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MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación
Bases Teóricas
Plan de Mantenimiento.
Según la Administración de Mantenimiento (2015) en la publicación
denominada Definición de las Frecuencias para un Plan de Mantenimiento de
la revista Reliability Web, lo definió como el elemento en un modelo de
gestión de activos, define los programas de conservación a los activos
(actividades periódicas preventivas, predictivas y detectivas), con los
objetivos de mejorar la efectividad de estos, con tareas necesarias y
oportunas, y de definir las frecuencias, las variables de control, el
presupuesto de recursos y los procedimientos para cada actividad.
Como responsable de la definición de las actividades periódicas, agrupa
trabajos predictivos y preventivos, facilita por su contribución a la gestión de
mantenimiento, la realización de presupuestos confiables, siempre y cuando
no lleve a la empresa a hacer más mantenimiento del que requiere y en el
peor de los casos a introducir mortalidad infantil en las instalaciones.
Por su parte, García (2012), en el artículo publicado en Renovetec
denominado Plan de Mantenimiento, lo definió como el conjunto de tareas
a realizar en una instalación con el fin de cumplir unos objetivos de
disponibilidad, de fiabilidad, de costo y con el objetivo final de aumentar al
máximo posible la vida útil de la instalación. Existen al menos tres formas
de elaborar un plan, es decir, de determinar el conjunto de tareas
preventivas a llevar a cabo en la instalación: basarse en las
recomendaciones de los fabricantes, basarse en protocolos genéricos o
basarse en un análisis de fallos potenciales.
Finalmente, Alpizar (2010) en su publicación denominada
Mantenimiento, enfatizó que un plan o programa se divide en tradicional y
moderno. Un plan tradicional se basa principalmente en la estrategia
número tres enunciada arriba, “operar hasta la falla”. Se concentra en la
habilidad para reparar rápidamente, en la disponibilidad de personal
entrenado y el contar con los repuestos necesarios y las herramientas
adecuadas en el momento de la falla.
Por su parte, Un plan de mantenimiento moderno consiste en la
combinación de varias estrategias que deben ser escogidas para
mantener la planta. La autoridad responsable de las funciones de
mantenimiento es la encargada de establecer o modificar, según se
requiera, el plan de mantenimiento. En consecuencia, de lo expuesto por
los autores, y la correlación existente en sus definiciones, para efectos de
esta investigación se considera lo postulado por García (2012), quien
determinó el plan de mantenimiento como el conjunto de tareas que hay que
realizar en ésta antes de que ocurra un fallo, y precisamente con la intención
de evitarlo.
Tiempo
Serrano (2006) menciona que se debe hacer un análisis inicial de lo que
se considera será la duración del proyecto, por lo menos se debe pensar en
una duración mínima y una máxima, para luego definir este aspecto teniendo
en cuenta los recursos disponibles. El manejo del tiempo es un aspecto
fundamental para determinar el éxito del proyecto, ya que, si se calcula mal
la duración de las diferentes acciones y etapas, esto va a afectar la
utilización de los recursos, la ejecución de las actividades y la consecución
de los resultados esperados.
En otro orden de ideas, Palacios (2009) afirma que para poder realizar
correctamente la planificación, el análisis y seguimiento del proyecto con
respecto al uso del tiempo, es necesario conocer: la duración, fechas de
inicio y final de cada una de las actividades y las posibles consecuencias que
tendrá el proyecto por el retraso de una actividad.
Según PMI (2017) el manejo del tiempo del proyecto incluye los procesos
requeridos para administrar la finalización del proyecto a tiempo, a saber;
definir las actividades, secuenciar las actividades, estimar los recursos de las
actividades, estimar la duración de las actividades, desarrollar el cronograma
y controlar el cronograma.
Este trabajo de investigación se alinea con lo expresado por PMI (2017)
en lo referente a los procesos requeridos para el correcto manejo del tiempo,
estos son: definir las actividades, secuenciar las actividades, estimar los
recursos de las actividades, estimar la duración de las actividades,
desarrollar el cronograma y controlar el cronograma.
Elementos Organizacionales
Organización de la empresa
Organización del mantenimiento
Elementos Organizacionales
Organización de la empresa:
Se consideran para la evaluación del sistema los siguientes principios:
Funciones y responsabilidades: Indica la necesidad de contar con una
representación gráfica general y por departamento donde se evidencien las
responsabilidades, además de un procedimiento escrito en donde se definan
las actividades a desarrollar por el personal.
Autoridad y autonomía: Evalúa si el personal tiene pleno conocimiento de
su función y si existe una línea de autoridad definida donde no se susciten
duplicidad de cargos.
Sistema de información: Si la empresa cuenta con estructura técnica
administrativa para recolección, procesamiento de información para el
sistema productivo.
Organización de Mantenimiento:
De manera similar al área anterior, se describe cada principio básico
como: funciones y responsabilidades, autoridad y autonomía y sistema de
información. Estos principios se toman en consideración para la evaluación
del sistema de mantenimiento efectivo en una empresa.
Mantenimiento.
De acuerdo a la Norma Covenin 3049-93 definió el mantenimiento como
un conjunto de acciones que permite conservar o reestablecer un sistema
productivo a un estado específico, para que pueda cumplir un servicio
determinado.
Por su parte Pérez (2016), enfatizó la misión del mantenimiento es
implementar y mejorar en forma continua la estrategia de mantenimiento
para asegurar el máximo beneficio a los clientes mediante prácticas
innovadoras y seguras. El mantenimiento está basado en los principios
como: respeto para todos los empleados y funcionarios, buen liderazgo,
trabajo en equipo compartiendo responsabilidades, compromiso con la
seguridad, medio ambiente, propiciar ambiente de responsabilidad donde se
desarrolle conocimientos y habilidades.
La finalidad del mantenimiento es mantener operable el equipo e
instalación y restablecer el equipo a las condiciones de funcionamiento
predeterminado; con eficiencia y eficacia para obtener la máxima
productividad; por lo tanto, incide en la calidad y cantidad de la producción.
En consecuencia, la finalidad del mantenimiento es brindar la máxima
capacidad de producción a la planta, aplicando técnicas que brindan un
control eficiente del equipo e instalaciones.
Finalmente, Salazar (2010), en la publicación titulada Mantenimiento
Industrial, definió el mantenimiento se define como un conjunto de
actividades desarrolladas con el fin de asegurar que cualquier activo continúe
desempeñando las funciones deseadas o de diseño.
Conforme el concepto de mantenimiento fue asociado exclusivamente con
el término reparación, éste fue considerado como un mal necesario, incapaz
de agregar valor a los procesos de la compañía. Sin embargo, hoy por hoy,
cuando el mantenimiento agrupa metodologías de prevención y predicción,
se considera como un factor clave de la competitividad a través del
aseguramiento de la confiabilidad.
Conforme a lo anterior, se deduce entonces, que la razón del
mantenimiento es la continuidad de operación tanto de equipos como
sistemas, tratando de evitar fallas imprevistas en los equipos, a la vez
procura que las operaciones de mantenimiento se efectúen en tiempos
óptimos y a costos razonables. De esta manera, se adoptan los preceptos
del mantenimiento establecidos por la Norma COVENIN 3049-93.
Tipos de Mantenimiento
La necesidad actual de asegurar el correcto funcionamiento de las
maquinarias de producción, así como, de obtener la máxima disponibilidad,
ha ocasionado la evolución del mantenimiento, generando diferentes tipos a
lo largo de los años, que van acorde a las actividades a realizar según
distintos autores, no obstantes, son ramificaciones de los cuatros principales
a realizar en equipos y maquinarias como lo son el preventivo, correctivo y el
mantenimiento basado en confiabilidad.
Mantenimiento Preventivo.
Primeramente, García (2012), en la publicación titulada Tipos de
Mantenimiento, estableció el mantenimiento preventivo que tiene por misión
mantener un nivel de servicio determinado en los equipos, programando las
intervenciones de sus puntos vulnerables en el momento más oportuno. Suele
tener un carácter sistemático, es decir, se interviene, aunque el equipo no haya
dado ningún síntoma de tener un problema
Por otra parte, Alpízar (2008), lo denominó como el conjunto de
actividades a ejecutarse un equipo, instrumento o estructura, con el propósito
de operar a su máxima eficiencia, evitando que se produzcan paradas
forzadas o imprevistas. Este sistema requiere un alto grado de conocimiento
y una organización muy eficiente. Implica la elaboración de un plan de
inspecciones para los distintos equipos de la planta, a través de una buena
planificación, programación, control y ejecución de actividades a fin de
descubrir y corregir deficiencias, posteriormente puedan ser causa de daños
más graves.
Finalmente, la Norma COVENIN 2500-93, detalla el mantenimiento
preventivo es el estudio de fallas de un sistema productivo, el cual deriva en
dos tipos de averías; aquellas que generan resultados obligando la atención
de los sistemas productivos mediante el mantenimiento correctivo y las
presentadas con cierta regularidad que ameritan su prevención.
El mantenimiento preventivo es el que emplea todos los medios
disponibles, incluyendo los estadísticos, para así determinar la frecuencia de
las inspecciones, revisiones, situación de componentes claves, probabilidad
de aparición de averías, vida útil, entre otros, es por ello, al considerar las
tres definiciones expuesta, para esta investigación se hace referencia a lo
expuesto por la norma COVENIN 2500-93.
Mantenimiento Correctivo.
De acuerdo la Norma COVENIN 3049-93, estipula que el mantenimiento
correctivo comprende actividades de todo tipo encaminada a tratar de eliminar
la necesidad las labores de conservación, corrigiendo la falla a mediano plazo,
además de ser realizado por el personal de la empresa o por entes foráneos,
dependiendo de la magnitud, costos, especializaciones necesarias, entre otros.
Por su parte, Calvo (2017), Se repara cuando se identifica la avería.
Este puede ser de actuación inmediata, si se realiza de forma inmediata al
producirse una avería con los medios disponibles; o diferido, si se efectúa
un paro de las instalaciones y se afronta su reparación de forma
programada y con los medios más adecuados. En muchas ocasiones la
función de mantenimiento es considerada como “pasiva pero inevitable”,
orientada a la resolución de conflictos que generan incidencias a corto
plazo en el plan de producción.
El que las cosas se “deterioren sorpresivamente” se venía admitiendo como
un principio hasta fechas bastante recientes. La manera de actuar de aquellos
que operan bajo este tipo de mantenimiento es más bien de tipo técnico-
práctico, con poca visión del origen y razón de las incidencias y por tanto con
escasas posibilidades de atacar eficazmente la raíz de los problemas.
Dicho de otro modo, con este tipo de mantenimiento la posibilidad de
realizar una labor preventiva, planificada y estructurada es casi nula. Dentro
del mismo suelen distinguirse dos variantes:
Mantenimiento correctivo inmediato: Se realiza, inmediatamente, al
percibir la avería o el defecto, con los medios disponibles destinados a ese
fin.
Mantenimiento correctivo diferido: Al tener lugar la avería o defecto, se
produce una parada de la instalación o equipo, para posteriormente afrontar
la reparación, solicitándose los medios para ese fin.
La visión que se tiene al reparar una avería o incidencia en el proceso
ofrece información de primera mano de las causas posibles y este
conocimiento de las causas posibles permite prevenir que vuelva a suceder,
siempre que se pongan los medios para ello.
Finalmente, Primeros y otros (2015), enfatizaron el mantenimiento
correctivo es, en la práctica, significativamente más costoso que el
mantenimiento preventivo, debido a las limitaciones de tiempo que obligan a
tomar decisiones con poca planeación.
Sin embargo, es innegable que, sin importar lo bien que se planeen las
actividades de mantenimiento preventivo, revisión y calibración, siempre
existirán casos en que la falla solo es detectada cuando las funciones
principales del equipo se han visto comprometidas. En este caso, se hace
necesario tener procedimientos de acción claramente definidos, con el fin de
minimizar el impacto causado por la falla y el tiempo de paro del servicio.
Considerando las definiciones expuesta por los autores citados, el
mantenimiento correcto, es aquel que corrige los defectos observados en los
equipamientos o instalaciones, es la forma más básica de mantenimiento y
consiste en localizar averías o defectos y corregirlos o repararlos.
Se realiza luego que ocurra una falla o avería en el equipo que por su
naturaleza no pueden planificarse en el tiempo, presenta costos por reparación
y repuestos no presupuestadas, pues puede implicar el cambio de algunas
piezas del equipo en caso de ser necesario; es por ello, para efectos de esta
investigación, se concuerda lo expuesto por la Norma COVENIN 3049-93.
Las Fallas.
Según Martínez (2014), la identifica y describe como las fallas que impiden
que se cumpla la función sujeta a evaluar, de acuerdo a estándares de
desempeño o requisitos funcionales como: propiedades físicas, estándares
de diseño, características de operación o disponibilidad requerida. Una
desviación de los parámetros antes descritos se conoce como falla funcional.
Las fallas funcionales se clasifican en tres grandes grupos:
Pérdida total de la función: en este caso la función no se puede cumplir y
va más allá de los límites considerados aceptables.
Pérdida parcial de la función: este grupo puede ser amplio y pude ir desde
la falla de un parámetro hasta la pérdida de función.
Función errónea: El elemento ejecuta una acción para lo cual no fue
diseñado y en ocasiones contrario para lo que fue previsto.
Por su parte, la norma ISO 14224:2016, establece la falla es el fin de la
capacidad de un ítem para desempeñar la función requerida. Se presenta
cuando dicho componente o equipo sale de especificaciones. Las
especificaciones son los límites de los parámetros de trabajo del equipo o
componente. El tiempo que un componente trabaja una vez comenzada la
falla, se encuentra en condición de averiado. Avería es el estado de un ítem
caracterizado por la incapacidad de desempeñar la función requerida,
excluyendo tal incapacidad durante el PM u otras acciones planeadas o
debido a falta de recursos externos.
Finalmente, Sifonte (2017), basándose en la norma SAE JA1011, aclaró
que una falla se define como “un estado en el cual un activo físico o sistema
no es capaz de ejercer una función específica a un nivel de desempeño
deseado”. Es fundamental tener una comprensión perfecta de las funciones
de los activos y el nivel de rendimiento deseado para determinar las fallas.
Podría haber fallas funcionales totales o parciales.
Esto significa que el activo puede no ser capaz de cumplir una función en
particular o que puede realizarla a un nivel de desempeño inferior al
deseado. La norma SAE requiere que se identifiquen todos los estados de
fallas asociados con cada función para que podamos identificar todas las
causas relevantes.
En consecuencia, los autores concuerdan que un fallo significa que un
componente o un sistema no satisfacen o no funciona de acuerdo con las
especificaciones dadas o preestablecidas; por consiguiente se hace énfasis
en lo establecido por Torrico (2016) donde Un fallo es una desviación de una
condición original de un equipo y que no satisface a un evaluador y que
depende de las consecuencias en un contexto operativo determinado, donde
las condiciones insatisfactorias que presenta un equipo son la imposibilidad
absoluta del sistema o componentes para funcionar, imposibilidad de
sistemas o componentes para funcionar dentro de unos límites de actuación
especificados además de lubricación insuficiente.
Frecuencia de la Falla.
Según Palermo (2014), La frecuencia debe calcularse en base a la Curva P-F
basados en el costo de las inspecciones versus el costo de no poder predecir la
falla debido a lo anteriormente expuesto y, como una forma para calcular de
manera formal la frecuencia de las inspecciones predictivas, se desarrolla a
continuación un modelo matemático que proporciona el valor del tiempo entre
inspecciones predictivas. El valor del intervalo entre inspecciones predictivas
será directamente proporcional a tres factores: el factor de costo, el factor de
falla y el factor de ajuste. Así, la relación matemática estará definida como:
I =CxFxA
Factor de Costo (C): Se define como factor de costo, el costo de una
inspección predictiva dividido entre el costo en que se incurre por no detectar
la falla.
Factor de Falla (F): Se define como factor de falla la cantidad de fallas que
pueden detectarse con la inspección predictiva dividida entre la tasa de
fallas.
Factor de Ajuste (A): Una vez calculado el producto entre el factor de
costo y el factor de falla, se procede a multiplicarlo por un factor de ajuste, el
cual, estará basado en la probabilidad de ocurrencia de más de cero fallas en
un año utilizando λ (tasa de fallas expresada como fallas por año).
Para calcular este factor se utiliza la función matemática de probabilidad
de Poisson: logaritmo natural multiplicada por –1 (-ln), la cual, se comporta
de una manera muy parecida al criterio gerencial de incremento o
decremento del intervalo de inspección al tomar en cuenta la probabilidad de
ocurrencia de más de cero fallas en un año. A mayor probabilidad de
ocurrencia, el intervalo de inspección predictiva se reducirá de forma
exponencial.
Por su parte, Sánchez y González (2017), en la publicación Fallas e
Indicadores de Gestión de Mantenimiento en la revista Fundamento de los
Materiales, establecieron que es la probabilidad de falla casi inmediata de un
equipo al llegar a un tiempo determinado de operación, expresado en
número de falla en base al tiempo; donde gráficamente es expresada bajo la
curva de la bañera y los patrones de comportamiento de las fallas,
esquematizando las siguientes variaciones para efectos de la curva de la
bañera:
Zona de Mortalidad Infantil o de “Arranque” de tendencia decreciente.
Zona de Operación Normal o de “Fallas al Azar”, con tendencia constante.
Zona de Descaste de tendencia creciente.
En el mismo orden de ideas, las variaciones referentes al patrón de fallas
son:
Patrón A: Es la representación de la curva de la bañera. Comienza con
una incidencia alta de falla (mortalidad infantil), tiene incidencia de falla alta,
por ende, va decreciendo a medida que transcurre el tiempo
Patrón B: llamada curva de la falla tradicional, donde el índice de falla
aumenta a medida que transcurre el tiempo.
Patrón C: se diferencia de los patrones A y B, registra un deterioro
constante desde el principio, con una probabilidad de falla aumentando con
el uso.
Patrón D: corresponde a un elemento cuya probabilidad de falla es baja
cuando es nuevo el equipo o elemento, luego ocurre un incremento rápido de
falla seguido de un comportamiento aleatorio.
Patrón E: representa un elemento que tiene la misma probabilidad de falla
en cualquier momento, y, en consecuencia, hay relación entre la edad
funcional de los equipos y la probabilidad al fallar.
Patrón F: es la llamada “curva de J Invertida”, y combina la mortalidad
infantil muy alta con nivel constante de falla luego de esta dificultad inicial.
En el mismo orden de ideas, Perozo (2015) en su trabajo denominado
Mantenimiento Industrial, puntualizó la rata de fallas r(t) también llamada
frecuencia de ocurrencia de fallas, para efectos de confiabilidad como la
probabilidad casi inmediata de falla de un componente o equipo al llegar a “t”
hora de operación, donde Generalmente, r(t) se expresa en falla por hora, o
falla por día, o cualquier intervalo de tiempo.
r ( t )=P(t) /Ps(t)
Donde:
P(t): Valor de la función intensidad de fallas al tiempo t; función de
probabilidad de falla.
Ps(t): Probabilidad de supervivencia al tiempo t.
Consecuentemente, para efectos de esta investigación, vale decir que la
rata de fallas evoluciona a lo largo de la duración de vida de un equipo,
relacionándose directamente con la condición del mismo equipo, en función
de su edad técnica; cuando se aplica la estrategia de operar hasta la falla, el
equipo obedece a una ley de degradación desconocida.
Bajo este tipo de estrategia no se suelen conservar registros de los
tiempos de operación y de falla de los equipos y, por lo tanto, no es posible
realizar un estudio que permita conocer la ley de degradación a la cual se
encuentra sometida la máquina.
Por otra parte, a lo largo de la etapa de madurez, la rata de fallas del
equipo sufre incrementos leves pero continuados, hasta llegar a la etapa de
obsolescencia, donde la cantidad de fallas por unidad de tiempo se hace más
consistente, debido a una mayor incidencia de averías por causa de
desgaste, abrasión, fatiga corrosión y otras, haciendo necesario
intervenciones más y más frecuentes, hasta requerirse la reconstrucción casi
total de la máquina, una vez que haya alcanzado la etapa de vejez;
considerando para efectos de esta investigación lo expresado por Sánchez y
González (2017).
Iniciación
Definición de los objetivos del plan y de los recursos necesarios para su
ejecución. Para Briceño (2006), las características que implican la necesidad
de una fase o etapa previa destinada a la preparación del mismo, tienen una
gran trascendencia para la buena marcha del proyecto y que deberá ser
especialmente cuidada.
En tal sentido, Cleland&Ireland (2006) señalan que las actividades al inicio
de un proyecto tienen un doble objetivo: estimar el esfuerzo a realizar para
desarrollo del proyecto. Para ello, tomando como punto de partida la solución
propuesta en el estudio de viabilidad, se identifican los elementos a
desarrollar, se calcula el esfuerzo a realizar, y seguidamente se entra en la
fase de planificación de las actividades del proyecto comprendiendo los
aspectos de recursos, programación de tareas y establecimiento de un
calendario de entregas y recepciones entre el cliente y los proveedores.
La estimación del esfuerzo, tiene como objetivo conocer el tamaño
aproximado del proyecto a desarrollar, establecer el coste, la duración y los
recursos necesarios. Es muy difícil calcular con absoluta precisión el
esfuerzo requerido para desarrollar cualquier proyecto, debido a la gran
cantidad de factores que intervienen en su realización, algunos de ellos
inciertos o desconocidos. Sin embargo, las técnicas existentes para
realizarlos cálculos proporcionan un valor aproximado suficiente para el
alcance del desarrollo del proyecto.
Será siempre útil la experiencia anterior que hubiese, extraída de la
realización de proyectos similares en la organización, así como la existencia
de una base de datos con información relativa al mismo. Al confrontar los
señalamientos descritos, los autores enfocan la relevancia de la fase
iniciación en cuanto a la estimación del direccionamiento de los esfuerzos a
llevar a cabo en los proyectos, en función de alcanzar los objetivos del
mismo; para el investigador es fundamental esta fase dada la orientación que
han de ejecutar los implicados en el mismo a los fines previstos para cumplir
objetivos y metas del mismo.
Planificación
Para Sapag y Sapag (2008) la planificación constituye un proceso
mediador entre el futuro y el presente. Señala que la planificación del
desarrollo lleva implícita la definición de instancias iniciales, intermedias y
finales que la hacen posible. A través de estas instancias la planificación
se transforma en un instrumento eficaz para alcanzar los objetivos.
Para Palacios (2009), planificar es “Pensar antes de Actuar” y una buena
planificación implica una metodología para organizar el trabajo, con la
siguiente secuencia de preguntas: ¿Qué es lo que se debe hacer?; ¿Por
qué se está haciendo?; ¿Para qué se hace? El mismo autor refiere que la
planificación es un proceso que le ofrece muchas ventajas a la
organización, como: (a) Permite integrar todos los trabajos haciendo que
el equipo del proyecto comience a interactuar.
Establece las bases para una comunicaron eficiente; (c) Es un proceso
que ayuda a prever y a manejar los sucesos inesperados que puedan
aparecer durante el desarrollo del proyecto y (d) El plan proporciona bases
para controlar costos y tiempo, verificándose el avance del proyecto. En
este sentido, PMI. (2017), indican que la gestión del alcance del
proyecto incluyendo los procesos necesarios para asegurar la inclusión
de todo el trabajo requerido, y sólo el trabajo requerido, para completarlo
satisfactoriamente.
En este sentido, la gestión del alcance se relaciona principalmente con
la definición, el control de lo incluido o no, por ende, los procedimientos de
gestión del alcance del proyecto incluyen:
Planificación del Alcance: crear un plan de gestión del alcance del
proyecto que refleje cómo se definirá, verificará y controlará el alcance del
proyecto, y cómo se creará y definirá la Estructura de Desglose del Trabajo
(EDT), que regirá el proyecto.
Definición del Alcance: desarrollar un enunciado del alcance del proyecto
detallado como base para futuras decisiones del proyecto.
Crear EDT: subdividir los principales productos entregables del proyecto
y el trabajo del proyecto en componentes más pequeños y más fáciles de
manejar.
Verificación del Alcance: formalizar la aceptación de los productos
entregables completados del proyecto.
Control del Alcance controlar los cambios en el alcance del proyecto.
Estos procesos interaccionan entre sí y también con los procesos de las
demás áreas de conocimiento. Cada proceso puede involucrar el esfuerzo
de una o más personas o grupos de personas, sobre la base de las
necesidades del proyecto.
Acerca de la importancia de la planificación Cartay (2010), manifiesta
que se está en una era económica, tecnológica, social, y política en la cual
la planificación ha llegado a ser un requisito fundamental para la
supervivencia de los negocios. El desarrollo económico y el cambio ofrecen
oportunidades, pero también conllevan riesgos. La tarea de la planificación
es exactamente minimizar los riesgos, a la vez obtener las mejores
ventajas de las oportunidades.
En líneas generales los autores consultados, coinciden en indicar que la
planificación es pensar antes de actuar y una buena planificación implica una
metodología para organizar el trabajo. Para la presente investigación, la
planificación de cada uno de los diferentes proyectos se realizará de
acuerdo a sus fases, mientras que el plan se encargará de ejecutar la
planificación general e integrada.
Ejecución
Esta ejecución, conforme lo expresado por Arata (2009) corresponde a la
puesta en práctica del mantenimiento en planta. Incluye intervenciones
planificadas, tanto preventivas como predictivas y no planificado correctivo;
es poner en práctica el conjunto de medidas, acciones, estrategias que
tiendan a minimizar los riesgos, a evitar reparaciones urgentes, a optimizar
los resultados devenidos de los recursos disponibles en buen estado.
Según Palacios (2009), Una vez iniciado el proyecto, es fundamental
medir regularmente el avance del mismo para detectar variaciones con
respecto al plan de trabajo. Por ello, es vital comprender que no puede existir
control si no existe un plan previo que sirva como base de comparación.
Controlar un proyecto implica medir y reportar el avance de los principales
parámetros, Esto significa presentar la descripción de las actividades ya
realizadas en el punto de control y estimar lo que falta por hacer. Para poder
realizar efectivamente la labor de control se requiere definir correctamente
las variables a controlar, el equipo medidor, el rango de decisión y el equipo
ejecutor de la tarea de reparación:
Variables a Controlar: Si se quiere controlar una situación, es vital definir
cuáles son las variables significativas que permiten detectar desviaciones en
los parámetros de satisfacción de los involucrados.
Equipo Medidor: Las mediciones de las variables se transforman en
números que se obtienen gracias a un equipo encargado de tomar la
medición con niveles específicos de precisión y confiabilidad.
Rango de Decisión: Dado que por definición las variables varían
moviéndose en un rango determinado, es fundamental determinar cuándo un
resultado no es satisfactorio definiendo el rango de aceptación.
Equipo Ejecutor: de muy poco sirve la medición de las variables y la
detección de desviaciones si luego no hay nada que pueda hacerse para
remediar el problema. Por ello, un sistema efectivo de control de proyectos
requiere de un equipo ejecutor que pone en marcha el plan de acción,
paraqué la variable desviada vuelva al sendero deseado.
Por ello es vital distinguir que, en situación de proyectos, la variable a
medir no puede ser el tiempo, ya que si, tiempo es incontrolable y no se
puede recuperar. El equipo de proyectos debe medir entonces el avance del
proyecto en el tiempo.
La definición anterior comenta sobre un tipo de metodología aplicada para
la ejecución del proyecto, el indicador definido es de gran importancia es por
ello que se establece como tercer indicador de la dimensión en las fases del
plan maestro de mantenimiento
En resumen, los autores convergen que, esta fase comprende las
acciones a realizar de forma secuencial y cronológica, en el cual los
conocimientos de los recursos humanos son esenciales para el logro de los
fines y objetivos previstos para el proyecto; a criterio del investigador en la
ejecución de un proyecto además del conocimiento es indispensable la
experiencia para llevar a cabo las tareas de modo eficiente.
Control
Duffua, Raouf y Dixon (2007) expresan que e l control de mantenimiento
significa coordinar la demanda de mantenimiento y los recursos disponibles
para alcanzar un nivel deseado de eficacia y eficiencia. En concordancia con
los autores anteriores el control de equipos consiste en una serie de pasos
coordinados que permite utilizar de manera adecuada los recursos
disponibles para alcanzar los objetivos de mantenimiento, para de esta
manera conseguir el máximo nivel de eficacia y eficiencia.
Para Palacios (2009), la actividad de control permite generar la
información que nutre la toma de decisiones y la acción, ya sea por medio
de las replanificaciones pertinentes o simplemente por la verificación de
que todo va bien. No se controla sólo para informar a la gerencia o al
cliente, sino como herramienta para optimizar el proyecto. Controlar un
proyecto implica medir y reportar el avance de los principales parámetros.
Esto significa presentar la descripción de las actividades ya realizadas
en el punto de control y estimar lo que falta por hacer. Para poder realizar
efectivamente la labor de control se requiere definir correctamente las
variables a controlar, el equipo medidor, el rango de decisión y el equipo
ejecutor de la tarea de reparación.
Para Cartay (2010), el control implica la medición de la realización de los
acontecimientos o eventos contra las normas y especificaciones de los
planes y la corrección de desviaciones para asegurar el logro de los objetivos
de acuerdo con lo planeado.
Los autores Palacios (2009) y Cartay (2010), convergen en el
fundamento de la definición de control, la cual para ambos permite generar
la información que nutre la toma de decisiones y la acción para asegurar el
logro de los objetivos de acuerdo con lo planeado. Para el presente trabajo,
el control de cada proyecto, es factor clave para una adecuada toma de
decisiones en el momento oportuno, más aún en la ejecución de proyectos
simultáneos, por tanto, a través del plan de mantenimiento se propondrá un
esquema de control integrado que guíe las diferentes etapas.
Bases Legales
Sistema de Variables
En el cuadro 2, se presentan las variables diseñadas para alcanzar los
objetivos trazados en la investigación. Estos ítems de análisis fueron
concebidos atendiendo a las propiedades, características y manifestaciones
de la situación bajo estudio; así como atendiendo a los valores cualitativos o
cuantitativos susceptibles de tomar por cada uno de ellos (Balestrini, 2010:
29). Complementariamente y en función de esta premisa, las variables fueron
diseñadas atendiendo a un punto de vista conceptual y operacional.
Cuadro 2. Sistema de Variables
Objetivo general: Proponer un plan de mantenimiento actualizado dirigido a la sala de calderas del hospital universitario
Dr. Alfredo Van Grieken
Definición Definición
Variable Dimensión Indicadores
Conceptual Operacional
- Alcance
Es el conjunto de Es una herramienta Situación Actual - Costo
tareas de esencial para cualquier de los planes de - Tiempo
mantenimiento sistema gerencial al mantenimiento. - Norma COVENIN 2500-
programado, posibilitar el hacer 93
agrupadas o no seguimiento y control a la
siguiendo algún tipo implantación de la función - Preventivo
de criterio y mantenimiento, Tipos de - Correctivo
descartando el estableciendo adecuados Mantenimiento - Mantenimiento Centrado
conjunto de equipos mecanismos de evaluación, en Confiabilidad
Plan de considerados no para obtener de manera
Mantenimiento mantenibles desde cualitativa y cuantitativa
un punto de vista indicadores clave para Caracterización
- Componentes
preventivo, los evidenciar el de la Sala de
- Fallas
cuales es mucho comportamiento de esta Calderas
más económico función y su incidencia en el
aplicar una política sistema de producción
puramente contribuyen-do así a la Mecanismos de
correctiva (Zárate, calidad en la prestación de - Integridad Mecánica
Degradación y
Páez, y Esparza, servicio y por ende, a la - Norma API 571
Corrosión
2012). estabilidad organizacional
Fuente: Guitian, M. (2019)