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Martin Heidegger

Martin Heidegger (pronunciación en alemán: /


ˈmaʁtiːn ˈhaɪdɛɡɐ/;1 ​ Messkirch, Baden- Martin Heidegger
Wurtemberg; 26 de septiembre de 1889-
Friburgo, Baden-Wurtemberg; 26 de mayo de
1976) fue un filósofo alemán. Se lo considera el
pensador y filósofo alemán más importante del
siglo xx.2 3​ 4​ 5​ 6​ 7​ ​ Aunque su trabajo influyó
sobre todo en la fenomenología y en la filosofía
europea contemporánea, ha tenido igualmente
influencia más allá de esta, en campos como la
arquitectura, la crítica literaria, la teología y las
ciencias cognitivas.8 ​

En sus comienzos fue discípulo de Edmund


Husserl, estuvo inmerso en el proyecto
fenomenológico de su maestro y su interés se
centró rápidamente en la pregunta por el sentido
de ser. Esta pregunta guiará gran parte de su
pensamiento y es con ocasión de su intento de
darle una «respuesta» con la obra Ser y tiempo,
publicada en 1927, cuando va a adquirir una gran
notoriedad internacional, incluso más allá de los Rector de la Universidad de Friburgo
campos específicamente filosóficos.9 ​ 21 de abril de 1933-27 de abril de 1934
Predecesor Wilhelm von Möllendorff
En los años 1930 tiene lugar aquello que se ha
denominado el Giro (en alemán, Die Kehre) de su Sucesor Eduard Kern
filosofía, con sus obras Carta sobre el
humanismo e Introducción a la metafísica. Trató Información personal
así de preparar un nuevo camino para su Nacimiento 26 de septiembre de 1889
pensamiento que se mantuviera alejado de la Messkirch, Imperio alemán
metafísica. Según Hans-Georg Gadamer, este (actual Alemania)
término ha acabado aunando todas las
Fallecimiento 26 de mayo de 1976
proposiciones contra las que Heidegger
(86 años)
desarrolló su filosofía.10 ​ Friburgo de Brisgovia,
Alemania Occidental
La influencia de Heidegger en la filosofía francesa
ha sido particularmente notable. Esto se deja ver Causa de
Enfermedad infecciosa
sobre todo en filósofos como Jean-Paul Sartre, muerte
Jean Beaufret, Emmanuel Lévinas, Jacques Sepultura Messkirch
Derrida, Maurice Merleau-Ponty y Michel Nacionalidad Alemana
Foucault.11 nota
​ 1​
Familia

Asimismo, Heidegger es uno de los filósofos cuya Padres Friedrich Heidegger


personalidad y obra han generado más Johanna Kemp
controversia por su actitud durante el periodo Cónyuge Elfriede Petri
1933-1934, mientras fue rector de la Universidad Educación
de Friburgo tras la llegada de Adolf Hitler al Educación Dr. en filosofía, 1914;
poder entre 1933 y 1945, ya que, además de ser Dr. phil. hab. 1916
uno de los principales intelectuales del Educado en Universidad de Friburgo (Teología
movimiento revolucionario conservador,13 14 15 ​ ​ y Filosofía)
16 17 18
​ ​ fue miembro y seguidor del Partido Nazi. ​ Universidad de Friburgo (Ph.D.
19 ​ Existe controversia entre la concordancia de
en Filosofía; hasta 1916)
su filosofía con el nazismo.20 21
​ 22
​ 23
​ ​
Tesis doctoral Die Lehre vom Urteil im
Psychologismus. Ein kritisch-
Biografía theoretischer Beitrag zur Logik
(The Doctrine of Judgment in
Psychologism: A Critical-
Primeros años theoretical Contribution to
Logic) (http://ophen.org/pub-105
956)
Die Kategorien- und
Bedeutungslehre des Duns
Scotus (Duns Scotus's Doctrine
of Categories and Meaning) (htt
p://ophen.org/pub-106038)
Supervisor Arthur Schneider (supervisor
doctoral Ph.D.) y Heinrich Rickert
Lugar de nacimiento de Martin (supervisor de Dr. phil. hab.)
Heidegger. Alumno de Edmund Husserl
Heinrich Rickert
Martin Heidegger nació en Messkirch, distrito de
Carl Braig
Baden, el 26 de septiembre de 1889. Criado en un
ambiente "auténticamente católico", sus padres Información profesional
fueron Friedrich Heidegger, tonelero y sacristán, Ocupación Filósofo, poeta y profesor
y Johanna Heidegger (Johanna Kemp de universitario
soltera).24 ​ Área Filosofía

Heidegger realizó sus estudios de secundaria en Empleador Universidad de Friburgo (1915-


los pequeños seminarios de Constanza (1903- 1923)

1906) y Friburgo (1906-1909).25 ​ Durante el Universidad de Marburgo (1923-


verano de 1907, el padre Conrad Gröber, director 1928)
del seminario de Constanza y futuro arzobispo de Universidad de Friburgo (1928-
Friburgo, le deja la tesis de 1862 de Franz
1958)
Brentano, Sobre la múltiple significación del ente
en Aristóteles.26 ​Heidegger afirmó más tarde que Estudiantes Hans Jonas, Herbert Marcuse,
ese libro fue su «primera guía a través de la doctorales Víctor Farías, Hans-Georg
filosofía griega» y que le conduciría a la lectura de Gadamer y Fernando Huidobro
Aristóteles.27 ​ Según él mismo, la célebre Estudiantes Hannah Arendt, Carlos Astrada,
sentencia aristotélica «el ser se dice de muchas Günther Anders, Karl Löwith,
maneras» fue decisiva en su manera de pensar.28 ​ Charles Malik, Ernst Nolte,
En 1909 se lee las Investigaciones lógicas de Emmanuel Lévinas, Karl
Edmund Husserl y en septiembre de ese mismo Rahner, Jan Patočka, Alberto
Wagner de Reyna y Sigrid
año entra como novicio en la Compañía de Jesús
Hunke
en Tisis, cerca de Feldkirch, abandonando en
octubre por razones de salud. Con limitaciones Movimiento Movimiento revolucionario
económicas, se presenta candidato al seminario conservador
de Friburgo, donde entra durante el invierno de Lengua
Alemán
1909.29 ​ En 1911 sufre de nuevo problemas literaria
cardíacos, lo que plantea a los responsables del
seminario de sus capacidad para el sacerdocio. Obras Ser y Tiempo
Finalmente, decide renunciar a este durante su notables Introducción a la Metafísica
convalecencia en verano, dándose cuenta de que
prefiere la Filosofía a la Teología. Entre 1911 y Kant y el problema de la
1912 se inscribe como profesor de Matemáticas, metafísica
Física y Química para conseguir estabilidad Aportes a la filosofía. Acerca del
financiera mientras prosigue sus estudios de evento
Filosofía.30 ​ Su educación religiosa, que le Caminos de bosque
permitió acercarse de manera particular a la
Escolástica, hace que su formación sea atípica en Nietzsche
un momento en que los seminarios de Filosofía Cuadernos negros
están marcados por el neokantismo. En 1913
Conflictos Primera Guerra Mundial
escribe su tesis Doctrina del juicio en el
psicologismo bajo la dirección de Artur Partido Partido Nacionalsocialista
Schneider. político Obrero Alemán (de 1933 a 1945)
Miembro de Academia de Ciencias y
En 1915 pronuncia la conferencia El concepto de Humanidades de
verdad en la filosofía moderna. Tuvo una breve Heidelberg (desde 1958)
tentativa de regresar al sacerdocio, aunque Firma
decidió abandonar definitivamente la religión al
afirmar que es incompatible con la filosofía.31 ​

El 31 de julio de 1915 adquiere la capacitación para enseñar,


después de haber presentado su tesis de habilitación dirigida
por el profesor neokantiano Heinrich Rickert. Dicha tesis llevó
por título Tratado de las categorías y de la significación en
Juan Duns Escoto.32 ​ Su lección inaugural lleva por título El
concepto de tiempo en la ciencia histórica. En otoño de 1916
Heidegger se convierte en asistente personal de Edmund
Husserl y ambos profundizan en la investigación
fenomenológica. Sin embargo, entre 1923 y 1927 se aleja de los
nuevos trabajos de su maestro, que considera obsoletos tras su
giro hacia el cartesianismo; no obstante sigue admirando las
Investigaciones lógicas.33 ​

Reclutado en 1917, es destinado al servicio meteorológico del


ejército en Verdún. A partir de 1919 reanudó sus estudios en
Friburgo. Adquirió reputación durante estos años mientras
realizaba una crítica a la tradición filosófica en un trabajo para
Edmund Husserl, maestro de el profesor Paul Natorp. Es especialmente severo con lo que él
Heidegger. denomina metafísica de la presencia, atribuida a Aristóteles en
su Física.34 ​ Este periodo en Friburgo es considerado clave
para entender la filosofía del siglo xx, pues aquí se reunieron
como alumnos de Heidegger figuras tan importantes como Hannah Arendt, Hans-Georg Gadamer,
Max Horkheimer, Hans Jonas, Karl Löwith o Gerhard Krüger.35 ​

El 21 de marzo de 1917 contrajo matrimonio con la protestante Elfriede Petri. Pronunciaron los
votos primero bajo el rito católico y cinco días después bajo el rito evangélico. Tuvieron dos hijos,
Jörg en enero de 1919 y Hermann en agosto de 1920.36 ​

Marburgo y Friburgo (1923-1933)


En 1923 es nombrado profesor en la Universidad de Marburgo, entonces principal centro europeo
del neokantismo. Allí colaboró con el teólogo protestante Rudolf Bultmann y tuvo como colegas a
personas como Nicolai Hartmann, Paul Natorp o Hermann Cohen, entre otros.

Esta estancia en Marburgo y el contacto con sus nuevos compañeros fueron particularmente
positivos para el joven profesor Heidegger. Allí comenzó a desarrollar su nueva problemática
acerca de la pregunta por el sentido de ser a partir de sus lecturas de Aristóteles. Por otra parte, su
trabajo sobre la fenomenología de la vida religiosa a partir del estudio de Agustín de Hipona, Pablo
de Tarso o Martín Lutero le orientará hacia una concepción del ser humano en la que primará la
existencia sobre la esencia.

Entre 1925 y 1930 mantiene una relación secreta con Hannah Arendt, una de sus estudiantes y
futura filósofa de gran reconocimiento.37 38
​ 39
​ ​

1926 fue el año en el que Heidegger le muestra a Edmund Husserl su manuscrito de Ser y tiempo,
su gran trabajo y que sería publicado al año siguiente.

En 1929 Heidegger mantuvo el llamado debate de Davos con el filósofo neokantiano Ernst
Cassirer. Dicha controversia acabó resultando célebre entre los círculos filosóficos.

En el año 1931 le es ofrecido a Heidegger un puesto en la Universidad de Berlín, que rechazó tras
una discusión. A pesar de que tuvo numerosas ofertas de otras universidades para dar clases a lo
largo de su vida, Heidegger llevó a cabo toda su vida docente en la Universidad de Friburgo. En
esta se contaron entre sus estudiantes más célebres filósofos como Hannah Arendt, Emmanuel
Levinas, Günther Anders, Karl Löwith, Charles Malik, Herbert Marcuse, Ernst Nolte o Hans Jonas.

Durante el régimen nazi (1933-1945)

Los años transcurridos entre 1933 y 1945 fueron para Heidegger también los más prolíficos, tanto
en lo que se refiere a obra publicada como a aquellos textos que no fueron publicados. Además, es
durante este período donde se sitúa el Giro (Kehre) en su filosofía.

La simpatía de Heidegger con el nazismo se empezó a producir a partir de 1930.40 ​ En las


elecciones de 1932 votó al partido nazi y se afilió al mismo al año siguiente. El 21 de abril de 1933
fue elegido rector de la Universidad de Friburgo, tres meses después de la llegada de Adolf Hitler a
la cancillería del Reich. En una entrevista a Der Spiegel tomada en 1966, Heidegger afirmó que su
toma de posesión del rectorado se produjo tras la salida del antiguo rector Wilhelm von
Möllendorf, un socialdemócrata obligado a dimitir y que le pidió, junto a otros colegas
universitarios, que se presentara al cargo para evitar el nombramiento de algún funcionario
nazi.41 ​

Para los historiadores Hugo Ott,42 ​ Bernd Martin,43 ​ y Guillaume Payen44 ​, así como para otros,
Heidegger trabajó en la reforma que pretendía implementar el Führerprinzip en la universidad
alemana. Formaría así junto con otros como Alfred Bäumler o Ernst Krieck la vanguardia de esta
reforma. Karl Löwitz sostiene por su parte que Heidegger nunca trató de ocultar su fe en Hitler. A
pesar de ello, el filósofo de Messkirch afirmó en la entrevista a Der Spiegel que prohibió los
carteles antisemitas que intentaban colocar algunos estudiantes nazis, así como las
manifestaciones contra un profesor judío de la universidad. De todas formas, según el testimonio
de Ernesto Grassi, la quema de libros judíos y marxistas tuvo lugar en la universidad de Friburgo
durante el rectorado de Heidegger, cuando «el fuego crepitó frente a la biblioteca de la
universidad».45 ​ El historiador Raul Hilberg detectó que en 1933 y siguiendo instrucciones del
Ministerio prusiano de Educación, Heidegger puso fin a los subsidios a estudiantes becados «no
arios» en su universidad. Asimismo, extendió el alcance de la ley para la destitución de
funcionarios judíos.46 ​
Heidegger presentó su dimisión como rector el 21 de abril de 1934, un año después de haber
accedido al cargo. Según Ott, esto habría sido tras el desprecio por parte del Ministerio de
Educación.47 ​ En uno de sus Cuadernos negros, Heidegger explica: «Dejo mi cargo a disposición
porque ya no es posible ninguna responsabilidad. ¡Vivan la mediocridad y el ruido!». Tras esta
fecha, deja de ser miembro activo de la administración nacionalsocialista y abandona el partido
nazi.48 ​

Los relatos de los estudiantes durante esta época son contradictorios. Algunos ven en Heidegger a
un admirador del nazismo que continúa su propia «revolución espiritual». Mientras tanto, otros lo
ven en sus cursos como una de las pocas escapatorias al pensamiento totalitario nazi. Continuó
con la enseñanza hasta 1944, cuando fue requerido como «profesor no indispensable» para los
trabajos de excavación a lo largo del río Rin.48 ​ Durante este período se ocupó de estudiar la
filosofía de Nietzsche.

La postguerra (1945-1976)

En 1945, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, las


autoridades aliadas retiraron a Heidegger de la enseñanza.49 ​
Esto no le impidió, en cualquier caso, ejercer una gran
influencia filosófica, especialmente a través del libro de Jean-
Paul Sartre El ser y la nada, de inspiración heideggeriana. Sin
embargo, el pensador alemán tomó distancias respecto del
existencialismo a partir de su Carta sobre el humanismo.

A partir de 1945 entabla un diálogo con Jean Beaufret que


continuará hasta la muerte del pensador. La célebre Carta
sobre el humanismo de Heidegger fue una respuesta a este
filósofo francés. Además, a pesar de su prohibición de
enseñanza, en esta época dio cuatro conferencias en el marco
del Club de Bremen en 1949.

El veto a la enseñanza le es retirado a Heidegger en 1951 y


La tumba de Heidegger en
reanudó sus cursos con un seminario sobre Aristóteles.
Messkirch.
Además, en ese mismo año pronunció su célebre conferencia
Construir, habitar, pensar.

En 1955 es invitado a Francia por Maurice de Gandillac y por Jean Beaufret, con el fin de presentar
una ponencia en Cerisy. Allí se quedó en casa de Jacques Lacan.nota 2 ​ Fue a partir de entonces
invitado con regularidad a Provenza por el poeta René Char para mantener allí seminarios, que
fueron más tarde recogidos y transcritos. En 1958 Heidegger se retira del trabajo universitario,
aunque continua participando en seminarios y coloquios hasta 1973.

Martin Heidegger falleció el 26 de mayo de 1976 en Messkirch, donde está enterrado. Ese mismo
año fue publicado el primer volumen de sus Obras completas.

Orígenes de su pensamiento

Precursores

El pensamiento de Heidegger es fruto de diversas fuentes: «se trata de un pensamiento elaborado


en gran parte en diálogo con los antiguos griegos, el pensamiento cristiano, el existencialismo de
Kierkegaard y la fenomenología husserliana, pero también con sus predecesores inmediatos:
Dilthey, Brentano, Bergson; las escuelas neo-kantianas de
Baden y de Marburgo así como bebe de algunos de sus
contemporáneos como Jaspers o Scheler y de los avances de la
lógica matemática (Russell y Frege)».51 ​

Las controversias de Marburgo y el rechazo a las


filosofías dominantes

Para las personas interesadas en los trabajos y conferencias del


joven Heidegger, la principal dificultad radica en su
contextualización, es decir, en cómo entenderlo desde las
discusiones intelectuales de su tiempo sin leer estos trabajos a
la luz de obras posteriores.52 ​

Heidegger rechazó la filosofía dominante de su tiempo, el


neokantismo, aparecido a mediados del siglo xix y al que
reprocha su enorme abstracción. La controversia más célebre Martin Heidegger y Jean Beaufret.
en este sentido fue la mantenida con Ernst Cassirer y que
recibió el nombre de Controversia de Davos. Junto al kantismo,
Heidegger también rechazó el cartesianismo y todas las filosofías basadas en las ciencias positivas
o subyugadas por sus métodos: la antropología filosófica, el psicoanálisis y las filosofías de la vida.
Además, rechazó de Husserl la ambición científica de su fenomenología, optando por una
fenomenología más orientada hacia la Hermenéutica y la experiencia concreta de la vida humana,
que él denomina facticidad.

Por otra parte, Heidegger fue crítico con los principios de la antropología moderna, especialmente
con las nociones de sujeto, de vida y de persona. A lo largo de su obra posterior, el filósofo alemán
mantuvo su crítica hacia el cogito cartesiano, que según él habría olvidado el sentido de ser del «yo
soy».53 ​

Los primeros trabajos

El problema de la historia

Al comienzo del siglo xx, los debates más vivos enfrentaban las tesis del neo-kantismo (Heinrich
Rickert), la sociología (Georg Simmel), los filósofos vitalistas (Wilhelm Dilthey, Karl Jaspers) e
historiadores (Oswald Spengler) acerca de la objetividad de las ciencias históricas. Heidegger
vuelve la espalda a estas cuestiones, encontrando superficiales estas disputas, pues las ideas de la
sucesión de generaciones, la compatibilidad o no entre las culturas, los ciclos históricos o el
sentido de progreso carecían para él de una justificación de base. Así, para Heidegger estas ideas se
basaban en el prejuicio que suponía que hay una realidad originaria dada, que se da como una
base coherente de hechos históricos. Incluso si esta realidad fuera suficientemente estable y
determinada como para constituir el objeto de una ciencia, él estimó que la cuestión filosófica
principal relativa a todas ellas seguía en suspenso.54 ​

El problema de la teología

Françoise Dastur recordó cierta frase de Heidegger:

La filosofía ella misma en tanto que tal es atea cuando se entiende de forma radical,
pues ella misma tiene por objeto de su cuestión la vida en su facticidad, en tanto que
ella se comprende a sí misma a partir de sus propias posibilidades de hacer.
Heidegger55 ​

Esta afirmación intenta explicar el hecho de que el pensamiento filosófico en sí mismo es ya de por
sí un esfuerzo intelectual humano contrario a conceder autoridad total a lo divino como propósito
superior que supedita al individuo a éste; ya que su esfuerzo es conocer el sentido último de la vida
del hombre; su facticidad en tanto que es, por evidencia, la realidad del ser humano y su existencia
en los hechos per se, con independencia de la razón que suponga defender una doctrina filosófica
en particular.

Heidegger reintrodujo la problemática teológica en la filosofía como una forma de crítica a un


aspecto particular de la Metafísica, que él denominó onto-teología. Esta manera de pensar trata la
relación entre el Ser y Dios (como primer principio). Para él, la teología dogmática descansa sobre
un fundamento y un sistema filosófico que no se derivan directamente de los problemas de la
creencia.

Para el filósofo Hans-Georg Gadamer, «al comienzo de los años 20 estaba claro que la crítica de
Heidegger a la Teología oficial de la Iglesia católica y romana le llevó a preguntarse cómo una
interpretación adecuada de la fe cristiana era posible. En otros términos, cómo era posible
defenderse de la deformación del mensaje cristiano en la filosofía griega, que se encontraba en la
base de la neo-escolástica del siglo XX y de la Escolástica clásica medieval. El cristianismo
primitivo», prosigue Gadamer, «hará que se le muestre la metafísica como una suerte de
ignorancia de la temporalidad y la historicidad originarias que se manifiestan a través de la fe
cristiana»56 ​; lo anterior, ya que para el cristianismo la vida natural es sólo una parte de un
entramado que va mucho más allá, y cuyo resultado final es el cumplimiento del propósito divino y
en ello, una vida eterna totalmente trascendente; evidentemente más allá del ámbito de la filosofía
general y griega, específicamente. De ahí que para Heidegger el cristianismo primitivo sea visto
como un testimonio privilegiado contra todas las visiones «tranquilizadoras» de inspiración
religiosa católica y filosófica.

Jean-Claude Gens nota que «Heidegger encuentra en la religiosidad cristiana un acceso hacia lo
que él denominó ciencia originaria de la vida fáctica». El reencuentro con los conceptos primitivos
de la fe cristiana, según Gens, «nutrirá la analítica de Ser y tiempo».57

Además, durante los años que pasó en Marburgo, Heidegger sostuvo un diálogo con la teología
dialéctica protestante, especialmente con el teólogo Rudolf Bultmann. Bajo el impulso de una
nueva lectura de las epístolas de Pablo de Tarso, así como de las obras de Lutero y Søren
Kierkegaard, Heidegger ejerció a través de la analítica de Ser y Tiempo una influencia «decisiva»
sobre la teología protestante, cuyos alcances tendrían que ser objeto de estudio aparte.

Fuentes de inspiración

Nueva lectura de Aristóteles

Para Hans-Georg Gadamer, el peso que tuvo Aristóteles en el joven Heidegger pudo medirse en los
cursos que dio en Marburgo durante los años 1920. Sin embargo, Heidegger proponía una lectura
nueva del estagirita, liberada de todas las interpretaciones escolásticas anteriores.58 ​

En el marco de sus trabajos sobre la fundamentación filosófica de la Lógica, Heidegger descubre


que ya en el mismo Aristóteles, la theoria no es una actividad etérea y separada de la vida y de la
naturaleza intemporal. Justo al contrario, señala el hecho de un Dasein histórico comprometido en
una existencia determinada. Heidegger señala que no fueron ni los antiguos griegos ni el propio
Aristóteles quienes originaron esta ruptura entre teoría y práctica, sino los intérpretes escolásticos,
que la exageraron con su atención desmedida hacia la
Metafísica en detrimento de otros tratados como la Ética a
Nicómaco o el De Anima. Los escolásticos, afirma Françoise
Dastur, habían hecho a Aristóteles «el padre de la Lógica y el
inventor de la cópula», un pensador que habría entendido el
ser a través de la kategoria, reducción a la que Heidegger se
opone, pues califica a Aristóteles de fenomenólogo
anticipado.59 ​

Será necesario, para Heidegger, poner en evidencia el lazo


común entre la teoría y la praxis, tarea que realiza a partir de la
concepción del Dasein como cuidado (en alemán, Sorge). El
filósofo alemán se apoyó en el mismo Aristóteles, quien habría
en cierto modo delineado esta concepción a través del concepto
de la prudencia o Phronesis.60 ​

Heidegger propuso una nueva Por otro lado, con el apoyo del legado aristotélico,nota 3 ​ el
joven profesor en Marburgo pudo innovar en su interpretación
manera de interpretar a Aristóteles.
sistemática de los fenómenos fundamentales de la vida fáctica
(las maneras de comportarse del Dasein), que habían sido
despreciadas anteriormente. Heidegger traslada estas cuestiones al nivel de determinaciones
categoriales, que serán la base de los futuros existenciales o categorías de la existencia en Ser y
Tiempo.

Fuentes religiosas

Varios autores han señalado la importancia de la religión


católica en la gestación del pensamiento heideggeriano. Para
Jean Greisch, la sensibilidad católica de Heidegger le abrió al
carácter trágico y precario de la existencia.62 ​ Gadamer insistió
igualmente en la importancia de los orígenes religiosos de su
pensamiento.nota 4 ​ Marlène Zarader revela en Heidegger una
herencia hebraica que constituiría un lugar impensado en su
filosofía. El privilegio que el filósofo de Messkirch dio en sus
primeros cursos a la fenomenología de la vida religiosa de los
primeros cristianos, sugiere Zarader, tuvo como resultado la
ocultación del legado propiamente judío en el pensamiento
occidental.64 ​ A estas fuentes religiosas antiguas se suma la
influencia más contemporánea de Kierkegaard, poniendo el
acento en las tonalidades afectivas y en la comprensión
heideggeriana de los conceptos de angustia, existencia e
instante.65 ​
Søren Kierkegaard.
Impulso fenomenológico

La fenomenología de Edmund Husserl ofreció a Heidegger un método de exploración de la


realidad y la exigencia de retornar a las cosas mismas. A partir de esto, Heidegger se dio cuenta
de que es en la experiencia más pragmática y más ingenua del mundo donde el ser humano toma
consciencia de sí mismo y de su entorno. Así pues, según Christoph Jamme "la tesis fundamental
es la siguiente: la experiencia del mundo circundante no debe concebirse teoréticamente".66 ​ Se
reconoce la primacía de la cotidianidad ordinaria, donde el Dasein recibe la primera experiencia
concreta del ser de aquello que es.

Los caminos y los medios

El lenguaje y la lógica

«El lenguaje no existe más que allí donde es hablado, es decir, entre los hombres», observa
Heidegger siguiendo a Jean Greisch. Además, añade que el filósofo alemán toma la primera
decisión importante al pasar del lenguaje, cerrado sobre sí mismo, a la palabra viva que se
intercambia. La relación del lenguaje con la existencia es para Heidegger más importante que su
confinamiento en las reglas de la Lógica y de la Gramática. Esto es así hasta el punto de que «la
definición de una «esencia del lenguaje» sería tan problemática como la definición de una "esencia
del hombre"».67

El giro hermenéutico de la fenomenología

Es en el periodo entre 1919-1923, correspondiente a la estancia de Heidegger en Friburgo como


Privatdozent, en el que el joven profesor empieza a proponer un retorno a la experiencia concreta
de la vida para contrarrestar la perspectiva exclusivamente teórica de la filosofía tradicional,
orientando así sus investigaciones hacia la facticidad. Aquí comienza a ver Heidegger la fuente de
todo sentido y la base del filosofar.nota 5 ​

Heidegger abandona en este periodo la pretensión husserliana de desarrollar la Fenomenología


como una ciencia rigurosa apoyada en la lógica. Esta pérdida de su carácter científico, en cambio,
lleva a la filosofía en tanto que auto-comprensión de la vida a su rasgo original en tanto que saber
preteórico.69 ​

La apropiación y transformación de viejos conceptos


Véanse también: Logos, Aletheia y Fusis.

A través de algunos conceptos griegos antiguos como Logos, Aletheia y physis y de la nueva
interpretación de algunos conceptos aristotélicos, Heidegger expone su pensamiento.nota 6 ​ Por
otra parte, en su interpretación del pensamiento griego, Heidegger se apropia de ciertas
determinaciones conceptuales aristotélicas y las transforma e integra en el marco de su analítica
de la existencia.71 ​

Innovación semántica

Heidegger, para volcar mejor su pensamiento en palabras, innova notoriamente con el lenguaje.
De este modo, en sus textos tiende a desviar palabras comunes de su significado habitual, desplaza
el sentido de algunas etimologías (como Alétheia o Dasein), o fuerza algunas construcciones
gramaticales para formar neologismos.

Esta innovación, que constituye por otro lado un freno para su comprensión, ha causado diversas
polémicas. En todos los idiomas, la traducción implica tomar una decisión entre usar un término
común para explicar el concepto, utilizar una traducción literal de la palabra alemana o inventar
un neologismo. En Francia, la traducción de Ser y tiempo de Vezin generó una intensa polémica.
En España, también ha sido extensa la cuestión acerca de la traducción. Así, mientras que en
general se puede decir que la traducción de José Gaos se ciñe más al texto literal, se ha
mencionado también que eso la hace especialmente difícil de comprender frente a la de Jorge
Eduardo Rivera C.72 73
​ ​

Pensar y no filosofar

El propio Heidegger insistió varias veces en que «no hay filosofía de Heidegger», expresando a
menudo su preferencia por el nombre de «camino del pensamiento» (en alemán, Denkweg).

Heidegger se opone al pensamiento tradicional que trata de explicar las cosas a través de causas.
En su lugar, opta por el «venir y dar la bienvenida», el «dejar ser» (Sein-lassen). Hadrien France-
Lanord señala que cuando trata con el concepto de metafísica, el trabajo de Heidegger «puede
comprenderse como una larga labor de abandono» con el fin de dejar que el fenómeno se muestre
en su manera singular.74 ​ A diferencia de sus predecesores, él dio, bajo el nombre de Erörterung,
un lugar concreto para aquello informulado que siempre se reserva y funda la unidad del texto o
del pensamiento.75 ​ Heidegger también destaca de sus predecesores en que él formula una
«verdadera búsqueda de lo no pensado» a lo largo de sus estudios.

Por otro lado, el mismo Heidegger consideró que «el filosofar es el extraordinario preguntar por lo
extraordinario». De esta manera, la filosofía «no se halla en el camino que transitamos» y
«tampoco reside en el círculo de los modos del cuidar o satisfacer necesidades dominantes. Está
fuera de lo ordinario».76 ​De ahí que Heidegger recurra a otra frase de Nietzsche: «El filósofo es un
hombre que constantemente vive, ve, oye, sospecha, espera y sueña... cosas extraordinarias».77 ​

La deconstrucción

Si, tal como dice Heidegger, la pregunta por el «sentido de ser» fue olvidada después de los
griegos, queda por desentrañar otra cuestión relativa a la naturaleza y la solidez de fondo de las
afirmaciones ontológicas que dominan el pensamiento filosófico desde entonces. Así, ¿en qué tipo
de evidencia se basa la idea de «ser» cuando se determina como «presencia subyacente
permanente»? Para Heidegger, siguiendo a Christian Dubois, «este olvido significa la permanencia
incuestionada de un fondo de conceptos ontológicos». Todo preguntar filosófico posterior a este
olvido dejará entonces una filosofía subterránea, orientada previamente por un sentido que parece
evidente y que no lo es en absoluto. De ahí que sea necesario sacar a la luz este fundamento que en
el fondo poco tiene de evidente. Este es entonces el trabajo de deconstrucción (en alemán,
Destruktion) de la tradición, que Heidegger entiende como un desmontaje de piezas.78 ​

El primer despliegue de su pensamiento

Ser y tiempo

El proyecto de Ser y tiempo

Ser y tiempo es el primer resultado del pensamiento de Heidegger y es considerada como una de
las mayores obras de la Filosofía, hasta el punto de que ha sido comparado con la Metafísica de
Aristóteles.nota 7 ​ Sin embargo, es solamente la primera parte de un proyecto que no llegó a
terminarse. Este proyecto partía como la búsqueda del sentido temporal del Ser. Se trataba de
buscar un fundamento sólido para la exploración del sentido unitario del Ser que Aristóteles había
eludido al concluir que la polisemia del concepto era inabarcable. Heidegger trata de desvelar este
sentido unitario a partir de la temporalidad del ser en cuestión, el Dasein. Ya no se define al ser
humano como una naturaleza, una esencia invariable y universal, sino como un poder-ser. La
existencia demuestra su prioridad sobre la esencia con la célebre fórmula del §9 de Ser y tiempo:
«la esencia del Dasein reside en su existencia».80 ​

Pero tal como indicó el propio autor, este intento resultó en un fracaso.81 ​ La tercera sección de la
primera parte, Tiempo y ser, y toda la segunda parte de la obra nunca llegaron a escribirse. De este
fracaso obtiene Heidegger la convicción de que la metafísica es incapaz de atender a su propia
verdad, a saber, la diferencia entre ente y ser.nota 8 ​

No obstante, según fue entregada y leída esta obra, marcó por su novedad un importante giro en la
filosofía occidental, según Lévinas. Se encuentran en él varios conceptos nuevos relevantes para la
historia de la filosofía, tales como Dasein, con sus respectivos modos o formas bajo los cuales
aparece este Dasein en lo cotidiano: Mundo y mundaneidad, ser-en-el-mundo, ser-para-la-
muerte83 ​,ser-eyectado.

El problema de la conjunción del ser y el tiempo fue abordado de nuevo por Heidegger
posteriormente, en su conferencia de 1962 Tiempo y ser. Ahí «Heidegger ya no parte de una
aclaración del sentido de ser [···] sino simplemente de la caracterización del ser como Anwesen,
presencia que atraviesa toda la tradición occidental».84 ​

El punto de partida de la pregunta por el ser

De su lectura de la tesis de Brentano, Sobre la múltiple


significación del ente en Aristóteles, el joven Heidegger había
retenido el hecho de que para Aristóteles «el ser se dice de
muchas maneras», aunque Brentano habría olvidado que,
aparte de su sentido categorial, también estaban los de la
posilidad, actualidad, propiedad y posibilidad.85 ​

Alain Boutot ha señalado que «la obra heideggeriana está


atravesada por entero por una sola y misma cuestión que le
confiere su unidad fundamental: la pregunta por el ser», la
Seinsfrage en alemán.86 ​ En efecto, subraya Boutot, si el ser,
como dice Aristóteles, se dice de muchas maneras, ¿cuál es la
determinación «unitaria» del ser que rige todas sus
significaciones? ¿qué significa ser? Esta pregunta todavía había
guiado las obras de Platón y de Aristóteles, pero con ellos se
extinguió toda investigación real acerca de la misma. Los
filósofos posteriores habrían proseguido en la línea de las Franz Brentano
determinaciones ontológicas que estos dos pensadores habrían
descubierto.

A partir de entonces, la historia de la filosofía occidental aparece como historia de la metafísica,


como la historia del olvido del ser y de la diferencia entre el ser y el ente.87 ​

La cuestión del tiempo

Con el fundamento del tiempo, Heidegger busca establecer que el ser no es solamente en el
tiempo, «temporal» como se dice habitualmente, sino que se identifica con él. Según las propias
palabras de Alain Boutot, traductor de los textos de Heidegger al francés, «el Dasein es no sólo
temporal en su ser, sino que se identifica con el tiempo mismo; no con el tiempo concebido como
una continuación del ahora, sino como una figura más originaria».88 ​ El tiempo ordinario, el
tiempo de los relojes, deriva de la temporalidad propia del Dasein: «Heidegger quiere reservarle
un derecho autónomo al tiempo en tanto que surge de la temporalidad del Dasein».89 ​

Tal como explicó en su conferencia de 1924 El concepto de tiempo, el tiempo «extático» propio del
Dasein se descompone en tres momentos: el «por-venir», el «haber-sido» y el «presente».90 91 ​
En una siguiente conferencia de 1925, Prolegómenos a la historia del concepto de tiempo,
Heidegger señala este tiempo extático como aquel que está en el origen del tiempo «normal». Este
último no es ahora, por lo tanto, más que un tiempo derivado que encuentra su fundamento y su
posibilidad en el primero. Para distinguir este tiempo originario, Heidegger lo califica de
«temporal» o «histórico». Este »ser-ahí», Dasein, es calificado como «temporal», según Françoise
Dastur, «porque él constituye el horizonte unitario del proyecto extático del Dasein».92 ​

La cuestión de la existencia

Tal como explica Marlène Zarader, «el Dasein no puede ser definido ni por aquello que es, ni por
su naturaleza ni por su manera de ser. Tiene una manera específica de ser que es llamada
existencia».93 ​ Por lo tanto, el lugar de la llamada ontología fundamental será ocupado por el
análisis de la existencia del Dasein o, dicho de otro modo, la vida de los seres humanos. En este
análisis espera Heidegger encontrar la base metafísica buscada, «preparatoria para la pregunta
por el sentido de ser» y le llevará a desarrollar un nuevo concepto, el de ser-en-el-mundo.94 ​

El ser-en-el-mundo se presenta como una estructura compleja en movimiento. En efecto, siempre


que se trata de buscar una caracterización del ser humano se busca su relación con una
exterioridad. Pero dado que el ser humano es un ser-en-el-mundo, no es posible pensarlo sin el
mundo.95 nota
​ 9 ​ Así pues, Heidegger intenta unificar estos múltiples momentos en lo que él
denomina cuidado (en alemán, Sorge).

Existencia auténtica e inauténtica

El Dasein, en el cuidado-de-sí, se encuentra con la necesidad de realizar alguna de sus


posibilidades: ser responsable de su existencia que, en este caso, será calificada de «auténtica», o
dejar de lado esa responsabilidad y ser considerado «no-auténtico».97 nota
​ 10 ​La inautenticidad es
el Dasein que se comprende a sí mismo a partir de aquello por lo cual se preocupa y no por su
propio poder-ser-finito.

Una nueva aproximación al ser humano: el Dasein

Con el concepto de Dasein, Heidegger trata de tematizar al ser humano que somos nosotros
mismos, a través de la determinación más esencial, a saber, «el ser que comprende al ser».99 ​ El
ser de este ente va revelando su creciente complejidad a lo largo de la analítica existencial que se
realiza en Ser y tiempo. En el núcleo de este análisis se expone en un comienzo la estructura
fundamental del ser-en-el-mundo en sus diferentes modos: ser-arrojado, ser-para-la-muerte,100 ​
y otros.

Un nuevo enfoque para el mundo


A partir de Ser y tiempo Heidegger rechaza la noción del mundo como totalidad objetiva de entes
o contenedor en el que están todos los objetos. En cambio, el mundo es entendido como la manera
de ser que es propia del ser humano como Dasein, como mundaneidad. Esta mundaneidad
expresa, para Heidegger, aquella característica que hace que el mundo sea mundo.

El segundo despliegue de su pensamiento


Después de la publicación de Ser y tiempo y a lo largo de la década de 1930, se produce en la obra
de pensamiento un cambio, que se denominó con el nombre de giro (en alemán, die Kehre). Si a lo
largo de su primera época Heidegger se acercó a la tradición a la luz de la ontología fundamental,
tras el giro ésta será considerada a partir de la luz del pensamiento del ser.

La pregunta por la verdad

Ya desde Ser y tiempo Heidegger interroga acerca de un concepto clave de la historia de la


metafísica, la verdad. En los textos de Aristóteles esta era definida como una adecuación entre la
idea y la cosa. Esta definición se prestó a lo largo de la historia de la filosofía occidental a distintas
variaciones, pero siempre en torno a la misma relación. Sin embargo, Heidegger empieza a llevar a
cabo un análisis de los textos de la filosofía presocrática. Concretamente, se centra en el concepto
de alétheia (αλήθεια), término usado por estos filósofos para referirse a la verdad. Encuentra que
este concepto no hacía entonces referencia a una relación, sino a la expresión del surgimiento de
una privación. En efecto, en griego clásico, el término «alétheia» se forma al añadir una «a»
privativa al término «lethé».101 ​ Una mutación de esta concepción de la verdad se produjo con la
determinación platónica del ser como idea, tildada por Heidegger como «catástrofe».102 ​

Las épocas de la verdad

El concepto de verdad, después de tomar su forma escolástica, ha sufrido numerosas


metamorfosis a lo largo del tiempo. No obstante, su variación decisiva para el inicio del reinado de
la técnica, es decir, de la Modernidad, se encuentra formulada en los trabajos de Descartes, donde
se establece la primacía de la verdad-certeza que impone a las cosas su sometimiento a la
matemática. De esta forma, conocer se convierte en el medio de asegurarse el poder sobre el
ente.103 ​

Superación de la metafísica y un nuevo comienzo

Tras el fracaso que supuso Ser y tiempo y el episodio del rectorado de 1933, se afirma de nuevo la
necesidad de ir «más allá de la metafísica».nota 11 ​ La problemática del sentido de ser va a ir
dejando lugar al problema de la «verdad del ser», cuyo desvelo irá acaparando cada vez más los
esfuerzos del filósofo.

En cuanto a la idea del «nuevo comienzo», no hay que entenderla en el sentido cronológico o como
un comienzo que sucede a otros comienzos en una cadena causal. Heidegger no apunta hacia una
filosofía de la historia que pueda señalar algún progreso ni algún declive, pues todo eso pertenece
a la metafísica y su necesidad de «calculabilidad».105 ​ El nuevo comienzo tendría su origen en el
origen mismo, permitiendo escuchar la dinámica oculta en la historia del ser. Se trata de dar la
vuelta para poder encontrar otros caminos posibles del pensamiento a partir de la repetición.

La época de la técnica como última fase de la historia del ser


En sus últimos trabajos, Heidegger se impuso la tarea de descubrir los fundamentos metafísicos de
la modernidad. El estudio de estos fundamentos implicaba «abordar el recuerdo interrogativo de
la larga historia de la metafísica» y dar un paso por debajo de la técnica, que sería para Heidegger
una «figura de la metafísica que rige nuestro presente y planifica nuestro futuro».106 ​

Tal como explica Alain Boutot, «el fenómeno fundamental de los tiempos modernos no es para
Heidegger la ciencia, sino la técnica, para la cual la ciencia no es sino una de sus múltiples
facetas». Para Heidegger, la técnica moderna no se limita a su sentido trivial, que sería la puesta
en marcha de procedimientos para obtener un resultado determinado. Más aún, la técnica sería un
desvelamiento en virtud del cual la naturaleza se pone en marcha para liberar una energía.107 ​ La
técnica iría en paralelo a la universalización del pensamiento calculador, «que planifica todo lo que
es y que desde el principio concibió a la naturaleza como un gran mecanismo».103 ​ De esta
manera, la técnica entonces no tiene un sentido solo tecnológico, sino que posee también una
significación ontológica, que caracteriza el tipo de relación que se establece entre el ser humano
moderno y el mundo de su entorno.107 ​

En su curso sobre Nietzsche, Heidegger va a explorar esta voluntad de calculabilidad en el


concepto de nihilismo que utiliza Nietzsche y cuyo reinado comienza también con el nacimiento de
la metafísica.108 ​En esta historia de la metafísica, la última etapa, la de la técnica moderna, dibuja
un ser humano cada vez menos dueño de sí mismo y cada vez más puesto en evidencia por el
Gestell.nota 12 ​

Un humanismo extraño

El hombre vive en el poeta

En sus obras de madurez, Heidegger inaugura un humanismo


del habitar, en una especie de retorno al ethos clásico (en
griego, ἦθος) que opone al humanismo tradicional que
pregunta por la esencia del hombre. En cambio, la pregunta
por el ser humano «va a brillar por su ausencia». El propio
Heidegger calificó este humanismo como «una extraña suerte
de humanismo» (en alemán, ein Humanismus seltsamer Art).
109 ​

Al mismo tiempo, en su Carta sobre el humanismo, Heidegger


destaca la importancia que recibe aquello que él denomina la
«casa del lenguaje», el «habitar» la palabra en tanto que
verdad del ser. Para el lenguaje, «el hombre vive como poeta»,
El pastor, grabado de Victor según una expresión que el filósofo retoma del poeta alemán
Dedoncker.
Hölderlin.110 ​ Pero el lenguaje debe permanecer en la verdad
de su esencia y no deteriorarse hasta el punto de convertirse en
un mero instrumento de comunicación, en cuyo caso el destino del hombre de hoy seguiría
estando sin guardia, sin verdad y sin nombre en la medida en que la palabra ha dejado de ser
nuestro hogar y se ha convertido en una herramienta.111 ​

En el mismo texto, Heidegger emplea la metáfora del pastor para expresar la manera en que el ser
humano pierde su carácter egocéntrico para convertirse en su Dasein, un lugar donde puede
acontecer el ser y se convierte en guardián de la verdad del mismo.

El hombre errante
En su libro Introducción a la Metafísica, publicado en 1953, Heidegger sostiene que el ser humano
se encuentra por esencia Unheimlich, es decir, sin hogar o sin abrigo, indefenso y arrojado a las
inclemencias del ser.112 ​ Heidegger habría llegado a esta tesis tras haber leído a Sófocles, en
especial Edipo rey. Esta interpretación es retomada con fuerza en la Carta sobre el
humanismo.110 ​ Boutot por su parte indica que, para Heidegger, «el errar no puede atribuirse a la
falibilidad humana o a la carencia de atención [···] la ocultación pertenece a la esencia originaria
de la verdad».113 ​

Un mundo se entrega para ser visto

La obra de arte como desvelamiento

En El origen de la obra de arte (en alemán, Der Ursprung des Kunstwerkes), Heidegger relaciona
la esencia del arte a la del ser. Heidegger le da la vuelta al enfoque tradicional de la Estética que se
centra en el gusto, que «no aparece más que con la metafísica y precisamente con Platón».114
También insiste Heidegger en la necesidad de «deshacernos [···] de los conceptos platónicos y
aristotélicos que, desde el fondo de una larga historia, dirigen el acercamiento a las obras y su
precomprensión».115 ​ La destrucción de los presupuestos de la Estética, que trata de acceder a la
obra de arte para considerarla desde ella misma, es parte de la destrucción de la historia de la
ontología.

Para Heidegger, «la ciencia estética no atiende a lo propio del arte, porque [···] la obra de arte
nunca presenta nada, por la simple razón de que no tiene nada que presentar».116 ​ Así, el filósofo
alemán propone una nueva forma de abrir lo artístico. La obra de arte se convierte de este modo en
un poder que instala un mundo. La verdad del ser que se expresa allí ya no es producido por el
conocimiento humano, sino por la alétheia, por la revelación.

La poesía de Hölderlin

A partir de los años 1930 y hasta el final de su vida, Heidegger dedicó numerosos estudios y
trabajos a la poesía y, en concreto, a la obra de Friedrich Hölderlin. El filósofo considera al poeta
alemán como «el poeta de los poetas y de la poesía» («der Dichter des Dichters und der
Dichtung», en alemán) e incluso «el poeta de los alemanes». Además, como resulta «difícil» y
«arcano» («Verborgene»), su poder no se ha convertido en el poder del pueblo alemán y «como no
lo es, debe llegar a serlo».117 ​

Hablar de Hölderlin es para Heidegger hablar de política en su significado más alto, porque «los
poetas crean el lenguaje».118 ​

Críticas y principales controversias


Resumen de la sección La obra y la figura de Heidegger no solo generaron
admiración, sino también polémicas y discusiones que
Para Husserl, Heidegger abarcaron distintos aspectos de las mismas.
traicionó a la
fenomenología
Helmuth Plessner y la Para Husserl, Heidegger traicionó a la
crítica de la analítica fenomenología
existencial
Ernst Cassirer y la defensa
del racionalismo
Rudolf Carnap y la lógica Para Husserl, el discurso
del lenguaje sobre el Ser es lo mismo
Emmanuel Levinas y la que la instalación en la
reivindicación ética actitud natural
Michel Henry y la fenomenológica, tal como
complejidad del mundo de hace notar Gérard
la vida Granel. ​119 nota 13 ​ En los
Paul Ricoeur márgenes de su ejemplar
Hans-Georg Gadamer de Ser y tiempo, el
Pierre Bourdieu fenomenólogo anota:
«Heidegger traspone la
elucidación [···] de todas
las regiones del ente y del universal, la región total del mundo,
al orden de la antropología. Toda la problemática se transfiere:
al ego le corresponde el Dasein, etc. De ahí que todo tome una
profundidad de significado llena de oscuridad».120 ​ No
Edmund Husserl en 1900.
obstante, según Hadrien France-Lanord, esta lectura responde
a una malinterpretación del término Dasein, que es simple y
llanamente asimilado a la realidad humana. De ahí que Husserl llegara a creer que Heidegger
estaba en camino de trazar una nueva antropología. Según Robert Brisart, Heidegger busca, en
contra del reproche de Husserl, «mostrar que no es en el comportamiento cotidiano donde el
Dasein puede encontrar su camino hacia la comprensión auténtica de su existencia».121 ​

A este reproche, Heidegger responderá que el ego trascendental de su maestro no es más que un
«subjetivismo trascendental» y que solamente él, al retomar la pregunta por el ser que llevaba
tanto tiempo abandonada, pudo salir de la perspectiva antropológica que impregna todo el
pensamiento filosófico desde Descartes. Heidegger utilizará este mismo argumento frente a
quienes quieran situarlo junto a la filosofía de la existencia (die Existenzphilosophie) al lado de
Kierkegaard, Jaspers y Sartre.122 ​

Por otra parte, Heidegger recalcó en una carta a Husserl las diferencias filosóficas que lo separaron
del pensamiento de su maestro a partir de 1927:

Dicho de otro modo y siguiendo a Heidegger, la investigación fenomenológica no debería tratar


tanto de las experiencias de la conciencia como del ser para el que se puede hablar de tales
experiencias, y que por lo tanto es capaz de fenomenalizar lo existente.

«Estamos de acuerdo en el punto en que el ser, en el sentido de lo que ustedes llaman


«mundo», no puede ser iluminado en su constitución trascendental volviendo a un ser
del mismo modo de ser. Pero esto no significa que lo que constituye el locus de lo
trascendental no sea en absoluto nada del ser. Por el contrario, el problema que surge
inmediatamente es saber cuál es el modo de ser del ser en el que se constituye el
«mundo». Este es el problema central de Ser y tiempo; es decir, una ontología
fundamental del Dasein».
Heidegger, carta a Husserl del 22 de octubre de 1927

Helmuth Plessner y la crítica de la analítica existencial

Ya desde 1928 en su libro Los grados de lo orgánico y el hombre, Helmuth Plessner se desmarcó
explícitamente de la analítica del Dasein propuesta por Heidegger, al considerar que esta excluía la
vida en favor de la existencia.123 ​ La raíz de la polémica procedía del debate dado a principios del
siglo xx en torno a la posibilidad de la existencia de una «antropología científica» que pudiera
aclarar todas las determinaciones de la existencia humana. Plessner, basándose en los trabajos de
la biología de su época, considera que hay naturalidad en la capacidad del hombre para
transformar su entorno en un entorno cultural. Plessner argumenta que «la vida contiene una de
sus posibilidades, la existencia», y que no hay un profundo desacuerdo en el análisis del Dasein
sobre este punto dado por sentado de la primacía de la vida.

No obstante, para Heidegger el malentendido es otro. Radica en la posibilidad de una


«antropología científica», concepto que considera ambiguo, ya trate la definición del ser humano
como un ser entre otros seres y, por lo tanto, una simple ontología regional; o como un cierto ser a
la manera cartesiana que implica a la subjetividad humana como su fundamento. En cualquier
caso, Heidegger niega la pretensión de la antropología científica de ser un fundamento del
pensamiento filosófico. En palabras del filósofo germano, en este caso la antropología se convierte
en una especie de «vertedero» para todas las cuestiones no resueltas.124 ​

Plessner amplía posteriormente su crítica y subraya el carácter ahistórico de la analítica


existencial, con las consecuencias que esto conlleva. Para Plessner, Heidegger solo estaría
proponiendo definiciones «neutrales» de la existencia humana, a partir de las cuales no se puede
elaborar ningún análisis político ni tomar ninguna decisión respecto a una coyuntura histórica o
política. Añade Plessner que la esencia del hombre no existe ni cabe en ninguna definición, porque
está llamado a determinarse a sí mismo en la historia, históricamente y según las situaciones en las
que se convierte en lo que ha decidido ser. Siguiendo con este razonamiento, el ser humano no
podría estar contenido en «ninguna definición neutral de una situación neutral». En 1931 y tras el
avance de los nacionalsocialistas en las elecciones de 1930 escribe Poder y naturaleza humana. En
esta obra, insta a la filosofía a despertar de su sueño y a dejar de creer que puede captar el
«fundamento» del hombre. Aplica un concepto de historicidad que le lleva a creer que hay que
aventurarse en el ámbito de la política y asumir la responsabilidad de enfrentar sus peligros.

Según Plessner, la política funciona de una forma «maquiavélica» como «el arte del momento
favorable, de la oportunidad favorable», aquello que los griegos llamaban kairós. Por lo tanto, en
1931 el imperativo del filósofo sería captar la dimensión política que construye al ser humano, con
la pertenencia a un pueblo como rasgo distintivo y con la respectiva importancia de la
nacionalidad (Volkstum, en alemán). Otra crítica dirigida por Plessner a Heidegger es que queda
descuidada la nacionalidad, base de todos los problemas políticos de un pueblo. El hombre solo
existiría en el horizonte de su pueblo. Según Plessner, la filosofía de la autenticidad no hace más
que ampliar la brecha, tradicional en Alemania, entre «una esfera privada de salvación del alma y
una esfera pública de poder». Heidegger estaría promoviendo así la indiferencia en la política.

Ernst Cassirer y la defensa del racionalismo

La conferencia de Davos de 1929 dio lugar a un famoso debate


entre Ernst Cassirer, de tradición racionalista, y Heidegger. El
debate giró en torno a la interpretación del kantismo y el lugar de
la angustia y la finitud. Lo que Heidegger planteaba como una
situación intransitable, para Cassirer podía ser trascendido en la
infinita sucesión de formas intelectuales y en el avance ético
hacia los valores inteligibles y universales.

Cassirer se había erigido como uno de los líderes de la escuela de


Marburgo, uno de los focos del pensamiento neokantiano. El
kantismo sostiene que la razón es incapaz de entender el mundo
tal como es. De ahí establece su consecuencia revolucionaria: la
verdad última sobre el mundo será por siempre inaccesible al
pensamiento, de acuerdo con el mantra kantiano por el cual «no
Ernst Cassirer se puede conocer la cosa en sí». En la Crítica de la razón pura,
Kant afirma que el conocimiento del mundo está limitado por las
«categorías a priori del entendimiento». En otras palabras:
nuestro conocimiento está moldeado por marcos mentales que preexisten a toda experiencia.
Estos son el espacio y el tiempo. Por lo tanto, la percepción del tiempo (lineal), el espacio
(tridimensional) o la causalidad (todo tiene una causa que lo precede) puede no reflejar la
naturaleza profunda del mundo, sino más bien expresar la estructura de nuestra mente. Este es el
significado de la revolución copernicana inaugurada por Kant.

Ernst Cassirer tuvo la intención de darle otra vuelta de tuerca al enfoque kantiano. El filósofo de
Königsberg estaba especialmente interesado en la capacidad y los límites de la «razón pura». Sin
embargo, nuestro conocimiento proviene también de otras formas como el lenguaje, el mito o el
arte, que Cassirer agrupa bajo la denominación de «formas simbólicas». Por ejemplo, para el ser
humano, el agua es también una idea y un término que remite a otras palabras: la frescura, la
pureza, el mar, la vida, etc. A su vez, mientras que la serpiente es para el ratón una amenaza
mortal, para el ser humano pone en juego más elementos que esos. Evoca también el veneno o la
tentación, por ejemplo. Según Cassirer, es a través de estos juegos y correspondencias como los
mitos y la poesía funcionan. El símbolo, según el filósofo neokantiano, abre el pensamiento
humano a la creatividad y a la libertad sin fin, estableciendo así la frontera entre el ser humano y el
animal.

Por su parte, Heidegger mantenía una concepción más ruda sobre el ser del hombre, en tanto que
lo entendía como un ser-arrojado y un ser-para-la-muerte125 ​ inmerso en el tiempo, luchando
con su libertad, su finitud y su muerte.126 ​ De ahí que se diera este debate sobre la naturaleza del
ser humano, sobre si el pensamiento puede reducirse al lenguaje y a las formas simbólicas de
Cassirer; o si más bien está anclado en la imagen y percepción del tiempo, tal como pensaba
Heidegger.127 ​

Rudolf Carnap y la lógica del lenguaje

En 1931, Rudolf Carnap tomó las ideas desarrolladas por Wittgenstein en su Tractatus logico-
philosophicus para examinar Ser y tiempo. Desde esta óptica, llegó a la conclusión de que en
muchos casos se trataba de afirmaciones sin sentido, una pseudopropuesta «que contiene palabras
sin significado». Esta polémica dará lugar a una oposición duradera entre Heidegger y Carnap.
Hasta 1964, Heidegger todavía hablaba de «dos posiciones de antagonismo extremo» en la
filosofía contemporánea.128 ​

Emmanuel Lévinas y la reivindicación ética

Según Emmanuel Lévinas, Heidegger estaría llevando la ontología hacia la ontología de la


naturaleza al exaltar la relación pre-técnica del hombre con la naturaleza, como un poder
impersonal y sin rostro y conduciendo fatalmente a la tiranía. En Heidegger, Gagarin y nosotros,
artículo incluido en Difícil libertad, Lévinas muestra su convicción de que Heidegger mantiene
una opinión negativa sobre todo lo que el ser humano ha aportado a la naturaleza.129 ​

En Totalidad e infinito, Lévinas describe al ser humano como una relación con el mundo
vertebrada esencialmente por la sensibilidad, el disfrute y el juego. Esta relación sería extraña a la
finalidad y al utilitarismo que el Dasein heideggeriano ignoraría en su estar-en-el-mundo lleno de
significado. Aquí el mundo de las cosas, dice Lévinas, no se ordena en torno a una finalidad
(producir un objeto, satisfacer una necesidad), sino ante todo en y a través del disfrute que las
cosas pueden proporcionar. Para Lévinas, hay goce en la absorción de los alimentos antes de su
necesidad biológica, como lo hay en el estudio antes de la graduación e incluso en el sufrimiento
del huelguista de hambre que se alimenta de la compasión pública. La sensibilidad y el goce están
antes que toda intencionalidad y representación y Lévinas agrega que «es curioso que Heidegger
no tenga en cuenta la relación de goce».130 ​
Finalmente, desde la prioridad que le otorga a la ética sobre la
ontología fundamental, Lévinas atribuye a lo que él llama
«responsabilidad por los demás» el papel impulsor en la
constitución del sujeto autónomo y en el nacimiento de la
conciencia de sí mismo que está desde el principio «en deuda».
Heidegger habría confiado este papel en primer lugar a la
anticipación de su muerte por el Dasein.

Gérard Bensussan ha distinguido una diferencia esencial entre


la «angustia heideggeriana» y la «preocupación levinasiana»:
si la angustia sitúa al Dasein frente a sí mismo y se revela a sí
mismo, la preocupación lo «desapropia», lo aparta de ser más
absoluto y lo pone en presencia de la nada, del desierto
humano de su ser-en-el-mundo, de manera irreparable.131 ​

Michel Henry y la complejidad del mundo de la


vida Emmanuel Lévinas.

Michel Henry le recriminó a Heidegger la manera en que


utilizó el pensamiento de Descartes. Para Henry, el filósofo alemán habría distorsionado en
Nietzsche II el significado del cogito al asimilar el cogitare y el percipere, reduciendo lo
representado a un ser disponible frente a uno mismo. Esta reducción habría permitido a
Heidegger continuar su argumento sobre el camino de la metafísica hacia la primacía absoluta de
la subjetividad.132 ​

Hans-Georg Gadamer

Hans-Georg Gadamer fue un filósofo célebre, discípulo y amigo


personal de Heidegger. En Los caminos de Heidegger ofrece
un testimonio excepcional sobre el pensamiento de su maestro,
así como un diálogo con el mismo lleno de dudas y con
confrontaciones de alto nivel.

Paul Ricoeur

Paul Ricoeur, basándose en la obra de Spinoza, afirmó que la


filosofía es una meditación de la vida y no de la muerte, como
sostenía Heidegger. Este habría tomado un camino erróneo al
situar al Dasein en una proyección determinada por el
horizonte de la finitud.133 ​

Gadamer fue uno de los máximos


Pierre Bourdieu exponentes de la filosofía
hermenéutica.
En 1975, el sociólogo francés Pierre Bourdieu realizó un ataque
contra Ser y tiempo basándose en un análisis léxico de la
obra.134 ​

Notoriedad e influencia
A propósito de Heidegger, Gadamer hablará de una sucesión de pensamientos y caminos nuevos,
ejerciendo una influencia «sofocante» sobre la filosofía europea del siglo xx.135 ​ Además, entre el
alumnado de Martin Heidegger se incluyeron personalidades tan relevantes en la filosofía como
Hannah Arendt, Leo Strauss, Emmanuel Levinas, Jean Wahl, Hans Jonas, Herbert Marcuse, Max
Horkheimer, Oscar Becker, Walter Biemel, Karl Löwith, Hans-Georg Gadamer, Eugen Fink, Jan
Patočka o Peter Sloterdijk.

Ha sido ampliamente reconocida la importancia que tuvo Heidegger en corrientes como la


Fenomenología o la Filosofía posmoderna. Numerosos filósofos y filósofas de renombre en Europa
recibieron la influencia del pensamiento y la obra de Heidegger. En Italia es el caso de Giorgio
Agamben, Gianni Vattimo, Massimo Cacciari y Ernesto Grassi entre otros. En Alemania, Ernst
Tugendhat y Peter Sloterdijk; en España se encuentran José Ortega y Gasset, Xavier Zubiri y
Julián Marías; en Grecia Kostas Axelos; en Rumanía Alexandru Dragomir. En los Estados Unidos
y Canadá son igualmente numerosos los pensadores que, como Stanley Cavell, Richard Rorty y
Charles Taylor, se han referido a Heidegger y han reconocido su influencia. Emmanuel Lévinas
hablaba en este sentido de que todo investigador contemporáneo tiene con Heidegger «una deuda
que se le reconoce, en muchas ocasiones, a disgusto».136 ​ En otro sentido, la «presencia
permanente de Heidegger en la filosofía contemporánea es», para Rodríguez García, «uno de los
rasgos más admirables y enigmáticos de su figura».137 ​

La recepción de la obra heideggeriana en la filosofía analítica ha sido, sin embargo, diferente. Los
contemporáneos analíticos de Heidegger consideraron que tanto el contenido como el estilo de Ser
y tiempo como la peor manera de hacer filosofía.nota 14 ​ No obstante, también hubo algunos
filósofos analíticos que mostraron una opinión favorable acerca de Heidegger. Es el caso de Gilbert
Ryle, quien afirmó que

se muestra como un pensador de importancia real por la inmensa sutileza y búsqueda de su examen de
conciencia, por la audacia y originalidad de sus métodos y conclusiones, y por la energía [···] con la que
trata de pensar detrás de las categorías de valores de la filosofía y la psicología ortodoxas
—Gilbert Ryle139

Por otro lado, algunos de los grandes nombres de esta corriente han sido influenciados por
Heidegger, como por ejemplo Richard Rorty.

Influencia de Heidegger en España y Latinoamérica

La primera traducción al castellano de Ser y tiempo fue llevada


a cabo por José Gaos en 1951 mientras residía en México.140 ​
Esta traducción destacó, aparte de por ser la segunda a otro
idioma después del japonés, por ser «incluso demasiado fiel» al
texto original.141 ​ Una segunda traducción al castellano fue
llevada a cabo por Jorge Rivera en 1997, con el propósito de
hacer más comprensible el complicado lenguaje de
Heidegger.141 ​

Los ambientes filosóficos latinoamericanos mostraron un


mayor entusiasmo que sus homólogos europeos respecto a la
obra de Heidegger. Tras la Guerra civil española y el
consiguiente exilio republicano, la influencia se volvió más
fuerte por la llegada a Latinoamérica de filósofos como José
Gaos, Ferrater Mora, García Bacca y García Morente. Estos a su
Ortega y Gasset.
vez habían recibido la influencia de Ortega y Gasset y la tarea
divulgadora de la Revista de Occidente. Esto permitió una mayor difusión de la fenomenología y la
filosofía alemana en países como México, Argentina o Venezuela.142 ​

A las traducciones e influencias de los exiliados, pudieron sumarse las de jóvenes


hispanoamericanos que pudieron asistir a los cursos de Heidegger en Alemania. Entre estos se
produjeron principalmente dos lecturas de la obra del filósofo alemán. La primera de ellas era la
lectura existencialista, pregnante entre Carlos Astrada, José Salas Subirat, Leopoldo Zea o
Humberto Piñera Llera. Un segundo tipo de lectura estaba constituida por un mayor eclecticismo,
aceptando algunas ideas y rechazando otras. Esto derivó en dos vertientes, entre quienes tomaron
a Heidegger para «reelaborar un pensamiento católico», como Wagner de Reyna u Oswaldo
Robles; y quienes quisieron comenzar una filosofía del «ser latinoamericano», como Samuel
Ramos o José Romano Muñoz.143 ​

También existió cierto rechazo a las ideas del filósofo alemán. Parte de este rechazo se sustentó en
la actitud política de Heidegger durante los años 30. Este rechazo se plasmó en trabajos como los
de José Vasconcelos o Víctor Farías. También se produjo cierto rechazo a partir de argumentos
filosóficos de corte neokantiano, presentes en filósofos como Francisco Romero, Francisco Larroyo
o Antonio Gómez Robledo.144 ​

Por otro lado, a su llegada y recepción en España, la obra de Heidegger encontró una crítica feroz
entre los filósofos de corte marxista, sobre todo a través de la figura de Manuel Sacristán. Este
dedicó una tesis doctoral a la crítica de Heidegger, considerando al filósofo de Messkirch y su obra
como sendos ataques al racionalismo.145 ​ En paralelo en la filosofía latinoamericana, a partir de
los años 1950 el efecto de la Revolución cubana se hizo notar con el auge del marxismo. Este
pregnó aquí sobre todo en la llamada Filosofía de la Liberación que, en general y junto con el
neomarxismo, rechazó las filosofías de Heidegger y el joven Sartre como filosofías burguesas. No
obstante, esta tendencia fue declinando posteriormente.146 ​

Influencia de Heidegger en Francia

En 1937 se produce la primera traducción al francés de una


obra de Heidegger, cuando Henry Corbin tradujo Was ist das
Metaphysik? (del alemán, ¿qué es la metafísica?). Sin
embargo, ya en 1930 Lévinas había contribuido a introducir la
Fenomenología en Francia al traducir las Meditaciones
cartesianas de Husserl y, por su parte, Sartre contribuyó a dar
a conocer también a Heidegger con la publicación en 1943 de El
ser y la nada.147 ​ Francia ha sido además el lugar donde más
ha pregnado el pensamiento de Heidegger.nota 15 ​ En este
sentido, Lévinas atribuye a la obra de Henri Bergson el mérito
de haber preparado el ambiente intelectual francés para la
recepción de la fenomenología heideggeriana.149 ​

No obstante, el primero en mencionar en Francia la


importancia de Ser y tiempo fue Georges Gurvitch, en un curso
que dio en la Facultad de Letras de París. A pesar de ello, no fue
hasta el final de la Segunda Guerra Mundial cuando empezó a
mostrarse con toda su influencia. Desde esta época, Heidegger Heidegger fue especialmente
se convirtió en un pensador al que se refirieron muchos influyente en la filosofía
pensadores y pensadoras desde distintas corrientes o posmoderna y, dentro de ella, en
disciplinas: Jacques Derrida.
desde la perspectiva fenomenológica y las filosofía de la existencia: Jean-Paul Sartre, Maurice
Merleau-Ponty, Alexandre Kojève, Paul Ricœur, Emmanuel Levinas, Michel Henry, Jean-Luc
Marion y Claude Romano;
en la perspectiva de la deconstrucción de la metafísica: Jacques Derrida, Jean-Luc Nancy,
Philippe Lacoue-Labarthe y Gérard Granel;
en el contexto de los estudios aristotélicos: Pierre Aubenque, Rémi Brague y Jean-François
Courtine;
en los estudios acerca de Platón: Jean-François Mattéi;
desde el estructuralismo: Foucault y Althusser;
desde el marxismo: Herbert Marcuse.
en psicoanálisis: Jacques Lacan;
en el ámbito de la literatura: Maurice Blanchot, Georges Bataille, Maurice Clavel, Roger
Munier, Michel Deguy o René Char;
en antropología: Albert Piette y Remo Guidieri;
en teología: Emmanuel Falque.

Influencia de Heidegger en Japón

En Japón la obra de Heidegger era ya conocida en 1924,


cuando se realizan los primeros comentarios acerca de sus
trabajos. Muchos estudiantes de Kitarō Nishida y de la Escuela
de Kioto acudieron en esta época a Alemania para formarse,
llegando a conocer así la fenomenología, ya sea trabajando con
Husserl o directamente con Heidegger. Este fue el caso de
Tokuryu Yamanouchi, que en 1921 tras volver a Japón fue el
primero en introducir el concepto de fenomenología en su país.
Hajime Tanabe, por su parte, llegó a Alemania en 1922 y, tras
haber trabajado con Alois Riehl, se unió a Husserl en Friburgo
y allí conoció a Heidegger, a quien consideró hasta el final de su
vida como el mayor filósofo desde Hegel. Kiyoshi Miki, quién
también acudió al país germánico en 1922, investigó primero
junto a Heinrich Rickert y se trasladó a Marburgo en 1924. Allí
compartió numerosas conversaciones con Heidegger. El primer
libro de Hiyoshi Miki, publicado en Japón un año antes que Ser
y tiempo, ya contiene muchas nociones de la idea del Dasein y Heidegger fue una gran influencia
en la filosofía japonesa. Filósofos
de los análisis de Heidegger del ser-para-la-muerte.150 ​Otro de
japoneses como Hajime Tanabe y
los filósofos japoneses influidos por los trabajos y los diálogos
Keiji Nishitani estudiaron con él
con Heidegger es Keiji Nishitani.
durante varios años. La obra
conmemorativa de la ciudad de
Entre los japoneses que han estudiado de cerca la obra del
Messkirch Japón y Heidegger
filósofo de Messkirch se encuentra Tetsurō Watsuji, quien en
recoge importantes documentos
1930 publicó una crítica del Dasein en la que reprochaba a
sobre esta relación.
Heidegger haber considerado solo el tiempo, dejando de lado el
espacio. Puede explicarse la receptividad de la filosofía
japonesa a la obra de Heidegger debido a que este último
siempre se mostró abierto a modelos de pensamiento distintos de los de la filosofía occidental, que
consideraba eurocéntrica.151 ​

Recepción en los Estados Unidos


Eran numerosos los estudiantes norteamericanos que durante los años 1930 acudían a los cursos
de Heidegger. Estos fueron los primeros en expandir su pensamiento hacia los Estados Unidos,
pero también los primeros en mantener una mirada crítica. Esta tibia recepción se vio, por su
parte, reflejada en la postura crítica de Heidegger contra los Estados Unidos y el americanismo, a
quienes les atribuía algunos de los peores aspectos de la Modernidad.152 ​

La primera traducción al inglés de Ser y tiempo data de 1962. En su guía de lectura del libro,
William Blattner sostiene que los primeros lectores anglófonos descubrieron a Heidegger tras la
Segunda Guerra Mundial a través de la lectura de Sartre, cuando era fuerte en su obra la influencia
de Ser y tiempo; solo mucho más tarde harían una lectura autónoma de este libro, lo que llevaría a
los lectores estadounidenses a analizar el contenido de Ser y tiempo de forma diferente.153 ​

Recepción en el mundo árabe e islámico

La recepción de Heidegger se manifiesta en la obra de varios filósofos, teólogos e historiadores de


la filosofía y el arte del mundo árabe-musulmán desde el siglo xx. Es el caso de, entre otros,
Charles Malik, Abdurrahman Badawi, Ahmad Fardid, así como Fethi Meskini, Ismail El Mossadeq,
Reza Davari Ardakani o Nader El-Bizri. La presencia del pensamiento heideggeriano en los
movimientos filosóficos islámicos y árabes abre nuevas trayectorias de su influencia en tradiciones
distintas a la de la filosofía europea. En el pensamiento filosófico del mundo árabe e islámico, han
llamado la atención los debates filosóficos que Heidegger plantea en torno a la existencia, la
divinidad, la hermenéutica, la crítica de la metafísica y sus reflexiones en torno a la cuestión de la
técnica.154 ​

Heidegger y el nazismo
Heidegger fue miembro del Partido nazi entre 1933 y 1944, aunque al
cabo de apenas unos meses se retiró de toda actividad política.155 ​El
grado de implicación de Heidegger en el Tercer Reich y la influencia
de las teorías nazis en su pensamiento fueron objeto de numerosos
debates y polémicas. Estos marcaron la importancia atribuida al
pensador alemán dentro de la Filosofía. Por otro lado, entre los
especialistas, la relación de Heidegger con el nazismo ha sido un
tema de discusión en el cual no existe el consenso. Se formaron dos
grupos opuestos en estos debates: La filósofa alemana Hannah
Arendt.
sus defensores: Hannah Arendt, Walter Biemel, Otto Pöggeler,
Jan Patočka, Jean Beaufret, Marcel Conche, Jean-Luc Nancy,
Julian Young, Jean-Claude Gens, Silvio Vietta, François Fédier o
Pascal David;
sus detractores:Jürgen Habermas, Theodor W. Adorno, Hans Jonas, Karl Löwith, Michel
Onfray, Pierre Bourdieu, Maurice Blanchot, Emmanuel Levinas, Richard Rorty, Luc Ferry, Alain
Renaut, Víctor Farías, Emmanuel Faye, Dionys Mascolo, Jacques Derrida, Jean-François
Lyotard, Philippe Lacoue-Labarthe, Walter Benjamin, Mehdi Belhaj Kacem o François Guéry.

También ha habido historiadores que, sin querer atacarlo o defenderlo directamente, han estado
interesados en la relación de Heidegger con el nazismo. Es el caso de Raul Hilberg,156 ​ Hugo
Ott,157 ​ Bernd Martin,158 ​ Domenico Losurdo159 ​ o Guillaume Payen.160 ​ Para este último, «el
mayor problema historiográfico» no es si Heidegger era nazi, sino más bien qué es aquello que el
nazismo de este filósofo nos permite entender sobre el nazismo en general. Heidegger es
interesante para estudiar la fuerza de adhesión del NSDAP y sus resortes, partiendo de una
aparente paradoja: ¿por qué un filósofo tan sutil y exigente fue subyugado por un movimiento
populista y anti-intelectualista que no se dirigía a sus semejantes sino a los plebeyos
intelectuales?161 ​

Heidegger, en una carta citada por Derrida, trató de explicar su postura:

Creía que Hitler, después de asumir la responsabilidad de todo el pueblo en 1933, se atrevería a romper
con el Partido y su doctrina, y que todo se reuniría en el campo de la renovación y de la responsabilidad
de Occidente. Esta convicción fue un error del que me percaté con los eventos del 30 de junio de 1934.
En 1933 yo había intervenido para decir sí a lo nacional y social (y no al nacionalismo) y no a los
fundamentos intelectuales y metafísicos en los que se basaba la biología de la doctrina del Partido,
porque lo social y lo nacional, tal como yo los veía, no estaban esencialmente ligados a una ideología
biologicista y racista.
—Heideggernota 16

En 2005 se publica el ensayo de Emmanuel Faye Heidegger: la introducción del nazismo en la


filosofía, donde pretende abrir nuevas perspectivas de investigación que permitan cuestionar las
explicaciones de Heidegger sobre su implicación política. Faye utiliza numerosos extractos de sus
seminarios inéditos entre 1933 y 1935 para intentar demostrar el nazismo de Heidegger. Este
trabajo generó una intensa polémica y numerosos artículos de respuesta. Para Faye, la visión
humanista y existencialista de Heidegger habría contribuido a enmascarar la ideología política de
Heidegger que, de manera críptica, estaría impregnando toda su filosofía.155 ​

Por su parte, los defensores de Heidegger denunciaron estos análisis como interpretaciones
erróneas y sesgadas de su filosofía, que habría llegado incluso a constituir una forma de
«resistencia espiritual» al nazismo.162 ​

Debate sobre el antisemitismo en los Cuadernos negros

En 2014 comenzaron a publicarse los cuadernos privados de Heidegger, llamados colectivamente


Cuadernos negros. Bajo este nombre, elegido por el propio filósofo, se conoce a un conjunto de
treinta y cuatro cuadernos manuscritos con cubierta de tela negra que contienen diversos textos
escritos aproximadamente entre 1931 y 1976. Esta publicación permitió arrojar nueva luz acerca
del llamado «antisemitismo de Heidegger» y su relación con el nazismo. Según France-Lanord,
esta colección de unas 1 .200 páginas contiene «una quincena de pasajes [···] en los que son
evocados los judíos y el judaísmo de una manera varias veces chocante, a veces lamentable a la
vista de la persecución que sufrían los judíos en los momentos en que estas líneas fueron
escritas».163 ​

Para Donatella Di Cesare «la novedad en los Cuadernos negros es que el antisemitismo posee
relevancia filosófica y se inscribe en la historia del Ser».164 ​ Del mismo modo, para Juan José
Garrido Periñán, desde la publicación de los cuadernos se hace «imposible pensar a Heidegger
como alguien ajeno al nazismo y la ideología antisemita».165 ​ Para Santiago Navajas, en «los
Cuadernos negros, [se] decanta finalmente la balanza del lado de los que argumentaban que lo
peor del nazismo estaba en el núcleo de la filosofía de Heidegger»,166 ​ agregando que además
existe una «dimensión antisemita» en la metafísica alemana.167 ​

Para la académica alemana Sidonie Kellerer:

Los pasajes explícitamente racistas de los Cuadernos negros de Heidegger se presentan


como descuidos en el interior de un discurso totalmente codificado, pero que sin
embargo son susceptibles de ser comprendidos a la luz del contexto histórico. En este
sentido, un punto de vista que atienda al contexto histórico en su vertiente cultural e
ideológica, pone de manifiesto hasta qué punto es insostenible la tesis según la cual
Heidegger se habría distanciado paulatinamente del nacionalsocialismo.168 ​
Sidonie Kellerer, 2014

En estos pasajes, el judaísmo (Judentum) es caracterizado por «un don particularmente acentuado
para el cálculo», así como por la «ausencia de suelo» (Bodenlosigkeit). Peter Trawny, editor de los
Cuadernos, ve estas observaciones como «un tipo de antisemitismo» al que Heidegger da «una
interpretación filosófica terriblemente avanzada», con el judío apareciendo como «el sujeto
calculador, sin mundo, dominado por la maquinación».169 ​.

Dos en concreto son las frases que han sido utilizadas para señalar la postura antisemita de
Heidegger. Extraídas de la traducción al inglés, son las siguientes:170 ​

“One of the most secret forms of the gigantic, and perhaps the oldest, is the tenacious
skillfulness in calculating, hustling, and intermingling through which the worldlessness
of Jewry is grounded” “To appropriate ‘culture’ as a means of power and thus to assert
oneself and affect a superiority is at bottom Jewish behavior. What follows from this for
cultural politics as such?”nota 17 ​

Sin embargo, el traductor del texto al inglés, Richard Polt, mencionó que la traducción de dichas
frases es muy ambigua y que no hay que tomarlas, por lo tanto, como «palabra sagrada», pues es
complicado determinar lo que quieran decir. Por su parte, el filósofo francés Jean Baudrillard,
afirmó que es improbable que nadie llegue nunca a tener claro qué quiso decir Heidegger.170 ​

Contra la lectura de Trawny, François Fédier responde que «se equivoca al considerar el análisis
de Heidegger como antisemita», así como que Heidegger solo vería al judaísmo «como la primera
víctima». Según Fédier, lo que se hace pasar como «declaraciones antisemitas» de Heidegger ni
siquiera tratarían sobre los judíos. Más bien servirían de denuncia encubierta de la ideología
nazi.171 ​

Hadrien France-Lanord cree que en otros pasajes de los mismos Cuadernos negros Heidegger
«condena sin equívoco el antisemitismo», que a su vez considera «estúpido y reprobable». No
obstante, también tiene en cuenta que «los antiguos prejuicios antisemitas se mezclan en los
Cuadernos negros con una escasez de pensamiento y deben ser cuestionados; pero no pueden, sin
una deshonestidad indecente, transformarse en lo que no son: declaraciones discriminatorias por
motivos raciales».163 ​ Según Étienne Pinat, la descontextualización de estos pasajes abre un
debate entre la negación absoluta del antisemitismo de Heidegger y la reducción de su
pensamiento a dicho antisemitismo, posturas en las que se encontrarían respectivamente François
Fédier y Emmanuel Faye. Ante esto, podría evitarse el maniqueísmo que no suponga que toda la
historia del ser sea antisemita como tal, en busca de un camino intermedio entre ambas
posturas.172 ​

Obras
Bibliografía heideggeriana

Notas
2. Lacan se interesó por Heidegger. Los dos se
1. Aunque nunca citó a Heidegger, el mismo habían encontrado ya antes en Friburgo
Foucault declaró poco antes de su muerte
junto con Beaufret. Lacan acogió en su casa
que su lectura había tenido una influencia
de campo a Heidegger y a su esposa
decisiva para él.12 ​ Elfriede, así como a Kostas Alexos y al
mismo Jean Beaufret.50 ​
3. Heidegger concibió su programa de 10. Como señala Marlène Zarader, para
comprensión rigurosa de la vida humana Heidegger el ser-auténtico que descubre la
tomando como paradigma a Aristóteles y, angustia se caracteriza como lo que sólo
más concretamente, su filosofía práctica puede ser de sí mismo, solo y aislado (en
Siguiendo este modelo, Heidegger guardó alemán, in der Vereinzelung).98 ​
distancias tanto con el irracionalismo de las 11. Este tema ocupa un lugar cardinal en el
filosofías de la vida como con las pensamiento heideggeriano de la historia.
abstracciones teóricas del neo-kantismo y Sirve de eje para interpretar el paso de la
las filosofías de los valores.61 ​ era dominada por la metafísica a la época
4. Está claro que «su crítica a la teología oficial en que esta se desvanece como doctrina a
de la Iglesia católica y romana de su tiempo cambio de la realización concreta de sus
le fue obligando a preguntarse [bajo qué principios, a saber, la era de la Técnica.104 ​
condición] era posible una interpretación
12. El término Gestell no tiene una traducción
adecuada de la fe cristiana o, en otros
clara. A veces es traducido como
términos, cómo era posible defenderse «dispositivo». Sin embargo, no existe una
contra la deformación del mensaje cristiano forma precisa de traducir el concepto.
por la filosofía griega».63 ​
13. En Fenomenología, se entiende por actitud
5. En esto Heidegger había sido precedido por natural el punto de vista que se expresa a
Dilthey, historiador y sociólogo «quien él través de lo que el ser humano percibe,
mismo había tratado de refundar las como lo ve naturalmente, formando
ciencias del espíritu reconduciendo la representaciones, juzgando, sintiendo,
pluralidad de las producciones espirituales queriendo.
hacia la unidad viviente de donde ellas 14. Rudolf Carnap fue uno de los que más
proceden».68 ​ insistió en esta tesis. En concreto, en su
6. Marlène Zarader ha considerado estos artículo La superación de la metafísica
conceptos de logos, physis y aletheia como mediante el análisis lógico del lenguaje.138 ​
«palabras fundamentales» en la obra de 15. La obra considerada de referencia para el
Heidegger. Estas palabras «tienen un doble
estudio de la recepción del pensamiento de
estatuto: al mismo tiempo que abren el
Heidegger en Francia es Heidegger en
comienzo, ocultan el origen», de tal manera
que mientras dan un origen a la historia France de Dominique Janicaud.148 ​
manifiesta del pensamiento, permanecen 16. Escrito en una carta dirigida en noviembre
ocultos.70 ​ de 1945 al rectorado de la Universidad
Albert-Ludwig. Es citada por Jacques
7. Incluso se ha dicho que «Ser y tiempo es
Derrida en La main de Heidegger (https://dia
una catedral fenomenológica única que
lnet.unirioja.es/descarga/articulo/4370735.pd
sigue la estela de sus hermanas góticas, f), conferencia pronunciada en marzo de
que son la Crítica de la razón pura y la 1985 en Chicago (Universidad de Loyola);
Fenomenología del espíritu».79 ​ actas en Deconstrucción y Filosofía, The
8. «La metafísica piensa el ente como tal y en University of Chicago Press, 1987.
su todo a partir de la retirada en sí del ser y 17. Las traducciones, respectivamente, serían:
de su verdad».82 ​ «Una de las características más ocultas del
9. Como señalan dos investigadoras, Annie gigante, y tal vez la más antigua, es la tenaz
Larivée y Alexandra Leduc, el Dasein no habilidad de calcular y empujar y saltar,
está primero dentro de sí mismo en una fundando así la falta de mundo del
esfera de consideraciones teóricas para judaísmo». Por otro lado, «La apropiación
luego caer en el mundo y tener que ponerse de la "cultura" como medio de poder y por lo
al día consigo mismo, sino que siempre está tanto la afirmación de uno mismo y la
ya absorto por su preocupación de cualquier pretensión de superioridad es básicamente
tipo.96 ​ un modo de vida judío. ¿Qué significa esto
para la política cultural como tal?».

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Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Martin Heidegger.
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Martin Heidegger.
Jorge Eduardo Rivera (Chile), traductor de Ser y Tiempo, y Alberto Rosales (Venezuela)
reciben el Premio Internacional Franco Volpi de parte de la Sociedad Iberoamericana de
Estudios Heideggerianos (https://www.youtube.com/watch?v=ZLr8VXsl0HE)

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