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comunidad?
El respeto de la diversidad implica la comprensión y la valoración de los
puntos de vista, los comportamientos y las necesidades de las personas de
todos los ámbitos. La habilidad de valorar, respetar y aceptar las identidades,
los contextos y las diferencias de las demás personas contribuye a una
sociedad más tolerante. A medida que la sociedad es más diversa, su
adolescente estará expuesto a personas de diferentes contextos. Para ayudar
a prepararlo para nuestra sociedad cambiante, enséñele sobre el valor de la
tolerancia y la diversidad.
Hable sobre los estereotipos, las diferencias y el comportamiento dañino. El
mundo es un gran tapiz de diversidad compuesto por personas con diferentes
personalidades, contextos, creencias, religiones, géneros, preferencias
sexuales y niveles socioeconómicos. Todos estos grupos han tenido
estereotipos negativos, y es importante hablar con su hijo adolescente sobre
cómo estas etiquetas y suposiciones afectan a las demás personas. Usted
puede indicar un estereotipo relacionado con su familia o contexto. Este
puede ser un buen momento para hablar sobre el efecto que tienen los
comentarios dañinos en las redes sociales o las acciones crueles en las
demás personas, especialmente, en los adolescentes que son excluidos o
acosados porque son diferentes. Usted también puede usar esto como una
oportunidad para analizar cómo la diversidad mejora nuestro mundo, y cómo
ser tolerante y paciente con las demás personas puede ayudarlo a aprender
más sobre el mundo. Tom Hoerr, director de la escuela New City School en St.
Louis, dice que si su hijo adolescente está interesado, usted debe sugerirle
que lea The Invention of Wings de Sue Monk Kidd, un libro de ficción histórica
que trata sobre la esclavitud en Carolina del Sur a comienzos de 1800. Hoerr
dice que este libro incluye ejemplos de tipos de racismo de conocimiento
público y no declarados presentes en el país en la actualidad, y puede ser una
buena manera de hacer que su hijo reflexione sobre estos problemas.
Los documentales y las películas críticas pueden enseñarle a su hija
adolescente sobre la tolerancia. Otra manera de construir la habilidad para
que su hijo adolescente respete las diferencias es ver documentales que
muestran personas de todas las condiciones sociales. Por lo general, estos
tipos de películas tratan sobre asuntos, conflictos y problemas sociales, y
pueden ser herramientas útiles para comenzar un debate sobre la tolerancia.
Películas como The Kite Runner, Refugee Like Me y Poverty in America
ofrecen comentarios sociales sobre la diversidad y la tolerancia y pueden
ayudar a enseñar a su hijo adolescente sobre el respeto de las diferencias.
También puede preguntarle a su hijo adolescente qué idiomas o sobre qué
lugares le interesa aprender. Este puede ser un buen momento para comenzar
un debate sobre los estudios universitarios en el extranjero y el valor de
aprender otro idioma o integrarse en otra cultura.
Visite otros vecindarios de su propia ciudad o pueblo. La asesora educativa
Jennifer Miller recomienda encontrar maneras de conocer otras culturas en su
área. Miller dice que puede ser algo tan sencillo como comprar en un mercado
chino, mexicano o indio, o puede involucrar asistir a un espectáculo a cargo
de una cultura que no sea la propia. Miller agrega que si usted cuenta con los
recursos, posiblemente también puede viajar a diferentes lugares para
mostrarle diversas culturas a su hijo que asiste a la escuela secundaria.
El respeto de la diversidad implica la comprensión y la valoración de los
puntos de vista, los comportamientos y las necesidades de las personas de
todos los ámbitos. La habilidad de valorar, respetar y aceptar las identidades,
los contextos y las diferencias de las demás personas contribuye a una
sociedad más tolerante. A medida que la sociedad es más diversa, su
adolescente estará expuesto a personas de diferentes contextos. Para ayudar
a prepararlo para nuestra sociedad cambiante, enséñele sobre el valor de la
tolerancia y la diversidad.
Hable sobre los estereotipos, las diferencias y el comportamiento dañino. El
mundo es un gran tapiz de diversidad compuesto por personas con diferentes
personalidades, contextos, creencias, religiones, géneros, preferencias
sexuales y niveles socioeconómicos. Todos estos grupos han tenido
estereotipos negativos, y es importante hablar con su hijo adolescente sobre
cómo estas etiquetas y suposiciones afectan a las demás personas. Usted
puede indicar un estereotipo relacionado con su familia o contexto. Este
puede ser un buen momento para hablar sobre el efecto que tienen los
comentarios dañinos en las redes sociales o las acciones crueles en las
demás personas, especialmente, en los adolescentes que son excluidos o
acosados porque son diferentes. Usted también puede usar esto como una
oportunidad para analizar cómo la diversidad mejora nuestro mundo, y cómo
ser tolerante y paciente con las demás personas puede ayudarlo a aprender
más sobre el mundo. Tom Hoerr, director de la escuela New City School en St.
Louis, dice que si su hijo adolescente está interesado, usted debe sugerirle
que lea The Invention of Wings de Sue Monk Kidd, un libro de ficción histórica
que trata sobre la esclavitud en Carolina del Sur a comienzos de 1800. Hoerr
dice que este libro incluye ejemplos de tipos de racismo de conocimiento
público y no declarados presentes en el país en la actualidad, y puede ser una
buena manera de hacer que su hijo reflexione sobre estos problemas.
Los documentales y las películas críticas pueden enseñarle a su hija
adolescente sobre la tolerancia. Otra manera de construir la habilidad para
que su hijo adolescente respete las diferencias es ver documentales que
muestran personas de todas las condiciones sociales. Por lo general, estos
tipos de películas tratan sobre asuntos, conflictos y problemas sociales, y
pueden ser herramientas útiles para comenzar un debate sobre la tolerancia.
Películas como The Kite Runner, Refugee Like Me y Poverty in America
ofrecen comentarios sociales sobre la diversidad y la tolerancia y pueden
ayudar a enseñar a su hijo adolescente sobre el respeto de las diferencias.
También puede preguntarle a su hijo adolescente qué idiomas o sobre qué
lugares le interesa aprender. Este puede ser un buen momento para comenzar
un debate sobre los estudios universitarios en el extranjero y el valor de
aprender otro idioma o integrarse en otra cultura.
Visite otros vecindarios de su propia ciudad o pueblo. La asesora educativa
Jennifer Miller recomienda encontrar maneras de conocer otras culturas en su
área. Miller dice que puede ser algo tan sencillo como comprar en un mercado
chino, mexicano o indio, o puede involucrar asistir a un espectáculo a cargo
de una cultura que no sea la propia. Miller agrega que si usted cuenta con los
recursos, posiblemente también puede viajar a diferentes lugares para
mostrarle diversas culturas a su hijo que asiste a la escuela secundaria.
¿Por qué son tan relevantes los derechos y deberes del niño y la niña?
Las cifras desalentadoras sobre las graves carencias que sufren los menores
La ONG Save the Children, una de las muchas organizaciones que lucha por
los derechos del colectivo infantil más desfavorecido, nos aporta datos muy
actuales de la situación de la infancia y que no dejan a nadie indiferente:
Más de mil millones de niños y niñas viven en países o territorios
afectados por conflictos armados.
Cada año 1,5 mil millones de niños y niñas son víctimas de violencia.
57 millones de pequeños y pequeñas siguen sin poder ir a la escuela y
250 millones están fuera de la escuela o si asisten no tienen logros de
aprendizaje.
Casi la mitad de todas las muertes de niños y niñas menores de 5 años
se producen como consecuencia de la desnutrición.
Los niños y niñas españoles son el colectivo que más está padeciendo
los efectos de la crisis económica y la disminución de las ayudas
sociales. Uno de cada tres peques, está en situación de riesgo de
pobreza o exclusión social.
170 millones de niños y niñas a nivel mundial sufren las consecuencias
de una incorrecta alimentación. La pobreza conlleva que no ingieran los
nutrientes necesarios lo que les hace estar más predispuestos a
padecer enfermedades.
La esclavitud infantil, en cualquiera de sus formas, afecta a 85 millones
de niños y niñas en el mundo.
Los 6 años de conflicto armado en Siria, han perjudicado enormemente
al colectivo infantil. Infraestructuras escolares dañadas o menores
refugiados subsistiendo entre la pobreza y sin posibilidad de acudir a la
escuela son ejemplos de ello.
Otras ONG y organismos nos permiten entender la compleja realidad en la que
tienen que vivir los niños y niñas:
La Organización Internacional del Trabajo señala que el trabajo infantil
afecta a 152 millones de menores en el mundo.
Por desgracia, en el ámbito educativo las niñas son más vulnerables
que los niños. Según la UNESCO, ellas tienen más probabilidades de no
acudir nunca a la escuela primaria y, por tanto, no llegar a aprender a
leer o a escribir.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que anualmente
fallecen 1,6 millones de menores a causa de la diarrea, una enfermedad
producida por el consumo de agua contaminada junto con un
saneamiento deficiente. Oxfam Intermón desarrolla proyectos en Chad
para facilitar el acceso a agua potable a familias y comunidades con
pocos recursos, contribuyendo así a evitar el contagio de enfermedades
por el consumo de agua en mal estado.
Unicef también nos alerta sobre la situación de la infancia y la
necesidad de comprometernos para asegurarles un futuro digno y
acabar con la desigualdad, pues de no ser así, en el año 2030, 69
millones de niños y niñas, la mayoría de países pobres, morirán antes
de alcanzar los cinco años de edad.
¿Podemos ser el motor que cambie estas cifras para bien? La respuesta es
afirmativa: podemos hacer que la situación de muchos menores mejore
luchando para que los derechos y deberes de los niños y niñas sean
respetados, pero ¿sabes cuáles son?
Para que no te resulte un tema complejo, entiendas toda su trascendencia y el
papel que jugamos los progenitores o el profesorado, en los siguientes puntos
hablaremos en profundidad sobre los derechos y deberes de los niños y
niñas, desglosando cada apartado. Comenzamos por los primeros.
Los derechos de los niños y las niñas: 10 principios básicos
Principio 1: Igualdad
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración.
Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni
distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su
familia.
Principio 2: Protección
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y
servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda
desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable
y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes
con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés
superior del niño.
Principio 3: Identidad
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
Principio 4: Alimentación, vivienda y atención médica
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a
crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse,
tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y
postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo
y servicios médicos adecuados.
Principio 5: Integración
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social
debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere
su caso particular.
Principio 6: Amor
El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita
amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo
la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y
de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá
separarse al niño de corta edad de su madre.
Principio 7: Educación
El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo
menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su
cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades,
desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad
moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.
Principio 8: Auxilio
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que
reciban protección y socorro.
Principio 9: Amparo
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y
explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al
niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le
dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que
pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico,
mental o moral.
Principio 10: Solidaridad
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la
discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado
en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y
fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus
energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
Los deberes de los niños y niñas: las obligaciones que nuestros peques
deben cumplir
Además de derechos, UNICEF también propuso unas responsabilidades que
los más pequeños deberían cumplir, entre las que destacan:
Respetarse entre ellos de manera humana, independientemente de raza,
sexo, religión o cualquier otra condición
No maltratarse entre ellos ni hacerse daño físico
Hacer todo lo que puedan por cuidar el medioambiente
Hacer el esfuerzo por aprender lo que sus educadores y educadoras les
enseñen, tanto como sus capacidades les permitan
Ayudar todo lo que puedan a las personas más desfavorecidas, para
que puedan gozar de una vida lo más completa posible
Observando estos dos puntos, es evidente que los derechos y deberes del
niño y la niña, no son dos partes independientes sino dos aspectos que se
complementan, actúan y trabajan juntas.
Una manera de conseguir que los niños y niñas sean conscientes de sus
deberes y sus derechos es trabajarlos a través de la convivencia diaria y sobre
todo, a partir de nuestro buen ejemplo, como progenitores, familiares,
personal docente…
¿Sabes que existe un día internacional para los niños y niñas?
Cualquier momento es adecuado para hacerles entender que existen muchos
pequeños y pequeñas que sufren injusticias y que no podrán tener las mismas
oportunidades que ellos y para mostrarles que hay unos derechos universales
y enseñarles a cumplir con unas obligaciones, sencillas y claras, que les
convertirán en personas adultas responsables, empáticas y tolerantes. ¿Por
qué no empezar por este día?
Cuidemos a todos los niños y niñas del mundo, trabajando para que se
respeten y garanticen sus derechos y libertades. Solo así podrán disfrutar de
una infancia justa, sin abusos, sin trabajo infantil y con igualdad de
oportunidades. Muévete ante situaciones de vulneración de los derechos de
los y las menores y no dudes en unir tu voz a la de ONG y organismos que
trabajan para protegerlos. Los pequeños y las pequeñas son vulnerables,
¡defendamos sus derechos!
¿Qué hacer para contribuir la equidad entre niños y niñas?
1. Literatura infantil y vídeos
"Existe mucha literatura infantil donde sus protagonistas rompen con roles y
estereotipos de género, donde encontramos a princesas que luchan y se
defienden, a chicos que lloran y muestran libremente sus sentimientos",
explica en su entrevista para este monográfico, Eva Morales, educadora y
miembro del colectivo Pedagogías Invisibles, que desarrolla talleres para
docentes sobre cómo educar en igualdad de género.
Entre las buenas prácticas también destaca el proyecto de Col·lectiu Punt Sis,
que ha desarrollado una iniciativa para la creación de una Red de patios
inclusivos y sostenibles. El proyecto se ha realizado en dos colegios públicos:
el CEIP Nuestra Señora de la Paloma y el CEIP Santa María, de Madrid,
mejorando los patios escolares y su accesibilidad, poniendo el acento en
cuatro claves: participación, inclusión social, igualdad de género, y
sostenibilidad ambiental.
Así pues, educar en igualdad desde la primera infancia en las escuelas es una
tarea que compete tanto al equipo directivo de los centros educativos, al
profesorado, las administraciones y las familias. Aunque se han realizado
esfuerzos para lograrlo, la implicación de todos y toda