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Las decisiones sobre sexualidad están fuertemente influenciadas por creencias culturales que dan
lugar a estereotipos sociales reflejados en pensamientos machistas que plantean una diferenciación
poco saludable sobre la vivencia de la sexualidad en relación con el género, pues se asume que es
“normal” que las mujeres acepten los requerimientos sexuales de los hombres, lo cual normaliza la
violencia sexual contra ellas. Por otra parte, en la actualidad existe una corriente que promueve la
libre expresión de la sexualidad para ambos sexos. Esta libertad está asociada, con diversión, los
placeres, pero rara vez muestra los riesgos de las relaciones sexuales a temprana edad.
El amor se centra en una persona; el enamoramiento caprichoso puede incluir varias: Cuando
amamos a una persona, solamente tenemos ojos para ella, a diferencia de cuando solo nos atrae la persona,
no solo se quiere estar con ella, sino que también con dos o más. Basado a esto se dan las infidelidades, ya
que no se amaba verdaderamente a esa persona, sino que era solamente atracción física.
El amor motiva una conducta positiva; el enamoramiento caprichoso tiene un efecto destructivo. El amor
es constructivo y estimula lo mejor de ti, te provee de nueva energía, ambición e interés en la vida. Estimula
la creatividad y motiva al desarrollo personal, la superación y todo lo que sea positivo.
El amor reconoce defectos; el enamoramiento caprichoso prefiere no verlos: El amor reconoce las
buenas cualidades del otro y hasta cierto punto las idealiza, pero no considera que la otra persona sea
perfecta. Admite los errores, aunque prevalece el respeto y la admiración por las buenas cualidades de la
otra persona. Por el contrario, el enamoramiento caprichoso admira en exceso una o dos cualidades, al
punto que minimiza los defectos.
El amor controla el contacto físico; el enamoramiento caprichoso lo explota: El verdadero amor ayuda
a la pareja a controlarse en la intimidad romántica, ya que ambos se respetan tanto que voluntariamente
ponen límite a esos impulsos. La pasión, en cambio, demanda intimidad con mucha más anticipación.
En conclusión, podemos decir que existe una gran diferencia entre amor verdadero y atracción física, estos
términos se confunden, pero debemos saber que es todo lo contrario, ya que en una amamos a esa persona y
no tenemos ojos para nadie más, en cambio la atracción se basa en lo físico y cuando nos “aburrimos” de
ello, nos vamos con otra.