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Medicina en la Grecia antigua

Tuvo la medicina griega inicialmente un fuerte componente religioso y mágico. La


enfermedad era enviada por los dioses, y la recitación de fórmulas y los ensalmos eran
el camino para lograr la curación. Algunas prácticas elementales fueron sumándose
para auxiliar al enfermo en determinadas circunstancias. De esta época inicial, pre
homérica, data el grupo de palabras relacionadas con akeo, que significa reparar. De
hecho, entre los primeros actos médicos conocidos estaba la sutura de las
heridas; akestra es aguja de coser, y akestris partera, la que reparaba los desgarros
producidos por el parto. La raíz es la misma que la de akos (remedio) siendo panacea
el remedio (akos) que lo cura todo (pan). Y akoé era la curación mediante la recitación
de fórmulas.

El primer filósofo griego que parece haber expresado interés por temas médicos fue
Pitágoras de Samos. Creía que, así como los números son pares o impares, todos los
fenómenos naturales están constituidos por pares de opuestos. De forma similar
opinaba Alcmeón de Crotona: un balance adecuado de condiciones opuestas asegura
la salud; cuando se altera esta relación se expresa la enfermedad. Así, por ejemplo, un
exceso de calor causa fiebre, uno de frío ocasiona resfríos. Empédocles, cinco siglos
antes de Cristo, se presentaba a sí mismo como alguien capaz de rejuvenecer a los
ancianos y resucitar a los muertos. Su teoría de los 4 elementos (aire, agua, tierra y
fuego), cuya combinación es la esencia de todo lo creado, fue parte integral de la
interpretación de los fenómenos naturales y de la medicina durante siglos. Fue en
Grecia donde, a partir de la actividad de Hipócrates, la medicina comenzó la búsqueda
de una explicación racional de las enfermedades, atendiendo a sus síntomas para
formular un diagnóstico y ofrecer el tratamiento más adecuado
La base de la terapéutica hipocrática consistía en la alimentación adecuada, en
respirar aire puro, en restablecer el equilibrio entre los humores. No eran los dioses los
causantes de la enfermedad, sino los malos hábitos, la dieta desordenada, el
ambiente. Y la capacidad de curación residía en el mismo cuerpo, concentrándose el
médico en favorecer este proceso de auto restauración. Mantener el cuerpo limpio y
estéril, administrar alimentos adecuados a cada temperamento y enfermedad según su
naturaleza eran elementos basales del tratamiento. La enfermedad alcanzaba la crisis,
momento en que el destino del paciente se definía: o empeoraba y moría, o el proceso
de curación se iniciaba.

Medicina en la Roma antigua


En Roma la medicina estaba enfocada a cuidar y mantener la salud de su ejército,
por eso los médicos eran recompensados con títulos de dignidad.

Al hablar de la medicina en Roma, nuestro punto de interés se va a fijar,


irremediablemente en el ejército, ya que el Imperio entendía como vital que las
tropas estuvieran tan sanas y saludables como fuera posible. De ahí que los
enormes esfuerzos llevados a cabo por Roma para asegurar la salubridad de sus
ejércitos hiciera que los medicus (oficial médico de las unidades de combate
romanas) fueran reconocidos como unos personajes de un status superior dentro de
la escala social militar.

Los primeros hospitales que se construyen son militares, la valetudinaria donde se


atendían a los militares del ejército. Estaban construidos en las zonas fronterizas y
había salas separadas para enfermos y heridos. Hay que tener en cuenta que éstos
edificios eran exclusivos para las tropas ya que los demás habitantes eran
atendidos en sus casas o, en el peor de los casos, como los enfermos
desahuciados, deformes y recién nacidos no deseados, eran, simplemente dejados.
Uno de los médicos más importante era Galeno, cirujano de gladiadores y conocido
como padre de la medicina deportiva, partidario del masaje como preparación a la
actividad física, así mismo estudió y describió minuciosamente el esqueleto y los
músculos que lo mueven. Todo esto lo descubrió además de por observar las
heridas de los gladiadores, por las disecciones a cerdos y a monos que pudo
practicar en Alejandría.
El aloe vera era uno de los tratamientos más utilizados por los romanos para la
curación, sobre todo, de quemaduras y problemas con la piel.

Curiosos, cuando menos, son los métodos anticonceptivos utilizados; el médico


Sorano de Éfeso en su libro de Ginecología recomienda el uso de una mezcla que
se compone de aceite rancio de oliva, miel y bálsamo de cedro que debía
introducirse en el útero; también había un método muy eficaz que consistía en
introducir una bola de lana en la vagina que era empujada hasta la entrada del
cuello del útero empapada en vino u otras sustancias de textura grumosa. También,
como es lógico, había métodos que empleaba el hombre, como son las conocidas
tripas de cerdo o carnero y una especie de pomada que se unta sobre el pene que
poseía la capacidad de matar el esperma.
Así tenemos una medicina en Roma enfocada prácticamente hacia el ejército donde
se descubren enfermedades y remedios ampliamente recogidos en tratados que van
a ser la base de la medicina hasta prácticamente el siglo XIX. El imperio concede a
sus súbditos una serie de elementos de higiene y salubridad en las ciudades que
evitan pestes y enfermedades relacionadas con la baja calidad de vida de los
anteriores pobladores.
Bibliografía
https://www.sac.org.ar/historia-de-la-cardiologia/medicina-en-la-antigua-grecia-de-los-
dioses-a-
hipocrates/#:~:text=Tuvo%20la%20medicina%20griega%20inicialmente,al%20enfermo
%20en%20determinadas%20circunstancias.

https://www.salud.mapfre.es/enfermedades/reportajes-enfermedades/la-medicina-en-
roma/

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