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Apocalipsis 2:4
“Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor”
En el capítulo 2 del libro de apocalipsis se encuentran las 7 cartas a las 7 iglesias que se encuentran en Asia,
Dios mismo dicto estas cartas, a través del apóstol Juan, quien se encontraba exiliado en la isla de patmos, se
redactaron estas cartas que se encuentran en el libro de apocalipsis.
La primera iglesia que se menciona es la que está situada en la ciudad de Éfeso, que era conocida por ser
una ciudad muy comercial, la más importante de la época, porque era la más grande de la provincia de Asia.
En Éfeso se encontraba el templo de la diosa diana, su ambiente era muy materialista dado que la ciudad era
prospera, pero también era una ciudad muy inmoral. Sin embargo en medio de ese ambiente se levantó una
iglesia.
Y Éfeso significa deseo ardiente, celo por cristo, inflexible oposición a los falsos maestros y a las doctrinas
erradas, esta iglesia llego a ser muy influyente dentro del ambiente que se vivía en la ciudad,
La iglesia de Éfeso no era una iglesia o un templo más, todo lo contrario en Hechos 19: 10 y 18:19 nos da a
conocer los milagros y el ambiente espiritual de la iglesia, era una iglesia que amaba la revelación, que servía
a Dios,
Leamos las características que Dios usa para elogiar a la iglesia.
Yo conozco tus obras: se todo lo que por causa de mi has hecho.
Tu arduo trabajo: el trabajo que has hecho ha sido arduo, duro que ha producido fatiga, dolor en el
cuerpo, has sido diligente.
No soportas a los malos, has tenido discernimiento, has juzgado bien.
Has sufrido
Has tenido paciencia: hipomonen, has soportado una carga muy pesada sin rendirte, firme en medio
de la adversidad.
Trabajas duro por amor a mi nombre
No has desmayado.
Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor, como una iglesia que tiene todas estas cualidades Dios
dice que dejo el primero amor, en otras palabras has dejado el fervor, sentimiento intenso entusiasmo y
admiración, has abandonado el amor sin límites que tenías al principio, has abandonado tu mejor amor y te
has apartado de ese amor entregado, en otra versión dice “ya no me amas como al principio” y poco a
poco te has enfriado. Había oración pero no había intimidad. Por lo que urgentemente debían proponerse a
recuperar el amor, el celo que los caracterizaba.
Vuelve en sí: reconoce y date cuenta de tu condición, recupera la conciencia, ponte en pie, esta misma
palabra es usada con el hijo prodigo, cunado reconoció que estaba mal, que había pegado, que estaba ciego,
pero debía ponerse en pie, cambiar el rumbo, despertar del letargo espiritual y volver al padre. Mira donde has
caído. ¿Cómo es que he llegado a esto?
Cuando estaba con los cerdos, lo primero que pasó para su restauración fue recordar la vida en que
tenia en casa de su padre y luego arrepentirse, cambio de dirección.
Has las primeras obras: vuelve a lo importante, a la prioridad, recuerda la pureza de tu amor al principio.
No basta, no es suficiente con ser diligentes, no basta con cumplir todos los domingos, es necesario
desesperarte, no basta alabar y alzar manos, es necesario encender el fuego en el altar. Aviva, resucita el
amor que tenías al principio.
¿Cómo se pierde el primer amor? Cuando fue que se empezó a dejar el primer amor, en que momento
abandonaron su mejor amor, su prioridad paso a segundo plano.
1. Alejarte del altar te enfría y te aparta del primer amor:
El que sirvas en la iglesia, prediques, y trabajes arduamente no garantiza que estés enamorado o enamorada
de Dios, ni siquiera hablar en lenguas, o profetizar lo hace... Lo único que mantiene encendido el primer amor
es estar cerca del altar.
Los miembros de la iglesia de efeso en sus comienzos habían experimentado una devoción intensa y una
entusiasta por Dios, esa era la característica de la primera iglesia, pero sin darse cuenta se fueron apartando
no de la doctrina, sino de su fe ferviente e intenso amor a Jesucristo, como consecuencia no había
evangelización, su testimonio fue decayendo, su amor se fue enfriando.
1 Samuel 3.1
Nos habla de dos personajes Eli y Samuel.
Eli: fue escogido durante el periodo de los jueces, buen hombre, buen sacerdote, que ministraba en el
tabernáculo.
Samuel: corta edad fue llevado al templo y puesto a disposición del sacerdote a “quien Dios le hablaba
constantemente”
El contexto. Dice que la palabra escaseaba (escrita o hablada) y no había visión con frecuencia. La pregusta
es inminente ¿Dónde está el sacerdote?
Mientras que Samuel ministraba en el templo a Jehová, iba más allá de cuidar los utensilios del templo, era
mucho más que servir, Samuel siempre estaba cerca del altar. Cerca del arca
Pero donde estaba Elí, diga conmigo en su aposento durmiendo.
Antes que la lámpara fuese apagada…. Jehová llamo a Samuel.
Cuando te alejas del altar, te alejas del secreto de Dios.
Sabe la iglesia de Éfeso oraba y supongo que varias veces al día, pero no había intimidad, cuando no entras
al secreto de Dios, se pierde la intimidad y la palabra empieza a escasear, los milagros ya no suceden, la
sobrenaturalidad de Dios no es tan común, se hace necesario avivar el primer amor y solo será posible
cuando estés cerca del altar, cuando vuelvas al secreto de Dios.
Levítico 6:12 no se apagara el fuego en el altar, debe mantenerse encendido cada mañana, era un estatuto
perpetuo, era obligación del sacerdote mantener encendida y que nunca se apagara. El amor de Elí se enfrió,
había perdido el fervor inicial de su ministerio, Elí se había alejado del altar
Su deber era entrar al lugar santo para llenar las lámparas con el aceite y machacar las olivas pero requería
de esfuerzo, no querían ensuciarse las manos, era mejor que otro lo hiciera, nadie ayunaba, nadie estaba
orando, nadie estaba cerca, solo como de costumbre venían al templo, pero hay estaba Samuel muy cerca del
altar, a pocos metros del lugar santísimo, donde palpitaba el arca del pacto, la presencia misma, la misma
gloria de Dios, y antes que la lámpara que se apague Dios llamo.
Aún hay hombres y mujeres como Samuel, cerca del altar, cerca del arca, esperando el llamado de Dios.
2. Alejarte del altar no reconoces la voz de Dios.
Dios llamo a Samuel, y este se levantó pensando que quien lo había llamado era Elí, y así lo hizo por tres
veces, a Samuel aun no le había sido revelada la palabra
Como no reconocer que era Dios quien lo estaba llamando, pero sobre todo como no correr al llamado de
Dios, como no levantarse de su aposento para salir al encuentro. Había perdido el primer amor, cuando eso
pasa nos da igual si Dios nos habla o no, nos da igual salir de la iglesia así como vinimos, ya no importa.
Samuel, Samuel: Pensó que era Elí
Samuel, Samuel: una voz que no lo dejaba dormir
Samuel Samuel: hasta que tuvo que responder habla que tu siervo escucha.
Antes que la lámpara se apague
Antes que la gloria salga de aquí
Antes que el cielo se cierre
Antes de que sea muy tarde, no te duermas…
Dios puede estar llamando, reconoce su voz y responde habla que tu siervo escuha.