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¿ES CIERTO QUE DESPUÉS DE LA MUERTE VEMOS UNA PELÍCULA DE NUESTRA VIDA?

Así es, y no solo vemos la película de nuestra vida como espectadores sino que, además,
después extraemos la quintaesencia de las experiencias de ella para aumentar nuestro desarrollo y
nuestro poder espiritual, y nos implicamos en la creación de una nueva “película” relacionada con
nuestra futura vida. El motivo principal por el que estamos aquí en la Tierra no es el disfrute de los
placeres, ni de los bienes materiales, ni tampoco la felicidad puesto que todo eso no sirve de nada
en los mundos espirituales. El motivo por el que renacemos es principalmente la experiencia
porque gracias a ella obtenemos conocimiento y porque nos conocemos a nosotros mismos. Por
tanto, tiene que haber un trabajo y una colaboración directa o indirecta para que todo eso se
cumpla y para que podamos seguir evolucionando hasta alcanzar la perfección prevista en el “Plan
de Dios” Analicemos primeramente los dos primeros panoramas o películas que nos presentan
antes de renacer (como Egos) para así comprender mejor el hecho de que veamos los otros tres
panoramas en sentido inverso.

Para no complicar al lector con las enseñanzas sobre la necesidad de renacer,


analizaremos sólo un ciclo de lo que entendemos como vida y muerte de cualquier persona normal
de nuestros tiempo puesto que, tanto el ascenso hacia los cielos como el descenso de los mismos,
no era igual hace unos miles de años que lo es ahora. La evolución desde antes de ser humanos
hasta ahora ha hecho que obtengamos y que desarrollemos los diferentes cuerpos y de la mente
en particular, de ahí que el proceso post-morten y los destinos sean diferentes y cada vez con más
posibilidades de obtener más progreso de las vidas. Así es que, es la evolución de cada individuo y
su comportamiento el que marcará el beneficio que se pueda extraer de cada vida y la
“programación” del futuro destino.

Después de cada vida y una vez abandonados todos los cuerpos pero quedándose con su
quintaesencia y con unos átomos llamados “simiente” porque son la base de los futuros cuerpos, el
Ego se encuentra desnudo frente a sí mismo pero con su poder espiritual obtenido en el que, bien
podríamos llamar, “acumulador de poder espiritual” o Tercer Cielo, situado en los tres planos
superiores del Mundo del Pensamiento. Desde ahí es desde donde comenzará una nueva vida
después de obtener cierto descanso y el fortalecimiento necesario para afrontarla. Si nuestra vida
en la Tierra ha tratado más que nada de actuar y pensar dominados por el deseo de disfrutar y por
las pasiones, tendremos una existencia más vívida en el Purgatorio; si nuestra vida ha estado
centrada en las emociones y sentimientos elevados y en deseos puros y fraternales, estaremos
más centrados y obtendremos más desarrollo espiritual en el Primer Cielo; si nos gustaba
planificar, imaginar y hacer cosas superiores y mejores en la vida social, etc., entonces el mayor
provecho lo obtendremos del Segundo Cielo. Sin embargo, pocos nos movemos aquí en lo
abstracto, o sea, en lo espiritualmente elevado, lo suficiente como para ser conscientes en el
Tercer Cielo y para obtener un verdadero adelanto allí. Solo los más avanzados Egos desarrollan
esas ideas originales que les harán “genios” en su futura vida, los demás solemos estar dormidos
en esos planos elevados del Mundo del Pensamiento hasta que llega la hora de renacer. Es
precisamente la asimilación de las experiencias de la vida y el descanso de ese sueño que hace
que nos acordemos del pasado, lo que nos despierta y nos haga sentir la necesidad de renacer
porque deseamos tener nuevas experiencias.

Partiendo de la base de que el lector cree en el Renacimiento y en la Ley de Consecuencia


que administra nuestro karma y nuestro destino, he de decir que nuestro destino futuro está
condicionado por el karma de las vidas pasadas. Todos tenemos deudas pendientes con otras
muchas personas fruto de las relaciones en anteriores vidas, unas serán para bien y otras para mal
según haya sido nuestro comportamiento con ellos en pensamiento, en hechos, en palabras e
incluso en sentimientos. Por eso y como base del progreso, es necesario que en cada vida
liquidemos algunas cuentas pendientes con nuestros amigos y enemigos, y para eso está la
jerarquía encargada de planificar y ajustar nuestro futuro destino; a estos seres se les suele llamar
“Ángeles del Destino” o “Ángeles Archiveros”. Ellos son los que estudian nuestro pasado y nuestras
deudas para ver si en nuestra próxima vida hay otros Egos encarnados con los cuales podamos

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relacionarnos para saldar deudas del pasado. Solo en casos excepcionales donde el karma maduro
no nos lo permita, el Ego tendrá la posibilidad y el libre albedrío de elegir algunos hechos
importantes del panorama o película que estas Jerarquías nos ofrecen. Los varios panoramas que
nos ofrecen están basados en nuestros propios hechos pero, aún así, podemos elegir las líneas
generales de nuestro futuro destino; eso sí, una vez elegidas con la conciencia que allí tenemos, ya
no hay marcha atrás y tendremos que afrontarlo por muy duro que sea el destino. De estas
palabras podemos deducir que el lugar donde renacemos, la pareja con la que formamos
matrimonio, las personas de la familia y con las que más intimemos, así como los hechos más
notables de nuestra vida, pueden ser parte de esa elección del panorama elegido en ese Tercer
Cielo. Por eso no podemos ni debemos pensar que nuestro destino es casual ni es fruto de un Dios
antojadizo que nos castiga, que es vengativo o que nos impulsa a hacer el mal.

Las leyes divinas siempre trabajan para el bien y por eso el sufrimiento de nuestro karma
negativo hace que no caigamos en la tentación de volver a hacer el mal, o sea, la conciencia nos
advierte pero, aun así, nosotros hacemos voluntariamente el mal. Debe quedar claro que las
Jerarquías que intervienen en la formación de los diferentes panoramas lo hacen basándose
principalmente en lo que existe sobre ese Ego en la memoria de la naturaleza y sobre la otra
memoria existente en el Mundo del Espíritu de Vida, por tanto, todo lo que después elegimos allí
como Egos es solo nuestro y nadie nos pone ni nos quita nada. La sabiduría de esas Jerarquías es
la que hace que cada panorama contenga lo que más necesitamos para nuestra evolución. Es la
elección del panorama, los detalles que nosotros añadimos para que ocurran en esa futura vida
(porque deseamos quitarnos esas deudas) y la aceptación que hacemos de ese destino poco antes
de renacer lo que hace que tengamos que hacer frente al destino bueno o malo según hayamos
sido y lo que hayamos hecho en pasadas vidas. Hay una gran diferencia y una explicación al
porqué de esa diferencia en la visión de la película antes de nacer y después de muerto. En la
primera vemos los hechos desde el nacimiento hasta la muerte para que entendamos que cada
causa tiene su efecto, y la segunda, o sea, después de la muerte, para que comprendamos que
cada hecho que ocurre en la vida es efecto de alguna causa anterior. De aquí que se diga que el
sufrimiento y el dolor son nuestros mejores maestros, sobre todo cuando no escuchamos la voz del
Ego que es el que contiene todos los resúmenes de las anteriores vidas.

La experiencia es “el conocimiento de las causas que producen los actos”, y como la
adquisición del conocimiento y la voluntad son los motivos que nos llevan a renacer, es por eso que
cuando hacemos algo en contra de la moral y de las leyes divinas, la conciencia nos causa dolor y
remordimiento. Si no aprendemos por las buenas, si no escuchamos al Ego como conciencia y si
no cambiamos cuando el dolor nos advierte y nos tortura, serán otros efectos más duros los que
nos obliguen a cambiar. Solo el sendero de la Verdad, de la pureza, del amor y del servicio
desinteresado a nuestros hermanos nos puede liberar del sufrimiento, puesto que nosotros no
podemos quedarnos en ese Cielo hasta que no hayamos aprendido las lecciones necesarias. Lo
mismo que todo lo que hemos hecho, sentido y pensado durante la vida, conforman nuestro futuro
Infierno, Purgatorio y Cielo, así mismo, el resultado de todo eso más las tendencias y el karma
latente conformarán el arquetipo sobre el que se desarrollará el futuro destino. El resultado de las
experiencias físicas, morales, intelectuales y espirituales conforman las tendencias y las
posibilidades de los futuros cuerpos (es decir del mental, emocional, etérico y físico) y el lugar y el
karma maduro del futuro destino. Esos resultados manifestados en el arquetipo y en el panorama
que vemos en el Mundo del Pensamiento actúan como fuerzas que nos empujan a cumplir con
nuestro destino, o sea, según actuemos, sintamos y pensemos así obtendremos unos cuerpos más
o menos desarrollados, y así tendremos más o menos oportunidades de desarrollo espiritual en la
siguiente vida.

El cuerpo físico, los padres y los hermanos (entre otros) el lugar de residencia, la vida
social, las enfermedades, la duración de la vida fijada en el arquetipo, o la clase de muerte, todo
eso y más, está programado en ese panorama o proyecto. Lo demás lo ponemos nosotros y lo
ejecutamos aquí según las posibilidades que nos ofrezcan dichos resultados de la vida pasada y
según nuestra voluntad etc. Aunque la mayor parte de nuestro destino está “escrito” y nos

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pertenece como efecto del pasado, siempre tenemos nuevas oportunidades de crear nuevas
causas y siempre tendremos la posibilidad de elección entre decir sí o no o entre hacer el bien o el
mal.

SEGUNDO PANORAMA (prenatal) La segunda película o segundo panorama relacionado con la


futura vida lo visualizamos ya en el mundo físico, o mejor dicho, en las regiones etéricas que es
donde se encuentran los Ángeles del Destino que se encargan de la construcción y de la ubicación
del cuerpo etérico en la matriz de la madre. Este vehículo etérico está construido por las “fuerzas
de la naturaleza” (nosotros mismos, entre otros, cuando estamos en el Mundo de los Arquetipos) y
por ciertos espíritus elementales de estas regiones etéricas que están dirigidos por los Ángeles. Lo
mismo que encontramos la película que nos llevamos después de la muerte en el éter reflector (el
cuarto o más elevado éter de los que componen el cuerpo vital) también es en este éter donde los
Ángeles imprimen las escenas de la futura vida de acuerdo a lo que aceptamos en el anterior
panorama que acabamos de ver, o sea, el del Mundo del Pensamiento. El único trabajo que hace
aquí el Ego es incorporar el fruto de todas las experiencias de sus anteriores cuerpos etéricos (es
decir, un diminuto átomo donde se graba la película a lo largo de la vida) y añadir una serie de
“posibilidades” que se convertirán en causas originales a diferencia de todo lo demás que estará
relacionado con la Ley de Causa y Efecto. La materia etérica con la que se formará el futuro cuerpo
etérico y, por tanto, donde se imprime la película de la futura vida, es atraída en calidad y cantidad
por el átomo-simiente de este cuerpo de acuerdo a las necesidades del arquetipo que construimos
en el Mundo del Pensamiento antes de descender para renacer de nuevo. Con esta materia etérica
(la que le corresponde al Ego según la vibración del arquetipo y su desarrollo espiritual) es con la
que los Ángeles construyen el cuerpo etérico que después colocan en la matriz de la madre como
molde para que atraiga los átomos físicos que formarán el cuerpo físico.

Una vez formado y colocado el cuerpo etérico en la matriz de la madre, el Ego queda
flotando alrededor de dicha futura madre alrededor de unos 20 días para luego entrar y quedarse
prisionero dentro del cuerpo físico que se formará. Es entonces, cuando se produce ese primer
contacto con el cuerpo etérico, cuando llega ese momento tan importante para el Ego como es la
visualización de su futura vida donde se aprecia (entre otras cosas) el karma maduro o “deudas del
destino que hay que liquidar”. Como el Ego está velado por la materia de la que se formarán sus
correspondientes cuerpos y no recuerda el compromiso que hizo en la región del pensamiento
abstracto respecto a su futura vida, no entiende que todo esté programado así por su propio bien y
para que progrese más. Entonces, ante esa visión de la película en el momento de entrar en la
matriz de la madre, puede quedar tan aterrorizado que intente huir evitando así que se hagan
correctamente las conexiones entre los diferentes cuerpos. Digamos que esas incorrectas
conexiones pueden hacer que la persona nazca idiota, aunque no siempre es por ese motivo. Las
malas relaciones y discusiones en un matrimonio donde el Ego va a renacer también pueden
producir este hecho, lo cierto es que el Ego puede torcer las conexiones pero no cortarlas.

El hecho de que el Ego dé un tirón del cuerpo etérico para evitar la entrada hace que ese
cuerpo etérico no quede bien centrado en las conexiones de lo que será el cuerpo físico,
produciéndose la idiotez por el hecho de que la cabeza etérica quede por encima de la física. Las
conexiones se han de efectuar entre el cuerpo etérico y los centros de los sentidos en el cerebro
del feto que se está formando (o sea, en los centros sensoriales físicos y etéricos) pero si el Ego
intenta escapar a su destino es fácil que nazca con cierta subnormalidad y que pierda toda o casi
toda su vida por esa causa. En los procesos de renacimiento normales cuando el Ego elige, dentro
de lo posible, el ambiente y otros aspectos de la futura vida, queda como un contrato entre él y los
Ángeles del Destino que vigilan que se cumpla lo elegido. Si por algún motivo el ser humano intenta
eludir sus compromisos contratados, al igual que le ocurre al ratón que tiene que llegar al queso en
un laberinto, los Ángeles le irán cerrando puertas para que afronte lo que tienen comprometido para
esta vida. Es cierto que respecto a las deudas pendientes para esta vida podemos hacer poco
como ocurre cuando ya hemos mandado un mensaje por internet que ya no podemos evitar que
llegue a su destino. Sin embargo, ocurre todo lo contrario con las causas que hagamos en la
presente vida y que tendrán sus efectos en la siguiente. Excepto en lo que nos hayamos limitado

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con acciones del pasado, podemos hacer que nuestras causas sean siempre buenas, lo que nos
facilitaría un destino mucho mejor para la próxima vida.

Cuando vemos este panorama le vemos como un conjunto y por eso sacamos la conclusión
de que puede ser una vida feliz o desgraciada. Solo cuando el Ego se deja llevar por la propia
forma de renacer correctamente podrá usar su cerebro como cualquier otro pero si se opone a
cumplir su destino, no podrá hacer buen uso de su mente porque los cerebros etéricos y físicos
estarán desorganizados

TERCER PANORAMA. Hasta ahora hemos visto el trabajo que hacemos y la ayuda que recibimos
para preparar nuestra futura vida con las experiencias y hechos que nos darán la oportunidad de
progresar en mayor o menor grado según afrontemos las circunstancias y según nos adaptemos y
nos esforcemos por desarrollar positivamente nuestros diferentes cuerpos. Intentando no
profundizar en muchos detalles para no confundir al lector, ahora vamos a analizar cómo y por qué
se presenta la película de nuestra vida pasada para que podamos extraer después todo el beneficio
de las experiencias. El famoso “cordón plateado” que une los cuerpos de deseos y mental con el
vital y el físico termina y está conectado al átomo-simiente del cuerpo físico situado en el ápice del
corazón. Cuando llega el momento de la muerte esta conexión se rompe en el corazón y el átomo
(donde se guarda el poder adquirido en los renacimientos pasados y en la vida que acaba de
terminar) sale del cuerpo físico, junto a los vehículos superiores invisibles y el cordón, por el nervio
pneumogástrico a través de los ventrículos y por la parte posterior del cráneo. Este proceso puede
ser sentido en mayor o menor grado según sea la muerte, una persona que está en cama sin
sufrimiento alguno puede dormirse y no despertar más. Tampoco se enteran mucho de la transición
los devotos y personas que tienen fe y que no tienen miedo a la muerte o las que se congelan y
mueren, pero no ocurre lo mismo con los que son jóvenes, los que tienen apego a la vida material y
a los placeres, o los que mueren violentamente. La ruptura del cordón en el corazón y la salida del
átomo, del cordón y de los cuerpos superiores del cuerpo físico es lo que marca el momento de la
muerte física y médica, pero no la muerte real que es la que se produce después de ver el
panorama de la vida pasada.

El cuerpo etérico es el receptáculo donde queda grabado todo lo relacionado con la mente
consciente y con la subconsciente, es decir, todo lo que hemos experimentado y todo lo que ha
ocurrido a nuestros alrededor, hayamos sido conscientes de ello o no. Es gracias a los éteres
superiores de este cuerpo que se encuentran en el átomos-simiente como podemos llevarnos la
película de nuestra vida pasada para luego grabarla en el cuerpo de deseos, y hasta que no se ha
visualizado dicha película no se rompe el cordón plateado para separar los cuerpo físico y etérico
del emocional y del mental que es lo que produce la verdadera muerte. Esta visualización es
importante y delicada, importante porque cuanto más concentrados estemos en lo que estamos
viendo más y mejor provecho extraeremos de las experiencias cuando estemos en el Mundo de
Deseos, y delicado porque todo el daño o manipulación que se le haga al cuerpo físico en ese
tiempo lo sentiremos y hará que dejemos de estar absortos en el panorama que debemos
llevarnos. Por consiguiente, es necesario tomar todas las medidas posibles según lo permitan las
legislaciones de los países. Por ejemplo, lo ideal sería tener el cuerpo físico aislado en una cámara
frigorífica hasta que pasen al menos tres días y medio que es el máximo que puede durar la visión
del panorama, pero como aquí en España no lo permite la ley porque obliga enterrar o a incinerar el
cuerpo en un máximo de 24 horas, los españoles lo tenemos algo más complicado.

La duración de la película puede variar mucho de unos casos a otros, desde unas horas
hasta esos tres días y medio según dice Max Heindel en sus variadas investigaciones clarividentes
que hizo. Parece ser que la duración está relacionada con la capacidad que la persona tenga de
estar despierta, lo que, a su vez, se relaciona con la vitalidad del cuerpo etérico. Pero también tiene
relación con la edad de la persona que fallece porque la película de una persona de 40 años es
mucho más corta que la de 80. Aun así, también se puede tener en cuenta el hecho de que la vida
haya sido muy activa y accidentada o no y que el cuerpo etérico tenga mucha o poca vitalidad. Así
la persona activa física y mentalmente, y que ha vivido muchas experiencias consciente y

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voluntariamente, necesitará más tiempo que otros que hayan hecho lo contrario. Cuando se
visualiza la película como un espectador, la persona está tranquila y concentrada casi como en una
especie de sueño, por eso es importante que no se toque el cuerpo y , si es posible, que nadie
llore ni forme escándalos a su alrededor para que no se distraiga.

Esta película la vemos en sentido inverso (desde la muerte hasta el nacimiento) para
comprobar cómo los efectos tienen su causa en los hechos anteriores y es, cuando se ha
terminado el panorama, cuando el cuerpo etérico se queda sobre el cuerpo físico para
desintegrarse ambos a la vez mientras que el Ego pasa con su cuerpo de deseos y su mente al
Mundo de Deseos. Es importante que se grabe bien la película en el cuerpo de deseos (cuerpo de
la sensación, de las emociones y de las impresiones) porque si no se hace así no podrán revivirse
las escenas, faltarán las sensaciones y los sentimientos y no habrá intensidad que facilite la
extracción de la quintaesencia de las experiencias. Cuando mejor visualización mejor grabación y
más agudamente se sentirán las experiencias que se reviven en el Purgatorio y en el Cielo.
Tengamos en cuenta que aunque las experiencias se olviden, el sentimiento de las experiencias
queda y nos hablará en la próxima vida cuando sea oportuno. Si bien es muy importante que no se
haga la cremación antes de esos tres días y medio, es necesario evitar la extracción de órganos,
las autopsias, etc. (respetando naturalmente las decisiones de cada cual) porque todo eso evita la
vivencia profunda de esas experiencias lo que, a su vez, hace que no quede grabado como
“conciencia” que es como decir que casi se pierde la vida pasada.

Los cinco panoramas conocidos están íntimamente relacionados con el paso del Ego por
los diferentes mundos y con sus correspondientes estados de conciencia que van de lo personal a
lo espiritual en el estado post-morten, y de lo espiritual a lo personal antes de nacer. El hecho de
agotarse la vitalidad del cuerpo etérico hace que éste se colapse y salga del cuerpo físico cada
noche y en el momento de la muerte, con la diferencia de que en la muerte se rompe el cordón
plateado y el Ego ya no puede volver a entrar en el cuerpo físico. Cuando el Ego sale haciendo un
movimiento en espiral a partir de las suturas entre los huesos parietal y occipital del cráneo, se
queda flotando sobre el cuerpo físico unido a éste por el cordón plateado, quedando el punto de
ruptura que causa la muerte definitiva entre el Ego y el cuerpo físico. En el momento de la muerte,
el Ego no sale hasta que el corazón se detiene porque el átomo-simiente del cuerpo físico se
rompe para que salgan las fuerzas espirituales que contiene la película de la vida, aún así, el
cordón todavía sigue intacto y unido al corazón. Una vez vista la película, los dos éteres superiores
de los cuatro que componen el cuerpo etérico (relacionados con la memoria y con la conciencia) se
separan del cuerpo etérico y éste se queda junto al físico. Son estos dos éteres superiores los que
se integran al cuerpo de deseos para (después de un corto tiempo en estado de inconsciencia)
formar la matriz o imagen de la persona cuando despierte en el Mundo de Deseos.

¿ES CIERTO QUE DESPUÉS DE LA MUERTE VEMOS UNA PELÍCULA DE NUESTRA VIDA?2º

Como ya pudimos comprender cuando explicamos la elección de la película de la futura vida


en el Segundo Cielo, allí se crea un arquetipo de energía mental vibrante cuya duración prevista
marcará el momento de la muerte, si el hombre no lo agota antes de lo previsto como suele ocurrir.
Esto significa que lo que llamamos muerte está producida porque el arquetipo ha dejado de vibrar
para dar paso a su desintegración. Generalmente, la persona comienza a ver la película de su vida
pasada a partir de pararse el corazón y de salir el Ego del cuerpo físico, pero no siempre es así
porque se han dado casos de apariciones de recién muertos que indican que aún no habían
comenzado la retrospección de la película. Una vez hecha la retrospección de la película de la vida
pasada es cuando el Ego entra en sueño para despertar en el Mundo de Deseos con sus cuerpos
emocional, con el mental, y con los dos éteres superiores que permanecerán junto a él hasta el
Tercer Cielo donde se volverán a activar para que en la siguiente vida formen parte de ese cuerpo
espiritual que todos estamos formando vida tras vida y que se llama Cuerpo del Alma.

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Para cualquier clarividente, aunque solo pueda ver la parte etérica de la Tierra, es un
espectáculo repugnante y asqueroso ver cómo se desintegran los cuerpo etéricos que están
flotando por encima del cuerpo físico en los cementerios. Desde el punto de vista higiénico también
es totalmente negativo porque hay toda clase de bacterias y virus en los cementerios. No hay que
hacer nada más que acercarse a los nichos donde están enterrando a las personas para oler ese
olor a muerto característico que nos lleva a imaginar lo que está pasando con esos cuerpos
abandonados por sus dueños. Esto se eliminaría con la cremación pero ésta es un inconveniente
para nuestra evolución si no dejamos pasar al menos tres días sin tocar el cuerpo. Quemar el
cuerpo antes de la retrospección de la película destruye la misma y perdemos las experiencias y su
esencia espiritual que guardamos como sentimiento y como Cuerpo Alma; sin embargo, la
cremación es lo ideal, por tanto, ¿cuál es la solución? El inconveniente del enterramiento es que el
hombre se siente atraído hacia lo que ha conocido y experimentado y hacia los placeres de la vida,
pero eso es superado fácilmente por los que conocemos estas enseñanzas y tenemos cierto poder
sobre las emociones, sobre los deseos y sobre la mente. El inconveniente de la cremación ya lo he
dicho pero se sabe que hay auxiliares invisibles (seres humanos adelantados) y jerarquías
(posiblemente Ángeles y Arcángeles) que, con la ayuda de los espíritus de la naturaleza ayudan al
hombre cuando puede perder parte de su película. Por otro lado, es lógico pensar, y así lo creo,
que esas jerarquías y seres tengan un plan para evitar que una persona que ha tenido una vida
muy fructífera, no la pierda sin que sea su voluntad; no sería justo dentro del Plan de Dios. Por
tanto, que cada uno extraiga sus conclusiones y haga lo que crea conveniente.

Cuando se muere, la conciencia deja de estar centrada en el cuerpo físico para ampliarse a
todos los sitios donde ha tenido experiencias, ese es el comienzo de la retrospección o
visualización y, aunque la persona está como un simple espectador, parece como si estuviera en
todos esos sitios a la vez. En esos momentos podemos “observar” la tristeza de un hecho ocurrido
en la vida pasada pero no lo sentimos porque eso solo se experimenta en el Purgatorio. En esa
película podemos ver todos los pormenores e incluso hechos que ocurrieron y que no nos dimos
cuenta de ello, pero se ve todo como si fuera un recuerdo y sin experiencias internas.

CUARTO PANORAMA DEL PURGATORIO. Hasta ahora hemos podido ver cómo, (tanto en los
dos panoramas que nos presentan antes de nacer como el que vemos nada más morir en el mundo
físico) en ningún panorama de los tres explicados sentimos nada interiormente o revivimos los
hechos, solo en el panorama del Mundo de Deseos volvemos a ver y revivimos internamente la
vida física. En realidad en el Mundo de Deseos solo se re-vive un panorama pero este puede
dividirse en varios según el desarrollo espiritual y las experiencias pasadas. Veamos, una persona
que se haya dedicado a hacer el bien, a servir al prójimo y a la oración, iría directamente al Primer
Cielo; otra persona que ha dedicado su vida y se concentra en los negocios, que ha pensado que
tras la muerte no hay nada y que no cree en nada más que en lo material, se quedará en el cuarto
plano intermedio en una especie de aislamiento creado por él mismo; y una tercera persona que
haya dedicado parte de su vida a hacer mal y mucho daño al prójimo, comenzará por el primer
plano que será para él como un Infierno y un Purgatorio. Así es que, lo primero que debe quedar
claro es que después de la muerte seguimos siendo la misma persona y que existimos en un
mundo como éste (pero de materia emocional muy sutil y cambiante) (Película “Más allá de los
sueños” de Robins Willians) en unas circunstancias panorámicas que nosotros hemos creado
durante la vida física. Nos podremos encontrar con personas que han muerto antes o que aún
viven y con muchos otros seres, y con todos ellos y en dichas circunstancias podemos ser nosotros
mismos pero no podemos cambiar nada del panorama que se nos presenta porque fue creado
cuando teníamos cuerpo físico en el mundo de las causas respecto al Mundo de Deseos.

Allí revivimos a nivel emocional y mental las experiencias de la Tierra pero


experimentándolas internamente en el orden siguiente: Infierno, Purgatorio y Cielo. Si se hizo daño
a alguien y al cabo de unos años se rectificó, se revivirá sufriendo primero el mal que se hizo a esa
persona para luego sentir la felicidad del bien que se hizo con la rectificación y el bien que pudimos
sentir de esa y otras personas relacionadas con el hecho. Es posible que tanto el ateo como el
hombre de negocios que no tuvo tiempo para buscar el aspecto espiritual de la vida, hayan podido

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llevar una vida honrada sin dañar a nadie y sin corromper su vida con los vicios y placeres
terrenales, por eso ni sufren en el Purgatorio ni tienen nada que recibir en el Primer Cielo. Allí el
hombre de negocios se aburre y echa de menos sus asuntos y el ateo, aunque comprende que hay
algo más de lo que pensaba, puede pensar que está en una fase de aniquilación y sufrir por la
misma incertidumbre y por el miedo.

No Hay que entender esto como que vemos la película y vamos sufriendo continuamente
como si esos mundos espirituales fueran un lugar de castigo. A mí me gusta interpretar lo que allí
ocurre desde dos puntos de vista distintos:

1º.- El dolor hay que entenderle como la “comprensión de que se necesita una lección para que en
un futuro no volvamos a repetir ese mal”. Se sufre porque la película nos hace comprender el mal
que hicimos y la necesidad de rectificar en la siguiente vida porque ahí ya es tarde para hacerlo;
por tanto, allí no hay castigo y sí hay arrepentimiento, deseo de rectificar y de pedir perdón, y la
comprensión necesaria como para decir ¡necesito el sufrimiento para entender lo que no se debe
hacer!

2º.- No se debe pensar que el hecho de ver todo el mal que hicimos sin ninguna visualización de lo
bueno (porque eso lo vemos en el Cielo) hace que estemos sufriendo continuamente hasta pasar al
Primer Cielo. Eso no es así, porque si fuera así el Purgatorio sería poco efectivo y lo mismo
ocurriría respecto al Infierno. Allí se tiene una vida similar a esta en sentido de que estamos donde
queremos estar y con personas conocidas o familiares como lo estamos aquí pero, entre tanto, la
ley de repulsión hace que revivamos algunas escenas de la película para que nos cause el dolor
que nos hará grabar en la conciencia que eso no lo debemos hacer. Así podemos entender que, al
igual que ocurriría con un niño al que castigáramos todos los días, (se acostumbraría al dolor y
llegaría el día que no le haría efecto) no tendría el efecto necesario porque llegaría el momento en
que al niño no le importaría ni siquiera estar allí.

La película trata de hacernos ver que los efectos que allí se viven tienen su origen en lo que
hicimos en la vida, que el dolor que sentimos allí haga que nos arrepintamos y que tomemos nota
de ello como conciencia, y que sintamos la necesidad de devolver la deuda en sentido positivo y de
tener otra oportunidad en otra vida. Esto se quedará latente en ese átomo-simiente donde se
guardan las quinta-esencias de las anteriores vidas, pero en el próximo descenso para renacer el
Ego lo despertará como un poder espiritual para hacer más bien al prójimo en el mundo. Como
sabemos, el Purgatorio y el Primer Cielo están en el Mundo de Deseos, y nuestro cuerpo de
deseos (que allí tiene la imagen del físico) está formado de materia de deseos, sentimientos,
emociones, pasiones, anhelos, etc. Pues bien, allí no solo revivimos el dolor que causamos
conscientemente a otros y todo el mal que recordemos sino todo el mal que hayamos hecho
conscientemente o no y todo dolor que haya podido sentir una persona por algo que tenga su
origen en nosotros. Esto no ocurre por el simple hecho de ver la película sino por revivir en nuestro
cuerpo de deseos esos males como si estuviéramos en el mismo lugar y con esa o esas personas
otra vez. Es más, se sienten más aquellos deseos y sentimientos ocultos y que no queríamos
mostrar en la tierra que los otros más comunes como puede ser una crítica o un insulto.

A muchos lectores les costará entender estas enseñanzas, imaginar los mundos o incluso
las relaciones y vivencias que allí se tienen, pero eso es lo que menos importa, lo importante es ver
que la mano de Dios y Su Justicia se encuentra detrás de todo esto y cómo estas enseñanzas
causan un gran beneficio a quien las admite. Estas enseñanzas son como una mochila donde
llevamos todo lo necesario para hacer frente a lo que allí ocurre con la tranquilidad de que
saldremos como vencedores por encima de la muerte. La filosofía oculta alumbra la obscuridad de
la ignorancia, origina fe ante la duda y causa seguridad ante lo desconocido, es más, facilita los
medios suficientes para eliminar gran parte del sufrimiento que generamos aquí y que deberíamos
sufrir allí (ver la “retrospección” de la Fraternidad Rosacruz Max Heindel) una vez aprendida la
manera de evitar el Purgatorio y una vez concienciados de que el mal se hace en pensamiento,
palabra y obra, solo es necesario recordar que estamos grabando constantemente la película que

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luego nos puede hacer sufrir en el Purgatorio. Allí se olvidan las experiencias pero quedan las
virtudes que resultan de esas experiencias, hasta ahí todo bien, pero no se puede decir lo mismo
del mal porque, aunque también el Purgatorio nos enseña, éste lo hace por medio del sufrimiento.

La película o panorama que revivimos en el Mundo de Deseos no está relacionada


directamente con el karma, pues allí solo se re-vive el bien y el mal que hicimos a otros y que se
refleja en nuestros cuerpos de deseos. Como las experiencias se reviven allí tres veces más rápido
que el tiempo en el que ocurrieron en la Tierra porque se sufre bastante más intensamente que
aquí por no tener cuerpo físico, revivimos la vida en pocos años y queda la quintaesencia lista para
unirse al Cuerpo del Alma mientras que el cuerpo de deseos queda como un cascarón inhabitado.
Otra particularidad de ese mundo es que en cada experiencia revivida con otra persona nos
sentimos (como cuerpo de deseos) en el lugar donde se encuentre esa persona aunque el hecho
ocurriera en otro sitio. Podríamos decir que nuestro cuerpo de deseos se divide en partes según la
parte de este cuerpo esté reviviendo tal o cual hecho en uno u otro lugar. Este sentirnos en el lugar
y puesto del otro cuando se presentan las imágenes de la película es la oportunidad que cada uno
tiene de quedar bien moral y espiritualmente (por eso deberíamos practicar aquí ya el perdón, el
arrepentimiento, las disculpas, el ver la parte buena en lo llamamos malo, etc.) Cuando digo que
nos vemos en el puesto del otro, quiero decir que estamos sintiendo en nuestro cuerpo de deseos
lo que sintió la otra persona cuando le hicimos el hecho del que seamos culpables. Y esto hace que
esa relación no solo nos enseñe por medio del sufrimiento en el Purgatorio, sino que también hace
que entre en juego la ley del karma para volver a unirnos en otra vida. Solo hay un lugar, o mejor
dicho, un estado de conciencia, donde se puede decir que se sufre como muchos se imaginan, éste
estado de conciencia es el primer plano del Mundo de Deseos o Infierno. En este plano están las
peores personas de este mundo, por tanto, hay odio, lujuria, ira y un motón de perversiones que
han de ser arrancas por la ley de repulsión de los cuerpo de deseos de los que allí se encuentran, y
mientras no se liberen de las bajas y groseras vibraciones no podrán ascender al Purgatorio.

El hecho de abandonar el cuerpo físico para pasar al Mundo del Deseo después de la
muerte trae consigo un descanso, intervalo o sueño (que no es otra cosa que pasar de la
obscuridad a la luz del Mundo del Deseo –lo que algunos llaman un túnel obscuro-) que hace que
la persona despierte en ese mundo. Antes de comenzar a revivir las escenas de la vida pasada el
hombre siente un gran alivio o sensación de libertad por no sentirse dentro de su cuerpo físico,
siente como que flota y que puede desplazarse a voluntad por todo el planeta. Pero el panorama
del Purgatorio tiene que liberar también al hombre de la carga de los bajos deseos y perversos
sentimientos que han cristalizado parte de su cuerpo de deseos. A partir de despertar en el Mundo
del Deseo, nuestro cuerpo de deseos toma la forma del físico y deja la materia de deseos más
grosera en la parte más externa para que pueda ser arrancada por la fuerza de repulsión que
gobierna estas bajas regiones; si la materia de este tipo es poca se acabará pronto el sufrimiento y
podrá pasar antes al Primer Cielo. El papel de la película del Purgatorio es activar nuestra
conciencia porque es la película la que hace que nuestra conciencia nos acuse de haber hecho el
mal, y si nosotros respondemos con arrepentimiento y humildad ante el dolor que debemos sufrir,
antes lo eliminamos de nuestro cuerpo de deseos.

En el Purgatorio perdemos el sentido de la identidad cuando revivimos alguna escena de la


película para “ser” la otra persona y así aprendemos a ser misericordiosos y fraternales. También
aquí en la Tierra podemos hacer lo mismo para eliminar futuros sufrimientos en el Purgatorio, es
decir, ponernos en el lugar del que hemos dañado y ofendido y pedir perdón y arrepentirnos.
Démonos cuenta que hemos de arrancar la imagen de nuestro cuerpo de deseos (de la película) al
menos con la misma fuerza (de odio rencor, etc.) con la que la grabamos en el átomo-simiente del
corazón, que es donde se graba la película de la vida. Así quedaremos libres de ese mal, lo que
nos permitirá visitar a alguien en la Tierra, viajar por el Mundo del Deseo o incluso ascender un
poco al Primer Cielo hasta que tengamos que revivir la próxima escena. Hemos de concienciarnos
de que aquí podemos adelantar mucho y evitar en gran parte el Purgatorio. El arrepentimiento, el
pedir perdón, la reforma y la retrospección pueden eliminar muchas imágenes de la futura película
purgatorial (de la memoria subconsciente). El hecho de auto-observarnos a nosotros mismos,

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restituir o recompensar el mal causado, y ser sinceros al enjuiciarnos y al sufrir en el puesto del que
hayamos hecho el mal, eliminará también esos malos hábitos y ese carácter y construiremos un
cielo para nosotros mientras estamos aquí en la Tierra.

QUINTO PANORAMA DEL CIELO. El último panorama que revivimos en el estado post-morten es
el del Cielo del Mundo de Deseos que está situado en las tres regiones superiores de este mundo.
Por consiguiente, cuando hemos abandonado el Purgatorio y nos situamos en este Cielo es cuando
incorporamos el fruto del sufrimiento en el Purgatorio en el átomo-simiente del cuerpo de deseos
para que, como rectitud, nos impulse a hacer el bien y a rechazar el mal. En este panorama basado
en los buenos sentimientos, deseos y emociones, comprendemos y sentimos la felicidad, la alegría
y todo lo bueno que experimentamos cuando en la Tierra hicimos buenas obras a la humanidad.
También sentimos lo que esas personas sintieron y experimentaron cuando les ayudamos o les
hicimos algún bien, fueran palabras, cariño, donaciones materiales, etc. Como es evidente, ocurre
lo mismo respecto a los beneficios, favores y ayuda que otros nos hicieron a nosotros y lo que
nosotros sentimos en ese momento si es que le dimos importancia; de ahí la necesidad de ser
agradecidos y de valorar todo lo que otros hagan por nosotros. A algunos quizás le parezca una
pesadez o muy repetitivo el hecho de decir que hay que hacer el bien y rechazar el mal, pero
cuando analizamos lo que hacemos y lo que nos ocurre en el Mundo de Deseos nos damos cuenta
de que, si de verdad queremos evitar el sufrimiento purgatorial y ser felices hasta lo inimaginable,
debemos actuar así en esta vida. La mayoría de nosotros actuamos todos los días de igual forma,
repetimos las mismas cosas, sentimientos y pensamientos, de forma automática e inconsciente;
perdemos el tiempo en cosas inútiles y no controlamos los sentimientos, ni las emociones y mucho
menos la mente. No nos auto-observamos para ver cómo sentimos y cómo pensamos para luego
hablar y actuar de forma controlada. No prestamos atención a lo que ocurre a nuestro alrededor
perdiendo así oportunidades de servir y de mejorar en todos los sentidos, y así sucesivamente. Si
invirtiéramos el tiempo de ver la TV en hacer un voluntariado o algún tipo de trabajo que beneficiara
al prójimo, o simplemente a leer un buen libro que estimule nuestros más elevados sentimientos,
estaríamos menos tiempo en el Purgatorio y mucho más en el Primer Cielo.

Como su significado indica, el Cielo es un “lugar” donde sólo somos conscientes de todo
aquello que nos trae felicidad y donde no cabe lo negativo en ningún sentido. Y digo esto porque
aquí no solo se revive el bien que hicimos y todo lo dicho anteriormente, sino que aquí realizamos
todo los anhelos de la vida terrestre y descansamos tanto o más como haya sido de dura nuestra
vida. Aquí tampoco hay nada que nos pueda perjudicar o hacer sufrir (enfermedades, problemas,
etc.) sino que más bien es la Tierra donde deseábamos o hemos imaginado que quisiéramos estar
después de la muerte. Allí construimos todo lo que deseamos según nuestros buenos deseos y
sentimientos y según nuestras aspiraciones y el desarrollo espiritual que tengamos. Los estudiosos,
los que quieren aprender o perfeccionar lo que saben, los que quieran ayudar a otros, todos
podemos crear allí las formas vivientes o perfectas que queramos por medio del pensamiento. Allí
todo es más viviente y por eso se pueden rectificar nuestros errores y nuestras obras para que en
la próxima vida no tengamos los mismos fracasos y seamos más conscientes de nuestras
actitudes.

Recordemos que la película post-morten se graba luego en el cuerpo de deseos y es de ahí


de donde la ley de repulsión arranca el mal que como materia de deseos está en nuestro cuerpo, y
que en el Cielo es la ley de atracción la que atrae las vibraciones similares a las nuestras y hace
que nos relacionemos con seres con los que estamos en sintonía. Así que comenzando por la capa
más externa de nuestro cuerpo de deseos, atraemos e incrementamos el bien en la primera región
de este Cielo (quinta del Mundo de Deseos comenzando por la inferior) según los hechos que se
nos presenten en forma de imágenes para revivirlos. Entretanto y como se ha dicho, podemos ser
creativos y construir todo lo imaginable que de ese estado de conciencia pueda surgir. Creo
conveniente recalcar que lo que vemos en este Cielo también es producto de lo que pensamos e
imaginamos aquí en la vida física, por eso se suele decir que cada persona tiene su forma de Cielo
particular de acuerdo a lo que haya pensado que es el estado post-morten. De hecho, como los
ocultistas sabemos, la materia de estos planos se modelan de acuerdo a lo que pensamos y a lo

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que voluntariamente queremos crear, después esas formas se moverán gracias a ciertos
elementales y durarán solo el tiempo que duren los pensamientos y los deseos. De aquí que una
persona devota tenga la imagen de un Cristo viviente, un niño tenga el mejor juguete que haya
imaginado, otros puedan crear una imagen de un ser querido y mantenerlo durante el tiempo que
quieran, y otros creyentes del diablo observen la imagen que ellos mismos han creado
involuntariamente y por sus creencias. Ya he dicho que cuando pasamos al Mundo de Deseos, la
forma ovoide que aquí llamamos cuerpo de deseos, allí toma la imagen del cuerpo físico, pero esta
imagen no perdura hasta el final del Cielo, sino que según vamos ascendiendo hacia el cuarto
plano y después al Cielo, vamos perdiendo imagen de nuestro cuerpo hasta que, al final, solo nos
queda la cabeza donde se encuentra la mente que es lo único que necesitamos en el próximo
mundo.

Cuando en nuestro ascenso post-morten llegamos al hogar del Ego en el Tercer Cielo
(planos superiores del Mundo Pensamiento) no solo llevamos el cuerpo mental, también llevamos
los dos éteres superiores del cuerpo etérico llamados éter luminoso y reflector y que tienen relación
directa con la percepción sensorial y con la memoria. Cada uno de nosotros tiene cierta cantidad de
estos éteres de acuerdo a su desarrollo espiritual alcanzado a lo largo de sus renacimientos, por
esa razón podríamos decir que en ellos van el carácter que mostramos en cada vida gracias a que
estos éteres se mezclan con la sangre. El motivo de hacer este comentario en estos párrafos que
tratan de la película de la vida no tiene otro fin que el de dejar claro que en ellos están nuestro
Cielo de cada vida según las buenas obras que hayamos hecho con nuestros pensamientos, con
los deseos y sentimientos, con nuestras palabras y con nuestros actos. Es necesario aumentar en
algún grado el buen carácter impreso en esos éteres si queremos disfrutar verdaderamente de
nuestra película del Cielo, por eso se dice en ocultismo que el Purgatorio no es inevitable. El
Purgatorio es como un hospital donde tenemos que estar para que nos curen las heridas, y el
Primer cielo, donde vemos este panorama, es como un lugar de vacaciones donde vamos a
disfrutar de todo lo que podamos imaginar. Dentro de nuestro carácter todos hemos desarrollado
ciertas cualidades relacionadas con el arte, con el altruismo y con todo lo que consideramos
verdadero y bello desde el punto de vista interno. Estos aspectos de la vida y del carácter están
presentes en estos planos del Cielo y como a estos planos también se les considera del “amor”,
cada uno de nosotros puede engrandecerse en ese sentido y preparar “en parte”, su carácter para
la futura vida.

Este Cielo no nos limita sólo a las imágenes de nuestras buenas obras de la vida pasada
sino que nos ofrece la oportunidad de expresarnos y de manifestar nuevas y originales causas
positivas que se agregarán a la materia de nuestro cuerpo de deseos gracias a la ley de atracción.
Por esta razón también cada uno de nosotros podemos crear allí el más bello y espiritual de los
ambientes donde reunirnos con otras personas fallecidas y con otros seres. Allí hacemos
amistades, volvemos a reunirnos con otros familiares y amigos, contactamos con Ángeles y
Arcángeles, asistimos a escuelas “universitarias” donde perfeccionamos lo que ya conocemos, los
ocultistas y estudiosos podemos atesorar grandes conocimientos y, en definitiva, crear lo que
queramos gracias a que aún tenemos la mente. También las personas que se aman tanto como
para “necesitarse” mutuamente, si fallecieran juntos o con pocos años de diferencia se juntarían en
este Cielo. Incluso con más años de diferencia el que esté en el Cielo puede crear una imagen del
otro para tenerle cerca. El Primer Cielo tiene toda clase de formas y soluciones para bendecir y
ayudar a los que allí llegan y así lo disfrutarán mientras haya panorama que revivir. Si el Purgatorio
hace que olvidemos los vicios y que nazcamos inocentes en cada vida, el Primer Cielo trasmuta
nuestros experiencias en benevolencia y altruismo.

Francisco Nieto

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