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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Facultad de Psicología

Materia: Psicodiagnóstico Fecha: 25/02/2022


Nombre del profesor: Ma. Del Pilar Cantero Angulo
Nombre de alumno:
González Vallarta Jared – 201929583
Jaramillo Faisal Juan Carlos – 201917919
Vázquez Guevara Lizbeth Alejandra – 201804410
Título del trabajo: El manual del buen entrevistador

Lectura: (Nombre de la lectura, páginas o capitulo)


EP tema 5.pdf

Evaluación psicológica. Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y


de la inteligencia (Carmen Moreno Rosset) (Capitulo 5: La entrevista psicológica por
Carmen Maganto Mateo y Soledad Cruz Sáez).

Referencia(s):
Referencia (s):

Maganto, C., & Cruz, S.. (2005). LA ENTREVISTA PSICOLOGICA. En Evaluación psicológica
concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteligencia(pp.189-
245). España: Sanz y Torres.
“EL MANUAL DEL
BUEN
ENTREVISTADOR”

Índice
1.- Introducción
2.- Características actitudinales.
2.1 Empatía
2.2 Calidez
2.3 Competencia
2.4 Flexibilidad y tolerancia
2.5 Honestidad y ética profesional
3.- Habilidades de escucha.
3.1 Habilidades de escucha
3.1.1 Dejar hablar
3.1.2 Escucha activa
3.1.3 Baja reactividad verbal
3.1.4 Silencios instrumentales
4.- Estrategias en el manejo de las verbalizaciones.
4.1 Habilidades comunicacionales
4.2 Técnica especular
4.3 Darle la palabra al paciente
4.4 Comentarios confirmatorios
4.5 Señalamiento
4.6 Interpretación
4.7 Aterrizaje en paracaídas
4.8 Estrategias en el modo de hacer preguntas
4.8.1 Preguntas abiertas
4.8.2 Preguntas cerradas
4.8.3 Devolver la pregunta
4.8.4 Preguntas facilitadoras
4.8.5 Preguntas clarificadoras
4.8.6 Preguntas con encabezamiento
4.8.7 Preguntas guiadas
4.8.8 Preguntas de confrontación
4.8.9 Técnica de la confrontación directa
4.8.10 Recordar límites y presión del tiempo
4.8.11 Centrar el problema
4.8.12 Consejos para cerrar
5.-Conclusion

Introducción.
Cuando se habla de la entrevista vienen muchos escenarios a nuestra mente, el
principal de ellos es un par de personas sentadas uno frente a otro, una de esas
personas exponiendo una serie de preguntas y la otra respondiendo a ellas.
En la psicología la entrevista es un instrumento de suma importancia para el
desarrollo de los procesos psicológicos. La entrevista nos supone un medio de
recolección de información indispensable para conocer al usuario y las razones
que lo incitan a buscar el servicio psicológico. La entrevista puede desarrollarse en
diversos formatos y exponiendo diferentes preguntas, sin embargo, es importante
que los psicólogos que hacen uso de esta competencia conozcan y pongan en
práctica las diferentes características que la entrevista y su aplicación conllevan,
por tanto, es necesario desarrollar las características y aptitudes de un buen
entrevistador.
En el siguiente manal se expondrán una serie de características indispensables
para formarse como un buen entrevistador.

Características actitudinales.

Empatía
La empatía es entendida como la capacidad del entrevistador para comprender al
paciente en sus preocupaciones cognitivas y emocionales, y ser capaz de trasmitir
al paciente dicha comprensión.
La empatía supone por una parte ponerse en el lugar del otro, aceptar lo que dice
y cómo lo dice, atendiendo al punto de vista y al mundo de valores del paciente.
La empatía mantiene al profesional con cierta división interna. Por una parte. el
psicólogo muestra una actitud de cercanía emocional con el problema del paciente
y por otra se mantiene lo suficientemente distante cognitiva y emocionalmente
como para permitirse pensar sobre lo que escucha y realizar hipótesis
diagnósticas congruentes y validas.
Ser empáticos significa:
-Entender los problemas del otro.
-Captar sus sentimientos.
-Ponerse en su lugar.
-Confiar en su capacidad para salir adelante.
-Respetar su libertad.
-Respetar su intimidad.
-No juzgarle.
-Aceptarlo como es.
-Aceptarlo tal y como quiere llegar a ser y ver al otro desde sí mismo, y no desde
nuestras necesidades o problemas.

La empatía presupone tres condiciones básicas:


-Congruencia consigo mismo: vivir como pensamos.
-Aceptación incondicional positiva del otro.
-Esfuerzo por ponernos en el lugar del otro sin dejar de ser uno mismo.

Calidez
La polaridad entre lejanía y distancia emocional debe ser equilibrada con la
cercanía, que consiste en una aproximación afectiva. Es una actitud de acogida y
contención que se transmite tanto en el lenguaje verbal como no verbal. Con esta
actitud cálida se comunica al paciente la aceptación positiva del mismo. Se
manifiesta mediante la proximidad física, la postura, los gestos, los refuerzos
verbales y otras conductas indicadoras de aceptación. Es una cualidad
imprescindible en un entrevistador ya que capacita para desempeñar con
seguridad el rol profesional que ejerce.
La persona asertiva sabe enfrentar los conflictos. mantener la serenidad ante ellos
y crear las condiciones óptimas para solventarlo. Es capaz de mantener su opinión
y autoafirmarse en sus criterios a pesar de la no aceptación o incluso la oposición
del usuario. El exceso de timidez e inseguridad no facilita la resolución de los
problemas del usuario e incapacita para ejercer adecuadamente el rol profesional.

Competencia
El entrevistado debe recibir mensajes que le reaseguren haber consultado con un
experto. El entrevistador mostrará cuando sea necesario y sin hacer ostentación
de ello su experiencia en este ámbito de trabajo, su capacidad de entender al
paciente y de ofrecerle posibilidades de cambio.
Así mismo, en su forma de hablar y referirse a los temas o problemas del paciente,
aunque lo haga de forma sencilla e inteligible para éste, mantendrá un discurso
marcado por su saber profesional. La competencia del psicólogo implica conocer
sus limitaciones y derivar al paciente a otro profesional si considerara que él no es
suficientemente competente para trabajar con él.

Flexibilidad y tolerancia
El psicólogo debe saber responder ante situaciones imprevistas sin perder el
objetivo que se persigue. El psicólogo tiene que ser flexible para adaptarse a la
diversidad de personas con las que trabaja: nivel socioeconómico y cultural muy
variado, patologías diversas, distintos lenguajes, actitudes, intereses humanos y
objetivos de vida muy diferentes al suyo, sin hacer mención de las diferencias de
raza, religión, ideas políticas. etc.
La flexibilidad y la tolerancia son cualidades imprescindibles en el psicólogo ya
que tiene que trabajar con seres humanos: la técnica es un medio que hay que
flexibilizar a cada paciente, no un fin en sí mismo. La capacidad de adaptarse a las
distintas personas y de aceptar otros puntos de vista que no son los suyos propios
permite realizar el trabajo desde el paciente, no sólo desde el profesional que
investiga la conducta.

Honestidad y ética profesional


El psicólogo debe trabajar siendo coherente con sus principios, sus valores y su
modelo teórico. Esto se traduce en actuar con honestidad, sinceridad, actitud
abierta y honrada, lo que supone mostrar respeto al paciente en todos los
aspectos idiosincráticos y personales que no entran a formar parte de la valoración
terapéutica o del cambio que se propone. Inclusive los aspectos a modificar deben
ser tratados con profundo respeto y desde la autenticidad y coherencia que el
psicólogo debe mostrar. Además, las normas deontológicas deben regular su
actuación y la toma de decisiones a lo largo de todo el proceso diagnóstico y
terapéutico.
El psicólogo informará que trabaja bajo estos supuestos y que el consentimiento
informado, la confidencialidad y la protección de la información están
garantizadas.
Habilidades de escucha.

Hay habilidades de escucha que favorecen el desarrollo de la entrevista y que son


propiamente una conducta verbal.

Dejar hablar
Es importante tener en cuenta que el entrevistador no debe abusar de su palabra,
por el contrario, debe saber escuchar el discurso del usuario. La habilidad de
escucha implica dos actitudes fundamentales: la actitud receptiva y la actitud
directiva.

Escucha Activa
La empatía y escucha activa están íntimamente implicados, por lo que considera
que algunos términos utilizados por autores que siguen este modelo de relación
son distintas formas de conceptualizar esta escucha activa como un proceso de
atención psicológica interna.

Baja reactividad verbal


La baja reactividad del entrevistador o la latencia prolongada es entendida como el
tiempo que tarda en contestar el entrevistado desde que el entrevistador ha
intervenido. Una latencia prolongada favorece la expresión verbal del entrevistado.

Silencios instrumentales
Se llaman silencios instrumentales porque están al servicio de la reflexión y
comprensión de lo que se está hablando, promueven profundizar en el tema o
desinhibir el bloqueo en la comunicación. Favorece la escucha y mantiene la
presencia del entrevistador y la cercanía con el entrevistado.
Estrategias en el manejo de las verbalizaciones.

Habilidades comunicacionales
Un buen entrevistador necesita conocer sus opciones en cuanto a técnicas y
métodos para comunicarse con su entrevistado y a su vez aprender mediante la
experiencia como y cuando aplicar cada uno.
Debido al efecto que tiene la conducta del entrevistador en el entrevistado y las
respuestas que da, es necesario que el entrevistador posea ciertas habilidades
comunicativas que le permitan mantener la retroalimentación entre este y el
entrevistado.
Para ello se pueden usar técnicas de verbalización de una extensa lista y variedad
como son:

Técnica especular
También llamada técnica de eco suele consistir en juntar elementos no verbales
con el componente verbal de repetirle al entrevistado su última frase ya sea con
las mismas palabras o de manera distinta y que sirven para indicarle a la otra
persona que está siendo escuchada y que puede proseguir sin dudas al respecto.

Darle la palabra al paciente


Similar a la técnica especular esta se compone mayormente de la parte verbal y
consiste en el uso de frases como “continúe por favor” o “¿Qué más le ocurre?”
para incitar al entrevistado a que siga hablando.

Comentarios confirmatorios
Usados de la misma forma que el dar la palabra al paciente y la técnica especular,
suelen ser comentarios verbales y consisten en darle la razón al paciente con
expresiones como “efectivamente” o “tiene usted razón” o “yo también creo que
sus problemas del sueño se deben a…”.

Señalamiento
Ocasionalmente comparado con el subrayado, este método consiste en
remarcarle al entrevistado un problema que ellos mismos ya están vocalizando sin
hacerse conciencia de este mismo para focalizar así aspectos de mayor interés.
Interpretación
Consiste en establecer causas y consecuencias de los eventos narrados por el
entrevistado yendo más allá de lo que está en manifiesto, es una técnica compleja
que requiere un fuerte entendimiento de los problemas que permita concebirlos
desde otra dimensión. Una frase utilizable para ello seria “creo entender que usted
está preocupado por algo de lo que hizo hace años y de lo que quizá se siente
culpable”.
Dentro de estas técnicas la más destacable es la de la retroalimentación
comunicacional que resulta ser de las más útiles para comunicarse con el
interlocutor, y que suele darse en dos maneras distintas.

Aterrizaje en paracaídas
Si el sujeto se enfoca en tratar otros temas y evita los temas de importancia o
interés para el entrevistador a veces resulta conveniente que este último plantee el
tema de manera sorpresiva y de esta manera fuerce al primero a encarar dicho
tema. Este tipo de estrategia no tiene por qué ser una intervención negativa o
aversiva, puesto que a veces el sujeto no sabe cómo afrontar el problema y un
aterrizaje en directo ayuda a desbloquear la situación.

Estrategias en el modo de hacer preguntas


Al momento de hacer preguntas, el entrevistador debe prescindir de diferentes
estrategias que le sirvan de ayuda para entablar una buena entrevista y un dialogo
fluido con el entrevistado, por lo que el uso de estas estrategias se debe
contemplar en primer plano.
Entre las estrategias en el modo de hacer preguntas se encuentra la lista
siguiente:

Preguntas abiertas
Posiblemente son las preguntas que más se usan en una entrevista, pues
permiten ver la perspectiva del entrevistado y conocer a profundidad su
percepción. Al principio de una entrevista, salvo que ya se tenga una hipótesis que
se necesite comprobar, estas serán las únicas preguntas que se usaran.

Preguntas cerradas
Debido a que las respuestas de estas son delimitadas por el entrevistador, estas
se usan típicamente para confirmar y concretar información ya existente, además
de establecer causas para los hechos o delimitar diagnósticos. Son útiles porque
así ayudan a acotar la información y estrechar el foco de investigación.

Devolver la pregunta
Ocasionalmente si el entrevistado plantea una pregunta al entrevistador, este
último podrá regresarla usando palabras diferentes en un intento de que el
entrevistado llegue a la respuesta por sí mismo y así mostrarle que se confía en
este como persona capaz de indagar al respecto.

Preguntas facilitadoras
Asegurarse de que las preguntas no creen ningún tipo de ambigüedad y faciliten
una respuesta en una dirección. Consiste en preguntar “¿Qué hace cuando está
nervioso?” y no “¿Cuándo está nervioso habla con su mujer o se va a ver
televisión?”.

Preguntas clarificadoras
Denominado también técnica de sondeo, se trata de preguntar con gestos o con
palabras cómo entiende el paciente, en concreto, aquello de lo que se está
hablando. Consiste en el uso de preguntas del tipo “¿me podría explicar algo
más?”.

Preguntas con encabezamiento


Se refiere a preguntas que llevan una situación previa al cuestionamiento,
aparentemente opuestas a las preguntas facilitadoras, deben usarse solo con
base a la información ya dada por el entrevistado. Consiste en el uso de preguntas
del tipo “Cuando está en casa con su hija ¿también llora con facilidad?”.

Preguntas guiadas
Es un tipo de pregunta cerrada que lleva su respuesta monosilábica implícita.
“¿han pensado que quizá su hijo dedica escaso tiempo al estudio?”.

Preguntas de confrontación
Se relacionan con las preguntas guiadas y poseen una naturaleza inductiva, estas
preguntas obligan al sujeto a confrontar el tema que se está planteando y suelen
ser preguntas cerradas. “Entonces ¿el niño duerme con ustedes todas las
noches?”.
Técnica de la confrontación directa
Así como hay técnicas pensadas para mantener una discusión encausada también
existen momentos en los que esta tiene que centrarse de nuevo o que un
entrevistado no está dando suficiente información, momentos en los cuales es
recomendable recurrir a métodos tales como técnicas de presión:
En una línea parecida a las preguntas de confrontación y aterrizaje en paracaídas.
La técnica de confrontación directa consiste en hacer consiente al entrevistado de
las contradicciones entre lo que dice y su conducta no verbal o lo que dice ahora
con lo que dijo antes. Son situaciones difíciles de manejar y que requieren una
gran experiencia. El talante respetuoso pero asertivo del entrevistador es
imprescindible en estos casos.

Recordar límites y presión del tiempo


No suelen ser necesarios en las primeras sesiones, pero si el paciente requiere un
recordatorio de sus límites de tiempo y las reglas de la consulta para poder
enfocarse, no hay que dudar en dárselo.

Centrar el problema
También llamado evaluar síntomas, se da cuando el entrevistado no se centra en
los problemas importantes, sino que trivializa la conversación narrando anécdotas
que se escapan del interés evaluativo, y consiste en que el psicólogo trate de
hacer preguntas que incidan en lo que interesa conocer. Si persiste esta tendencia
huidiza de los problemas, el psicólogo cambiará directivamente de conversación a
fin de indagar en aquello que es el objeto de la entrevista.

Consejos para cerrar


-Se aconseja utilizar técnicas facilitadoras de la comunicación.
-Es conveniente comenzar por preguntas abiertas.
-Las preguntas deben ir de lo general a lo particular.
-Hay que centrarse progresivamente en el problema o problemas por el que se
consulta.
-Es deseable que se enuncien preguntas no inductivas.
-Los aspectos verbales como intensidad, tono de voz, reactividad en las
respuestas, interrupciones al entrevistado y demás, deben cuidarse para propiciar
la comunicación.
-Escuchar activamente favorece la comunicación.
-Dejar hablar y no interrumpir son reglas básicas e imprescindibles para el correcto
desarrollo y cierre de la entrevista.

Conclusión.

Indudablemente la entrevista es un instrumento de suma importancia para el


desarrollo de los procesos psicológicos. El buen entrevistador necesita años de
formación y practica para dominar no solo las habilidades básicas que el proceso
de la entrevista requiere, sino también para poder entender cómo y cuándo usar
dichas habilidades para poder conseguir los resultados correctos.
Como no hay dos personas iguales no existen solo unos pocos tipos de
entrevistado, por ello para poder adaptarse a estos, el entrevistador tiene que
seguir en un proceso de formación y adaptación constantes para poder seguir
ejerciendo correctamente. El saber lidiar con esta dificultad sin perder la voluntad
de seguir trabajando es muy importante para que el entrevistador pueda
desarrollar su profesión adecuadamente.
¡GRACIAS!

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