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ÍNDICE DE CONTENIDOS

1.- Introducción……………………………………………………………………………….1

2.- Enlaces…………………………………………………………………………….1, 2, 3, 4

3.- Noticias…………………………………………………………………………….…4, 5, 6

4.- Vídeos…………………………………………………………………………………7, 8, 9

5.- Bibliografía……………………………………………………………………………….10
1.- Introducción

En este proyecto, abordaremos el tema de los trastornos psicológicos desde distintos


enfoques y ámbitos criminológicos en los que adquieren cierta relevancia. De esta forma,
relacionaremos las enfermedades mentales con la Victimología, la Penología y el Derecho
Penal, entre otros aspectos, para así demostrar la estrecha relación que existe entre la
salud mental y los acontecimientos que nuestra sociedad experimenta diariamente.

2.- Enlaces

msdmnls.co/3YEYV3n

Trastorno de identidad disociativo

Este artículo nos proporciona información sobre el trastorno de identidad disociativo en


cuanto a su definición, causas, síntomas, diagnóstico, pronóstico y tratamiento.

Sabemos que se trata de un trastorno en el que la persona está bajo el control de dos
identidades distintas de forma alternativa y, como hemos estudiado en el temario, una de
las posibles explicaciones de este trastorno es la postraumática: “el trastorno de
identidad disociativo suele aparecer en personas que sufrieron una tensión emocional
abrumadora o un trauma durante la infancia”. De esta manera, hallamos una relación
entre este trastorno y la Criminología en el ámbito victimológico, pues puede
considerarse una lesión psíquica en muchas personas que durante su niñez han vivido en
hogares donde se ejercía violencia de género, han sufrido abuso sexual infantil, han sido
maltratadas por sus progenitores, etc. Por tanto, un programa de desvictimización
eficiente debe contar con un asesoramiento psicológico que informe sobre aspectos como
la repercusión que los traumas infantiles pueden tener a largo plazo, para de esta forma,
no perder el contacto con los afectados por la violencia infantil y poder diagnosticar y
tratar de manera efectiva en un futuro estos trastornos.

La relación de este artículo con el Tema 14 es más que evidente puesto que se trata de
una ampliación de la información aportada sobre el trastorno de identidad disociativo.

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Por esto mismo, expondremos a continuación, aquel contenido relevante que no aparece
en el contenido de la asignatura y que nos ha ayudado a profundizar en materia.

• En primer lugar, encontramos dos formas en que se presenta las distintas identidades:
la forma de posesión y la de no posesión. En la forma de posesión, las diferentes
identidades son claramente aparentes para los observadores; la persona habla y actúa
de una manera obviamente distinta, como si otra persona o ser hubiera tomado
posesión. Por su parte, en la forma de no posesión, las diferentes identidades no
suelen ser tan evidentes e incluso puede existir una interacción entre las distintas
identidades.

• Con respecto a su sintomatología, la depresión y la ansiedad, y en consecuencia de


las mismas, la automutilación y/o conducta suicida, son situaciones que pueden darse
durante este trastorno.

• Su diagnóstico, basado en los síntomas y la historia personal, se realiza mediante


entrevistas psiquiátricas y cuestionarios especiales para la detección de dicho trastorno.
También se puede realizar una exploración clínica y un análisis de laboratorio para
descartar otros trastornos orgánicos como causantes de la sintomatología.

• En cuanto a su tratamiento, a veces los psicoterapeutas utilizan técnicas como la


hipnosis para ayudar a estas personas a calmarse, a modificar su perspectiva sobre los
acontecimientos y para insensibilizarlas gradualmente respecto a los efectos de los
recuerdos traumáticos, así como facilitar la comunicación entre sus identidades.

bit.ly/3PEnF7F

Evaluación psicológica forense de la imputabilidad

Este artículo refleja con creces la relevancia de la Psicología en el ámbito del Derecho
penal. En concreto, las evaluaciones psicológicas llevadas a cabo por los psicólogos
forenses adquieren especial importancia cuando de determinar la imputabilidad de un
acusado se trata: de su interpretación depende que una persona pueda ingresar en
prisión o en un centro psiquiátrico.

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Para comprender mejor esto que se enuncia, debemos conocer exactamente el
significado de “imputabilidad”, así como lo establecido en el Código Penal con respecto a
la misma. Pues bien, esta se define como la aptitud de una persona para responder
sobre los actos que realiza. Esta aptitud implica la capacidad de comprender lo injusto
de un hecho a la vez que la capacidad de dirigir libremente la conducta.

De acuerdo con el Código Penal (CP) la imputabilidad se deduce de la no concurrencia de


enajenación o trastorno mental transitorio, minoría de edad, alteración de la percepción
desde el nacimiento o de la infancia que altere gravemente la conciencia de la realidad, es
decir, depende principalmente de las facultades psicológicas de los encausados. Esto
aparece plasmado en el art. 20.1.:

Están exentos de responsabilidad criminal el que al tiempo de cometer la infracción penal,


a causa de cualquier anomalía o alteración psíquica, no pueda comprender la ilicitud del
hecho o actuar conforme a esa comprensión.

El trastorno mental transitorio no eximirá de pena cuando hubiese sido provocado por el
sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiera previsto o debido prever su
comisión.

Entendemos con esto que quien padece una enfermedad mental no es imputable.
Ciñéndonos a los casos que ya han pasado por los tribunales, la jurisprudencia ha
identificado diversas fuentes de no imputabilidad: la esquizofrenia, la paranoia (trastorno
delirante), el retraso mental, sólo para aquellos con un CI < 25, la demencia senil, la
epilepsia y el trastorno mental transitorio, que sólo se considera un eximente completo
cuando está relacionado con una enfermedad mental.

Sin embargo, la mayor dificultad existente a la hora de determinar la imputabilidad o no


imputabilidad de quienes cometen un delito consiste en averiguar si existe una relación
causal entre los síntomas de la enfermedad mental y la presencia e influencia de los
mismos durante la comisión del acto delictivo. El Tribunal Supremo ha delimitado que la
imputabilidad se operativiza a través de las capacidades cognitivas o volitivas, habiendo
de encontrarse anuladas, en el momento de los hechos, una o ambas para que el
individuo sea considerado no imputable.

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El texto guarda estrecha relación con el contenido académico seleccionado, los trastornos
psicológicos, puesto que el grado de imputabilidad de un acusado está directamente
ligado a sus condiciones psicológicas durante la realización de sus actos. De esta forma,
podemos extender nuestros conocimientos sobre este tema mediante la ampliación de
vocabulario que nos ofrece el texto, por ejemplo, introduciendo el concepto “capacidad
volitiva”, que se define como la capacidad de decidir y ordenar la propia conducta.

2.- Noticias

bit.ly/3hCSwVy

Un jurado falla que el decapitador de Tenerife tenía anuladas sus facultades.

La noticia que acabamos de leer pone en práctica lo explicado en el enlace anterior


acerca de la imputabilidad. Por ello, nos centraremos en establecer la relación con la
Criminología de esta noticia apoyándonos en la aplicación de la información del enlace al
ejemplo aportado por el suceso.

El acontecimiento narrado sucede el 13 de mayo de 2011, cuando un hombre, cuchillo en


mano, entra en un comercio tinerfeño y decapita a una turista para posteriormente pasear
con su cabeza por una avenida.

A continuación, citamos el diagnóstico del asesino expuesto durante el juicio para realizar
un análisis de los datos en función de los criterios mencionados en el apartado de
Enlaces:

“Asimismo considera probado, por los testimonios médicos, que el acusado padece una
esquizofrenia paranoide crónica con persistencia de un núcleo delirante que en el
momento de los hechos se encontraba en fase aguda y produjo en el acusado una
anulación de sus facultades intelectivas y volitivas con abolición del juicio de realidad.”

Procederemos destacar varios aspectos relevantes:

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A) El acusado padece padece una esquizofrenia paranoide crónica con persistencia de
un núcleo delirante. Es decir, existe una de las patologías que la jurisprudencia
identifica como fuente de no imputabilidad.

B) En el momento de los hechos se encontraba en fase aguda. Como mencionamos


anteriormente, sería necesario identificar la presencia de síntomas en el momento de
la comisión del delito para calificarlo como inimputable.

C) Produjo en el acusado una anulación de sus facultades intelectivas y volitivas con


abolición del juicio de realidad, factor imprescindible

Por los motivos expuestos, se solicitó su reclusión en un centro psiquiátrico durante 20


años.

La relación que encontramos con el temario elegido no es otra que la esquizofrenia que
presenta el acusado y aplicando los contenidos al caso del decapitador de Tenerife, tal y
como podemos estudiar en el apartado de Características, observamos la presencia de
delirios (síntomas psicóticos) en el juicio; “Tras finalizar la lectura del veredicto, y al darle
la palabra la juez, el acusado ha vuelto a decir que era la reencarnación de Jesucristo”.
Con respecto a la profundización en el temario, el diagnóstico del acusado nos introduce
el concepto “núcleo delirante”: grupo de núcleos situados en la parte dorsomedial del
lóbulo temporal que forma parte del sistema límbico e interviene en el comportamiento
afectivo y en la memoria.

bit.ly/3BLZuOY

Salud mental en prisión: “Alguien con un trastorno psiquiátrico no encaja y se


atasca el problema”.

Otro ámbito de la Criminología en el que los trastornos psicológicos suponen un peligro


inminente es la Penología, concretamente, los centros penitenciarios: el riesgo de suicidio
en prisión es ocho veces más elevado que en la calle. Alfredo Calcedo da una explicación
sobre este fenómeno: “el choque emocional de entrar —con el aislamiento social, la

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reclusión obligada y la frustración que lo acompaña— favorece el debut de trastornos
mentales o la exacerbación de los cuadros ya existentes.”

El problema añadido que este artículo nos plantea es la falta de terapia a la que los
reclusos que presentan trastornos psicológicos deben enfrentarse: “Entre rejas, lidiaba
con la enfermedad a golpe de ansiolíticos y consumo de drogas. Sin red ni apoyo, solo
pastillas y cocaína”. Para comprobar la magnitud de esta realidad, el texto se ciñe a las
estadísticas: “Un estudio neozelandés cifra la prevalencia de alguna patología mental en
cerca del 90% de la población encarcelada”.

Se trata de una situación compleja, pues las prisiones (como Soto del Real, citada en el
artículo como ejemplo de este caso) reúnen diversas características que dificultan
considerablemente la recuperación de los pacientes.

La relación que este reportaje guarda con el tema la encontramos en el epígrafe de


Terapias y Tratamientos. Se afirma en el escrito que “la mala salud mental no se
remedia solo con pastillas”, lo que nos lleva a entender que los fármacos deben ir
combinados con la terapia si se buscan resultados realmente eficientes.

Finalmente, la información adicional que este escrito incorpora a nuestros conocimientos


sobre el temario es el impacto del consumo de drogas en la salud mental: este puede
desencadenar un trastorno mental (afectivo o, en casos más graves, psicótico) o
agravar un trastorno preexistente. El consumo de drogas es uno de los principales
factores que contribuyen en el ámbito penitenciario a que el estado de salud mental de los
internos sea algo preocupante. Asimismo, para evitar conclusiones erróneas y la
criminalización precipitada de personas con enfermedades mentales, la autora recurre a
lo investigado por expertos para afirmar que no se delinque más por tener un trastorno
de salud mental, y que los síntomas de la enfermedad no conducen a un
comportamiento delictivo.

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3.- Vídeos

https://youtube.com/watch?v=CueAc6htDD4

Realidad virtual para ayudar a personas con enfermedades mentales

En este breve vídeo se muestra como la evolución de la ciencia y la tecnología es


aplicable a campos como el de la Psicología. En cuatro minutos, el profesor de Psicología
Clínica de la Universidad de Oxford, Daniel Freeman, expone el desarrollo de un método
para tratar el trastorno paranoide a través de la realidad virtual.

Como hemos estudiado en el Tema 14, el trastorno paranoide es un trastorno de la


personalidad perteneciente al Grupo A. En este corto, podemos profundizar nuestros
conocimientos con respecto a sus características; el experto afirma que “se caracteriza
por un miedo excesivo a que alguien intente hacernos daño deliberadamente - es
desconfianza. -”

Asimismo, se menciona un tratamiento que no aparece en el temario de la asignatura.


Durante el estudio, se investigaron dos tipos de tratamientos con realidad virtual: un grupo
recibió terapia de exposición con realidad virtual, el otro, fue sometido a terapia
cognitiva, demostrándose la efectividad de dichas terapias (mayor en la cognitiva que en
la de exposición) en pacientes con trastorno paranoide. De igual manera, se demostró
que personas que habían experimentado este tratamiento, redujeron los niveles de estrés
producidos al enfrentarse a situaciones conflictivas para ellos en la vida real.

Una de las ventajas que este método supone es su duración; el tratamiento mencionado
se lleva a cabo en un plazo de treinta minutos, mientras que una terapia cara a cara
supondría varias horas.

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El docente afirma que este método funciona “de forma muy positiva” para trastornos de
ansiedad, fobias o estrés postraumático. Al final del vídeo añade que una vez
perfeccionado el método y comprobado su efecto a grandes escalas, “con la realidad
virtual, la gente podrá, de alguna manera, resolver sus problemas en casa.”

Este último párrafo puede resultar de gran interés para ámbitos criminológicos como la
Victimología. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una secuela presente en
muchas víctimas de violencia de género, abuso sexual, acoso escolar, mobbing,
atentados terroristas, etc. Por tanto, el avance de la Psicología Clínica a través de los
tratamientos expuestos por Freeman podría resultar muy útil si se aplicase en los
procesos de desvictimización, puesto que se obtendrían resultados en un menor tiempo y,
además, los interesados no tendrían que salir de sus domicilios para recibirlo, lo que
supondría una ventaja tanto para víctimas en peligro inminente (cuyo agresor se
encuentra en libertad, por ejemplo) como para personas protegidas por haber testificado
contra alguien tras haber presenciado un crimen (testigos protegidos) y que como
consecuencia de este hayan desarrollado un TEPT. También sería una posible solución
para el ya mencionado déficit de tratamiento existente en nuestras prisiones a día de hoy.

https://www.youtube.com/watch?v=kvt7nend9a0

Amnesia disociativa

Este vídeo explicativo nos ayudará a profundizar nuestros conocimientos sobre los
trastornos disociativos que aparecen enumerados en el Tema 14, en concreto, sobre la
amnesia disociativa, que procederemos a describir y clasificar a continuación.

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Se trata de una pérdida de memoria tras el sufrimiento de un evento estresante. Es
frecuente entre veteranos de guerra, víctimas de agresiones sexuales, etc. y puede tardar
en aparecer días, horas e incluso semanas.

Después de un evento estresante, se pierde la memoria con el objetivo de escapar de una


realidad traumática. Los síntomas, además del olvido, pueden ser la capacidad de decidir
y ordenar la propia conducta.

En el vídeo aparece una clasificación de la amnesia en función de aquello que se olvida,


presentándose los siguientes tipos:

Amnesia localizada. Se olvidan los momentos en los que se sufrió estrés.


Amnesia selectiva. Se olvida algún aspecto sobre el acontecimiento estresante.
Amnesia generalizada. Se olvida la historia de vida, conocimientos sobre el mundo,
habilidades bien aprendidas,…
Amnesia sistematizada. Se olvida una categoría especifica.
Amnesia continua. Se olvida cada nuevo acontecimiento.

Ya hemos contemplado que se trata de un trastorno cuyo origen puede ser el haber
sufrido un acontecimiento estresante, por lo resulta común entre las víctimas de delitos
como la agresión sexual, asaltos a mano armada, etc. De este modo, el contenido de este
vídeo nos resulta útil para comprender por qué en ocasiones, realizar una rueda de
reconocimiento facial para tratar de identificar a un delincuente puede ser una tarea difícil,
imposible, o incluso contraproducente, pues es algo normal que una víctima no recuerde
el rostro de su atacante.

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REFERENCIAS

• Mengual, M. A. A. (2007). Trastorno de estrés postraumático: daño cerebral


secundario a la violencia (mobbing, violencia de género, acoso escolar). Ediciones Díaz
de Santos.

• PJ GROUP. (2018, agosto 17). Peritación de síntomas volitivos. Ejemplos, operaciones.


Perito Judicial GROUP. Recuperado el 9 de diciembre de 2022, de https://
peritojudicial.com/perito-psicologo/capacidad-volitiva/

• Psiquiatria.com Sistema delirante. (s/f). psiquiatria.com. Recuperado el 10 de diciembre


de 2022, de https://psiquiatria.com/glosario/sistema-delirante

• Trastorno de estrés postraumático (TEPT). (2018, julio 6). Mayoclinic.org. https://


www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/post-traumatic-stress-disorder/
symptoms-causes/syc-20355967

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