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Progress in human Geography 30, 2 (2006) pp.

143-161

Conferencia sobre el progreso en la geografía humana*

Las líneas que nos siguen separando :


Fronteras en nuestro mundo "sin fronteras"
David Newman
Departamento de Política y Gobierno, Universidad Ben Gurion,
Beer Sheba, Israel

Resumen: El estudio de las fronteras ha experimentado un renacimiento durante la ú ltima


década. Esto se refleja en una impresionante lista de conferencias, talleres y publicaciones
académicas. Este renacimiento se ha debido en parte a la aparició n de una contranarrativa
al discurso mundial sin fronteras y desterritorializado que ha acompañ ado gran parte de la
teoría de la globalizació n. El estudio de las fronteras ha ido má s allá de los límites limitados
del discurso de lagó gigrafia política, cruzando sus propios límites disciplinarios, para incluir
soció logos, politó logos, historiadores, abogados internacionales y estudiosos de las
relaciones internacionales. Pero esta reunió n de disciplinas aú n no ha tenido éxito en la
creació n de un lenguaje comú n o glosario de términos que sea relevante para todos los
estudiosos de las fronteras. Un aspecto central del estudio contemporá neo de las
fronteras son nociones como "las fronteras son instituciones", el proceso de
"bordear" como una diná mica por derecho propio, y las terminologías fronterizas que se
centran en las distinciones binarias entre el "nosotros" y "ellos", el "incluido" y el
«excluidos». Las fronteras deben estudiarse no solo desde una perspectiva de arriba
hacia abajo, sino también de abajo hacia arriba, con un enfoque en las narrativas y
experiencias fronterizas individuales, reflejando las formas en que las fronteras impactan
en las prá cticas de la vida cotidiana de las personas que viven en y alrededor de la
frontera. y zonas de transició n transfronterizas. Al plantear una agenda para la pró xima
generació n de investigació n relacionada con las fronteras, las fronteras deben
considerarse por su potencial para constituir puentes y puntos de contacto, tanto como
tradicionalmente han constituido barreras para el movimiento y la comunicació n.

Palabras clave: frontera como institució n, frontera como proceso, narrativas fronterizas,
fronteras, fronteras, límites, discurso interdisciplinario, relaciones de poder.

que, al mismo tiempo, perpetúan y


I No hay negocio como el negocio reperpetúan las nociones de diferencia y
fronterizo otros. Para algunos, la noción de un "sin
Vivimos en un mundo de líneas y fronteras" y
compartimentos. Puede que no
necesariamente veamos las líneas, pero
ordenan nuestras prácticas de la vida
diaria, fortaleciendo nuestra pertenencia e
identidad con lugares y grupos, mientras
Incluso los puristas de la globalizació n
El mundo "desterritorializado" se ha aceptarían que el ordenamiento bá sico de
convertido en una palabra de moda para la sociedad requiere categorías y
la globalizació n (Kuper, 2004; Caney,
compartimentos, y que las fronteras crean
2005), pero no es posible imaginar un
orden (Albert er af., 2001; van Houtum y
mundo sin fronteras o desterritorializado.
van Naerssen, 2002).

* Este documento fue presentado como la conferencia Progreso en Geografía humana en las
Reuniones Anuales de la Asociació n de Geó grafos Americanos, Denver, abril de 2005.

0 2006 Edward Arnold (Editores) Ltd

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144 Las líneas que nos siguen separando

Si bien puede que no sea posible construir para infundir un significado y una
una teoría ú nica de las fronteras, el estudio comprensió n más profundos en los límites
contemporáneo de las fronteras se ha "hardcore" que se han vuelto mucho má s
convertido en una industria de gran porosos y permeables que en el pasado.
crecimiento durante la ú ltima década. Una El estudio de las fronteras ha sido objeto
breve mirada a la bibliografía al final de este de una
documento indicaría que en nuestro llamado Gran renacimiento durante los ú ltimos 15
mundo sin fronteras no hay "negocios como añ os. Instituciones, conferencias y
negocios fronterizos". Como geó grafos, publicaciones
tradicionalmente hemos entendido las
fronteras (o límites) como la constitució n de
las líneas físicas y altamente visibles de
separació n entre los espacios políticos,
sociales y econó micos. Só lo má s
recientemente hemos comenzado a
comprender que es el proceso fronterizo,
má s que la frontera per se, lo que afecta
nuestras vidas diariamente, desde lo
global hasta lo nacional y, lo que es má s
importante, a las escalas local y micro de la
actividad socioespacial (Newman y Paasi,
1998).
La diversidad de fronteras y su
significado contemporá neo se ha movido
más allá de las fronteras a menudo
demasiado rígidas que separan las disciplinas
académicas tradicionales, reuniendo a
geó grafos, soció logos, antropó logos,
historiadores, economistas, abogados
internacionales, filó sofos y politó logos. El
significado de lo que constituye una frontera
para uno no siempre es compatible para
otro, y la semántica disciplinaria y las
terminologías siguen siendo una barrera
significativa para una fusió n completa de
ideas. Sin embargo, como se argumentará en
este documento, hay suficiente terreno
comú n para compilar un glosario de
lenguaje relevante para las fronteras . No
hay ninguna razó n por la que el estudio de
los límites físicos y territoriales entre los
estados no deba tener relevancia para los
soció logos y antropó logos interesados en las
nociones de diferencia y otredad, mientras
que tampoco hay ninguna razó n por la
que algunas de las ideas y conceptos má s
abstractos postulados por los Las
disciplinas de planificació n no deben usarse
El tratamiento de una diversidad de temas buscar un lenguaje comú n a través del cual
relacionados con las fronteras está en la se pueda entender el fenomenó n de las
agenda de geó grafos, soció logos, fronteras (Shapiro y Alker, 1996; Newman
politó logos, antropó logos, abogados y
internacionales y una creciente comunidad
multidisciplinaria de académicos, aunque
una investigació n interdisciplinaria
académica en esta área ha sido menos
comú n ( Megoran et al., 2005). La Association
of Borderland Scholars (ABS) en los Estados
Unidos, la International Boundaries
Research Unit (1 BRU) en el Reino Unido,
junto con un nú mero creciente de Centros
de Investigació n Transfronteriza
localizados, son indicadores
institucionales de este renovado interés en
un tema que, incluso entre los geó grafos, se
consideraba pasado de moda antes de la
Ataque del discurso mundial sin fronteras a
fines de la década de 1980 y principios de
la década de 1990. La red BRIT (Border
Regions in Transition), que atrae a
académicos de una amplia gama de
disciplinas de las ciencias sociales, se
reú ne regularmente y ha producido una
gran cantidad de investigaciones publicadas
sobre la dinámica cambiante de las fronteras
y las regiones fronterizas (Ganster et al.,
1997; Eskelinen y otros, 1999; Berg y van
Houtum, 2004; Nicol y Townsend-Gault,
2005). revistas como Geopolitics (2005),
European Journal of Social Theory (EAST)
(2006), The European Legacy (The
Journal of The International Society for
The Study of European Ideas – ISSEI)
(2006 ) y SAIS Review (2006), por
nombrar solo algunas, está n dedicando
problemas para el estudio de las
fronteras, mientras que una editorial
académica tiene ahora una serie de libros
dedicados al estudio de las regiones
fronterizas (Meinhof, 2002; Pavlakovich-
Kochi et al. , 2004; Berg y van Houtum,
2004; van Houtum er af. , 2005).
Es algo iró nico que sea el discurso de
globalizació n, en gran parte no $eo de un
mundo desterritorializado (Ohmae, 1990;
Oommen, 1995; Welchman,
1996; Helliwell, 1998; Blatter, 200 1) que ha
reunido a tantos estudiosos de diferentes
disciplinas, para cruzar sus propias líneas
disdisciplinarias de separació n, para
David Newman 145

Paasi, 1998; Ditt$en, 2000; Newman, 2006a). la geografía política, el enfoque en la


En el añ o dedicado a la preparació n de este naturaleza diná mica del proceso fronterizo,
artículo, el autor asistió a una serie diversa de en contraste con la frontera física per se, y el
talleres dedicados al fenó meno fronterizo, deseo de crear una narrativa mundial "sin
reuniones interdisciplinarias en Jerusalén fronteras".
(BRIT VII) y Albuquerque (ABS), una
reunió n de historiadores en Glamorgan,
científicos sociales franceses en Grenoble y
eruditos literarios en Corfú . Más allá de la
obvia importancia de David Lodge de este
tour de force global, el creciente nú mero de
disciplinas que muestran interés en el estudio
de las fronteras habla por sí mismo.
Pero 10 añ os de discusiones y
deliberaciones conjuntas no nos han
acercado necesariamente a la construcció n
de una teoría ú nica de las fronteras, una
teoría que utiliza terminología comú n y que
es relevante para la diversa comunidad de
estudiosos y profesionales de las fronteras
(Newman y Paasi, 1998; Newman, 2003a;
Brunet-Jailly, 2004a; 2005; Kolossov, 2005;
Paasi, 2005a ; 2005b). No existe una teoría
ú nica como tal y es inú til buscar un marco
explicativo ú nico para el estudio de las
fronteras. Pero hay terminologías comunes
de las cuales los practicantes fronterizos de
diferentes disciplinas pueden tomar
prestado, y enriquecerse mutuamente, en
sus intentos de ampliar el estudio y la
comprensió n de los procesos a través de los
cuales se crean y perpetú an las fronteras.

II El estado del arte: revisión de


la literatura
El estudio de las fronteras no fue, junto con la
geografía política en general, un á rea de
investigació n importante durante la década
de 1950-197 0s (Newman, 2002b). No só lo
estaba contaminado con la fiebre de la
geopolítica posterior a la Segunda Guerra
Mundial, sino que las fronteras también se
percibían como resultados físicos y está ticos
del proceso de toma de decisiones políticas,
que debían describirse en lugar de
analizarse. Los $eopolitical cambios que
tuvieron lugar en el sistema internacional a
partir de la década de 1980, la legitimació n de
Todo sirvió para crear una nueva 1980 y 1990 ha sido el análisis de la
generació n de estudios fronterizos. cooperació n transfronteriza y la
El contenido de la investigació n funcionalidad de las regiones transfronterizas
relacionada con las fronteras ha (Church y Reid, 1999;
experimentado un cambio importante durante
las ú ltimas dos décadas (Voucher, 1991;
do Amaral, 1994; Paasi, 1996; Blake,
1999; Newman, 1999; 2002a).Lo que se
puede denominarestudios clásicos de
fronteras/límites se encuentra en la
geografía política y se centra
principalmente en análisis descriptivos de
los límites, su ubicació n y los procesos
políticos e histó ricos que conducen a su
demarcació n (Minghi, 1963; Prescott, 1905;
t987). Las tipologías de límites son un tema
comú n en este género de estudios,
centrá ndose en los procesos de
demarcació n y delimitació n de límites, y la
posició n de la frontera en relació n con el
entorno geográfico (físico) (Holdich, 1916a;
1916b; Fawcett, 1918; Brigham, 1919;
Hartshorne, 1933; 1936; Boggs, 1940; Jones
1943; 1959; Fischer, 1948; KristofF, 1959). Este
enfoque se centró en la frontera como el
resultado físico y geográfico del proceso
político e histó rico y es en gran medida
estático y determinista. Su manifestació n
contemporá nea se encuentra en los
análisis de fronteras internacionales
realizados por la International Boundaries
Research Unit (IBRU) (Blake, 2000a; 2000b;
Blake y Schofield, 1987; Schofield,
1994;Schofield y Schofield, 1994), la
descripció n enciclopédica completa de
los límites (Biker, 1995), y un análisis de
las reconfiguraciones políticas que han
tenido lugar como resultado de los cambios
políticos globales, en particular la
desintegració n de la Unió n Soviética y el
(re)surgimiento de nuevos Los Estados
como parte del sistema internacional
(Waterman, 1994; Kolo ssov y O'Loughlin,
1998; Thomas, 1999). Se nos recuerda que
en nuestro mundo "sin fronteras" hay má s
de 300 límites terrestres, mucho más que el
nú mero real de Estados que conforman el
mosaico político-$eo del sistema
internacional.
Uno de los principales objetivos de los
estudios realizados durante las décadas de
146Las líneas que nos siguen separando

Scott, 1999; Anderson y Wever, 2003; 1996; Paasi, 1996; 1998; 2002;
Perkmann y Sum, 2002; Brunet-Jailly, Newman, 2006b). Pero, a medida que nuestra
2004b). Esto se ha centrado en Europa y en comprensió n de las funciones y escalas del
el papel de las regiones transfronterizas en territorio cambia en respuesta a la
la apertura de fronteras entre países en la desterritorializació n
expansió n de la Unió n Europea (Perkmann,
1999; Scott, 2000; Blatter y Element, 200 1;
Anderson et al. , 2002). La literatura sobre
este tema es vasta. Se centra en la mecá nica
del proceso de apertura de fronteras, la
noció n de cooperació n transfronteriza
como precursor e indicativo de la
transició n de la guerra a la paz (Kliot,
2002). La frontera se transforma de una
barrera, a través de la cual el otro lado es
invisible, a un lugar donde tiene lugar la
reconocimiento, la cooperació n y la
coexistencia (Gallusser, 1994; Galtung, 1994) .
La UE promovió activamente la realizació n
de regiones de actividad transfronteriza, a
ambos lados de las fronteras políticas y
estatales, propiciando la interdependencia
econó mica transfronteriza y reforzando los
procesos de conciencia social y cultural
mutua dentro de las regiones y zonas
transfronterizas de transició n. El interés
en el papel de los empresarios dentro de
Europa se indica en el sitio web de la
Asociació n de Regiones Fronterizas
Europeas (www.aebr.net), junto con
proyectos de investigació n fuertemente
financiados por la UE, como EXLINEA
(Líneas de exclusió n como á reas de
cooperació n). reconfi$uring the External
Boundaries of Europe — www.exlinea.org), y
el proyecto EUBORDERConf, que examina
el papel de la intervenció n de la UE en las
regiones fronterizas en conflicto
(www.euborderconFbham. ac.uk). La UE se
enfrenta a sus propios dilemas fronterizos,
abriendo al mismo tiempo sus propias
fronteras interiores y fomentando la libre
circulació n, al tiempo que crea una nueva
frontera exterior con aquellos países que
aú n están excluidos del club (Berg y Ehin,
2006).
para los geó grafos, el territorio sigue
siendo un foco importante en el estudio de las
fronteras (Agnew, 1994; 2000; Anderson,
discurso (Agnew, 1994; Albert, 1998; 2002; Asiwaju, 2003), al igual que las
Hudson, 1998; Anderson y O'Dowd, actuales reconfiguraciones territoriales y
1999a; Paasi, 1998; l999b; Yeun$, 1998; Toal, fronterizas que está n teniendo lugar en
1994; 1999), también lo hace nuestra partes de Á frica (Daniel, 2000; Gri$$s,
comprensió n del papel desempeñ ado por 2000) y en Israel/Palestina
las fronteras en la determinació n y gestió n
de los compartimentos territoriales de
mú ltiples capas en los que vivimos.
Nuestra comprensió n de los territorios y las
fronteras es menos rígida y menos
determinista que en el pasado. El territorio y
las fronteras tienen su propia dinámica
interna, causando cambios por derecho
propio tanto como son simplemente el
resultado físico de la toma de decisiones. Se
perciben tanto en nuestros mapas mentales
e imágenes como en las manifestaciones
visibles de muros de hormigó n y cercas de
alambre de pú as. Pero estos ú ltimos no han
desaparecido del todo y, en muchos casos de
conflictos etnoterritoriales y políticos
existentes, se está n construyendo o
trasladando fronteras, como medio de
consolidar la separació n física y las barreras
(Grundy-Warr, 1990; Lustick, 1993; Forsberg,
1995; Anderson y O'Dowd, l999b; O'Leary
et al. , 2001; Newman, 2004; 2006;
Blanchard, 2005).
El discurso del mundo "sin fronteras" es
específico tanto de la disciplina como del
lugar. Los economistas y los científicos de
la informació n (ciberacadémicos) han
asumido el papel de puristas «sin fronteras»,
mientras que los geó grafos, politó logos,
soció logos y legisladores internacionales son
más escépticos. No es sorprendente, por lo
tanto, que los talleres fronterizos
multidisciplinarios no cuenten con muchos
economistas. ¿Viven los economistas en un
estado de negació n? Gran parte de la
economía mundial se centra en los
poderosos aranceles comerciales y en las
barreras aduaneras que siguen vigentes,
no só lo en la apertura de límites al flujo de
capital global. En términos de lugar, el
discurso mundial "sin fronteras" es
occidental , más específicamente europeo
occidental. La fascinació n por el resultado
de la superposició n colonial en Á frica
sigue siendo un tema fuerte en la
literatura (Brownlie, 1979; Ramutsindela,
1999; Limó n
David Newman 14?

(Salah y Newman, 1995; Newman, 1998;los que pertenecen y los que no.
En todo 2002c; Brawer, 2002). Las fronteras son estos casos, las fronteras
reflejan las diferencias existentes construidas en tantos lugares como son, mientras
que en algunos casos se elimina su
construcció n. Todo vuelve a servir primero para crear un nuevo
conjunto de ' otros' que añ o Geografía: ¿por qué algunos procesos — no habían existido
previamente, perpetuando así, incluso la globalizació n ?
procesos : ¿ocurren en lugar de eliminar, el sentido de "otros,
algunos lugares y no en otros? Why are some ness» (van Houtum y van Naerssen,
2002). Las fronteras desaparecen por completo, mientras que, en Otro enfoque
importante de los estudios fronterizos al mismo tiempo,
otros está n en el proceso dedurante la ú ltima década es la relació n que se
está ¿Construido como manifestaciones físicas entre fronteras y formació n de
identidad de un paisaje político volá til ? (Leimgruber, l99l ; Salah y Newman, 1995;
para los politó logos, las fronteras reflejan elPaasi, 1995; 1996; 1999a; Berdahl, 1997;
naturaleza de las relaciones de poder y la capacidad deAckleson, 1999;
Wilson y Donnan, 1998; un grupo para determinar, superponer y Donnan y
Wilson, 1999; Knippenberg perpetú a las líneas de
separació n, o para eliminary Markus se, 1999; Klemencic, 2000; Albert ellos, contingent
upon the political environ-et al. , 20 0 1; Marró n, 2 0 01 ; Agnew, 2 0 02 ; en
un momento dado (Ganster y Lorey, Kaplan y Hakli, 2002; Meinhof, 2005).
para soció logos y antropó logos, 2002; Migdal,
2002). La apertura de las fronteras son indicativas de las distinciones
binarias no da lugar, automá ticamente, a las ciones (nosotros/ellos;
aquí/allá ; interior/exterior)hibridació n de la identidad étnica y nacional. entre grupos en
una variedad de escalas, desde Las
identidades separadas dependen de lo nacional
hasta los espacios personales y la existencia de
categorizació n grupal, ya sea territorios del individuo. para internacionales
religiosos, culturales, econó micos, sociales o étnicos. abogados, las fronteras reflejan la
naturaleza cambiante La etnicidad sigue siendo un determinante clave de la soberanía
y los derechos de los Estados a la afiliació n, inclusió n y exclusió n de
grupos, intervenir en los asuntos de los vecinos mientras que la eliminació n, o
apertura, de las fronteras político-legales entidades (Ratner, 1996; Lalonde,
no necesariamente o automá ticamente trans- 2002; Castellino y Allen, 2003). para
todos los miembros de un Estado
nacional en una disciplina, las fronteras determinan la naturaleza del
ciudadano europeo o global . Incluso si nos agrupamos (en algunos casos definidos
territorialmente) nos hemos vuelto má s mó viles y nos resulta más fá cil la pertenencia,
la afiliació n y la membresía, y cruzar el límites que antes la forma en que los procesos
de inclusió n obstaculizaban nuestro movimiento, la mayoría de nosotros conservamos y
la exclusió n se institucionalizan. fuertes afiliaciones étnicas o nacionales y Es en el punto
de unió n fronteriza entre las lealtades, ya sean disciplinas territoriales o grupales que
abstractas y no espaciales (Sigurdson, 2000). Las nociones globales de frontera se
introducen en el desacceso al ciberespacio y el curso sin obstá culos . La idea de que el
ciberespacio, en sí mismo utilizado la difusió n espacial de la informació n y como la
prueba ú ltima (sic) del conocimiento sin fronteras, paradó jicamente, ha engendrado un
mundo desterritorializado , es Lleno de-identidad nacional entre las poblaciones de la diáspora
Nacionalidades y afiliaciones cuyo acceso es previamente remoto y determinado por
una estricta demarcació n fronteriza dislocada de sus lugares (o características
de los padres (como el acceso). a una computadora, lugares) de origen , pero que ahora
poseen conocimientos de habilidades informáticas básicas) es, ya que con más
informació n y mayor facilidad de algunos geó grafos, difícil de comprender. Pero el
acceso, a las patrias ancestrales (sic), y las
fronteras que son y, como en el caso de inter-identificarse con las causas y stru$$les
de las fronteras estatales, ayudan en el reordenamiento grupos étnicos o nacionales en
lugares lejanos.de la sociedad global en compartimentos ordenados El lenguaje sigue
siendo el ú nico gran límite y categorías,
distin$uishin$ entre aquellosque, para muchos de nosotros, sigue sien
do difícil
148Las líneas que nos siguen separando

cruzar, en ausencia de una forma de sino también entre el "nosotros" y el "ellos", el


comunicació n ú nica, global y sin fronteras. "aquí" y el "allá ", y los "de adentro" y los "de
La escala también ha ocupado un lugar afuera". Las fronteras conservan su sentido
destacado en gran parte de la literatura esencial de dislocació n y separació n
fronteriza reciente. Ha habido una delarpa, un punto de corte agudo entre dos
reorientació n geográ fica de la frontera lejos polaridades.
del nivel del Estado, hacia las regiones
internas, los municipios y los barrios
(Lunden y Zalamans, 2001). Vivimos en un
mundo de jerarquías de escala, donde
diferentes fronteras afectan nuestras
prá cticas de la vida diaria al mismo tiempo
(Blattö ner, 2001). Muchos pueblos y ciudades,
que normalmente se perciben como
entidades funcionales ú nicas, están
divididos a lo largo de las fronteras
nacionales y estatales, y el grado de
coordinació n e integració n
transfronterizas depende de la naturaleza
de las relaciones políticas y de poder
entre los Estados Unidos. los dos lados
(Bucken- Knapp, 200 1; Buursink, 200 1 ;
Matthiesen y Burkner, 2001). En la má s
micro de las escalas, los antropó logos nos
recuerdan las fronteras personales, a
menudo invisibles a los ojos, que
determinan nuestras prá cticas de la vida
cotidiana en un grado mucho mayor que
las fronteras nacionales, a través de las
cuales la mayoría de los la població n
mundial ni siquiera cruza una vez en su vida
(Á lvarez, 1995).

III Border como proceso, frontera


como institución
Hay una serie de clichés actualmente en
boga en el estudio de las fronteras. El má s
notable de ellos es presentar las fronteras
como constitutivas de "proceso" (en
contraste con el patró n simple) y como
"instituciones" que deben ser administradas
y perpetuadas (en contraste con las líneas
físicas que son simplemente el resultado
estático y de ubicació n del proceso de
toma de decisiones sociales y políticas).
Todos somos conscientes del hecho de que
las fronteras crean (o reflejan) la diferencia
y constituyen la línea de separació n no só lo
entre los estados y los espacios $eo de paz,
Es el proceso de bordear, en lugar de los instituciones que son fronteras también
resultados fronterizos per se, lo que debería permiten ejercer el control dentro del
ser de interés para todos los estudiosos de la compartimento social o espacial específico
frontera. El proceso a través del cual se que así se delimita (Blatter, 2003). En muchos
demarcan y gestionan las fronteras es casos, también proporcionan la
fundamental para la noció n de frontera
como proceso y frontera como
institució n. La demarcació n y la gestió n
de las fronteras están estrechamente
vinculadas entre sí. El primero (el proceso
de demarcació n) determina la forma en que
el segundo (la gestió n de las fronteras) se
pone en práctica. La demarcació n no es
simplemente el dibujo de una línea en un
mapa o la construcció n de una cerca en el
paisaje físico de la tierra. Es el proceso a
través del cual se construyen las fronteras y
se crean las categorías de diferencia o
separació n. La demarcació n es el proceso a
través del cual se determinan los criterios
de inclusió n/exclusió n, ya sea la
ciudadanía en un país, la pertenencia a un
grupo social o econó mico específico o la
afiliació n religiosa. Las fronteras que
permiten entraro salir de estos diversos
espacios y grupos normalmente están
determinadas por las élites políticas y
sociales como parte del proceso de
ordenamiento y compartimentació n
social.
Estas mismas élites determinan hasta
qué punto tales fronteras está n cerradas u
ocurridasy la facilidad con que pueden ser
atravesadas. Las fronteras constituyen
instituciones que permiten la legitimació n,
la significació n y la dominació n, creando un
sistema de orden a través del cual se
puede ejercer el control. Los procedimientos
de gestió n son fundamentales para este
proceso, ya que los guardias fronterizos
impiden el movimiento físico de las
personas que carecen de los visados o
documentos de entrada necesarios, de la
misma manera que los líderes religiosos
impiden la entrada en la religió n de personas
que no profesan las creencias correctas o
que no nacen dela madre correcta, y De la
misma manera que los funcionarios del
gobierno impiden la salida de las categorías
sociales y econó micas a las personas que no
poseen los niveles de ingresos o las
calificaciones educativas correctas. Las
David Newman 149

instituciones relacionadas con el TLCAN,


marco dentro del cual se pueden recaudar destinadas a promover el comercio
ingresos y hacer cumplir los impuestos, transfronterizo y encontrar formas de
enriqueciendo así las arcas del Estado, o aliviar las restricciones transfronterizas ,
cualquier grupo responsable del en el período posterior al 9/11 gran parte
mantenimiento de la frontera específica. de esta financiació n ha desaparecido. y ha
El cruce de la frontera (la apertura parcial sido reemplazado por investigaciones
de la frontera) puede servir a los financiadas por la Oficina de Seguridad
intereses fiscales de los administradores Nacional. Este financiamiento promueve
de fronteras, las élites políticas y estudios destinados a encontrar formas
econó micas, mucho má s que el má s efectivas de cerrar la frontera frente a
mantenimiento de una barrera cerrada y las amenazas terroristas percibidas, y
sellada. dificultar que los elementos "indeseables"
crucen las fronteras terrestres hacia el país.
IV ¿Se abren o cierran fronteras?
Como se indica en la revisió n de la
literatura anterior, la investigació n
relacionada con las fronteras se ha
centrado en el proceso a través del cual los
bor- ders se está n abriendo y se está n
volviendo má s flexibles y permeables.
Pero los eventos del 9/11 han traído un
nuevo cambio de paradigma en el estudio
de las fronteras, reenfocando la atenció n
en el proceso a través del cual las
fronteras pueden controlarse má s
rígidamente, cerrando en lugar de abrirse
en algunos casos casi selladas. En ninguna
parte es esto má s evidente que en las dos
fronteras de los Estados Unidos, con
México y Canadá . El discurso de la
securitizació n destinado a prevenir la
infiltració n de actividades terroristas en
los Estados Unidos ha hecho mucho má s
difícil cruzar a los Estados Unidos,
culminando en el endurecimiento de los
procedimientos de cruce de fronteras y,
en 2005, una nueva legislació n que exige
que todos los ciudadanos de los Estados
Unidos tengan pasaportes para cruzar a
los Estados Unidos. países vecinos donde,
en el pasado, los documentos de
identificació n local y permiso de conducir
eran suficientes (Anderson, 2002;
Andreas, 2003). También se refleja en el
hecho de que, mientras que durante la
década de 1990 las principales fuentes de
financiació n de la investigació n para el
estudio de las fronteras provenían de
securitizació n ha provocado el cierre de
La frontera entre Estados Unidos y fronteras debido a los temores
Canadá , tradicionalmente vista como percibidos y construidos de nuevas
una frontera "blanda", se ha vuelto amenazas desde el exterior. Cuando los
mucho má s difícil de cruzar, mientras dos discursos chocan entre sí (como en el
que las nuevas restricciones han hecho ejemplo entre Estados Unidos y México),
que sea mucho má s difícil para los generalmente es el discurso de la
migrantes ilegales cruzar la frontera titulizació n el que predomina, provocando
entre Estados Unidos y México (Andreas un nuevo cierre de fronteras. En ninguna
y Snyder, 2000; Andreas y Biersteker, parte es esto má s evidente a nivel local
2003; Brunet-Jailly, 2004c; Nicol, 2005). que en Israel/Palestina, donde la
La actividad de vigilancia de los reciente construcció n de
"minutemen" designada para la venta,
que comprometió las operaciones en
2005, demuestra có mo el cierre de
fronteras se ha convertido tanto en un
proceso "de abajo hacia arriba" como en
un proceso "de arriba hacia abajo"
iniciado por el Gobierno, con el primero
alimentando al segundo como parte de
de un renovado sentido de autodefensa
nacional y exclusividad patrió tica en el
período posterior al 9/11 (Ack1eson, 2004;
Olmedo y Sowden, 2005). Por lo tanto, los
estudios contemporá neos se centran, una
vez má s, en las implicaciones del
proceso de cierre de fronteras. Esto
incluye no só lo la mecá nica del
proceso, sino también las implicaciones
humanas y éticas de cortar a miles de
personas de los lugares de trabajo en
detrimento tanto de los empleados
mexicanos como de los empleadores
estadounidenses del otro lado de la
frontera que se han beneficiado de
esto. fuente de mano de obra barata, no
registrada. Las características
funcionales cambiantes de la frontera
entre Estados Unidos y México son un
buen ejemplo del choque entre la
titulizació n y el disco econó mico en
relació n con las fronteras (Andreas,
2000; Nevins, 2002; Coleman, 2004;
Laitinen,
2003; Purcell y Nevins, 2004). Econó mico
Los intereses de las ú ltimas dos
décadas han provocado una apertura
de fronteras, siendo la UE y el TLCAN
los dos principales ejemplos de esto. En
contraste, el discurso de la
150 Las líneas que nos siguen separando

la separació n del muro, en nombre de la tierras fronterizas tal como se utiliza en la


seguridad, junto con la retirada física literatura 8eo8raphic tiene una gran
(retirada) de la Franja de Gaza, ha relevancia para nuestras vidas cada vez más
impedido que los palestinos crucen a Israel complejas y sociales. Interacciones. Así
para encontrar empleo como trabajadores como los estudiosos de las fronteras
serviles, atendiendo las necesidades bá sicas territoriales examinan cada vez más la
de subsistencia de la població n palestina. noció n de espacios de transició n
La funció n tradicional de las fronteras
ha sido crear barreras al movimiento en
lugar de puentes que permitan el contacto.
Las fronteras se perciben normalmente
como mecanismos institucionales
destinados a proteger lo que está dentro,
excluyendo lo que se origina en el
exterior. Los funcionarios de puente, los
mecanismos a través de los cuales las
fronteras pueden proporcionar el punto de
contacto y transició n entre los "otros",
todavía se perciben como el desviado, en
lugar del valor predeterminado, $ivin se
eleva a la pregunta ética esencial "¿por qué
límites?" (van Houtum, 2002). Si bien la
apertura de los límites se considera un factor
positivo, que apunta a una buena
transparencia entre las entidades
territoriales y sociales, los ú ltimos añ os
han demostrado cuán fá cilmente se pueden
destruir estos puentes y reconstruir las
barreras. Esto plantea cuestiones éticas
relativas a la construcció n y gestió n de
límites: ¿para quién, por quién y en interés
de quién se excluye o se aísla a algunas
personas de sus espacios de vida
culturales, étnicos o econó micos?
(Buchanan y Moore, 2003; van Houtum,
2002; van Houtum et al., 2005). Las buenas
cercas no crean automá ticamente buenos
vecinos. Si hubiera buena vecindad en
primer lugar, es posible que las vallas no
fueran necesarias en absoluto. Pero las
vallas fuertes crean para las élites
gobernantes una situació n manejable en la
que la línea de separació n binaria
"nosotros aquí" y "ellos allá " es má s fá cil
de controlar.

V La frontera como espacio de


transició n La noció n de fronteras y
que cruzan la frontera y abarcan á reas y la línea de separació n. El impacto de la
personas a ambos lados de la línea divisoria frontera como una fronteraque refleja y
formal, así también nuestra pertenencia a mejora la diferencia es el pará metro clave
grupos sociales y culturales cosmopolitas para la comprensió n.
se está volviendo cada vez má s híbrida,
en una especie de mundo de frontera /
transició n entre, y a través de, las líneas
más rígidas que nos separaron en el pasado.
Las tierras fronterizas existen alrededor
de las fronteras, pero varían en su
intensidad y la medida en que afectan
igualmente a las personas en ambos lados de
la frontera. El debate sobre la naturaleza de
las fronteras comobri dges y puntos de
interacció n (en contraste con su papel
tradicional de barreras) es relevante en el
sentido de que las fronteras pueden
transformarse en las fronteras (en el
sentido más positivo del término) donde
las personas o grupos que
tradicionalmente se han mantenido a sí
mismos. distantes entre sí, hacen los
primeros intentos de contacto e
interacció n, creando una mezcla de
culturas e hibridez de identidades (O'Dowd
y Corrigan, 1995; Newman, 2003b). No
todas esas fronteras se producen
necesariamente a lo largo de la frontera
territorial que divide a los Estados. Su
ubicació n socioespacial puede encontrarse
igualmente en el centro del centro
metropolitano (Nueva York, Londres,
etc.), donde los guetos residenciales
culturales y étnicos imponen la noció n de
frontera, por un lado, pero donde la
mezcla cotidiana en las calles, en el metro,
en los lugares de trabajo y en los bloques
de apartamentos crea las fronteras de la
frontera transfronteriza y la frontera.
interacció n transfronteriza por otro.
La literatura fronteriza clásica distinguía
entre la frontera o frontera por un lado, y la
frontera política o la frontera-tierra por el
otro (House, 1980; Rumley y Minghi,
l99l). Este ú ltimo constituyó la regió n o
á rea relativamente cercana a la frontera
dentro de la cual la diná micadel cambio y
las prá cticas de la vida cotidiana se
vieron afectadas por la presencia misma de
la frontera (Martínez, 1994a ; 1994b).
Esto variaría entre fronteras cerradas y
abiertas, y también variaría a cada lado de
David Newman 15 I

de la globalizació n en la creació n de
Cambio y diversidad dentro de la 'frontera' complejos de alta tecnología;el otro fue de
(Pratt y Brown, 2000). un bailarín convertido en antropó logo
Las ideas tradicionales de borderland y que ha trabajado en las á reas DDO que se
fron- tier está n relacionadas con las crearon como exclaves conjuntos de
nociones de «zona de transició n».En la UE, seguridad israelí-palestina en el período
la frontera ha constituido el lugar para la posterior a los Acuerdos de Oslo y
aparició n de regiones fronterizas operaron hasta el estallido de la segunda
transfronterizas, donde las actividades Intifada en 1990. Aparentemente muy
sociales, econó micas y culturales se han diferente
unido a través de la frontera. Esto ha sido
alentado por la UE como un medio para
romper las barreras tradicionales de
sospecha nacional entre los pueblos a cada
lado de la frontera, creando las
condiciones para la eventual apertura o
eliminació n de la frontera por completo.
En muchos casos, las tierras fronterizas
adquieren las características de las
regiones en transició n, lo que permite un
movimiento gradual de una norma
cultural a otra, en contraste con la
comprensió n rígida de la frontera como
una Punto de corte. Dentro de la zona de
transició n, puede surgir una hibridez
cultural, lingü ística y social, lo que resulta
en la formació n de una zona de
amortiguació n subcultural dentro de la
cual el movimiento de un lado a otro se
alivia considerablemente: la persona en
trá nsito de un lado a otro. El lugar o grupo
a otro sufre un proceso de aclimatació n y
aculturació n a medida que se mueve a
través de la zona de trá nsito, de modo que
el choque de encontrarse con el "otro" no
es tan grande como temía. En algunos
casos puede provocar la formació n de
espacios transnacionales,
transfronterizos, con el surgimiento de
nuevas identidades regionales híbridas
(Dobell y Neufeld, 1994; Cold-Rauvkilde er
af., 2004; Smith, 2004; Chen, 2005).
En un seminario reciente sobre
"discursos fronterizos" que tuvo lugar en
el Instituto Van Leer en Jerusalén,
escuchamos dos documentos
relacionados con la frontera de
estudiantes de doctorado. Uno fue de un
soció logo que escribió sobre el impacto
transició n / hibridez o la creació n de
Los dos documentos fueron paisajes armoniosos donde alguna vez
sorprendentemente similares en su uso hubo conflicto (Minghi, 1991). La
—consciente y uconsciente— de las experiencia de encontrarse con el "otro"
nociones de frontera. En particular, ambos por primera vez, especialmente después de
se centraron en la forma en que se crean largos períodos de miedo, sospecha y
nuevos espacios y la forma en que los desconfianza, puede en algunos casos
grupos que trabajan u operan dentro de aumentar los sentimientos mutuos de
estos "espacios de transició n" negocian animosidad. La primera vez
su camino a través y a través de las
nuevas fronteras y líneas que se han
creado en el corazó n mismo de la estos
nuevos espacios.
Tendemos a ver las zonas de
transició n como una especie de espacio
fronterizo, que se extiende a ambos lados
de la línea y constituye un lugar de
contactodonde la diferencia se diluye y se
reconstruye como una especie de
hibridez fronteriza. Pero, como ambas
presentaciones demostraron claramente,
las zonas de transició n pueden ser
igualmente lugares en los que el
contacto entre diferentes grupos
(etnonacional en el caso de las OCD,
estatus socioeconó mico en el caso de las
zonas de alta tecnología ) fortalece la
noció n de frontera como barrera a pesar
de, y a pesar de, el contacto que tiene
lugar en estos nuevos espacios. No
constituyen una transició n entre un lado
y otro, sino má s bien exclaves de
transició n que ellos mismos está n
demarcados por las líneas duras que los
separan del mundo externo que los
rodea. Los palestinos para cruzar a
Israel, o para los obreros cruzar al
mundo de los profesionales de alta
tecnología, las fronteras son muy difíciles
de negociar. Cuando finalmente se
cruzan, el sentimiento de constituir el
otro inferior, la constitució n de la
diferencia y el sentimiento de no
pertenencia es tan grande que no pueden
esperar para terminar eltrabajo y
regresar a su "propio" lado de la línea
de separació n, a los grupos, culturas y
hogares dentro de los cuales sienten
familiaridad y seguridad.
Por lo tanto, no todas las tierras
fronterizas proporcionan los entornos de
152 Las líneas que nos siguen separando

El lugar de encuentro se transforma en un proceso de transformació n en las normas


lugar de superioridad, donde cada lado sociales. A través de la narrativa,
reprende al otro y justifica la venta El percibimos las fronteras que nos rodean,
punto de encuentro se convierte en un que tenemos que cruzar a diario y / o se nos
lugar donde la ani- mosidad y la aversió n impide cruzar porque no "pertenecemos" al
por el otro que, en el pasado, puede haberse otro lado.
basado en la invisibilidad y la falta de
conocimiento, ahora adquiere una forma
concreta a través del acto de reunirse. ¿En
qué momento una tierra fronteriza se
transforma de un lugar de antagonismo
mutuo a un lugar de transició n? A menudo, los
ladrillos que constituyen el muro tienen
que ser desmantelados uno por uno, y el
papel de las agencias de mediació n
desempeñ a un papel importante en la unió n
de las dos partes en un discurso
comú n.Cuando las fronteras territoriales
separan a grupos que muestran diferentes
niveles de vida sociales y econó micos,
narrativas histó ricas ynormas culturales, la
transformació n de la frontera en un espacio
de transició n no puede darse por sentada
solo porque las fronteras han sufrido un
proceso de apertura física.

VI Narrativas fronterizas - la
experiencia fronteriza
Es en el nivel de la narrativa, la anécdota y
la comunicació n que las fronteras cobran
vida (Carli er af., 2002; Wastl-Walter y otros,
2002; van der Velde y van Houtum, 2003;
Sidaway, 2005). Las narrativas fronterizas
reflejan las diversas experiencias y
significados que las fronteras tienen para el
individuo: nos recuerdan que los humanos
están ubicados "en el límite y al final del
territorio" (Alvarez, 1995; Lunden, 2004)
para diferentes personas. Este es
particularmente el caso cuando las fronteras
físicas han sido «eliminadas», o «obete», y
no son visibles. Es en este punto donde a
menudo nos engañ amos a nosotros mismos
creyendo que estamos viviendo en un
mundo sin fronteras cuando, en efecto,
algunas de nuestras prá cticas y actividades
de la vida cotidiana má s mundanas
demuestran el impacto continuo del
La narrativa del "otro desconocido" Sus narrativas fronterizas localizadas
resultante de la frontera cerrada (o adicionales demuestran este punto. El
sellada) es tan importante como lo es la primero de ellos
narrativa de la apertura y eliminació n de
la frontera. La mayoría de las fronteras
siguen siendo lugares donde nuestro
movimiento está restringido.
Tradicionalmente, las fronteras constituyen
barreras, su funció n es impedirnos cruzar
del "aquí" al "allá ". Como tal, el otro lado
de la frontera se vuelve parcialmente
invisible y desconocido. Cuando las
fronteras están herméticamente selladas
ante nosotros, podemos ser totalmente
ignorantes de lo que hay al otro lado. En
el mejor de los casos, nuestro nudo del
otro lado es parcial y a menudo inexacto.
Tendemos a percibir los espacios invisibles
como lugares que nos amenazan, como
lugares dentro de los cuales nuestras
propias prá cticas normativas son
cuestionadas. Cuando las sociedades, los
Estados o las ó rdenes religiosas desean
perpetuar la diferencia, la capacidad de
crear un sentido de amenaza mediante la
construcció n y perpetuació n de fronteras
selladas es una herramienta poderosa.
Cuando se abren las fronteras, lo
desconocido y lo misterioso se encuentran
por primera vez. Poco después de la
apertura temporal de la frontera que divide
Chipre del Norte y del Sur en 2003, un
artículo en el New Work Times describió la
experiencia de un residente de la secció n sur
de Nicosia visitando el "otro" lado por primera
vez. Be quiere ver a Wh en el otro extremo de
la calle en la que ha vivido durante los
ú ltimos 20 añ os, pero que ha sido invisible
debido al muro de hormigó n en medio de la
carretera. Sus padres eran refugiados de la
secció n norte de la isla después de la invasió n
Turhsh en 1974. Ha escuchado historias sobre
el "otro" lado y quiere ir y ver por sí mismo
que su experiencia de cruce devuelve la
mística del "otro" lado a la realidad, teniendo
en cuenta algunas diferencias culturales y
religiosas obvias, la vida en el otro lado no es
muy diferente a la vida en su propio lado. Lo
desconocido no era, no debería haber sido,
tan misterioso y amenazante como siempre
había pensado que era , o como había sido
socializado en thinhn$ que era.
David Newman 153

tiene lugar en Irlanda, una isla todavía particularmente me viene a la mente es el


dividida en dos entidades políticas, pero en caso de un pueblo en los Pirineos, a ambos
la que la frontera física que separa el norte lados de la frontera franco-españ ola.
del sur se ha eliminado a la luz del
acercamiento político que ha tenido lugar en
los ú ltimos añ os. Viajando en coche, uno ya no
tiene que detenerse en la frontera para
presentar documentos, y uno apenas se da
cuenta de que ha cruzado de un lado a otro.
Eso es hasta que uno se da cuenta de que,
a pesar de su desarrollo socioeconó mico
durante la ú ltima década, las carreteras en
la Repú blica de Irlanda son mucho peores
que las del norte y que la moneda en uso
(el euro) es diferente a la que se usa en el
norte. (la libra libra esterlina). Durante el
añ o pasado surgió otra interesante
curiosidad fronteriza. Los ciudadanos de la
Repú blica hará n la corta caminata de
cinco minutos sobre la frontera
(inexistente) cada noche para que puedan
beber en un pub donde todavía se permite
fumar (hasta que, es decir, el Reino Unido
introduzca sus propias leyes para prohibir
fumar en restaurantes y pubs que sirven
comida). Cuando, debido a las leyes de
consumo de alcohol en el Reino Unido, los
pubs del norte piden sus ú ltimas ó rdenes,
los ciudadanos del norte siempre pueden
hacer su propia estancia de cinco minutos
sobre el límite (inexistente) para continuar
bebiendo en los pubs y bares de el sur.
A finales de la década de 1980, la BBC
produjo una serie de documentales cortos
titulados fronteras. Seleccionaron 10
regiones fronterizas (frontera en este
sentido que denota la regió n geográfica en
las proximidades de la frontera entre dos
países) y pidieron a un artista, poeta o autor
conocido que había crecido en cada una de
las regiones fronterizas particulares que
escribiera un guió n que describiera lo que el
concepto de frontera significaba para ellos.
En todos estos documentales, el impacto
de la frontera fue más evidente en los
pequeñ os, aparentemente insignificantes,
impactos en la vida cotidiana, má s que en
las vallas obvias y los guardias fronterizos de
los casos más sensibles políticamente. Lo que
El escritor del guió n, un residuo de la tenido lugar en la Universidad de Punjab en
infancia del lado españ ol de la frontera, Chandigarh. Como estudiosos de las
recuerda que una vez al mes sus padres fronteras, nos llevan a una excursió n para
decidían que necesitaban una "buena" visitar este famoso punto de cruce
comida y, como resultado, atravesaban la fronterizo donde,
frontera hacia el lado francés del pueblo
con ese propó sito.
Sería agradable pensar que la ú nica
diferencia significativa a través de estas
fronteras es la de la bebida (Irlanda) y la
comida (Pirineos). Pero algunas fronteras
siguen siendo lugares hostiles y
amenazantes, ya sea que exista o no una
valla física o un muro. Después de que el
gobierno israelí decidiera construir su
valla de separació n unilateral, la frontera
de la Línea Verde que separa a Israel de
Cisjordania se había convertido en un punto
de no viaje para la mayoría de los
ciudadanos israelíes. Es cierto que su
gobierno les dijo después de la guerra de
196a que la Línea Verde había sido
borrada y que ya no estaba representada en
ningú n mapa oficial ni en ningú n libro de
texto escolar.Sin embargo, una vez que
estalló la violencia de la primera Intifada a
fines de la década de 1980, la mayoría de
los israelíes recrearon sus propios mapas
mentales de dó nde estaba la frontera, ya
que era seguro o inseguro viajar, ya que el
$eo del miedo impactó en la percepció n
espacial de los viajeros. Si, antes de 198a,
los israelíes cruzaban a Cisjordania y
Jerusalén Este los sá bados (cuando la
mayoría de las tiendas estaban cerradas
dentro de Israel) para comprar en los
mercados y tomar café en las cafeterías
de los municipios vecinos, esta actividad
cesó por completo. El famoso puesto de
sandía fuera de la Puerta de Damasco,
donde los israelíes y los palestinos no
harían nada má s serio que comprar una
sandía y sentarse uno al lado del otro
mientras consumían el producto,
rá pidamente entró en declive y la extinció n
final.
La narrativa final se refiere a una
frontera llena de tensió n, la de India-
Pakistá n, a pocos kiló metros de la ciudad
santa sij de Amritsar. Estamos allí como
parte de una conferencia anterior BRIT
(Regiones Fronterizas en Transició n) que ha
154Las líneas que nos siguen separando

Tres veces a la semana, las puertas se abren es recopilar estas narrativas y juntarlas de
y cierran mientras los soldados de ambos tal manera que los diferentes tipos de
lados realizan su ritual de simultaneidad casi funciones de barrera o interacció n de la
perfecta mientras se miran unos a otros con frontera, sean visibles en el paisaje o no,
sus brumas viciosas. ¿Có mo, preguntamos, sean
realizan este ritual transfronterizo al
unísono tan perfecto? Eso, se nos dice, es la
parte fá cil. Dos veces por semana, el área se
cierra deFto visitantes externos, se abren las
puertas fronterizas y los dos grupos de
soldados reciben entrenamiento conjunto
para perfeccionar su técnica.
El absurdo de la frontera, tal como se
muestra en la narrativa, se resume en un
cortometraje belga, titulado Le Mur (El
muro), producido en 1998. Situado en la
Bruselas bilingü e, un francó fono pasa la
noche del milenio con su novia de habla
flamenca, só lo para despertar al nuevo
mundo brillante de una nueva era y
descubrir quese ha construido un muro
central entre las dos partes de la ciudad.
be no puede cruzar de nuevo al lado francés
y, Junto con todos los demá s alienígenas,
es perseguido por la policía / milicia
flamenca. Só lo cuando se le recuerda (en una
conversació n con su padre muerto) que
muchas fronteras no son má s que
construcciones sociales y que a menudo son
más imaginarias que reales, escapa a través
del muro, mientras que sus perseguidores,
al carecer de esta comprensió n más profunda
de las fronteras, se estrellan contra el
muro de hormigó n duro y mueren. Al otro
lado del Muro, su novia francesa ahora se
encuentra exactamente en la misma
situació n en la que él había estado
anteriormente, por lo que, juntos , deciden
huir de la ciudad por completo. En la
estació n de tren, el guardia del tren les
recuerda que Europa es ahora una regió n
sin fronteras y que «só lo aquí en Bélgica
tenemos un pequeñ o problema». La ironía
aú n mayor de que la historia tenga lugar en
Bruselas, la ubicació n de la beauracracy de
la UE, no puedeperderse en el espectador de
esta excelente narrativa fronteriza.
Las historias son innumerables. Uno de
los desafíos de los teó ricos de fronteras
entendido a este nivel local de las Los académicos fronterizos necesitan
prácticas de la vida cotidiana.La medida dar un salto adelante, ir má s allá de la
en que todas las fronteras son apertura de las barreras disciplinarias y la
construcciones sociales, en parte desde creació n de una zona de transició n, un lugar
arriba y, aú n má s, evolucionando desde de encuentro y punto de interacció n para
abajo, se desarrolla a través de estas académicos de diversos orígenes, a la
escenas fronterizas. Si realmente creació n de un espacio compartido.
queremos saber qué significan las
fronteras para las personas, entonces
necesitamos escuchar sus narrativas
personales y grupales. Reunir estas
narrativas de estudios de caso a un nivel
agregado debería ayudarnos a comprender
las nociones de "diferencia" y "otro" en la
vida cotidiana real de las personas, en lugar
de como construcciones socioló gicas
abstractas.

VII Terminologías y
semántica de fronteras
Mientras que muchos geó grafos son incapaces
de comprender la idea de que una frontera
puede ser una construcció n no territorial,
muchos soció logos y psicó logos son
igualmente incapaces de comprender por
qué el territorio debería desempeñ ar un
papel tan dominante en nuestra
comprensió n contemporá nea de los
ó rdenes b, como si fuera la ú nica unidad
de ordenamiento social que requiere
categorizació n y composició n. La
mentalizació n es el espacio físico en el que
residimos. Los geó grafos incondicionales
entienden las fronteras como las líneas
físicas que separan a los Estados en el
sistema internacional y, en algunos casos,
las líneas administrativas que separan los
municipios y las regiones de planificació n.
Los soció logos y antropó logos entienden las
fronteras como las líneas abstractas de
separació n entre el "nosotros" y el "ellos",
el "aquí" y el "allí", y como constituyendo
la esencia misma de la diferencia. Entre
estos dos enfoques contrastantes, se
encuentra una gama de definiciones y
terminologías que siguen siendo
exclusivas y específicas de una disciplina
particular y la comprensió n de las fronteras,
con economistas, historiadores, abogados
internacionales y otros que tienen su propia
narrativas disciplinarias específicas.
David Newman 15 S

donde ya no sentimos la necesidad de acontecimientos políticos, en lugar de como


explorar el uso del lenguaje, el concepto o la fenó menos dinámicos por derecho propio que
terminología de los demás. Necesitamos alimentan el proceso de toma de decisiones
aceptar la existencia de la diferencia en tanto como son un resultado de él. Sin
nuestro uso de la construcció n frontera/límite, embargo, una mirada más cercana a algunas de
y examinar las formas en que nuestra estas terminologías sugeriría que son
respectiva comprensió n de diversas singularmente aplicables a las nociones
terminologías puede ser utilizada por el contemporá neas de borde.
"otro". Seguir con nuestro uso disciplinario
específico exclusivo de las nociones
fronterizas, y simplemente tener un factor
de «sentirse bien» acerca de haber
encontrado el «otro» fronterizo, ya no es
suficiente si queremos hacer una
contribució n al debate en evolució n sobre la
ordenamiento político de la sociedad. El
argumento de la globalizació n de un
mundo "sin fronteras y "desterritorializado"
nos ha desafiado de manera positiva, ha
permitido la apertura de algunos de los
límites disciplinarios que antes nos habían
separado, pero hemos estado pisando el
mismo terreno durante algú n tiempo.
La creació n de un espacio de discurso
comú n, o compartido, en el estudio de
las fronteras requiere un glosario comú n de
términos relevantes (Newman, 2006a). Esto
se aplica no só lo a
el uso de terminologías transfronterizas
(disciplinarias), pero también a la necesidad
de adaptar terminologías antiguas, que a
veces son percibidas como pasadas de moda
por una generació n de académicos más
jó venes y socialmente má s críticas, a la
comprensió n contemporánea de las fronteras.
y el proceso de limera. No debemos
presuponer automáticamente que las
terminologías de las discusiones "antiguas"
o clasicistas sobre fronteras y límites no
tienen importancia para el discurso
contemporá neo (Paasi, 2005b; Schofield y
Grundy-Warr, 2005; van Houtum, 2005).
Tenemos una tendencia a descartar
automá ticamente estas tipologías
generalizadas como descriptivas, no analíticas
y altamente deterministas. Se relacionan con
el patró n má s que con el proceso, con la
frontera como el resultado está tico de los
tanto como eran de importancia para los Estados en el sistema internacional . Debería
geó grafos de (no tan) añ os pasados. ser obvio que la construcció n de
En lugar de buscar continuamente un
lenguaje totalmente nuevo, algunas de las
terminologías más antiguas pueden
adaptarse, manteniendo su relevancia como
parte de nuestro discurso contemporáneo.
Un buen ejemplo de esto serían las
terminologías y tipologías que fueron
utilizadas por los geó grafos hace má s de
50 añ os en su intento de categorizar los
tipos de frontera y crear tipologías que
encajaran cuidadosamente diferentes
fronteras en compartimentos separados que
explicaran la forma en que evolucionaron con
el tiempo y fueron demarcadas. Un
estudiante de fronteras/límites como parte
de un curso de pregrado en Geografía
Política habría leído, hasta hace apenas una
década, las tipologías de demarcació n límite
de académicos como Hartshorne (1933;
1936), Bo$$s (1940)
y Jones (1943; 1959). Tales tipologías se
centrarían en las nociones de «aloca-
«, «delimitació n» de las fronteras y la
eventual «demarcació n» de las fronteras
sobre el terreno. También leerían sobre la
naturaleza de los límites "antecedentes",
"posteriores" y
"superpuestos",refiriéndose a la relació n
entre la demarcació n fronteriza y la
medida en que el territorio en cuestió n
había sido colonizado o se percibía como
constituyendo tierras vírgenes y sin colonizar.
Las fronteras superpuestas de las potencias
coloniales e imperiales en Europa de finales
de los siglos XIX y XX fueron de gran
interés para estos estudiosos, con
aná lisis explícitos e implícitos de la forma
en que tales fronteras han sido
responsables de gran parte de la guerra
intertribal, el genocidio y la divisió n étnica.
En Á frica, Asia y otras partes del mundo
colonizado.
No es difícil transponer la mayoría, si no
todas, estas terminologías al discurso
fronterizo contemporá neo que trata de
cuestiones de identidad, "otros" y
diferencias, del mismo modo que no es
difícil transponer estas ú ltimas nociones
funcionales, algo abstractas, a las duras
líneas físicas y territoriales que separan a los
156Las líneas que nos siguen separando

Las fronteras reflejan las diferencias étnicas, fronterizas de interacció n y transfronterizas .


grupales y territoriales existentes Contacto y cooperació n. Este ú ltimo siempre
(posteriores), así como a menudo son es preferible al primero, pero es el segundo
responsables de la creació n de esas el que realmente nos desafía, ya que es fá cil
diferencias en primer lugar (antecedente). comprender por qué existen diferencias y
Del mismo modo, muchas de las fronteras animosidad a través de la divisió n
dentro de las cuales nuestras vidas contemporá nea entre Israel y Palestina ,
personales y grupales está n integradas y y mucho menos a través de la divisió n
reglamentadas han sido superpuestas contemporá nea entre Israel y Palestina. la
sobre nosotros por las élites de decisió n, a pacífica divisió n anglo-galesa. Pero
pesar del hecho de que en muchos casos no diferencia entre
reflejan los verdaderos puntos de corte y los
bordes de la diferencia y la separació n
intergrupales. menos porque rara vez (o
nunca) hay una línea tan limpia de divisió n
o separació n.

VIII Conclusión
Es pasado de moda seguir dedicando
nuestro tiempo a discutir si el mundo se
está volviendo sin fronteras o no. La
globalizació n ha tenido sus impactos en
algunos flujos transfronterizos, como el
ciberespacio y el flujo de capital, pero está
claro para todos los estudiosos de las
fronteras que vivimos en un mundo
jerárquico de ordenamiento rígido y que las
fronteras, ya sean territorial o aespacial — son
una parte muy importante de nuestra vida
cotidiana. En el espacio de seis semanas del
añ o pasado, asistí a dos reuniones
internacionales sobre temas relacionados con
las fronteras. El primer lugar en Glamorgan,
Gales, y el segundo en Jerusalén, Israel :
desde la relativa paz y calma de la
frontera anglo-galesa hasta la dura realidad
del Israel no resuelto y conflictivo .
Palestina. Dos entornos tan contrastantes
para la celebració n de importantes
reuniones internacionales de académicos
fronterizos son má s difíciles de imaginar.
Pero el discurso básico es el mismo: la
mecá nica a través de la cual se crea,
existe y se perpetú a la diferencia, a veces
a través del sellado y el cierre de las
líneas, a veces (paradó jicamente) a través de
su apertura y la creació n de las zonas
Y alrededor de la línea de separació n hay, y Albuquerque, abril de 2005; y Borders and
tal diferencia, aunque refleja una larga Borderlands, Dtirrell School of Corfti,
historia política de tensiones, septiembre de 2005. Agradezco los
animosidades y procesos de otredad, es numerosos comentarios constructivos
parte de un proceso diná mico continuo que recibidos por los participantes en
nos dice mucho má s sobre el orden espacial conferencias y talleres.
y social de la sociedad que la mera
existencia de las líneas, ya sean visibles o
invisibles para la sociedad. ojo humano.
Nuestro estudio de las fronteras,
iró nicamente, ha recibido un impulso por
parte de los blob- alistas del "mundo sin
fronteras". Nos ha permitido cruzar
nuestras propias fronteras disciplinarias,
abriéndolas como parte de un intento
posmodernista de compartir el discurso.
Crear una sola teoría no es posible, ni es
necesario. Pero una comprensió n comú n
de las terminologías y la creació n de un
glosario compartido es un desafío para el
que estamos bien preparados . A riesgo de
terminar con un cliché , actualmente
ocupamos una frontera comú n de
investigació n que se extiende a ambos lados
de las fronteras entre disciplinas y entre
practicantes y teó ricos, pero ahora
necesitamos transformar esta frontera-
tierra (o frontera) en un espacio comú n y
compartido. Los espacios de transició n que
se crean pueden, de hecho, dar lugar a la
hibridez y la mezcla; igualmente el
encuentro del otro puede servir para
fortalecer las nociones de diferencia y
animosidad. A medida que las líneas de
separació n se vuelven má s fluidas y
flexibles, también el desafío se volverá
má s difícil, pero igualmente má s
intrigante.

Notas
1. Las versiones anteriores de este documento
se presentaron en las siguientes
conferencias: Crossing Borders:
Histories, Theories and Identities , The
Centre for Border Studies, University Of
Glamorgan, diciembre de 2004; Border
Regions in Transition: Crossing
Disciplines, Crossing Scales, Crossing C
ultures, BRIT VII, Jerusalén, Jantiar y
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