Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Intro Al Derecho Digital Carpeta de Trabajo
Intro Al Derecho Digital Carpeta de Trabajo
Índice de contenidos
Introducción
Unidad
Página siguiente
2
ISBN: 978-987-3706-91-2
Íconos
LL
Leer con atención. Son afirmaciones, conceptos o definiciones destacadas
y sustanciales que aportan claves para la comprensión del tema que se
desarrolla.
PP
Para reflexionar. Propone un diálogo con el material a través de preguntas,
planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con la realidad,
ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión.
CC
Cita. Se diferencia de la palabra del autor de la Carpeta a través de la inser-
ción de comillas, para indicar claramente que se trata de otra voz que ingre-
sa al texto.
Ejemplo. Se utiliza para ilustrar una definición o una afirmación del texto
principal, con el objetivo de que se puedan fijar mejor los conceptos.
AA
Para ampliar. Extiende la explicación a distintos casos o textos como podrían
ser los periodísticos o de otras fuentes.
KK
Actividades. Son ejercicios, investigaciones, encuestas, elaboración de cua-
dros, gráficos, resolución de guías de estudio, etcétera.
SS
Audio. Fragmentos de discursos, entrevistas, registro oral del profesor expli-
cando algún tema, etcétera.
EE
Audiovisual. Videos, documentales, conferencias, fragmentos de películas,
entrevistas, grabaciones, etcétera.
II
Imagen. Gráficos, esquemas, cuadros, figuras, dibujos, fotografías, etcétera.
WW
Recurso web. Links a sitios o páginas web que resulten una referencia den-
tro del campo disciplinario.
OO
Lectura obligatoria. Textos completos, capítulos de libros, artículos y papers
que se encuentran digitalizados en el aula virtual.
RR
Lectura recomendada. Bibliografía que no se considera obligatoria y a la que
se puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema.
Índice
El autor.................................................................................................. 9
Introducción.......................................................................................... 11
Problemática del campo........................................................................ 11
Reflexiones acerca del aprendizaje en un entorno virtual.......................... 12
Mapa conceptual.................................................................................. 13
Objetivos del curso................................................................................ 14
1. El Estado y el derecho...................................................................... 15
Objetivos ............................................................................................. 15
1.1. El Estado ...................................................................................... 15
1.1.1. El proceso histórico de conformación del Estado ................... 19
1.1.2. Elementos del Estado........................................................... 22
1.1.3. Formas de Estado y de gobierno............................................ 24
1.2. El derecho..................................................................................... 28
1.2.1. Normas morales y jurídicas................................................... 30
1.2.2. Derecho en sentido objetivo y subjetivo................................. 33
1.2.3. Derecho público y privado. Ramas del derecho....................... 34
1.2.4. Derecho interno e internacional............................................. 37
1.2.5. Fuentes del derecho............................................................. 38
1.2.6. Sistemas jurídicos................................................................ 51
1.2.7. Jurisdicción y competencia.................................................... 54
Referencias bibliográficas...................................................................... 57
El autor
Introducción
Mapa conceptual
• Población
El Estado • Territorio
• Poder
• Gobierno
Persona • Sujetos
Derecho Derecho humana Derecho Civil Las relaciones • Objeto
constitucional administrativo y persona jurídicas • Causa
jurídica
Contratos
• Supremacía y • Preámbulo Constitución Obligaciones civiles y Derechos
jerarquía normativa • Parte dogmática Nacional y comerciales reales
• Control • Parte orgánica derechos humanos
• Reforma
Hechos y
actos jurídicos
El Estado y el derecho
Objetivos
•• Distinguir los elementos que caracterizan a la nación y al Estado.
•• Comprender el concepto de derecho como ordenador de la vida social.
•• Conocer las diferentes fuentes del derecho y la importancia en su
conformación. José Ortega y Gasset (1883 -
1955). Filósofo y ensayista espa-
•• Incorporar los conocimientos que le permitan desenvolverse de manera
ñol. Para este pensador, de gran
eficaz ante problemáticas jurídicas. influencia tanto en la filosofía
como en la literatura del siglo XX,
son las circunstancias de vida de
cada ser humano las que deter-
1.1. El Estado minan sus concepciones acerca
del mundo. Es autor de diferentes
El ser humano necesita participar, para alcanzar su desarrollo, de un marco de obras, entre las que se destacan:
interrelaciones estables con otros individuos de su especie; es decir, necesita las Meditaciones del Quijote y La
convivir, y es precisamente esta circunstancia la que lo lleva a conformar la rebelión de las masas.
sociedad. El filósofo español Ortega y Gasset se refiere a ello de esta manera:
CC
[…] Ahora bien: convivencia y sociedad son términos equipolentes. Sociedad
es lo que se produce automáticamente por el simple hecho de la convivencia.
De suyo e ineluctablemente, segrega ésta costumbres, usos, lengua, derecho,
poder público. Uno de los más graves errores del pensamiento ‘moderno’, cu-
yas salpicaduras aún padecemos, ha sido confundir la sociedad con la asocia-
ción, que es aproximadamente lo contrario de aquella. Una sociedad no se
constituye por acuerdo de las voluntades. Al revés: todo acuerdo de volunta-
des presupone la existencia de una sociedad, de gentes que conviven, y el
acuerdo no puede consistir sino en precisar una u otra forma de esa conviven-
cia, de esa sociedad preexistente. (Ortega y Gasset, 1998: 101)
CC
La ciudad es la comunidad, procedente de varias aldeas, perfecta, ya que po-
soberana cuyo fin es el verdadero
see, para decirlo de una vez, la conclusión de la autosuficiencia total, y que tie-
bien supremo del hombre. Para
ne su origen en la urgencia del vivir, pero subsiste para el vivir bien. Así que to- este pensador, los hombres por
da ciudad existe por naturaleza, del mismo modo que las comunidades naturaleza se ven arrastrados a la
originarias. Ella es la finalidad de aquellas y la naturaleza es finalidad. Lo que asociación política y la ciudad es
la comunidad más perfecta. Autor
cada ser es, después de cumplirse el desarrollo, eso decimos que es su natu-
de diferentes obras, entre las que
se destacan: la Política, la Ética
Nicomaquea y la Metafísica.
Introducción al derecho Eugenio del Busto
16
CC
[…] una comunidad, determinada objetivamente por el nacimiento o su asimi-
la Nación (1983-2016) y autor de
lación y subjetivamente por nexos sociológicos, como el lenguaje, la religión,
diferentes obras relativas al dere-
cho y la política, entre las que se los usos, costumbres y hábitos de vida, y psicológicos como la voluntad de
destacan Derecho Político y Teoría pertenencia y conciencia de poseer un origen, un destino común, que se re-
de la política.
suelven en determinadas formas de vida en común, cooperación y solidaridad.
No predominan en ella los factores naturales, sino los culturales. Adicionando
el factor natural del nacimiento a los restantes factores socioculturales, com-
prendemos la realidad de la comunidad nacional en cuanto formación social.
(Fayt, 2003:47)
CC
El primer autor que empleó la palabra Estado en su acepción actual fue
Española, proviene del latín status
y presenta diferentes significados; Nicolás Maquiavelo (1469-1527), al comenzar su célebre obra El Príncipe con
entre ellos: “conjunto de los órga- estas palabras: ‘Todos los Estados, todos los dominios que han tenido imperio
nos de gobierno de un país sobe- sobre los hombres, han sido repúblicas o principados’ (es decir, monarquías).
rano” (DRAE, 2001:989).
Hasta entonces y desde la antigua Roma, el Estado era llamado República (del
latín res publica, cosa pública). Por su parte, en la antigua Grecia, el Estado era
llamado polis (la famosa ciudad-estado de aquella época). (Torré, 2003:549)
CC
El Estado se nos presenta como una comunidad políticamente organizada en
un ámbito territorial determinado. En su significado moderno, es una unidad
política, con instituciones objetivas diferenciadas que declaran y sostienen el
derecho y aseguran el orden mediante el monopolio de la obligatoriedad incon-
CC
Una nación podría estar repartida entre varios Estados (tal el caso de los ale-
manes en el siglo pasado), o que varias naciones coexistan en un mismo
Estado (caso del imperio austrohúngaro). En un sentido temporal, la nación y
el Estado podrían surgir al mismo tiempo (tal el caso de Inglaterra), o la nación
puede preceder al Estado (el caso de Israel), o bien el Estado preceder a la na-
ción (sin duda, el caso de la Argentina).
CC
[…] Doctrinariamente, la nación definida como comunidad se encuentra entre que ha legado su impronta en
las formas de “sociabilidad espontánea”. La nación no puede organizarse, no nuestro país. Fue docente, inves-
puede adquirir estructuras que la institucionalicen, no se convierte en Estado. tigador, académico, asesor de la
Convención Nacional Reformadora
La nación no tiene ni puede tener poder, no se politiza, no es una persona mo-
Constituyente de 1994. Entre
ral ni jurídica, ni un sujeto de derechos. […] no solo afirmamos que nación y sus obras, pueden mencio-
Estado son diferentes, sino que agregamos: la nación no deviene Estado. narse el Tratado Elemental de
(Bidart Campos, 2001:408) Derecho Constitucional Argentino
y el Manual de la Constitución
reformada.
por intentos desmembradores de distinto alcance (Escocia, Córcega, País Vasco, Cataluña,
etc.), con base, y mayor o menor fundamento según los casos, en la teoría alemana o estática
que es generadora de múltiples problemas por el carácter excluyente que conlleva. Desde
esta perspectiva, el principio de las nacionalidades ha pasado a ser considerado como un
principio reaccionario y ha dejado de legitimar jurídicamente determinadas aspiraciones
nacionalistas (García Ruiz, 2007:55-57).
PARA REFLEXIONAR
LECTURA OBLIGATORIA
1.
Esta ha sido materia de investigación afrontada por numerosos expertos de diversas cien-
cias, ya que, a la hora de estudiar las distintas sociedades habidas a lo largo de la historia
los científicos han considerado frecuentemente importante atender a su forma de gobier-
no, a su organización política, que en ocasiones era ya en la antigüedad muy completa y
compleja, como sucedió en el Imperio Romano. Sin embargo la doctrina mayoritaria de la
Teoría del Estado ha producido un consenso acerca de que el Estado propiamente dicho
solo surge a partir del Renacimiento… Las formas de organización política anteriores a la
eclosión del pensamiento renacentista en la Edad Moderna, las consideramos así de natu-
raleza preestatal, pese a que obviamente su evolución permitió modos de organización
jurídico-política que contribuyeron a lo que puede denominarse la formación del Estado.
Las formas preestatales más interesantes se dieron en las organizaciones políticas de
la antigüedad bajo las que llegaron a vivir un elevado número de súbditos; allí solemos
encontrar organizaciones complejas y sutiles. Ya en el cuarto milenio antes de la era cris-
tiana, hay configuraciones preestatales del máximo interés en la Mesopotamia y Egipto.
Pero de las primitivas formaciones de los Estados solo nos interesa destacar los aspectos
relevantes para el estudio del Estado moderno. El despotismo en la mayor parte de los
“Estados orientales” o, en ocasiones, su carácter teocrático (caso paradigmático es el de
la organización política que por entonces tenía el pueblo de Israel) no impidió nunca la
existencia de un ordenamiento jurídico.
De la ciudad estado helénica… hay que distinguir su tipo ideal que nos llega a través de
las obras de Platón y de Aristóteles, quienes manifiestan que la persona no se pertenece,
sino que pertenece a la polis. Es por tanto una concepción de desvalimiento del individuo
frente a la organización política a la que pertenece. Y, de otra parte, su reconstrucción por
aquellos autores posteriores que resaltan que la libertad en Grecia significaba participación
en el poder del Estado, a diferencia de la libertad en los sistemas demoliberales que se
ejerce frente al Estado.
Es menester recordar en términos escuetos que en Grecia –y más concretamente en
la obra de Aristóteles– encontramos la cuna de la tesis patriarcal sobre la aparición del
Estado, conforme a la cual la organización política dotada de poder sobre los súbditos
dimana de la asociación de familias con propósitos defensivos comunes. Esta aportación,
a la que se adherirá el gran pensador de la República romana, Cicerón, pone las bases de
dos afirmaciones que han retornado numerosas veces con fuerza, a través de los siglos, en
la historia del pensamiento político. Nos referimos, de un lado al contractualismo, que
Rousseau llevará más tarde a sus últimas consecuencias, y, de otro, a la tesis del origen del
Estado al servicio de la defensa y seguridad de las personas, brillantemente desarrollada,
en su día, por Hobbes.
En Roma la concepción de la civitas será bien distinta a lo largo de su historia, y cabe
afirmar que, al ciudadano, stricto sensu, se le reconoce una personalidad independiente
frente a la organización política, sobre todo durante la República, ya que durante el
Imperio ello se reduce a la esfera del derecho privado.
La historia de la Edad Media es la de un largo proceso a través del cual una serie de
formaciones políticas primitivas –que suponen un paso atrás respecto de la cultura política
griega y romana–, que inicialmente no tenían vinculación con un territorio fijo, asentadas
en la realidad social del feudalismo y de la dualidad poder civil del Rey - poder espiritual
de la Iglesia, van progresando lentamente en la escala de la organización pública, pasando
por unas ciudades fuertes que recuerdan a las polis griegas, hasta desembocar a fines del
siglo XV y comienzos del XVI en lo que se denominará Estado Moderno.
[…] En la Edad Media cristiana, el origen y la transformación de los Estados se entien-
den, por la escolástica tomista, sometidos al derecho e incluso en ocasiones precisan del
arbitraje o autorización de la más alta autoridad terrestre, el Papa. Posteriormente, para
el derecho natural, la cuestión del origen y transformación de los Estados seguirá siendo
una cuestión jurídica.
Si durante el Medioevo, juristas, filósofos y teólogos insistieron, como ya hemos apun-
tado sobre el origen jurídico del Estado, y si el derecho natural protestante, que alimenta
buena parte del absolutismo se apegó a la misma tradición, siglos después, numerosos
autores –quizá sea preciso destacar tanto a Hegel como Stahl– negarán con contundencia
las doctrinas sobre el origen jurídico de los Estados. Surgirán toda una serie de doctrinas
que coinciden en insistir en el carácter fáctico del proceso de formación de los Estados y
en la extensión o reducción de sus respectivos territorios.
Este largo proceso al que hemos hecho breve alusión permitió que en la monarquía
absoluta de comienzos de la Edad Moderna se conjugaran tres elementos que permitieran
hablar de Estado propiamente dicho, a saber, un poder soberano sobre un pueblo y un
territorio (Álzaga Villaamil y otros, 2011: 65-67).
CC
[…] Solo nos corresponde acentuar la idea de que no estamos en presencia
de un modelo petrificado, sino ante un sistema que, aun admitiendo siempre
los postulados teóricos del Estado de derecho (proclamación y garantía de los
derechos y libertades de los individuos; representación popular a través de un
parlamento electo; sumisión de la administración al principio de legalidad, que
es expresión de la voluntad parlamentaria, y aplicación de la doctrina de sepa-
ración de los poderes, especialmente en lo concerniente a la independencia de
los tribunales, solo sometidos al imperio de la ley) ha conocido y, sigue vivien-
do, una profunda evolución en su desarrollo. (Álzaga Villaamil y otros, 2011:70)
CC
[…] La comunidad de personas políticamente organizadas, que denominamos
Estado, necesita para su existencia de un conjunto de personas que conviven,
que llamamos pueblo, de un territorio cierto y de una organización especializa-
da que ejerza el poder político. (Molas, 1998:24)
xx
La República Popular China, con una población de 1.384 millones de habitantes,
y la India, con 1.339 millones, son los Estados más poblados del planeta. En cam-
Fuentes de los datos: bio, el Estado de la Ciudad del Vaticano posee cerca de 800 habitantes.
<http://countrymeters.info>
<http://www.vaticanstate.va>
2.
CC
La forma de Estado afecta al Estado mismo como estructura u organización
política. Es la forma del régimen, que responde al modo de ejercicio del poder,
y a la pregunta de “¿cómo se manda?”. En cambio, la forma de gobierno es la
manera de organizar uno de los elementos del Estado: el gobierno. Responde
por eso a la pregunta de “¿quién manda?”. Mientras la forma de gobierno se
ocupa de los titulares del poder y de la organización y relaciones de los mis-
mos, la forma de estado pone necesariamente en relación con dos elementos
del Estado: uno de ellos es siempre el poder, y los que entran en relación con
él son la población y el territorio. (Bidart Campos, 2005:431)
Formas de Estado
Existen diferentes combinaciones entre los elementos que conforman el
Estado, de ellas, a su vez, derivan diversas formas de Estado. Estas pueden
ser clasificadas, para Molas (1998:29), de la siguiente manera:
b) Según la relación entre el poder político y el pueblo: Existen nuevos modelos territo-
riales de Estado, entre el uni-
•• Democracia, donde los gobernantes surgen de la elección popular a través tario y el compuesto,como el
del sufragio universal y se encuentran limitados por la existencia del dere- Estado autonómico adoptado
cho y los derechos fundamentales. por la Constitución Española de
1978 o el regional adoptado en
•• Dictadura, en la que aquellos no surgen de la elección popular, no se la Constitución Italiana de 1947,
encuentran limitados por los derechos fundamentales, ni actúan con suje- en el que se distribuyen las com-
ción al derecho. petencias entre el Estado y las
Comunidades Autónomas y que
guarda similitudes y diferencias
c) Según la relación entre el poder político y el territorio: con los antes mencionados.
•• Estado unitario: se caracteriza por la centralización política, cuenta con un
único orden político común y general en todo el territorio y un orden jurídi-
co unitario y uniforme.
•• Estado compuesto: su particularidad es que la soberanía no se ejerce de
manera uniforme sobre todo el territorio nacional, sino que está fraccionada
en diferentes entes, que gozan de autonomía en el manejo de sus asun-
tos y en el ejercicio de sus funciones. Existen diferentes tipos de estados
compuestos:
-- Estado federal, es la variante más común, en la que existe un orden polí-
tico con dos niveles de gobierno, entre los que se dividen las competen-
cias estatales y un orden jurídico en parte común y uniforme y en parte
diferenciado.
-- Confederación de Estados, conformada generalmente por la unión de dis-
tintos Estados, cada uno de los cuales cuenta con órganos y un orden
jurídico propio, conservan su propia autonomía y soberanía interna y man-
tienen en común un órgano de enlace o decisión (en particular en política
exterior o militar).
-- Estados de unión personal, aquellos que se encuentran reunidos bajo el
poder de un mismo soberano, pero conservan su organización adminis-
trativa y legislación interna.
-- Estados de unión real, son los que, además de compartir un monarca
común, tienen instituciones comunes como el Parlamento y un gabinete.
PARA REFLEXIONAR
Forma de Estado
WW <https://es.m.wikipedia.org/wiki/Forma_de_Estado>
Forma de gobierno
<https://es.m.wikipedia.org/wiki/Forma_de_gobierno>
LECTURA RECOMENDADA
RR
Hauriou, M. (2003), Principios de Derecho Público y Constitucional, Editorial Comares
SL, Granada, pp. 391 a 471.
<http://www.youtube.com/watch?v=HGOaj_IetHY>
3.
1.2. El derecho
Si bien para algunos autores, como se ha señalado, el derecho es considerado
como un elemento del Estado, para otros, en cambio, “es una de las manifes-
taciones del Estado” (Torré, 2003:557).
Lo que es evidente es que no puede concebirse un Estado sin la existencia
de su ordenamiento jurídico, es decir, carente de derecho.
CC
En efecto, las comunidades políticas organizadas en forma de Estado se rigen
por un conjunto de normas de aplicación sobre el ámbito territorial en que es-
tán asentadas, conjunto de normas que es distinto (no en el sentido de dife-
rente porque pudiera haber normas exactamente iguales, sino en el sentido de
El citado autor explica que, a partir de esta definición, se pueden observar los
diferentes elementos que caracterizan al derecho:
OO
integrante del Consejo para la
Consolidación de la Democracia. A corregida y aumentada, Abeledo Perrot, Buenos Aires, pp. 17-47.
través de artículos diversos, plan-
teó su visión de diferentes proble- Nino, C. (2003), Introducción al análisis del derecho, segunda edi-
mas jurídicos. Entre sus obras, ción ampliada y revisada, 12ª reimpresión, Editorial Astrea, Buenos
pueden mencionarse Introducción
al Análisis del Derecho, Ética y Aires, pp. 1-9.
Derechos Humanos y Un país al
N egri , H. (2003), El Derecho, segunda edición, Editorial El
margen de la Ley.
Coloquio, Buenos Aires, pp. 3-26.
LECTURA RECOMENDADA
RR
Sandler, H. (1999), Los problemas sociales y el orden jurídico, en Filosofía Jurídi-
ca, problemas sociales y derecho correcto, Departamento de Publicaciones Facultad de
derecho UBA, Buenos Aires, pp. 31-70.
CC
La norma jurídica es un enunciado lingüístico de alcance general (aunque no
necesariamente universal), producido por una instancia competente (no nece-
sariamente política) para ello, que pretende fuerza obligatoria y que puede te-
ner como contenido cualquier descripción, mandato, prohibición o permisión
susceptible de determinar la conducta de los destinatarios de la norma.
(Carrasco Perera y González Carrasco, 2013:23)
CC
Consecuencia jurídica o efecto jurídico normal. Tiene una doble manifestación:
primeramente, origina un deber general de obediencia y colaboración de todos
los miembros de la comunidad jurídica, que son destinatarios de la norma; en
segundo lugar, supone el reconocimiento de las relaciones jurídicas protegidas
por la norma (de los deberes y facultades en que dichas normas se tradu-
cen)… Consecuencia jurídica extraordinaria: sanción. En caso de incumplimien-
to de lo prescripto por la norma, es decir, cuando el destinatario de la norma
incumple su consecuencia jurídica, se conecta la sanción, se sanciona. Da lu-
gar a la eficacia sancionadora de las normas jurídicas. (Ruiz Huidobro,
2010:36-37)
El problema de la distinción entre moral y derecho es una de las más delicadas cuestiones
que se presentan a la filosofía del derecho y ha dado lugar a una de las grandes contro-
versias del pensamiento contemporáneo, […] al hablar del derecho natural. La dificultad
consiste en que no se trata de conceptos perfectamente independientes, separados entre
sí por una línea definida. No solo aparecen frecuentemente entremezclados, no solo se
influyen recíprocamente, sino que, a nuestro entender, la moral es un ingrediente nece-
sario de lo jurídico.
Ello no significa, sin embargo, que no se pueda establecer una distinción entre la
norma jurídica y la puramente moral.
a) Tanto la moral como el derecho son normas de conducta humana; pero la moral valo-
ra la conducta en sí misma, plenariamente, en la significación integral y última que tiene
para la vida del sujeto; en cambio, el derecho valora la conducta desde un punto de vista
relativo, en cuanto al alcance que tenga para los demás. El campo de imperio de la moral
es el de la conciencia, es decir, el de la intimidad del sujeto; el área sobre la cual pretende
actuar el derecho es la de la convivencia social.
Tanto la moral como el derecho se encaminan hacia la creación de un orden. Pero
el de la moral es el que debe producirse dentro de la conciencia; es el orden interior de
nuestra vida auténtica. En cambio, el orden que procura crear el derecho es el social, el
de las relaciones objetivas entre las gentes.
No ha de creerse, sin embargo, que la moral se ocupa únicamente del individuo, de
la intimidad de su conciencia y, a la inversa, que el derecho desdeña todo lo que no sea
el campo de las relaciones sociales. La moral no opone al individuo a la sociedad; por el
contrario, reputa al hombre como un ser eminentemente sociable y lo valora como tal;
en buena medida, los actos humanos se juzgan moralmente según su alcance exterior, su
valor social: el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.
La moral gobierna la conducta social del hombre mediante dos virtudes, la caridad y
la justicia. Y, por su parte, el derecho más de una vez penetra al fondo de las conciencias
y juzga las intenciones.
b) La moral es autónoma, es decir, se la impone el individuo a sí mismo, surge de una
convicción propia, exige una íntima adhesión a la norma que cumple. No importa que
las normas hayan sido establecidas por un proceso racional íntimo, o que deriven de una
fuente externa (revelación religiosa, tradición, mandato paterno, etc.), porque en estos
últimos casos, aunque el contenido de las normas morales no haya sido hallado por su
sujeto, este estima que es bueno y obligatorio cumplir con ellas. Aun en tales casos, la
moral tiene que descansar en una convicción del sujeto.
En cambio, el derecho es heterónomo, le es impuesto al individuo por el Estado,
con total independencia de lo que íntimamente piense aquel. No importa que el sujeto
estime buena o mala la norma jurídica; de todas maneras, le es obligatorio cumplirla.
Concretando: la norma moral se la impone el individuo a sí mismo; la jurídica le es
impuesta por el Estado.
c) Del carácter diferencial aludido en el párrafo anterior surge este otro: la moral supo-
ne y requiere libertad en su cumplimiento, pues para que una conducta pueda ser objeto
de un juicio moral es preciso que el sujeto la realice por sí mismo, que responda a una
posición de su propio querer. En cambio, la norma jurídica es obligatoria; los individuos
no pueden negarse a cumplirla, pues, si lo hicieran, el Estado los obligaría a cumplirla
4.
A su vez, cada uno de ellos cuenta con diferentes campos o ramas; se trata
de especialidades que se encuentran diferenciadas entre sí.
CC
[…] El derecho público es el derecho del Estado, tiene por objeto las relacio-
nes de la vida pública, constitutivas de la organización y de la actividad del
Estado, organismo político que protege actualmente la vida civil en los pueblos
civilizados. (Hauriou, 2003:1)
CC
El derecho privado tiene por objeto las relaciones de la vida civil y mercantil,
que están, actualmente, bajo la protección del Estado, pero que, en otras épo-
cas históricas, han estado bajo la protección de organizaciones políticas de
otro género: clanes, tribus, señoríos feudales. (Hauriou, 2003: 1)
Si bien todas las ramas que conforman el derecho público tienen una raíz
común, en la actualidad han alcanzado un grado de autonomía suficiente que
permite diferenciarlas entre sí.
Hemos dicho que el derecho público es, simplificadamente, el derecho que se refiere a
la organización del Estado y sus poderes. Pero hay que tener en cuenta que el Estado ha
sido un ente en permanente transformación desde sus inicios […] y, por eso, sus trans-
formaciones son también las del derecho público.
Inicialmente, bajo la denominación de derecho público vamos a tener una especie de
cajón de sastre en el que tenían cabida todas las normas, escritas o no, relativas al ejercicio
del poder del Estado. Sin embargo, esas normas sufren una evolución constante al socaire de
las transformaciones del Estado. Por ello, claramente se van a ir distinguiendo, casi desde los
comienzos del Estado, al menos cuatro ámbitos dentro del derecho público que darán lugar
al desgajamiento de otras tantas ramas del derecho: el relativo, específicamente, al ejercicio
del monopolio de la acción punitiva que ostenta el estado y que pasará a llamarse derecho
penal; el relativo a la administración de justicia o derecho procesal; el relativo a la hacienda del
Estado que se llamará Hacienda pública o derecho financiero y tributario; del derecho público
inicial subsistirá, después de estas separaciones, un núcleo restante —e históricamente más
importante porque se refiere al ejercicio en general del poder de gobernar— y al que, para
no seguir llamándolo derecho público, porque sería un elemento de confusión ya que ten-
dríamos que hablar de derecho público en general y de derecho público en sentido estricto,
hemos denominado desde hace varios siglos, derecho político.
Posteriormente, cuando el Poder Ejecutivo del Estado empieza a distinguirse entre
Gobierno y Administración Pública, se evidenciará un quinto ámbito al desgajarse del
derecho político, el llamado derecho administrativo.
[…] Pero ese resto va a tener un momento clave en su evolución al producirse la
gran y definitiva transformación del Estado como consecuencia de las grandes revolu-
ciones liberales del siglo XVIII. El Estado dejará de ser Estado Absoluto y empezará el
llamado Estado Liberal. Y en nuestra terminología hablaremos de Antiguo Régimen y
su sustitución por el Nuevo Régimen. Y lo que va a caracterizar a este es acabar con el
régimen político de la monarquía absoluta, limitando la potestad real y dando lugar a
un régimen en el que el elemento decisivo no será ya la voluntad del Monarca sino una
ordenación por el derecho del ejercicio del poder mediante un conjunto de normas que
se incorporan a un documento al que se otorga gran importancia y al que conoceremos
como “Constitución”. De ahí que más que hablar de derecho político empezaremos a
hacerlo de derecho constitucional.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que organizar el poder puede hacerse de muchas
formas. Lo que va a caracterizar al movimiento liberal es que esa organización debe res-
ponder a un criterio esencial: el de reconocer y preservar la existencia de unos derechos
irrenunciables del individuo, que pasa de ser súbdito a ser ciudadano. Se va a producir así un
movimiento circular entre dos principios básicos: el de asegurar la libertad del ciudadano y
el de la necesidad de que la comunidad política en que este se inserta, es decir el Estado, sea
lo suficientemente organizada como para asegurar las condiciones mínimas necesarias para
una vida social en libertad. Será a partir de ese momento cuando de verdad podemos hablar
de la existencia de un primer concepto de derecho constitucional. (García Ruiz, 2007:16-18)
Al igual que el derecho público, en el caso del derecho privado también existe
una raíz común y la evolución histórica ha dado lugar a las diferentes ramas
que hoy conocemos. Por otra parte, existen ramas del derecho privado que
cada vez presentan más aspectos comunes y llevan a procesos de unificación
de su normativa, como la realizada en el Código Civil y Comercial de la Nación.
En Roma, jus civile significaba el derecho propio de un pueblo independiente, por oposi-
ción a jus gentium, que comprendía las reglas comunes a todos los pueblos, y a jus natura-
le, que eran aquellas reglas elementales que derivaban de la naturaleza misma del hombre.
A medida que el vasto imperio fue asimilando más y más los pueblos conquistados
y les concedió la ciudadanía, el jus civile de Roma, llamado también derecho quiritario,
fue desalojando a los otros derechos nacionales hasta convertirse en la ley común de todo
el imperio.
A la caída de este, la expresión jus civile designaba el derecho romano, público y priva-
do. Poco a poco, sin embargo, aquellas palabras tomaron un sentido distinto: comenzaron
a designar al derecho privado, por oposición al público. Esta desviación se explica de una
manera muy simple, al decir de Ripert. El jus civile, tal como los estudiosos lo encontra-
ron recopilado en la codificación de Justiniano, comprendía a la vez normas de derecho
público y privado; pero a la caída del imperio, los textos sobre la organización estatal y su
administración no tenían ninguna utilidad.
Como consecuencia de ello, los jurisconsultos no acudían a las compilaciones de
Justiniano sino para buscar las reglas de derecho privado; de ahí que, poco a poco, derecho
civil vino a significar derecho privado.
Con el avanzar de los siglos, el progreso de la técnica de las comunicaciones, el aumen-
to del tráfico mercantil y del intercambio entre las pueblos fue creando la necesidad de
desglosar, de aquel tronco común que era el derecho privado o civil, algunas ramas que
escapaban a sus moldes, un poco estrechos. Así fue como se separaron el derecho comer-
cial y el procesal.
Mucho más reciente es la separación de la legislación rural. Durante el siglo pasado, el
desarrollo del maquinismo y de la gran industria dio lugar a los nuevos y complejísimos
problemas surgidos del trabajo y con ellos se produjo la segregación del derecho obrero.
(Borda, 1996:19-20)
No todos los autores están de acuerdo en una misma clasificación de las dife-
rentes ramas del derecho. Así, para algunos, el derecho procesal será parte
del derecho público, si se refiere al derecho procesal penal o administrativo,
o privado, si se refiere al derecho procesal civil o comercial. Otro tanto ocurre
respecto al derecho laboral, que tiene un contenido privado en lo que respecta
al contrato de trabajo, pero que, por la eminente intervención del Estado en
otros aspectos que lo integran, algunos autores proponen su ubicación como
parte del derecho público.
CC
La palabra ‘fuente’ proviene del latín: fon, fontis, que en su primera acepción
Julio César Cueto Rúa (1920-
alude al manantial de agua que brota de la tierra, pero que también identifica
2007). Jurista y pensador argen-
tino. Dedicó su vida académi- el aparato o artificio que hace salir el agua en las plazas o jardines. Es decir
ca al estudio de la Filosofía del que encontramos fuentes de origen natural y también otras creadas por el
Derecho y el Derecho compa- hombre. Por extensión, y en un sentido figurado, fuente significa aquello que
rado. Fue docente, investigador
es principio, fundamento u origen de algo. (Palazzo, 2003: 1)
y académico. Autor, entre otras
obras, de Fuentes del derecho y
El Common Law.
De acuerdo con Cueto Rúa (1994:13), la palabra fuente puede aludir: al origen
del derecho, es decir, las causas que lo han creado; a su manifestación, como
una expresión concreta de este; a la autoridad de la que emana; o, por último,
puede tener el significado de fundamento de validez de las normas jurídicas,
Guillermo Antonio Borda (1914- donde las inferiores encuentran su basamento en las superiores.
2002). Jurista argentino. Dedicado Para Borda (1996:35), en tanto, la expresión “fuente del derecho” tiene
especialmente al estudio del dere- tres sentidos diversos:
cho civil. Fue docente, investigador,
académico, Ministro del interior y
miembro de la Corte Suprema de a) filosófico: busca averiguar cuál es la razón suprema que le da origen, citan-
Justicia de la Nación. Integró la do en esta línea el Preámbulo de la Constitución Nacional, donde se invoca
Comisión Reformadora del Código
“la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia”;
Civil, cuyo trabajo se plasmó en la
sanción de la Ley Nacional 17711. b) histórico: hace referencia a los antecedentes patrios o extranjeros que sir-
Entre sus obras, pueden mencio- ven de base para el ordenamiento jurídico, donde se destacan el derecho
narse el Tratado de Derecho Civil y romano, el derecho español, el Código Napoleónico, etcétera;
el Manual de Derecho Civil.
c) normativo: se trata de las normas o preceptos del derecho positivo, del
que nacen los derechos y obligaciones de las personas.
Esta división clásica de las fuentes ha creado y sigue creando graves dificultades teóricas.
El pensamiento rector parece haber sido el de considerar fuentes formales solo a las nor-
mas jurídicas generales mediante las que se establecen obligaciones, emanadas de auto-
ridad competente y en las que se pueda subsumir lógicamente a las normas de inferior
jerarquía normativa. En este sentido, fuente formal es sinónimo de normatividad general.
[…] De acuerdo con este criterio, fuentes formales solo serían aquellas normas obliga-
torias emanadas del legislador (leyes), o extraídas de las costumbres, o explicitadas de las
sentencias a las que se ha conferido carácter obligatorio de manera general o, en algunos
casos muy excepcionales, a las enunciadas por los juristas, a quienes se ha investido del
privilegio de hablar de manera obligatoria.
En cambio, fuentes materiales serían todos aquellos factores reales que gravitan sobre
el ánimo de los jueces, los legisladores, los funcionarios administrativos, inclinando su
voluntad en un sentido determinado en el acto de crear una norma jurídica.
[…] Es sencillo advertir cómo esta clasificación complica toda la teoría de las fuentes,
porque si hubiéramos de considerar fuentes materiales a todos los factores reales que gra-
vitan sobre la voluntad de los órganos comunitarios, no podríamos limitar la nómina a
la doctrina y la jurisprudencia, como se ha hecho tradicionalmente, sino que deberíamos
incluir también los estímulos ambientales y los factores de predisposición subjetiva que,
de hecho, hacen sentir su influencia en el espíritu del órgano.
Serían fuentes materiales, en este sentido, los prejuicios, las tendencias, la confor-
mación mental, las creencias, la concepción filosófica, los complejos, las motivaciones
ocultas, y las reacciones impulsivas propias de la persona que ha de resolver el conflicto.
De la misma manera lo serían, la constelación de prácticas, usos y tradiciones sociales,
los intereses grupales en colisión y la posición adoptada a su respecto, consciente o incons-
cientemente, por los diversos órganos comunitarios, las pretensiones invocadas por las partes
litigantes, y la posición social y política de todos los afectados por el litigio, incluyendo a
quien ha de decidirlo. (Cueto Rúa, 1994: 25-26)
En síntesis: las fuentes del derecho son criterios a los que se ocurre
Ley
La ley es considerada como una importante fuente del derecho y, teniendo en
cuenta las características del sistema jurídico argentino, de tradición romanis-
ta, podríamos afirmar que esta ha alcanzado un cierto grado de preeminencia.
No obstante ello, es importante señalar que históricamente no ha tenido la
primacía que actualmente posee y que en algunos casos específicos la ley
cede su preponderancia frente a otras fuentes del derecho.
CC
La ley es la expresión conceptual de un órgano o funcionario de la comunidad
mediante la cual se establece una relación general entre ciertos hechos, por
un lado, y una conducta que debe ser cumplida, por el otro. (Cueto Rúa, 1994:
35)
WW <http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/dip/congreso/diagrama_del_
mecanismo_de_sancio.htm>
señalan que la ley posterior deroga a la anterior y que una ley especial lo hace
respecto de una general, pero solo en aquellos preceptos en los que haya coli-
sión entre las normas.
Existe un modo de derogación consuetudinaria de una ley: se da cuando los
integrantes de la comunidad la incumplen y aquellos encargados de sancionar
a quienes violan la norma no lo hacen. Estamos en presencia de la desuetudo.
Desuetudo: voz lat. Desuso. Se Esta puede acontecer por no haber tenido nunca vigencia la norma o porque
entiende por tal aquella costum- alguna vez la tuvo y con el paso del tiempo se dejó de estimar como valiosa
bre que prescinde de una ley o la conducta que ella prescribe.
actúa como si esta no existiera.
CC
Desde el punto de vista de la experiencia social, de la práctica de los
Tribunales, de la conducta de los legisladores, del entendimiento colectivo, una
ley que jamás ha sido aplicada no es ley. Es un mero conjunto de palabras ca-
rentes de valor normativo. Es inválida, por carecer de un mínimo de vigencia.
(Cueto Rúa, 1994: 65)
CC
A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las consecuencias de
las relaciones y situaciones jurídicas existentes. Las leyes no tienen efecto re-
troactivo, sean o no de orden público, excepto disposición en contrario. La re-
troactividad establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por
garantías constitucionales. Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a
los contratos en curso de ejecución, con excepción de las normas más favora-
bles al consumidor en las relaciones de consumo. (Artículo 7 del Código Civil y
Comercial de la Nación)
xx chos sustantivos reconocidos por las leyes a las personas: Código Civil,
Comercial, Penal y de Minería. […] son dictados por el Congreso
Nacional. Los Códigos de forma son los que indican la manera de hacer
valer ante la justicia los derechos reconocidos por las leyes de fondo: son
los Códigos de Procedimiento, cuya sanción está reservada a las provin-
cias (Borda, 1996:43).
WW <http://www.saij.gob.ar/nuevo-codigo-civil-y-comercial-de-la-nacion#>
<https://www.youtube.com/watch?v=MqJbmBpq4EA>
LECTURA OBLIGATORIA
5.
Costumbre
La costumbre es la más antigua de las fuentes del derecho; la primera en
surgir, considerada históricamente. Con respecto a ella, se ha señalado:
CC
La costumbre es un hecho social susceptible de percepción. Consiste en la re-
iteración de una determinada conducta, cuando los miembros de un grupo so-
cial enfrentan las mismas circunstancias. (Cueto Rúa, 1994: 81)
Conforme a los principios básicos del positivismo legislativo que reinara casi sin disputa a
lo largo del siglo XIX en Europa continental y en Latinoamérica, se ha pretendido relegar
la costumbre como fuente del derecho, a una posición secundaria. Esta pretensión se vio
favorecida por la ineficacia de la costumbre para hacerse cargo de los innumerables pro-
blemas que planteaba la Revolución industrial, la expansión de los mercados requeridos
Jurisprudencia
La jurisprudencia es el resultado de la labor de los jueces, en ejercicio de
su función de resolución de los conflictos que se suscitan entre diferentes
CC
Por jurisprudencia se acostumbra entender tanto un conjunto de casos decidi-
dos por los tribunales en sentido concordante y uniforme sobre un mismo pro-
blema de derecho, como la sentencia dictada por un Tribunal de última instan-
cia. (Cueto Rúa, 1994:28)
Doctrina
La doctrina es también considerada como una fuente del derecho, aunque
algunas veces ha sido cuestionada su posición como tal. Se trata de la opinión
que emiten juristas con prestigio en una materia y que es empleada como
un elemento que ayuda cuando se han de resolver conflictos que suscitan la
aplicación del derecho. Puede ser definida como:
CC
Las opiniones de los jurisconsultos o juristas que constituyen un criterio de ob-
jetividad al que acuden los órganos de la comunidad o los integrantes del gru-
po social, para justificar el criterio seguido. (Cueto Rúa, 1994: 178)
PARA REFLEXIONAR
LECTURA OBLIGATORIA
6.
7.
CC
Son aquellos en los que la principal fuente del derecho es la legislación (en
sentido amplio: constitución, ley, decreto, etc.), como sucede por ejemplo en la
República Argentina. Esto implica decir que las demás fuentes del derecho es-
tán subordinadas a la legislación que, en algunos casos, lo establece taxativa-
mente. (Torré, 2003:395)
En este sistema, todas las demás fuentes del derecho se encuentran pre-
ponderantemente subordinadas a la ley. La jurisprudencia no es obligatoria
para el conjunto de los jueces, salvo con carácter de excepción, y ni siquiera
lo es para el propio juez que dictó una sentencia en un sentido determinado,
aunque en este caso, el apartamiento por parte del magistrado del criterio que
venía sustentado debe ser justificado. No obstante esa tendencia, cada vez
se le da mayor importancia a la jurisprudencia como creadora de normas jurí-
dicas. Tampoco se admite la costumbre contraria a la ley y la doctrina cobra
importancia solo cuando existe acuerdo entre los especialistas en una mate-
ria determinada acerca de la interpretación de una norma.
En la República Argentina, esta preponderancia de la ley se encuentra esta-
blecida en primer lugar en la propia Constitución Nacional:
CC
Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por
el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de
la Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse
a ellas, no obstante cualquiera disposición en contrario que contengan las le-
yes o constituciones provinciales, salvo para la Provincia de Buenos Aires, los
tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre de 1859. (Artículo
31 de la Constitución Nacional)
CC
Los casos que este Código rige deben ser resueltos según las leyes que resul-
ten aplicables, conforme con la Constitución Nacional y los tratados de dere-
chos humanos en los que la República sea parte. A tal efecto, se tendrá en
cuenta la finalidad de la norma. Los usos, prácticas y costumbres son vincu-
lantes cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos o en situaciones
no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho. (Artículo 1
del Código Civil y comercial de la nación)
CC
En términos muy generales, y con carácter preliminar, puede decirse que el
common law es un derecho de origen judicial. Cuando el common law es aplica-
ble, la fuente normativa a la que deben acudir los jueces para resolver los ca-
sos litigiosos que se encuentran sometidos a su consideración son sentencias
dictadas por otros jueces en casos similares. (Cueto Rúa, 1997:22)
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
RR
Cueto Rúa, J. (1997), El Common Law. Su estructura normativa. Su enseñanza, Edito-
rial Abeledo Perrot, Buenos Aires, pp. 19-47.
CC
[…] la potestad conferida por el Estado a determinados órganos para resolver
mediante la sentencia las cuestiones litigiosas que les sean sometidas y ha-
cer cumplir sus propias resoluciones. (Alsina, 1941:543)
CC
Ahora bien, a efectos de cumplir con esta función, el Poder Judicial se vale de
un sistema de tribunales y juzgados titularizados por magistrados investidos
de los siguientes poderes:
Decisión: para resolver definitivamente y con fuerza obligatoria el caso puesto
en su conocimiento.
Coerción: para reunir todos los elementos probatorios necesarios y hacer efec-
tivas cada una de las medidas dictadas en el proceso.
Ejecución: para imponer el cumplimiento de cualquier mandamiento judicial,
valiéndose incluso de la fuerza pública, si fuera necesaria.
Le corresponde al juez encontrar, más allá de lo expresado por las partes, las
normas que, según su criterio, contemplen el caso a resolver; “interpretar el
alcance de tales normas de acuerdo con las concepciones predominantes en la
sociedad en el momento de la aplicación de ellas y decidir si la norma aplicable
no contradice el espíritu o la letra de otras de jerarquía superior” en un marco
de equidad (agregaríamos nosotros). (Casanova Ferro, 2004)
CC
Medida de jurisdicción asignada a un órgano del Poder Judicial, consistente en
la determinación genérica de los asuntos en los cuales es llamado a conocer,
en razón de la materia, cantidad y lugar. (Couture, 2004:174)
Referencias bibliográficas
Objetivos
Al concluir el estudio de esta unidad, el estudiante estará en condiciones de:
2.1. La Constitución
Si bien la existencia de instrumentos constitucionales puede ser encontrada
en la antigüedad, recién en el Estado liberal es posible apreciar la primera
expresión histórica del Estado constitucional.
La transición del Estado absoluto al Estado liberal y el surgimiento del
Estado constitucional son producto de un cambio profundo en el contexto téc-
nico y económico (la revolución en las matemáticas, la física, la química, la
cirugía y la medicina, que trae aparejados los primeros inventos modernos y
da lugar a un incipiente capitalismo industrial); en el contexto social (la con-
solidación de la burguesía como clase social emergente y el aumento demo-
gráfico); en el contexto ideológico (la aparición de doctrinas filosóficas libera-
les cuyas influencias llegarán hasta nuestro tiempo) y en el contexto histórico
(las grandes revoluciones liberales, dirigidas y auspiciadas por la burguesía)
(García Ruiz, 2007:42-47).
El Estado constitucional, consecuencia de aquel contexto y de un cambio
filosófico que provoca una ruptura con la teoría del origen divino del poder,
reemplazándola por la del origen popular, basa su estructura (Bilbao y otros,
2010:109) en los siguientes principios:
La pirámide jurídica es una repre- La Constitución es, asimismo, la norma básica en la que encuentra su funda-
sentación del ordenamiento jurí- mento todo el ordenamiento jurídico de un Estado y que puede ser entendida
dico de una sociedad, en la cual como la “norma entre normas”. Se trata de una ley, pero de características
se ubican las normas de acuerdo
con su jerarquía. particulares, ya que se encarga de declarar los derechos y garantías de los
habitantes, limitando de esta manera el poder del Estado.
En tanto contrato fundacional, se halla en lo más alto de la pirámide jurí-
dica. Es la Ley Suprema a la que deben subordinarse las demás normas que
integran el ordenamiento jurídico de un Estado (tratados, leyes, decretos regla-
mentarios, Constituciones provinciales, etc.). Es la ley por encima de toda ley,
el basamento político e institucional al que toda otra norma debe adecuarse,
por ser la norma jurídica superior.
El ejercicio del poder político atribuido al Estado debe realizarse de confor-
midad con sus postulados y es la propia Constitución la encargada de efec-
tuar el reparto de poder, estableciendo las competencias y potestades que
La competencia es la titularidad
de una potestad o función pública corresponden a cada uno.
sobre una materia por un deter- La distribución del poder o doctrina de separación de los poderes encuen-
minado ente público (Blasco; tra su fundamento en el pensamiento de diferentes autores; entre ellos y
1981:311).
con perspectivas diferentes en sus obras se destacan: Locke, Montesquieu
y Rousseau.
CC
Es un complejo normativo establecido de una sola vez y en el que de una ma-
nera total, exhaustiva y sistemática se establecen las funciones fundamenta-
les del Estado y se regulan los órganos, el ámbito de sus competencias y las
relaciones entre ellos. (García Pelayo, 1987:34)
LECTURA OBLIGATORIA
1.
ley divina, conteniendo una fuerte carga ética o moral, cuya actualización era realizada a
través de los profetas.
En la antigüedad clásica va a predominar, como ya pusiera de relieve el propio Jellinek,
la idea de una constitución en sentido material. Así en Grecia, podemos encontrar la
distinción, ya establecida por Aristóteles, entre politeia, nomos y psefisma (Constitución,
ley y decreto). La primera aparece como un elemento configurador de la polis, viniendo
a significar la ordenación del Estado, la organización de sus diferentes magistraturas.
Pero al propio tiempo adquiere un cierto carácter permanente e inmutable (Isócrates),
convirtiéndose en la forma de vida —en el alma— de la polis, en el ethos de un pueblo,
acentuando así su característica de Constitución material. Carácter permanente que, en
buena medida, también va a afectar al nomos, para quien se predica también esta con-
dición a fin de substraerlo de los vaivenes de la asamblea. Finalmente, la Constitución
aparecerá como una técnica de limitación del poder, proclamándose la igualdad de todos
los hombres libres ante la ley (isonomía)…
La aportación del mundo romano, a través del concepto de rem publicamconstituere,
no significa un elemento de ruptura con la tradición helénica. El Estado se entenderá
como algo preexistente al pueblo y la Constitución como uno de los elementos de aquel,
siendo considerada como un instrumento eficaz para organizar la comunidad política…
En suma, se acepta una idea, que sería posteriormente divulgada en los procesos revolu-
cionarios liberales: la Constitución alude a la idea de instituir y crear un Estado, que se
apoya así en una norma, fundamental. La constitutio alude, pues, a una norma solemne.
Asimismo, los romanos distinguían la constitución del concepto de lex publica, que se
identifica con el nomos griego. Es decir, ya en el mundo antiguo aparecen algunas ideas
que se desarrollarán más tarde con el movimiento liberal, no ignorando el concepto de
Constitución, aunque esta no pueda identificarse con la concepción actual.
Va a ser, sin duda, en la Edad Media, cuando el concepto de Constitución adquiera un
nuevo significado. En efecto, el concepto de Ley Fundamental o leges imperii (Bodino) debe
ser considerado como el auténtico antecedente del concepto moderno de Constitución,
pues a través de ella se fija la unidad política estatal por encima del rey y de las demás
leyes. El contenido de la Ley Fundamental, que en un principio estaba integrado por las
reglas de sucesión monárquicas, por la necesidad de convocar a los diferentes estamentos
y por la imposibilidad de enajenar el patrimonio real, fue posteriormente identificándose
con la idea de limitación del poder, que cristalizará en las teorías del ius resistendi… Bajo
estas ideas habría que mencionar las cartas medievales —que eran concesiones por parte
del soberano a determinados estamentos y corporaciones—, los Fueros, las Bulas, los
Estatutos, etc.
Estas ideas serán desarrolladas posteriormente. Así, para el absolutismo, la Ley
Fundamental es algo inviolable y superior, cuya finalidad es organizar el ejercicio del
poder político. Se trata de una norma que tiene una fuerza superior a la de las demás
leyes, viniendo a significar un límite a la soberanía real. Son, pues, normas inderogables
‘que atañen al estado y fundación del reino’ (Bodino). O dicho en otras palabras, el rey
puede hacer la ley, modificarla, derogarla si quiere, pero no puede prescindir de ella. Se
trata de un límite al poder real, pero no sirve de fundamento al mismo, pues este radica
en el principio de la soberanía divina.
Por su parte, el iusnaturalismo racionalista configurará a la Constitución como la
expresión del pacto social, entendido como acuerdo general de sus miembros (Althusius,
Pufendorf, Locke, Rousseau…), produciéndose la distinción entre pacto social y acto
constitucional. Mediante el primero, la sociedad civil se convierte en sociedad estatal.
Mediante el segundo, se produce la organización de esa sociedad estatal. Con ello, se
admite la posibilidad de que la Ley Fundamental, al ser la expresión del pacto social del
que surge el Estado, sea alterada por el pueblo.
Pero será el movimiento liberal el que, recogiendo y sistematizando algunas ideas
anteriores, establezca las bases del concepto moderno de Constitución, cuya finalidad
fundamental va a consistir en asegurar la libertad del ciudadano frente al poder político,
a través de una serie de principios y técnicas, entre los cuales destacan el respeto a los
LECTURA RECOMENDADA
RR
Ackerman, M. (2005), “El constitucionalismo social en Latinoamérica”, Revista Lati-
noamericana de Derecho Social, Buenos Aires, pp. 3 a 14.
2.1.2. Clasificación
La doctrina se ha encargado de establecer una pluralidad de clasificaciones
de las Constituciones con base en diferentes criterios, la mayoría de las cua-
les, actualmente, solo poseen un valor académico En tal sentido, podemos
distinguir (Álvarez Conde, 2005:179):
CC
Decir que hay contenidos pétreos en nuestra constitución significa afirmar que
mientras se mantenga la fisonomía de nuestra comunidad y mientras la estruc-
tura social subyacente siga siendo fundamentalmente la misma, no podrán ser
válidamente alterados o abolidos por ninguna reforma constitucional. Podrán
CC
Viene bien aclarar que, si por Constitución entendemos el derecho constitucio-
nal material, no hay ninguna Constitución ideológicamente neutra. La neutrali-
dad o asepsia ideológica acaso puede darse solo y excepcionalmente en
Constituciones escritas que solo reglamentan mínimamente los contenidos del
poder (derecho constitucional del poder), omitiendo declaraciones, principios,
programas, etc. En un sentido estricto, las Constituciones escritas que incor-
poran una parte dogmática, referida al modo de situación política de las perso-
nas en el Estado (parte que en la Constitución material siempre existe, tanto
cuando esa situación se resuelve favorablemente al ser humano como cuando
CC
La relación entre la norma que regula la producción de otra norma y la norma
Propicia una teoría positivista del
producida conforme a esa determinación puede representarse mediante la
derecho, en el que este cobra
imagen espacial de la supra y subordinación. La norma que regula la produc- autonomía respecto de toda con-
ción es una norma superior, mientras que la producida conforme a esa deter- sideración moral, sociológica, polí-
minación es la norma inferior. El orden jurídico no es un sistema de normas si- tica o ideológica. Autor, entre otras
obras, de la Teoría pura del dere-
tuadas en un mismo plano, ordenadas equivalentemente, sino una cho (1934) y de la Teoría general
construcción escalonada de diversos estratos de normas jurídicas. Su unidad del derecho y del Estado (1945).
está configurada por la relación resultante de que la validez de una norma, pro-
ducida conforme a otra, reposa en esa otra norma, cuya producción a su vez
está determinada por otra; un regreso que concluye, a la postre, en la norma
fundante básica propuesta. (Kelsen, 2005:232)
entre ellas, las contenidas en el artículo 5º (por el que las provincias deben
sujetar sus Constituciones y las normas que en su consecuencia dicten a la
Constitución Nacional); la que se encuentra en el artículo 27º (que impone que
los tratados con potencias extranjeras sean de conformidad a los principios de
derecho público establecidos en la Constitución Nacional); el artículo 28º (que
establece que las leyes que reglamentan los derechos, principios y garantías
de la Constitución Nacional no pueden alterar a estos) y el artículo 99º inciso
2 (donde señala que el Poder Ejecutivo, a través de la reglamentación de las
leyes, no puede modificar su espíritu).
También trae aparejada como consecuencia la supremacía de las normas
federales respecto de las provinciales, cuando se trata de competencias dele-
gadas del Estado federal o concurrentes, como nos recuerda Spota:
Alberto Spota (1920 - 2001).
Jurista, constitucionalista y
CC
docente universitario argen- Consecuentemente luce un orden jerárquico en la estructura federal, que, de-
tino. Convencional Nacional jando de lado las competencias no delegadas, resulta que tanto en las delega-
Constituyente (1949), presiden-
te de la Asociación Argentina de das cuanto en las concurrentes, el Estado federal tiene supremacía sobre las
Derecho Constitucional. Autor de provincias miembros. (Spota, 1992:903)
diversos artículos de Derecho
Constitucional y Ciencia Política.
Entre sus obras pueden mencio-
La reforma constitucional de 1994 ha incorporado importantes modificacio-
narse: Lo político, lo jurídico, el
derecho y el poder constituyen- nes al sistema jerárquico de normas dentro de la Constitución Nacional, de
te y Origen y naturaleza del poder acuerdo con lo prescripto en el artículo 75º, inciso 22, y ha otorgado, tal
constituyente. como indicáramos oportunamente, jerarquía constitucional a determinados
Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos, a la vez que establece
un proceso especial para que los demás tratados y convenciones de derechos
humanos puedan alcanzar este reconocimiento.
LECTURA OBLIGATORIA
CC
Si por “poder” entendemos una competencia, capacidad o energía para cum-
plir un fin, y por “constituyente” el poder que constituye o da constitución al
estado, alcanzamos con bastante precisión el concepto global: poder constitu-
yente es la competencia, capacidad o energía para constituir o dar constitución
al Estado, es decir, para organizarlo, para establecer su estructura
jurídico-política.
El poder constituyente puede ser originario y derivado. Es originario cuando se
ejerce en la etapa fundacional o de primigeneidad del Estado, para darle naci-
miento y estructura. Es derivado cuando se ejerce para reformar la constitución.
(Bidart campos, 2001: 373)
“Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General
Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento
de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia,
consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y ase-
gurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los
hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de
Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Consti-
tución para la Nación Argentina”.
WW ción de 1826
<http://www.biblioteca.jus.gov.ar/constituciones-argentina.html>
CC
No se puede exigir racionalmente política que no emane de una constitución
escrita. ¿Qué hay, en efecto, en una constitución? Hay dos cosas: primero, los
principios, derechos y garantías, que forman las bases y el objeto del pacto de
asociación política; segundo, las autoridades encargadas de hacer cumplir y
desarrollar esos principios. De aquí, la división natural de la constitución en
dos partes. (Alberdi, 1998)
WW de 1853
<http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2113/17.pdf>
LECTURA OBLIGATORIA
2.
CC
Desde un punto de vista puramente teórico —y con ello entramos en el tema
los más influyentes constitucio-
propiamente dicho— una constitución ideal sería aquel orden normativo con-
nalistas modernos. Su clasifica-
ción de las Constituciones ha formador del proceso político, según el cual todos los desarrollos futuros de la
sido uno de sus mayores aportes. comunidad, tanto de orden político como social, económico y cultural, pudiesen
Se destaca su obra: Teoría de la ser previstos de tal manera que no fuese necesario un cambio de normas con-
Constitución (1959)
formadoras. (Loewenstein, 1986:164)
•• al artículo 3º, que establecía que las autoridades que ejercían el gobierno
federal residieran en la ciudad de Buenos Aires que se declaraba Capital
de la Confederación por una ley especial, eliminando esa mención;
•• al artículo 4º, limitando la facultad del Congreso de la Nación para estable-
cer derechos de exportación hasta 1866;
•• al artículo 5º, suprimiendo la obligación de las provincias de asegurar la
gratuidad de la educación primaria y eliminando la imposición de que las
Constituciones provinciales fueran revisadas por el Congreso de la Nación
antes de su promulgación;
CC
Estábamos en guerra con el Paraguay. Se necesitaban fondos; si bien es cierto
que en 1860 se incorporaron a los canales que dan fondos al Tesoro Nacional
los derechos de exportación, se puso una limitación en el tiempo. Hasta el año
1866. En el año 1866 se necesitó contar con ese aporte para el Tesoro
Nacional. Y se llamó a la Convención Reformadora, que dejó sin efecto aquella
limitación. (Spota, 1981).
CC
Como se trataba de una época de gobierno de facto, en la que la disolución de
las cámaras del Congreso impedía su funcionamiento, el acto declarativo de la
necesidad de la reforma no podía ser cumplido por su órgano natural, confor-
me al art. 30° de la constitución. Es así como el 12 de abril de 1957, el poder
ejecutivo provisional, en uso de facultades revolucionarias, emite el Decreto
Ley 3838 declarando la necesidad de reformar parcialmente la Constitución y
convocando a una Convención para revisar los tópicos que enumeraba taxativa-
mente en el art. 2°. La Asamblea se reunió en Santa Fe, y sesionó desde el 30
de agosto hasta el 14 de noviembre de 1957, introduciendo escasas modifica-
ciones. (Martínez, 2008:9)
•• al artículo 14º, incorporando con la numeración 14º bis una serie de dere-
chos sociales. Entre los del trabajador: que gozará de condiciones dignas
y equitativas de labor, jornada limitada, descanso y vacaciones pagados,
retribución justa, salario mínimo vital móvil, igual remuneración por igual
tarea, participación en las ganancias de las empresas con control de la
producción y colaboración en la dirección, protección contra el despido
arbitrario, estabilidad del empleado público, organización sindical libre y
democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.
En lo que respecta a los derechos de los gremios: concertar convenios
colectivos de trabajo, recurrir a la conciliación y al arbitraje, el derecho de
huelga, las garantías necesarias para el cumplimiento de la gestión sindical
y las relacionadas con la estabilidad del empleo por parte de los represen-
tantes gremiales.
En cuanto a los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de
integral e irrenunciable, la ley establecerá: el seguro obligatorio, que estará
a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y
económica, administradas por los interesados con participación del Estado,
sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones
móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia;
la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.
•• Asimismo, introduce una modificación al artículo 67º inciso 11º, incorpo-
rando, entre los Códigos cuyo dictado corresponde con carácter exclusivo
a la nación, el del Trabajo y la Seguridad Social.
•• Rechaza, por su parte, la modificación al artículo 67º inciso 1º, propiciando
la instalación de aduanas libres en los territorios del sud de la República,
propuesta en la ley que declara la necesidad de reforma.
CC
La obligación de aprobar o rechazar cerradamente el “núcleo de coincidencias
básicas” originó no solo una fuerte impugnación política por parte de los sec-
tores ajenos al acuerdo, sino que también motivó tal vez el más importante de-
bate jurídico en la Convención cuando, al discutirse el reglamento del cuerpo,
•• el artículo 77 establece una mayoría calificada para las leyes que modifican
el régimen electoral y el régimen de los partidos políticos;
•• el artículo 79 incorpora la posibilidad de aprobación en comisión de Pro-
yectos de Ley;
•• el artículo 80, en el que establece que en el caso de proyectos de ley obser-
vados parcialmente, las partes no observadas pueden ser promulgadas si
tienen autonomía normativa y no se altera el espíritu ni la unidad del pro-
yecto sancionado por el Congreso; en este caso es de aplicación el proce-
dimiento previsto para los decretos de necesidad y urgencia;
•• el artículo 81, introduciendo modificaciones al procedimiento para la san-
ción de las leyes;
•• el artículo 82, excluye la sanción tácita de las leyes, exigiendo la manifes-
tación expresa por parte de las Cámaras;
•• el artículo 85 establece que el control externo del sector público nacional,
en sus aspectos patrimoniales, económicos, financieros y operativos, es
una atribución propia del Poder Legislativo y que para ello cuenta con la
asistencia técnica de la Auditoría General de la Nación, que posee autono-
mía funcional y tiene a su cargo el control de legalidad, gestión y auditoría
de toda la actividad de la administración pública centralizada y descentra-
lizada; su presidente es designado a propuesta del partido político de opo-
sición con mayor número de legisladores en el Congreso;
•• el artículo 86 crea la figura constitucional del Defensor del Pueblo como
órgano independiente en el ámbito del Congreso de la Nación, que: cuenta
con autonomía funcional; tiene por misión la defensa y protección de los
derechos humanos y demás derechos, garantías e intereses tutelados en
la Constitución y las leyes, ante hechos, actos u omisiones de la adminis-
tración, y el control del ejercicio de las funciones administrativas públicas;
cuenta con legitimación procesal; es designado y removido por el Congreso
y dura en su cargo cinco años, pudiendo ser nuevamente designado por
una sola vez;
•• el artículo 89 elimina la condición de profesar la fe católica, apostólica y
romana por parte del presidente de la Nación;
•• el artículo 90 reduce el mandato presidencial a cuatro años y admite la
reelección por un solo período consecutivo;
•• el artículo 93 modifica el juramento al asumir el cargo;
•• el artículo 94 introduce el sistema de elección directa del presidente y vice-
presidente de la Nación, en doble vuelta;
•• el artículo 95 establece el plazo para la elección,
•• el artículo 96 indica el procedimiento para la segunda vuelta electoral,
•• el artículo 97 determina la proclamación de la fórmula más votada cuando,
en la primera vuelta, esta hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por
ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos,
•• el artículo 98 determina la proclamación de la fórmula más votada cuando,
en la primera vuelta, esta hubiere obtenido más del cuarenta por ciento de
los votos afirmativos válidamente emitidos y además, existiere una dife-
rencia mayor de diez puntos porcentuales, respecto del total de los votos
emitidos, sobre la fórmula que le sigue en número de votos;
•• el artículo 99, relativo a las facultades del Poder Ejecutivo:
-- inciso 1, modifica la expresión “tiene a su cargo la administración general
del país” por “jefe del gobierno y responsable político de la administra-
ción general del país”;
WW <http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/dip/Debate-constituyente.
htm>
LECTURA OBLIGATORIA
3.
CC
Como es sabido, la Ley 13233 fue impugnada en el Congreso y luego ante la
propia Convención, por su sanción legislativa sin el recaudo de los ‘dos ter-
cios’ de los miembros de ambas Cámaras, ya que solo contó con el voto de los
dos tercios de los ‘miembros presentes’. (Vanossi, 2005:301)
•• en el artículo 35º, establece que los derechos y garantías reconocidos por esta
Constitución no amparan a ningún habitante de la Nación en perjuicio, detrimento
o menoscabo de otro y que los abusos de esos derechos que perjudiquen a la comu-
nidad o que lleven a cualquier forma de explotación del hombre por el hombre con-
figuran delitos que serán castigados por leyes;
•• en el artículo 37º, que declara los derechos del trabajador, de la familia, de la ancia-
nidad, de la educación y la cultura;
•• en el artículo 38º, que declara la función social de la propiedad privada,
•• en el artículo 39º, que declara que el capital debe estar al servicio de la economía
nacional y tener como principal objeto el bienestar social;
•• en el artículo 40º, que establece que la organización de la riqueza y su explotación
tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los
principios de la justicia social; que el Estado puede intervenir en la economía y mono-
polizar determinada actividad; que a excepción de la importación y exportación, que
estarán a cargo del Estado, toda actividad económica se debe organizar conforme a la
libre iniciativa privada, siempre que no tenga por fin ostensible o encubierto domi-
nar los mercados nacionales, eliminar la competencia o aumentar usurariamente los
beneficios; que los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de car-
bón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales,
son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente
participación en su producto de las provincias; que los servicios públicos pertenecen
originariamente al Estado y bajo ningún concepto pueden ser enajenados o concedi-
dos para su explotación y que aquellos que se hallen en poder de particulares deben
ser transferidos al Estado, mediante compra o expropiación con indemnización previa;
•• en el artículo 42º, modifica la relación entre el número de diputados y de habitantes;
•• en el artículo 44º, modifica a seis años el mandato de los diputados;
•• en el artículo 47º, establece la elección directa de los senadores;
•• en el artículo 49º, reduce el mandato de los senadores a seis años;
•• en el artículo 51º, establece que solo el Senado inicia las reformas de la Constitución;
•• en el artículo 64º, establece que cada una de las Cámaras puede solicitar al Poder
Ejecutivo los informes que estime conveniente respecto a las cuestiones de compe-
tencia de dichas Cámaras y que este podrá optar entre contestar el informe por escri-
to, hacerlo personalmente su titular o enviar a uno de sus ministros para que informe
verbalmente;
•• en el artículo 62º, elimina la limitación de los eclesiásticos regulares para ser miem-
bros del Congreso;
•• en el artículo 68° faculta al Congreso:
-- inciso 5°, a crear y suprimir bancos oficiales y legislar sobre el régimen bancario,
crédito y emisión de billetes en todo el territorio de la Nación y determina que
en ningún caso los organismos correspondientes podrán ser entidades mixtas o
particulares;
-- inciso 7°, a establecer el presupuesto de la Nación por períodos de uno a tres años;
-- inciso 11°, a dictar, además de los Códigos preexistentes, el Aeronáutico, el Sanitario
y el de Derecho Social;
-- inciso 13°, a dictar una legislación exclusiva sobre los servicios públicos de propie-
dad de la Nación, o explotados por los órganos industriales del Estado nacional, o
que liguen la Capital Federal o un territorio federal con una provincia, o dos pro-
vincias entre sí, o un punto cualquiera del territorio de la Nación con un Estado
extranjero;
-- inciso 14°, a establecer el régimen de las aguas de los ríos interprovinciales y sus
afluentes;
-- inciso 16°, a proveer: a la higiene, moralidad, salud pública y asistencia social; al pro-
greso de la ciencia, establecimiento de otros medios de transporte aéreo y terrestre; a
la colonización de tierras provenientes de la extinción de latifundios, procurando el
desarrollo de la pequeña propiedad agrícola en explotación y la creación de nuevos
centros poblados con las tierras, aguas y servicios públicos que sean necesarios para
asegurar la salud y el bienestar social de sus habitantes; a la introducción y estable-
cimiento de nuevas industrias;
-- inciso 23°, a dictar leyes especiales sobre expropiaciones y requisiciones en tiempo
de guerra;
-- inciso 28°, a sancionar el régimen impositivo del distrito federal y fijar el presupues-
to de gastos de su administración;
-- inciso 29°, a dictar la ley para la elección de presidente, vicepresidente, senadores
y diputados;
•• en el artículo 69º elimina las limitaciones al inicio de leyes por parte de ambas
Cámaras;
•• en el artículo 71º establece que se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo todo pro-
yecto no devuelto en el término de veinte días hábiles;
•• en el artículo 77º elimina la posibilidad de ser elegido presidente a los hijos de ciuda-
danos nativos nacidos en país extranjero;
•• en el artículo 78º posibilita la reelección del presidente y vicepresidente sin que medie
el intervalo de un período;
•• en el artículo 82º establece la elección directa del presidente y vicepresidente;
•• en el artículo 83º faculta al presidente de la Nación a:
-- inciso 2°, ejercer la policía de los ríos interprovinciales;
-- inciso 3°, a poder delegar las funciones de jefe inmediato y local de la capital de la
Nación en la forma que determinen los reglamentos administrativos;
-- inciso 13°, a hacer sellar moneda y fijar su valor y el de las extranjeras;
-- inciso 19°, a declarar el estado de prevención y alarma en uno o varios puntos del
país en caso de alteración del orden público que amenace perturbar el normal des-
envolvimiento de la vida o las actividades primordiales de la población por un tér-
mino limitado y dar cuenta al Congreso;
-- inciso 23°, a proveer lo conducente al ordenamiento y régimen de los servicios
públicos;
•• en el artículo 91º establece que los jueces de los tribunales inferiores deben ser juzga-
dos y removidos en la forma que determine una ley especial, con sujeción a enjuicia-
miento por los propios miembros del Poder Judicial;
•• en el artículo 92º establece que para ser miembro de la Corte Suprema de Justicia se
requiere ser argentino nativo, abogado graduado en universidad nacional y contar con
diez años de ejercicio;
•• en el artículo 95º establece que la Corte Suprema de Justicia conocerá, como Tribunal
de Casación, en la interpretación e inteligencia de los códigos dictados por la Nación,
y que la interpretación que haga de los artículos de la Constitución por recurso
extraordinario, y de los códigos y leyes por recurso de casación, será aplicada, obliga-
toriamente por los jueces y tribunales nacionales y provinciales.
Incorpora asimismo algunas Disposiciones Transitorias:
•• la primera, en la que designa provisoriamente los departamentos que tienen a su cargo
el despacho de los negocios de la Nación, hasta tanto el Congreso sancione la ley orgá-
nica de los ministerios;
•• la segunda, que establece la entrada en vigencia de la Constitución;
•• la tercera, relativa a la jura de la Constitución,
•• la cuarta, que exige un nuevo acuerdo del Senado para todos los puestos que exigen tal
requisito (incluidos los jueces de la Corte Suprema de Justicia y de los demás tribuna-
les inferiores de la Nación y los embajadores y ministros plenipotenciarios);
•• la quinta, que autoriza a las legislaturas provinciales a reformar totalmente sus consti-
tuciones respectivas, con el fin de adaptarlas a los principios, declaraciones, derechos
y garantías consagrados en la Constitución;
•• la sexta, relativa a la unificación de los mandatos legislativos.
WW do la reforma constitucional
<http://argentinahistorica.com.ar/intro_archivo.php?tema=7&titulo=5
0&subtitulo=&doc=259>
La Constitución de 1949
<http://www.youtube.com/watch?v=0Yv2ynayGew>
LECTURA RECOMENDADA
RR
Sampay, A. (1963). La Constitución Nacional de 1949. Ediciones Relevo, Buenos Aires,
pp. 9 a 21.
4.
Entre las temáticas abordadas en esta reforma podemos considerar las modificaciones
siguientes:
•• al artículo 41º, que establece la elección de los diputados juntamente con la del pre-
sidente y vicepresidente de la Nación y su reelegibilidad indefinida;
•• al artículo 45º, que determina los sujetos pasibles de ser sometidos a juicio político
y sus causales;
•• al artículo 46º, que establece que el Senado se compondrá de tres senadores de cada
provincia y tres de la Capital Federal, elegidos en forma directa por el pueblo de cada
una de ellas, en la oportunidad prevista para la elección del presidente y vicepresidente
de la Nación, correspondiendo dos senadores a la mayoría y uno a la primera minoría;
•• al artículo 48º, que fija en cuatro años la duración del mandato de los senadores y su
reelegibilidad indefinida;
•• al artículo 55º, que amplía las sesiones ordinarias del Congreso, permitiendo disponer
su prórroga por un plazo no mayor de treinta días corridos y la convocatoria extraor-
dinaria a solicitud de la cuarta parte de los miembros de cada Cámara;
•• al artículo 56º, que determina que el cuórum para sesionar se formará con la cuar-
ta parte de sus miembros y se mantiene el de la mayoría absoluta para la sanción de
las leyes;
•• al artículo 67º inciso 19°, que permite al Poder Ejecutivo enviar para su aprobación el
presupuesto por ejercicios de más de un año de duración, pero en ningún caso exce-
der el período de su mandato;
•• al artículo 68º, que determina que la iniciativa de las leyes de presupuesto y minis-
terios corresponde exclusivamente al Poder Ejecutivo; el Congreso puede disminuir
pero no aumentar las autorizaciones de gastos y no debe sancionar proyectos de leyes
que ordenen gastos sin crear los recursos necesarios para su atención;
•• al artículo 69º, que autoriza al Poder Ejecutivo a enviar al Congreso proyectos con
pedido de urgente tratamiento, los que se tendrán por aprobados si dentro de los pla-
zos establecidos no son expresamente desechados. Autoriza también al Congreso de
la Nación a delegar en sus comisiones internas la discusión y aprobación de determi-
nados proyectos de ley;
•• al artículo 71º, que fija un plazo de quince días corridos para que cada Cámara consi-
derare las modificaciones propuestas por la otra, transcurrido el cual, sin pronuncia-
miento expreso, se tienen por aprobadas;
•• al artículo 77º, que fija la duración del cargo del presidente y vicepresidente en cuatro
años, pudiendo ser reelegidos una sola vez;
•• al artículo 78º, que determina la elección directa del presidente y vicepresidente, pro-
clamándose electos a los que obtuvieren la mayoría absoluta;
•• al artículo 86º inciso 11°, modificando “Hace anualmente la apertura de las sesiones
del Congreso” por “Concurre anualmente”; e inciso 12°, eliminando la facultad del
Poder Ejecutivo de prorrogar las sesiones del Congreso;
•• al artículo 87º, que establece que la ley fijará el número de ministros y deslindará los
ramos del respectivo despacho;
•• al artículo 96º, que determina que los jueces de los tribunales inferiores de la Nación
son juzgados en juicio público por acusación ante un jurado, integrado por igual
número de miembros del Poder Judicial, del Poder Legislativo y abogados;
•• al artículo 105º, por el que la duración de los mandatos de los miembros de los pode-
res Legislativo y Ejecutivo se establece igual a la de los cargos nacionales correlativos
y su elección es simultánea con la de estos.
Asimismo, impone las siguientes modificaciones: artículo 67º inciso 18, elimina la facultad
del Congreso de efectuar el escrutinio frente a una nueva elección por dimisión del presi-
dente o vicepresidente de la República, y deja sin efecto la aplicación de los artículos 82º,
83º, 84º y 85º de la Constitución Nacional.
•• artículo 1º: establece que la Junta Militar ejerce el Comando en Jefe de las Fuerzas
Armadas y designa al presidente de la Nación;
•• artículo 2º: faculta a la Junta a la remoción del presidente y de los Ministros de
la Corte Suprema de Justicia, y a ejercer funciones propias del Poder Ejecutivo y
Legislativo;
•• artículo 3º: establece el funcionamiento de la Junta;
•• artículo 4º: fija las funciones del Poder Ejecutivo;
•• artículo 5º: otorga facultades legislativas al presidente de la Nación y una Comisión de
Asesoramiento Legislativo (CAL) que interviene en la formación y sanción de las leyes;
•• artículo 6º: determina que el reemplazo del Poder Ejecutivo es el Ministro del Interior;
•• artículo 7º: establece que una ley fija el número de ministros y secretarios de Estado;
•• artículo 8º: determina la composición de la CAL;
•• artículo 9º: faculta al Poder Ejecutivo al nombramiento de jueces de los tribunales
inferiores de la Nación y a convalidar las designaciones efectuadas por la Junta Militar
respecto de jueces de la Corte Suprema de Justicia, procurador general de la Nación y
fiscal general de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas;
•• artículo 10º: determina que los antes mencionados gozan de inamovilidad en sus pues-
tos mientras dure su buena conducta;
•• artículo 11º: establece que una ley proveerá a la integración y funcionamiento de un
jurado de enjuiciamiento para los magistrados nacionales;
El caso Marbury versus Madison tiene su origen en una petición a la Corte Suprema
de los Estados Unidos, por parte de William Marbury, en la que solicitaba se ordenara
al Secretario de Estado James Madison la entrega de su designación como Juez de Paz.
Marbury había sido designado en 1801 Juez de Paz por el presidente de los Estados
Unidos saliente, John Adams, y su nombramiento confirmado por el Congreso. Poco
antes de dejar su cargo, Adams firmó la comisión (documento que permitía al juez asumir
su puesto), pero el entonces Secretario de Estado, John Marshall, encargado de certificar el
documento, extendiendo sobre él el sello oficial, y de entregar las comisiones, no alcanzó
a hacerlo. Dado que sin este documento se privaba a Marbury de su derecho a ejercer
el cargo, este último reclamó la entrega de la comisión al nuevo Secretario de Estado,
Madison; y, ante su negativa, acudió a la Corte Suprema.
El ahora designado presidente de la Corte Suprema, John Marshall, escribió el pro-
yecto de sentencia y fue el encargado de dar a conocer el fallo. Resolvió el caso mediante
la formulación de tres preguntas:
a) ¿Tenía derecho Marbury al cargo que solicitaba?
b) En caso afirmativo, si este derecho había sido violado, ¿las leyes del país le ofrecían un
remedio?
c) ¿Pedir a la Corte Suprema la emisión de un mandamiento ordenando la entrega del
documento era el remedio adecuado?
Luego de una argumentación precisa por parte del Juez Marshall la Corte Suprema decla-
ró que:
a) Marbury tenía derecho al cargo que reclamaba y el Secretario de Estado debió haberle
entregado el documento de comisión;
b) que las leyes de Estados Unidos garantizaban la reparación del agravio;
c) pero que la sección 13 del Acta Judicial de 1789, que había otorgado a la Corte
Suprema el poder de emitir mandamientos de este tipo, excedía la competencia dada a la
Corte por el Artículo III de la Constitución y, por lo tanto, era nula y sin valor.
WW Madison”
<http://upauderecho.blogspot.com.es/2008/05/madbury-v-madison.
html>
Estructura Contenido
Preámbulo Ideología y los principios fundamentales
Primera Parte Derechos y garantías de la Constitución
Capítulo Primero Declaraciones, derechos y garantías
Capítulo Segundo Nuevos derechos y garantías
Segunda Parte Relativa a las autoridades de la Nación
Título Primero Acerca del Gobierno Federal
Sección Primera Organización del Poder Legislativo
Capítulo Primero Cámara de Diputados
Capítulo Segundo Cámara de Senadores
Capítulo Tercero Disposiciones comunes a ambas Cámaras
Capítulo Cuarto Atribuciones del Congreso
Capítulo Quinto De la formación y sanción de las leyes
Capítulo Sexto Auditoría General de la Nación
Capítulo Séptimo Defensor del Pueblo
Sección Segunda Poder Ejecutivo
CC
Pese a que en todo régimen político y toda constitución material anida una
ideología que se compone de un repertorio de creencias, doctrinas y valoracio-
nes sobre lo que se representa que ese régimen debe ser, no es sencillo cono-
cer la ideología en cada uno. En primer lugar, hay constituciones escritas que
no formulan expresamente una profesión de ideología. En segundo término,
puede ocurrir que la formulada no coincida con la real. En tercer lugar, la ideo-
logía disimulada que es dable inducir de lo que con habitualidad y ejemplari-
dad se hace en cada régimen, exige datos empíricos no siempre ni fácilmente
accesibles. Por ello, casi es necesario detectar las tipologías ideológicas sobre
a base de las normas escritas, con todos los riesgos que eso presupone.
(Bidart Campos y otro, 2000).
CC
A la parte dogmática le hemos dado el nombre de derecho constitucional de la
libertad, porque allí se centraliza un núcleo que coincide con el de la democra-
cia, al conferir instalación a la persona, de acuerdo con su dignidad, su liber-
tad y sus derechos.
La filosofía de la Constitución que resuelve de ese modo el estatus personal
del ser humano en el estado, pone en intersección a la defensa y promoción de
sus derechos y libertades con la limitación del estado y del poder para seguri-
dad de las personas.
En este sentido, la parte dogmática no se incomunica con la parte orgánica,
sino, todo lo contrario, guarda con ella una relación inescindible. (Bidart Campos,
2001:473).
Derechos de
Intereses difusos (Art. 43)
incidencia colectiva
CC
Las garantías constitucionales son el soporte de la seguridad jurídica; no en
vano se define a las garantías, en un sentido lato, como el conjunto de seguri-
dades jurídico-institucionales deparadas al hombre. Las garantías existen fren-
te al estado, en cuanto son medios o procedimientos que aseguran la vigencia
de los derechos. (Bidart Campos, 2001:286)
El Poder Legislativo
El Congreso de la Nación está constituido por la Cámara de Diputados y la
Cámara de Senadores.
La Cámara de Diputados se compone de los representantes elegidos direc-
tamente por el pueblo de las provincias, de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y de la capital (en caso de un futuro traslado), que se consideran a este
fin como distritos electorales de un solo Estado. La elección de los diputados
es por simple pluralidad de sufragios y la duración del mandato es de 4 años.
Son requisitos para poder ser electo diputado: ser argentino, tener al menos
25 años y 4 años de ejercicio de la ciudadanía y ser nativo de la provincia
donde es elegido o tener 2 años de residencia en ella.
La Cámara de Senadores se compone de tres senadores por cada provin-
cia y tres por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los senadores son repre-
sentantes de las provincias, elegidos en forma directa y conjunta, correspon-
diendo dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de votos,
y la restante al partido político que le siga en número de votos. Cada senador
tiene un voto y la duración del mandato es de 6 años. El vicepresidente de la
Nación es el presidente de la Cámara de Senadores, y en tal condición tiene
voz en las sesiones y vota en caso de empate. Son requisitos para poder ser
electo senador: ser argentino, tener al menos 30 años y 6 años de ejercicio de
la ciudadanía, ser nativo de la provincia o tener 2 años de residencia en ella.
El artículo 75 de la Constitución Nacional establece las atribuciones del
Congreso de la Nación, sin perjuicio de que existen algunas que son propias
de una Cámara determinada. Por ejemplo, la Cámara de Diputados tiene la
El Poder Ejecutivo
El presidente de la Nación es elegido en forma directa, al igual que el vice-
presidente, mediante el sistema de doble vuelta o balotaje. La duración en
el mandato es de 4 años, pudiendo ser reelegido por una vez. Son requisitos
para ser electo en ese cargo: la edad mínima de 30 años, ser argentino o
hijo de ciudadano nativo y contar con 6 años de ciudadanía, en caso de haber
nacido en el exterior.
Las atribuciones del Poder Ejecutivo se encuentran establecidas en el artí-
culo 99 de la Constitución Nacional.
Entre las nuevas atribuciones del Poder Ejecutivo se encuentran el dicta-
do de los decretos de necesidad y urgencia (DNU) y las emanadas de la dele-
gación legislativa. En lo que respecta a los decretos de necesidad y urgen-
cia y la delegación legislativa, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha
sentado jurisprudencia en diferentes fallos sobre las limitaciones a dichos
instrumentos.
El presidente de la Nación se encuentra secundado en su labor por los
ministros, que tienen a su cargo el despacho de los negocios de la Nación, y
por el Jefe de Gabinete de Ministros, figura creada en la reforma constitucio-
nal de 1994 y cuyas funciones se encuentran fijadas en el artículo 101 de la
Constitución Nacional.
El Poder Judicial
La Corte Suprema de Justicia está integrada por abogados, que cuentan con
no menos de ocho años de ejercicio en su profesión, y son elegidos por el
Poder Ejecutivo de la Nación, con acuerdo del Senado por dos tercios de
sus miembros presentes. Tienen inamovilidad en sus cargos y solo pueden
ser removidos mediante juicio político. Los jueces de los Tribunales Inferiores
(Jueces de Primera Instancia y miembros de las Cámaras de Apelación) son
elegidos por el Consejo de la Magistratura, tienen inamovilidad en sus cargos
y solo pueden ser removidos mediante un jurado de enjuiciamiento integrado
por legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal.
La Corte Suprema de Justicia y los Tribunales Inferiores tienen a su cargo el
conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos relacio-
nados con la Constitución y por las leyes de la Nación, entre otros, y sus atribu-
ciones se encuentran descriptas en el artículo 116 de la Constitución Nacional.
El Consejo de la Magistratura, figura creada por la reforma constitucional
de 1994, tiene a su cargo la selección de los jueces y la administración del
Poder Judicial. Está integrado por miembros del Poder Legislativo, jueces y
abogados de la matrícula federal.
Acompañando al Poder Judicial se encuentra el Ministerio Público, órgano
independiente con autonomía funcional y autarquía financiera, que tiene por
función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los
Órganos extrapoder
La Auditoría General de la Nación es un órgano técnico que, con autonomía
funcional, asiste al Poder Legislativo de la Nación en el control externo del
sector público nacional en sus aspectos patrimoniales, económicos, financie-
ros y operativos. El presidente de este órgano es designado a propuesta del
partido político de la oposición que cuente con mayor número de legisladores
en el Congreso. Sus atribuciones se encuentran establecidas en el artículo 85
de la Constitución Nacional.
El Defensor del Pueblo de la Nación es un órgano independiente, instituido
en el ámbito del Congreso de la Nación, que actúa con plena autonomía fun-
cional, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad. Su misión es la defensa
y protección de los derechos humanos y demás derechos, garantías e intere-
ses tutelados por la Constitución, además del control del ejercicio de las fun-
ciones administrativas públicas. Es designado y removido por el Congreso con
el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de cada una de
las Cámaras. Goza de las inmunidades y privilegios de los legisladores. La
duración en el cargo es de cinco años, pudiendo ser designado nuevamente
por una sola vez.
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
RR
Bidart Campos,G. (2005). Manual de la Constitución Reformada, Ediar Sociedad
Anónima Editora, Buenos Aires.
5.
6.
CC
Tenía el constituyente ante sí diversas alternativas con respecto a los tratados
de derechos humanos: podría haber guardado silencio; o establecido el valor
supraconstitucional; o haber ratificado la vieja tesis de que tenían valor de ley;
o consagrando la tesis de la Corte Suprema en “Ekmekdjian c/ Sofovich” (ED,
148-354) del valor supralegal e infraconstitucional; sin embargo, descartó to-
dos esos caminos y optó por brindar a aquellos tratados status constitucional.
Pero, además de una mención genérica, prefirió ser preciso enumerando los
diez Tratados, Convenciones y Declaraciones más importantes y relevantes
que sobre derechos humanos tenía suscriptos la Argentina. Ello, a su vez, pro-
dujo un impacto renovador en la dimensión axiológica del texto Constitucional
de 1853. (Vigo, 1999:1409)
“Una norma legislativa posterior sería igualmente ineficaz para apartarse de sus normas, en
tanto el país no retire su adhesión y sometimiento al derecho supranacional: si el Congreso
quiere apartarse de las normas supranacionales a las que válidamente se sometió, debe pre-
viamente retirarse de esa comunidad jurídica internacional, conforme al procedimiento
allí establecido. Sería un paso atrás hacia la barbarie, muy difícil de realizar por nuestro
país en el actual contexto internacional (…)
De todas formas, si así ocurriese, debe realizarse la siguiente salvedad: el principio
de irreversibilidad de los derechos humanos expresa que ni siquiera la denuncia de un
tratado internacional provocaría en ese ámbito, el internacional, el cese de sus efectos y
compromisos asumidos por el Estado.
Tampoco en el derecho interno: esas prerrogativas y su consecuente protección se
mantienen vigentes; así como se mantiene vigente su jerarquía constitucional. Además
de retenidos de pleno derecho a través del art. 33 de la C.N., están incorporados al patri-
monio cultural y jurídico de la comunidad nacional e internacional; no hay retorno de
ello, por más actitud aislacionalista que tengamos.
Los derechos humanos constituyen un standard mínimo de derechos que por su
calidad de resultar inherentes a la persona humana, sólo pueden progresar, extenderse,
ampliarse. Pero no restringirse ni suprimirse. (…)
Hablamos aquí de tres principios rectores que interactúan en forma constante: el prin-
cipio de irreversibilidad de los derechos humanos, el de progresividad y el de razonabili-
dad. Cualquier norma que quiera reducir la virtualidad y el ámbito de aplicación de estos
derechos, inevitablemente conducirá a la irrazonabilidad y, en consecuencia, a su incons-
titucionalidad. Podemos concluir que el sistema de derechos humanos, como standard
mínimo, solo puede proyectarse, constitucionalmente, en un único sentido razonable: Su
progresividad cuantitativa y cualitativa” (Gordillo, 2013:VI-20-21).
CC
La reforma constitucional de 1994 introdujo un nuevo capítulo con el título de
“Nuevos derechos y garantías”, en el que se reconocen (i) el derecho de resis-
tencia a los gobiernos de facto; (ii) el derecho de iniciativa popular; (iii) el dere-
cho a un ambiente sano y (iv) el derecho de consumidores y usuarios a su pro-
tección. Además, en ese mismo capítulo se introduce la regulación de ciertas
garantías, como el recurso de amparo, el hábeas corpus y el hábeas data, así
como otras disposiciones que poco tienen que ver con derechos y garantías.
Por otra parte, en el artículo 75, referido a las atribuciones del Congreso de la
Nación, se establecen ciertas precisiones sobre el derecho de aprender, ya re-
conocido en el artículo 14 del texto de 1853, y en el inciso 23 se establece,
hablando de DH, el derecho del niño y de la madre en situación de desamparo
a recibir protección a partir del momento del embarazo. Algunos autores afir-
man que en este último inciso, vinculándolo a la incorporación de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos por el inciso 22 del mismo
artículo, se establece inequívocamente el reconocimiento del derecho de todo
ser humano a la vida a partir del momento de la concepción. (Massini, 2008:72)
WW <http://www.gordillo.com/DH6/dh.pdf>
CC
Pondremos énfasis en dicho pacto, por ser el único que cuenta con un tribunal
supranacional. Ello no cambia la obligatoriedad que todos tienen en el derecho
interno, pero fuerza es reconocer que desde un punto de vista práctico no es lo
mismo que la interpretación del tratado termine en el propio país, o pueda con-
tinuarse ante un tribunal internacional o supranacional. No es lo mismo intro-
ducir el caso federal para ocurrir en su oportunidad por ante la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, sea por violación a la Constitución o a los tratados,
que introducir también el caso supranacional para ocurrir en su oportunidad
por ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. (Gordillo,
2013:VI-14-15)
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
RR
Bidart Campos, G. (1995), “Los Derechos Humanos y la Reforma Constitucional
de 1994”, Revista Hechos y Derechos, Instituto de Promoción de Derechos Humanos,
Buenos Aires, pp. 21 a 25.
7.
Referencias bibliográficas
Objetivos
Al concluir el estudio de esta unidad, el estudiante estará en condiciones de:
CC
[…] la relación jurídica es el vínculo que une a dos o más personas respecto
de determinados bienes o intereses, estable y orgánicamente regulada por el
derecho, como cauce para la realización de una función social merecedora de
tutela jurídica. (Rivera, 2004:301)
a) el sujeto activo,
b) el sujeto pasivo,
c) el objeto,
d) la causa.
CC
Los derechos políticos son los que cuadran al titular en razón de su calidad de
ciudadano o miembro de una cierta comunidad política.
Los derechos civiles son los que pertenecen al titular en razón de ser simple-
mente habitante, v.g., el derecho de entrar, permanecer y transitar libremente
en el país, de usar y disponer de la propiedad, de asociarse con fines útiles, etc.
Estos derechos civiles son los que la Constitución Nacional declara y protege en
los artículos 14 a 20. (Llambías, 1995:240)
La responsabilidad parental es el Por su parte y de acuerdo con el mismo autor, los derechos civiles se pueden
conjunto de deberes y derechos dividir en tres categorías diferentes:
que corresponden a los progeni-
tores sobre la persona y bienes
del hijo, para su protección, desa- a) Los derechos de la personalidad son aquellos relativos a la persona en
rrollo y formación integral mien- sí misma, como el derecho al nombre, las acciones de estado, etcétera.
tras sea menor de edad y no se b) Los derechos de familia son los que se otorgan al titular en razón de su
haya emancipado (Artículo 638
del Código Civil y Comercial de carácter de miembro de la familia, como los derechos conyugales, los refe-
la Nación). rentes a la patria potestad (en los términos del Código Civil y Comercial de
la Nación, aquellos que emanan de la responsabilidad parental), los dere-
chos alimentarios entre parientes, etcétera.
c) Los derechos patrimoniales son los que tienen un valor pecuniario e integran
el patrimonio de las personas. Pueden subdividirse en tres subcategorías:
En el apartado 4.11 abordare-
mos el tema de las obligaciones. i. Los derechos reales,
ii. Los derechos personales, también denominados derechos de crédito
u obligaciones,
iii. Los derechos intelectuales.
CC
La existencia de la persona humana comienza con la concepción. (artículo 19
del Código Civil y Comercial de la Nación)
CC
Los derechos y obligaciones del concebido o implantado en la mujer quedan
posee, a partir de la reforma
constitucional de 1994, jerarquía irrevocablemente adquiridos si nace con vida. Si no nace con vida, se conside-
constitucional. ra que la persona nunca existió. El nacimiento con vida se presume. (Artículo
21 del Código Civil y Comercial de la Nación)
<https://youtu.be/SGkIYpvuDVk?list=PLFBCC4F2046C397AF>
PARA REFLEXIONAR
1.
2.
CC
La existencia de la persona humana termina por su muerte. (Artículo 93 del
CC
El fallecimiento de una persona se considerará tal cuando se verifiquen de mo-
do acumulativo los siguientes signos, que deberán persistir ininterrumpida-
mente seis (6) horas después de su constatación conjunta:
a) Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de
conciencia;
b) Ausencia de respiración espontánea;
c) Ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas;
d) Inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales
adecuados a las diversas situaciones clínicas, cuya nómina será́ periódica-
mente actualizada por el Ministerio de Salud y Acción Social con el asesora-
miento del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante
(INCUCAI).
La verificación de los signos referidos en el inciso d) no será necesaria en caso
de paro cardiorrespiratorio total e irreversible. (Artículo 23 de la Ley 24193).
3.
Atributos de la personalidad
Toda persona humana, por el solo hecho de su concepción, posee una serie de
atributos jurídicos que son inseparables de ella. Son cualidades intrínsecas
y permanentes que constituyen la esencia de la personalidad. Estos son: el
nombre, el estado, la capacidad, el domicilio y el patrimonio.
Los atributos de la personalidad tienen las siguientes características:
Nombre
Es el modo en que se identifica a una persona. Se caracteriza por ser inaliena-
ble e imprescriptible y en principio es inmutable; no obstante, bajo especiales
circunstancias, puede ser modificado.
En nuestro país, el Código Civil y Comercial de la Nación establece el nuevo
régimen legal del nombre en sus artículos 62 a 72.
El nombre se adquiere por la inscripción en el Registro del Estado Civil y
Capacidad de las Personas y está conformado por el prenombre y el apellido.
El uso del prenombre y el apellido es un derecho pero a la vez un deber (artí-
culo 62 CCCN).
El nombre de pila es de libre elección por los padres o quien estos designen
o en defecto de todos, debe hacerse por los guardadores, el Ministerio Público
o el funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas y se
encuentra sujeto a algunas limitaciones: no pueden inscribirse más de tres
prenombres, apellidos como prenombres, primeros prenombres idénticos a
primeros prenombres de hermanos vivos; tampoco pueden inscribirse pre-
a) acción de reclamación: que tiene por objeto que a aquel a quien le es des-
conocido el uso de su nombre le sea reconocido y se prohíba toda futura
impugnación por quien lo niega; y
b) acción de impugnación: ejercida por aquel cuyo nombre es indebidamen-
te usado por otro o es usado para la designación de cosas o personajes
de fantasía, si ello le causa perjuicio material o moral, para que se cese
en ese uso.
4.
Estado
El estado, en tanto atributo de la personalidad, es definido como un conjunto
de cualidades que determinan la situación individual o familiar de una persona.
Puede identificarse en diferentes situaciones:
PARA REFLEXIONAR
Capacidad
La capacidad, en tanto atributo de la personalidad, se puede relacionar con el
goce de los derechos o puede vincularse a la posibilidad de ejercicio de esos
derechos. En el primer caso, se la denomina capacidad de derecho -también
denominada capacidad de goce o de ser titular de derechos- y en el segundo,
capacidad de ejercicio –es decir, la facultad de poder ejercer por el propio
sujeto esos derechos y deberes jurídicos de los que es titular. Cuando una
persona carece de capacidad se la denomina incapaz.
Capacidad de derecho
Todo ser humano, sin importar su condición y por el solo hecho de haber sido
concebido, goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos;
a esto se denomina capacidad de derecho.
CC
Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y debe-
res jurídicos. (Artículo 22 del Código Civil y Comercial de la Nación)
CC
La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples ac-
tos, o actos jurídicos determinados. (Artículo 22 del Código Civil y Comercial de la
Nación)
Capacidad de ejercicio
Las personas humanas, a la vez que son titulares de derechos y deberes
jurídicos, también se encuentran facultadas para ejercerlos por sí mismas. A
esta facultad se la denomina capacidad de ejercicio.
CC
Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto las li-
mitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.
(Artículo 23 del Código Civily Comercial de la nación)
Cuando la ley otorga el goce de un derecho a una persona, pero limita, con un
fin de protección, la facultad de ejercerlo por sí misma, estamos en presencia
de una incapacidad de ejercicio.
Tales limitaciones pueden estar previstas en la ley, en particular en el
Código Civil y Comercial de la Nación, aunque también en otras normas, a la
vez que pueden provenir de una sentencia judicial.
El Código Civil y Comercial de la Nación establece en las disposiciones
contenidas en su artículo 24 quienes son incapaces de ejercicio:
a) la persona por nacer;
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con
el alcance dispuesto en la la ley;
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión deter-
minada en esa decisión.
que el menor que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer
por sí los actos que le son permitidos por el ordenamiento jurídico.
Por otra parte, otorga al adolescente (menor de edad que cumplió trece
años) la aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no
resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo
grave en su vida o integridad física. A partir de los dieciséis años, el adoles-
cente es considerado como un adulto para las decisiones atinentes al cuida-
do de su propio cuerpo.
El régimen del menor admite que cuando este haya obtenido título habili-
tante para el ejercicio de una profesión puede: ejercerla por cuenta propia sin
necesidad de previa autorización; administrar y disponer de los bienes que
adquiere con el producto de su profesión y estar en juicio civil o penal por
cuestiones vinculadas a ella.
Asimismo, en casos especiales, faculta al juez competente a restringir la
capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece años que
padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de
suficiente gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capa-
cidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes y, en relación con
dichos actos, designar el o los apoyos necesarios, especificando las funcio-
nes con los ajustes razonables en función de las necesidades y circunstan- Se entiende por apoyo cualquier
cias de la persona. medida de carácter judicial o
Por otra parte, el juez competente puede establecer restricciones a la capa- extrajudicial que facilite a la per-
sona que lo necesite la toma de
cidad e inhabilitar para determinados actos a quienes por la prodigalidad en decisiones para dirigir su persona,
la gestión de sus bienes expongan a su cónyuge, conviviente o a sus hijos administrar sus bienes y celebrar
menores de edad o con discapacidad a la pérdida del patrimonio La declara- actos jurídicos en general. Las
medidas de apoyo tienen como
ción de inhabilitación importa la designación de un apoyo, que debe asistir al
función promover la autonomía y
inhabilitado en el otorgamiento de actos de disposición entre vivos y en los facilitar la comunicación, la com-
demás actos que el juez fije en la sentencia. prensión y la manifestación de
Las personas incapaces ejercen los derechos, que no pueden ejercer por voluntad de la persona para el
ejercicio de sus derechos.
sí, por medio de sus representantes. Estos son:
a) de las personas por nacer, sus padres;
b) de las personas menores de edad no emancipadas, sus padres. Si faltan
los padres, o ambos son incapaces, o están privados de la responsabili-
dad parental, o suspendidos en su ejercicio, el tutor que se les designe;
c) de las personas con capacidad restringida, el o los apoyos designados
Los curadores son representantes
cuando, conforme a la sentencia, estos tengan representación para deter-
civiles de determinada clase de
minados actos; incapaces.
d) de la persona que se encuentre absolutamente imposibilitada de interac-
cionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o
formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz, el curador que
se les nombre. La emancipación consiste en la
habilitación otorgada a aquellos
Los incapaces adquieren la plena capacidad de ejercicio al alcanzar la mayo- que no han alcanzado la mayoría
de edad, que les permite alcanzar
ría de edad (dieciocho años), mediante la emancipación, o a través de una la capacidad para el ejercicio de
sentencia judicial que decrete el cese de la incapacidad o de la restricción a sus derechos con ciertas limita-
la capacidad. ciones. En nuestro país se obtiene
cuando un menor contrae matri-
monio antes de los dieciocho años
(artículo 27 CCCN). No obstante,
Texto de la Ley 26579 de Modificación de la Mayoría de Edad
WW <http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/ane-
xos/160000-164999/161874/norma.htm>
la ley fija algunas limitaciones a
la capacidad, como la prohibición
de aprobar cuentas a los tutores,
de realizar donaciones de bienes
que recibiera a título gratuito o de
Introducción al derecho Eugenio del Busto afianzar obligaciones.
130
LECTURA OBLIGATORIA
Domicilio
El domicilio es el asiento jurídico de la persona, es decir, el lugar en que la
ley establece la sede del sujeto de derecho, con la finalidad de producir en él
ciertos efectos jurídicos.
Pueden distinguirse diferentes tipos de domicilio.
Domicilio real
CC
La persona humana tiene domicilio real en el lugar de su residencia habitual.
Si ejerce actividad profesional o económica lo tiene en el lugar donde la desem-
peña para el cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad.
(Artículo 73 del Código Civil y Comercial de la nación)
a) la residencia habitual, y
b) el ánimo de permanencia.
El domicilio real se caracteriza por ser voluntario y, por tanto, puede ser
elegido libremente; es mutable, es decir, que puede ser cambiado tantas
veces como se desee; y además es inviolable y se encuentra protegido por la
garantía constitucional contenida en el artículo 18 de la Constitución Nacional.
Domicilio legal
CC
El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en con-
tra, que una persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus de-
rechos y el cumplimiento de sus obligaciones. (Artículo 74 del Código Civil y
Comercial de la Nación)
a) los funcionarios públicos, allí donde cumplen sus funciones, siempre que
estas no sean temporarias, periódicas, o de simple comisión;
b) los militares en servicio activo, en los cuarteles donde prestan servicio;
c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no
tienen domicilio conocido, en el de sus representantes;
d) los incapaces lo tienen en el domicilio de sus representantes.
El domicilio legal, a diferencia del real, se caracteriza por ser: forzoso, ya que
ha sido impuesto por la ley; ficticio, ya que la persona puede no vivir en él, y
excepcional, puesto que solo se emplea en los casos que establece la ley.
Domicilio especial
CC
Las partes de un contrato pueden elegir un domicilio para el ejercicio de los
derechos y obligaciones que de él emanan. (Artículo 75 del Código Civil y
Comercial de la Nación)
Domicilio social
CC
El domicilio de la persona jurídica es el fijado en sus estatutos o en la autoriza-
ción que se le dio para funcionar. (Artículo 152 del Código Civil y Comercial de la
Nación)
El domicilio social se caracteriza por ser voluntario, y por tanto, puede ser
elegido libremente; es mutable, es decir que puede ser cambiado, aunque
exige la modificación de los estatutos de la persona jurídica.
Juan Pérez reside, junto con su grupo familiar integrado por su espo-
El patrimonio
El Código Civil y Comercial de la Nación no adopta una definición de patrimo-
nio, no obstante establece:
CC
Las personas son titulares de los derechos individuales sobre los bienes que
integran su patrimonio conforme con lo que se establece en este Código.
(Artículo 15 del Código Civil y Comercial de la Nación)
CC
Todos los bienes del deudor están afectados al cumplimiento de sus obligacio-
nes y constituyen la garantía común de sus acreedores, con excepción de
aquellos que este Código o leyes especiales declaran inembargables o inejecu-
tables. (Artículo 242)
Los bienes presentes y futuros del deudor constituyen la garantía común de sus
acreedores. El acreedor puede exigir la venta judicial de los bienes del deudor,
pero solo en la medida necesaria para satisfacer su crédito. Todos los acreedo-
res pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria, excepto que exista una
causa legal de preferencia. (Artículo 743)
<https://youtu.be/9RdujGaZJOQ>
Derechos personalísimos
Estrechamente unidos a los atributos de la personalidad encontramos los
derechos personalísimos. Son derechos subjetivos innatos al hombre vincu-
lados a los conceptos de integridad y dignidad de la persona; son ejemplos el
derecho a la vida, a la integridad espiritual de la persona (intimidad personal
y familiar, honor, identidad e imagen), derechos de libertad (de asociación, de
ideas, ambulatoria, de prensa, etc), a la integridad corporal, a la salud, etc.
Se caracterizan por ser:
a) innatos, ya que se incorporan al nacer;
b) vitalicios, porque se adquieren de por vida;
c) inalienables, de modo tal que se prohíbe su venta en el comercio;
d) imprescriptibles, teniendo en cuenta que no se pueden ganar ni se pierden
por el transcurso del tiempo;
e) indisponibles, no enajenables, no transmisibles, no renunciables. No obs-
tante se pueden disponer excepcionalmente.
<http://www.youtube.com/watch?v=q2Di1CsLkbw&list=PLFBCC4F
2046C397AF>
LECTURA OBLIGATORIA
OO personas <http://www.nuevocodigocivil.com/el-nuevo-codigo-de-las-
personas-por-graciela-messina-de-estrella-gutierrez/ >
5.
CC
Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico
les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cum-
plimiento de su objeto y los fines de su creación. (Artículo 141 del Código Civil y
Comercial de la Nación)
a) las sociedades
b) las asociaciones civiles
c) las simples asociaciones
d) las fundaciones
e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas
f) las mutuales
g) las cooperativas
h) el consorcio de propiedad horizontal
i) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes
y cuyo carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de
funcionamiento
Principio de la existencia
Corresponde distinguir entre aquellas personas jurídicas privadas que necesi-
tan de la autorización del Estado para funcionar o no. Entre las primeras, en
las que ubicamos a las asociaciones y fundaciones, es necesario, en primer
lugar, contar con la autorización del Estado; luego de otorgada, esta tiene
efecto retroactivo al día en que se llevó a cabo la creación o fundación que
entonces establece el momento a partir del cual comienza su existencia. En
cambio, entre las segundas, como es el caso de las sociedades, lo es desde
la constitución, más allá de la exigencia de inscripción en el Registro Público
para encontrarse regularmente constituidas. En el caso de las simples aso-
ciaciones, comienzan su existencia como persona jurídica a partir de la fecha
del acto constitutivo.
Independencia de personalidad
Las personas jurídicas privadas son consideradas personas enteramente dife-
rentes de sus miembros, que cuentan con un patrimonio diferenciado del de
aquellas y no responden por las obligaciones de ella, excepto en los supuestos
que expresamente se prevén en la ley (artículo 143 CCCN). Sin embargo, en
el caso de las sociedades, los socios responden, aunque en forma limitada,
por las deudas de la persona jurídica.
Capacidad
Estas personas poseen capacidad para adquirir derechos y contraer obligacio-
nes, del mismo modo que las personas humanas. No obstante, a diferencia de
estas últimas, que pueden ejercer todos los actos no prohibidos por la ley, las
personas jurídicas privadas solo tienen capacidad para realizar aquellos actos
tendientes al cumplimiento de su objeto y los fines de su creación (artículo
141 CCCN). A esto se lo denomina principio de la especialidad. Asimismo,
tienen derecho a la protección del Estado, a que se evite lesionar su imagen,
al ejercicio de derechos reales, a la adquisición de derechos intelectuales,
patentes y marcas, etc.
Estatutos
Son las reglas sobre las cuales se estructura la organización y la vida de las
personas jurídicas privadas, ya sea que se trate de fundaciones, asociacio-
nes o sociedades. En ellos está determinado el fin u objeto de la entidad, su
nombre, domicilio, sus órganos de gobierno, los derechos y deberes de sus
miembros, formación e inversión del patrimonio, la disolución y destino de los
bienes.
Constituyen la ley fundamental de este tipo de personas jurídicas, cuyas
actividades deben ajustarse a sus disposiciones.
Representación
Los representantes o administradores de las personas jurídicas privadas
tienen la capacidad para contratar en su nombre, dentro de los límites de su
mandato. Estas personas jurídicas son responsables por los daños que cau-
sen quienes las dirijan o administren en ejercicio u ocasión de sus funciones.
Fin de su existencia
Existen causales que determinan el fin de existencia que, según Llambías
(1995:104), son comunes a toda clase de persona jurídica privada:
Sociedades
Las sociedades son sujetos de derecho, presupuesto básico de que posibilita
la adquisición de derechos y obligaciones, se encuentran reguladas en la Ley
General de Sociedades 19550 y son definidas de la siguiente manera:
CC
Habrá sociedad si una o más personas en forma organizada conforme a uno
de los tipos previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes para aplicarlos
a la producción o intercambio de bienes o servicios, participando de los benefi-
cios y soportando las pérdidas. (Artículo 1 de la Ley 19550)
Cuando el socio o los socios son personas jurídicas la ley establece límites
a su capacidad, a saber; la sociedad anónima y en comandita por acciones,
no puede ser conformadas en carácter de socio por una sociedad colectiva,
en comandita simple, de capital e industria ni de responsabilidad limitada
(artículo 30 LGS); límites a la participación de una sociedad en otra (artícu-
lo 31 LGS); prohibición de participaciones recíprocas (artículo 32 LGS). La
sociedad unipersonal solo puede constituirse como anónima y solo puede
conformarse por personas humanas (artículo 1 LGS).
b) Consentimiento: al momento de constituirse la sociedad. Por tratarse de
un acto jurídico voluntario, debe ser realizado con discernimiento, inten-
ción y libertad. La constitución consiste en un acto jurídico plurilateral en En el apartado 3.4.4 abordare-
las sociedades integradas por más de un socio y unilateral en el caso de mos el tema de los actos jurídicos.
la sociedad anónima unipersonal.
c) Objeto del contrato: es el elemento que determina el contenido del contra-
to social, que se resume en la obligación de constituir la persona jurídica.
d) Forma: es el medio a través del cual se exterioriza el consentimiento con-
tractual. En la constitución de una sociedad se exigen diferentes tipos de
formalidades: la forma escrita, por instrumento público o privado, excepto
para las sociedades anónimas que se requiere la forma solemne de escri-
tura pública. Para todos los tipos sociales, el instrumento constitutivo debe
contener los requisitos formales del artículo 11 de la Ley General de Socie-
dades. Para las sociedades de responsabilidad limitada y sociedades anó-
nimas se exige publicación de la constitución en el Boletín Oficial. El acto
constitutivo de la sociedad, su modificación y el reglamento, si lo hubiese,
se deben inscribir en el Registro Público del domicilio social y en el regis-
tro que corresponda al asiento de cada sucursal.
e) Causa: es la finalidad por la cual se suscribe el contrato, que consiste en
la realización de una actividad económica, la producción y/o intercambio
de bienes y/o servicios.
ción con “fin de lucro”. El contrato social debe establecer cómo se distribu-
yen las utilidades (ganancias) y de qué manera se soportan las pérdidas.
En caso de silencio, se entiende que será en la proporción de los aportes.
e) Affectio societatis: es la voluntad de colaboración activa, jurídicamente
igualitaria e interesada. Es la intención de asociarse y participar activamen-
te en la sociedad, y que debe permanecer en toda la relación, manteniendo
los socios los mismos derechos y obligaciones en forma igualitaria dentro
de la clase de participación social que posean. Esta participación es intere-
sada porque los socios tienen como fin individual acceder a un dividendo.
f) Instrumento de constitución: debe contener, sin perjuicio de lo estableci-
do para ciertos tipos de sociedad, los siguientes requisitos generales: 1.
nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de
documento de identidad de los socios; 2. razón social o denominación de
acuerdo con el tipo societario y el domicilio social; 3. el objeto social: deter-
mina la categoría de actos para los que se constituyó la sociedad, debe
ser preciso y determinado ya que delimita la actividad de la sociedad y no
puede ser imposible ni ilícito, bajo pena de nulidad del contrato; 4. el capi-
tal social, cifra que representa el grado de responsabilidad de los socios y
su participación social, que deberá ser expresado en moneda argentina, y
la mención del aporte de cada socio. La principal función del capital social
es de garantía fija respecto de los acreedores; 5. el plazo de duración, que
debe ser determinado; 6. la organización de la administración, de su fisca-
lización y de las reuniones de socios (forma en que se tomarán las decisio-
nes, quiénes las llevarán a cabo y cómo se ejercerá el control sobre ellas);
7. Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas, que en
caso de silencio, se entiende será en la proporción de los aportes y si se
prevé solo la forma de distribución de utilidades, se aplicará para sopor-
tar las pérdidas y viceversa; 8. Las cláusulas necesarias para que puedan
establecerse con precisión los derechos y obligaciones de los socios entre
sí y respecto de terceros; 9. Las cláusulas atinentes al funcionamiento,
disolución y liquidación de la sociedad. (artículo 11 LGS).
WW <http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/ane-
xos/25000-29999/25553/texact.htm>
Asociaciones
Existen diferentes clases de asociaciones como cooperadoras, mutuales o
asociaciones sindicales, que a la vez cuentan con objetivos de naturaleza
diferente (religiosa, deportiva, etcétera).
CC
La asociación civil debe tener un objeto que no sea contrario al interés general o
al bien común. El interés general se interpreta dentro del respeto a las diversas
identidades, creencias y tradiciones, sean culturales, religiosas, artísticas, litera-
rias, sociales, políticas o étnicas que no vulneren los valores constitucionales.
No puede perseguir el lucro como fin principal, ni puede tener por fin el lucro
para sus miembros o terceros. (Artículo 168 del Código Civil y Comercial de la
Nación)
El acto por el que se constituye la asociación civil debe ser otorgado por instru-
mento público y ser inscripto en el registro correspondiente una vez otorgada
la autorización estatal para funcionar. Dicho acto debe contener, conforme
a lo establecido en el artículo 170 del Código Civil y Comercial de la Nación:
Los derechos de los miembros se establecen en los estatutos, al igual que las
obligaciones, que también se recogen en reglamentos. La calidad de miembro
de una asociación se adquiere por haber participado del acto constitutivo o por
haberse incorporado posteriormente y puede perderse por razones diversas
como la renuncia, exclusión por causas graves previstas en el estatuto o muerte.
Todos los actos de la asociación se encuentran sometidos a control judicial.
Las asociaciones civiles se disuelven por las causales generales de diso-
lución de las personas jurídicas privadas y también por la reducción de su
cantidad de asociados a un número inferior al total de miembros titulares y
suplentes de su comisión directiva y órgano de fiscalización, si dentro de los
seis meses no se restablece ese mínimo.
En caso de disolución, el patrimonio resultante de la liquidación no se dis-
tribuye entre los asociados. En todos los casos debe darse el destino previs-
to en el estatuto y, a falta de previsión, el remanente debe destinarse a otra
asociación civil domiciliada en la República Argentina, de objeto igual o similar
a la liquidada (artículo 185 del Código Civil y Comercial de la Nación).
Simples asociaciones
El Código Civil y Comercial de la Nación regula las simples asociaciones en sus
artículos 187 a 192. No fija una definición para ellas; no obstante, establece
las pautas que van a regular a este tipo de personas jurídicas, entre las que
se destacan:
a) el acto constitutivo debe ser otorgado por instrumento público o por instru-
mento privado con firma certificada por escribano público;
b) al nombre debe agregársele, antepuesto o pospuesto, el aditamento “sim-
ple asociación” o “asociación simple”;
c) su existencia comienza a partir de la fecha del acto constitutivo,
d) si poseen menos de veinte asociados pueden prescindir del órgano de fis-
calización, no obstante están obligados a certificar sus estados contables;
e) el administrador y todo miembro que administra de hecho los asuntos de la
asociación es solidariamente responsable de las obligaciones que resultan
de decisiones que han suscripto durante su administración;
f) El fundador o asociado que no intervino en la administración de la simple
asociación no está obligado por las deudas de ella, sino hasta la concu-
rrencia de la contribución prometida o de las cuotas impagas.
Fundaciones
Consisten en entidades que se crean persiguiendo una finalidad altruista y
son dotadas de un patrimonio por la voluntad de su fundador, que es quien
establece el objetivo que procuran alcanzar.
El Código Civil y Comercial de la Nación, en sus artículos 193 a 224, esta-
blece el régimen específico para el desenvolvimiento y control de este tipo de
personas jurídicas privadas; las define así:
CC
Las fundaciones son personas jurídicas que se constituyen con una finalidad
de bien común, sin propósito de lucro, mediante el aporte patrimonial de una o
más personas, destinado a hacer posibles sus fines.
Para existir como tales requieren necesariamente constituirse mediante instru-
mento público y solicitar y obtener autorización del Estado para funcionar.
Si el fundador es una persona humana, puede disponer su constitución por acto
de última voluntad. (Artículo 193 del código civil y comercial de la nación).
Las principales pautas que rigen a las fundaciones son las siguientes:
6.
CC
Los derechos referidos en el primer párrafo del artículo 15 pueden recaer so-
bre bienes susceptibles de valor económico. (Artículo 16 del Código Civil y
Comercial de la Nación)
CC
Los bienes materiales se llaman cosas. Las disposiciones referentes a las co-
sas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser
puestas al servicio del hombre. (Artículo 16 del Código Civil y Comercial de la
Nación)
LL chos individuales, y en los bienes y cosas sobre los que pueden ser
ejercidos, el nuevo Código ha mantenido la regulación establecida
por el Código de Vélez, introduciendo nuevas categorías de derechos,
como los de incidencia colectiva (art. 14), sobre el cuerpo humano
(art. 17) y de las comunidades indígenas (art. 18) (Medina y Rive-
ra, 2014:56).
b) Muebles: son cosas que pueden desplazarse por sí mismas o por una fuer-
za externa. Por ejemplo, una mesa, una silla o un automóvil.
c) Divisibles: son aquellas que pueden ser divididas en porciones reales sin
ser destruidas, cada una de las cuales forma un todo homogéneo y análo-
go tanto a las otras partes como a la cosa misma. Las cosas no pueden
ser divididas si su fraccionamiento convierte en antieconómico su uso y
aprovechamiento. Por ejemplo, un trozo de pan.
d) Principales: son las cosas que pueden existir por sí mismas. Por ejemplo,
el diamante de un anillo.
e) Accesorias: son aquellas cosas cuya existencia y naturaleza son determi-
nadas por otra cosa de la cual dependen o a la cual están adheridas. Su
régimen jurídico es el de la cosa principal, excepto disposición legal en
contrario. Si las cosas muebles se adhieren entre sí para formar un todo
sin que sea posible distinguir la accesoria de la principal, es principal la
de mayor valor. Si son del mismo valor no hay cosa principal ni accesoria.
Por ejemplo, el engarce de un anillo.
f) Consumibles: su existencia termina con el primer uso. Por ejemplo, el com-
bustible que se emplea en un automóvil.
g) No consumibles: las cosas que no dejan de existir por el primer uso que
se hace de ellas, aunque sean susceptibles de consumirse o deteriorarse
después de algún tiempo. Por ejemplo, un televisor.
h) Fungibles: se trata de cosas en que todo individuo de la especie equiva-
le a otro individuo de la misma especie, y pueden sustituirse por otras de
la misma calidad y en igual cantidad. Por ejemplo, una tonelada de trigo.
LL son una cosa que se extrae de otra que la produce. La diferencia radi-
ca en que los frutos no alteran su sustancia y los productos sí. De
manera que al producir frutos, la cosa sigue siendo la misma, brinda
la misma utilidad que antes y mantiene la potencialidad de producir
nuevos frutos. Los productos, en cambio, implican una alteración
sustancial de la esencia de la cosa. Un ejemplo aclara fácilmente la
cuestión: una vaca produce leche como fruto y carne como producto.
La norma en análisis clasifica los frutos, desentrañando los distintos
tipos:
- Los frutos naturales son los que se generan espontáneamente por
acción de la naturaleza, sin intervención alguna del hombre, como
las crías de los animales.
- Los frutos industriales se producen por la actividad del hombre, ya
sea a través de la manufactura pura o por el trabajo de la tierra.
- Los frutos civiles son las rentas o beneficios que produce la cosa a
través de los negocios jurídicos, como la renta derivada del alquiler
de un inmueble.
Si bien la remuneración del trabajador no es un fruto, el Código ha
decidido equipararla a los frutos civiles en cuanto a su régimen jurí-
dico, sin perjuicio de la aplicación de la normativa laboral.
Finalmente, la norma aclara que tanto los frutos naturales e indus-
triales como los productos, forman un todo con la cosa mientras no
sean separados de ella.
Así, mientras la vaca no es ordeñada, su carne y su leche forman un
todo con ella. (Medina y Rivera, 2014:553)
c) los ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que corren por cauces natura-
les, los lagos y lagunas navegables, los glaciares y el ambiente periglacial
y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de inte-
rés general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del
ejercicio regular del derecho del propietario del fundo de extraer las aguas
subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a las disposicio-
nes locales. Se entiende por río el agua, las playas y el lecho por donde
corre, delimitado por la línea de ribera que fija el promedio de las máximas
crecidas ordinarias. Por lago o laguna se entiende el agua, sus playas y
su lecho, respectivamente, delimitado de la misma manera que los ríos;
d) las islas formadas o que se formen en el mar territorial, la zona económi-
ca exclusiva, la plataforma continental o en toda clase de ríos, estuarios,
arroyos, o en los lagos o lagunas navegables, excepto las que pertenecen
a particulares;
e) el espacio aéreo suprayacente al territorio y a las aguas jurisdiccionales
de la Nación Argentina, de conformidad con los tratados internacionales y
la legislación especial;
f) las calles, plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública
construida para utilidad o comodidad común;
g) los documentos oficiales del Estado;
h) las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos.
Bienes del dominio privado del Estado: son aquellos sobre los que el Estado
ejerce un derecho de propiedad y están determinados por el artículo 236 del
Código Civil y Comercial de la Nación:
Los bienes que pertenecen al dominio público tienen las siguientes caracte-
rísticas: son inajenables (no pueden ser vendidos), inembargables (no pueden
ser embargados) e imprescriptibles (no se puede adquirir el dominio sobre
ellos por la posesión y el transcurso del tiempo). Las personas tienen su uso
y goce, sujeto a las disposiciones generales y locales.
La Constitución Nacional, la legislación federal y el derecho público local
determinan el carácter nacional, provincial, municipal o de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, de los bienes enumerados en los artículos 235 y 236 del
Código Civil y Comercial de la Nación.
El legislador estableció, por su parte, limitaciones al ejercicio de los dere-
chos individuales sobre los bienes, ya que este debe ser compatible con los
7.
CC
El hecho jurídico es el acontecimiento que, conforme al ordenamiento jurídico,
produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones ju-
rídicas. (Artículo 257 del Código Civil y Comercial de la Nación).
Los hechos jurídicos pueden ser de dos tipos: naturales y humanos. La doc-
trina tradicional identifica a los primeros con aquellos hechos donde no hay
intervención humana. Por ejemplo, un temporal que puede dar lugar a una
indemnización, en caso de hundimiento de un barco. En cambio, los segundos
serían aquellos en los que participa el hombre. Por ejemplo, la celebración
de un contrato. Esta posición, si bien facilita la clasificación, en algunas opor-
tunidades no da respuesta adecuada a circunstancias en las que el hombre
participa, pero sobre las que no se tiene control alguno, como el nacimiento o
la muerte, o actuaciones realizadas en estado de inconsciencia. De ahí que la
doctrina más reciente sostiene que deben calificarse como naturales incluso
aquellos hechos donde el ser humano participa como ente sometido a las
leyes físicas o biológicas.
CC
El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento, intención y libertad, que
se manifiesta por un hecho exterior. (Artículo 260 del Código Civil y Comercial de
la Nación).
CC
Los actos pueden exteriorizarse oralmente, por escrito, por signos inequívocos
o por la ejecución de un hecho material. (Artículo 262 del Código Civil y Comercial
de la Nación).
Los actos voluntarios, a su vez, pueden ser lícitos o ilícitos; estos últimos
son aquellos contrarios al ordenamiento jurídico. Para que exista un ilícito en
materia civil (no hay que confundirlo con el ilícito penal), la conducta debe ser
contraria a la ley y producir un daño a terceros.
Los actos ilícitos se clasifican en:
a) Delitos: son actos contrarios a la ley y que producen un daño, en los que su
autor tuvo la intención o dolo de producir el resultado. Por ejemplo, cuando
se lanza una piedra para romper la ventana del vecino.
b) Cuasidelitos: son los actos que contrarían la ley y provocan un daño, en los
cuales no media intención de parte del autor, sino culpa. Por ejemplo, cuan-
do un conductor accidentalmente provoca que su vehículo colisione con otro.
El principio general es que el acto ilícito debe haber sido realizado con discerni-
miento, intención y libertad –es decir, que haya sido voluntario–; no obstante,
existen casos en los que para que una conducta sea contraria a lo prescripto
en el derecho no es necesaria la comprensión que tenga el sujeto sobre lo
que ha hecho, a fin de atribuirle el deber de indemnizar. Algunos ejemplos de
ello son las prescripciones relativas: al abuso del derecho (artículo 10 CCCN),
a la responsabilidad de los padres por los hechos de los hijos (artículos 1754
y 1755 CCCN), la responsabilidad por el daño causado por el riesgo o vicio de
las cosas, y de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su natu-
raleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización
(artículo 1757 CCCN).
Vicios de la voluntad
Al referirnos a la voluntad como condición esencial para la existencia de un
acto jurídico, se ha señalado que el consentimiento prestado presume la exis-
tencia de discernimiento, intención y libertad. Puede acontecer, no obstante,
que esa circunstancia no se cumpla, por encontrarse el acto sometido a algún
vicio. Cuando esto ocurre, la parte afectada puede solicitar la declaración de
nulidad del acto.
Los vicios de la voluntad se encuentran regulados en los artículos 265
a 278 del Código Civil y Comercial de la Nación y son el error, el dolo y la
violencia.
El error
El error consiste en un saber equivocado; sin embargo, de acuerdo con nuestra
legislación, no todo error implica la nulidad de un acto jurídico. Para que el error
de hecho imponga como remedio la nulidad del acto, es necesario que sea
esencial, y reconocible si se trata de un acto bilateral o unilateral recepticio.
En el apartado 3.4.4. Actos jurí-
dicos haremos referencia a los
actos bilaterales y unilaterales.
CC
El error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si el ac-
to es bilateral o unilateral recepticio, el error debe, además, ser reconocible
por el destinatario para causar la nulidad. (Artículo 265 del Código Civil y
Comercial de la Nación)
Para que el error sea esencial, de acuerdo con el artículo 267 del Código Civil
y Comercial de la Nación, debe recaer sobre:
a) la naturaleza del acto: por ejemplo, cuando una de las partes entiende que
está vendiendo una excursión y la otra, que se la ofrecen gratuitamente.
b) un bien o un hecho diverso o de distinta especie que el que se pretendió
designar, o una calidad, extensión o suma diversa a la querida: por ejem-
plo, cuando el agente de viajes vende un viaje a Córdoba en la República
Argentina y el adquirente entiende que se lo vendió a la citada ciudad pero
en España.
c) la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante de la volun-
tad jurídica según la apreciación común o las circunstancias del caso: por
ejemplo, en el caso de quien compra un anillo entendiendo que es de oro
blanco y en realidad es de plata.
El dolo
Se considera dolo, como vicio de la voluntad, a cualquier artificio o astucia
utilizada para inducir al error a una parte y hacerla celebrar un acto jurídico.
CC
Acción dolosa es toda aserción de lo falso o disimulación de lo verdadero,
cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee para la celebración
del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos que la acción dolosa,
cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u ocultación. (Artículo
271 del Código Civil y Comercial de la Nación)
Para que el dolo sea considerado como un vicio del acto jurídico y este pueda
ser anulado, es necesario probar, de acuerdo con lo establecido en el artículo
272 del Código Civil y Comercial de la Nación, la concurrencia de las siguientes
circunstancias:
El autor del dolo y la parte que al tiempo de la celebración del acto tuvo cono-
cimiento del dolo del tercero deben responder por los daños causados.
La violencia
Para estar en presencia de la violencia, como vicio de la voluntad, es necesario
que el consentimiento para un acto sea obtenido bajo presión física (fuerza
irresistible) o moral (amenazas).
CC
La fuerza irresistible y las amenazas que generan el temor de sufrir un mal gra-
ve e inminente que no se puedan contrarrestar o evitar en la persona o bienes
de la parte o de un tercero, causan la nulidad del acto.
CC
El simple acto lícito es la acción voluntaria no prohibida por la ley, de la que re-
sulta alguna adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones
jurídicas. (Artículo 258 del Código Civil y Comercial de la Nación)
Los simples actos lícitos se caracterizan por ser acciones voluntarias no prohi-
bidas por la ley, que no persiguen el fin inmediato de adquirir, modificar o extin-
guir relaciones jurídicas (esto es lo que los distingue de los actos jurídicos),
pero con efectos jurídicos que se dan prescindiendo del querer del agente,
por la simple circunstancia de haberse colocado en la situación prevista por
la norma como supuesto de hecho.
Algunos ejemplos propuestos por la doctrina nos permiten entender mejor
la naturaleza de los simples actos lícitos.
CC
El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisi-
ción, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas. (Artículo
259 del Código Civil y Comercial de la Nación)
a) Condición: es la cláusula de los actos jurídicos por la cual las partes subor-
dinan su plena eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto (artículo
343 CCCN). La condición debe ser posible, lícita, no contraria a la moral y
las buenas costumbres, ni prohibida por el ordenamiento jurídico o depen-
diente exclusivamente de la voluntad del obligado.
xx del año. En este caso, se difieren los efectos del acto jurídico hasta que
se cumpla el término fijado; este tipo de plazo se denomina suspen-
sivo. En cambio, puede ser que, cumplido el término fijado, se extin-
ga la obligación. Tal el caso del sujeto que se obliga a pagar una suma
La lesión
Se entiende que existe lesión, como vicio de los actos jurídicos, cuando las
prestaciones recíprocas en un acto presentan una notoria desigualdad, como
cuando una de las partes exige una cuantiosa suma de dinero para ofrecer un
servicio de alojamiento, aprovechando la necesidad de la otra. En este caso,
la parte perjudicada puede solicitar la nulidad del acto o su reajuste.
Se considera a la nulidad como
la sanción legal que priva a los
actos jurídicos de efecto.
CC
Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando
una de las partes, explotando la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia
de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente
desproporcionada y sin justificación.
Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de
notable desproporción de las prestaciones.
Los cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la desproporción
debe subsistir en el momento de la demanda.
El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del
convenio, pero la primera de estas acciones se debe transformar en acción de
reajuste si este es ofrecido por el demandado al contestar la demanda.
Solo el lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción. (Artículo 332 del
La simulación
La simulación, como vicio de los actos jurídicos, consiste en encubrir el carác-
ter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, como cuando se dona un bien
a una persona, pero se documenta el acto como una compraventa.
Cuando la simulación no perjudica a terceros es considerada lícita; es decir,
solo se puede declarar la nulidad de un acto de esta naturaleza cuando se
prueba el perjuicio. Si el acto simulado encubre otro real, este es plenamente
eficaz si concurren los requisitos propios de su categoría y no es ilícito ni
perjudica a un tercero.
CC
La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto ba-
jo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son since-
ras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmi-
ten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en
realidad se constituyen o transmiten. (Artículo 333 del Código Civil y comercial de
la nación)
El fraude
El fraude consiste, en tanto vicio de los actos jurídicos, en la salida de un
bien del patrimonio de una persona ocasionando perjuicio a sus acreedores.
Para encontrarnos en presencia de este vicio, es necesario que se den tres
condiciones:
a) que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el
deudor haya actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores;
b) que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;
c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido
conocer que el acto provocaba o agravaba la insolvencia.
CC
Todo acreedor puede solicitar la declaración de inoponibilidad de los actos ce-
lebrados por su deudor en fraude de sus derechos, y de las renuncias al ejerci-
cio de derechos o facultades con los que hubiese podido mejorar o evitado em-
peorar su estado de fortuna. (Artículo 338 del Código Civil y comercial de la
Nación)
LECTURA RECOMENDADA
RR
Lorenzetti, L. (2001). Fundamentos de Derecho privado. Código Civil y Comercial de la
Nación Argentina, Ediciones La Ley, Buenos Aires
Referencias bibliográficas
Objetivos
Al concluir el estudio de esta unidad, el estudiante debe estar en condiciones
de:
4.1. Obligaciones
Al hacer referencia al derecho en sentido subjetivo, se lo ha identificado como
la facultad genérica de exigir a otro un determinado comportamiento.
Si avanzamos sobre ese aspecto, podemos afirmar que a esa facultad se
opone, como la otra cara de la misma moneda, el deber de otra persona de
realizar la conducta que le sea exigida.
Cuando observamos el vínculo al que hicimos referencia, desde el punto
de vista del deudor, nos encontramos frente a una obligación.
La obligación puede ser definida como:
CC
Relación jurídica en virtud de la cual un sujeto (deudor) tiene el deber jurídico
de realizar a favor de otro (acreedor) determinada prestación. (Alterini y otros,
1997:11)
CC
La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el
derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés lí-
cito y, ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho
interés. (artículo 724 del Código Civil y Comercial de la Nación)
4.1.1. Elementos
A partir de la definición de obligación, se pueden identificar los siguientes
elementos constitutivos:
Por otra parte, la prestación también debe ser lícita, ya que no puede fun-
darse en hechos ilícitos, contrarios a la moral y buenas costumbres, a la
libertad de las personas, la libertad de conciencia o referirse a cosas que
están fuera del comercio.
También debe ser determinada o determinable, esto es, que se conozca
con precisión al momento de contraer la obligación o que sea susceptible
de determinación con posterioridad, ya que no puede exigirse a una perso-
na la realización de una conducta que no se encuentra claramente definida
al momento de obligarse.
Debe ser susceptible de apreciación económica, es decir, que la presta-
ción debe tener un contenido económico ya que se exige como elemento
objetivo que se realice un sacrificio económico para lograr el beneficio.
Por último, el interés del acreedor puede no ser estrictamente económi-
co, ya que a través de la prestación se pueden satisfacer necesidades de
carácter espiritual.
d) Causa: es la razón por la cual una persona se obliga hacia otra, aquello que
da origen a la obligación. Es el hecho idóneo para producir la obligación de
conformidad con el ordenamiento jurídico. Se han identificado diferentes
tipos de causas que pueden dar origen a las obligaciones. La denomina-
da causa fin consiste en la finalidad o propósito que tienen los sujetos al
momento de obligarse. La causa fuente es, en cambio, el hecho jurídico
que da origen a la obligación. La causa fin de una obligación emergente de
un contrato de viaje es, para el viajero, el deseo de conocer un lugar; para
el agente de viajes, percibir el precio. En cuanto a la causa fuente de la obli-
gación, la encontramos en el propio contrato. Se ha señalado la existencia
también de una causalidad normativa, donde la ley imputa determinadas
consecuencias a un hecho. Finalmente, se hace referencia a la relación
causal que es la que vincula un acto con un resultado dañoso.
4.1.2. Fuentes
Al referirnos a las fuentes del derecho, señalamos que en una de sus acep-
ciones se trata de las causas que lo han creado; en ese mismo sentido y en
cuanto a las obligaciones, pueden identificarse diferentes fuentes clásicas.
Las anteriores son las fuentes tradicionales de las obligaciones, pero existen
también otras fuentes que han sido incorporadas a la legislación más recien-
temente y que han cobrado gran trascendencia.
CC
El Código Civil y Comercial de la Nación recepta (….) por una parte que la cau-
sa pueden ser hechos jurídicos (cualquier acontecimiento al que el ordena-
miento jurídico le otorga capacidad jurígena de derechos, descripto en el art.
257), simples actos lícitos, definido en el art. 258 como la acción voluntaria
no prohibida por la ley de la que resultan relaciones jurídicas o actos jurídicos:
actos voluntarios lícitos que tienen por fin inmediato la creación de relaciones.
A su vez regula expresamente dentro de los derechos personales al reconoci-
miento de la obligación, a la promesa autónoma, los contratos en general, y
en particular, y por último bajo el Título V Otras fuentes de las obligaciones,
Capítulo I, comprensiva de las Funciones de la Responsabilidad Civil, respon-
sabilidad colectiva y anónima y los supuestos especiales de responsabilidad.
(Rey, 2015:13)
La prescripción es un instituto
que reconoce la pérdida o adqui-
4.1.3. Clasificación sición de un derecho por el paso
Existen distintos criterios que permiten la clasificación de las obligaciones del tiempo. En el primer caso, es
decir, la pérdida del derecho, se
(Alterini y otros, 1996:393-397), a saber: denomina prescripción liberatoria;
es lo que acontece, por ejemplo,
a) Por la naturaleza del vínculo pueden ser: cuando el Estado no cobra duran-
te el tiempo estipulado por la ley
•• Obligaciones civiles: se trata de aquellas que otorgan acción para exigir una multa o un tributo y pierde la
su cumplimiento en juicio. posibilidad de hacerlo. En cam-
bio, la adquisición de un derecho
•• Obligaciones naturales: son las que se fundan en razones éticas o mora-
real, por el poseedor de una cosa
les; no son exigibles, pero si una de las partes cumple con su prestación, durante el tiempo establecido por
no puede luego exigir lo dado en pago. la ley, se denomina prescripción
adquisitiva, tal como sucede cuan-
do una persona ejerce actos de
posesión sobre un inmueble por
Una obligación civil es la que emana, por ejemplo, de un contrato rea-
prescripción liberatoria.
4.1.4. Efectos
El principio general es que las obligaciones tienen efecto —es decir, implican-
cias jurídicas— solo entre las partes, o sea, entre el deudor y el acreedor y
sus sucesores universales.
Esto implica que los terceros, es decir, aquellos ajenos a la relación obliga-
cional, no son alcanzados por sus efectos ni pueden ser perjudicados por ella.
No obstante, existen algunas excepciones en las que las obligaciones tienen
efecto respecto de terceros, por ejemplo: cuando se estipula un beneficio a
favor de un tercero, este puede exigir el cumplimiento de la obligación; cuan-
do un tercero ajeno a la obligación paga al acreedor y se coloca en lugar de
este para exigir el cumplimiento de la prestación al deudor; cuando un acree-
dor, ante la inactividad de su deudor, se coloca en su lugar para exigir sus
derechos frente a los deudores de su deudor. También existen excepciones
al principio general de que los sucesores universales son alcanzados por los
efectos de las obligaciones como el caso de las obligaciones intuitu personae
(Negri, 2001:105). Las obligaciones intuitu personae
Las obligaciones presentan efectos tanto respecto del deudor como del o en razón de la persona, son
acreedor. aquellas que se generan teniendo
en cuenta particulares condicio-
El deudor tiene determinados derechos destinados a facilitar el cumplimien- nes del deudor, que es la única
to de la prestación objeto de la obligación, allanando los obstáculos que se persona que puede satisfacer la
presenten para ello y liberándolo definitivamente de la deuda una vez cumpli- prestación. Por ejemplo, si una
universidad contrata a un experto
da aquella. Estos derechos son:
para el dictado de un seminario,
solo él puede dar cumplimiento
a) obtener la cooperación del acreedor para el cumplimiento de la obligación; a la prestación y, en el caso de
b) hacer el pago por vía judicial, en caso de que el acreedor impida su fallecer, los efectos de la obliga-
ción se extinguen, es decir que
cumplimiento;
no se transfieren a sus suceso-
c) obtener la liberación correspondiente, una vez cumplimentada la prestación res universales.
objeto de la obligación;
d) repeler las acciones del acreedor, una vez cumplida la prestación.
El acreedor, por su parte, cuenta con una serie de potestades cuyos efectos
llevan, de manera directa o indirecta, a la satisfacción del interés contenido en
la obligación, de conformidad con lo establecido en el artículo 730 del Código
Civil y Comercial de la Nación. Entre los derechos del acreedor se encuentran:
CC
En la esfera obligacional, consiguientemente, la transmisión supone una suce-
sión (o transmisión) en la calidad de acreedor o de deudor, permaneciendo in-
tacta la relación en sí misma. (Alterini y otros, 1997:549)
transmite al tercero que paga todos los derechos y acciones del acreedor
(artículo 914 CCCN).
b) la cesión de derechos, que consiste en la transmisión de los derechos del
acreedor a otra persona. Hay contrato de cesión cuando una de las partes
transfiere a la otra un derecho (artículo 1614 CCCN).
c) la cesión de deuda, en la que la relación obligacional se mantiene, pero
cambia el deudor. Hay cesión de deuda si el acreedor, el deudor y un ter-
cero, acuerdan que este debe pagar la deuda, sin que haya novación (artí-
culo 1632 CCCN).
d) la cesión de la posición contractual, que implica la sustitución de uno de
los sujetos contratantes por un tercero, que se coloca en la misma situa-
ción jurídica del que lo transmite. En los contratos con prestaciones pen-
dientes cualquiera de las partes puede transmitir a un tercero su posición
contractual, si las demás partes lo consienten antes, simultáneamente o
después de la cesión (artículo 1636 CCCN).
e) la transmisión de patrimonios especiales como el fondo de comercio de la
Ley 11867, que implica toda transmisión por venta o cualquier otro título
oneroso o gratuito de un establecimiento comercial o industrial, se trate de
enajenación directa y privada o en público remate (artículo 2); también las
enajenaciones que se realicen bajo la forma de ventas en block o fracciona-
das de las existencias, en remate público (artículo 10). El fondo de comer-
cio se integra por las instalaciones, mercaderías, nombre y logo comercial,
la clientela, el derecho al local, las patentes de invención, las marcas de
fábrica, los dibujos y modelos industriales, las distinciones honoríficas y
todos los demás derechos derivados de la propiedad comercial e indus-
trial o artística.
4.1.6. Extinción
La extinción de una obligación implica que finaliza la relación existente entre el
deudor y el acreedor. El Código Civil y Comercial de la Nación señala diversas
razones:
xx paga su precio.
dor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda.
Extingue con fuerza de pago las dos deudas, hasta el monto de la menor,
desde el tiempo en que ambas obligaciones comenzaron a coexistir en con-
diciones de ser compensables (artículo 921 CCCN).
xx pectivos daños, acuerdan que cada uno de ellos se hará cargo de los arre-
glos correspondientes a los automotores propios.
xx cobrar la deuda.
LECTURA OBLIGATORIA
1.
CC
Toda persona tiene el deber, en cuanto de ella dependa, de:
a. evitar causar un daño no justificado;
b. adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables
para evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas
evitan o disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero sería responsa-
ble, tiene derecho a que este le reembolse el valor de los gastos en que incu-
rrió, conforme a las reglas del enriquecimiento sin causa;
c. no agravar el daño, si ya se produjo. (artículo 1710 del Código Civil y Comercial
de la Nación)
CC
La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una obliga-
ción, da lugar a la reparación del daño causado. (artículo 1711 del Código Civil
y Comercial de la Nación)
a) la existencia del caso fortuito o fuerza mayor, que son eventos que deben
reunir la condición de ser imprevisibles (no puede preverse su producción)
e irresistibles (resulta imposible evitarlos). Se considera caso fortuito o
fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que, habiendo sido
previsto, no ha podido ser evitado (artículo 1730 CCCN);
b) que el hecho que lo origina fue producido por quien pretende la indemni-
zación o por un tercero por el que no deba responder. Para eximir de res-
ponsabilidad, total o parcialmente, el hecho de un tercero por quien no se
debe responder debe reunir los caracteres del caso fortuito (artículo 1731
CCCN);
c) la imposibilidad de cumplimiento, que acontece cuando el deudor no puede
cumplir por causas ajenas a su persona. El deudor de una obligación queda
eximido del cumplimiento, y no es responsable, si la obligación se ha extin-
guido por imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable
al obligado. (artículo 1732 CCCN);
d) la imprevisión, que hace que un hecho ajeno convierta en excesivamente
oneroso el cumplimiento de la obligación. Si en un contrato conmutativo
de ejecución diferida o permanente, la prestación a cargo de una de las
partes se torna excesivamente onerosa, por una alteración extraordinaria
de las circunstancias existentes al tiempo de su celebración, sobrevenida
por causas ajenas a las partes y al riesgo asumido por la que es afectada,
esta tiene derecho a plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por
acción o como excepción, la resolución total o parcial del contrato, o su
adecuación. Igual regla se aplica al tercero a quien le han sido conferidos
derechos, o asignadas obligaciones, resultantes del contrato; y al contra-
to aleatorio si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas
extrañas a su área propia (artículo 1091 CCCN).
LECTURA OBLIGATORIA
2.
4.2. Contratos
Los contratos son un tipo de acto jurídico y, en la vida diaria, son una de las
fuentes más usuales que dan origen a innumerables obligaciones.
Se caracterizan por ser actos jurídicos plurilaterales (es decir que debe, al
menos, haber dos partes para su formación); tienen la condición de ser actos
de carácter patrimonial, ya que poseen un contenido económico, y la virtuali-
dad de crear obligaciones entre quienes participan en ellos.
La palabra contrato deriva etimológicamente “del participio latino contrac-
tus -a, -um”, que “se sustantivizó en contractus, -us, de donde proviene el tér-
mino contrato, pero el verbo no se especializó en este sentido, sino que con-
servó su acepción concreta de ‘traer una cosa junto a otra’ o ‘acercar dos
cosas entre sí’” (Couture, 1991:176).
En el derecho argentino, la definición de contrato se encuentra receptada
en el Código Civil y Comercial de la Nación.
CC
Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su
consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones ju-
rídicas patrimoniales. (Artículo 957 del Código Civil y Comercial de la nación)
4.2.1. Elementos
La existencia de un contrato impone, al menos, que el acto cuente con los
siguientes elementos:
4.2.2. Clasificación
De manera similar a los actos jurídicos, existen diferentes modos de clasificar
los contratos:
Unilaterales o bilaterales
Son unilaterales aquellos contratos en los que solo una de las partes se obli-
ga hacia la otra, sin que esta quede obligada. En cambio, los bilaterales son
aquellos en los que las partes se obligan recíprocamente.
CC
Los contratos son unilaterales cuando una de las partes se obliga hacia la otra
sin que esta quede obligada.
Son bilaterales cuando las partes se obligan recíprocamente la una hacia la
otra. (Artículo 966 del Código Civil y Comercial de la nación)
CC
Los contratos son a título oneroso cuando las ventajas que procuran a una de
las partes les son concedidas por una prestación que ella ha hecho o se obli-
ga a hacer a la otra. Son a título gratuito cuando aseguran a uno o a otro de
los contratantes alguna ventaja, independiente de toda prestación a su cargo.
(Artículo 967 del Código Civil y Comercial de la nación)
xx préstamo gratuito.
Nominados o innominados
Son contratos nominados o típicos aquellos cuyas cláusulas esenciales se
ajustan a un tipo determinado. Habitualmente, sus requisitos se encuentran
determinados en los diferentes códigos o en leyes especiales. Innominados o
atípicos, en cambio, son los que no responden a un tipo establecido en la ley.
CC
Los contratos son nominados e innominados según que la ley los regule espe-
cialmente o no. Los contratos innominados están regidos, en el siguiente or-
den, por:
a. la voluntad de las partes;
b. las normas generales sobre contratos y obligaciones;
c. los usos y prácticas del lugar de celebración;
d. las disposiciones correspondientes a los contratos nominados afines que son
compatibles y se adecuan a su finalidad. (Artículo 970 del Código Civil y Comercial
de la nación)
Formales o no formales
Son contratos formales aquellos cuya validez depende del cumplimiento de
determinadas formas establecidas por la ley. Los contratos no formales, en
cambio, no dependen, para ser válidos, del cumplimiento de formalidad alguna.
CC
Los contratos para los cuales la ley exige una forma para su validez, son nulos
si la solemnidad no ha sido satisfecha. (Artículo 969 del Código Civil y Comercial
de la nación)
Conmutativos o aleatorios
Son contratos conmutativos, aquellos en los que las obligaciones son ciertas,
determinadas y conocidas por las partes al momento de su realización. En
tanto que los contratos aleatorios son aquellos en los que las obligaciones
dependen de que se produzca un acontecimiento incierto al momento en que
se perfecciona el contrato.
CC
Los contratos a título oneroso son conmutativos cuando las ventajas para to-
dos los contratantes son ciertas. Son aleatorios, cuando las ventajas o las pér-
didas, para uno de ellos o para todos, dependen de un acontecimiento incier-
to. (Artículo 968 del Código Civil y Comercial de la nación)
Parte 1 <http://www.derecho.uba.ar/academica/derecho-abierto/dere-
cho-abierto-clase-Panorama-Nuevo-Cod-Civil-y-Comercial-S01.php>
Parte 2 <http://www.derecho.uba.ar/academica/derecho-abierto/dere-
cho-abierto-clase-Panorama-Nuevo-Cod-Civil-y-Comercial-S02.php>
LECTURA OBLIGATORIA
3.
CC
El derecho real es el poder jurídico, de estructura legal, que se ejerce directa-
mente sobre su objeto, en forma autónoma y que atribuye a su titular las facul-
tades de persecución y preferencia, y las demás previstas en este Código.
(Artículo 1882 del Código Civil y Comercial de la Nación)
nos referimos a los derechos reales, existe una relación directa con la cosa
y la obligación de la sociedad en su conjunto como sujeto pasivo. Este poder
jurídico que se ejerce directamente sobre su objeto atribuye a su titular las
facultades de persecución (perseguir la cosa en poder de quien se encuentra),
de preferencia (de satisfacer su prestación en primer lugar con respecto a
otro derecho real o personal que haya obtenido oponibilidad posteriormente)
y aquellas que la ley prevea.
El artículo 1882, bajo análisis, define el derecho real como un poder jurídico; es decir,
un derecho subjetivo cuya esencia consiste en un señorío de la voluntad sobre personas o
cosas, que se ejerce de propia autoridad en forma autónoma e independiente de toda otra
voluntad. El sujeto titular de este señorío o potestad detenta un conjunto de derechos que
todos deben respetar y que se establece mediante la realización de una formalidad deno-
minada acto de enajenación en virtud del cual, quien poseía todos esos poderes sobre la
cosa, los traslada total o parcialmente a otro sujeto de derecho.
En principio, esta especie de derechos subjetivos está regulada por leyes de orden
público, de allí que en la definición contenida en el art. 1882 se los describa como “de
estructura legal”, regla que confirma el art. 1884 al receptar el principio del numerus
clausus.
El titular de un derecho patrimonial absoluto, como es el derecho real, dispone de
acciones reales destinadas a proteger sus derechos contra cualquier persona que pretenda
negar su existencia, plenitud o libertad, sin perjuicio de poder ejercer también las acciones
posesorias en sentido amplio que, indirectamente, también preservan el derecho real.
Otra de las consecuencias de la oponibilidad erga omnes del derecho real es que confiere
a su titular el ius persequendi: facultad de perseguir la cosa que constituye el objeto de su
derecho, cualquiera sea la persona que la tuviera en su poder.
Otro rasgo distintivo del derecho real es el derecho de preferencia. En este aspecto cabe
distinguir el privilegio del ius preferendi, como elemento esencial de los derechos reales,
según el cual el derecho real es oponible a otros derechos reales o personales, resumido en
el principio prior tempore potior iure. Ese derecho de preferencia que conlleva el derecho
real hipotecario puede ser esgrimido por su titular en cualquier circunstancia de colisión
con otros derechos sobre la misma cosa y su mayor o menor rango dependerá de la fecha de
inscripción (Medina y Rivera, 2014:4394).
4.3.1. Elementos
Establecidas las diferencias entre las obligaciones y los derechos reales, y
profundizando en el contenido de la definición de estos últimos, podemos
decir, de acuerdo con Allende:
CC
Derecho real es un derecho absoluto, de contenido patrimonial, cuyas normas
sustancialmente de orden público establecen entre una persona (sujeto activo)
y una cosa determinada (objeto) una relación inmediata que, previa publicidad,
obliga a la sociedad (sujeto pasivo) a abstenerse de realizar cualquier acto
contrario al mismo (obligación negativa) naciendo para el caso de violación una
acción real y que otorga a sus titulares el ius persequendi (derecho de persecu-
ción) y al ius preferendi (derecho de preferencia). (Allende, 1967: 18)
4.3.2. Clasificación
Los derechos reales pueden ser clasificados de la siguiente manera:
a) Sobre la cosa propia o sobre cosa ajena:
Si la titularidad del derecho real y la propiedad de la cosa pertenecen a la
misma persona, estamos frente a un derecho real sobre cosa propia; allí
podemos ubicar entre otros: el dominio (titularidad de una sola persona
sobre una cosa), el condominio (titularidad de varias personas de una cosa)
y los recientemente incorporados propiedad horizontal, conjuntos inmobi-
liarios y tiempo compartido.
Si la titularidad del derecho real la tiene una persona diferente del propieta-
rio de la cosa, decimos que existe un derecho real sobre cosa ajena, como
en el caso del usufructo, del uso o habitación, de la hipoteca, de la prenda,
de la servidumbre.
CC
Son derechos reales sobre cosa total o parcialmente propia: el dominio, el con-
dominio, la propiedad horizontal, los conjuntos inmobiliarios, el tiempo compar-
tido, el cementerio privado y la superficie si existe propiedad superficiaria. Los
restantes derechos reales recaen sobre cosa ajena.
Con relación al dueño de la cosa, los derechos reales sobre cosa ajena consti-
tuyen cargas o gravámenes reales. (Artículo 1888 del Código Civil y Comercial de
la nación)
b) Accesorios y principales:
Si el derecho real reviste el carácter de garantía de un crédito, estamos en
presencia de un derecho real accesorio, en este grupo se ubican: la hipo-
teca, la prenda y la anticresis.
CC
Los derechos reales son principales, excepto los accesorios de un crédito en
función de garantía. Son accesorios la hipoteca, la anticresis y la prenda.
(Artículo 1889 del Código Civil y Comercial de la nación)
CC
Los derechos reales recaen sobre cosas registrables cuando la ley requiere la
inscripción de los títulos en el respectivo registro a los efectos que correspon-
dan. Recaen sobre cosas no registrables, cuando los documentos portantes
de derechos sobre su objeto no acceden a un registro a los fines de su inscrip-
ción. (Artículo 1890 del Código Civil y Comercial de la nación)
4.3.3. Enumeración
El primer aspecto que pone de relieve el Código Civil y Comercial de la Nación
en la regulación de los derechos reales, es que estos solo pueden ser creados
por ley.
CC
La regulación de los derechos reales en cuanto a sus elementos, contenido,
adquisición, constitución, modificación, transmisión, duración y extinción es es-
tablecida solo por la ley. Es nula la configuración de un derecho real no previs-
to en la ley, o la modificación de su estructura. (Artículo 1884 del Código Civil y
comercial de la nación)
Este principio es llamado numerus clausus, es decir, los derechos reales son
organizados en un número limitado y cerrado: solo pueden ser creados y regla-
dos por el legislador y su contenido y extensión no queda librado a la voluntad
de las partes. El legislador no solo introduce el tipo de derecho real, sino que
además define los aspectos que lo caracterizan.
El Código Civil y Comercial de la Nación enumera los siguientes derechos
reales:
CC
Son derechos reales en este Código:
a. el dominio
b. el condominio
c. la propiedad horizontal
d. los conjuntos inmobiliarios
e. el tiempo compartido
f. el cementerio privado
g. la superficie
h. el usufructo
i. el uso
j. la habitación
k. la servidumbre
l. la hipoteca
m. la anticresis
n. la prenda.
(Artículo 1887 del Código Civil y Comercial de la nación)
i) Uso: es el derecho real que consiste en usar y gozar de una cosa ajena, su
parte material o indivisa, en la extensión y con los límites establecidos en el
título, sin alterar su sustancia. Si el título no establece la extensión del uso
y goce, se entiende que se constituye un usufructo. El derecho real de uso
solo puede constituirse a favor de persona humana (artículo 2154 CCCN).
xx te a otra hacer uso de este, pero sin poder obtener otro beneficio, como
alquilarlo a un tercero.
Cuando una persona que ha contraído una deuda entrega una joya
4.
Entre TURISMO SUR S.A., por una parte, con domicilio según sus
estatutos en la calle Roca 333, constituyéndolo a los fines del presente
en Av. Santa Fe 245 de Capital Federal representada en este acto por
el Sr. Juan Pérez, DNI N° 10.754.423, casado, mayor de edad, en su
carácter de apoderado con facultades suficientes para este acto, en ade-
lante LA AGENCIA, y por la otra RAFTING SAN MARTÍN SRL,
representada por su Socio Gerente Sr. Pedro Díaz, DNI N° 7.123.345,
domiciliado en Pasaje Juárez 1759, San Carlos de Bariloche, con facul-
tades suficientes para este acto, en adelante EL PRESTADOR, dejan
constancia de lo siguiente:
PRIMERO: El presente contrato tiene por objeto la prestación por parte
del PRESTADOR a los pasajeros de LA AGENCIA de una excursión
por el Río Limay, en embarcación, bajo la modalidad de rafting, duran-
te una hora y media de duración y la entrega de un alfajor para cada
pasajero al finalizar esta.
SEGUNDO: EL PRESTADOR se compromete a:
a) Proveer las embarcaciones de las que es dueño, en perfecto esta-
do de conservación y el personal a cargo y a autorizar su uso por los
participantes.
b) Proveer a los pasajeros de los elementos de seguridad, chaleco salvavi-
das y todo elemento indispensable para su participación en la excursión.
c) Obtener todas las habilitaciones y permisos correspondientes al desa-
rrollo y explotación de su actividad.
d) Contar con un profesional para asistencia médica.
TERCERO: El PRESTADOR se obliga por el tiempo de duración del
presente contrato a abonar en legal tiempo y forma la totalidad de los
tributos municipales y/o provinciales y/o nacionales que demande su
actividad.
CUARTO: LA AGENCIA se obliga a:
Referencias bibliográficas
Derecho administrativo
Objetivos
Al concluir el estudio de esta unidad, el estudiante debe estar en condiciones de:
•• Conceptualizar los contenidos básicos del derecho administrativo.
•• Entender el significado de la función administrativa.
•• Distinguir los elementos que caracterizan a los contratos administrativos.
•• Advertir las particularidades del servicio público como función del Estado.
•• Conocer la evolución de la responsabilidad del Estado.
•• Incorporar los conocimientos que le permitan entender la naturaleza del
derecho administrativo.
CC
[…] La actividad de los órganos superiores del Estado en las relaciones que
Derecho administrativo y El con-
hacen a la subsistencia de las instituciones que organiza la Constitución, y a la
trato administrativo.
actuación de dichos órganos como representantes de la Nación en el ámbito
internacional. (Cassagne, 2011:49)
CC
[…] Cada uno de ellos tiene su propia esfera de acción, pero no están entera-
tario. Fue ministro, diputado y
senador nacional y gobernador mente separados, porque se combinan y se complementan entre sí: son coor-
de la provincia de La Rioja. En dinados. Los tres representan la soberanía de la Nación para sus objetos prin-
materia de Derecho, se destacó cipales; sus facultades derivan directamente de la Constitución, y en su
como un estudioso del derecho
ejercicio, de la Ley; y ambas han establecido poderes estrictamente legislati-
público, en particular el consti-
tucional. Entre sus obras jurídi- vos, estrictamente ejecutivos y estrictamente judiciales; pero en el cumplimien-
cas sobresale el Manual de la to de sus funciones necesitan en muchos casos, unos y otros, ejercitar pode-
Constitución Argentina. res de naturaleza distinta de los que le son exclusivos: la línea divisoria no se
halla precisamente demarcada. (González, 1951:311)
CC
De todo ello se desprende que podemos definir claramente las funciones legis-
lativa y jurisdiccional mediante la unión de los criterios orgánico y material; y
que por exclusión, con criterio negativo, podemos entonces definir a la función
administrativa. La función legislativa sería la producción de normas jurídicas
generales realizada por el Poder Legislativo; la función jurisdiccional sería la re-
solución con fuerza de verdad legal de contiendas entre partes, realizada por
el Poder Judicial (es decir, por órganos independientes y relativamente esta-
bles); la función administrativa sería ‘toda la actividad que realizan los órganos
administrativos, y la actividad que realizan los órganos legislativo y jurisdiccio-
nales, excluidos respectivamente los actos y hechos materialmente legislati-
vos y jurisdiccionales’. Dicho de otra forma, ‘es administración todo lo que no
es, orgánica y materialmente a la vez, ni legislación ni jurisdicción.’ (Gordillo,
2012: III.8)
WW <http://www.gordillo.com>
LECTURA OBLIGATORIA
CC
La distinción entre acto y hecho no siempre es fácil, en la práctica, por cuanto
el hecho también es, en alguna medida, expresión de voluntad administrativa;
pero, en líneas generales, puede afirmarse que el acto se caracteriza porque
se manifiesta a través de declaraciones provenientes de la voluntad adminis-
trativa y dirigidas directamente al intelecto de los particulares, a través de la
palabra oral o escrita o de signos con un contenido ideográfico (el gesto del
agente de tránsito al elevar el brazo para detener el tránsito; las señales usua-
les de tránsito, tales como flechas, círculos, etc.); el hecho, en cambio, carece
de ese sentido mental y constituye nada más que una actuación física o mate-
rial. (Gordillo, 2013a: X-2)
Los actos y los hechos pueden, a su vez, ser jurídicos o no, en la medida en
que produzcan un efecto jurídico respecto de un sujeto de derecho: es decir,
que genere el nacimiento, modificación o extinción de un derecho o deber
jurídico respecto de aquel.
Son ejemplos de actos no jurídicos los informes que producen los técni-
Por último, se puede afirmar que existen diferentes tipos de actos realizados
en ejercicio de la función administrativa, dentro de los que producen efectos
jurídicos. Aquel acto en el que la administración manifiesta su voluntad de
común acuerdo con otro sujeto, con el objeto de reglar sus derechos, es
denominado contrato administrativo. Cuando el acto consiste en una mani-
Se hará referencia a los contratos festación unilateral de la voluntad de la administración y esta crea una norma
administrativos en el apartado 5.3 de carácter general, se está en presencia de un reglamento administrativo.
de la presente unidad. Finalmente, cuando se trata de un acto de alcance particular, que produce
efectos jurídicos de forma directa, se hace referencia a este como un acto
administrativo.
1.
CC
[…] aquella parte del derecho público interno que regula la organización y las
funciones de sustancia administrativa, legislativa y jurisdiccional del Órgano
Ejecutor y de las entidades jurídicamente descentralizadas, las funciones admi-
nistrativas de los restantes órganos que ejercen el poder del Estado
(Legislativo y Judicial) y, en general, todas aquellas actividades realizadas por
personas públicas o privadas a quienes el ordenamiento les atribuye potesta-
des de poder público derogatorias o exorbitantes del derecho privado, aun
cuando no sean personas administrativas. (Cassagne, 2002: 110)
Por otra parte, hace referencia al ordenamiento jurídico interno del Estado,
es decir, el que regula las situaciones que se producen o tienen efectos den-
tro del territorio del propio Estado. Por tanto, estamos en presencia de una
rama del derecho interno. Se ha sostenido, no obstante, que estamos ante
una internacionalización del derecho administrativo (Gordillo, 2013a: III-24).
Esto se ve reflejado en la subordinación a normas de derecho administrati-
vo internacional a partir de la suscripción de Instrumentos Internacionales de
Derechos Humanos, la creación de organizaciones internacionales, los acuer-
dos de integración que dan origen a un derecho comunitario y el sometimien-
to a tribunales supranacionales.
Tal como se ha mencionado, la función del Poder Ejecutivo es preponderan-
temente administrativa y, si bien en algunas oportunidades ejerce funciones
materialmente legislativas y jurisdiccionales, en todos estos casos estas son
regidas por el derecho administrativo.
Además, queda bajo la órbita del derecho administrativo cuando los otros
poderes del Estado realizan una función administrativa; por ejemplo, cuando
el Poder Judicial o el Poder Legislativo contratan a una empresa para la pro-
visión del servicio informático en los juzgados o en los despachos de diputa-
dos o senadores.
Finalmente, es de aplicación a personas de derecho público o privado
en las que el Estado ha delegado parte de sus potestades o funciones; por
ejemplo, en entes descentralizados como la Administración Nacional de la
Seguridad Social, organismo con facultad para administrar los fondos corres-
pondientes a los regímenes nacionales de jubilaciones y pensiones. Para
actuar ante este organismo, se deben seguir las pautas que establece el dere-
cho administrativo.
Por lo que antecede, puede afirmarse que el estudio del derecho adminis-
trativo tiene un objetivo amplio, como es “el ejercicio de la función adminis-
trativa, que es comprensivo no solo del quién ejerce la función, sino también
del cómo y con qué fundamento, con qué medios y fundamentalmente hasta
dónde, con qué limitaciones se la ejerce” (Gordillo, 2013a: V-3).
[…] Un elemento de síntesis que refleja el primer objeto de estudio de esta rama del dere-
cho es ‘el ejercicio de la función administrativa’. Esta perspectiva de síntesis abarca: el
estudio del sujeto que ejerce dicha función, o sea la administración pública centralizada
y descentralizada, a través de sus órganos jurídicos (con los consiguientes principios de
competencia, jerarquía, delegación, etc.), de los agentes que se desempeñan en esos órga-
nos y estructurada en forma de administración central (centralizada o desconcentrada), o
descentralizada (entes autárquicos, empresas del Estado, sociedades anónimas con parti-
cipación parcial o total del Estado, etc.), con más la figura del ente independiente regu-
lador de servicios públicos que dimana del art. 42 de la Constitución.
También puede a veces la función pública ser delegada o atribuida a personas no
estatales y aparece en ese caso el fenómeno de las personas públicas no estatales (algunas
sociedades de economía mixta, corporaciones profesionales, etc.), o a personas que ejercen
un monopolio o privilegio para la explotación de un servicio público, aspectos que entran
también dentro del objeto del estudio del derecho administrativo.
Forman parte del ejercicio de la función administrativa el estudio de las formas jurí-
dicas que dicho ejercicio presenta, es decir, los hechos, actos, contratos y reglamentos
administrativos, el procedimiento administrativo, la licitación pública, las audiencias
públicas, los servicios públicos; el análisis de algunas falsas facultades, ‘potestades’, o
seudo ‘poderes’ que se le atribuyen por parte de alguna doctrina: ‘potestad jurisdiccional
CC
De acuerdo con la distribución de competencias que emerge de la Constitución
Nacional, los poderes de las provincias son originarios e indefinidos (artículo
121), en tanto que los delegados a la Nación son definidos y expresos (artícu-
lo 75). (Fallos 304: 1186)
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
CC
El contrato administrativo, como categoría jurídica peculiar del derecho público,
es una creación del Consejo de Estado francés y responde a la idea de que los
particulares colaboren con la misión que persigue la administración mediante
CC
[…] el acuerdo de voluntades, destinado a establecer una relación jurídica,
crear, conservar, modificar, transferir o aniquilar derechos, entre un órgano del
Estado, en ejercicio de las funciones administrativas que le competen, con otro
órgano administrativo, o con un particular, o con un administrado, para satisfa-
cer finalidades públicas. (Etchebarne Bullrich, 1986: 945)
El objeto debe ser lícito, física y jurídicamente posible. Este puede consistir
en la prestación de un servicio público o en la realización de una obra pública.
La finalidad de este tipo de contratos es siempre la satisfacción directa de
una necesidad pública. Si esta falta, aunque una de las partes sea el Estado,
no estamos en presencia de un contrato administrativo.
Se trata de un contrato formal, que exige la forma escrita como requisi-
to esencial y, en casos particulares, que se materialice en un instrumento
público.
El contratista debe, asimismo, acompañar determinadas garantías de cum-
plimiento de sus obligaciones, las que deben constituirse en favor del Estado
y pueden ser en efectivo, mediante aval bancario, seguro de caución, títulos
públicos, entre otros medios.
Las condiciones por las que se rige la formación del contrato y su posterior
ejecución se encuentran determinadas en un instrumento denominado “plie-
go de bases y condiciones”, que constituye un conjunto de cláusulas fijadas
de forma unilateral por el Estado. En este se fija también, de acuerdo con lo
establecido en la normativa de contrataciones, el procedimiento que se ha de
seguir en la selección del proveedor y que, entre los más usuales, puede ser:
licitación pública, licitación privada, concurso público, iniciativa privada, con-
tratación directa, etcétera.
En suma, los contratos que celebra la administración tienen todos un régimen en parte
de derecho público, pero que no es uniforme; todos pueden ser denominados ‘contratos
administrativos’, pero no tienen igual régimen jurídico entre sí, pues existen gradaciones
en cuanto a la intensidad del régimen de derecho público.
Si antiguamente podíamos encontrar dos categorías bien definidas y totalmente opues-
tas de contratos de la administración, los civiles y administrativos, hoy, en cambio, encon-
tramos un acercamiento de los extremos, que no alcanza a ser total y que deja subsistentes
matices susceptibles de agrupación en tres grandes conjuntos. Dentro de esa zona cubierta
por los contratos administrativos corresponde ubicar, como más próximos al derecho
administrativo clásico de fines del siglo pasado y comienzos del presente, a las concesiones
y licencias de servicios públicos en condiciones monopólicas o de exclusividad, al contrato
de empréstito público interno y, en menor medida, a la concesión de obra pública. Se
trata de la aplicación más intensa del derecho público.
Un segundo grupo se integra con el contrato de función pública, la concesión y el
permiso de uso del dominio público y privado del Estado; en menor grado, los contratos
de suministros y obra pública.
Más cerca del derecho privado encontramos al contrato de compraventa de inmuebles,
al de locación y luego a los demás contratos: cesión, permuta, donación, préstamo, etc.,
que, bueno es reiterarlo, no se mantienen siempre con sus típicos caracteres civilistas, pero
tampoco dan una licencia para el abuso y la arbitrariedad administrativos.
El contrato de crédito externo, enteramente sometido al derecho privado de la jurisdic-
ción en que se celebra y ejecuta el contrato, está por el momento excluido de nuevas con-
trataciones, lo cual parece un paso necesario para al ajuste de las cuentas públicas (Gordillo,
2013: XI-43).
2.
CC
[…] Es una institución, con un régimen jurídico peculiar de derecho público,
destinada a regir las actividades de prestación tendientes a satisfacer necesi-
dades de interés general que asumió el Estado y que este pasó a prestar, en
forma directa o indirecta. (Cassagne, 2002b:289)
CC
[…] Toda actividad cuyo cumplimiento debe ser regulado, asegurado y fiscaliza-
do por los gobernantes, por ser indispensable a la realización y al desenvolvi-
miento de la interdependencia social y de tal naturaleza que no puede ser ase-
gurado completamente más que por la intervención de la fuerza gobernante.
(Meillan Gil, 1997: 82)
a) El primer período comprende los años entre 1880 y 1930; en él, práctica-
mente todos los servicios públicos, a excepción del correo y el ferrocarril,
se encontraban prestados por empresas privadas, bajo el régimen de con-
cesión de servicios públicos (electricidad, gas, agua, etcétera).
b) El segundo período abarca desde 1930 hasta 1943; se caracteriza por el
estancamiento económico y social, por la aparición de ideas intervencio-
nistas y el comienzo de la quiebra del sistema de la concesión de los prin-
cipales servicios públicos.
c) El tercer período se extiende desde 1946 hasta finales de la década de
1980; en él se realizó la nacionalización generalizada de los principales
servicios públicos, que pasaron a ser prestados por empresas públicas.
Este período se caracteriza por servicios ineficientes y abultados déficits de
exploración, con tarifas políticas y elevada ocupación de personal.
d) El cuarto período da comienzo en 1989, fecha en la que se inicia la refor-
ma del Estado, la privatización de empresas públicas, la desregulación y
desmonopolización de actividades, aparecen los marcos regulatorios de los
servicios públicos y se crean los entes reguladores.
LECTURA OBLIGATORIA
3.
CC
Conviene recordar que en Argentina la responsabilidad contractual del Estado
siempre fue admitida. Las razones fueron de índole jurídica y práctica. En el
primer sentido cabe recordar que existen disposiciones —en el Código Civil y
en las leyes específicas— que regulan las contrataciones públicas y que impo-
nen el deber de cumplir los acuerdos como a la ley misma. Por otra parte, de
no existir el deber de reparar las consecuencias dañosas del incumplimiento
nadie hubiera contratado con el Estado, con lo que se hubieran generado com-
plicaciones insalvables en el desempeño de sus funciones. (Botassi, 2011:471)
Referencias bibliográficas