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143-161
Palabras clave: frontera como institució n, frontera como proceso, narrativas fronterizas,
fronteras, fronteras, límites, discurso interdisciplinario, relaciones de poder.
* Este documento fue presentado como la conferencia Progreso en Geografía humana en las
Reuniones Anuales de la Asociació n de Geó grafos Americanos, Denver, abril de 2005.
10.1191/0309l32506ph599xx
144 Las líneas que nos siguen separando
Si bien puede que no sea posible construir para infundir un significado y una
una teoría ú nica de las fronteras, el estudio comprensió n más profundos en los límites
contemporáneo de las fronteras se ha "hardcore" que se han vuelto mucho má s
convertido en una industria de gran porosos y permeables que en el pasado.
crecimiento durante la ú ltima década. Una El estudio de las fronteras ha sido objeto
breve mirada a la bibliografía al final de este de una
documento indicaría que en nuestro llamado Gran renacimiento durante los ú ltimos 15
mundo sin fronteras no hay "negocios como añ os. Instituciones, conferencias y
negocios fronterizos". Como geó grafos, publicaciones
tradicionalmente hemos entendido las
fronteras (o límites) como la constitució n de
las líneas físicas y altamente visibles de
separació n entre los espacios políticos,
sociales y econó micos. Só lo má s
recientemente hemos comenzado a
comprender que es el proceso fronterizo,
má s que la frontera per se, lo que afecta
nuestras vidas diariamente, desde lo
global hasta lo nacional y, lo que es má s
importante, a las escalas local y micro de la
actividad socioespacial (Newman y Paasi,
1998).
La diversidad de fronteras y su
significado contemporá neo se ha movido
más allá de las fronteras a menudo
demasiado rígidas que separan las disciplinas
académicas tradicionales, reuniendo a
geó grafos, soció logos, antropó logos,
historiadores, economistas, abogados
internacionales, filó sofos y politó logos. El
significado de lo que constituye una frontera
para uno no siempre es compatible para
otro, y la semántica disciplinaria y las
terminologías siguen siendo una barrera
significativa para una fusió n completa de
ideas. Sin embargo, como se argumentará en
este documento, hay suficiente terreno
comú n para compilar un glosario de
lenguaje relevante para las fronteras . No
hay ninguna razó n por la que el estudio de
los límites físicos y territoriales entre los
estados no deba tener relevancia para los
soció logos y antropó logos interesados en las
nociones de diferencia y otredad, mientras
que tampoco hay ninguna razó n por la
que algunas de las ideas y conceptos má s
abstractos postulados por los Las
disciplinas de planificació n no deben usarse
El tratamiento de una diversidad de temas buscar un lenguaje comú n a través del cual
relacionados con las fronteras está en la se pueda entender el fenomenó n de las
agenda de geó grafos, soció logos, fronteras (Shapiro y Alker, 1996; Newman
politó logos, antropó logos, abogados y
internacionales y una creciente comunidad
multidisciplinaria de académicos, aunque
una investigació n interdisciplinaria
académica en esta área ha sido menos
comú n ( Megoran et al., 2005). La Association
of Borderland Scholars (ABS) en los Estados
Unidos, la International Boundaries
Research Unit (1 BRU) en el Reino Unido,
junto con un nú mero creciente de Centros
de Investigació n Transfronteriza
localizados, son indicadores
institucionales de este renovado interés en
un tema que, incluso entre los geó grafos, se
consideraba pasado de moda antes de la
Ataque del discurso mundial sin fronteras a
fines de la década de 1980 y principios de
la década de 1990. La red BRIT (Border
Regions in Transition), que atrae a
académicos de una amplia gama de
disciplinas de las ciencias sociales, se
reú ne regularmente y ha producido una
gran cantidad de investigaciones publicadas
sobre la dinámica cambiante de las fronteras
y las regiones fronterizas (Ganster et al.,
1997; Eskelinen y otros, 1999; Berg y van
Houtum, 2004; Nicol y Townsend-Gault,
2005). revistas como Geopolitics (2005),
European Journal of Social Theory (EAST)
(2006), The European Legacy (The
Journal of The International Society for
The Study of European Ideas – ISSEI)
(2006 ) y SAIS Review (2006), por
nombrar solo algunas, está n dedicando
problemas para el estudio de las
fronteras, mientras que una editorial
académica tiene ahora una serie de libros
dedicados al estudio de las regiones
fronterizas (Meinhof, 2002; Pavlakovich-
Kochi et al. , 2004; Berg y van Houtum,
2004; van Houtum er af. , 2005).
Es algo iró nico que sea el discurso de
globalizació n, en gran parte no $eo de un
mundo desterritorializado (Ohmae, 1990;
Oommen, 1995; Welchman,
1996; Helliwell, 1998; Blatter, 200 1) que ha
reunido a tantos estudiosos de diferentes
disciplinas, para cruzar sus propias líneas
disdisciplinarias de separació n, para
David Newman 145
Scott, 1999; Anderson y Wever, 2003; 1996; Paasi, 1996; 1998; 2002;
Perkmann y Sum, 2002; Brunet-Jailly, Newman, 2006b). Pero, a medida que nuestra
2004b). Esto se ha centrado en Europa y en comprensió n de las funciones y escalas del
el papel de las regiones transfronterizas en territorio cambia en respuesta a la
la apertura de fronteras entre países en la desterritorializació n
expansió n de la Unió n Europea (Perkmann,
1999; Scott, 2000; Blatter y Element, 200 1;
Anderson et al. , 2002). La literatura sobre
este tema es vasta. Se centra en la mecá nica
del proceso de apertura de fronteras, la
noció n de cooperació n transfronteriza
como precursor e indicativo de la
transició n de la guerra a la paz (Kliot,
2002). La frontera se transforma de una
barrera, a través de la cual el otro lado es
invisible, a un lugar donde tiene lugar la
reconocimiento, la cooperació n y la
coexistencia (Gallusser, 1994; Galtung, 1994) .
La UE promovió activamente la realizació n
de regiones de actividad transfronteriza, a
ambos lados de las fronteras políticas y
estatales, propiciando la interdependencia
econó mica transfronteriza y reforzando los
procesos de conciencia social y cultural
mutua dentro de las regiones y zonas
transfronterizas de transició n. El interés
en el papel de los empresarios dentro de
Europa se indica en el sitio web de la
Asociació n de Regiones Fronterizas
Europeas (www.aebr.net), junto con
proyectos de investigació n fuertemente
financiados por la UE, como EXLINEA
(Líneas de exclusió n como á reas de
cooperació n). reconfi$uring the External
Boundaries of Europe — www.exlinea.org), y
el proyecto EUBORDERConf, que examina
el papel de la intervenció n de la UE en las
regiones fronterizas en conflicto
(www.euborderconFbham. ac.uk). La UE se
enfrenta a sus propios dilemas fronterizos,
abriendo al mismo tiempo sus propias
fronteras interiores y fomentando la libre
circulació n, al tiempo que crea una nueva
frontera exterior con aquellos países que
aú n están excluidos del club (Berg y Ehin,
2006).
para los geó grafos, el territorio sigue
siendo un foco importante en el estudio de las
fronteras (Agnew, 1994; 2000; Anderson,
discurso (Agnew, 1994; Albert, 1998; 2002; Asiwaju, 2003), al igual que las
Hudson, 1998; Anderson y O'Dowd, actuales reconfiguraciones territoriales y
1999a; Paasi, 1998; l999b; Yeun$, 1998; Toal, fronterizas que está n teniendo lugar en
1994; 1999), también lo hace nuestra partes de Á frica (Daniel, 2000; Gri$$s,
comprensió n del papel desempeñ ado por 2000) y en Israel/Palestina
las fronteras en la determinació n y gestió n
de los compartimentos territoriales de
mú ltiples capas en los que vivimos.
Nuestra comprensió n de los territorios y las
fronteras es menos rígida y menos
determinista que en el pasado. El territorio y
las fronteras tienen su propia dinámica
interna, causando cambios por derecho
propio tanto como son simplemente el
resultado físico de la toma de decisiones. Se
perciben tanto en nuestros mapas mentales
e imágenes como en las manifestaciones
visibles de muros de hormigó n y cercas de
alambre de pú as. Pero estos ú ltimos no han
desaparecido del todo y, en muchos casos de
conflictos etnoterritoriales y políticos
existentes, se está n construyendo o
trasladando fronteras, como medio de
consolidar la separació n física y las barreras
(Grundy-Warr, 1990; Lustick, 1993; Forsberg,
1995; Anderson y O'Dowd, l999b; O'Leary
et al. , 2001; Newman, 2004; 2006;
Blanchard, 2005).
El discurso del mundo "sin fronteras" es
específico tanto de la disciplina como del
lugar. Los economistas y los científicos de
la informació n (ciberacadémicos) han
asumido el papel de puristas «sin fronteras»,
mientras que los geó grafos, politó logos,
soció logos y legisladores internacionales son
más escépticos. No es sorprendente, por lo
tanto, que los talleres fronterizos
multidisciplinarios no cuenten con muchos
economistas. ¿Viven los economistas en un
estado de negació n? Gran parte de la
economía mundial se centra en los
poderosos aranceles comerciales y en las
barreras aduaneras que siguen vigentes,
no só lo en la apertura de límites al flujo de
capital global. En términos de lugar, el
discurso mundial "sin fronteras" es
occidental , más específicamente europeo
occidental. La fascinació n por el resultado
de la superposició n colonial en Á frica
sigue siendo un tema fuerte en la
literatura (Brownlie, 1979; Ramutsindela,
1999; Limó n
David Newman 14?
(Salah y Newman, 1995; Newman, 1998;los que pertenecen y los que no.
En todo 2002c; Brawer, 2002). Las fronteras son estos casos, las fronteras
reflejan las diferencias existentes construidas en tantos lugares como son, mientras
que en algunos casos se elimina su
construcció n. Todo vuelve a servir primero para crear un nuevo
conjunto de ' otros' que añ o Geografía: ¿por qué algunos procesos — no habían existido
previamente, perpetuando así, incluso la globalizació n ?
procesos : ¿ocurren en lugar de eliminar, el sentido de "otros,
algunos lugares y no en otros? Why are some ness» (van Houtum y van Naerssen,
2002). Las fronteras desaparecen por completo, mientras que, en Otro enfoque
importante de los estudios fronterizos al mismo tiempo,
otros está n en el proceso dedurante la ú ltima década es la relació n que se
está ¿Construido como manifestaciones físicas entre fronteras y formació n de
identidad de un paisaje político volá til ? (Leimgruber, l99l ; Salah y Newman, 1995;
para los politó logos, las fronteras reflejan elPaasi, 1995; 1996; 1999a; Berdahl, 1997;
naturaleza de las relaciones de poder y la capacidad deAckleson, 1999;
Wilson y Donnan, 1998; un grupo para determinar, superponer y Donnan y
Wilson, 1999; Knippenberg perpetú a las líneas de
separació n, o para eliminary Markus se, 1999; Klemencic, 2000; Albert ellos, contingent
upon the political environ-et al. , 20 0 1; Marró n, 2 0 01 ; Agnew, 2 0 02 ; en
un momento dado (Ganster y Lorey, Kaplan y Hakli, 2002; Meinhof, 2005).
para soció logos y antropó logos, 2002; Migdal,
2002). La apertura de las fronteras son indicativas de las distinciones
binarias no da lugar, automá ticamente, a las ciones (nosotros/ellos;
aquí/allá ; interior/exterior)hibridació n de la identidad étnica y nacional. entre grupos en
una variedad de escalas, desde Las
identidades separadas dependen de lo nacional
hasta los espacios personales y la existencia de
categorizació n grupal, ya sea territorios del individuo. para internacionales
religiosos, culturales, econó micos, sociales o étnicos. abogados, las fronteras reflejan la
naturaleza cambiante La etnicidad sigue siendo un determinante clave de la soberanía
y los derechos de los Estados a la afiliació n, inclusió n y exclusió n de
grupos, intervenir en los asuntos de los vecinos mientras que la eliminació n, o
apertura, de las fronteras político-legales entidades (Ratner, 1996; Lalonde,
no necesariamente o automá ticamente trans- 2002; Castellino y Allen, 2003). para
todos los miembros de un Estado
nacional en una disciplina, las fronteras determinan la naturaleza del
ciudadano europeo o global . Incluso si nos agrupamos (en algunos casos definidos
territorialmente) nos hemos vuelto má s mó viles y nos resulta más fá cil la pertenencia,
la afiliació n y la membresía, y cruzar el límites que antes la forma en que los procesos
de inclusió n obstaculizaban nuestro movimiento, la mayoría de nosotros conservamos y
la exclusió n se institucionalizan. fuertes afiliaciones étnicas o nacionales y Es en el punto
de unió n fronteriza entre las lealtades, ya sean disciplinas territoriales o grupales que
abstractas y no espaciales (Sigurdson, 2000). Las nociones globales de frontera se
introducen en el desacceso al ciberespacio y el curso sin obstá culos . La idea de que el
ciberespacio, en sí mismo utilizado la difusió n espacial de la informació n y como la
prueba ú ltima (sic) del conocimiento sin fronteras, paradó jicamente, ha engendrado un
mundo desterritorializado , es Lleno de-identidad nacional entre las poblaciones de la diáspora
Nacionalidades y afiliaciones cuyo acceso es previamente remoto y determinado por
una estricta demarcació n fronteriza dislocada de sus lugares (o características
de los padres (como el acceso). a una computadora, lugares) de origen , pero que ahora
poseen conocimientos de habilidades informáticas básicas) es, ya que con más
informació n y mayor facilidad de algunos geó grafos, difícil de comprender. Pero el
acceso, a las patrias ancestrales (sic), y las
fronteras que son y, como en el caso de inter-identificarse con las causas y stru$$les
de las fronteras estatales, ayudan en el reordenamiento grupos étnicos o nacionales en
lugares lejanos.de la sociedad global en compartimentos ordenados El lenguaje sigue
siendo el ú nico gran límite y categorías,
distin$uishin$ entre aquellosque, para muchos de nosotros, sigue sien
do difícil
148Las líneas que nos siguen separando
de la globalizació n en la creació n de
Cambio y diversidad dentro de la 'frontera' complejos de alta tecnología;el otro fue de
(Pratt y Brown, 2000). un bailarín convertido en antropó logo
Las ideas tradicionales de borderland y que ha trabajado en las á reas DDO que se
fron- tier está n relacionadas con las crearon como exclaves conjuntos de
nociones de «zona de transició n».En la UE, seguridad israelí-palestina en el período
la frontera ha constituido el lugar para la posterior a los Acuerdos de Oslo y
aparició n de regiones fronterizas operaron hasta el estallido de la segunda
transfronterizas, donde las actividades Intifada en 1990. Aparentemente muy
sociales, econó micas y culturales se han diferente
unido a través de la frontera. Esto ha sido
alentado por la UE como un medio para
romper las barreras tradicionales de
sospecha nacional entre los pueblos a cada
lado de la frontera, creando las
condiciones para la eventual apertura o
eliminació n de la frontera por completo.
En muchos casos, las tierras fronterizas
adquieren las características de las
regiones en transició n, lo que permite un
movimiento gradual de una norma
cultural a otra, en contraste con la
comprensió n rígida de la frontera como
una Punto de corte. Dentro de la zona de
transició n, puede surgir una hibridez
cultural, lingü ística y social, lo que resulta
en la formació n de una zona de
amortiguació n subcultural dentro de la
cual el movimiento de un lado a otro se
alivia considerablemente: la persona en
trá nsito de un lado a otro. El lugar o grupo
a otro sufre un proceso de aclimatació n y
aculturació n a medida que se mueve a
través de la zona de trá nsito, de modo que
el choque de encontrarse con el "otro" no
es tan grande como temía. En algunos
casos puede provocar la formació n de
espacios transnacionales,
transfronterizos, con el surgimiento de
nuevas identidades regionales híbridas
(Dobell y Neufeld, 1994; Cold-Rauvkilde er
af., 2004; Smith, 2004; Chen, 2005).
En un seminario reciente sobre
"discursos fronterizos" que tuvo lugar en
el Instituto Van Leer en Jerusalén,
escuchamos dos documentos
relacionados con la frontera de
estudiantes de doctorado. Uno fue de un
soció logo que escribió sobre el impacto
transició n / hibridez o la creació n de
Los dos documentos fueron paisajes armoniosos donde alguna vez
sorprendentemente similares en su uso hubo conflicto (Minghi, 1991). La
—consciente y uconsciente— de las experiencia de encontrarse con el "otro"
nociones de frontera. En particular, ambos por primera vez, especialmente después de
se centraron en la forma en que se crean largos períodos de miedo, sospecha y
nuevos espacios y la forma en que los desconfianza, puede en algunos casos
grupos que trabajan u operan dentro de aumentar los sentimientos mutuos de
estos "espacios de transició n" negocian animosidad. La primera vez
su camino a través y a través de las
nuevas fronteras y líneas que se han
creado en el corazó n mismo de la estos
nuevos espacios.
Tendemos a ver las zonas de
transició n como una especie de espacio
fronterizo, que se extiende a ambos lados
de la línea y constituye un lugar de
contactodonde la diferencia se diluye y se
reconstruye como una especie de
hibridez fronteriza. Pero, como ambas
presentaciones demostraron claramente,
las zonas de transició n pueden ser
igualmente lugares en los que el
contacto entre diferentes grupos
(etnonacional en el caso de las OCD,
estatus socioeconó mico en el caso de las
zonas de alta tecnología ) fortalece la
noció n de frontera como barrera a pesar
de, y a pesar de, el contacto que tiene
lugar en estos nuevos espacios. No
constituyen una transició n entre un lado
y otro, sino má s bien exclaves de
transició n que ellos mismos está n
demarcados por las líneas duras que los
separan del mundo externo que los
rodea. Los palestinos para cruzar a
Israel, o para los obreros cruzar al
mundo de los profesionales de alta
tecnología, las fronteras son muy difíciles
de negociar. Cuando finalmente se
cruzan, el sentimiento de constituir el
otro inferior, la constitució n de la
diferencia y el sentimiento de no
pertenencia es tan grande que no pueden
esperar para terminar eltrabajo y
regresar a su "propio" lado de la línea
de separació n, a los grupos, culturas y
hogares dentro de los cuales sienten
familiaridad y seguridad.
Por lo tanto, no todas las tierras
fronterizas proporcionan los entornos de
152 Las líneas que nos siguen separando
VI Narrativas fronterizas - la
experiencia fronteriza
Es en el nivel de la narrativa, la anécdota y
la comunicació n que las fronteras cobran
vida (Carli er af., 2002; Wastl-Walter y otros,
2002; van der Velde y van Houtum, 2003;
Sidaway, 2005). Las narrativas fronterizas
reflejan las diversas experiencias y
significados que las fronteras tienen para el
individuo: nos recuerdan que los humanos
están ubicados "en el límite y al final del
territorio" (Alvarez, 1995; Lunden, 2004)
para diferentes personas. Este es
particularmente el caso cuando las fronteras
físicas han sido «eliminadas», o «obete», y
no son visibles. Es en este punto donde a
menudo nos engañ amos a nosotros mismos
creyendo que estamos viviendo en un
mundo sin fronteras cuando, en efecto,
algunas de nuestras prá cticas y actividades
de la vida cotidiana má s mundanas
demuestran el impacto continuo del
La narrativa del "otro desconocido" Sus narrativas fronterizas localizadas
resultante de la frontera cerrada (o adicionales demuestran este punto. El
sellada) es tan importante como lo es la primero de ellos
narrativa de la apertura y eliminació n de
la frontera. La mayoría de las fronteras
siguen siendo lugares donde nuestro
movimiento está restringido.
Tradicionalmente, las fronteras constituyen
barreras, su funció n es impedirnos cruzar
del "aquí" al "allá ". Como tal, el otro lado
de la frontera se vuelve parcialmente
invisible y desconocido. Cuando las
fronteras están herméticamente selladas
ante nosotros, podemos ser totalmente
ignorantes de lo que hay al otro lado. En
el mejor de los casos, nuestro nudo del
otro lado es parcial y a menudo inexacto.
Tendemos a percibir los espacios invisibles
como lugares que nos amenazan, como
lugares dentro de los cuales nuestras
propias prá cticas normativas son
cuestionadas. Cuando las sociedades, los
Estados o las ó rdenes religiosas desean
perpetuar la diferencia, la capacidad de
crear un sentido de amenaza mediante la
construcció n y perpetuació n de fronteras
selladas es una herramienta poderosa.
Cuando se abren las fronteras, lo
desconocido y lo misterioso se encuentran
por primera vez. Poco después de la
apertura temporal de la frontera que divide
Chipre del Norte y del Sur en 2003, un
artículo en el New Work Times describió la
experiencia de un residente de la secció n sur
de Nicosia visitando el "otro" lado por primera
vez. Be quiere ver a Wh en el otro extremo de
la calle en la que ha vivido durante los
ú ltimos 20 añ os, pero que ha sido invisible
debido al muro de hormigó n en medio de la
carretera. Sus padres eran refugiados de la
secció n norte de la isla después de la invasió n
Turhsh en 1974. Ha escuchado historias sobre
el "otro" lado y quiere ir y ver por sí mismo
que su experiencia de cruce devuelve la
mística del "otro" lado a la realidad, teniendo
en cuenta algunas diferencias culturales y
religiosas obvias, la vida en el otro lado no es
muy diferente a la vida en su propio lado. Lo
desconocido no era, no debería haber sido,
tan misterioso y amenazante como siempre
había pensado que era , o como había sido
socializado en thinhn$ que era.
David Newman 153
Tres veces a la semana, las puertas se abren es recopilar estas narrativas y juntarlas de
y cierran mientras los soldados de ambos tal manera que los diferentes tipos de
lados realizan su ritual de simultaneidad casi funciones de barrera o interacció n de la
perfecta mientras se miran unos a otros con frontera, sean visibles en el paisaje o no,
sus brumas viciosas. ¿Có mo, preguntamos, sean
realizan este ritual transfronterizo al
unísono tan perfecto? Eso, se nos dice, es la
parte fá cil. Dos veces por semana, el área se
cierra deFto visitantes externos, se abren las
puertas fronterizas y los dos grupos de
soldados reciben entrenamiento conjunto
para perfeccionar su técnica.
El absurdo de la frontera, tal como se
muestra en la narrativa, se resume en un
cortometraje belga, titulado Le Mur (El
muro), producido en 1998. Situado en la
Bruselas bilingü e, un francó fono pasa la
noche del milenio con su novia de habla
flamenca, só lo para despertar al nuevo
mundo brillante de una nueva era y
descubrir quese ha construido un muro
central entre las dos partes de la ciudad.
be no puede cruzar de nuevo al lado francés
y, Junto con todos los demá s alienígenas,
es perseguido por la policía / milicia
flamenca. Só lo cuando se le recuerda (en una
conversació n con su padre muerto) que
muchas fronteras no son má s que
construcciones sociales y que a menudo son
más imaginarias que reales, escapa a través
del muro, mientras que sus perseguidores,
al carecer de esta comprensió n más profunda
de las fronteras, se estrellan contra el
muro de hormigó n duro y mueren. Al otro
lado del Muro, su novia francesa ahora se
encuentra exactamente en la misma
situació n en la que él había estado
anteriormente, por lo que, juntos , deciden
huir de la ciudad por completo. En la
estació n de tren, el guardia del tren les
recuerda que Europa es ahora una regió n
sin fronteras y que «só lo aquí en Bélgica
tenemos un pequeñ o problema». La ironía
aú n mayor de que la historia tenga lugar en
Bruselas, la ubicació n de la beauracracy de
la UE, no puedeperderse en el espectador de
esta excelente narrativa fronteriza.
Las historias son innumerables. Uno de
los desafíos de los teó ricos de fronteras
entendido a este nivel local de las Los académicos fronterizos necesitan
prácticas de la vida cotidiana.La medida dar un salto adelante, ir má s allá de la
en que todas las fronteras son apertura de las barreras disciplinarias y la
construcciones sociales, en parte desde creació n de una zona de transició n, un lugar
arriba y, aú n má s, evolucionando desde de encuentro y punto de interacció n para
abajo, se desarrolla a través de estas académicos de diversos orígenes, a la
escenas fronterizas. Si realmente creació n de un espacio compartido.
queremos saber qué significan las
fronteras para las personas, entonces
necesitamos escuchar sus narrativas
personales y grupales. Reunir estas
narrativas de estudios de caso a un nivel
agregado debería ayudarnos a comprender
las nociones de "diferencia" y "otro" en la
vida cotidiana real de las personas, en lugar
de como construcciones socioló gicas
abstractas.
VII Terminologías y
semántica de fronteras
Mientras que muchos geó grafos son incapaces
de comprender la idea de que una frontera
puede ser una construcció n no territorial,
muchos soció logos y psicó logos son
igualmente incapaces de comprender por
qué el territorio debería desempeñ ar un
papel tan dominante en nuestra
comprensió n contemporá nea de los
ó rdenes b, como si fuera la ú nica unidad
de ordenamiento social que requiere
categorizació n y composició n. La
mentalizació n es el espacio físico en el que
residimos. Los geó grafos incondicionales
entienden las fronteras como las líneas
físicas que separan a los Estados en el
sistema internacional y, en algunos casos,
las líneas administrativas que separan los
municipios y las regiones de planificació n.
Los soció logos y antropó logos entienden las
fronteras como las líneas abstractas de
separació n entre el "nosotros" y el "ellos",
el "aquí" y el "allí", y como constituyendo
la esencia misma de la diferencia. Entre
estos dos enfoques contrastantes, se
encuentra una gama de definiciones y
terminologías que siguen siendo
exclusivas y específicas de una disciplina
particular y la comprensió n de las fronteras,
con economistas, historiadores, abogados
internacionales y otros que tienen su propia
narrativas disciplinarias específicas.
David Newman 15 S
VIII Conclusión
Es pasado de moda seguir dedicando
nuestro tiempo a discutir si el mundo se
está volviendo sin fronteras o no. La
globalizació n ha tenido sus impactos en
algunos flujos transfronterizos, como el
ciberespacio y el flujo de capital, pero está
claro para todos los estudiosos de las
fronteras que vivimos en un mundo
jerárquico de ordenamiento rígido y que las
fronteras, ya sean territorial o aespacial — son
una parte muy importante de nuestra vida
cotidiana. En el espacio de seis semanas del
añ o pasado, asistí a dos reuniones
internacionales sobre temas relacionados con
las fronteras. El primer lugar en Glamorgan,
Gales, y el segundo en Jerusalén, Israel :
desde la relativa paz y calma de la
frontera anglo-galesa hasta la dura realidad
del Israel no resuelto y conflictivo .
Palestina. Dos entornos tan contrastantes
para la celebració n de importantes
reuniones internacionales de académicos
fronterizos son má s difíciles de imaginar.
Pero el discurso básico es el mismo: la
mecá nica a través de la cual se crea,
existe y se perpetú a la diferencia, a veces
a través del sellado y el cierre de las
líneas, a veces (paradó jicamente) a través de
su apertura y la creació n de las zonas
Y alrededor de la línea de separació n hay, y Albuquerque, abril de 2005; y Borders and
tal diferencia, aunque refleja una larga Borderlands, Dtirrell School of Corfti,
historia política de tensiones, septiembre de 2005. Agradezco los
animosidades y procesos de otredad, es numerosos comentarios constructivos
parte de un proceso diná mico continuo que recibidos por los participantes en
nos dice mucho má s sobre el orden espacial conferencias y talleres.
y social de la sociedad que la mera
existencia de las líneas, ya sean visibles o
invisibles para la sociedad. ojo humano.
Nuestro estudio de las fronteras,
iró nicamente, ha recibido un impulso por
parte de los blob- alistas del "mundo sin
fronteras". Nos ha permitido cruzar
nuestras propias fronteras disciplinarias,
abriéndolas como parte de un intento
posmodernista de compartir el discurso.
Crear una sola teoría no es posible, ni es
necesario. Pero una comprensió n comú n
de las terminologías y la creació n de un
glosario compartido es un desafío para el
que estamos bien preparados . A riesgo de
terminar con un cliché , actualmente
ocupamos una frontera comú n de
investigació n que se extiende a ambos lados
de las fronteras entre disciplinas y entre
practicantes y teó ricos, pero ahora
necesitamos transformar esta frontera-
tierra (o frontera) en un espacio comú n y
compartido. Los espacios de transició n que
se crean pueden, de hecho, dar lugar a la
hibridez y la mezcla; igualmente el
encuentro del otro puede servir para
fortalecer las nociones de diferencia y
animosidad. A medida que las líneas de
separació n se vuelven má s fluidas y
flexibles, también el desafío se volverá
má s difícil, pero igualmente má s
intrigante.
Notas
1. Las versiones anteriores de este documento
se presentaron en las siguientes
conferencias: Crossing Borders:
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