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De las Personas Jurídicas Colectivas

Introducción

El estudio de la persona jurídica colectiva, tema que abordaremos en la presente unidad, resulta
de vital importancia en su formación como jurista, en virtud de la enorme trascendencia que ha
tenido esta figura jurídica en la evolución de la humanidad. Tanto en el derecho público como en
el derecho privado, ha sido un factor esencial para consolidar un progreso definido del género
humano. Ejemplo de la anterior afirmación es el Estado mismo, como la persona moral
fundamental y la más trascendente en cualquier sistema jurídico. También en el derecho público
están los órganos desconcentrados o los organismos descentralizados a los que el propio Estado
les ha designado la realización de un fin o servicio público.

En el derecho privado, en cambio, las sociedades civiles y mercantiles han logrado un éxito
extraordinario, consiguiendo la concentración de grandes capitales para alcanzar un poder
económico de tal magnitud, que les ha permitido cruzar las fronteras del país donde se
constituyeron e influir no sólo en el aspecto económico, sino hasta en el social, político y jurídico
de otros países.

(1) Persona jurídica colectiva

Objetivo particular

El alumnado identificará la temática de las personas jurídicas colectivas conocidas


tradicionalmente como personas morales, y diferenciará las personas jurídicas físicas de las
personas jurídicas colectivas –asociación civil y sociedad civil- y aplicará sus conocimientos a
las diversas teorías que las explican y las justifican; así como la reglamentación de las personas
morales en el Código Civil para la Ciudad de México del siglo XXI.

Temario
Unidad 10. De las Personas Jurídicas Colectivas

 10.1. Concepto y evolución de la persona jurídica colectiva


o 10.1.1. Derecho romano
o 10.1.2. Derecho italiano
o 10.1.3. Derecho francés
o 10.1.4. Derecho germánico
o 10.1.5. Derecho español
o 10.1.6. Derecho mexicano
 10.2. Diversas acepciones de las personas morales
o 10.2.1. Personas jurídicas colectivas
o 10.2.2. Personas morales (tradición jurídica)
 10.3. Diversas teorías que explican la personalidad jurídica de las personas morales
o 10.3.1. De la realidad
o 10.3.2. De la ficción
o 10.3.3. De Francisco Ferrara
o 10.3.4. Las tesis negativas de la personalidad
 10.4. Reglamentación de las personas morales en el Código Civil para la Ciudad de
México

Concepto y evolución de la persona jurídica colectiva


Los códigos civiles para la Ciudad de México del siglo XXI y el Federal, no realizan un
desarrollo sistemático respecto del tema que nos ocupa en la presente unidad, por lo que tampoco
encontramos en sus Libros Primeros, un concepto de la persona jurídica colectiva. En este
sentido, para que nos sea posible establecer dicho concepto, es necesario acudir a lo que diversos
tratadistas han señalado sobre el particular.

Definamos...
Persona jurídica colectiva

José Ramón Narváez Hernández considera que el concepto de persona jurídica debe ser
presentado como un concepto de especie. El género es la persona: es el sujeto de derecho, el
centro de imputación de las relaciones jurídicas; una noción concebida como distinta,
conceptualmente, de la noción de hombre. De este género, la persona física es sólo una especie,
distinta de la persona jurídica colectiva. Nos distinguimos de la ficción en cuanto seres humanos,
por lo demás, formamos parte de la misma categoría junto a las personas jurídicas colectivas,
quienes también tienen un nacimiento, una muerte, un nombre, un domicilio, etcétera (Contreras,
2016: 12).

Por su parte, Rico, Álvarez y Cohen señalan de una forma más concisa que “las personas
morales (personas jurídicas colectivas) son entes distintos de los seres humanos, que persiguen
fines determinados y a los que el ordenamiento jurídico otorga la posibilidad de ser sujetos de
derechos y obligaciones” (Rico, 2018: 335).

Es decir, las personas jurídicas colectivas son sujetos de derechos y obligaciones porque el
orden jurídico les ha atribuido personalidad jurídica, no obstante, es muy importante que
hagamos hincapié en que el origen y fundamento jurídico-filosófico de ésta es distinto al de la
personalidad jurídica de las personas físicas, pues el ser humano ha sido el creador del Estado
mismo, precisamente para la garantía de un reconocimiento absoluto de su personalidad jurídica,
la que principia desde su concepción, como lo analizamos con la reglamentación
del Nasciturus. Dicha personalidad es consubstancial al ser humano, siendo por lo tanto
inadmisible que el derecho intentara quitársela o desconocerla.
Sin embargo, tratándose de la persona jurídica colectiva, no cualquier núcleo o agrupación de
derecho privado, o inclusive de derecho público, alcanzan la personalidad jurídica por el hecho
de tener realidad objetiva; se requiere un reconocimiento legal y expreso respecto de dicha
personalidad, una vez que se han satisfecho ciertos requisitos, los cuales dependerán de la
persona moral en cuestión.

Pulse en cada una de las pestañas para ver la información correspondiente.

I.
Derecho romano

En el derecho romano, la persona jurídica colectiva surgió periódicamente, distinguiéndose entre


las corporaciones y las fundaciones. Las primeras integradas por miembros asociados
voluntariamente o por la fuerza de la tradición, en cambio, las segundas como afectaciones de
patrimonios a un fin determinado. En este sentido, se señala que las corporaciones tenían como
rasgos fundamentales que su existencia es independiente a la de sus miembros; también existían
corporaciones de carácter público, semipúblico y privadas. En las primeras se incluía al Estado y
al municipio, debido a que los juristas romanos comprendían que el Estado tenía en propiedad
bienes que no podían considerarse de todos los ciudadanos, sino que correspondían a un titular
distinto.

En relación con el Senado, quien otorgaba autorización para ciertas personas y también para el
emperador, se estatuyen las corporaciones semipúblicas. Finalmente, en las corporaciones de
carácter privado se incluyen las que realizaban actividades de especulación comercial privada.

II.
Derecho italiano

En su Tratado de Derecho Civil Mexicano, Rafael Rojina Villegas establece lo que para el
derecho italiano son las personas jurídicas colectivas, a través de una cita que realiza el
connotado autor Roberto de Ruggiero, señalando que para él...

La persona jurídica no es ya toda una reunión de personas o todo conjunto de bienes destinados a un fin, sino una
unión tal que da vida a una unidad orgánica, a un ente en el que el Estado reconoce una individualidad propia distinta
de las individualidades de las personas que componen el cuerpo colectivo o lo administran, o a las cuales son
destinados los bienes.

Persona jurídica puede ser, pues, definida como toda unidad orgánica resultante de una colectividad organizada de
personas o de un conjunto de bienes y a los que, para la consecución de un fin social durable y permanente, es
reconocida por el Estado una capacidad de derechos patrimoniales (Rojina, 2018: 425 y 426).
Por otro lado, Francesco Carnelutti, jurista italiano, ha señalado, en síntesis, que el término
de persona jurídica colectiva tiene lugar cuando existe una situación jurídica cuyo elemento
económico conduce a varios hombres como si condujera uno solo. Es decir,
para Carnelutti existen dos condiciones para la existencia de la persona jurídica colectiva, la
primera es el interés o beneficio (elemento económico) y el derecho subjetivo (elemento
jurídico) de una relación jurídica.

III.
Derecho francés

En el antiguo derecho francés, las personas jurídicas colectivas son las que tienen personalidad
moral. Las consideraban como emanaciones del poder público, pues las colectividades no eran
lícitas más que en la medida que el rey las autorizaba, y esa autorización real hacía de la
colectividad una persona.

En la época contemporánea, el derecho civil francés ha dividido a las personas jurídicas


colectivas en dos grandes grupos: las de derecho público y las de derecho privado. En las
primeras se encuentran, obviamente, el Estado, las comunas, los sindicatos, los establecimientos
públicos, los municipios y los departamentos, las instituciones de asistencia, los hospitales, los
hospicios de ayuda social, las universidades, los centros nacionales de investigación científica,
etcétera.

En cambio, las personas morales de derecho privado se han dividido a su vez en dos grupos: las
de personas y las fundaciones. En el primero se incluyen las sociedades comerciales o civiles;
en el segundo se ubican las fundaciones que consisten en la afectación de bienes a una obra
desinteresada.
IV.
Derecho germánico

Para establecer el concepto de persona jurídica colectiva en el derecho alemán, referiremos al


jurista Heinrich Lehmann, quien señala que aquélla corresponde a una organización que el
ordenamiento jurídico reconoce como sujeto independiente de derecho, encaminada al logro de
fines comunes.

En el derecho germánico existen también dos clases de personas jurídicas, las de derecho
público y las de derecho privado. Las primeras surgen porque así lo dispone la Ley o por un
acto administrativo; en este caso, las convierte en sujetos para actuar en Derecho, o se les
reconoce competencia por la autoridad en un acto posterior. En las personas de derecho público
encontramos, entre otras, al Estado, al Fisco, etcétera. Respecto a las personas de derecho
privado, se dividen igualmente en dos clases, las asociaciones y las fundaciones.

V.
Derecho español

Existen dos clases de personas jurídicas, las perfectas y las imperfectas. En las primeras se
ubican el Estado y los municipios; mientras que en las segundas, las asociaciones, las
fundaciones y la sociedad anónima. Las perfectas son patrimonios independientes, los cuales no
se afectan por el cambio o estado de sus miembros, y las imperfectas son asimiladas de alguna
forma por las personas para gozar de prerrogativas; por ejemplo, las cajas de ahorros, las
entidades paraestatales, las comisiones de empresas nacionales o del Estado, lo anterior respecto
al derecho público.

En cambio, en el derecho privado pueden considerarse como imperfectas las sociedades civiles,
las colectivas y las comunitarias mercantiles porque no logran independencia completa, ni en su
gestión ni en su patrimonio, sea respecto del Estado o respecto de los socios.

Por su parte, Diego Espín considera que las personas jurídicas colectivas en la actualidad se
basan en las reformas hechas a la Constitución española de 1978, en cuanto al derecho de
asociación y de fundación. Dice también que han seguido el modelo de las constituciones del
siglo antepasado, la de 1876 y la de 1931, donde se reconoció el derecho de asociación, de
sindicación y el de fundación.

VI.
Derecho mexicano

El jurista Ignacio Galindo Garfias establece que la locución personalidad jurídica suele usarse
para aludir a la persona moral (sociedades, asociaciones, etcétera) (2018: 343). También refiere
que si intentamos saber quiénes son personas en derecho, debemos recurrir a los textos de un
determinado ordenamiento positivo en cierto momento histórico y en cierto lugar, para
desprender inmediatamente de estas dos cuestiones, de acuerdo con las disposiciones legislativas
o consuetudinarias, como está delimitado el concepto de persona en cada caso.

Después de conocer la postura de este tratadista mexicano, debemos establecer que en nuestro
derecho positivo (como se analizará con mayor detenimiento más adelante) gozan de
personalidad las personas morales enlistadas por el artículo 25 del Código Civil para la Ciudad
de México del siglo XXI.

Diversas acepciones de las personas morales


Personas jurídicas colectivas

La persona jurídica colectiva es un concepto o tesis propuesta por Julián Güitrón


Fuentevilla en su Tratado de derecho civil, señalando:

Definamos...
Persona jurídica colectiva

"Conjunto de personas jurídicas físicas y de bienes, muebles e inmuebles, corpóreos e


incorpóreos, o sólo los primeros, o sólo los segundos, que previa la satisfacción de los requisitos
legales que las leyes exigen, pueden convertirse en sujetos de Derecho, para actuar en el mundo
jurídico, al margen de las personas jurídicas físicas que lo integran (2018: 69)."

Afirma también este autor que lo importante es reflexionar sobre lo que se ha establecido en el
derecho civil sobre este tema, y fundamentalmente, que es urgente crear nuevos conceptos más
asequibles para nombrar a las personas morales, tradicionalmente así denominadas en la ciencia
jurídica, y proponiendo además el concepto de persona jurídica física para llamar en el ámbito
del Derecho a los seres humanos o individuos.

Personas morales (tradición jurídica)

Diferentes denominaciones se han empleado para nombrar a los sujetos de derecho que son
distintos a los seres humanos. La expresión más difundida es persona moral, no obstante, esta
expresión es criticada debido a que puede llegar a sugerir que las personas físicas
son personas no morales, cuando en realidad el ser humano es el único cuyas acciones pueden
juzgarse como correctas o incorrectas desde el punto de vista de la moral.

Pero este concepto de persona moral debe entenderse no por sus características axiológicas de
valor, sino por ser lo opuesto a lo material, nos referimos a la persona moral como una expresión
generalizada que la mayor parte de los juristas han aceptado, fundamentalmente los franceses.

Diversas teorías que explican la personalidad jurídica de las personas


morales
Una de las más importantes discusiones en la ciencia jurídica se refirió a la existencia de las
personas jurídicas colectivas, pues fue precisamente entre los siglos XVIII y XX, la época en la
cual los tratadistas más connotados establecieron no solamente sus puntos de vista, sino que
inclusive, llegaron a formular diversas teorías al respecto. Actualmente, y en virtud de que ya ha
sido aceptada de manera generalizada la existencia de las personas morales, no se han hecho más
aportaciones significativas sobre el particular.

Sin embargo, es muy importante que analicemos en el presente tema dichas teorías, con el
objetivo de comprender mejor la concepción de las personas jurídicas colectivas.

De la realidad

La teoría realista se elabora como una reacción contra la tesis clásica alemana y francesa de la
persona jurídica colectiva. La tesis realista considera que no es exacto que el hombre sea la única
persona verdadera reconocida por el sistema jurídico, pues la realidad orgánica, psíquica o social
de las llamadas personas morales es indiscutible y suficiente para dotarlas de la calidad de
sujetos de derecho.

Dentro de las teorías realistas pueden señalarse principalmente dos vertientes:

Pulse en cada uno de los conceptos que aparecen del lado izquierdo para desplegar la
información correspondiente.

Teoría
organicista
Teoría conforme a la cual las personas jurídicas colectivas son verdaderos organismos vivos
como el organismo humano.
Esta doctrina ha equiparado los diversos órganos de las personas morales a los del cuerpo
humano: el cerebro, el aparato circulatorio, el corazón, etcétera. La doctrina organicista pura no
encontró adeptos que hicieran prevalecer su postura y fue sostenida por Zitelmann.

Teoría del
organismo
social
Esta teoría fue fundada en la voluntad colectiva conforme a la cual, aparte de la voluntad
individual de los socios, existe una voluntad colectiva distinta de las voluntades de cada uno de
los individuos que la componen. Por virtud de la unión orgánica de las voluntades individuales,
se forma un ser real nuevo apto para realizar un fin común, que sirve de punto de fusión de las
voluntades dispersas. Tal teoría fue expuesta en Alemania por Otto Von Gierke.

De la ficción

La teoría de la ficción es la más difundida respecto a la naturaleza de las personas jurídicas


colectivas, dominó en Alemania hasta la primera mitad del siglo XIX y en Francia durante el
primer cuarto del siglo XX. Su principal expositor fue el alemán Friedrich Carl Von Savigny.

El principio general para Savigny es que sólo el ser humano, por estar dotado de voluntad, puede
ser titular de derechos, pero el derecho positivo puede modificar este principio al negar
capacidad a algunos seres humanos (recién nacidos, menores de edad, interdictos, etcétera), o al
atribuírsela a otros entes, como acontece con las personas jurídicas colectivas, aun cuando éstas
últimas carecen de voluntad. Es decir, la capacidad puede extenderse a entes artificiales creados
por una mera ficción. El concepto de las personas jurídicas colectivas sólo puede referirse
al aspecto patrimonial, por eso las define como un sujeto creado artificialmente capaz de tener
un patrimonio.

Entre las principales objeciones formuladas contra la doctrina de Savigny encontramos las
siguientes:

 No es verdad que la capacidad jurídica se encuentre determinada por la facultad o


voluntad de querer; los menores de edad o interdictos carecen de ella y son, sin embargo,
sujetos de derecho. La circunstancia de que las corporaciones no tengan voluntad propia,
no puede invocarse contra su existencia como sujetos jurídicos.
 Otro de los argumentos se refiere a la limitación establecida por Savigny cuando define a
las personas jurídicas colectivas como seres creados artificialmente por el legislador para
las relaciones patrimoniales. Dicha limitación no se justifica, porque los entes colectivos
poseen múltiples derechos no patrimoniales, por ejemplo los honoríficos.
 Si las personas morales son seres ficticios creados por la Ley, ¿cómo explicar la
existencia del Estado? Porque el Estado es también una persona jurídica colectiva. Ahora
bien, si éste es el creador de todas las ficciones llamadas personas morales, ¿quién es el
creador de la ficción estatal? Si el Estado es persona jurídica colectiva, su esencia no
podrá diferir de las de los demás sujetos de derecho y, si éstos son seres ficticios, éste es
también una ficción. ¿Pero cómo ser una ficción creadora de otras
ficciones? Savigny trató de salvar esta crítica señalando que las personas jurídicas
colectivas tienen a veces existencia legal y voluntaria, y otras, natural y necesaria, como
ocurre en el caso del Estado. Pero tal concesión echa por tierra su doctrina.
 Por último, esta teoría ofrece una propuesta deficiente respecto a los medios de extinción
de las personas jurídicas, porque todo lo reduce a la destrucción por obra del legislador, y
también aquí domina el arbitrio, porque no establece ninguna condición ética para la
supresión de las personas morales, lo que puede significar un peligro para la libertad de
asociación.

En esta postura doctrinal también se destacaron Ducrocq en Francia, así como Puchta, Böking,
Barón y Unger.

De Francisco Ferrara

Para este autor las personas jurídicas, como él las denomina, pueden definirse como asociaciones
o instituciones formadas para la consecución de un fin y reconocidas por la ordenación jurídica
como sujetos de derecho. Es decir, son una realidad y no una ficción, no son reales al no ocupar
un lugar en el espacio; ciertamente no lo ocupan, como tampoco lo ocupan los conceptos de las
ciencias abstractas, y particularmente así considerado, el mundo jurídico tampoco sería real. Las
personas jurídicas son reales, pues existen en el pensamiento, en antítesis a lo imaginario y lo
fingido; son reales en cuanto también lo son otras formas jurídicas como una obligación, una
herencia o un contrato; se trata de una realidad ideal jurídica, no una realidad corporal sensible.

De la definición establecida se desprende que los elementos de las personas morales son los
siguientes:

Pulse en cada concepto para desplegar el contenido. Al pulsar en otro, el desplegado


volverá a su posición inicial.

Asociación de hombres o instituciones


Se trata de asociaciones de hombres más o menos
numerosas. La palabra asociación está tomada en el
sentido más amplio, es decir, no sólo comprende las
agrupaciones a formarse voluntariamente, sino también las
que carecen de un consentimiento de los asociados y
surgen en virtud de condiciones sociales y vínculos de
sangre.

Finalidad
Unas y otras asociaciones o instituciones tienden a realizar
un fin integrante de su existencia. El Estado, como
principal persona moral, se propone fines universales, es
decir, satisfacer las necesidades sociales.

Reconocimiento del orden jurídico a esa institución o


asociación como sujeto de derecho

Pero lo que hace que lleguen a ser personas jurídicas, lo


que transforma esas colectividades y organizaciones en
unidades jurídicas, es el reconocimiento del derecho
objetivo.

Las tesis negativas de la personalidad

Dichas tesis tienen en común el desconocimiento de la existencia y necesidad de las personas


morales. Pueden distinguirse tres grados dentro de las teorías negativas:

 El primer grado lo integran quienes niegan en términos absolutos la existencia y utilidad


de las personas morales. El autor más importante de este pensamiento es León Duguit,
quien establecía que el jurista debe basarse en la realidad observable para la elaboración
de sus conceptos, y que en dicha realidad no aparecen sujetos diferentes a los seres
humanos. Por su parte, “Vareilles Sommiers sostiene que la persona moral es el efecto de
un contrato (asociaciones y sociedades), o de una declaración unilateral de voluntad
(fundaciones) que destaca e individualiza un patrimonio” (Galindo, 2018: 349).
 El segundo grado está constituido por quienes niegan la necesidad de la existencia de las
personas jurídicas colectivas, pero buscan conceptos alternativos para alcanzar los
propósitos que pueden derivar de las mismas. Dentro de esta corriente destacan los
franceses Planiol y Ripert, los cuales señalan que la persona moral es simplemente una
propiedad colectiva, con administrador único.
 El tercer grado es menos drástico, pues se integra por los juristas que niegan la
existencia natural de las personas morales, pero sí aceptan su existencia para fines
jurídicos. La tesis más importante es la de la ficción de Savigny, la cual ya tuvimos la
oportunidad de estudiar líneas arriba.

Reglamentación de las personas morales en el Código Civil para la


Ciudad de México del siglo XXI
El Código Civil prevé en su artículo 25 un listado sobre quienes son personas morales:

La Ley establece...
Artículo 25. Son personas morales:

I. La Nación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios;


II. Las demás corporaciones de carácter público reconocidas por la ley;
III. Las sociedades civiles o mercantiles;
IV. Los sindicatos, las asociaciones profesionales y las demás a que se refiere la fracción
XVI del artículo 123 de la Constitución Federal;
V. Las sociedades cooperativas y mutualistas;
VI. Las asociaciones distintas de las enumeradas que se propongan fines políticos,
científicos, artísticos, de recreo o cualquiera otro fin lícito, siempre que no fueren
desconocidas por la ley.
VII. Las personas morales extranjeras de naturaleza privada, en los términos del artículo 2736.

Este artículo ha sufrido varias objeciones por parte de la doctrina. En primer lugar se critica que
dicho listado no incluye todos los tipos de personas morales existentes, por lo que su contenido
es parcial. En segundo término se considera equivocado que se haya empleado el término nación,
cuando debió referirse al Estado, además no es admisible que el legislador del Distrito
Federal (hoy Ciudad de México) pretenda conferir personalidad jurídica precisamente a la
nación, el Distrito Federal, los Estados y municipios, entes cuya personalidad jurídica deriva del
texto constitucional y no de la leyes ordinarias.

Asimismo, se afirma que el legislador local carece de competencia para conferir personalidad
jurídica a personas morales cuya creación y funcionamiento están sujetos a la regulación federal,
como sucede con las sociedades mercantiles y con los sindicatos.

Debe destacarse el contenido de la fracción sexta del artículo citado, en virtud de que prevé el
criterio general del legislador para otorgar personalidad jurídica a las personas morales.
Conforme a dicha fracción, son personas morales todas las asociaciones que se propongan fines
lícitos y que no sean desconocidas por la Ley.
Clasificación de las personas jurídicas colectivas

Existen diversos criterios para clasificar a las personas jurídicas colectivas o morales; nosotros
analizaremos, en el siguiente cuadro comparativo, la clasificación según la normatividad que
regula su inicio, funcionamiento y terminación, distinguiendo entre personas morales de derecho
público, de derecho privado y de derecho social. Es importante mencionar que la mayoría de las
personas morales no están sujetas a un tipo exclusivo de normatividad, en virtud de que pueden
estar reguladas al mismo tiempo por disposiciones distintas, sin embargo, esta clasificación
atiende al tipo de normas al que están sujetas de manera preponderante.

A diferencia de las personas físicas, respecto de las que existe un régimen uniforme sobre su
inicio y terminación, las personas morales presentan una gran diversidad normativa.
Consecuentemente, no pueden enunciarse reglas generales sobre el inicio y terminación de las
mismas, sino que sólo pueden proveerse parámetros sobre la manera y momento en que surgen y
se extinguen los diversos tipos de ellas.

Atributos de la persona jurídica colectiva

Las personas jurídicas colectivas o morales también son sujetos de derechos y obligaciones, por
lo que la Ley les concede los mismos atributos que a las personas físicas, con excepción
del estado civil.

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Nombre

El nombre de las personas morales es el conjunto ordenado de vocablos que sirve para
individualizarlas. En materia de derecho privado, se admiten diversos tipos de nombres de
personas morales, partiendo de la clasificación de las sociedades en sociedades de
personas y sociedades de capitales:

 Las sociedades de personas se caracterizan por el particular interés que tienen sus
integrantes en las cualidades personales de los demás socios, de manera que el régimen
normativo de la persona moral se orienta a proteger dicho interés. Por ejemplo, en las
sociedades de personas se requiere autorización de los socios para la admisión de nuevos
integrantes, y puede ser causa de disolución de las mismas que uno de los socios deje de
formar parte de ellas. La razón social es el nombre que por lo regular corresponde a las
sociedades de personas. Dicho nombre se compone con el nombre de todos o algunos de
los socios y cuando en él no figura el nombre de todos, deben emplearse las
expresiones “y asociados”, “y compañía”, u otras similares. Por ejemplo Zinser,
Esponda y Gómez Mont, S.C.
 Por su parte las sociedades de capitales se caracterizan por el hecho de que sus
integrantes tienen mayor interés en las aportaciones de los demás socios que en sus
cualidades personales. La denominación social es el nombre que corresponde a las
sociedades de capitales; puede ser formada libremente y aludir tanto a nombres de
personas, de cosas, de actividades, o de creaciones artificiales.

Patrimonio

Desde el punto de vista jurídico, el patrimonio de las personas morales se integra por
un activo (dinero, bienes, derechos, valores económicos de toda clase) y un pasivo (obligaciones
y deudas). Su cuantía está sometida a las mismas oscilaciones que el patrimonio de una persona
física: aumenta si la industria es próspera, disminuye en el caso contrario.

Por otra parte, desde el punto de vista contable, el patrimonio de las personas morales se integra
por un activo, un pasivo y un capital. Una de las partidas o secciones del capital se denomina
“capital social”, y otro concepto también fundamental en este tema es el de “capital contable” o
“patrimonio social”.

Capacidad

La capacidad de goce de las personas morales consiste en su aptitud para ser titulares de
derechos y obligaciones. Existen tres criterios doctrinales sobre los alcances de la capacidad de
goce de las personas morales:

a. El primero señala que dichas personas sólo pueden ser titulares de derechos y
obligaciones directamente relacionados con el fin para el que se constituyeron.
b. El segundo establece que estas personas pueden sostener las relaciones jurídicas
vinculadas con su fin y con los medios para realizarlo.
c. Finalmente, el tercero refiere que las personas morales pueden ser titulares de cualquier
derecho y obligación que no les esté expresamente restringido por la Ley.

El primero de los criterios indicados limitaría severamente la actuación jurídica y desarrollo de


las personas morales, al grado de volverla inoperantes. El tercero de los criterios de referencia es
incompatible con el principio de que las personas morales se crean para la consecución de fines
abstractos y concretos; la mayoría de las ocasiones los integrantes de una persona moral tienen
interés en que se dedique a determinadas actividades y no a otras, por lo que resulta conveniente
limitar su capacidad de goce a efecto de evitar que incursione en negocios respecto de los cuales,
sus miembros carecen de interés o pericia. Por lo anterior, se concluye que el criterio adecuado
es el segundo, pues al mismo tiempo que el ordenamiento jurídico delinea el marco de acción de
la persona moral, le concede la aptitud para ser titular de las relaciones jurídicas que
razonablemente puedan juzgarse como medios para la consecución de su finalidad.

Generalmente se ha considerado que las personas morales carecen de capacidad de ejercicio, en


virtud de que su falta de voluntad real y su imposibilidad de interacción les impide ejercer
derechos y cumplir obligaciones por sí mismas.

El Código Civil de la CDMX pretendió regular la capacidad de ejercicio de las personas morales
en el siguiente artículo:

La Ley establece...
Artículo 27. Las personas morales obran y se obligan por medio de los órganos que las
representan sea por disposición de la ley o conforme a las disposiciones relativas de sus
escrituras constitutivas y de sus estatutos.

La doctrina ya debatía sobre la capacidad de ejercicio de las personas morales con anterioridad a
la entrada en vigor de la norma transcrita, sin embargo, el artículo citado ha intensificado el
debate en lugar de resolverlo.

Algunos autores consideran que las personas morales tienen capacidad de ejercicio, pues según
afirman, pueden ejercitar derechos y cumplir obligaciones por sí mismas, auxiliándose de sus
órganos representativos. Los partidarios de esta opinión afirman que el legislador siguió la teoría
organicista sobre la existencia de las personas morales, pues el artículo 27 antes citado, empleó
la expresión órganos que la representan.

Otra parte de la doctrina se pronuncia por la falta insuperable de capacidad de ejercicio de las
personas morales. Dicho sector reconoce la influencia de la doctrina organicista en algunas
disposiciones legales, pero rechaza que el legislador la haya adoptado en todos sus términos.
Quienes niegan la capacidad de ejercicio de las personas morales afirman que éstas nunca
pueden ejercitar derechos y cumplir obligaciones por sí mismas, pues siempre requerirán que
alguien actúe a nombre y por cuenta suyos.

Lo correcto es considerar que las personas morales carecen de capacidad de ejercicio, tanto por
su falta de voluntad real, como por su imposibilidad de interacción.

Nacionalidad

Las personas jurídicas colectivas o morales pueden ser nacionales o extranjeras. La distinción
entre ciudadanos y no ciudadanos no es aplicable a las personas morales, pues conforme a
nuestra Constitución Política, sólo las personas físicas gozan de derechos políticos.
La nacionalidad de las personas físicas se encuentra regulada por la Constitución Federal. En el
caso de las personas morales, su nacionalidad está regulada por la Ley de Nacionalidad.
Conforme al artículo 8 de esta ley, son personas jurídicas mexicanas las siguientes:

La Ley establece...
Artículo 8. Son personas morales de nacionalidad mexicana las que se constituyan conforme a
las leyes mexicanas y tengan en el territorio nacional su domicilio legal.

De acuerdo con este artículo, una persona moral tendrá nacionalidad mexicana siempre que
cumpla dos requisitos: primero, que se constituya conforme a las leyes mexicanas; y segundo,
tenga su domicilio legal (ordinario) en territorio nacional. A contrario sensu, son personas
morales extranjeras las que carezcan de uno o ambos requisitos.

Domicilio

El domicilio de las personas morales es el lugar donde el ordenamiento jurídico las ubica para el
ejercicio de algunos de sus derechos, cumplimiento de algunas de sus obligaciones y dotar de
competencia a la autoridad en las actuaciones concernientes a las mismas.

La Ley y la doctrina reconocen diversos tipos de domicilios de las personas morales; los más
relevantes son los siguientes:

Es el lugar donde deben ejercer y cumplir, respectivamente, la generalidad de


sus derechos y obligaciones. Sin embargo, de conformidad con las normas
Domicilio
vigentes, debe interpretarse que el domicilio ordinario de una persona moral es
ordinario>
el lugar en que el o los integrantes de su órgano administrativo le prestan sus
servicios.

Es el lugar en que la Ley las ubica respecto de determinadas relaciones


jurídicas, con independencia de donde se halle establecida su administración.
Domicilio Dicho domicilio se actualiza en dos casos: el primero cuando la persona moral
especial tiene su administración fuera de la Ciudad de México, y el segundo cuando las
personas morales contraen obligaciones en alguno de sus establecimientos
secundarios (denominados por la Ley como sucursales).

Domicilio Es el lugar establecido en los estatutos sociales para que tengan verificativo los
social eventos y publicaciones corporativas de la persona moral. Por ejemplo, la
celebración de juntas y asambleas, la publicación de convocatorias para las
mismas, avisos sobre aumentos y reducciones de capital, publicación de
estados financieros, entre otros. Puede darse el caso en que el domicilio social
sea distinto del domicilio ordinario.

Es el lugar en que el ordenamiento jurídico ubica a las personas morales para


Domicilio
todo lo relativo a sus relaciones jurídicas tributarias. Dicho domicilio es el
fiscal
regulado por las leyes fiscales tanto federales como locales.

Mi experiencia de aprendizaje
Constituyendo una persona jurídica colectiva
Análisis de caso práctico
Las personas jurídicas colectivas son la unión de dos o más personas para llevar a cabo un fin
determinado, se rigen por su acta constitutiva y sus estatutos sociales, que hacen las veces de su
acta de nacimiento.

Lea el artículo 6 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, o busque el correlativo en


su entidad federativa, con el fin de revisar todos los requisitos para la creación de las personas
jurídicas o colectivas; éstos y las demás reglas que se establezcan en la escritura sobre
organización y funcionamiento de la sociedad constituirán los estatutos de ésta.

Luego, con la finalidad de que observe dichos estatutos en una situación similar a lo real,
suponga que usted trabaja en una notaría pública o en una correduría pública y un cliente le
solicita asesoría para constituir una persona colectiva, entregándole los siguientes datos:
(2) Asesoría jurídica

¿Cómo los ordenaría? ¿Los identifica usted en la persona colectiva como atributos?

En un documento de texto, reorganice los elementos y colóquelos de manera formal


distinguiendo cada atributo.

Tiempo estimado: 3 horas

¿Qué otros caminos puedo explorar?

Para consolidar su aprendizaje respecto de los contenidos de esta materia le sugerimos que
procure vincular lo aprendido con las temáticas de otras asignaturas, en especial con Bienes y
Derechos Reales.
Pulse en Fuentes de consulta para visualizar la información.

Fuentes de consulta

Bibliografía

 Contreras López, Raquel Sandra, Derecho de personas y teoría integral del acto jurídico,
México, Porrúa, 2016.
 Domínguez Martínez, Jorge Alfredo, Derecho civil, parte general, personas, cosas,
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 Galindo Garfias, Ignacio, Derecho civil, primer curso, 29.a ed., México, Porrúa, 2018.
 García Máynez, Eduardo, Introducción al estudio del derecho, 64.a ed., México, Porrúa,
2013.
 Güitrón Fuentevilla, Julián, Tratado de derecho civil, de las personas jurídicas
colectivas, México, Porrúa, 2018.
 Rico Álvarez, Fausto et al., Introducción al estudio del derecho civil y personas, 4.a ed.,
México, Porrúa, 2018.
 Rojina Villegas, Rafael, Compendio de derecho civil, introducción, personas y familia,
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Legislación

 Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Civil para el Distrito Federal, última
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 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, última reforma publicada en el DOF 12/04/2019, disponible
en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm, consulta: 09/05/2019.
 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley de Nacionalidad, última reforma
publicada en el DOF 23/04/2012, disponible
en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/53.pdf, consulta: 09/05/2019.
 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley General de Sociedades
Mercantiles, última reforma publicada en el DOF 14/06/2018, disponible
en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm, consulta: 09/05/2019.

Imágenes

 (1) Persona jurídica colectiva, UNAM/Facultad de Derecho-DED.


 (2) Asesoría jurídica, UNAM/Facultad de Derecho-DED.

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