Hasta el momento se ha estudiado casi completamente desde la modalidad más
popular: tratamiento individual, la cual forma la espina dorsal de la mayoría de los tratamientos clínicos. Sin embargo, es importante reconocer que se puede llevar a cabo también en grupos, estos grupos pueden ser constituidos por desconocidos llevando a cabo la terapia de grupo o integrantes de una familia que corresponde a la terapia conyugal o familiar. Terapia de grupo Esta terapia va más allá de una terapia simultanea de varios individuos. Esta empezó como una forma de solventar la escasez de profesional en la segunda guerra mundial, ahora a avanzado hasta el punto de convertirse en una única y valiosa intervención. Actualmente se recomienda ya que es juzgada con bases clínicas como la intervención ideal en gran variedad de individuos. Cada modelo de psicología clínica cuenta con un tratamiento de grupo llevado a cabo con sus principios. Los grupos son una forma popular de intervención dentro de organizaciones de autoayuda, entre los más comunes Alcohólicos anónimos. Dada la variedad de teoría y practicas se dificultó el análisis de la terapia de grupo. Yalom (1975) argumenta que detrás de todas las diferencias de estilo, existen también algunas semejanzas esenciales: La mayoría de los terapeutas acentúan la importancia de las relaciones interpersonales y suponen que la patología o infelicidad o desadaptación se puede reducir a simples dificultades en el desarrollo y mantenimiento de las relaciones interpersonales. Los terapeutas de grupo también suponen que los clientes tarde o temprano, durante el transcurso de las sesiones del grupo» serán "ellos mismos" y manifestarán sus conductas interpersonales desadaptativas. Una vez que hayan exhibido estas conductas, los demás integrantes del grupo pueden proporcionar alguna retroalimentación correctiva relacionada, y de esta manera instigar el aprendizaje de estilos interpersonales nuevos y más efectivos. Al igual que con la psicoterapia individual, la terapia de grupo comparte algunos “factores curativos”, aunque algunos de estos factores son semejantes a la terapia terapeuta- cliente, la mayoría son exclusivamente de los grupos y ofrecen una explicación para la utilidad especial que a menudo se le atribuye a esta forma de tratamiento. Estos fatores incluyen: 1. Compartir información nueva: También fue característica importante en psicoterapia individual, en la terapia de grupo probablemente venga de dos fuentes distintas. El ofrecer consejos o instrucciones puede provenir del terapeuta o de los otros integrantes del grupo que comparte sus propias experiencias y lecciones sobre el pasado. Estas múltiples perspectivas en conjunto constituirán un caudal de información más rico del que sería posible con solo el terapeuta. Uno de los elementos principales de la información y retroalimentación es el carácter de consenso. EL impacto de la información aumenta mediante el acuerdo general en el que se basa, aunque puede ser tentador el descartar la retroalimentación recibida desde un solo terapeuta, más difícil desacreditar las opiniones de 8 o 10 observadores. 2. Infundir esperanza: En la terapia individual debe de haber confianza en la eficiencia del terapeuta y creer que el tratamiento será de utilidad. En la terapia de grupo se introduce con la finalidad de que los integrantes observen los cambios positivos que llevan a cabo los demás, el detectar cambios lentos pero positivos en los demás puede llegar a ayudar a reconocer que todos crecen más o menos al mismo ritmo lo que mantiene la fe en la efectividad del grupo. 3. Universalidad: Dan a conocer el hecho que todas las personas del grupo luchan con determinados problemas en su vida. Una de las lecciones más valiosas aprendidas es que no se encuentran solos en su miseria, temor o decepción. Es importante que sepan esto las personas reservadas, ya que de esta forma les permiten darse cuenta de que no son los únicos con ese tipo de dificultad. EL conocimiento de la universalidad de los problemas propios puede derivar alguna tranquilidad, mitigar la ansiedad y/o facilitar la creencia en la propia capacidad para cambiar. 4. Altruismo: Los grupos dan la oportunidad a los individuos de darse cuenta que pueden ayudar a otras personas. Así mismo como la terapia produce nuevos “insights” acerca de las debilidades intrapersonales también agrega cualidades y fortalezas interpersonales. Los integrantes por lo general experimentan euforia al poder ayudar y preocuparse por otra persona. 5. Aprendizaje interpersonal: En los grupos de terapia se requiere una conducta interpersonal. Al inicio es probable que entre los integrantes sean formales y precavidos entre ellos, a medida que se van conociendo se vuelven más espontáneos, íntimos y directos. Yalom se refiere a la cualidad interpersonal de la siguiente forma: “Los pacientes de una terapia de grupo, aproximadamente alrededor del tercero y sexto mes de la terapia, a menudo experimentan una modificación en sus metas terapéuticas. Su meta inicial, alivio del sufrimiento, se altera y eventualmente se substituye por metas nuevas, por lo general de naturaleza interpersonal. En otras palabras, las metas cambian de desear obtener alivio de la ansiedad o depresión a desear aprender a comunicarse con los demás, a tener más confianza y ser más honesto con las otras personas, a aprender amar” 6. Recapacitación de la familia primaria: Muchos terapeutas consideran la terapia de grupo como un “reencarnación” de las familias primarias, se hace referencia como reescenificación de la familia y es considerado factor curativo el cual permite que el individuo maneje las experiencias familiares que lo confunden, inquietan y corrompen. 7. Cohesión de grupo: Los integrantes de los grupos cohesivos se aceptan bien entre sí y es probable que formen relaciones cercanas y de apoyo mutuo. Están dispuestos a escuchar y dejarse influir por el grupo. Participan activamente en el grupo, sienten seguridad al estar en el grupo, y, se mantienen bastante inmunes a la interrupción externa que amenace el progreso del grupo. A menudo se considera que es el factor curativo más importante dado su valor dentro de la terapia de grupo se aproxima al de la relación terapéutica en la psicoterapia individual. La cohesión ejerce su influencia benéfica de muchas diferentes formas. La aceptación que los integrantes reciban por parte del grupo puede mermar su propio sentimiento de minusvalia. La estima pública del grupo se convierte en el punto de referencia que ejerce influencia sobre la autoestima propia de los integrantes. Por lo general, el efecto de esta influencia consiste en un incremento en la autoestima personal, debido a que es común que los grupos evalúen a los integrantes individuales de una manera más favorable que como cada persona se evalúa a sí misma. Kaul y Bednar señalan que los grupos ofrecen 4 tipos de aprendizaje que no están presentes en la psicoterapia individual, los cuales se relacionan con los factores curativos de Yalom, de la misma manera cumplen con el propósito de resumir e integrar la lista detallada de conceptos de Yalom. De acuerdo a Kaul y Bednar, los 4 tipos de aprendizaje son: 1. Los integrantes pueden obtener beneficios como una consecuencia de los aprendizajes basados en su participación dentro de un microcosmos social que se desarrolla y la evaluación que vayan formando; 2. Los miembros del grupo se pueden beneficiar al dar y recibir la retroalimentación del grupo 3. Los individuos pueden mejorar como un resultado de la validación consensua que se deriva del grupo 4. Los individuos se pueden beneficiar de la oportunidad única para verse implicados de manera reciproca con otros integrantes del grupo que actúan tanto como personas que ayudan como personas que reciben ayuda de los demás.
Practica de la terapia de grupo
Composición del grupo: El número de personas varían entre 6 y 12, el numero necesita ser lo suficientemente grande para que surjan las cualidades especiales de un grupo pero que no dificulte las interacciones. Sí es pequeño puede ponerse en riesgo la universalidad y cohesión, sí es demasiado grande hay tendencia de que la retroalimentación sea mecánica y superficial, o una exploración menos sensible y puede que haya integrantes quedando aislados. Duración del grupo: Es frecuente que el tema sobre el tiempo de duración de la terapia grupal quede abierto a la disposición del terapeuta. Algunos grupos nunca perecen ya que continúan funcionando a través de periodos prolongados al incorporar integrantes nuevos a medida de que salen algunos antiguos. Son más largas comúnmente que las sesiones individuales, ya que toma más tiempo hablar y escuchar a un grupo. El terapeuta de grupo: Este personaje debe caminar por una línea angosta entre ejercer demasiado control sobre dicho grupo y permitir libertad sin determinar una meta. La mejor forma de ver al terapeuta es como “el primer voto en un grupo democrático” ya que es la persona responsable de que el grupo se mantenga sobre los propósitos y los integrantes aprovechen la oportunidad para ayudarse, pero esto sin ser el único mediador.