Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Al ser propietario de alguna empresa o ser parte del departamento financiero se deben
conocer las fuentes de financiación a las que se puede recurrir ya que en coherencia de lo
que se presenta los recursos financieros fueron la excepción mientras transcurría la
pandemia, motivos más que suficientes para acudir a ese tipo de herramientas financieras.
La fuente de financiación es toda aquella vía que utiliza una empresa para obtener los
recursos necesarios o faltantes para así sufragar su actividad.
En un estudio presentado por la Universidad Autónoma de México en el área financiera da
a conocer como palanca financiera al aprovechamiento de las fuentes de financiamiento en
relación a los diferentes tipos de créditos que se pueden obtener tanto de las Instituciones
Bancarias como de los Organismos auxiliares del crédito, etc, aparte de su variabilidad en
relación a su utilización que se le da al financiamiento y al tiempo mientras se le da ese
aprovechamiento, la tasa de interés y las garantías integradas o solicitadas. (UNAM)
Este tipo de financiamientos se puede clasificar en crédito privado o crédito público. El
crédito privado es aquel que se otorga a los particulares, ya sean personas físicas o personas
morales en todas sus modalidades. En cambio, el crédito público es aquel que se otorga a
personas de Derecho Público, o sean aquellos casos de empréstitos que reciben los
gobiernos a nivel Federal, Estatal, o Municipal.
Las entidades financieras como bancos, son solo una de las fuentes de financiación a las
que se puede acudir, a parte de la financiación pública, subvenciones, crowfunding, capital
riesgo, se cuenta por otra parte y objeto de la presente, la financiación externa, como lo son;
préstamos, créditos, confirming, crowlending o factoring, que, aunque no sean conocidas,
pueden ser económicas y accesibles, sobre todo para empresas en crecimiento.
El comportamiento de las empresas mexicanas para obtener financiamiento está viviendo
un sustancial cambio, en virtud de que el mismo entorno económico ha propiciado un
análisis más serio de la "Estructura financiera" de los negocios ante la pandemia, toda vez
que en este año el costo de los recursos y su viabilidad de estos fue más estricta.
Este tipo de situaciones contractuales, en contexto no ha recibido sustentabilidad por parte
del gobierno federal lo que ha provocado la creación de capital por diferentes activos, en
especial por los aspectos que se abordan en la presente.
Victoria Eugenia Erossa Martin, en su libro Proyectos de Inversión en Ingeniería. Su
Metodología, conceptualiza al financiamiento como; “el abastecimiento y uso eficiente del
dinero, líneas de crédito y fondo de cualquier clase que se emplean en la realización de un
proyecto o en el funcionamiento de una empresa” (EROSSA MARTIN)
El estudio del financiamiento tiene en cuenta las fechas en que se necesitan los recursos de
inversión de acuerdo con el programa de trabajo y el calendario de inversiones se
establecerá un calendario o cronograma financiero, asimismo, se deberá plantear el
programa relativo a los componentes de la inversión en moneda nacional y moneda
extranjera su procedencia interna o externa en relación al proyecto y la determinación de la
inversión fija y del capital de trabajo.
El plan financiero ha de incluir además del calendario de pagos el cómo se obtendrán
dichos ingresos para poder cubrir los recursos prestados.
Los recursos financieros pueden clasificarse como internos y externos:
- Internos. Son todos aquellos que ha generado la empresa en desarrollo de su
actividad
- Externos. Son aquellos que no han sido generados por la propia actividad de la
empresa. Por su procedencia se clasifican en propios y ajenos.
a) Propios: son aportados por los socios o propietarios.
b) Ajenos: son aportados por personas físicas o jurídicas distintas a los
propietarios.
Las fuentes de financiamiento son aquellas entidades o empresas públicas o privadas a las
cuales se puede acudir para buscar dinero para la empresa. A nivel empresarial, son
numerosos los motivos por los que se puede necesitar financiamiento:
● Compra de maquinaria.
● Reestructurar tu deuda.
● Otras.
● Tasa de interés que los inversionistas desean les sea pagada para conservar e
incrementar sus inversiones en la empresa.
● Límite inferior de la tasa interna de retorno que un proyecto debe rendir para
justificar la inversión.
El conocimiento del Costo de Capital es fundamental en el análisis y evaluación
empresarial.
Toda fuente de financiamiento implica un desembolso para los inversionistas y una
captación para la empresa, en consecuencia, el financiamiento implica recepciones
periódicas para la empresa y desembolsos para los inversionistas.
EL INTERÉS
Términos como Euribor, Libor, tasa de descuento, etc., parecen inventos de nuestros días,
pero, sin embargo, no son sino referencias a determinados tipos de interés y la historia de
estos es algo tan antiguo como puede serlo la del dinero. Lo cierto es que casi desde que
existe el dinero existe el interés un porcentaje que marca su precio. Ya en la antigua Roma
se empleaban términos como usurero o aval y algunos han conservado su significado a
través de los siglos.
Desde la parábola de los talentos relatada en la Biblia (Mateo, Cap. 25, vers. 14 y ss.), el
interés fue considerado como fuente de creación de más dinero y la institución donde
operaba este hecho (los bancos) considerada como mágica, re vistiéndose de un carácter
divino que con el paso del tiempo dejó los ropajes sacros para tornarse más secular y
materialista.
Asimismo, las tasas de interés desde tiempo inmemorial estuvieron ligadas a la abstención
del sujeto económico de consumir en el presente a fin de obtener una recompensa a futuro.
En ambas operaciones clásicas (ahorro y préstamo) las tasas de interés serán las que
determinen el atractivo para dejar de consumir ahora y ahorrar, o solicitar un préstamo para
un fin económico determinado, entrando en función dos variables importantes (no las
únicas): el capital y el tiempo transcurrido. La diferencia entre las tasas del dinero ahorrado
y las tasas del dinero prestado será la ganancia del banco, descontando sus gastos
operativos.
Roma es considerado como uno de los grandes imperios de la historia, no solo se fundó
basando su poderío en un gran ejército, sino también en una serie de leyes que iban en
consonancia con un gran aparato burocrático. En esta época, aunque ya se conocía el
concepto de tipo de interés, su uso no estaba regulado, dejando al libre albedrío de los
contratantes tanto la tasa, como muchos otros aspectos.
En aquellos tiempos, si una familia no podía pagar sus deudas, corría el peligro de ser
castigada con la esclavitud o incluso la muerte. Un famoso prestamista fue Bruto, conocido
por formar parte del complot que acabó con la vida de Julio César y que, según las
crónicas, realizaba préstamos al “módico” interés del 48%..
Con el final del imperio romano el emperador Justiniano realizó un intento de regular el
negocio de los préstamos sobre todo en lo relacionado con los tipos de interés en un intento
de evitar que estos fueran demasiado abusivos. En la Edad Media la religión cristiana no
veía con buenos ojos los préstamos con interés, de hecho, los consideraba casi un pecado, el
pecado de usura, algo poco digno de un cristiano. Debido a esta rigidez eclesiástica, los
judíos eran casi los únicos que podían dedicarse al negocio del préstamo, no sin cierto
desdén de la iglesia. Poco a poco, las juderías se fueron convirtiendo en núcleos de negocio
bancario y dando a luz a las primeras casas de préstamo y banca.
Conforme fueron avanzando los años, la iglesia católica fue flexibilizando su visión en
parte por las peticiones de los monarcas europeos que necesitaban dinero para sus guerras
de conquista. Se empezó a distinguir entre préstamos para subsistir en los que no era lícito
cobrar interés y préstamos para invertir en los que se justificaba el tipo de interés por el
riesgo del prestamista.
En los últimos siglos conforme se iba perfilando el sistema económico que hoy impera, el
capitalismo y los tipos de interés fueron acaparando la atención de los economistas y
mandatarios debido sobre todo a su fuerte impacto en un comercio que empezaba a
perfilarse como uno de los principales motores del desarrollo económico de las naciones.
Durante el Renacimiento el dinero se comenzó a percibir como una mercancía más que
podía ser comprada, vendida o arrendada y el tipo de interés representaba el pago por el
arrendamiento del dinero. Poco a poco, la Iglesia comenzó a mostrar flexibilidad con los
préstamos a interés debido a que, en más de una ocasión debido a sus múltiples asuntos
mundanos, entre ellos las guerras, andaba en aprietos de dinero y realizaban los préstamos
en nombre de Dios.
Inglaterra fundó su primer banco central en 1694, originalmente fue un banco más, a
diferencia que tenía como cliente al gobierno inglés, a cambio de privilegios reales.
Conforme la vida económica se expandía las operaciones financieras también lo hicieron e
implementaron políticas monetarias, adoptando el Banco de Inglaterra las funciones de
regular el crédito y uno de los instrumentos para ello era a través de la regulación de las
tasas de interés.
Había llegado la regulación de los tipos de interés por el estado, que ya no se conformaban
con fijar un techo, sino que, además fijaban exactamente el tipo. Poco después, la
Revolución Francesa popularizó los préstamos en un país tradicionalmente católico como
Francia.
Con las guerras napoleónicas el Banco de Inglaterra asistió a un fuerte crecimiento del
comercio británico, y con él, del volumen de préstamos. Con el tiempo, este banco central
tomó conciencia del peligro que podía suponer un endeudamiento excesivo para la
economía y decidió elevar los tipos de interés y con ello, restringir el préstamo.
El tiempo pasó y apareció la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, etc., y los
préstamos con interés, y se convirtieron en algo cotidiano. Como se puede comprobar,
Libor, Euribor y demás son acrónimos nuevos para unas prácticas que vienen de siglos, si
bien ahora, están mucho más reguladas.
IMPACTO AL EMPLEO
En México existen al menos dos fuentes de información importantes para poder analizar la
evolución del empleo durante la pandemia en México, una es las que genera el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS), que muestran la evolución del empleo formal del
sector privado, otra son las cifras de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo
(ETOE), las que proporcionan información tanto del sector formal como del informal. Es
importante señalar que esta encuesta es un instrumento diseñado por el Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI) para sustituir en forma transitoria a la Encuesta
Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) y que, por lo tanto, sus cifras no son
estrictamente comparables con las de la ENOE.
Acorde a las cifras del empleo formal, en el periodo que va de marzo a junio de 2020 se
perdieron poco más de 1.1 millones de empleos formales, una reducción de 5.4% de todos
los empleos formales registrados ante el IMSS. El grueso de la pérdida ocurrió en los meses
de abril y mayo, en los cuales se perdieron 900 mil empleos. La pérdida de empleos
formales ha sido de tal rapidez y magnitud que ya incluso excedió a la ocurrida en el punto
más bajo de la crisis de 2008-2009. (ESQUIVEL)
La pérdida de empleos formales en el periodo marzo-junio 2020 se ha concentrado
desproporcionadamente en los trabajadores de bajos niveles de ingreso. De hecho, 83.7%
(933 mil) de todos los empleos perdidos corresponden a trabajadores que percibían entre 1
y 2 salarios mínimos. Los sectores productivos que han sido los más afectados en términos
relativos han sido la agricultura (-11.5%), la construcción (-10.1%) y los servicios para
personas, empresas y el hogar (-8.6%). En estos tres sectores se concentra el 60% de todos
los empleos perdidos durante la pandemia. Otros sectores afectados de manera importante
en términos absolutos han sido la Industria de la Transformación (245 mil empleos
perdidos, -4.4%) y el Comercio (131 mil, -3.2%). En conjunto, estos cinco sectores aportan
94% de todos los empleos formales perdidos. (ESQUIVEL)
En términos regionales, la pérdida de empleos formales también ha sido muy heterogénea.
Si bien la pérdida nacional de empleos fue de 5.4% entre febrero y junio, el impacto en
algunos estados ha sido mucho mayor. Así, por ejemplo, Quintana Roo perdió cerca de una
cuarta parte de todos sus empleos formales en ese periodo (-24%). Las otras entidades más
afectadas han sido Baja California Sur (-10.9%), Sinaloa (-10%),Nayarit (-9.6%) y
Guerrero (-8.7%). Como se puede ver, las entidades que resultaron más afectadas en
materia de empleo son aquellas que dependen en forma importante del turismo nacional e
internacional. (ESQUIVEL)
Con respecto al empleo en su conjunto, y utilizando las cifras de la ENOE de mayo de 2019
y de la ETOE de mayo de 2020, y si bien las encuestas no son estrictamente comparables,
los cambios son de tal magnitud que nos ayudan a tener una idea de lo que ha venido
ocurriendo en el mercado laboral mexicano. (ESQUIVEL)
Concepto MAYO 2019 MAYO 2020 Cambio
(ENOE) (ETOE)
Población Ocupada 55.0 43.6 -11.4
Subocupados 4.3 13.0 8.7
No subocupados 50.7 30.5 -20.2
Población 2.0 1.9 -0.1
Desocupada
Población No 37.7 50.4 12.7
económicamente
Activa
Disponibles 5.4 19.4 14.0
No disponible 32.3 31.0 -1.3
Tasa de 3.5% 4.2% 0.7
desocupación (%)
La tabla elaborada con datos del INEGI, revela con gran claridad lo que está ocurriendo en
el mercado laboral en México: si bien el número total de empleos perdidos entre 2019 y
2020 es de 11.4 millones, la población desocupada apenas si ha cambiado (un aumento de
apenas 100mil personas). En realidad, la mayor parte de las personas que han perdido su
empleo en este lapso, han pasado a formar parte de la Población No Económicamente
Activa (12.7 millones de personas) y se encuentran disponibles para trabajar (14 millones
de personas). Esto quiere decir que no están buscando activamente empleo, lo cual puede
deberse a diversos factores. Algunos quizá sólo están esperando el fin del confinamiento
para regresar a su ocupación previa, ya sea como empleado subordinado, empleador o
trabajador por cuenta propia. Otros quizá simplemente consideran que no es el momento
más apropiado para buscar trabajo, dadas las condiciones económicas actuales. De hecho,
la Encuesta Telefónica sobre Covid-19 y Mercado Laboral (ECOVID-ML) recientemente
reveló que alrededor de 5 millones de las personas disponibles consideran que retornarán a
su trabajo al término de la contingencia.
En cualquier caso, un resultado interesante del mercado laboral es que la tasa de
desocupación no aumentó tan drásticamente como se hubiera esperado, ya que únicamente
pasó de 3.5% en mayo de 2019 a 4.2% en mayo de 2020. En contraste, la tasa de desempleo
durante la crisis de 2008-2009 pasó de 3.7 a 6% en la parte más profunda de la crisis
económica. A pesar de lo positivo que esto pudiera parecer, lo cierto es que otros
indicadores del mercado laboral tales como la tasa de desempleo extendida (32.8%) o la
brecha laboral (52.9%) sugieren una afectación más profunda del mercado laboral (Heath,
2020). Estas cifras, sin embargo, reflejan las condiciones atípicas del mercado laboral
durante un periodo de confinamiento y no necesariamente reflejan la situación estructural
del mercado laboral. (ESQUIVEL)
Recapitulando, los indicadores del mercado laboral apuntan a una pérdida cercana al millón
de empleos formales, a un ligero aumento de la tasa de desocupación (0.7puntos
porcentuales), a una pérdida (que pudiera ser de carácter transitoria) de más de 20 millones
de personas empleadas de tiempo completo, de las cuales una fracción pasaron a trabajar de
tiempo parcial (8.7 millones), mientras que el resto están ya sea en suspenso o salieron del
mercado laboral. Un tema clave hacia adelante es qué tan rápido se podrán recuperar los
empleos formales perdidos y qué tan rápido se podrán reintegrar los millones de personas
que se desvincularon del mercado laboral. Por supuesto, todo esto dependerá de la
evolución de la pandemia y de la reapertura gradual de la economía. Al final del día, un
punto clave será si el cierre transitorio de actividades se convertirá o no en un cierre
permanente para un número significativo de empresas.
Tanto la contracción de la actividad económica como la consiguiente pérdida de empleos se
han comenzado a traducir ya en una importante reducción de ingresos para amplios
segmentos de la población. Una parte de esta pérdida de ingresos será sin duda temporal,
pero otra tendrá un carácter más permanente en la medida en que la crisis se prolongue o
que la recuperación sea más lenta de lo anticipado. Esta situación afectará de manera
importante a los trabajadores de aquellos sectores caracterizados por un mayor contacto
entre vendedores y consumidores.
El impacto final aún está por definirse y sigue dependiendo crucialmente de la evolución de
la pandemia, que, aunque a estas alturas y ya existiendo vacunas no se rebasa el 10% de la
población que ha sido inmunizada, del mismo modo dependiendo de la capacidad en la
economía para evitar que la crisis transitoria se traduzca en una crisis de carácter más
permanente.
Por último, se anticipa un aumento importante en las tasas de escasos recursos, según
diversas estimaciones, alrededor de 9 millones de mexicanos podrían pasar a ser
considerados como de bajos recursos y un número similar podría caer en situaciones de
pobreza extrema. A la larga, este será quizá el impacto más duradero y doloroso de esta
crisis y el que requiere una atención de carácter más inmediato. (ESQUIVEL)
● Simplificar los procedimientos para aplicar la exención del IVA sobre deudas
incobrables;
● Ajustar los pagos anticipados requeridos sobre la base de un pasivo fiscal esperado
revisado;
● Aumentar la generosidad de las disposiciones para la amortización o aplicación de
pérdidas;
● Ampliación de plazos;
● Aplazamiento de pagos;
Reacciones Globales
Con base en el informe emitido por la OCDE el 21 de abril de 2020, se puede observar que
varios países han tomado medidas significativas. La mayoría de las acciones están
relacionadas con el otorgamiento de tiempo adicional para el manejo de asuntos tributarios,
la extensión de plazos, el aplazamiento de pagos, remisión de multas e intereses, planes de
pago de deudas y suspensión de la recuperación de la deuda. Las acciones también incluyen
reembolsos o devoluciones más rápidos a los contribuyentes, cambios temporales en la
política de auditoría y formas de brindar certeza tributaria más rápida y mejores servicios e
iniciativas de comunicación para los contribuyentes. (SKATT). En resumen, podemos ver
lo siguiente:
Albania, Angola, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile,
China, Colombia, Croacia, Chipre, República Checa, República Dominicana, Ecuador, El
Salvador, Finlandia, Georgia, Grecia, Guatemala, Honduras, Irlanda , Israel, Italia, Japón,
Letonia, Lituania, Malasia, Malta, Moldavia, Nueva Zelanda, Noruega, Panamá, Perú,
Polonia, Rusia, Serbia, Singapur, Corea del Sur, España, Suecia, Turquía, Ucrania y EE.
UU. han implementado u ofrecido algún tipo de medida para otorgar una extensión de los
plazos.
Albania, Australia, Austria, Bielorrusia, Bélgica, Bolivia, Canadá, Chile, China, Colombia,
Costa Rica, Croacia, República Checa, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador,
Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Honduras, Hungría, Islandia, Italia , Japón, Letonia,
Lituania, Malasia, Malta, Moldavia, Países Bajos, Macedonia del Norte, Panamá, Polonia,
Rusia, Singapur, Sudáfrica, España, Suiza, Ucrania y el Reino Unido han implementado u
ofrecido algún tipo de medida para permitir la aplazamiento o prórroga de pagos.
Albania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Croacia, Costa Rica, República Checa,
República Dominicana, El Salvador, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Guatemala,
Irlanda, Israel, Italia, Lituania, Malta, Moldavia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Macedonia
del Norte, Noruega, Perú, Rumania, Serbia, Singapur, España, Suiza, Ucrania, el Reino
Unido y los EE. UU. han implementado u ofrecido algún tipo de suspensión o bonificación
relacionada con multas e intereses.
Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Chile, República Dominicana, Finlandia, Francia,
Honduras, Hungría, Israel, Kenia, Lituania, Malasia, Países Bajos, Macedonia del Norte,
Noruega, Panamá, Serbia, Singapur, Reino Unido y Estados Unidos han ofrecido algunos
planes para permitir un acceso más fácil a los planes de pago de deudas y la extensión de la
duración del plan.
Albania, Argentina, Australia, Bélgica, Belice, Brasil, Chile, Costa Rica, Chipre, República
Dominicana, Ecuador, Francia, Georgia, Alemania, Grecia, Honduras, Hungría, Irlanda,
Israel, Italia, Lituania, Malasia, Malta, Moldavia, Nueva Zelanda, Macedonia del Norte,
Noruega, Panamá, Rumania, Rusia, Singapur, Corea del Sur, España, Ucrania y Estados
Unidos han ofrecido algún tipo de plan para suspender la recuperación de la deuda.
Albania, Australia, Bielorrusia, Bélgica, Chile, China, El Salvador, Francia, Grecia, Irlanda,
Israel, Kenia, Letonia, Lituania, Malasia, Nueva Zelanda, Panamá, Perú, Rumania, Serbia,
Singapur y Corea del Sur han implementado u ofreció algún tipo de medida para dar
reembolsos o devoluciones más rápidos.
Albania, Angola, Australia, Austria, Bélgica, Belice, Bosnia y Herzegovina, Brasil,
Canadá, China, Costa Rica, Chipre, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, El
Salvador, Finlandia, Francia, Guatemala, Honduras, Hungría, Irlanda, Israel , Italia, Japón,
Kenia, Letonia, Lituania, Malasia, Malta, Moldavia, Nueva Zelanda, Macedonia del Norte,
Panamá, Polonia, Rumania, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Corea del Sur, España, Suecia,
Suiza, Ucrania, Reino Unido y EE.UU. han implementado u ofrecido medidas relacionadas
con las políticas de auditoría y brindan certeza fiscal.
Albania, Angola, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bélgica, Belice, Bosnia y
Herzegovina, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Croacia, Chipre,
República Checa, Dinamarca, República Dominicana, El Salvador, Finlandia, Francia,
Georgia, Guatemala, Honduras, Hungría, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Kenia,
Letonia, Lituania, Malasia, Malta, Moldavia, Nueva Zelanda, Macedonia del Norte,
Noruega, Panamá, Polonia, Rumania, Rusia, Serbia, Singapur, Sudáfrica, Corea del Sur,
España, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania, el Reino Unido y los EE. UU. han implementado
u ofrecido algún tipo de servicios mejorados e iniciativas de comunicación.
Reacción a Medida
Francia aprobó el aplazamiento del pago de impuestos para apoyar a la industria de la
aviación y permitió a las empresas solicitar el reembolso del pago de los siguientes
impuestos directos, intereses o tasas por demora, siempre que la empresa demuestre tener
dificultades de liquidez. También suspendió las auditorías, salvo las relacionadas con
reembolsos o devoluciones adeudados por los contribuyentes, dependiendo de cada caso.
Alemania emitió medidas que incluyen la reducción de la base imponible, el aplazamiento
del pago de impuestos y la reducción de tasas, además de no cobrar tarifas por pagos
atrasados hasta diciembre de 2020.
Bélgica permitió el aplazamiento de los pagos de impuestos federales, el IVA y los
impuestos sobre el empleo para mejorar la liquidez de las empresas.
Italia aplazó el pago de impuestos a las industrias turística y hotelera.
España permite el aplazamiento y suspensión de determinados impuestos y cotizaciones a
la seguridad social, así como el aplazamiento de los impuestos sobre el empleo.
Canadá otorgó un subsidio del 10% sobre la deducción de salarios durante tres meses, así
como apoyo a ciertas industrias donde el gobierno paga una parte de los salarios de los
trabajadores de las empresas. También ha permitido el aplazamiento de impuestos hasta por
seis meses, así como la reducción o eliminación de aranceles de importación sobre ciertos
productos médicos. También suspendió los procedimientos de auditoría.
EE. UU. permite utilizar las pérdidas fiscales de los años fiscales 2018, 2019 y 2020 para
reducir los impuestos por pagar en el futuro o para ayudar a recuperar los impuestos
anteriores. También aumentó la limitación a la deducción de intereses del 30% al 50% de
las utilidades antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) y ha
permitido el diferimiento de impuestos por tres meses. También suspendió nuevas
auditorías.
Es importante recalcar que lo anterior es información a abril de 2020 e incluso podría ser
que, dado el tiempo prolongado que ha durado la pandemia, algunos países hayan otorgado
beneficios adicionales o ampliado los ofertados originalmente. La intención de este artículo
no es entrar en detalles de tales beneficios o medidas, sino simplemente dar un resumen de
lo que realmente ha sucedido en todo el mundo a modo de ejemplo y poder comparar
brevemente la situación en México. (SKATT)
A través de la iniciativa de reforma del año fiscal 2021, que se presentó al Congreso el 8 de
septiembre de 2020, el gobierno mexicano continúa más enfocado en sus medidas
orientadas al control y en aumentar la recaudación de impuestos por cualquier medio
necesario. Esto es lamentable en tiempos tan difíciles como el que se vivió, donde la
economía necesita ahora el fomento de la inversión a través de la certeza legal y fiscal y un
gobierno amigable y acogedor.