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Conflictos de interés

Extracto de la Lectura: Cuatro temas para reflexionar sobre la práctica profesional del abogado
Diego Vega Castro-Sayán y Fiorella Reyes Paredes
Revista de Economía y Derecho, vol. 8, nro. 30 (otoño de 2011).

El año pasado se anunció en Chile la venta de Chilevisión a la multinacional de las comunicaciones


Time Warner (que opera canales como CNN, HBO, Cinemax, Turner Classic Movies, TNT y Cartoon
Network), por una suma cercana a los 150 millones de dólares. Con dicha venta, el presidente
Sebastián Piñera (propietario hasta entonces de Chilevisión) terminó con un conflicto de interés
frente a cualquier decisión presidencial relacionada con la industria de la televisión o con probables
influencias sobre la opinión pública (al ser propietario de un medio de comunicación tan
importante).

Un conflicto de interés surge cuando un objetivo primario se encuentra fuertemente influido por un
objetivo secundario. Cuando ante la toma de una decisión, la debida equidad e imparcialidad se han
perdido.

Tanto la equidad (que es la disposición de dar a cada uno lo que merece) y la imparcialidad (proceder
con rectitud sin dejarse influenciar a favor o en contra de alguien) son conceptos íntimamente
ligados al conflicto de interés. Un tercer concepto vendría a ser la ética, aquella rama de la filosofía
que estudia qué es lo moral (por decirlo en palabras simples, lo que está bien o mal). Fernando
Savater sostuvo alguna vez que las personas morales no son las que se privan de hacer cosas: “Eso
evidentemente no es la ética”. La vocación de la ética es hacer una vida humana mejor para todos:
“Lo importante de la ética está basado en el deseo de vivir más y mejor. La ética no es una renuncia
sino que eleva las posibilidades vitales”8.

Recordemos que el individuo (por ejemplo, un abogado) puede perder la imparcialidad ante
determinado caso, viéndose tentado a actuar de una manera interesada. Ante la presencia de un
conflicto de interés la regla general para un abogado debería ser el revelar ello a su cliente y
abstenerse de representarlo. En este sentido, el Código de Ética de los Colegios de Abogados del
Perú señala que tan pronto como un cliente solicite para cierto asunto los servicios de un abogado,
si este tuviere interés en él o algunas relaciones con las partes, o se encontrare sujeto a influencias
adversas a los intereses de dicho cliente, lo deberá revelar a este y abstenerse de prestar ese
servicio9.

Reseñando la experiencia chilena de estudios de abogados, Sandra Novoa10 señala que al


dinamismo del mercado ha contribuido la mayor rigurosidad en torno a los conflictos de interés,
porque restringen la prestación de servicios legales. Eso hace que muchas veces quien atendía a una
empresa y a un banco deba elegir entre uno y otro cuando se ven enfrentados, y que las compañías
trabajen con más de una oficina de abogados al mismo tiempo.

Como abogados de estudio, para determinar si nos encontramos frente a un conflicto de interés, es
necesario analizar si existe un riesgo sustancial que pueda afectar la relación abogado-cliente, sea
por el deber o la representación del abogado con otro cliente, con un cliente pasado, por el propio
interés del abogado o por el deber o interés del abogado con una tercera persona. En principio, se
puede afirmar que la decisión de asumir la regla general mencionada es subjetiva, ya que depende
del análisis interno del abogado. Pero la realidad nos enseña que los abogados pueden perder
clientela si son relacionados con casos de conflictos de interés, acentuando la evidente crisis de
credibilidad de la profesión.

En el sector público, autoridades o funcionarios (muchas veces abogados) pueden enfrentar


diversos conflictos de interés (recordemos que estos son inherentes a nuestra naturaleza humana).
Pensemos en una situación en la que una autoridad o funcionario debe actuar resguardando el
interés general, con objetividad e independencia, y ve comprometidas sus decisiones por su
cercanía con algún grupo, sector o interés particular. Para Martín Tanaka, esa cercanía puede llevar
a decisiones contrarias al interés general o a quitar legitimidad a decisiones correctas, que pueden
ser acusadas interesadamente de parcializadas por algún sector. Por ello, el conflicto de interés
debe evitarse, ya sea manteniendo distancia de grupos directa o potencialmente implicados en las
decisiones o absteniéndose de participar en estas cuando hay cercanías inevitables. Por otro lado,
no es extraño encontrar que profesionales que desarrollan sus carreras en el sector privado
adquieran un conocimiento especializado por el cual son requeridos por el sector público, pero bajo
la sospecha de que favorecerán a las empresas o instituciones en las que han trabajado o en las que
podrían trabajar después11. O al revés, cuando se da la migración de un abogado que, habiéndose
desempeñado y adquirido conocimientos en el sector público (digamos, Osiptel) ingresa al sector
privado (digamos, a la empresa Claro).

Resulta necesario mencionar las llamadas Murallas Chinas (Chinese Walls en inglés), es decir,
aquellos acuerdos destinados a prevenir el uso de información sensible para evitar un conflicto de
intereses o la violación de la confidencialidad. En el caso de estudios de abogados, son una garantía
que brindará el nuevo estudio a los ex clientes del abogado migrante (es decir, del que pasa
contratado de un estudio a otro). Lo que se busca es que este último no utilice la información a la
que haya tenido acceso, y que pueda ser perjudicial para los intereses de un ex cliente. En ellos
radica la importancia de las Murallas Chinas para evitar conflictos de interés, pues buscan
“imposibilitar que la información mal manejada por las distintas divisiones de una firma pueda
provocar la aparición de casos de conflictos de interés y de violación de la confidencialidad”12.

NOTAS

8 Fernando Savater en una presentación ante directivos y empresarios que asistieron a la


jornada organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) Zona Norte, y
que llevaba por título “Nuevos valores, nuevos liderazgos”. Fuente: diariodenavarra.es, 12
de noviembre de 2010.

9 Artículo 29, www.cal.org.pe/fx_codigo_etica.html.

10 Novoa, Sandra. Ob. cit.

11 Tanaka, Martín. “Conflictos de interés”. En: diario La República, 15 de noviembre de 2009.

12 Vega Castro Sayán, Diego. “La aparición de murallas chinas en estudios de abogados” En:
“Jurídica”, suplemento de análisis legal del diario oficial El Peruano, 14 de marzo de 2006.

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