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LECCION 5

La oración|
¿Por qué existimos como iglesia? ¿Cuál es nuestro propósito aquí en la
tierra? ¿Cual es nuestra misión en este mundo? Para todas estas
preguntas hay una respuesta: Existimos para cumplir el gran
mandamiento y la gran comisión. Esto significa que nuestra Misión es
guiar a las personas a Jesucristo, predicándoles el evangelio,
consolidándolos en la fe mediante la oración, la Palabra, la visita, el
bautizo e integrándolos a la familia de la iglesia; para desarrollarlos en
su madurez espiritual, equipándolos con el fin que puedan usar todo su
potencial para un ministerio y una misión en la iglesia y en el mundo.
Nuestra tarea principal es Guiar a las personas a un mayor compromiso
con Cristo, con la iglesia, con la madurez, con el servicio, con el amor y
la adoración a Dios para que sean instrumento poderosos en sus manos
y todo para glorificar en nombre de Cristo. Ven, Únete, crece y sirve.
Cristo te llama te afirma, te equipa y te envía. Nuestra misión es cumplir
el gran mandamiento y la gran comisión, nuestra visión es plantar
iglesias en los campos blancos hasta lo último de la tierra.

La oración es posible porque el Señor Jesucristo quitó toda barrera


entre Dios y nosotros al pagar por nuestros pecados en la cruz. Al
recibirle cómo nuestro Salvador y Señor, Dios nos dio vida nueva, y nos
reconcilió con El y nos adoptó cómo hijos suyos. Y uno de los primeros
privilegios cómo sus hijos es llegar a su presencia mediante la oración.
Si has nacido de nuevo por la fe en Cristo, entonces ya eres un hijo de
Dios, y por lo tanto es tuyo uno de los privilegios más grandes que un
hombre puede tener: ¡ORAR!, es decir, hablar, conversar con tu Padre
celestial, ¡conversar en forma personal con el Dios Creador de todo el
Universo!
La oración es el medio que Dios te ha dado para comunicarte con El.
Hablar con Dios debe ser para ti tan sencillo cómo conversar con un
amigo; y mientras más ores, tu relación con Él será más íntima y real. Ten
en cuenta esto cuando ores: Él está contigo personalmente. No sólo te
escucha desde el cielo, sino que está presente. En la medida en que
llegues a comprender esto, tu oración será más viva y eficaz. Leemos
en Hebreos 11:6: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es
necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es
galardonador de los que le buscan".

La Palabra de Dios es para nuestra vida espiritual cómo el alimento


para nuestro cuerpo físico. De igual manera la oración es para nuestro
espíritu cómo el aire que respiramos es para nuestro cuerpo. Ambos son
indispensables para una vida espiritual sana.
Este es un principio fundamental de la vida cristiana. Por eso es
importante que hagas de la oración una disciplina, porque Satanás
hará todo lo posible para impedir tu avance espiritual, y con seguridad
atacará tu vida de oración.
El Señor Jesucristo nos dio el mejor ejemplo, porque aunque era el Hijo
de Dios, pasó mucho tiempo orando, y muchas veces durante toda la
noche. Los apóstoles también pasaron mucho tiempo en oración. Ése
fue el secreto del poder y la autoridad con que predicaron el evangelio
y conmovieron así al Imperio Romano desde sus cimientos.
A. MANDATOS Y PROMESAS SOBRE LA ORACIÓN

Lee los pasajes siguientes, y anota los mandatos y las promesas


correspondientes que encuentres en cada uno de ellos:

Mandatos Promesas

1. Jeremías 33:3 …………………………………………………………………..


2. Mateo 11:28 ……………………………………………………………………
3. Lucas 11:9-104. …………………………………………………………………
4. Juan 16:24 …………………………………………………………………………
Hermosas promesas, ¿verdad? Y vienen de Dios mismo por medio de su
Palabra escrita, así que puedes acercarte a El con confianza en
oración, sabiendo que El te ama, que es fiel a su Palabra, y que es
poderoso para cumplir sus promesas, por imposible que parezcan
algunas de ellas.
B. ¿CÓMO DEBEMOS ORAR?

1. Mateo 21:22
…………………………………………………………………………………………
2. Marcos 11:25
…………………………………………………………………………………………
2. Juan 14:13
…………………………………………………………………………………………
4. Efesios 6:18; 1 Tesalonicenses 5:17
…………………………………………………………………………………………
5. Santiago 1:6-7
…………………………………………………………………………………………
3. 1 Juan 5:14
…………………………………………………………………………………………

C. ¿QUÉ DEBE INCLUIR NUESTRA 0RACIÓN?

Siendo la oración un diálogo con Dios, lo debe ser una lista de


peticiones, sino ocasión para expresarle nuestra gratitud y amor, y
demostrar nuestro amor, para los demás. Por lo tanto, la oración (y sin
que esto signifique una fórmula rígida y legalista) debe incluir
normalmente lo siguiente:
1. Alabanza y adoración a Dios por lo que Él es y por sus obras
maravillosas (Salmo 95:2,6; 145:1-3), Es la expresión de nuestro amor,
admiración y devoción a Dios.
2. Gratitud por las bendiciones recibidas (1Tesalonicenses 5:18).
3. Confesión de pecados y petición de perdón (I Juan 1:9), creyendo y
aceptando el perdón de Dios.
4. Petición por cosas legítimas que en realidad necesitamos y no para
satisfacer vanidades, ni cosas que sean dañinas para nuestra salud
física y espiritual (Mateo 7:7-11).
5. Intercesión, que es orar por las necesidades de otras personas, por la
Iglesia, etc. Fíjate por quiénes y por qué cosas debemos interceder
según la Palabra de Dios:
a. Mateo 9:37.38
…………………………………………………………………………………
b. Efesios 6:18-20
…………………………………………………………………………………
c. 2 Tesalonicenses 3:1-2
…………………………………………………………………………………
d. 1 Timoteo 2:1-4
…………………………………………………………………………………
D. ¿QUÉ IMPIDE QUE UNA ORACIÓN SEA CONTESTADA?

El Señor Jesucristo nos abrió el camino a la presencia santa de Dios,y


por eso podemos orar con plena confianza. Pero hay ciertas
condiciones que debemos cumplir para que nuestras oraciones sean
contestadas positivamente, porque Dios tiene un propósito didáctico
en todos sus tratos con nosotros. Descubre tú mismo algunas de esas
condiciones:
1. Salmo 66:18
…………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………
2. Mateo 6:5
…………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………
3. Mateo 6:14-15
…………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………
4. Santiago 1:6-7
…………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………
5. Santiago 4:3
…………………………………………………………………………………………
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6. 1 Pedro 3:7
…………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………
A. LA ORACIÓN Y EL TIEMPO DEVOCIONAL

El tiempo devocional es aquel que dedicamos a Dios, dejando toda


otra preocupación u ocupación, para tener comunión personal con él,
al hablarle, escucharlo y rendirle culto.
Esto es fundamental para conocerle más, y para nuestro propio
crecimiento espiritual. Le conocemos mejor por la relación personal y
espiritual que entablamos con Él, que por toda la información que
podamos recibir. Crecemos espiritualmente al estudiar su Palabra y
escuchar la voz del Espíritu hablando a nuestro espíritu. La comunión
con Dios también santifica nuestro carácter.
SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA EL TIEMPO DEVOCIONAL:
1. Dedícale un tiempo definido

Lo importante es que te encuentres con Dios regularmente. No debe


ser de cuando en cuando, ni dedicarle el tiempo que te sobra.
Debemos aclarar que no estás bajo la ley, y que si no tienes tu tiempo
devocional un día, o no lo tienes todos los días a la misma hora, no
significa que estás en pecado y que estás bajo el juicio de Dios. Pero si
pasan varios días sin tenerlo, o si no es un elemento importante en tu
vida, algo anda mal en tu relación con Dios, y tu salud espiritual está en
serio peligro. Por lo tanto, selecciona una hora conveniente, de
preferencia temprano en las mañanas, y trata de respetar ese tiempo
a toda costa. Luego fija el tiempo mínimo que vas a dedicarle al Señor.
Quizá unos 30 minutos al comienzo, y luego ir aumentando
paulatinamente de acuerdo con el tiempo que dispongas y a la
dirección del Espíritu de Dios. En la medida en que el Señor comience
a usarte para su servicio, demandará de ti más tiempo de oración.
2. Busca un lugar apropiado

En Marcos 1:35, Jesús escogió un lugar donde podía estar sin ser
molestado. Esto es muy conveniente en el tiempo devocinal, porque
nada debe distraemos de la comunión con Dios, ni impedir que
alabemos y cantemos a Dios en voz alta y con toda libertad.
3. Estudia la Palabra de Dios.

No es estudiar para reunir información o preparar una lección que


puedas dar a otros; sino recibir inspiración para tu propia vida. Para
esto:
• Ora pidiendo dirección divina para tu estudio.
• Selecciona un pasaje bíblico. Hay guías muy útiles para el estudio
devocional en las librerías evangélicas.
• Lee el pasaje por lo menos dos veces, si es posible una de ellas
en voz alta.
• Hazte preguntas como las siguientes:
¿Cuál es el tema principal de este pasaje?
¿Cuál es la enseñanza más importante para mí?
¿Qué me enseña acerca del Padre, del Hijo o del Espíritu
Santo? ¿Hay algún ejemplo que debo imitar?
¿Hay algún error o pecado que debo evitar?
¿Hay algún deber que debo cumplir?
¿Hay alguna promesa que debo reclamar?
• Un cuaderno donde anotes la fecha y la hora y las enseñanzas
que Dios te dé por medio de su Palabra, así como las
percepciones que el Espíritu Santo produzca en tu espíritu
mientras oras.
4. Ora

Por último, ten en cuenta Santiago 1:22-25, y cada día te gozarás


más con las preciosas bendiciones de Dios. La fe y la obediencia
van siempre de la mano, y si no hay obediencia a lo que Dios te va
revelando, tampoco crecerá tu fe ni tus oraciones serán
contestadas por Dios.
MEMORIZA LOS SIGUIENTES VERSÍCULOS

"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y


ocultas que tú no conoces." Jeremías 33:3
"Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo
recibiréis y os vendrá." Marcos 11:24

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