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13 DE JUNIO DEL 2022

ENSAYO LITERARIO: “PARA UN MENU”


OLEA SANCHEZ PAUL LEONARDO

ESCUELA NORMAL FRONTERIZA TIJUANA


TEXTOS ARGUMENTATIVOS
Mtra. Mónica Morales
Ensayo literario: “Para un menú”
El siglo XIX fue un siglo de transición para muchas naciones del mundo, especialmente para
los países latinoamericanos los cuales en su mayoría se encontraban viviendo el primer
centenario de historia como países independientes y ya no como colonias españolas.
Fueron tiempos de transformación y cambios, México no estuvo exento de esto; la guerra
de independencia, los conflictos entre liberales y conservadores, las intervenciones
extranjeras, entre algunos otros sucesos, marcaron la consolidación nacional. No fue hasta
pasado el medio siglo con la república restaurada, que el panorama parecía cambiar debido
a que se avecinaban tiempos de paz, así como también de restauración.
El gobierno de Porfirio Díaz marcó un antes y un después en la historia de este maravilloso
país en todos los ámbitos; científico, tecnológico, industrial y por supuesto artístico y
cultural. Las expresiones foráneas proveniente de Europa, principalmente la originaria de
Francia, seducía la sensibilidad de los intelectuales, políticos y de la clase acomodada en
general, lo anterior mencionado se manifiesta en la arquitectura de las principales ciudades,
las artes plásticas, las costumbres, los modales de la época y por supuesto en la literatura.
La generación de escritores que tuvieron la oportunidad de desarrollarse durante este
periodo se inclinaron por hacer una ruptura del conformismo y la vulgaridad, prestando
atención ahora a una expresividad innovadora anhelante de armonía y perfección que
enaltecía las sensaciones, los sentimientos y la libre expresión de la sexualidad, este
movimiento fue conocido como el modernismo mexicano. Por estos años se serializaba una
publicación con el nombre de la revista azul en la que diversos autores daban a conocer sus
escritos, de entre los que destacan el mismísimo responsable de esta revista y todo un
exponente para la literatura mexicana; Manuel Gutiérrez Nájera.
Manuel Gutiérrez Nájera fue un periodista, cirujano y escritor mexicano. Nació en la ciudad
de México, el 22 de diciembre de 1859. Perteneció a una familia de clase media, siendo el
primer hijo del matrimonio de Manuel Gutiérrez de Salceda Gómez y María Dolores Nájera
Huerta. Desde chico sintió una gran afición por las letras debido al acercamiento que tuvo
con las obras de los místicos españoles del siglo de oro en el intento de su madre católica
por volverlo sacerdote. Económicamente, se mantenía por medio de lo que redactaba como
periodista y literato. Utilizaba seudónimos en sus trabajos, se rumorea que lo hacía con la
intención de reciclar trabajos como médico, algunos de sus seudónimos son: “el duque Job”,
“Puck”, “Mr. Can-Can”, “Nemo” y “Omega”. Gutiérrez Nájera era un apasionado a la cultura
francesa, en especial de sus poetas y de su estética, a pesar de eso, nunca salió de México.
Se dice que Manuel Gutiérrez Nájera se enamoró perdidamente de una mujer, una cosa
llevó a la otra y terminaron siendo novios. Como todas las cosas de este mundo, la relación
terminó en una ruptura debido a que ella se enamoró de otro hombre, esto fue
especialmente difícil para Nájera quien había idealizado mucho a su pareja. Por cosas del
destino se encontraron en un evento social; una fiesta de gala, en esos tiempos era una
costumbre que las damas se acercaran a los poetas para que les escribieran un poema en
su abanico, entonces sin ninguna clase de pudor; sabiendo que él todavía la amaba, su ex
novia se acercó a Manuel para que le escribiera un poema mientras alardeaba con sus
amistades que ella lo había dejado. Nájera sintió vulnerada su dignidad, debido a que sus
sentimientos todavía eran muy fuertes, así que, con dolor, pero con toda caballerosidad
tomó el abanico y le escribió este poema en donde plasma de una manera ingeniosa una
respuesta que dejaría anonadada a la poseedora.

Verso Poema: Para un menú Rima Métrica Terminación


1 Las novias pasadas son copas vacías; A 12 sil. Aguda
2 en ellas pusimos un poco de amor; B 12 sil. Aguda
3 el néctar tomamos... huyeron los días... A 12 sil. Aguda
4 ¡Traed otras copas con nuevo licor! B 12 sil. Aguda
Champán son las rubias de cutis de azalia; C
5 Borgoña los labios de vivo carmín; D 12 sil. Sin 10. Grave
6 los ojos obscuros son vino de Italia, C 12 sil. Aguda
7 los verdes y claros son vino del Rhin. D 12 sil. Sin 10. Grave
8 12 sil. Aguda
Las bocas de grana son húmedas fresas; E
9 las negras pupilas escancian café; F 12 sil. Grave
10 son ojos azules las llamas traviesas, E 12 sil. Aguda
11 que trémulas corren como almas del té. F 12 sil. Grave
12 12 sil. Aguda
La copa se apura, la dicha se agota; G
13 de un sorbo tomamos mujer y licor... H 12 sil. Sin 10. Grave
14 Dejemos las copas... ¡Si queda una gota, G 12 sil. Aguda
15 que beba el lacayo las heces de amor! H 12 sil. Sin 9. Grave
16 12 sil. Sin 3. Aguda

Este poema se encuentra compuesto por tres estrofas conformadas por: ocho versos la
primera y cuatro versos los dos restantes, dando un total de dieciséis versos. Su rima es
consonante al final de cada verso y se representa como ABAB, CDCD, EFEF Y GBGB
respectivamente. Es un poema de arte mayor, todos los versos son de 12 sílabas por lo que
es un poema dodecasílabo. Hace uso de la sinalefa en los versos 5, 7, 13, 15 y 16.
Sólo comenzar la obra el autor pone en claro la metáfora principal del poema: “Las novias
pasadas son copas vacías, en ellas pusimos un poco de amor”, dando a entender que las
mujeres en su vida son objeto de consumo temporal confirmado en la frase: “¡Traed otras
copas con nuevo licor!”. Desde este punto se empiezan a comparar, por medio de
metáforas, distintos fenotipos propios de las mujeres con finas bebidas alcohólicas servidas
en banquetes. Algunos ejemplos son: “champán son las rubias de cutis de azalia; Borgoña
los labios de vivo carmín”, lo hace de este modo para así cuidar la métrica debido a que un
símil añadiría dos silabas extras que entorpecerían la perfección poética. Después de las
comparaciones particulares, termina con una estrofa decisiva en el mensaje de la obra;
establece que en algún punto que se acaba la dicha y de un “sorbo” se termina la fémina.
Final e impíamente Nájera declara que lo restante en una mujer no es digno para los
caballeros de su talla y puede ser consumido solo por alguien tan bajo como un lacayo,
dando a entender que después de estar con un hombre la mujer pierde su valor con el
siguiente al haber sido ya usada, dicho bastante repetido por los hombres de su tiempo que
tenían una visión claramente sexista.

Hay cierta controversia cuando se habla de esta obra literaria, principalmente comentarios
provenientes del sector femenino quienes repudian la manera en la que el autor se refiere
a su género, argumentando que se mercantiliza y trata a la mujer como un simple
consumible; como una experiencia desechable. Esto a primera vista puede parecer bastante
lógico e irrefutable para los valores que tenemos actualmente, sin embargo, si analizamos
el poema desde otra óptica, conociendo la anécdota y el contexto en el que se escribió esta
obra cambia completamente el sentido y la sensibilidad del trabajo. Resulta ser un trabajo
bastante ingenioso, que utiliza recursos literarios de forma muy audaz como la constante
metáfora que sustenta las diferentes frases del poema. En cuanto a la estructura en sí, la
forma tan rítmica de emplear la rima le infiere elocuencia y las referencias a diferentes
bebidas y países del mundo adjuntan cultura, esta combinación produce un aire bohemio
que envuelve al lector. En conclusión, podemos darnos cuenta de la enorme influencia
francesa existente en el círculo intelectual del México porfirista reflejado en el movimiento
del modernismo, que nos deja en claro la fascinación de los hombres por las experiencias
sensibles y el buen gusto que se tenía por las mujeres y el vino, valores muy propios de la
época que se reflejan claramente en la literatura.

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