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54

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Huerta, Les Cases


d'Alcanar, Tarragona,
España.

a!
Un nuevo espír¡tu
Los nuevos paisajes de la
metrópoli
desCe la. arquitectura def paisaje

"listc- .lcs{il)o cs ui.l (:nigma


il ( i¡¿r¡clr¡ t<¡c.los
lrara it(}so[r1)s.
Lrs llist¡ntcs ha,¡:au trucrlr:_
los c:rb:rllos csté¡r domesticatlos
un. cleten¡in¿d<) Jl.r{)tiro. yestc
cnigrna para rlosotros.
moür,o es r¡n

r el rincán 'Ialrcz I¡ pochíamos


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rr,:.is s,.,-r-t Ir¡ rlt.i lr;rir¡rrr: r.stc
irn..rtli<lu p,,r ,.1 m,-rs qué es Io quc srreña
com¡rrencler si srrpiéra_

T lrridri <Ic tnuchos honrbres, r ]a visirin


cr.¡li¡l:lt est.ri cltsrrciada
cl<t ias
el hor¡l¡r.e bl:urccr,
lltó,icle1lcl otrccc ¡ sus Irljos or la, la,qa.
E ¡:or los
Irs, r.¡r:rn(10 <lesa¡.):l:-c;lcalt cl bilsouc
hilos Iral.rl:rn_ l)o(-ttes dc lllvienrr¡ t. t¡rró
r.isiones le hierrelr
D r, r,l ri¡:,r;!iii sc h:t¡.:r icit¡, tsro
cspcs<r
significar:i decir-
c'J l:i imaginar ia)rr r.gníarr
sris pasos p:rra c!
D ;:,1i,', :'] lr.,:,¡r \,.¡,,/ i I.r,l¡li!.
:1
dí:r r1c l¡¿¿il:trra,'. r

T iil filri cir: i¿¡ r,i¡le v r:] iilicio cle l:r suptl-r,ir:r_,rr .\',,(ry'ro.r.r',r¿,/1 ¡tlttt
ti' Igan j$r .\;tt lr ,¿l
f ttlr tlt l1 lit.r,.a: i (t¿\ttj,
lt¡rtid, ntr dt, lo¡ Fsta,l.a.t
!) r:itr. ili¡-,:; r:¡ c'-;lcctljr-i cj r[lrr¡i¡rir:¡:;obrt
¡i¡; i; n:iils. los l>r¡strri(.§ r. krs
l{]:i t -,tttot ,lt \t¡t,.r¡ttt .n ,,1 ,n't,, I X\i.
D ¡tir-lr,.s ¡1)j:rs ljr)i.
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¡, Este ''nuevo espíritrr', del que hablamos
no Este nuevo espíritu forma
I es el dc los ccologistas de estricta
obse[-
r:¡lrcia. lri el dc Ios romániicos pinforescos
esmer¿da sensibilidad hacia
Ia agricultum
se a parür de una

I enamcraCos Cel pasado; [ampoco


Ia ,atruziez¿ como base
a" ..,,rii_¡an,*'
1,

es el de
¡, Iosjardineros anclailos en rnodelos
para poder inierveni¡ sot¡re el pais4je,
ahora
Il ob-s6ls¡65, cl de Ios alqrritectos de
esútica
v secomplcrnen{¿ con cierto r.egxst;
rrornántico, pr-oducio de la clefensa
neo_
¡, image rr loLogr:ifica o el de los técnicos
esp€- procesos agrícolas naturales
de los
I ciaiizados en alguna faceta mul, concreta
dci folr¡ado ur¡cstlos
,v que han con-
¡rais4jes qrre se esán abar¡
l) nreclio arnbieute.
do¡rando o sust;tuye ltdo. pel.o.
por encnlta
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l:«¡ulos Unidos d¿ A¡¡ético
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«,i¿, /8j-1-loséJ. dc ()trücra.

! Í-¡l¡¡r¡ de i{¡ltr¡¡ c:r. 200J

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de todo, se alimenta de las intuiciones de rios y forestales nos facilitan. Un coqjunto


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.1
las posibles nuevas propuestas, nuevos prG de sistemas coherentes de transformación, 1,1
cesos que pcrmitirán conseguir el equilibr-io ,:f
conscr\ración y explotacióu de la natr¡raleza-
e ntl-c l:r nalrrraleza y la cultura cn ;lue.stro i
El pr occso idcal par-a gestiorriri.
tcrr-i (o r-ir I i)aisaies_ Un ,
.j;Lr rlírt rk' ;rg¡-jcrrltu¡:ts-
I)r'oclrrr:[o clc. es1e ¡rrrevc espíritrr aparccer-árr
Iiljar-dúr clc la nretr<ipoli c:j cl
rir¡r.r.as i<lcls qrre reqrrer.irárr nuelos procc_ llroducto d(l
Ia e colosía arrificial.2 I_a capaciciacl ,Cc pen-
sos ¡tlocltrctilos, que conlonnarán nucras
sar dc rrna manem ecologista
inrágt.rrt,s para nllcstros ¡;aisajes yque ¡::rr-a poder
estalllecer estrategias ecológic¿s a todas Ias
cleberán intentar resol.ver las nuevas proble_ escal¿s quc nos permitan compadbilizer Ios
máticas planteadas con rclación al medio
procesos naturales en el contexto de la nue_
ambiente y al espacio libre. Estas nueras ra metrópoli. El resultado de aplicar técnicas
propuestas srrpondrán una nue estética medioambientales correctas en la gestión
que, aprovechando Ias imágenes de la agri- de los nuevos espacios de Ia sostenibilidad.
cultura ¡, de la naturaleza, y t"mbién las que La posibilidad de resolver los problernas
la cultura ha generado sobre el pais{e a Io medioambientales desde una perspectiva
largo <le la histor-ia, tendrá que ser sensible ecoiógica para motivar nuevas maneras de
a la variabilidad que todo proceso sotrre el
ocupar el territorio y dar lugar a nuevoa pai_
paisaje debe comporrar )i a la vez, prestar
sqjes, evidentemente artificiales, como
at€nción a la gran canridad de implicaciones todos
los paisdes que conocemos.
-si
qL¡e tod:r intenención produce.
Eljardín de Ia metrópoli , cotto el land art,
Las pr-opuestas derir,adas de este nuerjo es_ utiliza el pais{e corno base par a la inten.en_ i
píriru sc explican desde los planteamientos ción artísücq la naturaleza colno lugaE t as€
I
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disci¡:linarios de la arquitectun del paisql'c, v nratelial tlel provccto dc nrresrr.os paisajes,
I

I
que conjuga significados propios de mate_ tanto desde la escala geográfica como desde il
rias muy diversas: arquitectura, urbanismo, I
la individual. La sirnplificación Ia abstrac- í
ingeniería, agron omía, ecología, medio. 1,
ción de los signos y sírnbolos utilizados. la
r
ambiente, arte, etc. Lo más genuino de Ias temporalidad sensible de los procesos na_ ti
cuatro aproximaciones que realizamos
tulales y agroforcstales, y su formalizción T
y paisaje, ecología y pais4ie, desde la modernidad.
§

-agricultura
arle ) paisie, y ar-quitectura y paisaje_ es
t
I
Eljardúr de Ia metrópoli rrara de inspirar un
quizás el intento de ensalar Ia interacción
urbanismo que se dibqa desde el paisqje, t
entre las cuatro en busca de las claves que quiere fomentar las arquitecturas que se {L
nos a)'uden a definir este nuevo modelo de
explican como paisaje y a proveclTa la imru- ¡
espacio libre. El jardín de Ia metr-ópoli es un 1
ailidad sustancialque podemos clescubrir en
reflejo cle este nue\¡o espíritu. cada lugar.s Un lugar con unas características t:
Se fonna a partir de agriculturas diversas- I
físicas, una hlstor.ia propia, la prin-rera piedra
La cultura de la tierm. Un repertorio de Jt
sobre la que constll¡imos nuesuro mundo ex- J
in-rá¡;er-res ), récnicas que los paisajes agra_
terior. Un jardín no es de cualqlrier lugzr. §

2 \i:.1\( ( I .,LLifulL, (l(. I.,¡rzio dc lo arrifici;rl rs r{n (ér¡ui¡o 3 \'¿;¡\(': \l(nrc{,. Rriilcl
iI
l\ li¡tzi' ri Ir0lo_i,r rLrrifi irrurxlrrcido para rniar ,le "irrlrr¡ ilirlaci srrsr¿¡< i¡i' ?

ci:rl '. /.d I¿"fll..'r¿(¡, tE (kl o(¡i mirücñ el ¡rrudo en el Cir¿¿. nri,L 21, 1!l!5 a

lcb¡crr¡ rlc Iil!t{. En pll:rlrrrs que nos loir¡noa qüe, natu-


(lel irr!crrjcrr) 1 :rr.lr:;Lc.ro .!
¡ill:rcrll3, es aaif:.id i
l-nzio irl¡ zi i, l:r cc,)l()!1iii l
i
57

En el prólogo hemos hablado de las .,narra_


tivas de la pérdida",1 üsiones que nos anun_
cian el Gn de los espacios librcs urbanosy r¡rc
solr rcsrrlt;¡rlo rlc l:r irrrlrott,U, i.l qrr,.5c¡¡i¡¡¡¡1
iItf.c los llloccs(|s conrplejos quc cot.lsl[uy{]rl
llr¡(:stlirs trrctr<i¡tolis- I)c Icr:tLrr-:rs c(,n¡o (.sl i
se desplcrrclc Ia rcrrLl.rcia a cc¡rrillr r:lr los cs
pecicls Iiltrcs como r:Icmc¡lt<ls eijl i.r rctu¡-ed()
l es <le la ciudad, p:u;r rcducirl<¡-s :rl ¡.esulladcr

de acciolrcs puntuales constr.rridas destlc su


esLéiica il)diüdual. Otms üsiones. un poco
más neorromándcas, son las que se deriran
del concepto ln ciurtad, refugio de la ttalualt
za,5 qLre promueven la consen,ación artificial
de deten¡inados paisaies, aunque tenga que
hacer-se a costa de rnantenerlos ligados a me_
canisnos obsoletos o dejarlos como simples
iltágerrcs des.¡ndas de str verdadelo sclrtid.¡-
Este nuet,o espíritu se sitúa entre estos dos
paradigmas, con el objetivo de lograr ulr
uttevo equilibrío e»tre ciudad 1, naturaleza
qUe podantos considerar sociallnente acepta-
ble. Podelr.ros encontrar algo de este espídtu
c¡r nttrchas de las r¡ltintas inte¡r,cnciones de
paisaje que conjugan los viejos sister¡r¿u de
trabajo y las imágenes de sienrprt con unaj
nuclas concepciones del espacio extedor
y rlrlos planteamie[tos diferentes del apro_
yechantiento de los recursos natu¡ales. En
srr libro Ciudades Ntara un pequeño planeta,i
llichard Roger:s rros anuncia que la sostenibi_
lidad llegará a ser la filosofia clominante de
nuestra época- De esta manera, las ciudacles,
el ilábjtar Irumauo. Dodrán entretejerse una
vez más en el ciclo de la naturaleza.

4 \'é.rse Crertlor<t- Ifarg;, tLr(c oI.\'chite.(urc), ro¡. J1,r (\er:rióü rasrc¡ta'ra: n¿,.onr
r( 1. ( i) rcsli a l¡r( pr¡i)lii I¡ndr?.. 1998 (rer6ióu casre-
rrlr¡r. I sclriic.¡¡¡)rr (tc l!)iia, tt1t,,¡,;ti lt lr¡'nL, e \1{)1,1, llnt\¡: Oi ¡íi.16ln,n
Rc¡|nr Strusglcs oi1,¡ l\rfrii( ¡1
l.'rlr¡(
\l.r¡L i,l l1)Siil ¿? /,¿,,¿?1¡, Editur.iat Cüsr¡\o
1
Sl;.rcc in [,os Algelcs /¿¡¡¡ ;. \t¡-sc: llollia¡\, Oriol.
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)¡tt 0f A ¡rh ¡f¡d¡Rl L!¡ü-?th¡t Cili, l|.r'celo!ra, 20110)
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lh ons¡¡««ió tu li¡orrion«, (i ti,xr(r§, Ri.h¡«t. (l¡l,\/r, ¿
(Soutlr(:r n C¿lilt¡r¡iir Ilrsti, t:,.licior¡s 62. l,.r¡ ccl¡r:.r, t!St, tr!r¿!l/ /l(r¿ lri!!-,1 , :, !,,1 | , trc,
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5B

Agricultura y pa¡saje
I

"i:lil ltr clr¡adi¡ dc I gU() ¡lr ¿iui)cuLtd() I :l


C()riCir,'rir:i:r objeüvos, y en todos
¡.) ti l.ilir:..r rl<'cJirc i;i:i cir¡cl:rdc:; se plocluce una esfecha
<livci'riificad :rs 'y pl-o{lLtctir:rs vlnculación en ü.:e Ias
son Lina b¿lst: n ue ras agdcultu¡as urba-
li¡ncl atn)cnkll para ltlt littllt.(, nas posr bles y los
espac ios libres de Ia
s(,s1enj blc- l;i ciudad
co; rs(,r.i.:tci r'¡.n clcl sr¡clc¡, don dc se ubicarán I_a
l:t arla_ i)tacióit dc Ia agrtc ultum urbaua per_
:x¡¡-icrr ll ur:; tr-;rriicio rr.rI mrte per¡sar en la pnod
a ¡rcr¡ii eri:r <-scnla, ucción de alimentos
¡::-ol;l erl:rs clc ¡i;llrrcl inhclr,n tc s a
lris desde rura perspec
tira
l:r 1;r-ocluc- de au tosubsistencia,
así
l:rori .lii.lrir::r di, :,.Jirr:,:,:r{r:,: como desde Ia vol untad
; l ;r l.irisrJi:,,;C:: rlc cle fbmenhr la ¡:roxi- ¡
¡i|l I] i:i\,ol < r;:¡Ir-r;i sl¡i::¡ midad er¡tre los ci udadanos
li,s r <lt' l;i (:r,l]l i,.; ii(l;,.(.¡
l;¡,; ii< jr!()c
l)(,rs.)nl_ Ios ali mena. I-a agfl culttrra y la tierra q tic ¡
>o!i i:i ll :tscdt':¡cciri¡r urbana tzmbiéD
rlc rut 1.;-:r ¡ l,tui-rtcrí) ¡.1t, r;t ¡_:,;i tiene una funció n social I
./:ia!()ltcs (jli(, , tanto desde los pues- ?
l)u :r; r rt;r ;¡ ir.ht i<in tos de o?bdo que
't r;iís !, i;;¡ r :tr l il ,i i!iar,A.i-il ¡lted e <¡fi-e cer como desdc
r1: i i rii¡ I0s los nuevos tip os
fli.()í.(ríils I¡¡til¡t:i](,r íllli s(,: ltr ]lj,:jj de ocio agrícola que
i pueden
l:i .,iii;¡. ii;r r ! r ! .l ( , l fomentameenloses
I i ! I i ) I.i llaclos Iibr-es.
i ! I _) r
l.ii.llí i¡r.-r-iilr i il, ttrm es, a-sirnistrto, u I-a agrÍcul-
i :¡l i: it{.l i{os t:i¡ ltii :rrir¡:r,r no de los
¡; li;i!r,l::j:: Iiic . ¡it t:(l¡i- ¡:rocesos idealcs
Iillil;lr¡l¡¡s ¡tor Irx :rriit ir ris para Ia gesüón de
en consecuenci:i,
t:t¡l¡iirr rt 3¡ cl pri,.c.r., li
<iirír¡;ir¡¡s- sae ell
cl una brrena solució Pasqles )i
co:i:¡i.r r,:tc¡ri:-r. .l i:.t_r, n pal:a nl¡esúos espaclos
r i ¡r:r l;r'¡srlt¡r-.rla libres futuros, que
ri<,t¡ira l¡l :it,r¡; :it¡ I t¡strbsiste¡r- de este modo seán
údles
í 121. I:1t ¿t nt;nr».¡:r.¡nr:xiri¡ l, tendrán un buen mantenimiento I
I .r,¡t ]:¡ ticl'r:.t v urr a Qio t
rltitr'í)1. (.()lt { ro¡ st¡l_.;.<: coste. La agr-icult
i¿ ¡iii,r:: r la s:lliicl um da lugr a unos pa64res
I t:t l. ])tl¡ l;tnia). qrre pueden expl otarse
liii! q i¡'.' l¡:tr t 1,, t'll: r¡ ¡;<:r.s<r desde el prln to de
i c! tr l: i:l \4sta agroforestal, ser r espetuoso§
rit: r ¡ llr flr:tira!:I
¡;rrerlc irrt<,1 rar:c l¿r t.iilcl:rrl con l¿s I cvcs
cn lor§ i(ili'l:rs cir: ¿lgricir ltl:i¿i ecológicas y emp Iearse
: rl iil;itrrurciri;: i" como es pact os libres
1.,{ i¡ l; :rcl I ltrrrr¡h. mefopolifános. La agricul
Natur<t.k::.« t turz es hmbién un
reper-tcrio de rmagenes l
qüe poderrros utilizar
La cira de N{ ichael HoLrgh e¡r la configumc ión I
que cncrbeza este de cualquiera de mresü-os !
capítrrlo ¡rlarrtea Ia posibilidad espaci<x rrrban os,
de r.olver a
pof arrificiales qr¡c en oca_
rntcgrar-la ciudad c on la srones puedau Il ega¡
a ser sus aplicaciones-
agr-icuiium. Es¿a
irltegración pr¡ede i n terprctarsc Tod:u estas agri culturas
desde varios pue de; ser com_
patiblcs con ntr estros
7. I loIlSIr. ;\tictlacl
esl\acios libr.es para
, Cití6 an¿ Edi¡orial C¡¡&tro
) al Pkn\r, RoLIc<1gc.
^.ttlt ( l¡li. Ii:r¡. .irn¡a
I-r¡ud lt s-
11r1t.i (rcr I_.i$S)
tclltlt t tl: lu.a l?.o \ .i u ¿od
ílt ai/¡trt(i¿
^ta nlta nit
I,ptoatos
59

conGgllrar lo que podríamos denomiñar


produt en las lógicas crnlrleadas
tn jardín de agncuüuras. El jardín de la cn la coloni
me- zacton drl lerritorio, así
tró1toli, ¡rues, esuí constituiclo Larnbiér.r colno Ia ca¡encia dc
por_ estrategirls pa¡:r Ia or garriz¿rción
atJr.icr ¡ lt.Lr ¡a_ cle los sobr¿tn
l¿J que cita colorriz:rción
Le asoci:rcirin .ll,l c.)n(.(.1)1o clejarrlín coltllr:r,a.
corr r:l Iil.jar.dúr <lr: :r.gri<:trltrrr.rrs
c() r I( c'ilt o cl<. :rgricrrlt r ¡ r a, rlrric¡.c Irus<:ar ars rr-
cll r¡n<.i:lcla el¡ el ltlcltfos ll:lf:i l:r o¡!lr¡tiz;rri()¡r
! ¡;i-irrcr- c:r¡rítrrlo clr: estc lil;r o, nos perlnilc dc estr¡S soárrr,
i ,rr¡. r's{r¿tr.tias qu(.
pcnsilr cn una aq¡.ir rrl¡rrra clt.l ir:,s l,(,¡¡)iL¡t co¡toc(.r (.1
es¡ra<;io libr-c, ¡l,.slt,jlualr. rii, lros c,¡r:r,
tal colno sc habí:i rrtjlizaclo lr¡rcho 1,,r. l..r ¡gr¡(t¡ifrrra
I
a-ltes de ptre.Jc resolver- la ib:_lnalización,
la invenciór-r dc Ia cxpresión ,.arquitectlrra cl uso v e!
¿ nl:utlcnimiento de estos v:
del pa.isa.¡e' Reror demos, por ejernpio, metropoli
ra un tanos, sin necesidad o" ,"rnt""
lll¡ro dc Ia.época dc !.;lipc llescrito
por
Gregorio de los fuos, Agrkultura d.c jardir¿¿5,a
Ia respuesra
",.",;;..,". ;;:'::::,:T*'
0""
r
donde se deallan las diferentes técnicas
uatarán de llenar
dolos en Ilenos
tr;[i;;H;::
para conseguir unos buenos jardines.
SI
EIjardíu de agriculturas quierc ser Eljardín de agriculturas es un
nuevo Zaz¿
i- una que pt oüer)e de la agricultura
aIternativa al proceso hal¡ituaIde 1, de Ia eco_
modjfica_ Iog¡a, que enconltzl.á su formalizaciórr
ción del territorio como resultado en
de Ia re_ las lrucvas lcclu,.as que
lación entre el crecimiento de la ¡rotlrerlos elcctuar
S- metró¡toli oc los modelos agrofol eslale:.
y los. espacios naturales o agrícolas
qr" ..,. Eljardir cle
agt'ículruras tratará de cornpatibilizar
creclntlento oclrpa, Ia uti-
trza(ioll agrolorestal cle cslos
Las forr¡tas habituales de ocupaciórl cspacios con la
clel posibitidad de implantar nuevos
ten-itorio parten de considelar los \, f(>
us6s.-ie
s espacios men(ará especiahnente sir
naturales o agrícolas corl]o un capaciclad ser
uacío s,ttscep cl
tible de utilizarse- Un zarío que podremos Iib¡c de la rrrcrr.ópoli. Eljardírr
lspacio cic
aguculturas podría tener el
ocupar con los llcttos que Ia ciudacl mantenimicnto
requiere, O: Ios proc csos agrofores u lcs _-op
unos llenos que tendrál un uso l],:11", los rccursos I;-
concreto
¡, financiación_ que requeri, Ll,r"1oounos que s. .*plern ¡,oúr._
-programa
rált una nueva esrategia de relación l)rendo beneficios sociales obüos__,
con la a
difer-encia de las dificultacles
metrópoli ¡, que se formalizarán desde habituales que
s las conlleva el mantenimiento correcto
lógicas pr-opias del problen.ra de nues-
planteado. fros espacios libres tr.ad ic io¡
EIjrrdírr dc agricrrlruras planrea una r a lcs.
ob- Eljardín de agriculturas es una estrategia
viedad de Ia que guizá ,,. ro*o.
sulicien- que raa de establecer una nueva
lerrente conscienles: !a gralr cantidad relación
S de entre estos espacios y ia metrópoli
srrelo disponible en el corúu,lto en los que
de nues(ras se eltcuentratl. Ulla cstrategia
, irrdadcs. cl exccso que reqtreri'.
d(, tct.,:e,lo sobralltc o
r-a nue\.,as consideraciones,
sin trso cutrcreto qrrc nuevos límites
¡oclelnos e COr¡t,.¿t er¡ entre la agricultura y la metrópoli _unos
ros llltel \¡r.¡os mctropolitairos.
[¿ sensaciór¡ nuevos Iírnites claros, estables,
contraria que habituahncnte tenen)os definidos__
l¡ ' que permian eviar la espe
culación habiual
3. t)r, los Rtus. Cregorio.
\tt i 1|/ttt¡.) ,i t¿t,tt d Itilt2l.
\ , , ,l ,l ,t( jlil,trotrt,¡s l-sp¡
r,,l-r Nf.r lllit t!).,1

I
60

sobre estos tipos de espacios _considerados Par¿ ratar de aproximarnos a Ias posibili_
normalme nte como páramos en proccso de dades c¡ue ofrece la agricultura a
nuestros
¡.,osiltlc ocrrllación-, que v:r no serán vacíos, cs¡racios librcs, se han cscociclo tres
sino ilcnos, quc ),a no scrán lrr¡a:rrcs qrrc hav situa-
cloltcs r¡tul divcrs:rs. L:r pr-inrr:r:r <:stá lisad;t
!lt( l)t-()\,cc1:rr, silto lrrq:rr<,.s ( ()11 I()s (lu(, (.st;t ;r r¡nir l)('¡ solr:r cortr:r.r,{:r..f ;rr.r¡r rt,s
Si¡trorr_
l¡ Ir,'r:c l i¡ ucvos r,íncul<.¡s.
J;rccrrr:or clc| lllovi rl i<,ll I o i slrj ístico fi -a t -
El-jaldín de ¿!ricrrlturas cs (anrl.¡i<:lt Ia rc.s Jta r I
cós rl¿, l:r d,i:r<la d,. Igri0. , i,.ir ,,rnpleah., ¡
a
¡u
llucstil ':llle c¡li-ecernos a la lrscinacirin ¡ror
iiiicis esp:icios i-i¿turaies v agrícoi¿rs rlue rai<;
la :t{rrc¡rllrtt;t \' s s ilná{,: ,.* (
o¡ ,} sislcm.l I
r-anros, por unos espacios qrrc lran confon¡a_
cic rr-eirajo. Lr s,:grurcia
Iri,t,.lt.ic s(.¡ utlA ¡,. I
tlo I:r inragen dc Ios paisajcs quc que¡.e,.¡ros
flcxiól¡ sobr e los sisr<.lnrs agr í, olas
q¡c ¡6,, . t
torlnan- nrrestr.os peisq'cs y que sun c2paces

l
pre.servar-. Las irrrágenes de [a agricultura
de scnir o inspirar nuestras intervenciones.
pueden lle gar a ser las imáger.res cle nues_ f-a tercera quiere iltritarnos a emplear la
tras intervenciones, Ia base de Izrs nuetas aericultum conro espacio libre.
imágenes que podemos genemr mediantc
Lulas rtrre\¡as estrategias. Los procesos
de la
agricrrltrrra lorman parte de I:l cultru-a de
tierra, sorr el sistelra idcat clc gcstión de los
!a La ágriculture cor].:o referente: t
Jacques Simon
¡raisaj es metropolitanos.
En su gér'resis, eljardir cle agrictrlturzs pocü:í "li;.i.ir:lr dot lri<1r<.ri0- rir: ar¡;íiisis <it' ir
u tilizar- cualouiera de los iufi ¡r itos
rnodelos,, .ir.': i;rrc es ;nct{tr_({t cit ll ¡tit:} ilr. irii c:irnpt,sl_
¡}ii. ,
f
I
sistentas qtre Ia agricultuta ha cntltleado r
pan : li: f ii ii(.li:at r- {-.)r ¡tl:l;.t.1
t¡j¡.r.. fi í:-, 1r rií... ...-,,.,_. I
tr-al;aj:rl rluestros territor-ios. En la elección t:1,i:i;-,:;- {tili.;}í; ¿t<.iria sr;i-:: e s!t
r Ic Jos I ¡ rt¡clc, los
{:Jtitii.Iii: fl till-ij
cttcot.l I I-¿ tn()) ttll i¡ I ¡ lcr lsr.l
¡ : ¡;; : ri"1:.,:.i) i-.{' iI ¡i-1lii;¡::ii ¿jti i il: l:
!:t ri i:;_
I ¡ ¡,: ¡ ¡:.;r-
I
abanico de ¡:osibilidacles, clesdc Ios es¡tacios i;ii',t i;i r, ,-.]<:l,al:l: tti-l CC¡ttCIt:ii tlC i¡lt-:lrtS
de vocación forestal (bosqtres) a los de ¡,oca_ .,ut.ll ;l;t; ¡, ll<; r.l:r it;:is
ricI i
rjl¡l: ilr cs¡:n¡-:iai. [)esri.
ción agrícola (campos), con todos los matices iillí iirl r:rtiurtul.:r:i sc a-lis:rn. s¡.: i:r,¡.cibet: l:rs
que cada situación nos permitilá: descle las
l'sr ¿i:ir g<.r;lí:i¿ir:a.:. f.r.,r-r.s1¡ic:., r: itidrológic;ri,.
arboledas vinculada-s a la explotación for_estal
st: i¡¡lit¡i¡;ie l¿l I¡uelia dt: ias:rr tir.irl:¿Ces
f
a Ios bosqrres lelaciona<ios cor¡ Ia conser¡,a_ i¡r¡:.i-.-
tttir;l i:r: q1; i;l;¡.¡¡.
ción de la biodiversidad er1 nuesu-os elttornos lri¡.ts <:::;r-¡:riirlari qr¡c s{jiir! lix !.i.:ji\s qriieiri...
metropolitanos; desde los campos agrícolas r:;c!oi- r,_:<p!!q¡¡-¡i cl
r.inculados a la producción de Ios alimentos 1,l:ri;ajc. i-li:tit rlisL¡rci:l
r¡nr-. iie l;lrsc:do se p:lr.:inclrr:rt:
próxirnos a los campos de roc¿ción hortícola rL:I surelo-
r llr,' l;¡ l¡,¡¡' r¡lr¡r-llirlr., qr..r,.irt,.
.r :rr pr,¡ i1,c1,i
clestinados al uso incliviclual dc la agr.icrrltura; . .,.r rr.ir,ri,.1'¡,, ri,,i ,,.¡ ,.r
i1.,..,
tlcsd,, Ios csl.'x(;os cie lll¿ntcllinlit.¡rto que Ios
.i.;r't I r': .t-t; t :.;I:. ;¡,,:,., .,¡.i:;; ri¡.i
t I i
espacios libres metropolitanos r-eqrrieren
al
fornelltr-¡ de los t,ireros que deben atcndcr I
las Er.r diciemb¡c cle I98l,la rerisi:r L,Axltitecttt¡t
clelnarrd:rs privadas de agricrrltrrra.
rl.'A ujouñ'hui declicó tur número
cornpleto I
I
1r Sinr{,,r JaLqrtcr: & !ll.
.j(l,r,r{ \t;r! ir ! for}¡,i. I
ll1tltút 'liu\ ,1.¡u!r!8: s t !t.¡
tlu rrirts. r{t la tatz:, ttu dd i
t
drl /./r rr-g/- I,:ririo:? [¡:lr aj. a
i 91ri.

i
{
6l

avarlos pais4iistas franceses _Michel Cora_


plementaria Simon ocu¡ró el terreñó
joud, Alexandre Chemeroff, Gilles Vexlard y de otr:t
manera e infodujo nuelas referencias-
.Jacques Coulon- quc pror,e nían En ta
,:le Ia Écoie <krs los
proyccros haLia signos dr.l campo
i
National Srrpérieur dLr pal,sage cle Ver:alles I.rl<.
I
1, i.r lgr it rrltura qt¡c ól corroci¡
r u¡t :rfiltirladcs (.lt (.rrrnt¡, r l; rorrc,.¡t,^iórr
bieir, torlos Jr¡s
I cl,'.1 efbctr¡s nl in iattrr.iz_:lrlos rle Ia gcogrzlía
()yc(:to dc r,, 'I I,clc los
I)r ¡ta isajc. irrlos ellos c<¡i¡rcidían
¡r:ris:rjc5 rlr.l iltu di) (llll, t:l lr.rlri;¡ r.isir;r,lo ¡,
I
(.n cxl)licar quc cl n¡ovi¡rriclrro
¡raisa-jista [ran Conro sosüene Sylvie Assassin en Ia
cés y sus tendencias dcs¡tLrés dc la décacla i¡tro
dc clucción del liltro \./o1uges,
C- 1960 no podían entendcrce sin hacer rcferen- ln1sages iúáique.s,t!
jacques Si¡non es uno dc los
n- cia aJacques Sirnon- Aunque Sirnon escapa paisajisras más
cosrnopolias dcl siglo xx, quien sc embar
s en gran parte a la práctica convencional có
de en un viqje planetario que empezó
S. la profesión de pais{ista, corno muesua en Ig6O
su parz no ferminar. Más de 10.000 fotografías
producción artística y literaria, alguna de sus
en color y 100.00O en blanco y negro
ob¡as, como el Par:c Saineohrr perse (Reims, de todo
el mundo coristituyen lo que él denomina
I970,¡ marcó a loda una generacióu de srr
pai_ 'banco de datos., una selección
s4jistas. A.lexandre Chemetoffhabla de de sensacio-
ios nes que no pueden transmitirse
árboles en movimiento; Gilles Vexlard de un en los Iibros,
sino solo mediante una confrontación
paisaje compuesto corno un I iLno musical, dir-ec_
f¿ con la realidad.
y Michel Coqjoud nos explica que, cuando
Simon utiliza la agricultura como un
conoció a Simon, todo el pensamiento sobre sistema
de trabqlo y como un banco de imágenes
el pais{e se debada eutre lo ¡rarural, Io
pinro- que puede uülizar en sus pro),ectos;
resco y lo hortícola, mientr-as que lo urbano también
utiliza la agr-icukura como apoyo para
se contraponía a los espacios verdes, sus
supuesto rnfen€nciones efímeras- A partjr de
r¡lra idc:.r
lrustiche de naturaleza, qtre, al querer rege_
)' con un plantearnien(o rnuy príximo al /arzr1
nerar la ciudad, introducía una riolencia
su_ ard Sirnon escribe y dibuja sus proyecros-
{

Escritura geog.áfiea.
Jacq0es Sifton-
rl-

f{: l. lrhitttrrt d .tuioÍtrt.hui ] s:rrsi¡r. -§rh ii. irri¡.¡,


'¡ri,¡r
llll l1,r¡f ,.r/i). l¡¡r ts_ .lLrc.i¡ll :r Si¡¡r(¡¡r, h( qI (..i.
{{,s L | ¡w!!6.
lq's¡r.fr ¡lin¡i ¡t!\.
(]rli=ct,.,n \ nr a"r.. tr ¡ r",
llrirr. ll!!_

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62

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Jacques S¡mon en 1990 a
Parc Saint-John perse.
tlerms, Francia. f97O a
Jacques Simon.
a
a
a
a
63

Má tarde, desarrolla Ia ejecución de la ide:r de I960 y 1970; pensada desde Ia urgencia y


gracias a la colaboración de agricultores y en la lógica funcionalista, la cornposición urba_
un arnbicnte próxilno al lutfpening Marcas ¡ri.stic¿i
de las ZUP valol.:-rba principalnente
r, sienos cn los carnpos, int:ise nes y dibr jos Ios servicios y Ios vialcs, 1, rctlucía el vcrdc
(luc c()listit(ryclt Io qrrc st. lra dcnominacl<r ;r rrrr:r scric de esp:rci<ts (lis(,nt;¡tados cntrc
"irst:t it tt¡ :t g<:a¡ql iif iCit", (ll l(. ( r)n {clnplu (lcs(l(,
rrnos cdif i< ios haltil Lr¡ l ¡ r lr l tc dcs:rsl¡r¡sos.
r

Itrs t|ab:ijos pcr-sonaiars t.<»ni<t 'Ibuche


lns nut l,ir ir I tcr\¡cltciól.t tlc Sinrrin tr:rtó dc supct.:rr
/,rr, lNn f oq¡r( ) ,t¡i ti(, ;r) il p¡csusolrl.c ulr Ios pr:qucños inconlc¡licntcs dc c.stos {ipos (lc
(,rri rl)o cultj\'.¡du, Il.rstlr lo¡ r,r rt argos irrstitu :1c[uaciorles, a par-tir rlcl ¡]so dcl lcnguaie
cir¡nales conro Ia lrandcra crrropea de lgg3. ,l( l¡ tr¿tr¡talcza Colt U¡l;i
,: La acrividad de Siruon, que se rnueve enre Ia l)utCu.iit qll(.s l)..
!:i ró todos los obsáculos habituales_
t: agricnltur-a y e I land. art, también tiene una lcc_ Él ,rrisroo ,uper-,,isó la construcción del par_
!,:
tura ecológica. Por una parte, su mensaje en que con excar¿adoras niveladoras- Con un
= defensa de la tierra (la naturaleza, el paisaje, ¡,
presupuesto rnínimo y ert un tiempo récord
¡a la agrjcultula. etc.) es sjmilar a Ia de los eco_ de ocho días, reutilizó 40.000 rn3 de [erra pro_
i-;
¿.
É Iogistas má compromeüdos; por otra, puede cedente de la construcción de los edificio.s,
:-i considerarse qtre su valomción del pais4je para llevar a cabo un trab{o agrícola que aca_
! :rgr ícoia ¡ dc los pr o,.esos r r;rr rrr ales se ant icipó bír conr.irtié¡rdose en un magnífico parque_
: a ll Icrrdcnr ia a< rrral. fuirni¡¡no,
),a anres que
¡- los 'ijaldines en movir¡ienro,, puso en ralor las
-ta

n ll:un:rclas "maias llic-rl¡as", con.ro IIer,ó a cabo Los sistemas agrícolas


fj en cl pequcrlo j:rr-clín de str casa, donde cre_
t) c(tr sirr corrtrol crrtr.c cl ¡larirnento de ln¡rlera. "l-lr ctillur:,. rie la tir:i-r:¡-. l:i cx¡.¡t.rir:rrcia rir.
E Atricultor, artisLr v ecologista, Simon ha :iricr; ilr i¡licrr.r::.lciiirt rill ::<,r ltL¡¡tl:riri: cc;t
!;
I l)racticado la profc.sión dc ¡raisajisra descte {i ralid:rcics prodrictir,:rs.
r
! una óptica personal fascinante. En palabras
t La :r¡ricuitrlr:r es l¿ l:¿lse tli: nuesürts co¡x.,ci_
sttl'as. cons--guir "el ma),or ei-ecto con los mí_ lr)ieilt{)s.
I
nimos medios"r3 se tr-aduce e n un modelaclo os :rp<l-viltnos
, r- en r:s l.e :rnr itl ísi mo ntu nd¡¡
del telreno efectuado a partir del despla_ p;lla tr-ab:rjal'. Iliii¿l crifar ctr r:l piris:ri.._-.
: zamiento de los materiales utilizados y rrna i¡rltlr.r.:irir en él cle ar:uel-clo (:or] cl nionlr:nlo
1;ar.lr-

plantación de una sclección cle ár-boles sobre :rr-it¡ili cle l:r cir,ilizaciriu, !iiisc:rnclo itr)i! !.1¡lr\::i
una topografía previarrente definida. r1l:rner¿t de l'ekciortat-nos cort í:1.
El Parc Saintjonh Per:se fue un r.eferente (;on:e irz¿unos pc». el estudio.
para toda la generación posterior de paisliis- ¡ror el cotir_.
t iuriento cietrtílico v térurco del
tas franceses. El parque se situaba en una ¡r;lisaje
r¡l¡rdillc:rdo por ql holnl).{,r,con ja finalid:rii
ZLIP (z.ona de urbar.iización
lrrioriraria, erl i ir: ;;r-i ;drrcii C\iien ri,.¡s .:l r¡.ír
n:t rl ti.a¿¿.¡ir i_ l.,r
strs siglas Ir-ancesas), un coniLutto de vivien_ or-ii:lil.:¡ciiilt. l¿: r,i¡-l:r, I:l pir:.rt:i:rciólt t la --siLr¡:i
clas sociales que sir.r,ió para la reconstrucción ,; .i,,1, !,,.. ¿:¡)jrl,().. 1,,l,,t.r, i,,ri¡,.,,1t ,,,1,j.,,.
dc las cirrdadcs francesas dul.:tnte las décaclas ir :,, sis{i:¡it:ls tirr ¡L,r¡t¡ . r:i ;l;..r.r,..cciLtit:ir,::i
li.,

13. .Lsensio (lc¡icr Fr:rn


( i.t' r. l ilt \\ (i.lt¡ o¡ i.d ¡¡¿\, ¡tt,
1,¿rl¡r/\..\r.o. Ililr.ol(,|.r.
I1)lL].
6.4

<le Ic¡s i'ecul-sc¡s llídricos o los sistern¿s <[c


drcnajc, torio ;rqucllo qu€, Lrtrto r)egadva
corno ¡tosí{ ir,:r urc:n tc, ha nrodificr<lo r:l p:risa_
j,: r::rtrrtlrl :¡ I,, L qr¡ dr. l,¡s;tilr¡s.
I llt'r' rtl,-,r ilii(. Ilr),i ir¡{.(:()¡ 1l
¡¡ i¡r,,;.sl:r Irl
t;t:tt).) (i!r' ir;t I r t i I ¡ I r I I r,l i:;Ljt _ ,:oit r:l
; rr
,r
í ¡ ¡;r r
¡t;:
:rqlicullor. r l¡ir <.1 sr:r lrLriulult ]it;r(l() ;r la li(._
r-r:r. ('()rl rlrricrr I:r c(,n()cc, lil :rrrt:r, I:r tr-;tltaj:r
1. la tr:rrrsrriilt: <l<: gc lrcr:t¿:ión cn gcl)et:lciór).
Nucst¡rr ¡rapr:i es sinrilar; t¡Lrizá tod¿lvia esté
poco rt<:lini<io, pero dflle quc \:cr.colt cst.2l
l'claci<iu t_.ntr<: el scr l.rurrallo I Ia [ierra quc
f)crnliLc Cl an:ilisis, [a r.alonción v la c;rpaci_
clad rlc: clccisi<in- No nos qucdarnos súlo con
cl cstu<lio de ar¡uello que rlos aporta la agri_
(:ulttn-a: tt:il;unos de inroducir en él nuevos
(-()tt( ('l)l()r. \' (:n csf(: scntidt¡ cs lreccsatio
r-<:'r'tIt-r-ir a o¡irs.lisl.ipl ¡:Ls (:1._!lll(., la biolO¡1ía-
Irr 9<:ol<:qi:r, l:r:rr.c¡iritr:ctrl.a. ia hisrr¡r-i;r r.¡ lir
t¡4r()e]illl:]. r¡ir. foirnirtr partc tle estc mur:do
< r',rlr1)llj,r ,:l i{- (is ('}
¡:rais:{c. lisfo lt{)s l)cr.}Ii_ nuestros paisajes y poclrían configurar eljar-
iil lí ;irrr¡t!i,'.r ¡ril(:slt.{)s colrot:inrie¡ iios, inves- dín de la merrópoli.
iiq; r¡L¡< ,.)s Icij!:1.! _r, ¡:t¡nO¡t:r2!lit:i.r¡lrlivas <l<t La egricultura ha dcsari-ollado gran lúmero
a(!tlt Il( ! t¡ttr: 1:rr-,{sr¡¡5 p.Opr}llerl de sistemas con el fin cle obterrer unos plo-
l{os (:ncr¡u i r :ulir¡s l¡-etric a tr:r caml:o tle tr-a_ ductos deseados, lo que ha daclo lugar a la
I;ajo rnrrr iu)llliic1, cornplejo v clispe rso, creación de unos paisqies de naturaleza dife-
¡rer<r
¡n u\. sr!1(.i .rlitc, (lue, p<» ctt-o lado. tilml)iél-l rente según los tipos de cultivos y los medios
cs lu-\, (-t)¡]{rict<l v r,iene detelr¡i¡ra<.lc¡ por aplicados. La modificación de los procesos
rllrcsr.irt l-i.l:rr:irilr cor-) el paislje a tr:1,és cie Ia naturales que la agricultura ha aplicado en
¡tt¡r-i cr ri'l rn-:i - materia de vegetación, se ha üsto acompa_
l,r; tiiiirr-r¡: irlt;liiio. corr la irnic:t rcs¡¡r;trsal;i- ñada de las necesarias moclificaciones del
iirlarl dr' Lus.::rr Lur cqirilibrio entre cultura v relieve imprescindibles para implantarla,
¡¡i rrrr r rrI ( ,, . | . i;, l.r ,rgr icrrlrtrr.;r al p:ris;!c...r.¡ así como de la necesidad de obtener un
srrministro comecto de agua. Ia aplicación
Los sisternas agrÍcolas constit¡l),en comuni- oportuna de apoyos artiñciales que faciliten
clacles de plarltas v animales cleadas por el una explotación correcta, Ia necesidad r{e
ser- hunlalto que interactúan con los suelos y p t'iotegerse de detemrinaclas inclernencias
el clima, v que básicamente son inesLables.15 mcteorolósicas o el rigor de llcterminaclos
Los sistellas agrícolas han daclo forma a climas ha irn¡;licado taurbién el empleo de

1{. il:lllc.. tin¡ic. t'r r¡r¡r¡ 15. \'éa«': Housl¡- Nti.haft,


csl)('rir '. 1f;/11. )riirr l
Baisa de.iego, fl4allorca,

\.\e, t:l!tt!,1 ¡ i't¡¡,4i,!r).


Il:ir( ('lo¡r.r I !11)¡.
D
D 65

D
D w
D ffi Ínrltitud dc recursos que n-rodificán las con_ de encontrar soluciones mixtes
D ffi diciones naturales habituales. jos problemas de nuestras
a los comple-
ciudades-
D il:l- ts;a I-as rnodificaciones a¡rlicadas sobrc l:rs pc-
cr¡li¿ridacles dc catla tct.rit()rio aErí<rrla Itan
A lo largo de la historia, el clise ño
dejardincs
D rlarlri Irrgar :l nur.neros()s
Ir:r hecho uso clel aprcndiz:tje (leri\ado
de I:r
D ]!n t'-a:
¿'- .
¡tiorlrrr.{o cit: lr¡s
¡tais:tjcs, toclos i:llc.¡s
rlift,lr:ntcs i)t()ccsos (lLt(,
agr-icrrlttrra, \,a sc:t (lircctanlelrtc,
irtt.tgc¡rcs rlt.l ¡ r¡ ur r, 1,, ltgr ar
traslaclanclrr
D ilir r- e-=
cgrrf lul,crr cr.l ul rnisnlo lugar a lo l:rrg<¡
cic la rr-( [amelt le.
io ai.jarrlir, ., i,
izat lclo las ter nicas ¡lesa l.roUa_
l,li.
I :u lristoria. L:t cvolr¡ciórt dc Ia opir:rJad clt: irr
¡lr
tierra, quc se relicja en el Darrelario, jr¿n L.)
clas
uI iI

por la agr-icultrrr-a e n l¿r constntcción


cle
I \'J;
cou las técnicas agrú:ol;r-s a¡rlicatlas y L .,r,r_
lcsjardines. Asinrismo, el repertorio
de imá_
D !*E
diciones naturales prcexistenr-es, hal desa_
t-.r)cs_y técr)icas de los
¡raisqjes agrarios
I! re h¿ facilitado su utilización en
Ia ionfigura-
ffi rrollado la irnagen final de dichos paisajes_
ción dei nue,r,ojardín de la metrópoli.
I ffi Las prácticas agrícolas mixtas _-en vías
de Vista desde el cielo, la tierra
I! F.i:r!
cxtil)ción cr: Ia malor parre de los paíscs
industrializados- han mantenido cierro
siempre como un mosaico.rT EI
se muestra casi
análisis de
II grado de equilibrio ecológico. El sisten¡a
los mosaicos que componen
la tierra üsta
I campos cerrados, babitual en Ia asricuhura
de desde la ventanilla dei aüón
o a far,és de
I ffi una fotografia aérea manifiesta
ffi (u¡,rpea tradiciolt¿1. sc l¡asaba err
la alror ta heterogéneas que componen un
las formas

I! ...
ción de nutrientes de origen anirnal, ell la
agregación v la intel-acción de
paisqje_ La

I) :t f-
rotación y la variedad de los cuitivos en Ias
( on r¡lidadcs nalr¡ralcs
), factores que intenienen eü un
los diversos
paisqie defi-
I dc los márgcrrcr. r.a
Ilas y' bosques, que compensaban Ias
nen los difbrentes rnosaicos
de este modo,
D
1,,
t-(l ¡rosil;lcs tr-azan Ia peculiar estt-uctrrna
pél did,rs ci^ológ;cas que pr-olocar.r Ios cle cacla lugar.

D )
vos intensi.r,os en el nlomento de la
cr ¡l¡ i-
coseclra.
El ripo de mosaico es una rle las
citr-acterísdcas de ilr.r paisaje,
princiiales
! I

fe-
i;or el :rbuso de los productos quín.ricos o nrrento ecológico es una de tas
l,su funciona_
principales
D ios
por fal(a de diversidad.I6
l-a agricultura tr:adicional basal¡a la produc_
preocupaciones de quienes estudian
el com_
D :
ción en la gestión de los recursos natunles;
pol ratniento de nlrestros paisajes
desde los
D I
es decir, en el seguimiento, [a e.r.olución y
la
¡rlirrcipios de la landscape ecolog.¡s l_os mosai-
D plarificaciórr a corto, Inedio largo plazo
¡,
cos son el resultado de la integración
los sistemas agrícolas que el
entre
D de clichos recltrsos con fines productivos.
El inrplan¿ado _v los sistemas naturales
ser humano ha
que se
D conocirnierlto de esta experiencia _las téc_
nicas cle cultivo, de conservación de
han presenado. Eljardir de la
metrápoli
II de control de la ercsión, de aprovechaniien-
suelos, prrede ser un mosaico de espacios
Iibres
I lt
lo cle los l-ecursos lrídricos, de repoblación,
constn¡ido a partir- de ambos sistemas.

I {:tc_- constitr»,e e I pr¡nto de partida


r :t escal ll lanctaria se
habl a del fin de la
eza colllo re sultarlo deiae xtrenla
D iiflontar ltuevos probletnas con nt¡erzs¡tar-a icleas-
ar-
tificializació¡r de los
I ¡rar a ¡toder illven Lar- n lle\as téctlicas ,,,,a,o:i
sisteuras cle gestión clel territorio,
, la ciudad t¡ede irri il fse
! corl objeto trate de recu emr los
¡ 1IJ. IL¡¿ 17. \'éasc: Irorora¡:, lUcha¡cl
T. T.. 1.,1üt A!ti:¿t¡.i tt:,r!
¡ og E L.iik¡|elt¿: aji tt,{ tt\
¡ (;:unbr;i{:te LInnr¡¡ir\ I} (.ss

I C¡orb¡.idgc- I ltgj

!
!
I
66

actividad humana la na turaleza- l-a l-a agricultura corno espacio libre


tura intensiva, la contaminación de las
la defbrestación incontrolada "T¿rnto cn los l;osr¡tres holandc.ses colno cll
los factores cle Ia lcs srrizo-c, cl c<;nccpt<¡ <lc a-,{r.i<:rrlirrr-lr :,i
¡;<,
la l'alta cle biodiversidacl. [¿ rccu c t1r.rr',r;r v g¡:ll¡ tst.lrllt h:t sirliI iIif {-t:j-r-:i(l{) (.()¡:Ii}
I<¡s sistemas asl-ícolzts mi xtos, el control de las r¡n¿t Íiulci<'x"i it;isir.a del sist.ern:r <lr p:rrr¡rrcs.
aguas y el fomento de la forestación en los L-n :lnl;as cscalas. Ia aqr-icrrltLrra sc rcaliz-:r rl¡:
ámbitos trrbanos puecle ser Lrn primer p2rso fi¡rrn:r ¡l'ii'a<la, _v es l:r ciud¿¡cl l:r <lrrc
para tratar de manten er la necesaria biodi- llr()i)r)!:
ciona v aiclrrila il,t tierr:r. i-<,is p;u-<¡r*_:s ur.ir:,i-
versidad. lx)sl llcr tan to,. írut c:i r,l li¿r rr c(), rlo p r-o<!uc tr; r c.s
Desde la ciudad puede lucharse para evitar de alimentcs _r-'parzl la divelsión, § son ;rrhni-
la deforestación del Amazonas, para descar- nistrados siguiendo estr g:ía. Los procesos
tar el trasvase del Ródano o para mejorar ¡;roductivos cle l¿r proclucción cle alirnentos.
ecológicamente los sistemas agrícolas in- dejardiners bien cuidados y cle eestión del
tensivos; pero también puede lucharse para suekl se conviertrn en otro elernento inrisi.
conseguir modelos de ordenación territorial ble cle los procesos trrbztnos: endquecen la
que no an¡-rlen las agric',rlturas que aún se ex¡:crienci:¡" ur-b:ln¿t i' ¡: ;:o¡:ci rci d)rlai: las t:;,rs i. :;
conservan o qrle no aniquilen los sistemas c{e ulia esl.etica que se asient¿¡ c* I;l aplir:ir-
natur-ales que puedan presenrarse- Desde cirilt exaci¿r tte los ¡:riirci¡-rios dt: la srisicr-¡il:i.,
la ciudad quizá pueden fornentarse nuevos iitlad eui:.l-¿:¡,rlt's c<.¡n la tie¡-r-:i'. :{r
bosques (los de la metrópoli), nuer,a.-s agr-i- .láic hae I F{ cr¡t h. ";lg,"-ic trl t r¡ l-¿r ¡ r.} >u r: l¡ "
¡.

culturas (las urbanas) o el mantenirniento


de sistemas naturales como los ríos 1,las Hemos tratado de definir este nuevo espa-
rieras (los clrenajes del ten-irodo), qrre corlr- cio libre que pretende ser eljarclín cle Ia
pondrán unos mosaicos ricos, bellos _r biodi- metr-ópoli, hemos visto cómo losjardines do-
versos como posible prirner paso pala evitar rnesticaron la naturalezapzrra el ocio, cómo
esta crisis ecológica. Ios parques la introdqieron en las grancles
Err el hbro De.l Pa.raíso al. jardin. lntino,te Ni- ciudades y cómo los sistemas trataron de
colau Maria Rubió i Tüdurí r,incula dirccta- organizarla. Intentamos encontrar las c;zLrac-
mente la agricultura a lajardinería, :runqtre terísticas que podría tener esta naturaleza
critica a quienes opiiran que el arte cleljardír-r en el marco de una ciudad que pretencle
es hijo de la agricultur:a, ), no Ie gtrsta dema- ser sostenible- Naturaleza sah,aje o bosques
siado Ia definición del rarón Ernouf sobre el i n mensos, agr-iculturas in te nsivas o espac ios.
arte cie losjarclines en un libro hisrórico del hortícolas, ¿a qué naturaleza nos referimos?
siglo xx, porque lo considerzba un "luio de La fascinación por las imágenes de Ia agri-
la agricr-rltlrra". Aun así, quizá sea ei nlolren- cultura v Ia necesidad de encontrar forlnas
to de pensar que la agrictrlttrra puede ser Lul l/ sistemas lnírs coherentes pal-a nue.stros
lujo del arte cle losjardines, trn refiuarniento espacios libr:es nos conduce hacia una nue\a
del nuevojardín de la rnetrópoli. valoración de los referentes agrícolzx que
I9. Rnbió i Tudur í. Nit:ol:rrr
\1;u i;t. /),'1 l'runí¡,t ttl.jrtir!itt
/atr.ri.o I I 953 1'.'Iirsr¡rr<:st, l,;ai'
celoua,1()81.

- ' Hotrglr. \licl,.11 l ,rir..¡-.


67

conocemos, con el fin de utilizarlos en Ia


,".1t::-r, Los prados se urilizan a
búsqueda de un nuevo modelo de ciudad- diario para
actividades r.ecreativas y como
'lI En un extremo de estas valoraciones, Ios espacios de
paseo peatonal entre las diferentes
sisternas agrícolas tl.adicionales ofrecen partes de
solu_ Ia ciudad. La presencia cle
lIl() ciolres q.e habitrrarnre,tc .sc ha, crcscartacr, animales pacien-
clo se cortvie rte er
#;i"::' j:ff :,tif;:'.
:S. por- obsole tas o sc han st¡stituiclo por rneca_
cra urbana q ue
rdc nismos rnás "modernos,,, pa.o q.," de 'i
pronto tantes entre la ciudad y el
r) t-- volvernos a descubrir por- las caiidades campo. En Ia res_
de tau¡ación pais{ística del antiguo
t- paisaje y sus vent4jas de mantenimiento vertedero
y de del Garraf (Barcelona, Z00Z_i0t()),
¡ I'C¡, sosrenibilidad. La utilización de la ganadería obra del
estudio Barlle i Roig en colaboración.or.
tl"l i- en Ia gestión de los espacios libres á.oo_ f._
resa GaIí, un grupo de vacas
.ls politanos constituye un ejemplo singular. se encargó del
El mantenimiento de los nuevos."*p;
)S, acuerdo entre los gestores de los .sfacio, ubica_
dos en un lugar completamente
I libres y los ganaderos puede pe.n iri. degradado.
que el En el otro extremo de las valoraciories
si- mantenimiento de dichos espacios se realice que
podemos efectuar de los referentes
f de una forma mucho más ecánómica agrícolas
y eco_ encontramos aquellas in ten
r§es Iógica. Los prados de Newcastle úenen enciones que
reba_ utilizan las imágenes de Ia agricultura.o*o
ños que pacen de forma continuada
gr:acias fuente de inspir:ación para .Ipu.io.litrres;
bi- a acuerdos establecidos con los
ganaJeros pese a haber sido concebidos
como Iugares

)
) clo-
to
)
)
) LC-

)
)
S
)
)S
)
S?
)
)
)
\.a
)
)
Restauración paisajística Battle i Roig arquitectes,
del vertedero de la Vali 2t. Iúid
Teresa Gatí-lzard_
d'en Jcan, El Garraf,
Barcefona, Espa*a,
2003-2010_
)
)
)
,
68

IIL¡l?rnente Llrllat pretenden Ia lincura-


ción a Ia memor.aos' purdá. La serie d<
recordam os La,:.1il::lX:.*iji,L,;,::. ,:,
1- q,. .;;;xlltTff:,:T::$"?
de losjardines cle_Villa det Nus de ra Thinir¿,
Cecilia igI.",orr., fg*.'.i_;]iri*rrrul,
del esudio Eatiie i Roig,,..;;;;rl-"r,.1
obr:a de Elías Torres;loreiirorio
]9BO), recuerdo cle las im -
N{artú-rez La¡:eña, llos
acercz¿ a la trisioria agrícolas que el
Ios laberintos, pero también de co¡rcrrrcror .orr.,.Itjnes
al rec¿rerclo cle
3.: f*,r..n ros zrgr.ícof., .o.,Ág.,;;i,
..,,
de un rarso ri1ie.
tnco que uüliza l,Iichel
; :i#,I:,:""i:1":":x:.
crpreses de las corlrarcas Co.a;ouae;"i;;'-
genrnder_rses del
Ern_
Jearr \/erlhac {Villeneuve de
Jardínes de Vífla Cecili¿,
Grenoble, lg?4)
uarcelona. España, f 9g7. Cort¿vientos de cipreses.
José Antonio Martíne, sant Pe:"e Fescador. I1.. g* NusEspa*a.
óai-celonal
de ta Trinifat, Pa¡c Jean Verlhac.
Girona_ Espa.ia. 1 gq:¡
Lapeña y EIías Torres Batlie i Ao¡g, a.._"",ri.ctui Wlieneuve <je Gre¡¡+b!e,
lur.
rrancra.19Z4-
Michef Corajoud. I
I
I
!
69

':'

D
D
D
D
IT E
I'
I
,l
I,
I
I'
crranclo contmpone
¡, las alin eactorles perfectas
de árboles con Ia topo,grafía Este conceptc
I' La asociaciór I elttre
precisa
Ia planacián,
fc¡es t"al d.- pe ¡tsai-
pi-ilrrero e n
rr prorrene de trna lar-ga
bosque
hadición
Iibre
qLre cuenta
1, es¡,)acio pla;., eardo el tiem
no para desárrolla po necesa_
rla, I.cortten z:r después
D coir magníficos ejempl
os. Bastar.la recordar
cor-i I:l constr-trcció
n de Ios equi pamrentos
Ia estrecha 'r,inculación requeridos, se
D entre eljardín baro_ con \.'rerte en el instrrrmento
t co francés y Ios bosgues
str prolongación_o
que se conrrierten
tal vez los grandes
en
clave para com
trtilización de Ia
p render Ia imporrancia
a-grictrltura como
de Ia
; ques priblicos del pa par- Iibre. En palabras espacio
ns deci¡nonónico
r, el Bois cle B oulogn y
e el Bois de Vincennes.
como trata de: "PIanAr
cle Claucle Guinaudeau
ho¡ constrt ur tnañana..2.1
se
Muchos j arclines parq p Iantar p
D ues r¡rbanos se1..
han
nmero, crear un
parsale en rrn Iu_
construido gar fron ferizo para
r, )l
como bosq tres en
sertan las acti vidades
Ios qrre se in_
de este modo, preparar
la degradación y, evitar
I el magnífico par*
de ocio des eadas,
como tarde podremos I os r,alores que más
Klein-GIi enicke en poten crar
, donde después de rrna Berlín, pemr ei rzlor clel
en su uso. Recu_
t I-NAS c{e 25.000
gratl forestació¡r COII
árboles, real izacla
tiem po en Ia construcción
de Ios espacios libres
para confi:rir a Ia
t ias c'lir-ectr-ices del
a partir de
pais{i-sta PeterJosep
Len_
vegeración Ia posibili
dad rie clesarrol Iarce
) iré, Iiarl Friecl rich
schinkel constnr,!ó adecuadanr.ri. Collo
) ralios eil el C, ine¡l terio
edículos p:rra cl ocio.2r del bosqrre de Estocolrno
I de las operaci ones
(igt5_I 940), don_
I 22. \:6;1s6.\.¡¡11
iniciales cle ¡rlantacÍórr
r.l.i;r(le
rli ii-leirr-{,ii,:.
) nic{.e". c¡l \[¡ ¡4.! tl l{:r /1 :¡ i.) t í | (!.1) F¿rri. !(!c+r-Gitcn¡ci.+_
's\(.L I1(iliirJu(.\.
l Tci sso t. ( lco i,.q<:s. I.'rt
rlti tin.triit¡i,! '( )¡r ¡tlrn
t r lt itli tr t
t n
t1,',;¡¡ain I¡stitul i)i)ljt li.
I)i¡;t'L r¡ r¡rt.nr cr; I
Ilrcslir.¡.
Berl;rr, Aíe¡¡;a:iia.
I B't 6- 1537.

t t\,Í;i;i,r. i !)!)íi
ü,. l¡,it c¡i:;. I':u'ís. I!r8i F.{eter Joserch
Lenré,
f{ar.l §:-ieC:tci: Sc§:!::kci-
)
,
)
I
70
I
I

. . j .'
.i: I

. ...:.::..;:.:,"
1.-, .:.. - :'

Cementerio del Bosque,


Estocolmo, Suecia,
1915-1940.
Sigurd Lewerentz,
Erik Gunnar Asplund.

Vívero mun¡cipal de
Tres Pins, Barcelona,
España, 1985-
Batlte i-Roig, arquitectes-
tt

de un gran bosque permitieron desarrollar


riales que deben Dreservarse
las primeras intenenciones de Sigurd de la descom_
Lewe- posición y de las agresiones
renLz_ y Erik Gunnard fuplund, de las diférentes
pJra después obras de urbanización- [¿s
posibilitar larealización cle rrn gr-an claro técnicas de pro_
en ducción cleberán modernizarse
el ltc;sqrre 1,a con.soliclaclo, clrrc ¡ favorecer
t,
¡icrmitió dar Ios sistemas cle cc
caltirla a una de las últim¿is inLerr.enciones
ció. parz,,no. *'.o.'i,1,1ffiii.:,:'Xl
de Asptrund, el crematorio.
ña escala, donde: - J* f_
Estrtrcrurar el Iugar a partir cle la
utilización
de técnicas agrícolas y del mantenimiento
ra,en ta3 a
0," ;,oT;: [Hil'.1Tffi:l:::,
frescos producidos a poca
del parcelario anteriot como en el parc distancia de los
puntos de demanda y con un
Franqois Mirterrand (Issoudun, Ig94) considerable
de valor añadido de calidad
MichelDesvigne y Christine Dalnoky, alimenraria.s
utilizar Un caso especial de agricultura
el sistema de terra: urbana es
el de los huertos indiüduales
di'ersas ptu,t .io,ff ::Ti#:.:'[ff
H", terrenos públicos de terri
situados en
de Tres Pins (Barcelona, 19g5), torios periurbanos.
obra del Se trata de una actividad
estudio Batlle i Roig, o elegir la agr-ictütura q,r., .Jrrr..ri..rr"_
mente regulada y debidamente
como sistema par-a tnos&a.lu _,,"gát estimulada,
.ión de puede contribuir a estructurar
y11,^.qió" en etjardín botánico de Burdeos el territorio
(1999-2003) de Catherine periurbano y generar paisajes
Mosbach. admirables,
dando a su vez satisfacción"o
Muchos de estos ejemplos muestran -,..hrs op.io_
Ias nes pet.sonales, tal como
posibilidades cle compatibilizar las sucede en nume_
técnicas iosas periferias urb
fores[ales con los espacios libres
Iitanos. Sin emba
metropo_ n í,rd i cas. ro, n.,..rl:il:frT":il: .
.ser cornpatibles con Ios espacios
Ias agri c ul r.r,r. o'f.i; ::ffi :,':il::X-
::' dicionales, pueden inser Lame
liúres tra_
de nuestras ciudades es un reto en los nlre\¡os
más difícil. espacios libres metropolitanos
En la situación acftral, poclría r{ecirse y pueden in_
que cluirse en losjardines de ta
Ias agricultur?s metropolitanas mer.Spoli.
están sen_ La reconr,ersión de dicha
tenci¿rdas de muerte,r, pero actividaá, emadica_
cada yez son da de los espacios marginales
rnás quienes piensan que es y reubicada en
imprescindible lugares apropiados ¿ona.
manteller Ia acdr¡iclad agrícola dentro p.,"Au regularse
de las y normalizar.se, es una
áreas n-retropolitanas. necesidad, pJro tarn_
bién una buena solución
La agricultura nrballa puede
tener escasa
prr..o.rfigr_.
el destino de ruestros espacios
importancia a escala macroeconómica, librel. En
pero varias ciudades europeas
resulta ciei máximo interés en se r,uelven a incluir
térnrinos so_ huertos individuales en los
cioeconómicos reales y en Ia con.solidación parques púrblicos,
recuper?nclo así Ia tradición
cle pais4jes como el que pretencie iniciada en AIe_
ser eljar_ mania a finales del siglo xrx.
dín cle ia rnetrú¡roli. Las agriculturzs
urbanas Los hnertcs individuales nacieron
pueden insertarue en las redes cle en Aiema-
corredores nia con el tmsfondo de la-s
fo r-es ta I es pa rz constitrri r tiznsfbl-m¿cione.s
tr ¡r idade.s terri tcF
técnicas, econírrnicas sociales
1, del siglo
?.1 .\r:r'lrill,r Iosri \¡¡trinio r
I'r,li lr. Iilnrr,ir. .\l/¡¡ ¡¡t¡¡birt¡lit!
tl.t i ¡itt,a tlt litttctltqtt¡-.\rial
(.ir:r tr-ia- lr,:r ¡.t.cl¡_,n:r. J0()(i.

l-).ll)td.
72

Inicialmente, respondían a Ia irecesi-


xrx.2(i dlungen. ElJugendpark (IgI6) o lacolonia
dad social e indiüdual de unas familias que dejardines de la Si¿dtung Rómerstadt (I92?),
llegaban a la gran eiudacl y no disponían de ambos en Berlín, son buenos ejemplos de un
r-ccrt rsos :rl i m c ll trio:; sufi ci e n tes. E n I u_-:rr
a movi:nient.o que, a trar,és de la natrr ral<ta y
tlc lrr-rrcllrs ccor-l<irrricils, se or-g:uliz¿ror-l trno.s el.j:rrclín, buscal>a rrna altcrnatir.zr a Ia cirrriarl
esp:lcios próxirnos a las viviendas que per-
1'al trabajo.2? La proyecciór-r de los espacios
mitían que la ltueva clasc proletada en for- destinados a huertos y su consi€rriente re-
lnación pudiera cultivar frutas y hortalizas, y gularización hicieron posible la viabilidad
recordar así su pasad<l agrícola reciente. El de unos usos que, elt nuestr¿s latitudes, son
irnpulso para la difusión de este rnovimiento
de huertos individuales tuvo su origen en
una asociación educativa que seguía las i«leas
marginales. L,a perfecta organizacióncle las
diferentes colonias de huer-tos y el cuidado
diseño de los elementos arquitectónicos que
rI
I

dél doctor Scllreber, quien promocionaba las definían se correspondía con el esfuerzo
Jr
T
la salud y la educación popular mediante la
actir¡idad deportiva y el contacto con la natu-
urbanístico y arquitectónico que se estatla
aplicando a la construccióB de la ciudad j,
raleza. A pr-incipios del siglo xx emllearon
a proyeciarse conj-tintos de huer-tos indii,i-
drrales (los Schrcbergtirten) en el marco de los
misma.
La agricultu¡:a r¡i'bana, desde las i¡itei-..cncio_ Iu
nes de pn|aerdissenunthasta la recuperación
lluevos parques púl;licos poptrlares. Varios de los huertos individuales, es ull instmmen_
proyectos cle Martin \l\iagner, r-esponsable to indispensable par:a la defir-rición deljardín
del clesar"r-c¡llo ul-l--anístico Ce Berlin, y de de la metrópoii. irsjarclines de agricuiturzs
Lcl:erecht N4igge, irnpulsor cle Ia política de generan unos paisaies úrtiles, insLrt¡ctir,os,
pequeños jardines ( KLeingarten), rluestran respetuosos con los valores ecológicos que
),
cólnc¡ los parques destinados al deporte eran también ptieden ser bellos. Lugar-es cor¡ro el
colnpatibles con lcs conjuntos de huertos conjunto de huertos indivicluales cle Naerunr
individuales elr el marco de Ias nuer.as S¿¿- ( 1948) de C. Th. Sorensen,
siruaclos en las
afnems de Copenhague, dentro del áml¡ito
de su sistema de parques, nos muestran que
el equilibrio entre todas las escalas del espa-
cio libre aún es posible. Ei conjunto de bos-
ques que compone básicamente este sis{.ema
de parques, cornpatib iliza laexplo tación
forestal con la utilización como espacio libre
para los barrios que rodea, como en el par-
que lineal Store \§ladalen rvith liongsholm.s-
par*en, que con tiene varios eq r,ri¡taurien tos
deportivos _v educativos en el ir-rte rior de cla-
ros de bosque de forltra circular. Los htrertos
de Sgr-ensen se siiiran en otro claro de este

Coltjurrto cle [¡L¡ertos ?(i- \'i'ase : \1'atrrn:rnu- Fir.¡=t.


privados, t{aeiutil, "C)r ii iridir.i<l rr¡rli r &l¿¡¡¡¡r.
Copeirhag I e. D ir: ;rr;r a:.ci,;, gti Itti'', co \lr¡ss,:.r. \ft ririr¡rrt.
t
191+S.
a_r. (-.-. ^,,^^,--
r lt",ssot, ()cor.gcs. ¡',,¡r- ri/-
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Iacl
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i l-I

IS
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LIC
ao

lo-
I
I ll-
1ín
AS
lismo bosque, respetando Ia continuidad 1a mencionado parque forestal
del prado verde que vincula todo de Sausset. A
el sistema pequeña escala, es una respuesta
de parques. Las diversas elipses testimonial
te (h,r;;;^r; de Ia melnoria de r,r,r, bo.ques
el disponen de modo q.,..oÁ..rrn
el intersti_
que;";;_"'
¡nos, colno e¡r todas aquellas
I lt'l cio verde continuo, perfectamente plantaciones
regtdado que podemos insertar en el
por las vallas \¡egetales que Iimita,r.rá interior de nues_
tras ciudades.
) huerto- EI interior de cida uno
de ellos nos
re muestra la diversidad y Ia riqueza
de Ia esca_
a- Ia individual, con to<Ios los
Áaúces enrre lo
S_ agrícola y Io hortícola. Etr espacio
exterior
,.7 inter:sticial nos descubre la capacidad
de ser
un espacio libre público que
vincula Ia ciu_
re dad con los espacios fo.est l.,
próximos-
La agricultu¡:a urban a uúliza.lto.q,l.
l-ts- como material bás'
S i, te rs ti c i o. *.,.o .l:: :E:i:T":t
o'li
l.- gfatt CSCaIA eS ult in.str-¡¡m.,.rañ¡!á ñ^
OS rr e ii a r gra ndes

tipo de conexiones ecológica-s,


:i::,];::"tr:
.,0"1.111§
como ell eI
Store Vejtadatea with
K on g s h o lmsparken,
u.openha gue, Bínamarca.
Í 963-1 979.

Edith y Ote fdorgárd.


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Baleares, España J
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1
75

Ecc§*gía \§ üais;eie

"f,¿r l,ci <lacl colnienza cuando nc¡s aco¡:clarnos


considerado económico. Al mismo tiempo
r-lc r¡ric s()ntos solanrenf.e Lrna parte cle io que
que, puesto en práctica, demuestra que
ynil'¿rmos. Pero, sobre todr>, ctranclo solnos no
se agota"-a
c¿11)2rccs clc ¿.-ntcnclcr que l:r hjitLtu¿le za fi{}
La práctica de la sostenibilidad en los entor_
n:icilte, entre cti?s cosas porque rr<_is incltrl,e nos metropolitanos requier-e nue\¿as ideas,
¿r {r.¡<los".1s
nuevas propuestas que cambien Ia tendencia
.Ioac]Irír: Alaúio, (;r,¡nservar el futuro habitual de las diversas ocupaciones del
territorio, para tratarde insertai- todas nues_
El escritor 1, periodistaJoaquín Araujo inicia tras actirridades en un proceso abierto,
su artículo "Conserrüar el futuro', con una con
Ia pretensión de garaintizar un fuarro
cita cle Miguel de lJnamuno (..La Naturale- rnejor
par a nlrestras ciudades.
za t)o miente") que le permite argumentar
La crisis medioambiental y social tle nriestras
sobre Ios inapreciables sendcios que nos ciuclades, que tiene unas climensiones
ofi-ece la naturalezz", ert iontr aposición a la pla_
netarias, ha centrado la atención de mrrchos
utilización siernpre interesada que hacemos debates. El clamor por la sostenibilidad ha
de ella- Incluso cuando inventamos términos rearivado la necesidad <le un urbanismo res_
como "sostenible-, acaban por desgastarse petlroso con eI medio ambiente, y ha obli_
antes de ponerlos en práctica; rebotan por gado a replantear sus principios y objetivos
doct¡mentos y declaraciones de políticos, básicos.
e mp resarios, científi cos, pe riodistas, arqui_
La incidencia de la ecología en Ia vicla de
tectos y ecologist.rs sin que hay,a sido ensa),a_ las ciudades requiere un url¡anismo
que no
do con rigor durznte Lrn tiempo clilatado y puede limitarse a los ámbitos concretos de
en Lln espacio significativo.Joaquín Araujo intervención, sino que debe tener en cuenta
lo define de Ia siguiente manera: *I_o sos_ el contexto regional. Se trata de un tipo cle
tenible sería, pues, un intento de insertar planificación donde conceptos como .ciu*
rflrestras actividades en Lltl proceso abierto
CaC','agricultura','econornía, c .entorrlo,
qt-re reconoce las procedencias no destm_
1, deben considerarse coniuntamente- Tras es_
ye ei desconocicio destino. eue respeta lo timar que el ecologismo er-a uil tema menor,
sratuito v galantiza Io conve ;rcionahnente ahora es necesario respetar las : eglas clel-jtre-
')S \, ¡ r¡.r
I,r:rt¡rr¡...( ,);r
-\i'l \:1t Il f rriir¡-,r-. !jourlt)!tq
I II. IIll)l i1l. li.,:,r.i.¡ll.r
I 1)11,\

l\1 . il)?.d.
76

.:

go ecológicas. La sociedad esrá adquiriendo ciudades, en Ia toma de decisiones adecua-


conciencia de esta necesidad, v ha quedado damente ecológicas. [.a ecología urtrana nos á
claro que el conflicto ecológico existe. Co¡no ha acercacio a Llna r'nleva manel? de ent_elr-
riice llamon Folch: "Es una cuestiór'r ética, cler las problenláticas cle la ciucl:rd, y Iia ht,-
cstétic:r i, {irrlcion:r1... ,.\clnlil¿u'no.s \¡21, sin nl;is clto qr-rc nrtrclrzrs ('()s:rs ('rn ¡tir-ccn a rc:rliz,;tr..sc
cegucras crrlp:rl;lcs. c¡tre la humanidad úcnc de otra forma.
serios problemas ccoiógicos. El agujcro [.as vinculaciones evidentes entre ciudad
agtljeros- de la clr¡ra de ozono, el efecto-<;
;,
in- pais{e desde Lrna percpectiva ecolóSca lr;rn
vemaclero o el dcscontrol nuclear deben ser dado lugar ala. lancl,scape ccolog¡', que aparcce
los rnás irnponentes> y es saludable, dentro corrlo ull nuevo coltcepto en e[ rnundo de
del drama, que su gran dimensión objetirra Ios urbanistas y los arquitectos del paisaje.
haya sacudido, por fin, las conciencias- Pero, Richard Tl T. Forman desarrolla brillante-
mucho cuidado, porque hay una realidad mente los principios de la landscalx ecohg
cotidiana menos espectacula¡ ysin embargo aplicados a la ordenación del territorio en
más inmediata, menos vaporosa y, por todo sus libros Land Mosaí¡s. The Ecolog of Lancls-
ello, más y raejor atacable desde Ia mismo. capes and. Rcgions y Land,scalte Ecolng princi-
El cáncer caído del agujero de Ia capa de l;lzs in l;zndscaf;e Arclzitectu¡z a,¡zd La.nd-{Ist
ozollo, el cielo climático patas arriba o I¿s Pkuzning.lt Hai, que exigir que los terrirorios
radiaciones desatadas conrnueven al más ur-banos asllman todos los papeles medioanr-
reacio, ¡tero conjtrrar tales calamidades sim- bientales que les correspondan. [,os espacios
plemente amenazantes ptrede conr.,ertirse en libres de la metrópoli tendrán que super ar
el strprenro e inalcarvable obieto asintótico stts ft¡nciones u adicionale.s para converti rse
cuy¿ olrn persectrciór-r prioritaria nos distrai- en una pieta clave en la nueva irnplicación
ga de las 'nrentrclencias' rliarias 1, prosaica- ecológica de las citrdades. N,fuchos de los
mente reales. La contaminación sonor¿ o cle problemas qne genera Ia ciudad, ,v que ha-
las agtras 1, del aire, la lluvia de desperc[icios, bitualmente se imponen al rneclio ambiente
la destrucción del paisaje, la pérdida del natural, tendrán que ser resueltos en su pro-
stelo vegetal, la rarefacción o extinción de pio ámbito. Los espacios libres de Ia ciuclad
especies, el agotarniento de reclusos no re- tendrán que agruparse en un marco integra-
novables, la subversión de las relaciones del do para que, según sus capacidades, sirlan
hornbre cotl slr entorno, tampoco son cosas de productores cle alimentos o de energí:r, de
irrraeinarias. Y, tras ellas, una secuela concre- moderadores del microclima, de consena-
tísima de rnarginación, desasosiego ),, en de- dores del agua, las plantas y los animales, y,,
finitiva, de infelicidad. Sería una excelente como hasta ahora va habían hecho, <ie gene-
iclea empezar por a{¡uí".5(} rador-es de ocio ,v diversión.
N{trcl-ros de ios probiemas de Ias ciuda<les EI modelo ecológico elaborado por Ri-
tienen qrle ver con estas "mentrdencias- clrard T. T. Fornran, patcbconi.dol-rna.trix
ecológicas. La solución a dichos problemas que desarrollaremos cuando traternos de
ptrede encontrarse desde el día a día de las definir el nuevo estrato de construcción
l-1O. Fr ¡lclr. Ii;urlon. (1ru¿, r'o iil L« n dtta lrs,i ¡,!t iigit:t¡. i t i i .tt r t <! s «tlti',-r.tr h i !,1 ¡ I t ¡¡',¡ ¡¡ r¡
¿

lt,'t ¡¡)¡,¡,, \,'t¡ íl,t¡lr,ti¡',1.-\il:rJl¡li.r (,:irrrf rr i<tqe ilrr ir <'¡.iii [': <'ss. [.¡ ttt! L'sL Pkt:¡ ¡¡rng- I lai r :ri il
lLircclorra- I!)il(1. ():trrtbi i<1gl'. I 9!li, I )¡:r::¡sr;tri l, n ir t-l:i{_r. Gr trrltrale Sr I r.r
\1t' nchc [--: ()l-so¡¡..1¡;¡x= ol o{ Desiqri. C):rrnhrirlg'..
ll 1,,.r¡.,,..Iii, lr.'r,l ll. L). r ijornl:rrr, lilclra¡¡iI- i_. (\l¡ss_). ltt-()(i-
.\ lL¡:¡t t,.: l'l¡, l:) ol,¡::-t
l.,i ¡ti I t ti.st a f r lto! 13 i' i i rri¡;-,,¡
t ;i
77

metropolitana que pretende ser eijardín ciudad puede da-r al desbarajuste ecológico
3S de la metrópoli, intentará integrar todas global. La tercera es resultado de [a aplica-
estas consideraciones ecológicas err rluestros ción de la ecología arrificial, Ia capacidad del
espzrcios Iibres.?2 Con oltjeto de acercarnos lrombr-c para u{.ilizar: la natrrraleza de forma
i(l a la.s courplejas irnplicaciones qrre las r,alo- ir-rteliq'entc, haciendo compzrtibles los ¡tro-
r-aciortes ccológicas ptreden gencfar- sobre cesos naLltr:rles e lt el contexto cle nuestr¿rs
Ia definición de nuestros entornos lnetro- ciudades y consiguiendo generar nuevas na-
TI poliLanos, hemos agmpado est¿rs consider:r- turaleza-s urltanas clure reprodLrzcan la señal
te ciones cn tres aproximaciones- La primera ecológica que deberemos conservar en eI
quiere incidir en el cambio de valores que exterior de nuestras rnetrópolis-
la nueva situación requiere, por io que se ha Losjardines de la metrópoli pueden ser los
desarrollado a partir del título del libro de "ampiificadores dc esta señal ecológica"-?a en
Ramon Folclr Qu¿ b lwrtnso sea podtroso-nl La el interior de las ciudarles, los encargados de
segunda nos quiere invitar a trabalar de una conseryar y aumentar los l¡eneficios ecológi-
manera ecologizada a todas las escalas de cos de nuestros entornos urbanos-
intenención, desde la escala personal hasta
la escala metropolitana, estableciendo lo que
S denorninamos las estlategias ecológicas de Que lo bonito sea poderoso
1- pequeña escala, la respuesta ecológica que la
,.) "Si tits.¡u¡ai.i, i.; bmttttf ul ¡;t:r<t f lit hig ís fit:it:tt--
fi.i. 1t; tr., y11'C I I t( )s (j I ir:; (' Í : t t ; i:t t 1t,::l,ti'tc] 1:¡ r i.i
:'.o,-. i lrlr rtl rcsi i r r il ris ; i ;tt¡ i l¡ i: i¡ trt t ! :¡ i :'rsi ¡ l r r:
t- ¡
¡ í ;

j;iti t;i:; I ; i ! - rl t¡ l' l, I I lr-'l r't ; r,!í i i(lil ¡;i :<Il.; r,:ti,. i'
;;';sii;li,".:"
Li.:llrori F,;it:it . {1tt ii; ilt'i'¡¡¡r¡.ri; .st-¿i !¡,r.:i¿;¡o.it}

Itamon Folch contrapone la divisa ecoloqista


("lo pequeño es hermoso") a ta del desa-
rrollo ("lo grande es poderoso"). Si ante la
prepotencia ostentosa del sector más duro
de la sociedad industrial (the big is pouerfu.Q,
el rnovimiento ecologista se ha complacido
ingenuamente en exaltarjusto lo contrario
{th^e snatll is beautifuQ, quizá ahora sea tiempo
de propugnar Lrna tercera r'ía, i{tralmente
alejada clel ecologisrno neon-uralista y del
inr]ustrialismo: si lo pequerlo es bronito,r, 16
graude es poderoso, resulta r-azonable pro-
ponerse que lo bonito sea podei-oso.

Retención en un pequefro -32 Ft¡¡n¡ari. Ricll:r¡d l T ll 1 EI qc<ígrrrli¡ Fr;tn,:is¡r, re¡:ilrlrtr ir l.r'scrrrl er:oló{j
d:-enaje. Los pequeños I uttti ,\l:;sttir ¡, ,¡!t. ¡it t'r'liil,:r cr:r¡rl,;: ( \t:i ('\¡ri' ( ii r .r,ti!t :tli;lr¡lrt,s ílC ttn:t
drenajes dei territolio sitttt ¡;:tr:t r.¿l¡flr'.tr l()s ('¡l).r(i rIirI ii¡ :rIr: l:i 1l\L( : ill {l¡Iil l,:lIIl
pueden hacerse visit-rfe. ,-13- l'trlch, li:inron. rrl¿ r¿1. c: iilrrr's siir¡:r<l<,. r r¡ liir':n lri'ruls rir- ;;it;i;.¿i
en el conjunta rie espa- cl inti'r ior <ir' l;rs r ir¡r{:rrlr'-.
l:L-^- l^
1-Ñ l-
rc -^r-:-t;
r¡tscg¡fff- t-iL¡( r11 r, i-¡ (.rlj.1i r(r.(if (i(
^;^- rr<.
7B

El proyecto de dicha posibilidad


se conüerte p hoenix, en
en una operación de arquitectura Arizona, para conocer Taliesin
del paisaje Wesr de Frank Lloyd
que no tiene por qué renunciar a Wright. Phoenix es una
Ia m o- rípica ciudad estadounidense,
der¡riclad, que clebe intentar insertar con la pequeña
tocl.rs peculiaridad de encol.rtrarse
l-rr¡e.stras ac{iviclaclcs e n rrn
proceso alticrtcr
en medio del
ll:r¡sa,e casi desórtico cle Arizona-
qlle r-ecollozca l:rs proceclencias que Mc IIcr,é
)/ rlo una sorpresa al constaf¿r
destruya el futuro, que tiene que que todos Ios par_
dar iugar a terres yjardines de la ciudad
nuevos parsaJes: trnos paisajes tenían plantas
para Conservar, autóctonas_varias
un nuevo paisaje para cada I ugar, esPectes de cactáceas y
tlna nueva crasas, similares
geograña realizada a partir de la esencia a Ias que podían encontratsc
cada lugar. Frente a Ia aldea
de en los pars4jes próximos_ sobre
lechos de
global, redescu- grava muy bien trabajados
brimos Ia geografía local; Ios jardines y mantenidos,
de la como sr se tratara de unjard
metrópoli se configuran desde el paisaje. ín zen.I¿. sor_
presa era que dichos parterres
Esta configur:ación desde el
pais4ie requiere
no tenían
un césped perfecto y una vegetación
nuevas maneras de hacer; consecuencia más
de fiondosa, cosa que en ese mismo
las nuevas valoraciones ecológicas vi{e había
lizamos. Lo "ló.gico" con relación flue
r-ea_ podido contemplar en ofas
ciudades de si_
al paISaJe ftración climática
es "ecológico", Io ..eco Iógico" s irnilar a !a de phcenix.
es Donrto", EI mitificado esri lo de vida
Io "ecológico', tierre q ue ser "poderoso,, americano ha_
si bía llegado a estandarizar los
qrreremos lograr la sosten il¡ilidad; m<¡delos de
por tanto, pai s4, e adecuados
debemos tratar cle encon Lrar las para Ias ci udades, COII
soh¡ciones inde¡rendencia
"lógicas" a cacla uno clc Ios problemas de su l*calización y sin tener
de en cuenta las características
llalsa;e ql¿e terlenlos, nuevos enfoques "ecoló- de Ios Iugares
gico.s" r"'bonitos,, que ocupaban- [.as ciuclades
qlre, con el lrerDpo, tendría_ estadouniden-
ses clisponían de ampiias
r]ros ql-le consegtrir que fueran 'poderosos"- calles 4jarclinadas,
cle bardos bien ur-banizados y
Descle el ¡:aisaje trataremos de d e casas bien
analizar cómo aco ndicionadas i,
algunas peqtreñas cos:ts pueden utilizando parra ello todos
ser diferen- Ios medios
tes si a su definición le aplicamos necesarios. [.as rías parque
r"rn r?zona- áreas ajardinadas
y las
miento "ecológico,,. Estas pequenas tenían que ser verdes,
cosas se siguiendo el modelo ideal
explican desde ejemplos concretos que prorenía del
qrre trata_ tanrbién midficado jardín
r'án de introducir algu nos de pais4iístico in_
los paradigrnas glés. Si se requería tnucha
ecológi cos que a menudo nos agua para poder
encon tramos conseguir
en ias discusiones profesionales- ese verde ideal, se co nstmían
Se trzta de los
embalses y las cond ucciones
¡:aradigm as elerne¡i tales, sencillos, pero que adecuadas
que cada ciudad pudiera Iogr:ar Para
pueden s er el embrión de nue\ras su nivel ópti-
políricas mo. No dispcner del agara necesaria
clel ¡raisaje, Ia base para nu evas se i¡iter-
estmtegias pretaría conro
ecológicas. Ltna carencia rnaceptable para
una socieda<l desarrollacla
Un pais4.¡'e urbano a¡.rtóctono. .. qlre se consiriem_
A med iadcs ba rica. Algunas ciuclacles
cle Ia década cle l9g0 r.i.sité
la ciudad cle
tenían (y, tienen)
Erand es s trperficie-s verdes
que contra-staüan

{r
a
Phoeni¿ Ariaut4
ia Estados Ur¡¡dos- Farterre
con plantas at¡tóctorras
en ef centro de ta avenida.

;e

!
f
D
!
D con [a extrema sequedad de Ios paisajes
del ecológica
D entorno, )/ todo el mundo se había olvidado ¡
de pronto, redescubrieron todas
Ias especies
autóctonas adaptadas al medio
de que, en su origen, losjardines paisajísti_
D cos ingleses habían nacido con Ia
que podrían vivir sin riego bajo
la-s condi_
D pretensión ciones climáticas ¿e la ciudadl
de emular los paisajes mrales del sur Eilo se IIer,ó a
de
D ingiaterra. La esencia genuina de unjardín
cabo a partir de la utilización
de otro üno r-le
! inglés era, por [anto, la emulación el
paisaje
estrategias que posibilitaron
el .lera..Jil;
kx técnicas próximas a la xerojardinería.36
I de su entorno, un pr-aclo r.erde para
el ociá ¡, Phoenix no solo ahorra.gu
I otro para los rebaños, ambos separados
un ha-ha- Sin embargo, riuesfa sociedad
por presupuesto o el mantenimiento,
ium reducir el
t rnás acostumbrada a copiar imágenes
que
está forma de ahorro ecológico.
dores siguen ensayandá con
sino corno
Los investiga_
D esencias ¡ de este modo, eljardin
inglés se adaptadas, y el senicio de
más especies
D conürtió en un icono de lajardinería que parques yjardines

t podía üasladar a cualquier parte del mundo,


aunque esté completamente desligado
se gasta su presupuesto de ciudad
rnantenimiento de los parterres
rica en el
en perfectas
D sus principios.
de condiciones, con una gmva
limpia i 0i.,,
D No obstante, Ia influencia de Ia mirada
rastrillada que, a su vez, garantizaun
buen
lr lógica dio lugar a un cambio trascendental.
eco. número de puestos Ae t ab4¡o.
Phoenix se convierte en Ia respuesta
EI parterre de
D EI consumo de agua no era un
problema de a las preocupaciones ecológicas
cor:recta
f, presupuesto, sino de recursos d,isponibles.
ciedad, y, en el fondo, no ae;a
de una so_

I Aunque Phoenix pudiera p.rrrritks. el


de pagar el agua necesaria para
Iúo a Ia esencia del jardín pais4jistico
de responder
ir,jé, pe.o
T ¡
regar sus par. adaptado al desierto de Arizona,
el Jigen de
t f
terres, se consideró qtre era una
malversación esta histo.ia de ecolo¡;ía yjarclinería-

t i
i \tase:
t
3G- [Jrrr<ís. Si]r,ia.
i Xarit rdi n aía. Eti ir.ior ¡ cs rlc.
i llrrrticul tt¡r:r. Rctrs. l -()!).3
h i
i
¡ t

t a
]

I}
I
BO
.J
.rt é
:'; a
{.Jna forma topográfi ca'eco'-lógica- Nicolau elevación central, a imagen de los parterres
+a
.=a
Maria Rubió i Tudun se inició en lajardi-
nería en I915, de la mano deJean-Claude
de los parques yjardines parisinos rezlli;c_
dos.a partir de los proyecros de Adolphe
€a
.fr
Nicolas Fores{ier,y al calrc de poco tiempo
¡;uclo ilriciar srr tralt:rio in<lividr¡al al ser nonl-
Alphand. Los parter-res dei paseo central
del parqtre tenían trna forma qtre falorecía
.a
l>rado dir-ect<_¡r dcl Se rvicio i\,lunicipal de la evacuación rápicla del agua cle lluvia o ia
Parques yJardines Públicos de Barcelona.3? de riego hacia el exterior, para evitarque :jl
En slrs primeros trabajos se hace patente la la vegetación padeciera un exceso de zgua- .+l
§. a
influencia directa e incisiva de su maestro Rubió i Tudun dedujo que esro se debía a
francés, lo que explica el empleo reiterado qneJosep Fontseré y el resto de losjardine-
de las formalizaciones italianizantes y afran-
cesadas, fruto directo clel eclecticismo clasi-
ros del parque habían utilizado las imágenes
que habían contemplado en la ciudadala
=r
'n€

cista qtre dorninaba lajardinería de,aquella que miraba Barcelona, París, sin pregun- €a

.=
época-38 Esta formalización evolucionó a tarse por las razones que llerraban a dhreñar -§ rt
partir de los intentos de definir un nuevo
concepto de pais4je y dejardín, a partir de
Ios parterres de esta forma. De hecho, Ia
larga trzdición jarclin era párisina había
Ér
fa
la excusa mediterraneísta que desarrolló en
varios textos, colrro el manual El jardút nrcri-
aprenclido cómo combatir la inrportante
pluviometúa local par-a permitir un coirecto ll
d.i.o¡zal.3e crecimiento de los nllevos árboles gue se 1a
I

Una cle sus primeras obras fue Ia restalrr:a-


ción clel barcelorrés Parc cte Ia Ciuradella,
plantaban. En Barcelona se había impor- ir,
'1.

tado esta imagen sin que nadie se hubiera :l


¡:or el otte p.1,5¡5 i Ttrcl¡rí sentía r¡ta es-
pecial predilección. En el proceso de la
planteado gue quiá esta forrna convexa .l
pr-uclente restauración qtre lleró a cabo en
de los parterr€s no era la aciectiada para el
clima ba-¡celonés, sino justo la contraria- En
itr
el parque abandonado, Rubió i Ti¡durí cons- uno de los parterr-es que restauró, Rrrbió i :-4
tató que los parterres del parqrre, al igual
que otros ql-te se encontraban por toda la
Tudurí decidió utilizar una forrna cóncanz, il
j. I
¿
de rnodo que el valle central facilitar¿ Ia
ci'trdad, se habían constr triclo con Lrna ligera acurnulación del agua de lltnia o de riegc j.r
rf

l.r
if
Fr
€.A
É;

14
ia
,J
Parc de la Ciutadelia, Parc de !a Ciutadeita.
id
Barcelona, España.
Partere centra[-
Earcelona, España_
f 7. \'t1¡sc: 13osr:i r-.iost.rr-
.\'i¡ ¡'ltt tt .\la ritt llui¡ii i'li¡du¡ i.
.lS. \'r;:isr': liolriqan- Orr-rl-
.'ln¡tr.tlr:tlr. dr lh kikis,:i,: ¡ ¿l ,l
". I
Farterre !atera!- :\jrrnt:tin<.n t <lc [J:rr ccl.:n:r. ro.t ttLofirl1¡ (i5 ¡¡¡¡, Iirl¡ié t'fud urí,
Josep Fontseré. Nicolau fi4a*a Rubió B:t:'c<'loue. l9S9- Ftr n dr r:ió (.a i -t:l C¡e Pc¡:-sir¡rrs.
iTr¡d:rrí- Rarccl,.¡tir. l !lS5-
"I
.t
J
-
B1
I
I
Í
i:
1

t:
l:
I
c
i para obtener el máximo aprovechamiento
¿
:t
t por parte de la nueva vegetación implanta-
:r
! da. La pluviometría barcelonesa es más bien
l
baja, y la solLrción "lógica" hr.¡y di-
-<¡uizás
rízrtnos "ecol<ieica"- collsistía en firncntar
la re tcr-rción cle la escasa agr-ra dispol-riltle err
t
el inl-erior de la superficie ajardínada.
,
Una harir-ra con valor añadido. En la lo-
I
calidad leridana de Bellver de Cerdanya
,t
j
I existe un rnolino de agua, explotado por la
]S ;:
:! empresa Farines Pous, que produce unas ha-
¡
3,

-i
:i-
rinas que todavía pueden comprar-se en los

t comercios especializados. QueJosep Pous y
-,E

su hljo todavía sigan produciendo la harina


,,i de esta forma puede ser considerado una
:i
1,
anécdota anacrónica, pero nos senirá para
i continuar reflexionando acerca de cómo
o i
I
lo herrnoso puede llegar a ser poderoso.
Quizá dentro de unos años el mclino cese su
a

j
i actii,idad y quede abandonado, al igual que
i ha strcedido con infinidad de otros molinos de los molinos de los íberos y los romanos a
dispersos por toda la eeografía española, o partir del uso de piedras circulares (muelas)
qrrizá, en un acto romántico por parte de la son el punto de partida de Ia evclución de
Acirninistración púrblica, el rnolino pase a ser las técnicrs desarrolladas por el hombre para
un museo, un espacio didáctico donde, tras aprovecltar Ia fuerza del agua- posteriormen-
I una restaur-ación millonaria, nuestros hijos te, aquellas piedras evolucionaron en las per-
t
i
1',
piredan contemplar unas rnáquin;a paradas fectas máquinas de fabricación inglesa que
I

1
que sen ían para elaborar harina con la fuer- todavía funcionan en el molino de Belh,er de
i:
t za del agua del ríei. Cerdanya. Entre las muelas y estas maquina-
:
i
El molino no ha funcionado siempre del rias de la década de 1940, puede reseguirse
: misrno rrrodo. E[ desarrollo de [a tecnología gran parte de la hi.storia de Ia evolución
ha ido perfeccionando la maquinaria del del conocimiento tecnológico, hasta que la
¡:
molino y cambiando radicalmente todos popularización de otras fuentes de energía
:
los elementos y 5i5¿.*as de producción, provocara la renuncia del uso de Ia energía
!
l
pero lo esencial no ha cambiado: el molino del agua. La posibilidad de utilizar la elec-
l
l
sigue ftrncionando con la fuelza del agtra, tricidad detenninó que los ltuevos a\¡ances
la fr-rerza que el río oÍi-ece )/ que, si se la tecnoiógicos se clirigieran hacia otro tipo cle
!

apiovecha coir cuidado, llo se asotajanlás. rnaqtrinaria qlre ya no requería de la corrien-


I
i
Los prirnitivos sistemas de funcionarniento te del río parz str fi¡ncioramienfo-
¡ il!) Iiirbio i -fudru i, l..l ¡oilín Molino de Be[Íverde
t i ¡,, ¡ i i i, t, t r i i. S:r Ir :r1 Jr,:l i-t:iirrr;r Cerdanya, Gi.-one, §-spa ña.
I i]-t i Canat fateral Cel río Segre
que alirnenta de agua al
molinc-

I
¡
il
a2

El río y sus márgelles se abandorraron y se invariable ante nuestros olvidos, que incluso
corrürtieron crr espacto§ que, Poco a puede rehacerse aquello que se ha estropea_
Poco,
se fueron dcgradando. Contemplar cl traba_
<io. Yen este regreso sc nos planlean mu-
jo incansable de Ias máquinas del molino de chas preguntas: ¿podernos volvel- a utiliirar
Bcllr,er a partir de la frrerza de Ia corricnte su encrgía?, ;poclr ía sttr Ia sullr-.r de infini-
rlel río Scgre Irace ltcnsar en las inrlcnsas dad de cncrgías cle pcqueña e.scala equi_
posibilidacles clel uso de estas otras ene rgías ralentcs a una de gran escala?
si el hombre reconduce su ingenio h¿rcia la ¿po<lríanrc.s
d i rigi r las i n vestigacio nes tecno lógicas hacia
inr.,estigación de nuevas formas de apr^ove_
el perfeccion¿miento de los sistemas de ob_
char las fuentes de energía más próximas. tención de energía a partir de los recursos
Antiguamente, el río era una estructura bá_ de que disponemos? El rnolino del siglo xxr
sica del territorio, su hecho geográfico más
puede ser posible, pero seguramente puede
determinante. EI río Segre condicionaba llegarse mucho más leios en el desarrollo
la ubicación de las vías de comunicación y de los sistemas energéticos locales y en su
proporcionaba la energíavital para Ios ha_ interconexión con las redes globales.
liitantes de la comarca. Una pequeña presa é
El aprovechamiento de las energías locales
facilitaba el agua de riego para Ios campos tiene muchos valores añadidos. por un lado, é
cercanos 1, hacía posible el funcionamiento contribuye a la producción cle energía des_ é
de dos canales, uno para el funcionamiento de una perspecti\¡a ecológica por otro, fa_
)i a
del molino y otro par:a el de una antigua vorece Ia consenación de unos paislies que a
central eléctrica, ho1, 2burr¿onada- La facili
cla<i <ie conectarse a las redes generales;r la
esLaban expuestos a la degradación- [.os
a
confianza de que estas nos proporcionarán
Lrna energía ilimitacla ha hecho que oli,icle_
sistemas locales hacer¡ r,isible al ciudaclano
la cornplejidacl de Ia obrención de energía, a
y posibilitan el funciorlamiento de t¡nos
lnos el origen de las fuentes <fe enelgía y f-erritodos que, de lo contr:ario, se abando_
que renunciemos a las pequeñas fuentes de naríam. EI molino de Belh,er produce una
energía que ho1, parecen insuficientes, harina con r.'alor añadido, y conserrá un
Sin embargo, las crisis energéticas periódi_ tipo de paisaje característico en las riberas
ca-s, las disct¡siones sobre la oportunidad
de del Segre. Se trata de un ejemplo de apli_
las grandes operaciones energéticas o la falta
cación de las estrategias ecológicas de pe_
de sentido ecoiógico de muchas de ellas, nos queña escala que nos sinrc para reflexionar
plantean un nuevo paradigma: ¿debemos se_ sobre nuestras achraciones fu turas-
guir trabajando para obtener energía a gran
escala, o podemos volver a pensar eri estrate_
gias energéticas de pequeña escala?
El "nuevo espíritu" ha hecho que voh.amos a
mirar al río de siempre como el drenaje del
territorio. A_i volver a é1, hemos l.isto que su
fuerza todavía está ahi que ha permanecido

5
ÓJ

c Las estrategias ecológicas de pequeña Martí Boada, en las ciudacles crece la cultura
escala de la esperanza,y de esta cultura tieue que
poder salir un modelo de supervirrcncia.ar
'',Li i í rl¡ t¡lr' i ro r.:,.islr,l I i.ir ii.r : lr i;.r st, r,rrl r r. i :
r;
I : Las estrategias ecológicas de pequeña escala
t'til¡.,1,':t; lrii r':r¡rii¡trii r!r: .,i;.1.r rl,. lr; r.t:,;:1, :, sol't Lrna respucsta local a las prottlerrráticas
:r i rr i i' j; iurr':- rii,.i r ri ¡;l r. l r ¡ r,-::i., i 1r.i-, r,. i;i:.i,:,,
1, ir
slobales, unas actrraciones que pueclen desa_
rrlt;rr it ltir r;rr l:Is r ¡. si irrPlr.rrrc:alt.. l.;ri.¡i t iz:rr .l rrollarse en nuestro territorio próxirno
L
'\,
it',i!'¡i ) l.](.'il{{riilrli,,rrr-.tl.giir¡li:; i.lilit,:,. },lr i.r,¡.;';i
t ), que
'ír.il.
pueden contribuir a mejr-rrar los protrlemas
rl if por' <:icrr r¡;lri, r.r-crir- r a¡.r.i Ir:-r rjr: bir it.le- rnedioambientales. En la actualidad esramos
[.:r a(]Ir1initlr. <ltrsrIr: Rir.ltrriolr<i I]¡rk .r (i¡.i:<.rr acostumbrados a ias gr:andes operaciones
u,ic:lr v c{csclc llighgare a C,'i:ipharrr (-lo¡¡uncn,
sobre el territorio para geneff energía,
( ()t) rIrl(.r\,()s
firirlttc.s ¡:caIorr:rIcs (lt.tc (.r.rrctr¡ suministrar agua, acumular residuos o
cl l-¿ilriesis. Se ¡;orL-í:r¡r plzrntar trn ntillón clc: producir alimentos, operaciones que ya no
iilir<¡lcs pnl'ir cc[eb¡.ar ei nrilcrrirr. sr;ñ:¡lizanrir; esrán rrinculadas a los espacios próximos
"n.ilas verries" pili¿i pezliolr:s cicjis{.:is al
-r, }x)r- ciudadano, sino que se desarrollan en otros
toclo [,cltrllc:s; lr:s ;irb<rles no sr;lo ernbcllecc_ territorios to [almente desvinculaclos del
l'í:rrt l:r ciurl:id. siit<i c¡rre r-cclircir-ílr,ll t:l nriilo .1,
espacio vital de Ias ciudades. [¿s estrategias
.il;:;r ¡ ¡'].ii, r'í:: i i t. I ¡l i o_.t i ri¡i rlr,: r :¡ i.l¡oi) li.'. ii, ecológicas de pequeña escala quieren ser
jti<'h¡r ll Il..lrar,:¡:;. {)t¡irl.t¡rlrr:
I
I
f;rr_rri tnt f !(,(í{tt.i¡.ii la alternativa a estas gr-andes operaciones,
f lkt ttr:l rr el producto de la ilu.sión de pensar que Ia
I
i
suma de infinidaC de pequeñas actuaciones
Las estrategias ecológicas de pequeña es<;a-
l

sobre el entorno próximo poclrá conformar


: la parten cle la ingenuidad y de Ia ilusiór,r. Lrna gran interrrención sobre nn territorio
:
i
Sor-r producto del convencimiento de que lejano. Además, tienen un ralor añadiclo ina_
debemos hacer cosas rlue\as para conseguir preciable, puesto que dan sentido a las inter_
unas ciudades mejores- Son resultado de las renciones sobre los pais4ies metropolirarlos,
pequeñas aportaciones que desde Ia corntr_ que se conr¡ierten en el elemento áinamiza_
I
I l-ridad podemos hacer a Ia sostenibiliclacl glo_ dor de este nuevo jardín de la metrópoli.
I
I
I¡al. En realidad, no son la solución a toclos EI agua cle lluvia. Existe un modelo de ciu-
los problemas ecológicos del mundo, pero dad en el cual el agua de lluvia entru úpida_
I

qtrizá nos pr-reden artrdar atrazar un camino mente por los imbornales y desaparece de
que nos aproxime a ella. inmediato por las alcantarillas paraentrar,
,
I

!
Las estrategias ecológicas de pequeña escala junto con las aguas procedentes de lo* edi_
l

¡
son una respuesta pcr parte de las ciudades ficios, en una red subterránea suficienfe_
i a las crisis medioambientales. Las ciuclacles mente bien dimensionada- Lo que sucede
pueden generar soh¡ciones qtre desprrés después con esas aguas es un problema que
podrán aplicarse a gran escala; la guerrz de Ia ciudad espera que sea resuelto,r,, en todo
l¿r sostenibiiiciad tiene que ganarse
: en las ciu_ caso, es un hecho de menor importancia
dades, no en la selva arnazónica. Corno t-lice parz Ia vida cotidiana del ciuciadano
¿
i
t
It). Roqcr s. Riclrer-r1. n¡r. ri,,..
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: ¡r:irr. 1 35.

.i l. Boada, X1¿rtí (e<1.).


il lJtct¿al Ltttopca rit [,ri:aj<,.
j_ 11 ,1f- e^.-^^t^---. o--r.rr
ar.{ 1 LCrUttd- tutr l -
o+

I-a eficie ncia del sistema y la velocidad de Iógico natural. Estas se deben a la sucesiár de
evacuación de las aguas superficiales hace grandes zonas de parrimentos impermezblcs
que sintamos que una ciudad ha progresado y ala concentración excesirra de agua en pun_
¿rclccuada¡nente, y está lejos del peligro cie tos espccíficos- L:rs alter-aciones de k¡s cicl<¡s
tu'l¿r intrncl¿rcirin o rle tc¡;r:r.que soportar
1, r'ccorrirl<ts habittralr:s clcl A!.Lra, así c<¡nlo
[:rrrg¿Ics I]or ul]a {alt¿ dc previsión o una la conccntración cle esta elt puntos clctenni_
i nadec uada urbanización-
nados, aulnelttal] Ia erosión de los suclos nt¡
Gran parte de nuestra existencia coticliana pavirnenrados. I\4ichael I{ough ex¡:lica los
discurre en lugares diseñados para ocultar calnbios hidrológicos debidos a los procesos
los procesos que apolan Ia vida,lo que con_ de urbanización de la siguiente maneru
tribuye en gran manera al empobrecimiento . "Disminución de la evaporación
hacia Ia
sensorial del entorrro donde vivimos- Los atmósfer-a y dc las aguas liltradas hacia el su[r_
l¡ol<lillos y desagües que hacen que el agua suelo- En otros palabras, menos lluvia y me-
de lluvia desaparezca sin dejar señal bajo nos agua en el freático que alimenta los ríos-
tierra cortan los lazos visibles entre el ciclo - Anulación de las recogidas
superficiales
del agua natural, las redes de dren4je que la de agua, Io que conlleva una menor riqueza
Ilevan hasta los ríos o lasos )i por último, a de los ecosistemas urbanos y la necesidacl
los rnares- de otras aportaciones cle agua para regar los
El ciclo hiclrológico es un fenóme¡ro bien co_ espacios verdes urbanos.
nocido, cu)/a característica más ilnportallte es - Concentrzción cle casi el b0 o/o
delagrr¿ er.r
la calidad dinárnica: el egua se repone cons_ Ios sisternas de recogida cle aguas pluviales,
{anten}er}te. Después de eraporzrse cle los con la consiguiente disminución en Ia c¿li-
mares, circtrla en nubes, cae en for-ma cle llu_ dad de dichas aguas o cori la necesiclad,le
vi¿r o nieve, se filtra hasta el subsuelo v refor_ depurarlas, concentración que prodrrce Ia
na al rnar a través de Ios ríos y lagos. Én todos necesidad de tener que devolver-la a su ciclo
los momentos del proceso se de¡'uelve cierta natllral".a2
cantidacl a la atmósfer¿ en foima de vapor
de agua, que circula alrecledor de Ia tierra y Seguramente estos datos son mejores que los
r.ueh,e a caer en forma de llui,ia o nieve- En qtre resultaúañ si analizáramos una ciudad
los entol-nos urbanos, la urbanización da Iu_ densa en ¡-rn clima mediterráneo, pero rlos
sar a urr llLrevo medio ambiente hidrológico: sinen para deducir lo qtre poclría hacerse
los paürnentos sustituyen a los terrenos, Ios para corregir dicha situación. Las medidas
edificios sustituyen a las corrientes naturales. correctoras de este modelo de ciudad nos
La cantidad de agua recogida depende de las Iler¡an a pensar en otro modelo en el cual
características filtrantes de la tierra, y guarda el propio ciclo hidrológico urbano rr¿ta de
tura relación clirecta con el porcent{e de resoh,er todos los problemas, un modelo
superfi cies impermeables. I as inundaciones construido a partir de unas estratesias de pe_
), la erosión son una consecuencia directa de queña escala que tenclrán que desarroliarse
Ios excesos en esta alteración del ciclo hidro_ e¡r todos los ámbitos de Ia ciudad.

'I l. i I,rrr1lr. i\fi, i:.r,.1. /4/. (¡i


óf,

de Existe otro moclelo de ciuclad


en el cual esta árboles y arbrrstos en
ls no llega a eliminar tod<¡s los el inlcrior, con el fi¡r
elementos rntu_ de
url* rales del ter-ritol.io clonde,. minimizar Ia erosió n y lase¿imena.iOn.
rbi.;,
tiencle a Io la"rgo cle áreas malores ;;;;_ se rcariz-ar:ín
I,requerlos embarses o estar-
]¡ pierclc: ques tempor_¿rlcs par-a Ia
la con-r¡r:rcicracr que crefinió reiención clcl :rgrra,
, i, .i,,.ro.r cr:ísi_
ti ,t
ca, sillo c¡uc el agrr¿r cle lluvia
ptrecle colrcltr_
r¡ uc r r:clrrr:ir-:irr l:L
velociclacl clc Ia cuenca,

D .o cirsc llacia los rÍt


próximos a- üar'és a
rnejor-:u.án I:r rccarga
uncs espacios libres
del .suclo y darán ltrgar

D )S
crc.sisrcr,a., .r" ¿,I.l^neras
'enaJe comp:ltii)les
reser\¡as cle espacio Iibre
con las cie ntes.
húmedos y autosufi_

!D esta ciudad, Ia sensación


que se generen. En
áe ¡rro|r..o rzdica
f,os canales de cL-t

D en el conocimiento por parte


del ciudadano
se r,aya .u,po.uo J'lij
:";:'#.".,ffi ;.:: ""
D trb- del curuo que sigue el a.qua
desde fr..o"
no se
dren{es
haya filtrado
principales
en el subsuelo hacia Ios
-_nos y .i.á_ q.r..
que llega a los espacios nat¡ráles,
1*:u una
n
- ls- ciudad donde los
u, sis rema o. .,oj:::"J,A§rT;ffi n"
conservarán
correcciones
sus cursos naturales
necesar-ias para minirnizar
con las

I el crecimiento de la vegeraciO,
y á.pi., f,
problemas de inundacióir
o erosión- Sus
Ios

D ls
creación de nuevos ecosisternas
.r.O*or-
ámbitos de influencia
podrán .orr,*rr¡.ru .,_,
D E,n este otro rnoclel<¡ de
ciudaa U.rr"r-, qr.r. ,:tl':i": Iibres Que zp¡oyscharán
Iiclades hídricas dc ,
Ias iposil-¡i_
II efcctuarse algrrnas ada¡:taciones
cle las soltr-
D
II ciones que hal;ituaknente
diseño cle Ia citrclad:
,. .rrpl.ur,
"r, "l
r:ecu pe r a r rá. i r,r,.
perclida
; :: ;T
en nuestms ciudades.
[1#T flÍ::],
D Ili agua qrre cae sobre Ios edificios P.stas acre¡-rraciolrcs
req*ierel: r¡u cambio eil
¡t \rirnentos inr¡terrneables
o Ios pa_
puede recogerse o
lo.s sisrenras habitr¡ales empleado., ;;; impli_
D conclucil sc- hacil caciones eu rodos los aspectos
cle cliseño de

a o a recars:,r ror r."'¿'t¡".'ll ilT;,;;:I;lX;.f' Ia ciudacl. Se trata cle


pensar Ia ciudaJc{escle

a den emplearse para el riego


oia lirnpie za. La :",".:i:]]"roróqrc3 urbano, p_. .o*"g.,i.

a retención temporal del agua ras meJores concliciones


tarnbién contri_ ecolágicas que
.'::
buye a disminuir Ia r.,elocáaO
y o.L.
f blemas en los puntos d.
concá.rüación cle
¡rro_

rD muchas corrientes- puecle


intent¿t- realizarse
I la cor-ldtrcción hacia al freático
nos más inmediatos o a trar,és
en los entor_
IT de drenaje rnás importantes.
de los sistemas
II Las cuencas de drenq.e
de pequeña escala
II podrán sittrarce en los.rp".io,
Iibresque
TT generen los asenLanrientos
urbarros- Estos
I canales cle clren{e conclucirán
lecerál ia recar.ga clel fi-eático
el a.grra, favo_
IT I ac te rís ticas natur¿les;
y terrárán ca_
t-a¡rbién co¡rse¡arán
I
I
D Pequeño drenaje visibie
en ur: espacic púi:licc-

I
D
I
I
B6

puede ofrecernos el agua y acabar con los epidemias que produ cía laacumulación de
problemas habituales que produce. Eljardín residuos, dur¿nte los siglos posteriorer al
de Ia metrópoli puede ser el espacio ideal Imperio romano las cir_rclades continuarorr
cloncle clesarrollar el ciclo hidrológico q.ré rutilizando las calles corno clesagire de las
reqrrier-e trna citrd:rd sostcniltle. atlu?ls srrcias, \, no frre hzrsta el sigto xrx
clran-
Agtras sucias )/ aguas limpias. EI suministr-o do se estableció la nece.sidacl cle diseñar rrnas
de agua porable y la eliminación de las aguas recies de desaghe que, descle cada vivienda,
resicluales ha sido y sigue siendo un proble_ recogieran todas las aguas residuales de Ia
lna directamente vinculado a la evolución de ciudad- Es oportuno recordaq no obstante,
las ciudades. La preocupación por Ia higiene que la cloaca Máxima vertía en el Tíbe4 y que
y la salud pública ha dado lugar a una evo_ desde el momento en que empezó a hacerlo
lución continua de los sistemas empleados nadie más se bañó en el río ni bebió de sus
para gararltízar aguas limpias a los ciudada_ a8llas.
nos y poder eliminar las aguas sucias que Postedormente, se constató que la salud
estos generaban. púrblica de las ciudades había
mejorado-
Antaño el hombre vivía próximo a lugares I¿s ciudades ricas disponían de redes de
con abastecimiento de agria potable- I_a eli_ distribución Ce agua potable que permitie_
minación de las aguas sucias que producía ron que el consumo de agua por ciudadano
no constituía un problema releriante. pasara de 10-I5 a 150-800 litros. [,as ciudades
ldás tarcle, el habitante cle Ia ciudad se ¡io también disponían cle re<les de drena-¡-e sote_
obligado a garantizz.¡ un suministro de agtia rlzdas que conclucÍan Ias agiias sucias desde
seglrro par-a evitar las enfermeclades que pro_ crda virrienda hasta los ríos próximos- pero,
dt¡cía la falta de higiene. En el 591 a. C. se corno nos rect¡erda N{ichael Hougli,{3la ciri_
cot-lstrlryó el ltrimer suminisrl-o de agua co_ dad de Londres r.io córno su río se conrrcrtía
nocido en la ciudacl de Níniye, _v los romanos ell una auténtica cloaca-
aseguraron el abastecimiento desde unos Londres comenzó a construir interceptores
lejanos riachuelos de montaña mediante con el fin de conducir las aguas sucias más
acue<luctos, en lugar de abastecerse directa_ Iejos, pero el deterior-o progresivo de los
mente del río Tíber. La eliminación de las ámbitos naturales próximos a las grandes
agrras sucias se realizaba por medio de pozos ciudades ),zr era inevitable.
negros o cisternas, que también permitían i\{ás tarde comenzó una carrera sin fin domi_
reutilizarlas como abono de los campos nada por el aumento constante del consumo
cercanos. de agua,v por la aplicación de los adelantos
Más tarde aún, el aumento de densidad de tecnológicos a la depuración de las aguas.
las grandes ciudades y e[ incremento clel En muchas ciudades, el consumo de agua
coltsrrmo de agua agrar,ó el problema de Ia por peruona supera los 1.000 Iitros diarios,
eliminación de las aguas sucias. Aun cuandc.r ¡,la necesidad de aglra potable aumenta Ia
lo5 romanos habían constituido su famosa prcsión soD-re los sistemas natur:ales que pro_
cloaca Máxima en el600 a. C. para evitar Ias porcionan un suministro contin,,o ,, i,rt r.

1l!;. {bid.


¡
aa
!
i

I
,
!
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t
i
I
las tecnologíx de filtración que garantizan sos en un uso indiscriminado del a$ra que
I
su potabilidad: el agua que se emplea para hace necesarios unos esfuerzos inmensos
t _

I
beber, para regar eljardín, apagar un fue- para desviar agua pura desde los sistemas
go, limpiar el in<¡doro, Ilenar una piscina naturales hasta la ciudad, y unos esfuerzcs
o dejar. el coche lrierr lirnpio proviene clcl físicos y biológicos erlonncs para consc.qrrir
misrno lug:rr. Las plantas de tratamiento cle clevolr,er el agua 1,a ernpleada a otros si.sterna.s
aguas residuaies nos proporcionan una so_ naturales. Compre nder de una fbrma inte_
lución tecnológica al probiema de las asuas gral estos problernas desde una perspectiva
i
urbanas contaminadas, y ha permitiCo que ecológica requiere nuevas estrategias que
!
I
t los ríos y las costzu degrzdadas comiencen a permitan optinrizar los recursos utilizados
I
regenerarse: el Támesis, a su paso por Lon_ y
I que den la oportunidad de aprovechar estos
it dres, r.uelve a contar con peces y patos, las
¡
procesos en el marco de los espacios libres
¡
¡ playas de Barcelona pueden rrclver a utilizar_ de nuestras ciudades-
I
!
t
se. Las ciudades occidentales no tienen pro- La aplicación de estas estr-ategias requerirá
f
¡
I blemas higiénicos y esrán recuperando sus grandes cambios en las ciudades, hará ne_
I

fI
I
I ámbitos naturales próximos, pero no se ha cesarias investigaciones específicas y nuevas
t
t
resuelto el gran problema del desperelicio aplicaciones tecnológicas, pero se habrá
i de unos recursos cadavezmás escasos_ conseguido voh,er a vincular los sistemas
i
:
En estos momentos nos encontramos inrner. urbanos con los procesos naturales. Hay
i
mu_
!
i

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I

Store VejlaCalen with Lago circular de rete¡ción


Kcngsholmsparken, de egua de ltuvia.
Cope.nhague, Oí*amarca,
1e63-197S.
Ecktfr y Ole ticrgárd-
"-

chas maneras de afiontar estos problemas. Realizar los máximos tratamientoú en el


La primera es obvia y bien conocida, con_ origen del agua residual, evitando adks
strmir merros agua. A pesar de su bondad, conducciones largas y Ia acumulación en un
no nos extenderemos en esta medida qr¡e prrnto concreto. i\{uchas industrias, áreas de
tambiér'r depende de las costumbres socialcs activiclades, institucioltcs o granrlcs implan_
quc acloptar]tos, pero sí poch-íarnos haccrlo taciones pueden clesan-ollar sistemas indivi_
en una segunda medida: ¿qué agua consu_ clt¡ales de tratarniento y eliminación de los
rnimos 1, cómo la consr¡milnos? La retención contaminantes para terminar con el retorno
de agua de lluvia nos permite emplearla para del agua y sus nutrientes al medio-amt¡iente-
regal, parz limpiar, a.;sí como para determina_ Aprovechar las instalaciones de depuracién
Cos usos domésticos, como el surninistro del para generar pais4ies que podrán mantener_
inodoro. Disporrer de aguas con diferente se y conservarse desde las propias posibili_-
grado de depuración también nos puede dades de Ia planta.
¿Dónde mejor quejunto
abrir las puertas a consumos diferenciados. a una depur-adora puede implantarse un
El perfeccionamiento de las redes, la apli_ gran parque, un campo de golf o un espacio
cación tecnológica sobre los sistemas de temático parz el ocio? Los sistemas de depu_
riego y la elección cuidadosa cle las especies racióu pueden establecer diferentes nilelcs
vegetales empleadas son otros elementos irn- qne perrnitirían disponer de varias agras
portantísimos en la rrducción del consunlo tlestinaclas a usos difererrtes-
de agua- I) esarrollar s is tema.s ava. nzados de tr-atam ien_
Los sistemas de ilepurzción de las aguas to ..,er-des cjardiiies de agua_.
zo..
residuales se van perieccionando constante_ -filtros
tra.s hírmedas constrtriclas par-a la depurzcicin
mente, 1, su aplicación sistcrnática perrnite cle las aguas residuales clc pequeños nírcleos
un retorno del agua al ciclo natural en unas c¡ tu-b:rnizaciones- Sn l.urrcionamieltt<¡ se
condiciones más aceptables. Aun asi hay basa en la distribución
l,circulació¡r del agua
que efectuar algunas adaptaciones de los de forma subterránea, a tra\és de un lecho
procesos actuales )¡ empezar a comprobar los de grana donde se planta vegetación acuá_ -
sisternas más avanzados de tratamiento de las tica autóctona o arbolado de ribera. Esta
aglras. Algunas de las adaptaciones son las rregetación y difer-entes tipos de bacterias son
siguientes: capaces cle eliminar Ia materia orgánica y los
Diferenciar claramente entre Ia recl de rlre_ elelnentos contaminantes.
najes pluviales y la red de recogicla de aguas
eue el agua no
sea visible durante el proceso de depuración
residuales. Las aguas pluriales se pueden evita posibles impactos negatit¡os, como,
retener, acumular o conducir a trarés del por ejemplo, malos olores y proliferación
jardín de la metrópoli hasfa Ios espacics de mosqtritos. Finalrnente, el agua
nattr rales. Es te sis te rna separador disminuye )z lirnpia
¡rtrecle voh.'er a la uaftrraleza paraproseguir
considerablemente el agua susceptible de su ciclo. La descentralización cle pequeños
deÉurar, al tiernpo que permite hacer risible sistemas de purificación a tuarés de z.onas
el ciclo hidrológico del ,rgua de lluvia- I"rúmedas legetaies se está imponiendo en
89

't

l.

I
i
I
f países corrlo los Paíse.s Bajos y Alemania, y cla Lrso gener-alizaclo
I de la energía extraída
I
Itrqar a es¡;acios con varias funciones qtle de los cornbustibles fosiles supusieron una
)/
f
i
deberán ser incorpomdas a la planificación transformación radical de los mectios cle
de nsos del suelo de ta ciudad- tlansporte. Lr materia prirna y,la energía
-l En consectrencia, Ia ciudad sostenible ten_ iecorrían largos tra)/ectos er[re ei lugar de
I
cirá unos espacios donde Ios procesos del origen y el punto de consumo. Fue.rr,orr.",
I
agua serán i,isitrles, conforrnarán un ciclo cuando apareció el problema de los residuos

,l
I
¡
hidrológico razonable y darán lugar a Lulos generados por la ciudad, que no poctían ele_
nLrevos ecosistemas trrbanos. Los espacios de volverse a ningún lugar lejano. Desde aquel
;I I

I
drena,je y retención, los pequeños embalses molnento, la cantidad de residuos genera_
l
i
o depósitos de acumulación, Ios dren{es clos por el consumo urbano creció sin cesar
I del territorio, Ia¡ redes alternativas de sumi_
1' ocasionó la actrmulación indiscriminada
I
!
nistro cle aguas cliversas, las plantas cle tr-a- de residuos en los ámbitos próximos a las
I
I tamiento de las aguas residuales y los filtros ciudades.
I
i verdes son una parte inrportante clel jardín Las primeras pteocupaciones cle la ciudad
i cle la rneti-ópoli: Iosjarclines cle agrn cle I:r por ordenar sus problernas mcclioambienea_
i
: ciud¿rd qLre quer-emos. Ies clieron lugar al estableciiniento de espa.
i
:
Los i'esiduos urbanos v las energ¡as rrercles. cios específicos parz la acumulación de los
i La iltrrención de Ia máquina de vapor l.el c¿rda vez más nuinerosos resicluos_ Después
i se
I
I
Píscina ecológica, Filtro bíológico que
Afca¡rar. iarraqc*a, depu:'a e[ agua de [a
España,2009- piscina sin necesiáad de ri

aportar ningún produ*te .J


químico. ii
lgnacio Pu-ioi Xicey-
ii
j
t
t

vio la necesidad de recuperzr estos espacios uno de los problemas que nos habíamos
que se habían apartado de los ritmos propios creado, pero no habá solucionado el pro-
de ia naturaleza, r, empezó ir pensarse en re, bienra de fbnclo: ¿qué hacemos con Ios
cortvertirlos en paisaies, colno en el caso del ,.^";,{"^.)
Lr!1r(.vr: D.-
Lrr c1
^l LdLarusu
^^¿:t---^ -r tla
(lc . ..
exposlcloll
verteclero cle Ia bahía cle San Francisco qtre el L« ciudad soslenibk, celebr:icla en del Centre
estudio de pais4jistas FIar srearcs Associar.es de Cultura Cortemporinia cle Barcelona
transf-onnó en el actual Brxl;ee park (palo (CCCBi, se planteaba que l¿ úrnica estm-
AIto, Califbrnia, 1992), o como en el cle la teeiir ¡rosible para afrontar Ia insoportable
restauración del vertedero de Ia ciudad de c:rrga de resicluos: devolverlos, debidanreflte
Barcelona en el Parque Natural del Garraf tratados, a los ciclos naturales y a la recl de
(Barcelona,200?2010), obra del estudio Bat- procesos industriales.{a Se trata de reconv€r^-
lle i Roig, en colaboración con Teresa Galí. tir el residuo er recurso, tanto física como
La recuperación de los espacios degraclados conceptualmente. I
de los entornos de las ciudades ofrece la Las alteraciones de Ios ciclos naturales, que
posibilidad de reutilizar{os para otros fines ocasionan las consiguientes alteraciones de
l,evitar así el aumento indiscriminado de los r egímenes atmosféricos e influ1,en en el
collsumo de sueio. La recupemción de los car¡bio climático, dependen de múltiples
vertecleros o c{e los espacios someticlos a ac_ variables, todas ellas conectaclas entre sí, lo
tivicládes extractiras ofi-ece ia posibilidacl cie qtre dificulut Ia elección de estrategias para
olttener nlre\/os espacios IiLrr-es que pcdrár-l ii-:rt:ii- cle n¡<¡dificar esta sitrraci«in. Se nos es_
incorporarse al coqjunto de los-jarclines cle c2ipan las grandes decisiones y la dinrensión
la metrópoli. La rcstauración habrá resuel[o glol:al parece inalcanzable, pero pueden
Restauración paisajística Batlte i Roig arqtrÍectes, 4.1. (c¡t'ikrg¡_rde ia exrxrsi-
del vertedero de la \¡ali Teresa Galilzard_ ciciil I roi r ¡ilr¡i¡ruri. (:(lCi]_;
d'en Joan, El Garraf, I n.stitrrr <i' ldicic¡¡s de [a
Barcelona, España, l) i pr r taciri {ic P'¿.c€l(.,na_
2003-201 0- []¡rcrlo:r:r. l§-l-S,

t
91

plantearse nllevas soluciones desde Ios pro_ 'JaneJacotrs predljo que la


ciudad furura
blemas locales. Desde una perspectiia ecolo_ sería a lavez suministradora y consumidor^a
gica, la primera solución sería Ia economÍa de materiales, una preclicción que se está
tle nreclic_rs; es clecir, el principio del rnínirno curnpliendo a medida que el reciclqe de
esfuerzo, Io qtre sullotle partir de Ia iclea cle los
prociuctos antes no deseados se ha puesto
que, colt el mínimo de energía, pueclen ob- en
práctica en Ia may,oría de las ciudaáes. Las
tenerse el rnáxirno de beneficios treclio;rnr- hojas de los árboles
bientales, econórnicos I sociales_ ),otros productos org_á_
nicos desechados se transforman en abono,
Este princi¡tio también tiene que \.er con
Ia recogida selectiva de papel, metales,
la idea de hacer cosas pequeflas, de aplicar plás_
t"icos y vidrio pennite su reutilizción,
estrategias de pequeña escala, en Iugar cle el ex_
ceso de energía calorífica que produce urra
realizar grandes intervenciones, pues es ciudad se reutiliza para calentar edificios
preferible equir,ocame en I¿s pequeñas cosas 1, el
agua de lluvia sin,e parz regenerar los paisa_
que en las grandes; además, con el tiempo, jes. Estos elementos se con\/ertirán, cuando
Ios pequerlos enores ptreden corregirse
se establezcan las conexiones adecuadas,
para ser adaptados a las nuer.,as concliciones en
fuentes útiles, a un coste medioarnbiental
sociales y rnedioambientales, rnientrzs que
y económico má bajo que los mecarrisnros
Ios grandes pueden clurar siempre. El reci_
conrrencionales".45
clde de ios resicltros a escala local ha pasado EI recicl{e de los productos no deseaclos
¿l ser urla soltrción posible, I¿r consecuencia
comienza a dar resultaclos- La reutiliz¿ción
iógica rie esta econornía de meclios. N.ir_
de los residuos pemrite reclucir consiclera_
chacl l{oueh lo explica <iel siguiente lnoclo: blemente.su canrid:icl, lo que posibiiita la

{5. [ [orrqh. \licl¡¡el. of. rr¿.

?
j:

ir
{
92
e
I
I
eliminación del modelo de vertedero tradi- Eljardín de la metrópoli puede aportar I
cional. La producciónde nuevos elementos algunas soluciones- [-a habitual oposición I
y materiales a partir de los residuos tarnbién Iocal a cualquier tipo de equiparniento no I
perrnite recltrcir considcmblernente el uso de
matcri¿rs primas quc en el mo<lelo tradicional
tradicional proviene de Ia clcsconfianza antc:
Io clcsconocido, qtre sc consiclera ttocito, tr
I
de consutno deterioran de f,onna progresiva de l:r falta de solidaridad para cargar con lo I
el rnedio arnbiente. [.as ciudades, los diseña- que se considera que pertenece a otros- EI l,
dores y la indr-rstria empiezan a emplear es- sistema del jardín de Ia metrópoli puede aytr- t
fuerzos irnportantes en este camino- Reciclar dar a hacer entender a la cit¡cladanía que el i
es Lrn hecho cultural que genera tendencias
y modas; la sociedad adquiere conciencia del
conjunto de espacios que no solo les ofrece
lugares para el ocio, sino que resuelven las
i
problema y las ideas son bien'venidas. Como difbrentes problemáticas meclioambientz-
l!
dice Lucius Burckhardt, "Los nuevos valores Ies próximas: eliminación de los residtros, tt
vienen de las basuras de la antigrra cltlturz-".46 depuración de las aguas sucias, resen¡a cle I
El recicl4je fJenera distintas posibilidades y agua limpia, mantenimiento de microclimas I
resuelve un gran problema de las ciudades. benefactores, creación de energía, etc- En t
Para reciclar es necesario concier-lciar a la
socieclacl y, establecer los espacios necesarios
el coniunto de losjar-dincs de la rnetrópoli
se dispondrá de espacios de servicio que
t
para llevar a cabo la recogida, clasificación ptredan cumplir estas funciones. Dicllos es- ü
l,posterior procesamiento cle los residuos. pacios, que ¡:oclríamos derxxlinar espacios t
Desdc l:rs viviendas a Ios contene<lores de las de Ia sostcnibilida<l, pued-en considerzrse t
c¿rlJes, clescle los prrntos r,er-des <le recogida v
clasificación a los ecoparqlres, cspacios desti-
espacios posititos. lttgares donclc': se clcsarrr:-
Ilan actividades que resuelven pioblemas r',
t
lraclos :1 pl'ocesar toclos Ios residuos t'cleciclir s i n'tt¡ I {-:in ealne n te, c<; n tri bu\,e n a gener-ar -\:
!
strs posibilidades de reciclaje ),st, c{estino. La rnir.n ten er n ue\¡os espacios na t.tr rale.s- Com-
t
incorporación de los puntos verdes 1'de Ios patibilizar los espacios naturales \. aqtrellos t
ecopat-ques a la geografía de nuestrzs ciucla- de Ia sostenibilidad en el marco del nttevo C
cles genera el recelo de los ciudadanos próxi- -jardín de la metrópoli puede resoher ttu im- t
rrlos, que aplican la máxima anglosajona cle
"Yes, bttL trot it-l nl1: [o.* cotlrt'!'ard" (liter-al-
portante problema de la ciudad 1,vs¡....¡
habitual recelo por parte de la ciudadanía.
t
merrle, "Sí, pero no en mi patio trasero-)- Las estrategias ecológicas de pequeria escala
t
Los cir-rdadanos quieren que el problerna permiten obtener muchas energías diver- I
se resueh'a, pero no quieren ninguna alte- sas> lr clr)'as procedencia e implicaciones I
r-ación cie su paisaje próxirno. Los políticos corlocemos, que contribuyen a estructuar I
tratal-l dc brrscar el espacio adecuado, pero el territorio próximo y r-esueh'e n ¿lgunos de a
sienrprc chocan con los intereses consel-\?-
dores locales. ¿Córno podeuros rcsoher [a
I os p ro blernas meclioanr i-.ie n tal c:s ¿rc tuales.

Uuas energías locales, r,incr¡la<{as a etnpresas


F I
ul;icaciórr dc estos cspacios qrre necesi(amos próxirnas, que ell prilner Iugar estaún desti
I

Ii
(
en ur1 núrnero cada día rnás irrrportante? nadas ¿rl consttmo local -r,rt:ducen ccn,sidera-
É (
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II
l(l Ir,lLrrl.lr:LrilL. J Lr,-itrs crt
I-ilrLrr:rt ()rrol i,'il ). ll,t:tt,
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rt|ltliittt f)i,t utitt at:llt(Ío (t!.
/.t .¡¡¡!i.¡ t i l:i I i i a l. ( lcr¡rclalitr(
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clr' (lltt:tlurrr :'i ll¡rr', t'lori;1. i!
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I !l':)rl I

I
o2

blemente el gasto energético. Unas energías


contaminantes a Ia atmósfera
t verdes que, en segundo lugar, envían sus y al suefo. Es
un sistema que reduce el coste
l excedentes a lá red global y prodricen unos de Ia ener_
gía y que tie¡re una eficiencia
nte bcneficios Iocales nacla clespreciables. Ur_ra.s eléctrica más
elevada, así conro urra aclapación
o encrgías no contaminantes próximas que ten-rpor:tl
a las colrdiciones cle la clemanda.
In no rcquier en redes qlobales, nlrevas ent_ La coge_
)/ ncración es una cnergía próxima
I presas generadoras de actividades locales. virrcr¡lacla
aljardín de la metrópoli que se situará
l1'tr- {Jna.s energías que se obtienen en nllesr_! en
os Ios es¡racios cle Ia sostenibilidad
el entornos, quizá en los espacios de la sosteni_ y que poctrá
aprovechar los recursos que estos
:e bilidad, en lugares que también pueden ser mismos
espacios producirán. La cogeneración
5 hermosos. a
partir de Ios materiales procedentes
Necesitamos mucha energía, pero no que_ de los
bosques de la merópoli puede
remos ver dónde se produce o córno llega ser la mejor
energía próxima que podemos
hasta nuestros hosares. desear
euizáha llegaclo el El viento, el sol, el agrra de los
momento de pensar que la sutna de muchas ríos, Ia füerza
del mar y los residuos que generamos
energías próxirnas puede ser equivalente a pro_
ducen una considerable .ulr,id"d
una slrpuesta energía infinita que viene de de energía
a nuestro alcance_
lejos. La situación actual nos da indicios ¿prefedmos urr pais4je
sufi_ Ileno de centrales nucleares y
cientes para pensar que ello es posible, aun atrar,esado
por enormes líneas eléctricas?
; cuanclo la influencia de las mtrltinacior_rales ¿O quizá pre_
ferimos un coqiunto de moli"",
clc la energía convencional se esfuerce a. rriento
ell elr. Ia ct-esla de llttcstras rr¡r¡nr2ñac ,--Á.
dernostrar Io contrario. Si la investigación
I
i
sc esforzara en desarrollar las posibilidacles
denrro rtel rnar, r.":l:t T:;ffiffiH:"
Las energías próxima.s alternati1,as
I
<lc estas energízrs pr-óximas 1.Ios gobiernos 1, son las
I energías deseables- Iiljardín de
I
aplicaran políticas que Ias prornovieran, uretrópoli
la
I
se empezaría a ver cómo e[ fuftrro está
¡:rrede hacer su contribución par:a que esto
i en
t
sea posible.
esta dirección. I-as energías verdes son
I Ia residuos urbanos las
I inulütud de acciones combinadas qrre nos \reI--
tienen que imbricar-se en
cles t rnorlcla
f pueden al.,udar a reciclar energías sobrantes,
I
com
a ahorrar energías innecesarias o
a proclucir .posibles, todas las con exl ones que puedan
I n Lle\¡as energías alternativas.
I
gstablecerse. Los residtros prod
I Los sistemas de cogeneración utilizan el ucidos ¡:or
I
l gas el hombre se reciclan para producir
como combustible com_
I
I

f
ercomb*s,ibr.,,;.lJ'Xil*ffi:.:[ " btutibles y abonos- Las aguas sucias
con sistemas naturales situados en
se filtran
eijarclín
cogeneraciór-r quizá sea factible a partir
cle de Ia metró¡roli y..se reurilizan
los resicltros ¡:roceclentes cle Ios bosqtres para iriigr,.
el paisaje vege&rl de estos sistemas
o para
i)rogramados que tendr-emos qtre oronrocio_ l-econstr'uir los acrríferos !ocales.
nar. Este sistema trtiliza energías piinia.ias Todo tipo
cle ¡rrcvecto.s experimentales
lirnpias qrre evitan la ernis,ón de partículas cleben pocler
contribuir a establecer estas conexiones.
l
I
Los adelantos tecnológicos empiezan a pro-
ducir nuevos materiales como el biapol el
ncolite o el rnaderón, a pattír del recicl4je de
residtros o del aprovechamicnto de restos
vc¡;etales. ¿Qué es rnejor, utilizar madera
clc trn bosque africano mal gestionado o
un producto realizado a partir de los restos
\regeLales de los bosques de nuestra ciudad?
Si somos rigurosos,la solución puede encon-
trarse en cada acción que emplcndamos,
en cada objeto que consumamos- En el con-
junto de reflexiones que componen el Horuo
es-ologkus se presentzn las cualidades que re-
querirán los objetos del futuro y las primeras no rur-al. Este efecto, habitual en eI modelo
muestras de lo que denominamos ecodismo.a? de ciudad compacta, puede evitarse en un
Diferentes elementos producidos por- cono- modelo que busque las ventajas de las gran-
cidos diseñadores tratan de explicar cómo des rnas:s de r,¡oocf rriÁn sin ,'e-rr--i.-- 1."
la irnaginación creativa del hornbre puede virtrrdes de la ciudad compacta.
intentar salvar el planeta. [,as plantas amortieluan Ios niveles de ruido
El paisaj e vegetal,'r, las conexio nes climáticas. y,filtrzn la contaminación, absorben dióxido
Los bosques protegen las cuencas fluviales, Ce car-bono y producen oxígeno, uncs fac-
eshbilizan las pendientes, minimizan la ero- [ores que habitualmente requieren energía
sión, reducen el aporte de sedimentos a los para su resolución. Las plantas pueden evi-
drenqjes fluviales 1,mantienen la calidacl1' tar zorlas ur-banas calientes y, contarninadas-
la temperatura del agua- Aproxirnadamente El paisaje vegetal de la metrópoli absorbe Ia
I

el30 Vo del agua de lltwia que cae roür. .r,-, lluvia v la puede retener en slls drenajes, lo
bosque es interceptada por la masa arbórea, qtre puede reducir los problemas de evacua-
se e\.'apora y se reincoryora de nuevo a Ia ción de aguas en caso de tormenta.
atmósfera. Parte del agua que llega al suelo El paisaje r.,egetal tiene un imporrante papel
se filtra a través de la tierra hasta los ríos. psicológico en las ciudades y puede aludar
Otra parte del agua regresa a la atrnósfera a rnantener una amplia diversidad de fauna
t
mediante los procesos biológicos de la trans- silr¡estre urbana-
piración de las hojas de los árboles. EI hombre ha tendido a consid.erar la cirr
La vegetación que da soml¡r:a y refresca dad como un espacio que requiere de unas
durante el verano contribu).,e a reducir la pinceladas de naturaleza, que necesita unos
temperzrtura <le las ciudades t'clisminuye entornos verdes qr-re permitan el ocio y re-
considerablemente las necesidades de clirna- cuerden la mitificada naturzleza sah{e. Sin
tización. Las ciudades están generalmente embargo, la situaciór-r actual plantea una d<>
rlno o clos grados más calientes que su entor- ble consicierzción iespecto a Ia afirrnación

11 Iúiri Farc Central, Sa{¡t Cúgat La concentración rie dos que perrnlten estruc-
def Valtés, Baicefcna, zonas verdes en co¡fe- turar la nueva citxiad en
España, f994- do,'es lineales permite ef sus perímetros y ccntribu-
Batife i Roíg arquítectes- paso del viento y sirre yen a la reduccr-ón de
como sistema de drenaje Ia temperatilra ambiente
terriiorio; e!{o da lugar
r:.el de.'l a2'C.
a ufios espacios arbola-

.J
95

anterior: la primera consistiría en el tipo


aprovechamientg de las aguás,
de pais4je vegetal que requieren nuest¡:as prerención
de incendios, etc-- sin .err.rrja.a
ciudades actuales, la segunda nos recuerda ka obvia
utilización como espacios libres
que cualquier nattrraleza próxirna, de Ia ciudacl
por salva_ fu¿ura.
-je qtre nos parczca, necesita ,rr_, p.o..ro de El establecimiento cle rtuevos
establecirniento, seguimiento y control modelos cle ex_
¡:or plotación o gcstión cle estos
parte del hombre. En el marco de las nuevos bosques
nuevas puede contribuir a hacer.ios
situaciones metropoliLrn¿u tratamos posibles- Varias
de esta_ experiencias nos inclican
blecer un nuevo modelo de espacios qr. tu potencia_
Iibres Iidad económica d
que denominamos eljardín de la -.:
una sucesión de espacios que contará
metrópoli,
con
perm i ti r .o,*..*.L;.";; :ffi :ff "
:::X:'i*"}ffj#' *
tabilizar Ios benefi, '
muchos tipos de pais{es vegetales,
pero que van, Ios benefi cios
puede encontrar en el bosque uno
d. y el ahorro que signifi..r,
principales activos. Los bosques de ",r. .r, cornpanación
la metró_ con el mantenimiento de
poli, que son una agricultura urbana y un un.rp*overde
convencional.
espacio de la sosrenibilidad simultáneamen_
I a geógrafaJosefina GómezMendoza
te, contribuirán a Ia creación de un oForestar nos
pais{e invita a las tierras de cultivo y
\rcgetal rico, diverso y bello que
escablecerá repoblar las montañas,, como
sus pequeñ^ (ro grandes?) conexiones Ia mejoi con_
cli_ tribución que podemos realizar
i--i
nláticas. o .rLoo,
etrtornos metropolitanos. as potenciar
I-ur realidad metropolitana el
de nuestras ciucla- bosqrre en Ia ciuc{acl contr-ibtrye
cles cla ltrgar a un continrro urbano alapr_oCuc_
rro conl_ tiviclad forestal
pacto, lleno de r, ;,..a Ia calicloa á.nn;"ál y,
alemás, da Iugar a ulta iltLeresarlte
cc¡. I os o..¡a" rr rJ.t::i:,::J;r::::#;:, ción cle nrrestros pais4jes lrrbanos-
modifica_
con áreas agroforestales en proceso cle Conseguir
unos paisajes metropolitanos
desaparición o con intersdcios ur_banos más dircrsos,
pen_ má útiles, más maduros, de mejor
clientes de desarrollo. ca.lidad
ecológica no dene que ser l,
EI tipo de crecimiento hatritual y los *Jrro. de nues_
mode_ t[as preocupaciones.
ios que normahnente se emplean
dan lugar I-.a r,egetación
it Luta degradación progresira de estos ;, s1 agua tienen un efecto
vacíos detenninante en el ma¡rtenimie¡rto
qlre, finalmente, se transforman cle trn
por com_ microclima equilibrado clentro
pleto o se reconvi de las ciu-
dades. Diversos estuclios han
tract ici on al.r. ro, iXI;:: ::::';::.:ffi :' conexiones definit'
estatrlecido
quieren ser una alternati..z a este proceso Pai
h:rbitual, y tmtatá de los
¡:romocior_r.r
sE;e
'esetar,
.., *tl]il,:*, ;nde
trsos 1,el control del clirna .,.lrnrrá. Aun ctanclo
zrgrofbr-estales en los entornos
de nuestras siem¡;re se ha considerado
cirrclacles. Asintismo, estos bosques qLre Ios árl¡oles
contri_ .son elenrentos beneficiosos.
btrir'án a la resoiución de los prolrl.rráticas 1, el conocimien_
to poprrlar rectrcr.cla aglzclablemenre
eco lógicas conroí hiclroiógico, Ios
-erosión, I¡cneficios cle sus sombms,
Ia ciuclacl los ha

-lS Có:ncz \lcrrcl<rz:r_ fos<.fi


r r.r 'l'l:t¡rr.r, ro,!¡ \
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I I( st.lut:t{ io¡l ¿r I:,¡1,.., .


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i ,.¡tn tl¡'(),,ilriih.. ¡i¿¡. i ltl
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tr I¡dli¡I,
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seguido empleando como elementos deco- un modo inteligente, protegerla adecuada-
rativos. Las consideraciones ecológicas y los merite y volvei a recrearla.
es tucli os c ier-r tílicos sobre cl imatología han Crear nue\¡as naturalezas es e[ gran reto del
prodtrcido un milagro: el rede.sc:.rbrimiento fut¡lro- AI superar los discursos acerca de
dc la utiliclacl dc los árb<.¡les- la consen,ación de paisajes cll)/os procesos
La aplicación de métodos tradicionales, que Ios mantenían se han perdido, o supe-
colno plantar árboles para controlar el rar nuestra actitud habitual de buscar una
clima, empieza a contar ahom con la apro- imagen fija perdurable, avanzamos hacia Ia
bación del rnétodo científico. Desde una posibilidad de establecer procesos compari-
perspectiva climática, una mezcla de peque- bles con nuestras ciudades que permitan dar
ños espacios libres con vegetación, distribui- Iugar a un nuevo rnodelo de espacio libre
dos de manera uniforme por toda la ciudad, metropolitano-
resulta más efectiva que la concentración en Esquemáticamente, puede decirse que las
unos únicos lugares de mayor tamaño. Aun sociedades primitirras temerosas de la natu-
así, la distribución óptima no puede esrable- ralezz se han visto desplazadas a lo largo de
cerse científicamente de forma cuantitativa, la historia por Ias sociedades expoliadoras
pero es evidente que encontrar un buen mo- de la naturaieza que, debid-o a sus há!:itos
delo de relación entr€ la ciudad y su paisaje explotadores a ultranza, ha:n acabado fa-
vegetal ¡:uede ser una btrena contribución a roreciendo la aparición de las sociedades
la rnejora climática de nuestms ciudades. protectoras de la naturaleza. En su litrro Qre
lo lwm.oso sea podero.so, Ramon Folch scstiene
qrre mantener como hasta ahora este estado
La ecología artificial de cosas injusto y peligroso, o intentar esta-
Itlecer un sisterua qlre tro tellga ntiedo, gue
"i{l¿ce i rlc ¡-,zii.s:riist¿r cs iaIr-iczu 1-,;ris:ri,;s. ¡;r-c- no explof.e ni pr-oteja, sino que se limite a
ll:.tl lt1- lliq'li-l'es qtte :i{i hal:in -c(.,1r)s r:r)í} ci p:rsct sal;er utilizar.ú El rcto de la sociedad post-
dt:l ,-iciilllr; o lllecli:llttr. l(is lli¿cttso.s qLte sri industrial, administr adora de c<¡rdura y de
! 1¡,i-i:¡rt r {'si:il.;}t:cldr;"-
l: ralores añadidos, consiste en ltacer triunfar
i.f i¡ il r,,l i )r;raf urrri estz estrategia.
Si con sus procesos y su gestión de futuro l¿
Fomentar la consenación de lo.s paisdes sociedad consigue generar nue\as natura-
actllales no debería ser Ia írnica tarea, sino lezas, se estará contribuyendo mucho más
la creación de unos nuevos paisajes construi- a Ia sosteniLiti¿a¿ que a través de cualquier
dos según las lel'es ecológicas, mediante pac- pr-otección l¡ien intencionada, pero segura-
tos sociales y con pretensiór-r de ser bellos. mente insuficiente-
Se tr¿rt¿r de cor-rseguir inr,ental' Lrrlos nue\ros En esta genemción l1o se tr-atará de imitar o
paisaies a partir de una actitrrd clara de.sde de conserr.ar artifici:rlmente , sino de apiove-
un prrnto de vista provectual v rnocierna que char realidades --clima, topografía, suelos,
nos penlitan tanto utilizar la naturaleza de dren{es, etc.-.y establecer procesos vivos
.ill. l)r'- l:r inter rcrrciorr cl' tcctr¡ ¡ :r r1¡::l \ir!iús ([:-fS,.\\r),
l\Iir'llcl (lor:rjr,Lrcl r'u cl ¡t¡;rr;,o rii' ] 111l:i
., irrill.,r.,, li.,irrr,.l.tt,.1 l,.ri
s:tjr"', r'clcrltr'¡(lo cn la [::ir.oi:r r-¡0. F<;iclr ii:¡r¡;r¡rr-,{¡, e¡I.
I,, ¡¡¡,., Srr¡,, r'i,rr ,i'.'\rqi:i

I
que puedan compatibilizarse con una
nue\a
marlera de planear el territorio.
Corr-lo ya se ha descrito antes,
Ia ecologra
artificial cs un {'er mrr<r cnrpleado
r¡or Enzio
N{anzini para dcfinir-la posilriliaoj
¿" inrcrl
r,cnir, cle fabricar, de crear cosas
11r¡e\¡as
desde el pensamienro ecológico.5r
La a¡:li_
cación de Ia ecología artilicial al
diseno del
espacio libre se produce cuando
otorgamos
poder a las nuevas consideraciones
ecológi
cas. Las rraloracir es ecológicas
y Ia aplica-
ción de las difer,o
escata,r"r,r"rrJ}t;::'ff:* ff l;r::to'
problemas de Ia ciudad desde una percpec_
tiva más oprimisra, que tendÉ
po. áU;.,iuo
conseguir un mundo más sostenible,
pero
que se traducirá en las diferentes
interven_
ciones que llevemos a cabo, intervenciones
que darán lugar a rluevos paisajes
artificiales
que constituirán importante del
r

jarciín a" ru *",.Jffilarte


i Fai:ricar pais{es conducirá a
crear nuevos
Iugares constmidos sobre las
preexistencias
que rrtilizarán las realicladcs de
Ios procesos
naturales qrre se esablezcan
o .orrrl..,.rr.
Fruto de la aplicación cle esras
estr:ategias
aparecerán los espacios cle la
sostenibilidad
quc clarán re.slfrresta a las prcblemáticas
meclioarnbientales de las ii.rdod..,
p..o
que al rnisrno tiempo intenta¡án
.rábl"...
Lrna aclecuada integración
en et paisaje de
Ia nueva rnetrópoli. Espacios
írtiüs y bellos,
que pocbán ser considemdos natuÁles,r.,uti_
lizarlos como espacios libres-
Los espacios de Ia sostenibilidad
incluirár_r
los.eltornos del agua, Ios cle Ia
gestión de los
¡'e.sicl*os y los cle Ia creació,
delas ,,e\¡as
ener-gías. Los espacios de Ia
sostenibiliclad
constituiráll ul] tfrre\ro paisaje ve-getal
que
5l - t\I¡ri¿irri. Í:nz,i<¡, ott. cit.
IBA Emscfter park,
D_uisburgNord, Alernania,
I 999.Tramforrnación dei
antiguo gasómetro de
Oberhauser¡ en una sala
de
exposido<es y un miracioc
Peter Ladl'
9B

aportará beneficios climáticos a la ciudad- a la opúmización de la producciónde resi-


Los entornos, o jardines, del agua tratan duos y del gasto energético.
de mantener un ciclo hidrológico urbano Los espacios de [a sostenibilidad también
r¿rz-o n ab I e c rr los rnos urctropoli tanos,
en to son los espacios degraciarJos rccuperados
c inclr-ri'cn t<¡clos los <lrcnajcs dcl territorio o los cntornos clc las inf'raestr-rrctr¡t¿s- f,a
y los pc;siltles nuevos ecosistemas hírr¡edos rectrperación de los antiguos vcrtederos o
qtre ptrecla generar su reclrperación; adetnás, dc terrenos dedicados a extracciones per-
tarnbién recogen todos los pequerlos esPa- rnite crear nuevos paisajes o reciclarlos para
cios de dren4je de las cuencas y las posibles nue\ios usos- La implantación de las nuevas
retenciones de agua que puedan llerrarse a infizestnrc{-uras sobrc el terri torio requiere
cabo: peqtreños embalses y depósitos de acu- entornos correctos que eviten los impactos
rnulación, plantas de tratamiento de las aguas innecesarios y que a¡rrovechen los importan-
residuales ), filtros verdes. La reutilización tes recursos que habitualmente se emplean
de parte de esta.s aguas da lugar a unas redes err este tipo de operación.
alternativas de suministro para usos diver:sos. Los bosques de Ia metrópoli y los espacios rie
La realimentación de los freáticos, el fomen- la sostenibilidad serán el producto de todas
to de los espacios húmedos v la promoción estas estrategias ecológicas de pequeña esca-
de los bosques metropolitanos tmtan de con- la. Un paisaje procedente de la forestación
tribuir a la mejor-a del niicroclima urbano. de tier.^as de cultivo y la rcpoblacióc de [as
Los entornos de la gestión de los residuos montañas, pero también de [a recuperación
y <le la creación de las nue\{a-s energías Íi-a- de los espacios degradados, de pro¡ectar los
tan de establecer un sisterna col-rlpacto qde entcrncs adecuados a las l:uevas i:rfi¿estr-uc-
aproveche todas las ven@as del tr:atamiento trlras, de perrsar en el proceso completo de
de los residuos 1'evite todos sus problemas. nuestr os residtros, de tratar de ol--tener to<las
Estos espacios pueden incluir los lugares las energías posibles t'de fomentar t¡n ciclo
cle recogida, clasificación y distribución de hidrológico ttrbano razonable.
los residuos (puntos verdes), así como los Para proyectar estos nuevos espacios se
espacios destinados a su ü-zrtamiento (eco- requieren Lulos nlre\ros cor-locimientos, eI
parques). El reciclaje de dichos residuos da empleo de unos valores transversates de di-
Itrgar a nlre\/os objetos, a nuet'os materiales fe re n tes disciplinas. Habitualm e nte, desde la
o a l:[re\¡as energías. El paisqje regetal de arquitectura del pais4je se ha trab{ado en el
losjardines de la metrópoli genera nuevos proyecto del espacio exterior a lo cor:*trui-
residuos que también pueden dar lugar a do, y se btrscaba en la palabra 'prol,esÉo'[¿
nue\ras energías. El viento, el agua y el sol definición formal de los aspectos que confi-
generan infinidad de energías r,erdes que grrran dicho espacio exterior par:a descubrir
se producen en los entornos próximos a los lo específico de los espacios libres, su histo-
ciuclaclanos. El consumo lógico,las nueras Ii:r pa,'ticrrlar; sus instnrmentos -r, i-¡raterial^s,
a¡r Iicacio nes tecnológicas,v la utilizución de ;'sus elementos de composición.
criterios ecológicos razonables contdbuirán Un ma-ror conocimiento de ios aspectos que
¡l- intervienen en la construcción de un paisaje
y el r¡5e creciente de las valoraciones ecoló_
gicas han prodtrcido un cambio de r¿alores
desde las concepciones fcrlnales estrictas
qtre deñnen ur-r paisaje no como un lugar
) esuilico, sino urr proceso en mor¡imiento.
José Anronio Acebillo tituló su inrervención
rrA a la II Bienal Eriropea de paisaje, celel¡rada
a.-§ en Barcelona en 2001,-Contra la obsesión
re por Ia epidermis,,, en url intento de superar
)S Ias valoraciones superficiales habituales
que
an- dominan el mundo de la arquircctura y del
rn paisaje.
Sin embargo, Ios arquitectos, los pais{istas,
;de los ecólogos, los geógrafos y todoel
conjun_
a-§ to de profesionales que trabajan sobre
el
czr- paisqie esrán estableciendo las bases
de unas
n nuevas formas de inten,enir: ..La paciencia
§ debe ser la ürtud principal del pais4jista,,
5n (Michel Corajoud); .La intrínrJ.. *.r*-
OS bilidad del paisaje hace que solo podamos
i-tc- acompañar al paisaje, ser unos compañeros
e activos, pero sin esperar un premio" (l\{anel
Ja-. Ribas i Piera); ..No se tienerque conseñar
,o c_osas, se tienen que conser-tar
pi-ocesos.
Terrades); ."El
$aume paislie no se tiene
quc conselvar, se tiene que crear, (Ramon
Folch).52
l-
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52- lirten.cnci<_¡r¡es cn ei
sr:luitr;r|i(¡' liCirrrcni;rr t.l
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\iljc" (-cirl)r:iaio tn la llsc.ila
I r'clrjr .r Srr¡,,,r i,,r 11'.{i.r¡ru
iccitr ¡a clc.l \¡alks (EiS.,\\.,),
:llr¡-zo clc lg9:-;.
100

Vaux le Vicomte,
Francia, 1 656-1 661
André Ie N6tre-

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