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ALCALDÍA DEL MUNICIPIO SAN CRISTÓBAL.

DIRECCIÓN DE DESARROLLO URBANÍSTICO E INFRAESTRUCTURA EN LA


COORDINACIÓN DE INQUILINATO.
Su Despacho:

Yo: GABRIEL PINILLA MANTILLA, venezolano, mayor de edad, soltero, titular


de la cédula de identidad número: V-23.095.672, asistido para este acto por el profesional del
derecho JOSÉ JANER DÍAZ MARTÍNEZ, Venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad Nº V- 7.661.360, inscrito por ante el Instituto de Prevención Social del Abogado, bajo el Nº
44.307, domiciliado en el Edificio Torre F, Piso 1, Oficina 1-5, Séptima Avenida, entre Calle 10 y 11,
San Cristóbal Estado Táchira y correo electrónico d_janner@hotmail.com, con el debido respeto
y acatamiento ante su competente autoridad ocurro para exponer lo siguiente:

CAPITULO 1
LEGITIMACIÓN ACTIVA

Des hace ocho (8) años vengo poseyendo de manera pacifica e ininterrumpida en
calidad de ARRENDATARIO un inmueble consistente de un deposito signado con el Nº 02,
en el mercado “La Ermita”, calle 15 de esta ciudad de San Cristóbal, el cual es administrado
por esta Municipalidad a través del departamento de Inquilinatos, Durante el tiempo que a
durado la relación arrendaticia he cumplido a cabalidad con todos la obligaciones propias
del contrato de arrendamiento y de las derivadas de los estatutos internos del mercado “La
Ermita” y de las resoluciones emanada de la propia Alcaldía del Municipio San Cristóbal.
Además de ser una persona honesta y trabajadora, de buen trato para con las demás personas
que laboran y consumidores que a diario colman las instalaciones de ese popular mercado.
Para demostrar mi cualidad de arrendatario y que estoy solvente con el canon de
arrendamiento presento el recibo correspondiente al mes de octubre de 2.005, signado con el
Nº 011601, cancelado el día 04/11/2005 expedido por la Alcaldía del Municipio San
Cristóbal, Dirección de Empresas y Servicios, Además del Certificado de Solvencia
Municipal, tipo “B” de fecha 24/11/2005, Signada con el Nº 42602, la certificación catastral
de fecha de expedición Nº 08/11/2005, acompañado de su respectivo recibo de cancelación
todo en copia simple el cual presento para su vista, confrontación con su original y posterior
devolución.

No obstante por intermediación de mi suegra la ciudadana ANA VICTORIA


CASTAÑEDA, quien tenia las llaves del deposito porque al igual que nosotros guarda
productos y coopera en el pago del alquiler del mismo, le facilitó las llaves al ciudadano
EDGAR, para que guardare algunos objetos, mientras se le solucionaba un problema con
relación al oficio que desempeña, ya que dicho ciudadano se dedica a la reparación de
televisores y equipos electrónicos y supuestamente había entregado el local donde reparaba
los artefactos eléctricos, hecho por el cual me pidió que le dejare guardar algunas cosas por
un plazo de ocho (08) días a lo cual mi suegra accedió, facilitándole las llaves del deposito,
pero con la condición que una vez guardare la mercancía las devolviera. Hecho que no fue
así; transcurrido algunos días el señor Edgar le dijo a mi suegra según versiones de ella que le
vendiera el derecho del deposito y que él estaba dispuesto a darle un millón de bolívares
(Bs.1.000.000,00) a lo que mi suegra respondió que dejara pensarlo porque tenía que
consultarlo conmigo, efectivamente al ser consultada mi esposa y yo por mi suegra si tenia
interés en vender el deposito ya que el sr. Edgar estaba dispuesto a comprarlo le respondimos
que no pues el único lugar que tenemos para guardar mercancía y algunos objetos,
inquiriéndole en el acto que solucionara el problema y le solicitaré las llaves a el
prenombrado ciudadano, para lo cual le solicitaron que entregare las llaves y el deposito
desocupado respondiéndoles que no las iba entregar, que las devolvería en presencia de la
administradora del mercado de la Ermita y que podían reclamarla en la oficina. Al
apersonarse mi suegra y mi esposa a la oficina de a Administradora del mercado “La Ermita”,
se encontraron con la sorpresa de que el citado ciudadano había dicho que le habían vendido
el derecho del local que sirve para deposito y que él había cancelado el dinero y que por ende
lo querían estafar al desconocer la supuesta negociación.

Al respecto quiero dejar sentado mi posesión que desde el tiempo que tengo los tres
puestos en el mercado he venido cumpliendo a cabalidad con mis obligaciones de
arrendatario y no he tenido ningún problema con las demás personas que laboran en dicho
mercado. No tengo ningún interés en subarrendar o vender algún derecho sobre el deposito,
ya que al contrario, lo necesito para guardar mercancía, inclusive, muchas veces lo facilitado
sin ningún lucro algunas que tienen puesto en el mercado y no tienen donde guardar en algún
momento mercancía, de lo dicho pude dar fe y servir como testigo las personas que trabajan
en el mercado. Quizás mi único delito fue haber servido de buen samaritano a éste ciudadano,
y el al tratar de hacerle un favor, resultamos sorprendidos en la buena fe. Dicho esto instó al
ciudadano Edgar para que presente las pruebas necesarias y suficientes para que quien aquí le
toque impartir justicia pueda establecer un veredicto apegado a derecho, de cuerdo a la sana
critica y a las máximas de experiencias.

En este sentido, para demostrar lo anterior pido que se permita presentar testigos y
evacuarlos por ante este órgano administrativo, a fin de que tome las consideraciones del
caso, igualmente que disponga los correctivos necesarios a fin se me garantice el derecho de
permanencia en local que sirve como deposito ya que presta un servicio en el resguarda y
protección de bienes de consumo y mercancía.

Del mismo modo solicito muy respetuosamente a quien aquí le toca dictar el acto
administrativo para que reconsidere la posibilidad de dejarme poseyendo como hasta hace
varios años lo he venido haciendo el inmueble que sirve de deposito a los puestos que tengo
en el mercado, ya que si bien es cierto no estoy al mando y administración de los locales pues
es mi esposa y mi familia que laboran diariamente debido a que por razones de economía
tengo un trabajo para brindarle a mi familia un hogar estable donde haya dos fuentes de
ingresos; además dicho negocio sirve de ingresos al resto de mi familia incluyendo mi suegra.

En vista de los hechos anteriormente expuestos, es por lo que solcito muy


respetuosamente la clemencia administrativa y que este organismo reconsidere la posibilidad
de que me sea de nuevo entregado el deposito comprometiéndome en este mismo acto a
conservar el inmueble, no subarrendarlo ni vender los derechos de posesión bajo pena de
resolución de la concesión dada a través del contrato arrendamiento si fuere el caso y la
inmediata entrega del inmueble; como también a seguir pagando puntualmente los cánones
de arrendamiento como lo venia haciendo antes de presentarse el problema

Es por ello que fundamento mi solicitud de reconsideración a través de la clemencia


administrativa invocando el derecho que tiene todo ciudadano o ciudadana de acceder a
cualquier organismo publico que le corresponda dictar el acto administrativo a fin de
peticionar y recibir respuesta oportuna sobre dicha petición como también en el derecho al
trabajo digno y estable

Es justicia, que espero en San Cristóbal a la fecha de su presentación.

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