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Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J.

Flores López

Contenido

Introducción..................................................................................................2
I. Obras Fray Juan de Zumárraga...............................................................3
1. Importancia de la llegada de la imprenta.............................................3
2. Obras de carácter catequético publicadas durante el episcopado de
Fray Juan Zumárraga.................................................................................3
a. Doctrina breve (1543/1544).................................................................3
b. Doctrina Cristiana de 1546 y su suplemento....................................5
c. La Regla Cristiana Breve 1947.........................................................8
Conclusiones...............................................................................................10
5. Anexos.....................................................................................................12
Bibliografía..................................................................................................17
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

Introducción
Este trabajo surge por el interés de conocer los primeros recursos impresos de la
evangelización en América. Tema amplio, que demanda la necesidad de saber, los
promotores, cuáles eran su contenido, cómo se imprimieron, la distribución, los
destinatarios y cómo fue su acogida. El contexto de estudio lo delimitaré en México-
Nueva España entre los años 1528 y 1547, periodo de tiempo del asentamiento de la
Iglesia donde circularon los principales ejemplares catequéticos. Siendo más específico
abordaremos la labor editorial de Fray Juan de Zumárraga que asume el reto de la
educación religiosa de los nativos, reproducir la fe inicial, y la cura pastoral de los
españoles y órdenes religiosas que estaban desarrollando su misión.
Justo en ese binomio histórico (nativos y españoles), pasado 50 años del
descubrimiento de América en 1492, se deja constancia de estos manuales
evangelizadores que con la llegada de la imprenta América ofrece datos fehacientes de
la enseñanza del mensaje cristiano. Fray Juan de Zumárraga, perteneció de la Orden de
Franciscanos menores, propuesto por Carlos I a la Santa Sede para que sea obispo de
México, nombramiento que va acompañado por el título de “Protector de los indios”
desde el 12 de diciembre de 1527. Llega a tierras mexicanas el 6 de enero de 1528 y es
el segundo de la Nueva España tras Julián Garcés. Llevó la primera imprenta al Nuevo
Mundo y tiene en su haber tres obras de carácter catequético que son “Doctrina Breve”
(1543/44), “Doctrina Cristiana y su suplemento” (1546) y “Regla Cristiana Breve”
(1547) obras que trataré de describir en los apartados sucesivos.
Este prelado es pieza clave en la etapa fundacional de la Iglesia, su bibliografía
representa los primeros esbozos de una teología americana, esa que en su historia queda
“necesariamente enmarcada en el vaivén de dos mundos. Se trata de una reflexión sobre
la fe en el ámbito del Nuevo Mundo, donde dos pueblos, uno portador de la revelación
cristiana, otro receptor del mensaje se encuentra en medio de luces y sombras, de trigo y
de cizaña”.1
Es por ello que se perciben dos movimientos importantes: “El de los misioneros
hacia la población indiana (debemos incluir aquí también el esfuerzo por convertir al
español a la justicia del trato con el indio) y el de los indios en aceptación o
acomodación del Evangelio a su propio universo cultural”. 2 muestra clara del reto de
esta unión europea – americana. Su labor se va a dividir entre españoles y nativos.
El estudio de las obras de este obispo misionero protector de los indios. “ilumina las
raíces americanas de una tradición catequética, que se encuentra contenida en el
Catecismo de la Iglesia Católica, que expresa como decía San Juan Pablo II la Sinfonía
de la fe”.3 Su trabajo pastoral asoma muchas peripecias, circunstancias de índole moral,
conflictos intraeclesiales, entre civiles y religiosos, sin embargo, nos enfocaremos en
hacer la descripción de sus instrumentos catequéticos, las motivaciones de su

1
FERNANDO GIL. Primeras “Doctrinas” del Nuevo Mundo. Estudio Histórico de las Obras de Fray Juan
de Zumárraga. Universidad Católica Argentina (1993). 9
2
Ibid. 8
3
Ibid. 16
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

elaboración, el contexto de su uso, los referentes de donde se alimentan, su efectividad


en la aplicación.

I. Obras Fray Juan de Zumárraga

1. Importancia de la llegada de la imprenta.

Para que estas obras llegaran a manos de los habitantes del nuevo mundo, es
importante mencionar el factor determinante de la introducción de la Imprenta y el
papel decisivo que desempeñó el obispo al servicio de la para traerla al continente. Él
que tuvo dificultades en el aprendizaje de la lengua del pueblo al que había sido
enviado, no puede escatimar en los medios para que sus fieles aprendan la lengua
española acompañada con “las buenas lecturas que los ayudarían a ser mejores
cristianos”.4
Se tienen datos del contrato que hizo Juan Crombenger, un impresor alemán
radicado en Sevilla, el 12 de junio de 1539 con su cajista Juan Pablos en el que pide la
Instalación una sucursal de su imprenta en México. 5 La misma fue instalada en ciudad
de Tenochtitlan, se desconoce la fecha exacta, en la casa de las Campanas, junto a la
residencia Episcopal, lugar que es concurrido hoy día. 6 Fernando Gil, refiriéndose al
cronista dominico Dávila padilla, afirma que el primer libro impreso en el Nuevo
Mundo fue la Escala Espiritual de San Juan Clímaco, aunque de este no se subsiste
ningún ejemplar, a diferencia de la “Doctrina breve” de 1543/44 cuyos ejemplares se
encuentran digitalizados y pueden encontrarse en la Universidad Boston, en la
Biblioteca de Texas, la biblioteca nacional de París entre otros.
Para adentrarnos en la labor literaria de nuestro obispo, es importante distinguir
terminológicamente los distintos instrumentos pastorales que se fueron reproduciendo
en la imprenta mexicana. Estas eran: Las Cartillas, se trataba de ejemplares muy breves,
de diez paginas aproximadamente, cuyo fin era la enseñanza del abecedario y las
oraciones. La Doctrina, eran exposiciones organizadas de la fe cristiana. Los
Catecismos, que eran muy similares a las doctrinas, pero están dispuestos a manera de
preguntas y respuestas. Los Confesionarios: cuyo fin era ayudar a los catecúmenos y
cristianos más avanzados a prepararse para el sacramento de la confesión. También se
reprodujeron Vocabularios, Artes de la lengua y Diccionarios.7

2. Obras de carácter catequético publicadas durante el episcopado de Fray Juan


Zumárraga.

a. Doctrina breve (1543/1544)

- Características fisionómicas del libro:


4
FERNANDO GIL 278
5
Cf. FERNANDO GIL 272
6
Anexo 1
7
Cf. FERNANDO GIL 275- 278
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

Trae en portada la fecha de 1543, el colofón dice haberse terminado de imprimir el


14 de junio de 1544, con letras típicas góticas que usó Juan Pablos en todos los primeros
impresos, de 84 folios en total de 34 líneas cada página, su portada era bastante
ostentosa, orlada con viñetas y su título enmarcado con las insignias episcopales de
Zumárraga.8
- Destinatarios.
Obra destinada a la evangelización de los indios, pero los indios no serían los
lectores de tal obra. La misma doctrina especifica en su título que es “en estilo llano y
para la común inteligencia”. Su contenido serviría para los catecúmenos no bautizados y
también para los neo- cristianos bautizados adultos que continúan su formación. Sin
embargo, denota una gran extensión y profundidad, no parece que sea dirigida a
neófitos o a los Indígenas. Su forma de presentación deja ver que se dirige a los
responsables de trasmitir la “doctrina cristiana” y más específicamente a sacerdotes y
frailes, a quienes el primer obispo mexicano les exhortaba a traducir el contenido a la
lengua indígena.
- Influencias de Erasmo de Rotterdam:

Zumárraga tenía en su haber obras completas de Erasmo de Rotterdam y que


trasladó enteros, tales como Enchiridion y Paraclesis. toma de ellos la necesidad de leer
directamente la Escritura, su traducción a diversas lenguas y la libertad de espíritu que
da la relativización de todas las demás doctrinas de filósofos y teólogos. Sin embargo,
según Fernando Gil no se le debe considerar erasmista ya que el Obispo hace retoques,
corrige purifica estas obras, haciendo relectura adaptada a la propia realidad del tiempo
que toca vivir, lo lee e interpreta desde el Nuevo Mundo que abría sus puertas a la
evangelización, otorgándole a la obra del roterdamés un nuevo sentido histórico-
evangélico lejos del desprecio por lo sacramental, las expresiones de piedad exterior, su
crítica a la vida religiosa y a las escuelas teológicas e la época, disimulado tal vez, pero
perceptible a la primera generación de evangelizadores.9

- Estructura:

o Prologo y Primera Parte: Los Artículos de la Fe


o Segunda Parte: Los Sacramentos.
o Tercera Parte: Los Mandamientos.
o Cuarta parte: Los Mandamientos de la Iglesia.
o Quinta Parte: De los pecados mortales.
o Sexta Parte Obras De misericordia.
o Séptima Parte: de los cinco sentidos, las potencias y virtudes.

En el prólogo y la primera parte hace una transcripción del Símbolo de San


Atanacio. En la Segunda Parte inserta una cita genérica de “los doctores”, de Hilario de
Poitiers toma todo lo concerniente a la Eucaristía. En la tercera parte, está dedicada a la

8
Anexo 2
9
Cf. FERNANDO GIL 320
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

doctrina sobre los Mandamientos los extrae del Símbolo de Nicea, toma parte del Santo
concilio de los Apóstoles en Jerusalén, San Jerónimo, San Buenaventura, Ricardo de
San Víctor, entre otros. En la cuarta parte, sobre los Mandamientos de la Iglesia, hace
apuntes del Papa San Gregorio y Santo Tomás. Con respecto a los “Pecados mortales”,
en la quinta parte cita a San Agustín, San Jerónimo, el prefacio de cuaresma. Entre
otros.

Basta con darse una ojeada por el contenido de este instrumento para darnos cuenta
que por su extensión y por la profundidad de sus pasajes no está pensada para un
público de neófitos que se acercaban a los misterios cristianos, parece más bien un
“tratado” o “manual” para los misioneros. Toda la sección de los mandamientos, por
ejemplo y la exposición de los pecados capitales está llena de alusiones en las cuales la
Doctrina se dirige específicamente al confesor.10

La doctrina de los pecados capitales (en la quinta parte) se despliega ampliamente


del Echiridion de Erasmo, que en pocas palabras es una explicación detallada de los
pecados, los remedios para combatirlos y los diez mandamientos, por ejemplo
“Remedios contra la soberbia y altivez del corazón”, “remedios contra las instigaciones
de la avaricia y la codicia” todos estos remedios están tomados literalmente de la obra
del roterdamés.

Esta obra marca un precedente para lo que posteriormente van hacer la elaboración
de “catecismos”. Muchas publicaciones posteriores se alimentan de este esquema
debido a que se preocupa por el contenido, el aspecto doctrinal, todo aquello que deben
saber los cristianos. Tiene una connotación moral importante en función del
conocimiento de los mandamientos y por tanto los pecados que atentan contra ellos, de
cara a participar de forma fructuosa en los sacramentos.

b. Doctrina Cristiana de 1546 y su suplemento11.

Nos hemos referido a la “Doctrina breve” (1543/1544) como la primera obra


catequética impresa, sucesivamente hubo algunas reimpresiones, correcciones y
diversos libros de otra índole, lo que sigue es una obra distinta a la anterior, mantiene el
estilo, y sello particular del obispo en cuanto a la diagramación de la portada,
decorativos, letras góticas y las insignias episcopales, pero intenta dar un paso adelante.
- Influencia.
Nuevamente lejos de ser una obra original, se alimenta de Constantino Ponce de la
Fuente (Cuenca 1502- Sevilla 1560), en este caso, hace transcripciones de su obra la
“Suma”. Se diferencia en que esta doctrina mexicana es presentada en redacción corrida,
mientras que la de Constantino es presentada de forma dialogada entre maestro y
discípulo, modalidad que fue muy aceptada por las corrientes humanistas de la época:
Desde el siglo XVI se conocía y se indicaba que la doctrina de Zumárraga era una copia de
la de Constantino Ponce. La única diferencia entre ambas obras es que la de Zumárraga está
10
FERNANDO GIL 319
11
Anexo 3
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

redactada de manera corrida, a manera de una sola exposición; mientras la de Ponce es un


diálogo entre un padre, su hijo y el padrino, quien interroga al ahijado en torno a las
cuestiones de la doctrina cristiana. Este diálogo recuerda el estilo de autores como Erasmo
de Rotterdam, quien antes escribió una obra similar, la Pietas Puerilis: “el joven Ambrosio,
que recuerda bastante al Gaspar de la Pietas Puerilis de Erasmo, sufre en presencia de
Patricio, su padre, un interrogatorio de su maestro Dionisio acerca de las verdades
esenciales de la religión” (Bataillon, 1996: 524).12

Es importante destacar que Zumárraga obtiene lo más interesante o novedoso de la


catequesis de la época, Constantino Ponce fue un prestigioso predicador de la catedral
de Sevilla y autor de una trilogía catequética dirigida a tres tipos de público, para los
niños diseñó “Un Catecismo Christiano”, la “Suma doctrina Cristina en que se
contiene todo lo principal y necesario que el hombre christiano debe saber y obrar”
destinada principalmente a jóvenes que han recibido alguna instrucción básica y una
“Doctrina Christiana” que quedó inconclusa por el largo y penosos proceso que sufrió
el doctor Constantino en la inquisición”.13
La explicación del porqué Zumárraga copió o utilizó la Suma... del doctor Constantino, para
imprimirla como una doctrina cristiana útil en la evangelización de la Nueva España quizá
se deba, en parte, a la petición de una doctrina larga y una breve por parte de la Junta de
Obispos de 1546… Por otra, a la transcripción de textos, sin necesidad de citar al primer
autor (según la tradición medieval), sobre todo los de utilidad religiosa. En la literatura
española del siglo XVI era una costumbre muy difundida el utilizar fragmentos de textos
entre unos y otros escritores; no existía una autoría individual para quienes redactaban
originalmente un texto.14

También usa y transcribe obras ajenas a la literatura española del siglo XVI.
- Destinatarios: indios infantes en la fe
Si bien la obra constantiniana se concibió dirigida para jóvenes que ya habían
recibido una instrucción catequética previa, su propósito era también dirigirse a adultos
“sin erudición ni letras”, tal como lo expresa el título de su obra, de ahí que Zumárraga
piense en publicarla a su grey indiana y española del nuevo mundo cambiando esa
expresión por: “a los adultos que se han de bautizar y para los nuevos baptizados… y lo
que más conviene predicar y dar a entender a los indios…” 15 Se consideraba al indio
como “infante” en la fe, y a los misioneros una especie de “comendadores” de estos
pequeños en la fe. A juicio de Fernando Gil “esta concepción del indio, fue
lamentablemente una de las debilidades de la evangelización americana, ya que como
consecuencia de ella se sigue un excesivo paternalismo por parte de los frailes”.16
- El Suplemento.
Es una compilación que se imprime junto con la Doctrina de 1546. Movido por el
deseo de seguir enseñando a indios incipientes y proficientes. Lo que contiene este
12
A. AGUIRRE A. “Bibliofilia e investigación histórica: la Suma de doctrina cristiana de Constantino
Ponce y la Doctrina cristiana cierta y verdadera de Juan de Zumárraga”. Revista La Colmena 67/68, julio-
diciembre 2010. 112
13
Cf. FERNANDO GIL. 335
14
A. AGUIRRE A. 113
15
Cf. FERNANDO GIL 351
16
Ibid. 338
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

suplemento que se añade a este catecismo son rudimentos para los más simples.
Zumárraga recopila una serie de autores cuyo contenido de la doctrina cristiana le
ayuden a cimentar sólidamente una iglesia indiana- española. Este suplemento muestra
instrucciones de carácter práctico que iluminan de forma clara el proceder, las maneras
de llevar a cabo la evangelización y progresivo acceso a los sacramentos de iniciación
cristiana. Fernando Gil las enumera de la siguiente forma:17
o Respecto a la realidad indiana, se habla de la manera en que se debe catequizar
“a los que vienen a pedir el bautismo con el buen deseo, hervor y devoción que
muestran a lo que quieren recibir”; no se debe fiar la enseñanza de la señal de la
cruz a los muchachos indios.
o Los curas y los predicadores deben exhortar mucho a la devoción y reverencia a
la cruz “especialmente los que enseñan a nuevos cristianos”.
o Las imágenes deben ser honradas por lo que representan y no como divinidades
“como hacían los idólatras en esta tierra”.
o La declaración de los sacramentos va dirigida a los “nuevos cristianos” y se dice
explícitamente que no se deben poner nombres indígenas a los que se bautizan.
o La confirmación la deben recibir todos y los que son cabeza de familia deben
trabajar porque “todos sus hijos, criados e indios de su encomienda la reciban”.
o La declaración del sacramento del orden sagrado inserta una amonestación
dirigida a indios, sobre la debida reverencia que han de tener los sacerdotes.
o Refiriéndose a los grados “vedados de por la iglesia”, en el matrimonio, se
aclara que “con los indios dispensó el Santo Padre que se pueden casar en el
tercero”.
o En el documento para adquirir el estado de gracia se pide a los religiosos que
enseñen y amonesten sobre la forma de confesión breve a los indios “a quien
más faltan confesores”.

- Estructura de la Obra:

o Prologo: Proemio a los amados lectores cristianos.


o Doctrina más Fácil para gente Simple.
o Doctrina más fácil de los siete sacramentos.
o De los Pecados mortales.
o Documentos para adquirir la gracia de estado.
o “Brevezica” Doctrina Moral.
o Cómo los Padres deben enseñar a sus Hijos.
o Lo que deben los hijos a sus padres.
o Conclusión de la obra.

A diferencia de la doctrina de 1543, esta tiene menos citas, se centra en San Agustín,
San León Papa, San Juan Crisóstomo entre otros para el prólogo. Se refiere al doctor
Parisiense Johannes Ekio, Juan Gerson y Johannis Mairois doctores, que alimentan la
doctrina sacramental. Los pecados mortales y documentos para adquirir la gracia toman
su contenido del Tripartito de Juan Gerson. San Buenaventura es el maestro en la

17
Cf. Ibid 347
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

doctrina moral con su obra “Espejo de disciplina o doctrina de novicios”, entre otros.
Esta obra, además, sin escatimar en el contenido, intenta ser un poco más didáctica,
tiene mas conciencia de la realidad de los habitantes del nuevo mundo e involucra
padres e hijos.

c. La Regla Cristiana Breve 194718

La Regla Cristiana, la construye Fray Zumárraga por petición de la Junta de obispos


de 1546, y se publica a principios de 1547 con el fin de ofrecer a los cristianos
avanzados una “Regla breve para ordenar la vida y tiempo cristiano”. Es un verdadero
compendio de espiritualidad para la vida cristiana. Destinado a los proficientes, tanto
indios que sabían leer y escribir, españoles devotos de la Nueva España, en general a
todos los bautizados, iniciados en la vida sacramental que una vez recibida la catequesis
básica y que quisieran “dar orden a sus desordenadas vidas”
Es un texto que compila textos de puño y letra de Zumárraga, como por ejemplo los
“Documentos”, introducción y prologo, la conclusión a la primera parte de la regla en la
segunda sesión del “Tripartito”. Los que no son de su autoría son la segunda y tercera
“adiciones a los documentos”. La primera sección, los dos apartados en la segunda
sección y la tercera sección del “Tripartito”, la recapitulación y conclusiones.
Fernando Gil, indica que esta obra se inserta en el corriente de la reforma del Siglo
XVI y que un “escrito catequético- mistagógico” para los fieles de la naciente iglesia
indiano- española. Se cree que grupos indianos realmente tuvieron contacto con este
libro, sobre todo en los colegios franciscanos de Santiago de Tlatelolco, donde los
indígenas, a parte del aprendizaje del catecismo recibieron una formación cristiana,
humanista, se les fomentaba el ejercicio de la oración mental y otros actos de piedad
cristiana.19
- Fuentes:
A diferencia de las publicaciones anteriores la Regla Cristiana breve marca distancia
de las Influencias erasmistas. Para Carmen Alejos Grau éste es un “opúsculo tributario
de espiritualidad de observancia”.20
Algunos que no nombra pero que copia literalmente, tales como los “Artes
Moriendi” en la baja edad media, a Juan Gerson (+1429) “Interrogationes”,
“Exhortaciones”, “Observationes”, Dionisio Rickel (+1471), Eusebio, discípulo de San
Jerónimo (+420). Da crédito y copia del libro de “Las Meditaciones” de San Anselmo
de Canterbury, “La Mística teología” del Pseudo Buenaventura y mucho de la
espiritualidad franciscana tomada especialmente de Juan Mombaer (1503) y Alonso de
Madrid (1521). Tiene una conexión especial con la espiritualidad de la observancia de la
pasión: la meditación de la Pasión del Señor, ascética y la perfección.

18
Anexo 4
19
Cf. Ibid. 364
20
CARMEN J. ALEJOS- G. J de Zumárraga y su “Regla Cristiana breve” (México 1547). América y Los
Vascos (Vitoria- Gasteiz 1992) 14
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

Cuenta además con una riqueza bíblica importante, no hay página donde no se
encuentre alguna, recurre en especial a San Pablo, utiliza incluso, una oración al apóstol
de los gentiles:
“O bienaventurado San Pablo, apóstol glorioso, lumbre huy resplandeciente de la Iglesia,
que, llegando con los rayos de tu inteligencia hasta el secreto de la divinidad, entraste
dentro del Abismo de la claridad eterna, mirando y conociendo la luminosa verdad de la
esencia incomprensible de Dios con ojos más puros que el sol y oíste palabras cuales no
conviene hombre hablar”. (Regla Cristiana breve, Tripartito. Primera parte, 313). 21

Del resto de la biblia cita abundantemente el antiguo testamento, utiliza


copiosamente el sentido alegórico, desprendiendo siempre la aplicación moral. En la
meditación de la pasión predominan alegorías antropológicas.
“En casa de Caifás hallareis que este dulcísimo Señor fue abofeteado y puesto un paño
delante de los ojos escupiendo aquel benditísimo rostro… los blasfemos son lo que le
escupen con palabras malditas y blasfemias. Los pecadores que por vergüenza dejan de
confesar sus pecados, son los que le ponen velo ante los ojos, no queriendo ser vistos ni
conocidos” (Regla Cristiana breve, Segundo Documento 56). 22

- Estructura:
o Prologo: a los amados hermanos lectores cristianos
o Documento primero: cómo el Christiano ha de dar gracias a Dios luego en la
mañana.
o Documento segundo: de qué manera se ha de oír la misa.
o Documento tercero: de cómo se ha de concertar la persona y familia de cada
cristiano.
o Documento cuarto: de la manera que se ha de tener en la confesión y cuan
suave es este precepto.
o documento quinto: de la comunión del Santísimo sacramento.
o documento sexto: que trata de cómo se ha de examinar cada noche el
christiano.
o documento séptimo: sobre la perseverancia.
o Tripartito:
o Primera Parte: Ejercitatorio espiritual muy fructuoso de la pasión de
nuestro redentor Jesucristo.
o Segunda Parte: de la oración mental que Cristo nuestro enseño para
todo el mundo.
o Tercera parte: de la Memoria y aparejo de la buena muerte.

- Centralidad de la Regla cristiana en la liturgia y la practica sacramental


asidua:
Los temas del esta tercera obra se basan en uno más teológico dedicado a la
confesión y la Eucaristía, y uno quizá más antropológico: la muerte, todo esto va en la
consecución de la perfección cristiana. Y tiene lógica porque, según Carmen Alejos G.
“es evidente que esa perfección o santidad no depende sólo del esfuerzo personal, sino,
21
Cf. FERNANDO GIL 366
22
Ibid.
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

fundamentalmente, de la gracia de Dios, que se recibe primero en la confesión y se


acrecienta con la comunión. Mas aún el apartado acerca de la preparación para el bien
morir, hablará repetidamente de la necesidad de recibir tres sacramentos en el momento
extremo de la buena muerte: la penitencia, el viático y la extremaunción”. 23 En este
sentido vemos la centralidad de la labor pastoral de Zumárraga alrededor de la liturgia y
la practica sacramental asidua.
Se adentra escrupulosamente en el estudio del sacramento de la Penitencia, el
concepto de pecado, su división y sus efectos, cuál debe ser la frecuencia de la
confesión su materia, sus partes tales como el dolor de los pecados, la confesión y la
satisfacción, así como su importancia en el lecho de muerte. En cuanto al sacramento de
la Eucaristía la explica como una renovación del Sacrificio de Cristo en la Cruz y la
considera una “retablo de toda la vida de Cristo” desde su encarnación hasta su
glorificación. Se detiene en la dignidad del culto y profundiza en la presencia
permanente de Cristo en la Eucaristía, las condiciones para recibir dignamente la
Sagrada Comunión y cómo esta debe incidir en la vida cristiana. Habla a los sacerdotes
en función del buen ejercicio de su oficio y su identificación con Cristo. Cierra la obra
con la meditación sobre la muerte, su definición entendida como “passio” y “proprium”.
El paso que da esta edición es de índole mistagógico, profundizar e involucrarse mas
en los misterios de la fe su aplicación en la vida y la perfección cristiana.

Conclusiones
Se reconoce el arduo trabajo de Fray Juan de Zumárraga, entendiendo las
condiciones, el contexto, la premura y vacío de materiales que se tenía en la época no
debió ser fácil la redacción, la conjunción de los moldes hasta la reproducción y
distribución fue muy retador. Sin duda cada ejemplar impreso en manos de algún
misionero era una herramienta infalible, que sea más o menos didáctico, que se
considere muy extenso, profundo, muy teórico, no apto para “todo público”, no había
más opciones.
Monseñor Zumárraga, al querer fundar la nueva iglesia, propone múltiples
iniciativas pastorales y sociales, y en su producción literaria y decidida defenza de los
indios, apunta a plantar bien la cristiandad.
Al garantizar el contenido confiaba en su buena exposición, que nadie se quedara
sin palabras que predicar, que no hubiera excusas para no enseñar la sana doctrina, que
lo esencial de la fe no quedara en duda. Los misioneros guiados por el Espíritu Santo
tuvieron que encarnar todo aquello en la lengua de los nativos, hicieron lo que pudieron
con lo que tenían. En esto a pesar de que Zumárraga no logró hablar la lengua de los
nativos recomendó y patrocinó abundantes obras traducidas a lenguas de las diversas
regiones, es el que abre la puerta a una evangelización que después de un choque inicial
supo asumir e inspirar las culturas indígenas.
Estas primeras ediciones fueron de gran innovación, Zumárraga traslada lo mejor
de su tiempo al Nuevo Mundo, sus escritos dejan claro que no era teólogo de profesión,
la no sistematicidad de sus escritos lo demuestra, sin embargo, era principalmente
23
CARMEN J. ALEJOS- G. 143
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

pastor, identificado por el humanismo, la tradición franciscana reformada y su actitud


proactiva en la organización, promoción y modernización del nuevo continente.
Su acción, marca un precedente para lo que es la cultura religiosa latinoamericana
hoy día, la elaboración de catecismos y forma de proceder de muchas parroquias deja
entrever las bases asentadas por don Zumárraga. Demuestra, además, que para poder dar
frutos hay que sembrar primero, arriesgarse, empezar. Mucho se podría decir si estas
bases fueron realmente idóneas o no, si efectivamente se estaba procurando una
conversión para la fe o solo un adoctrinamiento sin convicción de fe, arriesgarse a decir
que pudo haber sido mejor es en definitiva una desconsideración.
San Juan Pablo II Lo ha puesto entre los modelos de aquellos que lucharon por la
justicia, junto con otros personajes como Antonio Montesinos, Bartolomé de las Casas y
Toribio de Mogrovejo. “Con ellos la Iglesia frente al pecado de los hombres, incluso de
sus hijos, trató de poner entonces – como en otras épocas – gracia de conversión,
esperanza de salvación, solidaridad con el desamparado, esfuerzo de liberación
integral”.24

24
S. JUAN PABLO II, Mensaje en la Apertura del novenario por los quinientos años de la evangelización.
Santo Domingo 12 de octubre de 1984.
Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

5. Anexos
Anexo 1.

Ilustración 1 Casa de la primera imprenta de América y primera imprenta


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Anexo 2.

Ilustración 2: Portada de Doctrina Breve 1543/1544


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Anexo 3

Ilustración 3 Doctrina cristiana (1546)


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Anexo 4

Ilustración 4 Portada Regla Cristiana 1547


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Ilustración 5 Juan de Zumárraga, O. F. M. (1468-1548)


Obras Catequéticas de Fray. Juan de Zumárraga. Gabriel de J. Flores López

Bibliografía
AGUIRRE A. ARACELI. “Bibliofilia e investigación histórica: la Suma de doctrina cristiana de
Constantino Ponce y la Doctrina cristiana cierta y verdadera de Juan de Zumárraga”. Revista
La Colmena 67/68. Julio- diciembre de 2010. Pp 111- 114. Universidad Autónoma de México
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=446344469017
ALEJOS G. CARMEN J. J de Zumárraga y su “Regla Cristiana breve” (México 1547). América y
Los Vascos (Vitoria- Gasteiz 1992)
GIL FERNANDO. Primeras “Doctrinas” del Nuevo Mundo. Estudio Histórico de las Obras de
Fray Juan de Zumárraga. Publicaciones Universidad Católica Argentina. 1993

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