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Salas, Ernesto (1990) La Resistencia Peronista Rev
Salas, Ernesto (1990) La Resistencia Peronista Rev
Dos rasgos son distintivos de la nueva camada de militantes que surgen durante la resistencia. Uno, el sentimiento
de que su legitimidad estaba dada por la incapacidad de los viejos dirigentes, y por su propia capacidad para
organizar la lucha. Otro, la resistencia a integrarse en estructuras organizativas de mayor alcance, y por ende a
subordinarse a otros dirigentes ajenos al grupo de origen.
Por otra parte, a partir de la recuperación de los sindicatos en las elecciones de 1956/7, surge una nueva dirigencia
sindical. El punto de partida de la recuperación habían sido las comisiones internas y los cuerpos de delegados, que
no podían ser destruidos a riesgo de desorganizar, de anarquizar el proceso productivo.
En agosto del 57 se realiza el congreso que debía coronar la normalización de la CGT, sin embargo los sindicatos
recuperados logran romperlo y la central queda divida en tres nucleamientos: las 62 peronistas, las 19, comunistas y
los 32 democráticos.
Dentro de las 62 se diferencian progresivamente dos líneas: los “duros”, Di Pascuale (farmacia), Rearte
(perfumistas), Borro (frigorífico), Jonch (telefónicos); y los “blandos”, como Eleuterio Cardozo (Carne) o Carulias
(transporte), que limitan sus objetivos para sobrevivir, y tienden a la participación en el sistema político. Los duros
en cambio tienden a un enfrentamiento más amplio y conservan a lo largo de todo el periodo (y después) su
posición de intransigencia. Ambos grupos se mantienen en equilibrio hasta las derrotas de 59/60.
Poco después, las 62 realizan un congreso en La Falda convocado por la seccional Córdoba, dirigida por Atilio
López. Allí elaboran un programa antioligárquico y antiimperialista: control del comercio exterior, liquidación de
los monopolios extranjeros, integración latinoamericana, nacionalización de las fuentes de energía y de los
frigoríficos, expropiación del latifundio, control obrero de la producción y fortalecimiento del Estado nacional-
popular, tendiente a la destrucción de los sectores oligárquicos antinacionales y sus aliados.