Está en la página 1de 5

LA MULTITUD Y LOS DISCIPULOS

Aunque hay muchos pasajes en la Biblia que describen lo que la Iglesia debe
ser y hacer, hay dos declaraciones de Jesús que los resumen y que constituyen
en mi opinión, una declaración de propósito en sí mismos: El Gran
Mandamiento (Mateo 22:37-40) y La Gran Comisión (Mateo 28:19-20).

En las palabras de Mateo 28:19 está sintetizada la gran comisión, Y la frase


central la que me quiero referir hoy es “haced discípulos”, La gran comisión
trata de hacer discípulos para Jesús, pero…

¿Qué significa ser y hacer un discípulo?


En la biblia vemos que Jesús era acompañado por las multitudes que siempre
querían estar sobre Él, pero no todo el que seguía a Jesús era un discípulo, Él
estableció una diferencia cuando predicó en el sermón del monte:

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino
el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” Mateo 7:21

La multitud y los discípulos son diferentes, en Mateo 5:1 y 2 (las


bienaventuranzas) vemos que los que se acercan a Jesús son sus discípulos,
en este pasaje el evangelista hace una distinción entre la multitud y los
discípulos, pero no solo los evangelistas hicieron esta distinción, Jesucristo
también lo hizo en Mateo 13:10-17 

LA MULTIDUD

En Mateo 21:8-9 (la entrada triunfal) vemos una multitud espontáneamente


exaltando a Jesucristo, En Mateo 27:20-23 la vemos condenándolo. La misma
multitud que tres días antes exaltaba a Jesucristo, después pedía que lo
crucificaran.
 Las multitudes no son confiables, la gente cuando está en medio de un
grupo de personas hace lo que todo el mundo hace, pierden el control de sí
mismos. En Juan 6 Jesús multiplicó los panes y los peces, y cuando la
gente vio que Jesús hizo esto vinieron para hacerlo Rey; pero Jesús no se
fiaba de las multitudes.
 Son impulsivas por naturaleza:
 Esto quiere decir que responden al impulso y a las emociones, no responden a
la lógica, la reflexión o el análisis; por esto una multitud hoy puede hacer una
cosa y mañana otra. Por esto el Señor no se fía de ellas ya que nuestras
emociones nos pueden engañar.

 Están en actitud expectante:


Por eso es fácil sugestionarlas, son impulsivas y sugestionables; cuando se
reúnen ellos pueden hacer cualquier cosa que un buen orador les ordene.
  Son crédulas:
No saben diferenciar entre lo subjetivo y lo objetivo, hoy creen algo, mañana
otra cosa. Las multitudes aceptan los juicios impuestos, no juzgan las
situaciones.
 

LOS DISCIPULOS

El terminó discípulo es utilizado 265 veces en el nuevo testamento, esto


significa que es el terminó más usado en el nuevo testamento para describir a
los cristianos. Estas 265 veces se utilizan siempre en los libros históricos del
nuevo testamento (Los cuatro Evangelios y Hechos de los Apóstoles), en las
epístolas se cambia la designación de los cristianos por Iglesia, hermanos,
santos o fieles; porque esto es un discípulo, uno que ha sido llamado del
mundo para la gloria del Dios del cielo. Al ser discípulos de Jesús somos
miembros de la familia de Dios.

Veamos como se describe a un Discípulo:


1.     Un discípulo es alguien que aprende del Señor Jesucristo
La palabra discípulo en el nuevo testamento proviene del
griego maghthv (matee –te-s) que significa aprendiz o alumno, por lo tanto si
somos discípulos de Cristo estamos diciendo que aprendemos del Señor Jesús.
2.     Un discípulo es alguien que imita al Señor Jesucristo.
El terminó discípulo nace en un contexto social en el que no existían las
escuelas, colegios o universidades, de manera que la institución como tal no
existía, pero si existían los maestros. En esta época los discípulos
acompañaban al maestro o se iban a vivir con él, el maestro en ese tiempo no
solo enseñaba con la teoría, lo hacía también con la práctica y la vida, dando
ejemplo en todo. Jesús le dedicó más tiempo a esto que a cualquier otra cosa
mientras vivía en esta tierra.
3.     Un discípulo participa de la vida del Señor Jesucristo.
Un discípulo es aquel que dice que junto a Jesús ha sido crucificado, ha
muerto, está sepultado, ha sido resucitado y ascendido. Un discípulo es uno
que participa de todo el proceso y puede decir: “Ya no vivo yo, ahora vive
Cristo a través de mi”. De esta forma podemos amar incondicionalmente y
perdonar para la gloria de Dios, de esta forma podemos vivir en santidad, no
por nuestras fuerzas, sino porque Jesús vive en nosotros.
Cuando leemos en Marcos 6:30 - 42
A simple vista nos damos cuenta que la multitud busca los panes y los peces,
pero los discípulos buscan como repartir esos panes y peces. En el versículo
37 del pasaje leído, vemos a Jesús diciéndoles a sus discípulos que le den de
comer a la multitud aun sabiendo que ellos no tenían como hacerlo. Detrás del
milagro de multiplicar los panes y peces Jesús quiere decirle a sus
discípulos: “ustedes son los responsables por esta multitud necesitada”.

1. Los discípulos identifican la necesidad de la multitud. (Versículos


35 y 36)
Los discípulos se acercaron a Jesús después de identificar la necesidad y le
cuentan lo que estaba pasando.
Un discípulo de Jesús es sensible a la necesidad de su prójimo, nunca tiene
centrada la vida en sí mismo, sino que mira a su alrededor e identifica la
necesidad de los que están a su lado para buscar la manera de ayudarlos.

Un discípulo de Jesús es compasivo, tiene un corazón inclinado hacia la otra


persona, vive en función de Dios y de su prójimo. Las personas normalmente
viven en función de sí mismas, tienden a ser egoísta porque vivimos en un
mundo ególatra y narcisista donde se proclama que cada uno de nosotros es el
número uno, el más importante, y lo único que importa es que  “Yo me sienta
bien”. Jesús enseña todo lo contrario, nos dice que el más importante es
nuestro Dios que nos ama y nos ha salvado, y debemos vivir para su gloria y
para servir a nuestro prójimo.
A la multitud le gusta recibir el beneficio, utilizan a Dios para su propio
bienestar, pero el discípulo se acerca al Señor y le pregunta en que le puede
servir, que puede hacer para que otras personas sean bendecidas a través de su
vida.

2. Los discípulos trataron de resolver la necesidad de la multitud.


(Versículo 36)
Los discípulos intentaron tímidamente solucionar el problema.

El milagro de este pasaje aparece relatado en los cuatro evangelios, lo cual nos
permite hacer una historia completa, porque cada evangelista nos va a dar un
detalle adicional de lo que ocurrió, por ejemplo, Marcos nos cuenta que ellos
le dicen al Señor que los envíe para que compren pan,  Juan en el capítulo 6:8-
9 nos cuenta que uno de los discípulos de Jesús, Andrés hermano de Simón
Pedro, le dijo:“aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos
pececillos; ¿mas qué es esto para tantos?”. Ante esta situación cualquiera
viendo tanta necesidad hubiera pensando que esa comida no alcanzaba para
todos y se la comía solo, pero Andrés lleva al muchacho delante de Jesús;
porque un discípulo no es parte del problema sino de la solución.
El discípulo no intenta hacer grandes cosas, y Dios tampoco se lo pide, el
discípulo hace lo que está al alcance de sus manos confiando que en las manos
de Jesús será multiplicado para bendecir a otros. Lo poco de nosotros en las
manos de Jesús siempre produce un milagro.

El milagro de la multiplicación fue el resultado de la compasión y el poder de


Jesús, pero también de la generosidad del muchacho que entregó su merienda.
Cuando podemos desprendernos de lo poco que tenemos para llevarlo a las
manos del Señor ocurre un milagro. Lo importante no es que tengamos
mucho, lo importante es que lo usemos como debe ser.

3. Los discípulos organizan a la multitud necesitada. (Versículos 39 y


40)
Los discípulos en obediencia al Señor Jesús organizaron a la multitud. El
discípulo de Jesús debe ser diligente, esforzado, debe luchar para que la obra
del Señor avance; no puede ser alguien indiferente o negligente, debe ayudar a
los necesitados.

Algunas veces planearemos con buenos motivos estrategias que no funcionan,


pero Dios ve la diligencia y el esfuerzo, y honra nuestra actitud bendiciendo
nuestras vidas. Proverbios nos dice que el hombre diligente se sentará con los
príncipes, pero el perezoso empobrecerá, verá crecer la maleza y la pobreza
cabalgará sobre él. La biblia nos enseña que debemos ser diligentes en todo lo
que hacemos, Dios nos pide que nos esforcemos y seamos valientes cuidando
de poner por obra su palabra para que todo nos salga bien.

Un discípulo es diligente en cumplir la obra del Señor, obedeciendo a


Jesucristo para llegar a la multitud necesitada con el mensaje del evangelio.
Un discípulo es diligente haciendo la obra del Señor en el servicio ,
cuidando su vida espiritual y ocupándose siempre de hacer el bien.
4. Los discípulos administran la provisión a la multitud necesitada.
(Versículo 41)
Había un muchacho con cinco panes y dos peces que los entregaron a un
discípulo llamado Andrés el cual lo llevó a las manos de Jesús quien los
regresó a las manos de los discípulos quienes lo repartieron a la multitud. En
el proceso los peces y los panes pasaron dos veces por las manos de los
discípulos.

Nosotros somos los administradores de la gracia de Dios para las personas


necesitadas y Dios hoy nos dice que les entreguemos de lo que Él nos ha dado.

Jesús confía en nosotros para bendecir a otros. Dios quiere mostrar su poder a
través de su iglesia, solo debemos entregarle nuestra vida, dispuestos a dejar
que nos use para que lo conozcamos no solo “de oídas (Job 42:5)”.

CONCLUSION

Hay una hermosa canción de Marcos Vidal, un salmista a quien admiro


muchísimo por el contenido que tienen las letras de sus canciones, dice, “No
quiero ser de los cinco mil que disfrutan del milagro, prefiero ser de los 12 que
recogen los pedazos”

Hay una pregunta obligada en esta noche, somos de la multitud que


simplemente disfruta del milagro o somos de los 12 que recogen los pedazos
de pan, que acompañan al maestro, que son sus discípulos.

También podría gustarte