Está en la página 1de 68

Análisis de la Influencia del Oleaje y el Nivel del Mar en

los Cambios Morfológicos del Archipiélago de Islas del


Rosario

Alisson Yanith Ortega Aguas

Universidad del Norte


Área de Ciencias Básicas, Departamento de Física y
Geo-Ciencias

Barranquilla, Colombia
2022
Análisis de la Influencia del Oleaje y el Nivel del Mar en
los Cambios Morfológicos del Archipiélago de Islas del
Rosario

Alisson Yanith Ortega Aguas

Proyecto de grado presentado como requisito parcial para optar al título de:
Geóloga

Director (a):
PhD. Luis Jesús Otero Díaz

Línea de Investigación:
Hidrodinámica y Erosión Costera

Universidad del Norte


Área de Ciencias Básicas, Departamento de Física y
Geo-Ciencias

Barranquilla, Colombia
2022
Agradecimientos
Agradezco en primer lugar a Dios por dirigir mi vida hacia el mundo de la geología. A mi familia
por su apoyo incondicional durante mi formación profesional, a mis mascotas Sammy, Lukas y
Marcela por ser mis compañeros incondicionales y a mis amigos Johnny Mejía y Norbin Boscán.

A mi tutor de proyecto, el profesor Luis Otero Díaz, por su ayuda y paciencia constante durante el
desarrollo de este trabajo, por confiar en mis capacidades y motivarme a seguir adelante en el
camino de las ciencias del mar.
Resumen y Abstract IV

Resumen
A partir de bases de datos históricas de imágenes satelitales se pudieron evaluar las tasas de
retroceso del litoral en Isla Grande, Isla Rosario e Isla Tesoro desde 2010 hasta 2021 como
resultado del comportamiento de las variables climáticas. A partir de esto se obtuvo que las tres
islas han perdido el 0.4%, 1.6% y 9.3% de su territorio respectivamente. El ascenso del nivel del
mar, el cual ha tenido un aumento significativo de 6.2 mm/año desde el 2010, se convierte en el
factor determinante en la magnitud de la erosión al modificar los patrones de transformación del
oleaje en aguas someras, lo que permite que los trenes de oleaje conserven mayor energía y que su
altura se acentúe en las zonas de rotura, particularmente en la época seca donde la magnitud de la
altura se ha incrementado en un 12%, al mismo tiempo que las corrientes longitudinales aumentan
su intensidad, promoviendo el retrabajamiento de las líneas de costa especialmente en áreas
caracterizadas por una geomorfología costera de terrazas y playas como en Isla Tesoro, a
diferencia de los acantilados que abarcan gran parte de la longitud del litoral rocoso de Isla Grande
e Isla Rosario.

Palabras clave: Hidrodinámica, Nivel del Mar, Oleaje, Morfología, Modelamiento.


Resumen y Abstract V

Abstract
From historical databases of satellite images, it was possible to evaluate the rates of coastal retreat
in Isla Grande, Isla Rosario and Isla Tesoro from 2010 to 2021 as a result of changes in the
behavior of climatic variables. From this it was obtained that the three islands have lost 0.4%,
1.6% and 9.3% of their territory respectively. The rise in sea level, which has had a significant
increase of 6.2 mm/year since 2010, becomes the determining factor in the magnitude of erosion
by modifying the wave transformation patterns in shallow waters, allowing the wave trains
conserve more energy, which leads to their height being accentuated in the break zones,
particularly in the dry season where the magnitude of the height has increased by 11.5%, at the
same time that the longitudinal currents increase their intensity, promoting the reworking of the
coastlines especially in areas characterized by a coastal geomorphology of terraces and beaches
such as those found on Isla Tesoro, unlike the cliffs that span much of the length of the rocky
shoreline of Isla Grande and Isla Rosario.

Keywords: Hydrodynamics, Sea Level, Waves, Morphology, Modelling.


Contenido VI

Contenido
Pág.

Resumen IV

Lista de Figuras VIII

Lista de Tablas X

Lista de Símbolos y Abreviaturas XI

1. Introducción………………………………………………………………………….…………… 1

2. Área de Estudio, Datos y Métodos……………………………………………….……………… 4


2.1 Descripción del Área de Estudio………………………..…………………………….………. 4
2.2 Descripción de los Datos y Métodos Utilizados…………………………………………….…6

3. Resultados……………………………………………………………………………………...…11
3.1 Régimen Medio de Altura del Nivel del mar y el Oleaje.…………………………….………11
3.1.1 Nivel del Mar.…………………………….…………………………..………………… 11
3.1.2 Oleaje.…………………………………….…………………………..…………………13
3.2 Régimen Extremal del Oleaje...……………………………………………………………… 15
3.3 Oleaje y Sistemas Circulatorios………………………………...………………....………….17
3.3.1 Huracán Lenny (1999)...………………….…………………………..…………………17
3.3.2 Frente Frío (2010)......…………………….…………………………..…………………23
3.3.3 Huracán Matthew (2016)...……………….…………………………..…………………28
3.3.4 Frente Frío (2017)......…………………….…………………………..……………..…..33
3.4 Tasas de Erosión y Acreción…………………………………..……………………………...39
3.4.1 Isla Grande…...…..……………………….…………………………..…………………39
3.4.2 Isla Rosario......…..……………………….…………………………..………………… 41
3.4.3 Isla Tesoro.…...…..……………………….…………………………..…………………43

4. Discusión…………………………………………………………………………….……………46

5. Conclusiones…………………………………………………………………………….………..50

A. Anexo: Erosión y acreción en Isla Rosario……………………………………..……..………. 52

B. Anexo: Aproximación a la distribución de los rasgos geomorfológicos………………………53


VII Contenido

Pág.

6. Referencias………………………………………………………………………………………54
Contenido VIII

Lista de Figuras
Pág.

Figura 2-1: (A) Mapa de localización de Isla Grande, Tesoro y Rosario (Archipiélago del Rosario)
con la ubicación de la boya virtual de oleaje (triángulo amarillo) y nivel del mar (triángulo rosado).
(B) Isla Tesoro. (C) Isla Rosario. (D) Isla
Grande..................................................................................................................................................4
Figura 3-1: Promedio mensual de la altura del nivel del mar en el Archipiélago del Rosario (A)
enero de 1993 - diciembre de 2020. (B) enero de 1993 - diciembre de 1999. (C) enero de 2000 -
diciembre de 2009. (D) enero de 2010 - diciembre de 2020.………………..………..……...….....12
Figura 3-2: Promedio climatológico mensual multianual de altura del nivel del mar en el
Archipiélago del Rosario por décadas.…………………………………………………………......12
Figura 3-3: Promedio mensual de la altura significante de oleaje en aguas profundas (A) febrero de
1978 - diciembre de 2018. (B) enero de 1979 - diciembre de 1988. (C) enero de 1989 - diciembre
de 1998. (D) enero de 1999 - diciembre de 2009. (E) enero de 2010 - diciembre de
2018.……………...…………..………………………………………………………..…….……..13
Figura 3-4: (A) Rosa de altura significante de oleaje (Hs). (B) Promedio climatológico mensual
multianual de altura significante del oleaje en aguas profundas. ....……...……………..……..…...14
Figura 3-5: Función de probabilidad acumulada de altura significante del oleaje en aguas
profundas (A) Serie completa. (B) Por décadas.…………………………...………………..……...15
Figura 3-6: (A) Eventos extremos anuales de altura del oleaje en el Archipiélago del Rosario. (B)
Régimen extremo según periodo de retorno a 100 años.………………….……….……………….16
Figura 3-7: Modelamiento en Isla Grande durante el Huracán Lenny (1999) bajo condiciones A-1
(0.25 m), A-2 (0.35 m) y A-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.……………………………………………………………………………………….…..20
Figura 3-8: Modelamiento en Isla Rosario durante el Huracán Lenny (1999) bajo condiciones A-1
(0.25 m), A-2 (0.35 m) y A-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes…………………………………………………………………………...…………….....21
Figura 3-9: Modelamiento en Isla Tesoro durante el Huracán Lenny (1999) bajo condiciones A-1
(0.25 m), A-2 (0.35 m) y A-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes………………….……………………………………………………………....………...22
Figura 3-10. Tasas de cambio en la velocidad de las corrientes durante el Huracán Lenny (1999)
entre el caso A-1 (SLR=0.25 m) y el caso A-3 (SLR=0.45 m). A) Isla Grande. B) Isla Rosario. C)
Isla Tesoro…………………………………………………………………………………………..23
Figura 3-11: Modelamiento en Isla Grande durante el Frente Frío (2010) bajo condiciones B-1
(0.25 m), B-2 (0.35 m) y B-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
Contenido IX

Pág.
corrientes……………………………………………………………………………………………25
Figura 3-12: Modelamiento en Isla Rosario durante el Frente Frío (2010) bajo condiciones B-1
(0.25 m), B-2 (0.35 m) y B-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes…………………………………………………………………………………………....26
Figura 3-13: Modelamiento en Isla Tesoro durante el Frente Frío (2010) bajo condiciones B-1
(0.25 m), B-2 (0.35 m) y B-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes……………………………………………………………………………………….…...27
Figura 3-14. Tasas de cambio en la velocidad de las corrientes durante el Frente Frío (2010) entre
el caso B-1 (SLR=0.25 m) y el caso B-3 (SLR=0.45 m). A) Isla Grande. B) Isla Rosario. C) Isla
Tesoro……………………………………………………………………………………….………28
Figura 3-15: Modelamiento en Isla Grande durante el Huracán Matthew (2016) bajo condiciones
C-1 (0.25 m), C-2 (0.35 m) y C-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes……………………………………..……………………………………………………..30
Figura 3-16: Modelamiento en Isla Rosario durante el Huracán Matthew (2016) bajo condiciones
C-1 (0.25 m), C-2 (0.35 m) y C-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes………………………………………………………………..…………………...……...31
Figura 3-17: Modelamiento en Isla Tesoro durante el Huracán Matthew (2016) bajo condiciones
C-1 (0.25 m), C-2 (0.35 m) y C-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes………………………………………………………………..……………………...…...32
Figura 3-18. Tasas de cambio en la velocidad de las corrientes durante el Huracán Matthew (2016)
entre el caso C-1 (SLR=0.25 m) y el caso C-3 (SLR=0.45 m). A) Isla Grande. B) Isla Rosario. C)
Isla Tesoro.……………………………………………………………..…………………………...33
Figura 3-19. Modelamiento en Isla Grande durante el Frente Frío (2017) bajo condiciones D-1
(0.25 m), D-2 (0.35 m) y D-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes…………………………………………………………………………………….……...36
Figura 3-20. Modelamiento en Isla Rosario durante el Frente Frío (2017) bajo condiciones D-1
(0.25 m), D-2 (0.35 m) y D-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes………………………………………………………………………………….………...37
Figura 3-21. Modelamiento en Isla Tesoro durante el Frente Frío (2017) bajo condiciones D-1
(0.25 m), D-2 (0.35 m) y D-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes…………………………………………………………………………………………....38
Figura 3-22. Tasas de cambio en la velocidad de las corrientes durante el Frente Frío (2010) entre
el caso D-1 (SLR=0.25 m) y el caso D-3 (SLR=0.45 m). A) Isla Grande. B) Isla Rosario. C) Isla
Tesoro……………………………………………………………………………………………….39
Figura 3-23: Tasas de erosión y acreción en Isla Grande desde el 2010 hasta el 2021..……...…...40
Figura 3-24: Áreas de erosión y acreción en Isla Grande desde el 2010 hasta el 2021…………...41
Figura 3-25: Tasas de erosión y acreción en Isla Rosario desde el 2010 hasta el 2021...…….…...42
Figura 3-26: Áreas de erosión y acreción en Isla Rosario desde el 2010 hasta el 2021..……..…...43
Figura 3-27: Tasas de erosión y acreción en Isla Tesoro desde el 2015 hasta el 2021...…..……....44
Figura 3-28: Áreas de erosión y acreción en Isla Tesoro desde el 2015 hasta el 2021……….…...45
Contenido X

Lista de Tablas
Pág.

Tabla 2-1: Base de datos de imágenes satelitales…………................................................................7


Tabla 2-2: Tabla de escenarios de tormenta en el Archipiélago del Rosario para la aplicación del
modelo SWAN……………………………………………………………………………………….9
Tabla 2-3: Tabla de variables de entrada para la aplicación del módulo MOPLA...........................10
Tabla 3-1: Tabla de estadísticos básicos de oleaje en aguas profundas............................................14
Tabla 3-2: Eventos extremos de altura significante de oleaje (Hs) en aguas profundas (1979 -
2018)..................................................................................................................................................16
Tabla 3-3: Régimen extremo de altura significante de oleaje (Hs) por décadas a partir de periodos
de retorno a 5, 10, 20, 50 y 100 años……………………………………………………………….17
Tabla 3-4: Tabla de clasificación de zonas erosionadas o acrecionadas según el método de
regresión lineal aplicado a Isla Grande……………………………………………………………..40
Tabla 3-5: Tabla de clasificación de zonas erosionadas o acrecionadas según el método de
regresión lineal aplicado a Isla Rosario…………………………………………………………….42
Tabla 3-6: Tabla de clasificación de zonas erosionadas o acrecionadas según el método de
regresión lineal aplicado a Isla Tesoro……………………………………………………………...44
Tabla 4-1: Tabla comparativa de tasas de magnitud y porcentaje de erosión, acreción y área
reducida en Isla Grande, Rosario Tesoro (1954 - 2007 y 2010, 2015 - 2021)……………………...48
Contenido XI

Lista de Símbolos y Abreviaturas


Abreviaturas
Abreviatura Término

AMEVA Análisis Matemático y Estadístico de Variables Ambientales


AMP Área Marítima Protegida
a.p Antes del Presente
CMEMS Servicio de Vigilancia Marina Copernicus
COPLA Módulo de Corrientes de Rotura
Dm Dirección Media
DSAS Sistema de Análisis Digital de Líneas de Costa
EROS Módulo de Erosión y Sedimentación
Hs Altura Significante
Incoder Instituto Colombiano de Desarrollo Rural
INVEMAR Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras
m.a Millones de Años
MATLAB Laboratorio de Matrices
MAVDT Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
MOPLA Módulo de Morfodinámica de Playas
NOAA Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica
OLUCA Módulo de Propagación de Oleaje Espectral
PNN Parque Nacional Natural
SWAN Tasa de Regresión Lineal
Tp Periodo Pico
UJTL Universidad Jorge Tadeo Lozano
USGS Servicio Geológico de Estados Unidos
ZCIT Zona de Convergencia Intertropical
1. Introducción
En las zonas insulares costeras, se producen cambios ambientales masivos como resultado de una
interacción compleja de eventos naturales y antropogénicos, siendo la variación temporal de la
posición de las líneas de costas uno de los efectos más notorios, producto de procesos erosivos o
acrecentivos que se presentan en la margen. Esta variabilidad representa, en conjunto, la relación
que existe entre la rompiente de las olas, la dinámica mareal, la descarga de sedimentos de los ríos,
la variación del nivel del mar y la actividad del ser humano (Guzmán et al., 2008).

La erosión costera es un proceso que siempre ha estado presente en todo el mundo, sin embargo,
parece haberse acelerado a partir de las décadas 70 y 80 (Posada y Henao, 2008) de tal manera que
el panorama mundial hasta el año 2015 evidenciaba que la superficie total de tierra erosionada era
de aproximadamente 28.000 km², que correspondía al doble de la superficie producida hasta el final
de ese periodo (Mentaschi et al., 2018). Una de las variables que contribuyen altamente a la erosión
costera corresponde al aumento relativo del nivel del mar, especialmente en áreas bajas y planas
(Nicholls y Cazenave, 2010), el cual, entre otros factores, es causado por los cambios en los
patrones de viento y la energía de las olas, sumado a eventos extremos de oleaje y de nivel del mar
que pueden producir efectos importantes en las costas, los cuales tienden a variar entre regiones
desde escalas estacionales a interanuales y escalas temporales a largo plazo (Reguero et al. 2019).
Este balance sedimentario negativo, es naturalmente compensado por la acumulación sedimentaria
o acreción, sin embargo, en la actualidad estos eventos son escasos, ya que la regulación de los
cursos fluviales ha supuesto una reducción drástica del aporte de sedimentos de los drenajes
fluviales al mar (Navarrete-Ramírez, 2014), favoreciendo el desequilibrio en los bordes costeros.

En las islas del Caribe colombiano, las cuales sólo se elevan decenas de centímetros sobre el nivel
del mar, los cambios en la línea de costa son reflejados como erosión, degradación de las terrazas
coralinas, desaparición de playas y pérdida de ecosistemas marinos (Posada et al., 2011). En un
estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (INVEMAR) (2003), se
estimó un aumento en la altura del nivel de mar en 22 cm en los últimos cincuenta años, afectando
2 Introducción

primordialmente a ecosistemas de arrecifes de coral, praderas, lagunas costeras y estuarios,


manglares y playas. El constante crecimiento del nivel de marea, sumado a la continua actividad
humana, modifica el sistema y lo desequilibra, generando, consecuentemente, que las zonas
costeras se erosionen. De esta manera, si el nivel de mar continúa aumentando, se estima que en los
próximos 50 a 100 años las islas que conforman el archipiélago desaparezcan parcialmente
(López-Victoria y Díaz, 2000).

La zona de estudio, correspondiente al del Archipiélago del Rosario, la cual fue declarada como
Parque Nacional Natural (PNN) según el acuerdo N° 26 de 1977 del Inderena, y posteriormente,
como Área Marina Protegida bajo la resolución 0679 de 2005 del Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT); posee una gran importancia ecológica en la presencia
de ecosistemas marinos y costeros con alta productividad natural y diversidad biológica, que en
conjunto actúan como protección para los organismos y como estructuras estabilizadoras de las
áreas costeras, con lo que se contribuye a la reducción del riesgo de erosión en la franja costera,
manteniendo la estabilidad y conservación del suelo submarino (Incoder y UJTL, 2014). Los
procesos erosivos que ocurren en esta zona están relacionados con el deterioro de la terraza coralina
ante el contacto con agentes de escorrentía y oleaje, lo que causa su disolución parcial y
fracturamiento y, por tanto, el retroceso de la línea de costa (Posada et al., 2011). Sumado a esto, la
intervención humana descontrolada ha aumentado en los últimos años, influenciada por el turismo
masivo y el crecimiento poblacional, lo que ha implicado la extracción de la arena para la
construcción de las dunas, playas artificiales y dragados del fondo marino (Posada y Guzmán,
2007); cuyo escenario es agravado por la falta de drenajes que aporten sedimento desde el
continente, convirtiendo a las terrazas coralinas la única fuente de material arenoso (Posada et. al,
2011). A consecuencia de lo anterior, se ha evidenciado la degradación de las formaciones coralinas
al ser un material poroso y frágil, y la reducción de la población de manglares que brindan
protección natural contra el oleaje; de tal manera que, en la actualidad, Isla Tesoro e Isla Rosario
son las únicas áreas terrestres del archipiélago que se encuentran en estado natural (UAESPNN,
2006). Sin embargo, aunque las zonas marinas protegidas sean especialmente vulnerables a ser
erosionadas, no hay muchos estudios que cuantifiquen estos cambios morfológicos en relación a las
variables oceanográficas y climáticas.

A partir del estudio realizado por Restrepo et. al (2012), se ha logrado entender los efectos de la
persistencia de la erosión debido a procesos naturales y a la intervención humana en Isla Grande,
Introducción 3

Isla Rosario e Isla Tesoro específicamente; tres de las islas más importantes del Archipiélago del
Rosario. Los resultados obtenidos, evidenciaron que el archipiélago ha presentado tasas de erosión
críticas, produciendo alteraciones en los procesos erosivos que resultaron en una pérdida de
territorio del 6.7%, 8.2% y 48.7% para Isla Grande, Isla Rosario e Isla Tesoro respectivamente.
Según Restrepo (2012), la interacción entre el nivel del mar y la dinámica del oleaje con los
arrecifes costeros que rodean las islas son los principales factores de control en la disminución de
terreno. Esto se debe a que los arrecifes cumplen la función de barrera natural contra el oleaje al
aumentar la fricción con el fondo ocasionar que las olas rompan en zonas alejadas de la línea de
costa (Restrepo et. al, 2011). No obstante, estos ecosistemas marino-costeros han reducido su
extensión en las últimas décadas debido al aumento gradual de la temperatura superficial del mar, la
acidificación oceánica e incluso el aporte de aguas continentales; los cuales terminan deteriorando
la calidad del agua e impidiendo el crecimiento coralino (Posada et. al, 2011). Lo anterior, sumado
al incremento del nivel del mar, aumenta, a su vez, la profundidad media de las aguas poco
profundas, promoviendo la penetración de las olas a través de los arrecifes y la concentración de la
energía que actúa en la costa (Restrepo et. al, 2012). Sin embargo, en el mismo trabajo se determinó
que a partir de 1970 no hay evidencia de una reducción significativa en las áreas de Tesoro y
Rosario después de la fecha, de manera que los cambios en la línea de costa se atribuyen a ajustes
morfodinámicos. En cambio, el escenario para Isla Grande en los últimos 30 años de análisis fue
completamente opuesto, ya que los procesos erosivos se intensificaron a medida que el nivel del
mar se incrementaba y la comunidad de arrecifes se reducía paralelamente como resultado,
principalmente, de la modificación antrópica en la isla (Restrepo et. al, 2012).

De esta forma, las áreas insulares del caribe colombiano presentan una alta vulnerabilidad al
cambio climático, lo cual provoca efectos sobre las actividades turísticas, la población local
residente, las actividades agrícolas, la actividad pesquera y los ecosistemas (INVEMAR et. al,
2012). Por ello, en este trabajo se busca analizar la influencia del ascenso del nivel medio del mar y
del oleaje en los cambios recientes de la morfología costera en Isla Tesoro, Isla Rosario e Isla
Grande pertenecientes al Archipiélago del Rosario, por su condición de áreas protegidas,
importancia socioeconómica, geomorfología y por su alta vulnerabilidad a la erosión; procesando
información de imágenes de altimetría satelital y de análisis de series de tiempo de oleaje, para
identificar zonas erosionadas o acrecionadas haciendo uso de modelos numéricos de propagación
de oleaje para simular los impactos de estas variables en la costa.
2. Área de Estudio, Datos y Métodos

2.1 Descripción del Área de Estudio


El Archipiélago del Rosario se encuentra ubicado frente al departamento de Bolívar entre los 9°35'
y 10°15' de latitud norte (Figura 2-1A), conformando en conjunto 34 islas, cayos e islotes que
corresponden a antiguos arrecifes coralinos; donde habitan un total de 718 personas, la mayoría de
los cuales residen en Isla Grande (Posada et. al, 2011). El área emergida de este archipiélago es de
aproximadamente 325.5 ha, siendo Isla Grande (201.8 ha) (Figura 2-1D) e Isla Rosario (93.2 ha)
(Figura 2-1C), las islas de mayor extensión.

Figura 2-1. (A) Mapa de localización de Isla Grande, Tesoro y Rosario (Archipiélago del Rosario)
con la ubicación de la boya virtual de oleaje (triángulo amarillo) y nivel del mar (triángulo rosado).
(B) Isla Tesoro. (C) Isla Rosario. (D) Isla Grande.
Área de Estudio, Datos y Métodos 5

Según Vernette (1985), la formación del archipiélago del Rosario es producto del levantamiento por
deformación de los estratos sedimentarios de la plataforma continental a medida que se formaba el
Cinturón del Sinú, provocado por el diapirismo de lodo durante la actividad tectónica del Mioceno
(±5 m.a). El autor afirma que estos eventos formaron elevaciones desde la plataforma hasta la zona
fótica, donde se asentaron los primeros sistemas coralinos. Los eventos de variación de nivel del
mar siguientes produjeron distintos periodos erosivos que moldearon las terrazas arrecifales
(Cendales, 2002). A finales de la última glaciación (16.000 a.p), el nivel del mar empezó a
aumentar nuevamente, cubriendo las formaciones de corales antiguas sobre las cuales se asentaron
nuevas comunidades, constituyendo la base de los arrecifes actuales, que, al quedar emergidos,
fueron colonizados por manglares (Díaz et. al, 1999). Por último, un descenso relativo del nivel del
mar posterior hizo que las islas emergieran (Cendales, 2002).

Con respecto al régimen climatológico en la zona de estudio, este se encuentra dominado por la
fluctuación de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) a lo largo de la región ecuatorial, lo
cual genera una marcada estacionalidad: una temporada seca entre diciembre y abril cuando la
ZCIT se encuentra en posición meridional y los vientos alisios soplan constantemente del noreste,
un período entre junio y julio con muy pocos o nulos eventos de precipitación conocido como
“Veranillo de San Juan” (Gutiérrez et al., 2011) y, por último, una estación lluviosa entre agosto y
noviembre, cuando la ZCIT está en posición septentrional, debilitando los vientos alisios del norte
mientras que los vientos del suroeste toman dominio (Bernal et. al, 2006).

De las características oceanográficas, se ha establecido que el régimen de altura significativa del


oleaje varía entre 0.1 y 2.5 m, mientras que su período pico se encuentra entre 28 y 140 s, con un
porcentaje de ocurrencia de 72% para trenes de oleaje provenientes del nornoreste (Restrepo et. al,
2011). En cuanto al régimen de mareas, éste presenta una regularidad durante todo el año y se
caracteriza por ser mixto, semidiurno de tipo micromareal y por poseer alturas que generalmente
están por debajo de los 50 cm (Posada et. al, 2011). Por otro lado, las corrientes oceánicas con
mayor acción en el archipiélago corresponden a la corriente superficial del Caribe y la
contracorriente de Panamá, asimismo, también recibe aporte fluvial del Canal de Dique, el río
Magdalena, el río Sinú y de otros drenajes menores del Golfo de Morrosquillo (MAVDT et al.,
2012). Así, cuando la ZCIT está hacia el norte y los vientos alisios se debilitan, estos aportes
fluviales son transportados hacía el archipiélago de las Islas del Rosario (Gómez et al., 2009),
ocasionando cambios drásticos que pueden llegar a afectar a las islas
6 Área de Estudio, Datos y Métodos

2.2 Descripción de los Datos y Métodos Utilizados


Para desarrollar el proyecto, se hizo uso de una serie de tiempo de altura superficial del mar, con el
fin de caracterizar estadísticamente las condiciones más frecuentes de esta variable en la serie
temporal media (régimen medio) y la distribución de los eventos extremos o temporales durante un
periodo de tiempo específico (régimen extremo). Estos datos se obtuvieron del dataset global de
altimetría satelital proporcionado por el Servicio de Vigilancia Marina Copernicus (CMEMS), el
cual cubre un periodo de tiempo entre el 1 de enero de 1993 hasta el 31 de diciembre de 2020,
proporcionando datos de altura de superficie del mar con resolución temporal diaria, los cuales
cuentan con una resolución espacial de 0.25×°0.25°. Esta base de datos reúne información de las
misiones de altímetro Jason-3, Sentinel-3A, HY-2A, Saral/AltiKa, Cryosat-2, Jason-2, Jason-1, T/P,
ENVISAT, GFO y ERS1/2; en la cual se interpolan los datos de altura superficial del mar a partir de
la fusión de todos los satélites (CMEMS, s.f.). Para reducir los datos de altimetría hacia la zona de
estudio, se definió el punto más cercano al Archipiélago del Rosario y el más alejado de las
geoformas costeras continentales aledañas que pudiesen modificar la dinámica mareal, el cual se
determinó bajo las coordenadas 10.125°N y 75.875°W (Figura 2-1A). Adicionalmente, también se
utilizó una serie de tiempo de oleaje, la cual incluía datos de altura significante de ola y dirección;
para los cuales, al igual que con el registro de altura superficial del mar, se realizó un análisis de
condiciones medias y extremas. Este se obtuvo a partir de los datos diarios de retroanálisis del
programa WAVEWATCH III de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y
Atmosférica) desde el 1 de febrero de 1979 hasta el 31 de diciembre de 2018 con una resolución
temporal de 3 horas y una resolución espacial de 0.16°×0.16°, para lo cual se escogió la boya
virtual ubicada según las coordenadas 10.34°N y 75.67°W (Figura 2-1A).

Ambas series de tiempo fueron procesadas con el software de cómputo numérico MATLAB
R2020b, cuyo lenguaje está basado principalmente en la representación de datos y funciones por
medio de matrices y vectores para analizar y visualizar datos y realizar cálculos numéricos
(Houcque, 2005). Con este software, se obtuvieron gráficos de tendencia lineal y promedio
climatológico mensual multianual tanto para el nivel del mar como para el oleaje. Al mismo
tiempo, se utilizó el programa AMEVA 1.4.2 (Análisis Matemático y Estadístico de Variables
Ambientales) desarrollado por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria
con la finalidad de estudiar y caracterizar el régimen extremal de altura significante del oleaje en la
zona de estudio a partir del método de máximos anuales.
Área de Estudio, Datos y Métodos 7

Posteriormente, para digitalizar los cambios históricos en las líneas de costa se recopilaron una
serie de imágenes satelitales multibanda a través de la plataforma Earth Explorer de la USGS
(Servicio Geológico de Estados Unidos), proporcionadas por el sensor remoto Sentinel 2 para el
mes de diciembre entre los años 2015 hasta 2021 en las tres islas involucradas en el estudio y,
adicionalmente, se obtuvieron imágenes de Google Earth Pro para los años 2010 y 2013 en Isla
Grande e Isla Rosario (Tabla 2-1). Es importante mencionar que el producto de Sentinel 2 consta de
13 bandas espectrales con una resolución espacial de 10 metros para las bandas 2, 3, 4 y 8; una
resolución de 20 m para las bandas 5, 6, 7, 8a, 11 y 12; y, por último, una resolución de 60 m para
las bandas 1, 9 y 10. Debido a esto, para el procesamiento de las imágenes de Sentinel 2 se realizó
la combinación RGB de las bandas 4, 3 y 2 a color natural, obteniendo imágenes con una
resolución espacial máxima de 10 m.

Tabla 2-1. Base de datos de imágenes satelitales.

Fecha Satélite
07/12/2021 Sentinel 2
01/12/2020 Sentinel 2
13/12/2019 Sentinel 2
13/12/2018 Sentinel 2
18/12/2017 Sentinel 2
18/12/2016 Sentinel 2
01/01/2013 Google Earth*
01/02/2010 Google Earth*
*= Isla Grande, Isla Rosario.

De esta manera, con el fin de reconocer las zonas con mayor tasa de erosión por año, se utilizó el
software DSAS 5.0 (Digital Shoreline Analysis System), desarrollado por la USGS y disponible
como complemento para ArcGis Desktop 10.4.1, el cual construye transectas que intersecan las
líneas de costa digitalizadas previamente para generar puntos de medición y calcular razones de
cambio. Para ello, se realizaron los siguientes pasos:

● Definición de una línea base: DSAS funciona bajo el método de referencia de medición
(Leatherman y Clow, 1983), por lo que la orientación de un transecto a través de las costas
depende de la posición de la línea base (Himmelstoss et. al, 2018). Por ello, para construir
la línea base, primero se determinó para cada isla, una línea de costa que representara la
tendencia general de la morfología costera para el período de tiempo estipulado.
8 Área de Estudio, Datos y Métodos

Luego, se utilizó la herramienta buffer del programa ArcMap para generar un área de
influencia de 40 m, 36 m y 30 m de ancho para Isla Grande, Isla Rosario e Isla Tesoro
respectivamente a partir de la línea tendencia y, de esta manera, se tomó como base la línea
del buffer más cercana al continente.
● Definición de parámetros de transectos: Se definió un espaciamiento entre transectos de 10
m para Isla Grande, 5 m para Isla Rosario y 2 m para Isla Tesoro y un área de búsqueda de
líneas de costa de 50 m. Adicionalmente, se les aplicó una distancia de suavizamiento de 250
metros con el fin de evitar la intersección de las transectas y orientarlas paralelamente unas
de otras.
● Cálculo de tasas de cambio: Por último, el análisis estadístico se realizó bajo el método de
tasa regresión lineal (LRR), el cual funciona ajustando una línea de regresión de mínimos
cuadrados a todos los puntos de la costa para un transecto (Himmelstoss et. al, 2018).

Posteriormente, una vez determinadas las zonas con mayor tasa de erosión para el periodo de
tiempo definido, se calculó el porcentaje de área reducida a partir del área total de las islas según la
imagen satelital más antigua con respecto a la más reciente y se obtuvieron las tasas de cambio
anuales.

Finalmente, la última parte del trabajo se basa en la simulación de propagación de oleaje de eventos
de tormenta registrados en la base de datos bajo diferentes escenarios de nivel del mar. Para
cumplir este objetivo se usaron conjuntamente los modelos SWAN y MOPLA. El modelo SWAN
(Simulating WAves Nearshore) (Booij et. al, 1999), fue aplicado para simular oleaje espectral en
aguas profundas en una superficie amplia desde el punto donde se ubica la boya virtual de la
NOAA (Figura 2-1A) hasta donde se encuentra el archipiélago a partir de condiciones iniciales de
altura significante de oleaje, periodo pico y dirección media obtenidas de la base de datos de oleaje
especificados en la Tabla 2-2 para cuatro eventos de tormenta a condiciones actuales de nivel del
mar adaptados de Cueto et. al (2022): el Huracán Lenny (1999), un evento de Frente Frío durante el
2010, el Huracán Matthew (2016) y un último evento de Frente Frío en el 2017. Este modelo fue
calibrado bajo los parámetros de calibración establecidos en Conde-Frías (2017).
Área de Estudio, Datos y Métodos 9

Tabla 2-2. Tabla de escenarios de tormenta para la aplicación del modelo SWAN.

Caso de
Tormenta Hs1 (m) Tp2 (s) Dm3 (°)
Estudio
A-1
A-2 Lenny 1999 2.65 9.25 308.91
A-3
B-1
Frente Frío
B-2 2.55 8.64 327.23
12/2010
B-3
C-1
C-2
Matthew 2016 1.97 11.78 352.70
C-3
D-1
Frente Frío
D-2 2.09 7.53 17.91
02/2017
D-3
1
Hs= Altura Significante.
2
Tp= Periodo Pico.
3
Dm= Dirección Promedio.

A partir de la simulación con el modelo SWAN, se obtuvieron nuevos datos de Hs, Tp y Dm para
Isla Grande, Rosario y Tesoro en aguas profundas (Tabla 2-3); que serían utilizados como
información inicial para la aplicación del Módulo de Morfodinámica de Playas (MOPLA), el cual
hace parte del software Sistema de Modelado Costero (SMC) desarrollado por el Instituto de
Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria. Este programa está compuesto por tres
módulos aplicativos: un módulo de Propagación de Oleaje Espectral (OLUCA-SP) que contempla
los procesos de asomeramiento, refracción, disipación de energía, difracción y rotura; un módulo de
Corrientes de Rotura (COPLA-SP) y un módulo de Erosión y Sedimentación (EROS). Sin
embargo, para llevar a cabo los objetivos de este trabajo de grado, se emplearon los dos primeros
módulos en una malla de cálculo de 5000 m × 12600 m para Isla Grande y Rosario y de 1245×
1860 m para Isla Tesoro, con el fin de simular la propagación del oleaje detalladamente hacia aguas
someras en una malla computacional más reducida y poder calcular la dirección y la magnitud de
corrientes inducidas bajo distintas condiciones de oleaje extremo y proyecciones de nivel del mar.
Los escenarios a modelar a partir de los datos obtenidos por el modelo SWAN se especifican en la
Tabla 2-3.
10 Área de Estudio, Datos y Métodos

Tabla 2-3. Tabla de variables iniciales de entrada para la aplicación del módulo MOPLA.
Isla Grande y
Isla Tesoro
Rosario
Caso de Hs2 Tp3 Dm4 Hs Tp Dm
Tormenta SLR1 (m)
Estudio (m) (s) (°) (m) (s) (°)
A-1 0.25 (presente)
A-2 Lenny 1999 0.35 (2025) 2.35 10 315 2.7 10 315
A-3 0.45 (2050)
B-1 0.25 (presente)
Frente Frío
B-2 0.35 (2025) 2.2 10 330 2.65 10 330
12/2010
B-3 0.45 (2050)
C-1 0.25 (presente)
C-2 Matthew 2016 0.35 (2025) 1.3 14 345 2 12 330
C-3 0.45 (2050)
D-1 0.25 (presente)
Frente Frío
D-2 0.35 (2025) 1.8 8 25 2.1 8 17
02/2017
D-3 0.45 (2050)
1
SLR= Aumento del Nivel del Mar.
2
Hs= Altura Significante.
3
Tp= Periodo Pico.
4
Dm= Dirección Promedio.
3. Resultados

3.1 Régimen Medio de Altura del Nivel del Mar y Oleaje

3.1.1 Nivel del Mar


De manera generalizada, en la zona de estudio la serie de tiempo de nivel del mar para el periodo
comprendido entre 1993 hasta 2020, presenta un comportamiento creciente a una razón de 3.9
mm/año, el cual oscila entre 363 mm y 623 mm de altura relativa (Figura 3-1A), por lo cual, en los
últimos 27 años, el nivel del mar en el Archipiélago del Rosario ha experimentado un aumento de
10.5 cm, la mayoría de este producido desde el 2010 (6.2 cm).

Este comportamiento a escalas de tiempo decadales, presenta variaciones en la magnitud de la


tendencia lineal de los datos, ya que durante la segunda década de la serie de tiempo (2000 - 2009)
(Figura 3.1C) hay una disminución de 1 mm/año aproximadamente, obteniendo una razón positiva
de 1.8 mm/año con respecto a la razón de aumento de 2.9 mm/año de la década anterior (1993 -
1999) (Figura 3.1B). Sin embargo, en los últimos 10 años (Figura 3.1D), este crecimiento se
triplicó, alcanzando una razón de aumento de 6.2 mm/año.
12 Resultados

Figura 3-1. Promedio mensual de la altura del nivel del mar en el Archipiélago del Rosario (A)
enero de 1993 - diciembre de 2020. (B) enero de 1993 - diciembre de 1999. (C) enero de 2000 -
diciembre de 2009. (D) enero de 2010 - diciembre de 2020.

A partir de la gráfica de promedio climatológico (Figura 3-2), se observa que las tres décadas de
estudio presentan comportamientos similares durante cada mes, resaltando el aumento marcado de
la altura relativa del nivel del mar durante la época lluviosa (agosto - diciembre) cuando las
anomalías alcanzan sus valores más altos, en contraste a la época seca (enero - julio) cuando el
promedio de las anomalías mensuales multianuales es negativo.

Figura 3-2. Promedio climatológico mensual multianual de altura del nivel del mar en el
Archipiélago del Rosario por décadas.
Resultados 13

3.1.2 Oleaje
A partir de la serie de tiempo completa, la altura significante del oleaje ha presentado una
estabilidad en su magnitud desde febrero de 1979 hasta finales del 2018, con una tendencia positiva
casi imperceptible de 4.7×10-4 m/año (Figura 3-3A). Esta misma tendencia de no aumentar ni
disminuir la altura del oleaje, se presentó durante la primera década de datos que abarcó los años
entre 1979 hasta 1988 (Figura 3-3B). Durante la siguiente década (1989 - 1988), se da una
disminución lenta de la altura significante, obteniendo una tasa de cambio de -0.013 m/año (Figura
3-3B). El decrecimiento de la altura del oleaje continúa en los siguientes 10 años (1989 - 2008), en
cual, las olas tienden a reducir su altura bajo la razón de -0.021 m/año (Figura 3-3C). Sin embargo,
en la década más reciente, desde el 2009 hasta el 2018, se da un aumento de la altura significante
del oleaje, cambiando su razón de crecimiento a 0.015 m/año.

Figura 3-3. Promedio mensual de la altura significante de oleaje en aguas profundas (A) febrero de
1978 - diciembre de 2018. (B) enero de 1979 - diciembre de 1988. (C) enero de 1989 - diciembre
de 1998. (D) enero de 1999 - diciembre de 2009. (E) enero de 2010 - diciembre de 2018.

Los promedios mensuales multianuales de la altura significante de ola para la zona de estudio,
representados en la Figura 3-4A, reflejan que la altura máxima de oleaje se da al inicio de la época
seca, entre los meses de febrero y marzo, cuando los vientos alisios del NE presentan velocidades
mayores. Posteriormente, disminuye drásticamente durante el mes de mayo y empieza a aumentar
lentamente durante el Veranillo de San Juan (junio - julio). Al inicio de la época lluviosa, entre
14 Resultados

agosto y octubre, cuando los vientos alisios del NE han disminuido su intensidad, hay una nueva
disminución de la altura del oleaje, alcanzando sus valores más bajos y, finalmente, durante los
últimos meses de lluvia en la zona (noviembre - diciembre), el oleaje empieza a crecer nuevamente.
Es importante resaltar que en las últimas 2 décadas el incremento en el promedio mensual durante
la época seca de la altura del oleaje ha sido del 12% entre los meses de enero, febrero y marzo. En
cuanto a la rosa de oleaje (Figura 3-4B), se obtuvo que el oleaje predominante tiene dirección NNE,
con una probabilidad de ocurrencia de 72.45%, cuyas alturas significantes se concentran entre 0.54
m y 0.71 m (Tabla 3-1), seguido del oleaje del N con una probabilidad de ocurrencia del 15.95%
con oleajes entre 0.52 y 0.88 m de altura.

Figura 3-4. (A) Rosa de altura significante de oleaje (Hs). (B) Promedio climatológico mensual
multianual de altura significante del oleaje en aguas profundas.

Tabla 3-1. Tabla de estadísticos básicos de oleaje en aguas profundas.

Probabilidad de Hs25% Hs50% Hs75% Hs90% Hsmax


Dirección
Ocurrencia (%) (m) (m) (m) (m) (m)
N 15.951 0.520 0.880 1.151 1.380 2.580
NNE 72.450 0.540 0.709 0.940 1.160 2.098
NE 0.033 0.08 0.740 0.770 0.786 0.794
ENE 0.018 0.669 0.690 0.709 0.721 0.725
E 0.021 0.508 0.615 0.640 0.654 0.660
ESE 0.023 0.230 0.536 0.564 0.582 0.589
SE 0.033 0.330 0.487 0.511 0.250 0.523
SSE 0.027 0.255 0.392 0.424 0.440 0.454
S 0.039 0.263 0.310 0.365 0.423 0.680
SSO 0.046 0.269 0.300 0.370 0.506 0.680
Resultados 15

Tabla 3-1: (Continuación)


Probabilidad de Hs25% Hs50% Hs75% Hs90% Hsmax
Dirección
Ocurrencia (%) (m) (m) (m) (m) (m)
SO 0.616 0.310 0.440 0.550 0.720 1.26
OSO 1.605 0.300 0.410 0.550 0.720 1.960
O 2.202 0.290 0.380 0.520 1.020 2.07
NNO 0.989 0.270 0.380 0.520 0.790 2.260
NO 2.198 0.320 0.490 0.830 1.326 2.710
ONO 2.041 0.330 0.510 0.800 1.200 2.55

Según la gráfica de función de probabilidad acumulada (Figura 3-5A), tanto para la de serie tiempo
completa para la altura significante de oleaje, como para la serie dividida por décadas, se obtiene
que los oleajes más probables, de manera general, se concentran en alturas de 0.5 m y 0.72 m.

Figura 3-5. Función de probabilidad acumulada de altura significante del oleaje en aguas
profundas (A) Serie completa. (B) Por décadas.

3.2 Régimen Extremal del Oleaje


A partir del método de máximos anuales, se obtuvo que entre 1979 y 2018, se encontraron 40
eventos de altura de oleaje máximo (Figura 3-6A), los cuales superan los 1.7 m en aguas profundas
(Tabla 3-2). Asimismo, se obtuvo una gráfica de periodo de retorno diferenciado por décadas
(Figura 3-6B), donde se observa que con el paso del tiempo se da un aumento en la estimación de
magnitud de altura significante para al menos uno de los eventos de oleaje extremo en el futuro,
16 Resultados

pasando de 2.48 m a 100 años entre 1979 y 1988 a más de 2.7 m de altura entre 2009 y 2018 (Tabla
3-3).

Figura 3-6. (A) Eventos extremos anuales de altura del oleaje en el Archipiélago del Rosario. (B)
Régimen extremo según periodo de retorno a 100 años.

Tabla 3-2. Eventos extremos de altura significante de oleaje (Hs) en aguas profundas (1979 -
2018).

Año Hs (m) Año Hs (m) Año Hs (m) Año Hs (m)


1979 2.05 1989 2.08 1999 2.65 2009 2.23
1980 1.87 1990 1.80 2000 2.03 2010 2.58
1981 2.07 1991 2.11 2001 2.03 2011 1.89
1982 1.88 1992 2.01 2002 1.92 2012 1.92
1983 1.70 1993 1.97 2003 1.83 2013 2.17
1984 1.72 1994 1.61 2004 2.11 2014 1.80
1985 1.88 1995 1.70 2005 2.04 2015 1.88
1986 1.95 1996 2.71 2006 2.35 2016 2.02
1987 2.24 1997 1.97 2007 1.81 2017 2.10
1988 1.97 1998 1.85 2008 1.76 2018 2.13
Resultados 17

Tabla 3-3. Régimen extremo de altura significante de oleaje (Hs) por décadas a partir de periodos

de retorno a 5, 10, 20, 50 y 100 años.

Periodo de Retorno
Años
Hs5 (m) Hs10 (m) Hs20 (m) Hs50 (m) Hs100 (m)
1979 - 1988 2.068 2.165 2.264 2.392 2.487
1989 - 1998 2.169 2.325 2.476 2.670 2.816
1999 - 2008 2.212 2.348 2.478 2.647 2.774
2009 - 2018 2.216 2.337 2.453 2.603 2.716

3.3 Oleaje y Sistemas Circulatorios

3.3.1 Huracán Lenny


Según la Figura 3-7A, se observa en Isla Grande para el caso A-1 (SLR= 0.25 m), el oleaje
proveniente del noroccidente disminuye significativamente su altura cuando atraviesa los arrecifes
franjeantes, pasando de tener una magnitud aproximada de 2.24 m a 0.86 m, la cual se reduce
progresivamente hasta llegar a la costa con alturas menores a 0.68 m. Al aumentar el nivel del mar,
este comportamiento se intensifica, pasando de 2.24 m a 0.90 m y a 0.94 m en los casos A-2 (SLR=
0.35 m) y A-3 (SLR=0.45 m) y alturas de 0.72 m y 0.75 m en cercanías a la zona de rotura
respectivamente. Hacia el norte, las olas concentran su energía en el punto duro de Punta Alcatraz y
en las terrazas de La Puntica y Punta Brava, produciendo un efecto de difracción que forma
pequeñas zonas de sombra donde el oleaje que llega hasta la segunda zona de rotura está por debajo
de los 0.1 m, siendo incluso menor para la zona de sombra en Punta Alcatraz y La Puntica, ya que
estas se encuentran al sur de una zona sombra producida por los islotes ubicados al noroccidente.
De igual forma, el litoral al sur de la isla, por efecto de la difracción, está completamente
resguardado. Sin embargo, el área de estas zonas protegidas del oleaje es reducida a medida que el
nivel crece, estableciendo una relación inversa que expone especialmente a Punta Alcatraz y Punta
la Puntica a la acción del oleaje a pesar de presentar alturas bajas. Por su parte, las corrientes
inducidas por las olas en Isla Grande en el caso A-2 (Figura 3-7B), se concentran en los arrecifes
franjeantes y en los puntos duros, alcanzando velocidades entre los 0.15 m/s y 0.74 m/s, mientras
que en la zona de rotura hay varios sistemas de corrientes longitudinales débiles con velocidades
menores a 0.079 m/s. El primer sistema de corrientes costeras se forma entre Punta Brava y el área
recreacional de Matamba en sentido noroccidente-suroccidente y entre Punta Brava y Punta
18 Resultados

Alcatraz en sentido occidente-oriente, y un segundo sistema entre playa Media Naranja y Punta
Alcatraz en dirección oriente-occidente y entre playa Media Naranja hasta el suroccidente de Isla
Grande en dirección occidente-oriente. A medida que el nivel del mar asciende, para los casos A-2
y A-3, las corrientes longitudinales al noroccidente adquieren rapidez (< 0.09 m/s), mientras que al
nororiente se ralentizan (0.05 - 0.065 m/s) (Figura 3-10A). Además, las corrientes que atraviesan la
costa de Punta Alcatraz y La Puntica, tienen un aumento en la magnitud de su velocidad de hasta
0.2 m/s.

Según la Figura 3-8A, a condiciones actuales de nivel del mar en Isla Rosario, el oleaje del
noroccidente (2.08 m) cuando atraviesa los arrecifes disminuye hasta 0.67 m y llega a la costa con
0.55 m; a excepción de los acantilados del norte donde el oleaje se acerca al área de aguas someras
con alturas aproximadas a 1.67 m. Las olas se concentran en Punta Casimba y al inicio de los
acantilados del este, donde ocurren procesos de difracción que generan zonas de sombra, al igual
que toda la costa occidental y sur de la isla. En cambio, cuando aumenta el nivel del mar durante el
caso A-2 y A-3, las olas al pasar la zona de rompiente de los arrecifes conservan alturas de 0.72 m
y 0.77 m respectivamente, llegando a la costa con alturas menores a 0.59 m y 0.64 m. Los
acantilados del norte, también se ven afectados por esta fluctuación, donde la altura del oleaje
incidente asciende hasta 1.69 m en A-2 y A-3. La reducción de las zonas de sombra es más
importante al inicio de los acantilados del este, donde desaparecen completamente en A-3 y permite
que las olas, aunque con alturas bajas, mantengan contacto con los acantilados. Por otro lado, según
la Figura 3-8B en Isla Rosario durante el caso A-1, se forma una intensa corriente en los arrecifes
franjeantes (0.55 - 0.14 m/s) desde Punta Casimba en dirección nororiente-suroriente, mientras que
en cercanías a la costa se resalta la formación de una corriente longitudinal (0.078 m/s) en dirección
nororiente-suroriente, la cual es interrumpida por un sistema de circulación de menor magnitud
(0.018 m/s) inducido por la presencia de Punta Arena en dirección suroriente-nororiente. También,
al suroccidente de los acantilados de Isla Rosario, se forma una corriente longitudinal importante
(0.10 m/s), que transporta los sedimentos hacia el este. A partir de los casos A-2 y A-3, las
corrientes durante el frente frío, las corrientes del nororiente se aceleran a razón de 0.2 y 0.01 m/s
(Figura 3-10B), favoreciendo el transporte de sedimentos hacia el suroriente. Al occidente de la
isla, las corrientes más importantes se encuentran en Punta Casimba y en la zona de playa arenosa
al sur (0.15 m/s), la cual favorece la redistribución del sedimento hacia Punta Arena.

Por último, a partir de la Figura 3-9A en Isla Tesoro durante A-1, el oleaje pierde la mayor cantidad
de energía al pasar por el primer evento de rotura en los arrecifes franjeantes, reduciendo su altura
Resultados 19

de 2.13 m a 0.8 m y llegando la costa con sólo 0.29 m. Este oleaje, durante A-2, se reduce hasta
0.86 m al pasar por los arrecifes franjeantes y se acerca a la costa con 0.34 m; mientras que en A-3,
toma alturas de 0.9 m y llega a la costa con 0.4 m. Sin embargo, a pesar de presentar las
condiciones más débiles de energía y altura de oleaje, este incide activamente a lo largo de toda la
línea de costa, especialmente en la zona de playas y terrazas al norte, exceptuando su parte
suroriental que se encuentra protegida bajo una sombra de difracción, la cual disminuye
progresivamente su área a medida que aumenta el nivel, dejando sólo una pequeña parte de la línea
de costa resguardada del oleaje. Con respecto a las corrientes en Isla Tesoro (Figura 3-9B), estas
concentran sus velocidades más altas en los arrecifes (0.59 - 0.34 m/s) con dirección nororiental -
suroriental y presenta una corriente longitudinal en dirección noroccidente - suroccidente que, al
entrar en la zona de playa, disminuye la magnitud de su velocidad a menos de 0.15 m/s. En los
acantilados del norte de Isla Tesoro, por su morfología costera, se genera un sistema circulatorio de
corrientes en sentido horario (0.16 m/s), que al interactuar con las corrientes que vienen del
noroccidente, forma una zona de corrientes débiles (0.044 m/s). En los eventos posteriores de
aumento del nivel del mar, las corrientes al norte de la isla tienen un aumento significativo en su
velocidad (0.05 - 0.2 m/s), las cuales transportan mayor cantidad de sedimentos hacia las playas del
suroccidente donde se propicia la depositación ya que las corrientes se debilitan entre 0.02 y 0.05
m/s (Figura 3-10C).
20 Resultados

Figura 3-7. Modelamiento en Isla Grande durante el Huracán Lenny (1999) bajo condiciones A-1
(0.25 m), A-2 (0.35 m) y A-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
Resultados 21

Figura 3-8. Modelamiento en Isla Rosario durante el Huracán Lenny (1999) bajo condiciones A-1
(0.25 m), A-2 (0.35 m) y A-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
22 Resultados

Figura 3-9. Modelamiento en Isla Tesoro durante el Huracán Lenny (1999) bajo condiciones A-1
(0.25 m), A-2 (0.35 m) y A-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
Resultados 23

Figura 3-10. Tasas de cambio en la velocidad de las corrientes durante el Huracán Lenny (1999)
entre el caso A-1 (SLR=0.25 m) y el caso A-3 (SLR=0.45 m). A) Isla Grande. B) Isla Rosario. C)
Isla Tesoro. Los valores positivos indican disminución de la magnitud de las corrientes y los
valores negativos indican incremento.

3.3.2 Frente Frío (2010)


Durante el Frente Frío ocurrido en el 2010, a comparación del evento del Huracán Lenny,
representó una pequeña disminución de la acción del oleaje contra la línea costera, y, por tanto,
significó un decrecimiento en la magnitud general de la velocidad de las corrientes de deriva que
bordean las islas. Según la Figura 3-11A, se observa en Isla Grande para el caso B-1, el oleaje
cuando atraviesa los arrecifes pasa de tener una magnitud aproximada de 2.14 m a 0.86 m, llegando
a la costa con alturas menores a 0.67 m. Al aumentar el nivel del mar, este comportamiento se
intensifica, pasando de 2.14 m a 0.90 m y a 0.94 m en los casos B-2 y B-3 y alturas de 0.71 m y
0.74 m en cercanías a la zona de rotura respectivamente. Con respecto a las corrientes en el caso
B-1 (Figura 3-11B), estas logran alcanzar en los arrecifes velocidades entre los 0.14 m/s y 0.55 m/s,
mientras que los sistemas de corrientes longitudinales poseen velocidades menores a 0.078 m/s.
24 Resultados

Para los casos B-2 y B-3, las corrientes longitudinales al noroccidente aumentan su rapidez a
razones menores a 0.01 m/s, manteniéndose por debajo de los 0.088 m/s (Figura 3-14A), mientras
que al nororiente se ralentizan a tasas por debajo de los 0.002 m/s. Sin embargo, las corrientes
costeras en Punta Alcatraz y La Puntica siguen siendo más intensas, aumentando la magnitud de su
velocidad hasta 0.2 m/s.

En Isla Rosario, según la Figura 3-12A en el caso B-1, el oleaje del noroccidente (2.36 m) cuando
atraviesa los arrecifes disminuye hasta 0.66 m y llega a la costa con 0.53 m. Cuando aumenta el
nivel del mar durante el caso B-2, las olas al pasar la zona de rompiente de los arrecifes conservan
alturas de 0.71 m, llegando a la costa con alturas menores a 0.58 m; mientras que en B-3, el oleaje
disminuye su altura hasta aguas someras desde 0.76 m a 0.63 m. En los acantilados del norte, el
oleaje pasa de tener una altura aproximada de 1.67 m en B-1 a 1.58 m en B-3. Por otro lado, a partir
de la Figura 3-12B se observa que la corriente en dirección nororiente-suroriente mantiene alturas
entre 0.55 - 0.14 m/s, la corriente de deriva en dirección nororiente-suroriente disminuye su
velocidad con respecto a Lenny hasta 0.062 m/s y esto ocurre igualmente para la corriente al
suroccidente de los acantilados de Isla Rosario, que presenta velocidades menores (0.088 m/s). No
obstante, en los casos B-2 y B-3, la corriente que recorre el nororiente de la isla se intensifica a
razón de 0.01 y 0.02 m/s, recorriendo en promedio 0.07 m/s; mientras que la corriente al
suroccidente aumenta hasta 0.097 m/s (Figura 3-14B).

Finalmente, según la Figura 3-13A, en Isla Tesoro durante B-1, las olas reducen su altura de 2.13 m
a 0.8 m al pasar por los arrecifes y llegan a la costa con sólo 0.29 m. A medida que se aumenta el
nivel del mar, el oleaje en aguas profundas durante B-2 se reduce hasta 0.85 m al pasar por los
arrecifes franjeantes y se acerca a la costa con 0.34 m; mientras que en B-3 toma alturas de 0.9 m y
llega a la costa con 0.39 m. Por su parte, con base en la Figura 3-13B, la corriente en los arrecifes
durante el caso B-1 presenta velocidades entre 0.6 y 0.27 m/s, lo cual induce mayores velocidades
en la zona playas al norte (0.18 m/s) a comparación de su comportamiento en el Huracán Lenny. En
el caso B-2 y B-3, las corrientes al norte aumentan su velocidad en 0.2 m/s (Figura 3-14C),
mientras que la corriente del occidente, aunque disminuye a razón de 0.02 - 0.05 m/s, es más
rápida que la de Lenny (0.11 - 0.14 m/s).
Resultados 25

Figura 3-11. Modelamiento en Isla Grande durante el Frente Frío (2010) bajo condiciones B-1
(0.25 m), B-2 (0.35 m) y B-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
26 Resultados

Figura 3-12. Modelamiento en Isla Rosario durante el Frente Frío (2010) bajo condiciones B-1
(0.25 m), B-2 (0.35 m) y B-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
Resultados 27

Figura 3-13. Modelamiento en Isla Tesoro durante el Frente Frío (2010) bajo condiciones B-1
(0.25 m), B-2 (0.35 m) y B-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
28 Resultados

Figura 3-14. Tasas de cambio en la velocidad de las corrientes durante el Frente Frío (2010) entre
el caso B-1 (SLR=0.25 m) y el caso B-3 (SLR=0.45 m). A) Isla Grande. B) Isla Rosario. C) Isla
Tesoro. Los valores positivos indican disminución de la magnitud de las corrientes y los valores
negativos indican incremento.

3.3.3 Huracán Matthew (2016)


Partiendo de la Figura 3-15A, en Isla Grande la zona de sombras sobre Punta Alcatraz y Punta
Brava al occidente de Isla Rosario y en la costa sur de Isla Tesoro disminuyen casi completamente,
afectando principalmente a los acantilados y terrazas. Se observa en Isla Grande para el caso C-1,
que el oleaje cuando atraviesa los arrecifes pasa de tener una magnitud aproximada de 1.69 m a
0.74 m, llegando a la costa con alturas menores a 0.57 m. Al aumentar el nivel del mar, este
comportamiento se acentúa, pasando de 1.69 m a 0.77 m y a 0.81 m en los casos C-2 y C-3 y
alturas de 0.59 m y 0.61 m en cercanías a la zona de rompiente respectivamente. Con respecto a las
corrientes (Figura 3-15B), en el caso C-1 estas logran alcanzar en los arrecifes velocidades entre los
0.097 m/s y 0.55 m/s, mientras que los sistemas de corrientes longitudinales poseen velocidades
menores a 0.088 m/s. En los casos C-2 y C-3, las corrientes mantienen velocidades menores a
Resultados 29

0.070 m/s, que propende a aumentar al noroccidente y disminuir al nororiente a razones menores a
0.01 m/s (Figura 3-18A). Su intensidad también se reduce significativamente sobre las puntas
Brava y La Puntica, alcanzando tasas de aumento de tan solo 0.01 m/s.

En Isla Rosario, de acuerdo con la Figura 3-16A, durante las condiciones del caso C-1 el oleaje del
noroccidente (1.93 m) cuando atraviesa los arrecifes disminuye hasta 0.71 m y llega a la costa con
0.54 m. Cuando aumenta el nivel del mar durante el caso C-2, las olas al pasar la zona de rompiente
de los arrecifes conservan alturas de 0.71 m, llegando a la costa con alturas menores a 0.57 m;
mientras que en C-3, el oleaje disminuye su altura hasta aguas someras desde 0.76 m a 0.61 m. En
los acantilados del norte, el oleaje pasa de tener una altura aproximada de 1.67 m en C-1 a 1.58 m
en C-3. Por otro lado, con base en la Figura 3-16B, en Isla Rosario durante el caso C-1 la corriente
en dirección nororiente-suroriente mantiene alturas entre 0.55 - 0.14 m/s, la corriente longitudinal
en dirección nororiente-suroriente disminuye su velocidad con respecto a Lenny hasta 0.073 m/s y
esto ocurre igualmente para la corriente al suroccidente de los acantilados de Isla Rosario, que
presenta velocidades menores (0.088 m/s). A partir de C-2 hasta C-3, las corrientes más intensas se
concentran en Punta Casimba y en los acantilados al oeste de la isla, mientras que en la costa este,
las corrientes reducen su magnitud entre 0.01 - 0.02 m/s (Figura 3-18B).

Por último, según la Figura 3-17A en Isla Tesoro a condiciones actuales de nivel del mar durante
C-1, las olas reducen su altura de 2.13 m a 0.8 m al pasar por los arrecifes y llegan a la costa con
0.28 m. A medida que se aumenta el nivel del mar, el oleaje en aguas profundas durante C-2 se
reduce hasta 0.77 m al pasar por los arrecifes franjeantes y se acerca a la costa con 0.33 m; mientras
que en C-3 toma alturas de 0.8 m y llega a la costa con 0.38 m. Por su parte, de acuerdo con la
Figura 3-17B, la corriente con dirección nororiente - suroriente durante el caso C-1 presenta
velocidades entre 0.51 y 0.2 m/s y las corrientes en las playas del norte mantiene velocidades altas
(0.14 m/s). En los casos C-2 y C-3, las corrientes al norte y al suroccidente aumentan su velocidad
con tasas entre 0.01 - 0.05 m/s y la zona de playa al suroccidente también es afectada por corrientes
más intensas, mientras que la corriente del suroriente disminuye su magnitud a razón de 0.01 - 0.02
m/s (Figura 3-18C).
30 Resultados

Figura 3-15. Modelamiento en Isla Grande durante el Huracán Matthew (2016) bajo condiciones
C-1 (0.25 m), C-2 (0.35 m) y C-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
Resultados 31

Figura 3-16. Modelamiento en Isla Rosario durante el Huracán Matthew (2016) bajo condiciones
C-1 (0.25 m), C-2 (0.35 m) y C-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
32 Resultados

Figura 3-17. Modelamiento en Isla Tesoro durante el Huracán Matthew (2016) bajo condiciones
C-1 (0.25 m), C-2 (0.35 m) y C-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
Resultados 33

Figura 3-18. Tasas de cambio en la velocidad de las corrientes durante el Huracán Matthew (2016)
entre el caso C-1 (SLR=0.25 m) y el caso C-3 (SLR=0.45 m). A) Isla Grande. B) Isla Rosario. C)
Isla Tesoro. Los valores positivos indican disminución de la magnitud de las corrientes y los
valores negativos indican incremento.

3.3.4 Frente Frío (2017)


En el último evento modelado que corresponde al Frente Frío del 2017, el oleaje propagado desde
aguas profundas se acerca al archipiélago en dirección NNE. Este se caracteriza por presentar el
menor periodo pico de todos los eventos (8 s) y también alturas bajas en aguas profundas con
respecto a las condiciones del Huracán Lenny y el Frente Frío del 2010 (2.1 m en Isla Tesoro y 1.8
m en Isla Grande y Rosario). Estas propiedades, hacen que a niveles actuales del mar (D-1) haya
menos zonas de sombra y las corrientes sean más débiles.

Según la Figura 3-19A, se observa en Isla Grande para el caso D-1, el oleaje proveniente del
nornoreste disminuye significativamente su altura cuando atraviesa los arrecifes franjeantes,
pasando de tener una magnitud aproximada de 1.72 m a 0.86 m, la cual disminuye progresivamente
34 Resultados

hasta llegar a la costa con alturas menores a 0.58 m. Al aumentar el nivel del mar, este
comportamiento se intensifica, pasando de 1.72 m a 0.90 m y a 0.94 m en los casos D-2 y D-3 y
alturas de 0.62 m a 0.65 m en cercanías a la zona de rotura respectivamente. Hacia el norte, las olas
continúan concentrando su energía en las puntas geográficas, pero el proceso de difracción que esto
genera es el más débil de todas las tormentas descritas, por lo que el tamaño de las zonas de sombra
se incrementa, brindado más protección. En Isla Grande, las corrientes en los arrecifes tienen las
velocidades más bajas de los cuatro eventos modelados (Figura 2-19B), alcanzando a estar sólo
entre velocidades variables desde los 0.061 m/s y 0.36 m/s, mientras que las corrientes
longitudinales en zona de rompiente conservan velocidades menores a 0.090 m/s. Bajo estas
condiciones sólo se presenta un sistema de corrientes que recorren toda la costa norte desde Punta
Brava hasta Playa Cocoliso en sentido noroccidente-nororiente. Para este evento, en los casos D-2 y
D-3 a comparación de los escenarios anteriores, las corrientes sobre las puntas geográfica se
debilitan a tasas de 0.02 m/s en Punta Alcatraz y La Puntica (Figura 2-22A), también hay un
aumento en su intensidad al occidente de Punta Alcatraz y al nororiente de la isla a razones
menores a 0.01 m/s. En cambio, al noroccidente estas se atenúan entre 0.01 - 0.02 m/s.

En Isla Rosario, partiendo de la Figura 2-20A, a condiciones actuales de nivel del mar el oleaje del
noroccidente (1.05 m) cuando atraviesa los arrecifes disminuye hasta 0.65 m y llega a la costa con
0.44 m; a excepción de los acantilados del norte donde el oleaje se acerca al área de aguas someras
con alturas aproximadas a 0.88 m. Cuando aumenta el nivel del mar durante el caso D-2 y D-3, las
olas al pasar la zona de rompiente de los arrecifes conservan alturas de 0.70 m y 0.74 m
respectivamente, llegando a la costa con alturas menores a 0.48 m y 0.51 m respectivamente. En los
acantilados del norte, la altura del oleaje incidente disminuye ligeramente hasta 0.87 m y 0.86 m en
D-2 y D-3. Al presentar zonas de sombra más grandes, el ascenso del nivel del mar, aunque logra
reducir su tamaño, no es suficiente para exponer zonas costeras al oleaje. Por otro lado, conforme a
los resultados obtenidos en la Figura 2-20B en Isla Rosario, durante el caso D-1 la corriente en
dirección nororiente-suroriente mantiene alturas entre 0.22 - 0.048 m/s, la corriente de deriva en
dirección nororiente-suroriente tiene una velocidad promedio de 0.063 m/s y la corriente al
suroccidente de los acantilados de Isla Rosario se debilita (0.005 m/s). A medida que aumenta el
nivel del mar en D-2 y D-3, la corriente del noroccidente reduce su velocidad hasta magnitudes
entre 0.23 y 0.039 m/s, mientras que las corrientes longitudinales al occidente se aceleran a tasas
bajas (< 0.001 m/s) (Figura 2-22B).

Por último, en Isla Tesoro a condiciones actuales de nivel del mar durante D-1 (Figura 3-21A), las
Resultados 35

olas reducen su altura de 1.93 m a 0.8 m al pasar por los arrecifes y llegan a la costa con sólo 0.29
m. A medida que se aumenta el nivel del mar, el oleaje en aguas profundas durante D-2 se reduce
hasta 0.86 m al pasar por los arrecifes franjeantes y se acerca a la costa con 0.31 m; mientras que en
D-3 toma alturas de 0.91 m y llega a la costa con 0.39 m. Por su parte, la corriente con dirección
nororiente - suroriente durante el caso D-1 presenta velocidades entre 0.37 y 0.14 m/s, mientras que
la corriente longitudinal en las playas tiene una magnitud promedio de 0.23 m/s (Figura 3-21B). En
el caso D-2 y D-3, las corrientes al norte y al suroriente aumentan su velocidad con tasas entre 0.02
- 0.05 m/s, mientras que la corriente del al occidente y sur de la isla se debilitan a razón de 0.02 -
0.1 m/s (Figura 3-22C).
36 Resultados

Figura 3-19. Modelamiento en Isla Grande durante el Frente Frío (2017) bajo condiciones D-1
(0.25 m), D-2 (0.35 m) y D-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
Resultados 37

Figura 3-20. Modelamiento en Isla Rosario durante el Frente Frío (2017) bajo condiciones D-1
(0.25 m), D-2 (0.35 m) y D-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
38 Resultados

Figura 3-21. Modelamiento en Isla Tesoro durante el Frente Frío (2017) bajo condiciones D-1
(0.25 m), D-2 (0.35 m) y D-3 (0.45 m) de nivel del mar. A) Altura de Oleaje. B) Velocidad de
corrientes.
Resultados 39

Figura 3-22. Tasas de cambio en la velocidad de las corrientes durante el Frente Frío (2010) entre
el caso D-1 (SLR=0.25 m) y el caso D-3 (SLR=0.45 m). A) Isla Grande. B) Isla Rosario. C) Isla
Tesoro. Los valores positivos indican disminución de la magnitud de las corrientes y los valores
negativos indican incremento.

3.4 Tasas de Erosión y Acreción

3.4.1 Isla Grande


Según los resultados obtenidos en la Figura 3-23 y los datos estadísticos de la Tabla 3-4, se observa
que el casi el 30% de Isla Grande se encuentra en estabilidad, sin embargo, al menos un 48% se
está erosionando y tan solo un 20% del total de su extensión está en acreción.

Las tasas de erosión entre -1.0 m/año y -0.2 m/año, están asociadas a la costa norte de la isla,
especialmente en áreas de terrazas arrecifales en Punta Brava al noroccidente, Punta La Puntica al
nororiente y la parte oriental de Punta Alcatraz; en las zonas de playa arenosa como Playa Media
Naranja y Cocoliso y en zonas de asentamientos turísticos como Zona Rosario y Zona Matamba;
40 Resultados

por lo que, de manera general, se consideran como zonas con tasas de erosión moderada. Estas,
coinciden con las zonas donde se presentan corrientes más intensas según los resultados obtenidos
en el modelamiento costero. Por el contrario, en la zona sur las tasas entre -0.2 y 0.2 m/año se
extienden a lo largo de la costa, en conjunto con áreas con baja sedimentación, por ende, en su
mayoría este sector de la línea de costa es estable con áreas de acreción leve. De igual forma, el
costado occidental de la isla se ha mantenido estable.

Figura 3-23. Tasas de erosión y acreción en Isla Grande desde el 2010 hasta el 2021.

Tabla 3-4. Tabla de clasificación de zonas erosionadas o acrecionadas según el método de


regresión lineal aplicado a Isla Grande.

Porcentaje de
Tasa de Cambio
Clasificación Transectas dentro Transectas Erosionadas (%)
(m/año)
del Rango
-1.8 < LRR < = -1.0 Erosión Alta 5.18
48.33
-1.0 < LRR < = -0.5 Erosión Moderada 23.73
-0.5 < LRR < = -0.2 Erosión Leve 19.42 Transectas Estables (%)
-0.2 < LRR < = 0.2 Área Estable 29.67 29.67
0.2 < LRR < = 0.5 Acreción Leve 17.37 Transectas Acrecionadas (%)
0.5 < LRR < = 1.0 Acreción Moderada 4.64
22.01
1.0 < LRR < = 4.8 Acreción Alta 0.00
Resultados 41

Por último, teniendo en cuenta la línea de costa más antigua y reciente para Isla Grande, también se
obtuvo que desde el 2010 hasta el 2021, el área de la isla ha variado poco, reduciendo 0.9 ha de
territorio en 11 años, equivalente al 0.4% de su área total desde el 2010 (Figura 3-24).

Figura 3-24. Áreas de erosión y acreción en Isla Grande desde el 2010 hasta el 2021.

3.4.2 Isla Rosario


De acuerdo con los resultados obtenidos en la Figura 3-25 y la Tabla 3-5, se observa que, a
comparación de Isla Grande, Isla Rosario presenta tasas de erosión y acreción mucho mayores,
teniendo una tasa máxima de erosión de -17.4 m/año asociada al desprendimiento de uno de los
cabos el norte de la isla (Anexo A) y una tasa máxima de acreción de 6.5 m/año, relacionado al
crecimiento hacia el noroeste de la espiga de Punta Arena (Anexo A).

En este caso, se observa que el 45% de la isla está en erosión, casi el 35% se encuentra estable y
solo un 20% está en acreción. El efecto continuo del oleaje de NNE sobre los acantilados del este
ha producido que estos se erosionen a una tasa entre los -0.5 y -0.2 m/año donde las corrientes
tienden a intensificarse cuando aumenta el nivel del mar, mientras que, en los acantilados del norte,
42 Resultados

donde las corrientes se ralentizan, se encuentran en su mayoría estables. Por su parte, la costa sur de
Isla Rosario presenta a lo largo de su extensión tasas mayores a 1 m/año, considerada como erosión
alta. Caso contrario sucede al occidente de la isla, donde dominan los procesos de estabilidad con
algunas zonas de erosión y acreción leve.

Figura 3-25. Tasas de erosión y acreción en Isla Rosario desde el 2010 hasta el 2021.

Tabla 3-5. Tabla de clasificación de zonas erosionadas o acrecionadas según el método de


regresión lineal aplicado a Isla Rosario.

Porcentaje de
Tasa de Cambio
Clasificación Transectas dentro Transectas Erosionadas (%)
(m/año)
del Rango
-17.4 < LRR < = -1.0 Erosión Alta 17.35
45.02
-1.0 < LRR < = -0.5 Erosión Moderada 11.85
-0.5 < LRR < = -0.2 Erosión Leve 15.83 Transectas Estables (%)
-0.2 < LRR < = 0.2 Área Estable 34.69 34.69
0.2 < LRR < = 0.5 Acreción Leve 12.32 Transectas Acrecionadas (%)
0.5 < LRR < = 1.0 Acreción Moderada 3.89
20.28
1.0 < LRR < = 6.5 Acreción Alta 4.08
Resultados 43

De esta forma, según la Figura 3-26, Isla Rosario desde el 2010 ha tenido una reducción de 1.6 ha
hasta el 2021, correspondiente a 1.6% del total de su área en el 2010. Este resultado, a comparación
de Isla Grande, aunque muestra un área neta reducida menor, representa una mayor repercusión de
las variables climáticas en la morfología costera para Isla Rosario, al no tener intervención humana
por su condición de área protegida.

Figura 3-26. Áreas de erosión y acreción en Isla Rosario desde el 2010 hasta el 2021.

3.4.3 Isla Tesoro


De las tres islas, Isla Tesoro muestra las condiciones más críticas de erosión costera, siendo que el
66% de su línea de costa se está erosionando, sólo un 13% se ha mantenido estable y un 20% está
en acreción (Tabla 3-6).

Este resultado es considerable teniendo en cuenta que, según la Figura 3-27, toda la costa norte
corresponde a unidades de terraza coralina y playa arenosa que están expuestas a la acción directa
del oleaje de NNE durante todo el año y las corrientes longitudinales son más intensas, por lo que
estas zonas presentan tasas de erosión moderadas a altas entre -5.1 y -1.0 m/año. Al igual que Isla
Grande, los procesos acrecentivos en su parte sur y este, donde las tasas de acreción moderadas
44 Resultados

entre 0.5 y 1.0 m/año y son representadas por el crecimiento parcial de playa arenosa en esta zona
producto de la depositación de sedimento por las corrientes más débiles; mientras que las zonas de
estabilidad están distribuidas en la parte noroccidental.

Figura 3-27. Tasas de erosión y acreción en Isla Tesoro desde el 2015 hasta el 2021.

Tabla 3-6. Tabla de clasificación de zonas erosionadas o acrecionadas según el método de


regresión lineal aplicado a Isla Tesoro.

Porcentaje de
Tasa de Cambio
Clasificación Transectas dentro Transectas Erosionadas (%)
(m/año)
del Rango
-5.1 < LRR < = -1.0 Erosión Alta 45.43
66.30
-1.0 < LRR < = -0.5 Erosión Moderada 6.52
-0.5 < LRR < = -0.2 Erosión Leve 14.35 Transectas Estables (%)
-0.2 < LRR < = 0.2 Área Estable 13.48 13.48
0.2 < LRR < = 0.5 Acreción Leve 4.35 Transectas Acrecionadas (%)
0.5 < LRR < = 1.0 Acreción Moderada 8.26
20.22
1.0 < LRR < = 1.7 Acreción Alta 7.61

Por último, se corrobora el resultado de que Isla Tesoro presenta la situación más crítica que
erosión costera, ya que desde el 2015, su área ha disminuido en un 9.3%, lo que es equivalente a
Resultados 45

0.48 ha de área neta reducida; superando por 7.7% a Isla Rosario y por 8.9% a Isla Grande en
menos años de análisis (Figura 3-28).

Figura 3-28. Áreas de erosión y acreción en Isla Tesoro desde el 2015 hasta el 2021.
4. Discusión

Los resultados obtenidos en este trabajo, evidencian que el nivel del mar presenta una tasa de
aumento de 3.92 mm/año en aguas profundas según el registro para los años entre 1993 hasta el
2020, sin embargo, en los últimos 10 años la altura del nivel del mar ha venido en aumento,
alcanzando una tasa de ascenso de 6.2 mm/año. Esta variable está sujeta, consecuentemente, a la
variabilidad estacional, presentando un crecimiento en la época lluviosa y un decrecimiento en la
época seca. Por el contrario, aunque la altura del oleaje se ha mantenido constante desde 1979, esta
llega alcanzar valores que superan los 0.9 m en aguas profundas durante la época seca cuando la
ZCIT se encuentra en posición meridional y los vientos alisios del NE actúan constantemente sobre
la superficie del mar; mientras que en la época lluviosa disminuye. Este valor también ha
representado un crecimiento desde 1979 de más de 11% entre los meses de enero a marzo, de
manera que efecto combinado del aumento del nivel del mar en la época lluviosa, junto al aumento
de la altura significante del oleaje en la época seca, establecen un umbral de acción continuo
durante todo el año, provocando que las olas tengan un alcance de penetración superior costa
dentro, que afecta a su vez la distribución y la magnitud de las tasas de erosión y acreción costera.

El oleaje extremo durante los eventos de tormenta que se han presentado en el Archipiélago del
Rosario desde 1979 también han exhibido un incremento en su altura en los últimos 30 años,
facilitando de los trenes de ola lleguen a proximidades de la zona de rotura con mucha más energía.
Teniendo esto cuenta y a partir de los resultados obtenidos por el modelo de propagación de oleajes
y corrientes para el Huracán Lenny, el Frente Frío del 2010, el Huracán Matthew y el Frente Frío
del 2017; cuando se aumenta el nivel del mar el oleaje experimenta un crecimiento en su altura
significante y una reducción del área de las zonas de sombra donde no hay incidencia de las olas, lo
cual está directamente relacionado a su influencia dentro de los procesos de transformación del
oleaje de aguas profundas a aguas someras.

A medida que la distancia entre la superficie del mar y el fondo marino aumenta, los procesos de
transformación del oleaje inducidos por la fricción con el fondo empiezan a suceder a distancias
Discusión 47

más cercanas a la costa. Siendo así, las olas en aguas someras llegan con mayor altura, período y
longitud de onda y, por tanto, mayor velocidad, lo que produce que los procesos de refracción se
ralenticen y el ángulo de rotura aumente. El cambio en el comportamiento de la longitud de onda y
el periodo permite que la zona de interferencia del oleaje por difracción se expanda y que las zonas
de sombra disminuyan, exponiendo más longitud del litoral al contacto de las olas. Asimismo, en
las zonas de playa del archipiélago, cuyo estado morfodinámico es disipativo-intermedio
(Rangel-Buitrago, 2011), al retardar los procesos de refracción y hacer el ángulo entre el oleaje
incidente y la línea de costa más amplio, sumado a que los periodos son mayores, ocasiona que las
corrientes longitudinales se intensifiquen. No obstante, en las puntas geográficas, la intensidad de
las corrientes va a tener mayor influencia de la altura de rotura de las olas, estableciendo una
relación directamente proporcional entre ambas.

Bajo estos escenarios, cuando los niveles del mar son mayores, los efectos negativos del oleaje se
potencian sobre las geoformas costeras debido al incremento de la magnitud en la velocidad de las
corrientes, aumentando la erosión y reduciendo más rápidamente el territorio de las islas. Este caso
es especialmente crítico en Isla Tesoro, porque aunque el oleaje que se aproxima a la zona de rotura
es menos energético que en las costas de Isla Grande o Rosario, las corrientes de deriva que
transportan los sedimentos en Tesoro tienden a incrementar su velocidad a tasas más elevadas (0.05
- 0.2 m/s).

En el estudio previo realizado por Restrepo et. al (2012), para los 53 años comprendidos entre 1954
hasta 2007, se estimó una reducción de 6.7%, 8.2%, y 48.7% del área total en Isla Grande, Rosario
y Tesoro respectivamente; mientras que en este trabajo se obtuvo en 11 años desde 2010 hasta
2021, Isla Grande e Isla Rosario han reducido el 0.43% y 1.6% de su área; e Isla Tesoro entre 2015
y 2021, tan sólo 6 años, alcanzó a perder el 9.3% de territorio. El incremento de la altura del nivel
del mar desde el 2010 ha provocado que las tasas de reducción de área insular en Isla Tesoro se
potencien, evidenciando un panorama reciente más crítico con respecto al descrito por Restrepo et.
al (2012), ya que pasó de perder un 0.91% de territorio cada año hasta el 2007 al 1.55 % por año
desde la fecha hasta el 2021 (Tabla 4-1), el cual, si continúa de esta manera, en los próximos 65
años la isla habrá desaparecido completamente. En cambio, en Isla Rosario, aunque las tasas de
erosión han aumentado desde el 2007, también hay mayor dominancia de la acreción y la cantidad
de área erosionada se ha mantenido constante. A esto último se suma que desde 1979 los eventos
asociados al oleaje del SO han disminuido su probabilidad de ocurrencia hasta valores menores al
1%, el cual se encargó de producir retrocesos importantes en los acantilados al oeste de Isla Rosario
48 Discusión

entre 1957 y 2007 con un máximo de -1.8 m/año (Restrepo et. al, 2012). Por último, Isla Grande
muestra las tasas de cambio más bajas de las tres ya que no ha tenido eventos importantes de
sedimentación o erosión desde el 2007.

Tabla 4-1. Tabla comparativa de tasas de magnitud y porcentaje de erosión, acreción y área
reducida en Isla Grande, Rosario Tesoro (1954 - 2007 y 2010, 2015 - 2021).

Restrepo et. al (2012) Investigación Actual


1954 - 2007 (20101, 20152 - 2021)
Isla Área Área
Erosión Acreción Erosión Acreción
Reducida Reducida
ha/año ha/año %/año ha/año ha/año %/año
Grande 0.28 0.07 0.13 0.14 0.05 0.04
Rosario 0.20 0.05 0.15 0.26 0.12 0.15
Tesoro 0.10 < 0.01 0.91 0.11 < 0.03 1.55
1
2010= Isla Grande, Isla Rosario.
2
2015= Isla Tesoro.

Los procesos de erosión se han concentrado en la costa norte de las islas por acción del oleaje
proveniente del NNE y del crecimiento de la magnitud de las corrientes longitudinales, haciéndose
más evidentes en las puntas geográficas de terrazas coralinas y en las playas asociadas a
acantilados. De esta forma, la geomorfología costera de las islas también se mantiene en un factor
notable en la capacidad que tiene el oleaje de erosionar el sedimento. De la longitud total de la
costa norte de Isla Grande, al menos el 30% está conformado por acantilados de conglomerados
calcáreos cementados en una matriz de arenas medias a gruesas (Restrepo et. al, 2011), un 15% por
playas arenosas y un 30% por terrazas arrecifales (Batista-Morales y Díaz- Sánchez, 2011; Posada
et. al, 2011) (Anexo B), las cuales están compuestas por formaciones calcáreas de baja cohesión
elaboradas de material frágil proveniente de esqueletos de corales y otras especies constructoras de
arrecifes (Batista-Morales y Díaz- Sánchez, 2011). Esta distribución, donde priman las geoformas
de acantilados y terrazas, lo convierte en un ambiente propicio para que estas trabajen el litoral
socavando la base de estas geoformas y las corrientes longitudinales disminuyan la amplitud de las
playas asociadas al transportar sus sedimentos. El nororiente de Isla Rosario donde el oleaje tiene
más incidencia cuenta con aproximadamente 50% de acantilados, un 30% de playas arenosas, y tan
solo un 10% de terrazas (Batista-Morales y Díaz-Sánchez, 2011; Posada et. al, 2011) (Anexo B),
los cuales tienen tasas de retroceso leves o se encuentran estables, mientras que en Isla Grande
estas geoformas varían moderadamente. Esto último, puede estar asociado a diferencias en la
composición litológica de los acantilados de ambas islas, siendo los de Isla Grande más
Discusión 49

susceptibles a ser socavados. Finalmente, al norte de Isla Tesoro no hay acantilados, sino una costa
que suma un 62% de terrazas poco competentes y un 38% de playa arenosa (Posada et. al, 2011)
(Anexo B), convirtiéndola desde el punto de vista geomorfológico como la más susceptible a ser
erosionada bajo condiciones de aumento de nivel del mar.
5. Conclusiones

De acuerdo con los resultados del análisis en el Archipiélago del Rosario, se puede concluir que la
razón de aumento del nivel del mar desde 1993 hasta 2020 ha aumentado 10.5 cm a una tasa de
3.92 mm/año. Sin embargo, esta se ha incrementado drásticamente desde el 2010 a razones de 6.2
mm/año. El oleaje por su parte se ha caracterizado por mantener una altura constante en aguas
profundas entre los 0.5 y 0.72 m y una dirección de propagación de NNE, no obstante, durante la
época seca supera los 0.9 m en promedio, lo que ha significado un crecimiento del 12% en su altura
durante los primeros meses del año. Asimismo, los periodos de retorno para eventos de oleaje
extremo evidencian un aumento de esta variable con el paso del tiempo.

De esta forma, el ascenso del nivel del mar ha representado la variable más importante en la
capacidad que tiene el oleaje de erosionar las costas y la intensidad de las corrientes, y, por tanto, se
considera como el principal factor en la variación de la morfología en el Archipiélago del Rosario
en los últimos 30 años. Su trascendencia está relacionada a los cambios que produce en los
procesos de transformación del oleaje desde aguas profundas a aguas someras que permiten que las
olas lleguen con mayor energía a la costa y, por lo tanto, las corrientes longitudinales se
intensifiquen y transporten un volumen superior de sedimento. Estos cambios tienen una mayor
incidencia en Isla Tesoro, donde las corrientes adquieren velocidad a tasas altas (0.05 - 0.2 m/s)
especialmente con oleajes provenientes del NNE, acentuando su dominio en la redistribución de
sedimento en la isla desprendido de las terrazas arrecifales y playas arenosas que componen su
litoral; mientras que en Isla Grande y Rosario, esta actividad se ve mermada porque la acción
destructiva del oleaje y corrientes es soportada por acantilados de roca dura resistente a la erosión
que componen gran parte del litoral rocoso de ambos lugares.

Debido a esto, la situación actual estima que el 48% de Isla Grande se está erosionando a tasas
leves a moderadas, reduciendo el 0.4% de su área en los últimos 10 años. Isla Rosario presenta
erosión en el 45% de su litoral, resultando en una pérdida de territorio del 1.6% desde el 2010. Y,
Conclusiones 51

finalmente, Isla Tesoro exhibe el escenario más crítico ya que los procesos erosivos se distribuyen
en el 66% del total de su costa, disminuyendo el 9.3% de su área desde el 2015.
A. Anexo: Erosión y acreción en Isla Rosario.
Figura B: A) Erosión en Punta Casimba. B) Acreción en Punta Arena.
B. Anexo: Aproximación a la distribución de los
rasgos geomorfológicos costeros.
Figura B: Aproximación a la distribución de los rasgos geomorfológicos costeros. A) Isla Grande.
B) Isla Rosario. C) Isla Tesoro.

Fuente: Modificado de Batista-Morales y Díaz-Sánchez (2011).


6. Referencias
Batista-Morales, A. y Díaz-Sánchez, C., 2011. Litoral Rocoso. Capítulo 11. En: Zarza, E. (Ed), El
entorno ambiental del Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo
(PNNCRSB). Primera edición: Colombia: Parques Nacionales Naturales de Colombia. pp.
136-145.

Bernal, G., G. Poveda, Roldán, P. y Andrade, C., 2006. Patrones de variabilidad de las temperaturas
superficiales del mar en la Costa Caribe Colombiana. Revista de la Academia Colombiana de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. 30(115), 195- 208.

Booij, N.; Ris, R. C. y Holthuijsen, L. H, 1999. A third generation wave model for coastal regions.
Journal of Geophysical Research. C4(104), 7649 - 7666.

Cendales, M., Zea, S., Díaz, J.M., 2002. Geomorfología y Unidades Ecológicas del Complejo de
Arrecifes de las Islas del Rosario e Isla Barú (Mar Caribe, Colombia). Revista de la
Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. 26(101), 497-510.

CMEMS (Servicio de Vigilancia Marina Copernicus ), s.f. Global Ocean Gridded L4 Sea Surface
Heights and Derived Variables Reprocessed (1993-Ongoing).
https://resources.marine.copernicus.eu/product-detail/SEALEVEL_GLO_PHY_L4_MY_008
_047/INFORMATION (Revisado Marzo 2022).

Conde-Frias, M., Otero, L., Restrepo, J. C., Ortiz-Royero, J. C., Ruiz, J. y Osorio, A. F., 2017.
Swash Oscillations in a Microtidal Dissipative Beach, J. Coastal Res., 336, 1408–1422.

Cueto, J., Otero, L., Ospino-Ortiz, S., y Torres-Freyermuth, A., 2022. The role of morphodynamics
in predicting coastal flooding from storms on a dissipative beach with sea level rise
conditions. Nat. Hazards Earth Syst. Sci., 22, 713–728.

Díaz, J. M., Barrios, L. M., Cendales, M. H., Garzón-Ferreira, J., Geister, J., López-Victoria, M.,
Ospina, G. H., Parra-Velandia, F., Pinzón, J., Vargas-Angel, B., Zapata, F. A. y Zea, S., 1999.
Referencias 55

Áreas Coralinas de Colombia. Reporte Técnico. Santa Marta, 176p.

Gómez, A., Osorio, A.F., Toro, F. M., Osorio, J.D.; Álvarez, O.A. y Arrieta, A., 2009. Patrón de
circulación en bahía Barbacoas y su influencia sobre el transporte de sedimento hacia las
islas del Rosario. Avances en Recursos hidráulicos. 20, 21-40.

Gutiérrez-Moreno, C., Marrugo, M., Lozano-Rivera, P., Sierra, P.C. y Andrade, C., 2011. Clima
marino. Capítulo 3. En: Zarza, E. (ed), El entorno ambiental del Parque Nacional Natural
Corales del Rosario y San Bernardo (PNNCRSB). Primera edición: Colombia: Parques
Nacionales Naturales de Colombia. pp. 39-47.

Guzmán, W., Posada, B.O., Guzmán, G. y Morales, D., 2008. Programa Nacional de Investigación
para la Prevención, Mitigación y Control de la Erosión Costera. Santa Marta. 72p.

Himmelstoss, E.A., Henderson, R.E., Kratzmann, M.G., y Farris, A.S., 2018. Digital Shoreline
Analysis System (DSAS) version 5.0 user guide: U.S. Geological Survey Open-File Report
2018–1179. 123p.

Houcque, D., 2005. Introduction to MATLAB for Engineering Students. Universidad Northwestern.
Chicago. 74p.

Incoder (Instituto Colombiano de Desarrollo Rural) y UJTL (Universidad Jorge Tadeo Lozano),
2014. Visión integral de los Archipiélagos de Nuestra Señora del Rosario y de San Bernardo.
Parte I. En: Ambiente y Desarrollo en el Caribe colombiano. Reporte Técnico. Bogotá. 112p.

INVEMAR (Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras), 2003. Programa Holandés de


Asistencia para Estudios en Cambio Climático: Colombia. Definición de la vulnerabilidad de
los sistemas biogeofísicos y socioeconómicos debido a un cambio en el nivel del mar en la
zona costera colombiana (Caribe, Caribe insular y Pacífico) y medidas para su adaptación.
Resumen Ejecutivo. Santa Marta. 103 p.

INVEMAR (Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras ), MADS (Ministerio de Ambiente y


Desarrollo Sostenible), Alcaldía Mayor de Cartagena de Indias y CDKN, 2012.
Lineamientos para la adaptación al cambio climático de Cartagena de Indias. Proyecto
Integración de la Adaptación al Cambio Climático en la Planificación Territorial y Gestión
Sectorial de Cartagena de Indias. Reporte Técnico. Cartagena. 40p.

Leatherman, S. P. y Clow, J. B., 1983. UMD shoreline mapping project. IEEE Geoscience and
56 Referencias

Remote Sensing Society. 22, 5–8.

López-Victoria, M. y Díaz, J. M., 2010. Morfología y estructura de las formaciones coralinas del
archipiélago de San Bernardo, Caribe colombiano. Revista de la Academia Colombiana de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. 24(91), 219-230.

MAVDT (Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial), Cardique, INVEMAR


(Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras), Distrito Turístico, Histórico y Cultural de
Cartagena de Indias y Epac, 2012. Elaboración de un modelo de desarrollo sostenible para
los archipiélagos de Nuestra Señora del Rosario y de San Bernardo 2013-20140. Reporte
Técnico. Bogotá. 190p.

Mentaschi, L., Vousdoukas, M.I. y Pekel, J.F., 2018. Global long-term observations of coastal
erosion and accretion. Sci Rep. 8, 12876.

Navarrete-Ramírez, S.M, 2014. Protocolo Indicador. Variación línea de costa: perfiles de playa.
Indicadores de monitoreo biológico del Subsistema de Áreas Marinas Protegidas (SAMP).
Reporte Técnico. Santa Marta. 36 p.

Nicholls, R.J. y Cazenave, A., 2010. Sea-level rise and its impact on coastal zones. Science. 328,
1517–1520.

PNNCRSB (Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo), 2006. Plan de Manejo
Ambiental PNNCRSB. Unidad Nacional de Parques Naturales. Reporte Técnico. Cartagena.
456p.

Posada, B.O. y Guzmán, W., 2007. Diagnóstico de la erosión costera en las islas de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina. Recomendaciones generales para el manejo y control de la
erosión. Reporte Técnico. 102 p.

Posada, B. y Henao, W., 2008. Diagnóstico de la erosión en la zona costera del Caribe colombiano.
Reporte Técnico. Bogotá. 38p.

Posada, B. O., Morales, D. y Henao, W., 2011. Diagnóstico de la erosión costera del territorio
insular colombiano. Reporte Técnico. Bogotá. 112p.

Rangel-Buitrago, N., 2011. Geomorfología, Sedimentos, Intervenciones Antropogénicas y


Amenazas Naturales. Capítulo 5. En: Zarza, E. (Ed), El entorno ambiental del Parque
Referencias 57

Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo (PNNCRSB). Primera edición:
Colombia: Parques Nacionales Naturales de Colombia. pp. 55-66.

Reguero, B.G., Losada, I.J. y Méndez, F.J., 2019. A recent increase in global wave power as a
consequence of oceanic warming. Nat Commun 10, 205.

Restrepo, J.C., Otero, L., Henao, A., Herrera, A. y Osorio, A., 2011. Erosión costera. Capítulo 8.
En: Zarza, E. (Ed), El entorno ambiental del Parque Nacional Natural Corales del Rosario y
San Bernardo (PNNCRSB). Primera edición: Colombia: Parques Nacionales Naturales de
Colombia. pp. 95-107.

UAESPNN (Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales de


Colombia. Territorial Costa Caribe), 2006. Plan de Manejo del Parque Nacional Natural
Corales del Rosario y San Bernardo. Reporte Técnico. Cartagena. 372p.

Vernette, G. 1985. La plate-forme continentale caraibe de Colombie importance du diapirisme


argileux sur la morphologie et la sedimentation. Tesis de Doctorado en Ciencias.
Universidad de Burdeos. 385 p.

También podría gustarte