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Damas y Caballeros
Damas y Caballeros
de Jacobo Langsner
REPARTO:
AMANDA
BRUNO
ANDREA
ATILIO
AIDA
BEATRIZ
JULIAN
ATILIO : Sé que no es el momento, que estás pasando por una etapa difícil, pero
mi obligación es prevenirte...
BRUNO : Te dije que no quería hablar fuera del Congreso de asuntos particulares.
Y menos en la casa de mi madre.
ATILIO : ¡Estoy asustado!
BRUNO : ¿Te parece inteligente mostrar cola de paja?
ATILIO : Bruno, comenzaron a atacarnos. A vos con municiones y ahora, a los
dos, en la prensa. (LEYENDO) "No sería ajeno al escándalo de la insulina
importada el diputado Bruno Etchegaray, socio del gerente de los laboratorios
cuestionados por la fiscalía del Dr. Bromberg...
BRUNO : ¡Ay Dios! No sólo se me desprendió la córnea; se me están
desprendiendo todos los órganos vitales.
ATILIO : ¿Qué vas a decir?
BRUNO : ¿qué tengo que decir yo? ¿Dónde figura mi nombre?
ATILIO : (GOLPEANDO EL DIARIO) Aquí.
BRUNO : En los papeles, quiero decir. En los contratos. Dónde figura mi nombre.
Yo no hice nada. (RETIRA EL OJO DE LA COPA Y LO MIRA) Y convendría que
dejaras de temblar.
ATILIO : Mis hijos me están interrogando. Sí. Andrea también.
BRUNO : ¿Y no sabés qué contestar? Decí lo que decimos siempre. Que es una
campaña orquestada desde la ultra izquierda.
ATILIO : Eso ya nadie se lo cree.
BRUNO : La gente que nos interesa, se lo cree. Y si no se lo cree, por lo menos
hace cómo que lo acepta. ¿Cuántos se creen aquello de que hay una campaña
orquestada desde el exterior para afectar al país?
ATILIO : Pocos.
BRUNO : Pero esos pocos alcanzan para que el poder siga dónde debe estar.
ATILIO : No sé qué decirte. Yo que vos me preocuparía un poco más. ¡Mirá como
tenés ese ojo!
BRUNO : No me lo recuerdes. ¿Por que no te tomás unas vacaciones? Te doy las
llaves de mi casa de Punta del Este.
ATILIO : Bruno, no conviene que andes ventilando eso. No tenés casa en Punta
del Este. Olvidate. No la tenías hace dos años, por lo menos. No hay que hablar de
esa casa.
BRUNO : No lo estoy gritando; te estoy ofreciendo las llaves a vos.
ATILIO : ¡No lo digas tan fuerte! ¿Estás seguro de que no hay micrófonos ocultos
aquí o en tu despacho del Congreso?
BRUNO : Es lo que te digo. No le sé. Ma hace mal desconfiar tanto. Sabés que
tengo ciertos desequilibrios emocionales y que sucumbo fácilmente ante el temor de
los demás.
ATILIO : No trato de contagiarte temor, si no cierta prudencia. La prudencia es
necesaria. Pueden haber colocado micrófonos. Sé que los colocan.
BRUNO : ¿Quién? ¿Quién los coloca?
ATILIO : ¿De qué estamos hablando? ¿De Xuxa? Estamos hablando de extrema
izquierda y de los servicios.
BRUNO : ¡Pero no seas loco! ¿Cómo podés mezclar la extrema izquierda con los
servicios?
ATILIO : Desconfían de nosotros. ¿Quién tiene confianza en nosotros? Los
militares. Pero los militares no están en el poder ahora.
BRUNO : Calmate; los militares siempre están en el poder.(BAJANDO LA VOZ
POR LAS DUDAS) La casa de Punta no está a mi nombre. Está a nombre de
Andrea.
ATILIO : Hiciste bien; es lo que se hace. Siempre se ponen la propiedades a
nombre de algún familiar cercano.
BRUNO : (COMO EL TONO DE ATILIO FUE DE CENSURA) ¿Y de qué te
asustás?
ATILIO : ¡Pero no te enterás de nada! Están investigando las fortunas de varios
ricos de última hora. Todos pusieron sus propiedades a nombre de sus mujeres.
BRUNO : Si todos hicieron lo mismo es señal de que es lo que hay que hacer.
ATILIO : ¿Y si llegaran a investigar? ¿De dónde sacó Andrea la plata para
comprar un chalet de más de medio millón de dólares?
BRUNO : ¿Por qué no gritás más fuerte?
ATILIO : Todo el mundo sabe que tu familia está en la ruina hace años, que de no
ser por los empleos que tiene cada uno de ustedes en los ministerios...
BRUNO : ¡Pero será posible! (ANDREA VIENE DE ADENTRO) ¿Por qué venís
como una ladrona? ¿No podés hacerte notar de alguna manera antes de entrar?
ANDREA : No estás en tu despacho del Congreso, ahora. Estás en la sala del piso
de tu madre, chorreando sobre la alfombra, té frío. No podés hacerte ese baño de
cornea en...
BRUNO : ¿Querés dejarme en paz? Y no cambies de conversación. No quiero que
te aparezcas ni aquí, ni en el Congreso, así, de repente.
ANDREA : ¿Por qué? ¿Porque te podés estar subiendo el cierre de la bragueta o la
tetona rubia arreglándose el soutién?
BRUNO : Terminala con ese cuento. Terminala.
ANDREA : ¡Cuento, dice! ¡Cuento! Como los titulares del diario. (AL PADRE)
¿Leíste la prensa? Quiero que me digas la verdad. Este caradura es capaz de negar
las evidencias más... evidentes. Lo encontré ayer con todo afuera.
BRUNO : ¿Afuera? ¿Qué tenía afuera?
ANDREA : ¡Todo! Vos lo de abajo y la rubia tetona, lo de arriba. (AL PADRE) y
me lo negó.
BRUNO : ¿No ves cómo tengo el ojo? Pensás que puedo andar interesándome en
investigar a las diputadas... (A ATILIO) La Manzato fue a discutir.
ANDREA : La Manzato tenía los dos senos enormes afuera y vos tenías tu pequeña
vergüenza fuera del pantalón.
BRUNO : No tenía nada afuera. Me estaba arreglando el bulto.
ANDREA : No te mandes la parte conmigo, que cuando se es tan escaso hay poco
que arreglar. Estabas guardando.
ATILIO : ¡Basta! ¿Quién te enseñó a ser tan vulgar?
BRUNO : Estaba subiendo el cierre porque acababa de orinar?
ANDREA : Delante de la diputada.
ATILIO : Bueno, terminemos aquí que yo todavía tengo sentido del pudor.
ANDREA : Papá, ¿lo qué dice el diario es verdad?
BRUNO : No pongas cara de culpable y contestale. (A ANDREA) La prensa arma
escándalo por cualquier cosa. Todo el mundo aprovecha su cuarto de hora.
ANDREA : Sí. De eso hablan.
BRUNO : Yo me refiero al periodismo amarillo.
ATILIO : Hay demasiada libertad de prensa. Está todo confundido en este país.
BRUNO : Pero les va a durar poco.
ANDREA : ¿A quién? ¿A quién? ¿A quién le va a durar poco? ¿Y qué le va a durar
poco?
BRUNO : La libertad de prensa. ¡Este libertinaje! ¿Cuánto tiempo creés que la
gente de bien puede aguantar tantos infundios?
ANDREA : ¡Infundios! Hay gente asilándose hasta en la embajada del Congo
Belga. Este escándalo...
ATILIO : ¿Cuál?
ANDREA : El de ustedes. ¡El de la insulina!
ATILIO : ¿Te querés callar?
ANDREA : Tengo miedo. ¿Te imaginás cuando la prensa se entere de que en esta
casa vive un maricón?
ATILIO : ¿A quién te referís?
ANDREA : A Amanda. Vive con un maricón.
ATILIO : ¿Qué querés decir? Amanda tiene relaciones con un...
BRUNO : Dejá de decir estupideces. Le alquiló una pieza.
ATILIO : ¿Por qué? ¿Tiene necesidad de dinero?
BRUNO : Fue para no estar sola.
ATILIO : ¿Pero, por qué un maricón?
BRUNO : No es maricón.
ANDREA : ¡Ah no! ¿Y qué es? (A BRUNO) ¡Mirá como te chorrea eso! (BRUNO
VA ADENTRO. ATILIO LO SIGUE)
ATILIO : (YENDOSE) ¿Qué hacemos? ¿Qué estrategia adoptamos?
ANDREA : (SIGUIENDOLOS) ¿Estrategia? Entonces... la cosa es más grave de lo
que pensaba. (AIDA VIENE DE LA COCINA CON UNA MESITA RODANTE
TRAYENDO LAS COSAS PARA EL TE)
AIDA : ¡Amanda! El té. Beatriz, ¿quiere compartir nuestro té? (APARECE
AMANDA CON MULETAS O CON BASTON) Me parece que Beatriz está
acompañada. (AMANDA LA MIRA) Me parece.
AMANDA : ¡Ah no! ¡Eso sí que no! No permitiré que...
AIDA : No seas retrógrada. Por el hecho de haber renunciado al sexo hace treinta
años...
AMANDA : Yo no renuncié. Eso es falso. A mí me renunciaron. Pero no hablo
desde el resentimiento.
ANDREA : ¿Y desde dónde hablás?
AMANDA : Desde el pudor. Puedo entender todo. Y aceptar muchas cosas, pero
no voy a transformar mi casa en un lupanar. (SE MIRAN SERIAMENTE Y DE
PRONTO ROMPEN EN UNA CARCAJADA FRANCA) Si es una amor auténtico,
está bien. Pero no permitiré un desfile constante de hombres. (LE PEGA A AIDA,
QUE ESTABA SIRVIENDO EL TE) ¡Pero que sabrás de mi vida privada! (EN
ESE MOMENTO APARECE BEATRIZ EN COMPAÑIA DE JULIAN)
BEATRIZ : Amanda, le quiero presentar a Julián. Julián... esta es la señora
Amanda y su hermana, la señora Aida. (EXPLICANDO) Julián es mi hermanito
menor. (CONMOVIDA HASTA LAS LAGRIMAS) Cuando me fuí (PONE LAS
MANO A CIERTA ALTURA PARA INDICAR LA ESTATURA QUE TENIA) él
era así. Tenía cinco años.
AMANDA : ¿Y jamás volvieron a verse?
BEATRIZ : En treinta años.
AMANDA : ¡Qué emocionante!
AIDA : ¡Treinta años sin verse!
BEATRIZ : Treinta años. Una trata de recoger pedacitos aquí y allí para
reconstruirse. Para armar... rearmar el pasado. Treinta años sin tan siquiera
permitirme pensar en él. Y heme aquí hoy después de toda una vida tratando de...
(CIERRA LOS OJOS CON DOLOR)
AMANDA : Es día de regocijo; no de llanto. Tomen asiento, por favor.
JULIAN : (IMPERCEPTIBLEMENTE AFEMINADO) Espero no molestar.
AMANDA : Por supuesto que no.
BEATRIZ : ¡Soy tan llorona! Lloro por cualquier cosa. Me conmueve todo.
Recorrer las calles, ver los cambios... sentirme extranjera. No hay peor exilio que el
exilio del alma. Porque yo exilé no solo mi cuerpo, si no mi alma. No quise tener
nada que ver con este país. Nada. Me fuí llena de rencor.
JULIAN : Como si el país tuviese la culpa del error de sus habitantes.
AIDA : Su hermano tiene razón. Ahora hay motivos de alegría. Ha recuperado a
Julián. (CON SIMPATIA) ¿Té?
JULIAN : Sí, por favor. Con un chorrito de leche.
BEATRIZ : (SECANDOSE LOS OJOS) "Un soupcon" como decimos en París.
AIDA : ¿Tenía idea de que tenía una hermana?
JULIAN : Tenía sospechas. Una vez se le escapó algo a mama. ¡Y mi padre se
puso tan furioso! En casa no queda ni una fotografía. Llegó a tachar su nombre de la
libreta matrimonial.
AIDA : ¿Por qué? (PAUSA INCOMODA) Perdón. Yo siempre con ese maldito
"por qué" en la boca.
AMANDA : Le quedó el hábito desde la infancia. Lo hace para que crean que es
más jóven de lo que parece. Pero solo logra que los demás la vean como es; como
una impertinente.
BEATRIZ : No diga eso. Yo creo que es encantadora y civilizada.
AIDA : Lo soy.
AMANDA : Ciega y vanidosa, además. (A JULIAN) ¿Más hermanos?
JULIAN : Cuatro en total. Contando a BEatriz. Dos mujeres y dos varones.
BEATRIZ : ¡Pero querido! ¡Cómo dos mujeres y dos varones! Tres mujeres y un
varón.
JULIAN : (CONFUNDIDO) ¿Un varón? ¡Ah! ¡Claro! Sí. Sí.
AIDA : (SIN MALA INTENCION) El varón, por supuesto, es usted. Qué pregunta
idiota. (PAUSA INCOMODA)
AMANDA : ¿Las hermanas casadas?
JULIAN : En cierto modo, sí. No propiamente casadas. Pero viven con... gente.
AMANDA : Eso es siempre tranquilizador. Digo... que vivan con gente.
BEATRIZ : (CONMOVIDA, TOMA UNA MANO DE JULIAN ENTRE LAS
SUYAS) ¡Mon petit Joannot! Tenía tanto miedo de que no quisieras verme. (A LAS
MUJERES) No tenía ni idea de que cosas le habrían contado de mí. ¡La imagen de
una persona puede deformarse tanto! Es tan fácil destruir la imagen de alguien. Pero
por suerte llamé y me atendió él. "¿Eres tu, Julián?" "De veras eres tu" le pregunté
varias veces en el teléfono. "Soy tu hermana Beatriz". Tu hermana.
JULIAN : Al principio no entendí. Pensé que se trataba de alguien que me estaba
haciendo una broma. Estuve a punto de colgar.
BEATRIZ : "Julián, soy tu hermana mayor. Tu segunda mamá". Yo era una
muchacha grande cuando el nació. Fuí un poquito su madre.
AIDA : El único varón entre tantas mujeres. Su padre debe de estar orgulloso de
usted, supongo.
JULIAN : No. Mi padre no sintió orgullo por ninguno de sus hijos. Jamás. Con
ninguno de nosotros. Ustedes saben como son los militares.
AMANDA : ¿Militar?
JULIAN : Sí.
BEATRIZ : Muy severo. Muy católico; eso sí. Pero está retirado.
AIDA : Es un caso similar al de Perico.
BEATRIZ : ¿Parecido a quién?
AIDA : A un queridísimo amigo. Padre muy severo, muy estricto... y él... ¡tan
delicado! (A BEATRIZ) ¿Con leche?
BEATRIZ : Sí. Para mí también "un soupcon" por favor. (APARECE ATILIO)
ATILIO : Qué hombre testarudo tu hijo. (DESPUES DE MIRAR A BEATRIZ Y
JULIAN, VUELVE A DIRIGIRSE A AMANDA)Así que no andás bien de salud.
AMANDA : ¿Quién dijo? De salud ando perfecta. Lo que no me anda es la pata.
Beatriz, le presento al Doctor Atilio Bernasconi. Atilio, esta señora tan distinguida
es Beatriz y el jóven es su hermano menor.
JULIAN : Julián Gufanti. Encantado. Bernasconi. El doctor Bernasconi, ¿el dueño
de los laboratorios?
ATILIO : ¡Dueño! Es una sociedad anónima.
JULIAN : Qué escándalo, ¿no? ¡Las cosas que están saliendo a la luz! ¡Qué
terrible! ¡Y gente tan cercana al poder!
ATILIO : Todo está en manos de la justicia. Dejemos que ella dictamine.
JULIAN : ¿Qué justicia? (RIE)
ATILIO : No permitiré que nadie, en mi presencia, dude de la justicia de mi país.
JULIAN : Su país también es el mío; no lo olvide.
ATILIO : Permítame dudarlo. Yo creo en las instituciones democráticas y creo en
mi país. Porque creo en las Fuerzas Armadas y en la Iglesia y en la Justicia. En lo
único que no creo es en el cuarto poder.
BEATRIZ : ¿Cuál es ese? ¿La prensa? ¿Se refiere a la prensa?
ATILIO : La prensa amarilla, creada por la izquierda sionista.
AMANDA : ¿Qué izquierda sionista?
ATILIO : La de siempre. La que tiene interés en crear el caos.
JULIAN : ¿Con qué fin?
ATILIO : Con el fin de debilitar al gobierno. ¿No le parece extraño que de repente,
de la noche a la mañana, no quede un político liberal, una sola institución libre de
culpa y mancha?
BEATRIZ : Yo no entiendo nada de política, pero... ¿no son todos liberales hoy en
día? Digo... los que están en el gobierno.
ATILIO : Me refiero a la oposición. Y sobre todo a esos inmundos pasquines que
aparecieron...
JULIAN : Mire que pruebas hay. (ATILIO LO MIRA CON POCA SIMPATIA)
No me refiero al caso de la insulina.
ATILIO : ¿Y a qué se refiere?
JULIAN : Hablo en general. Jueces corruptos, diputados corruptos...
ATILIO : Los jueces corruptos están presos.
JULIAN : No todos. No todos. Políticos corruptos, empresarios corruptos, partidos
políticos, mafiosos...
BEATRIZ : Juliancito, no hablemos de política, que el señor se pone violento. Yo
siempre odié hablar de política. ¡Es tan sucia! Y eso que en París tuve un gran
amor, muy cercano al gobierno en la época de Degaulle. Siempre preferí hablar de
arte. Arte menor como le es la revista musical, pero que no deja por eso de ser arte.
Siempre fue algo sucio la política de este país. En todos los países es sucia. Pero
como aquí... solo en medio oriente.
ATILIO : Hay que tener cuidado.
BEATRIZ : Sí. Mejor no hablar de lo que una no conoce. Pido perdón a todo el
mundo.
ATILIO : Es muy fácil enlodar a la gente.
BEATRIZ : Ni mi hermanito ni yo quisimos ofender a nadie. Amanda...
ATILIO : Es muy fácil. Sólo basta con hacer correr el infundio y que este se
propague. La izquierda salpica y la mancha queda. ¿Cómo se hace después para
sacar esa mancha? ¿Con qué producto se saca? Y la pregunta se la está haciendo un
hombre que ha estudiado química farmacéutica.
JULIAN : Mire... la izquierda tendrá sus cosas malas; no digo que no. Pero
también tiene sus cosas buenas. Sin la izquierda una jamás se enteraría de nada.
ATILIO : (ABISMADO) ¡Y encima... comunista!
BEATRIZ : (PREOCUPADA) ¡No! ¡Cómo va a ser comunista! ¡Julián, deciles
que no!
ATILIO : (A AMANDA) Realmente, te felicito.
BEATRIZ : Doctor, no lo tome en cuenta. Es sólo un muchachito con ideas
progresistas. Es normal a su edad.
ATILIO : ¿Normal?
BEATRIZ : Ya tendrá tiempo de desilusionarse de esa ideología. ¿Verdad
Amanda?
ATILIO : (A JULIAN) Que pensaría usted si yo saliera a la calle y dijera por ahí...
BEATRIZ : Por favor, doctor...
ATILIO : ... que es esta casa, en la casa de Amanda, madre de mi yerno, un
diputado de la Nación, vive un travesti asqueroso...
BEATRIZ : ¿A quién se refiere?
ATILIO : ... que a su vez tiene un hermano maricón y bolchevique...
BEATRIZ : Estaría usted calumniando a alguien, supongo. Estaría enlodando a dos
personas de bien. Porque supongo que se refiere a dos personas que se encuentran
en este momento en esta casa. Y que no son ni Amanda ni Aida. (ATILIO RIE) No
quiero pensar que está tratando de humillarnos.
ATILIO : ¿Por qué no quiere pensar eso? Piénselo.
BEATRIZ : No quiero pensar que un caballero... porque si es usted el consuegro de
Amanda, es sin duda un caballero...
ATILIO : Soy un caballero solamente ante una dama. No ante un travesti ni un
maricón. (BEATRIZ LO CACHETEA CON GRAN DIGNIDAD Y VA A SU
CUARTO)
JULIAN : (APESADUMBRADO) No tuve la intención de ofender a nadie. Pido
perdón. Fue solamente un comentario. (A AMANDA) Señora...
ATILIO : (RESTREGANDOSE LA CARA) Esa cosa asquerosa se atrevió a...
AMANDA : Basta Atilio. Te exijo que respetes mi casa y a la gente que vive en
ella.
ATILIO : Si querés que respete tu casa empezá a dar el ejemplo. Deben parar los
comentarios. Antes de juzgar uno debe hacer un examen de conciencia.
AMANDA : Atilio, ¿vamos a interrumpir esta escena? ¿Eh? me siento incómoda.
ATILIO : ¿Por mí? Esa cosa repugnante acaba de cachetearme y vos no dijiste una
sola palabra.
BEATRIZ : (REAPARECIENDO MUY OFENDIDA) Hacía treinta y pico de años
que nadie me humillaba de este modo.
ATILIO : ¿Por qué? ¿Estuvo recluída?
AIDA : No ejercites tu ironía; te lo ruego.
BEATRIZ : (A ATILIO) Yo soy mujer, especie de... "ordure".Durante treinta años,
para mis vecinos, la concierge y mis admiradores, yo era madame Bea. "Bonjour
madame", "bonsoir madame", "comment allez voux madame". He vivido toda mi
vida como... Amanda o Aida. Es decir... como mujer. He gozado como mujer, he
amado y he sido amada y no me avergüenzo de nada. Porque jamás traicioné los
impulsos de mi naturaleza.
ATILIO : ¡Los impulsos de su naturaleza! ¡Invertido!
BEATRIZ : Yo a usted lo voy a...
AMANDA : Beatriz... yo sé que usted es mucho más razonable. (A ATILIO)
¿Podrías con un pequeño esfuerzo, controlarte?
ATILIO : Amanda, te recuerdo que se llama Ezequiel Gufanti.
BEATRIZ : Supongo que la inteligencia le dará como para comprender que una
bebita recién nacida no elige su nombre.
ATILIO : Supongo que le eligieron ese nombre porque sus padres habrán visto que
tenía un botón entre las piernas y no un ojal.
AMANDA : Atilio, no toleraré desmanes en esta casa.
BEATRIZ : (A AMANDA) ¡Cuánto lamento esto! ¡Cuánto lo lamento! Yo he
querido vivir siempre discretamente...
ATILIO : Usando ropa del sexo opuesto y maquillándose como una puerta.
BEATRIZ : ¿Cuál es el sexo opuesto? ¿Opuesto a qué? (A AIDA Y A AMANDA)
Estoy confundida desde que llegué. Vivo en el aire, como si ya no me perteneciera
ni el piso sobre el cual camino. Estoy respirando ilegalmente. El aire no me
pertenece. (A ATILIO) ¿Eso es lo que siente? ¿Qué le quito el aire? ¿Su aire? ¿Qué
mancillo su suelo?
JULIAN : Vamos a tu cuarto.
BEATRIZ : Nací en este planeta por equivocación. A lo mejor mi destino era
habitar Marte o Júpiter y llegué aquí por equivocación.
ATILIO : De eso estamos todos seguros.
AMANDA : Atilio, voy a pedirte que tengas la amabilidad de retirarte.
BEATRIZ : (A AMANDA) Cuánto lamento que tenga que sufrir, por mi culpa, y
la de ese hombre, esta escena tan incómoda.
AMANDA : Sólo pido que no sigan insultándose.
BEATRIZ : Trataré de ignorarlo, pero me veo en la obligación de...
AMANDA : No tiene obligaciones con nosotros. Por lo menos para justificarse.
BEATRIZ : Sólo quiero que comprenda. Dios mío, soy mujer desde que tengo uso
de razón. Desde antes aún, creo. Nací mujer.
ATILIO : ¿Jamás se observó la zona del monte de Venus? Y si lo hizo, ¿no
encontró ahí algo raro?
BEATRIZ : Yo sólo he tratado, toda mi vida, de moldear mi personalidad. No
observo mis genitales; yo sólo observo mis modales.
ATILIO : Hace mal. Observe y verá que si se llama Ezequiel en sus documentos,
es porque...
BEATRIZ : Me llamo Beatriz casualmente, porque Ezequiel no me va. No me
llamaría Ezequiel así fuera irremediablemente hombre. Se me eriza la piel de solo
pensar que alguien pueda exigirme que deje de ser lo que soy.
AIDA : No podría.
BEATRIZ : No. No podría. Nadie puede dejar de ser lo que es. Ustedes ¿podrían?
(A ATILIO) ¿Usted podría?
ATILIO : Yo no tengo asco de ser hombre.
BEATRIZ : Ni yo de ser mujer.
ATILIO : Usted está enfermo desde los pies a la cabeza.
BEATRIZ : Personas como usted me enferman. Personas como usted han
intentado siempre que me sintiera fuera de la realidad. De mi realidad. Durante
treinta años fuí respetada por los franceses. Pero tuve que regresar a este país
machista para recordar lo que era la humillación.
ATILIO : ¿Quién la retiene? Vuélvase a Francia.
BEATRIZ : Este también es mi país. nací aquí. Quise recuperar trozos de mis
raíces antes de morir.
JULIAN : ¿Por qué hablás de morir? ¿Estás enferma?
BEATRIZ : No. Pero ya tengo más de medio siglo. La vida, se me fue. De pronto
me vi sola en París, sin marido, sin hijos, sin familia... Si hubiera tenido un hijo por
lo menos, juro que jamás hubiera regresado. Me equivoqué. Perdí la mitad de mi
vida pendiente de mi belleza.
AIDA : Era su arma de trabajo.
BEATRIZ : Sí. Pero perdí algo esencial por distraerme demasiado. Debí formar
una familia.
ATILIO : -Es sorda, loca, idiota...
AMANDA : ¡Atilio!
ATILIO : Está viviendo en una nube. Habla de marido, de los hijos que no tuvo...
AMANDA : ¿Qué te importa?
ATILIO : ¡Son sueños de idiota!
BEATRIZ : Son sueños de mujer. Las mujeres soñamos con cosas de mujeres.
ATILIO : Es usted un híbrido!
BEATRIZ : ¿Qué diría usted si yo lo llamara "corrupto" como dice la prensa?
ATILIO : Le rompería la cara. (BEATRIZ LE DA OTRA CACHETADA) Usted
se está arriesgando demasiado.
BEATRIZ : No toleraré que nadie me ofenda. Y menos un delincuente. (A
AMANDA Y AIDA) ¡Estoy tan profundamente herida!
ATILIO : (SORPRENDIDO) No sé como reaccionar. Marica repugnante.
AMANDA : Atilio, salí de esta casa.
ATILIO : Amanda, ¡me levantó esa repugnante mano por segunda vez!
AMANDA : Atilio, acabo de decirte que te vayas.No te lo pido; te lo ordeno.
ATILIO : (A BEATRIZ) ¿Sabés quién soy?
BEATRIZ : Usted a mi no me levanta la voz ni me falta el respeto.Para mí usted es
simplemente una... "ordure" ¡voilá! Y una "ordure" a mí me trata de "usted".
ATILIO : Jamás. Ya te vas a enterar de quién soy.
JULIAN : ¡Si lo sabemos! Está en todos los periódicos desde hace quince días.
BEATRIZ : Y si hubiese auténtica justicia en este país... una justicia independiente
y no al Servicio del Poder, usted terminaría con sus huesos en la cárcel. (A
AMANDA) Tengo respeto por usted y por esta casa, ¡pero este hombre! ¡pone en
duda mi naturaleza!
ATILIO : Su naturaleza aquí no está en duda, señor.
AMANDA : Atilio, terminemos aquí. Te lo ruego. No quiero oír una sola palabra
más.
ATILIO : (RIENDO) ¡Su naturaleza! ¿Cómo pudiste alquilarle el cuarto a... algo
así? ¿Cómo te olvidaste de quién eras? Si necesitabas ayuda, ¿porqué no le pediste a
Bruno? (BEATRIZ QUIERE ABALANZARSE SOBRE ATILIO. JULIAN LA
SUJETA)
BEATRIZ : Me llamó "algo así".
AIDA : Beatriz, venga conmigo. Usted tiene que calmarse.
BEATRIZ : Es que no puedo aceptarlo. No permitiré que nadie me insulte.
JULIAN : Y yo tampoco. Te lo puedo asegurar.
AMANDA : (LEVANTANDOSE) Por favor. (A BEATRIZ) Usted es mas sensata;
se lo ruego. (JULIAN CONDUCE A BEATRIZ HASTA UN SILLON
APARTADO. AMANDA LO SIGUE)
ATILIO : (TRATANDO DE DETENERLA) ¿Pero qué estás haciendo?
AMANDA : Voy a pedirle perdón.
ATILIO : Te lo prohíbo. (PERO AMANDA VA DE TODOS MODOS JUNTO A
BEATRIZ) Amanda, aquí y en este preciso instante, se está abriendo u abismo entre
nosotros. (ENTRA BRUNO PRECEDIENDO A ANDREA) Hay que denunciarlo.
BRUNO : (QUE SE HA PUESTO UN PARCHE EN UN OJO) ¿A quién?
ATILIO : A ese maricón. Hay que denunciarlo ahora mismo.
BRUNO : (EN VOZ BAJA) ¿Estás loco? Debe salir de aquí en silencio.
ATILIO : Viste inapropiadamente. ¿No es ilegal eso?
BRUNO : Será. Pero de aquí se irá discretamente.
ATILIO : Sólo quiero saber si cualquiera puede ponerse un uniforme de militar o
de policía.
BRUNO : ¡Claro que no! Pero la ciudad está llena de travestis.
ATILIO : ¡Cómo llena! Yo... es el primero que veo.
BRUNO : Porque no te fijás. Hay hoteles de travestis, calles de travestis... La
Panamericana, sin ir más lejos, les pertenece.
ATILIO : (ASUSTADO) ¡Eso no puede ser cierto!
BRUNO : ¡No me digas que... te ensartaste!
ATILIO : (ENOJADO) Yo no tengo que irme a la Panamericana para hacerme una
fiestita. (SE TOCA LA CARA)
BRUNO : ¿Qué te pasó? Tenés la cara hinchada.
ATILIO : ¡Me pegó! Esa cosa degenerada, me pegó.
BRUNO : Ponete hielo, antes de que avance la hinchazón.
ATILIO : Sí, pero no en esta casa. Me siento enfermo, mirá. Me da asco
permanecer aquí. (Y SALE)
BRUNO : Mamá, me voy.
ANDREA : ¿A dónde?
BRUNO : Al congreso. A veces tengo la sensación de que vos pensás que vivimos
del aire. (Y SALE)
AMANDA : ¿Aída por que no preparás tilo? (ANDREA, AIDA Y JULIAN VAN
A LA COCINA)
BEATRIZ : Hace años... (SE INCORPORA) sentí este mismo vacío. Cuando me
enteré que...
AMANDA : ¿Decía?
BEATRIZ : No. Nada. Sólo recordaba. Sólo recordaba. ¡Dios mío! ¡Cuánto he
vivido!
AMANDA : Está usted hablando con alguien que ya cumplió los setenta.
BEATRIZ : A los veinte yo ya había vivido varios infiernos. ¡Intenté suicidarme
tantas veces! La primera vez a los catorce. A los catorce yo ya sentía que había
vivido demasiado.
AMANDA : Olvídelo.
BEATRIZ : Ojalá pudiera. Ojalá pudiera.
AMANDA : BEatriz... (LE CUESTA HABLAR. LA TOMA DE UN BRAZO
PARA APOYARSE Y LA ACERCA AL PROSCENIO) Yo tengo amigos
homosexuales que viven muy felices. (BEATRIZ LA MIRA) Son hombres...
algunos muy masculinos... viven con otros hombres y...
BEATRIZ : Eso sí que no lo puedo entender. (AMANDA LA MIRA
ASOMBRADA) ¡Hombres que viven como hombres, que piensan como hombres y
que se acuestan con hombres! O mujeres que visten como mujeres y se acuestan
con mujeres. Tengo ejemplos muy cercanos, pero no lo puedo evitar; algo dentro de
mí se estremece. Yo estoy en contra de todo lo que sea anormal.
AMANDA : ¡Hay Dios mío, qué confundida estoy! No hablemos de usted, que es
un caso bastante peculiar. Hablemos de sus hermanos. Creí entender que...
BEATRIZ : Ahí hay que poner un poco de orden. Porque en esa casa de mi padre
hay un gran desorden. Yo acabo de reencontrarme con mi hermanito Julián y no
voy a ponerme a sermonearlo de entrada ni a tratar de obligarlo a cambiar.
AMANDA : ¡Es que no pueden! Lo he hablado con mis amigos. No pueden
cambiar. No es que no quieran. No pueden.
BEATRIZ : ¡Amanda! No sea ingenua. Todo se puede.
AMANDA : ¿Usted cree? ¿Puedo hacerle una pregunta indiscreta?
BEATRIZ : Usted es mi amiga. La siento amiga. Y a las amigas una les permite
todo. Pregúnteme lo que quiera.
AMANDA : Es que no se si debo. Espero que no se ofenda.
BEATRIZ : ¿Qué es?
AMANDA : Beatriz... ¿usted... se afeita?
BEATRIZ : (TOCANDOSE LA CARA ASOMBRADA) ¿Por qué me pregunta
eso?
AMANDA : Por curiosidad.
BEATRIZ : ¿Se me nota mucho?
AMANDA : No, pero...
BEATRIZ : Tengo un pequeño desorden hormonal. Usted habrá notado que mi voz
es... (SE CONMUEVE HASTA LAS LAGRIMAS) Odio mi voz.
AMANDA : ¡Es una voz preciosa!
BEATRIZ : Es una voz que no... concuerda... con mi apariencia. Quise hacerme un
trasplante de cuerdas vocales; pero no se hacen. Perece que la ciencia en ese
terreno...
AMANDA : ¡Qué locura!
BEATRIZ : Estas cuerdas vocales mías me han deparado más de un disgusto.
Incluso me analicé. Pero mi analista me hizo ver que todo el mundo ... Quién no
tiene alguna característica del otro sexo?
AMANDA : Sí. Eso es cierto.
BEATRIZ : ¿Sabía usted que el ochenta y ocho por ciento de la humanidad puede
ser bisexual? ¿Qué hay solamente un doce por ciento enteramente heterosexuales?
De toda esa inmensa humanidad, solamente un doce por ciento que no puede,
aunque quisiera, mantener una relación con su propio sexo.
AMANDA : ¿Tanto así?
BEATRIZ : Lo leí en libros sexólogos famosísimos. El doce por ciento solamente.
Eso reduce las posibilidades, ¿no cree? Yo estoy condenada irremediablemente a la
heterosexualidad, a pesar de mi desorden glandular. Nací para ser mujer en un cien
por ciento, que se le va a hacer.
AMANDA : Sí. En eso nos parecemos.
BEATRIZ : No sabe la alegría que me da al decir eso. Me encanta parecerme a
usted. ¡Tan fina, tan... preciosa! Pero un poquito descuidada. La voy a regañar. ¿Por
que se come las uñas? ¡Mire cómo tiene esas manos ¿Por qué no deja que crezcan
esas uñas? Esas manos podrían mejorar mucho.
AMANDA : ¡Con todas estas manchas! Estas manos mías no tienen arreglo. Pero
no hablemos de mis viejas manos. Hablemos de usted. ¿Por qué no tuvo hijos?
BEATRIZ : Me da vergüenza reconocerlo. Me da vergüenza oírmelo decir.
(PAUSA) Por egoísmo. ¿No suena horrible? No quise deformarme. Mi cuerpo fue
mi herramienta de trabajo. Tuve que cuidarlo. Yo viví para mi figura.
AMANDA : Pero... ¿alguna vez quedó embarazada?
BEATRIZ : No... He tomado la píldora desde que apareció en el mercado. He sido
una verdadera pionera del anticonceptivo. Me cuidé siempre. Usé espirales...
AMANDA : Pero usted... ¿tiene ovarios?
BEATRIZ : ¡Ay, Amanda, qué pregunta!
AMANDA : Por ese desorden hormonal del que habló. ¿Tiene útero?
BEATRIZ : ¡Claro que tengo! ¿Piensa que a mi edad ignoro lo que es un
ginecólogo? Tengo útero y tengo ovarios. No pasa nada raro conmigo. Todavía
menstruo. He tenido hombres en mi vida.
AMANDA : No lo dudo.
BEATRIZ : Pero duda de mí.
AMANDA : Sólo quiero conocerla mejor. Usted vive en mi casa. Y yo soy la
madre de un hombre público.
BEATRIZ : (SIN TRATAR DE OFENDERLA) SEñora... yo he estado en casas
tan importantes cómo esta.
AMANDA : Y seguramente mucho más importantes.
BEATRIZ : Sí señora. Mucho más importantes. Me he codeado con la creme de la
creme de París.
AMANDA : Beatriz...
BEATRIZ : (SIN OIRLA) Políticos, artistas, creadores de alta costura...
AMANDA : Beatriz...
BEATRIZ : (SIN OIRLA) Posé para grandes pintores. Incluso escultores.
AMANDA : No lo pongo en duda. Sólo quería saber si fue operada.
BEATRIZ : Por supuesto. De apendicitis. Y de un fibroma.
AMANDA : ¡Fibroma!
BEATRIZ : Es un riesgo que corremos las mujeres, ¿no? Yo... empecé a engordar
y no sabía a que atribuirlo. Se me retiró el período durante un tiempo y pensé que
estaba embarazada. A pesar del egoísmo del que le hablé, ¡me llené de tanta ilusión!
"Dios quiere que viva una vida plena pensé. Dios. En aquel entonces vivía con uno
de mis mayores amores y la idea de darle un hijo me hizo sentir tan plena y feliz.
AMANDA : (DESARMADA) ¡Ay Beatriz! Yo trato de entender. Trato de...
BEATRIZ : ¿No me cree? ¿No cree que tuve amores? ¿Qué fuí amada? (PAUSA)
¿No lo cree? Fuí amada y me arrepiento de no tener pruebas ahora de esos amores.
AMANDA : Tiene fotografías.
BEATRIZ : Sí. Fotografías. Papeles con imágenes. Y el calor en el recuerdo. la
pasión en el recuerdo. El dolor en el recuerdo. ¡Dios mío! No puedo más.
AMANDA : Beatriz, le daré un consejo de amiga. Vuélvase a París.
BEATRIZ : Es allí donde están mis heridas.
AMANDA : Tendrá amigos.
BEATRIZ : Los artistas... sólo tenemos amigos cuando triunfamos. Cuando
estamos en la pendiente... sólo tenemos abismos. (Y SALE CORRIENDO HACIA
SU CUARTO)
AMANDA : (SIGUIENDOLA) No se vaya. Beatriz. (Y DESAPARECE DETRAS
DE ELLA)
AIDA : (VIENE DE LA COCINA CON ANDREA Y JULIAN. ESTE AL VER
QUE SU HERMANA NO ESTA VA A SU CUARTO) No sé que pensar, mirá.
Una cosa es ser... homosexual. Eso lo entiendo y hasta me parece lindo. No sé. No
me choca. ¡Pero vivir cómo una mujer! Es patético.
ANDREA : Tu hermana está loca. Se ve a un kilómetro de distancia que es hombre.
AIDA : No. Eso no. Tenés que acercarte mucho para darte cuenta.
ANDREA : A eso yo no me acerco no con barbijo. ¡Me da un asco! No sé cómo
explicarlo. Es patológico.
AIDA : El asco también. Casi todos mis amigos son homosexuales.
ANDREA : No hablo de eso. No hablo de homosexuales que... ya me impresionan
bastante. Estoy hablando del ... alma femenina de ese sujeto. ¡Viste de mujer desde
la niñez! ¡Pobres padres!
AIDA : El padre es militar.
ANDREA : Ahora sí que no entiendo nada.¡El padre es militar!
AIDA : Mayor del ejército argentino.
ANDREA : ¡Pero no puede ser! ¿Qué clase de educación le dió?
AIDA : Salen así por reacción. El machismo exagerado engendra reacción. Tuvo
cuatro hijo.
ANDREA : ¿Quién? ¿Ese marica?
AIDA : El militar. Dos mujeres y dos varones. Y los varones le salieron afeminados
y las mujeres...
ANDREA : ¿Lesbianas? ¿Sabés Aida que yo tengo una teoría? Esto es el
apocalipsis. Porque no es posible que en el mismo momento y a la misma hora y en
el mismo lugar, sucedan tantas cosas cómo las que están pasando en este país.
(REAPARECE AMANDA)
AMANDA : ¡Pobre mujer! Se me parte el alma.
AIDA : Cometió un grave error. No debió de haber regresado.
ANDREA : Sobre todo si en París se sentía tan bien.
AIDA : Habría que aconsejarle que se vista de hombre. Por lo menos un trajecito
Chanel.
AMANDA : Tiene varios.
AIDA : Con pantalones, digo.
ANDREA : ¿Pero qué nos importa?
AIDA : Digo.
AMANDA : ¿Te la imaginás con calzoncillos y zapatos de taco chato? Usa una
ropa finísima.
AIDA : Sí. No puedo imaginarla. (APARECE JULIAN)
JULIAN : Voy a la farmacia a comprarle un sedante. Está muy nerviosa. No deja
de llorar. ¡Y lo hace desde tan adentro!
AIDA : Sin receta no te van a vender nada.
JULIAN : Por lo menos Valeriana. (SALE)
ANDREA : Algo así puedo soportar. No digo "aceptar". Porque me gusta la
normalidad. Pero por lo menos... (APARECE BEATRIZ)
BEATRIZ : Termine. ¿Por lo menos que? A mí me gusta que un hombre sea
hombre y una mujer, mujer. ¿Usted piensa que a mí me gustan las cosas anormales?
ANDREA : Es lo que decí yo. Que un hombre sea hombre y una mujer, mujer.
Igual que todo el mundo.
BEATRIZ : Detesto la ambigüedad. Yo soy femenina. Soy mujer de pies a cabeza.
ANDREA : Y no notó nada raro entre la cabeza y los pies, a la altura del...
BEATRIZ : ¿Y usted jamás se notó nada fuera de lugar?
ANDREA : (MIRANDOSE) No.
AIDA : Beatriz... estuvimos pensando... por que para evitar, males mayores, ¿no
trata de vestir como hombre?
BEATRIZ : ¿Para que me confundan?
AIDA : ¿Confundirla con qué?
BEATRIZ : Con una lesbiana. Tengo horror de que la gente piense que no soy
normal.
ANDREA : ¡Ay Dios!
BEATRIZ : (A ANDREA) ¿A usted le gustaría vestir de hombre?
ANDREA : Yo no tengo por que hacerlo.
BEATRIZ : Yo tampoco. Una vez quise imitar el estilo Marlene. Ya saben...
Smoking, zapatos de charol y galera. Pero me sentía incómoda. Adoro la seda. Uso
palazzos. Los adopté hace años, cuando salieron...
AIDA : Beatriz... un trajecito bien cortado, una camisa de seda, zapatos de taco
chato...
BEATRIZ : Mi empeine no soporta el taco chato.
AMANDA : (A AIDA) Hay que dejar a la gente en libertad de vestir y vivir como
quieran.
BEATRIZ : ¿Qué pasa? ¿A qué se debe esta persecución?
AMANDA : Sólo queremos que viva mejor, dentro de lo posible.
BEATRIZ : ¿Sintiéndome incómoda? ¿Disfrazándome de lo que no soy?
AMANDA : Puede ser divertido.
BEATRIZ : Para los hombres será divertido; no para una mujer. A veces uso
corbata con un trajecito discreto, porque es un toque elegante que realza mi
femineidad. También he usado sombrero tipo Gardel, porque la gente me decía:
"Madame, ca c'est jolie". Y era bonito de verdad porque me hacía sentir exótica y
diferente. Y una artista necesita llamar la atención.
AMANDA : Pero ahora que está retirada del arte. Beatriz, Buenos Aires es una
ciudad en la que vive gente muy reaccionaria. Ya ve... los jueces no han querido
concederles a los homosexuales, personería jurídica.
BEATRIZ : Hicieron bien. ¿Por qué van a tener personería jurídica?
AMANDA : Porque tienen derecho a defenderse cuando los persiguen.
BEATRIZ : Eso es fomentar la degeneración.
AMANDA : No la entiendo.
BEATRIZ : No digo que haya que perseguirlos. Pero el estado debería
suministrarles apoyo psiquiátrico.
ANDREA : Y usted ¿por qué no se trató?
BEATRIZ : ¿Por qué iba a tratarme? ¿De qué? A mí me gusta el sexo opuesto.
¿Por qué les cuesta tanto entender que la naturaleza me jugó una trastada?
AIDA : (A AMANDA) Recordás aquel soneto de Shakespeare, que dice: "¿Fuiste
creada en un principio para ser mujer? Más la naturaleza cayó en trance..."
BEATRIZ : ¡Estoy tan deprimida! ¡Hacía años que no me deprimía! ¡Este vacío!
AMANDA : Está entre amigas...
BEATRIZ : En esta casa se me ha ofendido.
ANDREA : En esta casa se le ha dicho la verdad. Mi padre lo ha llamado travesti
porque viste inadecuadamente.
AMANDA : Andrea, por favor.
ANDREA : Dice que la han ofendido.
AIDA : Tu padre la llamó "asqueroso travesti".
ANDREA : Esa fue una opinión y él tiene derecho a opinar.
BEATRIZ : ¡Dios mío! ¡Este vacío! Es cómo si hubiera perdido el alma. Mi vida
ha sido sólo una pesadilla. He perdido todo. He vivido en balde. No puedo vivir sin
alma. No puedo. (Y SALE)
AMANDA : ¿A dónde va? Beatriz.
ANDREA : ¿Qué te importa a dónde va? Dejala. Y sé sensata. Pedile el cuarto.
AIDA : Andrea tiene razón.
AMANDA : Está bien; lo haré. Pero tendré que pensar en un buen pretexto.
ANDREA : ¿Pero qué tenés que pensar? No tenés nada que pensar. Le decís... "lo
siento, pero usted me engañó. Yo quería alquilarle el cuarto a una señora y..."
AMANDA : ¡Con las manos que tiene! Eso no se lo puedo decir.
ANDREA : ¿Qué te puede pasar?
AMANDA : Viste la reacción que tuvo con tu padre. Ella se siente mujer.
AIDA : Es mujer. (LA MIRAN) Tiene un alma femenina. Su cuerpo está habitado
por una mujer.
ANDREA : Es un monstruo. Que viva con gente de su clase. (A AMANDA) No te
olvides de que tenés un hijo público. (AIDA LA MIRA SORPRENDIDA Y SE
ECHA A REIR) ¿Qué dije?
AIDA : Hijo público. Me sonó a "prostituto" (JULIAN ABRE CON LLAVE Y
ENTRA)
JULIAN : Alguien debe de haberse suicidado. ¡Hay un gentío en la calle!
ANDREA : ¿Su hermano le dió la llave? No puede hacer eso. Usted no vive en esta
casa.
JULIAN : Para no molestar. (A AMANDA) No estoy invadiendo su casa. No
volverá a ocurrir; se lo prometo.
AMANDA : Su hermana salió. (JULIAN LA MIRA) eSTABA MUY TRISTE.
JULIAN : ¿Por qué no me esperó? (AIDA VA A LA VENTANA)
AIDA : ¡Dios mío! (LA MIRAN) ¡Dios mío!
AMANDA : ¿Qué te pasa?
AIDA : Beatriz. Debe de haber subido a la terraza. Me parece que se tiró desde allí.
OSCURO
(AL ENCENDERSE LAS LUCES AIDA ESTA SOLA. APARECE ANDREA)