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La Comunicación

en los tiempos
del chip

Orfel Fariña
La Comunicación
en los tiempos
del chip

Por ORFEL FARIÑA

LIBRO DE TEXTO PARA LA MATERIA


“COMUNICACIÓN TÉCNICA”

Facultad de Ingeniería
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

2018

1
ÍNDICE
CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN 5
Cómo saber de todo 5
¿Qué tiene que ver la comunicación con esto? 6
Jaque 7

CAPÍTULO 2: EL NUDO DEL PROBLEMA 9


Rebusques cerebrales 10
Demasiada información 10
Permiso de entrada 12

CAPÍTULO 3: HACIENDO HISTORIA… 13


Los elementos de la comunicación 13
Una mirada crítica 14
El caso de los Ingenieros 15

CAPÍTULO 4: LA COMUNICAIÓN EFICAZ 16


Un nuevo concepto 16
Algunos tips de la comunicación eficaz 17

CAPÍTULO 5: OBSTÁCULOS, TÉCNICAS Y CONFLICTOS 21


Obstáculos 21
Técnicas para lograr mejores comunicaciones 24
Técnicas de planeamiento 27
Técnicas de mantenimiento 30
Manejo de conflictos 30

CAPÍTULO 6: LA CLASIFICACIÓN DE LOS GÉNEROS TÉCNICOS 33


Una propuesta de clasificación 33

CAPÍTULO 7: NORMAS DE REDACCIÓN DE DOCUMENTOS TÉCNICOS 36


Resumen de contenidos de las Normas UNESCO 37
1) Objetivo 37
2) Elementos constitutivos del manuscrito 37
3) Estilo de presentación 38
4) Citas y referencias 39
5) Identificación Bibliográfica 39
6) Preparación de resúmenes analíticos 40
7) Terminología y nomenclatura 41
8) Preparación de cuadros 41
9) Preparación de ilustraciones 41
10) Forma de presentación 42

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CAPÍTULO 8: ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA LA REDACCIÓN 43
Revisión de ortografía 43
Legibilidad y claridad 44
Inteligibilidad 45
Tipografía y diseño 46

CAPÍTULO 9: PRESENTACIONES ORALES 47


El orden lógico 47
La preparación 48
Definición de los elementos de la presentación 49
Las actitudes 50
Los gestos 51
El rostro 52
El factor verbal 53
Los recursos 54
El miedo escénico 55
Manejo de situaciones 56
Normas Kodak 59

CAPÍTULO 10: INFORME, MONOGRAFÍA Y TESIS 60


Las diferencias 49
Algunos puntos a incluir en un texto técnico 62
Reflexiones sobre los elementos de un texto 66
Consejos para escribir textos técnicos 66

CAPÍTULO 11: INGENIERO SE OFRECE 73


¿El marketing como herramienta? 73
Algunas definiciones de Marketing 74
La jerarquía de necesidades de Maslow 75
Las 4 P 77
Los errores más comunes del Marketing 78
El Ingeniero… ¿necesita Marketing? 81
Marketing personal 82
La Matriz F.O.D.A. 82
Estrategias para nuestro F.O.D.A. 83
Plan de Marketing personal 84
Algunas herramientas del Marketing personal en la Ingeniería 86

CAPÍTULO 12: EL CURRICULUM VITAE 88


¿Cómo ser eficaz? 89
Algunos riesgos 90
Recomendaciones generales para redactar el CV 91
La tendencia actual 94
Secuencia convencional de datos 97
Otros datos 99

3
CAPÍTULO 13: LAS REUNIONES DE TRABAJO 101
A las 9 en Sala de Reuniones 101

CAPÍTULO 14: LA ENTREVISTA LABORAL 104


Los primeros contactos 104
La preparación previa 104
Cómo será la entrevista 105
El desarrollo 106
El comportamiento 107
Lo que SÍ hay que hacer 107
Lo que NO hay que hacer 108
Lo que te van a preguntar 108

CAPÍTULO 15: EL LENGUAJE DE LA RED 110


Características centrales del e-lenguaje 110
Los casos especiales 111

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA 115

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CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN
Cuando transitaba las aulas universitarias como alumno, me llamaba poderosamente

la atención una permanente inquietud que dominaba a los estudiantes: siempre

reclamábamos a la Universidad que ampliara los contenidos de los Planes de Estudio, con la

convicción de que el mundo estaba cambiando rápido, y los conocimientos propuestos en las

materias se veían desbordados por el arrollador avance de la tecnología.

Como Ingeniero Civil, recuerdo particularmente nuestras demandas por saber las

nuevas tendencias en el uso del hormigón, o el incipiente avance de las estructuras metálicas

livianas; por supuesto, la informática era por ese entonces la disciplina que, quizá, más

inquietudes despertaba al momento de observar la brecha generada entre la vertiginosa

escalada del mundo tecnológico y la más lenta evolución de su enseñanza en las aulas.

Con el tiempo, y lejos de estancarse, esas inquietudes se fueron extrapolando a otras

áreas menos convencionales de la enseñanza de la Ingeniería. Así, los alumnos empezaron a

demandar que la Universidad los formara en el manejo del personal, en el desarrollo de las

habilidades de negociación, o en la manera de administrar recursos.

Confieso que, ya recibido, por un tiempo pensé que ese rol le correspondía a los

claustros. Me venía a la mente el papel que la misma sociedad asignaba históricamente a los

Ingenieros, como personajes con un bagaje de conocimientos técnicos de límites muy

borrosos. ¿Cuántas veces me había tocado escuchar ‚che, vos que sos Ingeniero...‛?, un

prólogo inexorable a preguntas sobre los temas más diversos: ¿cuánto me puede costar

ampliar mi casa?, ¿qué cable compro para el velador?, o ¿no le hará mal si le pongo

anticongelante al auto?

Cómo saber de todo...


Sin embargo, poco a poco fui entendiendo que era materialmente imposible que un

profesional accediera al descomunal cúmulo de conocimientos que el mundo generaba. La


5
Ingeniería, particularmente, iba desarrollando profundidades cada vez más gigantes en el

saber, dando paso a la aparición de enormes cantidades de especialidades. Pensar en el

Ingeniero generalista, ‚que todo lo sabe‛, era una ilusión que se esfumaba a cada paso.

Ya en mi rol docente, resignifiqué esta discusión. Enfrentado a la misión de diseñar

mis estrategias formativas para los estudiantes, asumí que la Universidad no podía enseñar a

sus alumnos todos los conocimientos, infinitamente específicos, que se generaban a cada

momento, y mucho menos lograr ponerse on line con la velocidad de estos acontecimientos.

Solo podíamos limitarnos a retomar la esencia de la enseñanza ingenieril, dotando a los

futuros profesionales del saber esencial, propio de la carrera, buscando sobre todo generar la

destreza para instalar una lógica de pensamiento profesional. A partir de allí, se podía

penetrar un poco más en impartir conocimientos específicos de las disciplinas ingenieriles.

Pero era imposible seguir perforando el iceberg...

¿Qué tiene que ver la comunicación con esto?

La comunicación ha sido una más de las áreas que los Ingenieros han tenido que

afrontar profesionalmente, sin contar normalmente con una formación académica específica.

Esto colocaba a la disciplina en paridad con tantos otros temas que requerían

atención por parte de los Ingenieros. No obstante, la comunicación como ciencia contaba

con dos factores que agravaron notoriamente las falencias. Por un lado, la tecnología

aplicada a la comunicación dio saltos gigantescos en los últimos años, despegándose de


6
otras áreas que no han observado un enriquecimiento tan abrupto de sus herramientas. Esto

(claramente una ventaja para los Ingenieros que, por otra parte, en general adoramos estar a

la vanguardia tecnológica en estos campos), es un arma de doble filo. Dicho de otro modo,

contamos cada día con un impactante arsenal de herramientas para comunicarnos, pero

queda al desnudo que no siempre sabemos qué hacer con ellas.

En segundo lugar, el mundo viró de modo contundente hacia un privilegio de las

formas, en detrimento de los contenidos. En el marco de un fenómeno que excedió los

alcances de las ciencias – comunicación incluida -, para abarcar a otros campos de la

sociedad. Un predominio de la estética puso a los profesionales en situación de afrontar un

campo habitualmente poco conocido, en particular para los Ingenieros, con reconocidas

aversiones hacia las facetas humanísticas de las ciencias.

Jaque
Posiblemente lo descripto alcance a profesionales, actuales o potenciales, de otras

carreras. No me atrevo a aseverarlo, aunque se puede suponer que no habrá de ser la

Ingeniería la única profesión afectada por el desafío. Sí me consta que los Ingenieros

podemos entender la trascendencia de la comunicación como herramienta de nuestras

actividades, pero difícilmente podamos manejarla con destreza absoluta.

En este texto, como lo ha sido en la materia que le dio origen, se pretende acercar a

mis colegas y estudiantes algunos conceptos básicos de la comunicación, tratada como

ciencia. Sin ser un especialista, he buscado con modestia filtrar los conceptos centrales, por

7
un lado, y algunas aplicaciones específicas, por otro. Ese filtro tiene que ver, en su médula,

con lo que entiendo que para los Ingenieros podrá resultar de utilidad para un ejercicio más

pleno de su profesión. No creo que nos quede otra opción que reaccionar ante el jaque

propuesto por el contexto actual.

Los conceptos que siguen, completamente básicos si se los enfoca desde el

conocimiento comunicacional, en mi experiencia resultan frecuentemente novedosos para los

Ingenieros. Y ese es el objetivo del texto, finalmente: acercar los conceptos, y proponer los

primeros pasos en algunas aplicaciones específicas de la comunicación, en particular aquellas

que considero se convierten en las más requeridas para nuestro ejercicio profesional.

8
CAPÍTULO 2

EL NUDO DEL PROBLEMA


A comienzos del Siglo XXI, el CEO de Google Eric Schmidt sorprendió al mundo

asegurando que la Humanidad había creado hasta 2003 una cantidad de información que, a

esa altura, era la misma que se generaba en dos días.

Schmidt no hizo más que poner blanco sobre negro algo que se venía entreviendo: la

cantidad de información disponible por el hombre superaba, en mucho, la que su cerebro era

capaz de procesar.

Este fenómeno puso a la Neurociencia a trabajar duro para entender los cambios que

se produjeron en el comportamiento cerebral medio.

La adaptación asomó como el

primer cambio visible. El cerebro hace

esfuerzos por retener una mayor

cantidad de datos.

"Los cerebros de los niños, por su


relación con las nuevas tecnologías y por
la evolución propia del hombre, tienen
diferencias respecto de los cerebros de
las generaciones anteriores. Nosotros aprendimos acumulando datos y lo valioso era saber
muchas cosas. Sin embargo, hoy los datos están accesibles todo el tiempo, de modo tal que
ya no es un valor para el cerebro el acumular información", sostiene la Dra. Alba Richaudeau,
neuropsicóloga del Hospital Austral.

Sin embargo, esa capacidad de adaptación es, finalmente, limitada. Cuando el cerebro

agota sus posibilidades adaptativas, la ‚señal de falla‛ es un camino posible. Entre las

patologías más comunes vinculadas con ese origen, aparece el estrés. Científicamente ha sido

definido (entre varias acepciones) como ‚el conjunto de procesos y respuestas

9
neuroendocrinas, inmunológicas, emocionales y

conductuales ante situaciones que significan una

demanda de adaptación mayor que lo habitual para el

organismo, y/o son percibidas por el individuo como

amenaza o peligro, ya sea para su integridad biológica o

psicológica‛. La amenaza puede ser objetiva o subjetiva;

aguda o crónica. En el caso de estrés psicológico, se

produce cuando existe una discrepancia importante entre las capacidades del individuo y las

demandas o exigencias de su medio ambiente.

Rebusques cerebrales
Sin embargo, la exigencia ha permitido que el cerebro despliegue algunos artilugios

para sostenerse en un plano de sanidad activa.

Uno de los más estudiados tiene que ver con el ‚surfeo‛ de la información. La palabra

define vulgarmente un mecanismo de procesamiento cerebral algo más complejo.

El Prof. Dr. Ricardo Allegri, jefe de Neurología

Cognitiva de Fleni, explica este fenómeno: "Las nuevas

tecnologías cambian paradigmas, y así las formas de


procesamiento que eran habituales en generaciones
anteriores se alteran; es decir, si en el pasado el
procesamiento de la información era más lineal,
actualmente es en paralelo, por eso una persona puede mantener al mismo tiempo varias
conversaciones a través de las redes sociales, sin inconvenientes".

Demasiada información
Por otro lado, una investigación publicada en la revista

Science sugiere que cuando las personas confían en tener

acceso futuro a la información tienen menor recuerdo de los

datos, pero mayor de la fuente de esa información. Este estudio

asegura que Internet se ha convertido en la fuente primaria de

memoria externa. Esto es conocido como ‚Efecto Google‛.


10
Al decir de los especialistas, este modo de funcionamiento del cerebro, lo alivia del

esfuerzo por retener información, liberándolo para procesarla y relacionarla. La Neuróloga

Marcela Cohen apunta que ‚el Efecto Google es la forma actual de acopio de datos. Si bien

puede verse como detrimento para el ejercicio de la memoria, desarrolla otras áreas como la
creatividad y asociación rápida, y la posibilidad de realizar lecturas simultáneas‛.
Existen otros comportamientos del cerebro que se han desplegado como una manera

de ‚defenderse‛ del exceso de información.

Sin embargo, el campo en el que la neurociencia sostiene todavía más incertidumbres,

se relaciona con el proceso de ‚selección‛ de la información a retener.

Sigue siendo un gran misterio entender con qué criterio el cerebro retiene

información más fácilmente, desechando otra que probablemente le fuese a resultar más

‚útil‛.

La razón por la que recordamos con completa precisión la formación del equipo

favorito de muchos años atrás, pero somos incapaces de acordarnos del teorema que nos

tomarán al día siguiente, parece un contrasentido. Pero así ocurre.

11
Permiso de entrada
El exceso de información pone al cerebro en situación de ‚filtrado‛. Es tanto el

contenido que ponemos en la ‚puerta de entrada‛ al cerebro, que muchísima información no

es retenida. Queda afuera.

El fenómeno de exceso de información ya ha sido largamente estudiado y se conoce

con los nombres de ‚sobrecarga informativa‛, o los más vulgares ‚infobesidad‛ o

‚infoxicación‛. Un cerebro infoxicado tiene problemas para resolver, no da abasto a procesar

todo el material disponible. Ya no surfea, ni googlea, ni selecciona.

Para no llegar a ese estado, sabiamente el cerebro trata de capturar los contenidos

esenciales. Es decir, el carácter de ‚esencial‛ no siempre coincide con la voluntad de

retención de datos.

Para agravar el problema, no se conoce un patrón de comportamiento de ese proceso

selectivo.

Aunque pareciera vincularse con las emociones, la ciencia no ha podido predecir qué

información cuenta con más chances de resultar memorizada.

Para la comunicación, esto significa un doble problema: por un lado, se sabe que la

mayor parte de la información que se emita, será desechada por los cerebros. Por otro lado,

no se conoce cómo hacer para formar parte de ese paquete que, efectivamente, ingresa al

cerebro.

A su vez, el individuo puede comportar como emisor de información, pero también

como receptor.

El estudiante, que la mayor parte del tiempo oficia de receptor de información,

reclamará entonces canales más eficientes para que su cerebro pueda recordar data de valor.

El profesor, por su parte, pretende que los contenidos de su materia queden instalados en la

mente de sus alumnos con la misma claridad con la que los explica.

Ante este dilema, la comunicación ha tenido que mutar sus estrategias. La cantidad de

información, que antes era aliada del éxito comunicacional, hoy se ha convertido en el peor

enemigo. Llegó el momento de pensar en la calidad de la comunicación…

12
CAPÍTULO 3

HACIENDO HISTORIA…

Si bien es claro que la comunicación se encuentra presente en cada paso de nuestras

vidas, recién después de 1950 el proceso fue estudiado de manera rigurosa; fue entonces

que se llegaron a bosquejar sus elementos componentes, produciendo un gran avance

respecto al conocimiento de sus contenidos.

Esa primera clasificación de la comunicación se debió a Roman Jakobson, quien

enunció un esquema de rápida difusión, y que ha conseguido perdurar a través del tiempo

en los estudios sobre la materia.

Los elementos de la comunicación

El planteo de Jakobson explica que todo acto de comunicación verbal tiene un

EMISOR, que produce un MENSAJE destinado a un RECEPTOR o destinatario que lo recibe.

Este mensaje implica un CONTEXTO (o referente), que es el marco en que se desarrolla el

proceso. Para transmitir este mensaje el emisor utiliza un CÓDIGO, la lengua, que debe ser

común en todo, o al menos en parte, al emisor y al receptor. Y, por último, para que la

transmisión se efectúe realmente, es necesario que haya un CONTACTO entre las partes, que

13
distingue dos aspectos: un CANAL físico (como puede ser las ondas sonoras que transmiten

la voz, el papel de un impreso, la pantalla del celular, etc.), y una CONEXIÓN PSICOLÓGICA

resumida en la atención que habrá de poner el destinatario para recibir efectivamente el

mensaje.

Una mirada crítica

Así planteadas las cosas, el esquema de Jakobson parecía invulnerable. Sin embargo,

posteriores estudios sobre comunicación se han dedicado a ‚bombardear‛ esta teoría,

acusándola inclusive de demorar los avances sobre el tema por su espíritu estructuralista.

El principal defecto sobre el que podemos detenernos

al repasar ese esquema, es que de esta manera la

comunicación pareciera estar afectada por un espíritu

“conductista”, donde la información es trasvasada a la

manera de los vasos comunicantes. Teoría que puede

funcionar de manera magnífica para la Física, pero no

cierra ajustadamente cuando se piensa en seres

humanos comunicándose.

Jakobson, en efecto, pensaba en un emisor activo y un receptor pasivo, una visión que

pareciera haber acompañado peligrosamente muchas de las comunicaciones, aun las

masivas.

Estas posiciones son las que dieron origen a la llamada “teoría de la aguja

hipodérmica” en comunicación, porque se concebía su efecto como una inyección en la que

el receptor era el paciente que recibía debajo de su piel los mensajes que le hacían los

mismos efectos que una droga.

La segunda objeción que se ha formulado, es de carácter conceptual, y sostiene que

este modelo estructuralista, en su afán por adaptarse a un número muy grande de casos, da

una estructura formal tan simplificada y esquematizada, que termina por no alcanzar a

ningún caso. La estructura de Jakobson no consigue explicar la Comunicación en su

conjunto.

14
Por cierto, cada uno de los seis

componentes del esquema ‚Jakobsoniano‛, es

una instancia mucho más compleja de los que la

apariencia exhibe. Creer que habiendo

comprendido el contenido de cada ‚cuadrito‛ y

su interrelación, se ha comprendido la

comunicación, sería un error fatal.

Una tercera mirada crítica a la historia, con particular vínculo con las disciplinas

técnicas (también conocidas como ‚ciencias duras‛), es que aquel esquema original estaba

pensado desde el emisor. El receptor solo aparecía con un rol inactivo, ya no para la emisión

del mensaje sino también para dar algún grado de respuesta. Se verá más adelante la

importancia de contar con una comunicación retroalimentada, enriquecida con la

participación de todos sus actores.

El caso de los Ingenieros


Si bien es imposible generalizar, mi experiencia sobre el tema me ha permitido

observar que los Ingenieros, o los estudiantes de esta carrera, hemos sido formados bajo la

sombra amenazante del esquema de Jakobson. No me refiero solo a la estructura de

‚cuadritos‛, sino a su esencia. Para la estructura de funcionamiento ingenieril, un esquema de

elementos conjugados entre sí resulta fácil de aprehender, versátil, y muy afín a la formación

académica recibida.

Eso es altamente riesgoso. No solamente porque nos quedamos fuera de las nuevas

tendencias comunicacionales, sino por algo peor aún: ni siquiera logramos entender del todo

la magnitud de esta carencia.

Me es frecuente escuchar a mis colegas decir ‚no importa la ortografía, si total... ¡igual

me van a entender!‛, o ‚no preparé la charla de esta noche, yo no soy un especialista‛. Lo

malo es que también me ha sido posible apreciar los devastadores efectos que estas

actitudes tienen sobre el ejercicio profesional, resultando muy penoso ver a Ingenieros bien

formados y capaces, ofreciendo deslucidas imágenes profesionales de sí mismos, por fallar

en la interfase con sus receptores.

15
CAPÍTULO 4

LA COMUNICACIÓN EFICAZ
Vistos los conceptos y ejemplos anteriores, no ha de resultar difícil deducir que, al

planteo genérico, impersonal, estructurado, que surgiera del cuadro de Jakobson, la cabían

algunas ‚mejoras‛.

Según lo descripto en el Capítulo 2, los cerebros infoxicados reclaman cada vez

‚mejores formatos‛ de la información que les llega. Esa demanda generó una verdadera

revolución en el campo de la comunicación. Empezó a darse relevancia al ‚resultado‛ de la

comunicación. Es decir, si quien actúa como receptor recibe el mensaje, lo interpreta, lo

decodifica y lo incorpora, la comunicación habrá sido exitosa.

Esta tendencia puede merecer una enorme multiplicidad de opiniones. Pero más allá

de estos merecidos debates, lo cierto es que los profesionales de hoy en día deben moverse

en un mundo que las plantea un escenario ‚incómodo‛. Resulta clave entender cuáles son las

actuales tendencias para decidir luego las estrategias profesionales que cada uno prefiera.

La comunicación eficaz
Sobre fines del Siglo XX entra a jugar un nuevo concepto: el de ‚comunicación eficaz‛.

Decimos que hay eficacia en una comunicación interpersonal, cuando el emisor logra instalar

un mensaje en la mente del receptor, pero consiguiendo de este, al mismo tiempo, la acción
deseada como consecuencia del mensaje comunicado.
Esa es la definición ‚de libro‛. Sin embargo, el concepto que implica ha resultado un

revulsivo para el mundo de las comunicaciones.

Esa idea medular, eso de instalar en el receptor una idea fuerza que provoque una

acción, es de especial validez en la Ingeniería. No solo por ser relativamente simple, sino

porque deja instalados algunos conceptos básicos de uso frecuente, y muy válidos, en la

profesión.

16
Esta visión diferente del esquema primitivo no implica su drástica ‚abolición‛. Por el

contrario, varios de los elementos descriptos (como la nomenclatura que definiera Jakobson

en su esquema) se mantienen vigentes.

Pero debe quedar claro que la nueva comunicación implica una mayor elaboración, la

definición de estrategias, la toma de decisiones. El esquema de Jakobson ya no nos dará

todas las respuestas, sino que seremos nosotros quienes deberemos conocer la mayor

cantidad de herramientas disponibles, para luego elaborar nuestro proyecto personal de

comunicación que consiga, finalmente, la eficacia de influir sobre el otro.

Algunos tips de la Comunicación Eficaz


El concepto de ‚eficacia‛, aunque resulta práctico para medir el éxito de la estrategia

comunicacional empleada, propone también algunos interrogantes. ¿Cómo se puede influir

ante un receptor con frecuencia desconocido?

La primera recomendación apunta a

conocer las expectativas, filtros, códigos,

sentires de quien será receptor de nuestros

mensajes. Conocerlo personalmente supone

una ventaja, porque el emisor puede prever

una eficacia comunicacional sobre la base

de data concreta y manejable.

Sin embargo, no conocerlo personalmente no debiera resultar un impedimento para

buscar ‚empatía‛.
17
Este término, acuñado en 1909, se define como la capacidad cognitiva de percibir (en

un contexto común) lo que otro ser puede sentir. También es definida como ‚la capacidad

para ver las cosas desde el punto de vista del otro‛.


Retomando la idea de un receptor ‚desconocido‛, cabe plantearse si no existe un

conjunto de datos acerca de ese receptor ‚fantasma‛ que nos permitan componer su perfil

comunicacional. La respuesta a ese interrogante es afirmativa. Enfrentar una presentación

oral ante un público al que nunca vimos antes, enviar un Curriculum Vitae a una búsqueda

por Internet, pueden hacer suponer que nada se sabe de quien nos va a escuchar o leer. Pero

no es así, en realidad la información acerca de esos receptores es infinita, y por lo tanto

también lo es la cantidad de estrategias comunicacionales que podemos diseñar en la

persecución de la eficacia.

Buscar empatía es, entonces, tratar de ‚empatarse‛ al otro, conocer sus demandas

para satisfacer la expectativa con nuestra comunicación.

La Comunicación Eficaz como concepto, prioriza los mensajes directos por encima de

aquellos que están rodeados de ‚maquillaje‛ innecesario.

Apenas concebido el concepto de

Comunicación Eficaz ya se advertía la

conveniencia de ser directo al comunicar,

especialmente cuando se trata de

conceptos técnicos como los usados

regularmente en el mundo de la

Ingeniería.

No obstante, la aparición de Twitter resultó determinante para esclarecer esta idea.

Los usuarios, atados a la regla de no excederse de 140 caracteres, empezaron a acotar las

formas de manera de poder decir ‚todo‛ en un tweet. No solo se vio que era posible, sino

que los receptores de esos mensajes (supuesto que el mundo pudiera dividirse en emisores y

receptores, lo que en rigor no es cierto) agradecieron la economía de envoltorio.

En relación con lo anterior, y acompañando los mensajes directos, también se da

prioridad a las ‚formas simples‛. En otros tiempos, usar un léxico elevado era considerado

18
como distintivo, el emisor quedaba ubicado en un lugar de privilegio. Hoy la mirada ha

cambiado, y está ‚fuera de moda‛ marcar distancia con los destinatarios de nuestros

mensajes. Pensado desde el concepto de Comunicación Eficaz, cobra sentido: si se trata de

ser exitoso en la comunicación y llegar al otro con eficacia, nada peor que estar ‚lejos‛.

Surgida en Estados Unidos, es muy

difundida la ‚técnica KISS‛, que es en realidad

un acrónimo de la frase en inglés ‚Keep It

Simple, Stupid!‛ (Hacelo Sencillo, Estúpido), o la

más presentable ‚Keep It Short and Simple‛

(Hacelo Breve y Sencillo).

Esa técnica pretende instalar la idea de que los procesos complejos solo entorpecen

su comprensión y, por lo tanto, su desarrollo. La aplicación a la comunicación moderna surge

de inmediato.

Aunque previamente vimos que no hay un patrón de comportamiento del cerebro

para protegerse de la infoxicación, pareciera que algunas claves suelen dar resultado. En

particular, todos aquellos mensajes que conllevan un impacto emocional muestran quedar

instalados en la mente de los receptores con más facilidad que otros.

Eso explicaría la razón por la que nos resulta

tan difícil retener información considerada ‚útil‛ para

nuestra vida productiva (cifras, enunciados, etc.). y en

cambio podemos evocar con memoria fotográfica

hechos cuya memorización no nos ha significado el

más mínimo esfuerzo (la formación de nuestro equipo

favorito, una URL que nos llamó la atención, etc.).

Analicemos la frase ‚Comunique los mensajes al otro, de la forma en que le gustaría

que se los comunicaran a usted‛; suena seductora, potente y sin fisuras, pero sin embargo
constituye un grandioso engaño. De acuerdo con lo que hemos visto en esta publicación, la

frase correcta debiera ser ‚Comunique los mensajes al otro, de la forma en que le

19
gustaría que se los comunicaran... al otro‛; es que, precisamente, de eso se trata la

comunicación eficaz. En ese concepto se encierran los tips anteriores. Todas las herramientas

deberán ponerse en juego para buscar la eficacia.

Ante esto, empieza a surgir con clara nitidez la trascendencia de otro elemento a

incorporar al proceso: el feedback. La traducción más aproximada podría establecerse como

retroalimentación, aunque la palabra en inglés es la que normalmente se emplea. En ese

término se agrupa el conjunto de señales, indicios, conceptos, que el receptor ‚devuelve‛ al

emisor, y es lo que permite ajustar o corregir el mensaje.

El ejercicio de la Ingeniería puede llevarnos a desempeñarnos en roles con escaso

intercambio social; sin embargo, la mayoría de las veces no es así, y tenemos que estar muy

atentos a manejar la esencia de lo visto anteriormente, para conseguir que la comunicación

de nuestros mensajes no resulte un obstáculo complicado.

20
CAPÍTULO 5

OBSTÁCULOS, TÉCNICAS
Y CONFLICTOS
No es conveniente caer en el error de Jakobson, reduciendo la comunicación a un

fenómeno ‚confinable‛. Este alerta cobra valor teniendo en cuenta que se van a abordar en el

presente Capítulo un conjunto de obstáculos que conspiran contra la eficacia de una

comunicación; las técnicas para planear y mantener una comunicación; y la resolución de

conflictos comunicacionales.

Entonces, sería un error creer que se puede elaborar un listado único de cualquiera de

los puntos anteriores. En este libro se han incluido algunos, los más comunes, los que se

repiten en la mayoría de las organizaciones.

Obstáculos
No nos alcanzaría la imaginación para advertir la enorme cantidad de inconvenientes

que pueden entorpecer el proceso de comunicación, ahora que hemos entendido el nuevo

concepto. Por contraposición, conocer algunos de ellos nos permite tener la mirada alerta

para detectar por dónde pueden presumirse fallas en la transmisión de mensajes. Esto,

además de corregir nuestra propia comunicación, nos confiere la gimnasia de advertir todas

aquellas fuentes de error que, por lógica, no podrían detallarse de manera explícita.

Quizás el primer obstáculo que habría que mencionar, es la propia naturaleza del

mensaje: un contenido desagradable, conflictivo, es de por sí una barrera. Por ejemplo, un

empleado que decide pedir un aumento de sueldo a su superior, debiera saber que habrá de

extremar los recursos para presentar su mensaje, ya que carga desde el arranque con la

desventaja de llevar una información que el receptor posiblemente no desea escuchar.

21
Naturalmente, el estado de los canales (comunicación entrecortada) puede ser otra

causa de trastornos; desde el caso de un tono de voz poco amigable hasta una mala

impresión del papel, todos configuran ejemplos de inconvenientes que pueden obstaculizar

la comunicación.

La comunicación unidireccional o sin retorno es aquella en la que no se obtiene

feedback o, si se obtiene, no se tiene en cuenta. Probablemente en la docencia pueden

encontrarse ejemplos de este obstáculo, cuando el profesor cumple con su obligación de

dictar la clase, pero no le importan en lo más mínimo las expectativas de sus alumnos.

Comunicación saturada es aquella en que se envían diferentes mensajes, a una

misma persona, sobre el mismo o diferentes temas. Es típica de las instancias de crisis, en las

que se requiere celeridad de reacción.

En la comunicación verborrágica se da tanto grado de detalles que el mensaje se

vuelve poco claro.

Por el contrario, puede darse una comunicación insuficiente si se es demasiado

escueto.

Un mensaje inoportuno es aquel que se transmite en una situación en la que es

receptor no está en la mejor situación para recibirlo.

22
La carencia de empatía de las partes es otro elemento destacable. Por empatía se

entiende la capacidad de ver las cosas desde el punto de vista del otro. Algunas personas

poseen la característica de ‚hablar para sí mismos‛, constituyendo un claro exponente de

este ejemplo. Esto puede generar mensajes agresivos o totalmente faltos de estima, o bien

desembocar en la ausencia total de atención por parte del receptor.

En el campo técnico, con frecuencia se incurre en el error de utilizar jergas o

abreviaturas difíciles, lo que coloca a la comunicación fuera de código cuando no resulta

interpretada por el receptor. Esto afecta particularmente a la Ingeniería, llena de palabras de

uso específico de difícil comprensión para los ajenos a la disciplina.

Un obstáculo muy reconocido en nuestros días, es el ‚doble mensaje‛: se transmite

un mensaje, pero se deja traslucir la existencia de otro, frecuentemente opuesto al que se

declara. Es un obstáculo cuyo valor negativo es frecuentemente alterado, convirtiéndolo en

una perversa herramienta de comunicación malintencionada.

Un caso muy particular de obstáculo lo constituye la mentira en el mensaje.

Especialmente, cuando es posible detectar en el mensaje la falta de convicción del emisor,

motivada en el hecho de estar faltando a la verdad. Lamentablemente, es posible que un

emisor hábil, o un receptor poco avisado, permitan que un mensaje falso genere una

comunicación eficaz. Sin embargo, y aun cuando no pongamos todavía en juego posturas

éticas, eso no sucede en la mayoría de los casos, por lo que la honestidad termina

acompañando exitosamente la eficacia de la comunicación.

23
Técnicas para lograr mejores comunicaciones
El título anticipa la posibilidad de elaborar un conjunto de estrategias que nos ayuden

a la eficacia. Esto es cierto, pero entraña algunos riesgos.

El primero es que se crea que la eficacia comunicacional puede lograrse con solo

disponer de un conjunto de técnicas bien aprendidas. Para evitar este error, lo relevante es

captar el concepto: la comunicación eficaz es ‚diseñable‛, moldeable, versátil. Puede, por

tanto, mejorarse con tantas técnicas como el comunicador disponga. Y no se trata de

complicadas teorías, sino de sencillas tácticas que apunten siempre a lo mismo: llegar al

receptor.

A esta altura, y en previsión de los próximos contenidos, resulta ineludible referirnos a

la cuestión ética de la comunicación, en referencia a lo que mencionara renglones más

arriba. El estudio de técnicas para mejorar las comunicaciones, puede inducir a pensar que se

descarta la honestidad del contexto. Por supuesto, ese punto excede los alcances de esta

publicación, de igual manera que un ingeniero que enseña la mecánica de suelos no puede

prever que esos conocimientos sean aplicados a la construcción de un túnel para robar un

banco. En todo caso, no debe perderse de vista que el móvil de todas las comunicaciones es

la voluntad de instalar en el otro un mensaje que genere una acción en respuesta. Pero la

ética, por cierto, es otra cosa. Por mi experiencia y mi formación personal, jamás asesoraré la

violación de los preceptos éticos básicos para conseguir eficacia en los resultados.

Con las salvedades anteriores, se puede hablar de la importancia de la reciprocidad

en la comunicación. Según la Real Academia Española, reciprocidad es la ‚correspondencia

mutua de una persona o cosa con otra‛. Dicho de otro modo y pensando en la comunicación,

volver ‚recíproco‛ a otro significa ponerlo en situación de ‚correspondernos‛. ¿Y por qué


24
alguien podría ser correspondiente con nuestra voluntad comunicativa? Las causas pueden

ser muchas: interés en el mensaje, obediencia, cortesía, obligación. Es difícil influir sobre esas

razones, desde el rol del emisor. Sin embargo, se puede lograr que el receptor esté en

posición de ‚compromiso‛ con quien emite. Mostrar nuestra voluntad por establecer una

comunicación honesta y genuina, suele ser el primer paso para que el receptor se

predisponga a transitar los mismos caminos. Suelo repetir en mis clases y en mi actuación

profesional, que ‚el esfuerzo comunicacional lo debe hacer el emisor, no el receptor‛.

Si se presta atención al concepto anterior, podrá entenderse

por qué me refería a ‚técnicas sencillas y a medida de cada uno‛.

Cada individuo conoce las maneras de dar señales acerca de sus

intenciones. Y, en comunicación, esto es vital. Desde la prolijidad

de un escrito, el saludo previo al mensaje en un whatsapp, o la

puntualidad en una reunión, van informando al otro de nuestra

postura y lo colocan en el compromiso, o no, de ser recíproco.

La reciprocidad es muy usada en las técnicas de venta, que no son otra cosa que una

comunicación direccionada al lucro.

Para comunicar algo, es muy importante gozar de autoridad entre los que van a

recibir el mensaje. Este es un aspecto de complejo análisis, ya que difícilmente se podría

responder a las preguntas sobre cómo se alcanza esa autoridad. En general, el prestigio

conseguido por quien emite la información, la seriedad, los antecedentes, hacen más creíbles

sus discursos. No obstante, hay que reconocer que, muchas veces, una propaganda efectiva

consigue reemplazar todos esos atributos. No hay que descartar, en este ítem, a aquella

autoridad conferida ‚por la fuerza‛: los rangos jerárquicos, el poder, suelen ser elementos

que tornan eficaz a un mensaje.

25
En directa relación con el concepto de autoridad, se encuentra la confianza, cuyos

mecanismos de ocurrencia son también de difícil pronóstico. Hablar de esto y de sinceridad,

resulta inevitable. Por ello, la conveniencia de ser sincero puede ser analizada desde la óptica

de que, con esa actitud como constante, se obtendrá siempre la atención de nuestros

interlocutores. Dicho de otra manera, es más conveniente ser sincero y esperar buenos

resultados a largo plazo, que mentir y obtener ganancias de efímera duración. Lo que no se

discute es que un emisor que cuente con la confianza de sus receptores, habrá ganado la

mitad del desafío comunicativo.

Al momento de comunicar, resulta casi imprescindible conocer el consenso respecto

a los formatos de mayor uso. Esto implica saber qué medios habrán de emplearse, cuáles son

los códigos habituales, qué es lo que el receptor supone que va a recibir. Con este

conocimiento, el comunicador decidirá si sigue las reglas de manera irreductible, o si varía

algunas (o todas) para mejorar el efecto de su mensaje. Quedará por resolver si las decisiones

que se tomen en este sentido vuelven eficaz a la comunicación, pero nunca se debieran

desconocer las tendencias.

Por ejemplo, nadie desconoce cuál

es el formato usual de un Currículum

Vitae. Pero su autor debiera poder

discernir si es prudente seguir ese

formato sin alterarlo, o en cambio puede

encontrar alternativas que respondan

mejor a su propia personalidad y logren

llamar la atención del lector.

La apariencia es otro factor fundamental; resulta muy difícil, más allá de que esto

resulte justo o no, romper la ‚primera imagen‛ que se provoca en el otro. Esto debe clarificar

la imposibilidad de hacer ‚recetas‛ sobre las técnicas para mejorar las comunicaciones: una

apariencia que resulta impecable para un encuentro con un gerente de personal a quien se le

entregará un pedido de empleo, puede ser ridícula para una reunión con obreros de la

construcción. Lo cierto, en todo caso, es que los mensajes deberán tener las formas (y eso

26
incluye a nuestra propia apariencia personal) que el receptor del mensaje espera. Esto es

determinante para el éxito de cualquier comunicación, y le da valor a los detalles (ortografía,

presentación general, estética).

La ortografía constituye un ejemplo de lo dicho: aunque hay quienes no dan

importancia a ese factor, otras personas resultan terminantes y descalifican los mensajes que

llegan con imperfecciones de redacción, aun cuando eso no resulte relevante para el

contenido de la comunicación. Por el contrario, nadie se molestará ante una presentación

impecable desde el punto de vista estético.

Técnicas de planeamiento
En capítulos anteriores me referí a la importancia de ‚pensar‛ la comunicación para

volverla eficaz, recomendando un trabajo ‚a medida‛ para buscar el éxito.

Así, no es extraño deducir que hayan aparecido numerosas ‚técnicas de

planeamiento‛, que ayudan a planificar la estrategia de la comunicación, teniendo en cuenta

quién será el receptor, cuáles son sus objetivos e intereses, cuál es el medio más apropiado

para comunicarnos, cuál es el código común al receptor, etc.

Particularmente, en este libro veremos tres de ellas:

1. Estudio del marco de referencia

2. Análisis del costo-beneficio

3. Selección de medios

1. Estudio del marco de referencia

El marco de referencia de una persona está integrado por un conjunto de elementos

que tienen que ver con su ‚historia‛: su formación, sus valores, su pasado, su medio socio-

cultural, etc. Hasta los estilos personales tienen que ver con distintos marcos de referencia.

27
Todo esto ‚filtra‛ la comunicación, por lo que un buen emisor deberá conocer los

marcos de referencias del receptor, y en consecuencia customizar su mensaje.

Investigar, buscar en la red, preguntar, escuchar, mirar antecedentes, observar pistas.

Todas son formas de enriquecer la información previa al diseño de la comunicación.

2. Análisis del costo-beneficio

Toda comunicación implica costos para el emisor y el receptor. Por costos

entendemos todos los esfuerzos que la comunicación demandará, en términos de tiempo,

recursos, compromisos personales, etc. Los beneficios son las consecuencias positivas de la

interacción.

Un análisis como el descripto podría instrumentarse a través de la siguiente matriz:

COSTO BENEFICIO

NUESTRO

DEL OTRO

En realidad, la matriz puede prepararse materialmente, o simplemente reflexionar

sobre la comunicación con esta óptica; siempre se trata de pensar el fenómeno desde el

punto de vista ‚del otro‛.

28
Pero pensar la comunicación de este modo presenta, al menos, dos aristas

especialmente interesantes para reflexionar.

En primer lugar, suele darse con frecuencia que, al pensar en una comunicación,

centramos la mirada en nosotros y no en el receptor. Elegimos los recursos, diseñamos el

formato, nos esmeramos en los detalles, pero atendiendo a nuestro gusto y no al de quien

nos va a leer o escuchar. La matriz de costo – beneficio pone en blanco sobre negro que hay

otro a quien atender.

Por otra parte, resulta curioso advertir la evolución de esta matriz en el tiempo. Años

atrás, no se concebía que ‚el esfuerzo comunicacional debía hacerlo el emisor‛. Por lo tanto,

la comunicación se planificaba reduciendo los costos propios, y aumentando los del receptor.

A medida que se ha ido entendiendo que los cerebros infoxicados no están dispuestos a

hacer grandes esfuerzos para permitir la llegada de nuevos mensajes, los emisores han ido

comprendiendo que la matriz debía recargar los costos propios para que aumentaran los

beneficios.

3. Selección de medios

Tradicionalmente, los medios que se pueden utilizar en las comunicaciones apuntan a

los sentidos de la vista y del oído. Así se ha hablado por años de comunicación escrita y de

comunicación verbal.

Aunque la mirada no es incorrecta, no debe dejarse de lado que el avance

tecnológico ha dotado de tantas herramientas a la comunicación, que es casi impensable no

concebir la elección de los recursos como interdisciplinaria.

De hecho, si tomamos un informe

escrito, no se puede descartar el impacto

que provocará la inclusión de imágenes,

infografías, o recursos menos usuales

como la ‚realidad aumentada‛ o el

redireccionamiento del texto a sitios Web,

a través del celular.

Todos los medios poseen ventajas y desventajas. Y no hay ninguno que asegure el

éxito de la comunicación. Suelo decir en mis presentaciones que ‚puede perdonarse una

29
desacertada elección de los medios, pero es imperdonable no hacer esa elección‛. Quiero

significar que, si se ha entendido el concepto de que ‚el esfuerzo comunicacional lo debe

hacer el emisor‛, elegir adecuadamente los recursos es parte medular de esa posición.

Aun en comunicaciones de nuestra vida cotidiana nos enfrentamos con ese desafío.

La multiplicidad de redes sociales, los viejos métodos más ‚artesanales‛, todos pueden tener

validez. Debemos poner en juego nuestro talento, perspicacia, osadía, pero sobre todo,

nuestra capacidad de observación para elegir los medios a utilizar.

Técnicas de mantenimiento
Se aplican durante la comunicación, y buscan asegurar su eficacia. No es fácil

enunciarlas de manera taxativa, pero responden al sentido común, y básicamente deben

apuntar a no perder de vista la estrategia de diseño que habíamos adoptado

originariamente.

Estar atentos pareciera ser la táctica más exitosa para mantener la comunicación

eficaz. Con nuestros allegados somos capaces de percibir cómo se encuentran solo al recibir

la respuesta de cuatro palabras en un chat. De eso se trata. Es preciso entrenar la

sensibilidad, prestar atención y, luego, rectificar el rumbo de la comunicación si juzgamos

que es necesario.

Manejo de conflictos
A pesar de que se apliquen los conceptos vistos, aun cuando se profundice en el

conocimiento y se llegue a conseguir una particular habilidad para el manejo de la

comunicación, nunca se podrá evitar la existencia de conflictos. La posibilidad de que haya

posiciones encontradas, siempre estará latente.

30
En principio, cabe diferenciar sobre la forma y el contenido del conflicto. Si ha de

decirse a un empleado que ha sido despedido, no podrá esperarse que abrace al emisor

inundado de felicidad. El contenido del mensaje acarrea de por sí la posibilidad del conflicto.

Pero las formas pueden modificarse, analizarse e, inclusive durante el desarrollo de la

comunicación, manejarse a los fines de obtener los objetivos.

Las alternativas a adoptar son diversas: podrá tenderse a evitar el conflicto, una

técnica en general poco aconsejable, puesto que implicará la cesión de posiciones en pos del

objetivo, o bien la dilatación del conflicto. No obstante, si las posturas de las partes resultan

muy encontradas y se advierte que la comunicación ha salido indebidamente de sus carriles,

evitar el conflicto puede resultar la mejor alternativa. Asimismo, resultará válida cuando no

nos encontremos en condiciones de afrontar el problema, pero creamos que sí lo podremos

hacer en otro momento. Por ejemplo, una discusión de trabajo que parece no encontrar

salida, puede posponerse hasta el otro día, cuando los ánimos puedan haberse calmado y la

visión de nuevas alternativas nos permita zanjar la dificultad.

Si se tiene especial preocupación por la relación con el receptor, podrá suavizarse el

conflicto, lo que necesariamente hará pensar en efectuar concesiones. Comunicar una mala

noticia a una persona irritable, puede convertirse en un mal momento, si no se tienen las

precauciones del caso, moderando las formas de manera de llegar al otro con el mensaje

deseado pero sin provocar la explosión de su carácter.

En la otra punta del espectro, se encuentra la posibilidad de forzar el mensaje, un

caso de aplicación cuando nos importa mucho el contenido del mensaje y la acción que se

ejecutará a continuación, en detrimento de la relación con el receptor. Es el caso típico de la

orden dada por algunos superiores.

La mejor técnica de manejo, no obstante, podría ser la de resolver el conflicto.

Naturalmente, aparece como la mejor solución, pero el problema es que implica una mezcla

de habilidad y trabajo. Hay que definir el conflicto, informarse, comprenderlo, generar

31
soluciones, elegir y actuar. No es poco, pero la elección siempre estará en función del

receptor, del contexto, del código, ...y de nuestro talento.

Por todo lo anterior, debe quedar visible que podrá optarse por cualquiera de los

caminos descriptos, según cual fuere la situación, el entorno, nuestras habilidades, las

características del receptor, etc.

32
CAPÍTULO 6

LA CLASIFICACIÓN DE
LOS GÉNEROS TÉCNICOS
Paradójicamente, uno de los principales conflictos que se generan en la comunicación

técnica, pasa por la carencia de convenciones que pauten una clasificación de los géneros

comunicacionales.

Antes de continuar con conceptos más específicos, es preciso detenerse en los

códigos de denominación que se han adoptado, para entender los distintos formatos de

comunicación más usuales que los técnicos podemos afrontar.

UNESCO ha dado quizá el puntapié inicial en este sentido, aun cuando su postura

excluye algunos formatos muy difundidos. Y aunque la clasificación puede sonar

estructurada, al momento de comunicar resulta muy valiosa. Saber de antemano, emisor y

receptor, los códigos comunicacionales a emplear, permitirá conseguir rápidamente superar

filtros y obstáculos, para penetrar rápidamente hacia los contenidos.

Una propuesta de clasificación


A continuación se describe una propuesta de clasificación, perteneciente a la

comunidad científica argentina, que sin ánimo de resultar taxativa permite acordar

convenciones valiosas.

Artículo: texto escrito, publicado por lo general en revistas especializadas, que

alcanza a la comunidad científica para comunicar los principios del trabajo, con la posibilidad

que también accedan a ellos receptores no afines a la temática abordada.

Comunicación preliminar: es un texto normalmente destinado a jornadas de

actualización y congresos, a través del cual se comunican los primeros resultados y avances

del desarrollo de un trabajo.

33
Mural: conocido como poster, expone en congresos los resultados de una

investigación; se presenta con la asistencia del autor, en horarios pautados, para poder

discutir con él sus alcances.

Tesis: documento académico que tiene como contenido los resultados de un trabajo

de investigación científico, generalmente de bastante profundidad. La forma de presentación

es quizá la más compleja de todas (se trata con más profundidad en esta misma publicación).

Tesina: es el nombre que reciben las tesis de grado, que se diferencian de las de

postgrado porque normalmente tienen menor complejidad y menor profundidad.

Monografía: es un trabajo escrito mediante el cual se comunican hechos, ideas o

conocimientos sobre tópicos técnicos determinados; es frecuente que aparezcan en ámbitos

no académicos, ya que sus alcances son más pragmáticos que los de una tesis y el grado de

profundidad de la investigación de origen es menor.

Informe: es una comunicación técnica, escrita, por medio de la cual se comunican

conceptos técnicos sin que medie una investigación rigurosa para llegar a ellos; se trata de

conocimientos asentados sobre otros que resultan previos, y que pueden permitir arribar a

conclusiones de valor.

34
Abstract: texto breve publicado en revistas especializadas, para interesar a la

comunidad científica acerca de un texto de mayor profundidad. Suele conocérselo

vulgarmente con el vocablo inglés ‚paper‛.

Ensayo: escrito por el cual el autor reflexiona acerca de otros conocimientos previos

enunciados por terceros, exponiendo su propia postura.

Ponencia: comunicación verbal de formato libre, de envergadura pequeña, a través

de la cual el emisor presenta técnicas, métodos, experiencias o estudios. Puede darse en el

marco de congresos, jornadas de trabajo en grupo, etc.

Presentación oral: comunicación verbal, frecuentemente auxiliada por recursos

audiovisuales, que se utiliza para comunicar conceptos técnicos a un auditorio. Posee

características muy singulares que obligan a su análisis más detallado (también se trata en el

presente libro).

Comunicación no formal: en este campo entran un conjunto de formatos de

comunicación técnica, normalmente no contemplados en las clasificaciones anteriores: mails,

reuniones de trabajo, chat, redes sociales, etc.

35
CAPÍTULO 7

NORMAS DE REDACCIÓN
DE DOCUMENTOS TÉCNICOS
Después de haber comprendido los conceptos de la Comunicación Eficaz puede

pensarse que, siguiendo aquellos principios rectores de la comunicación eficaz, se dispone de

absoluta libertad creativa para conseguir los objetivos. Esto es una verdad a medias. Si bien la

irrupción de nuevos formas de pensar la comunicación se aleja de la condición estructuralista

de Jakobson, los avances científicos sobre esta disciplina han comenzado a dar algunas

indicaciones muy precisas respecto a las formas de aplicar las ideas rectoras.

Debe entenderse que todas estas recomendaciones buscan acortar camino, tratando

de lograr la eficacia comunicacional. Pero no son, ni han pretendido serlo, recetas mágicas.

Particularmente, la existencia de Normas para la presentación de documentos

configura un ejemplo contundente de lo dicho. Pueden resultar muy útiles a los Ingenieros, si

se las toma con prudencia, sabiendo que nunca hay que perder de vista que la Comunicación

Eficaz propone inexorablemente acercarse al lector.

Dentro de este esquema, se resume a

continuación el contenido de las Normas

UNESCO para Redacción de Documentos; la

intención no pasa por indicar ‚qué se debe

hacer‛, sino permitir al lector una visión

general acerca del espíritu de su redacción,

pudiendo apreciar la cantidad de recursos

puestos en juego para buscar feedback con

los potenciales lectores.

36
Resumen de contenidos de las Normas UNESCO
Las publicaciones científicas están sujetas a una serie de normas internacionales (son

varios los organismos que han dado conocer su propuesta en este sentido). Estas Normas no

son regularmente obligatorias, pero conforman un buen antecedente para establecer

cánones de presentación escrita, cuyo valor es extrapolable a usos corrientes.

En 1962, la UNESCO publicó las Normas que deben aplicarse en materia de

publicaciones científicas (documento UNESCO/NS/177), con revisiones periódicas que le han

permitido mantener una plena vigencia como material auxiliar. A continuación se brinda un

resumen de sus contenidos, a través del cual se puede advertir la permanente vocación por

atender a los preceptos de comunicación eficaz vistos en el Capítulo 1. es inusual que los

profesionales de la Ingeniería debamos estar sujetos a estas Normas, pero sientan bases muy

interesantes para adoptar como material de apoyo al momento de redactar.

1) Objetivo
La finalidad central del documento científico debe ser la de comunicar los resultados de
investigaciones, ideas y debates de una manera clara, concisa y fidedigna. Nunca deberá perderse de
vista este objetivo central.
A partir de allí, deberán trazarse estrategias bien elaboradas y seguir los códigos de
comunicación de manera de facilitar el intercambio.

2) Elementos constitutivos del manuscrito


El título será conciso, no debe sobrecargarse con abreviaturas, paréntesis, fórmulas o
caracteres desconocidos.
El resumen analítico es un título más extenso compuesto por oraciones conexas. Es bueno
que todos los artículos incluyan un resumen de este tipo, en consideración a los lectores. Más adelante
se amplían los conceptos sobre este punto.
Otros elementos del mismo son la identificación bibliográfica y la identificación del autor.
El texto principal debe estar bien integrado, aunque dividido en secciones. Pueden incluirse en
cada sección encabezamientos de carácter informativo. Deben evitarse las notas al pie de página y la
separación innecesaria de partes del texto en forma de anexos o apéndices.
Las Listas de referencias suelen adquirir una magnitud desproporcionada en la publicación
de temas científicos, hasta tal punto que, en ocasiones, requieren un mayor esfuerzo de edición que la

37
parte estrictamente científica del artículo. Pero esto forma parte del estilo de estos documentos y
resulta muy difícil cambiar la tendencia.

3) Estilo de presentación
La introducción debe explicar la finalidad del documento.
Si en un artículo de investigación se incluye una reseña crítica o histórica de los conocimientos
existentes, esta debe limitarse estrictamente al tema tratado en el artículo. Las reseñas más generales
deben publicarse, como tales, por separado.
Debe exponerse el tema de la manera más concisa posible, utilizando un vocabulario sencillo
y directo. La terminología y la nomenclatura, aunque forman parte del lenguaje científico, han de
usarse con sentido crítico y con mesura.
Los autores deberán procurar que sus artículos contengan todos los datos que contribuyan a
la comprensión del mensaje y, con ese fin, darán las explicaciones necesarias sobre el sentido de los
símbolos y abreviaturas empleados. No se deben utilizar demasiadas abreviaturas poco corrientes y
sobre todo, las que designen términos de escasa utilización, ya que esa práctica dificulta
considerablemente la lectura.
Los autores deben aclarar qué partes del artículo representan contribuciones propias y cuáles
corresponden a aportes de otros investigadores. Deben especificar cuidadosamente en el texto las
limitaciones del trabajo realizado: el grado de validez de sus conclusiones, las fuentes de error y los
errores probables en los datos presentados. No deben adoptar una actitud excesivamente optimista
respecto de la precisión de su trabajo, la universalidad de sus conclusiones o la aplicabilidad de los
resultados obtenidos. Evitarán los argumentos falaces cuando critiquen otros trabajos conexos. Las
críticas solo se referirán al aspecto científico de esos trabajos.

38
4) Citas y referencias
Los trabajos anteriores publicados sobre el mismo tema deben ser objeto de referencias
bibliográficas explícitas, cuando estas sean necesarias para poner de manifiesto el progreso que
suponen los nuevos trabajos y resultados para el conocimiento del tema. En esas referencias se
expresará el debido reconocimiento de los trabajos que hayan permitido realizar el nuevo aporte.
En general, solo hay que mencionar trabajos publicados o aceptados para su publicación, y
que sean de dominio público. Debe evitarse, dentro de lo posible, toda referencia a comunicaciones y
documentos privados de difusión limitada (es decir, no universalmente accesibles). No se trata de
prohibir las alusiones a entrevistas o comunicaciones privadas, pero es ciertamente injustificado
apoyar una afirmación o una teoría en una entrevista no controlada.

Las referencias deben indicarse en el texto mediante una cita que sea lo más breve posible, y
que podrá tener correspondencia con una referencia completa en la Lista de Referencias que figure al
final del trabajo. Una cita en el texto puede consistir en el nombre del autor y el año de publicación, a
lo que corresponderá un artículo que comience con los mismos datos en la Lista de Referencias,
dispuesto en orden alfabético (y cronológicamente, si se hace referencia a más de un trabajo del
mismo autor). Este sistema es el más ergonómico, tanto para el autor como para el lector, evitando la
consulta frecuente de la Lista de Referencias.
En las publicaciones científicas se siguen empleando otros procedimientos, desde las
referencias al pie de página (que, por no ser económicas ni ergonómicas, deben evitarse totalmente),
hasta las notas de referencia al final del texto y las citas numeradas, correspondientes a listas de
referencias no alfabéticas o alfabéticas. Todos estos sistemas requieren una lectura en dos lugares
diferentes, lo que resulta totalmente desaconsejable.

5) Identificación Bibliográfica
Este punto refiere a todas las fuentes consultadas, y a las que el lector pueda tener acceso si lo
requiere.

39
El término remitía históricamente a los libros; con el tiempo, las fuentes se han vuelto mucho
más diversas y numerosas, y de hecho Internet ha pasado a ser la principal cantera de material.
Algunos intentos por reemplazar el término ‘bibliografía’ no resultaron exitosos.

6) Preparación de resúmenes analíticos


Ante el creciente volumen del material científico publicado, es indispensable que el contenido
básico de todos los artículos sea fácilmente accesible, en forma concisa. Para ello, los títulos han de
ser adecuados y deben ir seguidos de un resumen analítico, al comienzo de cada artículo. Al redactar
el resumen, los autores no deben olvidar que, probablemente, será esa la única parte del artículo que
leerá la mayoría de los lectores.
La finalidad principal del resumen es
proporcionar a determinados lectores, tanto al
especialista en el tema como a quien da una
mirada liviana a la publicación, una información
suficiente que les permita juzgar si les conviene
profundizar en el texto. Un resumen bien
formulado, que guarde relación con un título
adecuado y con un conjunto de palabras clave,
constituye una gran ayuda para el mejoramiento
general de la comunicación en el campo
científico.

La extensión del resumen analítico viene determinada por su carácter de complemento del
título, redactado en forma de oraciones conexas. Por lo tanto, el resumen debe estar situado entre el
título y el texto principal y (al igual que el título) variar dentro de límites relativamente estrechos;
según el tipo de caracteres elegidos, se suele recomendar un máximo de 200 a 250 palabras. En todo
caso, la consigna es que no sea un largo texto sino cada vez más selectivo e indicativo.
El resumen analítico debe ser independiente, aunque puede interrelacionarse con el título;
por eso, deben evitarse las citas del texto ‚aisladas‛ o las referencias a figuras que aparezcan en el
mismo (ya que el resumen no incluye referencias ni ilustraciones). Por razones similares, el texto del
resumen no debe estar redactado en primera persona (lo que, en cambio, está ampliamente permitido
y es recomendable en el estilo moderno de redacción de textos científicos; en el resumen analítico, sin
embargo, no es ya el autor quien habla); queda claro que se evitarán abreviaturas, símbolos, etc.

40
7) Terminología y nomenclatura
Si apareciesen nuevos términos, deberá explicarse la derivación y construcción de los mismos.
Solo deben introducirse para fenómenos que se mencionan con frecuencia y que no pueden
describirse recurriendo a breves expresiones de uso común. Explicar la construcción de un término o
de un nombre es, también, un acto de autodisciplina; la introducción de una nueva palabra constituye
una innovación suficientemente importante como para dar lugar a dicho tratamiento.

8) Preparación de cuadros
Sobre este punto solo se brindan recomendaciones muy generales. Se señala que, según la
tipografía moderna, carecen de líneas verticales.
Los cuadros que contienen elementos gráficos distintos de caracteres normales y de líneas
horizontales (líneas irregulares, fórmulas y símbolos pocos comunes, etc.) deben disponerse,
preferentemente, para ser reproducidos como ‚figuras‛.
Los cuadros deben ir acompañados de una leyenda explicativa y no un simple título o
referencia a una explicación que figura en el cuerpo del texto.

9) Preparación de ilustraciones
Las ilustraciones deben planearse de tal forma que abarquen todo el espacio que ocupa el
texto o el de una columna. Si se utiliza un ancho intermedio, debe preverse un espacio suficiente para
colocar la leyenda al lado de la figura dentro del área destinada al texto. No deben dejarse espacios
innecesarios.
Las líneas deben interrumpirse, sobre todo, cuando interfieren con elementos del texto. Las
tramas demasiado densas, los ángulos entre cuadrículas y las partes sobrecargadas de detalles tienden
a ennegrecerse demasiado al utilizarse todos los métodos de reproducción comunes.
Las fotografías destinadas a ilustraciones deben ser nítidas y bien contrastadas, pero sin
zonas demasiado oscuras o extremadamente claras. Si se emplea luz incidente para fotografías de

41
laboratorio, la luz debe provenir uniformemente del ángulo superior izquierdo. En una figura múltiple,
todos los elementos deben ser de tono y contraste semejantes.
Deben numerarse las ilustraciones consecutivamente (con
números arábigos), y se acompañarán de una leyenda explicativa y no
solamente de títulos o referencias que figuran en el texto. Se evitarán las
‚llamadas‛, ya que la consigna es que el lector no se vea obligado a leer
en muchos lugares diferentes.

10) Forma de presentación


La ortografía y el lenguaje serán correctos, y en este sentido será el autor el principal
responsable de las correcciones, ya que aun cuando se encargue la revisión de los documentos a un
tercero, este no será capaz de corregir la terminología ni el sentido técnico que el autor ha pretendido
conferirle.
Todos los textos deben estar ampliamente espaciados y tener un ancho margen izquierdo.

42
CAPÍTULO 8

ALGUNAS RECOMENDACIONES
PARA LA REDACCIÓN
Pareciera que nadie ignora el objetivo central de un documento técnico: comunicar

conceptos desde el autor a los lectores. Sin embargo, con toda la riqueza que puede

desprenderse de esa idea, es frecuente encontrar muchos errores o, en rigor, omisiones

comunicacionales que debilitan las chances de lograr el objetivo.

Desidia, desprecio por el valor de la comunicación eficaz, desconocimiento, son

algunas de las razones por las que suelen generarse documentos con ‚problemas‛ para

conseguir la eficacia. Los Ingenieros, con magra formación en el tema pero, lo que es peor,

sin siquiera una valorización de la comunicación a tono con los tiempos actuales, corremos el

riesgo de caer en errores básicos sobre el tema.

Que los técnicos asuman su condición de comunicadores deficientes no alivia las

responsabilidades, sino que debiera aumentarlas. Quien se reconozca menos hábil para esta

disciplina tendrá que considerar, al menos, las siguientes recomendaciones.

Revisión de ortografía
Habrá que partir de la base de suponer que el autor tiene conocimientos suficientes

de las reglas ortográficas y gramaticales. O sea que el enfoque de estas recomendaciones

pasa por ‚afinar‛ detalles, no por constituirse en una lección de redacción básica.

Naturalmente, el recurso más a mano para

revisar ortografía lo proveen los procesadores de

textos, con comandos específicos para efectuar este

tipo de labores. ‚Pasar el corrector‛ es imprescindible

a esta altura, y esta barrida nos eliminará la primera

batería de errores ortográficos o tipográficos.

43
Sin embargo, hay que ser conscientes de las limitaciones de estos programas:

- En ortografía: una de las principales limitaciones surge de que no se distinguen las

distintas variantes de las palabras, ya que lo único que se comprueba es si cada

palabra pertenece o no a la lista de palabras correctas: por ejemplo, "hay / ahí /

ay" o "módulo / modulo / moduló".

- En gramática, aunque se supone que se pueden detectar fallos de concordancia

en las frases, no siempre se realiza bien este control. Por ejemplo, el siguiente

caso se marca como erróneo porque se supone que "pueden" no coincide en

número con "mantenimiento": "Algunos de los factores que afectan a la

productividad en el mantenimiento pueden ser consecuencia ...".


- En el caso de requerir el empleo de la utilidad de Sinónimos / antónimos, se

puede llegar a ver curiosas acepciones de las palabras.

- Por último, hay que destacar que en el diccionario empleado en Word, faltan

palabras del diccionario de la Real Academia y aparecen términos no aceptados.

Ante estos casos, deberá releerse cuidadosamente el documento, tanto sea por el

autor como por un tercero que oficie de ‚primer lector‛.

Legibilidad y claridad
Mientras se redacta y una vez terminado, se comprobará que el texto sea legible y

que se es claro en lo que se comunica al lector.

Para crear textos legibles y claros se recomienda:

- Utilizar frases cortas.

- Cuidar la puntuación correcta, el idioma castellano provee herramientas para

simbolizar por escrito cada puntuación. Distinguir entre cada signo es el primer

paso para poder hacer una aplicación dosificada correctamente.

- Cuidar el uso de tecnicismos, neologismos, traducciones, o cualquier término que

pueda ser incomprendido o malinterpretado.

- Aunque quien escribe pueda ‚jugar‛ con la sintaxis, es claro que al lector le resulta

más fácil entender las frases que mantienen un orden sintáctico clásico en los

elementos de oración: Sujeto + Verbo + Complementos (‚El ácido clorhídrico

44
puede dañar la piel‛, en lugar de ‚La piel puede ser dañada por el ácido
clorhídrico‛).

Inteligibilidad
Otro aspecto a evaluar pasa por saber si se entiende el texto; para ello se evitará caer

en los siguientes problemas:

- Ambigüedad: ‚Se emitirán cinco programas, siendo el costo de Pesos Cien mil‛.

¿Costo total, o por programa?.

- Confusión: ‚No es probable que no ocurra algo que no sea distinto a dicha

situación", las frases ‚negativas‛ confunden al lector, lo obligan a detenerse para


pensar el sentido... o a pasarlas por alto.

- Falta de coherencia a lo largo del texto: conviene usar el mismo término para

designar el mismo concepto en el texto, especialmente si el concepto es poco

conocido. ‚Clavadera‛, ‚clavador‛, ‚alfajía‛ o ‚tirante‛ pueden significar lo mismo,

pero para quien no está en tema es confuso que se alternen estos nombres.

- Información incompleta: refiriéndose solo a las formas (no al contenido que

pueda ser incompleto), un ejemplo resultan las abreviaturas ‚no explicadas‛, o la

referencia a conceptos técnicos que no resulten claros o conocidos.

- Redundancia: hay que evitar las palabras que no aportan nada, así como la

repetición de ideas o frases.

45
Tipografía y diseño
- Se recomienda mantener una coherencia en el uso de marcas tipográficas para

conservar su valor distintivo, de tal manera que cada marca (cursiva, negra,

comillas, mayúsculas, subrayado) ofrezca un significado propio.

- En el caso particular de los títulos, una forma sugerida es la de escribir los títulos

que no sean de capítulo con minúsculas, salvo la primera letra y las iniciales de los

nombres propios. Si un título va a ocupar más de ¾ de un renglón, se divide en

dos o tres partes iguales más pequeñas, y se escribe a un espacio, centrado.

- No dejar títulos al final de la página si no se escriben por lo menos dos

renglones de texto. Al final de un título, no se pone punto.

- Dejar un espacio después de cada signo de puntuación.

- No poner coma ni punto antes de paréntesis.

- Notas y citas: de ser posible, se intercalarán dentro del texto, con una tipografía

especial (siempre la misma). Si su extensión dificulta ese mecanismo, podrán

sacarse del texto para disponerse a pie de página o, en una Lista de Referencias al

final del texto. Pero siempre se trata de evitar que el lector deba discontinuar la

lectura para entender los conceptos.

- Se buscará impedir que un cuadro pase a la página siguiente; pero si es

inevitable, repetir el encabezamiento de las columnas.

- Numeración de páginas: cualquiera que fuere la manera de numerar, se debe

mantener el mismo criterio para todo el texto; por ejemplo, la numeración aparece

abajo, a la derecha de la página.

- Cuadros, mapas, gráficos, planos:

a) Sostener una identificación propia, que permita ubicarlos rápidamente.

b) Todos deben tener su correspondiente título.

c) Aclarar las unidades que se usan.

d) Aclarar el encabezamiento de cada columna.

- Al escribir números, poner comas (no puntos) para separar los decimales. En

cuanto a la forma de separar los miles y millones, hay dos tendencias: poner

puntos o poner espacios; en todo caso, no poner comas.

46
CAPÍTULO 9

PRESENTACIONES ORALES
La presentación oral no es más que una forma de comunicación interpersonal, en la

que el canal físico es la voz. Por lo tanto, vale todo lo visto respecto a las generalidades de la

comunicación, y en especial cuando nos referimos a la Comunicación Eficaz

Una de sus singularidades pasa por el hecho de que difícilmente un profesional (y

esto no es privativo de la Ingeniería) pueda eludir, a lo largo de su vida laboral, instancias en

las que deba expresarse en público. Una vez más es posible que surjan a la luz las

limitaciones que regularmente poseemos los técnicos en estas instancias. Por esta causa el

tema será abordado con algo más detalle en el presente Capítulo.

El orden lógico
En principio, y antes de proseguir en el desarrollo, conviene recordar que cuando se

habla, en realidad no se expresa solo con palabras, sino con todo el cuerpo. Por lo tanto, al

comenzar la exposición, el relator es objeto de observación. Primero es visto, o para mejor

decir, observado; luego es oído, o en realidad, escuchado; finalmente, es evaluado.

Entonces, el acto de expresión debe ser considerado en todos sus aspectos

observables y audibles. Cabe imaginarse que las variables en juego son muchísimas, y a eso

hay que sumarle el riesgo de la impredictibilidad del fenómeno de la comunicación: a

diferencia de los casos en que el canal es un medio escrito, las presentaciones orales tienen

el factor componente de no dejar demasiado tiempo para la reflexión, por lo que los

recaudos a tomar en estos casos debieran ser mayores.

47
La preparación
Rigurosamente, la presentación oral empieza desde el momento en que decidimos

hacerla.

Ha de suponerse que el tema a abordar queda rápidamente resuelto. Sin embargo, el

enfoque que se le dé resultará central. La eficacia de una presentación oral juega

importantes cartas de triunfo en esta instancia.

Emparentado con lo anterior, es preciso pensar (o imaginar) al auditorio. Saber sus

expectativas, configurar cómo habrá de funcionar el mecanismo selectivo de sus cerebros

ante nuestros mensajes, nos habrá de conducir a encontrar el nodo del tema elegido. Tener

claro qué es lo que queremos transmitir, nos ayudará a ser precisos, breves, directos. A la vez,

nos clarificará acerca de la cosmética a brindarle a la presentación.

A diferencia de años atrás, no se requiere tener un léxico extremadamente

enriquecido: ser conciso y contundente es más valioso que saber muchas palabras.

Por lo tanto, es claro que tendremos que encontrar el estilo que más nos sirva. No

sirve de nada pretender disfrazarnos de un orador que no somos, porque el precio a pagar

por la pérdida de espontaneidad y, luego, de eficacia, será muy alto.

La comunicación se ha desacartonado en los últimos años, de manera que un orador

puede dirigirse a su auditorio desde su zona de confort corporal, concentrando la energía en

instalar su mensaje en la mente de los receptores.

Lo que parece ser una condición ineludible, es el conocimiento acabado del tema.

Posiblemente podamos repasar una larga lista de oradores que dominan las formas de la

oratoria, pero no los contenidos. Sin embargo, no es un buen camino para seguir. Siempre es

prudente saber del tema que vamos a tocar. Se convierte en la mejor llave para ganar

credibilidad y confianza en el auditorio.


48
Definición de los elementos de la presentación
Volviendo sobre lo descripto recién, y siguiendo los principios de la comunicación

eficaz, en todo momento hay que buscar empatía con nuestros oyentes.

Esto puede resultar sencillo si conocemos a los asistentes: un evento en la empresa,

un congreso de pares. No obstante, nunca las presentaciones orales se dan para públicos

‚desconocidos‛. Aun cuando no sepamos su pertenencia en modo estricto, siempre nos será

posible saber su rango etario, su formación previa, la razón por la que asistirán a presenciar

la charla, su locación geográfica. Esos datos pasan a resultar imprescindibles para armar

nuestra presentación, porque centraremos la búsqueda de empatía en esos datos generales,

difusos, imprecisos, pero de muy alta valía. Con frecuencia esa data es despreciada, lo que

nos pone en la peligrosa situación de lanzarnos a dar una charla ante ‚gente desconocida‛.

No existen dos públicos iguales, por lo tanto cada presentación será diferente a la

anterior. Suele ocurrir que las presentaciones se preparan intensamente para la ‚primera vez‛,

pero esa energía va dando paso a una subestimación del tema, y eso se termina percibiendo.

Respetar al auditorio implica pensar en él antes de dar la charla, prepararse, entrenar,

concentrarse y respetar sus códigos, filtros y necesidades.

Con esas consignas, los puntos importantes a definir son:

- Puntos claves: son los objetivos de la presentación, pueden ser explícitos para el

público, o no. No deben exceder de 3 o 4, y se debe concentrar toda la energía

para que al menos esa parte del mensaje quede instalada en los receptores.

- Elementos de transición entre los puntos claves: constituyen ‚el decorado‛ de la

charla, es decir que son relevantes pero nunca deben distraer la atención del

oyente respecto a los puntos claves.


49
- Recursos a emplear: la gama es enorme, debemos valorar cuán necesarios son,

tanto para apoyar nuestra oratoria, para resaltar aspectos que quedarían

incompletos sin el recurso, para encubrir algunas debilidades, o simplemente para

engalanar la presentación.

- Duración prevista: es muy extraño que un

auditorio soporte más de 45 minutos con el

mismo grado de atención; una presentación bien

dosificada puede exceder este tiempo, pero en

general la tendencia actual pasa por ser muy

concisos, claros, directos, respetando el tiempo de

los demás.

Las actitudes
Ante el auditorio deberá adoptarse una actitud serena, distendida. Los extremos son

malos, tanto aquel que permanece rígido con las manos inmóviles al costado del cuerpo,

como el que exhibe una gama de movimientos circenses. Debe inspirarse respeto en los

oyentes, ya desde la propia posición corporal.

En general la mejor posición para hablar en público es de pie; estar sentado, además

de la posibilidad de contraer el diafragma, no permite que todos los presentes nos vean con

claridad, y nos condena a quedar inmovilizados durante toda la charla.

50
Los gestos
Los ademanes o movimientos de brazos y manos, tienden a aclarar las ideas

haciéndolas entender mejor a los oyentes. Deben ser naturales, evitando preciosismos y

adaptándose a la idea que se está verbalizando.

La posición natural de los brazos es al costado del cuerpo, listos para gestuar cuando

la idea necesite de ese refuerzo; solo excepcionalmente podrá recurrirse a posiciones tales

como ‚de brazos cruzados‛, las manos tomadas por delante del cuerpo (‚hoja de parra‛) o

por detrás.

Para presentadores novatos o muy nerviosos, es válido recurrir a un elemento que

ayude a ‚fijar las manos‛: una lapicera, un puntero láser, un control remoto, contribuyen a

tener las manos ‚ocupadas‛ sin denunciar nerviosismo.

El cuerpo debe permanecer erguido mientras estamos realizando la presentación, con

el peso distribuido entre ambas piernas y evitando balancearse de costado.

En cuanto al movimiento, es importante caminar de un lado a otro de la sala de

modo de estar tan cerca como se pueda de cada uno de los oyentes. Cambiar de lado

implica llegar hasta cada rincón para comunicarse con la persona que está más atrás en la

sala, y a la que muchas veces se olvida. Si se combina este movimiento con la vista, se tendrá
51
el efecto deseado, o sea un contacto personal con cada individuo presente, estableciendo un

vínculo visual individual.

Si se usa usan imágenes en pantalla, quedarse estacionado en un solo lugar puede

obstaculizar la visual de algún observador a la proyección. No es mayor problema cruzar por

delante del haz luminoso, lo importante es salirse de ese lugar continuando el movimiento

de cruce.

Cuando una persona hace una pregunta la atención debe centrarse en ella, aun

cuando la respuesta será para todos los presentes. Si la pregunta se ha formulado en voz

baja, se repetirá para que todos la escuchen, consultando a quien la formulara acerca de la

fidelidad de la trascripción; luego se responderá cuidando que todos escuchen.

Está de más decir que fumar, comer chicles, o atender el celular, son actitudes

definitivamente ‚prohibidas‛ en instancias de una presentación oral.

El rostro
A través de nuestro rostro transmitimos gran número de mensajes a nuestro público.

Es importante no gesticular demás durante la presentación pero sí mantener un rostro

"abierto". ¿Qué es un rostro abierto? Es aquel en el que predominan los gestos que tienden

a la sonrisa sobre los gestos serios, adustos y que parecen demostrar que estamos

enojados. Es un rostro dispuesto a recibir de los demás.

La vista es un elemento esencial a cuidar muchísimo durante la presentación. Cada

asistente a la presentación debe tener al final de la misma la sensación de que le fue dirigida
52
en su totalidad solo a él. Para lograr esto se debe rotar entre todos los asistentes la vista de

modo de mirarlos a todos repetidas veces y cambiar a su vez de uno a otro. En un auditorio

pequeño y con poca gente debemos ser especialmente cautelosos de no olvidar a nadie,

podemos estar tentados de dirigirnos con la vista solo a la gente que nos genera ‚simpatía‛ y

con los que nos sentiremos más a gusto. Puede ser un grave error que luego pagaremos

caro. Si el auditorio es muy grande, se mirará por zonas y al mirar a un grupo parecerá que se

mira a cada uno.

Los errores más frecuentes con la mirada pasan por

dirigir la vista a la pantalla, mirar el piso o el techo o las

paredes. No dirigir la vista a los presentes, además de

resultar agresivo para ellos, impide tener un feedback

directo y valioso para entender si debemos rectificar algo en

el momento.

La sonrisa es otro de los atributos del rostro que lo transforman y transmiten

confianza a los receptores del mensaje. La presentación debe amenizarse entre momentos

serios y otros más livianos o distendidos. Se puede, sin embargo, mantener durante el

transcurso de la presentación un gesto que tienda a la sonrisa. No se trata de fingir una

sonrisa, sino de mostrar satisfacción por lo que se está haciendo.

El factor verbal
Naturalmente, la voz y todo lo que ella significa, resulta clave en las presentaciones

orales. El timbre, que es la marca personal de la voz, resulta difícil de modificar. Al menos, no

parece razonable esperar que un técnico se someta a complejos tratamientos foniátricos solo

para responder a la exigencia de hablar en público esporádicamente.

Pero otros aspectos del factor verbal sí pueden adaptarse, trabajarse. De hecho, la

intensidad (‚fuerza‛ del sonido) es el factor que naturalmente sufre una adecuación según la

cantidad de personas que escuchen y las condiciones del lugar donde esto ocurra.

Otros aspectos también pueden ser adaptados: el ritmo de la expresión (incluyendo la

velocidad y el ritmo de las frases), el tono (que abarca el sentimiento dado a la expresión), y

finalmente los silencios que son tan necesarios como el sonido.

53
Los recursos
Un amplio conjunto de herramientas facilitan la provisión de recursos que pueden

cooperar con una adecuada transmisión de los mensajes. La elección de los mismos

depende, por supuesto, de su accesibilidad, pero también de entender qué aspectos

queremos resaltar, qué jerarquía pretendemos darle a la presentación, y qué debilidades

podemos disimular con su presencia.

Entre los elementos más comunes, podemos distinguir:

Pizarra: desde el tradicional pizarrón con tizas hasta las más modernas placas con marcador,

se trata siempre de un material que permite tomar notas espontáneamente, borrarlas,

generar un razonamiento a la vista de todos, y permitir la participación de los asistentes.

Como obstáculos, está el riesgo de la desprolijidad, su carácter precario, la pobreza estética, y

que deja un registro visual poco potente. Además, obliga al presentador a estar de espaldas

durante buena parte de la charla.

Rotafolios: es una variante de la anterior, de manera que conserva las

ventajas de resultar práctico y económico, permitiendo una evolución

inmediata de los razonamientos emergentes. Pero es pequeño

(dificultad visual), no deja registro, estéticamente es débil. Puede

resultar muy útil como apoyo a otros recursos ya que registra palabras

de los asistentes.

Cañón: hoy por hoy, y excluyendo por supuesto la voz humana, es el recurso más usado. Las

ventajas son innumerables, ya que permiten ofrecer presentaciones preparadas con

programas especiales (Power Point sigue al comando en popularidad, aunque Prezi ha

avanzado mucho terreno. Emaze es otra alternativa visualmente interesante), mostrar videos,

conectarse en el momento, corregir sin esfuerzo y hasta interactuar con los móviles de los

asistentes. Además, se pueden conectar a diferentes dispositivos diferentes que la

computadora. La única desventaja de esta herramienta es que requiere, además de un

dispositivo donde se alojen los archivos a exponer, del cañón proyector. Costoso y no

siempre disponible, puede traernos algún inconveniente.

Sonido: podemos acompañar nuestras presentaciones con efectos de sonido, como por

ejemplo una suave música de fondo; en ese caso, habrá de cuidarse que la elección no

distraiga la atención y solo resulte un acompañamiento de nuestras palabras o enfatice algún

54
segmento de la presentación. Pero también habrá de pensarse en la conveniencia de utilizar

micrófono, lo que resulta inexorable en casos de muchos asistentes o ambientes con mala

acústica. El micrófono pone la voz en primer plano, pero hace perder muchos efectos vocales

y a la vez genera cierta distancia entre el expositor y los oyentes.

El miedo escénico
Aunque resulta extraño que un expositor no esté algo nervioso antes de dar su

presentación en público, la idea es convertir ese estado en una motivación positiva, una

adrenalina que impulse a salir ‚a escena‛ con entusiasmo.

La primera clave para bajar el estado de nervios consiste en asumir que somos

capaces de hacerlo, que tenemos algo importante que decir, y que somos técnicamente

idóneos para asumir la responsabilidad.

El segundo paso para reforzar la confianza es tratar de conocer y prever todos y cada

uno de los pasos que vamos a dar. Esto se consigue practicando, una y todas las veces que

sea necesario, hasta acotar las posibilidades de ‚error‛ a su mínima expresión. La

impredictibilidad de los hechos no debe hacer creer que vamos a ‚saltar sin red‛: las

presentaciones tienen secuencias lógicas, los públicos se comportan con ciertos patrones

más o menos previsibles, por lo que el entrenamiento previo nos brinda la oportunidad

inmejorable de ensayar la gran mayoría de las variables en juego. En este proceso, no debe

descartarse la posibilidad de ensayar frente a un auditorio ‚ficticio‛, compuesto por amigos o

compañeros.

Conocer que al estar ante el público, el expositor es primero observado, después

escuchado y finalmente evaluado, nos da buenas pistas para reforzar cada aspecto en el

55
momento adecuado. La sola idea de saber que en determinado momento se estará frente a

un buen número de personas en silencio, con toda su observación sobre nuestra persona,

produce en algunos un nivel de terror incontrolable. Sin embargo, si el presentador no cree

poder salvar esa primera instancia de ‚examen visual‛ exitosamente, puede recurrir a apoyos

a través de medios auxiliares que atenúen el impacto de ese momento. Comenzar con un

video, agregar sonido, valerse de un tercero que nos presente, son algunos de los infinitos

recursos que pueden pensarse para disimular ese instante que suponemos difícil.

Así podría nombrarse una extensa lista de recursos para atemperar el miedo

escénico. Trabajo sobre la autoestima, entender nuestro rol como oradores, y hasta las

cábalas, son parte del nutrido listado.

Finalmente, hay muchos ámbitos que toleran que el presentador exhiba y comparta

sus debilidades como presentador. Esto seguramente es menos aceptable en un orador

profesional, pero los públicos ofrecerán toda su tolerancia a un técnico o un científico cuyas

capacidades no son, exactamente, las de hablar en público.

Manejo de situaciones
Aunque es absolutamente imposible controlar la previsión de situaciones fortuitas

que pudieran ocurrir en la presentación, todo lo que se pueda avanzar en este campo servirá

para estar prevenidos y tener a mano la salida que nos permita salvar la instancia con éxito.

Sin ánimo de hacer un listado excluyente, veamos algunas de las cosas que ocurren con

mayor frecuencia:

Falla de los recursos: esta situación no solo se refiere a un inoportuno corte de energía o

una computadora que se ‚cuelga‛ (lo que queda casi definitivamente fuera de las previsiones

que podamos tomar), sino a casos mucho más vulgares y detectables con anterioridad.

Dependiendo del recurso auxiliar que se haya optado, resulta imperdonable que por no

probarlo con anterioridad, encontremos que la versión en la que grabamos la presentación


56
es más moderna que la que soporta la computadora; o más burdamente todavía, que no

tenemos un adaptador de corriente para poder enchufar los equipos. Aunque no se puede ir

a una presentación con ‚todos‛ los detalles previstos, una prueba previa con suficiente

tiempo nos permitirá reducir los riesgos.

Cambios en el lugar físico: siempre es prudente conocer con antelación el lugar donde

haremos la presentación; desde un paneo general para ubicarnos mentalmente en la

situación, hasta los detalles como ubicación de tomacorrientes o la puerta de acceso, sirven

para ajustar la preparación. Pero no siempre estas condiciones se mantienen, y debemos

estar alertas para saber cómo sobrellevar eventuales alteraciones; es posible que no se

puedan apagar todas las luces, o que alguna ventana deje filtrar luz exterior, o que lisa y

llanamente la sala prevista no esté disponible y debamos mudarnos a otra más grande o más

pequeña. Una vez más, estar presentes con antelación suficiente o hasta exagerada, nos deja

margen de maniobra para corregir cosas, y hasta para retomar nuestro estado de

concentración si debimos consumir tiempo ‚fuera de programa‛.

Cambios en el auditorio: el presentador ha preparado hasta el último detalle su exposición.

Revisó los textos, las imágenes, el vocabulario; tiene previsto contar un par de anécdotas muy

apropiadas para el perfil de los oyentes, todo parece estar bien. Pero cuando llega al lugar, el

organizador le anuncia que además de los 15 ingenieros previstos asistirán 35 alumnos

adolescentes de una escuela técnica media.

Esa situación altera por completo las condiciones previstas, y aunque no es tan frecuente,

deja en claro que hay que estar preparado para que ocurran. En este sentido, la capacidad de

improvisación del presentador juega un rol importante, pero también es obvio que cuanto

mayor sea la preparación previa, mayores serán las chances de sobrellevar la instancia.

57
El perfil de cada oyente: aunque se conozca cabalmente quienes asistirán a la presentación,

difícilmente podrá saberse cómo habrá de comportarse cada uno durante la charla; no

obstante, hay que estar dispuesto a contar con algunos perfiles ‚clásicos‛ que nunca faltan.

Un segmento de los asistentes nos mirará con gestos de distancia, en absoluto silencio, como

desentendidos de nuestros propósitos; otros participarán activamente. Habrá gestos de

aprobación o rechazo. Preguntones, opinadores, simpáticos y no tanto. Para todos ellos,

nuestra actitud habrá de ser inclusiva, moderando aquellos aspectos que rompan la eficacia

de la presentación y resaltando lo que nos juegue a favor.

Hay que tener especial cuidado en no resultar ofensivo con nuestros comentarios, sobre

todos los ‚evitables‛. Todas las posiciones vinculadas con el eje de nuestra presentación

estarán sometidas a la honesta evaluación del público. Pero conviene no provocar disgustos

con otros temas a los que aludimos sin darnos cuenta de sus consecuencias.

La logística: interminable lista de situaciones se vinculan con este tema; dependiendo de

cada caso, deberá atenderse a detalles como la ubicación de los cables (tropezarse puede ser

un muy mal momento...), la entrada del servicio gastronómico, la ubicación de las

promotoras. El presentador es en ese momento el dueño absoluto de la atención y debe

gobernar todos los detalles posibles.

58
Normas Kodak
No existen Normas que regulen las presentaciones orales. Aunque se ha escrito

mucho material, nunca el mismo alcanzó niveles regulatorios.

Como aporte valioso, la empresa Kodak ha emitido Normas que llevan su nombre,

válidas para presentaciones en pantalla pero de carácter orientativo.

En ellas se propone una ‚Tabla para el cálculo de legibilidad‛, que se muestra a

continuación:

Distancia al espectador más alejado (m)


ALTURA DE LA IMAGEN (m)

10 20 30 40 50 60 70 80

0,3 1,59 3,18


0,6 0,79 1,43 2,22 3,18
0,9 0,48 1,11 1,59 2,22 2,54 3,18
1,2 0,40 0,79 1,11 1,59 1,91 2,22 2,54 3,18
1,5 0,32 0,64 0,95 1,27 1,59 1,91 2,22 2,54
1,8 0,21 0,48 0,79 1,11 1,27 1,59 1,91 2,22
2,1 0,21 0,48 0,64 0,95 1,11 1,43 1,59 1,91
2,4 0,21 0,48 0,64 0,79 0,95 1,11 1,43 1,59
2,7 0,16 0,32 0,48 0,64 0,95 1,11 1,27 1,43
3,0 0,16 0,32 0,48 0,64 0,79 0,95 1,11 1,27

Se ingresa a la Tabla con la altura de la imagen (en pantalla) y la distancia al

espectador más alejado, obteniendo la altura mínima de la letra (en centímetros) que podrá

tener en el original (hoja A4) para que resulte legible.

Además, recomiendan que:

- La distancia del espectador más alejado no debería exceder de 8 veces la altura de la

imagen proyectada.

- Se distinguen más las letras sin serif (Arial) que las con serif (Times New Roman).

A A
- Los trazos de las líneas y cuadros deberán ser gruesos.

- Es mejor usar letras claras sobre fondo oscuro que a la inversa.

texto texto

- Cuanta menos luminosidad tenga el salón, mejor se distinguirán las imágenes.

59
CAPÍTULO 10

INFORME, MONOGRAFÍA Y TESIS


Sería estéril referirme a las coincidencias entre los tres formatos a abordar en el

presente Capítulo. Miremos, más bien, sus diferencias.

Este enfoque está relacionado con las confusiones que suele haber en el mundo

técnico para caracterizar ajustadamente cada tipo de presentación escrita. No sería grave si

solo se tratar de una cuestión semántica, pero el problema aparece cuando no sabemos

cómo construir la estética de cada uno por desconocer, esencialmente, de qué se tratan.

Por lo tanto, trataré de marcar los distingos, desde varios puntos de vista.

Las diferencias
Las definiciones de Informe, Monografía y Tesis, poco explican acerca de sus

características. Es necesario enfocar la mirada segmentándola según el origen del

documento, la profundidad, el volumen y su campo de aplicación.

Según su origen: para encarar esta visión, es necesario entender qué es la investigación.

En el más amplio sentido de la palabra, la definición de investigación incluye toda

recopilación de datos, información y hechos para el avance del conocimiento. Este camino

puede seguirse a través de un sistema, o mediante métodos no regulados. En el primer caso,

aparece la investigación científica, que se propone aportar nuevos hechos, datos, relaciones o

leyes en cualquier ámbito del conocimiento científico, y está reglada por el denominado

método científico. Como resultado de la investigación científica se redactan las tesis.


En cambio, cuando la adquisición de los nuevos avances del conocimiento se produce sin un

método específico, suelen nacer las monografías.

Los informes, por su parte, no suelen ser fruto de la investigación sino que surgen de una

simple recopilación de datos ya existentes, sin representar un avance en el conocimiento

general.

60
Según su profundidad: comprendido el punto anterior, no resulta difícil asumir que las tesis

se encuentran en el escalón más profundo de la búsqueda del conocimiento. Generadas por

autores que dedican su trabajo al avance del conocimiento, son los documentos de los que

se esperan los mayores resultados.

En segundo lugar aparecen las monografías, lo que resulta lógico si se ha entendido que

devienen de métodos de investigación no regulados y, en consecuencia, menos intensos.

Los informes suelen entregar los resultados menos valiosos en lo que refiere a la profundidad

del conocimiento.

Según su volumen: la relación entre volumen y profundidad es directa. Así, las tesis son

verdaderos libros, que relatan muchos meses de trabajo científico. Las monografías suelen

tener un formato menor, con menos páginas aunque preservan el formato de libro. Los

informes se limitan a pocas páginas y pierden en el camino varios de los elementos de un

documento escrito que veremos a continuación.

Según su campo de aplicación: las tesis corresponden en modo prácticamente excluyente a

los ámbitos académicos, allí donde la ciencia encuentra su campo fértil para desarrollarse.

Las monografías aparecen mucho en las academias, pero desde que tienen un fin mucho más

pragmático, adquieren un gran campo de desarrollo en las empresas y en las instituciones de

I+D.

Por su parte los informes son comunes a varios campos de aplicación, pero es en las

empresas donde su desarrollo en más importante

61
Algunos puntos a incluir en un texto técnico
Seguidamente se detallan algunas partes que puede contener un documento tipo. Al

redactar, deberá decidirse si algunas o todas las partes merecen ser incluidas, y si les

conferiremos el formato clásico o buscaremos alternativas para distinguirnos y captar la

atención de los lectores.

Tapa
Es un elemento conocido, que difícilmente falte en un documento escrito. Puede ser que en

un informe aparezca reducida a algunos renglones informativos, pero siempre aparece.

Contiene el título del informe, los datos del autor, el ámbito (por ejemplo, nombre del curso

o del área de trabajo, y de la institución), y la fecha; eventualmente, y solo válido para

informes, a quién va dirigido.

Página titular
Se ubica a continuación de la tapa, y repite y amplía los datos asentados en la tapa. Su

aparición cobra sentido en las tesis y monografías por tratarse de documentos de un gran

volumen que requieren de una preparación del lector para ir adentrándose poco a poco en

los contenidos. También son útiles cuando la información de tapa es tan densa (muchos

autores del trabajo, varias instituciones asociadas, diversos temas abordados en el mismo

documento, etc.) que su inclusión en la tapa jugaría en contra de la estética. En los informes,

suele presentarse la Página titular, y no la tapa.

62
Agradecimientos
Es el reconocimiento a las personas y entidades que colaboraron en la confección del trabajo.

Muy usual en las tesis, aparece poco en las monografías y está desaconsejado en los

informes.

Prefacio
Está diseñado para preparar al lector sobre la materia que se abordará en la obra; es un texto

muy general, redactado de modo que pueda ser interpretado aun por lectores que no

conozcan del tema tratado. Se redacta en modo impersonal.

Prólogo
Es una presentación del trabajo, pero realizada por un tercero, nunca por el autor; en general,

el prólogo resalta los valores de la obra, y su inclusión se reserva solo a los libros, no siendo

prudente que aparezca en trabajos de menor volumen.

Índice
La misión clásica es bien sabida: dar al lector la posibilidad de ubicar fácilmente las secciones

del texto. Pero a su vez cumple una misión aún más importante, como es la de ofrecer una

vista global de los contenidos.

Lista de tablas y/o ilustraciones


Se incluye siempre que la información contenida en las tablas o en los gráficos del informe,

sea relevante y pueda ser consultada con frecuencia en el futuro.

Objetivos
En este espacio se declara qué se pretende con el texto. La mirada debe apuntar a los

intereses del lector, no a los del autor.


63
Introducción
Se expone el problema del documento escrito, con claridad aunque en forma resumida; la

diferencia con partes anteriores es que en esta se ingresa de lleno en el tema central, sin

omitir referencias específicas de la materia, si fuere necesario.

Texto
Bajo este nombre se engloba el contenido del documento propiamente dicho; es la

sustancia, la información que justifica la confección del trabajo escrito, como tal.

Frecuentemente se divide en Capítulos (en el caso de textos de gran volumen, como sucede

con las Tesis) o secciones (como puede darse para Informes breves). Es importante que se dé

al lector la información ordenada, con una estructura correcta que facilite la comprensión.

Resumen
El objetivo es dar al lector una visión global de la materia; ahorra tiempo y facilita la

comprensión de lo leído. El resumen se prepara después de que todas las secciones

principales del trabajo han sido escritas.

Conclusiones o resultados
Es la respuesta apropiada a la cuestión planteada en la introducción, y debe exhibir el

cumplimiento del Objetivo propuesto. Es el cierre del trabajo, pero no debe confundirse con

el resumen.

Se incluye siempre que las características del trabajo así lo permitan.

Apéndice
Contiene información adicional al contenido central, y relacionada con él, pero que por sus

características no ha podido ser incluida en el texto. Es, en general, un espacio que se reserva

64
para incluir aquel material que se considera importante, pero que si formara parte del Texto

entorpecería la lectura.

Índices especiales
Si se considera conveniente, puede agregarse un índice particular, distinto del Índice

principal que antecede al trabajo. El ejemplo más común lo constituye el índice temático,

donde el autor ordena alfabéticamente los temas tratados, para facilitar una búsqueda

orientada. Su presencia debe estar justificada en la extensión y complejidad del trabajo, y

responderá a la potencial necesidad de los lectores para buscar algún tema puntual en el

futuro.

Referencias bibliográficas
Es la lista de fuentes consultadas por los autores. En este sentido, puede tratarse de orígenes

bien diversos. El caso clásico lo constituyen los libros, pero la mayor parte de la información

de hoy en día proviene de Internet.

En todo caso, debe darse al lector toda la data necesaria para que, si lo desea, pueda acceder

a la fuente invocada sin mayor dificultad. Si son libros, se mencionará el título, autores,

editorial y año de edición; de ser necesario, el Capítulo en el que se encuentran los datos

precisos. Si se trata de un website, frecuentemente alcanza con invocar su dirección, aunque

si se trata de una parte específica del sitio puede incluirse directamente la URL.

65
Reflexiones sobre los elementos de un texto
No ha de creerse que los elementos detallados anteriormente son los únicos. En

realidad, cada autor puede decidir si quita, agrega, altera, la organización de su documento.

De hecho, y siempre considerando que es la eficacia de la comunicación lo que

medirá su éxito, hay casos en los que parece poco ubicado incluir algunos de los elementos

detallados. Por ejemplo, nadie concibe razonablemente elaborar un informe en una empresa

que incluya agradecimientos. Así mismo, el Índice deberá pensarse mucho, en función del

volumen del documento completo. De ese modo, todos y cada uno de los elementos

deberán ser razonados para resolver si formarán parte del trabajo escrito.

En un sentido similar de pensamiento, podemos referirnos al orden en el que cada

elemento es presentado. No hay reglamentos. Aunque hay tendencias. Las Tesis,

pertenecientes a los ámbitos académicos, suelen ser muy respetuosas de un orden de

aparición que, aproximadamente, corresponde al que fuiste leyendo antes. En cambio los

Informes que se emiten en empresas, suelen priorizar la rápida lectura de las conclusiones.

Insisto, no hay reglas únicas: solo sentido común para buscar empatía.

Finalmente, no hay que perder de vista si es necesario distinguirse. Buscar la atracción

puede forzarnos a tener que resolver la estética a conferirle a la presentación del escrito. No

me refiero solo a imágenes o colores, sino también al modo en que los elementos del texto

hacen su aparición. Así, titular ‚Introducción‛ a esa parte del texto, puede ser válido en

algunos contextos pero completamente contraproducente en otros…

66
Consejos para escribir textos técnicos
Afortunadamente, la experiencia en redacción de tesis, monografías e informes es

vasta. Eso, sumado a la posibilidad de acceder a la red, nos coloca en situación de fácil

acceso a un gran conjunto de recomendaciones adecuadas para cada caso.

En este segmento, veremos algunas sugerencias que estimo pueden resultar

especialmente útiles para la redacción en el mundo de la Ingeniería.

Dejaremos de lado, por repetido pero no por ser irrelevante, la necesidad de buscar

empatía con el potencial lector.

No obstante, para el comunicador inexperto, ver las cosas desde el punto de vista del

otro no resulta fácil al momento de escribir. La comunicación oral brinda la posibilidad de

obtener un feedback directo e instantáneo; pero al escribir, se desdibuja la imagen del lector,

cayendo en el error de redactar para uno mismo.

Para los Ingenieros, la situación se agrava de algún modo, ya que regularmente se

dispone de modelos de documentos para ‚inspirarse‛; esto es bueno en primera instancia,

pero nos deja muy cerca de olvidarnos de los intereses reales de nuestro receptor.

Guía para la redacción del texto


A continuación veremos un conjunto de sugerencias tendientes a volver más eficaces

los informes que se redacten. No obstante, siempre debe tenerse en claro que no se trata de

recetas mágicas: la comunicación obliga, precisamente, a estar permanentemente alertas

para utilizar las técnicas que se juzguen más convenientes para cada caso.

Obvio es hablar de las naturales habilidades que ciertos individuos consiguen

desarrollar para la comunicación, al punto de volver placentera una tarea que para otros

67
significa una verdadera tortura. Sin embargo, aún para los que escriben con facilidad y hasta

con talento, pero mucho más para quienes deben esforzarse en esa disciplina, es bueno tener

presentes algunos preceptos que ayudarán a la confección de documentos más eficaces.

Con frecuencia se dice que la redacción de un texto técnico tiene tres etapas: la pre-

escritura, la escritura y las post-escritura. No son procesos estancos: se vinculan y alimentan

entre sí, aunque puedan distinguirse diferencias en su composición.

1 . Antes de escribir un texto técnico

- Tené completamente claro para qué estás escribiendo, y cuál va a ser el enfoque.

- No dejes de pensar en tu lector. Imaginátelo leyendo tu trabajo.

- Pensá que tu documento debe dejar completamente esclarecidas las siguientes

preguntas:

 ¿qué?
 ¿por qué?
 ¿quién?
 ¿cómo?
 ¿dónde?
 ¿cuándo?
- Hacé un boceto, escrito o mental, de tu documento.

- Conseguí un modelo de trabajo existente similar al tuyo, para orientarte.

2 . Al escribir

- Provocá las ganas de leer. Tratá de ser atractivo, cautivante, desde el primer párrafo.

- No uses frases estereotipadas.

- Si una palabra sobra, eliminala. En la redacción técnica lo que abunda, daña.

- Las frases deben ser cortas. Aunque parezca extraño, un párrafo largo ‚cansa‛ al lector. En

este sentido, podés tomar un promedio de 14 palabras como extensión máxima de cada

párrafo.

- Usa correctamente los signos de puntuación.

- No abuses de tu saber. Mostrarse ostentoso en tu redacción solo provocará que el lector

tome distancia. Procurá que se te entienda, la admiración llegará, quizá, después.

- Ponele tu impronta al texto. Escribilo con personalidad, que se note quién sos.
68
3 . Después de escribirlo

- Asegurate que el documento responde al boceto original. Si no es así, revisá si está mal el

escrito o lo equivocado era el boceto…

- Volvé a preguntarte ¿qué?, ¿por qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo? Hasta estar

seguro de que tu texto dará las respuestas.

- Si el documento es de importancia, hacelo leer por alguien que pueda ayudarte a limar

imperfecciones o mejorar su calidad.

- Leelo como si no fueras el autor, con un espíritu crítico bien severo. Tratá de encontrarle

los puntos débiles y corregilos.

El Número crítico de ideas y la Estructura piramidal


No pierdas de vista que tus lectores serán cabales ejemplos de cerebros infoxicados.

Su capacidad para recibir, aceptar y procesar ideas será, en consecuencia, limitada.

Especialmente si, como sucede en el campo de la ciencia y la técnica, esos conceptos

entrañan alguna dificultad.

¿Cuántas ideas se pueden procesar en el mismo mensaje? Arriesgar una respuesta

exacta sería una necedad. Sin embargo, la neurociencia habla de que siete es un número

promedio, alrededor del cual puede girar esa capacidad de comprensión. Ese es el Número

crítico de ideas.

69
Esa modalidad de funcionamiento de la mente, ha llevado a crear una forma de

presentación de datos en forma ordenada. El argumento que la sustenta expresa que, si los

conceptos están ordenados bajo algún criterio, la posibilidad de que el receptor los retenga y

procesa es mucho mayor. Esa forma de presentación de un escrito se llama Estructura

piramidal. A continuación se muestra un ejemplo.

1 - Conjunto de ideas afines por su similitud temática


1 . 1 – Ideas del primer grupo
1 . 1 . 1 – Libertad
1 . 1 . 2 – Independencia
1 . 1 . 3 – Emancipación
1 . 2 – Ideas del segundo grupo
1 . 2 . 1 - Trasgresión
1 . 2 . 2 – Rebeldía

2 – Conjunto de personalidades destacadas


2 . 1 – Científicos
2 . 1 . 1 – Florentino Ameghino
2 . 1 . 2 – Francisco Moreno
2 . 2 – Artistas
2 . 2 . 1 – Benito Quinquela Martín
2 . 2 . 2 – Antonio Berni

Algunas formas de presentación de datos


Cuando los contenidos del informe tornen conveniente la inclusión de los datos

seleccionados de alguna forma que facilite su comprensión, puede resultar propicia la

presentación de los mismos bajo formas diferentes.

Sin que la siguiente clasificación resulte excluyente de otras variantes que puedan

resultar aptas, se reconocen las formas de presentación de datos:

1 – Discursiva

2 – Semitabular

3 – Tabular

4 – Gráfica

4 . 1 - De base matemática

4 . 2 - De base no matemática

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1 - Discursiva

Consiste en incorporar los datos en un texto común. Los mismos no están

presentados de manera estructurada, sino que se enuncian en párrafos, por lo que la

cantidad de información que se puede transmitir de esta manera es pequeña.

Ejemplo:
“En Argentina tres de cada diez casas están pintadas de blanco; en España esa cifra llega al doble”.

2 - Semitabular

Este método se utiliza cuando se incorporan cifras a un texto, y se tiene interés de

resaltarlas para hacer su comparación.

Ejemplo:
“En Suiza los cuatro idiomas nacionales son exactamente iguales ante la ley y las autoridades
hacen uso distinto de ellos; esto deberá tener en cuenta aquel que considere las siguientes cifras
pertenecientes al censo de 1941:
3.097.059 Suizos hablan alemán (72,6%)
884.668 Suizos hablan francés (20,7%)
220.530 Suizos hablan italiano (5,2%)
46.456 Suizos hablan reto-romano (1,1%)”

3 - Tabular

Consiste en ordenar los datos numéricos en filas y columnas con las especificaciones

correspondientes acerca de la naturaleza de los mismos. La información aparece así en forma

concreta, breve, ordenada y de fácil examen.

Ejemplo:
INFORMACIÓN DEMOGRÁFICA DE AMÉRICA LATINA 1965
Población Densidad Aumento Población
País (miles) Por km2 anual urbana
(%) (% del total)
Argentina 22.691 8,0 1,8 72
Bolivia 4.234 3,4 1,4 35
Brasil 53.670 9,6 3,1 43
Colombia 13.298 15,6 3,2 53
Costa Rica 1.524 28,2 4,1 34
Chile 9.007 11,5 2,6 63
Ecuador 5.199 18,3 3,0 36
71
4 . 1 - Presentación gráfica de base matemática

Se utiliza para los casos en los que resulta especialmente relevante resaltar la visión

general de la información numérica entregada. Son especialmente útiles para conseguir en el

receptor una comparación visual de los datos, y pueden adquirir formas muy diversas.

Ejemplo:
Porcentajes
90-100
80-90
70-80
60-70
50-60
40-50
30-40
20-30
10-20
0-10
A B C D E Sectores

4 . 2 - Presentación gráfica de base no matemática

Favorecen la visualización gráfica de datos en los que la cantidad expresada en

números no es tan relevante. Un ejemplo típico lo constituye el Diagrama de Gantt.


ACTIVIDADES DESARROLLO CRONOGRAMA OBSERVACIONES
A REALIZAR 1 2 3 4 5 6 7
1. Preparación

2. Comienzo

3. Desarrollo

4. Nudo

5. Desenlace

72
CAPÍTULO 11

INGENIERO SE OFRECE
La natural dificultad de los profesionales de las ciencias duras para afrontar campos

vinculados con la comunicación, presupone que habremos de encontrarnos con escollos al

momento de presentar la información técnica. Esto, aunque implica duplicar los esfuerzos en

los que se supone que somos menos hábiles, encuentra algunos ‚alivios‛.

En efecto, la sociedad conoce que los ingenieros, entre otras disciplinas, somos

hábiles en campos distintos que la comunicación, por lo que el tenor de las expectativas en

este campo se reduce sensiblemente. Esto nos otorga algunos ‚permisos‛ tolerados

socialmente, librándonos de la obligación de ser eximios comunicadores; ser eficaces,

entonces, puede resultarnos algo más fácil.

Sin embargo, estas facilidades encuentran una frontera: cuando se trata de ofrecer

nuestros servicios, la obligación de ser eficaces es ineludible. Pueden tolerarse

imperfecciones en nuestra comunicación, pero si no logramos transmitir adecuadamente el

potencial del que disponemos, correremos el serio riesgo de no acceder a las posiciones

laborales buscadas.

¿El marketing como herramienta?


Desde hace ya un largo tiempo, el marketing ha aparecido como una disciplina

específica para mejorar el vínculo entre una organización y los consumidores. Inicialmente,

parecía confinada a la oferta de productos, pero sus beneficios no tardaron en mostrar la

conveniencia de extender sus alcances a la oferta de servicios.

En el inconsciente colectivo ha subsistido la idea de que el marketing encuentra su

campo de aplicación solo en los terrenos descriptos; y convengamos que con frecuencia se

tiene una idea peyorativa de esa disciplina, creyendo que conduce al consumidor a caminos

equivocados a través de técnicas inductivas de cuestionable seriedad. En el mejor de los

casos, se lo suele asociar a la publicidad, promoción y ventas.

73
Es un lamentable error creer que el marketing es tan poco poderoso. Aun asumiendo

que algunas aplicaciones son verdaderamente imperfectas, la concepción de la disciplina es

de altísima riqueza y despreciar su valor nos hará dilapidar mucho potencial.

Algunas definiciones de Marketing


El gurú moderno del marketing, Philip Kotler, ha definido a la disciplina como ‚un

proceso social y administrativo mediante el cual grupos e individuos obtienen lo que


necesitan y desean a través de generar, ofrecer e intercambiar productos de valor con sus
semejantes".
No es sencillo acceder al concepto del marketing y sus aplicaciones a través de esa

definición; posiblemente la acepción de otro autor de renombre en el tema, Jerome

McCarthy, contribuya a ampliar la idea. McCarthy sostiene que "el marketing es la realización

de aquellas actividades que tienen por objeto cumplir con las metas de una organización, al
anticiparse a los requerimientos del consumidor o cliente, y al encauzar hacia este un flujo de
mercancías o servicios".
Es interesante ver la acepción de un profesional argentino, el Dr. Néstor Braidot,

quien sostiene que ‚es una filosofía, una forma de pensar y actuar cuyo objetivo fundamental

es relacionar dinámicamente las empresas, entidades, personas o gobiernos con sus


respectivos mercados, clientes o destinatarios de sus actividades‛.
En resumen, podría decirse que el marketing es una disciplina que lleva a la práctica

una efectiva y equilibrada mezcla de todos los ingredientes necesarios para vincular un

producto o servicio, con quien lo va a consumir.

74
La jerarquía de necesidades de Maslow
La jerarquía de necesidades de Maslow es una de los preceptos centrales del

marketing moderno; se utiliza para ubicar adecuadamente las ofertas en función de las

necesidades del consumidor, y se describe a menudo como una pirámide que consta de

cinco niveles.

La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra

atención solo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas

de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las

fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según la

pirámide de Maslow dispondríamos de:


Necesidades fisiológicas

Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referente a la

salud); dentro de estas, las más evidentes son: respirar, beber agua, y alimentarse; dormir,

descansar y eliminar los desechos; evitar el dolor y tener relaciones sexuales.


Necesidades de seguridad y protección

Estas surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas. Son las

necesidades de sentirse seguro y protegido; incluso desarrollar ciertos límites de orden.

75
Dentro de ellas se encuentran: seguridad física y de salud; seguridad de empleo, de ingresos

y recursos; seguridad moral, familiar y de propiedad privada.

Necesidades de afiliación y afecto

Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de

asociación, participación y aceptación. Se satisfacen mediante las funciones de servicios y

prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas. El ser humano por

naturaleza siente la necesidad de relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en

familias, con amistades o en organizaciones sociales. Entre estas se encuentran: la amistad, el

compañerismo, el afecto y el amor.


Necesidades de estima

Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.

La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye

sentimientos tales como confianza, competencia, logros, independencia y libertad.

La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención,

aprecio, reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.


Autorrealización o autoactualización

Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo:

‚motivación de crecimiento‛, ‚necesidad de ser‛ y ‚autorrealización‛.

Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de su

satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de una

actividad. Se llega a esta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y

completados, al menos, hasta cierto punto.

Aunque a esta altura del capítulo estamos revisando los conceptos elementales del

marketing, sin ingresar puntualmente en su aplicación a las necesidades del Ingeniero, puede

resultar interesante comenzar a preguntarse en qué estamento de la pirámide se ubicará

nuestra propia oferta.

76
Las 4 P
Hemos visto que el marketing busca saber a qué tipo de público le interesa un

producto o servicio, y su función primordial es la satisfacción del cliente (potencial o actual).

Para ello pretende diseñar ese objeto de deseo, establecer precios, elegir los canales de

distribución y las técnicas de comunicación más adecuadas. El ‚Marketing Mix‛ son las

herramientas que utiliza una organización para implantar las estrategias de Marketing y

alcanzar los objetivos establecidos. Estas herramientas son conocidas también como las ‚4 P‛

del profesor Jerome McCarthy.

 Producto: cualquier bien, servicio, idea, persona, lugar, organización o institución que

se ofrezca en un mercado para su adquisición, uso o consumo y que satisfaga una

necesidad.

 Precio: es el valor de intercambio del producto, determinado por la utilidad o la

satisfacción derivada de la compra y el uso o el consumo del producto.

 Plaza o Distribución: elemento del mix que utilizamos para conseguir que un

producto llegue satisfactoriamente al cliente.

 Promoción: la comunicación persigue difundir un mensaje y que este tenga una

respuesta del público objetivo al que va destinado.

77
Philip Kotler generó su propia visión de las ‚4 P‛, menos difundida que la anterior.

Apuntando a los procesos previos a la salida de un Producto a su fase de comercialización,

este experto consideró que las 4 P correspondían a:

 Probar: investigar el mercado cuidadosamente.

 Particionar: controlar las partes que hay en ese mercado, dividirlo y entender su

funcionamiento.

 Priorizar: una vez identificadas las partes, se debe definir a cuál se quiere servir (esto

es, definir el target).

 Posicionar: hacer que el cliente objetivo sepa que la oferta es la mejor en algo (la

más rápida, la más innovadora, la más segura.

Según Kotler, solo después de haber transitado estos pasos se estaría en condiciones

de dedicarse a producto, precio, plaza y promoción.

Los errores más comunes del marketing


El Marketing es una disciplina imprecisa, en cuanto a que no brinda recetas infalibles.

Con frecuencia se habla de los casos de éxito, pero de los fracasos también se aprende. Te

voy a contar algunos de los errores más comunes, para aprender de los que ya tramitaron

ese camino…

Quizás el mayor error que cometen las empresas es interpretar al consumidor como

un medio y no como un fin. Esto conduce a creer que el cliente debe hacer lo que le

interesa a la empresa, en lugar de que la empresa se ajuste a los intereses, valores y

necesidades del consumidor.

78
Si el negocio se encarara como un proceso de satisfacción de los consumidores y no

de fabricación de productos o prestación de servicios, se reorientaría el acento de cada

industria y podrían replantearse los interrogantes básicos: ¿qué satisfará a este mercado

potencial?, ¿a qué precio?, ¿dónde y cuándo?, ¿cómo llegar a él? Notarás que esto está

estrechamente vinculado con el concepto de ‚empatía‛ que viéramos cada vez que nos

referimos a la Comunicación Eficaz. Si no se habla de ‚Marketing Eficaz‛ es porque se

sobreentiende que habrá de serlo.

Muchas veces se habla de cliente, otras de consumidores. Tampoco hay claridad

acerca de esto, porque se confunde el canal distribuidor, - que es un cliente - con el

usuario final, que es un consumidor, y no se puede atender al uno, descuidando al otro:

ambos representan resultados. Muchas políticas olvidan al cliente, preocupadas como están

por el consumidor. En otras ocurre al revés.

No siempre se entiende a un producto o servicio como una fuente de satisfacciones

que se proveen a quien lo compre o use. En realidad, es un medio para un fin y es preciso

comprender con la mayor exactitud posible qué es lo que procura el consumidor cuando se

dispone a pagarlo.

Porque el concepto del producto que posee el consumidor, difícilmente tenga

algo que ver con lo que cree quien se lo está ofreciendo.

Con frecuencia, el orgullo de producción se estrella contra la negativa del usuario en

aceptar una serie de valores que los ingenieros denominan calidad pero que carecen de

importancia para el consumidor.

79
Cuando el producto está terminado, el usuario paga un concepto subjetivo, lo que él

cree que el producto es; en la mayor parte de los casos ese concepto no se relaciona con el

que la empresa tiene del producto.

Quizás el error básico que cometen los inexpertos es pensar al Marketing solo como

“publicidad”. La frase ‚necesito más marketing‛ es entendida como ‚necesito más

promoción". Como se ha visto, no es correcto razonarlo de ese modo. Se cometería la

torpeza de ignorar que para llegar al mercado es conveniente abordar los otros elementos

del Marketing Mix con similar energía. Un mal producto, caro y difícil de conseguir,

seguramente no habrá de ser requerido por los clientes más allá del empuje publicitario que

pueda dársele.

Por todo lo anterior, eso es decisivo destacar que la publicidad debe contar la

historia que el consumidor espera escuchar, no la que el fabricante quiere narrar. ¿No

sueno esto concordante con los conceptos de Comunicación Eficaz que se ha pretendido

trabajar exhaustivamente (casi hasta el cansancio, perdón…) en este texto?

80
El Ingeniero… ¿necesita Marketing?
Todo lo visto en este Capítulo respecto al Marketing, ha tenido dos objetivos. El

primero y más visible, es acercar al lector los rudimentos conceptuales del Marketing como

disciplina de potencial uso profesional. En este sentido, aunque una vez más deba

entenderse que cada tema abordado en este texto merece recorridos mucho más intensos,

siempre la idea pasa por brindar un pantallazo general.

Pero ha habido un segundo objetivo en el enfoque de este capítulo: aunque no lo

haya declarado desde su comienzo, ha sido mi intención que el lector vaya tomando algunos

conceptos del Marketing, para la aplicación en sus propias estrategias personales.

Consciente de que este texto encontrará su mayor campo de aplicación entre los

estudiantes de Ingeniería, buscaré en lo que resta del Capítulo abocarme al Marketing

Personal. La intención pasa por acercarnos a las herramientas que un profesional debe contar

hoy en día para proyectar su propia oferta al mercado. Finalmente, qué somos los Ingenieros

sino una empresa unipersonal, destinada a ofrecer servicios técnicos y profesionales a un

mercado que los demanda y pagará por ellos.

Como ya he mencionado en Capítulos anteriores, no habrán de buscarse recetas en

este texto, ni en ninguna fuente que pretenda eficacia en la comunicación. De hecho, es la

Ingeniería una profesión tan amplia, diversa, rica, ecléctica, que la aplicación de fórmulas

universales que sirvan a todos, es poco recomendable.

Son tantas las opciones laborales que la Ingeniería ofrece, que todo lo pensado

acerca del marketing personal puede virar súbitamente.

Sin embargo, la idea es dar un vistazo a los conceptos del Marketing aplicado a los

individuos, para que el lector pueda inferir sus mejores escenarios de aplicación según la

realidad en la que desarrolle su actividad.

81
Marketing Personal
Desde sus orígenes y casi por definición, el marketing está destinado a desarrollar

distintos tipos de planes: los comerciales, los de producto, los de comunicación, etc.; se

orienta a desarrollar productos nuevos o potenciar los actuales, a estudiar un posible

mercado, a conocer a los actuales y futuros clientes y, por fin, comunicar sobre las ventajas

diferenciales de un producto y/o servicio.

Ahora bien ¿qué sucedería si todo ese conocimiento, experiencia y vocación lo

enfocamos en una Persona?.

El resultado de utilizar las herramientas del marketing de producto a nivel personal no

es otro que un potencial enorme de herramientas eficientes y reales que estarían a

disposición del individuo, para crecer, desarrollarse y obtener mejores beneficios

profesionales.

En el Marketing personal se busca ‚establecer un Plan de Marketing con los objetivos

personales, desarrollar un plan de acción para poder conseguirlos y un mecanismo de control

para verificar que estos se cumplen‛.

La Matriz F.O.D.A.
La primera herramienta que se utiliza para desarrollar el Marketing Personal, es la

Matriz F.O.D.A. Este nombre es, en realidad, la sigla con la que se simboliza a Fortalezas,

Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Simplemente consiste en analizar todos esos

aspectos sobre nosotros mismos.

82
Las Fortalezas y Debilidades corresponden a nosotros, las Oportunidades y Amenazas

a nuestro entorno.

Las Fortalezas son los conocimientos, las habilidades y características personales que

puedan influir de forma positiva para avanzar en el trabajo a efectuar.

Las Debilidades son aquellos campos en los que detectamos menor fortaleza dentro

de nuestra oferta profesional. Puede tratarse de falta de conocimiento o experiencia en

determinado campo, poca infraestructura, etc.

Como Oportunidades aparecen aquellas ventajas competitivas que no están

vinculadas estrictamente con lo que somos individualmente, sino que se relacionan con el

entorno: ser el único profesional con incumbencias para la realización de algún trabajo, es un

ejemplo de Oportunidad.

En sentido opuesto, las Amenazas son aquellas situaciones adversas vinculadas con

nuestra relación con el contexto. Por ejemplo, competir por un puesto contra un colega que

es pariente del selector.

Como se verá las Fortalezas y Debilidades son parámetros relativamente

permanentes. Para eliminar una Debilidad o adquirir una Fortaleza debo hacer algún

esfuerzo: estudiar, capacitarme, etc. Eso demanda tiempo. Como contrapartida, es poco

probable que se pierda una Fortaleza o se gane una Debilidad.

Las Oportunidades y Amenazas pueden, en cambio, aparecer y desaparecer muy

rápidamente, y con frecuencia escapan a nuestra posibilidad de manejo.

Estrategias para nuestro F.O.D.A.


La Matriz F.O.D.A. indica 4 estrategias producto de la combinación entre lo personal

(Debilidades y Fortalezas) y el contexto (Amenazas y Oportunidades)

1- Estrategia DA (Debilidades vs. Amenazas)

El objetivo es minimizar tanto las debilidades como las amenazas. Por ejemplo, soy

débil en las relaciones interpersonales, lo que constantemente me coloca ante la amenaza de

no ser considerado en las búsquedas laborales por esa dificultad. La Estrategia DA indica que

deberé fortalecer mi capacidad de vincularme, hasta superarla y poder ‚eliminarla‛ de mi lista

de Debilidades. Luego, la Amenaza habrá también menguado.

83
2- Estrategia DO (Debilidades vs. Oportunidades)

Se intenta minimizar las debilidades y maximizar las oportunidades. Un profesional

puede identificar oportunidades en el medio ambiente externo (entorno laboral dentro de la

empresa o el mercado), atenuando el impacto de sus debilidades personales.


3- Estrategia FA (Fortalezas vs. Amenazas)

Se basa en acentuar las fortalezas personales, para poder contrarrestar las amenazas

del entorno. Un profesional recién llegado a una ciudad, en la que naturalmente no es

conocido, buscará usufructuar sus habilidades para las relaciones interpersonales (si las

tiene…) tratando de encubrir aquella carencia.


4- Estrategia FO (Fortalezas vs. Oportunidades)

Pareciera ser la situación ideal, ya que propone resaltar los aspectos fuertes. Poder

aplicar este camino, supone que estamos bien orientados en cuanto al mercado en el que

estamos inmersos, la empresa en la cual trabajamos, o el rol que desempeñamos dentro de

la organización.

Plan de Marketing Personal


Las empresas que deciden trabajar con herramientas de marketing, se formulan un

Plan. Los profesionales también debemos, a título individual, trazar estrategias de mercado.

Recomiendo avanzar sobre tres núcleos de acciones bien definidos.

Lo primero que habrá de hacerse es establecer nuestro propio FODA. Saber quiénes

somos en el mercado es central para definir los pasos siguientes.

El segundo paso es adoptar la mirada de Kotler para sus 4 P: Probar, Particionar y

Priorizar el mercado al que estamos tratando de acceder. En esta etapa, suelen aparecer

cuestionamientos del tipo de:

84
 ¿Cuál es la situación actual del sector en el que pretendemos ejercer nuestra profesión: está en

crecimiento, estancado o en declive?.

 ¿Existen búsquedas de profesionales de mi especialidad?.

 ¿Se trata de una situación temporaria?.

 ¿Cuáles son los campos de acción más propicios para mi profesión?.

 Las mejores oportunidades, ¿se encuentran en la órbita pública o privada?.

 ¿Parece más apropiado desempeñarme en relación de dependencia, como free lance, o como

emprendedor independiente?.

 ¿Contra quién compito?

 De todos los perfiles posibles de mi profesión, ¿cuál es el más buscado laboralmente?

 ¿Quién es el cliente objetivo de mis servicios profesionales?

 ¿Qué necesidad motiva al cliente a consumir mi oferta?.

 ¿Cuál es el proceso de consumo?. ¿Quién decide?.

 Finalmente… ¿qué espera el cliente del servicio?.

El tercer paso indica la conveniencia de adoptar la mirada de McCarthy, para poder

determinar las características de nuestro Producto, Precio y Distribución.

Será el momento de responder a preguntas como:


 ¿Cuáles son las principales características que tendrá el servicio?.

 ¿Cuánto se puede cobrar por él?.

 ¿Cómo pienso prestar ese servicio, en qué condiciones?.

 ¿Necesito equipos, instrumental, etc., para la prestación de mi servicio?.

 ¿Es necesario disponer de instalaciones?.

 ¿Se requiere movilidad?.

 ¿El servicio que ofrezco implica subcontrata de personal?. ¿Qué grado de dificultad existe para

reclutarla o para entrenarla?.

 ¿Necesito capital inicial para desempeñarme profesionalmente?.

Para mi opinión y experiencia, solo habiendo atravesado las etapas anteriores, se

estará en condiciones de arribar a la fase comunicacional, donde según el autor que

escojamos, podremos Posicionar (Kotler) o Promocionar (McCarthy), lo que en términos

prácticos nos representará casi lo mismo.

85
Algunas herramientas del Marketing personal en la Ingeniería
Son muchos los elementos de los que se dispone hoy en día para enriquecer las

estrategias de marketing personal. La selección de los elementos más apropiados depende

un enorme conjunto de factores, por lo que sin pretender ser taxativo, me permito enunciar

algunos que con frecuencia aparecen en la vida profesional:

 Imagen personal (apariencia): no existen recetas. Solo deberemos tener conciencia

de la imagen que el resto espera de nosotros, y de lo que individualmente

pretendemos que sea nuestra imagen.

 Contactos personales: normalmente son la primera llave de acceso a un empleo. No

se trata de influencias poco éticas, sino de las posibilidades que los que nos conocen

nos brindan en el campo laboral y de negocios. A medida que nos ubicamos en

localidades más pequeñas, este ítem cobra mayor importancia.

 Curriculum Vitae: vieja herramienta de promoción, conserva hoy su valor. Lo

abordamos de lleno en el próximo Capítulo, pero tenés que considerar que no se

trata de un único documento. Tanto el contenido como las formas serán adaptados

para cada caso particular (si no, ¿cómo seríamos empáticos…?). lo ideal es tener todos

los datos acumulados y construir un CV customizado ante cada demanda.

 Tarjetas de identificación: en franca decadencia, podés observarlos todavía en

algunas organizaciones. Son pequeñas tarjetas con tus datos personales (nombre y

actividad o cargo, y datos de contacto). Desde que los celulares le ganaron la batalla,

casi no tienen razón de existir.

 Sitios de búsqueda laboral: hay varios, tienen la ventaja de que son fáciles de

acceder y no tienen costo para el que busca empleo. Pero en general solo hay ofertas

de empresas de gran escala, por lo que si querés buscar en localidades pequeñas o

86
regiones alejadas de la Capital Federal, tendrás que recurrir a otras herramientas. Los

más conocidos son Zonajobs o Bumeran.

 Redes sociales: algunas contribuyen en modo directo con la posibilidad de

insertarnos en el mercado laboral, como es el caso de Linkedin. Otras están vinculadas

con nuestra vida social (Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, WhatsApp), por lo

que su apoyo como herramienta de marketing suele quedar asociado a la ‚apariencia‛

que vimos más arriba. En todos los casos, cuidá las imágenes que vas a compartir,

tanto en el perfil como en los posteos.

 Website, blogs: el sitio propio es imprescindible para organizaciones o empresas,

pero nunca terminó de alcanzar un gran despegue en el terreno individual. No deja

de ser una buena herramienta, solo preocupate por tenerlo actualizado y atractivo.

 Logos, imagen del servicio: es infrecuente que alguien diseñe su propio logo para el

Marketing personal. Sin embargo, está bien que te ocupes de que tu apariencia

escrita sea coherente y bien pensada. Un logo propio no es algo descartable como

idea.

 Dossiers: son carpetas con buen diseño e impresión, en la que detallás quién sos y

cuál es tu oferta de servicio. Poco común, todavía puede resultar sorprendente.

 Papelería: abarca todo el material impreso que pueda formar parte de tu

documentación (Facturas, recibos, remitos, informes). Las empresas lo tienen

incorporado como una herramienta imprescindible, no está demás pensarlo a título

individual.

 Oficina, espacio físico: no es un asunto menor. Tenés que dejar resuelto el espacio

físico en el que vas a trabajar, pensá qué pasaría si un cliente te pide reunirse con vos.

Si vas a adoptar un espacio público (café, co-working) ocúpate de hacer una visita

primero para asegurarte de que todo va a estar bien.

87
CAPÍTULO 12

EL CURRICULUM VITAE
El Curriculum Vitae, carta de presentación de cualquier profesional en el ámbito

laboral y científico, no es otra cosa que una comunicación, la mayoría de las veces escrita, a

través de la cual un emisor transmite el mensaje al receptor.

No obstante, nadie ignora que un CV posee algunas particularidades que lo

distinguen de otros informes escritos, por lo que habrá que ser hábil para elaborar un

documento que, en el marco de las reglas vigentes, posea identidad propia y defina las

características singulares del emisor.

Precisamente, una de las cualidades identificatorias de los CV, es que ya

existen en el mundo infinidad de formas aceptadas por todos, lo que hace más fácil la tarea.

Si estás leyendo este texto y es tu primera aproximación a un documento sobre redacción de

Curriculum, es seguro que ya tenés una información acerca de las formas habituales de este

tipo de formatos. Dicho de otra manera, si se te pidiera en este momento que redactaras tu

CV, lo harías sin preguntar demasiado cuáles son sus elementos. Y si tenés dudas, solo con

buscar en Internet vas a encontrar miles de propuestas.

Pero justamente esa propiedad es lo que vuelve plantea la dificultad de

elaborar un CV que resulte realmente eficaz, es decir, que transmita al lector virtual no solo

nuestras habilidades y antecedentes de formación específicos, sino que nos distinga de los

muchos otros profesionales que, al mismo tiempo y posiblemente con el mismo criterio,

elaboran sus CV con idéntica metodología.

Ocurre que un CV está ligado, en la mayoría de los casos, a la necesidad de

convencer. De que somos los candidatos ideales para ocupar un puesto, que tenemos los

antecedentes suficientes para dictar un curso, que somos profesionales idóneos. La

exhibición de antecedentes y valores está, normalmente, asociada a la seducción, a la

posibilidad de convencer a un receptor para que tome alguna acción vinculada con nosotros.

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¿Cómo ser eficaz?
Si bien la redacción de un CV puede seguir varias de las recomendaciones de textos

que viéramos en el Capítulo 7, son tantas las singularidades de este formato, que requiere de

una mirada particular.

En todo caso, la regla inviolable es que, por el camino que fuere, tenés que buscar

empatía. Acordate que ya hablamos de aquella frase: ‚comunique los mensajes al otro, de la

forma en que le gustaría que se los comunicaran... al otro‛; allí se resumían los preceptos

básicos que hacen a una adecuada estrategia comunicacional.

Eso significa que lo tenés que redactar pensando en el receptor.

Si conocés el perfil de quien va a evaluar tus antecedentes, el desafío es más sencillo.

Puede darse entonces el caso de que conozcas con algún detalle los códigos, los filtros, el

estilo de tu lector. Eso te va a permitir confeccionar un CV ‚a medida‛. Pero, en rigor, este no

es el caso más frecuente.

Suele suceder que, al momento de elaborar nuestro CV, no sepamos exactamente

quién lo va a leer. Es el caso de las búsquedas a través de sitios especializados, en los que hay

unos pocos renglones informando sobre las características de un puesto.

Sin embargo, es un error creer que se desconoce todo acerca del receptor virtual.

Porque aun en ese caso, el emisor puede armar un perfil básico de la persona que

imaginariamente puede llegar a convertirse en ‚lector - potencial empleador‛. La pregunta a

contestar es ‚¿cómo lo imaginamos?‚ En esa respuesta estará contenida la forma que le

podremos dar a nuestro CV. No está demás diseñar un documento permeable a diferentes

89
perfiles, con bajos niveles de audacia, que trate de abarcar a la mayoría de los posibles

lectores. Pensá que debés definir una estrategia, y lo que acabás de leer puede ser una

opción. En otro extremo, podés arriesgar y redactar un CV que trascienda los consensos, que

intente provocar alguna reacción favorable. No hay recetas, no las esperes en este libro y

nadie podrá dártelas. Lo que sí resulta inexorable es que traces tu propia táctica, de modo

que el producto escrito sea el fruto de tu diseño. Elaborar un Curriculum Vitae no es bajar

una plantilla de Internet y llenar los datos. Ni siquiera en los casos de los formularios

prediseñados de los sitios de búsqueda se da esa situación. Preparar tu CV es poner toda tu

energía comunicacional al servicio de la eficacia. En lo que resta del Capítulo, trataré de

contarte las tendencias y dar algunas recomendaciones, pero los límites de este tupo de

ayudas se cruzan con el comienzo de tu creatividad.

Algunos riesgos
Si has leído atentamente los párrafos anteriores, podrás advertir que en la búsqueda

de adaptarte al receptor, subyacen dos riesgos.

Por un lado, existe la posibilidad de perder personalidad. Esto es, buscando empatía

y tratando de adaptarte a los códigos de quien te va a leer, podés caer en el caso de que,

cuando el CV está listo, no refleja quien sos. No pierdas de vista que el CV es tu cara escrita,

90
sea como fuere siempre tiene que dejar en claro tu perfil, tus preferencias, tu esencia. Esperar

la entrevista personal para mostrar verdaderamente quién sos, puede ser un gran error

porque los selectores dan importancia al Curriculum como carta de presentación. Y si en esa

instancia no mostraste quién sos, quizás ocurra que ni siquiera accedas a la siguiente

instancia. Por lo tanto, tu CV debe dejarte satisfecho respecto de que todo lo importante que

tenías para mostrar, esté incluido.

El otro riesgo en el que se cae con frecuencia, es

la mentira. No me refiero a mentiras flagrantes; no

espero que digas que tenés un diploma que nunca

obtuviste. Pero hay pequeñas mentiritas que a veces,

consciente o inconscientemente, suelen deslizarse en la

CV. Y aunque parezcan inocentes, no dejan de ser eso:

mentiras. Además de la trasgresión ética, pueden traerte

problemas.

Eso se da frecuentemente cuando se incluyen datos que son ciertos pero terminan

dando una información falaz acerca de mis capacidades. Por ejemplo, si incluimos que

hicimos un curso cinco años atrás acerca de una disciplina específica de nuestra formación, el

lector puede creer que somos idóneos o, al menos, tenemos afinidades con esa temática.

Pero puede tratarse solo de un curso breve, del que poco aprendimos. Hay que cuidar estos

detalles. Si pensás siempre en el lector, te va a resultar más fácil saber qué información podés

incluir, porque estarás previendo la reacción que va a provocar su lectura.

Recomendaciones generales para redactar el CV


Ya hablamos de los cerebros infoxicados, sobreestimulados de información. Sea quien

fuere el lector de nuestro Curriculum, querrá hacerse de la información esencial en el menor

tiempo posible.

Por lo tanto, los CV serán simples, con la información a un golpe de vista, escritos de

manera de no provocar esfuerzos. Evitá que el lector tenga que deducir información que

pueda ser explicada de un modo sencillo. Las frases rebuscadas, los datos demasiado

escuetos, ponen al receptor en situación de incomodidad. Lo predisponemos a que lea con

91
desgano. Y ya sabés que, en el tema del CV especialmente, no hay que correr este tipo de

riesgos.

En mis clases suelo decir a los alumnos que ‚puedo perdonarme que las decisiones

comunicacionales que tomes no sean acertadas, pero nunca me perdonaría que no tomes

decisiones‛. Elaborar un proceso comunicacional desafiante, como lo es tu Curriculum Vitae,

implica pensar, diseñar una estrategia, convencerse. Y después, tomar las acciones que

materialicen esa concepción. Dicho de otro modo, tenés que tomar decisiones. A cada paso.

No son ecuaciones complejas, son simples preguntas que, si tenés claro hacia dónde vas, se

resuelven con sentido común. ¿Pongo una foto? ¿Cuál? ¿De todo mi cuerpo o solo la cara?

¿Uso la misma foto que en el perfil de mis redes sociales? ¿Qué imagen le proyectaré al

lector con la foto que elija?

Usualmente, los CV están asociados a la competencia. Por un puesto laboral, por una

distinción, por un reconocimiento. En tu estrategia podés disponer mantenerte ‚fuera de los

riesgos‛, y hacer un documento que no resalte desde las formas, que esté dentro del

‚consenso‛ para este formato. Es una opción válida. Pero si querés que se te preste atención,

la recomendación pasa por buscar opciones para distinguirte. Por supuesto que se

entiende que una selección habrá de hacerse por los contenidos del Curriculum y no por sus

formas. Pero también vimos en este libro que los cerebros de los lectores seleccionan

constantemente sin un patrón conocido de comportamiento. Y, en este sentido, trabajar

alternativas creativas, que marquen una diferencia a tu favor de entrada, puede ser medular

para ganar terreno.

92
¿Cuáles son esas opciones? Como ya te he marcado varias veces en este mismo libro,

no hay recetas mágicas. Poné tu talento a trabajar, sé creativo, pensá en el lector, y no dejes

de ser vos.

En todo caso, hay una ‚ley‛ inquebrantable. Renglones más arriba me referí a la

importancia de la apariencia en cualquiera de las formas de comunicación técnica abordada.

Debe quedar claro, entonces, que hay que ser estricto en lo vinculado con ortografía, sintaxis,

calidad del soporte (papel, mail, .doc, etc.). no corras nunca el innecesario riesgo de quedar

afuera por un acento mal puesto, una carpeta manchada, o un dato escrito de manera

incorrecta.
93
La tendencia actual
Podés sacar recomendaciones para elaborar CV de todos lados. Hay miles de sitios en

Internet, consultoras que cuenta su mirada, cursos pagos. Te voy a relatar mi experiencia

después de haber trabajado ‚de ambos lados del mostrador‛: elaborando Curriculum para

quienes pretendían presentarse a alguna situación de selección, y leyendo los que

presentaron quienes aspiraban a ser seleccionados.

Sin ser excluyente, te doy una lista de algunos puntos que conviene tener en cuenta al

momento de preparar tu propio CV.

Brevedad
Los lectores de Curriculum, sean profesionales del tema o no, destinan muy pocos

segundos a la lectura del documento. En algún momento, un gran volumen de datos

incluidos en un CV daban a entender que la persona era más valiosa. Eso ha quedado atrás, y

hoy está completamente fuera de uso ir más allá de un par de páginas.

Legibilidad

Si entendiste el punto anterior, no caigas en la trampa de tratar de calzar mucha info

en ese par de páginas. La clave es hacer una adecuada selección de información, no en usar

una fuente pequeña. Tus CV deben ser atractivos a la vista, y sugerir que su lectura será

placentera. Eso se refleja ya desde la imagen general del documento.

Todo y solo lo importante

Cuando mencioné que hay que seleccionar la información, intenté transmitirte la idea

de que, una vez preparado el CV, tendrás que quedarte convencido que tu lector ha de

conocer todo aquello que decidiste contarle. Imagínate que tus datos conforman una

pirámide. En cada cara hay un grupo de datos: los personales, los laborales, los académicos.

Pero en la punta de la pirámide está lo relevante de cada grupo, eso que no podés dejar de

contar. Al confeccionar un CV es fundamental saber en qué punto ‚cortás‛ la pirámide. Si lo

hacés ‚muy abajo‛, habrás seleccionado demasiada info, y el lector puede hacer

94
inconvenientes procesos de selección. Por el contrario, cortar ‚muy arriba‛ puede resultar en

un Curriculum demasiado breve en el que no alcanzaste a contar quién sos.

El Objetivo

Para un lector que busca conocernos en pocos segundos, la presencia de un Objetivo,

claro y breve, parece imprescindible. Qué pretendemos en el campo profesional y laboral,

deberá estar respondido en esta sección.

Nunca te olvides de pensar en el receptor. El Objetivo se redacta pensando en las

expectativas del lector, no en las tuyas…

Descripción de competencias

El mercado laboral ha mutado mucho en los últimos años. Así como antes era

importante conocer ‚cuánto sabías‛, hoy la inquietud ha pasado a ser ‚qué sabés hacer‛. Y no

es lo mismo. Por eso, las búsquedas apuntan hoy a conocer tus competencias. Y esto tiene

alcance no solo a los valores propios de tu profesión, sino que va más allá: proactividad,

adaptación a los cambios, o capacidad para trabajar bajo presión, suelen ser algunas de las

competencias buscadas.

Te sugiero que hagas una prolija selección de tus principales competencias, aquellas

que están ‚en la punta de la pirámide‛ considerando que puedan servirle a tu lector; y luego,

las incluyas en el CV bajo diferentes formatos. Puede ser en modo explícito (‚Me caracterizo

por…‛), o sugerido (‚He conducido grupos de trabajo de hasta 20 personas‛ hablará

posiblemente de tu capacidad de liderazgo). Pero no debe faltar.

95
Evitar los adjuntos

No mandes el Curriculum ‚obligando‛ a tu lector a que deba ir a diferentes lugares

para enterarse de tus valores. Y no adjuntes nada que no te pidan.

Que sean “humanos”

Bajar las plantillas de Internet y completar con nuestros datos es muy práctico para

trabajar poco y resolver el dilema de elaborar nuestro CV en poco tiempo. Pero, además de

que no vas a distinguirte del resto, le va a faltar ‚alma‛. Redactá tu CV como propio, con tu

estilo, con tus notas de color. Debe notarse que estás poniendo algo de vos en la redacción.

De hecho, no se usa escribirlos en tercera persona (‚Fue seleccionado para el puesto‛) sino

en primera (‚Fui seleccionado…‛).

Las formas

Insisto, pero no quisiera dudas. Las formas deben ser opinables, pero no corregibles.

Es decir, si elegiste un color de tapa que no le gustó al selector, no importa. Pero si la tapa

está manchada con café, muy posiblemente te juegue en contra. Nadie te va a contratar por

esa mancha, pero quizá alguien deje de hacerlo por esa causa. No te des el lujo de que las

formas de tu Curriculum tengan errores, de ningún tipo.

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Secuencia convencional de datos
La siguiente es una secuencia que puede servir como base para la elaboración de un

Curriculum, sin que implique que todos los puntos allí mencionados deban ser incluidos, sino

que se puede optar o aun agregar algunos que pudieren faltar.

Tapa

Podés obviarla, pero puede ser una buena oportunidad para lograr impacto estético.

Además, ahí va el nombre y la fecha. Si no usás tapa, no creo que te olvides de poner el

nombre, pero la fecha suele quedar omitida, y es un grave error.

Datos personales
Habitualmente se incluye el nombre y apellido, edad, datos de contacto y foto.

Eventualmente podés agregar más info, pero depende de tu estrategia o si haya algún dato

que quieras resaltar (estado civil, hijos, nacionalidad).

Objetivo

Como quedó dicho, este punto anuncia tu pretensión en el mercado laboral,

académico o científico. Tratá que sea breve, claro y que apunte a los objetivos del receptor

del mensaje. Pero es, además, una inmejorable oportunidad para comenzar a decir algo

sobre tus fortalezas.

Educación recibida

En este punto debe constar al menos el título de grado obtenido, la institución y la

fecha en que se otorgó la graduación. Si lo estimás conveniente, pueden incluirse aquellos

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estudios incompletos. Asimismo, se pueden incluir los antecedentes de formación de

postgrado (doctorados, master, etc.), y los cursos, seminarios, etc., de formación

extracurricular. Es frecuente listarlos en orden cronológico decreciente (primero lo más

reciente), tendencia que vale para todos los puntos del documento en los que se redacte un

listado ordenado por fechas.

Por otra parte, también te recomiendo escribir en primera persona. Y, finalmente,

redactá en este y en cualquier punto del CV, tus logros, qué aprendiste más allá de los títulos

o certificados. Para qué te sirvió cada etapa. Fíjate cómo vuelve a aparecer otra ocasión para

referirte a tus competencias, sin necesidad de decirlo explícitamente, sino a través de lo que

queda sugerido o entredicho.

Experiencia laboral
Se describe el lugar (Empresa o institución y, de considerarse necesario, a qué se

dedica ese organismo) en que se desarrolló el trabajo, el período indicando fecha de

comienzo y fin, y una descripción personalizada de las características de la función

desempeñada. Insisto en que uses estos espacios para contar aprendizajes y fortalezas.

Manejo de Idiomas

Se menciona someramente si se posee aptitud para otros idiomas, aclarando si esa

habilidad alcanza a la lectura, la escritura, el habla propia o la comprensión del habla ajena.

Excepcionalmente podés mencionar algún título alcanzado, o si viviste en otro país. Pero

finalmente, lo que debe quedar claro es tu manejo de esos idiomas.

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Habilidades especiales

En caso de no haber quedado mencionadas antes (en los puntos indicados

precedentemente), en este apartado pueden resaltarse aquellas cualidades que no pueden

‚certificarse‛ ni comprobarse sobre la base de los antecedentes; me refiero a las

competencias, a los valores. Por ejemplo, el talento para integrarse al trabajo en grupo, la

iniciativa para encabezar nuevos proyectos, la proactividad, etc.

Referencias

Mencioná el nombre, cargo, empresa o institución y datos de contacto, de las

personas que pueden acreditar los datos incluidos en el CV.

Los anteriores no son, necesariamente, los puntos a incluir. Podés eliminar alguno, si

tu estrategia te lo recomienda, o agregar (sobre todo, si hay antecedentes de valor que no

hayan quedado contempladas en los puntos descriptos).

Otros datos
Cuando estés en instancias de presentación de un Curriculum, te va a suceder que

encontrarás información que te provoca dudas acerca de su inclusión en el documento. Tu

situación actual o, en todo caso, por qué querés acceder al puesto al que te postulás, suele

ser un caso clásico. Si estás desocupado la cosa es más simple, pero si querés cambiar de

empresa vas a tener que dar alguna explicación.

99
En el mismo sentido, puede darse la necesidad de pedir confidencialidad en el

proceso de búsqueda; la remuneración pretendida; cuándo estarías disponible; si podés

viajar; algunas condiciones laborales particulares que necesites.

Para sacarte la duda, la pregunta que debés formularte es si esa información que

querés comunicar es permanente o temporaria. Si sos Ingeniero, lo serás siempre (salvo

situaciones muy extraordinarias); pero si querés mejorar tu salario, eso es circunstancial.

Lo pasajero, lo coyuntural, no va al Curriculum. Para comunicarlo podés recurrir a

otras herramientas: una Carta de presentación (si el CV va impreso), el cuerpo del mail (si esa

es la vía elegida), un mensaje privado (si lo mandás a través de Redes sociales), o

sencillamente esperás que te llamen y lo contás en la entrevista (tratá de evitar que las cosas

lleguen tan lejos…).

100
CAPÍTULO 13

LAS REUNIONES DE TRABAJO


Este Capítulo aborda como enfoque central la situación en la que la Comunicación no

es el objeto primordial de estudio, sino que se aplica para situaciones propias del ejercicio

laboral.

En este Capítulo se aborda la reunión de trabajo, que no constituyen en sí misma una

modalidad formal de comunicación, pero la emplea como herramienta principal.

Describiremos brevemente los aspectos distintivos, buscando siempre el mismo punto: la

eficacia comunicacional.

A las 9 en Sala de Reuniones


Habitualmente las reuniones de trabajo forman parte de las rutinas laborales,

cualquiera sea el ámbito de desempeño. Más formales o menos, todas las organizaciones

crecen sobre la base del trabajo compartido. Y sea cual fuere el objetivo de una reunión,

siempre existirán en el campo profesional.

Es prudente seguir las siguientes recomendaciones para conseguir mejores

resultados, tanto individuales como grupales.

Las reuniones son parte del trabajo

Es común que no se tomen con seriedad, la impuntualidad es moneda corriente y no

se presta atención durante su desarrollo. Frecuentemente quien cierra la reunión dice

‚Bueno, hemos terminado, ahora vamos a seguir trabajando‛, como si el encuentro no

formase parte del trabajo.

Una buena táctica para desvirtuar este concepto consiste en proponer una agenda

clara y concreta, hacerla saber con antelación, y respetarla durante el desarrollo. Alentar el

valor del encuentro desde las redes sociales suele ser otra buena estrategia.

101
Acotar la duración

Los expertos aconsejan que la duración máxima de una reunión productiva debe ser

de 90 minutos. Si no se aprovecha bien el tiempo, ocurrirá que no se podrán analizar todos

los temas previstos. Por lo tanto eso refuerza la idea de sostener la agenda, el orden y tratar

de ir al foco.

La puntualidad es un elemento clave, no solo en cuanto al comienzo sino también

referido a la terminación del encuentro. Que cada uno conozca el tiempo disponible (y que

sea respetado) le dará valor a la reunión.

Asignar responsabilidades

Para evitar que la gente salga de la reunión con percepciones diferentes de lo que

debe hacerse, es adecuado trabajar sobre documentos comunes. No se trata solo de tener

una reunión, se trata de crear un documento que lleve a la acción común. La reunión es el

medio para conseguir un plan de acción, y los últimos minutos del encuentro deben

destinarse a la asignación de roles. Elaborar un acta, por informal que sea, puede resultar una

buena herramienta. Lo podés rematar simplemente con un mensaje al grupo de WhatsApp,

un mail, un mensaje en la red social común.

Definir el uso del celular

El móvil parece imprescindible para manejarte hoy en día. Contiene información, te

conecta, te ayuda a controlar los tiempos, entre otras utilidades para una reunión de trabajo.

No obstante, si el uso que le van a dar los participantes no se ajusta a los objetivos

comunes y alguien revisa constantemente su WhatsApp (aunque sea por motivos laborales) o

atiende llamadas, se generará un desequilibrio de atenciones poco conveniente. Es bueno

pactar esto de antemano, evitá discusiones o malestares en el grupo.


102
Alentar el liderazgo

Aun cuando en las reuniones no se establezca algún rango de jerarquía, resulta

imprescindible que alguno de los participantes asuma el rol conductor y lleve adelante la

agenda, modere a los exaltados y convoque a los menos participativos, cuide el horario y

asigne los roles.

Si no somos nosotros quienes asumimos ese rol, cuidemos que al menos alguien lo

haga y brindémosle todas las herramientas para que lo ejecute con eficiencia.

Equilibrio de posiciones

A menudo surgen roces entre los participantes, se exaltan los ánimos, o bien algunos

‚desaparecen‛ y ocupan su mente en puntos lejanos a los tratados en la sala. Es el momento

de repasar que todos los asistentes están reunidos por los mismos objetivos; y si no es así,

evidentemente se ha convocado a alguien por error y habrá que capitalizar la equivocación

para el próximo encuentro.

El número de asistentes

La experiencia indica que un número de entre 6 y 10 participantes es el ideal para que

todos puedan expresarse y enriquezcan los resultados finales.

La mejora continua

Dedicar un tiempo a analizar cada reunión desde sus formas, permitirá enriquecer la

siguiente y no cometer viejos o nuevos errores. No te olvides que cada minuto perdido en

una reunión se multiplica por el número de asistentes.

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CAPÍTULO 14

LA ENTREVISTA LABORAL
Retomando lo explicado en el Capítulo anterior, lo que veremos ahora constituye otro

caso en el que la Comunicación es el elemento central que se pone en juego, pero no la

materia central a estudiar.

Aunque las condiciones del mercado laboral son, especialmente en Argentina, muy

fluctuantes, hay características que atraviesan todas las instancias. La búsqueda laboral

parece ser un paso ineludible en la mayoría de los trabajadores.

En ese marco, la entrevista laboral se convierte en una instancia muy singular, que nos

llena de excitación por un lado ya que pareciera ser la confirmación de que hemos causado

una primera impresión favorable, pero a la vez nos tensiona fuertemente porque nos vamos

a ‚jugar‛ mucho en un encuentro.

Las entrevistas laborales, sean llevadas a cabo por empresas dedicadas al

reclutamiento de personal o por los mismos empleadores, siguen ciertos pasos más o menos

estables, por lo que trataré de compartir algunas recomendaciones generales.

Los primeros contactos


La entrevista laboral no es, nunca, el primer paso de la búsqueda. Siempre está

precedida por el envío de un Curriculum, la inscripción en una búsqueda, o la simple

referencia de un conocido, entre otras modalidades posibles. Eso alivia tensiones, por un

lado. El primer paso ya había sido dado y la lógica indica que resultó exitoso.

Hay que prepararse para lo que sigue. Es una obviedad, pero tené certezas sobre el

día, hora y lugar del encuentro, y la persona por la cual preguntar cuando lleguemos.

La preparación previa
Los días previos a la entrevista no son solo de tensa espera, sino que hay tarea por

hacer; cuanto más se sepa de la compañía y el puesto, más chances hay de acertar con el

104
perfil buscado. Es muy útil, por ejemplo, visitar el sitio web de la empresa, visitar su perfil de

Facebook o seguirlos por Twitter, para informarse el rubro al que se dedica, cuántos

empleados tiene, quiénes son sus clientes, con quién compite, la historia, su filosofía de

trabajo, políticas de calidad, etc.

Deberemos tener bien preparada la exposición de nuestros datos. Si me hiciste caso

cuando vimos el tema de Curriculum, es probable que el ejemplar que mandaste era

diferente para cada búsqueda. Por lo tanto, repasá cuál es la versión que le has mandado a

esta. Tené una versión escrita a mano durante la entrevista.

Prepará, además, un arranque de tu exposición, que ineludiblemente referirá a algún

punto marcado en el CV (si no es, llanamente, un pedido de que repases tus antecedentes).

Cómo será la entrevista


En primer lugar, debemos disipar la fantasía de que la entrevista laboral es unilateral,

en donde el entrevistador nos bombardeará con preguntas difíciles y malintencionadas. Nada

más alejado de la realidad que esto, pues la finalidad es detectar al candidato más idóneo

para el perfil de ese puesto en particular.

Lo normal son las entrevistas conocidas con el nombre de semi-dirigidas, ya que el

entrevistador empleará preguntas abiertas. Este tipo de preguntas inducen a un desarrollo en

la respuesta, en contraposición con las cerradas, que solo admiten un número, un dato, o un

sí o un no a modo de contestación. La entrevista laboral también es focalizada, es decir que

la temática se centra exclusivamente en evaluar la concordancia entre el perfil del candidato

en cuestión y el del puesto vacante.

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El desarrollo
Por lo general, se pide primero una exposición oral de lo escrito en el currículum

para observar cómo defiende la persona lo que escribió en el papel. Aquí se analiza tanto la

modalidad discursiva, como el lenguaje gestual y corporal del entrevistado, por eso es

importante que estés preparado y cuides tu lenguaje oral y corporal. Cuando el entrevistador

no es un profesional del tema, las cosas no cambian demasiado. Pero las preguntas pueden

tomar un tono menos formal.

Empezá diciendo lo importante. Si perdés tiempo, el entrevistador puede desviar la

charla hacia lugares de detalle, que te alejen del foco. Por eso conviene asegurarse que lo

principal quede dicho prontamente y con claridad.

A medida que se avance en la entrevista, habrá lugar para preguntas que se orienten

más a detalles, siempre buscando esclarecer si tu perfil ofrece las respuestas que el buscador

necesita.

Es posible que haya ‚puestas en situación‛, que consisten por ejemplo, en contar

algún hecho en donde debimos trabajar bajo presión, o resolver alguna situación

problemática. Con esto, se busca conocer el potencial de los candidatos, qué recursos

pueden aportar a la organización, cuál es su modo de reaccionar y vincularse, y cuáles son

sus temores, fortalezas y debilidades.

Finalmente, cuando se hayan agotado las preguntas del entrevistador, habrá llegado

el momento de que seamos nosotros quienes preguntemos. Es bueno tener mentalmente un

listado de consultas que querés dejar claras. La descripción del puesto o de la empresa, el

salario, los horarios, etc.


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El comportamiento
Lo mejor es ser sinceros. Es muy posible que se nos planteen preguntas en las que

dudamos acerca de cuál es la respuesta más adecuada. En esos casos, una cautelosa

sinceridad es la mejor guía. Te recomiendo que no pienses en ‚quedar bien parado‛, sino que

seas franco y respondas desde vos. Con cautela, pero con honestidad.

Debemos estar tranquilos y relajados, quizás ayude saber que probablemente el

entrevistador también esté nervioso, por lo que hay que escuchar atentamente y cooperar

con él. Es importante proyectar una imagen segura, manteniendo siempre una actitud

positiva y con la confianza en que el resultado a obtener será bueno.

La vestimenta a usar será discreta y aseada, tratá de que refleje quién sos. Siempre

hay que estar cómodo.

Llevá algo para anotar datos (usualmente el celular cumple ese papel; tenelo en

silencio durante la entrevista), pero no lo uses hasta que no sea necesario.

Lo que SÍ hay que hacer


- Ser puntual, hay que llegar apenas unos minutos antes del horario fijado. Considerá si la

llegada hasta la oficina puede implicar tiempo extra.

- Demostrar educación y respeto, dando la mano con firmeza, con una sonrisa y mirando

a los ojos a la otra persona.

- Relajarse, la entrevista es una conversación, no un interrogatorio.

- Escuchar, la comunicación se hace de a dos.

- Demostrar interés (no desesperación) por el trabajo.

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- Al retirarse, hacerlo sabiendo (se puede preguntar si no ha quedado claro) en cuanto

tiempo habrá una respuesta, y si es prudente que seamos nosotros quienes hagamos

contacto para interesarnos por la respuesta. Agradecer.

Lo que NO hay que hacer


- No hacer comentarios negativos acerca del empleador actual o anterior.

- No hacer preguntas que demuestren mala predisposición. Por ejemplo ‚¿Mudarme al

interior es un requisito?‛, o interesarse demasiado en las vacaciones.

- Mostrar un interés excesivo por el dinero a percibir.

- Evitar el lenguaje corporal negativo.

Lo que te van a preguntar


No se puede hacer una receta mágica, pero la experiencia marca las preguntas que,

con más frecuencia, aparecen en las entrevistas laborales.

- Contame de vos. Esto puede tomar diferentes formatos: desde la convencional

propuesta de repasar los datos del Curriculum, hasta alguna pregunta de tinte más

informal vinculada con algún punto específico. Pero normalmente se empieza desde allí.

- ¿Por qué querés trabajar aquí? También puede asumir distintas aristas, por ejemplo:

¿dónde te gustaría trabajar? Pero es el espacio para dejar en claro tus objetivos.

- ¿Por qué dejaste tu trabajo anterior? Llegan los instantes en que la confianza va de la

mano de la sinceridad. Frecuentemente las razones por las que nos vamos de un puesto

no son las mejores para relatar, pero siempre es mejor que escuchen de tu boca la causa

de tu desvinculación. El asunto puede volverse aún más complejo si estás trabajando, lo

que supone que vas a abandonar el puesto actual por otro. No te olvides que los

entrevistadores representan a los empleadores, por lo que rápidamente se pondrán muy

atentos a tus explicaciones sobre estos puntos.

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- ¿Cuáles son tus virtudes? Vinculado con el FODA al que me refiriera en el Capítulo 11. Es

importante que puedas relatar dos o tres Fortalezas que apliquen al puesto a cubrir.

- ¿Cuáles son sus mayores defectos? Del mismo modo, también vale que seas capaz de

describir algunas Amenazas o Debilidades. Eso habla bien de tu capacidad de

autoevaluación.

- ¿Cuándo podrías empezar? Parece una pregunta tonta, y puede serlo si no tenés

obstáculos para arrancar cuando lo requieran. Pero si estás trabajando y tenés que

negociar tu salida del actual empleo, o si tenés una actividad prevista para hacer en el

corto tiempo, es bueno que tu potencial empleador lo sepa.

- ¿Cuál es tu disponibilidad horaria? Es muy engorroso empezar un trabajo y, al poco

tiempo, aclarar que en realidad no tenés libertad horaria. Decilo de entrada, hablar claro

siempre es un buen aliado.

- ¿Cuáles son tus aspiraciones en el mediano plazo? Suele ser una pregunta ‚difícil‛,

porque a menudo los jóvenes no tienen un proyecto de vida del todo definido. Pero los

entrevistadores necesitan saber si tu perspectiva en una organización es de largo plazo.

Pensá en eso antes de la entrevista.

- ¿Cuáles son tus hobbies, qué hacés en tu tiempo libre? No existe, por parte de quien

hace estas preguntas, otro interés más que conocerte en varios planos. Tus gustos fuera

del trabajo dicen mucho de vos.

- ¿Cuánto querés ganar? Se supone que quien ofrece un puesto laboral debe tener claro

lo que está dispuesto a pagar. Pero la pregunta aparece siempre, y también la tenés que

madurar antes de la entrevista. No hay una respuesta única, ni siquiera que pases el

menor precio te asegura que sea valorada positivamente. Más que nunca, sé sensato y

respondé con franqueza.

- ¿Quedó alguna duda? Es una pregunta casi formal, pero para vos representa la última

instancia para sacarte dudas. No la desaproveches.

109
CAPÍTULO 15

EL LENGUAJE DE LA RED
Los avances tecnológicos, con Internet a la cabeza, además de provocar un profundo

cambio en las modalidades de comunicación, han generado la aparición de códigos del

lenguaje muy singulares.

Si anudás el contenido del Capítulo 2, cuando hablábamos de cerebros infoxicados

que tratan de hacer el menor esfuerzo posible, vas a entender la verdadera trascendencia

lingüística de Internet.

Lo que la Web facilitó fue el ahorro de tiempo: lo que antes demandaba enorme

gasto de energía, y por lo tanto de tiempo, pasó a resolverse con enorme velocidad.

El lenguaje no tardó en acompañar esa tendencia. Así, el español clásico, que sostenía

a duras penas una opinable ortodoxia, pasó a sufrir adaptaciones gigantes. La incorporación

de nuevos términos (como ‚googlear‛), acrónimos (‚tkm‛, por ‚te quiero mucho‛),

abreviaturas (‚coment‛ por ‚comentario‛), neologismos (‚ksa‛ por ‚casa‛), inundaron el

lenguaje, especialmente en los adolescentes, quienes encarnaron la velocidad del nuevo

tiempo en el modo más visible.

Rechazado por los ortodoxos en un primer momento, por peso propio ese lenguaje

modificado ha ganado terreno hasta el punto de conseguir un lugar de privilegio en las

comunicaciones actuales.

Si bien estas prácticas pueden provocar un choque importante cuando el joven debe

enfrentar ‚el mundo formal‛, también es cierto que hoy en día se discute si no son los

adultos quienes deben adaptarse a estos códigos y adentrarse en el complejo mundo de los

‚kiero‛ (por quiero) y ‚wenas‛ (por buenas).

Características centrales del e-lenguaje


En general, el estilo de escritura está caracterizado por un gran ahorro de energías.

Esto provoca una forma de escritura veloz, poco reflexiva, espontánea y viva.

110
Una situación curiosa es que están ‚admitidos‛ los errores ortográficos producto de la

rapidez (tipográficos) o forzados, cosa que no ocurre con los errores cometidos por

desconocimiento.

La cortesía se reduce a su mínima expresión, entendiendo que consume palabras

‚evitables‛. O, lo que es lo mismo, tiempo.

Aparecen, como dijera antes, expresiones muy propias de la web, que no resultan

imaginables aún en la redacción técnica de otros formatos (tesis, informes, etc.).

Prácticamente han desaparecido los signos de interrogación o admiración al

comienzo, y los acentos se colocan excepcionalmente.

En general, las frases son muy cortas, gramaticalmente simples, con una sintaxis pobre

y entrecortada.

Los casos especiales


No te voy a hablar de Mark Zuckerberg ni de esas historias que ya conocés. Me

quiero detener unas líneas en lo que han provocado algunos formatos en particular. Porque,

causa o consecuencia, esos canales de comunicación han impactado en el lenguaje. Y, a partir

de ahí, la comunicación técnica ya no es igual.

Miremos algunos de los casos más icónicos.

Correo electrónico

Fue el primer modo de comunicación que instaló un nuevo

lenguaje. A pesar de los avances, el llamado ‚mail‛ sigue manteniendo

su dominio en el campo laboral. Las redes no han conseguido

desplazarlo del todo, y es propio de la generación de adultos.

111
Las frases son cortas, pero representa el modelo de lenguaje web más parecido al

lenguaje ortodoxo de redacción. Tarda en ser leído, no tenés respuesta inmediata, pero deja

un buen registro y mantiene razonables barreras de seguridad para proteger la información.

La extensión de un mail regular puede oscilar en los ‚10 renglones‛, lo que significa

unas 120 palabras. Por supuesto que hay excepciones, en más y en menos, pero los cerebros

tienden a rechazar las comunicaciones provenientes de mails extensos. Normalmente se

mantiene una aceptable ortografía y sintaxis.

Facebook

Pese a los avances de otras redes, en el mundo esta sigue siendo la #1. Sostiene un

lenguaje bastante prolijo, después de haber pasado una etapa de ‚empobrecimiento‛. Desde

que dejó de usarse para chatear, ha recuperado una escritura algo más trabajada, menos

irreflexiva.

Además, Facebook pertenece a una franja etaria de ‚adultos

jóvenes‛, que han ingresado al mundo laboral formal en su mayoría,

por lo que su lenguaje se ha ‚contaminado‛ del lenguaje que es propio

de los empleadores de más edad.

Twitter

La restricción técnica que ha impedido colocar más de 140

caracteres, resultó ser la gran fortaleza de la red del pajarito.

De algún modo, lo que hizo Twitter fue poner en blanco sobre negro

que no era necesario más que unas pocas letras para hacerse entender.

Los usuarios podían entrar confiados, porque ningún mensaje iba a ser extenso.

Twitter le dijo a sus usuarios ‚sé breve y lo que vas a decir, decilo rápido, no hay tiempo que

perder‛. Así, los twitteros no solo escribieron breve, sino que le dieron a la red una

espontaneidad que Facebook ya había perdido. Lo honesto, lo brutal, lo que no tiene filtro,

se dijo en Twitter.

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Whatsapp

El gran distingo de WhatsApp es que es una red pensada,

diseñada y usada en los celulares. El lenguaje ‚guasapero‛ lo

reflejó inmediatamente. Por un lado, porque las frases son

brevísimas, teclear es más difícil y se lo hace en cualquier lugar y

situación.

Por lo tanto, hay que ser veloz y escueto. Pero, además, apareció una característica

singular: debido a que la red trabaja con ‚texto predictivo‛ (se puede desactivar, pero

muchos usuarios no lo saben hacer u optan por mantenerlo), las palabras se van

proponiendo y corrigiendo mientras se escribe. El resultado es que suele ser más fácil escribir

correctamente que no hacerlo. Entonces, WhatsApp tiene mensajes brevísimos pero muchas

veces bien escritos.

Linkedin

La red se ha popularizado como un espacio de encuentro para el

ámbito laboral. Búsquedas, avisos, publicidades, novedades,

encuentran su lugar en Linkedin. Por lo tanto, no resulta difícil

entender que el lenguaje predominante es formal, cordial, bien

estructurado y sin errores.

Skype

Aunque los servicios de Skype son muy diversos, se ha popularizado como la red que

permitió telellamadas gratuitas. Por lo tanto, su característica a analizar desde el punto de

vista comunicacional, apunta al lenguaje oral.

En este sentido, puedo marcarte que Skype ha sido,

condicionada por ser la primera, por tener su campo de

aplicación entre las computadoras, y por las reservas que al

principio determinaron su existencia, muy formal y cautelosa.

Esto se notó cuando debió competir (y perder) contra otros servicios de telellamada

gratuitos (WhatsApp, Messenger), que agregaron frescura y espontaneidad a las

comunicaciones.

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Otras redes

Google+, Instagram, Snapchat, o el mismo Youtube, son otras aplicaciones populares

que se han sumado a la infinita lista. Pero las dejo al margen del análisis de este libro, porque

su aporte al mundo del lenguaje de la web me ha parecido menos significativo.

En todo caso, vale la pena resaltar que han aportado a la generación del llamado

lenguaje multimedia e hipertextual, en el que se usa una multiplicidad de recursos al

mismo tiempo (texto, imagen, video, audio, gráficos interactivos y animaciones).

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