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Prédica de Hoy: 

Trae una piedra para tu pastor

Bosquejos para Predicar Lectura Bíblica: Éxodo 17:8-16

Introducción:
Cuando nos detenemos a ver el desempeño del ministerio de Moisés como pastor de
aquella nación nada difícil de pastorear como lo fue el pueblo de Israel, nos vamos
a encontrar que había mucha gente que le causo dificultades a su pastor.
Algunos literalmente le agredieron verbalmente, otros le sublevaron al pueblo,
pusieron en duda su liderazgo y su llamado, e incluso le quisieron apedrear.

Pero dentro de toda la multitud inconforme también Dios puso a un equipo de


apoyo el cual siempre fue leal al hombre de Dios.
Una de esas acciones de amor hacia su líder fue cuando al ver que ya no podía
mas mantener la vara en alto mientras el pueblo peleaba la guerra con Amalec
fueron y trajeron una piedra para que el varón de Dios descansara. En esta acción
tan bella quiero predicarles en esta ocasión.

Oración de transición:
Consideremos a continuación por qué debemos como miembros traer una piedra
para nuestro pastor.

I. AL PASTOR SE LE DEMANDA MANTENER LAS MANOS EN ALTO.


 A. La función del pastor en las batallas de la iglesia es interceder.
 B. El desafío es mantenerse en altura espiritual a pesar de todo. (Moisés estaba
sobre un monte)
 C. Mantener las manos en alto no siempre será fácil.

II. PORQUE EL PASTOR ES CLAVE EN LAS VICTORIAS DE LA IGLESIA.


A. No indispensable, pero si fundamental.
B. Si Moisés bajaba las manos el pueblo caía, si las mantenía en alto el pueblo
ganaba. A ninguna iglesia le conviene un pastor derrotado.
C. Pero recordemos que aunque Moisés había visto cara a cara a Dios, seguía
siendo humano y se cansaba. Tu pastor no es un superhombre.

III. PORQUE AL PASTOR NO LE PODEMOS QUITAR LA VARA DE SUS MANOS.

A. Aarón y Hur, no le quitaron la vara ni un solo momento, porque en ellos no


funcionaba.

B. Muchas presiones, sacrificios, funciones, trabajos etc. No los podemos hacer por
el pastor, son aspectos que Dios le ha delegado a él únicamente, como a Moisés la
vara que tenia, ese día.

C. Pero si le podemos traer una piedra para que descanse y no suelte esa vara, que
sería su ministerio, su visión, su fe, su capacidad, etc.

Conclusión:
Una piedra para nuestros pastores sería tan sencillo como decirles: Hermano,
pastor estoy orando por ustedes. O quizás, Su ministerio ha sido de gran bendición
para mí. O tal vez después de un sermón decirle: Hoy mi vida fue llena del Espíritu
Santo, por medio del mensaje.

Esas cosas hacen que tu pastor encuentre descanso. Sin mencionar nuestro
apoyo económico, nuestra disposición de trabajo en la iglesia y nuestro respeto.
Hoy podemos traer una piedra para nuestro pastor.

En su epístola a los romanos, Pablo aborda el tema de cuál día debería ser el día de
adoración, sin embargo, aunque quizás podríamos también aplicar esto a
celebraciones de cumpleaños cristianos: "Uno hace diferencia entre día y día; otro
juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia
mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del
día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a
Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios..." (Romanos
14:5-6). Si un cristiano celebra un cumpleaños como un día especial, eso está bien;
si un creyente no celebra los cumpleaños, eso también está bien. Que cada uno
esté " plenamente convencido en su propia mente".

Mucho más importante que saber si un cristiano celebra o no los cumpleaños, lo


más importante es saber cómo él o ella glorifica al Señor en todas las actividades (1
Corintios 10:31). Si un cristiano organiza una fiesta de cumpleaños, la fiesta debe
glorificar al Señor; el comportamiento pecaminoso no debería formar parte de la
celebración de cumpleaños. Si un cristiano pasa por alto los cumpleaños, él o ella
deberían ocupar el tiempo con cosas que glorifiquen al Señor.

Si un cristiano celebra o no un cumpleaños, debería esforzarse por tener una clara


conciencia y el amor por sus hermanos y hermanas en Cristo. Aquellos que
celebran los cumpleaños, no deberían despreciar a quienes no lo hacen, y quienes
no celebran los cumpleaños, no deben mirar por encima del hombro a quienes lo
hacen. Así como con otros temas que la biblia no aborda específicamente, tenemos
la libertad para celebrar o no celebrar los cumpleaños, según las preferencias
personales
Tiempo para tener valor
Aprenda a vencer la emoción dañina del miedo.

TIEMPO PARA TENER VALOR

LECTURA DE APOYO: Deuteronomio 31.23-29 | Josué 1.2-9 | 

INTRODUCCIÓN

El temor es un sentimiento que puede controlar el corazón de un individuo o aún el de


una nación entera.

Dado que vivimos en un mundo inestable y lleno de incertidumbre, tenemos muchas razones
para sentirnos ansiosos y temerosos. Y para aquellos que no tienen a Jesucristo como su
Salvador, sus miedos están justificados, porque no tienen ninguna seguridad para esta vida, ni
para la venidera. Pero los creyentes en Cristo no tenemos por qué vivir en constante temor,
pues el Señor vive en nosotros y ha vencido al mundo.

DESARROLLO

Dios no quiere que sus hijos seamos dominados por el miedo, pues en numerosas ocasiones
en las Sagradas Escrituras nos dice que no debemos tener temor. El temor por sí mismo no es
un pecado. Hay veces que las circunstancias lo justifican, pero Dios no desea que vivamos en
perpetua intimidación, sino con valor, fe y confiados en Él.

Josué 1.2-9 es un buen ejemplo de un pasaje bíblico en el cual Dios exhorta a vivir con valor.
Después de la muerte de Moisés, Josué fue escogido para guiar a Israel a la tierra prometida.
Era una abrumadora responsabilidad, por lo cual Josué necesitaba tener valor.

Definición de valor

El valor no es la ausencia de temor, sino una respuesta ante el miedo. Puede ser definido
como la actitud de la mente y el corazón que nos permite afrontar peligros, obstáculos y los
desafíos de la vida sin temor, pero firmes y en calma.

Situaciones específicas que requieren valor

 Cuando esperamos en Él. “Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a


Jehová” (Sal 27.14). Nos gusta que todo ocurra de acuerdo a nuestro tiempo, pero hay
ocasiones en las que debemos esperar por el Señor, incluso si ello implica que perdamos
oportunidades. Nuestro Padre celestial desea que lo dejemos todo en sus manos, para que
obre de acuerdo a su tiempo.
 Cuando enfrentamos peligro inminente. Durante una tormenta, los discípulos estaban
aterrados al ver que Jesucristo se acercaba a ellos caminando sobre las aguas; pero el Señor
les dijo: “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” (Mt 14.27). Todos hemos pasado por momentos
como este, en los que nos hemos sentido abrumados por el temor. Esto es algo normal, pero
no debemos quedarnos en ese estado, sino que debemos clamar al Señor por ayuda y paz.
 Cuando nos rodea la incertidumbre. Existen innumerables escenarios posibles que nos
aterran, pues no sabemos lo que sucederá y están fuera de nuestro control. Jesucristo habló de
esto en Juan 16.33 al decir: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al
mundo”. Una vez más, lo que debemos hacer es confiar en el Señor y descansar en la paz que
nos provee.
 Cuando consideramos la fragilidad humana y la muerte. Todos los pensamientos
relacionados con enfermedades, vejez y muerte pueden hacernos sentir temor, pero hay
esperanza para el creyente en Cristo. Aunque gemimos en este cuerpo humano, se nos ha
prometido un cuerpo glorificado. Se nos ha dado el Espíritu Santo como garantía de nuestra
resurrección. Por eso Pablo nos dice: “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que
entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no
por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al
Señor” (2 Co 5.6-8).
 Cuando una tarea nos abruma. Dios nos ha dado dones espirituales, talentos y habilidades
para ser usados de acuerdo a su voluntad, pero a veces nos sentimos incapaces y temerosos.
Es muy probable que eso fue lo que Josué sintió cuando Dios le ordenó guiar a la nación de
Israel. Fue por eso que el Señor le exhortó tres veces a ser valiente (Jos 1.6, 7-9).

Cómo desarrollar valor

Cuando el Señor le encomendó a Josué tener valor, también le dio instrucciones de cómo
lograrlo (Jos 1.2-9).

1. Meditar en la Palabra de Dios. “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que
de día y de noche meditarás en él” (v. 8). Meditar incluye leer la Biblia y dedicar tiempo para
reflexionar en sus enseñanzas y aprender más de Dios. Al llenar nuestra mente con los
pensamientos del Señor, seremos guiados cada día para hacer su voluntad en cada situación
que enfrentemos.
2. Obedecer la Palabra de Dios. “[Cuida] de hacer conforme a toda la ley que mi siervo
Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra” (v. 7). La Biblia es un libro
de instrucción para la vida, en el cual aprendemos cómo lidiar con diversas situaciones, de tal
manera que agrademos y honremos al Señor. Ante las circunstancias más desafiantes de
nuestras vidas, podemos citar versículos que nos sostienen y fortalecen, y así responder con
valor y tranquilidad. Al deleitarnos, meditar y obedecer la Palabra de Dios, nuestro valor
aumenta y nuestro espíritu se fortalece.
3. Recordar la fidelidad de Dios. Josué fue desafiado a recordar la fidelidad del Señor a
Moisés y a su pueblo. “Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán,
tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como
lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie” (v. 2, 3). Mantener un
diario nos ayuda a recordar la fidelidad de Dios. Escribir lo que vivimos nos anima también a
confiar en el Señor en el futuro.
4. Observar el valor en otra gente. “Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni
te desampararé” (v.5). Cuando Moisés fue llamado por Dios para guiar a su pueblo fuera de
Egipto, tuvo miedo y dio varias excusas por las que no creía ser el indicado para esa labor.
Pero Dios lo fortaleció para que terminara esa misión. La confianza en el Señor y la
obediencia de Moisés fueron un ejemplo a seguir para Josué.
5. Determinar lo que está en juego. El Señor le prometió a Abraham que de él saldría una gran
nación, le daría la tierra de Canaán y bendeciría a las naciones por medio de él. Lo que estaba
en juego para Josué era el cumplimiento de la promesa de Dios de dar a Israel la tierra como
parte de su plan de redención por medio de Jesucristo, el Mesías (vv. 3, 4). Lo que hoy está
en juego para nosotros es nuestra firmeza por Cristo ante la crítica, el desprecio y el escarnio.
Necesitamos tener valor para proclamar el evangelio en un mundo hostil.
6. RecordarlaspromesasdeDios.“Estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé” (v. 5).
Podemos tener una fe inquebrantable y ser valientes porque el Señor está con nosotros en
todo momento y en medio de toda circunstancia. Y con su presencia recibimos su poder,
protección y provisión.

REFLEXIÓN

 Qué enfrenta hoy que le hace sentir ansioso y temeroso? ¿Cómo cambiaría su reacción si
explorara su situación por medio de la Palabra de Dios? ¿En cuáles versículos bíblicos
encuentra consuelo?
 ¿Acaso sus temores están basados en la incertidumbre del futuro y siente miedo de lo que
pudiera pasar? ¿Qué sucedería si tornara su mirada hacia Aquel que controla el futuro y ha
prometido darnos su presencia, poder, provisión y protección?

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