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INFORMÁTICA JURÍDICA

Tradicionalmente se ha diferenciado entre

 Informática Jurídica de Gestión


 Informática Jurídica Documental
 Informática Jurídica Decisoria

La Informática Jurídica de Gestión es la aplicación de la informática a las tareas

cotidianas de abogados, jueces, peritos, etc. a través del uso de computadoras


y programas para realizar tareas de procesamiento de textos, de
almacenamiento de datos, para efectuar comunicaciones mediante redes, etc

Sin embargo, no se encuentran características propiamente jurídicas que


puedan diferenciar estas metodologías del análisis, programación y
aplicaciones utilizadas en otros ámbitos administrativos.

En consecuencia, resulta impropio hablar de una Informática Jurídica de


Gestión

cuando los elementos jurídicos que hay en ella son irrelevantes y en


consecuencia insuficientes para categorizarla.

La Informática Jurídica Documental, por su parte, pretende dar solución a las

dificultades en el trabajo de recuperar documentos en amplios repositorios


jurídicos.

Desde la invención de la escritura, tanto las leyes como las sentencias y los
artículos de doctrina se expresan mediante documentos escritos. En los últimos
años, la cantidad de estos documentos jurídicos ha crecido de manera tan
elevada que ha hecho imprescindible la utilización de potentes motores de
búsqueda.

Básicamente, los motores de búsqueda actuales utilizan combinaciones de


distintos métodos de ordenación: clasificación temática, búsqueda por palabras
incorporadas y búsqueda por palabras del propio texto. Asimismo, hacen uso
de operadores lógicos y sintácticos (conjunción, disyunción, negación,
adyacencia, proximidad, etc).

Se puede demostrar empíricamente que en sistemas de bases de datos


jurídicas - dadas ciertas condiciones- existe un “umbral máximo” a partir del
cual el aumento de complejidad de la expresión de búsqueda no mejora la
respuesta.

Estos sistemas trabajando sobre universos documentales enormes- son

esencialmente de respuesta aproximada y por lo tanto ineficaces en caso de


requerirse una respuesta exacta.

Por tal razón, son útiles para tareas de búsqueda de jurisprudencia en donde
no es necesaria la precisión y es suficiente obtener algunos (y no todos) los
fallos que sirven para defender la postura del abogado o para fundamentar la
decisión judicial. En cambio, son muy poco confiables en la búsqueda de leyes
o de proyectos de ley ya que en este caso lo importante es que no haya
indeterminación sobre los resultados buscado.

Informática Jurídica y Derecho Informático

Cada documento jurídico (por ejemplo, una ley) suele abarcar una pluralidad de

proposiciones condicionales combinadas con multitud de otros elementos que


no tienen

este carácter. Esto lleva a desaprovechar las posibilidades de la tecnología


informática

relegada a cumplir una función muy inferior a sus posibilidades.


La Informática Juridica Decisoria, a su vez, consiste en la aplicación al derecho
de técnicas y modelos de inteligencia artificial con el objeto de lograr sistemas
expertos que simulen el razonamiento jurídico. Esta disciplina sí tiene en
consideración las structuras lógicas normativas y trabaja a partir de sistemas
inferenciales.

La mayoría de los proyectos de Inteligencia Artificial aplicada al derecho que se


han desarrollado en la Argentina y en el mundo han carecido de continuidad y
hoy no existen, lamentablemente, aplicaciones ni estudios de la envergadura
que se podría haber esperado.

El diseño de estos sistemas expertos requiere un trabajo de investigación muy


arduo para que pueda tener alguna utilidad en la práctica del derecho. Pero, a
pesar de ello, el potencial de la Informática Jurídica Decisoria es tal que se
puede considerar que en el futuro tendrá el papel de mayor relevancia en el
campo de la Informática Jurídica.

Derecho Informático

A partir del uso generalizado de sistemas informáticos y muy especialmente


con la utilización de las redes masivas, comenzaron a surgir controversias
jurídicas que no se prestaban a soluciones clásicas.

Las dificultades son, esencialmente, la caracterización jurídica de los hechos


que

suceden en Internet, la determinación del lugar donde se producen (ley


aplicable y tribunal competente) y del tiempo en que suceden (en los casos en
que éste sea un elemento de configuración).

Así surgen dos puntos fundamentales a considerar: el dictado de nuevas


normas
específicas y la reinterpretación de las normas existentes para ser aplicadas a
las nuevas

situaciones.

Estos problemas han surgido en todas las ramas del derecho: cuestiones de

responsabilidad civil (violación de la propiedad intelectual, relación entre marca


y nombre

de dominio, responsabilidad de los administradores de redes y de los


programadores),

de derecho constitucional (conflicto entre la protección de la intimidad y el


derecho a la

información —necesariamente influido por los nuevos parámetros temporales-),


de

derecho penal (violación de correspondencia /correos electrónicos, prácticas de

“hackeo”, injurias y amenazas por la red).

A causa del anonimato que predomina en las relaciones por Internet se


plantean

también problemas de derecho tributario (por la dificultad de fiscalizar las


operaciones),

de interpretación de los contratos (en los cuales puede desconocerse la


identidad de la

contraparte, incluso si tiene capacidad para ser contratante), además de


enormes

dificultades probatorias en los procesos judiciales de cualquier índole.


Informática, como uno de los fenómenos más significativos de los últimos
tiempos, deja sentir su incontenible influjo en prácticamente todas las áreas del
conocimiento humano, entre las cuales el derecho no puede ser la excepción y
da lugar en términos instrumentales a la llamada informática jurídica. En
sentido general, podemos decir que la informática jurídica es el conjunto de
aplicaciones de la informática en el ámbito del derecho. Nacida propiamente en
1959 en Estados Unidos, la informática jurídica ha sufrido cambios afines a la
evolución general de la misma informática. Las primeras investigaciones en
materia de recuperación de documentos jurídicos en forma automatizada se
remontan a los años de la década de 1950, cuando se comienzan a utilizar las
computadoras, no solo con fines matemáticos, sino también lingüísticos.

Estos esfuerzos fueron realizados en el Headlow Center HLC de la Universidad


de Pittsburgh, Pennsylvania. El entonces director del centro, John Horty, estaba
convencido de la necesidad de encontrar medios satisfactorios para tener
acceso a la información legal. En 1959, el centro colocó los ordenamientos
legales de Pennsylvania en cintas magnéticas. El sistema fue posteriormente
demostrado en 1960 ante la Asociación Americana de la Barra de Abogados en
la reunión anual celebrada en Washington.

Esta fue en la primera demostración de un sistema legal automatizado de


búsqueda de información. Si bien es difícil dar una definición de la informática
jurídica, como suele suceder con las disciplinas de reciente surgimiento, cabe
decir que se trata en última instancia de la utilización de las computadoras en el
ámbito jurídico.
En términos generales, es válido afirmar que la informática jurídica es la técnica
interdisciplinaria que tiene por objeto el estudio e investigación de los
conocimientos de la informática general, aplicables a la recuperación de
información jurídica, así como a la elaboración y aprovechamiento de los
instrumentos de análisis y tratamiento de información jurídica, necesarios para
lograr dicha recuperación. La interrelación informática derecho ha dado lugar a
numerosas denominaciones, entre las que destacan, por mencionar solo
algunas de ellas, las siguientes. La primera denominación fue el término
jurimetría, creado por el juez estadounidense Lee Levinger en 1949. La
segunda fue la de ucibernética, ideada por Mario Lozano, quien en su libro
Eucibernética sostiene que la cibernética aplicada al derecho ayuda no solo a
la depuración cuantitativa de éste, sino también a la cualitativa. También
existen otras denominaciones como computer and law en países anglosajones
y jurismática en México.

En este punto, cabe aclarar la diferencia entre los términos informática jurídica
y derecho informático. Aunque parezca una denominación más de la
informática jurídica, en realidad cubren campos diferentes, ya que la
informática es un conjunto de técnicas que busca el manejo óptimo de la
información jurídica. Además, no es coercible, si no necesaria, y su
inobservancia hace pedioso e impreciso el ejercicio del derecho. Y el derecho
informático es el conjunto de reglas de conducta que busca regular la
utilización de las tecnologías, así como evitar y penalizar los delitos
informáticos, siendo coercible y su incumplimiento ocasiona una sanción o
consecuencia jurídica. La evolución de la informática jurídica se da en la
década de los años 60, y es así como en 1964, la Corporación Americana de
Recuperación de Datos comenzó a comercializar sistemas de procesamiento
de datos legislativos.

Una siguiente incursión la realizó la Corporación de Investigación Automatizada


de la barra de Ohio, OVAR, por sus siglas en inglés, diferente de las dos
primeras experiencias del HLC, ya que fue enfocada hacia los abogados
litigantes. El sistema OVAR comenzó en 1967, cuando la barra del estado de
Ohio firmó un contrato con la Corporación de Datos de Dayton, Ohio.

Los trabajos de este sistema continuaron en 1970, por medio de la CMD. En


1973, la CMD comenzó a convertirse en el necesarizar el sistema Lexis como
sucesor del O'Byrne. Hoy día, el sistema de informática jurídica más importante
y rentable en el mundo. En sus primeros años, la informática jurídica se
presentó en términos de una informática documentaria de carácter jurídico, es
decir, creación y recuperación de información que contenía datos
principalmente jurídicos, leyes, jurisprudencia y doctrina, o al menos de interés
jurídico.

Poco a poco comenzó a vislumbrarse la idea de que de estos bancos de datos


jurídicos se podían obtener no solo informaciones, sino también, mediante
programas estudiados expresamente, verdaderos actos jurídicos como
certificaciones, atribuciones de juez competente o sentencias pre modeladas.
Así, a fines de los años de 1960, nació la llamada informática jurídica de
gestión. Finalmente, al ver que las informaciones y los procedimientos eran
fidedignos y permitían lograr buenos resultados, surgió lo que hoy es
considerado por algunos tratadistas como el sistema experto legales, o también
llamada informática jurídica meta documentaria. Desde hace varios años, la
informática jurídica ha permitido un mejor conocimiento de los fenómenos
jurídicos, por lo que muchos juristas, anteriormente escépticos e indiferentes,
han encontrado en la computadora un instrumento eficaz para mejorar sus
actividades.

De esta forma, a la informatización en el campo del derecho, se ha constituido


diferentes tipos de archivos, legislativos, de jurisprudencia, doctrinales,
bibliográficos, etcétera, los cuales representan un potencial informativo
insospechado, además de que constituyen un apoyo rápido y eficaz en la
realización de actividades de gestión, así como una ayuda en la toma de
decisiones en la educación e investigación, por mencionar solo algunos
campos, lo cual representa un hecho sin precedente dentro del ámbito jurídico.
Si hemos llegado hasta este punto, es que ya tenemos claro que no es lo
mismo decir derecho informático que informática jurídica. Hablemos entonces
de la informática jurídica documental, también conocida como sistema de
documento. Es una de las ramas más antiguas de la informática jurídica. Sus
orígenes suelen asociarse a los trabajos realizados por John Horty en la
Universidad de Pittsburgh allá por el año 1959. La finalidad de la informática en
un sistema documentario consiste en encontrar lo más rápido y eficientemente
posible la información que haya sido almacenada. Es decir, funciona como un
facilitador de la información. Por lo tanto, la informática jurídica documental es
la automatización del conocimiento jurídico, enmanado de fuentes legislativas,
jurisprudenciales y doctrinales. Esta consiste en la creación, almacenamiento y
recuperación de la información jurídica como leyes, doctrina, jurisprudencia,
documentos administrativos, contratos, convenios, expedientes, ya sean
judiciales, notariales o registrales.

Con estos sistemas de documentación, se pretende dar solución a la dificultad


en el trabajo para recuperar documentos de amplios repositorios jurídicos, ya
que, desde la invención de la escritura, tanto las leyes, las sentencias y los
artículos de doctrina se han expresado mediante documentos escritos. Sin
embargo, en los últimos años, la cantidad de estos documentos jurídicos ha
crecido de manera tan elevada que se nos haría imposible prescindir de la
utilización de potentes motores de búsqueda.

La importancia de la informática jurídica documental radica en el uso que se le


da, ya que es la más grande fuente de consulta para una adecuada toma de
decisiones de índole legal. Estos sistemas de documentación cuentan con una
interfaz del mencionamiento y recuperación de información jurídica. Primero,
tenemos la entrada de documentos como leyes, reglamentos, jurisprudencia,
doctrina o acuerdos, que son ingresados bajo una forma codificada y según la
capacidad del sistema.

Esta codificación será fundamental, puesto que dependerá de qué tan


detalladamente fueron ingresados los documentos, es decir, si se consideró
cada letra, cifra, puntuación, palabra, expresión e identificadores correctos. La
búsqueda es un proceso aparte para poder encontrar los documentos
significativos. Será necesario la codificación de palabras deseadas según la
combinación.

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