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ESCUELA DE CIENCIAS JURIDICAS

Sustentante:
Deyanira Rivera Guzmán

Matricula:
2013-00103

Asignatura:
Derecho Penal Especial I

Profesor:
Amaury Yoryi Oviedo Liranzo

Tema:
Informe de Lectura: Homicidio, Asesinato, Parricidio,
Infanticidio, Envenenamiento

SANTO DOMINGO R.D.


2023
INFORME DE LECTURA: HOMICIDIO, ASESINATO, PARRICIDIO,
INFANTICIDIO, ENVENENAMIENTO

HOMICIDIO
El delito de homicidio consiste en la acción de matar a otra persona. Se trata de un delito
contra la vida humana en el que el bien jurídico protegido es la vida humana independiente.
No obstante, la propia muerte o suicidio no es punible.
B) Elementos objetivos y subjetivos de cada tipo penal para su configuración.
Sujetos activo y pasivo.
Sujeto activo. El homicidio es un delito común, de titularidad indiferenciada, que puede ser
cometido por cualquier persona, varón o mujer. El tipo no requiere ninguna condición
personal relacionada con la autoría, con excepción de algunos tipos agravados que exigen en
el agente una cualificación especial (por ej. parricidio). La expresión “al que” empleada por
la ley, alude a la indeterminación del sujeto activo.
Sujeto pasivo. Puede ser cualquier persona, con vida independiente. Pero, debe tratarse de
una persona distinta al autor; la expresión “a otro” a que hace referencia el art. 79 lo dice
claramente; quien no mata a otro sino a sí mismo no realiza el tipo de homicidio, se suicida
y, como no existe en nuestro derecho una figura que tipifique el suicidio, la conducta es
indiferente para el derecho.
Tipo Subjetivo.
El homicidio simple es un delito doloso, debiendo entenderse el dolo como la conciencia y
voluntad de realizar una conducta dirigida a la producción de la muerte de otra persona. La
configuración subjetiva típica no requiere de ninguna motivación ni finalidad específica. Son
admisibles las tres clases de dolo: directo, indirecto y eventual.
La pena.
El art. 79 establece para el homicidio doloso la pena de ocho a veinticinco años de reclusión
o prisión. Sin embargo, la escala penal de la figura básica debe ser ponderada con arreglo a
lo establecido en el art. 41 bis del código penal incorporado por la ley 25.297, cuya texto
expresa que “Cuando alguno de los delitos previstos en este Código se cometiera con
violencia e intimidación contra las personas mediante el empleo de un arma de fuego la escala
penal prevista para el delito de que se trate se elevará en un tercio en su mínimo y en su
máximo, sin que ésta pueda exceder el máximo legal de la especie de pena que corresponda.

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C) Circunstancias agravantes.
1. Las vistas para el asesinato.
2. Ejecutar el hecho mediante disfraz, con abuso de superioridad, aprovechando
las circunstancias del lugar, tiempo o auxilio que debiliten la defensa del ofendido o
faciliten la impunidad del delincuente.
3. Cometer el delito por motivos discriminatorios (raza, sexo, ideología,
minusvalía, etc.).
4. Obrar con abuso de confianza.
5. Prevalerse del carácter público que tenga el culpable.
6. Ser reincidente.
D) Causas de Justificación.
Son causas de justificación: el consentimiento presunto, la legítima defensa, el estado de
necesidad justificante, el ejercicio de un derecho y el cumplimiento de un deber.
E) Eximentes de responsabilidad.
Se considera eximente cuando se dan las siguientes circunstancias: El mal causado no es
mayor que el que se trató de evitar. La situación de necesidad fue provocada intencionalmente
por el sujeto. El necesitado no tenía, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.

ASESINATO
Delito contra la vida humana, de carácter muy específico, que consiste en matar a una persona
concurriendo ciertas circunstancias, tales como: alevosía, precio, recompensa o promesa
remuneratoria o ensañamiento.
Concepto de cada tipo penal/ Circunstancias objetivas y subjetivas que tienen que concurrir
para su configuración/, circunstancias agravantes o atenuantes de estos tipos penales, en caso
de que procedan.
El dolo requiere dos aspectos: conocimiento y voluntad. Para apreciar voluntad es suficiente
que el actor conozca el peligro que genera su acción y la alta probabilidad de que se cause
un resultado desaprobado por el ordenamiento jurídico.
Esto es lo que sucede en la sentencia 11/2017, Tribunal Supremo, Sala de lo Penal, Sección
1, Rec 10371/2016 de 19 de enero de 2017 cuando el actor, conociendo que existe un peligro
concreto de ocasionar la muerte de la víctima, actúa igualmente realizando la conducta que
le somete a un riesgo de muerte altamente probable.

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A pesar de que la finalidad de los acusados no era matar, asaltaron la casa de un anciano
mientras estaba en su casa durmiendo, amordazándolo de tal manera que taponaron casi
totalmente sus orificios respiratorios, muriendo éste posteriormente por asfixia.
La Sala admite en este caso integrar el tipo subjetivo de asesinato con dolo eventual, pues
considera que es necesario utilizar medios alevosos, aunque lo que se persiga no sea la muerte
de la víctima. Lo importante es conocer el peligro mortal al que se está sometiendo a la
víctima y aceptarlo como una consecuencia probable derivada de la acción. En el caso
expuesto la acción constituye asesinato con dolo directo respecto de los medios empleados y
dolo eventual respecto del resultado.
PARRICIDIO
Delito consistente en dar muerte a un ascendiente o descendiente, o al cónyuge. «El que
matare a su padre, madre o hijo, o a cualquiera otro de sus ascendientes o descendientes
legítimos o ilegítimos, o a su cónyuge, será castigado, como parricida, con la pena de
reclusión mayor a muerte» ( CP 1973, art. 405 ).
Son aquellas causas que excluyen la antijuricidad de una conducta, que puede subsumirse en
un tipo legal; esto es aquellos actos u omisiones que revisten aspecto de delito, pero en los
que falta sin embargo el carácter de ser antijurídicos y de contrarios al derecho, que es el
elemento más importante del crimen; ejemplo el estado de necesidad. También cuando el
hecho se ha cometido por una orden de la ley, o un mandato de autoridad legítima, la
necesidad actual de la legítima defensa.
Las causas de justificación han sido clasificadas en generales y especiales, según que se
apliquen a todas o a un gran número de infracciones o a algunas solamente. Han sido llamadas
causas generales de justificación la legítima defensa y casos asimilados, y la orden de la ley
y el mandato de la autoridad legítima.
Garraud las define como: "Hechos que, uniéndose a los elementos materiales o morales del
delito, aumentan la criminalidad de la acción o la culpabilidad del agente".
Son circunstancias determinadas por la ley, que se unen a los elementos generales y a los
específicos de la infracción, y tienen como consecuencia necesaria, una pena mayor que la
establecida en la ley, al definir las diversas figuras de delitos.

INFANTICIDIO
El infanticidio es una práctica que atenta directamente contra el derecho a la vida de los niños.
Si bien fue más común en el pasado, hoy en día todavía se encuentran casos que afectan
especialmente a las niñas (infanticidio femenino).

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El infanticidio es la práctica de causar la muerte a un niño de muy corta edad (menor de 1
año) de manera intencionada.
La pena
La pena era de prisión de uno a seis años. La reforma de 1976, igual que la de 1968, suprimió
la pena de reclusión, que no condice con el aspecto subjetivo de este tipo de acciones. La
escala amplia la adecuación a las distintas circunstancias que pueda ofrecer cada caso
concreto.

ENVENENAMIENTO
La intoxicación o envenenamiento es el efecto perjudicial que se produce cuando una
sustancia tóxica se ingiere, inhala o entra en contacto con la piel, los ojos o las membranas
mucosas, como las de la boca o la nariz.
Aunque no se escuche muy seguido los crímenes cometidos por envenenamiento; no dejan
de ocurrir en nuestro país como vía efectiva para cometer un asesinato. En nuestra legislación
el envenenamiento se encuentra consagrado en el artículo 301 del Código Penal. Y reza de la
manera siguiente: “El atentado contra la vida de una persona, cometido por medio de
sustancias que puedan producir la muerte con más o menos prontitud, se califica
envenenamiento, sea cual fuere la manera de administrar o emplear esas sustancias, y
cualesquiera que sean sus consecuencias”.
Los elementos constitutivos para que exista el envenenamiento son dos: primero, que
exista un atentado hacia la vida humana y segundo que este acto sea realizado tal y como lo
describe nuestra legislación, o sea, mediante el uso de sustancia con la capacidad de producir
la muerte más o menos con prontitud (cosa que no determina el legislador sobre qué quiso
decir con “prontitud”), sin importar el resultado.
Es imposible realizar una lista exacta de los productos que pueden fungir como veneno
pues según peritos de la materia cualquier sustancia puede tener efecto venenoso, solo ha de
importar el modo y forma de aplicación de la misma.
Una crítica de esta legislación según múltiples doctrinarios, es que para ser calificado
un acto como envenenamiento debe ser una sustancia que causa la muerte más o menos con
“prontitud”; pero a través de estudios se ha demostrado que no es necesario que la sustancia
produzca sus efectos en forma inmediata, puesto que, hubo muchos casos en las cuales las
víctimas fueron envenenadas poco a poco. Solo nos queda interpretar el término “prontitud”
según el legislador.

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