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OBSERVACION

DEL CIELO

1. DATOS GENERALES:

PROFESOR: Ariel Brañez Torres

ESTUDIANTES:
HUAYLLANI YAMPA ALEXANDRE
FLORES BARREAL JOAQUIN
Revollo Cuellar José m.
Colque Fernández Franz
Aduviri Jordán m.

GRUPO No. 6

2. OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL

La astronomía es la ciencia que estudia los cuerpos celestes del universo y es


importante porque permite comprender mucho más que el planeta y la Vía
Láctea. Estudia la composición de los astros, su localización y las leyes de
movimiento del universo, entre otros aspectos.

3. MAPA ESTELAR:

Una carta estelar, atlas estelar o mapa de estrellas es un plano del cielo
nocturno. Los astrónomos dividen estos mapas mediante una retícula para
utilizarlos más fácilmente. Suelen identificar y localizar objetos
astronómicos tales como estrellas, constelaciones y galaxias. Y cielo Han sido
utilizados para la navegación marítima desde tiempo inmemorial como
instrumentos útiles destinados a posibilitar la orientación de los barcos en alta
mar. Debe hacerse notar que un gráfico de estrellas no es igual que
un catálogo astronómico (que se define como un listado o tabla de objetos
astronómicos con un propósito particular). Las herramientas que se utilizan
históricamente con las cartas estelares incluyen el astrolabio y el planisferio
celeste.
1. Magnitud visual aparente
2. Constelaciones messier (objetos)
3. Observación de la luna y planetas

4. ESTRELLAS:

Cuando miramos el cielo en una noche de verano podemos observar miles de


estrellas encima de nuestra cabeza, una sensación de inmensidad y de duda se
adentra en nosotros ya que no podemos imaginar lo que se esconde detrás de
esas pequeñas lucecitas. Si alguna de ellas se mantiene quieta en el
firmamento posiblemente se trate de un planeta que vemos al ser iluminado
por el Sol.

Pero si se mueve despacio y centellea se tratará de una estrella o una


acumulación de ellas. Cuando miramos al cielo lo que percibimos de las
estrellas es "solo su luz", una luz que puede haber tardado millones de años en
llegar a nosotros y; ¿quién sabe qué será de cada una de esas estrellas? Es
posible que algunas hayan explotado y desaparecido, pero eso nosotros
todavía no podemos percibirlo.
El Universo que vemos es un universo del pasado y cuanto más lejana sea la
estrella que miramos, más se parecerá su luz a la de los inicios del Universo.

5. CONSTELACIONES Y EL ZODIACO.
No son objetos celestes propiamente dichos ya que constituyen una
agrupación arbitraria de estrellas para formar una figura, en general animal o
mitológica. La nomenclatura de las constelaciones y las estrellas del
Hemisferio Norte data de la Antigua Grecia. Los mapas disponibles en las
tiendas dan, en función del día del año y de la hora de observación, una vista
completa y orientada de las constelaciones visibles en ese momento. La
iniciación a la astronomía pasa también por esta etapa y permite más tarde
orientarse fácilmente en medio de todas las estrellas y localizar rápidamente
el norte celeste (la Estrella Polar), la galaxia de Andrómeda o la estrella más
luminosa del cielo (sirio, del can mayor), por ejemplo.

Otros objetos celestes

 Las Estrellas fugases


Prolongando su observación observará puntos luminosos continuos que
dejan una estela que atraviesa rápidamente el cielo: las estrellas
fugaces. Son meteoritos que entran en combustión calentándose por
frotamiento en el momento de su penetración en la atmósfera terrestre,
más densa. Se pueden ver varias decenas en una noche. Ciertas noches
son particularmente favorables a su observación puesto que la Tierra, en
su orbita, atraviesa regularmente nubes de meteoritos muy conocidas
por los astrónomos.
Se pueden ver otros muchos fenómenos a ojo desnudo, como los cometas,
interesantes y a veces magníficos como el cometa 1P/Halley, visto en 910 y
en 1986. Hay también diversos objetos (galaxias, cúmulos
globulares y nebulosas) visibles a este nivel, pero únicamente bajo la
apariencia de manchas lechosas salvo las Pléyades, en la constelación
de Tauro, donde se distinguen las diferentes estrellas.

6. MAGNITUD VISUAL APARENTE:


La magnitud aparente cuantifica el brillo de una estrella o cuerpo
celeste observado desde la Tierra. En consecuencia, la magnitud aparente
depende de la luminosidad del objeto, la distancia observador-objeto y la
posible extinción de la luz causada por cósmico La medida experimental de la
magnitud aparente de un objeto se basa en la fotometría. Es por esto que está
condicionada por la sensibilidad del instrumento y de su filtro paso banda.
Dependiendo del método de observación se pueden definir distintos sistemas
de magnitud; entre los más comunes se encuentran el sistema fotométrico
UBV y el sistema fotométrico Strömgren.
Por consiguiente, la magnitud aparente se mide para determinadas bandas
del espectro luminoso. En el caso de medir en el espectro visible, se denomina
magnitud visual y puede ser estimada por el ojo humano. Si se mide en todas
las longitudes de onda, se denomina magnitud bolo métrica
7. OBSERVACIONES DEL CIELO PROFUNDO
CHARLES MESSIER

El astrónomo francés Charles Messier (1730-1817) dedicó la mayor parte de


su vida a la búsqueda y la observación de los cometas de los cuales ha
encontrado y observado un número considerable. Pero su fama duradera está
más relacionada con los objetos de cielo profundo, es decir, los cúmulos, las
nebulosas y las galaxias que descubrió, observó, y catalogó. Al parecer, al
principio estos objetos le parecían poco interesantes entidades que le estaban
engañando al buscar los cometas, los objetos en los cuales él estaba realmente
interesado y quería incluirlos en una lista para que así no engañarían más a los
observadores futuros. Otra razón fue que se acostumbró al cuidadoso registro
de todos los objetos celestes que observó. Aquí damos cuenta de sus
observaciones de los objetos nebulosos.
La primera observación registrada de Messier de un objeto de cielo profundo
se produjo en el año 1757, cuando cuenta que ha observado M32, un
compañero de la galaxia de Andrómeda, también debe haber visto la “Gran
Nebulosa” M31 más tarde en esta ocasión. Esta observación se produjo en la
época cuando él comenzó a buscar en los cielos al cometa Halley, que se
esperaba que regresara de 1758 a 1759.
Durante ese tiempo, encontró y observó otro cometa menos famoso, el cometa
1758 De la Nux. En el curso de la observación de ese cometa el 28 de agosto
de 1758, descubrió una mancha nebulosa tan parecida a un cometa que
Charles Messier, que entonces tenía 28 años de edad, pensaba que encontró
otro de estos objetos. Evidentemente, resultó que este parche no se movía, y,
de hecho, no era un cometa sino una nebulosa. Midió su posición el 12 de
septiembre de 1758, y más tarde se convirtió en la primera entrada en su
famoso catálogo, Messier 1, o M1. Este objeto más tarde resultó ser uno de los
objetos más interesantes en el cielo, el remanente de la supernova 1054 ahora
comúnmente conocida como la Nebulosa del Cangrejo. No fue hasta en el año
1771 que se enteró de que esta nebulosa había sido descubierta ya en 1731 por
John Bevis. Fue este primer descubrimiento de una nebulosa similar a un
cometa lo que provocó a Messier tanto a buscar cometas con los telescopios,
así inventando la caza cometas, una disciplina nueva de la astronomía en estos
días, y a elaborar su catálogo de objetos nebulosos que podrían considerarse
por error como cometas.
El 11 de septiembre de 1760, descubrió su segundo “nebulosa”, más adelante
catalogada como Messier 2, o M2. Messier pronto descubrió que esta nebulosa
había sido visto por Jean-Dominique Maraldi exactamente 14 años antes. Él
trazó esta “nebulosa” en su gráfico de la trayectoria del cometa Halley. Este
objeto, que describió como una “nebulosa sin estrellas”, es en realidad un
cúmulo globular compuesto por unas 150.000 estrellas.

8. OBSERVACION DE LA LUNA Y LOS


PLANETAS
Su observación a ojo desnudo permite un enfoque del único satélite natural de
la Tierra y comprender mejor los cambios que le afectan

Las fases: explican por sí solas la posición relativa de la Luna, de la Tierra y


del Sol en el espacio.
Su resplandor proviene de la única reflexión de los rayos solares en su
superficie; la Luna presentará el aspecto de una fina luna creciente visible al
crepúsculo o al amanecer cuando se sitúe entre la Tierra y el Sol, un medio
disco visible durante la mitad de la noche cuando está formando un ángulo de
90° respecto del Sol, y un disco completo presente toda la noche cuando esté
en oposición al Sol.

Un juego de trayectorias de rayos luminosos también llama la atención: en su


primera fase creciente o su última fase menguante, cuando no es más que una
luna creciente, se puede observar que su lado oscuro, en la penumbra, presenta
un débil resplandor sobre toda su superficie que permite distinguir la forma
del disco completo. Esto se debe a los rayos solares, reflejados una primera
vez por la Tierra hacia el satélite, y después una segunda vez desde este hacia
nosotros. Este largo trayecto hace que nos llegue una débil cantidad de luz,
pero suficiente para distinguirla.
Los mares : son las manchas oscuras sobre la superficie del astro, rastros de
impactos de meteoritos gigantescos que han tenido lugar hace millones de
años. Representan la sustancia basáltica de inmensos cráteres. De diferente
composición y más oscura que el resto de la superficie, esta roca, por su
extensión, da la impresión desde la Tierra de ver mares sobre la superficie del
satélite, lo que ha dado su nombre a estas manchas. Los mapas lunares
disponibles en numerosas tiendas especializadas permiten
localizarlos y nombrarlos.

Los eclipses : siguiendo el mismo principio que


los eclipses solares, los eclipses lunares solo tienen lugar
más que de noche cuando la Luna está en su fase llena y
la Tierra está situada entre ésta y el Sol. Siendo el Mapa de los
diámetro de la sombra de nuestro planeta mucho mayor principales mares y
que el de nuestro satélite, tienen lugar más cráteres lunares.
frecuentemente y tienen el mismo aspecto sin importar la
posición del observador sobre la Tierra. En el momento
de la fase total, la Luna sigue estando visible y tiene un
color anaranjado que se debe a los rayos solares Fases de un eclipse
desviados y teñidos por la atmósfera terrestre. lunar.

El halo lunar: cuando ven un anillo alrededor de la Luna –un halo lunar-
algunas personas piensan que están ante un fenómeno especial, pero no es así.
A pesar de esto, son tan hermosos y tan poco vistos que podemos asombrar a
nuestros amigos avisándoles que salgan al patio cuando aparezca uno. El
anillo se forma cuando la luz de la Luna es refractada (se dobla) al pasar a
través de cristales de hielo. Los anillos lunares solo serán visibles si hay nubes
suficientemente altas (léase frías, para que se formen los cristales de hielo) y
delgadas. La forma típica hexagonal de un cristal de hielo desvía la luz de la
Luna en un ángulo de 22 grados (el equivalente a dos puños cerrados con el
brazo extendido), así que el anillo completo describe un diámetro de 44 grados
desde nuestro punto de vista. Solo se han visto anillos cuando la Luna está
próxima a ser llena. La Luna debería ser capaz de producir un anillo en
cualquiera de sus fases, pero tal vez son demasiado débiles para verse excepto
cuando es Luna Llena].

Los planetas, Por la noche, un observador notará que algunas estrellas se


mueven más rápidamente que otras. En realidad se trata de planetas. Para
distinguir un planeta de una estrella, hay que saber que las estrellas centellean
y los planetas no, a causa de la distancia mucho mayor que nos separa de las
primeras. Una vez que ha encontrado un planeta, nos es de interés saber de
cuál se trata, y esto es, incluso a ojo desnudo, fácilmente realizable. En efecto,
todos los planetas visibles tienen algunas características peculiares:

 Mercurio casi nunca es visible ya que se sitúa siempre muy cerca del Sol.
Luna decreciente y Venus.

 Venus, también llamada “la estrella del


Pastor”, de aspecto blanquecino, es el
planeta más brillante de todos y es
visible al crepúsculo o
al amanecer puesto que, como
Mercurio, se trata de un planeta interior
(cuya órbita está comprendida entre el
Sol y la Tierra) y sigue al Sol en su
órbita (su elongación máxima es de
47,8°). Nótese que su resplandor (su nivel luminoso, que se
llama magnitud aparente) varía en función de sus fases (como en la Luna)
así como de su distancia respecto a la Tierra.
 Marte no es excepcionalmente brillante pero se reconoce por su
resplandor rojizo. Un observador constante (en un periodo de varios días)
observará fácilmente que este da a veces media vuelta (retrógrada): esto se
explica por el movimiento de la Tierra y de Marte y es un fenómeno que,
para este cuerpo, tiene lugar aproximadamente cada dos años y dura en su
totalidad aproximadamente dos meses. Afecta a todos los planetas
exteriores.
 Júpiter, es de un resplandor amarillento. Se puede reconocer
instantáneamente, aunque podemos confundirlo con Venus, si se observa el
equivalente de Venus en medio de la noche, es Júpiter.
 Saturno es mucho menos brillante que Júpiter, aunque podemos
observarlo con relativa facilidad.
Está constituida de una agrupación más densa de estrellas respecto al resto del
cielo y representa un sector de nuestra galaxia visto desde el interior.
Instálese una noche en un lugar apartado de las grandes ciudades para que sus
ojos se acostumbren a la oscuridad y espere, relajado, observando la bóveda
celeste. Observar la multitud de estrellas que constituyen la Vía Láctea es uno
de los mayores espectáculos del firmamento. En verano verá una gigantesca
franja lechosa e irregular que atraviesa la bóveda celeste, aspecto que le ha
valido su nombre desde la Grecia Antigua.

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