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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS

POLITICAS

“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

TEMA: ¨ Medida Cautelar innovativa¨

ASIGNATURA: Derecho Procesal Civil Cautelar y No Contencioso

DOCENTE: DR. CARRASCO TALAVERA, ABRAHÁM

INTEGRANTES:

 Raul, ÑAHUI QUISPE


 Sharon, CASAS YAURI
 Rosilda, TORALVA CAMACLLANQUI

AULA:

HUANCAYO, Abril del 2019


INTRODUCCION

El tema a desarrollar “Medidas Cautelares Innovativa”. Actualmente las medidas


cautelares innovativas no cuentan con una recepción legislativa acorde, ni
uniforme con respecto a los códigos procesales.
Las mismas se ubican en un marco conceptual más amplio que es “Medidas
Cautelares”.

El proceso, a los fines de resguardar el derecho de defensa en juicio y otros


principios de jerarquía constitucional, requiere de un considerable tiempo tanto en
su producción como en su resolución, lo que suele redundar en graves daños al
justiciable e indirectamente a la sociedad, con la imposición de un proceso
extenso y dilatado; constituyéndose así en un instrumento de injusticia y no de
justicia.

surge, aunque con un origen en la jurisprudencia y la doctrina, la Medida Cautelar


Innovativa, que será el objeto de estudio de este trabajo, la que por su propia
característica de disponer la realización de un comportamiento determinado puede
dar lugar a más de una interpretación.

Dentro de los problemas de la actividad procesal actual se encuentran la falta de


regulación específica y expresa de las medidas cautelares innovativas en los
códigos de forma tanto nacional como provincial, su incorporación jurisprudencial y
otros asuntos que hacen a su aplicabilidad.
DESARROLLO

1. LA MEDIDA CAUTELAR INNOVATIVA

1.1 Concepto
Según el Diccionario de la Lengua Española, Innovar deriva del verbo latino
innovare que significa mudar o alterar algo, introduciendo novedades. Volver algo
a su anterior estado. La frase nominal medida cautelar innovativa, en la
terminología procesal no puede tener connotación diferente, tal como lo veremos
seguidamente. La medida cautelar innovativa es una decisión jurisdiccional
cautelar excepcional dictada para restablecer el estado de hecho o de derecho
que fue alterado por un acto arbitrario e ilegal. (Art. 682 CPC)
Para Jorge W. Peyrano "La medida cautelar innovativa es una diligencia
precautoria excepcional que tiende a modificar el estado de hecho o de derecho
existente antes de la petición de su dictado, medida que se traduce en la
injerencia del tribunal en la esfera de libertad de los justiciables a través de la
orden de que cese una actividad contraria a derecho o de que se retrotraigan las
resultas consumadas de un proceder antijurídico. Dicha diligencia cautelar -a
diferencia de la mayoría de las otras- no afecta la libre disposición de bienes, ni
dispone que se mantenga el statu quo. Va más allá, ordenando-sin que concurra
sentencia firme de mérito-que alguien haga o deje de hacer algo, en sentido
contrario al representado por la situación existente”
Ante la inminencia de un prejuicio irreparable puede el juez dictar medidas
cautelares destinadas a reponer y es una diligencia excepcional y de naturaleza
subsidiaria.
En el proceso cautelar innovativo, La técnica consiste en que se comprometería el
resultado del proceso principal si, desde el principio, no se dispusiera un
determinado cambio en el estado de hecho, y se presenta una modificación
anticipada de una situación jurídica.
1.2 Características
Son determinadas a partir del análisis de la norma legal: El texto del artículo 682°
del CPC es el siguiente: Ante la inminencia de un perjuicio irreparable, puede el
Juez dictar medidas destinadas a reponer un estado de hecho o de derecho cuya
alteración vaya a ser o es el sustento de la demanda. Esta medida es excepcional
por lo que solo se concederá cuando no resulte aplicable otra prevista en la ley.
a) Son excepcionales. -
Están investidas de este atributo porque su dictado sólo procede ante la
inexistencia de otra medida cautelar apta para obtener el fin perseguido. Este
rol subsidiario es compartido con las medidas de no innovar y las medidas
temporales sobre el fondo. Por ello, su estimación implica una seria
responsabilidad para el magistrado por lo que se requiere prudencia especial
para amparo. Esta medida cautelar a diferencia de la mayoría de las otras no
afecta la libre disposición de bienes, ni dispone que se mantenga el status quo:
va más allá, ordenando sin que exista sentencia firme de mérito estimatoria,
que alguien haga o deje de hacer algo, en sentido contrario al representado por
la situación existente. Sin embargo, esta es la razón de su especificidad y no
de su excepcionalidad. Desde una posición crítica, afirmamos que la razón de
su excepcionalidad: la inaplicabilidad de otra medida prevista en la ley, nos
parece innecesaria e intrascendente puesto que ninguna de las otras medidas
cautelares previstas en la ley podría ser aplicada para los supuestos de
procedencia de estas medidas.
b) Son transformativas.
Pues implican un cambio o transformación de la situación de hecho o de
derecho constitutiva del acto lesivo, vulneratoria de los derechos del actor
(situación A) hasta lograr reponer las cosas al estado anterior de hecho o de
derecho de integridad de sus derechos (situación B). Como lo dijimos
precedentemente, el petitorio de la demanda principal tiene como propósito
lograr la innovación de la situación actual (situación A).
c) Se dictan ante la inminencia de un perjuicio irreparable
Según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, la
palabra inminente deriva del verbo latino inminere, que significa amenazar,
luego inminente significa que amenaza o está por suceder prontamente.
Entonces el juez puede dictar medida innovativa siempre que exista amenaza
o esté por suceder en breve lapso; esta circunstancia tiene que desprenderse
de los hechos afirmados y suficientemente probados. De otro lado, el perjuicio
irreparable, en términos jurídicos, y en teoría, no existe, puesto que las
pretensiones indemnizatorias están previstas para tal fin.
d) Puede solicitarse y despacharse antes de iniciarse el proceso
cautelado
La finalidad de estas medidas cautelares: evitar un perjuicio irreparable,
autoriza su petición antes de iniciarse el proceso cautelado o principal, de otro
modo, la tutela jurisdiccional reclamada podría resultar extemporánea e
ineficaz. Normativamente es procedente postular la demanda cautelar
innovativa antes de iniciarse el proceso cautelado porque el artículo 686° del
CPC así lo establece: “puede el juez dictar medidas destinadas a reponer un
estado de hecho o de derecho cuya alteración vaya a ser o es el sustento de la
demanda”.
1.3 Casos regulados en el Código Procesal Civil
La redacción del texto normativo es de fórmula abierta, genérica, no restrictiva, no
obstante, ello, regula cuatro casos específicos:
1.3.1 Interdicción
a) Procedencia
Conforme lo dispone el artículo 581° del código procesal civil, la demanda
de interdicción procede en los casos referidos a incapacidad absoluta de los
que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento (inciso 2
art.43° C.C) y de los sordomudos, ciegos sordos y los ciegos mudos que no
pueden expresar su voluntad de manera indubitable (inciso 3, artículo 43° del
C.C). Asimismo, procede la demanda de interdicción en los casos de
incapacidad relativa, previstos, respectivamente, en los incisos 2 a 7 del
artículo 44° del C.C.
b) Declaración de interdicción y nombramiento de curador.
La declaración judicial de interdicción es presupuesto y condición para el
ulterior nombramiento de curador del incapaz, esta es la regla contenida en el
artículo 566 del C.C, textualmente prescribe
c) Limitación cautelar
Una limitación cautelar especial que merece destacarse es que la medida
cautelar innovativa sólo puede solicitarse luego de iniciado el proceso de
interdicción, y siempre que lo exija la naturaleza y alcances de la situación
presentada: No puede anticiparse la pretensión cautelar al inicio del proceso
de
interdicción.
d) Legitimación extraordinaria
El artículo IV del código procesal civil establece que el proceso se promueve
sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legitimidad para obrar. El
artículo 583° del código civil reconoce legitimidad para iniciar un proceso de
interdicción al cónyuge y parientes del incapaz, así como al Ministerio público
quien como ya se ha dicho, no requiere invocar legitimidad para obrar.
Asimismo, cuando se trate de un incapaz que constituye grave peligro para la
tranquilidad pública, la demanda puede ser presentada por el Ministerio
Público o por cualquier persona, así lo establece el artículo 583° del código
procesal civil.
1.3.2 Cautela posesoria
a) Aspectos sustantivos
Conforme lo dispone el artículo 921 del Código Civil.
Las pretensiones posesorias judiciales en general comprenden a todas
aquellas pretensiones que tienen por objeto a la defensa de la posesión sea
esta inmediata o mediata, sea que estén destinadas a su mantenimiento o a
su reintegración. Para el primer caso existen los interdictos con alguna
excepcionalidad tratándose del interdicto de recobrar; para el segundo caso, el
desalojo o la reivindicación. En el caso que nos ocupa: la cautela posesoria
está relacionada directamente con el interdicto de retener.
El interdicto de retener, normado por el artículo 606º del CPC procede
cuando el poseedor es perturbado en su posesión. La perturbación puede
consistir en actos materiales o de otra naturaleza como la ejecución de obras
o la existencia de construcciones en estado ruinoso. Si así fuera, la pretensión
consistirá en la suspensión de la continuación de la obra o la destrucción de lo
edificado, aunque se pueden acumular ambas pretensiones. En todos los
casos, la pretensión consistirá en el cese de estos actos.

b) Aspectos procesales
La cautela posesoria no es sino la versión cautelar de los artículos 606º y 607º
del mismo código. Esta medida cautelar está referida a las defensas
posesorias inmediatas que pueden ser ejercidas por el poseedor legítimo,
ilegítimo de buena fe, precario, el propietario, para mantener la posesión que
eso puede ser objeto de perturbación.
Situaciones previstas:
Tanto la norma sustantiva como la procesal, en esencia, describen dos
supuestos fácticos que perturban o dañan propiedad o la posesión y que por
tanto merecen tutela cautela posesoria innovativa:
Primer supuesto:
Existencia de una obra en ejecución con la que se daña la propiedad o
posesión del demandante.
La pretensión cautelar o situación deseada que vendría a ser el efecto
innovativo se traduce en la paralización, cese de la obra. El cambio o
alteración de la situación de hecho o de derecho existente, la innovación,
consiste en pasar de una situación dinámica a una situación estática o cese,
precisamente para mantener la situación preexistente al momento de
perpetrarse el acto lesivo. La tutela cautelar queda materializada al ejecutarse
la orden de paralización de la edificación.
Es pertinente precisar un aparente alcance restrictivo de la norma procesal
cuando considera como requisito de procedibilidad de esta cautela posesoria,
que la demanda persiga la demolición de una obra en ejecución que daña la
propiedad o la posesión del demandante; sólo ante este supuesto el Juez
podría disponer la paralización de los trabajos de edificación; siendo que la
norma sustantiva precisa que la perturbación puede consistir en actos
materiales o de otra naturaleza como la ejecución de obras.
Segundo supuesto
“La eventual la caída de un bien en ruina o en situación de inestabilidad . Este
caso se refiere al peligro que representa la inminente caída de una obra o
edificación en estado ruinoso o en situación de inestabilidad por problemas de
construcción. Ante esta situación quien se considere afectado por esta
inminente amenaza, vía interdicto de retener, puede solicitar al juez que
ordene en el proceso cautelado o principal la demolición o destrucción de la
edificación en ruinas. Cautelarmente el juez podrá ordenar las medidas de
seguridad tendientes a evitar el daño que pudiera causar la caída del bien en
estado ruinoso o en situación de inestabilidad. Entre las medidas de seguridad
o preventivas podría disponerse, según el caso, su inmediato reforzamiento,
su reparación e incluso su demolición.
El carácter innovativo de esta medida se traduce en la reposición del estado
hecho representado por una nueva situación de seguridad en la que queda
eliminada toda amenaza.
1.3.3 Abuso de derecho
La ley no ampara el ejercicio ni la omisión abusivos de un derecho. Al demandar
indemnización u otra pretensión, el interesado puede solicitar las medidas
cautelares apropiadas para evitar o suprimir provisionalmente el abuso. No
obstante ser esta norma el sustento jurídico sustantivo de la pretensión destinada
a lograr el cese del ejercicio abusivo de un derecho; adolece de una grave
limitación: es restrictiva respecto a la oportunidad. En efecto, según esta norma el
momento a partir del cual puede reclamarse el cese del ejercicio abusivo de un
derecho es la postulación de la demanda indemnizatoria u otra pretensión.
Desafortunadamente, el artículo 685º del CPC sigue la misma orientación del
artículo II del título preliminar del CC, limita la posibilidad de solicitar medida
cautelar a la interposición de la demanda, restringe así los alcances y finalidad de
las medidas innovativas, máxime cuando la finalidad es evitar la consumación de
un perjuicio irreparable, precisamente por el ejercicio abusivo de un derecho.
Ante la solicitud de una medida cautelar innovativa, previa a la interposición de la
demanda reclamando el cese del ejercicio abusivo de un derecho, consideramos
que el juez tendría que amparar la pretensión cautelar, siempre que reúna los
requisitos esenciales de toda medida cautelar.
1.3.4 Derecho a la intimidad, a la imagen y a la voz
a) El derecho a la intimidad
Explica Carlos Fernández Sessarego (1988), que el delito en la esfera de la
intimidad de la persona ocasiona a la víctima serios daños, ya que ella
carecería del equilibrio psíquico necesario para hacer su vida, en dimensión
comunitaria, si no contase con quietud y sosiego psicológicos, con una
elemental tranquilidad espiritual, con la seguridad de que los actos de su vida
íntima no son ni escudriñados ni divulgados. Estas mínimas condiciones de
existencia se verían profundamente perturbadas si la intimidad de la vida
privada se pusiese de manifiesto y fuera objeto de intrusión y publicidad, sin
mediar un justo interés social.
En la actualidad, la intimidad personal, pese a la existencia de legislación
supranacional y nacional, recibe permanentemente, y en diversos lugares del
planeta, un sinnúmero de atentados, cuya gravedad se incrementa
ostensiblemente debido al empleo de la tecnología que multiplica sus
manifestaciones y extiende sus efectos, La intimidad es el bien más
amenazado y desprovisto de una enérgica tutela en todas sus facetas.
El derecho a la intimidad constituye el reconocimiento normativo de la
intimidad considerada como el núcleo o zona más reservada de una persona.
Está constituido por todas aquellas actitudes, circunstancias, pensamientos,
conductas, hábitos, etc. que sólo importan y tienen trascendencia para la
persona. Pertenecen a una esfera restringida que, por su naturaleza y calidad,
el titular de este derecho las mantiene ocultas, no quiere que trasciendan o
sean conocidas por otros.
Atentados contra la intimidad.
La tutela de la intimidad personal y familiar comprende distintas situaciones
que requieren de la respectiva cobertura normativa y jurisdiccional frente a
atentados que pueden subsumirse en la intrusión en la esfera de la intimidad o
en la divulgación de cualquier aspecto referido a ella, por lo que las conductas
lesivas adoptan las siguientes modalidades:
El Atentado por difusión se produce con la divulgación por cualquier medio
de alguna de las manifestaciones de la intimidad: datos, hechos o situaciones
protegidas por la reserva.
El atentado por conocimiento se produce cuando el derecho a la intimidad
se ve atacado por el simple tomar conocimiento de los hechos o situaciones
protegidas, aunque no se siga la difusión de los datos conocidos. El atentado.
Explica Fernández Sessarego: se produce por el despliegue de actitudes que
suponen curiosear y entrometerse en la intimidad de la vida privada o
represente una invasión un hurgamiento o búsqueda indebida en bienes o
propiedades de la persona, sin que medie un interés público .
b) El derecho a la imagen.
Es uno de los derechos de la personalidad y tiene independencia funcional
con
respecto a los demás y en particular, respecto al derecho a la intimidad. Es el
derecho que toda persona tiene para disponer de su apariencia autorizando o
no la captación y difusión de la misma. Constituye un bien jurídico autónomo,
un derecho distinto al de la vida privada; no obstante, a través de la imagen
puede cometerse un atentado contra la intimidad.
c) Derecho a la protección de la voz.
Por lo general, la voz es el instrumento utilizado para realizar una
comunicación
interpersonal, aunque se desarrolle la conversación en un lugar público. De
manera que en materia de atentado a la intimidad por medio de la captación
de la voz la regla general será que la tutela continúa en toda su amplitud aun
cuando la charla se lleve a cabo en un lugar público. La protección de la voz y
la imagen se produce por ser aspectos vinculados a la esfera de la intimidad
de la persona.
- Tratamiento procesal.
Son dos los escenarios a examinar; por una parte, la pretensión a postularse en
el proceso principal o cautelado; por la otra, la pretensión propiamente cautelar.
En el proceso principal, se presentan dos escenarios posibles: En el primero,
el acto lesivo se encuentra en su fase dinámica, manifiesta. La pretensión
principal a postularse no podría ser otra que el cese del acto lesivo: prohibir la
difusión de todo aquello que atente contra la intimidad la imagen o la voz (lesión
por difusión) prohibir todo acto de intromisión en el ámbito reservado de la
intimidad (lesión por conocimiento). La pretensión accesoria sería el pago de
una indemnización por el daño ocasionado.
En el segundo escenario, estamos frente a una lesión ya consumada. La
pretensión a postularse tendría que ser la restitución de todo aquello que
contuviera aspectos, datos, circunstancias, hechos pertenecientes a la espera
de la intimidad, la imagen o la voz, como forma de restablecer el derecho
lesionado.
Accesoriamente tendría que postularse el pago de una indemnización como
única forma de reparar o resarcir el daño ocasionado. De acuerdo con el caso
juzgado también podría solicitarse la publicación de la sentencia.
En el proceso cautelar, el artículo 686° del CPC dispone que pueda el Juez
dictar la medida que exija la naturaleza y circunstancias de la situación
presentada. Por la naturaleza del derecho lesionado debe adoptarse medidas
de urgencia de acuerdo con la modalidad de la lesión o atentado. Si el atentado
fuese por difusión tendría que disponerse todas las medidas destinadas a
reponer el estado de hecho o de derecho cuya modificación sería o es
postulada en la pretensión central. En este sentido el juez podrá prohibir la
impresión, edición, reedición, circulación del documento con el contenido lesivo;
en general, impedir la difusión por cualquier medio de todo mensaje que atente
contra la intimidad, la imagen o la voz, de ser el caso podrá incluso ordenar el
secuestro de los documentos o materiales y soportes de los mismos. En suma,
la medida adoptada tendría que ser adecuada a las circunstancias del caso.

CONCLUSION.

La medida innovativa peruana solo procede cuando ha mediado una alteración por
parte del demandado de lo que es, el sustento de la demanda.

la medida innovativa también es excepcional, empero este carácter está referido al


hecho de que sólo se concede cuando no resulte aplicable otra prevista en la ley:
es la última opción cautelar y siempre ante la inminencia de un perjuicio
irreparable.
La redacción del texto normativo es de fórmula abierta, genérica, no restrictiva, no
obstante, ello, regula cuatro casos específicos: interdicción (art 683°); cautela
posesoria (art. 684°); abuso de derecho (art. 685°), derecho a la intimidad, a la
imagen y a la voz (art. 686°).
BIBLIOGRAFIA
- Peyrano, Jorge W. “Derecho Procesal Civil de acuerdo al C.P.C peruano”
Ediciones Jurídicas, Lima Perú, 1995, p.188.
- Carnelutti, Francesco: Sistema de Derecho Procesal Civil, T.1, UTHEA,
Buenos Aires-Argentina, 1944, pp. 243-244. 178 De La Plaza, Manuel:
Derecho Procesal Civil Español. Vol II. Primera parte. Editorial Revista de
Derecho Privado, Madrid, 1955. p.54.
- El Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, fundado en Montevideo,
en las ‘Primeras Jornadas Latinoamericanas de Derecho Procesal’,
realizadas en 1957.
- Fernández Sessarego Carlos, Derecho de la persona. Exposición de otivos
y comentarios al Libro Primero del código civil peruano, Librería Studium
Editores, Lima – Perú, 1988, 3ª. Edición, p. 59

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