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IRENEO DE LYON

Discípulo de Policarpo de Esmirna, en el 177 era «presbítero»


entre los hermanos de Vienne y de Lyon, sucediendo luego al obispo
Potino de Lyon. Solo dos de sus numerosos escritos nos son conoci-
dos íntegramente, aunque sea en versiones antiguas: la «Denuncia y
refutación de la falsa gnosis» (Adversus haereses, transmitida en latín y
parcialmente en armenio; del original griego se conservan numerosos
fragmentos) y la Exposición de la predicación apostólica (Demonstratio,
conservada solo en armenio). Su doctrina cristológica está expuesta
en las pp. XXIV; XXIX; LV; LXII; LXVI; LXXIV-LXXV; LXXX;
XCIII-XCVI; CX-CXI de la Introducción.

Adversus haereses II

22, 4. Treinta años tenía cuando se acercó a recibir el


bautismo. Después, teniendo la edad perfecta de un maes-
tro, fue a Jerusalén, para así ser llamado por todos justamente
maestro, pues no parecía una cosa y luego era otra, como di-
cen los que creen que era aparente 1, sino que, lo que era eso
también aparentaba. Siendo maestro, tenía también la edad
de un maestro, no rechazando ni superando la condición hu-

Adversus haereses II

22, 4. Triginta quidem annorum exsistens cum veniret ad baptis-


mum, deinde magistri aetatem perfectam habens, venit Hierusalem, ita
ut ab omnibus juste audiretur magister: non enim aliud videbatur et ali-
ud erat, sicut inquiunt qui putativum introducunt; sed quod erat, hoc
et videbatur. Magister ergo exsistens magistri quoque habebat aetatem,
non reprobans nec supergrediens hominem, neque solvens suam legem

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mana, ni aboliendo en sí la ley del género humano, sino santi-


ficando toda edad por esa semejanza que cada una tenía con
Él. Pues ha venido para salvar a todos por sí mismo: a to-
dos los que —digo yo— por Él renacen a Dios: infantes, ni-
ños, adolescentes, jóvenes y adultos. Por eso pasó por todas
las edades... así, se ha hecho adulto entre los adultos para ser
el maestro perfecto entre todos, no solo en lo que se refiere a la
exposición de la verdad, sino también en lo referido a la edad,
santificando al mismo tiempo a los adultos, convirtiéndose en
modelo para ellos 2...
5. ¿Y cómo podía enseñar si no tenía la edad de un maes-
tro? ... Porque cualquiera admitirá que la edad de treinta años
es la de un hombre joven todavía y esta juventud se prolonga
hasta los cuarenta; sin embargo, a partir de los cuarenta y de los
cincuenta, la vida del hombre declina hacia la madurez. Esta
edad es la que tenía nuestro Señor cuando enseñaba, como lo
testimonia el evangelio, y todos los ancianos que en Asia han
convivido con Juan, el discípulo del Señor; también ellos con-
cuerdan en que Juan les ha transmitido eso mismo, pues per-
maneció con ellos hasta los tiempos de Trajano.

in se humani generis, sed omnem aetatem sanctificans per illam qum ad


ipsum erat similitudinem. Omnes enim venit per semetipsum salvare:
omnes inquam, qui per eum renascuntur in Deum, infantes, et parvulos,
et pueros, et juvenes, et seniores. Ideo per omnem venit aetatem, et in-
fantibus infans factus, sanctificans infantes: in parvulis parvulus, sanc-
tificans hanc ipsam habentes aetatem, simul et exemplum illis pietatis
effectus, et justitiae, et subjectionis: in juvenibus juvenis, exemplum ju-
venibus fiens...
5. Quomodo autem docebat magistri aetatem non habens? ... quia
enim xxx annorum aetas prima indolis est iuvenis, et extenditur usque ad
quadragesimum annum, omnis quilibet confitebitur; a quadragesimo au-
tem et quinquagesimo anno declinat iam in aetatem seniorem, quam ha-
bens dominus noster docebat, sicut evangelium et omnes seniores testan-
tur, qui in Asia apud Iohannem discipulum domini convenerunt, id ipsum
tradidisse eis Iohannem: permansit autem cum eis usque ad Traiani tem-
pora.

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Bibliografía: QUASTEN, Patrología, I, 255-279. Del Adversus Adversus haereses III


haereses existe una edición crítica con versión francesa en la colec-
ción Sources Chrétiennes. Para la traducción española se ha teni- 9, 3. Sobre el bautismo, Mateo dice también: «Se abrieron
do presente: A. ORBE, Teología de san Ireneo. I-III: Comentario
al libro V del «Adversus haereses» (BAC-Estudio Teológico San
los cielos y vio al Espíritu de Dios que descendía como una pa-
Ildefonso, Madrid-Toledo 1985-1988); ÍD., Teología de san Ireneo. IV: loma y venía sobre Él. Y una voz del cielo decía: Tú eres mi Hijo,
Traducción y comentario del libro IV del «Adversus haereses» (BAC- el Amado, en quien yo tengo mis complacencias» (Mt 3,16-17).
Estudio Teológico San Ildefonso, Madrid-Toledo 1996); SAN IRENEO, Por tanto, no fue entonces cuando Cristo bajó sobre Jesús, ni
Contra las herejías I-V, trad. de J. Garitaonandía Churruca (Los uno es Cristo y otro Jesús 3, pues el Logos de Dios, el Salvador
Santos Padres 36, 40, 51, 52, 53; Apostolado Mariano, Sevilla 1990- de todos y Dueño de cielo y tierra, este es Jesús, como ya hemos
1999); ÍD., Contra los herejes, trad. de C. I. González (Conferencia
mostrado, que por haber asumido una carne y haber sido ungi-
del Episcopado Mexicano, México DF 2000); ÍD., Demostración
de la predicación apostólica, edición preparada por E. Romero Pose do por el Padre con el Espíritu, se ha hecho Jesucristo... El mis-
(FuP 2; Ciudad Nueva, Madrid 1992). mo Isaías, preanunciando su unción y la razón por la que fue
ungido, dijo: «El Espíritu de Dios está sobre mí, pues me ha uni-
do para anunciar la Buena Nueva a los humildes...» (Is 61,1-2).
En efecto, en cuanto el Verbo de Dios era hombre, de la raíz de
Jesé e hijo de Abrahán (cf. Mt 1,1), el Espíritu de Dios descan-
saba sobre Él y le había ungido para anunciar la Buena Nueva
a los humildes; pero, en tanto que era Dios, no juzgaba según la
apariencia ni condenaba de oídas 4.

Adversus haereses III

9,  ਯIJȚijȘı੿Ȟਥʌ੿IJȠ૨ȕĮʌIJȓıȝĮIJȠȢ੒ȂĮIJࢡĮ૙ȠȢǜਝȞİ૴ȤࢡȘıĮȞĮ੝IJ૶
ȠੂȠ੝ȡĮȞȠȓțĮ੿İੇįİʌȞİ૨ȝĮࢡİȠ૨țĮIJĮȕĮ૙ȞȠȞ੪ıİ੿ʌİȡȚıIJİȡȐȞțĮ੿ਥȡȤȩȝİ-
ȞȠȞİੁȢĮ੝IJȩȞǜțĮ੿ੁįȠઃijȦȞ੽ਥȟȠ੝ȡĮȞȠ૨ȜȑȖȠȣıĮǜȈઃİੇ੒ȣੂȩȢȝȠȣ੒ਕȖĮ-
ʌȘIJઁȢਥȞમİ੝įȩțȘıĮȅ੝Ȗ੹ȡIJȩIJİțĮIJોȜࢡİȞ੒ȋȡȚıIJઁȢİੁȢIJઁȞ੉ȘıȠ૨Ȟ
Ƞ੝į੻ਙȜȜȠȢȝ੻Ȟ੒ȋȡȚıIJઁȢਙȜȜȠȢį੻੒੉ȘıȠ૨ȢਕȜȜૅ੒ȜȩȖȠȢIJȠ૨ࢡİȠ૨੒
ıȦIJ੽ȡʌȐȞIJȦȞțĮ੿țȣȡȚİȪȦȞȠ੝ȡĮȞȠ૨țĮȚȖોȢȠ੤IJȩȢਥıIJȚȞ੉ȘıȠ૨ȢțĮࢡઅȢ
ʌȡȠİįȚįȐȟĮȝİȞ ʌȡȠıȜĮȕȩȝİȞȠȢ ıȐȡțĮ țĮ੿ ȤȡȚıࢡİ੿Ȣ ਫ਼ʌઁ IJȠ૨ ʌĮIJȡઁȢ IJ૶
ʌȞİȪȝĮIJȚȋȡȚıIJઁȢ੉ȘıȠ૨ȢਥȖ੼ȞİIJȠEt iterum ipse Esaias unctionem ejus,
et propter quid unctus est praesignificans, ait: «Spiritus Dei super me,
quapropter unxit me, evangelizare humilibus»... Nam secundum id quod
Verbum Dei homo erat, ex radice Jesse, et filius Abrahae, secundum hoc
requiescebat Spiritus Dei super eum, et ungebatur ad evangelizandum
humilibus; secundum autem quod Deus erat, non secundum gloriam ju-
dicabat, neque secundum loquelam arguebat.

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10, 2. Y refiriéndose al ángel dijo de nuevo: «En aquel En este pasaje, fiel al pensamiento paulino (cf. Rom 5–6),
tiempo fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios y dijo a Ireneo añade por su cuenta la insistencia en la carne, en la per-
la Virgen: No temas, María, pues has encontrado gracia ante fecta identidad, a excepción del pecado, del cuerpo de Cristo
Dios» (Lc 1,26.30). Y acerca del Señor dice: «Será grande y se- con el cuerpo de todo hombre.
rá llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de 53
A la contraposición Eva/María (cf. nt. 21) Ireneo añade,
David su padre y reinará en la casa de Jacob por los siglos y su siempre sobre la base de la virginidad, la correlación tierra/Ma-
reino no tendrá fin» (Lc 1,32-33). ¿Qué otro puede reinar en la ría, para destacar más aún la realidad de la carne de Cristo.
casa de Jacob sin interrupción y para siempre, sino Jesucristo,
54
nuestro Señor, Hijo de Dios Altísimo 5, quien, por medio de la Para Pablo, la resurrección de Cristo es promesa y ga-
ley y los profetas, había prometido hacer visible su salvación en rantía de nuestra resurrección: cf. 1 Cor 15,20-21.
toda carne, para que, así como el Hijo de Dios se ha hecho hijo 55
En Amós la tienda de David es el reino de David, Israel,
del hombre, así el hombre llegue a ser hijo de Dios? que el Mesías habría restaurado. Ireneo entiende, en sentido
cristiano, el cuerpo de Cristo, en cuanto descendía, en su hu-
11, 8. Y el mismo Logos de Dios hablaba a los patriar- manidad, de David.
cas anteriores a Moisés según lo divino y glorioso 6, asignan- 56
do a los que vivían bajo la ley un orden sagrado y litúrgico. Dividiendo en Cristo al hombre Jesús del Cristo supe-
Después de esto, hecho hombre por nosotros, envió el don rior, el Salvador celeste, los gnósticos hacían nacer de María so-
del Espíritu celeste sobre toda la tierra, cobijándonos así bajo lo al primero, no al segundo, verdadero artífice de la redención
sus propias alas (cf. Sal 16,8; 60,5)... cuadriforme es el evan- a través de la resurrección: cf. nt. 3 y 17.
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gelio 7 y cuadriforme es también la actuación del Señor. Por A menudo Ireneo atribuye a los presbíteros, sus prede-
cesores, concepciones que ha heredado de la tradición asiáti-
10, 2. Et iterum de Angelo Teferens ait: «In ipso autem tempore mis- ca. Esta tradición, interpretando de forma material el reino mi-
sus est Angelus Gabriel a Deo, qui et dixit Virgini: Noli timere, Maria, in- lenario (cf. nt. 41), entendía en sentido literal las profecías del
venisti enim gratiam apud Deum». Et de Domino dicit: «Hic erit magnus, Antiguo Testamento que, entre los diferentes aspectos del fu-
et films Altissimi vocabitur, et dabit ei Dominus Deus thronum David pa-
turo reino mesiánico, presentaban también la paz de los ani-
tris sui, et regnabit in domo Jacob in aetcrnum, et Regni ejus non erit fi-
nis». Quis est autem alius, qui regnat in domo Jacob sine intermissione in males más diversos entre sí (cf. Is 11,6-9; 65,25). Ireneo refiere
aeternum, nisi Christus Jesus Dominus noster, Filius Dei Altis simi, qui explícitamente esta profecía en Adversus haereses V, 33, 4, ob-
per Legem et Prophetas promisit salutarem suum facturum se omni car- servando que algunos la consideraban alegoría alusiva al cam-
ni visibilem, ut fieret Filius hominis, ad hoc ut et homo fieret filus Dei? bio de costumbres que producía en los paganos la conversión
al cristianismo, pero advirtiendo que debía entenderse también
11, ȀĮ੿Į੝IJઁȢį੻੒ȜȩȖȠȢIJȠ૨ࢡİȠ૨IJȠ૙Ȣȝ੻ȞʌȡઁȂȦȨıȑȦȢʌĮIJȡȚȐȡ-
en sentido literal y, por tanto, escatológico. Aquí la interpreta
ȤĮȢțĮIJ੹IJઁࢡİȧțઁȞțĮ੿਩ȞįȠȟȠȞʌȡȦȝȚȜİ૙IJȠ૙Ȣį੻ਥȞIJ૶Ȟȩȝ૳ੂİȡĮIJȚț੽ȞțĮ੿
ȜİȚIJȠȣȡȖȚț੽ȞIJȐȟȚȞਕʌȑȞİȝİȞǜȝİIJ੹į੻IJĮ૨IJĮਙȞࢡȡȦʌȠȢȖİȞȩȝİȞȠȢIJ੽ȞįȦ-
solo en sentido simbólico, pero todavía en una doble perspec-
ȡİ੹ȞIJȠ૨Ƞ੝ȡĮȖȓȠȣʌȞİȪȝĮIJȠȢİੁȢʌ઼ıĮȞਥȟȑʌİȝȥİIJ੽ȞȖોȞıțİʌȐȗȦȞਲȝ઼Ȣ tiva: presente y escatológica: ya ahora los hombres, hechos cris-
IJĮ૙ȢਦĮȣIJȠ૨ʌIJȑȡȣȟȚȞIJİIJȡȐȝȠȡijȠȞțĮ੿IJઁİ੝ĮȖȖȑȜȚȠȞIJİIJȡȐȝȠȡijȠȢțĮ੿ tianos, han cambiado su naturaleza feroz y salvaje, y en el reino
ਲʌȡĮȖȝĮIJİȓĮIJȠ૨țȣȡȓȠȣȀĮ੿įȚ੹IJȠ૨IJȠIJȑııĮȡİȢਥįȩࢡȘıĮȞįȚĮࢡોțĮȚIJૌ futuro vivirán sin sufrir ofensa de nadie.

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Para Ireneo la resurrección de los cuerpos se identifica eso, cuatro alianzas se entregaron a la humanidad: una, antes
con el reino milenario en la tierra. del diluvio, en tiempos de Adán; la segunda, después del di-
44 luvio, en tiempos de Noé; la tercera, es la ley, en tiempos de
Para esta referencia a los acontecimientos dramáticos
Moisés; la cuarta, que renueva al hombre y recapitula todo en
que precederán la instauración del reino milenario, Ireneo se
ella, es la que, por el evangelio, eleva y levanta a los hombres
inspira en Ap 19–20, interpretando literalmente en sentido es-
hacia el reino celeste.
catológico un relato centrado en la resurrección de Cristo y de
tono fundamentalmente simbólico.
16, 6. Ignoran que este Verbo Unigénito, que siempre es-
45
La concepción que Ireneo tiene de los espirituales es tá presente al género humano, que se ha unido y se ha amasa-
muy diferente de la que tienen los gnósticos: para estos los espi- do con la criatura plasmada según la complacencia del Padre
rituales son tales por naturaleza, en cuanto originarios del mun- y se ha hecho carne, es el mismo Jesucristo nuestro Señor, que
do divino; para Ireneo todo hombre puede llegar a ser espiri- también ha padecido por nosotros, ha resucitado por nosotros
tual en el seguimiento de Cristo. y que de nuevo vendrá en la gloria del Padre para resucitar to-
46 da carne y manifestar la salvación y aplicar la regla del justo jui-
Ireneo se inspira aquí en Is 60,10; 61,5. En el reino me-
cio a todos los que han vivido bajo su poder. Pues uno solo es
siánico los paganos, opresores ahora de Israel, serán sus siervos.
Dios Padre... y uno solo Jesucristo nuestro Señor, viniendo por
47
En este pasaje conclusivo y sintetizador se ha de notar un plan salvífico universal y recapitulando todas las cosas en sí
la insistencia, en sentido antignóstico, en la unidad de Dios mismo 8. Entre todas las cosas está incluido también el hombre,
(el mismo Dios ha creado el mundo y ha enviado a su Hijo a plasmación de Dios; por eso, también ha recapitulado al hom-
salvarlo) y en la importancia de la carne en la economía de bre en sí mismo: se ha hecho visible el invisible, comprensible
la salvación.
48
ਕȞࢡȡȦʌȩIJȘIJȚǜȝȓĮȝ੻ȞʌȡઁIJȠ૨țĮIJĮțȜȣıȝȠ૨ਥʌ੿IJȠ૨ǹįȐȝǜįİȣIJȑȡĮį੻ȝİ-
Cf. nt. 34. IJ੹IJઁȞțĮIJĮțȜȣıȝઁȞਥʌ੿IJȠ૨ȃ૵İǜIJȡȓIJȘį੻ਲȞȠȝȠࢡİıȓĮਥʌ੿IJȠ૨ȂȦȨıȑȦȢǜ
49
Los gnósticos, por el contrario, repartían las operacio- IJİIJ੺ȡIJȘį੻ਲਕȞĮțĮȚȞ઀ȗȠȣıĮIJઁȞਙȞࢡȡȦʌȠȞțĮ੿ਕȞĮțİijĮȜĮȚȠ૨ıĮIJ੹ʌ੺ȞIJĮ
İੁȢਦĮȣIJ੾ȞਲįȚ੹IJȠ૨İ੝ĮȖȖİȜ઀ȠȣਕȞȚıIJ੺ıĮțĮ੿ਕȞĮʌIJİȡȠ૨ıĮIJȠઃȢਕȞࢡȡઆ-
nes del Hijo entre varios personajes (el Logos, el Cristo supe- ʌȠȣȢİੁȢIJ੽ȞȠ੝ȡ੺ȞȚȠȞȕĮıȚȜİ઀ĮȞ
rior, Jesús) y distinguían diferentes naturalezas de hombres (es-
pirituales, materiales, psíquicos). 16, 6. Nescientes quoniam hujus Verbum unigenitus, qui semper hu-
50 mano generi adest, unitus et consparsus suo plasmati secundum placitum
En este momento final el hombre no solo recupera la Patris, et caro factus, ipse est Jesus Christus Dominus noster, qui passus
imagen de Dios que había permanecido oscurecida a causa del est pro nobis, et surrexit propter nos et rursus venturus in gloria Patris, ad
pecado, sino que alcanza la mayor semejanza posible con él. resuscitandum universam carnem, et ad ostensionem salutis, et regulam
51
justi judicii ostendere omnibus, qui sub ipso facti sunt. Unus igitur Deus
La expresión paulina «Cristo según la carne... según el Pater... et unus Christus Jesus Dominus noster, veniens per universam
espíritu» (Rom 1,3-4) se interpreta comúnmente en la época dispositionem, et omnia in semetipsum recapitulans. In omnibus autem
patrística como indicativa del doble componente de Cristo, hu- est et homo, plasmatio Dei; et hominem ergo in semetipsum recapitulans
mano y divino. est, invisibilis visibilis factus, et incomprehensibilis factus comprehensi-

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el incomprensible, pasible el impasible y hombre el Verbo, re- siva que la región invisible de la que habla Ireneo: cf. H. FINÉ,
capitulando todas las cosas en sí mismo, de modo que, así como Die Terminologie der Jenseitsvorstellungen bei Tertullian (Bonn
el Verbo de Dios es el príncipe entre los seres supracelestes, es- 1958) 33ss; ORBE, Parábolas evangélicas, II, 372ss.
pirituales e invisibles, así también tenga el principado sobre los 41
Contra los gnósticos, que negaban la resurrección de los
seres visibles y corporales, y asumiendo en sí mismo el primado
cuerpos, Ireneo profesa su fe no solo en esta creencia, sino ade-
y poniéndose Él mismo como cabeza de la Iglesia, atraiga hacia
más en el reino milenario de Cristo en la tierra, en el que ha-
sí todas las cosas en el momento oportuno...
brían de participar los justos resucitados con sus cuerpos, an-
7. Por esto, es evidente que todas las cosas conocidas por el
tes del juicio final y del fin del mundo (milenarismo). Se trata
Padre con anterioridad, las ha cumplido nuestro Señor, según
de una concepción derivada de la espera judía en el reino fi-
el orden, el tiempo y la hora conocidas de antemano por el Pa-
nal del Mesías en la tierra y adaptada superficialmente en sen-
dre, el único y el mismo que existía, pero también rico y múlti-
tido cristiano. Esta concepción estuvo muy difundida entre las
ple 9. Pues es la rica y múltiple voluntad del Padre la que él sirve,
comunidades cristianas de Asia Menor, donde tuvo tonos alta-
siendo él mismo Salvador de los que son salvados, Señor de los
mente materialistas: gran fertilidad de la tierra y de los hombres
que viven bajo su señorío y Dios de las cosas que han sido creadas,
(cf. Papías de Hierápolis, en IRENEO, Adversus haereses V, 33, 3).
el Unigénito del Padre, el Cristo que fue anunciado y el Verbo
El Apocalipsis de Juan en los capítulos 20 y 21 presenta una con-
de Dios encarnado cuando llegó la plenitud de los tiempos, en
cepción solo simbólica del reino milenario, pero desde Justino
que convenía que el Hijo de Dios se hiciera hijo del hombre 10.
(cf. Dialogus, 81) e Ireneo (cf. Adversus haereses V, 34, 2; 35, 2;
36, 3) también este escrito se adoptó para afianzar la creencia en
18, 3. Indicando que no es que un Cristo impasible descen-
el reino milenario de tipo tradicional. Alimentada por la reacción
diera en Jesús 11, sino que el mismo Jesús, siendo Cristo, pade-
al gnosticismo, esta creencia disminuyó progresivamente a me-
dida que se difundía en el mundo cristiano el espiritualismo de
bilis, et impassibilis passibilis, et Verbum homo, universa in semetipsum
recapitulans, uti, sicut in supercaelestibus et spiritalibus et invisibilibus matriz alejandrina (Orígenes). Cf. C. MAZZUCCO – E. PIETRELLA,
princeps est Verbum Dei, sic et in visibilibus et corporalibus principa- «Il rapporto tra la concezione del millennio dei primi autori cri-
tum habeat et, in semetipsum primatum adsumens et apponens semetip- stiani e l’Apocalisse di Giovanni»: Augustinianum 18 (1978)
sum caput Ecclesiae, universa attrahat ad semetipsum apto in tempore... 29-45; A. ORBE, «San Ireneo y el régimen del milenio»: Studia
7. Per quod manifestum est quoniam omnia quae praecognita erant a Missionalia 32 (1983) 345ss.
Patre, ordine et tempore et hora praecognita et apta perfecit Dominus nos-
42
ter, unus quidem et idem exsistens, dives autem et multus. Diviti enim et Entre los justos que debían reinar con Cristo en el mile-
multae voluntati Patris deservit, cum sit ipse Salvator eorum qui salvantur, nio estaban en primera fila los mártires. Aun haciendo referen-
et Dominus eorum qui sunt sub dominio, et Deus eorum quae constituta cia al testimonio de Papías (cf. nt. 41), Ireneo evita presentar el
sunt, et Unigenitus Patris, et Christus qui praedicatus est, et Verbum Dei reino milenario en la acostumbrada forma material y lo justi-
incarnatus, cum advenisset plenitude temporis in quo Filium hominis fie-
ri oportebat filium Dei.
fica, bien como período de progresiva adaptación de los jus-
tos a un conocimiento de Dios cada vez más perfecto, bien co-
18, 3. Significans, quoniam non Christus impassibilis descendit in mo recompensa a sus dolores pasados soportados en nombre
Iesum, sed ipse Jesus, Christus cum esset, passus est pro nobis, qui decu- de Cristo.

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tre el madero de este árbol y el madero de la cruz se hará tra- ció por nosotros, murió y resucitó, descendió y ascendió; Él, el
dicional. Hijo de Dios hecho hijo del hombre, tal como indica el mismo
38
nombre. En el nombre de Cristo se sobrentiende el que ungió,
Los valentinianos y otros gnósticos afirmaban que el el que ha sido ungido y la misma unción en la que fue ungido.
hombre espiritual, es decir, el gnóstico, justo después de la El Padre ungió y el Hijo fue ungido en el Espíritu, que es la un-
muerte vuelve al Pleroma divino (la Madre de la que aquí se ha- ción 12. Como dijo la Palabra por Isaías: «El Espíritu de Dios es-
bla es Sophia, sobre la cual cf. Tolomeo, nt. 3), por encima del tá sobre mí, porque Él me ha ungido» (Is 61,1), indicando que el
Demiurgo que no es de sustancia espiritual sino solo psíquica. que unge es el Padre, el ungido el Hijo y la unción el Espíritu...
Como sabemos (cf. Carta a Regino sobre la resurrección, nt. 6), 7. Él ha juntado y unido... el hombre a Dios. Pues si no hu-
los valentinianos negaban la resurrección de los cuerpos y por biera sido un hombre el que venciese al adversario del hombre,
eso establecían el reingreso en el Pleroma inmediatamente des- el enemigo no hubiera sido vencido justamente. Inversamente,
pués de la muerte física. Ireneo, por el contrario, que admite la si no hubiera sido Dios el que nos concediese la salvación, no la
resurrección de los cuerpos, postula un lapso de tiempo, desde habríamos conseguido firmemente. Y si el hombre no hubiese
la muerte al momento final, en que el alma permanece a la es- estado unido a Dios, no habría podido participar de la incorrup-
pera de reunirse con el cuerpo, antes de poder entrar en el re- ción. Porque era preciso que el Mediador entre Dios y los hom-
poso eterno. Ireneo recaba la confirmación de tal convicción a bres (cf. 1 Tim 2,5), por el propio parentesco con cada uno de
partir de la resurrección de Cristo, que tiene lugar tres días des- ellos, condujera a ambos a la amistad y a la concordia, de modo
pués de la muerte, durante los cuales había la opinión genera- que Dios asumiese al hombre y el hombre se ofreciese a Dios 13.
lizada de que descendió al infierno para librar las almas de los Pues, ¿cómo habríamos podido ser partícipes de su adop-
justos del Antiguo Testamento. Cf. nt. 39. ción de hijos, si no hubiéramos recibido por el Hijo esa comu-
39
Esta cita, que Ireneo ofrece como testimonio del descen-
so de Cristo al infierno, es del Pseudo-Jeremías, sobre el cual buit et resurrexit, qui descendit et ascendit, Filius Dei filus hominis factus,
quemadmodum et ipsum nomen significat: in Christi enim nomine subaudi-
cf. Justino Mártir, nt. 18. El descenso se encuentra ya atestigua-
tur qui unxit et ipse qui unctus est et ipsa unctio in qua unctus est; et unxit
do en 1 Pe 3,19. quidem Pater, unctus est vero Filius, in Spiritu qui est unctio; quemadmodum
40 per Esaiam ait sermo: «Spiritus Dei super me, propter quod unxit me», signif-
Como hemos visto (cf. nt. 38), mientras los gnósticos,
icans et ungentem Patrem et unctum Filium et unctionem qui est Spiritus...
desinteresándose del cuerpo material, fijaban la entrada de los  ȈȣȞોȥİȞ Ƞ੣Ȟ țĮ੿ ਸ਼ȞȦıİȞ IJઁȞ ਙȞࢡȡȦʌȠȞ IJ૶ ࢡİ૶ Ǽੁ Ȗ੹ȡ ȝ੽
espirituales en el Pleroma inmediatamente después de la muer- ਙȞࢡȡȦʌȠȢਥȞ઀țȘıİȞIJઁȞਕȞIJ઀ʌĮȜȠȞIJȠ૨ਕȞࢡȡઆʌȠȣȠ੝țਗȞįȚțĮ઀ȦȢਥȞȚț੾ࢡȘ
te, los católicos, afirmando la resurrección final de los cuerpos, ੒ਥȤࢡȡંȢǜȆȐȜȚȞIJİİੁȝ੽੒ࢡİઁȢਥįȦȡȒıĮIJȠIJ੽ȞıȦIJȘȡȓĮȞȠ੝țਗȞȕİȕĮȓȦȢ
debían admitir un lugar en el que temporáneamente se hospe- ਩ıȤȠȝİȞĮ੝IJȒȞȀĮ੿İੁȝ੽ıȣȞȘȞȫࢡȘ੒ਙȞࢡȡȦʌȠȢIJ૶ࢡİ૶Ƞ੝țਗȞ਱įȣȞȒࢡȘ
daban las almas a la espera de reunirse con los cuerpos para ȝİIJĮıȤİ૙ȞIJોȢਕijࢡĮȡıȓĮȢਯįİȚȖ੹ȡIJઁȞȝİı઀IJȘȞࢡİȠ૨IJİțĮ੿ਕȞࢡȡઆʌȦȞįȚ੹
entrar, si lo merecían, en el cielo. Ireneo no sabe definir mejor IJોȢੁį઀ĮȢʌȡઁȢਦțĮIJ੼ȡȠȣȢȠੁțİȚંIJȘIJȠȢİੁȢijȚȜ઀ĮȞțĮ੿੒ȝંȞȠȚĮȞIJȠઃȢਕȝijȠ-
IJ੼ȡȠȣȢਕȞĮȖĮȖİ૙Ȟ੮ıIJİࢡİઁȞ—੻ȞਕȞĮȜĮȕİ૙ȞIJઁȞਙȞࢡȡȦʌȠȞਙȞࢡȡȦʌȠȞį੻
este lugar, como tampoco otros autores más o menos contem- ʌĮȡĮıIJોıĮȚਦĮȣIJઁȞIJ૶ࢡİ૶
poráneos. A veces lo llaman «seno de Abrahán» por influen- Qua enim ratione filiorum adoptionis eius participes esse possemus, ni-
cia de Lc 16,22, expresión por lo demás no mucho más expre- si per Filium eam quae est ad ipsum recepissemus ab eo communionem, nisi

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nión que procede de Él y a Él nos lleva, si su Verbo no hubiese que los gnósticos negaban la realidad de la encarnación. Ireneo
entrado en comunión con nosotros haciéndose carne? 14. Esta ha demostrado contra ambos que tanto una como otra son in-
es la razón por la que ha pasado por todas las edades de la vida, dispensables para la salvación: cf. nt. 12-14.
devolviendo a todos los hombres la comunión con Dios. 33
Así pues, los que dicen que se ha manifestado en apariencia, Ireneo piensa en los valentinianos. Estos, a diferencia
que no ha nacido en la carne y que no se ha hecho verdadera- de otros gnósticos que consideraban el cuerpo de Cristo mera
mente hombre, están aún sometidos a la antigua condena 15, ac- apariencia (cf. Tratado del gran Set, nt. 8-11), lo consideraban
tuando en defensa del pecado, no habiendo sido vencida según de misteriosa factura psíquica (Cristo de la economía), capaz de
ellos la muerte que «reinó desde Adán hasta Moisés, incluso so- padecer pero no carnal: cf. Adversus haereses I, 7, 2; Excerpta ex
bre los que no habían pecado con una trasgresión semejante a Theodoto, 59, 1. Para Ireneo el hecho de que rechacen la carna-
la de Adán» (Rom 5,14). Después, al aparecer la Ley dada por lidad del cuerpo de Cristo basta para considerar insuficiente su
Moisés y testificar sobre el pecado que [el hombre] es pecador, doctrina de la redención.
le quitó su reino poniendo al descubierto que no era rey sino la- 34
Característica de Ireneo es la insistencia en el «plas-
drón (cf. Rom 7,11-13), y manifestando su condición de homi- ma, plasmar, plasmación», derivados de Gen 2,7 («Dios plas-
cida, sin embargo, hizo que el hombre sintiera el peso del peca- mó [਩ʌȜĮıİȞ] al hombre del fango de la tierra»), para subrayar
do que llevaba sobre sí y lo mostró como reo de muerte. La ley, en sentido antignóstico la importancia del cuerpo del hombre
pues, aunque fuese espiritual, ha mostrado únicamente el peca- creado por Dios. Para demostrar que el cuerpo del hombre es
do, pero no lo ha suprimido, porque el pecado no dominaba so- carne y sangre, Ireneo aduce justamente su creación del fan-
bre el espíritu, sino sobre el hombre 16. Era preciso, por tanto, go de la tierra: para él, hombre de carne y sangre equivale a
que quien debía empezar a destruir el pecado y redimir al hom- hombre terreno. De esta forma se vuelven a poner en conexión
bre reo de muerte se hiciera él mismo lo que este era, es decir, creación y redención (muerte del cuerpo de Cristo). Cf. ORBE,
Teología de san Ireneo, 679.
Verbum eius communicasset nobis caro factum? Quapropter et per omnem
venit aetatem, omnibus restituens eam quae est ad Deum communionem. 35
Para la mediación de Cristo hombre y Dios, cf. nt. 13.
Igitur qui dicunt eum putative manifestatum, neque in carne natum
36
neque vere hominem factum, adhuc sub veteri sunt damnatione, advoca- Toda la doctrina cristiana de la redención está planteada
tionem praebentes peccato, non devicta secundum eos morte quae «reg- sobre la convicción de que solo Dios puede purificar al hom-
navit ab Adam usque ad Moysen, et in eos qui non peccaverunt in simi- bre, ya que este por sí solo carece de capacidad, como por el
litudinem transgressionis Adae». Veniens autem Lex quae data est per contrario afirmaba la filosofía platónica. De esta premisa, sobre
Moysen et testificans de peccato quoniam peccator est, regnum quidem
eius abstulit, latronem et non regem eum detegens et homicidam eum os-
la base del simile a simili (cf. nt. 14), deriva como consecuencia
tendens, oneravit autem hominem qui habebat peccatum in se, reum mor- que, para obrar la redención, Dios debe hacerse hombre, hom-
tis ostendens eum. Spiritalis enim cum esset Lex, manifestavit tantum- bre como los otros hombres, y no solo en apariencia.
modo peccatum, non autem interemit: non enim Spiritui dominabatur 37
peccatum, sed homini. Oportebat enim eum qui inciperet occidere pecca- Es decir, del madero del árbol del conocimiento del bien
tum et mortis reum redimere hominem id ipsum fieri quod erat ille, id est y del mal, del cual Adán y Eva habían comido, a pesar de la
hominem qui a peccato quidem in servitium tractus fuerat, a morte vero prohibición de Dios (cf. Gen 2,17; 3,1ss). La correlación en-

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bres para acoger la encarnación (cf. también nt. 23); en el Nuevo como el hombre que estaba sometido por el pecado a la esclavi-
Testamento actúa el Hijo que hace al hombre hijo adoptivo de tud y estaba atrapado por la muerte, a fin de arrancar del hom-
Dios. Se presenta así una doble mediación de grado ascendente. bre el pecado y liberar al hombre de la muerte. Era necesario,
25 pues, que al igual que por la desobediencia de un solo hombre,
Como el conocimiento de Dios da al hombre la salva-
que había sido plasmado el primero de la tierra virgen, muchos
ción (cf. nt. 22), el Verbo la puede comunicar no con una reve-
se convirtieron en pecadores y perdieron la vida, así también,
lación exterior (profetas y otros), sino solo haciéndose hombre
por la obediencia de un solo hombre, que nació el primero de
por los hombres: cf. nt. 13 y 14.
la Virgen, muchos fueran justificados y recibieran la salvación
26
Por comunión del hombre con Cristo se entiende comu- (cf. Rom 5,19). De esta manera, el Verbo de Dios se ha hecho
nión de naturaleza humana y comunión, gracias a él, de vida di- hombre, según dijo también Moisés: «Dios, sus obras son verda-
vina: cf. A. ORBE, Teología de san Ireneo (Madrid 1985) 57. deras» (Dt 32,4). Pues si aparecía como carne sin haberse hecho
27 carne, su obra no era verdadera. Sin embargo, lo que aparen-
Cf. Rom 12,1. La traducción «en forma racional» subra-
taba, eso mismo era: Dios recapitulando en sí la antigua plasma-
ya la obediencia espiritual del Hijo a la voluntad del Padre has-
ción del hombre, para dar muerte al pecado, aniquilar la muerte
ta la muerte de cruz: cf. ORBE, Teología de san Ireneo, 64ss.
y vivificar al hombre. Por eso sus obras son verdaderas.
28
Se trata de la apostasía de Dios provocada por el diablo,
que con la violencia se había adueñado del hombre. 22, 2. Si hubiese sido de otra manera, su descenso al se-
29 no de María hubiese sido inútil. Pues ¿por qué habría descen-
A la violencia del diablo se opone la obra de persuasión
dido sobre ella, si no tenía nada que recibir de ella 17? Y ade-
con que el Verbo rescata al hombre de la apostasía (cf. ORÍGENES,
más, si no hubiese recibido nada de María, no habría tomado
De principiis III, 5, 8; AGUSTÍN, De Trinitate XIII, 13, 7). Ireneo
los alimentos sacados de la tierra, con los que se alimenta un
insiste en la persuasión por parte del Verbo, y, por tanto, en la
libertad por parte del hombre para aceptar tal acción, en polé- tenebatur, ut peccatum ab homine interficeretur et homo exiret a morte.
mica con los gnósticos que consideraban a los hombres espiri- Quemadrnodum enim per inobedientiam unius hominis, qui primus de
tuales destinados a la salvación por naturaleza, independiente- terra rudi plasmatus est peccatores facti sunt multi et amiserant vitam, ita
mente de la voluntad (cf. IRENEO, Adversus haereses I, 6, 2). oportuit et per obedientiam unius hominis qui primus ex virgine natus est
30
iustificari multos et percipere salutem. Sic igitur Verbum Dei homo fac-
Cf. nt. 14. Habiendo Adán pecado de modo completo, tus est, quemadmodum et Moyses ait: «Deus, vera opera eius». Si autem
con el alma y con el cuerpo, Cristo para redimirlo ha asumido non factus caro parebat quasi caro, non erat verum opus eius. Quod au-
un hombre completo de alma y cuerpo. tem parebat, hoc et erat, Deus hominis antiquam plasmationem in se re-
capitulans, ut occideret quidem peccatum, evacuaret autem mortrm et vi-
31
El Espíritu que lleva a Dios hasta el hombre no es el del vificaret hominem: et propter hoc vera opera eius.
bautismo del Jordán, como querían los gnósticos, sino el de la
encarnación (cf. Lc 1,35; ORBE, Teología de san Ireneo, 77ss). 22, ਫʌİ੿ʌİȡȚıı੽țĮ੿ਲİੁȢIJ੽ȞȂĮȡ઀ĮȞĮ੝IJȠ૨ț੺ࢡȠįȠȢȉ઀Ȗ੹ȡțĮ੿
İੁȢĮ੝IJ੽ȞțĮIJ૊İȚİੁȝȘį੻Ȟ਩ȝİȜȜİȜ੾ȥİıࢡĮȚʌĮȡૅĮ੝IJોȢਯIJȚIJİİੁȝȘį੻Ȟ
32
Para Ireneo la cristología de todos los herejes es defec- İੁȜ੾ijİȚʌĮȡ੹IJોȢȂĮȡ઀ĮȢȠ੝țਗȞIJ੹ȢਕʌઁȖોȢİੁȜȘȝȝ੼ȞĮȢʌȡȠı઀İIJȠIJȡȠ-
tuosa: los ebionitas negaban la divinidad de Cristo, mientras ij੺ȢįȚૅੰȞIJઁਕʌઁȖોȢȜȘijࢡ੻ȞIJȡ੼ijİIJĮȚı૵ȝĮǜȠ੝įૅਗȞİੁȢIJİııĮȡ੺țȠȞIJĮ

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Ireneo de Lyon 167 188 Jesús, el Cristo

21
cuerpo sacado de la tierra; y no hubiese sentido hambre, des- Para la contraposición entre Eva y María, cf. Justino
pués de haber ayunado durante cuarenta días como Moisés y Mártir, nt. 32; A. ORBE, «La Virgen María abogada de la virgen
Elías, si su cuerpo no hubiese ansiado su propio alimento; ni Eva (en torno a S. Ireneo, Adv. haer. V, 19, 1)»: Gregorianum
Juan, su discípulo, hubiese escrito acerca de Él: «Jesús, fatiga- 63 (1982) 487ss.
do del camino, se sentó» (Jn 4,6); ni David tampoco habría pro- 22
clamado con anterioridad, refiriéndose a Él: «Y todavía ellos Por conocimiento de Dios no entiende Ireneo cualquier
han añadido dolor a mis heridas» (Sal 68,27); ni habría llorado idea de Dios que todo hombre puede alcanzar de modo na-
por Lázaro, ni habría sudado gotas de sangre, ni habría dicho: tural, sino el conocimiento salvífico que se puede obtener so-
«Mi alma se muere de tristeza» (Mt 26,38); ni, cuando fue tras- lo mediante el Hijo. Cf. A. ORBE, «San Ireneo y el conocimien-
pasado en su costado, no habría brotado sangre y agua (cf. Jn to natural de Dios»: Gregorianum 47 (1966) 441-471; 710-747.
19,34). Así pues, todos estos son signos propios de la carne sa- 23
Como de costumbre, la insistencia de Ireneo recae sobre
cada de la tierra, carne que el Señor ha recapitulado en sí mis- la unidad de la revelación del Antiguo y del Nuevo Testamento
mo, salvando así la propia carne plasmada. en sentido antignóstico. Ireneo destaca la acción salvífica del
3. Esta es la razón por la que Lucas presenta una genealo- Verbo en todo el arco de la historia del mundo, y no solo a par-
gía que va del nacimiento de nuestro Señor hasta Adán, com- tir de la encarnación. En efecto, como para Justino y Teófilo,
prendiendo setenta y dos generaciones (cf. Lc 3,23-38) 18: él el Verbo divino actúa de forma directa ya en la economía vete-
cuenta desde el final hacia el inicio y da a entender que el Señor rotestamentaria (teofanías). Esta obra de revelación y de salva-
es el que ha recapitulado en sí mismo a todas las naciones dis- ción tiene por objeto a todos los hombres, y no solo a algunos
persas desde los tiempos de Adán, todas las lenguas y genera- de ellos, los espirituales, como pretendían los gnósticos. Para la
ciones de hombres, incluyendo al mismo Adán. Por eso Pablo cooperación de la Trinidad entera en esta obra, cf. nt. 12. Cf.
ha llamado al mismo Adán «figura del que tenía que venir» también A. ORBE, «La revelación del Hijo por el Padre según
san Ireneo (Adv. haer. IV, 6)»: Gregorianum 51 (1970) 5ss.
ਲȝ੼ȡĮȢ੒ȝȠ઀ȦȢȂȦȨıૌțĮ੿ਹȜ઀઺ȞȘıIJİ઄ıĮȢਥʌİ઀ȞȘıİIJȠ૨ıઆȝĮIJȠȢĮ੝IJȠ૨
IJ੽Ȟ ੁį઀ĮȞ ਥʌȚȗȘIJȠ૨ȞIJȠȢ IJȡȠij੾Ȟǜ Ƞ੝įૅ ਗȞ ੉Ȧ੺ȞȞȘȢ ੒ ȝĮࢡȘIJ੽Ȣ Į੝IJȠ૨ ʌİȡ੿ 24
Que Dios en su esencia no fuese cognoscible por par-
Į੝IJȠ૨Ȗȡ੺ijȦȞİੁȡ੾țİȚǜ©੘į੻੉ȘıȠ૨ȢțİțȠʌȚĮțઅȢਥțIJોȢ੒įȠȚʌȠȡ઀ĮȢਥțĮࢡ੼-
te del hombre era axioma fundamental del pensamiento griego
ȗİIJȠªǜȠ੝įૅਗȞ੒¨Įȣ੿įʌȡȠĮȞĮʌİijȦȞ੾țİȚİੁȢĮ੝IJંȞǜ©ȀĮ੿ਥʌ੿IJઁਙȜȖȠȢIJ૵Ȟ
IJȡĮȣȝ੺IJȦȞȝȠȣʌȡȠı੼ࢡȘțĮȞªǜȠ੝įૅਗȞਥį੺țȡȣıİȞਥʌ੿IJȠ૨ȁĮȗ੺ȡȠȣǜȠ੝įૅ y hebreo. Pero de Él se puede tener un conocimiento limitado
ਗȞ੆įȡȦıİࢡȡંȝȕȠȣȢĮ੆ȝĮIJȠȢǜȠ੝įૅਗȞİੁȡ੾țİȚ੖IJȚ©Ȇİȡ઀ȜȣʌંȢਥıIJȚȞਲȥȣȤ੾ elevándose de la creación al creador (cf. J. DANIÉLOU, Mensaje
ȝȠȣªǜȠ੝įૅਗȞȞȣȖİ઀ıȘȢĮ੝IJȠ૨IJોȢʌȜİȣȡ઼ȢਥȟોȜࢡİȞĮੈȝĮțĮ੿੢įȦȡȉĮ૨IJĮ evangélico y cultura helenística [Madrid 2002] 314ss). Ireneo de-
Ȗ੹ȡʌ੺ȞIJĮı઄ȝȕȠȜĮıĮȡțઁȢIJોȢਕʌઁIJોȢȖોȢİੁȜȘȝȝ੼ȞȘȢ਴ȞİੁȢਦĮȣIJઁȞਕȞİ- sarrolla este tema desde la perspectiva de Dios, es decir, pre-
țİijĮȜĮȚઆıĮIJȠIJઁ੅įȚȠȞʌȜ੺ıȝĮı૴ȗȦȞ sentando este limitado conocimiento de Dios como iniciativa
3. Propter hoc Lucas genealogiam, quae est a generatione Domini salvífica de Dios mismo, que se da a conocer, más allá de la con-
nostri usque ad Adam LXXII generationes habere ostendit, finem co-
niungens initio et significans quoniam ipse est qui omnes gentes exinde
templación de la naturaleza, a través de la revelación del Antiguo
ab Adam dispersas, et universas linguas et generationem hominum cum Testamento (profetas) y del Nuevo Testamento (Cristo). En el
ipso Adam in semetipso recapitulatus est. Unde et a Paulo «typus futuri» Antiguo Testamento Ireneo ve actuar específicamente al Espíritu
dictus est ipse Adam, quoniam futuram circa Filium Dei humani generis Santo, que mediante la inspiración profética educa a los hom-

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Ireneo de Lyon 187 168 Jesús, el Cristo

16
La concepción paulina de que la ley mosaica ha dado al (Rom 5,14). Pues el Verbo, Artífice de todo el universo, había
hombre la conciencia del pecado pero no la gracia suficiente prefigurado en Adán la futura economía del género humano
para combatirlo, gracia que solo Cristo ha podido dar al hom- acerca del Hijo de Dios, predestinando primero Dios al hom-
bre, es interpretada por Ireneo en el sentido que la ley, en cuan- bre animal para que fuese salvado por el hombre espiritual (cf.
to dada por Dios, permanecía en el ámbito de la realidad espi- 1 Cor 15,46). Puesto que preexistía el que iba a salvar, era ne-
ritual, por eso era ineficaz respecto al pecado del hombre, que cesario que fuera hecho lo que iba a salvar, para que el Salvador
afectaba a su carne. no resultase inútil 19...
17 4. Por esto, el Señor decía que los primeros serían los últi-
Los valentinianos decían (cf. IRENEO, Adversus haereses
mos y los últimos los primeros (cf. Mt 19,30; 20,16) 20. Y el pro-
I, 7, 2) que el Salvador pasó por María como el agua pasa por
feta, por su parte, indica esto mismo diciendo: «En lugar de
una tubería, es decir, sin tomar nada de su carnalidad. Todo el
padres te nacieron hijos» (Sal 44,17). Porque el Señor ha naci-
párrafo siguiente, con los testimonios evangélicos de la reali-
do como primogénito de entre los muertos (cf. Col 1,18) y ha
dad del cuerpo de Cristo, tiene siempre intención antidoceta.
acogido en su seno a los primeros padres y los ha hecho rena-
18
Ireneo alude a la genealogía de Jesús referida por Lucas, cer a la vida de Dios, convertido él mismo en el principio de
más que a la de Mateo que es más concreta, porque esta úl- los vivientes, dado que Adán se había convertido en el princi-
tima empieza con Abrahán, mientras que la de Lucas se re- pio de los que han de morir. Por esta razón también Lucas, em-
monta a Adán. Para subrayar la universalidad de la reden- pezando por el Señor el comienzo de la genealogía, se remontó
ción obrada por Cristo, interesa a Ireneo el vínculo con Adán: a Adán, indicando que no es este el que regeneró a aquel en el
cf. nt. 8. También las genealogías, como el argumento de la evangelio de la vida, sino aquel a estos. Así, de la misma mane-
edad (cf. nt. 2) tienen el fin de destacar que Cristo ha recapitu- ra, el nudo de la desobediencia de Eva encontró solución por
lado en sí toda la humanidad en la redención. la obediencia de María. Lo que la virgen Eva ató por la incre-
19 dulidad, la Virgen María lo desató por la fe 21.
Ireneo quiere decir que toda la economía divina en or-
den al mundo estaba establecida ab aeterno en el plan de Dios, dispositionem in semetipsum fabricator omnium Verbum praeformave-
para cumplirse en dos momentos: creación y redención. La rat, praedestinante Deo primum animalem hominem videlicet ut a spirita-
redención no solo ha reparado las consecuencias del pecado li salvaretur. Cum enim praeexisteret salvans, oportebat et quod salvare-
de Adán, sino que ha elevado al hombre a la dignidad de hijo tur fieri, uti non vacuum sit salvans...
de Dios, transformándolo de hombre animal (Adán) en hom- 4. Et propter hoc Dominus dicebat primos quidem novissimos futu-
ros et novissimos primos. Et propheta autem hoc idem significat dicens:
bre espiritual (Cristo). Cf. A. ORBE, Antropología de san Ireneo «Pro patribus nati sunt tibi filii». Primogenitus enim mortuorum natus
(Madrid 1969) 491ss. Dominus et in sinum suum recipiens pristinos patres, regeneravit eos in
20
Dado que el nacimiento espiritual aportado por la re- vitam Dei, ipse initium viventium factus, quoniam Adam initium morien-
tium factus est. Propter hoc et Lucas initium generationis a Domino in-
dención ha venido después del nacimiento terreno, animal, la choans in Adam retulit, significans quoniam non illi hunc, sed hic illos
relación cronológica se ha invertido, y los cristianos han pre- in Evangelium vitae regeneravit. Sic autem et Evae inobedientiae nodus
cedido a los antiguos padres del Antiguo Testamento, también solutionem accepit per obedientiam Mariae. Quod enim adligavit virgo
ellos comprendidos en la redención. Eva per incredulitatem, hoc virgo Maria solvit per fidem.

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Ireneo de Lyon 169 186 Jesús, el Cristo

Adversus haereses IV tendencia gnóstica a dividir a Cristo en dos sujetos, la unidad


de sujeto en Cristo, aun en la duplicidad de la condición huma-
6, 7. Sin él [el Hijo] nadie puede conocer a Dios 22. na y divina.
Conocimiento del Padre es el Hijo, y conocimiento del Hijo hay 12
Respecto a Justino y a otros teólogos católicos de la épo-
en el Padre, y revelado mediante el Hijo. Por eso el Señor decía:
ca, Ireneo subraya mucho la unidad de Dios en la articulación
«Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre sino el Hijo y
trinitaria, como aquí a propósito de la unción bautismal de
aquellos a los que el Hijo se lo revelare» (Mt 11,27; Lc 10,22).
Cristo, en la que cooperan el Padre y el Espíritu, para subra-
«Revelare» no solo se dijo en futuro, como si el Verbo hubie-
yar la presencia de toda la divinidad en la obra de la redención.
ra comenzado a manifestar al Padre, a partir del nacimiento de
Sobre la unción de Cristo en Ireneo, cf. ORBE, Estudios valenti-
María, sino en general por todo el tiempo. Porque estando el
nianos, III, 501ss.
Hijo desde el principio presente a su plasma, revela a todos
13
al Padre: a quienes quiere y cuando quiere y como quiere el Cf. IRENEO, Adversus haereses IV, 20, 7; V, 17, 1; A. ORBE,
Padre. En todas las cosas, pues, y a través de todas hay un solo «San Ireneo y la doctrina de la reconciliación»: Gregorianum
Dios Padre y un solo Verbo Hijo y un solo Espíritu y una sola 61 (1980) 22ss. Ireneo subraya la función mediadora de Cristo,
salvación para todos los que creen en Él 23. que ha cumplido en la unidad de la condición divina y huma-
na, y por la que ha podido unir al hombre con Dios. Al doce-
20, 5. En virtud de su magnitud y admirable gloria «na- tismo gnóstico opone Ireneo la realidad de la encarnación. Si
die verá a Dios y vivirá» (Ex 33,20), incomprensible como es el Verbo de Dios no se hubiese encarnado realmente, no ha-
el Padre; sin embargo, en virtud de su amor y condescenden- bría podido redimir la carne humana pecadora en Adán y en
cia, y porque lo puede todo, a quienes le aman les concede tam- sus descendientes.
14
Cf. nt. 13. En la base de la insistencia de Ireneo en la ne-
Adversus haereses IV cesidad de la encarnación real del Verbo para establecer la co-
6, 7. Sine illo nemo potest cognoscere Deum. Agnitio enim Patris munión entre Dios y el hombre —insistencia común a todos
Filius, agnitio autem Filii in Patre et per Filium revelata. Et propter hoc los doctores católicos contra los gnósticos—, está el tradicional
Dominus dicebat: Nemo cognoscit Filium nisi Pater, neque Patrem ni- axioma de la filosofía griega simile a simili, per simile: pueden
si Filius, et quibuscumque Filius revelaverit. Revelaverit enim non solum entrar en contacto recíproco solo realidades homogéneas entre
in futurum dictum est, quasi tunc inceperit Verbum manifestare Patrem sí. Los gnósticos negaban la redención del cuerpo humano y
cum de Maria natus, sed communiter per totum tempus positum est. Ab
initio enim assistens Filius suo plasmati, revelat omnibus Patrem, quibus
por eso negaban la realidad de la encarnación de Cristo; los ca-
vult et quando vult et quemadmodum vult Pater. Et propter hoc in om- tólicos la afirmaban y por eso afirmaban también la realidad de
nibus et per omnia unus Deus Pater et unum Verbum et unus Spiritus et la encarnación: Cristo ha asumido lo que ha redimido. Todo es-
una salus omnibus credentibus in eum. to se desarrolla, siguiendo a Pablo, en el pasaje que sigue.
15
20, 5. Sed secundum magnitudinem quidem ejus et inenarrabi- En cuanto que, sobre la base del razonamiento prece-
lem gloriam «nemo videbit Deum et vivet», incapabilis enim pater, se- dente, si Cristo no se ha encarnado realmente, no puede haber
cundum autem dilectionem et humanitatem et quod omnia possit, etiam expiado el pecado de Adán.

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Ireneo de Lyon 185 170 Jesús, el Cristo

Justino, cf. Justino Mártir, nt. 30), pero no se había dado to- bién esto: el ver a Dios, lo mismo que vaticinaban los profetas.
davía una sanción oficial, que, sin embargo, Ireneo ya conoce. Porque «lo que es imposible para los hombres, es posible para
Dado que los evangelios canónicos eran cuatro, aprovecha sim- Dios» (Lc 18,27; cf. Lc 1,37). El hombre, en efecto, es incapaz
bólicamente de varias formas este número, considerado perfec- por sí mismo de ver a Dios. Pero si Él lo quiere se dejará ver de
to también por los gnósticos. En cuanto a la división de la his- los hombres que quiere y cuando quiere y como quiere; porque
toria del mundo en cuatro edades, aquí llamadas testamentos Dios es en todo poderoso. Visto [Dios] entonces [por los pro-
(cf. también IV, 25, 1), cf. A. LUNEAU, L’histoire du salut chez les fetas] mediante el Espíritu de profecía, visto también median-
Pères de l’Église (París 1964) 93ss. te el Hijo en adopción, se dejará ver asimismo en el reino de los
8 cielos de modo paterno. El Espíritu dispone al hombre para el
Para la unidad de la economía divina respecto al mundo
Hijo de Dios; el Hijo le conduce al Padre; y el Padre le otorga
(creación, redención), realizada por un solo Dios y por un so-
la incorrupción para la vida eterna, que a cada uno le sobrevie-
lo Cristo, cf. nt. 3 y 5. Cristo recapitula en sí todas las cosas, ac-
ne del hecho de ver a Dios 24.
tuando en el mundo desde la creación al juicio final, así como
recapitula en la redención a todo el hombre que Adán había re-
capitulado en el pecado: este concepto desarrolla la contraposi-
Adversus haereses V
ción paulina Adán/Cristo y tiene un significado fundamental en
la teología de Ireneo; cf. G. WINGREN, Man and the Incarnation
1, 1. No podíamos, en efecto, nosotros aprender las cosas
(Edimburgo-Londres 1959) 79ss.
de Dios (cf. 1 Cor 2,11) a no ser que nuestro Maestro, sin dejar
9
Sobre la contraposición entre la unidad de Dios y la mul- de ser Verbo, se hiciese hombre; pues ningún otro podía expo-
tiplicidad del Hijo, que se dirige tanto al Padre como al mun- nernos las cosas del Padre (cf. Jn 1,18) sino su propio Verbo 25.
do, cf. ORÍGENES, In Ioannem I, 20, 119 (y Plotino, III, 8, 8;
V, 3, 10). La multiplicidad del Hijo se destaca también por la hoc concedit his qui se diligunt, id est videre deum, quod et propheta-
multiplicidad de sus títulos (cf. Justino Mártir, nt. 31), que evi- bant prophetae: quoniam quae «impossibilia sunt apud homines possi-
dencian el modo diverso en que él, aun permaneciendo uno bilia apud deum». Homo etenim a se non videbit deum; ille autem volens
videbitur hominibus, quibus vult et quando vult et quemadmodum vult:
(cf. ORÍGENES, De principiis I, 2, 1), actúa en el mundo. Ireneo potens est enim in omnibus deus, visus quidem tunc per spiritum pro-
polemiza de nuevo con los gnósticos, que acostumbraban a phetice, visus autem et per filium adoptive, videbitur autem et in regno
multiplicar los entes divinos (eones) en correspondencia a las caelorum paternaliter, spiritu quidem praeparante hominem in filium dei,
diferentes funciones que desempeñaban, distinguiendo entre filio autem adducente ad patrem, patre autem incorruptelam donante in
Logos, Hijo, Salvador, con una distinción, no obstante, que era aeternam vitam, quae unicuique evenit ex eo quod videat Deum.
más de forma que de sustancia.
10 Adversus haereses V
Cf. Ignacio de Antioquía, nt. 6.
11
Se trata, como hemos visto, de una concepción común 1, 1. Non enim aliter nos discere poteramus quae sunt dei, nisi ma-
entre los gnósticos. Aquí Ireneo no quiere decir que el Logos gister noster, Verbum exsistens, homo factus fuisset: neque enim alius
haya padecido en su naturaleza divina, sino destacar, contra la poterat enarrare nobis quae sunt patris, nisi proprium ipsius verbum.

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Ireneo de Lyon 171 184 Jesús, el Cristo

«Pues ¿quién otro conoció la mente del Señor, o quién otro con la que enlaza a través de su maestro Policarpo. La justifica-
se hizo su consejero?» (Rom 11,34). Tampoco nosotros podía- ción es doctrinal: venido a salvar a todos, Jesús ha querido re-
mos aprenderlas, a no ser viendo a nuestro Maestro y perci- presentar a todos incluso recorriendo las diferentes edades del
biendo por nuestro oído su voz; pues como imitadores de sus hombre, pero del hombre antes del declinar de la vejez: niño,
obras y hechos ejecutores de sus palabras, tenemos la comu- adolescente, joven, adulto. Cf. BAUER, Leben Jesu, 290ss.
nión con él26, de modo que quienes ahora acabamos de ser he- 3
Como por el contrario querían los gnósticos, que con-
chos recibimos crecimiento por obra del perfecto, anterior a cretaban en el bautismo por parte de Juan el momento en que
toda criatura, hechos semejantes a él gracias al único óptimo y el Cristo superior (el Salvador celeste) había descendido en el
bueno y con poder para otorgar la incorruptibilidad; predes- hombre Jesús, pero uniéndose a él con unión solo exterior:
tinados a ser conforme a la presciencia del Padre los que aún cf. Excerpta ex Theodoto, 61, 6. Para Ireneo, sin embargo, co-
no éramos; hechos, sin embargo, en los tiempos conocidos de mo para Justino, Melitón y otros autores católicos, justamente
antemano, por ministerio del Verbo, que es perfecto en todas el Verbo Hijo de Dios ha bajado a María, se ha encarnado en
las cosas, porque es Verbo poderoso y hombre verdadero, re- ella y en el bautismo ha sido consagrado Cristo en función de
dimiéndonos de forma racional 27 con su sangre, «se entregó a su misión redentora. Los gnósticos afirmaban en Cristo dos su-
sí mismo en redención» (1 Tim 2,6) por los que estaban redu- jetos, Ireneo uno solo.
cidos a cautividad. Y como la apostasía nos dominaba injusta-
4
mente 28, y como por naturaleza éramos del Dios omnipotente, El Verbo de Dios solo en cuanto hombre podía ser lla-
nos enajenó contra naturaleza haciéndonos sus propios discí- mado «nacido» de la raíz de Jesé y «consagrado» en el bautis-
pulos, el Verbo de Dios, poderoso en todas las cosas e indefec- mo por el bien de los humildes. Pero solo en cuanto Dios podía
tible en su justicia, se volvió justamente contra la apostasía mis- juzgar con verdad, más allá de toda limitación humana.
5
Los gnósticos distinguían el Antiguo Testamento, reve-
«Quis enim alius cognovit sensum domini? aut quis alius consiliarius eius lación del dios inferior, creador del mundo, el Demiurgo, del
factus est?». Neque rursus nos aliter discere poteramus, nisi magistrum Nuevo Testamento, revelación del Dios supremo por obra de
nostrum videntes et per auditum nostrum vocem eius percipientes, uti
imitatores quidem operum, factores autem sermonum eius facti, commu-
Cristo. En polémica con ellos, Ireneo destaca la unidad de las
nionem habeamus cum ipso, a perfecto et eo qui est ante omnem condi- dos economías: ya en el Antiguo Testamento Cristo actuaba
tionem augmentum accipientes qui nunc nuper facti sumus, a solo opti- preanunciando la futura redención por medio de la ley y los
mo et bono et ab eoqui habet donationem incorruptibilitatis in eam quae profetas.
est ad eum similitudinem facti, praedestinati quidem ut essemus qui non- 6
dum eramus secundum praescientiam patris, facti autem in praecognitis Para las teofanías veterotestamentarias, cf. Justino Mártir,
temporibus secundum ministrationem verbi,qui est perfectus in omnibus nt. 37.
quoniam verbum potens et homo verus; sanguine suo rationabiliter redi- 7
Ireneo es el primer autor que nos atestigua la canoniza-
mens nos, «redemptionem semetipsum dedit» pro his qui in captivitatem
ducti sunt. Etquoniam iniuste dominabatur nobis apostasia et, cum na-
ción de los escritos comprendidos en el Nuevo Testamento co-
tura essemus dei omnipotentis, alienavit nos contra naturam, suos pro- mo Escritura divinamente inspirada a la par que los escritos
prios faciens discipulos, potens in omnibus dei verbum et non deficiens in comprendidos en el Antiguo Testamento. La convicción de tal
sua iustitia iuste etiam adversus ipsam conversus est apostasiam, ea quae inspiración se encuentra ya en autores precedentes (p. ej. en

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da a conocer que los hombres de razas diferentes, pero de cos- ma, rescatando de ella lo suyo propio, no con violencia, como
tumbres semejantes, se juntarán en la concordia y la paz, gra- nos dominó ella en un principio, depredador insaciable de lo
cias al nombre de Cristo; porque los justos unidos a la vez, que que no era suyo, sino por persuasión 29; de modo tal que con-
han sido comparados a los novillos y a los corderos y a los ca- venía que Dios, persuadiendo y sin inferir violencia, tomara lo
britos y a los niños, no sufrirán daño alguno de parte de nin- que quisiera, de suerte que no se quebrara lo justo, ni se echara
guno de cuantos, hombres y mujeres, en época anterior se ha- a perder la antigua plasmación de Dios. Al redimirnos, pues, el
bían convertido a causa de su codicia, por forma y costumbres, Señor con su sangre, ofreciendo su alma en vez de la nuestra y
en animales salvajes, hasta el punto que algunos de ellos se ase- su carne en lugar de nuestra carne 30, y al infundir el Espíritu del
mejaban a lobos o a leones, y despojaban los bienes de los más Padre en orden a la unión y comunión de Dios y de los hom-
débiles y hacían guerra a sus semejantes... Reunidos en un so- bres —como quien abaja a Dios hasta los hombres mediante el
lo hombre, lograrán tener costumbres de justos, por la gracia Espíritu 31 y levanta al hombre hasta Dios por medio de su en-
de Dios, cambiando su naturaleza salvaje y feroz. Esto es lo carnación— y otorgarnos en su venida con firmeza y verdad la
que ha ocurrido ya, pues los que antes eran crudelísimos has- incorruptela por comunión con Él, perecieron todas las doctri-
ta no retroceder ante ningún acto impío, una vez instruidos so- nas de los herejes 32.
bre Cristo y creído en él, han dado fe todo a una y han cambia-
do hasta no retroceder ante ningún exceso de justicia. Tanta es 14, 1. En todas partes el mismo apóstol aplica a nuestro
la mudanza que la fe en Cristo, Hijo de Dios, obra en los que Señor Jesucristo los nombres de carne y sangre, en parte, por
creen en Él. acentuar su condición humana —ya que Él mismo se llamaba
a sí Hijo del hombre (cf. Mt 8,20)—; y en parte, por ratificar
la salvación de nuestra carne. Pues si la carne no hubiera teni-

Comentarios sunt sua redimens ab ea, non cum vi, quemadmodum illa initio domina-
batur nostri, ea quae non erant sua insatiabiliter rapiens, sed secundum
suadelam, quemadmodum decebat deum suadentem et non vim inferen-
1
Son los gnósticos, contra los que Ireneo polemiza y que tem accipere quae vellet, ut neque quod est iustum confringeretur neque
eran docetas. antiqua plasmatio dei deperiret. Suo igitur sanguine redimente nos domi-
no, et dante animam suam pro nostra anima et carnem suam pro nostris
2
Toda esta argumentación de Ireneo sobre la edad de carnibus, et effundente spiritum patris in adunitionem et communionem
Cristo se da en función polémica contra los valentinianos. dei et hominum, ad homines quidem deponente deum per spiritum, ad
Estos, en efecto, fijando en treinta los años de la vida escondi- deum autem rursus imponente hominem per suam incarnationem, et fir-
da de Jesús y en doce meses el tiempo que va desde el bautismo me et vere in aduentu suo donante nobis incorruptelam per communio-
a la muerte, se servían de estos números, simbólicamente inter- nem quae est ad eum, perierunt omnes haereticorum doctrinae.
pretados, para apoyar sus doctrinas (cf. IRENEO, Adversus hae- 14, 1. Ubique idem apostolus in domino nostro Iesu Christo usus est
reses II, 22, 1). Por eso Ireneo dilata mucho la vida pública de carnis et sanguinis nomine, aliquid quidem uti hominem eius statueret,
Jesús, de treinta a más de cuarenta años, con el único funda- etenim ipse semetipsum filium dicebat hominis, aliquid autem uti salutem
mento de una genérica referencia a la tradición asiática de Juan, carnis nostrae confirmaret: si enim non haberet caro salvari, nequaquam

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do que ser salvada, tampoco el Verbo de Dios se hubiese hecho manifestar también él la identidad de su corporeidad con la de
carne; y si no se hubiera tenido que pedir cuentas de la sangre Adán, y para que se cumpliese lo que en el principio se había
de los justos, tampoco el Señor habría tenido sangre... escrito: el hombre a imagen y semejanza de Dios.
2. Pero si el Señor se ha encarnado en atención a otra eco-
nomía, y trajo de otra sustancia 33 la carne, se sigue que no reca- 38. Dios Padre, por su inmensa misericordia, envió a su
pituló en sí al hombre. Más aún, ni siquiera puede decirse car- Verbo creador, el cual, venido para salvarnos, estuvo en los mis-
ne. Pues en verdad la carne es la sucesión de la primera plasis mos lugares, en la misma situación y en los ambientes donde
hecha del barro. Y si necesariamente hubo de tener Él materia nosotros hemos perdido la vida. Y rompió las cadenas que nos
a partir de otra sustancia, ya desde el principio habría actuado tenían prisioneros. Apareció su luz e hizo desaparecer las ti-
el Padre para que se hiciera la masa del hombre a partir de otra nieblas de la prisión y santificó nuestro nacimiento y abolió la
sustancia. Ahora bien, lo que fue el hombre extraviado, eso se muerte, desligando aquellos mismos lazos en que nos habían
hizo, instrumento de salvación, el Verbo: llevando a efecto por sí encadenado. Manifestó la resurrección, haciéndose él en per-
la comunión con aquel y la reclamación de su salvación. Ahora sona primogénito de los muertos 54; levantó en su persona al
bien, lo que estaba perdido tenía sangre y carne. Pues de la tie- hombre caído por tierra, al ser elevado él a las alturas del cie-
rra había tomado el Señor barro para modelar al hombre 34, y a lo hasta la diestra de la gloria del Padre, como había prometi-
este miraba toda la economía de la venida del Señor. Tuvo, por do Dios por medio del profeta al decir: «Levantaré la tienda de
tanto, también Él carne y sangre, no una cualquiera, sino recapi- David, caída por tierra» (Am 9,11; Hch 15,16), es decir, el cuer-
tulando en sí aquella plasmación inicial del Padre y buscando lo po que proviene de David 55. Nuestro Señor Jesucristo cumplió
que se había perdido (cf. Lc 19,10). De ahí lo que dijo el apóstol realmente esto actuando gloriosamente nuestra salvación, a fin
en esa carta a los Colosenses: «Y vosotros, extraños un tiempo y de resucitarnos de veras y presentarnos libres al Padre. Y, si al-
guien no acepta su nacimiento de una virgen, ¿cómo va a ad-
verbum dei caro factum esset, et si non haberet sanguis iustorum inquiri, mitir su resurrección de entre los muertos? 56. Porque nada tie-
nequaquam sanguinem habuisset dominus... ne de milagroso, de extraño e inesperado, que resucite de entre
2. Si autem ob alteram quandam dispositionem dominus incarnatus los muertos el que no nació; ni siquiera podemos hablar de re-
est et ex altera substantia carnem attulit, non ergo in semetipsum recapi-
surrección para el que el que vino a la existencia sin nacimien-
tulatus est hominem: adhuc etiam nec caro quidem dici potest. Caro enim
vere primae plasmationis e limo factae successio. Si autem ex alia substan- to; el innascible, en efecto, es también el inmortal, y quien no
tia habere eum oportuit materiam, ab initio ex altera substantia pater ope- se ha sometido al nacimiento, tampoco estará sujeto a la muer-
ratus fuisset fieri conspersionem eius. Nunc autem quod fuit qui perierat te. Pues quien no tomó principio del hombre, ¿cómo va a po-
homo, hoc salutare factum est verbum, per semetipsum eam quae esset ad der recibir su fin?
eum communionem et exquisitionem salutis eius efficiens. Quod autem pe-
rierat sanguinem et carnem habebat. Limum enim de terra accipiens deus 61. En cuanto al entendimiento, la concordia y la paz en-
plasmauit hominem, et propter hunc omnis dispositio adventus domini.
Habuit ergo et ipse carnem et sanguinem, non alteram quandam, sed illam
tre los animales de especies diferentes y que por naturaleza son
principalem patris plasmationem in se recapitulans, exquirens id quod pe- contrarios y hostiles unos a otros, enseñan los presbíteros 57 que
rierat. Et propter hoc apostolus in ea epistola quae est ad Colossenses ait: así será en verdad a la venida de Cristo, al tiempo en que debe
«Et vos cum essetis aliquando alienati et inimici cogitationi eius in operi- personalmente reinar sobre todas las cosas. Pues ya en símbolo

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Dios, preexistente con el Padre, engendrado antes de la funda- enemistados con Él, en pensamiento, por las malas obras, habéis
ción del mundo, y aparecido, como hombre, al mundo entero sido ahora reconciliados en el cuerpo suyo de carne, mediante
en los últimos tiempos; Él es el Verbo de Dios, que «recapitu- su cuerpo, para exhibiros santos y castos e irreprochables en su
la en sí todas las cosas, las del cielo y las de la tierra» (Ef 1,10). acatamiento» (Col 1,21-22). Reconciliados, dice, en el cuerpo
31. Unió, pues, al hombre con Dios y obró la comunión suyo de carne, porque la carne inocente reconcilió a la que era
entre Dios y el hombre, porque no habríamos podido en ab- cautiva del pecado, y la trajo a la amistad con Dios.
soluto obtener participación alguna en la incorruptibilidad si-
no hubiera venido [el Verbo] a habitar entre nosotros. Pues si 17, 1. Y por eso, en los últimos tiempos, nos devolvió el
la incorruptibilidad hubiera permanecido invisible y oculta, no Señor a su amistad por la propia encarnación, hecho «media-
nos hubiera sido de ninguna utilidad. Pero se hizo visible para dor de Dios y de los hombres» (1 Tim 2,5) 35, propiciando en
que íntegramente recibiésemos una participación de esta inco- nuestro favor al Padre contra quien habíamos pecado, habien-
rruptibilidad. Y porque, envueltos todos en la creación origi- do compensado nuestra desobediencia con su obediencia, y
naria de Adán, hemos sido vinculados a la muerte, por causa de otorgándonos el trato y la docilidad a nuestro Autor...
su desobediencia, era conveniente y justo que, por obra de la 3. Al redimir, pues, los pecados, sanó al hombre y dio a en-
obediencia de quien se hizo hombre por nosotros, fueran ro- tender visiblemente quién era Él en su persona. Si nadie, fuera
tas las cadenas de la muerte. Y porque la muerte reinaba sobre de Dios, es capaz de perdonar pecados, y el Señor los perdona-
la carne, era necesario que fuera abolida por medio de la car- ba y curaba a los hombres, es evidente que Él era el Verbo de
ne, y que el hombre fuera liberado de su opresión. «El Verbo Dios hecho hijo del hombre, con potestad recibida del Padre
se hizo carne» (Jn 1,14) para destruir por medio de la carne el para perdonar pecados, como hombre y como Dios; de mo-
pecado que por obra de la carne había adquirido el poder, el do que, como hombre se compadece de nosotros, y como Dios
derecho de propiedad y dominio; y para que no existiese más
entre nosotros 52. Por esta razón Nuestro Señor tomó una cor- bus malis, nunc autem reconciliati in corpore carnis eius per mortem eius
poreidad idéntica a la de la primera creatura para combatir a exhibere vos sanctos et castos et sine crimine in conspectu eius». In cor-
pore, ait, reconciliati carnis eius, hoc quoniam iusta caro reconciliavit eam
favor de los primogenitores y vencer en Adán a quien en Adán carnem quae in peccato detinebatur et in amicitiam adduxit Deo.
nos había herido.
32. Ahora bien, ¿de dónde proviene la sustancia de la pri- 17, 1. Et propter hoc in novissimis temporibus in amicitiam restituit
mera creatura? De la voluntad y de la sabiduría de Dios y de nos dominus per suam incarnationem, «mediator dei et hominum» factus,
la tierra virgen. «Porque Dios no había enviado todavía lluvia propitians quidem pro nobis patrem in quem peccaveramus et nostram
a la tierra —dice la Escritura— antes de que el hombre fue- inobaudientiam per suam obaudientiam consolatus, nobis autem donans
eam quae est ad factorem nostrum conversationem et subiectionem...
se plasmado y antes de que el hombre estuviese allí para cul-
3. Peccata igitur remittens, hominem quidem curavit, semetipsum
tivar la tierra» (Gen 2,5). De esta tierra, pues, todavía virgen, autem manifeste ostendit quis esset. Si enim nemo potest remittere pec-
Dios tomó barro y plasmó al hombre, principio del género hu- cata nisi solus deus, remittebat autem haec dominus et curabat homines,
mano. Para dar, pues, cumplimiento a este hombre, asumió el manifestum est quoniam ipse erat verbum dei filius hominis factus, a pa-
Señor la misma disposición suya de corporeidad, que nació de tre potestatem remissionis peccatorum accipiens quoniam homo et quo-
una virgen 53 por la voluntad y por la sabiduría de Dios, para niam deus, ut, quomodo homo compassus est nobis, tamquam deus mise-

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Ireneo de Lyon 175 180 Jesús, el Cristo

se apiada de nosotros y nos perdona las ofensas que tenemos 36, 3. En todo esto y a través de todo 47, se revela el mismo
contraídas con Dios nuestro Autor 36. Por eso David predijo: Dios Padre, que plasmó 48 al hombre y prometió a los padres la
«Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades han sido redimi- herencia de la tierra; que la manifestó en la resurrección de los
das y cubiertos sus pecados; dichoso el hombre a quien el Señor justos y colma las promesas en el reino de su Hijo, y más tarde
no imputó pecado» (Sal 31,1-2; cf. Rom 4,8), mostrando de an- otorga, a título de Padre, aquello «que ni ojo vio ni oído oyó ni
temano la remisión vinculada a su venida, por la cual borró «el subió a corazón de hombre» (cf. 1 Cor 2,9). Y hay un solo Hijo,
quirógrafo de nuestra deuda y lo clavó a la cruz» (Col 2,14), pa- que llevó a cabo la voluntad del Padre, y un solo linaje huma-
ra que, así como por el madero quedamos en deuda con Dios 37, no, en el cual se cumplen los misterios de Dios 49 «que los án-
por el madero recibamos el perdón de nuestra deuda. geles ansían contemplar» (1 Pe 1,12), incapaces de escrutar la
sabiduría de Dios, por cuyo medio se consuma su plasma, do-
31, 1. Algunos de entre los que son tenidos por ortodoxos tado de la misma forma y cuerpo que el Hijo; de modo que el
sobrepasan el orden de promoción de los justos y no conocen Verbo, su progenie y primogénito, descienda a lo creado, esto
la manera de progresar hacia la incorruptela, manteniendo en es al plasma, aprehendido además por Él; y, a su vez, lo creado
su interior sentimientos heréticos. Y es que los herejes, al des- aprehenda al Verbo y ascienda a Él, por encima de los ángeles,
preciar la plasmación de Dios y rechazar la salvación de su car- y haciéndose a imagen y semejanza de Dios 50.
ne, menospreciando la promesa de Dios y sobrepasando a Dios
por entero en su interior, tan pronto como han muerto, dicen
que traspasan los cielos y al Demiurgo, y se dirigen a la Madre o Demostración de la predicación apostólica
al Padre fantaseado por ellos. Por eso, quienes reprueban la re-
surrección total y la quitan de en medio 38 en cuanto a ellos mis- 30. Los profetas anunciaban que de la estirpe de David te-
nía que florecer el cuerpo de Jesucristo, para que fuese, según
reatur nostri et remittat nobis debita nostra quae Factori nostro debemus la carne 51, hijo de David (que era hijo de Abrahán) en virtud de
deo. Et propter hoc David praedixit: «Beati quorum remissae sunt iniqui- una larga cadena de generaciones, y, según el Espíritu, Hijo de
tates et quorum tecta sunt peccata; beatus homo cui non imputavit domi-
nus peccatum», eam quae per adventum eius est remissionem praemons-
trans, per quam «delevit chirographum debiti nostri et affixit illud cruci», 36, 3. Et in omnibus his et per omnia idem deus pater ostenditur, qui
uti, quemadmodum per lignum debitores facti sumus deo, per lignum ac- plasmavit hominem et hereditatem terrae promisit patribus, qui eduxit il-
cipiamus nostri debiti remissionem. lam in resurrectione iustorum et promissiones adimplet in filii sui regnum,
postea praestans illa paternaliter quae neque oculus vidit neque auris au-
31, 1. Quoniam autem quidam ex his qui putantur recte credidisse divit neque in cor hominis ascendit. Etenim unus filius, qui voluntatem
supergrediuntur ordinem promotionis iustorum et modos meditationis ad patris perfecit, et unum genus humanum, in quo perficiuntur mysteria
incorruptelam ignorant, haereticos sensus in se habentes, haeretici enim dei, quem concupiscunt angeli videre, non praevalentes investigare sa-
despicientes plasmationem dei et non suscipientes salutem carnis suae, pientiam dei per quam plasma eius conformatum et concorporatum fil-
contemnentes autem et repromissionem dei et totum supergredientes de- io perficitur, ut progenies eius primogenitus verbum descendat in factur-
um sensu, simul atque mortui fuerint dicunt se supergredi caelos et demi- am, hoc est in plasma, et capiatur ab eo, et factura iterum capiat verbum
urgum et ire ad matrem vel ad eum qui ab ipsis affingitur patrem, qui ergo et ascendat ad eum, supergrediens angelos et fiens secundum imaginem
universam reprobant resurrectionem et quantum in ipsis est auferunt eam et similitudinem dei.

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Pues ni se puede entender que quien está puesto en lo alto, en mos se refiere, ¿qué hay de admirable en que ni siquiera conoz-
lugar sobreceleste, pueda beber con los suyos el fruto de la vid; can el orden de la resurrección, no queriendo entender que, si
ni que estén sin carne los que lo beben: es cosa de la carne, y no la cosa fuera como ellos dicen, el mismo Señor en quien dicen
del espíritu, la bebida que se saca de la vid. creer no habría resucitado al tercer día, sino que, según expiró
sobre la cruz, habría al punto subido a las alturas, abandonan-
35, 1. Todo esto se dijo indudablemente con miras a la re- do el cuerpo a la tierra? Sin embargo, durante tres días conver-
surrección de los justos, que viene después de la venida del só en la región donde estaban los muertos, como dijo de él el
Anticristo y perdición de todas las naciones a él sujetas 44. profeta: «Se acordó el Señor de sus santos que habían muerto,
Reinarán entonces los justos en la tierra, creciendo desde la vi- de los que habían descansado antes en la tierra del sepulcro; y
sión del Señor, y por su medio se habituarán a captar la gloria descendió a ellos para sacarlos y salvarlos» 39...
de Dios Padre, y junto con los santos ángeles captarán en el rei- 2. Pues si el Señor observó la ley de los muertos, para ha-
no el trato y comunión y unidad de los espirituales 45. Y los que cerse primogénito de entre los muertos; y moró hasta el día
el Señor encuentre en vida, aguardando su venida de los cielos tercero en las regiones subterráneas; y solo después, resurgien-
y probados en la tribulación —los mismos que escaparon de do en carne, como que hasta enseñó a los discípulos las mar-
las manos del inicuo— son los mismos de los que dijo el profe- cas de los clavos, subió al Padre, ¿cómo no se llenan de confu-
ta: «Y los abandonados se multiplicarán en la tierra» (Is 6,12) sión quienes dicen que los infiernos son este mundo nuestro, y
y son también todos los que de entre las naciones preparó Dios que el hombre interior suyo asciende, dejado aquí el cuerpo, al
para esto: para multiplicar en la tierra a los abandonados, ha- lugar sobreceleste? Porque si el Señor «entró en la región de
cer que vivan bajo el reino de los santos y estén al servicio de sombra de muerte» (Sal 22,4), donde estaban las almas de los
Jerusalén 46. difuntos, y después resucitó y tras la resurrección fue asunto [al

poculum. Neque enim sursum in supercaelesti loco constitutus cum suis de medio, quid mirum est si nec ordinem resurrectionis sciunt, nolentes
potest intellegi bibens uitis generationem, neque rursus sine carne sunt intellegere quoniam, si haec ita essent quemadmodum dicunt, ipse utique
qui bibunt illud: carnis enim proprium est et non spiritus qui ex vite ac- dominus, in quem dicunt se credere, non in tertia die fecisset resurrectio-
cipitur potus. nem, sed super crucem exspirans confestim utique abiisset sursum, relin-
quens corpus terrae? Nunc autem tribus diebus conversatus est ubi erant
35, 1. Haec enim talia universa in resurrectionem iustorum sine con- mortui, quemadmodum propheta ait de eo: «Commemoratus est domi-
troversia dicta sunt, quae fit post adventum Antichristi et perditionem nus sanctorum mortuorum suorum, eorum qui ante dormierunt in terra
omnium gentium sub eo exsistentium, in qua regnabunt iusti in terra, sepultionis, et descendit ad eos extrahere eos et salvare eos»...
crescentes ex visione domini, et per ipsum assuescent capere gloriam dei 2. Si ergo dominus legem mortuorum servavit, ut fieret primogenitus
patris, et cum sanctis angelis conversationem et communionem et uni- a mortuis, et commoratus usque in tertiam diem in inferioribus terrae, post
tatem spiritalium in regno capient. Et illi quos dominus in carne inveniet deinde surgens in carne, ut etiam fixuras clavorum ostenderet discipulis, sic
exspectantes eum de caelis et perpessos tribulationem, qui et effugerunt ascendit ad Patrem, quomodo non confundantur qui dicunt inferos quidem
iniqui manus, ipsi sunt de quibus ait propheta: «Et derelicti multiplicab- esse hunc mundum qui sit secundum nos, interiorem autem hominem ipso-
untur in terra», et quotquot ex gentibus ad hoc praeparauerit deus ad der- rum derelinquentem hic corpus in supercaelestem ascendere locum? Cum
elictos multiplicandos in terra et sub regno sanctorum fieri et ministrare enim dominus in «medio umbrae mortis abierit», ubi animae mortuorum
in Hierusalem. erant, post deinde corporaliter resurrexit et post resurrectionem assumptus

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Ireneo de Lyon 177 178 Jesús, el Cristo

cielo]; es claro que también las almas de sus discípulos, por cu- y reinen en la misma creación en que sufrieron servidumbre.
ya causa obró asimismo estas cosas, irán a un lugar invisible es- Dios es rico en todo, y todo es de Él. Es necesario, pues, que la
tablecido para ellas por Dios 40, y allí morarán hasta la resurrec- misma creación, restituida a su condición primera, preste servi-
ción, aguardando la resurrección; más tarde, en posesión de cio sin trabas a los justos...
los cuerpos y resucitando perfectos, a saber, corporalmente co-
mo también resucitó el Señor, vendrán a la presencia de Dios... 33, 1. Por eso, acercándose a la Pasión, para evangelizar a
Abrahán y a sus acompañantes sobre la apertura de la herencia,
32, 1. Como algunos se dejan llevar interiormente por los dio gracias con el cáliz entre las manos, bebió de él y se lo dio
discursos heréticos, e ignoran las disposiciones de Dios y el a los discípulos diciéndoles: «Bebed todos de él: esta es mi san-
misterio de la resurrección y reino de los justos, que es el prin- gre de la nueva Alianza, que será derramada por muchos para
cipio de la incorruptela, por el cual 41, los que fueren dignos se remisión de los pecados. Os digo: desde ahora no beberé del
habitúan poco a poco a comprender a Dios, es necesario decir fruto de esta vid hasta el día aquel en que lo beba de nuevo con
de tales disposiciones que los justos, resucitando en esta crea- vosotros en el reino de mi Padre» (Mt 26,27-29). Renovará, en
ción renovada ante la aparición del Señor, deben recibir los pri- efecto, personalmente la herencia de la tierra y restituirá el mis-
meros la promesa de heredad que Dios prometió a los patriar- terio de la gloria de los hijos, según dijo David: «El cual reno-
cas y reinar en ella, viniendo solo después el juicio. Justo es, vará la faz de la tierra» (Sal 103,30). Prometió beber del fruto
efectivamente, que reciban los frutos del sufrimiento en la crea- de la vid junto con sus discípulos, dando a entender ambas co-
ción misma en que trabajaron o fueron afligidos, probados de sas: la herencia de la tierra en que se bebe el nuevo fruto de la
todas maneras por el sufrimiento; y sean vivificados en la misma vid, y la resurrección en carne de sus discípulos 43. Pues la car-
creación en que padecieron muerte a causa del amor de Dios 42; ne que resucita nueva es la que gusta asimismo el nuevo cáliz.

est, manifestum est quia et discipulorum eius propter quos et haec operatus in qua conditione servitutem sustinuerunt, in ipsa regnare eos. Dives enim
est dominus animae abibunt in invisibilem locum definitum eis a deo et ibi in ómnibus deus, et omnia sunt eius. Oportet ergo et ipsam conditionem,
usque ad resurrectionem commorabuntur sustinentes resurrectionem; post reintegratam ad pristinum, sine prohibitione servire iustis.
recipientes corpora et perfecte resurgentes, hoc est corporaliter, quemad-
modum et dominus resurrexit, sic venient ad conspectum dei... 33, 1. Propter hoc autem ad passionem veniens, ut evangelizaret
Abrahae et his qui cum eo apertionem hereditatis, cum gratias egisset su-
32, 1. Quoniam igitur transferuntur quorundam sententise ab hsereti- per calicem et bibisset ab eo et dedisset discipulis, dicebat eis: «Bibite ex
cis sermonibus, et sunt ignorantes dispositiones Dei et mysterium iustorum eo omnes: hic est sanguis meus novi testamenti, qui pro multis effundetur
resurrectionis et Regni quod est principium incorruptelae, per quod reg- in remissionem peccatorum. Dico autem vobis, a modo non bibam de ge-
num qui digni fuerint paulatim assuescunt capere deum, necessarium est di- neratione vitis huius usque in diem illum, quando illum bibam vobiscum
cere de illis quoniam oportet iustos primos in conditione hac quae renova- novum in regno patris mei». Utique in hereditate terrae, quam ipse nova-
tur, ad apparitionem domini resurgentes recipere promissionem hereditatis bit et redintegrabit ad ministerium gloriae filiorum dei —quemadmodum
quam deus promisit patribus et regnare in ea, post deinde fieri iudicium. In David ait: «Qui renouabit faciem terrae»—, promisit bibere de genera-
qua enim conditione laboraverunt sive afflicti sunt, omnibus modis proba- tione vitis cum suis discipulis, utrumque ostendens, et hereditatem terrae
ti per sufferentiam, iustum est in ipsa recipere eos fructus sufferentiae; et in in qua bibitur nova generatio vitis, et carnalem resurrectionem discipulo-
qua conditione interfecti sunt propter dei dilectionem, in ipsa vivificare; et rum eius. Quae enim nove resurgit caro, ipsa est quae et novum percipit

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