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1) Primero vamos a comenzar con los temas correspondientes a los apartados la

civilización minoica y los reinos micénicos, ambas dentro de las primeras hojas
del capítulo 9 del manual.

Lo primero que puedo observar es que, entre las paginas 151-152, el manual desarrolla las
relaciones minoicas y micénicas en un contexto global, pero no realiza un estudio profundo
de este tema. Mi propuesta es trabajar en un abordaje donde se encuentre una integración
profunda de las civilizaciones ya nombradas dentro de un contexto más amplio. Para esto se
implementaría el trabajo de Espelosín en Memorias perdidas: Grecia y el Mundo oriental,
trabajado en clases. Con esto lograríamos expandir la red de comunicación red de
comunicación exterior a civilizaciones de Egipto, Asia Menor, Chipre y otras islas de la
región. También se podía especificar las influencias que tales convecciones tuvieron entre
los minoicos y micénicos. Otro recurso podría ser el artículo de Kelder donde el autor nos
plantea la posibilidad de un sistema de conexiones con Egipto, Babilonia, Hatti, Asiria, o
Mitani a través de un sistema político de diplomacias.

En la pág. 154 del manual, dentro del desarrollo de la Edad Oscura, encontramos un
apartado titulado El mundo homérico, en el cual se hace referencia brevemente la difusión
de los poemas en el periodo, sus transmisores y por supuesto a Homero. Este es el pie para
luego pasar a desarrollar sintéticamente las representaciones de la sociedad griega mediante
los poemas. Se propone trabajar con mayor profundidad estas representaciones siguiendo
los lineamientos vistos en la Unidad II de la cátedra, a partir del texto de Domínguez
Monedero, donde quedan expuestos los diferentes valores sociales representados (honor,
hospitalidad, don y contradon) que fueron utilizados por los aristoi para dar forma a la
estructura político-social de su periodo; porque si bien en el apartado siguiente, que
nombramos antes, vamos a tener una mención a la Guerra de Troya, no se señala que
alrededor de esta giraría la historia primitiva griega, acompañando el culto a los héroes y
sus representaciones sociales, como el código de conducta de los hombres homéricos:
valentía, la imagen del guerrero, ética competitiva, honra y respeto.

En el capítulo 10, el manual nos da una muy pequeña mención de las guerras médicas en
modo de un apartado. Esta nos da mínima información con referencias y desarrollo de las
principales batallas, a Darío y Jerjes, y la conformación de la Liga de Delos. Mi aporte sería
tratar a las Guerras Médicas con los textos de Monedero y González, además de Cardete
Delolmo, analizando la construcción que se establece sobre la figura del otro, en lo que la
autora llama un escenario de brutal guerra ideológica. Especialmente se puede trabajar
sobre Los Persas de Esquilo, donde contamos con la materialización de cómo la
propaganda exhibida durante y después de las Guerras Médicas por los griegos, se
estableció de una manera realmente estratégica y eficaz, para ganar la guerra fuera de los
campos de batalla, y garantizar eternizar en la historia el triunfo griego, a través del juego
de simbolismos, para establecer una serie de características negativas impresas en ese otro,
dotados de: despotismo, servilismo, crueldad, barbarie, exceso; en contraste con las
características positivas de los griegos. Por otro lado, en el apartado se menciona que los
atenienses obligaban a los otras polis pertenecientes a la liga, a colaborar mediante el
tributo. La representación que mencionábamos antes se puede enganchar acá también,
siguiendo el texto de la autora, quien remarca justamente que no apoyar la Liga Ático-
Délica no significaba, simplemente, mantener una posición política contraria a la
ateniense o incluso favorable a los persas como entidad política, sino que implicaba un
ataque directo a la libertad y a la razón (CARDETE DEL OLMO, 2011: 126). En la
página 164 en el manual se hace un recorrido de Esparta, donde establece su origen, la
estructura militar, las instituciones del gobierno y hace una descripción de la sociedad. A
todo lo mencionado le agregaría el concepto agoge que se relaciona con la educación
espartana, para darle más profundización. Esta institución fue considerada como un
elemento esencial, en la que se refiere a la definición y configuración socio- político de la
polis lacedemonia.

2) Si bien es notorio que todos los temas se encuentran resumidos y desarrollados


de forma muy sintética, teniendo en cuenta que tenemos presente un manual de
carácter escolar, vamos a marcar puntualizar en dos temas específicos para
responder a la consigna, teniendo la pretensión de no ser reiterativos sobre
cuestiones que ya fueron o serán mencionadas en las otras instancias del
presente trabajo.

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Como podemos ver a lo largo de los dos capítulos analizados, se hace especial foco en
Atenas –salvo por un pequeño apartado sobre Esparta- como centro de los sucesos de la
historia griega. La unidad 10, que nombramos anteriormente, debajo del título contiene un
breve resumen, donde se menciona que diferentes polis vivieron una época de esplendor
entre el siglo VI y V a.C. (KATZ, 2017: 162) pero no más que esto. Por esto se sugiere una
mayor atención a las polis de Grecia del Este, la incorporación de Samos y Mileto como los
dos grandes iconos del siglo IV -que ni siquiera vuelven a ser mencionadas en el apartado
siguiente (el esplendor de la cultura griega)- en el florecimiento que vemos presente en el
texto de Monedero, el desarrollo de los movimientos intelectuales y culturales, con el
avance de la especulación filosófica, la indagación y el interés e investigación en abordar el
origen y estructuración del mundo, dejando de lado cualquier tipo de interpretación y
explicación de carácter teológico, con el abandono de las explicaciones religiosas y
sobrenaturales de los fenómenos de la naturaleza (MONEDERO, 1993:241). Siguiendo este
orden, se propone trabajar con el fragmento de Aristóteles (Metafísica) sobre Tales, en el
apartado Sobre la naturaleza de las cosas, en el apartado de la ficha de fuentes n° 10 de la
cátedra, para materializar de mejor forma el pensamiento intelectual desarrollado en el
periodo en estas regiones.

Examinando el apartado del capítulo 10, La organización social durante el Siglo de Oro,
encontramos que se señala que el periodo está caracterizado por la participación política del
demos, aunque se aclara luego que no todos los que integraban el demos podían participar y
seguidamente se menciona mujeres, metecos y esclavos (KATZ, 2017: 169).

En estos tres casos particulares las explicaciones son bastante superficiales y no del todo
correctas, por lo que se propone revisar y profundizar, considerando en primera instancia a
la figura de la mujer y el concepto de astaí, acompañado de la necesidad de casarse y tener
hijos para tener el reconocimiento jurídico bajo dicho concepto (MOLAS FONT, 2006: 98);
en segundo lugar se plantea ahondar en la figura del extranjero considerando que la
categoría de meteco no lo abarca totalmente, incorporándose la proxenía y la isotéleia,
además de los aparatos de regulación de los extranjeros y las actividades presentes en la
polis, como bien fue trabajado en el texto de Ginestí Rosell; y finalmente sobre la figura del
esclavo, además de extender una explicación de mayor profundización, se propone trabajar

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dos fragmentos (Aristóteles, Política, Libro I, 1260 b // Jenofonte, op.cit. Capítulo XIII.
Párrafo 9) correspondientes a la ficha de fuentes n°12 del apartado Esclavos y artesanos, en
pos de analizar el pensamiento y naturalización presentes en la sociedad entorno al esclavo
y su rol.

Haciendo un recorrido en el manual puedo decir que a simple vista los temas más
relevantes de la historia griega, están desarrollados de una manera más sintética,
entendiendo, por supuesto, que la finalidad del libro recala en el acercamiento de estos
contenidos de historia antigua, a los adolescentes.
Respecto a la pregunta, obviamente, hay temas que merecen ser revisados. En el capítulo 9,
el autor escribe sobre el mundo homérico, pero no con profundidad; por lo que a este
apartado, lo articularia con Domínguez Monedero, que analiza al mundo homérico a través
de tres aspectos interesantes. En primer lugar, Monedero señala que son largos poemas
épicos sujetos a las leyes de la verificación y con una atención absoluta a la medida del
verso y al ritmo del mismo. Describen la guerra de Troya y el regreso de Odiseo, y van a
estar presente una serie de elementos que luego serán aprovechados por las clases
dirigentes aristocráticas.
En segundo lugar, la base sobre la que se construyen los poemas Homéricos son las
narraciones que los edos y Rapsodas iban relatando. Y que eran transmitidas oralmente de
generación en generación. Y, por último, la tradición homérica ha estado en modificación
constante desde el momento en que se producen los episodios hasta en el que son
definitivamente fijados por medios de la escritura, y de acuerdo a los intereses de la clase
dirigente en pos de su propio beneficio.
En el capítulo 10 del manual, se hace hincapié en las Guerras Médicas, pero no sé las
explica de manera detallada, sino más bien de manera general, sin hacer hincapié en como
afectaron estos eventos a Atenas y a las demás polis griegas. Por eso en este apartado me
gustaría trabajarlo con los artículos de Monedero y González, en conjunto con Cardete del
Olmo, que como vimos en el segundo integrador trabajaron el impacto de las guerras
médicas.
Otro de los temas que vimos y no se nombran están ligados a los reformadores,
legisladores. Cómo por ejemplo, mencionar a la figura de Solón. Agregaría algún eje
mencionando las reformas más importantes que difundió Solón y que consecuencias, para
bien o para mal, tuvieron sobre la polis, modificando su estructura.
El objetivo de esta pregunta es mencionar y desarrollar conceptos que estuvimos trabajando
durante este año y que no se mencionen en el manual escrito por Katz. El presente está
centrado en dos capítulos: capitulo 9, bajo el nombre “La formación del mundo griego” y el
capitulo 10, “De la época clásica al helenismo”.
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Ahora bien, dicho esto, vamos a mencionar tres conceptos que estuvimos estudiando a
través de las unidades que figuran en la consigna.
La unidad 1 figura con el nombre “el proceso de formación palacial, su colapso y
reorganización (2000-800 a c.)” el concepto que elegí tiene que ver con el Ahiyawa y la
hipótesis propuesta por Kelder.
A partir de las páginas 151-152, Katz hace un desarrollo sobre esta cuestión, y las
relaciones minoicas y micénicas dentro de un contexto global, pero no se profundiza esto ni
menciona, obviamente, este término. Propongo incorporarlo para darle más contenido a este
tema que tiene que ver con la unidad 1.
Para eso, utilizaría el artículo de Kelder, que estuvimos analizando al comienzo del año en
la primera unidad de la cátedra. El autor nos invita a repensar mucho más allá de las
relaciones comerciales, y plantea su hipótesis en donde está la posibilidad de ver un sistema
que abarque y articule a diferentes potencias de la época, como Egipto, Babilonia, Hatti,
Asiria, o Mitani, en donde esté presente un sistema político de diplomacias. Kelder
entonces se apoya en la recopilación de textos hititas e inscripciones egipcias, y según él
hay cartas del rey hitita dirigidas al supuesto rey micénico, tratándolo como un monarca
par.
En la unidad 2, “el proceso de organización de la polis en el periodo arcaico (800-500 a.c.)
trabajaría los valores representados en los poemas Homéricos. A través, del texto de
Monedero y la ficha bibliográfica de Gygax, que nos habla sobre estos elementos: el honor,
hospitalidad, don y contra don, etc. Todos estos conceptos fueron ya analizados en los
primeros trabajos de la cursada. Pero, los agregaría al manual cuando en la página 154-155
el autor brevemente estudia a Homero
La unidad 3, “Consolidación y crisis de la Polis clásica (500-350 a.C.), el concepto que
desarrollaré es agoge .
En la página 164 en el manual se hace un recorrido de Esparta, donde establece su origen,
la estructura militar, las instituciones del gobierno y hace una descripción de la sociedad. A
todo lo mencionado le agregaría el concepto agoge que se relaciona con la educación
espartana, para darle más profundización. Esta institución fue considerada como un
elemento esencial, en la que se refiere a la definición y configuración socio- político de la
polis lacedemonia.
Haciendo un recorrido en el manual puedo decir que a simple vista los temas más
relevantes de la historia griega, están desarrollados de una manera más sintética,
entendiendo, por supuesto, que la finalidad del libro recala en el acercamiento de estos
contenidos de historia antigua, a los adolescentes.
Respecto a la pregunta, obviamente, hay temas que merecen ser revisados. En el capítulo 9,
el autor escribe sobre el mundo homérico, pero no con profundidad; por lo que a este
apartado, lo articularia con Domínguez Monedero, que analiza al mundo homérico a través
de tres aspectos interesantes. En primer lugar, Monedero señala que son largos poemas

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épicos sujetos a las leyes de la verificación y con una atención absoluta a la medida del
verso y al ritmo del mismo. Describen la guerra de Troya y el regreso de Odiseo, y van a
estar presente una serie de elementos que luego serán aprovechados por las clases
dirigentes aristocráticas.
En segundo lugar, la base sobre la que se construyen los poemas Homéricos son las
narraciones que los edos y Rapsodas iban relatando. Y que eran transmitidas oralmente de
generación en generación. Y, por último, la tradición homérica ha estado en modificación
constante desde el momento en que se producen los episodios hasta en el que son
definitivamente fijados por medios de la escritura, y de acuerdo a los intereses de la clase
dirigente en pos de su propio beneficio.
En el capítulo 10 del manual, se hace hincapié en las Guerras Médicas, pero no sé las
explica de manera detallada, sino más bien de manera general, sin hacer hincapié en como
afectaron estos eventos a Atenas y a las demás polis griegas. Por eso en este apartado me
gustaría trabajarlo con los artículos de Monedero y González, en conjunto con Cardete del
Olmo, que como vimos en el segundo integrador trabajaron el impacto de las guerras
médicas.
Otro de los temas que vimos y no se nombran están ligados a los reformadores,
legisladores. Cómo por ejemplo, mencionar a la figura de Solón. Agregaría algún eje
mencionando las reformas más importantes que difundió Solón y que consecuencias, para
bien o para mal, tuvieron sobre la polis, modificando su estructura.

3) En la página 155 del manual, nos encontramos con un apartado llamado Los
poemas como fuente para conocer la historia, en él vamos a tener presentes a
dos referentes, primero la mención es para Homero y luego para Hesíodo.

Se señala que se a través de sus obras, se busca establecer una mirada a las características
que presentaba la sociedad griega en líneas generales, y especialmente a través del segundo
autor que mencionamos, se nombra a su obra los trabajos y los días, donde se nos dice que
se ve un retrato de los distintos aspectos de la vida de los habitantes en territorio griego.
Ahora bien, desde este lugar, también sería interesante trabajar a partir de este autor, lo
visto en la cátedra, con el mito de Pandora, y la construcción de la figura femenina, que
realiza Hesíodo, considerando la posibilidad de utilizar fuentes especificas que reflejen el
pensamiento del autor y el reflejo de la idiosincrasia de la sociedad griega. En esta misma
línea, también podría agregarse material para trabajar e incorporar la figura de Safo y su rol
vinculado a la enseñanza y desarrollo de diferentes áreas artísticas y culturales, dirigidas a

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las hijas de las familias aristocráticas; aunque también podríamos establecer
contraposiciones con la línea de pensamiento que promulga Hesíodo.

En una de las últimas hojas, correspondientes la unidad 9, encontramos un apartado titulado


Del oikos a la polis, en donde se hace una breve revisión justamente de estos dos conceptos
y sus componentes, tocándose las esferas privadas y públicas, dentro del marco de la época
arcaica. Textualmente se dice que todos los miembros del oikos trabajaban en las tareas
campestres y el mantenimiento del hogar (KATZ, 2017: 156); pero sin embargo, se omite
completamente a la mujer, la cual estaba relegada completamente a ese ámbito. Y si bien
unas líneas más adelante se señala que la Asamblea reunía específicamente a hombres, no
se explica el porqué de la omisión femenina, y como dijimos antes, la exclusión de estas en
la esfera pública; por lo que sería interesante poner en debate esto y profundizarlo.

Finalmente, para el capítulo 10 del manual vemos que contamos con el apartado Las
reformas de los siglos VII y VI a.C. En él se van establecer brevemente los cambios que se
introducen en la comunidad griega, en torno a las acciones de dos figuras reformistas,
tenemos inicialmente a Dracón de Tesalia y finalmente a Solón en Atenas. En este aspecto,
considerándose que hipotéticamente fue trabajado el rol femenino en el oikos griego, como
sugerimos en el párrafo anterior, en esta línea entonces podría verse entonces, siguiendo lo
realizado en la cátedra, una revisión sobre si particularmente se establecieron cambios en
cuanto a la condición femenina en la comunidad griega, ya que el manual solo veremos dos
páginas después del apartado señalado inicialmente que las mujeres estaban excluidas en el
ámbito público, pero no esto no se desarrolla ni se trata adecuadamente.

El libro no desarrolla ningún aspecto en torno al rol de la mujer, salvo por alguno que otro
comentario aislado, que viene sujeto a otro tema en particular, como cuando vemos la
explicación sobre la sociedad espartana, que presenta en pocas líneas que tipo de educación
tenían.
Propongo incorporar a la mujer, a través de la mirada del poeta Hesíodo, para mostrar un
panorama aproximado de los valores y las tradiciones propias de la época que estamos
viendo; además de la caracterización despectiva que también vemos previamente en los
poemas homéricos.

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Hesíodo describe a la mujer desde el mito de Pandora. La primera mujer y causa de
perdición para los hombres que vivían en la tierra, el autor intenta elaborar una series de
consejos para los hombres, entre los cuales, las dominación del marido sobre la esposa que
se repite varias veces. La mujer, según Hesíodo, despilfarra y acaba con la fortuna de su
esposo.
En la página 156, se habla del Oikos y en este segmento agregaría que las mujeres pasaban
sus horas en el ámbito hogareño, y que solamente cumplían trabajos que se relacionen con
dicho hogar.
Sería interesante que en los nuevos manuales haya aportes, al menos mínimamente
referidos al rol de la mujer en la antigüedad; para que el estudiante pueda ver, estudiar,
analizar y debatir las diferencias que había entre los hombres y las mujeres, las
desigualdades que sufrían estás y los pocos derechos que obtenían. Siempre vista como un
ser inferior y de manera despectiva, como lo señalamos en Homero, Hesíodo y otros poetas
que también seguían esta línea.

4) Como bien vemos en el manual, la sección correspondiente al Imperio


Macedónico (KATZ, 2017: 170), es bastante carente de desarrollo, tenemos
apenas una carilla donde se busca sintetizar la información y explicación
referente al imperio, inicialmente focalizando en Filipo II; luego un pequeño
apartado dedicado a algunas campañas de Alejandro, de forma breve; y
finalmente, un último apartado referido a la crisis y desintegración del
Imperio, luego de la muerte de Alejandro.

Ahora bien, tomando primeramente el texto de Pierre Briant, vemos que el autor nos ofrece
inicialmente un panorama de diferentes recursos administrativos utilizados por Alejandro
para poder gobernar en las bastas regiones que fueron conquistadas. En esta línea, se puede
apreciar la imposición de autoridades, como en el caso de la administración satrápica. Estos
elementos nos ayudan a romper con la linealidad y facilidades históricas presentadas en el
manual, a fin de poder realizar una mayor profundización.

En otra línea, dentro de los recursos administrativos que nombrábamos antes, también nos
encontramos con el montaje de un dispositivo de vigilancia, que respondían a una doble
necesidad: por un lado, someter de manera definitiva a las regiones rebeldes y la defensa de
las conquistas realizadas, y por otro, especialmente, proteger las grandes rutas estratégicas

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que era necesario que permanezcan abiertas en caso de ser requerida la llegada de refuerzos
provenientes de Grecia y Macedonia, al territorio (BRIANT. 2012: 82).

Podemos ver también que en el apartado que nombramos inicialmente del manual, las
campañas de Alejandro, se menciona la adopción de los modos y las vestimentas orientales,
que como podemos revisar en lo que nos señala Briant, esto quizás puede enlazarse dentro
del despliegue de recursos llevados a cabo, donde el autor nos señala que Alejando hizo
todo lo posible para adaptarse a las tradiciones ideológicas propias del marco cultural a fin
de poder beneficiar los objetivos de la empresa conquistadora. En esta línea también
podemos mencionar la realización de sacrificios en Egipto en pos de realizar ofrendas a las
divinidades tradicionales locales y la construcción de santuarios para estos, como bien
marca el autor (BRIANT. 2012: 101).

Todos estos elementos entorno a las acciones de Alejandro, pueden utilizarse para
plantearse una mirada más profunda respecto de la información que contamos en el manual,
que como señalamos es escasa; además, hay que considerar que como bien señala Briant, el
Imperio de Alejandro Magno fue un Estado en permanente creación (…) un Estado
itinerante a la merced de los desplazamientos del ejercito de conquista (BRIANT. 2012:
74).

Luego, finalmente, desde el texto de Borja Antela, podemos ver que el aporte que se realiza
está vinculado a los conceptos de hegemonía y panhelenismo, específicamente desde marco
del siglo IV, que es donde el autor nos dice que más trascendencia tienen y donde también
comenzara esta reformulación de los parámetros teóricos en la polis griega, que nos sirven
también para pensar como acciones de respuesta ante la crisis. Además, el arribo de Filipo
II y Alejandro dentro del panorama político supondrán una reinterpretación de todo este
entramado conceptual.

Este primer concepto de hegemonía, señala el autor que aparece inicialmente luego de
ocurridas las Guerras Medicas, y tras ser la polis ateniense la primera en ejercer poder sobre
las demás; por lo que Tucídides definió al concepto en este marco de dominio, pero
marcando las consecuencias del beneficio obtenido por los atenienses en pos del imperio.
En esta misma línea, entonces Isócrates señala el necesario acompañamiento de la

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hegemonía con la justicia, debido a que para ser otorgado el dominio sobre los griegos debe
garantizarse a su vez un estatuto de justicia (BORJA ANTELA-BERNÁNDEZ. 2007: 72)

En lo que respecta al panhelenismo, el autor lo define como un programa político con la


pretensión del establecimiento de la unión griega dentro de una causa común, buscando una
solución a los problemas que presenta el periodo, pero sin necesariamente montar algún
tipo de dispositivo que modifique el esquema organizativo propio de estos. Aparecen en
esta línea, definidas las distintas posturas de Isócrates y Demóstenes.

Entre las páginas 170-171 del manual, el autor describe de manera sintética el imperio de
Macedonia. Si bien está explicado, le falta más información. El manual analiza la
definición del mismo, las campañas de Alejandro y también detalla la crisis y
desintegración del imperio en cuestión.
A lo ya explicado por Kant vamos a sumarle los aportes de Briant y Borja. El primero
señala que, al especificar el tema de la administración del imperio, de la política que adoptó
y aplicó Alejandro Magno, nos encontramos ante una de las cuestiones que con más
frecuencia se evocado desde la antigüedad: la de saber si Alejandro estuvo conducido por
las necesidades de guerra y de la conquista o si supo, al mismo tiempo, dedicarse a lo que
Jenofonte denominó trabajo de paz.
A su vez, el autor, establecía recursos administrativos en manos de Alejandro con el fin de
gobernar en las regiones conquistadas. De esta manera, podemos establecer la imposición
de autoridades, como el caso de la administración satrápica Briant también explica de un
dispositivo de vigilancia que tiene dos funciones claras. Una era el sometimiento de las
regiones que se las consideraba rebeldes y a su vez, defender los territorios ya
conquistados. La segunda función era cuidar las grandes rutas estratégicas.
Si bien entender claramente cómo fueron administrados los territorios y controladas las
poblaciones, la investigación se vuelve infinitamente más delicada cuando pretendemos
analizar la vida económica del Imperio, los autores de ayer y hoy responden de maneras
muy diversas. Unos consideran que Alejandro nunca se preocupó realmente por cuestiones
económicas y comerciales; otros han insistido en que el conquistador tenía una visión muy
amplia, incluso en estos ámbitos. Otra tesis se sitúa la de una condena sin matices del rey.
Alejandro estaba destinado a la guerra y a la conquista sin descanso, e incluso a las
masacres y a la destrucción; en cualquier caso, era incapaz de administrar un imperio, salvo
tal vez durante los dos últimos años de su vida, al regresar de India. Una tesis extrema que
es menos reciente de lo que parece, pretendería incluso que, al igual que muchos otros
ejemplos conocidos en la Historia, Alejandro fue un «depredador». Para retomar la
expresión utilizada recientemente por un eminente especialista, el rey formaría parte de

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esos hombres de guerra devastadores de tierras y exterminadores de poblaciones enteras,
que han dejado una huella sangrienta en la historia.
Por su parte Borja, realiza un escrito donde trabaja conceptos como hegemonía y
panhelismo. Respecto al primer concepto, Borja manifiesta que surge después de las
guerras médicas y que tras ser las polis ateniense la primera en ejercer sobre los demás;
Tucídides estableció el concepto en este marco de dominio, pero señalando las
problemáticas del beneficio obtenido por parte de los atenienses.
Respecto al segundo concepto, el autor afirma un programa político con la prestación del
establecimiento de la unión griega dentro de una causa común, buscando una solución a los
problemas que se presentaron en el momento.

5) En principio, podemos añadir a partir del texto de Leoni, a la breve


introducción que tenemos en el manual sobre el periodo tras la desintegración,
diferentes elementos para ahondar en este escenario histórico.

Luego de la muerte de Alejandro Magno a corta edad, nos dice el manual que el imperio se
comenzó a desmoronar, peleando sus generales más cercanos por la sucesión. Ahora bien,
siguiendo a Leoni, vemos a pesar de la inestabilidad inicial, pronto tendríamos un nuevo
orden, con la presencia de tres monarquías helenísticas: Antigónidas, Seléucidas y
Ptolomeos. En esta línea se nos presenta la cuestión de la legitimación, importante para
incorporar como concepto a desarrollar, ya que esto abre la puerta al debate sobre la
construcción estatal que plantea el texto de Leoni, utilizando las líneas propuestas por
Muccioli, Manning y Kosmin (MORENO LEONI. 2015: 76) y la revisión historiográfica
que se pretende.

El autor señala sobre Muccioli una mirada a las monarquías helenísticas, haciendo hincapié
en la importancia para reconstruir la imagen de la realeza, a través de la construcción
propagandística; con Manning se va a ver, desde el foco en los Ptolomeos, la construcción
estatal, dentro una estructura estatal ya existente; y finalmente, mediante Kosmin la
importancia estará puesta en el Imperio Seléucida y las estrategias llevadas adelante para
lograr el control territorial.

No obstante, el autor combinara las líneas de pensamiento de los tres autores para
establecer un desarrollo propio dentro de la temática planteada vinculada a los reinos

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helenísticos como Estados, la estructura helenista dentro del mediterráneo oriental y
finalmente el rol que tuvieron la corte, los intelectuales y la construcción de la propaganda
helenística. Todos estos elementos pueden ser conjugados para tener una mirada más
profunda a la hora de abordar el tema, dentro de los parámetros del periodo helenístico, y el
rol que jugaron las monarquías, dentro de un escenario complejo que presentaba un
territorio político, con múltiples actores, una historia propia y la construcción de poder
mediante el uso de diferentes herramientas y aliados, que como bien señala Leoni
conforman una historia profundamente colectiva (MORENO LEONI. 2015: 94).

Luego, desde otro lugar, mediante el texto de Arminda Lozano se introducen algunos
elementos dentro del escenario helenístico, planteado por el manual, que proponen una
mirada más profunda en relación al rol femenino y su incorporación.

Se propone, a partir del aporte de Lozano, trabajar como el rol femenino fue mutando hasta
tener mayor injerencia dentro del periodo helenístico, ver como su figura fue obteniendo
mayor participación, siguiendo los lineamientos donde vimos anteriormente su
prácticamente casi nula participación pública, debido a sus funciones especificas dentro del
contexto del oikos, en una situación de exclusión. A través de la autora, podemos trabajar
las diferentes causas que nos llevaron a esa situación de mayor participación, que según ella
están vinculadas a condiciones económicas y primordialmente educativas (LOZANO
VELILLA. 2013: 83). Justamente señala la autora, que la educación fue un elemento de
vital importancia para impulsar el cambio y el avance femenino, respecto a los periodos
anteriores, y en los testimonios y fuentes, que revisa, otorgan visibilidad a una variedad de
habilidades intelectuales y manuales poseídas por mujeres, beneficiadas por la educación
recibida; sobresaliendo las poetisas helenísticas, con sus composiciones liricas, que les
otorgo una integración dentro de las elites intelectuales de sus regiones (LOZANO
VELILLA. 2013: 84). Es interesante establecer una conexión entre esta cuestión y la figura
de Safo y el rol educador de la poetiza, que previamente propusimos en otra de las
consignas desarrolladas, de cara a una mayor profundización del tema y definición del rol
del empoderamiento que significo la educación para las mujeres, pero sin perder de vista el
alcance era reducido.

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Por otro lado, también podríamos trabajar dentro de esta incorporación femenina en el
ámbito público, la figura de poder -además de inteligencia y personalidad, como señala la
autora- presente en la reina monárquica, quien si bien desempeño un papel legitimador en
cuanto al acompañamiento a su esposo, y los intereses de este; también nos marca la autora
que según algunos estudios, como el de la historiadora Elizabeth Carney, podemos ver la
influencia y poder personal de la reina, en crecida durante el reinado de sus hijos.

Finalmente dentro de los aportes que realiza la autora, podemos agregar para desarrollar el
tema en cuestión, la naturaleza evergética femenina dentro de la sociedad, que no hace más
que confirmar la presencia del poder personal de estas e incluso la apertura, como
consecuencia de esto, al acceso a las magistraturas (LOZANO VELILLA. 2013: 89).

En la página 171, Katz escribe sobre la cultura helenística en unas pocas líneas. El autor
señala que el helenístico a partir de la muerte de Alejandro Magno hasta la conquista
romana.
Ahora bien, Leoni introduce diversos elementos para trabajar respecto a este momento.
Según el artículo de Leoni destaca la presencia de tres monarquías helenísticas:
Antigónidas, Seléucidas y Ptolomeos. Siguiendo está lógica vemos la cuestión de
legitimación.
Termino interesante que desarrollaré, ya que enciende un debate sobre la construcción
estatal que señalaba Leoni respecto a lo propuesto por Muccioli, Manning y Kosmin.
Leoni sobre Muccioli origina una visión a las monarquías helenísticas, poniendo el foco en
la importancia de la imagen de la realeza, a través, de la construcción propagandística. Con
la segunda, se hace notable, la condición estatal y respecto al último la importancia está en
el imperio Seléucida y en las estrategias llevadas con el fin de controlar territorios.
Respecto al artículo de Lozano se va a trabajar el rol femenino:
Analiza el papel de la mujer en la Historia del mundo clásico y helenístico revisando el
ámbito de la historiografía del siglo XXI. Además de la participación en el espacio familiar
y de la casa, la mujer griega desarrollaba una intensa labor que iba más allá del ambiente
privado también realizo intervenciones en el ámbito público, tanto religioso como político.
Las instituciones políticas estaban dominadas por los ciudadanos-hombres: eran ellos los
elegidos para formar parte del gobierno de las mismas y también resultaban ser los
principales beneficiarios del sistema al que servían. Las mujeres, aunque importantes en
cuantas transmisoras de la condición de ciudadano estaban relegadas de cualquier
protagonismo político, quedando reducidas su papel al ámbito de lo privado. Escapaba
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únicamente a esta norma la esfera de lo religioso, sin embargo no debemos pensar que era
absolutamente uniforme en todas las regiones del mundo griego, habida cuenta de las
diferencias existentes entre las ciudades en lo relativo a la atribución o reconocimiento de
derechos a las mujeres. La situación tampoco se mantuvo inmutable, sino que fue
cambiando con el tiempo y ya en época más tardía de la historia griega, en la etapa
helenística romana, aparecen testimonios de esta evolución, en virtud de la cual las mujeres
lograron un acercamiento a actividades hasta entonces reservadas a los hombres. Las causas
de este asenso con variadas: cuestión económica, muchas tenían posesión de riqueza
material, lo que le daba poder y la posibilidad de competir con los hombres e este aspecto.
Como factor fundamental del cambio aparece ahora el acceso a la educación. Las
inscripciones de algunas ciudades ilustran las posibilidades de las muchachas para ir a la
escuela, novedad que afectó igualmente a otros grupos sociales antes excluidos, los
testimonios escritos permiten atisbar la variedad de habilidades intelectuales y manuales
poseídas por las mujeres gracias a la educación recibida, desde músicas o filósofas a
obstetras pasando por toda una serie de profesiones de distinta naturaleza, sin olvidar a las
heteras, auténticos ejemplos de mujeres cultivadas, cuya cultura, entre otros atributos,
posibilitó su pertenencia al estrecho círculo de personas próximas a reyes y demás
personajes política y socialmente relevantes. La marginación de las mujeres de los asuntos
políticos encontró desde los comienzos de la polis una suerte de compensación en los
aspectos cultuales, un papel que mantuvieron en las etapas posteriores. Pero la época
helenística contempló, no sólo un llamativo aumento de información sobre las mujeres, sino
la presencia de determinadas figuras femeninas dotadas de gran inteligencia y personalidad:
las reinas de las monarquías helenísticas. Una aparición ya apreciable de las mujeres en la
vida pública sólo se detecta relativamente tarde, en la segunda etapa de época helenística,
esto es a partir del s. II a. J. y cuando esto se produce, las manifestaciones más destacadas
de dicha participación aparte de la ya mencionada contribución intelectual, adoptan la
forma de donaciones o actos de generosidad para con la ciudad y los ciudadanos.
6) En lo que respecta al eje transversal articulador de los diferentes temas
tratados a lo largo de las unidades 9 y 10 del manual, se propone trabajar el
concepto de estructuras político-administrativas, en un recorrido que
intentaremos que sea lo más sintético posible, considerando el abultado periodo
histórico.

Comenzaremos a partir del apartado del manual que corresponde a la civilización minoica
(KATZ. 2017: 151). En el periodo que nos compete, el palacial, vemos que justamente la
sociedad aparece articulada en torno al palacio, de vital importancia, porque como bien
señala García Iglesias decir palacio, significaría ya, decir poder monárquico en el sentido
propio (GARCÍA IGLESIAS. 2000: 45). Además, agregamos a este cambio en el esquema
organizativo, el acompañamiento de la innovación de los sistemas de escritura cretense

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jeroglífica y luego lineal A. El surgimiento de los palacios se dio en puntos estratégicos,
como los nudos de comunicación y también grandes núcleos poblacionales a su alrededor.
Los más importantes fueron los de Cnoso, Malia y Festo. Se propone hacer hincapié en las
funciones administrativas del palacio, encargado de dirigir y controlar las diferentes ramas
de la producción y comercio; como también en la injerencia de los elementos religiosos en
el palacio; y finalmente, en el desarrollo marítimo. El esplendor cretense terminaría a
comienzos del siglo XV a.C., considerándose dentro de las posibles hipótesis, la de los
desastres naturales, que afectaron tremendamente a la civilización, siendo afectada su flota,
organización, economía y posibilidades; siendo esto aprovechado por los griegos del
continente que se establecieron luego en Cnoso, metiéndonos ya en el apartado de los
reinos micénicos (KATZ. 2017: 152). Las continuidades entre pueblos son importantes para
nuestro eje en cuestión, porque como bien señala el autor, lo que los griegos toman de Creta
es la estructura palacial como vertebración de la sociedad, la condición de marinos, la
actividad comercial, la escritura y muchos aspectos más que no hacen más que reflejar la
fuerte influencia. (GARCÍA IGLESIAS. 2000: 72). Estos palacios micénicos inicialmente
eran abiertos, como los cretenses, pero ni bien vamos avanzando en el periodo, se fueron
fortificando, como puede verse en Micenas, Tirinto y Gla. La jerarquía micénica estaba
compuesta por: wanax, lawagetas, telestai, hequetas, korete y basileus. Además vemos que
los micénicos, del periodo del bronce reciente, llevaron adelante grandes obras públicas,
centrados en los servicios y comunicación, como los sistemas de abastecimiento de agua.
También se ocuparon de establecer sistemas de defensa de las ciudadelas y palacios,
dedicándole importancia a la vigilancia y el control. Para los apartados del manual, La
Edad Oscura y los griegos en la Era Arcaica, de las páginas 154 y 156 respectivamente,
vamos a tomar el texto de Monedero, para centrarnos en torno a las estructuras político-
administrativas. El periodo comenzado en el siglo XII a.C., caracterizado por la
desaparición de la época micénica, culmina hacia comienzos del siglo VIII a.C. El
panorama es bastante distinto, las estructuras políticas y los sistemas económicos vistos
antes desaparecieron. (DOMINGUEZ MONEDERO. 1993: 23). La sociedad griega del
VIII a.C. estaba organizada en torno al dominio aristocrático, que poseía el poder político,
judicial, religioso y legislativo. Esta estructura presente, es la post-micénica y a su vez va a
ser la base en la que se va a configurar la polis. Este sector aristocrático se vio favorecido

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durante los siglos oscuros, durante la descomposición del sistema palacial, sacando ventaja,
de alguna forma, sobre las aldeas que quedaron como únicas células sociales, y emergiendo
del grupo la figura del basileus, que goza de ciertos privilegios pero de todas formas no se
acerca ni remotamente a la figura el wanax micénico. (MONEDERO. 1993: 44). No
obstante, la figura del basileus se fue desvaneciendo. Paralelamente se fueron fortaleciendo
los aristois, que además incorporan para legitimarse toda una serie de componentes de los
poemas homéricos, que van a aplicar también en las formas de relacionarse entre sí. La
polis se va a ir estableciendo como una comunidad micro-dimensional, soberana y
autónoma, de carácter agrario, dotada de un lugar central, que cumple funciones políticas,
administrativas y religiosas. Esta polis fundamentalmente será para los aristois la necesidad
estructural de los intereses, generalmente económicos, que como bien dice el autor,
pondrán en el centro sus parcelas de poder, unificando el territorio y la población, a través
de algún centro urbano que reúna diferentes instituciones, como el templo y el ágora. Los
aristois, como grupo dominante, tenían asegurado el control político, debido a la influencia
y presencia en las diferentes instituciones de poder; económico, considerando la
acumulación de tierras y bienes; y militar. Sin embargo, en esta última área, el autor marca
el desplazamiento de su posición privilegiada al integrarse en la formación hoplítica. Añade
además, que a los ideales aristocráticos, se opondrán los ideales hoplíticos, con
pretensiones de poder ocupar mayor protagonismo dentro del ejército, la polis y la política
del mundo griego. Todo esto pasó en conjunción con las innovaciones-o resurrección,
considerando que Monedero dice que el tipo de táctica ya viene de la época homérica-
militares del tipo de organización en falange hoplita, y el mayor protagonismo, que
mencionábamos, en las nuevas necesidades bélicas de los griegos, que vamos a ver con la
colonización de nuevos territorios. Esta colonización acontece a la par de la configuración
de la polis, pero no de forma casual, sino porque están intrínsecamente relacionados.
Ambas cuestiones, son casi causa y consecuencia del otro. Hacia el 700 a.C., vemos que en
este marco se produjo la unificación política formal del demos, el sinecismo, y la creación
de un gobierno central, esto las convirtió en polis-estado. El campesinado y sobre todo las
pautas de la comunidad aldeana se convirtieron en soportes de la organización política de la
polis, que además, surge como una organización segmentaria -unión de varios segmentos
iguales que constituyen un estado mayor- que parte de la generalización de los principios

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aldeanos que conservan su vigencia en el nuevo orden institucional. La integración y la
persistencia de la aldea al interior de la polis y la libertad distintiva del campesinado dentro
de las instituciones, que habilitarían su inserción en el orden político-militar como
ciudadano-soldado, hicieron de la comunidad aldeana un elemento del estado capaz de
colaborar en la integración del territorio y la población. Para el siglo VI a.C.,
introduciéndonos en la unidad 10 del manual, tenemos un escenario establecido desde hace
tiempo con serios problemas ligados a las tierras repartidas desigualmente, aristois
concentrando poder y agricultores en situación de dependencia económica, al punto de caer
en la esclavitud por deudas. No trajo soluciones totales la colonización. Se van a introducir
cambios en el sistema, a partir de una serie de reformas, va a tener protagonismo Solón,
quien va a abolir la esclavitud por deudas, entre otras medidas y se iniciara un proceso
histórico complejo que integrara a los campesinos finalmente; aunque también con sus
acciones va a generar discordia entre diferentes facciones. Pisístrato luego, también tomara
medidas, en los diferentes mandatos que tuvo, otorgando prestamos y tierras a los
necesitados, entre otras cuestiones; Clístenes buscara limitar el poder de las familias ricas,
incorporara tribus y dividirá el Ática, además de crear el Consejo de 500 (Boulé); y
finalmente, con Efialtes y Pericles, el pueblo adquiere mayor participación, desde la
actividad en tribunales, controlando a los magistrados ricos. También tendremos
paralelamente el acontecimiento de las Guerras Medicas, que si bien no las desarrollaremos
de forma fáctica, es importante marcarlas porque están estrechamente ligadas al acceso
ateniense a una serie de posibilidades económicas y sociales para el desarrollo del control
del Egeo, del imperio y las actitudes y características propias el imperialismo (PLÁCIDO.
1997: 3). El Imperio, por otro lado, llevaba a la guerra y ésta produciría la crisis de la
situación que permitía su propio dominio. No es casualidad que una situación contradictoria
y dinámica como ésta haya sido el escenario en que se desarrolla la tragedia y la
historiografía como desarrollo dinámico del drama de las sociedades humanas. La máxima
contradicción llega al poner de relieve que el Imperio dominante es incompatible con el
sistema que se trata de defender apoyándose en dicho Imperio. Además, la Guerra del
Peloponeso contra los espartanos y la derrota, significó también el fin de la democracia y la
esclavización del pueblo, ya que la pérdida de derechos le impedía disfrutar de las ventajas

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de la ciudadanía, como elemento redistribuidor de los beneficios de un Imperio que ahora
ya no existía.

Por otro lado, dentro de esa unidad 10 del manual también hay un apartado dedicado
justamente a los espartanos, se propone trabajar mediante la ficha bibliográfica de Casillas
y el texto de Monedero, un recorrido desde la influencia de Licurgo, que según la tradición
tuvo injerencia en las diferentes características singulares que adopta el régimen espartano;
durante el periodo arcaico la constitución en ciudad-estado a través de también un proceso
de sinecismo y de una institución monarquía debilitada en favor de una oligarquía; la
originalidad espartana radicada en la vigencia de su cuadro constitucional primitivo,
vigente durante centurias, la mantención espartana de esta suerte de forma de caudillaje
tradicional, en donde había dos basileus de carácter hereditario y vitalicio hasta el siglo III
a.C., la limitación del poder a través del eforado y el papel de la gerusía; y la idiosincrasia
ligada a esto dentro del Kosmos espartano. Por último, posteriormente se propone trabajar
el debilitamiento de la figura real –siguiendo con nuestro eje transversal- en pos del
crecimiento de las atribuciones del eforado, durante el siglo V, en el marco del impacto de
las Guerras Medicas; luego el rol en la creación de la Liga del Peloponeso, sus funciones, y
el escenario posterior a la Guerra del Peloponeso, valga la redundancia, que marcábamos
antes.
Luego haremos foco, finalmente, en el contexto del apartado del Imperio Macedonio
(KATZ. 2017: 170) en donde se revisara la formación del mismo, y las figuras de Filipo II y
Alejandro Magno, apoyándonos en los textos utilizados en las consignas anteriores, como
vimos con Briant, para por ultimo llegar a las unidades administrativas fragmentadas
analizadas luego de la disolución del Imperio, tras la muerte de Alejandro Magno, como fue
visto también mediante el texto de Moreno Leoni, en el marco del apartado de la cultura
helenística.

El eje transversal que elegí para articular y darle más coherencia a las líneas del manual
tiene que ver con el rol de la mujer en la antigua Grecia, de manera tal de comprender el
paradigma griego y su repercusión en la valorización de la mujer.

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El manual comienza en el capítulo 9 y en sus primeras páginas tratan las sociedades
minoicas y micénicas. En esta primera etapa nos encontramos con las culturas minoicas y
micénicas, ambas de sistema palacial cuyas funciones específicas eran la centralización del
poder en el palacio, el control del excedente, la jerarquización, el comercio y la
especialización artesanal. Podría decirse que el palacio oficiaba como agencia donde se
centralizaba la actividad comercial, siendo aún tema de discusión si podría definirse como
una estructura estatal. La intensa actividad comercial llevó a ambas culturas a formar parte
de la gran red de comercio del mediterráneo y por consiguiente a recibir influencias
orientales debido a la intensidad del contacto.
No hay registros de la participación femenina dentro de dichas estructuras centralizadoras,
lo cual podría indicar que no cumplieran roles específicos dentro de la organización
palacial. A pesar del colapso de los sistemas palaciales y la consecuente caída de la
organización comercial y de la economía, hay algunas continuidades como la religión y la
organización social, propias del pueblo griego que perduran una vez finalizadas las culturas
minoica y micénica. Una de dichas pervivencias es el oikos, definido como unidad social
básica, a la vez unidad productiva y por lo tanto económica. El oikos antecede a la polis, es
e l principio regulador de la familia pues abarca la casa (como vivienda), las propiedades
(inmuebles y muebles) y la familia nuclear primera y básica de la sociedad (hombres, mujer
e hijos).
En la página 154 del manual nos encontramos con un segmento que desarrolla a cerca del
mundo Homérico. Ahora bien, propongo relacionarlo con el texto de Monedero para darle
más volumen al contenido en base al papel de la mujer.
Contamos con Homero para dibujar un panorama aproximado de los valores y las
tradiciones propias de la época. De este modo llegamos a la concepción de la mujer:
relegada al oikos, está sujeta a la decisión del varón, jefe de dicha unidad. En los poemas
homéricos se las caracteriza de maneras despectivas; pueden ser objetos de cambio como
Briseida, la mujer que contra su voluntad se disputan Agamenón y Aquiles, pueden ser
transgresoras (actuando como hombres) y por ello acarrear desgracias, como Helena, a la
cual se la responsabiliza de la Guerra de Troya, o perversas como las sirenas. Helena de
Troya también es ejemplo de los males a los que conduce la satisfacción del deseo mortal.
Los personajes femeninos dentro de los poemas de Homero son siempre representados
como opuestas a los valores masculinos (los valores deseables).
En la página 156 el autor desarrolla “Del oikos a la polis. El oikos, detallado por Mosse,
incluía: la casa, la familia, la tierra y todas las propiedades y bienes. También era una
familia nuclear, siendo el padre la autoridad suprema. En él todos los miembros realizaban
parte de su trabajo. No obstante, en un oikos rico el trabajo lo realizaban los esclavos y los
trabajadores asalariados (thetes). El principal recurso económico de una familia era la
parcela de tierra (kleros).
Y en lo que respecta al rol de la mujer, también siguiendo el texto de Mosse, vamos a decir
que su actividad está limitada al ambiente de la casa, en donde su principal función era el
tejido. En la sociedad homérica nos encontramos con tres grupos de mujeres diferenciados
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entre sí: tenemos a las mujeres/hijas de los héroes, quienes son esposas, reinas y señoras de
la casa, y quienes también fueron utilizadas como puente de alianza entre dos familias de
peso social al ser desposadas; las sirvientas; y finalmente las cautivas, que a veces eran de
origen real, pero terminaban siendo tomadas como botín.
Ahora bien, en el capítulo 10 nos centramos en “De la época clásica al helenismo”. Durante
la consolidación de la polis y de la cultura panhelénica, se forma la idea del ciudadano
griego siempre en contrapartida con otro, es decir mediante una alteridad. Esta etapa remite
a las Guerras Médicas contra el persa y las Guerras del Peloponeso por la hegemonía en la
Hélade. De la misma manera que el ciudadano ateniense se opone al bárbaro, refuerza la
idea del varón ciudadano frente a la mujer, sometiéndola. Cabe destacar el rol de la
literatura dentro de este período funcional al patriarcado, pero también una pérdida de
influencia de la mujer como parte fundamental del oikos. Esto se explica debido al
debilitamiento de los vínculos familiares frente a los vínculos cívicos. La mujer pasará a ser
entonces un objeto mudo de transacción, pues su función es solo la reproducción del cuerpo
cívico mediante la concepción de herederos legítimos para el oikos familiar. La mujer pasa
a ser una intrusa dentro de la nueva familia, perdiendo asi su identidad y siendo el hombre
dueño y señor de la misma. En contrapartida se elabora un anti modelo: las mujeres
trasgresoras que no viven bajo las normas patriarcales y por no vivir en matrimonio se
encuentran en estado salvaje. El mayor ejemplo es el de las Amazonas vencidas por Teseo,
héroe mítico ateniense. En la página 164 Katz realiza un aporte de Esparta, si bien cita una
referencia respecto a las mujeres propongo articularlo con el texto de Casillas que describe
a las mujeres espartana. Casillas señala que desde niñas recibían una educación parecida a
la que se les impartía a los muchachos. El período de formación tenía lugar en las
“asociaciones” femeninas en donde se establecía una relación entre adolescentes y maestra
parecida a la de los hombres. La mujer espartana no podía participar en los órganos de
decisión política del estado, ni acceder a ningún cargo político, ni intervenir en las
reuniones de los hombres como la syssitia y el ejercito; pero tampoco estaban obligadas a
dedicarse a los labores del hogar ya que para eso estaban las esclavas. Sin embargo, tenían
la obligación de concebir y preparar a los hijos durante los primeros 7 años de vida para su
futuro. Tenían la posibilidad de heredar por derecho propio y no estar sujeta a la
obligatoriedad de casarse con el pariente más próximo para conservar el patrimonio
heredado. Esto faculto que algunas mujeres llegaran a poseer una gran riqueza lo que les
permitió competir con los hombres en influencia y prestigio.
Respecto a la pág. 166 se hace mención a Atenas en el manual y respecto a las mujeres
propongo relacionarlo con el artículo de la autora Font. La autora nos aporta en su artículo,
un estudio ligado a las violencias de géneros en el mundo antiguo, especialmente las
violencias patriarcales en Grecia. La mujer es un sujeto pasivo, que queda marginada, y
esto se puede observar en la escritura de dicho momento. La autora analiza la idea de mujer
en el mundo antiguo, pero solo tratara algunas figuras femeninas que aparecen en poesía
épica y tragedia.
Como mencionamos en trabajos ya realizados, la mujer pertenecía al oikos y cumplía
labores ligados a la casa. En Atenas, a partir de la figura de Solón, el ascenso de la
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democracia condujo la perdida de la influencia de las mujeres, producto de las
debilitaciones de vínculos familiares, y se fortificaron los cívicos. Atenas paso de ser una
sociedad de grupos de parentesco a un estado político. En este contexto histórico, la
práctica matrimonial de los hedrias fue sustituida por la dote o praix, que implicaba que
para casar a las hijas, el padre había de dorarlas con bienes materiales si bien la proix
comportaba una cierta protección para la esposa y para los bienes de su familia natal, y la
seguridad de la mujer en la vejez, simbólicamente significó el retroceso de la consideración
femenina, pues requería un valor añadido para casar a las hijas.
La reducción de las mujeres a la esfera de lo natural fue una forma de violencia simbólica
que sirvió de fundamento a la creencia acerca de la incapacidad femenina para la práctica
de la economía productiva y de mercado. Este prejuicio dio lugar a la expulsión de las
mujeres del ámbito de la circulación y la disponibilidad del dinero, y por consiguiente, el
matrimonio pasa a ser el oficio femenino por excelencia.
En la página 170 del manual nos topamos con unas líneas que describe el imperio
macedonio y sobre la mujer podemos decir lo siguiente: podría decirse que la mujer del
período helenístico adquiere mayor participación en cierto tipo de actividades que antes
eran exclusivas del hombre pues eran símbolo de su status de ciudadano. Esto no significa
independencia política de las mujeres; las mismas continúan subordinadas a los valores
patriarcales. Sin embargo participan en ceremonias o realizan donaciones e incluso tienen
roles preponderantes dentro de las distintas monarquías.

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