LA SUCESIÓ N DE JESUCRITO

El capítulo comienza con el regreso de Óscar hacia su familia, despidiéndose de Félix y

Kitty, quien derrama lágrimas al despedir al gnomo. De regreso conoce la historia de
Ulises que terminó en la Legión Extranjera por falsificar letra de cambio y ahora se
encuentra más viejito. Él se refiere a María como Penélope, Óscar se hace llamar como
el hijo pródigo de la biblia y reconoce a Alfred como su padre. El 12 de junio del 44
fue el 3º aniversario de Kurt. Óscar quería que junto a su hijo, realicen aventuras
juntos pero Kurt no sabía que él era su padre. Ese día, algunos familiares suyos le
trajeron presentes, como un barco, un trompo musical y un látigo. Óscar cumplió su
promesa de regalarle un tambor de hojalata, como lo hizo su madre Agnes con él, Kurt
al ver el regalo empezó a analizarlo pero Óscar olvidó darle los palillos. Cuando él
intentó dárselos, Kurt se vio amenazado y lo golpeó con el látigo, en eso Óscar se
resbaló y Kurt no paraba de golpearlo esta acción él lo relaciona con los hermanos de
Caín y Abel. Después su hijo empezó a tocar fuertemente el tambor, el cual ya había
perdido los colores quedando en hojalata gris azul. Mientras él era azotado, María llegó,
lo acurrucó y lamió sus heridas. Ahora Óscar habla de la mamá Truczinski, pues
sufrió un ataque cerebral a raíz de las malas noticias que trajo consigo el correo
polaco igualmente Fritz Truczinski cayó mal por 3 razones. La mamá Truczinski le
preguntaba a Alfred y a Óscar como llegar al sector central en tren los días domingos,
pero ellos evadían las respuestas. En cambio, María si iba esos días al Templo de Cristo
para ver al pastor Hecht, casi nunca iba con Alfred. Un día, Alfred agarró de la mano a
Óscar y se lo llevó en dirección a la Iglesia del Sagrado Corazón. Ahí pudieron observar
un ojo inflamado que era la eterna lámpara votiva. Había un altar con la Virgen y el
Jesús, este tenía una talla aproximada a la de Kurt (96 – 97cm) y los brazos bien arriba,
óscar puso su tambor entre las piernas del niño y se empezó a burlar de él porque solo
era un estatua de yeso que no podía moverse. Hasta que Jesús tocó el tambor y óscar
quedó mudo, vio muy bien como tocaba su tambor y le dijo que ya se lo devuelva
porque suficiente era con su cruz. Jesús se lo dio y cuando el gnomo ya se iba el
preguntaba si lo quería, pero óscar enojado le decía que no y enojado le rompió un dedo
el pie y se fue. María estaba algo triste, óscar quiso gritar en la iglesia pero su satanás
dentro de él le aconsejó que no lo hiciera porque no causaría daño alguno y solo le
arruinaría su voz. Él lo pensó y se fue. Llegando a su casa él estuvo pulverizando unas
bombillas con su voz potente, hasta que estas se acabaron y se recostó en la arena, pensó
en tener como discípulos a los Curtidores.
 LOS CURTIDORES

Óscar pensaba mucho en lo que Jesús le había, sobre edificar su iglesia en él. Varias
veces el gnomo se escapaba de María y la mamá Truczinski e iba a la Iglesia. Óscar
tiene la costumbre de toser así esté acomodado perfectamente, en agosto el mostraba su
lado católico frío y lo que él quería era conocer más catedrales lejanas. Para Óscar no
era tan difícil irse de su casa, pues nadie lo echaba de menos, hasta su hijo lo golpeaba
cada vez peor. Pero en una oportunidad Alfred con lágrimas en los ojos lo cargó y
llorando decía que nadie decidiría sobre la vida de su hijo, ni la Policía sanitaria ni el
funcionario del Ministerio de la Salud. Este tema lo discutió con María, y ella decía que
su hijastro era rechazado por todos lados. Le dio la carta a Alfred, quien lo leyó y lo
rompió en pedazos. Óscar se sintió abandonado, y en una visión observó que María lo
entregaba a los médicos, el gnomo solo se sentía refugiado en su tambor y su voz. Él
cantaba mucho, dentro de la Iglesia cerca de la media noche, siempre rompía algo. Un
día enojado paseó por una calle larga y grande hasta se le antojó una golosina pero en
esa épica no había nada. Llegó a la chocolatería Baltic. Él observó a un grupo de chicos
y no les tomó atención hasta que silbaron y entendió que lo buscaban. Quiso pedir
ayuda a los adultos pero no lo hizo porque quería salvarse solo, buscó un agujero para
que se esconda y al no encontrarlo se resbaló por una valla raspando su pantalón y
chocando con mozalbetes. El 44 tuvo un verano cálido. Cuatro mozalbetes lo rodearon y
susurraban cosas raras como liebre, trilla, carboncillo, el pollo, el míster. Stortebeker era
el jefe de la banda (16 años) ellos jugaban policías y ladrones. Óscar se sentó encima de
su tambor y se quedó ahí, en eso vino Carboncillo y pateó su tambor para que despierte,
lo empezaron a interrogar a lo cual el dijo que venía de la Iglesia y que se llamaba
Jesús, el nombre no fue tan creíble que Carboncillo curtió a óscar, de ahí entendió que
ellos eran una pandilla formada por estudiantes que eran perseguidos por la policía y
que había otra pandilla igual en Neufahrwasser. Le preguntaron como rompía los faroles
y las ventanas y advirtieron que lo sabían todo pero el gnomo sabía perfectamente que
eso era mentira. Esas bandas vaciaban todos los locales de Juventud Hitleriana, robaban
armas y tenían relaciones con sus amigas en los parques. Su meta era atacar a la Oficina
de Racionamiento. A fines de agosto la gente evacuaba París, el grupo de ejércitos del
centro se estabilizaron sobre el Vístula, el Baltic ya no hacía más chocolate. Óscar iba a
demostrarles la fuerza de voz hasta que observó una mosca cerca de las 3 ventanas,
empezó a sonar la alarma, después se oyeron aplausos pues habían atinado al
bombardeo. Óscar confió e l lujoso reloj a Carboncillo. Stortebeker admitió al gnomo
en la pandilla, y este pequeño les dijo “Jesús os precede, seguidme”.

EL NACIMIENTO
Los curtidores no hablaban de una sola cosa, pero tenían el arma milagrosa. El enano
ahora era jefe de la pandilla de 40 miembros aproximadamente, primero se presentó al
jefe del otro bando, este era cojo de 17 años e hijo de un alto funcionario (Oficina de
Pilotos) y debido a su discapacidad no lo admitieron en la Defensa Antiaérea. Era
tímido y hablaba muy bajo, quería estudiar filosofía y era muy aplicado. Stortebeker lo
respetaba mucho y cada vez que sucedía algo ellos se reunían en el mismo lugar de
siempre, que quedaba ubicada en una zona residencial para no levantar sospechas. El
padre de Angelote era poseedor de la cruz de cabello mientras que la señora Elisabeth
estaba en Alta Baviera curándose de una escasa salud. Angelote era el dueño de la casa
y ellos ingresaban por el lavadero. En la bodega habían cigarros y cronómetros. Ellos
tenían que limpiar las armas, tenían granada y todo eso era para atacar el
Racionamiento. Óscar ordenó que los entierren en el jardín. Los V1 yV2 volaban hacia
Inglaterra, mientras óscar mando a buscar al mascarón de proa Níobe. Lamentablemente
no lo encontraron. La mamá Truczinski pensaba en su hijo Heriberto y en Gusta quien
se casó en Renania. El enano estaba tranquilo pues su pandilla robaría en nombre de
Jesús, y lo que más anhelaba eran los sellos oficiales o lista de Servicio de Patrullas
Hitlerianas. A él no le importaba tanto estar involucrado en los asuntos de la banda. Los
acusaron de tener relaciones con autores del 20 de julio. El padre de Angelote se había
suicidado, y cayó en llanto al enterarse. En su escuela hubo un buque de submarinos
pero a raíz de un incendio todos los tripulantes murieron intentando escapar. Toda la
responsabilidad cayó para los Curtidores. Walter quería saber quién era el jefe y cuando
sus amigos señalaron a óscar, se empezó a reír. Stor había conocido a los hermanos
Rennwand por Lucía. Empezaron la transformación de la bodega, desde el cuarto de la
mamá Truczinski y todos los rincones. Óscar tenía miedo de que su amigo Stor termine
dominado por Lucía. Se dirigieron a la Iglesia y robaron la estatua de la Virgen y el
Niño. Comenzaron la misa, óscar tocaba el tambor y estaba sobre las piernas de la
Virge, cuando de repente se escucharon tacones y la banda se quedó arrodillada
esperando a la Policía judicial. Ellos los rodearon y Stor no tuvo más opción que
levantarse y golpear a lucía en la cara, causando que un oficial lo empuje y que al
mirarlo bien, se diera cuenta de que uno de ellos era hijo del jefe de la Policía. Todo este
espectáculo era observado por óscar desde lo alto, quien sentía satisfacción de que este
fuera uno de sus curtidores. Al final se quedó con Wiehnke. Óscar fue sometido a
segundo proceso de Jesús, el cual acabó con su absolución.