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DE LA
PALABRA DE DIOS
Jueves, 26 de agosto de 2004
Cali, Valle del Cauca, Colombia
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión, y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta conferencia puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para
propósitos personales de estudio hasta que sea publicado
formalmente.
TODO DEPENDE DE LA PALABRA DE DIOS
(Reunión de Ministros)
10 Jueces 13:1-20
11 Josué 5:13-15
12 1 Crónicas 21:15-30
13 Génesis 32:24-30
10 Dr. William Soto Santiago
del Pacto, allí estaba la Columna de Fuego, dentro de ese
velo de carne, por lo cual la gloria de Dios estaba allí.
Y allí estaba el Padre, Dios el Padre, dentro de un velo
de carne, dentro de Su Hijo.
Ese es el misterio de Dios: Dios —Padre, Hijo y
Espíritu Santo— manifestado en un velo de carne, en la
persona de Jesús. Eso es la plenitud de Dios morando en
Jesús; y ese es el misterio de Dios.
Así como el misterio suyo y el mío, como seres
humanos, es que somos alma viviente, pero tenemos un
cuerpo espiritual llamado espíritu, y tenemos un cuerpo
físico de carne.
Y el misterio de lo que es el ser humano es que es
alma, espíritu y cuerpo. ¿Ven? Ese es el misterio de cada
ser humano.
Y el misterio de Dios es que Dios es Padre, Hijo y
Espíritu Santo. Y, por consiguiente, se hizo carne y habitó
en medio del pueblo hebreo, y ahí estaba la plenitud de
Dios. Ahí estaba, en un velo de carne llamado Jesús, la
plenitud de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo; por eso
Jesús fue hecho Señor y Cristo14, por eso llamamos a
Jesús: Señor Jesu-Cristo; y por consiguiente, ese es el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Ahí está
el misterio de Dios.
Ahora, Dios, y de Dios salió el Hijo, Cristo, de Él
salió; por eso Cristo dice: “Salí de Dios, salí del Padre, y
vuelvo al Padre”15.
Ahora, Cristo en la forma de Columna de Fuego salió
de Dios, del Padre; y dentro de esa Columna de Fuego
encontramos a un Hombre, que es el Ángel del Pacto,
14 Hechos 2:36
15 San Juan 16:28
Todo depende de la Palabra de Dios 11
pero se ve una Columna de Fuego; pero si se deja ver
personalmente ese que habla, ahí sale, de esa Luz, un
Hombre hablando: el mismo Hombre que habló allá en
el Huerto del Edén, y que también habló para crear los
Cielos y la Tierra; y en ese Hombre está Dios.
Y ahora, encontramos que ese Hombre tiene la unción,
esa Luz, esa Columna de Fuego.
Y ahora, encontramos que por medio de ese Hombre:
Jesús en Su cuerpo angelical, que es el Cristo, encontramos
que Dios creó los Cielos y la Tierra; los creó por medio
de Él y ¿para quién?, para Él; porque toda la Creación
pertenece a Dios: a Dios en - a Dios como alma viviente,
el alma eterna viviente: Dios el Padre; a Dios como cuerpo
angelical; y a Dios como cuerpo físico ya glorificado.
Por eso Cristo decía: “Tomará de lo mío y os lo hará
saber”. Él dijo: “Todo lo mío - todo lo que tiene el Padre
es mío (¿ven?); por eso dije: Tomará de lo mío y os lo hará
saber”16.
Dios, que es el Juez de todos, ahora ha dado el juicio
al Hijo. “Y el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio
dio al Hijo”. Eso está por el capítulo 5, verso 21 al 22, de
San Juan. Y por eso es que Dios en el Juicio Final juzgará
la humanidad, pero será a través de Jesucristo, Su Hijo;
porque todo el juicio dio al Hijo.
Así como cuando usted, que es alma viviente, va a
hacer algo (usted como alma viviente), no lo toma usted
como alma viviente, sino lo toma usted a través de su velo
de carne, que es el cuerpo. ¿Ven?
Y Dios por medio de Cristo, Su velo de carne, es que
Él juzgará a la humanidad. Y es por medio de Jesucristo,
el Hijo de Dios, que Dios ha creado los Cielos y la Tierra.
16 San Juan 16:13-15
12 Dr. William Soto Santiago
Y así Dios comenzó Su Creación: creándose un cuerpo
angelical para Sí mismo. Y luego, más adelante, se crearía
un cuerpo de carne para Sí mismo, el cual lo creó en
el vientre de María y fue llamado Jesús, y el cual es el
segundo Adán, y el cual fue adoptado, y fue glorificado; y
por consiguiente vive por toda la eternidad.
Ahora, por cuanto el primer Adán pecó contra Dios, la
Obra de Creación se detuvo allí, y hubo una brecha entre
Adán y Jesús; pero con todo y eso, vean ustedes, Dios por
medio de Su Ángel, el Ángel de Jehová, creó un pueblo:
el pueblo hebreo, un pueblo terrenal.
Pero por cuanto la raza humana había pecado, no fue
un pueblo eterno, sino que creó un pueblo mortal, o sea,
un pueblo con una gente mortales. Pero el Programa de
Creación Cristo lo restaura, y restaura a la vida eterna a
todos los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la
Vida del Cordero.
Por eso, vean ustedes, Abraham, Isaac, Jacob, los
patriarcas, y los creyentes del pueblo hebreo; Josué, y
también el pueblo creyente que se mantuvo firme en la
Palabra, los profetas y todos ellos; y también Adán, porque
él fue perdonado, y Eva también; y también Abel, Set,
Enoc, Noé, y todas esas personas creyentes; y también
el resto de las personas creyentes; vean, cuando Cristo
murió en la Cruz del Calvario y resucitó: resucitaron con
Cristo, y entraron a eternidad; y por consiguiente, entraron
al Programa de vida eterna. Entraron a ese Programa que
había sido comenzado y por causa del pecado fue detenido,
y hubo una brecha; pero cuando llega el segundo Adán,
viene para continuar la Obra de Creación.
Y ahora, encontramos que por medio de la muerte de
Cristo es quitado el pecado, como Juan el Bautista lo dijo:
Todo depende de la Palabra de Dios 13
“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo”17; y por consiguiente, cuando llevó a cabo la Obra
de Redención en la Cruz del Calvario, entonces continúa
la Obra de Creación.
Y Dios por medio de Cristo, por medio del Espíritu
de Cristo, vean, está creando una nueva raza con vida
eterna, así como Adán recibió el cuerpo angelical primero
y después el cuerpo físico; y Cristo, vean, el cuerpo
angelical primero y después el cuerpo físico, el cual luego
que murió y resucitó, resucitó glorificado, para nunca más
morir.
Y ahora, todos los escritos en el Cielo, en el Libro de
la Vida del Cordero, que estaban predestinados para entrar
al Programa de Creación Divina para vida eterna, ahora
entran a ese Programa.
Entraron los del Antiguo Testamento: cuando Cristo
resucitó, resucitaron con Él. Y ahora, los que todavía no
habían sido manifestados en la Tierra entran al Programa
de vida eterna, al Programa de Creación en la vida eterna:
recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador,
arrepentido de sus pecados, Cristo los perdona y con Su
Sangre los limpia de todo pecado, son bautizados en agua
en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo los bautiza con
Espíritu Santo y Fuego, y obtienen el nuevo nacimiento.
Esas almas de Dios obtienen el cuerpo angelical, y ya
están con vida eterna en el Programa de Creación en la
vida eterna.
Y ya, como Cristo tenía Su cuerpo angelical antes de
tener Su cuerpo de carne, ahora ya nosotros tenemos el
cuerpo angelical eterno de la sexta dimensión; y nos falta
el cuerpo físico, que pronto Él nos va a dar.
17 San Juan 1:29
14 Dr. William Soto Santiago
Todo eso Él lo ha estado haciendo y lo hará por medio
de Su Palabra creadora siendo hablada, la Palabra creadora
prometida para nuestro tiempo, así como obró por medio
de la Palabra creadora prometida para cada tiempo.
Y por eso es tan importante que la Palabra prometida
para cada edad sea dejada pura, sin añadirle ni quitarle,
para que haga aquello para lo cual Dios la envió. Adán y
Eva le añadieron y le quitaron, ¿y qué produjeron? Hijos
mortales.
Ahora, tenemos que dejar la Palabra pura, para que
produzca hijos e hijas de Dios; para que así Cristo continúe
reproduciéndose, en hijos e hijas de Dios, por medio de
la Palabra creadora siendo hablada por Cristo en Espíritu
Santo en cada edad, a través del mensajero de cada edad.
Esa Palabra produjo hijos e hijas de Dios en cada edad,
y obtuvieron así el nuevo nacimiento, y nacieron como
hijos e hijas de Dios en el Reino de Dios, que es la Iglesia
del Señor Jesucristo; ese Reino está en la esfera espiritual.
Así como Adán estaba en la esfera espiritual cuando
Dios le dio el cuerpo angelical; y lo hizo varón y hembra18;
y luego le dio el cuerpo físico de carne, sacado del polvo
de la tierra, y todavía era varón y hembra19.
Y vean, Dios, encontramos que de Él salió ese cuerpo
angelical, salió la Columna de Fuego, y ahí en la Columna
de Fuego está el cuerpo angelical; y luego le dio un cuerpo
de carne, creó un cuerpo de carne, vean, Dios por medio
de Su Espíritu; por eso sería llamado Hijo de Dios.
Vean cómo vino: Dios por medio de Su Espíritu, Dios
por medio del Ángel del Pacto, que es Cristo en Su cuerpo
angelical, hizo sombra sobre la virgen María, y concibió la
18 Génesis 1:27
19 Génesis 2:7
Todo depende de la Palabra de Dios 15
virgen; porque Dios creó en el vientre de María una célula
de vida, la cual se multiplicó, y así se formó el cuerpo de
Jesús. Fue Obra del Espíritu Santo en el Programa de una
nueva raza con vida eterna, de una Nueva Creación; y por
consiguiente, Él ha continuado esa Obra de Creación.
Y Cristo es el principio de la Creación de Dios, y
Cristo es también el que dio principio a toda esa Creación
de Dios; pero de Dios salió Cristo, por lo tanto es el Hijo
de Dios; vino de Dios.
Ahora, encontramos que todo depende de la Palabra de
Dios, el Verbo que era con Dios, la Palabra, la cual y por
medio de la cual Dios habló a existencia todas las cosas; el
Verbo, Cristo, el Hijo de Dios, la Palabra de Dios, la cual
se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo.
Y ahora, Dios por medio de Cristo, el Verbo, está
realizando una Nueva Creación; lo cual está realizando - en
lo cual está realizando la creación de una nueva raza celestial
con vida eterna; y está creando una Iglesia, que es el Israel
celestial, y que es el pueblo que será a imagen y semejanza
de Jesucristo nuestro Salvador.
Ya tenemos la imagen, que es el cuerpo angelical. Y
todos los que tendrán el cuerpo físico glorificado serán
aquellos que primero obtienen el cuerpo angelical, que
primero nacen en el mundo espiritual, esos cuerpos
angelicales.
Primero obtienen ese cuerpo angelical, esa imagen de
Dios (la imagen de Dios es Cristo en Su cuerpo angelical);
y obtenemos un cuerpo angelical igual al cuerpo angelical
de Dios, igual a Cristo en Su cuerpo angelical; y luego
recibiremos un cuerpo físico glorificado igual al cuerpo
físico glorificado de Jesucristo; y así seremos a Su imagen
y a Su semejanza.
16 Dr. William Soto Santiago
Ahora, Cristo dijo que el Padre es mayor que Él20; pero
todas las cosas del Padre, Cristo dice: “Son…”. Cristo dijo:
“Todo lo que tiene el Padre es mío, por eso dije: Tomará
de lo mío y os lo hará saber”.
Ahora, todo lo que nosotros físicamente tenemos
como individuos (aunque todo pertenece a Dios, y por
consiguiente pertenece a Cristo), en cuanto a nosotros
como individuos, vean, todo lo que tenemos es de nuestra
alma, de nosotros como almas vivientes; pero lo hemos
dado: lo físico al cuerpo; y lo espiritual (vean, el leer,
escribir, todo el conocimiento) lo hemos dado al espíritu,
al cuerpo espiritual; porque con el cuerpo espiritual es
que nosotros amamos a nuestros familiares, a nuestras
amistades, y así por el estilo. Ahora, eso es amor fraternal.
Ahora, con el corazón amamos a Dios, con el alma,
con amor divino.
Ahora, por cuanto todo depende de la Palabra de Dios,
todo lo que Dios hace en cada edad y en cada generación
y en cada dispensación, lo hace por medio de Su Palabra.
Por lo tanto, la Palabra tiene que venir, ser manifestada,
ser revelada.
Pero ¿cómo viene la Palabra? Toda Palabra y toda
revelación de la Palabra ha venido y tiene que venir en la
actualidad por medio de carne humana. Tiene que hacerse
carne esa Palabra, porque dondequiera que esté la Palabra,
estará velada en carne. No hay otra forma.
Por eso Amós dice: “Porque no hará nada el Señor
Jehová, sin que antes revele Sus secretos a Sus Siervos Sus
profetas”. Amós, capítulo 3, verso 7. Y en Deuteronomio,
capítulo 18, verso 15 al 19, dice que Dios coloca Su
Palabra en la boca del profeta que Él envía.
20 San Juan 14:28
Todo depende de la Palabra de Dios 17
Por lo tanto, la Palabra viene primero al profeta
mensajero que Dios tiene para ese tiempo; y luego ese
profeta, ungido con el Espíritu Santo —en palabras más
claras: el Espíritu Santo en él—, comienza a hablar esa
Palabra.
El profeta es el velo de carne donde está la Palabra
hecha carne, y a través del cual la Palabra se expresa, se
da a conocer, es revelada esa Palabra.
En toda edad y en toda dispensación, cuando el pueblo
de Dios ha estado esperando que Dios le dé la revelación
para ese tiempo, Dios la ha dado a un profeta; y el profeta
la ha dado al pueblo. Ese es el orden divino. No hay otra
forma para que eso suceda.
Vean lo que dijo el reverendo William Branham; en la
página 124, párrafo 1105, dice [Citas]:
1105 - “Por dondequiera que esté la Palabra,
está velada. Moisés tenía la Palabra. Ahora recuerde,
después de que la Palabra fue hecha manifiesta, Moisés
era Moisés otra vez. ¿Ven? Pero mientras esa Palabra
estaba en él para ser proclamada, él era Dios; porque
él no era Moisés más. Él tenía la Palabra del Señor
para aquella edad. Nada podía tocarle hasta que eso
se acabó; él tenía la Palabra. / Y él era la Palabra para
ellos”.
Él era la Palabra para el pueblo, porque la Palabra
estaba velada en él, y la Palabra venía a través de Moisés;
vino de Dios a Moisés, y de Moisés al pueblo.
El Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, en la Columna
de Fuego, se veló en el profeta Moisés; y allí, en Moisés,
estaba la Columna de Fuego velada en carne humana, con
la Palabra para ser revelada al pueblo. Estaba ungido con
el Espíritu Santo.
18 Dr. William Soto Santiago
Por lo tanto, dondequiera que Moisés iba, la Columna
de Fuego también iba. Y el pueblo que tenía a Moisés pues
tenía la Columna de Fuego, tenía al Ángel del Pacto, al
Ángel de Jehová.
Ahora: “TODO DEPENDE DE LA PALABRA DE
DIOS”.
La Palabra de Dios para cada edad es la Palabra
creadora de Dios, para Dios crear lo que Él predestinó en
Su Programa para crear.
Él ha prometido tener hijos e hijas, pero por creación
divina: por medio de la Palabra creadora siendo hablada
por el Espíritu Santo a través del mensajero de cada edad.
Ese es el orden para la Obra creadora de Dios en medio
de la Iglesia de Jesucristo; por lo tanto, todo depende (¿de
qué?) de la Palabra.
Por eso la Palabra, que es la Espada de dos filos, es la
que corta a cada hijo e hija de Dios, a cada persona como
un hijo e hija de Dios; corta esas piedras y las coloca
en el Templo espiritual de Cristo, como hijos e hijas de
Dios.
“Dios puede levantar hijos de estas piedras”21, dijo Juan
el Bautista. Y los hijos e hijas de Dios están tipificados en
piedras vivas; como Cristo, el Hijo de Dios, que también
dice la Escritura que es la Piedra no cortada de mano22,
es la Piedra del Ángulo, es la Piedra que los edificadores
desecharon23.
Y estaba tipificado en la roca o piedra o peña que hirió
Moisés con su vara, y dio agua al pueblo24. Y la segunda