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CUERPOS CELESTES

DEFINICION

Cuerpo celeste es la denominación que recibe cada objeto natural


perteneciente al universo que, gracias a la fuerza de gravedad, consigue una
interacción con algún otro cuerpo. Si el elemento, ante la ausencia de una
fuerza que genere influencia en él, no orbita ni es orbitado, es para los
astrónomos un cuerpo errante.

Tipos de cuerpos celestes


se registran un montón y varios de ellos son popularmente fáciles de, al
menos, categorizar y reconocer. Si un cuerpo celeste se constituye
especialmente de hidrógeno y helio y es capaz de producir calor, radiación y
luz, entonces se lo nombra estrella. En el corazón del sistema solar, por
ejemplo, se sitúa una poderosa y deslumbrante estrella que podemos detectar
a simple vista al dirigir nuestra mirada hacia el cielo: el Sol. En función de las
particularidades que presenten, las estrellas se segmentan en múltiples
grupos. Entre las más numerosas dentro del universo están las familias de la
enana blanca (estrellas de luminosidad débil que únicamente pueden emitir la
energía térmica que conservan tras haberse consolidado como un remanente
surgido del agotamiento del combustible nuclear que tenía una estrella cuya
masa era menor a una decena de masas solares) y de la enana roja (conjunto
de estrellas algo frías y diminutas). Un tono rojizo caracteriza a la bautizada
como gigante roja, una clase de estrella que después de agotar en su núcleo el
suministro de hidrógeno comenzó, en una cáscara o envoltura cercana a su
centro, una fusión nuclear de helio. Una magnitud mayor y una masa que
equivale a entre diez y cincuenta masas solares, permite distinguir a la estrella
supergigante.

Cuando en torno a una estrella gira un cuerpo celeste de rasgos sólidos que
carece de las condiciones para emitir luz propia, indica la teoría, estamos
frente a un planeta.

Al profundizar los saberes al respecto es posible recordar que los seres


humanos habitamos un planeta llamado Tierra que tiene como único satélite
natural a la luna.

Particularidades de los meteoritos, cometas y asteroides


Conocer las particularidades de los meteoritos, cometas y asteroides permite
comprender y dimensionar numerosos fenómenos relevantes a nivel
astronómico.

Un meteorito está constituido por pedazos de roca. Procede del espacio y llega
a la superficie de un cierto planeta, como varias veces ha ocurrido en la Tierra,
porque no logra desintegrarse completamente en la atmósfera.

Cometa, en tanto, es un término destinado a nombrar a un cuerpo celeste


donde se detectan partículas de hielo, roca y polvo. Trazando diversas
trayectorias elípticas, los cometas orbitan en torno al sol.

Si seguimos averiguando qué otras variedades de cuerpos celestes existen


aparecerán como referencia los asteroides. Se trata de un elemento que, en
comparación a un meteoroide, resulta grande pero en verdad es más chico
que un planeta. Gran parte de ellos suele orbitar en una franja perteneciente
al sistema solar que ha sido bautizada como cinturón de asteroides. De
acuerdo a registros históricos, en 1802 el astrónomo William Herschel empleó
por primera vez la noción de asteroide, palabra derivada de un vocablo
griego que se
interpreta como figura estelar ya que resume cuál es el aspecto que exhibe un
asteroide cuando se lo observa a través de un telescopio.

Herramientas para analizar cuerpos celestes


Para analizar cuerpos celestes hay herramientas muy precisas que van
evolucionando a medida que avanza la tecnología. Asimismo, se aplican
técnicas de medición y métodos específicos de observación.

Aficionados a la astronomía y expertos en esta materia encuentran en el


telescopio a un aliado enorme. En el mercado internacional se consiguen
diferentes marcas y modelos de estos equipos. Si alguien desea capturar ruidos
y sonidos de origen espacial para determinar cómo suenan determinados
cuerpos celestes, en cambio, hay que conseguir un radiotelescopio.

No hay que pasar por alto la existencia de cada observatorio astronómico que,
en múltiples rincones del mundo, se ponen en marcha con el propósito de
investigar cuestiones vinculadas a áreas como las de una nebulosa, un agujero
negro o del espacio intergaláctico. Al mismo tiempo, en estos sitios suelen
desplegarse actividades que apuntan a despertar interés por el ámbito
astronómico desde edad temprana, a enseñar y a motivar a la comunidad para
que sea capaz, por ejemplo, de identificar a una constelación a simple vista.

De especializarse en astrometría, por detallar una posibilidad de estudio, uno


tiene a su alcance saberes y recursos para examinar los movimientos, el
paralaje, las posiciones, las dimensiones y los formatos de los astros.

La espectroscopia astronómica, la astrofísica, la astrodinámica y la


astronomía infrarroja también contribuyen a ir develando interrogantes y
obtener cada vez más información acerca de objetos astronómicos.
HISTORIA

Los objetos astronómicos como las estrellas, los planetas, las nebulosas, los
asteroides y los cometas han sido observados desde hace miles de años,
aunque las primeras culturas consideraban estos cuerpos como dioses o
deidades. Estas primeras culturas consideraban muy importantes los
movimientos de los cuerpos, ya que utilizaban estos objetos como ayuda para
navegar a grandes distancias, distinguir las estaciones y determinar cuándo
plantar los cultivos. Durante la Edad Media, las culturas empezaron a estudiar
más de cerca los movimientos de estos cuerpos. Varios astrónomos de Oriente
Medio comenzaron a hacer descripciones detalladas de estrellas y nebulosas, y
confeccionaban calendarios más precisos basados en los movimientos de estas
estrellas y planetas. En Europa, los astrónomos se centraron más en aparatos
que ayudaran a estudiar los objetos celestes y en la creación de libros de texto,
guías y universidades para enseñar a la gente más sobre astronomía.
Durante la revolución científica, en 1543, Nicolaus Copernicus's modelo
heliocéntrico de Nicolás Copérnico. Este modelo describía a la Tierra, junto con
todos los demás planetas como cuerpos astronómicos que orbitaban alrededor
del Sol situado en el centro del Sistema Solar. Johannes Kepler descubrió las
leyes de Kepler del movimiento planetario, que son propiedades de las órbitas
que compartían los cuerpos astronómicos esto sirvió para mejorar el modelo
heliocéntrico. En 1584, Giordano Bruno propuso que todas las estrellas
distantes son sus propios soles, siendo el primero en siglos en sugerir esta idea.
Galileo Galilei fue uno de los primeros astrónomos en utilizar telescopios para
observar el cielo, en 1610 observó cuatro lunas más grandes de Júpiter, ahora
llamadas las lunas galileanas. Galileo también realizó observaciones de las
fases de Venus, cráteres en la Luna y manchas solares en el Sol. El astrónomo
Edmond Halley logró predecir con éxito el regreso del cometa Halley, que
ahora lleva su nombre en 1758. En 1781, Sir William Herschel descubrió el
nuevo planeta Urano, siendo el primer planeta descubierto no visible a simple
vista.
En los siglos XIX y XX, las nuevas tecnologías y las innovaciones científicas
permitieron a los científicos ampliar enormemente sus conocimientos sobre la
astronomía y los objetos astronómicos. Comenzaron a construirse telescopios
y observatorios más grandes y los científicos empezaron a imprimir imágenes
de la Luna y otros cuerpos celestes en placas fotográficas. Se descubrieron
nuevas longitudes de onda de luz no vistas por el ojo humano y se fabricaron
nuevos
telescopios que permitieron ver objetos astronómicos en otras longitudes de
onda de luz. Joseph von Fraunhofer y Angelo Secchi fueron pioneros en el
campo de la espectroscopia, que permitió observar la composición de estrellas
y nebulosas, y muchos astrónomos pudieron determinar las masas de estrellas
binarias basándose en sus elementos orbitales. Se empezaron a utilizar
ordenadores para observar y estudiar cantidades masivas de datos
astronómicos sobre las estrellas, y nuevas tecnologías como el fotoeléctrico
fotómetro permitieron a los astrónomos medir con precisión el color y la
luminosidad de las estrellas, lo que les permitió predecir su temperatura y
masa. En 1913, los astrónomos Ejnar Hertzsprung y Henry Norris Russell
desarrollaron, independientemente el uno del otro, el diagrama de
Hertzsprung-Russell, que trazaba las estrellas en función de su luminosidad y
color y permitía a los astrónomos examinar fácilmente las estrellas. Se
descubrió que las estrellas caían comúnmente en una banda de estrellas
llamada secuencia principal en el diagrama. Un esquema refinado para la
clasificación estelar fue publicado en 1943 por William Wilson Morgan y Philip
Childs Keenan basado en el Diagrama de Hertzsprung-Russel. Los astrónomos
también comenzaron a debatir si existían otras galaxias más allá de la Vía
Láctea, estos debates terminaron cuando Edwin Hubble identificó la Nébula de
Andrómeda como una galaxia diferente, junto con muchas otras alejadas de la
Vía Láctea.

FORMA

Las definiciones de planeta de la UAI y el planeta enano requieren que un


cuerpo astronómico en órbita solar haya pasado por el proceso de redondeo
para alcanzar una forma más o menos esférica, un logro conocido como
equilibrio hidrostático. La misma forma esferoidal puede verse desde planetas
rocosos más pequeños como Marte hasta gigantes gaseosos como Júpiter.
Cualquier cuerpo natural en órbita solar que haya alcanzado el equilibrio
hidrostático es clasificado por la UAI como un cuerpo menor del sistema solar
(SSSB). Estos vienen en muchas formas no esféricas que son masas grumosas
acumuladas al azar por el polvo y la roca que caen; no cae suficiente masa para
generar el calor necesario para completar el redondeo. Algunos SSSB son solo
colecciones de rocas relativamente pequeñas que se mantienen débilmente
juntas por la gravedad pero que en realidad no están fusionadas en un solo
lecho rocoso grande. Algunos SSSB más grandes son casi redondos pero no han
alcanzado el equilibrio hidrostático. El pequeño cuerpo del Sistema Solar 4
Vesta
es lo suficientemente grande como para haber sufrido al menos una
diferenciación planetaria parcial.
Las estrellas como el Sol también son esferoidales debido a los efectos de la
gravedad en su plasma, que es un fluido que fluye libremente. La fusión estelar
en curso es una fuente mucho mayor de calor para las estrellas en
comparación con el calor inicial liberado durante la formación.

GALAXIAS Y MAS GRANDES

Se puede considerar que el universo tiene una estructura jerárquica.2 En las


escalas más grandes, el componente fundamental del conjunto es la galaxia.
Las galaxias se organizan en grupos y cúmulos, a menudo dentro de
supercúmulos más grandes, que se ensartan a lo largo de grandes filamentos
entre vacíos casi vacíos, formando una red que abarca todo el universo
observable. 3
Las galaxias presentan una gran variedad de morfologías, con formas de
irregular, elíptica y similares a un disco, dependiendo de sus historias de
formación y evolución, incluyendo la interacción con otras galaxias, que puede
llevar a una fusión. 4 Las galaxias de disco abarcan lenticular y galaxias espirales
con características como brazos espirales y un halo distinto. En el núcleo, la
mayoría de las galaxias tienen un agujero negro supermasivo, que puede dar
lugar a un núcleo galáctico activo. Las galaxias también pueden tener satélites
en forma de galaxias enanas y cúmulo globulars.
TIPOS DE OBJETOS ASTRONÓMICOS
Satélites del espacio
La Luna.
Se denomina satélite natural o luna a cualquier objeto que orbita alrededor de
un planeta. Generalmente, el satélite es mucho más pequeño y acompaña al
planeta en su evolución alrededor del Sol.
Por extensión, se llaman lunas los satélites de otros planetas. Por ejemplo, se
dice los cuatro satélites de Júpiter, pero también, las cuatro lunas de Júpiter.
También, por extensión, se llama satélite natural o luna a cualquier cuerpo
natural que gira alrededor de un cuerpo celeste, aunque no sea un planeta,
como es el caso de la luna asteroidal Dáctilo que gira alrededor del asteroide
Ida, entre otros.
En el caso de la Luna, tiene una masa tan similar a la masa de la Tierra que
podría considerarse un sistema de dos planetas que giran juntos (planeta
doble). Tal es el caso de Plutón y su satélite Caronte. Si dos objetos poseen
masas similares, se suele hablar de sistema binario y no de un objeto primario
y de un satélite.
Cometas

El cometa Hale-Bopp.
Los cometas (del latín cometa y del griego kometes, 'cabellera'), junto con los
asteroides, planetas y satélites, forman parte del Sistema Solar. La mayoría de
estos cuerpos celestes describen órbitas elípticas de gran excentricidad, lo que
produce su acercamiento al Sol con un período considerable.
A diferencia de los asteroides, los cometas son cuerpos sólidos compuestos de
materiales que se subliman en las cercanías del Sol. A gran distancia (a partir
de 5-10UA) desarrollan una atmósfera que envuelve al núcleo, llamada coma.
Esta coma está formada por gas y polvo. Conforme el cometa se acerca al Sol,
el viento solar azota la coma y se genera la cola o cabellera característica. La
cola está formada por polvo y el gas de la coma ionizada.
Fue después del invento del telescopio cuando los astrónomos comenzaron a
estudiar a los cometas con más detalle, advirtiendo entonces que la mayoría
de estos tienen apariciones periódicas. Edmund Halley fue el primero en darse
cuenta de esto y pronosticó la aparición del cometa en 1758, para el cual
calculó que tenía un periodo de 76 años. Desafortunadamente, murió antes de
comprobar su predicción. Debido a su pequeño tamaño y órbita muy alargada,
solo podemos ver los cometas cuando están cerca del Sol y por un periodo
corto de tiempo.
Meteoros
La palabra meteoro, en su uso astronómico, es un concepto que se reserva
para distinguir el fenómeno luminoso que se produce al atravesar un
meteoroide a nuestra atmósfera. Es sinónimo de estrella fugaz, término que es
impropio, ya que no se trata de estrellas que se desprendan de la bóveda
celeste.
Los términos estrella fugaz, bólido y aerolito son bastante imprecisos y se
prestan a confusión. La terminología adoptada en la actualidad es sencilla y
precisa, y solo comprende: meteoroides, meteoros y meteoritos, donde:
 meteoroide: partículas de polvo que se encuentran en el espacio
producto del paso de algún cometa;
 meteoro: los meteoroides interceptados por la órbita de la Tierra y que
entran en nuestra atmósfera, y producen incandescencia;
 meteorito: meteoros que alcanzan la superficie de la Tierra debido a que
no llegan a desintegrarse en la atmósfera.

OBJETOS ASTRONÓMICOS POR DENSIDAD


A continuación se muestra una tabla con algunos objetos astronómicos
ordenados por densidad.
Objetos astronómicos y su respectiva densidad

Cuerpo celeste Densidad kg/m³


1 Tierra 5515
2 Mercurio 5427
3 Venus 5204
4 Marte 3934
5 Neptuno 1638
6 Sol 1409
7 Júpiter 1326
8 Urano 1290
9 Saturno 687
Galería de imágenes

 Agujeros negros Supercúmulos de


galaxias

Galaxias Cúmulos
estelares

Supernovas Nebulos

Sistemas planetarios

Planetas Planetas enano

Satélites Cuerpos
menores

Infografía sobre objetos astronómicos notables


en el universo observable
CUANTOS CUERPOS EXISTEN
Entre los 118 elementos químicos recogidos en la última versión de la tabla
periódica podemos encontrar 10 elementos relacionados con cuerpos celestes,
aunque también, puede ser que el nombre haga referencia al personaje
mitológico con el que también se relaciona dicho planeta u objeto.

CLASIFICACION
En el universo tenemos diferentes astros o cuerpos celestes que se agrupan
formando galaxias. Por lo tanto, las galaxias son un conjunto de cuerpos
celestes que giran sobre sí mismas y que se mueven por el espacio. Pueden
tener distintas formas: espiral, elíptica o irregular.

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