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Facultad de ingeniería

Instalaciones eléctricas y térmicas

Tarea: Elementos de una instalación


Profesor: Ricardo Zeferino Diaz Morales
Alumno: Carlos Gerardo Peña Serrano
350433

06/05/2023
Equipos con aire caliente:
Calefactores:
Una vez encendido el calefactor con un botón electrónico o con un
cerillo, el gas viaja hasta los quemadores para hacer el fuego que
calienta al ambiente, controlado a través de una válvula con su
respectiva perilla. Mientras más grande sea la llama, más calor
irradiará.

Esta combustión es posible gracias a que el gas se mezcla con el aire


en un pequeño trecho ubicado entre la válvula y el quemador. Luego,
esta combinación viaja al piloto, donde se produce la llama.

Una de las grandes ventajas del calefactor ambiental de gas es su


potencia. Como es uno de los más eficientes, son ideales para
calentar casas grandes.
El calefactor de gas natural es uno de los más utilizados hoy en día.
La ventaja de estos equipos es, precisamente, el uso de estos
hidrocarburos conectados a la red para la combustión, que se disipa
rápidamente en el aire en caso de haber una filtración. Además, es
más sencillo detectar una fuga gracias a su olor característico. Sin
embargo, es necesario mantener estrictas medidas de seguridad para
evitar accidentes. Una de sus principales ventajas es que son muy
fáciles de instalar, se pueden colocar prácticamente en cualquier
espacio, en lugares visibles y accesibles.
Bombas de calor:
Una bomba de calor es básicamente un dispositivo capaz de extraer el
calor del ambiente para trasladarlo a otro espacio focalizado. El aire es
impulsado por una red de conductos mediante ventiladores de baja
potencia.
Esto se consigue aprovechando la segunda Ley de la Termodinámica,
según la cual una masa de aire caliente siempre tiene prioridad sobre
otra de frío. Como no intermedia ningún combustible fósil en el
proceso, la bomba de calor cae dentro de las energías renovables.
Para activar todo el ciclo se necesita, claro, energía eléctrica. Es la
que pondrá en marcha el compresor y el resto de componentes del
sistema. Lo normal, no obstante, es que la bomba entregue cuatro o
cinco veces más calor que la potencia consumida para funcionar.
Son muy versátiles, fáciles de instalar y tienen un mantenimiento
mínimo.
Equipos con agua caliente.
suelo radiante:
El suelo radiante es un sistema de calefacción a baja temperatura con
las tuberías debajo del suelo. Todo el suelo de la habitación funciona
como un radiador suave.
El agua caliente circula por el circuito a una temperatura de 35 – 40
grados. Suficiente para calentar la estancia y crear un ambiente
confortable. Se utiliza la tecnología de inercia térmica.
La calefacción por suelo radiante funciona repartiendo agua caliente,
procedente de un sistema de generador de calor a baja temperatura
(placas solares, por ejemplo) por un circuito de tuberías situado bajo el
pavimento del suelo y estas tuberías se montan debajo del revestimiento
del suelo, funcionando todo el pavimento como un suave emisor de calor a
29 grados centígrados.
Instalación:

1. Limpiamos y regularizamos el suelo soporte


2. Colocamos una cinta a modo de zócalo perimetral para absorber
dilataciones
3. Instalamos un armario de distribución de colectores
4. Colocación de planchas aislantes en el suelo
5. Colocación del circuito de tuberías por las que circulará el agua
caliente
6. Equilibrado hidráulico de la instalación
7. Vertido de una capa de mortero de cemento
8. Colocación del solado una vez haya secado el mortero

Calefacción por vapor:


Es una variante de los sistemas de calefacción en el que el
caloportador es agua en fase de vapor en lugar de agua en fase
líquida. Fue muy utilizado antiguamente, pero con el tiempo se está
abandonando, aunque aún hay muchas instalaciones en
funcionamiento en muchos países.
Su constitución es semejante a los sistemas de calefacción por agua
caliente: la caldera lleva el agua a la temperatura de evaporación y el
vapor recorre los emisores (radiadores) sin necesidad de bomba u otro
artificio mecánico, aunque requiere una disposición específica de los
elementos que forman la red para un buen funcionamiento por
termosifón. Al enfriarse vuelve a la fase líquida y, condensado, el
caloportador vuelve a la caldera por gravedad, para lo que la red de
tuberías debe tener pendientes hacia ella. Por la misma razón las
tuberías de ida suelen ser más gruesas que las de retorno. En los
radiadores, en vez de purgar aire de su parte superior debe purgarse
el agua condensada en su parte inferior.

La cuestión más importante para la elección del vapor es que su calor


latente de vaporización es muy alto, 2257 kJ/kg, que cede en los
emisores al condensar para volver de nuevo a la caldera; por ello, se
transporta mucho calor con caudales pequeños de vapor.
Este equipo posee más desventajas que ventajas, pero a continuación
muestro las ventajas:

• Los emisores son de menor tamaño que en los sistemas de calefacción


por agua.
• Se transporta calor con caudales pequeños.

La instalación se asemeja a la calefacción de agua por radiadores, lo


que varia es el tamaño de la caldera y que los tubos deben ser más
chicos.

Equipos con resistencias:


Las resistencias se utilizan para calentar distintos materiales, fluidos,
aire o gases a distintas temperaturas.
La mayoría de la industria dependen de procesos de calor para poder
fabricar multitud de productos que todos consumimos.
Con las resistencias calefactoras de tipo industrial se pueden elaborar
o manipular distintos materiales o productos, desde metales y
químicos hasta productos alimentarios como la miel.
Con el calor podemos modificar las propiedades físicas de los
productos o materiales o simplemente atemperarlos para poder
transportarlos, envasarlos o utilizarlos para otros fines.
Múltiples usos de las resistencias calefactoras
El uso de las resistencias calefactoras es muy amplio. Cualquier
equipo eléctrico que genere calor contiene resistencias.
Es posible generar el calor con resistencias gracias el efecto “joule”
que convierte la electricidad en calor.

Una resistencia eléctrica puede transmitir el calor a un cuerpo por


radiación, conducción o convección mediante aire forzado
Por otra parte, las resistencias calefactoras pueden estar equipadas
con un termostato o sensor que actúan como un estabilizador de la
temperatura.
Por ejemplo: en un calentador eléctrico, se utiliza una resistencia de
inmersión con termostato incorporado que es capaz de calentar el
fluido hasta alcanzar la temperatura deseada y mantenerla en su
interior.
Tipos de resistencias calefactoras
Resistencias eléctricas para inmersión
Este tipo de resistencias son resistencias que generalmente se
instalan en un tanque o depósito para el calentamiento de líquidos. El
tamaño y potencia dependerá del tamaño del tanque y la velocidad
con la que se desee calentar el contenido.

Resistencias eléctricas planas.


Fabricadas con hilo bobinado y aislante de mica estas resistencias son
utilizadas para calentar superficies planas.

Resistencias eléctricas de cartucho de alta densidad.


Estas resistencias son tubulares con salida de cables por un solo
extremo y se utilizan generalmente para calentar moldes, piezas,
mesas calientes etc…
Resistencias eléctricas para aire forzado.
Resistencias eléctricas de hilo resistivo que no ofrecen resistencia al
paso del aire para el uso en aires acondicionados o resistencias
tubulares con aletas para hornos de secado industrial.

Resistencias eléctricas para el sector refrigeración.


Resistencias tubulares IP68 con una potencia relativamente baja que
realizan el desescarche en equipos de refrigeración y evaporadores.

Resistencias de abrazadera.
Utilizadas para el calentamiento de cuerpos cilíndricos. Se pueden
fabricar diferentes tipos de resistencias tipo abrazadera dependiendo
del material y la temperatura que se desee alcanzar.

Resistencias infrarrojas.
Son altamente eficientes para calentar superficies. El calor se
transmite al cuerpo por radiación y es fácil mantener un control de la
temperatura deseada.

Resistencias para hornos


Dependiendo de las necesidades del cliente, las resistencias para
hornos se pueden fabricar de diversas formas y materiales
dependiendo de la temperatura deseada. Pueden ser resistencias de
hilo resistivo para hornos de alta temperatura de hasta 1250ºC o
resistencias tubulares para trabajar con temperaturas más bajas.

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