Etapa oral Se desarrolla durante el primer año de vida. Se inician las conductas relacionadas con un primer contacto con el mundo externo y las figuras objetales, a través de la alimentación. Se encuentra la energía pulsional, condensada en la mucosa oral o en la boca como zona erógena. El primer contacto con el mundo externo, y la diferenciación yoica, se hace a través de la relación con la madre Etapa anal Se desarrolla durante el segundo año de vida. El placer erótico se consigue a través de la mucosa anal como zona erógena. Se trapa de la fase en la que se empiezan a controlar el esfínter en la defecación. En esta etapa existe, de parte del niño, un deseo ambivalente de control sobre el mundo externo y las figuras objetales. Etapa fálica Esta fase pulsional duraría entre los 3 y los 6 años. Durante la etapa fálica, el enfoque principal de la libido se centra en los genitales. A esta edad los niños empiezan a descubrir las diferencias entre hombres y mujeres. Freud creía que los niños comienzan a ver a sus padres como un rival por el afecto de la madre. “El complejo de Edipo” describe estos sentimientos de querer poseer a la madre y el deseo de reemplazar al padre. Sin embargo, el niño también teme que será castigado por el padre por estos sentimientos, a este miedo Freud lo llamó la angustia de castración. El término complejo de Electra se ha utilizado para describir estas mismas sensaciones experimentadas por las niñas. Freud, sin embargo, creía que las niñas por su parte experimentan la envidia del pene. Etapa de latencia Se desarrolla hacia los 6 años y se extiende hasta el inicio de la pubertad. Aparecen los sentimientos de vergüenza, asco y pudor, y se presenta un adormecimiento de la sexualidad infantil, por lo cual se desvía la energía libidinal hacia otros fines. En esta etapa de desarrollo afectivo juegan un papel muy importante los pares o iguales Etapa genital La etapa genital aparece con la pubertad y se prolonga en adelante. Está relacionada con los cambios físicos que acompañan a la adolescencia. Además, en esta fase del desarrollo psicosexual el deseo relacionado con lo sexual se vuelve tan intenso que no se puede reprimir con la misma eficacia que en etapas anteriores. Bibliografía: Zabarain-CogolloS. J. (2011). Sexualidad en la primera infancia: una mirada actual desde el psicoanálisis a las etapas del desarrollo sexual infantil. Pensando Psicología, 7(13), 75-90. Recuperado a partir de https://revistas.ucc.edu.co/index.php/pe/article/view/393