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FAVIO RENATO PATTI QUISPE

• Muchos autores manifiestan que


el estudio criminológico,
psiquiátrico, psicológico y jurídico
de la víctima ha dado lugar a una
nueva ciencia que recibe el
nombre de Victimología forense
o criminológica.
• Si bien es cierto, la victimología forense tiene un marcado interés en
los aspectos psíquicos de las víctimas vivas de los hechos delictivos, o
en cualquier otra situación en la que puedan ser consideradas como
víctimas.

• Turvey (2016) manifiesta que la victimología forense es una disciplina


aplicada que consiste en examinar, estudiar e interpretar la evidencia
particular de la víctima de una manera científica con el fin de
responder preguntas forenses e investigativas.
• Entre otros aspectos es importante la ubicación de la víctima, es decir,
la descripción de la ubicación física de la víctima, inmediatamente
antes de su encuentro con el agresor o de la génesis del hecho
delictivo, ya que ayuda a determinar quién pudo cometer el delito,
entre otras preguntas.

• Además, estudia las causas por las cuales el agresor procederá a la


selección de la víctima en un determinado lugar, es decir, el proceso
por el cual un agresor elige o se dirige a su víctima.

• Esto hace que hablemos de víctima seleccionada o de víctima de


oportunidad.
• Afinando un poco más la cuestión, y
en cuanto a la VÍCTIMA
SELECCIONADA, se caracteriza porque
es la propia víctima el objetivo
principal del delito, es decir, es la
motivación directa de que el agresor
cometa un hecho delictivo.

• Por tanto, es víctima por ser quien es, por lo que sabe, por lo que
posee o por cualquier característica tanto física como psicológica.
• Respecto de la VÍCTIMA DE
OPORTUNIDAD, se caracteriza
porque la víctima es accesoria al
delito, es decir, el agresor está
• Además, las víctimas
motivado o tiene el deseo de de oportunidad
cometer un hecho delictivo y la pueden ser elegidas
víctima es irrelevante, en este según unos criterios
caso será víctima bien por la específicos preferidos
ubicación en un lugar en por el agresor. Estos
concreto en el que se encuentre;
bien por la vulnerabilidad, es
criterios pueden ser de
decir, la percepción que tenga el fantasía o simbólicos.
agresor sobre ella; y por la
disponibilidad, es decir, la
accesibilidad de la víctima en
particular por el agresor.
• Respecto a los criterios de fantasía nos encontraremos ante ellos
cuando la víctima lo es por tener una serie de rasgos (físicos o
psíquicos) que son apetecibles o deseables para el agresor para que
cometa o cumpla su objetivo que es la satisfacción de una fantasía en
particular.
• Este criterio de fantasía se puede convertir en la firma del agresor. De
otro lado, en cuanto los criterios simbólicos puede ser elegida la
víctima porque ésta tenga una serie de características que al agresor
le supongan un símbolo en particular (cónyuge, Padre, familiar,
compañero de trabajo, etc.).

• Mutilación.
• Ensañamiento.
• Dejar mensajes.
• Dejar marcas profundas en el cadáver o grabar cosas en él.
• Posicionar el cuerpo de forma que transmita algo en particular.
• Actividad post-mortem.
• Obligar a la víctima a que responda de un modo determinado.

La firma es un patrón conductual


repetitivo que despliega un agresor y
que va más allá de las acciones
necesarias que se requieren para el
éxito del delito (Douglas, ob. cit.),
• Es interesante
mencionar la figura de
Overkill definida por
Turvey como las
lesiones más allá de las
necesarias para causar
la muerte, es decir,
supone infligir repetidas
lesiones posteriores a la
aplicación de la fuerza
letal.
• Esta figura está estrechamente relacionada a la ira, rabia y frustración
contenida. Podemos citar como ejemplo el asestar un número
indeterminado pero elevado de heridas sobre una víctima en
diferentes partes del cuerpo, pero también en un área determinada
del cuerpo de la víctima.
• Normalmente esta figura
está asociada a la
violencia de género, si
bien es cierto se puede
atribuir a cualquier delito
en el que se produzca las
características citadas sin
tener por qué
encuadrarse en el delito
mencionado.
• Turvey acertadamente indica que es necesario diferenciar las lesiones
que evidencian overkill y las lesiones infligidas en la víctima que tiene
una alta resistencia y se recuperan a pesar de los intentos repetidos
de derribarla.
• Si bien es cierto, el autor de referencia, ésta figura la incluye, a la hora
de hablar del uso de la fuerza del agresor sobre la víctima, junto a
otras figuras como puede ser la fuerza letal, la fuerza administrativa,
la fuerza brutal, la fuerza orientada al control, la fuerza correctiva, la
fuerza defensiva, la fuerza preventiva y la fuerza experimental entre
otras figuras.
• Además, establece como objetivos de la victimología forense (siendo
componente esencial del análisis de la escena del crimen) los
siguientes:
• asistir en la comprensión
de los elementos del
crimen;
• apoyar en el desarrollo de
una línea de tiempo;
• definir la lista de
sospechosos;
• proveer sugerencias de
investigación;
• apoyar en la reconstrucción del
crimen;
• apoya la contextualización de las
denuncias de victimización;
• ayudar en la determinación del modus
operandi del agresor;
• apoyar en la determinación del motivo
del agresor;
• apoyar en la determinación del nivel
de exposición del agresor;
• la vinculación de casos, entre otros
puntos.
•Es por ello que, en la victimología forense es necesario proceder a
un análisis de exposición de la víctima y categorizar la citada
exposición en base a las tipologías victímales, principalmente de los
padres de la victimología, que son Benjamín Mendelsohn y Von
Hentig.
• Además, se hace
necesario, ver y
analizar la correlación
bio-psico- social, los
factores de
precipitación por las
que se es víctima, el
nivel de exposición
por el estilo de vida,
las actividades
rutinarias, etc.
• Por todo lo anteriormente
indicado, el cuerpo de la
víctima, como extensión de la
escena del crimen, sea viva o
cadáver, debe ser tenida en
cuenta y considerada como
prueba para ser analizada,
indicar unas hipótesis y obtener
unas conclusiones para un
posible perfil victimológico.
• Es importante estudiar la Victimología Forense, pero esta, en gran
medida, ha sido ignorada como algo importante en el estudio de la
Escena del Crimen.
• Esto en gran parte es debido a que es muy difícil estudiar a las
víctimas, y existen muchas circunstancias por las cuales los
investigadores no lo hacen.
• Hay desafíos emocionales. Los
mecanismos de defensa de los
sobrecargados y mal pagados
investigadores y personal
forense, involucran dosis de
desprendimiento personal y
disociación de la victima y las
cosas horribles que han
sufrido.
• El cuerpo de la víctima, vivo o muerto, y todas las cosas terribles que
ha tenido que soportar, es considerado como prueba para ser
analizado y catalogado.
• La desventaja es que corremos el riesgo de renunciar a nuestra
humanidad cuando consideramos como objetos a las victimas y su
sufrimiento.
• Se puede correr el riesgo de perder nuestra humanidad porque la
compartimentación y el distanciamiento demandan que
continuamente reforcemos nuestra visión de la victima como un
objeto.
• Si humanizamos a las víctimas, sabemos que existe el riesgo de
reconocer que no son diferentes a nuestra hija, hijo, madre, padre,
hermana, hermano, esposo o amigo.
• Para mantener al necesaria separación, tendremos que evitar y suprimir
activamente la información de la víctima como una persona. Nosotros
no conocemos a la víctima; no nos familiarizamos con la vida personal
de la víctima, fuera de los crímenes cometidos contra ella.
• Evitamos a los familiares de la víctima. No queremos tomar el tiempo
para verlos como personas –porque eso podría afectarnos
emocionalmente-
• Por otra parte algunos investigadores o perfiladores cruzan la línea y se
identifican demasiado con las víctimas. Ellos se ven a sí mismos como
protectores y a las víctimas como objeto de su propia fantasía de rescate.
• Cuando esto sucede, la línea entre el investigador de hecho y defensor
es violada. De otra manera, los profesionales rigurosos evitan investigar
inconsistencias claras; las falsedades evidentes se explican o se ocultan
bajo la alfombra; y los falsos informantes reciben cobertura u, en
algunos casos, aliento.
• Los desafíos políticos. En
algunos casos, lo es la
cultura dentro de la cual
un investigador forense
fomenta abiertamente la
marginación,
estigmatización, o
deificación de ciertas
poblaciones victimas.
• Cuando el analizador toma una postura que está en contradicción con
la opinión generalmente aceptada dentro de su propia cultura, lo más
probable es que él o ella, sientan presión para rectificar sus
conclusiones
• En otros casos puede haber presión política directa de someter a la
víctima a un determinado tipo de luz o brillo de un historia real de la
víctima, en favor de una teoría popular o estereotipo.
• Un niño muerto es mejor descrito como un ángel sin tachas; un homosexual
encontrado en una habitación de un motel es mejor descrito como un desviado
sin valor; las prostitutas son consideradas como drogadictas mentirosas
(especialmente si pertenecen a alguna minoría); y una atractiva mujer blanca
nunca miente y siempre necesita, al menos, el doble de la cantidad normal de
investigadores trabajando en su caso, si no es que todo el personal masculino.
• La victimología forense en una disciplina aplicada, a diferencia de la
teórica. El victimólogo forense busca examinar, estudiar e interpretar
evidencia particular de la víctima, de una manera científica, con el fin
de responder preguntas forenses (legales), e investigativas.
• Una impecable filosofía de la
victimología forense es que los
hechos de la víctima son
preferibles a las ficciones de la
víctima; que la evidencia de la
víctima debe ser recopilada y
estudiada de una forma
coherente, completa y objetiva, al
igual que cualquier otro tipo de
evidencia; y que las
interpretaciones de la evidencia
de la víctima deben concordar
con los principios del método
científico.
• El contexto rector para estudiar a las víctimas en contextos forenses y
de investigación es el siguiente:

• Un entendimiento completo de las víctimas y sus circunstancias va a permitir una


correcta interpretación de los hechos de un caso, lo que, a su vez, va a permitir
una interpretación exacta de la naturaleza de los daños o pérdidas, y a su vez, va
a permitir una interpretación exacta de la naturaleza de los daños o pérdidas, y
subsecuentemente nos hablará del agresor.
• Entre menos conozcamos sobre la víctima, menos conoceremos sobre el crimen y
el agresor.
• En consecuencia, la forma en que recopilemos y desarrollemos las evidencias de
la víctima es tan importante como nuestras eventuales interpretaciones: no
deben ser débiles, estrechas o basadas en suposiciones no comprobadas.
• Desarrollar un historial claro y
factualmente completo de la víctima
como parte de una evaluación
exhaustiva del caso, es
universalmente reconocida como la
mejor práctica para cualquiera de
las profesiones de asistencia, ya que
nos proporciona un punto de
referencia para comparar las
circunstancias actuales, el
comportamiento, enfermedad o
daño.
• Médicos y especialistas de enfermedad mental de todo tipo aceptan
que lo que se presenta en un caso determinado es un reflejo de y que
puede ser afectado por los acontecimientos pasados.
• La importancia de reunir la
información de los
antecedentes de la víctima
está entendida dentro de las
profesiones forenses.
• Establecer un perfil del deceso incluye documentar en el hallazgo del historial y
las circunstancias que rodearon el hallazgo. El perfil básico determinará los
subsecuentes niveles de la investigación, la jurisdicción, y autoridad.
• El enfoque (amplitud/profundidad) de una investigación depende de esta
información.

• El historial de la víctima también es un componente requerido por la evaluación


de la agresión sexual, que se realiza por médicos especialistas como parte del
tratamiento y la obtención de evidencias. Como se explica en JAMERSON (2009,
p. 114):

• El registro del consumo y el historial son necesarios para informar de forma


competente y dar prioridad al examen físico… Cada paciente es único; cualquier
tratamiento y labores forenses deben ser diseñados individualmente según su
condición particular e historial.
• La victimología forense en un
componente esencial del
análisis de la escena del
crimen y, en consecuencia,
una característica inevitable –
de cualquier perfil criminal-.

• La información obtenida a partir


de una minuciosas victimología
tiene el potencial de afectar
cada una de las etapas del perfil
criminal, de la reconstrucción
del crimen a la motivación de los
agresores.
• Los objetivos de la Victimología Forense incluyen, pero no se limitan,
a los siguientes:
• Por medio del estudio de la víctima,
el examinador es capaz de
entender mejor la relación entre la
víctima y su estilo de vida, su
medio ambiente, y,
subsecuentemente, un
determinado agresor.

• La victimología proporciona el
contexto para la interacción de la
víctima en la escena del crimen, la
interacción del agresor en la escena
del crimen y la interacción entre la
víctima y el agresor.
• Volver a trazar las últimas acciones
conocidas de la víctima es
importante para comprender a la
víctima como una persona,
comprender la relación de la víctima
con su entorno, comprender la
relación de la víctima con otros
eventos, y entender cómo la víctima
llegó a ser capturada por un agresor.
• En un caso sin resolver, donde el autor
es desconocido, una victimología
exhaustiva define la lista de sospechosa.
• El estilo de vida en general y las actividades en
particular de la víctima, deben ser examinadas
para determinar quién tenía acceso a ellas, a qué
tenía acceso, cómo y cuándo se ganó y se mantuvo
el acceso, y dónde sucedió el acceso.
• Si somos capaces de entender cómo y por qué el
agresor ha seleccionado a las víctimas conocidas,
entonces nos será posible establecer un vínculo
relacional de algún tipo entre la víctima y el
agresor.
• Estos vínculos pueden ser geográficos, laborales, relacionados con
una agenda, relacionados con la escuela, algún hobby, o pueden estar
relacionados de otra manera.
• Las conexiones ofrecen un conjunto de sospechosos que incluye a las
personas que conocer o acceden al área relacionada.
• Una victimología rigurosa, compilada
en la etapa de investigación ofrecerá
sugerencias y orientará la
investigación.
• Tales sugerencias pueden incluir
entrevistar a los testigos sobre las
discrepancias en sus declaraciones o
contradicciones con la información
cronológica, y examinar cualquier
evidencia física que quizá se haya
pasado por alto durante la
investigación inicial.
• Al comprender los patrones de
comportamiento de la víctima, el
examinador estará mejor equipado
para completar una rigurosa
reconstrucción del crimen.
• Saber por qué una víctima estaba en
el lugar donde fue agredida o qué
estaba haciendo la víctima en ese
lugar, proveerá al examinador de
información que puede ser necesaria
al deducir el comportamiento más
razonable de la víctima.
• Desarrollar un historial de la
víctima claro y factualmente
completo proporcionará un
contexto para las denuncias
de la victimización.

• La información victimológica
también puede apoyar o
refutar las acusaciones de
victimización.
• El conocimiento del patrón de un
comportamiento de la victima en
relación con la ubicación donde fue
capturada puede ayudar en la
determinación del modus operandi
del agresor, específicamente en la
selección de la víctima.
• Por ejemplo, un agresor que está acechando víctimas puede optar
por capturar una víctima de oportunidad en un lugar con mayor
disponibilidad y vulnerabilidad de víctimas, tal como un bar
abarrotado de clientes en estado de embriaguez.
• Esta información nos dice acerca del modus operandi del agresor o de
sus elecciones durante la comisión del crimen.
• Sin un examen exhaustivo del
historial de la víctima, el
examinador corre el riesgo de pasar
por alto información que podría
reflejar la motivación del agresor.
• Por ejemplo, el examinador podría determinar apropiadamente sólo
una lista de los elementos que falten en la escena del crimen si
conoce lo que la víctima tenía en su poder en el momento de su
victimización.
• Sin esta información, es posible no considerar una motivación
orientada hacia un beneficio material.
• La exposición del
agresor es la cantidad
total de exposición a
la detección,
identificación o
detención de los
agresores.
• El contexto alrededor del punto en el que el agresor capturó a la
víctima puede contribuir en el establecimiento del nivel de exposición
del agresor .
• Por ejemplo, un agresor que adquiere a una víctima a plena luz del
día está en un mayor riesgo de detección y detención, lo que podría
sugerir mayor nivel de confianza o destreza.
• Al determinar su una serie de
crímenes puede ser relacionada
conductualmente, la selección de la
víctima es un factor conductual
importante que no puede ser
ignorado durante un análisis de
vinculación de casos.

• Un estudio de la víctimas a través de


una serie de casos puede revelar la
existencia de una conexión. Única entre
las víctimas, o los niveles de exposición
de las víctimas pueden permitir que el
examinador sustente o refute un
vínculo.
• Si podemos entender como y
por qué los agresores han
seleccionado a sus anteriores
víctimas, entonces, tendremos
una mayor oportunidad de
predecir el tipo de victima que
pueden seleccionar en el
futuro.

• Esto permite que las fuerzas de


seguridad pública difundan
mensajes adecuados de
prevención al público, y que
estos reduzcan su nivel de
exposición.
• Ejemplo, un agresor que se determine que ha entrado a varias casas
por ventanas no aseguradas, la fuerzas de seguridad podrían difundir
mensajes a la población de la necesidad de asegurar sus puertas un
ventanas en sus casa.
• El examen objetivo, científico y
minucioso de las víctimas
contribuye en reducir la
deidificación y la vilificación o
estigmatización de la víctima
• Implica idealizar a las víctimas
en función de quién o qué son,
sin tener en cuenta los hechos.
(ejemplo, los niños, los
adolescentes desaparecidos, y
otros que son favorecidos en la
prensa o por la opinión
pública).
• Este punto de vista facilita racionalizaciones acerca del tiempo
invertido en el caso que se deifica, mientras otras investigaciones no
lo tienen, y no permiten una victimología imparcial en virtud de privar
al hecho criminal y la investigación , del verdadero contexto de la
víctima.
• Retirar a los mejores sospechosos de
la lista de sospechosos.
• Encubrir a quienes provean de
información falsa
• Encubrir a los sospechosos que son
parientes o miembros de la familia.
• Implica percibir a una víctima
como despreciable o desechable
en virtud de quién o qué es, sin
consideración de los hechos. ( los
indigentes, los pobres, los grupos
minoritarios prostitutas).
• Este punto de vista presume que esta bien, o no está malo, cometer
un crimen contra las personas de cierto nivel de vida, raza, religión o
credo.
• Narcotraficantes,
• Inmigrantes y nativos americanos
• Homosexuales,
• Drogadictos
• Adolescentes fugitivos que se convierten en drogadictos o ejercen
prostitución
• Personas de creencias religiosas particulares
“A menos que sepamos quién es (o era) esa víctima, y cómo
vivía, no podemos decir que realmente conocemos el
contexto de su fallecimiento, o de las circunstancias que
condujeron a ese resultado”. “Si podemos comprender cómo
y por qué un delincuente ha seleccionado determinadas
víctimas, entonces seremos igualmente capaces de establecer
un vínculo relacional de algún tipo entre esas víctimas y el
delincuente. Esos vínculos pueden ser geográficos, laborales,
de ocio, de estudios o de otra índole. Lo cierto es que esas
conexiones proporcionan un conjunto de sospechosos que
incluye a aquellos que están relacionados con esas diversas
áreas”. Brent Turvey (2008)

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