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El MAXXI supera la noción de museo como "objeto" o entidad fija, en lugar de ello, presenta "un campo
de edificios" accesible a todos, sin entre lo que está "dentro" y lo que está "fuera". En el centro de esta
nueva realidad -su fuerza principal- es una confluencia de líneas, muros que constantemente se cruzan y
separan para crear espacios interiores y exteriores.
El MAXXI se integra en su entorno reinterpretando las retículas urbanas para generar su propia
complejidad geométrica. A través del flujo de sus muros define corrientes principales -las galerías- y
menores -interconexiones y puentes-, deleitándose con una peculiar huella en forma de L que en este
contexto se convierte en "liberación": una libertad para agruparse, retorcerse y girar a través de los
edificios existentes. En estos meandros, el MAXX se nutre de la vitalidad cultural de su ciudad madre.
MAXX Arte y MAXXI Arquitectura - dos museos con este único espacio flanquean un gran vestíbulo de
gran altura, desde el que se accede a todas las galerías, el auditorio, la cafetería, las tiendas y los
servicios. Los desplazamientos desde este punto más allá de los muros de contención del MAXXI se
realizan a través de una pasarela peatonal que sombrea los contornos del edificio, restableciendo un
vínculo urbano oscurecido durante más de un siglo.
El MAXX se expresa a través del cristal, el acero y el cemento, deleitándose con la neutralidad y logrando
una gran flexibilidad y variedad curatorial. Recorrer y experimentar este lugar, estos espacios, es
encontrarse con vistas y sorpresas que cambian constantemente.
ANALISIS DE DETALLES CONSTRUCTIVOS Y ESTRUCTURALES
funcionalmente complejos.
La construcción del edificio supuso una oportunidad no sólo para la experimentación formal,
La ejecución de los muros curvos fue posible gracias a una mezcla de hormigones
La estructura también comprendió grandes vacíos que tuvieron que ser rellenados con refuerzos,
barras de acero con densidad superior a los 300kg/m3. Al reducirse el número de articulaciones
fue necesario incrementar el vertido de hormigón en 70 metros a lo largo por 9 de alto, una
Roma fue oficialmente catalogada como zona sísmica, lo que requirió que la estructura del museo
contara con varios juegos de pistones hidráulicos vinculados con el movimiento de las juntas debieron
ser incorporados dentro de las paredes y suelos de concreto y se desecharon las juntas de movimiento
de 5mm por otras menos visibles de 3mm, entre otras medidas
Se prestó especial atención a la iluminación natural, por las vigas de hormigón fino en el techo,
junto con la cubierta de vidrio y los sistemas de filtrado. El sistema utilizado en el techo es un
elemento particularmente complejo, tanto tecnológica como mecánicamente. Está formado por