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Segundo Cueva
Celi.
Destacado músico y
compositor nacido en Loja
el 10 de Enero de 1901, hijo
del Dr. Juan Cueva García
y de la Sra. Zoila Filomena
Celi Castro.
Tenía sólo cinco años de
edad cuando empezó a
recibir sus primeras clases
de música como alumno del
sacerdote franciscano
Antonio Vega, quien era
profesor titulado de
música. Luego ingresó a la
escuela de los Hermanos
Cristianos, donde su
director, el Hermano
Antonino, le ayudó a
desarrollar su vocación.
Tres años más tarde ya
tocaba con habilidad
sorprendente sencillas
piezas religiosas en la
iglesia de San Francisco, en
Loja, donde maravilló a la
gente que lo contemplaba
admirada a pesar de que
apenas alcanzaba el teclado
y los pedales del gran
órgano de la iglesia.
Fue profesor de canto de
varias escuelas fiscales de
Loja; fundó el Centro
Cultural Independencia;
fue miembro fundador de
la Casa de la Cultura,
núcleo de Loja; y prestó
sus servicios en la Escuela
Superior de Música de la
Universidad Estatal de su
ciudad.
Testimonio de Rosa
Amada Villegas Medardo
Ángel Silva fue un
importante cronista. Sobre
todo de la noche
guayaquileña, que describe
en crónicas que publicó
entre 1917 y 1919 en las
revistas Ilustración, Patria
y diario El Telégrafo. Al
igual que periodistas y
escritores de entonces,
Silva firmaba sus crónicas
con seudónimo. El de él era
Jean d’Agreve.
Esas hembras
ignorantes, de mejillas
chupadas en que el colorete
pone la ironía de una rosa
en los pómulos de una
calavera: y sus cuerpos
flácidos que magulló el
vicio; y los cabellos
apelmazados por las grasas
olorosas; y los vestidos de
colores chillones y
elegancia cursi,
provocativas y canallas,
exhalando un tufo a olores
baratos... Medardo Ángel
Silva
En la actualidad pervive
ese ambiente callejero de
mujeres de sexo tarifado
bajo portales de las casas
de citas. Silva también
describe escenarios donde
se afincaba el vicio en
Fumadero de opio. Esos
antros estaban ubicados en
Escobedo, la calle maldita
de esa época:
Es imposible olvidar al
poeta que se enamoró de
Rosa Amada Villegas, de
14 años, que vivía en El
Morro 704 entre Bolívar y
Quisquís (Rumichaca
entre V.M. Rendón y
Quisquís).
Pero Silva tuvo otro amor:
Ángela Carrión Vallejo,
muchacha a quien su
madre, Mariana Rodas,
acogió a pedido de unas
monjas. Viviendo bajo el
mismo techo –en 1919–
nació María Mercedes
Silva Carrión, única hija
del vate, quien murió el 9
de agosto de 1981.La
trágica muerte del poeta,
en cambio, ocurrió el 10 de
junio de 1919, dos días
después de cumplir 21
años. Ese día fatal, por la
tarde, vistió traje negro,
zapatos de charol, bastón,
corbata de seda negra y fue
a casa de su Rosa Amada
Villegas. Allí se suicidó de
un disparo en la cabeza.
Cuando de nuestro
amor, la llama
apasionada, /dentro tu
pecho amante, contemples
ya extinguida; / ya que solo
por ti la vida me es
amada, / el día en que me
faltes, me arrancaré la
vida.
En la reconstrucción de la
escena del suicidio, Adolfo
Simmonds revela el propio
testimonio del poeta
guayaquileño. Se asegura
que a las 08h30 de la noche
del 10 de junio de 1919,
Medardo Ángel Silva llegó
algo trastornado a la casa
de Amada Villegas. Se
afirma que minutos antes
había vaciado el revólver
en su casa y le había puesto
una sola cápsula. La forma
como se presenta la escena
del crimen, demuestra la
preparación consciente del
hecho que iba a suceder.
Dice textualmente Adolfo
Simmons lo siguiente: