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CONTROL DE LECTURA

Hernández Hernández Gisel Abigail.

CAPÍTULO I “LA PAZ DE LOS CIEN AÑOS”

Claramente, el mundo sufrió transformaciones decisivas en el siglo XIX. Siendo este periodo
caracterizado por cuatro instituciones sobre las que asentaba sus bases. La clave del sistema
institucional del siglo XIX fueron las leyes que gobiernan la economía de mercado. Una de las
instituciones en las que se basaba este sistema, fue el sistema de equilibrio de las grandes
potencias, es decir, una superestructura edificada por la segunda institución, el patrón-oro,
también fue la encargada de controlar o frenar cualquier conflicto de guerra. El patrón-oro fue
pura y simplemente una tentativa para extender al ámbito internacional el sistema del mercado
interior. La tercera institución, fue el mercado autorregulador, que permitió la creación de una
civilización particular. La cuarta y última, fue el Estado liberal creada conjuntamente con el
mercado autorregulador.
La concepción de que el mercado se regula a sí mismo, resulta idealista, las contradicciones que
tenía el propio mercado termino por romper la organización social que se basaba en él.
Polanyi explica que no es correcto atribuirle a una sola cosa o hecho la decadencia del siglo, sino,
al contrario, fueron una serie de acontecimientos y sucesos. El primero que explica el autor, es el
derrumbamiento del sistema internacional. El hundimiento de nuestra civilización ha sido el
fracaso de la economía mundial sus orígenes se remontan a hace más de cien años, a la
conmoción social y técnica producida cuando nació en Europa Occidental la idea de un mercado
autorregulador. En el siglo XIX se produjo un periodo de paz (de occidente) entre 1815-1914, con
pequeñas excepciones de guerras de corta duración acompañados con cambios continuos en la
situación interior y exterior de las naciones poderosas y de los grandes imperios.
Durante la primera mitad del siglo XIX las guerras civiles y las intervenciones revolucionarias y
contrarrevolucionarias estuvieron a la orden del día. A la par que el constitucionalismo se
construía, había bajo formas distintas y en nombre de ideologías permanentemente cambiantes -
unas veces en nombre del progreso y de la libertad, otras invocando la autoridad del trono y del
altar, se mantenía la paz. Esta paz se conseguía de manera en que las potencias mantenían un
juego de equilibrio que no siempre se consigue. Antes, en las revoluciones, se buscaba la libertar, y
esta era causa de repetidas guerras, después el grupo de los soberanos (o de control) tomo interés
en la paz como objeto de soberanía y seguridad.
Parece claro que todo sistema de equilibrio entre las potencias implica una tendencia a impedir
aquellas guerras que nacen de la incapacidad de una determinada nación para prever el
realineamiento entre las potencias que se produciría como consecuencia de su tentativa para
modificar el statu quo. Las grandes potencias utilizaron pues la libertad de acción que les ofrecía el
sistema para servir a un interés común, que resultaba ser la paz. Sin embargo, a pesar de toda esta
paz había tensiones y cualquiera que fuera la causa podría detonar en guerra.
Las altas finanzas, institución sui generis propia del último tercio del siglo XIX y del primer tercio
del siglo XX, funcionaron, durante este periodo como el elemento de unión principal entre la
organización política y la organización económica mundiales. Esta institución proporcionó los
instrumentos de un sistema de paz internacional que fue construido con la ayuda de las grandes
potencias.

Las altas finanzas constituyeron el núcleo de una de las instituciones más complejas que la historia
humana haya producido, pero estas no tenían la vocación de ser un instrumento de paz, su
finalidad, era la ganancia. Es de esta manera, que todo comienza a girar alrededor de las altas
finanzas y su funcionamiento, tenían un poder político y económico importante que les permitió
tener relaciones y control. A su vez, las potencias continuaban preparándose para la guerra que
llegaría pronto, y se avecinaba cada vez más rápido.

Bibliografía: Polanyi, Karl. (1989). LA GRAN TRANSFORMACIÓN ‘Crítica del liberalismo económico
pp. 25-50.

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