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LA NE-
CESIDAD DE ENTENDER EL ORIGEN Y LA EVOLUCIÓN
1 BONFANTE, Pietro. Corso di Diritto Romano, Vol. I, Attilio Sampaolesi, Roma, 1925; SAVIGNY. Derecho
Romano actual. Tomo II, segunda edición, Centro Editorial de Góngora, Madrid; SCHULZ, Fritz. Derecho Romano
clásico. Traducción española de José Santa Cruz Teigeiro. Bosch, Barcelona, 1960; DE CASTRO Y BRAVO,
Federico. La persona jurídica. Segunda edición, Editorial Civitas, España, 1991; IGLESIAS, Juan. Derecho
Romano. Ariel, Barcelona, 1979; PETIT, Eugene. Tratado Elemental de Derecho Romano. Editora Nacional,
México D.F., 1976; DI PIETRO, Alfredo. Derecho Privado Romano. Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1996.
2 Las tildes se han mantenido tal cual estaban en la obra original.
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Jairo Cieza Mora
20
La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
7 Ídem.
8 Ídem.
9 Ibídem, p. 61.
10 Ídem.
11 Ibídem, p. 62.
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Jairo Cieza Mora
I. Comunidades
A. Sociedades religiosas
12 Ibídem, p. 63.
13 Se indica: “Pero una vez establecida definitivamente para las ciudades dependientes, la institución de la per-
sona jurídica se extendió de poco á poco (…)”. Ídem.
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La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
IV. El Fisco14.
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Jairo Cieza Mora
una vez constituida una universitas, puede continuar aun con un solo
individuo”15. Como se puede ver era necesaria la aprobación del Estado
para la constitución o nacimiento de la Persona Jurídica, es decir, había
un requisito administrativo previo para su nacimiento, no obedecía a la
libre voluntad de sus integrantes. En ese sentido, se ha manifestado que:
“Con independencia de la razón política, la necesidad del consentimien-
to del Estado para la formación de una persona jurídica, encuentra su
origen en la naturaleza misma del derecho”16.
15 Ibídem, p. 81.
16 Ídem.
17 Ibídem, p. 83.
18 Ibídem, p. 84.
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La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
de propiedad (…) suponen además estos actos un ser que piensa y quie-
re, un individuo, y las personas jurídicas no existen sino ficticiamente.
Aquí se presenta la contradicción de un sujeto capaz de propiedad é
incapaz respecto á los actos necesarios para adquirir (…). Esta contra-
dicción trae consigo un remedio artificial, la representación, el cual se
encuentra para la persona natural en la tutela y para la jurídica en su
constitución”19.
19 Sobre la representación en la Persona Jurídica el autor señala: “Al dar como fundamento necesario de la
representación artificial la incapacidad de obrar, natural á las personas jurídicas, no debe esto entenderse lite-
ralmente, porque algunos autores piensan que un acto emanado de todos los miembros de una corporación, es
el acto de la corporación misma, y que la representación no ha sido introducida sino á causa de la dificultad
que ofreciera traer á todos los miembros de esta corporación á una unidad de acción y de voluntad. Pero en
realidad, el total de los miembros que la componen, difiere esencialmente de la corporación misma. Ibídem,
p. 85.
20 Ibídem, p. 86.
21 Ibídem, p. 89.
22 Ídem.
23 Ídem.
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reunir todas las condiciones que para adquirir la posesión deban concu-
rrir y pidan á un poseedor ordinario; tener conciencia de la posesión y
aprehender, bien por sí mismos, bien por medio de un mandatario, que
entre los romanos podía ser un esclavo”24. Nótese que la representación
de la persona jurídica la podía tener un mandatario que podía ser un
esclavo. Como más adelante veremos, la representación en Roma no
existía como negocio jurídico, tal como la vemos ahora. Asimismo,
Savigny se refiere a el carácter personalísimo de quien ejerce la posesión
y por tanto la Persona Jurídica, al ser para él una creación artificial no
podría ejercerla de no ser por la existencia de un mandatario que, como
señala, podría ser un esclavo.
A. Sucesión abintestato.
B. Sucesiones testamentarias.
C. Bonorum possessio.
24 Ibídem, p. 91.
25 Ídem.
26 Íbidem, p. 93.
27 Íbidem, p. 94.
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La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
E. Fideicomisos28.
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En palabras del profesor inglés Hallis, “(…) Para que una organi-
zación de personas físicas pueda tener personalidad jurídica, es decir,
para que pueda devenir una unidad (unit) sujeto de derechos y obliga-
ciones, es necesario que haya una idea directriz, un fin definido (…); la
personalidad de los grupos no existe más que cuando una colectividad
presenta un interés social, porque está animada por un interés digno de
ser protegido por el Derecho(…)”32. Este interés social al que se refiere el
profesor americano es un interés jurídicamente relevante, es decir, que
31 DE CASTRO Y BRAVO, Federico. La persona jurídica. Segunda edición, Editorial Civitas, España, 1991,
p. 120.
32 Ibídem, p. 121.
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La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
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Jairo Cieza Mora
35 Ibídem, p. 131.
36 Ibídem, p. 132.
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La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
Del término persona jurídica al término persona ficta tuvo que pasar
un periodo y no equivalían a conceptos idénticos. Es más “(…) se repite
como afirmación típica que la expresión persona ficta fue inventada y se
mantuvo por quienes niegan toda realidad a la persona jurídica”39.
37 Ibídem, p. 139.
38 Ibídem, p. 144.
39 Ibídem, p. 145.
31
Jairo Cieza Mora
40 Ibídem, p. 151.
32
La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
41 Ídem.
42 Ídem.
43 Ídem.
44 Ibídem, p. 153.
45 Ibídem, p. 154.
46 Ibídem, p. 155.
33
Jairo Cieza Mora
Así se señala que “(…) lo cierto es que desde la época de los glosa-
dores se les atribuye una titularidad independiente (persona) y que des-
pués de la general utilización del término de persona ficta son conside-
radas también como personas representadas (ut personae representae)”48.
Llama la atención, a quien se adentra, aunque sea superficialmente en
la historia de la Persona Jurídica que ya los juristas del siglo XVI y XVII
nos propongan, como en este último razonamiento, que las personas
Fictas, después Personas Jurídicas sean “personas representadas”, lo que
modernamente podemos utilizar para la representación orgánica o para
la responsabilidad civil de la Persona Jurídica por el actuar de sus órga-
nos, representantes o dependientes.
47 Ibídem, p. 156.
48 Ibídem, p. 158.
34
La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
49 Ibídem, p. 159.
50 Ibídem, p. 160.
51 Ibídem, p. 162.
52 Ibídem, p. 163.
35
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53 Ibídem, p. 165.
54 Ibídem, p. 166.
55 Ibídem, p. 167.
56 Ibídem, p. 168.
57 Ibídem, p. 170.
36
La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
58 Ibídem, p. 173.
59 Ídem.
60 Ídem.
37
Jairo Cieza Mora
61 Ibídem, p. 175.
62 Ibídem, p. 177.
38
La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
63 Ibídem, p. 178.
64 Ibídem, p. 179.
65 Ibídem, p. 177.
39
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b. El caso Inglés
66 Ibídem, p. 179.
67 Ibídem, p. 181.
68 Ibídem, p. 182.
40
La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
69 Ibídem, p. 183.
70 Ibídem, p. 184.
71 Ídem.
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La doctrina que vengo siguiendo señala que “en los países en los
que ha tenido una influencia preponderante el Código Civil francés se
usan indistintamente los términos persona moral y persona jurídica”73.
El sentido en que se usa el término persona moral es más lato o amplio
que el sentido que se ha visto para el caso alemán o inglés.
72 Ídem.
73 Ibídem, p. 186.
74 Ibídem, p. 187.
42
La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
b. El Derecho español
75 A manera de referencia De Castro señala: “El Código Penal de 1810 dispone que cualquier asociación de más
de veinte personas para fines religiosos, literarios, políticos u otros, solo podrá formarse ‘con el consenti-
miento del gobierno y con las condiciones que a la autoridad pública le plazca imponer a la sociedad’”. Ídem.
76 Ibídem, p. 189.
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sentido tan amplio a la persona moral que incluye en ella las sociedades
civiles’”77.
77 Ibídem, p. 193.
78 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Sistema de Derecho Civil. Volumen I, 2ª reimpresión, Editorial
Tecnos, Madrid, 2002, p. 575.
79 Ibídem, p. 576.
80 Ibídem, p. 578.
81 Ibídem, p. 579.
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La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
82 Ídem.
83 BRECCIA, Humberto. Derecho Civil. Tomo I, Volumen I. Normas, sujetos y relación jurídica, primera edi-
ción, Universidad Externado de Colombia, 1992, p. 302.
84 Ibídem, p. 305.
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Sobre los órganos de las personas jurídicas la doctrina que vengo si-
guiendo dice: “Las normas sobre el ordenamiento interno de las perso-
nas jurídicas hacen referencia a dos órganos fundamentales: la asamblea
y los administradores. El primer órgano es propio de las asociaciones; el
segundo es común a asociaciones y fundaciones. Otros órganos no nece-
sarios pueden ser previstos en el acto constitutivo y el estatuto del ente
respectivo. Bastante difundida es, por ejemplo, la previsión de un órga-
no de control, con funciones similares a las del colegio de control en la
sociedad de capitales.
85 Ibídem, p. 306.
86 Ibídem, p. 309.
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La persona jurídica. Aspectos problemáticos de su falta de representación
87 Ibídem, p. 311.
88 Ibídem. p. 312.
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