buscaba el afecto en el texto porque el primera cura de la psicosis. Eso funcionó, pero no fue suficiente
autor habla mucho de eso pero no lo encontré. Ahora bien, Lucía en este caso.
D'Angelo me dijo que lo que es importante es que no hay afecto.
Entonces el afecto aquí es falta de afecto, no hay angustia, no hay Bernard Porcheret. -Observé en su texto una tesis concerniente
amor. Entonces lo que no hay es inscripción del significante en a esta paciente: "El sujeto pone en escena el fenómeno de la caída
el cuerpo y, tal como decía Christiane Alberti, pasamos directa- subjetiva que se produce cuando no puede extraer el plus de goce
mente, sin el afecto, a la tensión en todo el cuerpo. No está locali- de los objetos tan particulares que intenta producir". ¿Podría ex-
zado y luego eso produce la rabia, el mal humor, la interpretación plicar esto?
de la mala voluntad del Otro hasta la desvitalización. Mi segunda pregunta concierne al título, "Una cuestión de dis-
Encontré formidable en el caso de Lucía D'Angelo -y me ciplina". Ella se queja de sus colegas a los que les falta disciplina.
gustaría que ella me diese su impresión sobre este punto- la opo- Luego, en la tercera fase, testimonia el esfuerzo de disciplina que
sición entre el primer tiempo y el segundo, que recubre la oposi- ella cumple cotidianamente. Tenemos también la disciplina de
ción entre la antigua clínica de la significantización en la psicosis las sesiones: precisión impecable, historia completa .. . En fin, está
y la nueva clínica de la corporización en la psicosis, desarrollada la disciplina del analista que no debe interrumpir su palabra, que
por Jacques-Alain Miller en un artículo sobre la biología laca- aprueba las soluciones y que maneja el tiempo de la sesión. Mi
niana. 2 En realidad, la dama encuentra por sí misma cómo tra- pregunta se dirige al corte y la modalidad de interpretación que
tar su cuerpo e intentar incorporar significantes, en todo caso el usted usa en este caso.
corte significante, a través de objetos, bióforos, muy selectivamente Tercera pregunta. Usted dice en su texto lo siguiente, cito:
escogidos. Las cositas deliciosas, las exquisitas tapas, el film for- "Por la vía del síntoma, antes a la deriva, se produjo una interrup-
midablemente extraordinario, y luego se inyecta sentido con su ción, una desconexión del sujeto y el cuerpo que puso en juego el
análisis. Tal como explica Lucía D'Angelo, todas las sesiones tie- intento de localización del goce". ¿Puede precisar este punto?
nen que terminar como corresponde, la historia debe estar com-
L. D'Angelo. -Se trata de una desvitalización.

2. Miller, ].-A., Biología laca11in11a y acontecimiento del werpo, Buenos Aires, J.-A. Miller. - ¿Desvitalización es un término que ella emplea?
Colección Diva, 2002 .

160 161
VARIACIONES DEL HUMOR LJ N TRASTORNO DEL OTRO

L. D'Angelo. -Es un significante de la paciente, desvitalización La persecución continúa, es tratada por Lucía D'Angelo, espe-
en el nivel del cuerpo. Esta desvitalización fue precedida por el cialista en persecución, y el cuerpo lo trata la especialista oriental
buen humor y figura el momento de la localización de la energía en tensiones corporales, que es un nombre de acontecinúento del
del cuerpo en la cadera. cuerpo.
Habla muy bien desde el diván. No pone en juego la mirada Entendemos el porqué de la necesidad de un doble cuidado,
y está bien que así sea. Disciplina es el significante amo de la pa- uno para la persecución y el otro para la tensión corporal. Y ella
ciente. En su trabajo no puedo decir que eso corresponda a una continúa con ambos especialistas.
modalidad obsesiva, incluso si debe controlar todo, compartir Si reunimos los dos aspectos -que al comienzo hacen uno- de
todo. No hay rituales, pero todo debe ser controlado, compartido, nuestra caja de herramientas tomaría la siguiente: diría que padece
articulado con anticipación. Le gustan las historias, pero no las un trastorno con el pequeño otro, en el sentido en que Lacan ha-
biografías. Sí las novelas históricas y la literatura fantástica. Pasea blaba del pequeño otro como diferente del gran Otro. Tiene un
por toda la Cataluña histórica. Aunque lo que lee son novelas cos- trastorno con el pequeño otro que se verifica en la imagen cor-
tumbristas. Lo que le interesa son los detalles sobre las costum- poral, el i(a), o con los pequeños otros que son sus colegas de tra-
bres, los hábitos, las tradiciones, las comidas, los paisajes. bajo, que es donde se concentran las dificultades. Para ella el gran
Otro no existe, y este hecho lo articulo con su incapacidad de re-
J.-A. Miller. -Los detalles. Nada de intriga, ni de epopeya, ni producir un diálogo cuando cuenta su vida. Ella puede contar su
de poesía. El detalle realista. vida y todos los problemas que tiene con los otros, pero es inca-
paz de contar un diálogo. Por otra parte, como subrayó muy bien
L. D'Angelo. -Exactamente. Cuando ella hace paseos por los Lucía D'Angelo, en la sesión ella se ocupa muy bien de evacuar el
lugares que ya conoce, verifica si el color del árbol y el sabor de la diálogo. Charla y luego autoriza al final el corte, el punto de capi-
conúda tradicional de ese lugar son los mismos que los del año pa- tón. No hay intersubjetividad, no hay interactividad; al contrario,
sado. Es una verificación de la naturaleza y de los objetos muertos. está separada. Esa es la disciplina.
No hay capacidad de producir un diálogo, pero en cambio
hay reconstitución simbólica minuciosa de la vida cotidiana. Este
EXCESO DE VIDA registro es una función espontánea en los que no fueron alcanza-
dos por ese trastorno. Normalmente el decurso de la existencia
J.-A. Miller. -Hay dos elementos que se ligan al principio. La se registra en algún lado. Está duplicado por una madera simbó-
persecución es un rasgo constante y masivo que no se desmiente lica invisible donde todo esto se ordena. Ella tiene que aclarar
desde el principio hasta el final; ella tiene un asunto con eso. Al que eran las 12:40 y no las 12:30. Se ve cómo el valor del detalle
comienzo, la persecución y el cuerpo van juntos, porque piensa traduce la ausencia del gran Otro. El gran Otro es el que per-
que los otros la observan y se burlan de la supuesta deformidad de mite las aproximaciones, el que permite llegar tarde, porque hay
su cuerpo. una red de seguridad. Incluso hay un Papá Noel desde ese punto
Es lo que indica el texto: "En los inicios, la paciente tenía una de vista. Ahora bien, será necesario que el sujeto trabaje enorme-
interpretación delirante al respecto: suponía que los otros podían mente en análisis y en digitopuntura para sostenerse. No sé muy
detectar ese defecto en su imagen corporal y que podían criticarla bien cómo eso pueda terminarse, porque tampoco vislumbramos
por eso". Entonces, tenemos la persecución ligada al cuerpo, y a cómo ella pueda introyectar el gran Otro, que además está bien
continuación logramos separar la persecución y el cuerpo, pero enfermo en nuestros tiempos. En todo caso, esto no parece ser
cada elemento continúa por su lado. posible.

162
VARIACIONES DEL HUMOR UN TRASTORNO DEL OTRO

Usted siguió las indicaciones, captó que ella quedaba completa- B. Porcheret. -Por un lado, está el faciothérapeute, que recons-
mente perturbada si usted comenzaba a cortarla o a hablar mien- truye el cuerpo. Por otro, el analista, que se ocupa de la persecu-
tras ella hablaba. Como en el caso de Armand Zaloszyc, en el que ción con una sonrisa inoxidable y pronunciando tres palabras en
la tos era uno de los valores, tiene el derecho a toser, tiene el dere- diez años.
cho de acusar recibo. Es todo. En su caso usted logró obedecer a
alguien que la puso en un lugar que yo no diría que no es fácil, sino Caro/e Dewambrechies-La Sagna. -Por mi parte, seguí muy de
que lo que no es fácil es resignar ese lugar que no autoriza ninguna cerca la cuestión del mal humor en el caso de Lucía D'Angelo,
interpretación y que además corresponde a una mortificación. que es algo difícil de soportar en la clínica. Debemos situar eso
Una mortificación simbólica de la vida cotidiana es esencial en la estructura. Puede ser que se trate absolutamente de una pa-
para ella. Necesita venir a apuñalar y hacer sangrar esa vida coti- ranoia, como es el caso aquí, pero no siempre; otras veces es una
diana para matarla definitivamente. Además comprendemos que cuestión depresiva y desaparece del todo con el tratamiento de la
necesita producir ese mundo muerto, porque hay exceso de vida depresión. Pienso que Lucía D'Angelo soporta ese mal humor ad-
en la oficina, no hay suficiente disciplina. mirablemente. ·
Hoy ya vimos la función del exceso de vida en uno o dos casos.
Ella tiene necesidad de que usted la ayude en esta corrida, a matar, L. D'Angelo. -Nunca el mal humor estuvo dirigido hacia nú.
a fijar, a clavar lo que está demasiado vivo.
Entonces, tiene derecho a un pequeño plus de gozar, un goce C. Dewa111brechies-La Sagnn. -Ella no se siente para nada per-
dosificado en el mismo sentido de la dosis. En principio, durante seguida en la transferencia. Ella se siente perseguida en el trabajo.
largo tiempo dudé sobre lo que Lacan llama en el Seminario 173 Es formidable.
el goce de osar y realicé una mala elección. Se los indico rápida-
mente. ¿Se trata de dosificar o de osar? 4 Finalmente no sé por qué ].-A. Miller. -Bien. Trabajamos convenientemente.
razón elegí osar, cuando definitivamente el goce se dosifica. En-
tonces tenemos las pequeñas dosis, como las dosettes de café ex-
preso, las pequeñas cápsulas, la pequeña dosis del plus de gozar.

B. Porcheret. - No puedo evitar una aproximación entre este


caso y la dirección de la cura del caso que traje hace tres años, "El
hombre de cristal".

].-A. Miller. -Deberíamos hacer el follow-up. Aquí tengo toda


la lista de las Jornadas UFORCA desde 1996. Pasaron ya doce
años y es tiempo de hacer un follow-up de los casos.

3. Lacan, ]., El seminario, libro 17, El reverso del psicoanálisis, Buenos Aires,
Paidós, 1992.
4. Juego homofónico entre doser ("dosificar") y d'oser ("osar", "atreverse").
[N. de T.]

165
111
Senderos
1. Ironía
1
"Mi... es mi inteligencia." Un caso de esquizofrenia

Rodrigo Madalon Fraga

Este trabajo aborda el lugar del saber en la relación transferencia!


y sus efectos estabilizadores para un sujeto psicótico cuya atención
comenzó en mi primer año de la residencia médica en psiquia-
tría. También en ese momento había iniciado mi análisis, y un año
más tarde, mi formación en el Instituto de Clínica Psicoanalítica
de Río de Janeiro. Cuestiones que atañen a la dirección del tra-
tamiento y a la posición ocupada en la transferencia encontraron
un nuevo lugar a partir de este trípode. Un recorte de lo que pude
recoger de este recorrido.
Walter se presenta como alguien con mucha experiencia, más
de treinta años de psicoanálisis. Dice que padece esquizofrenia y
TOC, aparte de que ocasionalmente tiene depresión. Sugiere que
aprenderé mucho, no tanto de él como objeto de estudio, sino de
lo que él podrá enseñarme. Ante la propuesta de venir a verme se-
manalmente al consultorio, acepta con la siguiente condición: "Así
como vos me analizás, yo te analizo".
Se perfilaba para este paciente un Otro que sabía demás, que
no estaba barrado. A pesar de esto, sus tentativas de solución, que
comentaré luego más detenidamente, tal vez le sirvan para que no
se desencadene un cuadro de paranoia. Cree que el Otro sabe que
él es esquizofrénico. Si bien esa identificación con la deficiencia,
tal como él la denomina, le da un lugar, ese lugar no es estable:
este es el rasgo de su diferencia, supuestamente rechazada por el
Otro, que lo coloca en un lugar de menor valor.

l. Traducido del porrugués por Silvia Geller. [N. de E.]


VARIACIONES DEL HUMOR IRONÍA

LJNA MEDICACIÓN A MEDIDA él llama "crisis depresiva". Algo de este orden parece haber ocu-
rrido en la elección entre dos nombres de fantasía de una misma
En cuanto a la conducta psiquiátrica propiamente dicha, ra- sustancia activa, Pondera y Roxetin, 3 siendo el primero rechazado
ramente acepta mis sugerencias y con frecuencia decide tornar porque Walter considera que no es un buen nombre para una me-
un fárrna~o diferente de los que se indican en primer lugar. Su dicación.
prefer~~c1a por la asociación de dos antidepresivos en dosis bajas Tomando en consideración el peso y la materialidad del sig-
se legitima no por un rigor farmacológico. Con este recurso el nificante y manejando la 'conducta medicamentosa, fue posible
.
paciente toma a su cargo un saber que así no está más en el psi-
'
hacer de secretario de este sujeto que intenta encontrar, a par-
quiatra, ahora agujereado. Se desarticula de esta manera la consis- tir de la medicación, un lugar a medida "en sus relaciones con el
t,encia del Otro del saber de la esquizofrenia tal como lo destaca Otro y con el goce, en aquello que su cuerpo encarna o rechaza".-+
E~ic Laurent: "Reconozcamos en el medicamento que realiena al Al prescindir del medicamento únicamente como sustancia que
SUJeto al lugar del Otro un elemento esencial del dispositivo de la corrige un supuesto déficit, el paciente busca servirse de él para
ap~la~ra p~r~ e~ sujeto psicótico. Es en este dispositivo que ven- constituirse como sujeto. La medicación es el lugar agujereado en
dra a mscnbtr signos que podrán entonces ser leídos [... ].En este este secretariado que arma una cadena, zurce, como si fuese una
dispositivo, el psicoanalista es un partenaire que tiene la oportuni- costura, algunos puntos desenlazados, para incluirlos en una red
dad de responder. Podrá prescindir del medicamento a condición de significantes que tejen su saber y su modo de goce.
de usarlo de la buena manera. El aforismo taoísta nos dice que En relación con la legitimación de sus invenciones, en una oca-
cuando se le muestra la luna, el tonto mira el dedo. El medica- sión planteó la siguiente situación: hacía algunos años formaba
mento [.. .] es el índice de un modo de goce. Resta al psicoanalista parte de una masonería, a la que había sido invitado por el tío de
usarlo para hacerle designar la luna de nuestro discurso, la barra su esposa. Luego de una desavenencia, un colega le dijo que no le
sobre A mayúscula, y de hacer de tal modo que el sujeto no se hip- dirija más la palabra, por lo cual se sintió muy deprimido y afirmó
notice con este índice". 2 que no podría participar más de las reuniones. Una vez dicho esto,
. La ~exibilización de las conductas psiquiátricas permite al su- me pide que intervenga como su psiquiatra, junto con su esposa,
Jeto alo1arse en el saber del Otro, en el sentido en el que Laurent para explicarle su deficiencia.
se re~ere, por la operación que consiste en discernir el uso que Apuesto a no consentir en la salida por la vía de la identifi-
el SUJeto puede hacer de lo que lo realiena en el lugar del Otro. cación con la deficiencia, lugar mortífero para el sujeto, y poco
~onse_ntir en su negativa al uso de antipsicóticos -sostenida en jus- tiempo después surge otra solución. Explica que decidió hacer co-
t1ficac10nes como "no me llevo bien con los neurolépticos", "me pias de varios certificados obtenidos de cursos de diseño gráfico y
hacen doler la rodilla izquierda" o "mi problema principal es la de- enviarlos a distintos sitios de Internet, donde acostumbra publicar
presión"-, a posteriori mostraron ser apuestas a través de las cuales sus producciones. Luego de esta explicación sonríe y me pregunta:
sus pa!abras p~e?~n enlazarse al saber advenido de su cuerpo. "Estuve inteligente, ¿no?".
As1 la pos1b1hdad tanto de la elección de usar antidepresi- En otra ocasión, cuando percibió que un guardia de seguridad
vos como la elección entre nombres comerciales diferentes de la lo enfrentaba con actitud agresiva y adoptando aires de general,
misma medicación concede un lugar al saber singular sobre lo que

3. Antidepresivos .
. 2. Laurent, É., "Cómo tragarse la píldora", en Ciudades a11((/íticns, Buenos 4. Laurent, É., ¿Cómo se e11seíir1 la clínica?, Buenos Ai res, Cuadernos del
Aires, Tres Haches, 2004, pp. 50-5 l.
ICdeBA, 2004.

170 17 1
VARIACIONES DEL HUMOR IRONÍA

le dijo: "Descanso, soldado", jugando con los rangos militares. lo que estaba establecido en el código, hace vacilar la significa-
Luego de este relato ríe desconfiado y espera que me ría. Enton- ción fálica, sin destituirla. Después de todo, la creencia en el Otro
ces fuerza una carcajada y repite la pregunta sobre su inteligen- como lugar de la verdad y su operatividad como instancia tercera,
cia. Le pregunto qué sucedió y responde que "las personas no en la neurosis, es lo que valida al chiste al reconocer su mensaje
tienen poder, ellas conocen el poder", explicando que su ironía con tropiezos y fracasos.
es sincera. Y concluyó: "Para no ser agresivo, uso mi inteligen- En la psicosis, esta instancia simbólica tercera, tesoro del len-
cia, y termino tocando el punto débil de las personas, todos tie- guaje y lugar del código que valida el mensaje, no está constituida
nen uno". de la misma manera. Lo que vemos en este caso es la denuncia
irónica de que detrás del velo no hay nada, de que el semblante
es soldado con aires de general, y de esta forma Walter desen-
MI IRONÍA ES MI INTELIGENCIA mascara el semblante que constituye un apoyo fálico. Según Jac-
ques-Alain Miller, el "esquizofrénico no se defiende de lo real por
¿Fue el trabajo analítico como punto de partida, como legiti- medio de lo simbólico al denunciar el semblante inherente al lazo
mador de soluciones, el que hace valer esta ironía como agujero social".6 Por otra parte, la denuncia incide en la propia consisten-
en la consistencia del Otro? J acques-Alain Miller, en su artículo cia del lazo social en la medida en que se basa en la creencia en el
"Ironía", 5 señala que la función de la ironía es hacer caer el sem- Otro.
blante: "La ironía, al contrario, no es del Otro, es del sujeto y va La operación que realiza Walter al dirigirme sus embestidas
contra el Otro. ¿Qué dice la ironía? Dice que el Otro no existe, contra el semblante fálico, y su reconocimiento por mi parte, pa-
que el lazo social es, en el fondo, una estafa, que no hay discurso recen barrar al Otro del saber que lo trata como deficiente, jus-
que no sea del semblante [... ]. La ironía es la forma cómica que tamente por apuntar a su inconsistencia. Aquí el analista legitima
toma el saber que el Otro no sabe, es decir, como Otro del saber la denuncia del tropiezo del semblante, porque a pesar de saber
no es nada. Mientras que el humor se ejerce desde el punto de sobre lo real, le falta el parámetro de realidad que ordena el sem-
vista del sujeto supuesto saber, la ironía solo se ejerce allí donde la blante fálico.
caída del sujeto supuesto saber se ha consumado".
No había ningún encuentro en el que esa pregunta, de una
forma o de otra, no se formulase. Quedó clara la tentativa de va- UN NOMBRE VIRTUAL
lidación de sus embestidas contra el Otro que identificaba su
mal. También parece evidente que no siempre sus intervencio- Walter pasa la mayor parte de sus días en una de sus tres Mac-
nes irónicas bastaban sin antes pasarlas por la tentativa de su au- Books. Utilizando programas de edición gráfica, colecta fotogra-
tentificación en la transferencia. Desde esta perspectiva, algo de fías en Internet y las manipula. Después publica sus trabajos en
esta estructura se asemeja al chiste tal como lo pensó Freud, en diversos sitios especializados, o los envía para publicaciones im-
su naturaleza social y para incluir una tercera persona que valide presas. Su sitio recibe centenas de visitantes mensualmente y ya
el enunciado con su risa. Además, se debe situar una importante ganó algunos pequeños premios. Su firma virtual es el nombre del
diferencia. El chiste surge como algo nuevo que, al escapar de barrio donde nació, y durante un tiempo no hizo mención de su
nombre verdadero.

5. Miller, ].-A., "Ironía", en Uno por uno, n º 34, marzo-abril, Buenos Aires
1993. ' 6. lbíd.

172 173
IRONfA
VARIACIONES DEL HUMOR

Un día recibió un breve comentario sobre una de sus imágenes: Lacan, J., "Las insignias del Ideal'', en El seminario, libro 5, Las for-
"Qué mierda". En los días subsiguientes decía estar deprimido: maciones del inconsciente, Buenos Aires, Paidós, 2010.
"No hay nada mejor para mi depresión que hacer compras en el -, "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la
shopping". Sus compras se intensificaron hasta que algunas sema- psicosis", en &critos 2, Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.
nas después trajo la solución: "Pude haber hecho una mierda, pero -, "Psicoanálisis y medicina", en Intervenciones y textos 1, Buenos
no soy una mierda". A partir de ese momento decide cambiar su Aires, Manantial, 1985.
firma virtual por el nombre de un personaje de cine. Lalondrelle, C., "Se faire le bouffon du fou, oui mais ... ", en Les
A medida que pasan los encuentros, manteniendo la estructura Feuilletsdu Co1ertil, nº 13, Leers Nord, 1997.
en que la consistencia del saber psiquiátrico es pasible de ser agu- Lambrecht, S., "Du rire intempestif', en Les Feuillets du Courtil, nº
jereada, ante ciertos impases el paciente persiste en dirigirme sus 13, Leers N ord, 1997.
salidas, sustituyendo gradualmente las confirmaciones verbaliza- Miller, J.-A. y otros, "Retour sur la psychose ordinaire", en
das por la risa. Quarto, nº 94-95, enero, 2009.
Hubo un importante cambio en su forma de producir, luego de -, Los inclasificables de la clínica psicoanalítica, vol. 1, Buenos Aires,
algunos obstáculos legales con los derechos de autor de imágenes Paidós-ICdeBA, 1999.
recogidas de Internet. Después comenzó a hacer uso de sus pro-
pios diseños antes de darles forma. También cambió una vez más
su nombre, pasando a firmar con su apellido. Su discurso muestra
que se viene forjando, a su manera, un nuevo estilo de ser esquizo-
frénico: "Soy esquizofrénico, pero no soy como Roberto Carlos,
que esconde su amputación".
Sigue en la búsqueda de las imágenes que puedan ser tratadas a
su modo y recibidas en m1 lazo virtual.
Para concluir, me pregIDltO si sus soluciones atípicas tendrán
las coordenadas mínimas para forjar una ficción que lo inscriba en
el lazo social y le permita encontrar un lugar en un Otro suficien-
temente inconsistente.

BIBLIOGRAFÍA

Doisneau, E., "Raison d'un rire", en Les Feuillets du Courtil, nº 13,


Leers Nord, 1997.
Freud, S., "El chiste y su relación con lo inconsciente", en Obras
completas, t. VIII, Buenos Aires, Amorrortu, 1979.
-, "Psicopatología de la vida cotidiana", en Obras completas, t. VI,
Buenos Aires, Amorrortu, 1979.
Holvoet, D., "Witz et hors discours", en Les Feuillets du Courtil,
nº 13, Leers Nord, 1997.

174 175
2. Protocolos

La compulsión de adaptar

Pablo Fridman

En lo que pretende ser el catálogo de los catálogos de lo psí-


quico, por la vía de la pulverización del síntoma, en la serie de
los manuales estadísticos de diagnósticos de los Estados Unidos,
DSM, se restablece el concepto de personalidad -que había caído
prácticamente en desuso en la segunda mitad del siglo XX- en el
diagnóstico de los trastornos de la personalidad y, de manera co-
herente con este concepto, el de "personalidad adaptada" o "desa-
daptada". La idea de adaptación imprime toda la concepción diag-
nóstica de los DSM; es el fundamento que va a dar lugar a toda
una concepción normativizante de lo psíquico.
Uno de los ejemplos más transparentes de cómo el DSM-IV
pone la adaptación por sobre todos los objetivos de la clínica es el
modo en que allí se definen los llamados trastornos de la persona-
lidad: "Un patrón permanente de experiencia interna y de com-
portamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la
cultura del sujeto". La cultura se propone aquí presentando expec-
tativas específicas respecto del sujeto -ciertamente no se trata aquí
del sujeto del inconsciente, sino de un sujeto social abstracto-, de
las que este "se aparta acusadamente". Se establece un paráme-
tro inequívoco entre dichas expectativas, que implican un orden
moral, y el sujeto, quien debe ajustarse a ellas sin contradicción.
Se imagina la cultura en el lugar de un Otro consistente, que re-
gula las relaciones entre los sujetos sociales.
Evidentemente, quienes han pergeñado esta clasificación par-
ten del supuesto de saber que la cultura espera perfectamente de
los sujetos, de la cual se hacen intérpretes y mentores, y desig-
nan a aquellos que se apartan de dichas expectativas como los que

177
VARIACIONES DEL HUMOR PROTOCOLOS

"padecen" desadaptación. La intención moralista y normativizante política entendida como mecanismo de arbitraje y respeto a hi s
no está siquiera simulada en esta concepción, y pretende regir el normas, vemos expandirse el estado de excepción". Como bien
accionar del clínico, que de este modo pasa a ser un agente para- plantea Slavoj Zizek, la imagen última del tratamiento actual del
noico de control social. bonzo sacer es un avión de guerra sobrevolando el cielo del cual no
En la misma clasificación que impone el DSM-IV, no es un de- se está seguro qué va a caer: bombas o paquetes de comida.
talle menor que el eje 2, de los trastornos desadaptativos, tenga La idea de una clasificación psiquiátrica basada en una armo-
preponderancia por sobre el eje 1, de los trastornos clínicos. nía homogénea, que pone el énfasis en la adaptación compulsiva a
Cuando un paciente presenta simultáneamente trastornos del eje dicha armonía, es solidaria del estado de excepción, de las medidas
1 y del eje 2, los del eje 2, o sea los desadaptativos, son el diagnos- excepcionales a favor de una armonía imposible e inexistente, que
tico principal, según la nomenclatura que establece el DSM-IV. en los hechos produce una sociedad que controla los cuerpos y sus
En definitiva, la adaptación/desadaptación prepondera por sobre modos de existencia, al modo de lo que Michel Foucault llamaba
la clínica; la clínica descriptiva clásica ha sido reemplazada por una la sociedad del biopoder.
disciplina normativa y adaptativa. En el DSM-IV se trata siem- El acento adaptativo de los DSM está en relación directa con la
pre del forzamiento a la adaptación. Como indica Slavoj Zizek, se época del ascenso del objeto a al cenit social, el comando del eso
trata del "gobierno burocrático de los expertos que culmina en la falla, como señala Jacques-Alain Miller. Es el modo sintomático
biopolítica de reducir la población a una colección de hamo sacer". de predicar un orden que ya se sabe fracasado. Una clasificación
Hamo Sacer es una oscura figura del derecho romano arcaico diagnóstica que gira alrededor de lo adaptativo/desadaptativo no
que Giorgio Agamben recupera en su obra filosófica, en que la esconde su intención de disciplinar, aunque se pretenda ateórica,
vida humana se incluye en el orden jurídico únicamente bajo la y justamente por esta razón. Se trata de un falso ateoricismo que
forma de su exclusión, es la "nuda vida", es decir, la vida "a quien se sostiene en un cinismo disfrazado de cientificismo, cuando la
cualquiera puede dar muerte pero que es a la vez insacrificable", intención es borrar de la clínica que toda cultura conlleva su ma-
es la vida de aquel que ha sido ofrendado a los dioses, pero que ha lestar, que le es inherente, como ha indicado Sigmund Freud.
evitado el sacrificio, es la vida profanada a los dioses. Si el criterio No se trata aquí, ciertamente, de la posición del científico, que
a emplear es el grado de adaptabilidad .. ., en relación con los suje- partiendo de la forclusión del sujeto busca despejar un real, un
tos, queda escaso margen para lo propio, lo no determinado por la real específico del cual intenta apoderarse. Se trata de una posi-
norma, es decir, lo que escapa a "lo normal". ción ideológica, pletórica de subjetividad no admitida como tal,
Lo paradójico de la época actual es que en una compulsión a la que procura un retomo a un ideal imposible, el de una cultura sin
adaptación a un orden general, globalizado, se genera un continuo malestar. Frente a esta ideología se ubican los desadaptados, los
estado de excepción, tal como lo destaca el mismo Giorgio Agam- que no cumplen con las expectativas que los expertos sueñan.
ben, lo que implica el no respeto de proteger las particularidades Sin lugar a dudas la época produce una clínica, un modo
de cada sujeto. El estado de excepción abre a la arbitrariedad de de pensar la perturbación, de diagnosticarla y de tratarla. En el
la ley y, así, consuma su esencia: la ley es, en esencia, arbitraria. campo de lo psíquico, no hay inmutables, lo que en la Edad Media
En el Estado actual se trata de un ideal superyoico que fuerza a era una conducta piadosa, hoy puede ser considerado un delirio
la armonía, bajo la consigna de "si en la democracia todo puede místico; lo que en otro momento era parte de lo comunitario, de
expresarse, eso debe ser defendido con medidas de excepción, que lo aceptado socialmente, hoy puede ser considerado desadapta-
impiden (por fuerza) esa misma expresión". Es la paradoja de "El tivo, o a la inversa.
males,tar en la cultura": la paz se preserva con la sangre. Como Un paciente se presenta traído por sus padres a la sala de In-
dice Eric Laurent: "Así pues, lejos de asistir a la expansión de una ternación de un hospital público; lo describen como un "ser sen-

179
VARIACIONES DEL HUMOR PROTOCOLOS

sible", "incapaz de cualquier agresión", que "reacciona frente a las sin mayor trascendencia en su familia. El paciente ha sosten ido
injusticias". El motivo de la consulta es lo que ellos consideran sus actividades habituales, junto con la certeza de que "la vida es
una "conducta muy agresiva". una comedia que no tiene ningún sentido". Lo paradójico es que
En los últimos cinco años, el paciente ha renunciado a trabajar cuando pareciera "estar mal", es el momento en que intenta ten-
en el negocio de su padre, ha dejado a su novia y se ha separado der un lazo posible al Otro.
progresivamente de sus amistades. Lo que motiva su internación E l forzamiento a la adaptación ha ocultado sus ideas más
es un episodio de agresión y violencia, con rotura de objetos, en ominosas pero más auténticas, aquellas que implicaban su desa-
una casa de computación, debido a que esta se ha retrasado en la parición. Este paciente demuestra que es posible la adaptación,
entrega de la reparación de su computadora personal. cumplir con todos los mandatos y expectativas culturales, y simul-
El episodio de agresividad ha derivado en una intervención po- táneamente experimentar un progresivo desasimiento del Otro.
licial, seguida de una intervención judicial, que ha dictaminado la Como señala Jacques Lacan: "El orden familiar solo traduce que
obligatoriedad de la internación psiquiátrica para "preservarlo de el Padre no es el genitor".
sí y de terceros" por "conductas desadaptativas". La familia, en muchos casos, es promotora de adaptación en
El paciente dice: "¿Qué esperaban que hiciera? ¡Un mes espe- un esfuerzo por negar los derrumbes subjetivos, estableciendo los
rando! ¿Cuánto lleva arreglar una computadora?". lazos funcionales a un biopoder, el que determina un forzamiento
Para los padres no ha resultado de interés el abandono pro- al deber ser. Lo que se denomina expectativas de la cultura, man-
gresivo de sus actividades habituales, ni tampoco de su noviazgo. datos de un Ideal sofocante, que poco tiene que ver con lo que, en
En el discurso del paciente dichos abandonos aparecen como he- verdad, al sujeto le conviene.
chos banales, sin mayor importancia. Él mismo dice: "Pertenezco
a otro mundo; no soporto que no cumplan conmigo, cuando yo
cumplo siempre".
La desmesura de su respuesta es relativizada por sus padres, y
por el paciente mismo: "Le rompí el negocio, y se lo merecía";
"¿acaso no existe un derecho del consumidor?". El discurso efi-
cientista de la época se presta, al menos en parte, a su posición
subjetiva, donde no existe la posibilidad de la falla sin que la res-
puesta no sea la de la agresión del cuerpo.
En el curso de su internación golpeará a un médico de guar-
dia, porque no se le permite una salida fuera de la sala. Su madre
dice: "No soportan que sea diferente". Luego de un mes, en su
tratamiento individual el paciente relata sus ideas de suicidio, sus
intentos fallidos en este sentido; se devela de este modo el pro-
fundo desconocimiento de sus padres de esta situación. La in-
ternación saca a la luz una posición subjetiva en la que el Ideal
irrumpe de un modo delirante arrasando al sujeto, con la indife-
rencia cómplice de una "conducta adaptada". Trabajar, estudiar y
tener novia no ha impedido planificar dos intentos de suicidio con
psicofármacos de su madre, que han pasado como "borracheras"

180 181
3. Diversión

Consideraciones sobre el discurso capitalista

Mario Goldenberg

Lacan, en el Seminario 17, 1 define al discurso como un orden es-


tablecido en lo real a partir del lenguaje; así se puede ubicar el
discurso del amo, de la histérica, el universitario y el del analista.
Pero la breve pero no poco importante introducción de Lacan del
discurso capitalista plantea una paradoja en el orden de los discur-
sos. Primeramente, porque no sigue el ordenamiento lógico de los
anteriores, y además, como lo plantea Jacques-Alain Miller en su
conferencia del Congreso de la AMP de 2012 en Buenos Aires,
señala una ruptura de la tradición paterna y del orden de la natu-
raleza. Las menciones de Lacan al discurso capitalista no son mu-
chas y podemos resaltar solo algunas.
En el capítulo "El amo y la histérica" del seminario El reverso
del psicoanálisis, Lacan señala una modificación del discurso del
amo en la actualidad, en la medida en que el amo moderno ha
expropiado el saber al esclavo y es ese saber el que comanda la do-
minancia. Para ello, teniendo en cuenta que el S, se ubica debajo
de la barra, en el lugar de la verdad, se constituye en "imperativo
de saber", que está también en la versión posterior del discurso
capitalista, pero como "imperativo de gozar".

discurso capitalista
a

1. Lacan, J., El seminario, lib1"0 17, El revel"so del psicoanálisis, ob. cit.
VARIACIONES DEL HUMOR DIVERSIÓN

La referencia de las conferencias de Lacan en Sainte-Anne, lla- toxicomanías -tanto las drogas como los fármacos-, o las variantes
madas "El saber del psicoanalista",2 sostiene que lo que distingue de los llamados trastornos alimentarios -anorexia, bulimia y obesi-
al discurso capitalista es la Verwt!1fimg, el rechazo fuera de todos dad-, por situar solo algunos.
los campos de lo simbólico, de la castración, o sea de lo imposible Es evidente que no son las cosas del amor lo que se ubica como
del sexo; el discurso capitalista deja de lado lo que Lacan ha lla- síntoma en los lazos, sino el objeto a como producto de la tecno-
mado las cosas del amor. logía en el mercado.
Se puede decir que este nuevo modo de dominancia en con- Asistimos a una época en la que el partenaire es más bien la
fluencia con el discurso de la ciencia pone en cuestión el orden de pantalla y no el semejante, y es a través de la pantalla como se
lo natural pero también el orden del sentido. hacen lazos con semejantes, pero también se consume desde bie-
Por un lado la ciencia ha tocado la naturaleza como real, desde nes hasta entretenimiento, y esto indica nuevas formas, distin-
la manipulación genética y la bioingeniería hasta la física cuántica. tas. Justamente esto plantea una necesidad de actualización para
El capitalismo ha tenido su incidencia en la tradición del Nom- el psicoanálisis, una puesta al día de nuestra práctica, de su con-
bre del Padre y en los lazos sociales. Lacan, en su conferencia en texto, sus condiciones en las coordenadas inéditas del siglo XXI,
Milán,3 lo define como un discurso locamente astuto, pero desti- tal como lo indicaJacques-Alain Miller.-+
nado a hacer estallar, podemos agregar, las condiciones mismas Teniendo en cuenta que el discurso analítico tiene su lugar
del discurso. preciso en los cuatro discursos -cada uno de los cuales es un modo
El capitalismo se consuma y se consume bajo el imperativo de de tratamiento ordenado de lo real-, demuestra lo imposible a tra-
la plusvaüa, por lo tanto del plus de gozar, y es eso lo que está en vés de la contingencia. O sea que no hay ley para lo real, sino so-
el cenit social. lamente la singularidad del sinthome de cada padfrre, de cada ser
Pero este plus no comanda del mismo modo que el ordena- hablante en su manera de gozar de !alengua.
miento que producía el S" bajo la forma de la identificación, la Asimismo, el discurso del capitalismo es un discurso sin envés,
hipnosis, la sugestión y el amor. a diferencia del discurso del amo, y esto plantea una nueva recon-
Es astuto porque deja a cada cual bajo la libertad del impe- figuración de nuestra práctica.
rativo del plus de goce. No hace falta -como dice el imperativo Pues el discurso que inaugura Freud implica una operación de
kantiano- que "la regla de tu acción sea una regla que valga para subversión del discurso del amo, que es el discurso del incons-
todos"; es necesario que tu acción se adecue a las ofertas del mer- ciente: S1-S2, que no responde a la demanda de saber, al aislar los
cado. La confluencia entre la ciencia y el mercado tiene sus con- S 1 que determinan el modo de gozar del S.
secuencias en el siglo XXI; ha quedado atrás el orden natural. La posición del analista, en cuanto encarna el objeto pulsional
Podría decirse que la naturaleza es hoy un parque temático, y la en su silencio, no responde como amo impotente a la demanda de
tradición de la creencia en el sentido -que incluye desde la reli- saber histérico. Esto produce la histerización como producto de
gión hasta el inconsciente transferencia!- ha dado lugar a modali- la operación analítica: la introducción estructural en condiciones
dades subjetivas en las que predominan las sustancias. Ya sean las artificiales del discurso de la histérica. El S en el discurso del ca-
pitalismo hipermoderno no tiene el recurso de la identificación,
pues el S, funciona más bien como imperativo de gozar. Entonces,
el saber es un saber clasificatorio, que nombra desde los manua-
2. Publicadas con el título Hnblo n lns paredes, Buenos Aires, Paidós, 2012,
p. 106.
3. Dictada el 12 de mayo de 1972 con el nombre "Sobre el discurso psico-
analítico". 4. Congreso de la AMP, Buenos Aires, 2012.

185
VARIACIONES DEL HUMOR

les de diagnóstico corno el DSM y produce, en confluencia con el 4. Vacíos


mercado, objetos o sustancias para ser felices que colman la hian-
cia del sujeto al rechazar la imposibilidad de la relación sexual y la El analista en cuerpo
singularidad de sus contingencias.
Así como la ética religiosa se sostiene en la renuncia pulsio-
Kuky Mildiner
nal, en el sacrifico de las inclinaciones, como plantea Kant, la ética
capitalista se sostiene en la diversión, en el entretenimiento. Así
como Freud plantea el chiste en relación con el inconsciente y el
humor en relación con el superyó, la diversión refiere al goce, no al
goce singular, sino al mandato de goce de la época.
El entertaiment es una de las industrias más importantes y pro-
ductoras de plusvalía, además una modalidad de goce que rechaza Nada de lo que Lacan ha escrito o se ha escrito de lo que él ha
lo imposible. dicho puede se1· leído como un manual.
Jacques-Alain Miller refiere la ética capitalista al término diver- ]ACQUES-ALAIN MILLER
sión de Pascal, que remite al desvío o la distracción de la Fe, que
no implica una relación con el efecto de sentido que se juega en la La transferencia pensada desde el analista es un punto de elabo-
poesía o en el chiste, sino más bien un goce sin sentido, que elude ración que Miller propone en su curso El ultimísimo Lacan' y que
lo imposible. desarrollaremos en este trabajo. Para esto, formula una pregunta:
¿desde dónde escucha el analista? Para responderla restituye el ca-
rácter de extrañeza para el analista de lo que en la sesión analítica
acontece.
El genitivo "del" en "la extrañeza del analista" se puede leer
como genitivo objetivo y subjetivo. Que al analista le sea extraño
lo que dice el analizante está sostenido en que no se trata de un
acuerdo amistoso entre analizante y analista; no puede haber afini-
dad con el inconsciente de otra persona. Esto es fundamental.
Pero otro modo de entenderlo es que el analista introduzca
"lo extraño". Esto está en relación con lo que va a llamar "efecto
de agujero'', y le da otra vuelta al asunto. El analista en este caso
agrega un vacío. No se refiere solamente al equívoco del sentido
al que apunta la interpretación, sino a hacer resonar un vacío de
significación. Entendemos que a partir del efecto de agujero es
posible hacer resonar un vacío de significación.
En unos párrafos volveremos a esto.

1. Miller, J.-A., "Lo extraño y lo extranjero", en El ultimísirno Lrmm. Los c1wsos


psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller, Buenos Aires, Paidós, 2013, pp. 74-94.

186
VARIACIONES DEL HUMOR VACÍOS

Ahora retomemos la misma pregunta, ¿desde dónde escucha Relación natal con el goce, interesante expresión, que indica
el analista? Desde otro texto de Jacques-AJain Miller: "Todo el el punto desde donde se vocifera, el punto de emisión. La vocife-
mundo es loco". 2 Porque añade otra pista para esto, una pista me- ración supera la división enunciado/enunciación. Un decir que se
tapsicológica. vocifera indica que la voz tiene que pagar su cuenta.
Ampliemos la pregunta agregando un: ¿Desde dónde se dice? Que la voz pague su cuenta, es necesario para "darle cuerpo a la
Jacques-AJain Miller escucha desde dónde dice Lacan "Todo el autoridad como tal de la palabra de cada uno ... autoridad oscura,
mundo es loco, es decir, delira". que indica que 'eso habla ', y lo que dice, está tejido del goce ex-
Siempre hay, para cada uno, Eso que se quiere comunicar de traído del cuerpo. G<>ce que implica la 'tripa' de donde se extrae ese
lo pensado; es como una nota primera, principal. En el "todo el goce, para dilucidar lo que hay de real en el mundo de cada uno".-l
mundo es loco, es decir, delira", frase que fue proferida el 22 de Ahora retomemos el efecto de agujero anteriormente citado.
octubre de 1978, ultimísimo tiempo, Jacques-AJain Miller escucha El "efecto de agujero" se sostiene desde la orientación topológica
la nota fundamental de Lacan. de los últimos seminarios, donde Lacan toma el nudo borromeo
Se trata de escuchar de ese modo lo que se enuncia de la boca como soporte del sujeto. Hay lo que hace agujero, que llamamos,
de Lacan, del paciente, va agregar, "su desde dónde fundamental". como dice Lacan en el Seminario 21,5 lo que traumatiza. Agregar
No se trata de quién dice, sino ¿desde dónde? · un vacío, traumatizar, hacer agujero. Esto lo leemos en la clase 1
Entonces, desde dónde escucha ... desde dónde se dice. del Seminario 23, donde Lacan habla del círculo y la recta infinita
Para ubicar este ¿desde dónde? Jacques-AJain Miller echa y subraya que de lo que se trata es de que el agujero subsista. Cosa
mano a dos textos de los &critos, que ubican un lugar. El primero, que no se aclara solo con un círculo. "El círculo tiene una función
"Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente que es bien conocida por la policía: el círculo sirve para circular;
freudiano", del que toma una frase de Paul Valéry. El segundo, para la policía se trata simplemente de que dar vueltas en círculos
"Observación sobre el informe de Daniel Lagache: 'Psicoanálisis y se perpetúe, pero lo que se perpetúa es un falso agujero. Mientras
estructura de la personalidad"'. que hacer el añadido de una recta infinita al falso agujero hace por
El lugar es entonces situado así como: l. "[ .. .] el lugar donde sí solo de este un agujero que subsiste de modo borromeo."6
se vocifera que 'el universo es un defecto en la pureza del No- O sea que la recta infinita -modo de llamar al sinthome- es lo
Ser"'. Se subraya el lugar, la vociferación y el no ser; 2. el lugar que hace de este (falso) agujero un agujero verificado.
del ya-nadie que es lugar del sujeto pero concebido, nombrado, Hay del falso agujero -fantasma, significantes del ideal- y hay
en tanto que redondel quemado en la maleza de las pulsiones, o del agujero que subsiste borromeanamente -dada la recta infinita,
redondel quemado en la maleza del goce. dado un añadido del sinthome-.
Ese lugar del "ya-nadie" sería un nombre del sujeto tachado, Lo desarrollado hasta aquí permite ubicar la escucha que sos-
que lleva el acento de su relación natal con el goce. "Ya-nadie, tiene "lo extraño" a partir del "hacer agujero".
un personaje que no había sido tenido en cuenta en el casting la- Hemos comenzado con la pregunta: ¿desde dónde escucha
caniano y que, sin embargo, podría decirse, es el portavoz de el analista? Situamos ahí la operación que esa escucha implica
Lacan". 3

4. Mildiner, K., "Oráculo", en Sá/icet, 2016, inédito.


2. Miller, J.-A., "Todo el mundo es loco, I y II", en Revista Laca11ia11a de psi- 5. Lacan,]., Se111i1101'io 21, Los dese11gmiados se eugm1an, o los nombres del padre,
coanrílisis, nº 11, Buenos Aires, Grama, octubre, 2011. inédito.
3. Ibíd., p. 25. 6. Lacan, J., Et seuúnm·io, libro 23, Et sinthome, ob. cit, p. 26.

188
VARI ACIONES DEL HUMOR V ACÍOS

en el efecto de agujero y al agregar un vacío; pusimos a la par la Es así como se introduce otro cuerpo en el análisis.
pregunta: ¿desde dónde se habla?, para situar ahí el lugar del "ya Patricia Bosquín Caroz describe que adviene un tiempo en el
nadie", nombre del sujeto tachado que lleva el acento de su relación análisis en el que todo lo que es construcción, desciframiento y
natal con el goce. sentido, es barrido. ¿Cómo? Esta es la operación analítica: no hay
Agregar un vacío sería una operación de vaciamiento, que tiempo para hacer asociaciones, para volver sobre la historia infan-
apunta a ubicar esa relación natal con el goce. Desde el lado del til; se terminó, es el corte. Son sesiones ultracortas. El analista con
analista solo es posible alojar Otro que habla, y su desde dónde si su acto provoca la urgencia y el cese del sufrimiento. Es un tramo
hay un terraplén cavado, despejado y que a la vez lleva su marca del análisis que va a transcurrir bajo esta modalidad de la urgencia.
del propio goce. En otro momento, más tarde, sitúa una segunda nominación,
Propondremos dos recortes del testimonio de una AE que a bajo la forma de la siguiente aseveración proferida por el analista:
nuestro parecer articulan el hacer del analista en esta operación "¡Usted es la más grande morfona de emociones que se encuentra
que agrega un vacío y que apunta a ese goce natal. En ambos, el en la clínica!". En ese instante el analista "junta el cuerpo con la
cuerpo del analista está presente. Es lo que subrayamos aquí: para palabra al mimetizar, imitar, la mordida y las garras de un murcié-
que la operación se produzca se trata en la transferencia de una lago insaciable".
historia de cuerpos, una historia de goce para un parletre. "El efecto inmediato que provoca esta jaculación encarnada
Se trata del testimonio de Patricia Bosquín Caroz. 7 fue el de una extracción de goce, un colocar fuera del cuerpo, del
En sus testimonios subraya muchos gestos y mucho del cuerpo goce voraz, reverso pulsional de la demanda de amor, que termina
de su segundo analista en juego. Cuerpo tomado en la transferen- por desembocar en el silencio del Otro." Y agrega: "Salí de esa
cia que sitúa fuera del analizante su íntimo singular. sesión como si me hubieran arrancado un trozo. Salí con un agu-
Tomaremos el momento en que a partir de una nominación jero, algo extraído, como si les arrancan un diente. Después de esa
del analista -"Pero, por supuesto, usted es el joven muerto (con- historia de tragar las emociones ya no tenía nada más que decir".
denado a muerte)"-, "zozobra el seguro" que Patricia Bosquín Patricia dirá que esta interpretación hace un agujero. Allí cae
Caroz había tomado del fantasma . "Es ese momento el que yo en la cuenta de que históricamente su vacío lo rellenaba con sus
situé como atravesamiento. Al mismo tiempo, se revelaba que la lágrimas. Elección que había realizado desde muy pequeña y que
significación del fantasma había dejado intocado lo real del goce." relaciona ese vacío con lo femenino.
Una vez situada su identificación fantasmática con el joven sa- A partir de allí accede a un lazo transformado con el vacío. Y
crificado por su padre, resulta que esta identificación cae y aparece pide el pase.
otra cosa. El analista dice: "Usted tiene que arreglárselas con algo Hasta aquí el recorte del caso.
masivo", y ahí pone su cuerpo, hace un gesto, presta su cuerpo Hemos partido de dos preguntas distintas: ¿desde dónde escu-
para decir hasta qué punto "la cosa era masiva". "Esta 'cosa ma- cha el analista? y ¿desde dónde habla el analizante? Ambas están
siva' con la que tengo que arreglármelas, él la sitúa fuera de mí, imbricadas.
pero está claro que esta 'cosa masiva' está en mí. Es decir que es Se podría transformar en una afirmación directa: el analista
mi goce lo que es masivo; él lo pone en el exterior y me permite escucha apuntando a desde dónde habla el paciente. Pero están
visualizarlo." vinculadas en el punto en el que ubica un dónde para el analista.
Esta imbricación de lugares se puede pensar desde un espacio to-
pológico, nos atrevemos a decir moebiano, que nos permite cap-
7. Todas las citas de los recortes del testimonio están tomadas de "Conver- tar el goce del sujeto en el cuerpo del analista no solo como un
saciones con Patricia Bosquín'', disponible en <www.letraslacanianas.com>. juego de imitación, sino como semblante del goce del parletre al
VARIACIONES DEL HUMOR

que interpela, acosa y agujerea, con un consecuente efecto de va- IV


ciamiento. Y entonces "puede quedar abierta la singularidad del
modo de goce del analizante, fundamento del orden simbólico de Horizontes
su lnlangtte, en su propio cuerpo". 8
Para eso el analista habrá experimentado dónde haya ausencia,
algo de su propio goce se habrá calado en él, concibiendo que el
tener un cuerpo indica el investimiento libidinal, razón por la cual
es posible el desinvestimiento, y un vacío.
Si así se produce, una topología del "ya-nadie" se puede soste-
ner, donde el goce del cuerpo es a la vez cuerpo y vacío, "no más
cuerpo que vacío".

8. Laurent, É., "El orden simbólico en el siglo XXI. Consecuencias para la


cura", VIII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, Buenos Aires,
23 al 27 de abril de 2012. Disponible en <www.congresoamp.com>. [La frase
está modificada.)
1. Felicidad

Utopías contemporáneas 1

Graciela Brodsky

VIEJOS HEDONISMOS

"Todos los hombres pretenden ser felices, sin excepción -afirma


Bias Pascal-. Cualesquiera que sean los medios que emplean para
conseguirlo, todos tienden a ese fin. U nos van a la guerra y otros
no van debido a ese mismo deseo de felicidad que existe en ambos,
acompañado de diferentes perspectivas. La voluntad no da nunca
ningún paso si no es con ese objetivo. Es el motivo de todas las ac-
ciones de todos los hombres, aun de aquellos que van a ahorcarse. "2
Aun si fuera cierto que todos los hombres buscan ser felices,
es seguro que las formas de perseguir la felicidad son múltiples
y contradictorias entre sí. Habitualmente, con el término "felici-
dad" se traducen al castellano, y hasta donde pude averiguar tam-
bién al portugués, diferentes términos griegos: eu zen, eudaimonia
y makariotes. El primero, muy descriptivo y neutro, remite sim-
plemente al "vivir bien", que es su traducción literal. El segundo,
interpretado textualmente, significaría "tener un buen demonio",
o incluso "una buena fortuna". En cuanto al tercero, más asociado
a lo divino, connota la idea de perfección, y podría traducirse
por dicha o beatitud. Para lo que nos interesa, conviene tener en
cuenta que en francés existe la palabra felicité, que La can no utiliza
y que es empleada generalmente en un contexto religioso para re-

l. Presentado en Lan~amento de la Cana de Sño Paulo, en la Escola Brasileira


de Psicanálise - Sao Paulo, el 25 de julio de 2009. (N. de E.]
2. Pascal, B., Pe11sa111ientos, sección VII, 425, disponible en <Www.elaleph.com>.

195
VARIACIONES DEL HUMOR FELICIDAD

ferirse a una dicha, a una placidez, a una felicidad sin estorbos ni LA FELICIDAD PÚBLICA
límites que es, si no eterna, al menos duradera y estable. En estos
casos, Lacan utiliza siempre el término beatitud. Mientras que la Antigüedad ubica la felicidad en el presente,
El eudemonismo grecolatino identifica la felicidad, tomada la moral cristiana la desplazó hacia una vida funira que promete
en su segunda acepción, con la conquista del soberano bien, lo una felicidad eterna como compensación por las penurias actua-
que demanda un acuerdo entre la razón individual y el orden del les. Contra esta bienaventuranza en el reino de los cielos se alzó
mundo. Este acuerdo requiere la confluencia de una vida virtuosa la filosofía de las luces, que hizo de la búsqueda de la felicidad un
con circunstancias favorables: por un lado, las virtudes morales, imperativo moral que no podía obtenerse sino a condición de la
por el otro, no demasiados infortunios. Así, la felicidad en la Anti- felicidad de todos. La felicidad pública entra así en escena inte-
güedad está expuesta a la tyché, es vulnerable y bastante poco con- grando los programas de gobierno.
templativa; en su corazón está la pregunta por la praxis, es decir, "La felicidad es una idea nueva en Europa", dice Saint-Just. Y
por el tipo de vida que hay que llevar para lograr la mayor felici- es precisamente con la Revolución francesa que la felicidad deja
dad posible dada la fragilidad de la vida humana. de ser una aspiración individual, una vía moral, una disciplina per-
En la tradición occidental la felicidad consistía entonces en sonal, para transformarse en una aspiración del pueblo y un factor
una verdadera conquista: no abandonarse al momento de placer de la política. Es justamente cuando se debilita el poder monár-
que solo supondría la efímera voluptuosidad física, sino dilatar el quico y la autoridad de la Iglesia cuando surge, de una manera
presente, transformarlo en una verdadera duración. Si el hombre desconocida hasta entonces, la combinatoria entre la utopía so-
está enfermo, es por la insatisfacción crónica que le impide vivir el cial renacentista y el proyecto político. En su discurso de febrero
presente: el anciano añora el pasado sin gratitud por todo lo que le de 1793 sobre la distribución de los granos, Saint-Just proclama:
ha sido dado, el joven teme el porvenir. "Tenemos grandes recursos, se trata de emplearlos. Pero para eso
Ciertas morales contemporáneas intentan reeditar este bello he- es preciso que todo el mundo olvide sus intereses y su orgullo. La
donismo de desprendimiento protestando contra la sociedad de con- felicidad y el interés particular constituyen una violencia al orden
sumo que pretende identificar la felicidad con la posesión inmediata social cuando no forman parte de los intereses y de la felicidad pú-
de bienes materiales. Michel Onfray, por ejemplo, se considera a sí blica. ¡Olvídense de ustedes mismos!".-<
mismo un vivo exponente del hedonismo renovado. En una entre- Jacques Lacan aclara, tanto en el Seminario 75 como en su es-
vista manifiesta: "Se cree que el hedonista es aquel que hace el elogio crito "Kant con Sade",6 que la transformación ética que se pro-
de la propiedad, de la riqueza, del tener, que es un consumidor. Eso dujo en ese momento no se debió simplemente al hecho de que
es un hedonismo vulgar que propicia la sociedad. Yo propongo un la felicidad se hubiera convertido en factor de la política, sino a
hedonismo filosófico, que es en gran medida lo contrario, un hedo- que la propia revolución, que fue hecha en nombre de la libertad
nismo del ser en vez del tener, que no pasa por el dinero, pero sí por de desear, desembocó en la idea de que la ley misma podía ser
una modificación del comportamiento. Lograr una presencia real en libre, tan libre como para declarar que el pueblo puede imponer
el mundo, y disfrutar jubilosamente de la existencia: oler mejor, gus-
tar, escuchar mejor, no estar enojado con el cuerpo y considerar las
pasiones y pulsiones como amigos y no como adversarios". 3
4. Citado en Motta, M., "Saint-Just et Lacan", intervención en el coloquio de
Río deJaneiro sobre "La comedia de los sexos en el siglo XXI", 2008.
5. Lacan, J., E/ se111i11nrio, lib1·0 7, Ln éticn del psicomuílisis, Buenos Aires,
3. Onfray, M., "Hedonismo no es consumir", entrevista con Cecilia Bembi- Paidós, l 988.
bre, disponible en <www.caosmosis.acracia.net>. 6. Lacan, J., "Kant con Sade'', en &ffitos 2, ob. cit.

197
VARIACIONES DEL HUMOR FELICIDAD

las leyes a su voluntad en la medida en que estas hagan a su feli- hasta el día en que la ciencia pueda intervenir modificando la ge-
cidad. La guillotina recibió a estos hombres libres con los brazos nética. Mientras tanto, condenado a un determinismo que lo deja
abiertos y la cara tapada. sin recursos, atado al destino que le trazó la herencia, el sujeto es
A partir de la Revolución francesa, los proyectos utópico-sociales irresponsablemente infeliz.
invadieron durante largo tiempo la cultura europea: desde el A la sombra de la utopía cientificista, nace la utopía higienista,
pragmatismo de Voltaire, que funda una moral del trabajo para como indica la investigación realizada por especialistas israelíes
contrarrestar el aburrimiento y el vicio, hasta el compromiso que sugiere que sentirse feliz y tener una actitud positiva frente a
sartreano que buscaba en la acción colectiva una respuesta satis- la vida puede ser un arma eficaz para la prevención del cáncer de
factoria a lo absurdo de la existencia humana, pasando por inge- mama, riesgo que aumenta en dos tercios si se pasa por dos o más
nieros sociales como Saint-Simon, Comte o Fourier, que espera- crisis personales. O el notable descubrimiento del profesor Ruut
ban poder aplicar los novedosos descubrimientos de la ciencia al Vccnhoven, de la Universidad Erasmo de Róterdam que señala
bienestar social. que ser feliz es tan eficaz como dejar de fumar, ya que la felicidad
Todas estas vías colectivas con las que los grandes utopistas puede ayudar a aumentar entre siete años y medio y diez años el
aspiraron a planificar un paraíso "para todos" en la tierra, y que tiempo de vida. A pesar de que la razón no está clara, una cosa es
podemos caracterizar como el sofocamiento, más o menos meta- cierta, concluye el estudio: las personas felices están atentas a su
fórico, de lo singular en aras de lo universal, desembocaron en im- peso y a los síntomas de las enfermedades, a fumar menos y a con-
passes a los que tendremos que volver más adelante. sumir menos alcohol. Por el contrario, un estado de tristeza cró-
nico produce a largo plazo efectos negativos como presión arterial
alta y bajas defensas inmunológicas.
UTOPÍAS CONTEMPORÁNEAS Si se combina la utopía cientificista con la higienista, se per-
cibe mejor el tipo de condena a la que todos estamos sometidos:
A diferencia de las viejas utopías, las nuevas utopías se encuen- la felicidad protege del cáncer de mama, de la presión elevada y
tran en los periódicos y en las revistas pseudocientíficas. Ras- de la baja de las defensas inmunológicas, pero como la felicidad es
treando rápidamente las apariciones del término "felicidad" en la genética .. . Veenhoven, no deja de encontrarle el beneficio econó-
Fo/ha de Sao Paulo online, desde enero de 2008 hasta septiembre mico al asunto: "Es un sorprendente nicho en el mercado dado el
del mismo año, se puede leer, por ejemplo, que la herencia ge- número de personas que sienten que podrían ser más felices de lo
nética es responsable, en gran parte, de la felicidad de las perso- que son".
nas, según un estudio publicado por la revista Psychological Science. Sin embargo, las cosas no pintan mal para Brasil, ampliamente
Según la publicación, los genes desempeñan un papel más impor- favorecido por las utopías estadísticas: en una escala de cero a
tante que los factores externos sobre la forma como las personas diez, la media brasileña de expectativa en relación con la calidad
perciben la vida. Además, los genes determinarían los trazos de la de vida es de 8,78, seguida por Venezuela, con 8,52, y por Dina-
personalidad que predisponen a la felicidad, tales como el hecho marca, con 8,51, indica una investigación de la Fundación Getúlio
de ser sociables y de no preocuparse en exceso por las cosas. Vargas. La peor expectativa de felicidad futura para los próximos
Si se lo mira atentamente, esta utopía cientificista que funda su cinco años fue constatada en Zimbabue, con una media de 4,04,
promesa de felicidad en la genética está más próxima de la utopía seguida por Camboya (4,86) y Paraguay (5,04).
cristiana que del hedonismo clásico, que además de confiar en la Si alguien tomara en serio estas cosas, debería diseñar rápida-
fortuna exigía algo, una participación de parte del sujeto. La uto- mente un estudio comparado entre los genes de los brasileños y
pía cientificista, en cambio, desplaza la felicidad hacia el futuro, los genes de los nativos de Zimbabue.

199
VARIACIONES DEL HUMOR FELICIDAD

Pero nadie se toma en serio este océano de falsas ciencias, FELICIDAD-DEPRESIÓN


como no tomamos en serio las investigaciones de la profesora
Yang cuando nos informa que los hombres y las mujeres negros Lo que llama la atención en la noticia es que como contrapar-
tienen un cincuenta por ciento más de probabilidades que los tida de la felicidad entra en escena la depresión. ¿Por qué no re-
hombres y las mujeres blancos de ser muy felices luego de cumplir ferirse a la infelicidad, a la desdicha, al infortunio? ¿Por qué este
ochenta años. cambio de registro?
Antes de cerrar la Fo/ha online vale la pena detenerse en este ha- Hasta donde sabíamos, el partenaire de la depresión era la
llazgo: los adultos satisfechos con su matrimonio tienen la presión manía; con eso se hizo incluso una entidad clínica, la psicosis ma-
arterial más baja que los solteros, según sugiere un estudio reali- níaco depresiva. ¿Cómo se mezclaron las parejas en esta fiesta
zado por investigadores norteamericanos y publicado en los Annals swinger?
of Behnvioral Medicine. El estudio evaluó la presión arterial de dos- Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2020 la
cientos cuatro adultos casados y noventa y nueve solteros durante depresión ocupará el segundo puesto entre las dolencias que aque-
24 horas. Los participantes usaron un monitor que medía la pre- jan a la humanidad, inmediatamente por debajo de las enferme-
sión arterial cerca de setenta y dos veces a lo largo del día, incluso dades cardiovasculares. "La depresión es la principal causa de la
durante el sueño. Los resultados indican que los adultos felices con discapacidad medida por YLD [Years Life Disability, años vividos
su matrimonio tienen la presión arterial hasta cuatro puntos más con discapacidad] y la que ocupa el cuarto lugar entre las princi-
baja que los solteros, incluyendo aquellos que tienen una vida so- pales causas que contribuyen al impacto mundial de mortalidad
cial activa y frecuentan amigos habitualmente. Por el contrario, los (DALY [Disability Adjusted Life Years, ajuste de años vividos con
adultos insatisfechos con su matrimonio tuvieron presión más alta discapacidad])7 en el año 2000. En el año 2020 se espera que la
no solo que los felices con su cónyuge, sino también que los solte- depresión alcance el segundo lugar de la clasificación mundial de
ros. Según Holt-Lunstad, esto es un índice de que el matrimonio DALY calculada para todas las edades, de ambos sexos. Hoy en
solo no garantiza la salud, "lo que realmente protege la salud es un día, la depresión es ya la segunda causa de DALY en la categoría
matrimonio feliz". En la próxima etapa de la investigación, los par- de edad de 15-44 años para ambos sexos combinados."8
ticipantes insatisfechos con su matrimonio pasarán por una terapia Luego de tan sombríos pronósticos, una campaña "antidepre-
de pareja para que los investigadores puedan evaluar si una mejora sión" se puso en marcha en distintos países. En Francia, el go-
en la relación puede reflejarse en una mejora en la salud. bierno de Sarkozy lanzó a mediados del año 2007 una "Campaña-
En medio de este disparate que no resistiría el menor control depresión" cuyo sitio en Internet anuncia: "Existe una enfermedad
de un espíritu científico, hay una noticia que se destaca, y que está que afecta a más de tres millones de personas en Francia, una
cargada de consecuencias para el psicoanálisis. enfermedad que puede impedirles hablar, reír, comer, trabajar,
Un artículo publicado en la primera plana de La Nación el 2 de dormir o levantarse en la mañana, una enfermedad que puede
febrero de 2008 anuncia que dos economistas, el doctor Andrew impedirles vivir; esta enfermedad es la depresión". La America's
Oswald, profesor de Economía de la Universidad de Warwick Mental Health, de Estados Unidos, abrió en el mismo año una
y el doctor David Blanchflower, del Dartmouth College de los página (depression-screening.org), que incluye un test de nueve
Estados Unidos, midieron la felicidad a través de un estudio en
ochenta países, y llegaron a la conclusión de que "se es más vul-
nerable a sufrir depresión entre los cuarenta y los cuarenta y cinco 7. Es la suma de los años de vida potenciales perdidos a causa de la mortali-
años" y que los seres humanos sienten mayor felicidad en el inicio dad prematura y los años de vida productiva perdidos a causa de la discapacidad.
y en el final de su vida. 8. Disponible en <www.who.int>.

200 201
VARIACIONES DEL HUMOR FELICIDAD

puntos que permite realizar un autodiagnóstico de la depresión y al diseño de una sociedad "científica", tal como la imaginaba un
orienta hacia el centro de tratamiento más cercano. Fourier. Las nuevas utopías, de las que periódicos y revistas se
En Argentina, entre el 25 de enero de 2008 y el 28 de febrero de hacen eco -y que solo nos hacen reír como último recurso para
2008 el diario Clarín tradujo y publicó cuatro artículos sobre la depre- burlar al superyó que se insinúa bajo el disparate-, se aplican a
sión. La Nación, por su parte, publicó solo en el mes de marzo nueve los cuerpos. Y van de la mano de una ficción ya no jurídica sino
artículos sobre el tema, que abarcan desde la depresión en India hasta cientificista, que busca en la estructura del cerebro y en la medida
la depresión vinculada tanto con las ideas de suicidio de la autora de estadística un real último que, a falta de Dios, sirva de fundamento
Harry Potter como con la migraña de la esposa de Paul Auster. y vuelva inteligible y predecible al hombre y sus actos.
¿Cómo se produjo el desplazamiento desde una concepción Las nuevas utopías, en su desesperada búsqueda de lo real, son,
subjetivista e incluso relativista de la felicidad -como pone de ma- finalmente , la contracara de la ficcionalización posmoderna, es
nifiesto el párrafo de Pascal que citamos al inicio- hacia la idea de decir, del imperio generalizado del semblante. Cuando Lehma,n
una medida de la felicidad, incluso de una ciencia de la felicidad Brothers pide la bancarrota, se trata de algo que va mucho mas
tal con;o propone Lord Richard Layard, a quien conocemos gra-' allá de una línea roja que cae en picada en un pizarrón o de las
cias a Eric Laurent? pérdidas millonarias de papeles sin valor de cambio. De lo que se
¿En qué momento, y bajo qué circunstancias, lo que fue virtud, trata, en última instancia, es del tipo desempleado cargando e~
hedonismo, beatitud, o incluso útil -recordemos que la máxima una bolsa de residuos los objetos inútiles que ocupaban su escri-
utilitarista es "la mayor felicidad para el mayor número de perso- torio. Tarde o temprano, el semblante encuentra el cuerpo como
nas posible"- se transformó en un imperativo paradójico: hay que excedente, ya sea en la cabeza que rueda o en el hombre igualado
ser feliz para estar sano, hay que estar sano para ser feliz? ¿En qué a los objetos que carga. A cada utopía le corresponde su propio
circunstancias ser feliz devino un estado cuya ausencia es signo de retorno de lo real encarnado en figuras que objetan el "para todo"
una enfermedad que será plaga? al que ellas aspiran.
La depresión es una de esas figuras que aparecen como el pelo
en la sopa de la utopía higienista. Lo desesperante de la depresión,
SfNTOMAS Y SEMBLANTES lo que la hace tan insoportable, es ese desprecio decidido por t~d_o
semblante, ese no dejarse engañar por ninguna promesa de fehc1-
Las viejas utopías humanistas, modernas, surgieron en un mo- dad. Las adicciones, por ejemplo, llevan a quien las padece a bus-
mento en el que la declinación de la función del amo se hizo pa- car decididamente más goce, más felicidad; Freud las llamó quita-
tente, y son muy distintas de la utopía platónica, por ejemplo, que penas. Y esa búsqueda de un bien soberano en el goce puede valer
descansaba enteramente en la educación de los futuros amos. La más que cualquier amor por la vida. El deprimido, en cambio, no
utopía moderna fue acompañada por las cabezas que rodaron al encuentra nada en el mundo, ningún objeto con el cual suplir el
ritmo del hombre universal, de la universalización de los derechos goce que falta, porque él mismo es el objeto a que se desprende
del hombre. Se trató, en realidad, de una ficción jurídica que intentó del imperativo de felicidad de la utopía contemporánea.
restablecer los semblantes caídos, haciendo del pueblo el "sobe-
rano". Pero a cada utopía se le impone un real, y el síntoma, bajo la
forma del Terror, denunció la impotencia de la ilusión de las luces. LA CAMISA DE UN HOMBRE FELIZ
Goya lo inmortalizó: el sueño de la razón produce monstruos.
Así como la utopía moderna fue jurídica, la utopía contempo- Había una vez un hijo del gran Haroun, al Raschid, que no era
ránea es biopolítica. Si se apoya en la ciencia no es para aplicarla feliz, así que fue a consultar con un viejo derviche. El sabio an-

20 2 203
VARIACIONES DEL HUMOR FELICIDAD

ciano le respondió que la felicidad era algo fácil de encontrar en litarista como en su versión humanista, y pone en primer plano el
este mundo. Sin embargo, agregó, conozco un medio infalible de deseo del analista, al que hace solidario de una ética por venir.
procurarte la felicidad. "¿Cuál es?", preguntó el príncipe. "Es", Dos años más tarde, en la clase 22 del Seminario 7, retoma y
respondió el derviche, "ponerte la camisa de un hombre feliz". comenta estos pocos renglones: "¿El final de análisis es lo que
He aquí que el príncipe abrazó al viejo y salió en busca de su se nos demanda? Lo que se nos demanda debemos llamarlo con
talismán. Partió y visitó todas las ciudades de la tierra, se probó una palabra simple, es la felicidad" . 11 Pero una vez que la felici-
camisas de reyes, de emperadores, de príncipes, de señores. Tra- dad salió del ámbito de lo privado para transformarse en felicidad
bajo inútil. No era más feliz. Se calzó entonces las camisas de pública, y puesto que "no podría haber satisfacción para nadie
artistas, de guerreros, de comerciantes. Tampoco. Siguió así su fuera de la satisfacción para todos", 11 ¿qué recurso le queda al psi-
camino sin encontrar la felicidad. Finalmente, desesperado por coanalista, cuya práctica está confinada a un encuentro donde lo
haber probado tantas camisas, un buen día regresaba muy entris- que se pone en juego es, precisamente, lo que hace a un sujeto
tecido al palacio de su padre, cuando divisó en el campo a un for- incomparable a cualquier otro? Aunque el analista se decida a salir
nido trabajador, alegre y cantando mientras empujaba su carreti- de su consultorio, a intervenir en el campo social, aunque lo haga
lla. "He aquí, pese a todo, un hombre que posee la felicidad", se a través de medios de difusión masiva, el analista no se dirige a
dijo. "todos" sino que busca en la multitud la brecha donde se aloja el
-¿Eres feliz? sujeto y su goce. Más aún, trata de crear esa brecha por donde
-Sí -contestó el otro. el sujeto pueda retomar la palabra. Y cuando se dirige así al Otro
-¿No deseas nada? social, su estilo no es de oratoria sino oracular, pide ser descifrado.
-No. Y su deseo -porque no hay acción lacaniana ni acto analítico si el
-¿No cambiarías tu suerte por la de un rey? agente no está animado por un deseo- es contrario a la identifica-
-Jamás! ción unificadora, a la que pretende desacoplar.
- Entonces, ¡véndeme n1 camisa! Las aspiraciones tempranas de Freud de que la generalización
-¿Mi camisa? ¡No tengo ninguna! 9 de una educación inspirada en el psicoanálisis podría reducir a
gran escala la tendencia a la neurosis fueron abandonadas por él
La camisa de un hombre feliz, junto con la sombra feliz - que mismo al constatar lo ineducable de las pulsiones y el imperio de
remite al segundo acto de 01feo y Eurídice en la versión de Ber- la pulsión de muerte, profundamente desagregativa. La prudencia
lioz-, son dos referencias que presenta Lacan en el punto IV de es por completo ajena a la desmesura de las pasiones que descu-
"La dirección de la cura ... ",'º cuando pone en cuestión el final de bre el psicoanálisis, y tanto la realización genital -que se estrella
análisis en términos de identificación con el analista. ¿Cómo po- contra la roca de la castración y sume al sujeto en una nostalgia
dríamos esperar del analista la felicidad que venimos a demandarle infinita por no poder ni ser ni tener el falo- como el acuerdo con
si él mismo no fuera un hombre feliz, a salvo de esa patología que la realidad - que se convirtió en el caballito de batalla de los psi-
objetiva el deseo y reduce toda necesidad a valor de cambio? En coanalistas posfreudianos- desembocan en un callejón sin salida.
pocos renglones, Lacan critica tanto la felicidad en un sentido uti- Contra un psicoanálisis edulcorado y de final feliz, Lacan alerta

9. Veme,]., Los hijos del mpitá11 Grant, Barcelona, Edhasa, 2005. 11. Lacan, J., "La demanda de felicidad y la promesa analítica", en El Sl"11li-
10. Lacan,J., "La dirección de la cura y los principios de su poder", en Escritos 11t1rio, libro 7, Ln ética del psiconnrílisis, ob. cit., p. 348.
(2, ob. cit., IV, 4). 12. Ibíd.

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VARIACIONES DEL HUMOR FELICIDAD

entonces a su auditorio de aquellos años: estar en regla con el pro- sujeto es feliz. Por cierto, esto no se comprende si se deja de lado
pio deseo no conduce a ninguna felicidad, a ninguna armonía pul- que entre el Semin01"io 7 y estas afirmaciones, que no dejan de ser
sional. Al contrario, estar en regla con el propio deseo conduce irónicas, el peso de la dirección de la cura y su final se desplazó del
incluso a esa "felicidad en el mal" con la que Sade denuncia el li- fantasma al síntoma.
mite del imperativo categórico kantiano. La clínica del atravesamiento -ya sea del plano de las identi-
En los años sesenta, la felicidad en el mal y la inexistencia de ficaciones, de las barreras del bien y de lo bello o del marco del
armonía sexual son los límites de la promesa analítica de felici- fantasma- supone cierto forzamiento que obliga a ir más allá del
dad. Finalmente, tras la demanda de felicidad está siempre "el es- límite de la neurosis. La clínica del síntoma, en cambio, no aspira
pejismo de la libertad, de la posesión de todas las mujeres por un a un más allá. No hay un más allá del síntoma, no hay nada que
hombre, del hombre ideal por una mujer" .13 Y hacerse el garante atravesar en este nivel. Se trata más bien de una clínica del saber
de que el sujeto pueda encontrar esta clase de bien en el análisis es hacer, del arreglo y no del despertar, y si el sujeto es feliz, esto es
una especie de fraude. debido a que siempre se satisface: infelicidad respecto del ideal,
Puesto que el psicoanalista carece de herramientas para obte- infelicidad a causa de la castración, pero felicidad en lo que con-
ner una felicidad universal, ¿es posible entonces reducir el éxito cierne a la pulsión. En esos años Lacan dirá, por ejemplo, que los
del psicoanálisis a wrn noción de confort individual? Nada más seres humanos son felices por naturaleza, y que tal vez esto es lo
lejos de la orientación de Lacan en esos años: la verdadera termi- único "natural" que les queda.
nación del análisis debe enfrentar al que padece con la realidad de Para percibir este desplazamiento hay que tener presente que
la condición humana, el desamparo en el que el hombre no puede Lacan está jugando con todas las resonancias del término bonheur,
esperar ayuda de nadie. Es el desasosiego absoluto, más allá de la que nosotros traducimos por "felicidad".
angustia, que al menos señala un peligro. En su sentido original bonheur es la buena fortuna, la ocasión
Se ha dicho, y no carece de razón, que tomar el deseo desde propicia para obtener cierta satisfacción. El bon-heur era el buen
esta perspectiva da cuenta de una depresión estructural del sujeto. augurio, el presagio favorable que se extrae del vuelo o del canto
En cierto modo es así, porque la experiencia analítica tomada en de los pájaros. Bonheur es suerte: tener suerte en el juego, por
la dimensión del deseo llevado hasta sus últimas consecuencias ejemplo. Se dice au petit bonheur para indicar que las cosas se irán
implica que ese deseo se paga con el goce. Y no es insensato con- haciendo según las ocasiones favorables que se vayan presentando.
siderar que ese duelo que se encontró al final del análisis tenga al- Se dice par bonheur, "por suerte". Lo contrario es adversidad.
guna relación con esa pérdida de goce -hemorragia de libido, diría En cambio, el sentido que solemos darle al término felicidad
Freud- con la que termina el análisis en la vía trágica del deseo. es esencialmente moral, es un estado alcanzado por el hombre
cuando obtuvo todo lo que le parece bueno y pudo satisfacer ple-
namente sus deseos, cumplir sus aspiraciones, encontrar el equili-
fa SUJETO ES FELIZ brio en el despliegue armonioso de su personalidad. Ciertamente,
no es este el sentido que hay que darle a la palabra bonheur cuando
Sin embargo, años más tarde, y alejado del pesimismo freu- Lacan la utiliza en "Televisión". El sujeto es heureux, no quiere
diano, Lacan dirá que la felicidad está por todas partes, y que el decir que es feliz en este aspecto moral; allí Freud y Lacan com-
parten el mismo descreimiento.
Cuando a partir de los años setenta Lacan comienza a hablar
13. Lacan, ]., "Las metas morales del psicoanálisis", en El semi11nrio, libro 7, del sujeto heureux, lo hace en su sentido primitivo, el sujeto heu-
ob. cit., p. 361. reux es el afortunado en el juego, o en el amor; el que tiene la

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FELICIDAD
VARIACIONES DEL HUMOR

oportunidad de hacer una buena elección. El sujeto que est tou- l..A TRISTEZA ES PECADO
jours heunux [que es siempre feliz, o afortunado] no es el que se
encuentra en estado de gracia, ni el que disfruta la satisfacción de Aquí conviene hacer el comentario de los famosos párrafos de
ver realizados sus deseos y desplegada armoniosamente su perso- "Televisión" donde Lacan opone la tristeza al gay savoir.
nalidad. En la actualidad, cuando la tristeza se confunde con la depre-
Con esta pista es fácil entender a qué se refiere Lacan cuando sión y se toma por enfermedad, recordar la oposición que Lacan
dice que desde que el mundo es mundo estamos reducidos al defiende en la televisión, para todo el mundo, tiene un valor es-
bonheur del encuentro. No es a la felicidad del encuentro, sino pecial. En primer lugar, no se trata de enfermedad sino de falla
al azar del encuentro, porque "no faltan oportunidades de bon- ética, y no de cualquiera: es asunto de cobardía. ¿Qué le permite
heur, no solamente no faltan sino que es todo lo que hay. Los a Lacan asimilar la tristeza con la cobardía, incluso con el pecado?
seres humanos son afortunados lheureux], créanme; no se fíen en No el DSM-IV, sino Dante, que ubica a los tristes en el infierno,
sus pequeños sentimientos personales, no pueden no serlo, solo en un agua nauseabunda donde están por toda la eternidad y, lo
pueden tener suerte. Es la condición de su reproducción; en este que es más notable, donde se castigan interminablemente a ellos
punto están completamente librados al azar, a la suerte [au petit mismos saliendo del agua y volviendo a entrar. Véase al respecto
bonheur la chance]". 1-l Toda una especie, dirá en otro lado, está el canto VII del "Infierno", y el notable artículo de Fran9ois Reg-
librada al azar del encuentro, y en efecto, puesto que no hay re- nault en la Revue de La Cause freudienne nº 58. Lo que orienta a
lación sexual, todo depende del azar de los encuentros. Eso no Lacan es Dante y Santo Tomás, que ubica la tristeza entre los
quita que para el encuentro haya que estar dispuesto, favore- siete pecados capitales, junto con la gula, la avaricia, la cólera, la
cerlo, incluso provocarlo. envidia, el orgullo y la pereza.
Si el sujeto es afortunado cabe preguntarse, como lo hace Para el psicoanálisis, que no produce héroes, no hay otra co-
Lacan, si el psicoanálisis no podría hacerlo un poco más feliz. Sen- bardía que el rechazo del inconsciente, noción que abarca una am-
tirse mejor, sí. En regla con su deseo, también: el final del análisis plia gama de fenómenos que se extiende desde la inexistencia del
permite al menos saber si se quiere lo que se desea. Más libre del Wissenstrieb hasta el desabonarse del inconsciente.
peso de los ideales, sin duda. Pero ¿feliz? Lacan dice satisfecho: "La La relación entre el rechazo del inconsciente y la tristeza re-
satisfacción que marca el fin del análisis" . 15 Pero entonces, ¿en sulta entonces muy útil para aventurar una hipótesis sobre las ra-
qué difiere la satisfacción del final de la que se obtiene durante el zones que permiten comprender por qué cuando el imperativo de
análisis, la satisfacción del blablá, por ejemplo? O, para decirlo en felicidad va acompañado de un no querer saber nada del incons-
otros términos, ¿qué distingue el goce del blablá, propio de la aso- ciente -como sucede con la utopía higienista- trae aparejado un
ciación libre, del bien decir que acompaña el final? aumento de la así llamada depresión.
En la vereda opuesta a la cobardía moral, lo que encontramos
es el gay savoir, que no es otra cosa que el bien decir, el servirse
del lenguaje para obtener efectos de non-sens propios del incons-
ciente real, y que conviene distinguir del jottis-sens, del goce del
sentido que sostiene el trayecto analítico y el inconsciente trans-
ferencia!.
1~- Lacan, ]., "Interv~nción en el Congreso de la Grande Motte", en Lettres Se entiende entonces que con respecto a las ut~pías, viejas y
de l'Ecole freudienne, nº15, 1975, pp. 69-80. (La traducción me pertenece.)
nuevas, el psicoanálisis pueda estar mejor situado. El también es
15. Lacan, J., "Prefacio a la edición inglesa del Se111i11nrio 11", en Otros escri-
tos, ob. cit., p. 600. una manera de tratar lo real por medio de los semblantes, pero

208 209
VARIACIONES DEL HUMOR

su ficción no es el Nombre del Padre, que finalmente no es sino


la manera tradicional de control de los cuerpos y sus goces, ni la
ficción jurídica del derecho al goce para todos, ni siquiera la fic-
ción del derecho a la felicidad para el que a veces es solicitado. Su
herramienta para tratar lo real es la paradoja de una ley singular
llamada síntoma. Y no promete la felicidad, pero sí ofrece un re-
curso, incluso un ingenio, para sentirse mejor.

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ÜTROS TÍTULOS DE LA COLECCIÓN DEL
INSTITUTO CLÍNICO DE BUENOS AIRES

Volumen l. Jacques-Alain Miller y otros


Los inclasificables de la clínica psicoanalítica

Volumen 2. Jacques-Alain Mill er y otros


Lectura del Seminario 5 de Jncques Lacan

Volumen 3. Jacques-Alain Miller y otros


· Del Edipo a la sexuación

Volumen 4. Jacques-Alain Miller y otros


La psicosis ordi11m·ia

Volumen 5. ] acques-Alain Miller y otros


El saber delirante

Volumen 6. Jacques-Alain Miller y otros


La ang;ustia lacaniana

Volumen 7. Jacques-Alain Miller y otros


Cuando el Otro es 111alo ...

Volumen 8. Jacques-Alain Miller y otros


Embrollos del ate7po

Volumen 9. Éric Laurent y otros


Cue1pos que buscan escrituras

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